13 de febrero de 1858

Burgos.– Durante los tres días de Carnaval se prohiben en las ca-lles y bailes públicos a todas las personas dis-frazadas llevar armas o espuelas aunque sean necesarias al traje del personaje que repre-sentan. Esta prohibi-ción se hará exten-siva a las personas que concurran sin disfraz a los bailes, adonde sólo podrán concurrir con es-pada o bastón las autoridades civiles y militares. Esta es una de las dis-posiciones acor-dadas por el alcal-de constitucional de Burgos, Timo-teo Aráiz, quien, a través de un

bando, ha dictado di-versas normas para que la diversión propia de los días de Carna-val se verifiquen con la compostura y el buen orden que reclama la cultura los habitantes de esta capital. Así, se

autoriza transitar por las calles con disfraces y caretas hasta el ano-checer excepeto con vestimentas de minis-tros de la Religión y funcionarios públicos. Estarán prohibidos to-da clase de insultos y amenzas y el uso de

acciones o palabras que puedan ofender el decoro y la moral pública. Ninguna persona podrá qui-tar a otra la careta y tampoco se podrán utilizar instrumen-

tos o aparatos que puedan romper o manchar los vestidos, o usar de diversiones que causen incomo-didad a los transeún-tes.

Prohibidas las armas durante el Carnaval

www.lacarregue.es