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EnsQro
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Florencio Harmodio Arose-mena nació en la Ciudad de Pa-namá, en el barrio de Santa Ana,el 17 de septiembre de 1872.
Desde muy temprana edad sedistinguió por su amor y dedi-
cación al trabajo. Antes de losio años, en sus horas de ocio,
después de la escuela, comen-
zó a trabajar de mensajero en el
ya desaparecido Bazar Francés
de esta ciudad. Sus adelantos es-colares y sentido de responsabi-
lidad urgieron a su padre aman.darIo a estudiar a los once alÌos de
edad a Alemania y Suiza. Llegóa ese continente dotado única-
mente de su idioma natal y suambición al estudio y al trabajo.
En Alemania asistió a la Uni-versidad de Heidclbcrg de donde
pasó a especializarse en Ingenie-ría Ferroviaria al Politécnico de
Zurich, en cuyo centro se ¡.iiaduó
con honores que le merecieron
un contrato con el (;obiernoAlemán para trabajar en la in-cipiente red ferroviaria de Tur-gUla. En el Politécnico deZurich, fue condisclpulo delProfesor Alliert Einstein, quien
lo visitó en Panam,í durante su
Administración.
Durante su vida estudiantil enAlemania y Suiza, aprendió ale-mán, francés e italiano.
Al terminar su contrato con elGobierno Alemán, trabajó enPortugal donde adquirió el por-tugués y posteriormente cuando
regresó a Panamá a trabajar conla United Fruit Company, el in-
glés. En total, hablaba sieteidiomas.
Fue contratista del Ferroca-
rril Central de Cuba. De alli,pasó al Ecuador donde mere-ció la siguiente mención delMinistro de Obras Públicas:
"Que el Ingeniero FlorencioArosemena, prestó servicios alGobierno del Ecuador durantela construcción del Ferrocarrilde Guayaquil a Quito, por elespacio de seis años.
"De 1896 a 1898, en calidadde asistente del conocido inge-
niero consultor LV. SigvaldoMuIler, teniendo a su cargo ybajo su exclusiva responsabili-dad la división encargada delestudio y localización de la 1 Í- .nea férrea entre Chimbo y Si-bambe.
"De 1898 a 1902 en calidadde constructor-contratista devarias milas de ferrocarril dela misma línea, incluyendo en di-cho trabajo las correspondien-
tes excavaciones, puentes, túne-
les y demás obras. La ejecuciónde estos estudios y obras, no de-
jó nada que desear y se realizócon éxito y a entera satisfaccióndel Gobierno del Ecuador".
Por el diseño y construcción
del tramo ferroviario denomina-
do "La Nariz del Diablo" en elEcuador, don Florencio recibiómenciones honoríficas de aso-ciaciones de ingenierla extran-Jeras.
A su regreso a Panamá, prestóservicios a la UnIted Fruit Com-
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pany, como Ingeniero en J de.En esa capacidad diseñó el tra-zo de la capital de la provinciade Bocas del Toro.
En los albores de la República,prestó servicios a la Secretarla
de Fomento y Obras Públicasen calidad de Ingeniero en J e-fe de ese despacho.
Posteriormente contrat() yconstruyó las siguientes obraspúblicas: el Palacio de Gobierno;el Teatro Nacional; el Palacio
Municipal; el Instituto Nacional
(hoy monumento nacional); elPuente sobre el Río Santa Ma-
ría; y el Ferrocarril Nacional dePuerto Armuelles a Concepción.
Además de las anteriores edifi-caciones erigió para la exposiciónInternacional de Panamá los Pala-cios Expositores de Cuba y deEspaña (hoy Embajada Españo-la); el ya demolido Hospital Pa-namá, que alojó como su primerpaciente a mi Madre, DoñaHersilia, cuando dió a luz a mishermanas mellzas Lina e Inés;la Iglesia de St. Mary's en Balboa;los primeros hangares de AlbrookField. También construyó las ins-talaciones y redes de distribucióndel gas en Panamá y Colón, asícomo el relleno de 106,000 yar-das cúbicas en Mount Hope.
A su regreso al país, Don Flo-rencio se casó con Doña HersiliaArias, con la cual formó un ho-gar ejemplar y de cuya uniónnacieron sus hijas Selma, Yola,Wally, Lina e Inés, y sus hijosVasco y el suscrito.
El recuerdo más remoto quetengo de mi Padre, es cuando alcumplir los 4 años de edad meenseñó a montar a caballo y amantenerme en la sila por pro-longados ratos, lo que hizo paraque pudiera, desde los seis años,acompañarlo anualmente en susgiras a caballo de Panamá a Che-po y a La Chorrera.
Recuerdo que al principiodel verano, nos trasladábamos enla madrugada a Juan Díaz, endonde montábamos para seguira La Capitana de Chepo. En ese si-tio nos embarcábamos, como alas seis de la tarde, y navegába-
mos río abajo, en piragua, hastallegar a la confluencia de los ríosMamonl y Bayano en cuyo lu-gar mi Padre tenía una casa. De
este punto, nos internábamos enla selva a pie visitando y pernoc-tando cada noche en diferentescampamentos del Cuerpo de In-genieros de los EE.UU. que esta-ban realizando trabajos de carto-grafía en el área. Al final del ve-rano al amanecer, cruzábamos elCanal en panga a Far Fan, dondecoglamos los caballos, y cabalgá-bamos hasta La Chorrera adondearribábamos en la tarde. Estába-mos a caballo en esas giras másde doce horas y nunca lo notécansado.
También viajábamos en ba-landra o motonave a diferentespuntos del interior. Uno de esosviajes lo hicimos en 1923 a Chi-tré, adonde mi Padre fue a asistir,en calidad de miembro del Direc-torio, a la Convención del Parti-
do Liberal, que postuló comocandidato al General Quintero.
A pesar de que Don FIorenciotenía un carácter irascible aúndentro de su casa, nunca le oí
una palabra fuera de tono enpresencia de mi Madre o mishermanas. En el seno de la fa-milia, era muy bondadoso, joco-so y nos querla a todos con
gran ternura y afecto.
No fue hombre de clubes,parques, ni cantinas. Asistla a lamesa siempre con saco y corba-ta, por más calor que hiciera.Después de la cena, nos hacía
oír música clásica de una vitro-la marca Víctor, a la cual paraque funcionara, había que darlecuerda, trabajo que nos tocaba
a mi hermano Vasco o a mí.Sus discos favoritos eran lasarias de Caruso y el Ave Maríade Gounod. En otras ocasiones,nos contaba anécdotas de su vidacolegial en Europa, o de los cam-pamentos donde había trabajadoen el exterior. Solía también rela-tamos pasajes de la historia anti-gua de Grecia, Roma y Francia yotros más modernos de Alema-nia, Rusia, Austria y los Balca-
nes, así como también anécdotasde los grandes artistas del Rena-cimiento.
Con allegados, amigos y pa-rientes era muy jovial y chistoso.Tenía especial carño para conlos obreros, artesanos (muchos
de los cuales había traído de
Europa) y capataces que trabaja-ban con éL.
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No sólo trabajó como ingenie-ro, ya que cuando carecía deobras para contruír, trabajaba en
otros campos, como la gerenciade la lavandería La Esperan-za, que estaba localizada al la-do de la Vieja Plaza de Toros, en
lo que entonces se denominaba elCasino. Yo solla ir a esa oficinapor las tardes después de la es-cuela, y observaba cómo él de-partla con los toreros y banderi~
lleros. Recuerdo también que mellevó a la pelea de mi Tío RamónArosemena con Al Roche y aotras como las de J osé Lombar-da, Gallardo, Caballito Ramos yel americano Tony de Oro.
Durante su vida, antes y des-pués de ser Presidente, recibiómuchas condecoraciones y ho-nores de países extranjeros, entrelas cuales pueden mencionarse lasde Comendador de la Real Ordende Isabel la Católica, otorgada el3' de septiembre de I91 7; la deSan Mauricio y San Lázaro deItalia, la Gran Cruz del Sol delPerú, la del Ateneo de Ciencias
y Artes de México, la del Méritodel Ecuador, la de Vasco Núñezde Balboa, la de Víctor Manuel
de Italia y las de varias Socieda-
des Benéficas.
Carrera Polítiea
Aunque sentía gran averSlOn
por la política, siempre militó
en el Partido LiberaL. Ejerció el
cargo de Concejal en 1906-1908,fue delegado a la ConvenciónLiberal de 1916, y miembro del
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Directorio de Oposición en losaños 1918 Y 1924.
Fue partidario de Don PabloArosemena, su tío a quién teníagran cariño; de Don RicardoArias, de la 1 ra. candidatura
de Don Rodolfo Chiari y la delGeneral Quintero en 1924.
A pesar de que se tenían granrespeto, fue por 12 años opositordel Dr. Be1isario Porras. Sin em-
bargo, al llegar a la Presidencia,
lo invitó a que formara parte desu Gobierno en el ramo diploma-tico.
En 1928 fue elegido Presi-dente de la RepÚblica.
Inició su Gobierno con un Ga-binete de distinguidos ciudada-
nos: Srio. de Gobierno y Justicia,Don Adriano Robles; Srio. deRelaciones Exteriores, Don JuanDemóstenes Arosemena; Srio. deHacienda y Tesoro, Don TomásGabriel Duque; Srio. de Instruc-ción Pública, Don Jeptha B. Dii;!-can; Srio. de Agricultura y Co-
mercio, Ing. Luis Felipe Clement.Sin embargo, dentro del seno deese Gabinete se originaron con-flctos de personalidades, discor-
dias y fricciones de Índole po-
lítica, a tal punto que se vióobligado a provocar una crisis deGabinete y procedió a nombrarun segundo Gabinete, tambiéncon distinguidas personalidades,las cuales fueron: Doctor DanielBallén, Dr. Ricardo A. Morales,
Don Manuel de Jesús Quijano,Don Nicolás Victoria j., DonOctavio Méndez PereIra y Dr.
Carlos Icaza A., en las respectivascarteras de Gobierno, RelacionesExteriores, Hacienda y Tesoro,Instrucción Pública y Agricultura
y Obras Públicas.
Durante su corta Administra-ción de dos años, hizo, entreotras obras, las que, de acuerdocon la memoria de la Secretaríade Agricultura y Obras Públicas
del bienio 1928-1930, se detallana continuación:
Reorganzación de la Secreta-ría de Agrcultura y Obras Públi-
cas.
Pavimentación de las Calles17,26,27 Y 2I Este desde la Ave.B hasta el Ferrocarril, Juan Men-doza, Domingo Espinar, y Aveni-das Méjico, Italia e Inglaterra.
Extensiones de la Avenida Na-cional, Perú, terminación de laAvenida A hasta la Zona delCanal, de la cual se pavimenta-
ron 10,320 metros cuadradosexcluyendo las aceras. Algunas
de estas obras fueron hechaspor la Sección de Ingenierla de
la Zona y las otras por la Secre-taría de Obras Públicas.
Reconstrcción total del Pala-cio de Gobierno de Colón.
Planos para los Hospitales Pro-vinciales de Chitré, Penonomé,
Santiago y Las Tablas.
Se escogió el sitio y se compróel terreno para el Aeropuerto deDavid.
Se llevó a cabo el estudio, des-pués de analizar las aguas de di-
ferentes fuentes, para el Acueduc-to de Bocas del Toro.
Extensión del Acueducto Na-
cional a San Francisco de la Ca-
leta, Pueblo Nuevo y Juan Díaz.
Escuela de Artes y Oficios -Don Florencio anhclaba que unade sus más importantes obrasfuera la construcción de la Es-cuela de Artes y Oficios. Elgolpe del 2 de Enero se lo im-pidió. Los estudios que él orde-
nó confeccionar, contemplabanlo siguiente.
Edificio Principal estaría dota-
do de un vestíbulo; auditoriocon 1160 asientos en la plateay 570 cn la galería; oficinas pa-ra la Dirección Administrativa;
Sala de Reunión de los Profeso-res; 5 aulas en la planta baja y
10 más en la alta; aulas especia-les para Física, Química, Meta-lurgia y salones para los Depar-
tamentos de Agricultura y Al-bañilería;
2 Edificios para Talleres - enuno estarla Mecánica, Automo-vilismo, Electromecánica, Hoja-
laterla y Plomerla, y en el otroFundición, Herrerla, Encuader-
nación, Pintura, Química In-dustrial, rcparación dc máqui-nas de contar, escribir y de laconstrucción;
1 Edificio para Habitaciones
-en la planta baja se localizarían
un salón de estudio, un comedorgrande para estudiantes, despen-sas, cocina y comedor para re-cepciones, comedor y vivien-das para el servicio; en la plan-
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ta alta dormitorios para 200alumnos internos, cuartos parainspectores y una enfermería;
1 Edificio para Gimnasio.Todos los edificios estarían
comunicados por una galería cu-bierta. La construcción de todaslas paredes sería de mamposteríausando piedra o ladrillos, segúnsu conveniencia. Los pisos se fun-dirían de concreto armado y lostechos serlan cubiertos de tejasdel país.
El terreno destinado para la
obra tendrla una superficie de25,000 metros cuadrados y elcosto total de la obra estaba
calculado en B/985.000.
Construcción de la CarreteraNacional de Santiago a David a
un costo de B/5,000,000.
Aeropuerto Panamá de Paiti-Ha - Cito lo siguiente de la Me-
moria de la Sría. de AWicultura
y Obras Públicas, bienio 1928-1930, pág. 20: "Los sif,'loS pre-cursores de un señalado progre-
so para la aviación de nuestro
País, dieron margen a la esco-gencia de un sitio para la cons-trucción del Aeropuerto Pana-
má, como punto importantepara tal efecto. El mismo Pre-
sidente de la República señaló
para ello los terrenos de Paiti-lla, situados en la cercanla dela CapitaL. Siguiendo la re-comendación de la primera con-vención de Aviación Comercial,
se dispuso que los campos deaviación construidos en territo-no Nacional llevaran el nombre
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de la población más cercana aellos, a fin de prestar a la Avia-
ción Internacional el medio dereconocer bien los puntos de ate-rrizaje. En consecuencia, se dióal Aeropuerto que se construyó
en Paitila, el nombre de Aero-puerto Panamá. Para la cons-trucción del Aeropuerto se com-praron 68 hectáreas que debían
alojar eventualmente 3 pistas."Mi Padre me informó años más
tarde que una de las considera-ciones de más peso que tuvo paraescoger ese lugar, aparte de lasrecomendaciones de los expertosen la materia, que lo señalaban
como uno de los mejores sitiosde los escogidos, fue su posición
frente al mar, lo que se tradujoen apreciables economías por lareducción del largo de la pistaprincipal debido a la falta deedificios o terrenos altos en lafranja de acceso, y por la posi-bilidad de que en el futuro sedesarrollasen inmensos hidroavio-nes que pudieran "amarizar",lo cual resultaría en reduccio-
nes apreciables de costo de laspistas.
Barrio Obrero - Al Presidente
Arosemena le preocupaba muchoque a los obreros no les fueraposible construir sus propias
casas, más que todo por falta demecanismos de financiamiento.Se debe recordar que el Presi-dente Arosemena siempre tuvograndes y continuos lazosobrero-patronales. Por ello el Po-der Ejecutivo, dice la Memoria deObras Públicas, "estudió la mane-
ra más conveniente de fomentarel desarrollo de las institucionescooperativas de edificación que
se propongan facilitar la adqui-sición de viviendas a los obreros
y familias pobres." Como resulta-do de estos estudios, en Febrerode 1930 el Gobierno adquirió se-tenta mil metros cuadrados de lafamilia Des Cardes en el Cangre-
jo, sección denominada TumbaMuerto, hoy Pasadena. Allí seedificaron varias unidades que serepartieron entre familias de ba-
jos recursos a bajos intereses y
largos plazos de amortización. Es-te programa fue el precursor deBethania y de los inmensos ba-
rrios que el Gobierno construyehoy día en las afueras de la Ciu-dad.
Panamá La Vieja - Este sitiohabía sido descuidado en el pa-sado, más que todo por falta devía de acceso al lugar. De nuevome remito a la Memoria de laSría. de Agricultura y ObrasPúblicas de esa fecha que afirmalo siguiente: "Debemos conser-
var esas ruinas que constituyenuna reliquia de la Colonia; acos-
tumbramos a llegar a ellas conrecogimiento y veneración yleer en sus montículos y en susescombros desolados una pági-na de nuestra historia colonial,cuyo episodio anonada, sobre-coge el ánimo y evoca un pasa-do cruel, pero a la vez grandio-
so." Así se construyó una vladesde San Francisco hasta lasruinas y se limpió el área demalezas para que se pudiera ad-mirar la antigua Ciudad.
Relleno de Baraza - Otra obrade valor urbano Jué el rescate delsitio denominado Barraza dondese construyó un muro y se relle-nó el área.
Hoipita de David - Construido
a un costo de B/170,000 con es-pacio para 130 pacientes.
Impulso a la Industria Nacio-nal - Se hicieron estudios para
mejorar la industria lechera y seconcedieron contratos para el es-tablecimiento de las siguientes
industrias: Fábrica Nacional deSombreros, Mueblería La Expo-
sición de Cowes, Fábrica deAlimentos Farináceos y Forraje-ros, y El Corte Inglés.
Conferencia de Octubre de1930 relacionada con la Carrete-ra Interamericana - Extracto del
discurso de apertura del distin-guido Ingeniero Don Luis FelipeClement, Secretario de Agricul-tura y Obras Públicas: "He dereferirme ahora a otro tópicode este mismo proyecto: la co-municación a través del Canalde Panamá. Mi País ha venidoreclamando por esta comunica-
ción permanente a ralz misma dela iniciación de los trabajos de
nuestras carreteras nacionales.
"En la reunión celebrada en
Chicago, el 11 de Enero de 1926,por la American Road BuildersAssociation, el entonces delegadooficial de Panamá, hoy Presiden-te de la República, propuso y fueunánimemente recomendado alGobierno de los Estados Unidos,
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la construcción de un puente
a través del Canal".
Situación Económica del País
Don Tomás Gabriel Duque, ensu informe presentado al OrganoLegislativo del período 1928-1930, en su condición de Secre-
tario de Hacienda y Tesoro, ha~
ce un recuento acerca de la de-presión económica universal,principal causa de la crisis eco-nómica en Panamá, indicandoque un efecto de ello era ciertosmovimientos pollticos y socialescomo el movimiento inquilinariode I925.
En lo que se refiere a las finan-zas públicas durante el bienio1928-1930, a través de un me-
jor sistema y una eficiencia ma.
yor en la recaudación de los im-
puestos, y a pesar de la gran de-
presión económica, se logróaumentar las rentas nacionales
en más de 5 %. El incrementoen los ingresos para ese bienio es
aún más significativo si se tieneen consideración que en ese pre-supuesto se dejaron de incluir co-mo entradas corrientes las rentasprovenientes de la Lotería Nacio-nal de Beneficencia y el impuestosobre la gasolina, que para ese
período por primera vez figura-ron como Fondos Especiales.
Durante el bienio 1928-1930,
la deuda pública se redujo en
aproximadamente 3 % Y el Fe-rrocarril de Chiriquí por primeravez desde su inauguración tuvoingresos superiores a sus gastos,
dejando de ser una carga para
el Gobierno.
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En el curso de su Administra-ción, se creó un Departamentode Auditoría Central de la Agen-cia Fiscal de la República, a finde mantener un mejor controldel gasto público, así como delas recaudaciones del Tesoro,pero además de esto, hizo pro-mulgar la Ley 29 de 1928, porla cual se contrató un equipo
de expertos en finanzas paraque realizaran un estudio cuida-
doso de nuestras finanzas, recur-sos y posibilidades económicas.
De esta forma se ,obtuvieron losservicios de un grpo de exper-tos del National City Bank de
Nueva York, quienes, tras lar-gos meses de estudio, presenta-ron al Presidente Arosemenaun trabajo conocido como elInforme Roberh suscrito porGeorge Roberts, Vicepresidentedel National City Bank.
El Informe RobertsEste trabajo comprendió un
extenso examen de la situacióndel país, y se hicieron una seriede recomendaciones destinadasa aprovechar más efÍcientemente
nuestras potencialidades econó-
micas, así como a establecer cier-tos controles en la Administra-
ción Pública. El Informe reco-
mendó, por ejemplo, la creaciónde una Zona Libre que aprove.chara nuestra privilegiada ubica-ción geográfica. Sin embargo,aún antes de dicha recomenda-ción, la Administración del Pre-sidente Aroseffena habla expe-
dido el Decreto 71 del 18 deFebrero de 1930, por el cual
se creó una comisión para es-tudiar la manera de estable-cer Zonas Libres en los puertosde la República.
El Informe Roberts hizo otrasconsideraciones importantes, quesería largo enumerar; entre otras,la necesidad de crear una oficinaque tuviera a su cargo el controlde los Gastos del Sector Guber-
namental lo que se hizo median-te la ley 84 del 29 de diciembrede 1930 bajo el nombre de CON-TRALORIA GENERAL DE LAREPUBLICA y que fue suscritapor el Presidente Florencio Har-
modio Arosemena y Don NicolásVictoria J aén, en su calidad deSecretario de Hacienda y Tesoro.El Informe, adelantándose a su
época, enfatizó la necesidad de
desarrollar el crédito agropecua-
rio, como medio de estimular elcrecimiento de las zonas rurales.Estas recomendaciones implica-ban la creación de Escuelas Gran-
jas, Bancos Agrícolas, expediciónde leyes de protección al produc-tor de alimentos, así como el
otorgamiento de becas para el es-tudio especializado de las cien-cias del agro en el extranjero.
Agitación Política
Debido a la asfixiante crisiseconómica que existla desdeantes de la Administración del
Presidente Arosemena, se llevabaa cabo en el país una intensa
campaña oposicionista al PartidoLiberal por la agrpación deno-minada Acción Comunal, quefue organizada en el año 1923.
La citada agrpaClOn gozó deplena libertad de acción durante
la Administración del Presiden-
te Arosemena, quién nunca orde-nó acción represiva alguna sobreese grupo u otro de sus detracto-res, a pesar de la excitativas de
algunos de sus allegados. Cons-
picuos miembros de AcciónComunal trabajaban en el Go-bierno del Presidente Aroseme-
na y lo que es más, varios de
ellos frecuentaban el Palacio Pre-sidencial y haclan muestras de-ferentes de aprecio y afecto anuestra familia.
Más tardc, el Prcsidentc Arose-mena declaró lo siguiente: "Elrelativo silencio guardado pormí durante la campaña de ca-lumnias de que se me hizo vícti-ma, ha sido considerado poralgunos de mis enemigos comocomplicidad en delitos en vez delo que fue: tolerancia desmedidapor un exagerado liberalismoen evidente perjuicio para mí."El Presidente Arosemena tam-
bién fue duramente criticado porel Panamá América, diario delcual era dueño en ese tiempo unaventurcro norteamericano quese jactaba de un pasado "vaga-
bundo" y de jugador empeder-nido, y quien aspiraba a unaconcesión oficial para un casi-no de juegos. Años después lo
logró y mantuvo un casino¡ en
los altos del J ardln Balboa.
Por otro lado, mi Padre me
contó, en cierta ocasión, que su
Administración no gozaba de lasimpatía del Gobierno America-
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no por los siguientes actos de
su Gobierno: 1- La constnic-ción de un Aeropuerto Inter-nacional (Paitila), 2- Un trata-do comercial suscrito con elJapón y 3- La insis tencia de suGobierno en reclamar la jurisdic-ción sobre la carretera de la re-presa Madden tan pronto seterminase esa obra.
El Dos de EneroEn vista de las diferentes ver-
siones que sobre el particular hancirculado sobre este hecho de
armas, hace pocos días conver-sé con Don Pedro Ernesto Ariasmi cuñado, quien, exponiendo s~vida estuvo dentro de la Presi-dencia durante todo el ataque yquién me relató lo siguicntc: "TuPapá era un hombre muy senci-llo, un hombre de trabajo; a élno le gustaba ni la pompa, ni laceremonia y detestaba la men-tira, el engaño y la hipocresía;
su anhelo era vivir como unsimple ciudadano. Nunca hizoalarde de sus méritos, que indu-
dablemente posela, y que fueronganados antes de su Presidencia,construyendo obras importantesno sólo en Panamá, sino también
en el exterior. Tampoco le inte-resaba en lo más mínimo quenosotros defendiéramos susactuaciones, ya que decla quetenla su conciencia tranquila porhaber cumplido con su deber, yeso le bastaba.
Recepción del 10. de Enero"El Dr. Arnulfo Arias. líder
io
del golpe, era casado con DoñaAna Matilde Linares, hija deDon Enrique Linares. EntreDon Enrique y Don Florcncioexistla una relaciÓn y cariño casi
familiar, ya que Don Enrique erapadrino tuyo y Don FlorencIoera padrino de dos de los hijosde Don Enrique. Adcm,Is, AnaMatildc era ahijada de Tía Cla-
rita, hermana de 'tu Papá. Arnul-fa podla entrar a la Presidencia
libremente como si fuera supropia casa y asi lo hacla a me-
nudo. El Dr. Arnulfo Arias fué
uno de los últimos en abandonarla Presidencia ese día. El preten-
día, una vez terminada la recep-ción, invitar a la escasa Guardia
Presidencial a festejar brindandopor la salud del Presidentc Arose-mena. Este intento fue frustrado,ya que Doña' Hersilia, le habíadado instruccio~es precisasal Mayordomo de la Presi-dencia, Sr. Ortega, de quc no sebrindase más licor después de lascinco de la tarde y cerrara el bar.
Cuando el Dr. Arias le solicitó alSr. Ortega champaña, éste se ne-gÚ a entregársela, indicándoleque si quería que se le atendieraesa petición, tenía que conseguirel permiso de Doña Hersilia. Noqueriendo hacer esto, el Dr. Ariasse dirigió a la parte de atrás de
los salones donde estaban los ar-chivos de la Presidencia, en unárea que colindaba con la JuntaCentral de Caminos, para dejaren trampa o semiabiertas algunas
ventanas con el propósito de po-der entrar por ellas más tarde.
En qué consistía la Guardia Presi-dencial
"La Guardia Presidencial cons-taba de ocho policías además del
Capitán Mejía, quien demostró
un gran coraje en la defensa delPalacio. En la armería de la Pre-sidencia había pocas municio-nes y las balas existentes de cali-bres diferentes, estaban revueltasy en gran estado de abandono.
Había allí una ametralladora des-armada e inutilizable De ma-nera que la defensa del Palacio sehizo por esta pequeña guarni-
ción, utilizando únicamente ar-mas cortas.
"Como a la una de la madruga-da oí tiros cerca de mi casa enla Plaza de la Catedral, salí, y meencontré en la Calle Quinta conDon julio Arosemena, Inspector
General de la Policía, con quienentré al Palacio por la puerta la-teral, ubicada hacia esa calle. Co-mo a las tres de la madrugada, sepresentó a la puerta principal delPalacio, Don Daniel Baa~n, solici-tando entrada, la cual se le dio einmediatamente se integró a lasfuerzas defensoras del Palacio,que consistían de 8 Guardias, unoficial, Don julio Arosemena, elDr. Ballcn, yo y el propio DonFlorencio, quién nos dijo quemientras hubiera balas o modode defendernos, no habría capi-tulación y así sucedió. Los asal-tantes lograron penetrar al Ban-
co Nacional, pero no pudieronentrar a la Presidencia porque
Don julio Arosemena, como el
gran valiente que era, defendía
ese acceso y no permitía la en-trada. Los asaltantes, en vistade la tenaz resistencia, con-tinuaban amenazándonos convolar la Presidencia si no nos ren-díamos, a lo que se negó el Pre-sidente Arosemena hasta que sehubo acabado las balas. Co-mo a las siete de la mañanalos asaltantes lograron entrar porel salón de los archivos y pi-dieron parlamen tar. El Dr. Ballcnentró al recinto donde estaban los
jefes del ataque y les dijo que
podlan pasar dos parlamentarios
que resultaron ser el Dr. Arias(Arnulfo) y Enrique Linares hijo.El Dr. AriRs. dirigiéndose al Presi-dente Arosemena, le dijo queen nombre de Acción Comunalle exigía la renuncia a la Presi-
dencia de la República, a locual le contestó Don Florencio
que él había sido elegido por losvotos de sus conciudadanos y nopor Acción Comunal y que porello no renunciaba. El Dr. Ariasle comunicó que estaba bajoaresto.
"Poco después logró entrar porla puerta del Banco Nacional, unindividuo, creo que de nacionali-dad española, en visible estadoanormal y llegó hasta donde es-tábamos Don Florencio, el Dr.Ballén, el Teniente Amador yyo, preguntando en tono muyalto por el Presidente Aroseme-
nao El sujeto venía armado de
un revólver y un puñal. El Tenien-
te Amador lo desarmó y lo apar-tó. La próxima vez que lo ví, es-taba sentado en la escalera con-
versando con Doña Hersilia,11
quien lo calmaba y le pregunta~
ba por qué quería matar alPresidente Arosemena que nole había hecho ningún daño.El hombre le contestó que a él lehabían dado unos tragos en laCantina La Herradura y le ha-bían prometido mil dólares porla vida del Presidente. Doña Her-silia logró calmado y despuésde colgarle una medallta le pi-dió que se fuera para su casa.
"En otra ocasión cuando el Pre-sidente temía por la seguridad
de su señora e hijas, le dijo a Do-ña Hqsilia que se fuera del Pa-lacio escoltada por algunos seño-res que se habían brindado paraello. Doña Hersilia le contestó:Harmodio, he sido tu esposa fielpor 25 años y no es ahora que
nos van a separar. Aquí me que-do contigo, pase lo que pase.
"Durante la refriega, Doña Her~silia circulaba por los pisos de laPresidencia, atendiendo a los he-ridos y repartiéndoles medallas
religiosas.
"Ahora me vaya remontar aunos días antes del 2 de Enero,
para relatar ciertos incidentes cu-riosos. El Ministro Americano,
Don Roy Tasca Davis, me llamóunos dlas antes del 2 de Enero,
para que acompañara a unosSenadores Americanos, que esta-ban de paso por Panamá, en unagira de pesca. El día de la recep-
ción, o sea el 10. de Enero, me
dijo que la gira se había suspendi-do porque los Senadores hablantenido que regresar de impre-
visto a los Estados Unidos.
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"En la madrugada, cuando se
inició el tiroteo, me encontré enla calle con mi padrastro, DonJorge D. Arias, quien se dirigíaa la Legación Americana, quequedaba en Calle 4a. en esquinacon la Ave. Central. Al entrar a laLegaciÒn para hablar con el Mi-nistro Davis y ponerlo en autosde lo que estaba pasando, se en-
contró alll con el Dr. HarmodioArias y Don Francisco Arias Pa-redes conversando con el Minis-tro Davis.
"Como a las nueve de la maña-na, en vista de que el Presidente
se negaba rotundamente a renun-ciar y después de conferenciar
por mucho tiempo con un gr-po de personajes, se presentó elSr. Davis a la Presidencia, adondefue escoltado por soldados ame-
ricanos, lo que causó un gran re-vuelo entre los asaltantes quienesgritaban que venía la intervención.
"El Ministro Davis le dijo al Pre-sidente que era mejor que renun-ciara, a lo que de nuevo se negóel Presidente Arosemena. Antesde retirarse el Ministro Davis, le
ofreció al Presidente Arosemenauna escolta para protegedo, laque nunca llegó. No sé si por ol-vido, lo que dudo, o si por ins-trucción de su Gobierno.
"Aproximadamente a lascuatro de la tarde, mi padrastro,Don Jorge D. Arias, preocupadopor la integridad física de la fami-
lia Arosemena, acudió nuevamen-te a la Legación Americana y le
preguntó a Davis por la escoltaque le había ofrecido al Presi-
dente Arosemena, quien le con-testó: "Regrese a la Presidencia
y dígale al Presidente Aroseme-
na que la Corte Suprema va pa-
ra allá y que oiga lo que la Cor-
te tiene que decir." Los Magis-
trados llegaron a la Presidencia,
cada uno seguido de un miembrode Acción Comunal, y le dijeronal Presidente que para evitar másderramamiento de sangre, erapreferible que renunciara. Poco
después de esta conferencia conla Corte Suprema, el PresidenteArosemena renunció a su cargo.
"Cuando todo se había calma-do, yo bajé al piso de la calle ypedí que me dejaran ir a buscarmi carro para llevar a los policíasque estaban más graves al Hospi-tal, pero al regresar me dijeron
que ya los habían enviado enun camión de la Fuerza y Luz alSto. Tomás, adonde me dirigí pa-ra ver qué podía hacer por losheridos graves, que eran ValerioSánchez y Garzola. A los doslos habían herido en la gargan-
ta y tuvieron que operarIos en su
sano juicio porque se temía quesi se les anestesiaba, podíanahogarse".
Siguió diciéndome Pedro Er-nesto: "En cuanto al plan de ata-que de Acción Comunal, entien-do que era tomarse el CuartelCentral (ubicado . donde ahoraestá el DENI); el Cuartel de LasSabanas, que estaba localizadodonde hoy queda Torremolinos;y la Presidencia. De los tres, elque parecía más fácil, era la
Presidencia, porque sólo estabaresguardada por un Teniente y
ocho policías mal armados. Sinembargo, resultó que el CuartelCentral lo entregó su jefe sin
ninguna resistencia. Más tiempoduró la toma del Cuartel de LasSabanas. Los atacantes de ambosreductos fueron a reforzar el ata-que a la Presidencia.
"Después del ataque variosprominentes Liberalcs fueron pro-tegidos por escoltas. Don Floren-cio se fue en su carro con tu Ma-
má y hermanas, sin escolta de nin-
gunaclase, al Hotel Tívoli, adondetuvo que irse porque los revolucio-narios no le permitieron quedarseen la Ciudad de Panamá. Susadversarios le sugirieron que porsu seguridad se fuera del país
a lo que Don Florencio se negó,replicándoles que él no tenía na-
da que temer. Pocos días des-
pués se paseaba solo y conversa-ba con sus amigos en el Parque
de Santa Ana", Así terminó surelato Pedro Ernesto Arias.
EPILOG DE LA GESTIONPRESIDENCIAL DE DON FLO-RENCIO HARMODIO AROSE-MENA
Algunos Secretarios de Estadode siguientes Administraciones lelevantaron injustas acusaciones.
Dentro del sumario de la inves-tigación, Don Florencio hizo lasiguiente declaración: "En el cur-so del proceso absolveré todas
las posiciones que se me pidan;explicaré todos los detalles que
se me soliciten; contestaré todas
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las interpretaciones y excitativas
que se me hagan; si resulto res-ponsable de faltas o delitos quese me castigue, pero si soy ino-cente que se me haga justicia re-paradora". La Corte Suprema dejusticia, previa consideración delas opiniones del Abogado Con-sultor y del Procurador General
de la Nación, y mediantesenten-cia de 30 de Abril de 1932, de-
terminó que no se había come-
tido delito alguno y lo absolvió
de culpa o responsabilidad.
Don Florencio murió en laCiudad de Nueva York el 30 deagosto de 1945. Nos pidió antesde su muerte, que rehusáramos
cualesquier honras oficiales ogasto alguno por el Estado en
conexión con su sepelio, y asíse cumplieron sus deseos. Su en-tierro en Panamá congregó a mi-les de personas, especialmente
de las clases necesitadas, quienesle testimoniaron hondo pesar ygran respeto.
El Panamá América, que locombatió tenazmente durante suAdministración, dijo en parte
de su editorial del 31 de Agosto,lo siguiente:
"Con profunda pena supo ayerel país, la muerte de Don Floren-cio Harmodio Arosemena, acaeci-da en Nueva York. El señor Aro-semena, caballero consagrado, es-tudioso, de acrisolada honradez,
fue Presidente de la República
durante un perlodo relativamen-
te corto interrmpido por graves
sucesos políticos que van entran-do ya al dominio de la Historia."14
En la Revista Lotería, nuestromás prestigioso documento dedivulgación histórica, NÚm. 253,marzo de 1977, pág. 65-66, apropósito de los antecedentes
históricos de la ContralorÍa de la
República, escrito por Don j.Cante Porras, se dice: "La His-toria de Panamá ha hecho unjuicio subjetivo de la obra del
Expresidente Arosemena, al pun-to de desconocer sus muchos ser-vicios a la Patria. Panamá está
en deuda con ese gran paname-
ño."
Sucesos políticos, agregamos
nosotros, a veces desfiguran la
historia e incluso la personalidadde los hombres.
En este semblanza de Don Flo-rencio Hannodio Arosemena he-mos expuesto testimonio detestigos presenciales y recuerdospersonales que aún luego de tan-tos años, sigo reteniendo en la
memoria, con cariño y con res-peto.
Bey Mario Arosemena
Panamá, R. de P.Septiembre 17 de 1981.
Ensavo
IÆAIL.lr A~AIR IT§AZA CAILIIIEIP((N
El difícil momento en que vienea la vida Ernesto J. Castilero.
Nacido en Ocú, un pueblo le-jano de nuestras provincias que
tiene, no obstante, el privilegiode haber conservado, en sus for-Ilas más representativas, el lega-do de nuestra tradición folklóri-ca, su fecha de nacimiento, un
28 de junio de 1889, le sitÚa enuna difícil coyuntura, pues elpaís entero estaba en víspera de
entrar en su mayor catástrofe defines de siglo, la Guerra de losMil Días, que no sólo ensangren-
tÓ el sucIo panameño con unaprolongada lucha destinada a de-rnunbar el régimen conservador
entonces adueñado del territoriopanameño, sino que, arrasandolos escasos bienes de que eran po-
seedores los habitantes del Istmo,trajo consigo la ruina para mu-
chos, la miseria y el desconsuelopara todos.
Casi no hubo lugar donde nose sintieran los estragos de aque-
lla contienda, que enarboló comobandera los principios rectoresdel liberalismo, desalojado del
poder por la alianza de los par-tidarios de Rafael Núñez convastos sectores del conservatismocolombiano. La lucha en Pana-
má habrla de adoptar más ade-lante caracteres nacionalistas; pe-
ro es lo cierto que sus efectos no
pudieron ser más demoledorespara la débil economía de los pa-nameflOs, azotados además por elatraso cultural y el desgreño y el
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descuido con que se miraban losintereses de la comunidad.
El joven Castilero no escapó aestos signos adversos. Según de-clara en un recuento biográfico
hace poco publicado (1):
"Nací, casi en los postrimeríasdel siglo diecinueve, en un ho-gar pobre en bienes de fortu-na, pero rico en virtudes y ho-
norabilidad, que con el tiempofue el origen de muchos hoga-res del mismo apellido que sedistinguieron como elementossociales en los ámbitos de laRepública.Mi escuela primaria hasta laedad de catorce años fue muyescasa por haber sido inte-rrumpida en los tres últimosaños a causa de la conocida ytrágica Guerra de los Mil Días".
Los estudios posteriores.
Continúa diciendo don Ernes-
to Castilero que el Obispo de la
Diócesis de Panamá, MonseñorFrancisco Javier Junguito, una
vez establecida la paz a fines de1902 decidió iniciar una visitapastoral
"para llevar consuelo a las al-mas de sus feligreses, atormen-tadas por los sufrimientos de
la larga lucha civil que hablatraído ruina, tragedia y lutoa los cristianos hogares de los
istmeños".Se comprende por lo anterior-
mente transcrito que la situaciónreinante era sobremanera angus-
tiosa; de suerte que se precisabanlos remedios morales que la re-ligión suministra a las almas afli-gidas en tales circunstancias. Lasnecesidades materiales apremian-tes, a causa de la penuria ocasio-nada por la guerra, tenían afecta-das a muchas familias. Por lo cuallos padres del joven Castilero noestaban en condiciones de pro-mover su educación más allá dela muy menguada y trunca que aesa edad de catorce años hablaconseguido' en su pueblo natal.
De aquí que surgiese, como so-lución, la entrada en el seminarioque el Obispo Junguito decidió
proporcionarle, al suponer que ladevoción del muchacho, demos-
trada en la iglesia parroquial, per-mitía encaminarle hacia los estu-dios religiosos. Obtenido el con-sentimiento de su anciana madre,el joven ocueño pasó seis años,desde 1903 hasta 1909, en el Se-minario; y es lo probable que se
hubiese ordenado como sacerdo-te, de no haberse producido, porconflctos internos, el cierre delplanteL.
Sus empeños tomaron otro ca-mino cuando, ese mismo año de1909, el Presidente José Domin-go de Obaldla fundó el InstitutoNacional, en el local que hoyocupa la Escuela Manuel JoséHurtado. Abierto un curso a be-cas para favorecer a jóvenes ca-
rentes de recursos, Castilero re-sultó favorecido con una de ellas,lo cual le permitió orientarse ha-
(1) Ernesto J. Castilero R. Fonnación de un historiador (1). Artículo publicado en eldiario LA PRENSA, del martes 29 de septiembre de i 98 1.
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cia la carrera del magisterio. El
prestigioso colegio comenzó afuncionar bajo los mejores auspi-
cios, al amparo del calor oficialy de la orientación que le impri-mió un funcionario progresistacomo lo fue el Dr. Eusebio A.
Morales, Secretario de Instruc-ción Pública, adalid de la for-mación humanista y desligada deprejuicios sectarios.
Castilero perteneció al primergrupo de maestros panameñosgraduados en 1913, y comenzódesde entonces una fecunda ca-rrera docente que le llevó a pres-tar sus servicios en diferentes
puntos del país, primero comomaestro y después en posiciones
de mayor jerarquía, ganadas gra-cias a su consagración y compe-tencia. Aún cuando tuvo el tro-piezo inicial de no ser admitidoen el colegio a causa de la obje-ción del oftalmólogo Dr. Pedro
de Obarrio, quien sostenía que
sus ojos no le permitirían reali-zar estudios. En términos con-movedores así lo cuenta donErnesto Castilero, a la alturade sus noventa y dos años:
"Tal información significabael mayor de los fracasos paramí y rogué con lágrimas en losojos al Dr. Obarrio que omitie-ra ese desfavorable informe
que constituiría mi mayor des-gracia. "Soy muy pobre, le di-je, y sólo mediante el estudio
podré sobrevivir. Yo le aseguroque mis ojos no serán el estor-bo que usted presagia para quepueda estudiar sin tropiezos".
Conmovido con mi ruego, elgeneroso oftalmólogo supri-mió esta objeción y yo logrésin tropiezos llevar a cabo misestudios hasta el éxito final.Las incipientes cataratas queintuyó el galeno demorarondecenios para apoderarse de
mi vista, dándome tiempo nosólo para cumplir con mi tra-bajo docente, sino que en losaños transcurridos logré con lavista triunfos satisfactorios".Piénsese en el grave perjuicio
que se habría ocasionado al de-sarrollo de la historiografía pana-
meña con la aceptación del dicta-men emitido por el oftalmólogo,en el sentido de privar al jovenCastilero de la oportunidad de
ingresar en el recién fundado Ins-tituto Nacional, y se tendrá la
medida del alcance funesto quesuele tener a veces un prejuiciomédico colocado en el caminode un adolescente ansioso de es-tudiar, que repentinamente ve
tmncadas sus aspiraciones. Porfortuna prevaleció, en el ánimodel facultativo, el ruego con~
movido del muchacho. Con locual ganó Panamá un cultivadoracucioso de la historia patria,cuya laboriosidad nadie puede
poner en duda.
Carera docente.
En la época en que, ya provis-to de su título de maestro de es-
cuela primaria, don Ernesto Cas-
tillero se dispone a cumplir sumisión educativa, no había en elIstmo asomo de carreteras ni decaminos medianamente pavimen-
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tados y transitables. Se viajabaa lomo de mulas, preferidas porsu resistencia, o de caballos,
que levantaban con sus cascos
oleadas de polvo en la estaciónseca, o los hundían en lodaza.les cuando arreciaban las lluviasen los meses de octubre y no-
viembre, azotados por frecuentesaguaceros. Era muy peligroso,además, el cruce de los ríos,sobre todo los más caudalosos,
que durante las crecidas inun-daban las márgenes y arrastra-ban con sus aguas correntosas alos viajeros que se arriesgaban atentar el vado.
Trabajó primero como maes-
tro de primera enseñanza enAntón, Guararé y Las Tablas.Fue nombrado después Inspectorde escuelas en Coclé, y con pos-
terioridad, llamado a la capitalpara ejercer el cargo de Secreta-
rio de la Dirección General de
Educación, con funciones de Vi-sitador Escolar, hubo de reçorrerel país de un extremo a otro,las más veces a caballo, ya que nohabía carreteras ni se sospechabala existencia de automóviles.
Otras veces hubo de viajar encayucos por los caudalosos ríos
de Bocas del Toro y Darién."Donde hubo una escuela ru-ral en la selva o en la sabana,
hube de hacer acto de presen-cia para ayudar a los maestrosimprovisados en el desempeñode sus funciones, porque en-
tonces había una carencia ma-yúscula de maestros gradua-
(2) Trabajo citado en la nota anterior.
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dos en el país. Así me fue for-zoso recorrer la República pal-mo a palmo.No se crea que esos viajes a ca-ballo 'de escuela en escuela
eran paseos ecuestres como
recreo. Había que hacerlos aveces en malas i cabalgaduras ybajo las totrenciales lluvias o elsol canicular. En no pocasocasiones dormía a la intem-perie o no comía por falta dealimentos. Si había tormentas,había que pasadas bajo elamparo de un árbol, y si losríos estaban crecidos era lorazonable aguardar a su orillaen espera de que bajaran lasagu~~, si no se qnèi:ía qUe la
corrient.e lo envolviese o loahogase, como estuve en peìi.gro de que me sucediese másde una vez. En no pocasnoches los mosquitos iUm-badores y crueles eran' lacompañía en las largn esperasde que bajara la corriente patapasar los ríos, y el resultado
no pocas veces erli que unosaliese de la trasiiochada conunas calenturas palúdicas que lehicieran guardar cama portiempo imprevisto. La $alud
del Inspector escolar en aque-
llos tiempos, se matteníaen constante peligro. Más deuno pereció en çl cumplimien-to de su deber" (2).El cuadro anterionnente traza-
do es escalofriante. Revela, entre
otras cosas, que se necesitaba unavoluntad casi heroica para echar-
se sobre los hombros la tarea deprocurar la educación de la ju-ventud si, como se deja ver, enlas áreas rurales era tan peligro-so aventurarse, ya por la caren-
cia de caminos y vías de acceso,
ya por las lluvias torrenciales,que tralan consigo la crecida
violenta de los rlos; ya por lasfiebres palúdicas a consecuencia
de los mosquitos y por otros ries-gos de la naturaleza embravecida.
Aquellos maestros e Inspecto-res de los tiempos de don Ernes-to, tan acuciosos y desprendidos
en el cumplimiento de su deber,tienen ganado sin duda un me-recido tributo de gratitud delpueblo panamefio, pues hay en
su heroico esfuerzo una gran do-
sis de abnegación y celo patrió-tico que hoy no la muestran, nicon mucho, los que ejercen lafunción de ensmar. Ojalá apren-
dieran de ellos que la misión deeducar es mucho más complica-da y difícil por la responsabili-
dad moral que encierra, por lahonda ejemplaridad que pide dequienes la ejercen, que la muysimple y mezquina de amonto-nar, en beneficio propio yexclu-sivo, un cúmulo de exigencias
sin límites.
Diector de la Biblioteca Nacional.En sus declaraciones para la
prensa ya citadas, queda en cla-ro que la fundación de la Biblio-teca Nacional fue el resultado
de una noble iniciativa de donErnesto J. Castilero, cuandoejerció la Presidencia don Ri-
cardo Adolfo de la Guardia.Respondiendo a una carta suya,el mandatario de entonces, encarta del 23 de julio de i 932,dirigida a Castilero, dice, entre
otras cosas:
"..a la Biblioteca Nacional
la considero como un galar-dón preciado de mi adminis"
tración, y éste lo tengo que
compartir contigo, pues, comotú bien dices, fuiste quien mesugirió crear esa institución di-fundidora del saber y de la cul-tura, y tú, mi buen amigo, tam-bién supiste ser a cabalidad suprimer Director" (3).Estimo que tal iniciativa sobre-
sale entre los logros obtenidos
por don Er' .sto en su carrera co-mo educai.or y publicista. Ya ha-bía conseguido destacarse comofigura nacional a través de sus pu-blicaciones, y tenía asegurado unlugar de señalado relieve en lavida intelectual panameña y enel mundo exterior.
El hecho de que haya sugerido
y defendido la idea de fundar enPanamá la Biblioteca Nacional,atestigua que había madurado ensu ánimo la certeza de que unainstitución de tal (ndole constitu-ye el fundamento de una sólidaconciencia nacional, el semilerodesde el cual es posible estimularla formación de los hombres
(3) Ernesto J. Castiero, Formación de wi hiitoror (2). LA PRENSA. Panamá,miércoles 30 de septiembre de 1981.
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creadores de cultura. Una Biblio-teca Nacional debe reunir en susanaqueles los instrumentos bási-cos y constitutivos de la naciona-
lidad en el orden bibliográfico.Hasta entonces había funcio-
nado, en la planta baja del Pala-cio Municipal, la Biblioteca Co-
lón, que fue un centro de con-
vergencia de los estudiosos pana-
meños preocupados por los que-haceres de la cultura, y ella su-ministró los libros. revistas y pe-riódicos que custodiaba, comobase para la nueva entidad. LaBiblioteca Nacional vino, pues,
a sustituirla, si bien se instalóen un edificio modesto, aleda-ño a la Presidencia de la Repú-
blica, que le sirvió de sede du-
rante varios años.
Ernesto J. Castilero, comoprimer Director, se encargó de
llevar adelante la que fue inicia-tiva primordial de su celo comointelectual panameño particu-larmente dedicado a los menes-
teres de la historia. Allí trabajó
con patriotismo y cariño, e hi-zo todo cuanto pudo por acre-centar su patrimonio.
Debe dejarse en claro, esosí, que una Biblioteca Nacionalno ha de ser confundida con unabiblioteca escolar cualquiera, y
que debe constituirse como uncentro de irradiación desde el
cual se proyecte hacia el ámbitoexterior lo sustancial del haber
cultural, a través de las inves-
tigaciones que promueva o pa-trocine. Convertirla, como ahoraacontece, en un centro patroÓ-
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nadar de tareas escolares paralos adolescentes, que ni entien-den su función ni saben apro-
vecharla, y que más bien seencargan de mutilar los libros,arrancándoles páginas enteras,es negarle su función jerárqui-ca y su índole de promotoradel saber en un perímetro só-
lidamente constructivo.Considero indispensable que
se la estructure y ponga a fun-
cionar de manera distinta, co,mo una alta empresa de serie~dad y elevación de miras, dota-da de los recursos indispen-sables para poner en marchaun programa de investigacio-nes bien dirigido y consultado,
en el que intervengan nuestros
hombres de saber y capacidadinquisitiva; investigaciones que
una vez publicadas den razónde nuestro ser histórico y cul-tural, con las exigencias que la
ciencia impone. Sólo asl po-drá deshacerse de la cortezaexterior que hoy la tiene con-vertida en una casa más de lasque suministran libros a losadolescentes, sin poder evitarque los mutilen y desfiguren.
Aunque esta lamentable pro-pensión alcanza también, se-gún se me ha informado, aquienes piden obras en la Uni-versidad, donde habría de supo-nerse una mayor cultura y res-peto a la integridad del libro.
Don Ernesto J. Castilero comohistoriador.
No tuvo don Ernesto, segúndeja consignado en el escrito
autobiográfico varias veces ci-tado, maestros que lo guiasenen el escrutinio de nuestro pa-
sado.
No siempre, sin embargo, losque sienten vocación por lahistoria, logran asistir a cursos
universitarios especialmente con-figurados para formar al histo-riador, y menos en estos me-dios nuestros que no tienen mon-tada una enseñanza de tal índole.
Reconózcase, en todo caso,que no pocos eminentes cultiva-dores de la historia, lo mismo
en la antigüedad que en nuestros
días, se ingeniaron por sl mismospara adentrarse en los secretos dela disciplina y que ella, por otraparte, no siempre ha obedecido apatrones rigurosos sin cuyoauxilio no pueda trilarse en susdominios.
Quien se siente acuciado por lainvestigación del pasado necesitacontar con esa vocación en pri-mer término. La lectura cuida-dosa de buenos trabajos en elcampo de lo histórico le serviráde gran ayuda, y gradualmente
y con el auxilio de personas ca-
pacitadas conseguirá abrirse ta-mmo.
Es lo que aconteció con donErnesto J. Castilero, quien nos
cuenta modestamente cualesfueron sus comienzos y cómo uneminente panameño, cultivadortambién de la historia, le estimu-ló a probar fortuna en ese campo.
"Yo he tenido como norma
(4) Castiero, Formción de un histoor, nota O).
que "la ciencia está en los li-bros y el que quiere ser sabio,busque la sabiduría en sus pá-ginas" .Eso fue lo que hice durante
los años de mi juventud, cuan-do mis ojos poco a poco se de-bilitaban, a la luz de los candi-
les, lámparas de kerosine o ve-las de esperma, a cuya escasa
luminaria pasaba horas y horas
sobre los libros de Historia.Años atrás no existía todavíaen los pueblos en donde pres-taba mis servicios, luz eléctrica.
Puedo decir que yo no tuvemaestro en Historia. El únicoque por algún tiempo fue miorientador fue el Dr. Ricardo
J. Alfaro, quien me estimulócon gran interés. Cáusame sa-tisfacción reconocerlo así, so-bre todo cuando él mismo loasegura en honrosa misiva,donde me escribió:
"Al sobresaliente discípulo deayer y meritorio historiador de
hoy, Ernesto J. CastilefO R.,le presenta su viejo profesor
de hace más de medio siglo,sus más vivas felicitaciones aloctagésimo aniversario de sunacimien to".
El Dr. Alfaro me orientó, con-duciéndome al éxito, en el es-tudio de la Historia" (4).La causa inmediata de la
emancipación de Panamá es eltítulo del estudio presentado
por Castilero a la AcademiaPanameña de la Historia, en la
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sesión celebrada el 27 de octubrede 1932, para incorporarse comoAcadémico de Número a esa ins-titución, según se dice en la por-tada del volumen publicado en laImprenta Nacional con autoriza-ción del Consejo de Gabinete delPresidente doctor HarmodioArias, quien se interesó en quefuese impreso, dado el interésdel tema (5).
Se trata de una historia de losorígenes, la formación y el recha-zo por el Senado Colombiano,del Tratado Herrán-Hay.
El trabajo consta de tres par-tes. La primera lleva el siguientetítulo: Antecedentes del TratadoHerrán-Hay, y consta de cinco
capítulos: Antecedentes histó-ricos del Tratado de 1846; Apli-cación del Tratado de 1846 porlos Estados Unidos; Rivalidad
angla-americana por el canalintermarino; El interés norte-americano por el Canal de Pana-má; El Bill Hepburn y la LeySpooner en el Congreso america-no.
La Segunda Parte, Historia Di-plomática del Tratado Herrán-
Hay, consta de cuatro capítulos:
El Dr. Martínez Silva ante el go-bierno de Washington; el Dr. Jo-sé Vicente Concha, sucesor delDr. Martínez Silva; el Dr. Herránal frente de la Delegación colom-biana en Washington; Rechazodel Tratado Herrán-Hay por elsenado colombiano.
La Tercera Parte incluye im-portantes documentos: La LeySpooner; Memorandum del Dr.Martínez Silva sobre la cuestióndel Canal; Tratado Herrán-Hay;
estudio jurídico del TratadoHerrán-Hay, por el Dr. Pablo
Arosemena; Proyecto de Men-saje del Presidente TeodoroRoosevelt en 1903.
Ha sido útil reseñar el conte-nido del trabajo de don Ernesto
J. Castilero porque nos poneal tanto de su laboriosidad co-
mo investigador y del procedi.miento que utilza: no se limitaa narrar sucesos en los que in-tervenga la memoria y la retenti-va exclusiva del expositor, sino
que se apoya constantemente enla prueba documental, que impi-de la falsedad y el punto de vis-ta parcial, el prejuicio o el apa-
sionamiento en la materia ex-
puesta. Esta exigencia de probi-dad, de respeto a la verdad de
los hechos, es nota distintiva enlos trabajos históricos de Castille-ro.
Aunque no aduzca ni presenteinterpretaciones de propia cuen.ta, puede tenerse confianza en suhonestidad intelectual, en el alle-gamiento previo de los materialesdocumentales que le sirven de ba-se para la exposición.
Estaba, en el caso concreto denuestra separación de Colombiaen 1903, convencido de la nece-sidad de enfrentarse a la cantidad
(S) Ernesto J. Castilero. La Causa inmediata de la emancipación de Panamá. ImprentaNacional, 1933. 1 vol. 184 págs.
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de infundios y torcidas interpre-taciones con que las gentes defuera se habían eniañado contraPanamá, para dañar la reputacióndel país y hacemos víctimas de
una reprobación general por loque conairaban entrega cupa-ble en la confUmación de los he-chos referentes a la separación
de Colombia en 1903.
Por lo cual, un primer deber
d~ los panameios conscientesdebía consi.tir en salir a la de-fensa del Istmo, no con tergi-venaciones y argumentos ten-denciosos, sino demostrando quesi hubo yerroi, falsedad y mala
fe, no fueron cosas atribuibles a
los hijos clel Istmo sino conse-
cuencias de nuestra pequeñez ydebildiid, ya que no e~tábaiosen capacidad de enfrentamos a
los fuertes intereses que obraonen nuestro dano. La falsedad, elengano y la mala fe son imputa-bles, no a los panameños de en-tonces, más bien ingenuos y nadallvezados en la malicia y rapaci-
dad de la diplomacia que se puso
en juego para imponemos laConvención de 1903, sino aqu.ienes, abusando de su poder,no vacilon en sacrificar alpaís d~bil e indefenso.
En carta dirigida a don JuanOemóstenes Arosemena, cuandoeite ciudadano ocupaba la Pre-sidencia de la República en 1939,Ernesto J. Castilero se refierecon justo resentimiento a las es-
pecies difamatorias que circula-ban contra Panamá:
"En todo el mundo sólo se co-nocen dos interpretaciones dela nacionalidad panameña,muy parciales por cierto y queen poco o en nada nos favore-cen: la que dan los colombia-
nos y la que se les antoja aciertos escritores yankis. Losprimeros aún resienten nuestrasecesión y con pocas perohonrosas excepciones, la juz-gan apasionadamente; los se-gundos no han ahondado elproblema y lo exponen sinconocimiento de causa.
Mi temperamento impaciente,acicateado por el conocimien-to personal que he adquirido
de la mala idea que en el ex-terior se tiene de nuestra per-
sonalidad internacional, me hallevado a escribir esta obra,que expone ante el lector unpanorama más amplio del queofrecí como primer ensayobajo el título de La Causa in-
mediata de la Emancipaciónde Panamá, que su antecesor,el Dr. Harodio Arias, tuvo lagenerosidad de hacer publicarpor cuenta del gobierno" (6).
Alude don Ernesto a Historiade la Comunicación Interoceáni-ea, en la que incluye materiales
informativos, documentales másamplios, eslabonados en un libro
(6) £.iito J. Castiero. Hitor de la CO"lU6n Inteoceá. Panamá, 1939. 1Vol 444 PÍls. La cita corresponde a la Carta dedicatoria. págs. VII.VIII.
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que sobrepasa las cuatrocientaspáginas, dividido así:
Primera Parte. De la dominaciónHispánica en el Istmo.
Segunda Parte. La República deColombia y la comunicaciónin teroceánica.
Tercera Parte. La época republi-cana del Istmo de Panamá.
Cuarta Parte. Tratados, Conve-
nios y contratos relacionado~
con la comunicación intero-ceánica.
No es, como puede verse, unestudio ceñido a las causas inme-
diatas de la emancipación, comoel discurso de ingreso en la Aca-
demia de la Historia, sino el in-tento de abarcar, en un perlme-
tro más amplio, el proceso his-tórico en virtud del cual elIstmo de Panamá, desde los tiem-pos coloniales, es objeto de unaparticular atención internacional,
por centrarse en su territorio, tanangosto y estratégico, la posi-bilidad de la comunicación entremares y continentes.
Episodios de la independencia dePanamá (7).
Lleva este tltulo una de lasproducciones de Ernesto J. Casti-llero que tiene mayor importan-cia en su obra de investigador,por la trascendencia de los ma-
teriales que trae consigo, a tra-vés de los cuales quedan ilustra-dos puntos controvertidos de
nuestro pasado, relacionados conla emancipación de Colombia,que no estaban suficientementeesclarecidos. Entre otros:a. La génesis del movimiento se-
paratista, vinculada estrecha-
mente a figuras prominentesdel conservatismo.
b. El por qué los liberales se abs-tuvieron al principio de co-laborar, basados en su opo-sición al Tratado Herrán.Hay.
c. Cuándo y por qué fueron lla-mados a pfrecer su coopera-ción, y qué causas les decidie-ron a ofrecer su apoyo.
d. La conducta muy correcta dedon J osé Domingo de Obaldía,en su carácter de Gobernadordel Departamento de Panamá,colocado en una posición di-fícil, entre su condición de re-presentante del gobierno co-
lombiano y sus inclinacionesque nunca ocultó, como hijodel Istmo.
e, La participación destacada dedoña Marla Ossa de Amadoren la gesta emancipadora.
f. La participación del Coronel
colombiano Eliseo Torres en elintento de represión que en-
cabezó contra los patriotas pa-nameños; la intervención dis-creta del Coronel Shaler, delComandante Hubbar y del ma-yor B1ack; y la muy destaca-da de los panameños PorfirioMeléndez, su hija, Aminta Me-
(7) Ernesto J. Castilero. Episodios de la Independencia de Panamá. Imprenta NacionaL.Abril de 1958. 1 vol., 224 páginas.
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léndez, Orondaste T.. Mai iezy Juan Antonio l~nrlque~.
g. La misión fracasada de los re.presentantes enviados por elgobierno colombiano con elpropósito de frenar el mo-vimiento separatista.
h. El fracasado intento colombia-no de reprimir por las armas laindependencia del Istmo.
En todas las cuestiones men-
cionadas era preciso arrojar luz,sin prejuicios ni apasionamien-
tos, con el solo recurso admisi-
ble, o sea, la búsqueda y presen-tación de pruebas y documen-tos que pusiesen en claro la ver-dad de las informaciones.
Con su paciente dedicación ydiligencia en la pesquisa de losdocumentos probatorios indis-pensables, don Ernesto J. Cas-
tillero ha conseguido componeruna serie de relatos en los que lossucesos se eslabonan con la se-cuencia y validez ajustadas a laverdad de lo ocurrido. De talmodo el autor ha suministradoa la historiografía panameña untrabajo de valor indudable que leacredita como investigador y es-tudioso de nuestro pasado.
Confrontaciones.
No estuvo exenta la vida dedon Ernesto, a pesar de que noera hombre belicoso ni sensiblea las provocaciones, de conflic-tos con algunas personas queno le querían bien, particular-mente porque no comulgabancon sus ideas, que les parecían
demasiado retrógadas y lesiona-
ban, en determinadas cuestiones,los puntos de vista que ellos de-fendían; o porque ponían en en-tredicho, con mucha suficiencia,la capacidad científica de Casti-llero en materia de investigacio-nes históricas.
En otro caso chocó el perso-nalismo del doctor Porras y elcontraste que mediaba en suconducta desde el poder, cuandose empeñaba en mantener ciertasmedidas de conveniencia circuns-tancial, y la que dirigía sus pasos
en la oposición o en su vidaciudadana, alejado de posiciones
de relieve.
No fueron muy frecuentesesos despliegues polémicas en laprolongada vida intelectual delseñor Castilero, pero sl le deja-ron recuerdos muy ingratos, da-do el hecho de que él no se ad-judicaba grandes presunciones
como hombre de ciencia, ni leanimaba otro propósito que el deacrecentar nuestro menguado pa-trimonio histórico. Porque estosí debe abonársele: pocos pana-
meños han trabajado con tantoempeño en la investigación denuestro pasado y han dejadoimpresas más contribuciones de-dicadas a esclarecerlo.
Cruce de cartas con el doctorPorras.
En 1932 don Ernesto J. Casti-llero publicó en el semanarioGRAFICO, edición del lo. deoctubre, una serie de biografías
de Presidentes de Panamá, quemás tarde recogió en su folleto
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con el título Galería de Presi-dentes de Panamá, que alcanzódos ediciones hoy agotadas
(1936y 1953).El Dr. Belisario Porras, que
ocupaba entonces, en carácterde Ministro, la Legación de la
República de Panamá en Roma,leyó con interés el escrito y semostró particularmente afecta-do por lo que el autor escribióacerca de su gestión presiden-cial.
No pudo menos que mandar-le una carta, fechada el 25 de ioctubre, en la cual, despuésde felicitarle, expresándole, almismo tiempo, su agradecimien-to por la parte que le ha corres-
pondido, añade:
"Le confieso, sin embargo,que no me deja satisfecho elpárafo que a la letra dice, en-tre òtras cosas, así: "...pues
por una parte hizo grandes y
admirables obras que le in-mortalizarán en la concien-
cia nacional, y por otra tuvogestos y comportamientos dedistita índole que esa con-
ciencia ha repugnado y apli-cado una sanción eon stveri-daa"... párafo que, al con-
trariQ, me ha mortificado mu-cho".Insistió el doctor Porras en
pedir a don Ernesto que le hicie-se conocer cuáles eran esos ges-
tos y comportamientos que mo-tivaban su repulsa, ya que no seconsideraba perfecto y por tan-to, al conocerlos, procuraría queno se repitieran en el futuro.
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Castilero le contestó en unalarga çarta del 30 de noviembrede 1932, que toma pie en el dis-curso que pronunció el manda-
tario al tomar posesión de la Pre-sidencia ello. de octubre de1912, que contiene una hermosatxposidón de su programa de go.bierno, en el que propugnabaciertas reformas a la Constitu-
ción como las siguientes:
a. Prohibir de modo absoluto lareelección de la persona que
ocupe la Presidencia de la Re-pública o ejerza el Poder Eje-
cutivo.
b. La resolución inquebrantable
de no violentar las opinionesde los empleados públicos, de
no aplicar las rentas naciona-
les a labores electorales, nifranca ni disimuladamente.
c. Conseguir que las autoridadessean durante la: campaña elec-toral estrictamente . imparcia-les, con lo cual aue9.ará para
siempre cerrado el paso a lasintervenciones, conjurándose
el peligro de la ocupaciónnorteamericana del terrtorionacional.
En el desarrollo de su misivaal doctor Potras don Ernesto J-
CastiUero puntualiza, indicando
fechas y contando pormenores,
las distintas ocasiones en que elprimero no respetó, sino todo locontrario, violó abiertamente
promesas contenidas en su men-saje presidencial.
No es necesario entrar en de-talles para comprobar con hechos
cómo, en efecto, el doctor Po-rras no fue consecuente, en el
curso de su vida pública, con elhermoso programa que habíaprometido cumplir. La carta deCastilero fue, en este sentido,
una respuesta rotunda al pedidodel ex-Presidente, a quien reite-ra su admiración por los grandes
aciertos de su gobierno, si bienle reprocha, como historiador,los pecados en que incurrió.El pleito con Diógenci de la Rala.
Resulta un tanto difícil, cui alremate de este trabajo, en el cualhe procurado presentar los diitin-tos aspectos de la personalidad
de Ernesto J _ Catilero, traer aeste recuento laudatorio, los tér-minos agros y sobremanera ofen-
sivos en que se desarolló la polé-mica, si así puede llamare, suici-tada entre Catilero y Diógcnca
de la Rosa, en la que este últimole trató con extremada viicn-cia.
No hubo, de parte del prime-ro, si bien se mira, la intención
de provocar al segundo. Aunqueel título del artículo que publi-
có en prier término, Victona.
no Lorenzo, már o buidoc-ro, con la calificación de bando-lero, debió provocar una tempes-tad.
Refiriéndose al citado articu-lo, dice Diógenes: "Los pre-
juicios reaccionarios del se-ñor Castillero rompen el dis-fraz de la imparcialidad ya en
las primeras frases, desde el
planteamiento mismo del caso..Unas líneas después confirmaCutilero:"El liberalismo panameño havenido sosteniendo que Victo-riano Lorenio fue un mártir.El viejo conservatismo, que
,umó en car viva 101 dClma-
hel del caudio indíøell (su-
brayado nuestro) 10 calificó debandolero".
La objetividad ha desapareci-
do. La virginidad del críticoha sido violada por las puio-nes del político reaccionaro
que trataban de pasar de con-
tnbando bajo el marchamo deuna imparialidad sin adulte-raciones" .
Esta rélica de Diógenes de la
Rosa se publicó en Frente Popu-
la, el 10 de junio de 1938. El
esrito de Catilero que la pro-vocó debió aparecer en fechaanterior, aunque no puedo pre-cÍlarla. Hay que atenerse a losdato. que suministra aunque in-completos, la reproducción de
108 artículos de Diógenes en ellibro ,Enaayoi varoi, que tam-poco ofrece un pie de imprenta
vadero. (8).
Situado Castilero en su cono-
ci polcÎón de hombre de ideascat6lica y conservadoras, desde
la cual juzgó las acciones de Vic-tOriliO Lorenzo, el guererocodeiano, con severidad conde-
natoria y sin atenuantes, desató
la belierancia. agresiva de las
(8) Diógenes cle la Rosa. &..01 vlrQl Editora Istmell S.A. Panamá.
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huestes de izquierda, que hanendiosado la figura de aquél,
convirtiéndole en una vlctima delas clases opresoras del conser-
vatismo.
Diógenes actuó como vocero
de este grpo combativo, queno repara en atacar de frente,con saña irreconciliable, a loshombres tildados de reacciona-rios. No hubo de su parte, des-de un principio, consideracio-
nes de ninguna clase, ni asomo detolerancia, sino ataque tajantee irreprimible.
Lo deplorable, a mi modo dever, es que no hubiese de su par-te distingo alguno entre la tareade contar sucesos, que puede serconsiderada con independencia
de la posición ideológica, y la ca-pacidad misma de historiar, puesno duda en negar rotundamentea Castilero todo mérito de inves-
tigador y descarta por completoque tenga talento ni capacidad al-guna para hacer historia. He aquíalgunas afirmaciones muy durasque hirieron profundamente a sucontendor:
"Las causas y los factores rea-les de los acontecimientos his-tóricos quedan fuera de suángulo visual. En cambio, nosda numerosas y tardías exhor-taciones de buena conductainternacional y doméstica. Unpedregoso estilo notarial, faltode sentido histórico y ciertatontería de predicador domi-
nical son las características del
(9) Diógenes de la Rosa. Ensayos, págs. 80-8 i.
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señor Castilero. Leyéndolo se
aprende a cabalidad cómo NOse escribe la historia.
Objeciones como éstas replíca-las el señor Castilero presen-
tando sus certificados académi-cos. Mas tal respuesta no invali-da el fallo de sus propias obras.Puede, por lo demás, que en
las academias haya historiado-res. Pero ello no significa nece-
sariamente que los diplomas
armen historiadores a los ar-chiveros. La historia no se haescrito sólo en las academias
como la cultura no se ha he-cho únicamente en las univer-sidades. La cultura -y la his-toria- es algo vital, expan-
sivo que no se deja conde-nar a prisión perpetua den-
tro de ninguna instituciónpétrea y paralítica" (9).
En mi concepto hay unagran desproporción entre el enco-no con que está concebida estafortísima diatriba y las causas
que la produjeron. Yo he leído
con interés varios escritos deCastilero, y si bien no puedoafirmar que sea el suyo un es-tilo depurado y magnífico, tam-
poco le desconozco capacidadpara expresarse en forma co-rrecta. En sus Episodios de laIndependencia, para citar unejemplo, no sólo he encontrado
información pulcramente recogi-da y provechosa, sino donaire,
destreza y claridad en la expo-
sición.
Es muy posible que haya in-dignado a Diógenes de la Rosa laninguna indulgencia demostradahacia Victoriano Lorenzo, alpunto de no condenar su fusi-lamiento, como debió hacerla.Pero, siendo ésto el producto desu exagerado conservadurismo,
tampoco constituye un delitoque invalide todo cuanto le debela investigación de nuestro pasa-
do, en la que ha consechado fru-tos y ganado merecimientos va-
liosos que demuestran sus apti-tudes para el cultivo de la histo~nao
Discusión con Rodrigo Miró.
En 1953, cuando se prepara-ba la conmemoración del cin-cuentenario del nacimiento dela República, Rodriga Miró re-cibió el encargo de prepararun tomo en el que se recopila-ban Documentos fundamenta-les para la historia de la naciónpanameña.
Es conocida la diligencia conque Miró se ha dedicado a de-sempolvar y descubrir materia-les relacionados con nuestroproceso histórico, en lo cual
sigue de cerca los pasos deErnesto J. Castilero, no me-nos interesado en esa patrió-tica tarea.
"La inspiración de la obraen cuestión -dice Castillero encarta dirigida al entonces Direc-
tor del periódico EL PAIS, donSamuel Lewis Arango, fechadael 19 de noviembre de 1953-1ahalló el historiador Miró en mi
libro publicado en 1930 por elInstituto Nacional, titulado Do-
cumentos históricos sobre la in-dependencia del Istmo de Pana-
má, del que, reconoce Miró, to-mó trabajos para estructurar elsuyo" .
"Pero aún hay más. RodrigaMiró no confiesa que cono-ció previamente un plan de re-formas elaborado por mí para
una segunda edición de miobra, en el cual consideré tresdocumentos que juzgaba intro-ducir en la misma (cita losnombres). Con éstas hacen I5piezas que en involuntaria co-laboración (no consideradacon gratitud al menos, por elautor), inspiré al señor Mirópara componer su libro".Alega Castilero que, en justi-
cia los méritos de la publicacióndel libro firmado por Miró, de-
bían ser compartidos por ambos;a lo cual habría de añadirse la cir-cunstancia de que Miró obtuvoprovechos monetarios, en tantoque CastIlero no recibió ningu-no.
Miró replicó de una maneraairada, dirigiéndose a su vez, alDirector de EL PAIS, en cartadel 21 de noviembre, diciendo
que se negaba a compartir lapaternidad de los documentosen cuestión; que los tales proce-dían de otras fuentes; que tra-tándose de documentos públicos,su empleo no estaba restringido,ni debía alegarse deuda de gra-titud por haberlos utilizado;que fue el Dr. José D. Mosco-
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te, Rector del Instituto Nacio-
nal, quien concibió la idea de
la compilación, pensando en susbeneficios para formar concien-
cia de la nacionalidad.Castilero 0lvid6 la gratitud, la
justicia, prosigue Mir6, deseono-ciendo la que aquel libro debe aldoctor Moscote, y procedió ainscribirlo en el registro de lapropiedad intelectual.
"Lo cual ha resultado a la pos-tre un terrible castigo. Porqueno siendo suya la concepción
de la obra, no siendo suyos los
materiales que la integran, Cu-tilero no pudo inscribir otrapropiedad que la de su incapa-cidad para realizar adecuatàa-
mente una noble tarea".
Los térinos displicentes 'e in-sultates no eran, en verdad, 101
adecuados para responder al hi-toriador Castilero, hombre dignoy respetable. Aquel libro, el pu-blicado en 1930, "cumplió enbuena parte lo que se proponía",concepto muy distinto expuestopor Miró, del que ahora, en sueuforia literaria, expresa, de qùeera "mediocre, al margn de tododesempeño científico y sin ajustetampoco a la pauta señalada porel padre de la idea".
El autor desaparecido .e duele)con razón, de los duros ataques
recibidos. Ni cabía, en una obrade mera recopilación, traer acuento aquello del desempeñocientífico, ni calificar de medio-cre lo hecho por Castilero. Otraseran las formas, menos agresivas
so
y más consideradas, recomenda-bles al caso.
Valoración.
Aparte de los seis años de en-senanza religiosa que curs6 en elSeminario (1903-1909), sus estu-dios posteriores no le llevaron
más allá de los horizontes quepodía proporcionarle la forma-ci6n de maestro, que con el di-ploma adquirido en 1913 le fa-cultó para el ejercicio del magis-terio. Como quiera que el go-bierno de entonces se había preo-
cupado de contratar en el exte-rior un grpo de profesores idó-
neos, que desempeñaron la cáte-dra en el recién fundado Insti-tuto Nacional, la preparación querecibieron esos primeros egresa-_
dOl, que no pasaron de catorce,fue la mejor que pudo esperarse
de un plantel nacido con tanbuenos auspicios.
La trayectoria de Castilero ensu ~ida profesional fue ejempla.
rísima, según antes ha quedadoestablecido. Comenzando por lamuy modesta posición de maes-tro de escuela, obtuvo ascensos
escalonados que le llevaron a lade Inspector General. de Ense-
ftanza, última y honrosa etapade su carrer docente.
Es de notar que fue un cola-borador valioso del técnico nor-te-americano contratado para or-ganizar la escuela primara enPanamá, don Federico Libby,quien realizó una labor extra-ordinaria, digna de la mayorloa, qUlt se recuerda con admi-
raclOn, pues construyó sobrebases sólidas lo que antes e.ta-ba desorganizado y .in orienta-ción. La Codi6n Eacol,elaborada y puesta en marhadurante su período, vino a con.tituir un in.truento regulador
de $\lma efiacia para el fUncio-
namiento de la¡ escuelas y de supersonal administrativo y docen-
te.
El contato directo con un ex-
perto como el senor Libby, hom-bre recto y pulcro admini.trador,sirvió mucho a don Ernesto Ca-tiero, quien fue un segudor
aprovechao de sus método. yorien tacione..
Pertenei6 nueitro compatro-ta a la ¡tneraci6n que prelenei6
el ad'\etiento de la Reúblia.Nacido en 1'89, catorce liD'antes de la ieparai&n de COlom.bia, tod liba trutom ysin rumbo cierto en aqllØ1tiempOl de penuria y tr.tea,
qravido. por 101 estragoi queeaul6 la Guerr de los Mil Oíu.
tetrinâQa en 1902.
LÒ que mú deicollaron entr101 jÓYÒllei de en tonea eataanUamûqa a realiz una tatea deiøpadrft pa eneaminar a la
naón rec aaic. .¡0I por101ft_br de mayor np.da Y por. 101 tknicOI extraoique contrt6 el Gobieno paaque ayudun en 101 trabajos deorgllÎnci6n.
Ya se ha vilto que Castileroprestó una cooperación de pri.mera importaicia una vez tení-
nados en 1913 sus estudios demaestro en el Instituto Nacional;que en medio de las inclemenciasde la naturaleza y la dificultad decomunicaciones, le "fue forzoso
recorrer la República palmo a
palmo"; que no se amedrentóante los obstáculos e impedimen-tai. sino que siguió adelante conespíritu patriótico y deseo de ser-vir.
tiene, pues, ganado un puestode honor entre los panameñosque ta heroicamente contribu-yeron a poner en marcha la orga-niación escolar. De igual modoes ju.to reconocer que en el cam-po de la investigación hist~ricasu labor ha sido fecunda yconstructiva. Conocedor comopocos de la historia panameñay de la colombiana, ha espigado
con froto en las ~poca. en que
una y otra marc;haron juntas. .inque Paná percibiese, a ttawsde eN uni6n, los beneficioi queIU privile¡iåda posición geográfi.
ca dernàndaba de los gobiernosboaotlfos.
Paricularente han sido frc-tíferu 1.. pesquis.. de Castileroen 10 concerniente a laa compli-cld relacones entre Colombiay Panamá conectadas con los su-ce de la indepndencia.
No cabe afirmar que a travéide sus investigaciones quedendefinitivamente iluminados todoslos uuntos que movieron su plu-ma. Su eafuerzo, sin embargo, hasido muy valioso y abre un anchocamino para los historiadores fu-turos, que habrán de contar nece-'
SI
sariamente con su obra comopiedra y semila de construccio-
nes de mayor ambición y empe-ño.
Conviene añadir que don Er-nesto J. Castilero era un fervien-
te enamorado de nuestras tradi-ciones y costumbres típicas. Ori-ginario de Ocú, un pueblo apar-tado de nuestras provincias en
que esas tradiciones gozan de unparticular arraigo y cultivo, eraun magnlfico conocedor de lastonadas, trajes típicos, instru-
mentas, aires y danzas en las fies-tas patronales que los campesinosde Ocú mostraban con auténticoacento regional. Bailaba condonaire el tamborito y el punto,y bien puede afirmarse que unidotodo esto a cuanto hizo, sintió yescribió para dar cuenta de suamorosa compenetración con elterrño, don Ernesto dió mues-tras sobradas de su condición depanameño integraL.
Panamá, qctubre de 1981.
PRINCIPALES OBRAS DE DON ERNESTO CASTlLLERO REYES
Publicadas:
Parnaso Escolar, 1929. ediciones, 1929 Y 1937. (Agotadas).
Documentos Históricos sobre la Independencia del Istmo de Panamá, i 930. (Agotado).
El Dr. Manuel Amador Guerrero, Prócer de la Independencia y Primer Presidente de la Re-pública de Panamá, 1933. Dos ediciones: 1933 Y 1957.
La Causa Inmediata de la Emancipación de Panamá, Historia de los Orígenes, ia Formacióny el Rechazo por el Senado Colombiano del Tratado Herrán-Hay, 1933. Tesis paraentrar en la Academia Panamena de la Historia. (Agotado).
Bree Curso de Historia del Comercio, 1935. (Agotado).
Gaería de Presidentes de Panamá. Dos ediciones. 1936 Y 1953. (Agotadas).
El Profeta de Panamá y su Gran Traición. El Tratado del Canal y la Intervención de BunauVarila en su confección, 1936. (Agotado).
Informe como Inspector General de Ensenanza, (2 volúmenes 1938 y 1940). (Agotados).
El Centenario de Bogotá. Juicios Históricos, 1938. (Agotado).
Historia de la Comunicación Interoceánica Y de su Influencia en la Formación y en el De-saollo de la Entidad Nacional Panameña. 194 i. Obra premiada en concurso.
La Biblioteca Nacional de Panamá. Su Origen, su Inauguración y su Futuro Desarrolo,1942. (Agotado).
La Universidad Intermercana. Historia de sus Antecedentes y Fundación, 1943.
Leyenda e Historia, 1946. (Agotado).
Histori de los Símbolos de la Patria Panamena. Tres ediciones. 1946, 1947 Y 1955. (Agota-
das).
32
Ricón Hitóri (en colaboración), Volumen 1, 1947. (Agotado).
Hitori de Pan, Tirada de 20.000 ejemplaes en cinco ediciones 1942, 1943, 1948 Y
1949 Y 1955.
El Generl JOI Domingo Espina, Médico, Iqenero y Miltar. Fundador de la Independen-ci del Perú, 1951. (Agotado).
Dr. Rafael La de la Vep. Pro, LegIor y Próc (1764-1831). Dos ediciones: 1952y 1956.
Sembla Biofica de Don Joø VaUno Jiménez, Gestor de la Independencia del Istmodel Poderío Espanol en 1821. Obra premiada con medalla de oro por la Academia dela Historia, 1953.
Grandeu y Denci. del Catio de San Lonzo de Chagres. Dos ediciones: 1954 y1956.
Hitor de una Ciudad. Mención honorífica y Premio especial del Concurso "Conde deCedilo', del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Espana.
Par publi:
Paá Y Colobi.. Capítulos de Histor Diplomátic en los albore de la RepúbUca. Ter-cer Premio y medalIa de plata del Concurso Miró de 1951.
Enso de Monafía de la Provici. de Oiiruí. Primer Premio y Medalla de Oro delConcurso histórico del centenario de la Provincia. 1949.
Evolución Hitórica de la Provinci de Cod. Primer Premio y Medalla de Oro "Octavio
Méndez Pereira" del Concurso del Centenario de Coclé. 1955.
FJ Estado del latmo. La independencis de Paná de la Nueva Granada en el Siglo xiX.Premio y Medalla de Oro de la Academia Panamena de la Historia. 1941.
Histori de cuatro sios de la Prov de Vergus.Sucets y Efemérides de Antaño (D volúmes).Hitor Contemporánea de Paá. Década de 1841 a 1850.
La Mujer en "Vida y en la Glori de Bolíva. (Opu-iio).
33
los precursores de la IngenieríaSanitaria y Ambiental en nues-tro medio.
RESUEL.VE:
1. Felicitar al Ing. CARLOS A.GUARDIA, por la presenta-ción de este brillante docu-mento y reconocerlc su valiosoaporte al éxito de este Congre-so, exhortándolo a que conti-núe transmitícndo sus valiososconocimient(¡s y entusiasmo a
la causa de la Ingeniería Sani-
taria y Ambiental en Panamá.Dado en la Ciudad de Panamá,
a los dos días del mes de octubrede mil novecientos ochenta yuno.
Ing. J f)sé Guilermo Ro(lríguezPresidente
Ing. Fedcrice, RodríguezSecretario
EL CANAL FRANCES
El impacto que causó en elmundo entero el fracaso de laCompañía Universal del Canal In-teroceánico (Compagnie Univer-selle du Canale Interoceánique)
en la construcción del Canal de
Panamá, dejÓ sumidos en estupory frustración a los países de Eu-
ropa, Asia y América que, duran-te varios siglos, habían anheladoacortar la ruta marítima de co-
municación a través de un canalpor el Istmo Centroamericano.
La historia había tenido susribetes, sin eluda. Entre 1881 y
36
1889, el escándalo financiero querode6 al proyecto del Conde Fer-nando de Lesseps fué, tal como10 recogen las crónicas, la coinidi-lla de las más altas esferas econ6.micas y políticas de tres conti-nentes. Sin embargo, para los in-genieros y operarios francesciique se trasladaron a Panamá conel fin de realizar un sueño ambi-bicionado por ellos, la operaciónse trocó en una faena de resisten-cia y coraje. En efecto: Panamáfue para el equipo francés, nimás ni menos que un campo de
batalla donde la roca granítica enel suelo, así como los estragos dela malaria y la fiebre amarila
fueron el enemigo letal, al puntoque a esta fccha no se conoce a
ciencia cierta si las víctimas de
los flagelo s del tr6pico sumaron16,500 o 22,000 de los 60,000seres humanos afectados por esasenfermcdades en aquellos mo-mentos (1), Sea como fuere, lasci fras por aterradoras que seanno son el foco donde habría de
girar el quid del problema. No.Aquí y allá, lo importante -talcomo nos lo relata David Ho-warth en su apasionante libroThe Golden Isthmus- es que losfranceses, pese a que construye-ran excelentes hospitales y sóli-das casas de habitación para sus
funcionarios y empleados, nuncalograron descubrir que una mallade cedazo en cada ventana, ade-más de una buena limpieza y fu-migación de edificios y sobre to-do la eliminación de criaderos de
mosquitos hubiera impedido quese propagara la fiebre amarila y
la malria en forma indiscrimina-
da y veloz.
Así es. Fue esta incapacidadpara relacionar al mosquito "Ste-gomya Facta" ó "Aedes Egyp-ti" y el mosquito "Anófeles" co-mo vehículo de transmisión de lafiebre amaril y la malaria lo que
indujo a que ambas enfermeda-des cobraran, inútilmente, tantasvidas valosas. Hay que observar,
nada más, que -por un lado-,los habitantes dependían para el
consumo de agua de aljibes y de-pósitos de aga lluvia situados,en algunos casos, dentro de losedificios; y que -por otro lado-las excavaciones mismas del Ca-nal eran inmensos pozos de aguaestancada: excelentes criaderos,lUOS, para el "Stegomya Facia-ta" y otros para el "Anófeles".
y ¿qué decir del Hospital Fran-cés en Ancón a cargo de veinti-cinco Hermanas de la Cardad,quienes no sólo concibieron eljardín del loca rodeado de cana-
les, canjilones para proteger lasplantas de las arrieras, y estan-ques ornamentales, sino que co-locaban pequeños depósitos deaga a los pies de las camas de losenfermos con el fin de que los in-sectos no se treparan a éstas?
El proceso de causa y efecto
resulta aquí revelador y mons-
troso: veintiuna de esas veinti-
cinco religiosas y tres. de los cua-tro Ingenieros Jefes de la Com-
pañía Universa del Canal Intero-ceánico falecieron víctimas del
Stegomya FacÎata. Y, curiosa-mente, el cuarto y único sobrevi-
viente en esta instancia fatal, fue.lU joven que a la sazón contaba
sólo veintiséis años. Se llamabaPhilippe Bunau-Varila y el des-tio ya lo tenía signado para pro-
tagonizar uno de los capítulos
más oscuros de la historia delIstmo (2).
En suma, pues, no fue al azarque se produjera el fracaso rotun-do de la compañía francesa y queeste hecho sorprendiera a muypocos de los que conocían la rea-lidad en torno al proyecto. Y nofue, tampoco, al azar que cuandolos norteamericanos optaran porasumir las obri's de construccióndel Canal de Panamá, WillamCrawford Gorgas le escribieradesde La Habana al Cirujano Ge-neral del Ejército, el General
Stemberg, su superior en Washing-ton, las siguientes palabras:
Si pudiéramos proteger a nues-tros obreros que han de pari-cipar en la construcción del
Canal, como hemos protegidoa los habitantes de La Habanapodremos construir el Canalsin las enormes pérdidas de vi-da que sufrieron las fuerzasfrancesas. Opino que los mé-todos que tan buenos resulta-dos han obtenido en La Haba-
na pudieran ser aplicados conéxito también en el Istmo. (3)Bien. ¿Pero, qué labor específi-
ca se había realzado en La Haba-na para que Gorgas señalara eseejemplo como matriz propiciapara ser imitada?
Aquí, el asunto tiene, como enel caso anterior, sus matices his-
37
tóricos. Recordemos cómo, a raízde la guerra entre los Estados
Unidos y España que se inicia el15 de febrero de 1898, con elhundimiento del acorazado "Mai-ne" en la Bahía de La Habana
(4), la presencia de la nueva po-tencia del Norte en el Caribe con-vierte en asunto prioritario -porcuestión de mera supervivencia,el saneamiento de esta región. yes que la ciudad de La Habana
había sido -y esto lo sabemos desobra- foco de exportación dela malaria y la fiebre amarila du-rante cuatrocientos años. De mo-do que, lógicamente, el sanea-
miento de ésta tenía que ser unfactor decisivo en el programa deocupación por las fuerzas ara-
das de los Estados Unidos. Es.
así, pues, por qué se designa almédico miltar Walter Reed paraque presida la comisión que ha-bría de conducir las investiga-ciones para la erradicación de lafiebre amarila en ese país. Y es
así, también, como y cuandose confirma que la StegomyaFaciata es el verdadero y únicotransmisor de estamortíferaenfer-medad (5), Ya en 1880, el médi-co miltar Alphonso Laveran ha-
bía descubierto el parásito de lamalaria; y luego, entre 1885 y1894 los científicos Marchiafava ,
Golgi, Cell, Manson y Ross; esteúltimo Premio Nobel de Medici-na y Fisiología 1902, logran a
través de estudios más avanzadosaislar y clasificar al mosquito
Anopheles y luego comprobarcómo la picada de éste a un en-fermo de malaria es la causa de
38
trasmisión de esta enfermedad.
(5 )
Ahora, acaso sea interesanteaquí subrayar que fue un subal-terno del Dr. Reed, nada menosque Wiliam Crawford Gorgas, 'Medico con el rango de Mayordel Ejército, que fungía, a la sa-zón, como Jefe del Servicio Sa-nitario de La Habana (6), a quienle tocó erradicar definitivamente
de esa ciudad el implacable azoteque había causado ~como ya lohemos visto- el holocausto de
las fuerzas que intentaron acome-ter la construcción del proyectocanalera francés. En pocas pala-bras, que si bien es cierto que aWalter Reed le corresponde lagloria de haber determinado cien-tíficamente el verdadero transmi-sor de la fiebre amarila, es al cu-bano Carlos J. Finlay y, más di-rectamente, al Dr. Wiliam Craw-ford Gorgas, a quienes les cabe elcrédito de haber estrangulado la
epidemia al haber declarado laguerra al Stegomya Faciata y lo-grado la extinción de éste en LaHabana y, pocos años más tarde,en el Istmo de Panamá (7).
Ahora bien: resulta importan-te también observar que en la
carta que Gorgas le dirige al Ge-neral Stemberg, él hace caso omi-
so de cualquier digresión o perí-
frasis y plantea, directamente, lanecesidad imprescindible de quese nombre a un médico sanitariode experiencia, al frente de estaslabores de saneamiento ambien-
tal por iniciarse en el Istmo. Másaún, Gorgas, concluye el mensa-
faba su independencia de Colom-bia y el 18 de noviembre de1903, firmaba con los Estados
Unidos el infausto Tratado Hay-Bunau Varila que, según el Ar-tículo 7°, le otorgaba facultades
omnÍmodas al Gobierno de losEstados Unidos. Y es un hecho
sabido también que, de acuerdo
a este artículo, Panamá cedía
a los Estados Unidos los derechospara ejercer una autoridad cuasi.militar, en lo relativo a las medi-das de carácter sanitario que ha-brían de tomarse no solamenteen el área de la Zona del Canal
-comprendida dentro de las cin-co milas ( ocho kilómetros) a
cada lado del eje del Canal-; sinotambién en las áreas comprendi-das dentro de los límites de lasciudades de Panamá y Colón, enla República de Panamá (12).Sea propicia también la ocasión
para poner en evidencia dos pun-
tos importantes en lo relativo aeste Artículo 7°: Que por un la-do, éste daba pie para que se pu-
diera designar al médico militarWillam Crawford Gorgas como
Jefe del Departamento de Sani-dad de la Comisión del Canal Ist-mico y encargado de imponer lasmedidas coercitivas paIa la im-plementación de los reglamentosy órdenes sanitarias; y que, por elotro, mediante las facultades
contractuales cedidas por Pana-
má al Gobierno de los EstadosUnidos, se creaba una jurisdic-ción sanitaria que convertía a los
alcaldes de las ciudades de Pana-má y Colón en agentes del Go-bierno Norteamericano para ha-
40
cer cumplir los Reglamentos Sa-
nitarios redactados por funciona-rios del mismo (13).
A fines de junio de 1904, elDr. Gorgas se traslada a Panamápara tomar posesión de su cargo
que debe abarcar, no sólo el sa-neamiento de las áreas adyacen-tes a la vía interoceánica, sino
también de las ciudades termina-les de Panamá y Colón (14).Ahora, hay que observar que, atodas luces, resultaba evidente
que para que una campaña desaneamiento ambiental y saludpública resultara eficaz, era pre-ciso que ésta se realizara con elapoyo pleno de las autoridadesdel caso, además de que se cum-plieran a cabalidad las exigencias
de Gorgas. Su experiencia en Cu-ba resultaba más que valiosa. yes que él sabía -lo sabía de so-
bra- cuán necesario resultabaemprender una cruzada que in-cluyera la limpieza de casas y ca-
llejones; la fumigación de edifi-cios; la erradicación de roedoresy la eliminación de criaderos de
mosquitos y moscas. O sea, pre-cisamente la labor que los fran-ceses nunca llevaron a cabo en elIstmo. Asimismo, para lograr laerradicación del Stegomya Fa-ciata era preciso acabar con los
depósitos de agua lluvia en lascasas, y cambiar ciertos hábitosde higiene dentro de la pobla-ción panameña, mientras se cons-truyera un sistema de distribu-ción de agua en tuberías que lallevara a las residencias y edifi-cios a lo largo de las cales de
las ciudades de Panamá y Colóny de los poblados establecidos
desde la época de los trabajosemprendidos por la CompañíaUniversa del Caal Interoceán-
co (15). Esto y lo otro para su-
brayar la titáica y, a la vez, in-grata labor que le tocó realzar aWilliam Crawford Gorgas durantelos diez años de su estancia en
nuestro país.
Ya hemos dicho, es verdad,que la llegad a Panamá del in-signe científico norteamericano
se llevó a cabo durante los últi-mos días del mes de junio de1904; o sea, a cuatro meses de
haber sido aprobado el Conve-
nio Hay-Bunau Varilla. En aque-lla ocasión, desembarcaron con-juntamente con Gorgas, en laciudad de Colón, un grpo delugienistas designados por el Go-bierno de los Estados Unidos pa-
ra organizar y realizar labores desaneamiento e higiene pública,indispensables para acometer deinmediato la construcción del Ca-nal Interoceánico. Este grpo, se-
gú lo estipulado, dependería dela Isthmian Canal Commission
(Comisión del Canal IstmIco) yestaría integrada, no sólo por elDr. Gorgas, sino también por unapléyade de singulares científicos,vinculados de una forma u otraal estudio y control de enferme-
dades tropicales y algunos deellos con previa experiencia en
La Habana. Nos referimos al Dr.Henry R. Carer, uno de los in-vestigadores más destacados ypersistentes de las causas y efec-
tos de la fiebre amarill; el
Dr. John Ross, miembro de laMara de los Estados Unidos yantiguo asociado de Gorgas du-rante su estancia en La Haban;el Satarista J oseph L. Le Pri-
ce, quien se trocaría en el brazo
derecho de Gorgas en su cali-dad de Inspector Sanitario Jefedurante la permanencia de ese
científico en Panamá; y, por úl-timo, los médicos Louis Balch,
Louis La Garde y la enfermeraJefe, Señorita Hibbard (16).
Sin embargo, patético resulta,hoy, reseñar el poco o nulo inte-rés que mereció -dentro delequipo de ingenieros y otros pro-fesionales de la Comisión del Ca-nal- la llegada al Istmo de los
ilustres científicos (17). El mis-
mo Presidente Theodore Roose-velt solía, en esa época; referirsea la construcción del Canal co-
mo "una voladura de tierra" (*)(18) y esta mentalidad triunfalis-ta y poco científica, cobró eco
en diversos niveles y repercutió,incluso, hasta el Ingeniero Jefe,
el Almirante John G. Walker,quien en ningú momento optópor la iniciativa de apoyar al
equipo de Gorgas, mucho menosestimularlo en su difícil faena,( 19). Más aún, cuando la Asocia-ción Médica de Norte América,
consciente de la trascendencia dela labor de saneamiento ambien-
tal y de Salud Pública que ha-
bría de realzar este grupo en be-
neficio de la construcción del Ca-nal, solicitó que se designara el
Coronel Willam Gorgas comoMiembro de la Comisión del Ca-(.) "Let the dirt fly". Theod. Roosevel.
41
nal Istmico, la sugerencia no lo-
gró siquiera la gentileza de unarespuesta por pare del Gobierno
de los Estados Unidos (20).. No.De modo que para Corgas y susasociados el Cladro no puede ser,desde sus inicios, más desconsola-dor y amargo. Y, ¿qué mejorprueba de esta desconsideracióny apatía que el hecho de quecuando el ilustre médico e in-vestigador solicita que se le su-
ministren los abastos, equipos yelementos, que, segú su expe-
riencia en La Habana, le serían
indispensables para el trabajo porrealizarse en Panamá, una vezmás el Coronel se enfrenta a laindiferencia allanante de sus su-
periores, no importa la jerarquíade estos? 21.
Quizá, para comprender unpoco mejor el problema del sa-neamiento que hubo de ser re-suelto por Gorgas, valdría la pe-na hacer, una vez más, un pocode historia. Por ejemplo, si to-mamos en cuenta que en 1904,la población de las ciudades de
Panamá y Colón era de 18,000 y8,000 habitantes, respectivamen-
te (22), podemos acaso apreciarla magnitud del problema delabasto de agua en ambas pobla-ciones y la cantidad de depósi-
tos -unos 2,000 a 3,500- ins-talados en las casas de ambas ciu-dades. Ahora, si bien es ciertoque la Compañía del Ferrocarrilcontaba con un abasto de agua,
en Colón, éste no sólo estabacontaminado, sino también sufuente se hallaba ubicada detrás
42
de Mount Hope (x), con unacuenca que apenas cubría unas
260 hectáreas, capaz de suminis-trar únicamente unos 60,000 ga-lones diarios. Y aquí, desafortu-
nadamente, la prioridad era abas-tecer, sobre todo, a los barcos
que atracaban en el Puerto deColón y también las locomoto-ras. De modo, pues, que el saldopara satisfacer las necesidades delos habitantes de esa ciudad re-sultaba, con frecuencia, mínimoo nulo (23). De ahí, pues, que
tanto en Panamá como en Colón,además de los campamentos deconstrucción que habían surgido
en el área canalera, tales comoParaíso, Culebra, Emperador, LasCascadas, Corgona y Bohío, serecurriera -tal como ya lo hemosdicho- al abastecimiento pormedio de agas captadas de ria-chuelos, quebradas y, cuandomucho, de cisternas y recipientesdonde se recogía el agua lluviaque caía en los techos de los edi-ficios (24). Estos, a su vez, eran
en efecto, receptáculos ideales
para tornarse en criaderos delStegomya Faciata y, por ende,para la propagación de la fiebreamarila y de males intestinalesde origen hídrico entre los traba-jadores que vivían en estos cam-
pamentos y que hacían, con fre-cuencia, el circuito Panamá - Co-lón, propagando así los males deque eran víctimas.
En una relación valosísimaque nos ha legado el CoronelGorgas de su estancia en Panamá,
(x) Llamado anteriormente ''Monkey Hll".
él nos refiere, entre otras, la si.¡niente experiencia:
"En la campaña para erradicarel mosquito Stegomya Faciatadependíamos de la fumi~aciónde edificios, casa por casa, so-bre todo en aquellas donde
habían ocurrido casos de fie-bre amarilla y también en lascasas contiguas a éstas. Nos to-maba un mes fumi~ar todas lascasas de la ciudad de Panamá.Y, en un año, cubríamos to-
das las residencias del área de
la ciudad en tres recorrdos.En un año gastábamos ciento
veinte toneladas del polvo in-secticida "Piretrum" y comotrescientas toneladas de azu-
fre. En realidad gastábamos
más material de lo que había-mos empleado, a la sazón, enLa Habana. Y es que aquí yaparíamos de la premisa deque la fumi~ación había sido
la acción más eficaz para eli-minr la fiebre amarilla en LaHabana; y estábamos segurosdel éxito que lograríamos con
nuestra campaña. ASÍ, pues,la ciento veinte toneladas de
polvo insecticida que teníamosque emplear anualmente enPanamá era, en realdad, todoel polvo insecticida que se po-día obtener del mercado de losEstados Unidos de América."
(25)
Ahora, ya decíamos que para-lelamente a los estudios para laerradicación del Stegomya Facia.ta, también conocido comoAedes Egypti, se inició aquÍ en
el Istmo una campaña antimalá-rica para extinguir al mosquito
Anopheles. Para encabezar estalabor, Gorgas designó a un anti-guo subalterno, el Inspector Sa-nitario jefe, Sr. joseph Le Prin-ce, quien había realizado la mis-mÍsima campaña en La Habana.Es verdad que en el Istmo lascondiciones orográficas y climáti-cas no eran las mismas. Ademásde que los métodos de trabajopara dominio del Anopheles ydel Stegomya Faciata, debido ala índole de uno y otro mos-quito, implicaban variantes. Re-cordemos, por ejemplo, que elAedes Eyipti es un mosquitoque para susbsistir debe vivirmuy cerca de los humanos. Deahí que lo designemos como"eminentemente doméstico";mientras que el Anopheles es de
índole "suburbana". De hecho,
pues, -y esto Le Prince ya lo ha-
bía comprobado en La Habana-era preciso desarrollar tácticas ymétodos designados para prediossuburbanos y, por así decido, ca-si semi-rurales. Y fue ésta larazón por la cual se dividiera elárea de la campaña antimaláricaen Distritos Sanitarios que seajustaran a las necesidades del ca-so. Gorga nos refiere en su obra,SatatÏon in Panana (Sanea-miento en Panamá), que cadauno de estos distritos estaba acargo de un inspector sanitario.y éste, a su vez, tenía bajo sus
órdenes a un cuerpo de 20 a 100
obreros con asistentes y capata-ces, incluídos, tal como era me-nester de acuerdo al número de
43
habitantes del área. Hubo casosdonde la concentración alcanza-ba 10,000 habitantes; y hubootros, donde la población llega-ba escasamente a unos pocoscientos de personas en una su-perficie que oscilaba entre los
40 y los 90 kilómetros cuadra-
dos (27). De ahí, pues, que se
constituyeran 24 Distritos Sani-taros dentro de una región que
se extendía por más de 1280kilómetros cuadrados y que com-prendía, en el Pacífico, a Pana-
má, La Boca, Ancón y parte deéste que más tarde se llamaríaBalboa, y otros varios poblados
algunos de los cuales ya noexisten. En la vertiente delAtlántico, a Gatún, MountHope, Colón, y varios otrosmás.
También resulta importanteacotar que como en el área dePortobelo se encontraba estable-cida la cantera de donde se obte-nía la roca para las construccio-nes de las esclusas de Gatún yotras obras de concreto en elSector Atlántico, fue precisodesignar a Portobelo y Nombrede Dios como otro Distrito Sani.tario, a fin de poder realizar un
control sanitario para la protec-
ción del personal del Canal que
tenía bajo su cargo la operación
de la cantera, ubicada en Porto-
belo, y del personal ubicado enNombre de Dios, de cuyas playasse extraía la arena para el concre-to que habría de utilizarse en lasobras del sector Atlántico del
Canal. Sin embargo, como estasdos áreas estaban ubicadas fuera
44
de los límites de la Zona del Ca-
nal, fue preciso establecer arre-
glos especiales con el Gobiernode la República, a fin de investirde la autoridad sanitaria corres-pondiente a los funcionarios delCanal que fueran destinados a lostrabajos de Higiene Pública enesos dos sitios. Fue así, pues, queestos dos sitios pasaron a ser elvigésimo quinto "Distrito Sanita-rio" .
Valga también la ocasión paraseñalar que dentro de estosveinticinco Distritos quedaron,
a la sazón, incluidas problacio-
nes y campamentos cuyos nom-bres han desaparecido hoy, pero
que fueron centros de gran acti-vidad en los días de la construc-ción del Canal. Nos referimos aEmperador, Las Cascadas, Gorgo-na, Bohío, Juan Grande, San Pa-
blo y otros, situados a uno y otrolado de "La Línea"; o sea, elárea de construcción de la vía
interocéanica (28).
Analizando ya los métodoscómo se logró extirpar en esosDistritos Sanitarios el Anopheles.y el Stegomya FacIaía no es desorprender ~no- que se hicierancélebres en el área de construc-
ción del Canal, las cuadrillas defumigación del Coronel Gorgas;
ni nos sorprenden, tampoco, lasprotestas y resentimientos que
surgieron a raíz de las incomo-didades que causaban a los ha-bitantes de Panamá y Colónestas faenas. El Dr. BelisarioPorras nos ha dejado una rela-ción fiel de aquella época en
que desapareció en Panamá yColón la fiebre amaria (29).Sin embargo, muchos años mástarde de que el Coronel WilamCrawford Gorgas escribiera en suinforme de 1908, las siguientespalabras:
Ha ya ti mOl que ll ii ha ..~Uao un l00 cas de f'aere un'" e.el Iitmo: el Últio ocui en (novibi de) 190,-
el Dr. Ricardo J. Alfaro -de
ilustre recordación~ para todos
los panameños- nos legaa unsingula testimonio de la titánicalabor y recia personalidad de es-
te héroe de la ciencia contem.
poránea, a quien le tocó cono-cer y tratar íntimamente:
"El problema del saneamiento
hubo de ser resuelto por Gor-gas - nos refiere Alfaro en suEsbozo Biográfico- con laenergía indispensable par su
éxito. En una campaña quetenía por base la erradicacióndel mosquito en comunidadesinfestadas por el mortífero in-secto, era necesario tomarmedidas eficaces (que )...causaban a la población mo-lestias e incomodidades inevi-tables para eliminar hábitos yprejuicios que habían existidopor generaciones. Sin embar-
go, fue Gorga tan cuidadoso,
l*) Nota: Oet. 1981
Hoy nOl confir el Dr. Pedo Galindoque .. fu el Últio ealO de fiebram urbau en la Ciudad de Panmá.
tan considerado y tan discre-to en sus métodos y en sus ins-tnicciones a sus subalternos,
que las operaciones de sanidad
pudieron llevarse a cabo bajosus órdenes sin fricciones odificultades mayores. Suavi-
dad era rasgo predominate desu idiosincraa. No pertenecía
él a esa laya de hombres quecreen que es necesaro ser
grosero y áspero para eldesempeño de una fución deimportancia. Urbandad fue elfactor que abrió el camino aléxito de sus trabajos. Suvoz era suave; sus manerasllenas de gentileza y dignidady una afable sonrisa ponía untoque de luz a la severaestrctura de sus facciones.
Cuando se miraba aquellanoble cabeza cubierta de nívea
cabellera y se advertía ensus ojos un reflejo de bondadingénita, no podía uno menosde sentirse atraído por elapacible magnetismo de supersonaldad." (30)
EL ACUEDUCTO PARA LAaUnAD DE PANAM
Ahora bien: el Ingeniero Jefede la Comisión del Canal, J ohnF. Walace, había llegado a Pa.namá conjuntamente con Gorgas
en junio de 1904, y emprendió
de inmediato la construcción delacueducto de Panamá (31). Escierto que durate muchas déca-
das se había considerado la nece-sidad de construr un abastoapropiado de a¡na a la ciudad
45
ra que las obras de saneamiento
ambiental fueran completas, eranecesario incluir la eliminación
de la formación de charcos don-
de se estancara el agua, así comode zanjas que atravesaban lospoblados y donde se producían
los criaderos de mosquitos quetantos estragos habían causado,ya, a la salud de los habitantes
del Istmo. Fue, de esta manera,
por lo tanto, que se incluyeron
en el progrma de obras públic31
además de los desagües sanitarosy pluvialCl, la pavimentación delas cales de las ciudades de Pana-má y Colón. (34).
Ahora, sea propicia también laocasión para aclarar que el sufra-go de estas obras por parte delGobierno de la República de Pa-namá al Gobierno de los EstadosUnidos se pactó mediante unConvenio que se firmó en 1907.De acuerdo a este pacto, se esti-puló el monto de las obras real-zadas en las ciudades de Panamáy Colón, así como también lospagos que se harían por el costode las obra ejecutadas, y la for-ma como se cubrían los gatosque ocasionaran los trabajos demanteiumiento, reparaciones ynuevas extensiones, los cuales sededucirían de los fondos genera-
dos de los pagos por parte de losconsumidores del sununistro deagua. Estos fondos, valga la penaque lo enfaticemos, también losrecolectaban y adnunistraban di-recta y unilateralmente los fun-
cionaros de la Zona del Cade Panamá. O sea, una dependen-
cia del Gobiero de los Estados
Unidos de América (35).Asimismo, hay que subrayar-
lo para bien de la Historia, queesta situación prevaleció, tal cual,hata 1947, fecha cuando losEstados Unidos deciden otorgarlea Panamá diez años de gracia enla cancelación de la deuda estipu-lada en el Convenio para las Obraen 1.. ciudaes de Panamá y Co-lón de 1907 (36).
Pero, retornemos al orden cro-nológico de los hechos y veamoscómo durante la iniciación de lasobras del Caal, la construcción
de las obras para el suministro deagua a las ciudades de Panamá yColón, así como también a otrospoblados que con el tiempo lle-garon a conocerse con el nombre"La Línea", no correron lanusma suerte, ni sufrieron tam-poco la indiferencia otorgada a lalabor del eminente científico,Willam Crawford Gorga. No.Aquí, vemos cómo ya para el 4de mayo de 1904, o sea, a esca-sos meses de firmado el TratadoHay-Bunau Varila, se ha hechola entrega oficial de los equiposy materiales por parte de la Com-panía del Caal Francés al Go-
bierno de los Estados Unidos, se-
gún lo estipulado en el contratodonde la Compañía Universal delCaal Interoceánìco le vende alGobierno de los Estados Uiudos
por cuarenta milones de dólares
sus derechos de la concesión parala construcción y también todas
las maquinaras y equipos de lacompañía francesa importados
.7
para el proyecto. Y vemos, tamo
bién, cómo la División de Inge.nierÍa Municipal del Canal dePanamá logra hacer una requisade materiales que incluye entreotros, tuberías de acero gavani-zado de 16" y 20" de juntas debrida con tornilos y arandelas
de caucho; además, de válvulasy compuertas deslizantes queencuentran un uso inmediato en
las obras del acueducto, (37).De modo, pues, que simultá-
neamente a la llegada al Istmodel Ingeniero Walace, en el mesde junio, y del resto de los inge.
nieros que constituirían la "Di-visión de Ingeniería Municipal",
logran iniciarse formalmentelos trabajos en tomo al informeque recomienda un Proyecto deAcueducto que habría de consis-tir de un embalse de almacena-
miento ya existente en el Río
Grande, localizado al oeste delárea donde hoy están situadaslas poblaciones de Pedro Miguely Paraíso.
El 6 de agosto, esta División
entregaba al Ing. Wallace el in-forme concluido y acaso lo másinteresante de éste fue que aquíse estableció que del embali:e
partiría una tubería de aducciónde 20", que se extendería hasta
un tanque de distribución enel Cerro Ancón que finalmente,alimentaría una red de tuberías
de distribución de agua en laciudad de Panamá (38).
Bien, pero, a casi ochenta añosde aquel informe, nos pregunta-
mos ¿por qué se escogió -entre
48
tantos- el embalse existente en el
Río Grande? Para halar la res-puesta adecuada, hay que recurrir,una vez más, a la raíces históri.caso Recordemos que el proyectode la Compañía Universal delCanal Interoceánico contemplabala idea de un canal a niveL. Y,
ahí, el punto más elevado de laruta estaba ubicado en el sitio"Culebra", donde se centraliza-ron las actividades de mayor ex-cavación y que éste pasó a serel "Nudo Gordiano" de la rutacanalera que tanto habría de coso
tarle a los ingenieros franceses y
cuyo costo constituyó otra de lascausas de su inconmensurablefracaso.
Sin embargo, de aquel desca-labro algo quedó. Y fue que paraaligerar el costo de la excavación,los ingenieros -entre ellos BunauVarila, habían dispuesto recurrr
a excavación por dragado q\lere.quería, por supuesto, excavar
parte en seco, inundar luego elsector así excavado, y por últi-mo, colocar las draga allí parala excavación profunda. Como esnatural, hubo necesidad de cons-truir varias presas en cursos deagua inmediatos al área del"Corte de Culebra", para estable-cer embalses que surtieran deagua al sector de excavacióndonde flotarían las dragas. Poreso, una vez que los norteameri.canos asumieron el proyecto y sehizo necesario elegir para elacueducto de la ciudad de Pana-má uno de estos embalses, seoptó por el del Río Grande al
gable la construcción de obras
permanentes que cumplan conlas demandas inmediatas y futu-ras de una y otra ciudad termi-nal de la ruta canalera. Es ésta,
pues, la razón primordial que
conduce a que, en 1913, se optepor diseñar las Plantas de Purifi-cación de Agua que habrían de
ubicarse en Miraf10res (17.0M.G.D.) Y Mt. Hope (7.5M.G.D.) conel fin de servir a los sectores ter-minales del CanaL. Corresponde
el diseño de estas plantas alIng. George M. Wells.
En febrero de 1914, se inaugu-
ra la Planta de Mt. Hope (41),y el 14 de marzo de 1915, se po-ne en operación la Planta de Mi-raf1ores, (42). En el diseño deambas plantas se adopta, en apa-riencia, 10 que vendría a ser uncriterio convencional para el tra-tamiento de agua; o sea, aerea-ción, aplicación de sulfato de alu-minio para la coagulación; sedi-mentación, y finalmente, "filtra-ción rápida" (43).
Es preciso señalar el interéstccnico e histórico quc suscitaronentre los profesionales de la in-geniería y la Salubridad Pública
estas dos obras, primogénitas-por así decirlo~ en la América
Latina dentro del campo de lasPlantas de Purificación con fi-tración rápida (44).
La importancia de este méto-
do de "filtración rápida" es rele-vante y consiste en que, contra-
rio al método de "filtración len-ta" (herencia de la práctica in-
glesa), permite gracias a métodos
50
novedosos para el acondiciona-miento del agua cruda, acelerar elrégimen de filtración en formaque resulta impresionante..
Recordemos, en forma suscin-ta, los parámetros de uno y otrorégimen: Que, mientras que en la"filtración lenta" se alcanza índi-
ces de producción que oscilan,durante un lapso de 24 horas,entre los dos y medio y sietey medio milones de galones deagua por acre; en la "filtraciónrápida" este régimen salta, dUran-te las mismas 24 horas, al rangode 1 25 milones de galones de
agua por acre (o sea, a 2 gIs. porpie cuadrado por minuto). Casi
huelga decir, pues, en qué medi-da esta reducción en el tiempo depurificación acelera, en progre-sión geométrica, el suministro deagua, cumpliendo de esta mane-
ra, con las demandas inherentes alos grandes centros de población(45).
Así mismo, resulta importantesubrayar que la introducción de
este método de "fitración rápi-da" en las Plantas de Miraf10res
y Mt. Hope, se lleva a cabo cuan-do apenas pocas ciudades hanoptado por su empleo en los Es-tados Unidos y, ninguna, todavía
en nuestro inmenso Continente
Mestizo (46).
Cabe destacarse, también queciertos detalles de diseño que sehan adoptado, a la sazón, en lasplantas de Miraf10res y Mt. Hopeaparecen ilustrados cn textos quemarcaron un hito dentro del de-sarrollo de nuestra profesión y
que fueron objeto de rigurosos
análisis en universidades donderecién se iniciaba la docencia
de esta especialización: La Inge-
niería Sanitaria. Nos referimos
específicamente a la obraWaterworks Handbook, escritapor los Consultores Clinton,Weston and Bogert, quienes re-producen en la página 724 delManual aludido, el diseño del"Falso Fondo" de la caja de losfiltros de la Planta de Miraflores
(47).
SURGE EL PRECURSOR DELAPURIFICACION IDE AGUA
DE LA AMERICA LA TINA
En 1927, el distinguido Inge-niero George C. Bunker, señala
en la Revista La Salle de Panamácómo el "Falso Fondo" adopta-do en la Planta de Miraflores
constituye los primeros filtrosconstruidos con "Falso Fondo"de concreto. Hay que recordarque nadie más autorizado parahablar sobre esta materia queBunker, quien desempeñó du-rante los primeros trece añosel alto cargo de Superintenden.
te de la Planta de Miraflores.
Este distinguidísimo profesio-nal de la Ingeniería Sanitaria,
en aquel entonces ya era re-conocido como una autoridaden materia de purificación deagua en la América Latina (48).
Ahora, otra práctica novedo-
sa en nuestra profesión que en
aquellos años (1910-1915) eramotivo de amplia discusión yanális era la aplicación de cloro
en el proceso de purificación de
agua. y es precisamente en las
Plantas de Miraflores y Mt. Hopedonde se implanta por primeravez en América Latina la apli-cación del cloro líquido al 'aguafiltrada (49). y esto se lleva a
cabo con el fin de asegurar una
desinfección que estableciera unapotabilidad efectiva y una pre-
vención de cualquier tipo de con-taminación posterior en el siste-ma de distribución extendidapor la ciudad.
Sea propicia la ocasión para re-cordar que la aplicación de cloroapenas se había iniciado comopráctica en las grandes ciudades
de los Estados Unidos, tales co-mo Nueva York, Boston, St.Louis, Mo. etc., ya que antiguosprejuicios contra la utilizacióndel cloro prevalecían muy bienafincados, en muchos de los cen-tros urbanos de ese país. (50).
Bien ¿y por qué no pregun-tarnos acerca de los resultados ybeneficios específicos que se ob-
tuvieron con la adopción inme-
diata de métodos tan modernosde purificación de agua en lasconstrucciones de Miraflores yMt. Hope?
Los acueductos de las ciuda.des de Panamá y Colón pasaron aser un modelo para el estudio,desarrollo y construcción de lasobras de saneamiento urbano de
muchas ciudades de Centro ySur América. Más aún, el trata-miento y filtración controladapor métodos modernos torna-ron- durante dccadas- a estas
51
plantas de purificación en plan-
tas matrices o planes pilotos de
estudio para el área del Caribe
y el Oeste de América del Sur
(51 ).
Otro corolario importante quesurge a raíz de la construcción
de Miraflores y Mt. Hope es queen las Ciudades de Panamá yColón se registra, de inmediato,un descenso en la mortalidad; y,sobre todo, en la mortalidadinfantil y en aquellas causadas
por infecciones gastro-intesti-nales de toda Índole. Asimis-
mo, cabe señalar cómo, a partirde esta época, disminuye en for-ma dramática la amebiasis (52).y esto se debe al hecho de que,
tal como se ha comprobadoen investigaciones posteriores,la filtración del agua es la formaóptima para eliminar los quistesde la Endaeba HIstolítica que,a su vez, no se logra a través de
la aplicación del cloro (53).
No debemos pasar por alto,tampoco, que las obras desaneamiento en el Istmo fo-mentaron el desarrollo de nuevasurbanizaciones y de otras quedieron pie a importantes mejorasurbanas, impulsando, así, la valo-rización de la propiedad en estasáreas. Como es natural, esto y lootro dio pie a que se estimulara
la construcción de nuevas indus-
trias que propiciaron un augeeconómico que se tradujo, a suvez, en atractivo turístico ybienestar general en las Ciudadesde Panamá y Colón (54).
A manera de conclusión, pode-mos decir que gracias a individuoscomo Wiliam Crawford Gorgas yGeorge C. Bunker~ verdaderoshéroes de la aplicación metódicade la ciencia del saneamientoambiental-- Panamá se tornó,desde principios de siglo, en untranscendental teatro de expe-
rimentación en esa materia. Laproeza imperecedera de Gorgas
de ir de la teoría a la práxis en
su lucha por exterminar al insec-to malhechor"- el Stegomya Fa-ciata~ y el temible Anopheles escomparable sólo a la del Ingenie-ro Sanitario George C. Bunker
en lo que concierne a los méto~
dos utilizados en la construccióny operación de las Plantas Pota-bilizadoras de Miraflores y Mi.Hope.
En el caso de Gorgas, el mun-do al que él sirvió con energía,
altruismo y urbanidad poco co-
mún, fue pródigo para homena-jearlo. En 1921~ ó sea, a un añode su fallecimiento~ el Presiden-
te de la República de PanamáDr. Belisario Porras lanza la ini-ciativa de que se funde ennuestro país un establecimientode investigación científica quegoza, hoy, de fama mundial.Nos referimos al LaboratorioConmemorativo Gorgas, parteintegral del Instituto Gorga deMedicina Tropical y Preventi-va, cuya sede está en Washington
(55).Desafortunadamente, otro tan-
to no puede decirse del Ing.George C. Bunker, cuya sabidu-
53
ría y titánica labor en beneficio
de Panamá y América Latina enmateria de purificación de aguas,
vive sólo en el recuerdo de aque-llos profesionales que hacemosde nuestra faena diaria un peren-ne peregrinaje por las rutas delpasado en un afán por mantener
intacta la correlación.. siempre
inalterable-o de causa y efecto. Y,basados en ese espíritu de no des-preciar la lección de la historia, ala que una y otra vez se refiriera
el filósofo Jorge Santayana, esque hoy lanzamos la iniciativaante este cÓnclave de ilustrescolegas que las Plantas de Mira-flores y Mt. Hope sean declara-das Patrimonio Histórico y, enesa medida, centros de investi-gación científica para beneficiode generaciones futuras de Inge-nieros Sanitarios; así como tam-bién que la Planta de Miraflores
sea bautizada con el nombre dequien fuera una de las inte1igen-
56
das que más adelan te y másadentro llevÓ la aventura denuestra profesión a la práctica:Nos referimos al Ing. GEORGECYRUS BUNKER.
Concluimos esta participaciónnuestra solicitando que el rigorcientífico que motivó las gigan-tescas hazañas de Gorgas yBunker en el campo del sanea-miento ambiental continúe vi-gente en las generaciones futu-ras. Recordemos que hombrescomo ellos escriben la verdade-ra historia de nuestro desenvol-
vimiento sociaL. Scámos sus he-rederos y hagamos lo posiblepor seguir buscando y formu-lando respuestas a través delestudio y la práctica de los pro-
blemas sanitarios de nuestrotiempo que, analizados en uncontexto global, son aqueIJoscon los que permanentementeel hombre se enfrenta.
BmLlOGRAFIA
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5. Marie D. Gorgas. Obra citada, págs. 132-133.
6. Marie D. Gorgas. Obra citada, págs. 120-123.
7. Marie D. Gorgas. Obra citada, págs. 92-110 Y 129.
8.11 Marie D. Gorgas. Obra citada, págs. 137-138 y 139.
12,13. Henry Welles Durham. "Preüminary Municipal Engieering in Panamá." "PaperNo. 5. Panama Canal Municipal Engineering Division". Panama Canal Library, págs.117-127. Goethals Papers.
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Franklin Institute of the State of Pennsylvania 1915. (Abstract of a Paper presented
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44. George e. Bunker. Obra citada, págs. 55 y 75.
45. Clinton, Weston and Bogert (Consulting Engieers) "Waterworks Handbook" 1927Me Graw-Hil Book Co., Inc., New York, U.S.A., págs. 723-725. Slow Filtration pág.708, Rapid Sand Filtration, pág. 735.
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57
47. George e. Bunker, Ingeniero Sanitario. "Estudio sobre los Filtros de Miraflores. Pro-cesos Físicos y Químicos de Purificación del Agua suministrada a la Ciudad de Pana~má y a la Zona del Canal". Revista La Salle. Talleres Gráficos, 1928, Panamá, Repú-blica de Panamá, págs. 1-16.
48. Gemge C. Bunker. Obra citada (1936), págs. 60-61.
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51. George e. Bunker. Obra citada Marzo 1936, págs. 55-60.
52. George C. Bunker. Obra citada Marzo 1936, págs. 48-49.
53. Herbert C. Clark, M.O. "Thc Distribution and Complications o/" Ameabic DyscntcryFound in 186 Post Mortem Examinatioiis". Proceediiigs of Intcrnatioiial Conference OnHea1th Problems in Tropical America. 1924; U.S.A., pág. 315, United Fruit Co.,Baston, Mass.
54. Dr. Ceferina Sánchez, Ph. D. Laboratorio Conmemorativo Gorgas, Suplemento de la
Revista Lotería No. 222 y 223, Agosto-Septiembre 1974.
55. Di. Pedro Galindo V., Ph. D. "EcologÍa de la Fiebre Amarila en Centro América".Revista Médica de Panama, VoL. 4 No. 3, Septiembre 1979, págs. 143- i 45.
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58
en la altura del agua y el con-
tenido salino.El término común de man-
glar tiene una perfecta equiva-
lencia ecológica y representa
una formación arbustiva- arbóreaque ocupa densamente los lito-rales tropicales de costas bajas
y estuarios bañados, alcanzan~
do su mayor vigor en las orillasde lagunas costeras, bahlas y gol-fos protegidos, estuarios donde elagua de mar se mezcla con elagua dulce. Ocupa un suelo planoy fangoso parcialmentc invadido
por aguas relativamente tranqui-las y saladas, pero pueden ser
también salobres o dulces cn lasuperficie cuando hay una capade agua salada a poca profundi-
dad. Las costas rocosas o areno-
sas sometidas a fuertes oleajesdecididamente no son aptas pa-ra los manglares (3,4, 13).
Algunos autores hacen laanotación de que los manglares
no deben considerarse como pan~tanos en el scntido estricto de lapalabra, porque aunque estánparcial o totalmente anegados,
en ellos el drenaje no está impe-dido.
Las principales caractcrÍsticas
ecotípicas de las especies de man-glares son:
1. Hojas gruesas, coriáceas o car-nosas, a veces con glándulas.
2. Raíces zancudas (sostcn) y/oneumatóforos (raíces respira~torias ).
3. La frecuente viviparidad de susfru tos.
60
4. Alto potencial osmótico en sustejidos.
5, Las semillas son excelentes na-dadoras y pueden permanecer
por tiempo considerable enagua salada sin perder su capa-
cidad germinativa, lo que faci-lita su propagaeión (4).Los manglares rcpresentan uno
de los casos más sobresalientes deconvergencia: una fisonomía se-mejante entre especies distintasque se desarrollan en habitatssimilares.
Distribución Geográfica
Las asociaciones de manglares
se extienden como un cinturónintertropical a lo largo delecuador, cubriendo un 75 % de
las costas entre 25° N Y 250 S delatitud. Los límites septentriona-les exactos puedcn establecerscen el sur del Japón, Golfo de
Acquaba (Mar Rojo), Florida yBermudas; mientras que el llmi-te meridional se encuentra alnorte de Nueva Zelandia, Nataly en América hasta la latitud de30 28'S en el Pacífico (N artedel Perú) y 280 20'S en el Atlán-tico (Florianópolis cn Brasil) (9).La posible causa de desigualdad
en Suramérica sería el ascenso dela corriente frla de Humboldtque recorre la costa occidental yhace difícil el desarrollo de árbo-les tropicales.
Una limitación en la distribu-ción de los manglares se halla im-puesta por sus exigencias edáfi-cas: Requiere suelo plano y fan-goso, y el barro difícilmente se
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forma en playas arenosas; presu-pone además rocas gran ític as
"in situ" o en el interior que
aporten por meteorización o porerosión los elementos pedogené-
tIcos para formar un barro máso menos azulado; donde hayareniscas "in situ" o en el inte-rior, la formación de los mangla-res no podrá efectuarse o se re-ducirá a unos cuantos sin Uegar
al climax (13).
La distribución de los mangla-
res también está afectada por latemperatura con una mínima nomenor de 200 C y una variación alo largo del año de 50 C comomáximo; además, se requieren lapresencia de aluvión fino (carác-
ter común en estuarios y deltas)y playas o áreas libres de oleajesfuertes. Otra condición especial
es que se desarroUan mejor enzonas de alta precipitación, espe-cialmente si éstas se distribuyende manera bastante uniforme alo largo del año aunque a esterespecto algunos autores esta-blecen que el manglar no depen-de de las precipitaciones atmos-féricas porque dispone de aguaedáfica en cantidades suficientes(9).
Las precipitaciones actúan másque nada en forma indirecta so-bre el manglar a través de su in-fluencia sobre el suelo: los ríos
arrastran hacia el mar durante to-do el año grandes cantidades de
agua cargada con partículas finasdel suelo (arcila), materia orgá-
nica, etc., formando en los estua-rios y deltas suelos cenagosos en
62
forma continua muy aptos parael establecimiento de los mangla-
res. Además, las lluvias lavanconstantemente las sales de la su-perficie del suelo, evitando con-centraciones excesivas aún paralos manglares.
Algunos investigadores dividenel área actual de dispersión de losmanglares en 2 grandes zonas: laoriental, que abarca la costa
Este de Africa y las costas de Pa-kistán, India, Birmania, Malasia,
Tailandia, siguiendo por las islashasta Australia; la occidental,
que comprende las costas deAmérica y sus islas del Caribe yla costa Oeste de Africa. En lascostas de Asia adquieren grandesarrollo en exuberancia y ri-queza florística, y por esoPynaert estima que ese ha sidosu centro de dispersión (9,12).
Suelos
El suelo del manglar es uncieno más o menos pegajoso dehasta varios metros de profundi-dad, formado por la deposición
de partículas de arcila, limo,materias orgánicas, etc., más omenos salino de acuerdo a la in-fluencia de las mareas, fangoso ohasta pantanoso. Abundan gra-nos dispersos de arena, el barrono dispone de textura alg"iina, ycomo está anegado, la aeraciónes pobre, y por lo tanto la des-
composición del material orgá-nica está a cargo de bacterias
anaeróbicas (8, 28). El mal olor
típico que se desprende del suelose debe precisamente a las gran-
des cantidades de H2S que pro-ducen tales bacterias en el pro-ceso de humificación.
El color del suelo varla des-
de el negro hasta el gris negrz-co o gris azulado, con la super-
ficie recubierta a menudo poruna capa de agua marrón-negrz-ca, donde hay algas, ramas yhojas en diversas etapas de des-
composición, y cuya profundi-dad cambia con la marea, la cre-ciente de rlos y arroyos y las
lluvias (9,15).
El lodo asociado a Rhizophoraes muy fibroso por la gran canti-dad de raicillas en estado de se-midescomposición que formanuna red tupida; además, este lo-do fibroso tiene un mayor con-tenido de sulfuros oxidables, de
nitrógeno y fósforo.
Según Gledhil, los perfiles yanálisis del fango desde la zonade Rhizophora al suelo de pas-toreo adyacente muestra corre-laciones muy definidas entre lavegetación y el suelo: El cambiomás obvio en la superficie sedebe a la acumulación de sedi-mentos; hay baja proporciónde materia orgánica en el suelode pastoreo, la que se va incre-mentando hasta llegar al lodoasociado a Rhizophora; lalixiviación deja un horizonte su-perior rico en azufre, donde la
acción anaeróbica de las bacte-rias acumula H2S; si este subs-trato se expone y se seca, se tor-na ácido por la formación de
ácido sulfúrico (13).
Especies existentes en Panamá(5, 10, 14, 18,24,33)
La flora de Panamá reportapara el istmo la existencia de
9 especies de manglares repar-
tidas en 4 familias así:
F.: Rhizophoraceae
Rhizophora mangle, L_: Esun árbol de hasta 25 metrosde altura, aunque hay ejempla-res de menor talla; posee pocasflores por in florescencia (2-6);comúnmente se le llama man-gle rojo y mangle gateador.Rhizophora samoensis(Hochr.) Salvoza: Es un arbus-to de hasta 5 metros de alturacon muchas raíces aéreas contendencia a alcanzar el suelo;se puede confundir con losejemplares de menor talla deR. mangle, pero tiene floresmás pequeñas. Comúnmentese le llama mangle gateador ymangle rojo.
Rhizophora brevistyla, Salvo-za: Es un árbol de gran tallacon raíces zancudas gresas y
prominentes; se puede confun-dir con los ejemplares de ma-
yor talla de R. mangle, pero
tiene un embrión de menor ta-maño y muchas flores por in-florescencia (1 0-5 O).
Estas 3 especies de mangles secaracterizan por tener viviparidad
en el fruto.
F.: Combretaceae
Laguncularia racemosa,Gaertn: Es un árbol de hasta
63
20 metros de altura con raícesnormales y neumotóforos depoco desarrollo y no siempre
presentes; el fruto es pequeño,aplastado y no tiene vivipari-dad sino una semi-viviparidad,ya que los frutos caidos se de-sarrollan rápidamente; tam-bién se caracterizan por sus
pecíolo s rojizos con un parde glándulas cerca a la base
de la hoja. Comúnmente se lellama mangle blanco y mari~
quita.
Conacarpus erectus, L.: Arbolde hasta 15-20 metros de al-tura, aunque puede ser un ar-busto achaparrado, especial-mente si el terreno es arenosoa gran profundidad y es azo-tado por fuertes vientos. Vege-
tativamente se reconoce por-
que las flores están agrpadasen cabezuelas floríferas y losfrutos son similares a un conode pino. Algunos autores dicenque este género no es un man-gle verdadero, ya que no pre-senta raíces adaptadas o mo-dificadas y es una especie ne-
tamente marginaL. Entre susnombres vemaculares tene-mos~ mangle botón, manglepiñuelo y botoncilo.
F.: TheaceaePellcIera rhizophorae, Triana
& Planchon: Son árboles dehasta 10-15 metros de altura;la base del tronco es ancha conmuchos contrafuertes forma-dos por raíces fuIcrantes uni-das; las flores son t,'l-andes,
64
vistosas y pocas; los frutos sonchocolates y grandes (9-10cm
de largo); no presentan vivipa-ridad. Comúnmente se les lla-ma mangle piña, pata de santoy palo de saL.
F.: Avicenniaceae
Avicennia germinans, (L.), L.:Arbustos erectos o achaparra-
dos o árboles rectos de 12-14
metros de altura; presentanuna gran cantidad de neuma-tóforos en forma de pincel yque sobresalen de la lama; aveces los presenta también enla base del tronco; las floresson sésiles y muy pequeñas;el fruto es romboideo, con de-sarrollo embriónico antes de lacalda.
AvIcennia bIcolor, Standley:Difiere del anterior en que
tiene hojas de elípticas aelípticas-ovadas con el haz
verde y el envés chocolatoso;
la in florescencia es una pa-nÍcula muy ramificada conlas flores algo más separadas.
Avicennia tonduzii, Moldenke:Es bastante similar a A. ger-
minans, diferenciándose sobre
todo en caracteres de la flor.Entre los nombres comunes
del género Avicennia tenemos:
mangle blanco, mangle negro ymangle salado.
Dos aspectos sobresalientes enlos manglares son la viviparidady los medios de dispersión: Laviviparidad, según Font-Quer,
se le aplica a las plantas cuyos
embriones no pasan por un pe-
ríodo de reposo en la semila,sino que continúan su desa-rrollo mientras la semila está
aún adherida a la planta, des-prendiéndose en una etapa muyavanzada de desarrollo. Aqulrealmente no se formaría unasemila verdadera porque falta-ría la fase de vida latente. Las
plántulas tienen una gran capa-
cidad para mantener por tiemporelativamente largo su vitalidad ygeneralmente cuando caen en elagua flotan en su mayoría; sólo
alrededor del 5 % se hunde en elfango.
Zonificación de las especies (3, 6,9, 13,25,26)
Los manglares, a pesar de suhomogeneidad, no son comuni-dades climax porque son muydinámicas y cambiantes ya seatanto en el aspecto florlsticocomo faunístico. Dentro de cadamanglar hay una serie de agr-paciones arbóreas cada una consu microhabitat definido y di-ferente al de los demás.
La zonificación evidentemen-
te es independiente de si hay unaorila más o menos plana con unmanglar extenso o si es una ori-lla abrupta con un pequeño cin-turón de mangles. Generalmente
se considera que son 4 factoresprincipales los que controlan lazonificación, pero se recomiendaque su importancia individual de-be ser determinada por cada re-gión:
1. Las mareas: Operan indirecta-mente controlando la profun-didad de la tabla de agua, lasalinidad del suelo y del agua;
actúan directamente sobre lasplántulas que se establecen,
depositando a veces muchassales sobre las hojas; además,
el vaivén de las mareas ejerceefecto puramente mecánicosobre las plántulas muy jóve-nes.
2. Tipo de suelo: Opera indirec-tamente determinando el gra-do de aeración, del suelo, elmòvimiento de la tabla deagua y el drenaje.
3. Contenido salino del agua ydel suelo: Este factor tieneque ser considerado en rela-ción a la tolerancia salina de
las especies o su capacidad pa-ra controlar la absorción de
sales o remover su exceso através de glándulas especializa-das.
4. Luz: La cantidad de luz queincide sobre un área es impor-
tante para el establecimiento
de las plántulas y el crecimien-to de especies que la requieren.En los estuarios y deltas el ha-
bitat es afectado, además, por elrégimen de a~a de los rlos yquebradas y los sedimentos que
arastran; esto nos indica varia-ciones en las sucesiones entre laszonas costeras y las ribereñas.
Generalmente se considera algénero Rhizophora como pione-ro; ocupa las regiones costeras
sobre suelos apenas formados o
65
aún en formación que caslsiempre están debajo del agua
y son tan blandos que cualquiera
persona se hunde con facilidad;es difícil caminar en ellos debidoal desarrollo enorme de las raícesy neumatóforos; estos mangles
pioneros terminan hacia marabierto casi siempre de modoabrupto. AqUÍ abundan sobretodo R. samoensis y R. mangle
(especie arbustiva). La tendenciade estas especies es ir formandosuelo poco a poco por precipita-ción de partlculas al chocar conlas raíces.
Detrás de esta franja arbustivase desarrollan los tipos arbóreos
de R. mangle y R. brevistyla, conaltura de 20-25 metros; el sueloes algo más elevado y compacto,pero aún está influido directa-mente por las mareas; es difícilcaminar por el sistema intrinca-do de ralces.
En la siguiente franja aparecenespecies de Avieennia y Laguncu-lara, con una gran cantidad de
neumatóforos y sin raíces ful-crantes; aqul el suelo es más
compacto, bañado sobre todopor aguajes y no sometido ainundaciones permanentes; gene-
ralmente la primera especie esmás tolerante a la salinidad y acambios en ella. En esta franjatambién se localiza la especiePellciera rhizophorae, aunque aveces medra en substratos rocososen asocio con R. brcvistyla y ensuelos con algo de inundación
permanente donde desarroUan
grandes contrafuertes. Esto nos66
indica que probablemente la dis-tribución de Pellciera está influi-da más que nada por la salinidad.
La última franja del manglar laconforman arbustos o árboles pe~queños de Conocarpus erectus ensuelos relativamente secos y al-tos, a veces parcial o totalmentearenosos; ocupa un lugar inter-medio entre la flora halófita y lano halófita, mezclándose a veces
con plantas de las formaciones
adyacentes.En otras palabras, el manglar
alberga una vegetación bastanteheterogénea no sólo en el espacioque ocupa, sino también quecambia en el tiempo, en tránsitohacia el climax o de regreso de
éste. Esta inestabilidad se debe alhecho de que las condiciones am-bientales también lo son, y a la
tendencia del manglar a mar-char mar adentro y conquistarnuevos sitios, por lo que las con-diciones de las zonas interiores sealteran y provocan los cambios
de vegetación.
Flora asociada a los manglares
La vegetación de los manglarescomprende a familias de pl-antascon flores no todas relacionadas
entre sÍ, con unas pocas pteridó-fitas, algas y hongos. Entre ellaspodemos mencionar a represen-tantes de las Rubiaceae, Acan-
thaceae, Bignoniaceae, Legumi-
nosae, Rhamnaceae, Palmae yMeliaceae, que forman parte delmismo manglar. A algunos se lesconsidera mangles verdaderos y aotros no, pero se caracterizan por
tener todos o algunos de los ca-racteres ecotípicos de un mangleverdadero (4,9). Tanto en losmangles como en la vegetaciónasociada es frecuente encontrar
epífitas representadas principal-mente por miembros de las Bro-meliaceae y de las Orchidaceae.
Es necesario mencionar unaLeguminosae que abunda en Pa-namá y que se localiza dentro delos manglares en terreno algo com-pacto, en asocio con Avicennia,
Laguncularia y Pellciera y es elalcornoque, Mora oleifera: Es unárbol de hasta 45 metros de al-tura con grandes contrafuertes enla base y un fruto grande que
posee una de las semillas más vo-luminosas entre las Dicotiledó-neas (30).
Hay también miembros perifé-ricos, los que podemos agruparen 2 amplias categorías: espccies
de amplia distribución que me-dran en muchos lugares del man-glar, tales como el helecho negrajorra (Acrostichm sp.); el papode playa, (Hibiscus tiliaceaus) yel manzanila (Hippomane man-cinella) que son pan tropicales;otras como Barringtonia racemo-sa del Indo-PacÍfico que es regio-nal; otras como Lepiniopsis trilo-culars de las Islas Carolinas y Cos-
mibuena gorgonensis de Colom-bia son muy restringidas (9,12).
Las especies de amplia distri-bución pueden ser herbáceas omuy pequeñas y las encontramossólo en lugares abiertos y entrela vegetación marginal; podemosmencionar a Paspalum distichum,
Philoxerus vermincularis y Phylanodiflora.
Hay algunas especies que sepueden presentar accidentalmen-te, o estar muy localizadas o scr
poco frecuentes, y a las cuales csdiflcil asignar un papel; entre és-tas podemos mencionar a Pem-phis acidula, Sporobolus virgi-nicus, Barringtonia asiatica y Bo-rrichia arborescens (9),
La flora marginal no es unifor-me en extensión, gradiente ocomposición floral, pero tiene encomún algunos caracteres halófi-tos. Las familias que más abun-dan son: Gramincae (Paspalumvaginatum, Panicum frondescens,Sporobolus virginicus, Eleoeharissp.); Leguminosae (Pterocarpusofficinalis, Caesalpinea crista,t'rosopis juliflora, Prioria copaife-ra, Cassia sp.); Bignoniaceae (Ta-bebuia palustris, Phrygaocydiaphellosperma, Arrabidaea cara-Uina); Cyperaceae (Cyperus sp.);Amaranthaceac (Alternantheramartima); Apocynaceae (Rhab-dadenia biflora); Hydrocharita-
ceae (Halophyla sp.); Batidaceae(Batis martima); Acanthaceae
(Bravaisia sp.) (13,27,30,31).Muchas plantas de estas familiasson en realidad de tierra firme,pero invaden en forma ocasio-nal el manglar.
Asociados a los manglares tam-bién encontramos hongos mari-nos y terrestres pertenecientes alas clases Ascomycetes, Deute-
romycetes, Basidiomycetes y My-xomycetes. La mayorla de lasespecies de hongos marinos no
67
están restringidas a un substrato,pero se han encontrado varios so-lamente en raíces () tallos de Avi-cennia o Rhizophora vivientes,los que parecen ser hospederos
específicos; en el primero encon-tramos a Leptosphaeria avIcenniae
y Mycosphaerella pneumatopho-rae; en el se¡"Timdo a Didymos-
phaeria rhiziphorae, Keissleriellablepharospora, Trematosphaeramangrovis y Cytosphora sp. Loshongos terrestres viven en laspartes superiores sobre el niveldel agua, siendo la mayoría pa-
rásitos vivos de hojas con unospocos que viven en la madera (16).
Importancia de los Manglares
En muchos países se han des-truido áreas considerables de
manglares como resultado delincremento industrial y urbanls-tico; así en las Filipinas se han
hecho muchos claros en los man-glares para construir estanques depeces; alrededor de Singapur se
han perdido muchos cediendo elpaso a proyectos de relleno y enVietnam han sido rociados conherbicidas a los que parecen sermuy sensibles.
Los beneficios directos e indi-rectos de los manglares comien-
zan a ser reconocidos. Se ha esti-mado que las hojas caidas delmangle rojo proveen la mitad delos nutrientes que sustentan la
cadena alimenticia de peces ymoluscos de valor comercial enlas costas de Florida. Como ha-bitat, sustentan una inmensa va-
riedad de vida silvestre que inclu-ye especies terrestres, marinas y
68
anìibias; abundan los can¡"TJejos,
caracoles y conchas, los que vi-ven en el lodo alrededor de raíces
y troncos; las ostras y balanos
compiten por espacio en lasraíces, otros trepan por raíces y
troncos; gusanos como los Poly-chaetes y Nemátodos formanparte de la fauna del cieno ayu-
dando a desintegrar detritus(2,20,22,23).
Los manglares también danabrigo, temporal o permanente, aun gran número de aves, inclu-yendo garzas, cormoranes y pa-tos, así como también a coco-drilos, iguanas y mapaches. Loszorros voladores australianos co-men frutos de mangles y usanlos árboles más altos como si-tio de descanso (1, 2). Tambiénen Chiriqul (29) se ha encontra-
do que los manglares y esterosdan abrigo y/o alimentación tem-
poral o permanente a muchosgrupos de animales entre los queestán pelecypodos, gasterópodos,cangrejos, camarones, peces, anfi-bios, rep tilcs, aves, mamíferos,etc. Los pelecypodos más impor-tantes son: la pata de burro, laconcha prieta (Arcidae) y la al-meja de lodo (Corbiculidae). Losgasterópodos más comunes son:los cuernos (Potamidae), las ta-chuelas (Littorinidae), el caracolliso (Melampidae) etc. Entre losreptiles están las tortugas
(Emydae), la iguana negra (lgua-nidae), boas (Boidae), bejuquilas
(Colubridae), caimanes (Allgato-ridae), cocodrilos (Crocodilidae),etc. Entre las aves están las garzas
(Ardeidae), loros y pericos (Psi-tacidae), gavilanes (Accipítidae),carpinteros (Picidae), etc. Es fre-cuente encontrar mamíferos co-
mo murciélagos (Emballonuri-dae), monos (Cebidae), mapaches(Prosionidae). En algunas desem-bocaduras es corriente ver delfi-nes.
La vegetación de los manglaresprovee en muchos sitios un buenabrigo a embarcaciones contrafuertes tormentas; en otros luga-
res atenúa el impacto del agua
que rompe contra las costas enlas tormentas ciclónicas; menosespectacular es la protección con-tra la erosión que da a las playasy orilas de islas y continentes
a largo plazo, aunque algunas
veces su presencia sería de mu-cha importancia principalmen-te en sitios deforestados o de
oleajes fuertes (19). Como ejem-plo podemos citar la situaciónexistente en las playas de San
Lorenzo, donde el fuerte oleajese ha llevado una gran porciónde la costa constituida porsuelos arcilosos dejando en laactualidad, un gran barrancoy un islote. En esta misma pla-ya, en el sector que presenta
un exuberante manglar, la violen-cia del mar se combina princi-palmente con pequeñas rocassueltas y carapachos de molus-
cos con los cuales golpean fuerte-mente, a las raíces y a las partesinferiores de los troncos. Esto
trae como consecuencia el des-prendimiento de la corteza y enmuchos casos, por efecto de laconstancia, ciertas raíces se
quiebran. Al final la plantamuere y cae dejando al substratocon menos protección, lo quefacilta la acción erosiva del
fuerte oleaje de la zona.
Los manglares ayudan en elcurso de miles de años a la re-cuperación natural de tierras;al subir el nivel del fango, los
manglares se moverán progre-sivamente hacia el mar, luego
el substrato se solidifica y es
habitado por especies terres-tres tanto de plantas como deanimales.
En términos globales se co-noce poco de la relación entremanglares y peces, pero haymuchísimas razones para esta-blecer en forma definitiva, queuna gran variedad de pecesmarinos comestibles dependende la vegetación existente en losfabulosos manglares, ya sea pa-
ra alimentación o para abrigo en
algunas etapas de sus ciclos vita-les. Se ha calculado que en unmanglar caen alrededor de trestoneladas de hojas secas poracre al año; éstas se descompo-
nen por la' acción de bacteriasy hongos, transformándose en
detritus, el cual, junto con otrosmateriales orgánicos es arrastra-do por las corrientes que entranal pantano. Los nutrientes libera-dos contribuyen al desarrollo deuna capa viscosa de diatoméas
y algas verde-azul en la superfi-cie. Estas algas microscópicas sonalimento de varias especies de pe-ces jóvenes, además de muchosotros or~anismos, los que a su
69
vez son fuente alimenticia deotros organismos mayores. Ade~
más, sobre fragmcntos foliares sedesarrollan cultivos bacteriales
que forman una fuente proteicaimportante para los comedores
de detritus incluyendo salmone-
tes (2).
Ciertas especies de camaronesdependen de los manglares parasu protección durante sus etapasjuveniles; éstas incluyen especies
de Penaeus y la mayoría de lasespecies del género metapcnaeus,aunque éstos últimos pueden me-drar en lagunas luego que el man-glar ha sido removido. Otras es-pecies de Penaeus pasan su pe-
ríodo juvenil entre los campos
de "hierbas marinas" que cstán alfrente de los manglares. Muchospeces comercialmente importan-tes usan las vías de agua existen-tes en los manglares como vive-ros, este es el caso de especies
pertenecientes a los géneros Cha-
nos, Mugil, Hilsa, y Pomadasya.(17).
Se ha demostrado (10) que losmanglares y estuarios de la Bahíade Panamá constituyen sitios decrianza natural para juveniles de
camarones Penaeus, Trachype-naeus, y de los peces Mugil, Euci-
nostomus, Lutjanus, Micropogon,Anchoa y Galeichthys. En lasaguas marinas ubicadas al fren-te de los manglares, donde tam-
bién llegan los nutrientes de és-
tos, se ha encontrado Xiphope-naeus, Protachypene y Ceten-
graulis. Todos estos grpos sonde importancia capital puesto
70
que son los constituyentes mayo-ritarios de la industria de la pes-
qucría en el Pacífico de Panamá.Otra importancia de los man-
glares es la que se deriva de susposibles usos; así tcnemos que lamadera de algunos géneros demangles se utilizan en las cons-trucciones de edificios, en la ela-boración de embarcaciones o almenos en su cubierta, tambiéncomo durmientes, postes en lascercas. Son materia prima paracarbón o como leña. De la cor-teza y hojas se extraen taninos
de gran utilidad en la industriade curtiembre de pieL. Mediante
análisis cientlficos se ha encon-trado que la corteza de Rhizo-
phora contiene un 23.92 % de ta-nino, la de Avicenia 12 %, la de
Laguncularia de lOa 1 7 % Y lade Conocarpus hasta i 6 %. Sehan usado cocimientos de la cor-teza de Rhizophora para curarflujos, diarrcas. hemorragias ytambién con la esperanza de cu-rar la lepra, la elefantiasis y la
tuberculosis. En El Salvador seemplea la resina gomosa que exu-da el tronco, como remedio paraafecciones de la garganta y en laIndia se cree que las raíces de
Avieennia tienen propiedades
afn?disiacas(9, 29, 32).
Plagas y enfermedades
La literatura establece que losmanglares tienen pocos enemigosnaturales, de modo que los dañoscausados por las plantas superio-res, hongos, bacterias, insectos yotros animales son de poca im-
portancia práctica. Hay algunas
excepciones; podemos mencionarel helecho negra jorra, el que
puede causar inconvenientes se-rios para la regeneración natural
y artificial; este helecho formaparte de la flora de muchos man-glares, pero cuando hay elimina-ción parcial o completa de la ma-sa arbórea, cubre los suelos des-
nudos rápidamente impidiendo larepoblación de los manglares; es-to se puede combatir evitandohacer claros de gran extensión,
ya que este helecho es una plan-ta extremadamente heliófia queno se desarrolla en gran escala
con poca luz.
En Panamá se ha observadoque ciertas especies de mangles,
especifícamente Rhizophora bre-vistyla y Avicennia bicolor, son
atacados a veces por termitas, losque ahuecan el tronco, aceleran-do a veces la caída del árboL. Es
raro encontrar matapalo (Loran-
thaceae); sólo lo hemos obser-
vado en algunos ejemplares deLagunculana racemosa.
Los cangrejos son los unicosanimales que verdaderamentecausan daño en las plantas jóve-nes al cortarlas, pero a su vez
son también útiles porque re-mueven los suelos y mejoranasí la aeración deficiente.
La repoblación se puede efec-tuar por los residuos de las ex-
plotaciones, ya que este materiales removido por las mareas,causando daños mecánicos en losbrinzales todavía débiles.
Trabajos realizados en mangla-
res de Florida han asociado di-
ferentes daños en el follaje con6 especies de insectos herbívo-
ros; se encontró que Ecdytolophasp. en estado larval dentro de las
yemas terminales hacía abortar eldespliegue del par de hojas;Phocides pigmalon (saltador demanglar) construye nidos sobre
las hojas, la larva circunscribe la
alimentación a su vecindad, apa-reciendo las hojas festoneadas;
Alarodia slossoniae es una orugaverdosa que se come las hojas delmangle en forma transversal, co-menzando por el ápice; Autome-ris io en el desarrollo lafVal per-
manece y come en grpos y semueve de un lugar a otro en lar-gas fias, pero al crecer actúa másindependientemen te ;destruye pri-mero el ápice y luego ambos la-dos de la vena principal; Megao-pyge opercularis hace cortes Ion-gitudinales largos en los bordesde las hojas; Poecilips rhizophoraees un escarabajo que ataca las"semillas" vivÍperas del mangle
rojo cuando están aún en la plan-ta madre, haciendo galerías don-
de vive. En la desembocadura delRío ChiriquÍ y en los manglaresde la isla Toro hemos visto "se-milas" de Rhizophora comidasen ciertas partes tal vez por insec-tos.
Las partes sumergidas de algu-nos mangles están sujetas a de-terioro por parte de hongos, ya
sea corteza o madera; a este res-pecto se ha encontrado que la
corteza sufre menos degrada-
7l
Clan que la madera y además al-berga menor número de especiesde hongos (16).
Otra plaga que se cierne sobrelos manglares es la acción delhombre que se puede vislumbrarasí:
a. Su contaminación, y por su-puesto, su lenta y segura desa-
parición por efecto de metales
pesados liberados al mar porlas industrias qulmicas situa-das en las zonas costeras, porinsecticidas o productos quí-micos agrícolas (21).
b. La tala, que al incrementarse
acabará con las reservas natu-rales de mangles (7,21).
Con respecto a estos 2 puntostenemos la situación en PuertoRico donde de las 30,000 hectá-reas iniciales de manglares handesaparecido 20,000 en 30 años,
estando destinadas a desaparecer
72
las restantes en los próximos 10años a causa del desarrollo urba-nístico e industrial; en Bangla-
desh, país cuyos ecólogos atribu-yen las inundaciones catrastófi-cas a la desaparición completa delos manglares causad~ por talasindiscriminadas: en el N arte deAustralia, donde el estableci-miento de una refinería de pe-tróleo unida a una campaña in-terna de exterminación de mos-
quitos usando insecticidas handiezmado la casi totalidad de losmanglares; en el caso de la des-trucción irreversible de 75,000hectáreas de manglares en Viet-nam del Sur por efectos de de-foliadores químicos.
Esta destrucción extensivacausada por el desarrollo indus-trial comercial y residencial tieneimplicaciones directas sobre laecología propia y de regiones
circundantes (9,21).
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76
Monog rafÛi
,JJ e, (C CC Jl ir IR IPCC W& IR Ji\ §
"Debe buscarse otro camino para transformar el sistema con un gran sentido de eficien-cia económica y equidad distributiva, y a la vez de respeto y afianzamiento progresivo delos principios esenciaes del liberalo democrático. Ello exige cambios en las estructuras
de poder...Pero en qué consiste la transformación del sistema..?
Raúl Prebisch
(Estructura Socioeconómica y crisis del sistema.Reflexiones al cumplirse nuestros primeros treinta años.Revista de la CEPAL, Segundo Semestre de 1978,)
1. Un Abismo de Miserias;
Hace siete años, en la Convo-
catoria Anual del año 1973,Robert McNamara, Presidentedel Banco Mundial, al concurrira la ciudad de Nairobi, en el Con-tinente Africano, pronunció undiscurso, a manera de adverten-cia, cuyos planteamientos provo-caron un estado de escepticismo
en todas las latitudes de la tierra.Las palabras de McNamara,
mucho antes de que empezaran
asen tirse los efectos de la actualcrisis econlimica, tenían la vali-dez de un vaticinio, pero eIl esafecha, a pesar de todo, fueron
muy pocos los que comprendie-r~m la magnitud de sus predic-ciones.
"La proyección de que 600 milones de
personas vivirán en la pobreza absoluta
en el año 2000 significa una ausenciade progreso en los últimos anos restan-tes del siglo; la reducción de la pobrezaabsoluta en cualquier pais, depende del
aumento básico de los productos agro-pecuaios y del crecimiento demogá,fico."
Tras varios aÌlos sucesivos de
insistir en los mismos argumen-tos, en la Asamblea Anual, con-vocada en la ciudacl de BeIgrado
(Yugoeslavia), McNamara cnfati.za en actitud de alarma en el
año 1979, en lo que cl ha de-
77
nominado una y otra vez, la po-breza absoluta, y de la cual al pa-recer no tenemos plena concien-
cia todavía.En su intervención de Bel~iia-
do, McNamara señala que losdilemas más críticos para laspróximas décadas del siglo XX,pueden concretarse en los si-guientes puntos básicos:
1. Los problemas de la explosióndemográfica
2. Los problemas del desempleo3. Los problemas de la creciente
escasez de alimentos
4. Los problemas de la pobrezaabsolutay para citar al propio McNa-
mara afirmamos:"Todos estos problemas tienen relaciónentre sí, pero nuestr experiencia con
ellos empieza a revelar que las medidastomadas en el pasado no van a sersuficientes en los decenios venideros. Locierto es que va a ser necesaio efectuarcambios estrcturaes de enorme magni-
tud, si es que hemos de hacer algún
progres sigifcativo hacia la solución
de esos problemas.. "
Socioeconómica y Crisis del Sis-tema (*), considera que uno delos problemas más graves de lospueblos en vías de desarrollo esprovocado por la miwaciÓn tu-ral y la concentración humana enlas ciudades, que crean de in~
mediato una serie de conflctossociales entre los diferentes es-
tratos econ()micos, sobre todo
por aquellos que tienen una bajaparticipaciÓn en el ingreso nacio-
nal.y de acuerdo al informe de
Prebisch: "La magnitud de la po-breza desde principios de esta dé-cada indica que, con importan-
tes diferencias entre países, la re-
gión en su conjunto registra un40 % de familias afectadas por si-tuaciones de extrema pobreza yque casi la mitad de éstas puedenconsiderarse indigentes, Todoello tiende a provocar una socie-
dad antagónica, con grandes di-ferenci"s sociales por una desi~
gualdad distribución del creci~miento... "
Nuestros vecinos más proXl-mas, al inicio de la década del
1980, son víctimas de una Gue-
rra Civil, en donde las fuerzas
armadas han jugado un papelcomprometido con el statuquo, sin comprender la de-manda de cambios estructura~les que se hacen necesarios pa-
ra establecer una sociedadmás justa, en la búsqueda de unamejor distribución de los bene-
ficios sociales.
En la fecha de hoy, los países
más pobres del mundo, entre losque no podemos excluir a lospueblos hispanoamericanos, em-
piezan a sufrir cada día más los
efectos de los vatIcinios de Ro-bert McNamara, que se traducenen una serie de violentos choquespolí tIcos.
Raúl Prebisch que ha venido
estudiando el problema por algo
más de treinta años, en un re-ciente ensayo titulado Estructura Panamá, tal vez como ningún(*) Revista de La Cepa!, Abri! de 1980. Comisión Económica para América Latina. Santia-
go de Chile, Agosto de 1980.
78
otro país de nuestros litorales,ha venido realizando en las últi-mas décadas, un esfuerzo que seadelanta a los días por venir, ycuyo afán no podemos desco-nocer.
Ese esfuerzo se traduce en eldeseo de crear nuevas fuentes de
trabajo en las áreas rurales, y unclima de equilibrio en las masas
trabajadoras de los sectores urba-nos.
Una multiplicidad de entida-des estatales están coadyuvandoen esta tarea, que conlleva la rea-lización de Planes Viales, Progra-
mas de Electrificación; instala-ción de empresas estatales dcproducción, pero de igual mane-
ra una intensa labor de legisla-ción, que aspira a conceder al tra-bajador mejores condiciones de
vida,Panamá construye como en
ningún otro período de su histo-ria, caminos rurales, nuevos plan-teles escolares que han de incidiren la vida económica del hombredel campo.
Dentro de esos planes, tienenprioridad los servcios sociales,agua potable y servicios médicosen las más apartadas zonas rura-les, y nuevos planteles escolares
que aspiran a cubrir todo el te-rritorio nacional.
Para el año 1980, y tal co-mo se desprende del Informe delBanco Mundial, Panamá señala suinterés en renovar plantaciones
de café, cacao, banano, palmas
oleaginosas y otros cultivos tro-picales.
Dentro de esa política de in-versiones del Estado Panameño,la obra de mayor repercusión,
corresponde al crédito bancario,que tiene por misión generar ri-queza y en cuya responsabilidadestán involucrados el Banco deDesarrollo Agropecuario, el Mi-nisterio de la Vivienda, la Caja deAhorros, pero sobre todo el Ban-co Nacional de Panamá, el cualpara el año 1980 exhibía una
cartera crediticia que se descom-pone en la siguiente forma: (Sal-dos al30 de junio de 1980).
Sado de la Cartera de 328.6 (Milones)Crédito
Agricultura 13.7Ganadería 36. iComercio 45. iIndustria 34.3Vivienda 37.5Consumo Personal 22.5InversionesGubernamentales i 39.4
y que señalan con abundan-cia de datos la preocupación delBanco Nacional por las activida-des agroindustriales.
Citamos a Luis Alberto AriasG., Gerente General del Banco
Nacional de Panamá a la sazón,en su informe presentado al Or-gano Legislativo en Octubre de1979:
"El Baco Nacon de Pan ha ten.do eø inter en que SU inveo-DeS ll0pec se dija a los peque-nos empreos del interior del país.Así, de los nuevos préstaOl, un 91 % seubica en las zona rues de la provi-ci centres y de Chiquí.ä ..
Estos programas incluyen ga-
nadería, cultivos tropicales, yespecialmente los proyectos pes-
79
hemos observado que una de lasprimeras transacciones perfeccio-nadas por el Banco Hipotecarioy Prendario de la República en elmes de Diciembre de 1904, fueun crédito ganadero autorizado
al Dr. Emiliano Ponce J aén, des-tinado a su finca ubicada en el
distrito de Antón.Posterior a esta transacción se
realizaron muchos otros créditosagrícolas y pecuarios, de los quedan fe los registros de Contabil-dad y los cuales según leemosfueron concedidos al 7 % anual
y por un plazo de diez y ochomeses."Ya para el inicio de la décàda
de) 1910 Y para ser exactos en elaño 1912, se tramitó en el yadenominado Banco Nacional dePanamá, el más importante cré-dito a largo plazo, para invertir-lo en el procesamiento industrialde la caña de azúcar, y el cualpor su monto comprometía elquinto del patrimonio originaldel Banco.
La actividad debió haber sido
tentadora, pues en el mismo pe-ríodo un consorcio de capitalis-tas norteamericanos, sin finan-ciamiento local, fundaron el In-genio de las Minas, para el cul-tivo y procesamiento de la cañade azúcar en la Provincia deColón. Por razones que descono-
cemos la empresa no prosperó.Las referencias las encontramosen la Memoria de Hacienda de1912 y de 1914.
Por referencias que hemosacumulado, en la fecha el consu-
mo nacional de azúcar era abaste-cido por la fabricación de panelaso raspaduras (miel endurecidaen pequeños bloques) que seelaboraban en las zonas rurales;sólo algunas personas privilegia-das consumían el azúcar refina-da que se importaba de Cuba.
Hemos confrontado informa-ción que nos asegura que en elinicio de la década del 1910,
en el período de mayor augede la construcción del CanalInteroceánico, muchos inversio-nistas norteamericanos iniciaroncultivos en Panamá de banano,cacao y coco, así como explo-raciones en el campo de la sil-vicul tura, en sectores como Bo-cas del Toro, Chiriquí, Colón yDarién, pero no hemos encontra-do referencia que compruebe querecibieron un financiamiento lo-cal. La referencias las encontra-
mos en las Memorias de Hacien-da de 1914 y de 1916.
3. El Ferrocarrl De Chiriquí:En el año 1913, el señor
Rodolfo Chiari, Gerente del Ban-co Nacional, sugirió al Organo
Legislativo permitiese al Bancobajo su administración, que pu-
diese realizar operaciones de lar-go plazo, de cinco, ocho y hastade diez años.
Los créditos más significativosque se conceden entonces sondestinados a la fabricación de
aguardiente de caña, para el fi-nanciamiento de la zafra azucare-ra y para la ganadería de engor-
de.
81
blica, Dr. Harmodio Arias, y suSecretario de Hacienda, EnriqueAdolfo Jiménez, asisten con ca-rácter oficial a la sesión ordina-
ria de la Junta Directiva del Ban-co Nacional de Panamá, para in-formar que la Asamblea Nacio-
nal está discutiendo una ley que
instalará en forma definitiva unaSecciÓn Agropecuaria en el Ban-co Naeional de Panamá.
En el mes de enero de 1935,el Presidente Harmodio Arias
suscribe la ley que creó dicha sec-ción en el Banco Nacional y para
la cual se destina una partida de250.000 Balboas.
El Proyecto recibe sin embar-
go tantas objeciones, que el Se-
cretario de Hacienda y Tesoro,
propone que para sufragar la ini-ciativa oficial, se emitan Accio-nes Privadas por el monto de lainversión.
En el mismo período FranklinDelano Roosevelt, Presidente delos Estados Unidos, creó el NIRA(National Industrial RecoveryAct) para promover una nueva po-lítica bancaria que incentive laproducción agropecuaria, y creade igual manera el AgricultureAdjustment Administration(AAA) para garantizar financia-miento para los agricultores.
Todas estas medidas, sin lugara dudas, son la respuesta a losefectos de la depresión económi-ca y producen gran influenciadentro de las decisiones guberna-
mentales de nuestro pals.Durante el breve intervalo de
la gestión administrativa del Pre-
84
sidente Augusto Samuel Boyd, seinaugura el Instituto Nacional deAgricultura, destinado a fomen-tar la educación de profesiona-
les de la actividad agropecuana.Para el mismo período la Ope-
ración Café continúa creciendo
en importancia, conjuntamente
con la explotación de salinas enla poblaciones de Guararé y deAguadulce, que son financiadaspor El Banco Nacional de Pana-
má.El día 16 de abril de 1941, la
Junta Directiva dei Banco Nacio-nal de Panamá instaló de maneraoficial en esta institución una
Sección de Crédito Agropecua-rio, proyecto en el que demos-
tró singular interés el Presidente
Arnulfo Arias, quien ratificódesde entonces que el Estado es-tablecería una partida deB/.250.000 para garantizar sufuncionamiento.
La Sección de Crédito Agrlco-la se convirtió más tarde en elBanco Agropecuario Industrialcreado median te la Ley 77 dejunio de 1941, que segregó es-
'tas funciones del Banco Nacio-naL.
A pesar de que la responsabi-lidad de la nueva entidad era
atender con exclusividad estatarea, el Banco Nacional de Pa-namá no descontinuó sus cré-ditos destinados a la ganadería.
6. Jiménez y El Banco De LasProvincias Centrales:En el mes de septiembre de
1946 el Presidente Enrique Adol-fo .Jiménez promulgó la Ley 35
I
~
de nuestros recursos fiscales, a todo loque tienda a intensificar el desarollode la agricultura'..
Pero una y otra vez, Remónpregonó que cra preciso "Con-sumir lo que producimos" y quepara liberar al país de la pobre-za, era preciso retornar a la tierra. . ' ,mediante el fortalecimiento delas fuerzas de trabajo y la pro-ducción en las zonas rurales.
En cumplimiento de este en-tusiasmo que se fue haciendo co-lectivo, una serie de funcionariosy empresas estatales, a manera deenjambre, se mancomunaron pa-ra satisfacer una activa políticade desarrollo.
Remón contrató los serviciosde una Misión Agrícola de la Uni-versidad de Arkansas, para que leprestara asistencia técnica en elcampo agropccuario al GobicrnoNacionaL.
Aún cuando no le faltaron crí-ticos a la Misión de Arkallas sus,
resultados de largo plazo se hi-cieron sentir en todos los ámbi-tos del pals, tanto en la esfera gu-
bernamental como en la empresaprivada, que se vió desde enton-
ces estimulada para la actividadmercantil de los productos agro-
pecuarios: Huevos, leche, carnede aves, brranos básicos, frutas.
Producto del esfuerzo del Pre-sidente Remón fue el estímulo ala producción dc tomate, a lasiembra de tabaco nacional, lacría intensiva de aves de corral ,
la producción de huevos, asícomo los cultivos extensivos degranos básicos, sobre todo dearroz y malz.
86
En el campo educativo secrearon en el nivel de la escuelaprimaria los denominados Club
4.S para que los niños aprendie-ran a cultivar hortalizas en sus
propias casas, y se fortalcció en
tal forma el Instituto Nacional
de Agricultura de Divisa, que a
partir de 1955 cste plantel em-
pezó a conceder el título de Ba-chiler Agropecuario.
Henrique de Obarrio, que asu-mió la Gerencia General del Ban-co Nacional de Panamá a fines de1954, le otorgó desde el inicio desu administración gran importan-
cia al crédito ganadero, en Chiri-quí y en las provincias centralescreando además sucursales en lospoblados interioranos.
En la sesión de lajunta Direc-tiva del Banco Nacional de Pana-má del 27 de mayo de 1955,Henrique de Obarrio informó a
los directores del Banco Nacio-nal, que se estaba realizando un
esfuerzo para participar en unvasto programa de producción encooperación con el Instituto deFomento Económico, pero queademás de ello se habla logradoun entendimiento con EduardoHealy, Gerente del Chase Na-tional Bank, para aumentar lasconcesiones de crédito a los pres-tatarios del interior.
Al final de su mandato enoctubre de 1960 afirmó Henri-que de Obarrio al Organo Le-
gislativo:"Nuestra experiencia actual sobre lospréstamos pecuarios contrasta con lasanterores, euando debido a funestos
resultados el Banco Nacional de Pana-
SALDO DE LOS PRESTAMOS DEL SISTEMA BANCARIO,SEGUN DESTINO ECONOMICO: AL 31 DE DIIEMBRE DE 1957 - 1966
Y AL 30 DE JUNIO DE 1967(En Mion de Baou)
Año y Finda Entidei Oficiaei PrivadaTota
1967, Tota . 246.1 ~ !1Agopeua 18.1 7,0 11.Comerco. 108.4 21.3 87.1Iøduitr . 17.7 3,2 14,4Conitncionei 39.6 29.6 10.0Coniumo. 27.8 12,1 15.7Setor Externo 32.0 O 32,0Otros . 2.5 0.4 2.
1966 240.8 69.8 171.01965 184.3 66.2 118.11964 153.2 60.0 93,21963 134.3 54.2 80.11962 115.6 46.4 69.21961 104.1 43.2 60.91960 95.0 47.4 47.61959 83.7 44.8 38.91958 66.7 37.8 28.91957 63.5 36.8 26.7
Fuente: Informe que el Gerente General del Banco Nacional de Panamá presenta al Organo
Legislativo en sus sesiones del año año 1967.
SALDO DE LOS PRESTAMOS DEL BANCO NACIONAL, SEGUN FINALIDAD:AL 31 DE DICIEMBRE DE 1966-1969 Y AL 31 DE JULIO DE 1970
(En MiDan., de Balbou)
FINALIDAD 1966 1967 1966 1969 1970
TOTAL ~ 49.7 48.6 74.0 76.2
Agcultura, Silvicultura,Caza y Peica. . . . . . . . , . . . . 1. 1.2 1.3 1.0 0.8
Ganadería . . . . . . . . . , . . . , . . . . 5.4 5.5 5.8 7.2 7.8Comercio. . . . . . . , . . . . . . . 15.4 15.9 17.8 16.3 17,5Iøduitri. . . . . . . . . . . . . . . 3.0 3.9 4.1 4.0 3,8
Vivienda y otr
Conitrccionei . . .. . . . . . . . 9.5 10.2 9.4 8.5 8.0CoOlumo. . . . . . . , , . . . . . . . . . . 11.4 12.4 9.7 14.5 15.1Otros, . ' . . . . . . . . . . . . . , , . . . 0.3 0.5 0.3 22.6 23.2
89
PRESTAMOS CONCEDIDOS POR LAS ENTIDADES BANCARIASSEGUN FINALIDAD: ANOS 1966-1969
Y PRIMER TRIMESTRE DE 1970
(En milones de BaIboas)
FINALIDAD 1966 1967 1968 1969 1970
TOTAL 287.7 329.1 368.8 565.5 171.3
Agícola-Ganadera . . . . . . . 13.0 21.9 23.8 27.7 7.7
Comercial . . . . . . . . . . ' . 155.0 194.8 209.3 246.3 77.3
Industral. . . . . . . . . . . . . 22.5 27.8 33.0 36.8 6.8
Vivienda . . . . . . . . . ' . . . 18,5 18.3 23.5 31.8 8.1
Consumo Personal .. . . . . . 30.3 44.2 30.3 51.5 12.3
Sector Externo . . . . . . . . . 47.1 18.9 41.0 140.5 58.4
Otros. . . . . . . . , . . ' , . . 1.3 3.4 8.0 30.4 0.8
Fuente: Informe que el Gerente General del Banco Nacional de Panamá presenta al Organo
Legislativo en sus sesiones dcl año 1970.
90
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SALDO DE LOS PRESTAMOS CONCEDIDOS POR LAS ENTIDADESBANCARIAS DE LA REPUBLlCA
AL 31 DE DICIEMBRE DE 1970-1976-1977 y 1978
(En Miles de Balboa)
DETALLE 1970 1976 1977 1978(P)
TOTAL 665.275 6.370.852 8.045.520 10.328.200
Sector Interno 421.735 1.628,280 1. 765,520 1.844.766
Agcultura 14.677 35.058 49.576 50.399Ganadería 23,113 70.808 72.542 78.314Pesca 199 5.294 5.893 6.846Explotación de Minas y Canteras 120 1.38 1.868 1.258Comercio 233.111 551.350 570.496 613.598Industria 33.723 133.304 136.779 184.868Vivienda 42.057 292.329 335.758 355.732Otras Construcciones 14.834 78.400 72.864 66.537Entidades Públicas 8.749 340.241 401.332 357.241Empresas Financieras y de seguro 2.677 41.562 42.263 48.671Consumo Personal y Entidades sinfines de lucro 48.475 78.196 76.149 81.302Sector Extenio 243.540 4.742.572 6.280.000 8.483.434
(P) Cifras PreliminaresFUENTE; Comisión Bancaria Nacional
92
11. Reseña de su Obra PoéticaEn la primera época de su carrera literaria escribió tragedias
y poesías que en n~da se diferenciaban de las escritas a fines delsiglo XVIII. Escribió poemas narrativo s en octavas como "El pasoHonroso", una oda que imprimió en 1813, poeslas amorosas, com-posiciones neoclásicas como el soneto titulado "Receta segura pa-
ra ser Ministro", obras ya polimétricas basadas en la Oda de Hora-do, "El Desterrado" y "El Sueño del Proscrito". En 1828 escribiócinco tragedias y su más bella creación lírica "El Faro de Malta",en donde es más manifiesto su romanticismo. Pero él se debe mása la prosa; quizá si él se hubiera dedicado más al verso, hubiese
descollado más; su forma reposa en sus obras en prosa: "Don Alva-ro o la Fuerza del Sino" y "El Moro Expósito".
Sus composiciones en versos guardan la simetria estrófica de si-glos pasados, porque es característico del Romanticismo no some~terse a unidad estrófica, y en él, además, se manifiesta ese retroce-
so que tuvo el verso.
111. Ubicadón de su Obra en el Romanticismo
El teatro español clásico, principalmente el de Calderón, comen-zó a atraer la atención de los románticos alemanes. Los hermanos
Schlegel a la vez que renovaban la crítica literaria, examinando lasobras clásicas con base en la nueva estética romántica, honraron lonacional, el espíritu de la Edad Media, el teatro poético de Calderón,que ofrecían como supremo modelo del arte romántico y estos librostraducidos por ellos fueron bien pronto conocidos en España.
Contribuyó grandemente al triunfo del Romanticismo en Espa-ña Nicolás Böhl de Faber ya q'ue se conocieron los románticos ex-tranjeros como: Walter Scott, Byron y otros.
Desde 1801 se comenzó la traducción de románticos extranje-ros y 3 años más tarde ya se conocían muchas versiones de Walter
Scott.A juicio de Agustln Durán, el romanticismo no era sólo una re-
vuelta contra el neoclasicismo, sino un retorno al espíritu que infor-maba nuestra literatura clásica. En efecto, algunos de las alemanesmás distintos del Romanticismo Español son los mismos que inte~gran la producción dramática en donde predomina la fantasía, lasensibilidad, la libertad en el arte.
El Duque de Rivas, en particular, al regresar a España contribuyódecididamente al triunfo de la nueva doctrina.
94
El Romanticismo es un moviiento literario que abarca desdela política a las letras, y una nueva valoración de actitudes es la re.volución francesa, un drama de Hugo Víctor, el nuevo concepto dela naturaleza por Rousseau. En lo histórico se vuelve a la Edad Me-dia y se valora determinados aspectos del pasado despreciados en la
centuria clásica anterior; en lo literario se le da nuevo valor al senti-miento de la naturaleza.
iv. Análsis del Poema1.- Estrofas y Versos que integran la composición.
"El Faro de Malta" es una composición compuesta de veinte es-trofas iguales, formadas por tres endecasûabos, o sean versos de oncesílabas, y un heptasílabo. Es un procedimiento heterosi1abico. ElDuque de Rivas cultivó tres clases de endecasi1abos, o sean: A) Sá.ficos con acentos en primera, cuarta, octava y dccima; B) los Reales
o Propios con acentos en sexta y décima; C) los Italianos, o los acen-tuados en cuarta y octava. Los heptasi1abos tienen su imprescindible
de sex ta.
Opminó el endecasílabo que "junto con el octosílabo es el me-tro más usado en nuestra poesía. Fue traido de Italia, donde tambiénes el verso predilecto por su extraordinaria flexibildad y armonla.Dante lo consideró como el más noble y solemne de los versos. En Es-paña en el siglo XV, lo utilzó el italianizante Micer Francisco Impe-
rial y el Marqués de Santanila, pero Garcilaso de la Vega fue su ver-dadero introductor o el que lo hizo triunfar frente a los poetas tra-dicionalistas, que se oponían a sus innovaciones". (2)
Por el hecho de usar el endecasi1abo con el heptasi1abo se po-
dría dar estrofas en silva pero esa forma regular de combinación, másse asemeja a las estrofas sáfico-adónicas, aunque esta clase de estrofase distingue por cambiar endecasi1abos con pentasi1abos pero las es-
trofas del poema que nos ocupa, combinan endecasi1abos con hepta-si1abos sistemáticamente: los tres primeros endecasi1abos y el últimoheptasi1abo.
Las sinalefas que se encuentran en toda la composición son for-madas en su totalidad por dos vocales.
Nos q\leda ahora el demostrar los diferentes endecasi1abos usadospor el autor:
(2) Ferreres, Rafael. Teoría de la Literatura y Gramática Histórica del EspañoL. pág, 46,
E.C.I.R., E. López Mezquida, Editor Valencia (s.a).
95
a) Los siguientes versos están casi rozando el endecasilabo sáfico,pero el acento de primera no es lo suficientemente fuerte:
"Duerme tranquilo el mar,pérfido escondeRocas aleves áridos escollos"
b) El Endecasilabo Real o Propio:"Confunden y Tinieblas impalpables
Así de la razón arde la antorchaEn medio del furor de las pasiones
Cuántos ay desde el seno de los mares".
c) Endecasilabos Italianos:"Envuelve al mundo extenso triste noche
Ronco huracán y borrascosas nubesCual rey del caos que refleja ardeQue como a númen bienhechor te adoraMás tú cuyo esplendor todo lo ofuscaTu cuya innoble posición indicaDesque refugio de la airada suerteNi una voz a mis pesares busco.Unos que vuelven a su patria amadaQue de mi patria aunque de tarde
en tardeQue orna la frente de la santa imagenRey de la noche y de tu excelsa cumbre".
No hay ninguna estrofa temaria, sólo la séptima se inicia, pero elúltimo endecasilabo es uno Propio y por consiguiente, rompe laregularidad iniciada:
Duerme tranquilo el mar pérfido escondeRocas aleves áridos escollosFalso señuelo son lejanas lumbresEngañan a las naves.
Si se le suprimiera el acento de octava del primer verso de la es-trofa décima, tendría todos los acentos a través de toda la estrofa,pero no así los intervalos, porque entre el primero y el segundo haydos sílabas y entre el segundo y el último hay cuatro.
La mayoría de los versos terminan en sustantivos, en segundo lu-gar en verbos, les siguen los adjetivos y pocas veces en adverbios.
La la. Estrofa tienen tres versos que terminan en sustantivo y
uno en adjetivo.
La 2a. Estrofa tres versos en sustantivo y uno en verbo."3a. " dos """ """ adverbio.
y uno en verbo.
96
La4a. " " " " " tres en verbo.unoLa 5a. " dos " " " uno en adjetivo y uno
en verbo.La6a. " dos " " " y dos en adjetivo.La 7a. " tres " " " y uno en verbo.La8a. " dos " " "
y dos en verbo.
La 9a. " cuatro " " "
La lOa. " un " " " uno en verbo y dos enadjetivo.
La 11 a. " tres " " " y uno en verbo.La 12a. " " " " " y uno en adjetivo.La 13a. " un " " " dos en adjetivo y uno
en verbo.La 14a. " tres " " " y uno en adjetivo.La 15a. " dos " " " uno en adjetivo y uno
en verbo.
La 16a. " dos " " " y dos en adjetivo.La 17 a. " dos " " "
y dos en verbo.
La 18a. " cuatro versos en sustantivo.
La 19a. " dos " " " , uno en adverbio y
uno en verbo.La 20a. dos " " " , uno en verbo y uno"
en adverbio.
2. La Rima:
La rima en toda la composición es la Libre por lo que es, también,un poema de rima Blanca. La rima es grave sin excepción, la rima almedio es principalmente grave, combinada con la aguda y hay unverso cuya pausa medial está después de una palabra esdrújula.
No se da ningún caso de relación de timbre al final de verso.Hay rima vocálica en rima al medio en la primera estrofa, entre
el final del segundo verso (nubes); y el final de la primera parte deltercero, (confunden); y en la décima-tercera estrofa, al final del se-gUndo verso (lejanos) y el final de la primera parte del tercero (halla-ron).
En ninguna estrofa existe la rima consonántica intervocálica alfinal de grpos melódicos, sólo hay cierta coincidencia en los siguien-tes finales de estrofa:
1. Marineros: e~ r- 0- s
2. Plegarias: a- r- ia- s
97
3. Perdían: 1- a- n4. Gritaron: a- r- 0- n-
Como vemos, tres de los cuatro versos llevan la alveolar vibranter, pero no coinciden ni las vocales tónicas ni las átonas.
En este otro ejemplo hay similitud en dos consonantes:
1. Solo: 0- 1- 0- o2.01vidarlo: a- r~ 1- o
3. Cumbre: u- m- b- r- e4. Llama: a- m- a.
El primero y el segundo tienen rima consonántica en la alveolari y coinciden en la vocal final átona, el tercero y cuarto, riman en lasonora M.
En la sexta estrofa es curioso observar que el acento secundarioen todos los verbos cae en las palabras agudas, lo que constituye unarima medial aguda;
y entonces tú
Vestido dejas ver.Tu cuerpo colosaL.Arde al par.
La rima consonántica no existe en la pausa medial de ningún ver-so de todo el poema.
El intervalo entre un acento y otro, en general es irregular, salvoalgunas excepciones que se dan con regularidad; para el caso citare-mos unos versos en donde hay periodicidad: En el tercero de la ter-cera estrofa, en el primero de la cuarta, en el primero de la quinta, enel segundo de la sexta, en el primero y tercero de la décima-tercera,
en el segundo de la décima-quinta, en el primero de la décima.octava,en el primero de la décima-novena, y en el segundo de la vigésina es-trofa.
El eje rítmico de todas las estrofas alcanza su mayor intensidad yvalor expresivo en palabras llenas, se dan en la misma situación análo-ga, por lo que las estrofas logran el mismo ritmo de intensidad, perocarecen de ritmo de timbre.
Los máximos fónicos de este pocma, como en todos, detcrmInanla rima libre, lo que no es absolutamente indispensable en la estrofa,pero ellos guardan estrecha relación con los máximos tonales queconstituyen el eje rltmico, elemento constitutivo, fundamental y su-
ficiente para que exista la estrofa.
98
En todas las estrofas domina la posición par de los acentos.
Tota de acentos Acento par A. imparla. Estrofa 14 13 12a. Estrofa 11 10 1El segundo grpo melódico de la posición impar pasa a la posi-
ción par.3a. Estrofa 1 1 9 2El segundo grpo de la posición impar pasa a la posición par.
4a. Estrofa Todos en posición par.
El primer grpo melódico de la posición impar pasa a la posiciónpar.
Total de acentos Acento par Acento impar
5a. Estrofa 11 9 2
En el tercero se pasa de la posición impar a la posición par.
6a. Estrofa i i 10 i7a. Estrofa Todos en posición par.8a. Estrofa 11 10 i9a. Estrofa 9 7 2
En el tercer grpo de la posición impar se pasa a la posición par.i Oa. Estrofa Todos en posición par.lla. Estrofa 11 9 2
En el segundo grpo de la posición impar se pasa a la par.
12a. Estrofa 1 i 10 1En el primer y tercer grpo se pasa de la posición impar (tro-
queo) a la posición par.13a. Estrofa 11 io 1En el primer grpo se pasa de la posición impar a la posición par
(yámbico) y en el segundo grpo en forma viceversa.14a. Estrofa 11 9 2En el primer grpo de posición impar (troqueo) se pasa a la po-
sición par (yambo) y en el tercero lo mismo, pero en éste se pasa delanapéstico al yámbico.15a. Estrofa 11 9 2
99
En el primer y tercer grupos están en el mismo caso que los de laestrofa anterior.16a. Estrofa 11 10 117a. Estrofa 1 L 8 3
El segundo grpo de la posición impar se pasa a la par.18a. Estrofa 11 9 2El tercer grupo de la posición impar se pasa a la par.19a. Estrofa 11 9 2El segundo grupo está en igual circunstancia quc el terccro
de la estrofa anterior.20a. Estrofa 11 9 2.Los grupos segundo y cuarto de la posición impar pasan a
la posición par.Todas las pausas. tanto las necesarias o absolutas como las de
silencio, siguen a palabras llanas, las cuales llevan los acentos tantoel constitutivo como el estrófico medial; de este último haya veceshasta tres, pero sólo uno es el intensivo.
Como podemos observar, en los endecasÍlabos el acento constan-te es el de décima y el de los heptasilabos el de sexta silaba.
En la novena, la décima-sexta y décima-séptima estrofas el acentointensivo se mantiene en la sexta si1aba, es decir se da con periodici-dad, en las otras a veces en séptima. "Pero el endecasílabo acentuadoen 7a. no se dice con la misma cadencia cuando se repite en serie deversos de iguales acentos que cuando se mezcla excepcionalmentecon los de otra estructura. Mezclado, pone una nota nueva y se des-liza en ondulaciones como las en sexta". (3)
En la décima el primer acento se conserva en toda la estrofa en lacuarta silaba, y en el resto de las estrofas oscila entre la primera y
sexta sílabas.
Por su forma de eje rítmico en todas las estrofas es Anapolar De-creciente (10-10-10-6).
Las cumbres tonales se dan en los acentos constitutivos, en la dé-cima silaba en los endecasi1abos, y en la sexta de los heptasilabos. Enesta composición son simétricas de estrofa a estrofa, pero dentro dela estrofa no, porque del endecasilabo al heptasi1abo varía, pero
siempre se da en la misma sílaba. Su cadencia rítmica se inicia enesas si1abas. Nos hemos permitido señaladas a través de toda la com-
(3) Saavedra Molina, Julio. Tres Grandes Metros: El Eneasilabo, El Tredeeasilabo y elEndeeasilabo (pág, 92). Prensa de la Universidad de Chile. Santiago 1946.
100
posición. (Al finalizar este análisis se añadirán unas páginas en dondeserán marcadas).
3. Las Pausas:
Las pausas finales a veces son sin tácticas y otras veces oraciona-
les. Generalmente las pausas internas van después de la séptima sÍ-laba. Ejemplos:
Envuelve al mundo extenso/ triste nochey tú invisible te alzas/ en tu frenteOstentando de fuego/ una corona.
Otras se dan después de la 5a. sílaba, es decir, pausas medialesde cuarta; y rara vez se dan en otras si1abas. Ejemplos:
Ronco huracán/ y borrascosas nubesQue como a númen/ bienhechor te adoray entonces tú/ de niebla vaporosa.
Hay otros versos que tienen dos pausas mediales; por repetirmiembros de igual función; en el primer ejemplo se repiten sus-tantivos, en el segundo, verbos y en el tercero, adjetivos.
El cielo/, el mar/, la tierraCual rey del caos,/ que refleja/, ardeotros prófugos, / pobres, / perseguidos.
Existen casos en que las pausas producen braquistiquios comopor ejemplo:
Confunden / y tinieblas impalpablesSin voz / hablando al tímido pilotoTú / cuya innoble posición indica.
Como vemos, la pausa medial es asimétrica ya veces no coincidecon el acento intensivo por lo que desecha la posibilidad de un ejerítmico secundario.
4. Ritmo en las diferentes estrofas:
Primera estrofa:1. Verso yámbico2. Verso yámbico3. Verso yámbico4. Verso yámbico.
101
Segunda Estrofa:1. Verso yámbico2. Verso dos anapésticos y dos yámbicos.3. Verso yámbico4. Verso yámbico
Tercera Estrofa:1. Verso yámbico2. Verso3. Verso yámbico4. Verso anapéstico
primera parte anapéstico y segunda parte
yámbico.
Cuarta Estrofa:1. Verso2. Verso yámbico3. Verso yámbico4. Verso yámbico
Quinta Estrofa:1. Verso yámbico2. Verso yámbico3. Verso dos anapésticos y dos yámbicos.4. Verso anapéstico.
primera parte anapéstico y segunda parteyámbico.
Sexta Estrofa:1. Verso yámbico2. Verso yámbico3. Verso yámbico4. Verso anapéstico
Séptima Estrofa:1. Verso anapéstico con hipértisis iniciaL.2 . Verso sáfico3. Verso sáfico con hipértisis inicial4. Verso yámbico
Octava Estrofa:1. Verso yámbico2. Verso yámbico3. Verso yámbico4. Verso anapéstico
Novena Estrofa:1. Verso yámbico2. Verso yámbico3. Verso dos anapésticos, dos yámbicos.4. Verso anapéstico
102
Décima Estrofa:1. Verso yámbico2. Verso yámbico3. Verso yámbico4. Verso yámbico
Décima-Primera Estrofa:1. Verso yámbico2. Verso3. Verso yámbico4. Verso anapéstico
primera parta anapéstico, segunda parte
yámbico.
Décima-Segunda Estrofa:1. Verso yámbico con hipértisis inicial (un troqueo).2. Verso yámbico con hipértisis inicial (un troqueo).3. Verso yámbico con hipértisis inicial (un troqueo).4. Verso anapéstico
Décima-Tercera Estrofa:1. Verso2. Verso3. Verso yámbico4. Verso yámbico
dos anapésticos, dos yámbicos.dos yámbicos, dos anapésticos.
Décima-Cuarta Estrofa:1. Verso dos troqueos y 3 yámbicos.2. Verso yámbico3. Verso dos anapésticos y 2 yámbicos.4. Verso yámbico
Décima-Quinta Estrofa:1. Verso yámbico con hipértisis inicial (un troqueo).2. Verso yámbico3. Verso dos anapésticos y dos yámbicos.4. Verso anapéstico
Décima Sexta-Estrofa:1. Verso yámbico2. Verso yámbico3. Verso yámbico4. Verso anapéstico
Décima-Séptima Estrofa:1. Verso yámbico2. Verso dos anapésticos y dos yámbicos.3. Verso dos anapésticos y dos yámbicos.4 . Verso anapéstico
103
Décima-Octava Estrofa:1. Verso yámbico2. Verso yámbico3. Verso dos anapésticos y dos yámbitos.4. Verso anapéstico
Décima-Novena Estrofa:1. Verso yámbico2. Verso dos anapésticos y dos yámbicos.3. Verso yámbico4. Verso anapéstico
Vigésima Estrofa:1. Verso dos anapésticos y dos yámbicos.2. Verso yámbico3. Verso dos anapésticos y dos yámbicos.4. Verso yámbico
En resumen, tenemos que el ritmo más usado por el autor fueel yámbico y en segundo lugar el anapéstico. En casi todos los com-binó comenzando con este último y terminando el verso con el otro,sólo en la décima-tercera estrofa es en caso viceversa.
La segunda y décima estrofas son monorítmicas, son yámbicas.En la sexta, no los combinó en un verso, sino en la estrofa; los tresendecasi1abos son yámbicos y los heptasi1abos son anapésticos, quea semejanza de los verbos ternearios anapésticos son hipermétricos,con la diferencia que sólo tienen dos metros completos y uno incom-pleto.
Ningún endecasi1abo es anapéstico hipermétrico, salvo el primerode la séptima estrofa que por tener una hipértisis inicial pierde estacategorla.
El ritmo trocaico lo usa muy poco. Sólo en las hipértisis inicialesde los versos: primero y tercero de la décima-tercera estrofa, primerode la décima-quinta. El primero de la décima- cuarta lo comienza condos troqueos y lo termina con tres yámbicos.
La combinación de estos dos ritmos es muy frecuente en la épocaclásica, pero no en el Romanticismo.
6. Sintaxis y Estilística:
A. Sintagmas y lexemas: Para estudiar los distintos períodos sin-tácticos basta escoger las primeras estrofas para ilustrar con ejem-
plos.
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En la primera estrofa hay dos oraciones yuxtapuestas, la prime-
ra, "Envuelve al mundo extenso triste noche", la segunda, "Roncohuracán y borrascosas nubes confunden y tinieblas impalpables elcielo, el mar, la tierra".
La segunda estrofa tiene tres oraciones, una principal y dos su-bordinadas de relativo. La primera, "Y tú invisible te alzas, en tu fren-te ostentando de fuego una corona, cual rey del caos". Las subordi-nadas de relativo "que refleja", "arde con luz de paz y vida".
Todas las oraciones de la tercera estrofa son coordinadas copula-tivas.
En la cuarta estrofà hay cuatro oraciones. La primera es imperso-
nal; "Tú con lengua de fuego, aquí está"; la segunda es yuxtapuesta
"dices, sin voz hablando al tímido piløto"; la tercera es de ablativotambién y coordinada, "y en tí los ojos clava".
La primera oración de la estrofa siguiente tiene como sujeto elde la anterior, está coordinada con ésta, "Tiende apacible noche elmanto rico"; la segunda, "Que céfiro amoroso desenrolla", y la ter-cera, "Recamando de estrellas y luceros por él rueda la luna", tam-bién son coordinadas y activas, "Y entonces tú de niebla vaporosa
vestido, dejas ver", en la siguiente estrofa, a la cual está coordinadala segunda oración "Y diadema arde al par de los astros".
La séptima estrofa está compuesta por cuatro oraciones yuxta-puestas. Primera oración: "Duerme tranquilo el mar"; "Pérfidoesconde rocas aleve s áridos escollos" es la segunda oraciÓn; la ter-cera además de yuxtapuesta es nominal, "Falso señuelo son", y laúltima "lejanas lumbres engañan a las naves".
Hay oraciones exclamativas al inicio de estrofa:!Cuántos, ay, desde el seno de los mares al par los tornarán!.,
Y también dentro de la estrofa:
... ¡Cuál mi pecho destrozado y hundido en amargura, palpi-to venturoso!
En todas las estrofas de la composición predominan las pala-bras monos11abas, bis11abas y tris11abas; también se dan los casos
de tetras11abas, y rara vez de pentasílabas.
Hay más s11abas tónicas que átonas, pero con pequeña diferen-Cla.
El Duque de Rivas no le dio importancia a la autonomía de
la estrofa que ya se conocla en el Romanticismo, sino que rigurosa-
105
mente la constituyó en pcríodo sintáctico construida con unidadrítmica.
Ignoró por completo la reiteración versal, pero no le ha he-cho falta para el vigor y la intensidad de la estrofa; sólo repitió un
lexema, Malta!!! Malta!!!, en la décima-séptima estrofa y con ello con-siguió la mayor expresividad de su romanticismo.
Es un poco extraño que no se encuentren casos de paralelismo,ya queiio existe la rima que es la que le da musicalidad al verso, yaún más la anáfora también la desconoce.
B. El Epíteto:
Lo que sí es muy frccuente en este poema es la adjetivación,ya sea antepuesta o pospuesta al sustantivo. Entre ellos se da el casode epítetos que le dan más énfasis expresivo al verso. Van antepues-tos los siguientes adjetivos:
Triste noche, ronco huracán, borrascosas nubes, blanca espuma,
tímido piloto, apacible noche, tranquilo mar, áridos escollos, leja-nas lumbres, aleves halagos, grato albergue, dulce olivo, larga ausen-cia, afligidos ojos, ásperos bajlos, sordas tinieblas, Santa imagen,afanoso peregrino, excelsa cumbre, fúlgidos destellos. Y van pos-puestos: mundo extenso, tinieblas impalpables, manto rico, céfiroamoroso, niebla vaporosa, formas vagas, cuerpo colosal, rocas aleves,cielo bondadoso, patria amada, nuevas amargas, Lacio moribundo,sol naciente, Arcángel dorado.
C. El EncabalJ,miento Estrófico y el Versal: Hay encabalgamiento
de estrofas entre la quinta y sexta, entre la décima y décima-prime-ra, entre la décima-séptima y décima-octava, entre la décima-novenay vigésima estrofas.
En la primera estrofa hay encabalgamiento de sintagmas,ejemplo:
Ronco huracán y borrascosas nubes/Confunden y tinieblas impalpables/El cielo, el mar, la tierra:
En la segunda estrofa hay un encabalgamiento que separa el
adjetivo del sustantivo al cual modifica: en este caso es el adverbio
ostentado que al separarse, rompe la unidad con el sustantivo frente:
y tú invisible te alzas, en tu frente/ostentando de fuego una corona,
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luego se da un encabalgamiento de un cirrema, ejemplo:Cual rey del caos, que refleja, arde!Con luz de paz y vida.
Otro caso de rompimiento de la unidad existe en la tercera estro-fa. El adverbio creciendo en función adverbial se separa del adjetivorebramante a quien modifica:
y revienta a tus pies,de rebramante!Creciendo en blanca espuma!, esconde y borra!El abrigo del puerto.
En este segundo ejemplo hay un encabalgamiento del tipo ca-balgante (el abrigo del puerto).
La sexta estrofa tiene tres encabalgamientos:y entonces tú, de niebla vaporosa!
Vestido!, dejas ver en formas vagas!Tu cuerpo colosal!, y tu diadema!Arde al par de los astros.
Un ejemplo de encabalgamiento de un cirrema lo tenemos en:Duerme tranquilo el mar, pérfido esconde!Rocas aleves, árdos escollos.
y un encabalgamiento de un sintagma:Falso señuelo son, lejanas lumbres!Engaan a las naves.
Otros encabalgamientos:
Sin saludarte, y sin tornar los ojos!
A tu espléndida frente.
Cuán tos, ay, desde el seno de los mares!Al par los tomarán! tras larga ausencia!Unos!, que vuelven a su patria amada.
Más ejemplos de encabalgamiento de cirrema:Que de mi patria, aunque de tade en tarde!Me traen nuevas amarga! y renglones!Con lágrmas escritas.
Cuando la vez primera deslumbraste!Mis aflgidos ojos! cuál mi pecho!Destrozado! y hundido en amargura.
107
Tú, cuya innoble posición indica/El tronco de un monarca/ eres tu norte,
Más adelante hay un encabalgamiento suave:Ni una voz a mis pesares busco/Dulce olvido del sueño entre los brazos.
Otros encabalgamientos:
Del Lacio moribundo las riberas/Huyendo inhospitables/, contrastado/Del viento y mar entrc ásperos bajíos.
He aquí un caso de encabalgamiento con adverbio:.J amás te olvidaré, jamás... Tan solo/Tocará tu esplendor/ sin olvidarlo.
y por último unos cjemplos de cncabalgamiento de un cirrema:
En quien busca afanoso peregrino/La salud y el consuelo.
Rey de la noche, y de tu excelsa cumbre/La benéfica llama.
El Arcángel dorado que corona/De Córdoba la torre.
Estos encabalgamientos coinciden con las pausas sin tácticas yno con las pausas originalcs, las cuales están en toda la composi-ción y que además de ser oraciona1es son sin tácticas,
Lo que sí es necesario observar es que no hay encabalgamientoentre palabras, porque no era característica del Romanticismo.
BIBLIOGRAFlA
Ferreres, Rafael: Teoría de la Literatur y Grámatica Hitórica del Español. pág. 46.
E.C.I.R.E. López Mezquida, Editor. Valencia, (S.A,).
Saavedra Molino, Julio: Tres Grandes Metros: El Eneasilabo, El Tredecasílbo yEl Endicasl1abo. pág. 92. Prensa de la Universidad de Chile, Santiago 1946.
VALBUENA PRAT, ANGEL: "Apogeo del Romanticismo. La Vida y la Persona-lidad del Duque de Rivas". Histori de la Literatura Espanola. Págs. 140-152. Edito-rial Gustavo Gil, S.A. Rosellón, 87-89. Barcelona. 15.
lOS
ta y contagia a todos los elementos que gravitan a todos los elemen-
tos en el muro.
Una drástica y áspera estilización ordena con ímpetu los elemen-tos organizados con ingeniosa minuciosidad a un triángulo sobrepues-to, incongruente a un pentágono; prevaleciendo lo dominante del
triángulo, que se repite mesuradamente en variantes y sugerenciasinteresantísimas.
La combinación de las estructuraciones geométricas que integranesta composición, suministra una eterna monumentaldad; y crea laimpresión de que las dos figuras que ejercen equilibrio en el extremoderecho superior, amenazan en actitud beligerante con desprenderse.Una mano rotundamente fieteada se recarga de tensión, subordinan-do a la derecha un grpo de figuras cuya distribución y ubicación enel espacio se apoya sólidamente en ì-orno a ejes centralzantes.
La sensación de volumen y de peso es lograda mediante el tonoy la textura, sabiamente empleados; dejando libremente a las figurasen un fondo que continua existiendo autónomo, atmosférico, trans-parente y lejano.
La vista salta cinestéticamente al extremo-inferior, de otra manogeométrica saturada en depresivos morado y negro agónico que bus-can jadeantes los "Magentas" lentos que mistifican verde sordo deprecipitado cálido.
Nos llama poderosamente la atención la presencia de las guitaras,cargadas de tanta humanidad, que nos conducen en interrogante shasta el artista. . .Así lo dudoso se toma diáfano, contagioso de unafeliz comprensión, la vista insiste otra vez en busca de las formas ylos ritmos fluidos libres. . . y es que en el muro se ha empleado unvisaje que asume su presencia, forzándose en todos sus elementoscomo constantes.
Es que este instrumento persiste más en la abstracta postura nu-mérica o a un par de círculos como Am~rica Morena, unidos por lacintura estrangulada de un Istmo ansioso. Es el instrumento únicoque mejor conoce todos los cantos cardinaes y la dulcemente frater-na disciplina recargada de sus cuerdas.
"JUVENTUDES EXHUSTAS", es el muro panameño hecho entodas las edades y para todas las juventudes, por todas las humanida-des. . . Es el himno redentor de lo eterno caído, es el salmo perpetuode esperanza, es la estrofa del poema trágico de: Sagunto, de Numan-cia, de Guernica, de Hungría, de Hiroshima, de Nagasaki; hasta lasprolongaciones de las distancias más dolorosas de los mil días de re-volucionarios de Panamá.
111
Poesia
lLIUJ rrs l\ IR 'Ir JLiA (Gj Jp\.
DOS OCEANOS y UN DESTINO
Con la salobre cariciade dos colosos amantes,nace un glorioso destinopara la ninjà (¡norada.
Hincha las velas de su almaun soñador argonauta;hieren La vi'rgen tinieblasus tres gaviotas de luz.
Abre la puerta infinitade un horizonte imtJreciso,y un Nuevo Mundo se asomaaL viejo sol de otras razas.
Luna abori:~en del/stmoborda siluetas foráneas,y entre bautismos de fuegobrillan la cruz y la espada.
113
De entre el furor de las saviasni'vea florece la paz;crece dorado el progresoy un nuevo Dios da su amor.
Forja el valor de Balboade dos crisoles la estrella,astro que da a dos océanosansias de senda inmortal.
Mece el Ibero un futuroque el Galo habi'a de soñar,plasma su ingenio en prodigioel Yankee osado y tenáz.
Fluye entre roca y montaña-fruto de Dios y del hombre-cinta de plata y granito,de Panamá el gran Canal.
Virgen que abrió sus entrañaicon generosa altivez,en beneficio del Mundocomo un tributo de fe.
Hoy que tu seno palpita-de latitudes al beso-
abres tus brazos al Orbeplenos de amor, Panamá.
114
BANDERA SOBERANA
Homenaje a la primeraBandera Panameña izada
en la Zona del Canal,en el Triángulo Shaler.
Bandera Panameña:Llegaste por los anchos senderos de la gloriaal cielo panameño en la Zona del Canal,quebrando la injusticUl con luces de victoriaen épico retorno al suelo nactonal.
Llegaste con el claro lenguaje del derechoabriendo tu Evangelio al sol de la razón,pulsando tu infinito amor en cada pechoy hactendo tu baluarte de cada corazón.
Bandera Panameña:La heroica conquista que hoy cantan tus coloresproyecta a otros confines tu altiva majestad;tu pueblo ennoblecido con todos tus doloresziÙ;lumbra un horionte de amor y de igualdad.
A tí, bandera niña de todo el Continentete n'nden tus hermanas su am or y pleitesia,clamando la justicUl del Dios omnipotentepara que dé a tus lares total SOBERANIA.
115
A SU MAJESTAD LA POLLERA
Pendón de tu autoctontade tu tradición, emblema.De tu sol nativo, rayoy tus cielos, estrella.
De tus montes y tus valles(lar silvestre, enredadera.Entre Reinas, Soberana.
De tus dominios, esencia.
Or(e;en del mestizajede A nayansi sangre e Ibera,Insignia de tu folklore;de tu abolengo, la enseña.
Prod(f!;io del "Nuevo Mundo"de histórico ayer, estela.Orgullo del Continente,A merlndica leyenda.
Caricia de tu horizontede tus lares, mensajera.Embajadora del arte,de tus damas y doncellas.
Es tu rito la alegrIay tu culto la belleza.
Tu cáliz es la hermosurade moza rubia o morena.
Del Orbe conquistadora.Emperatriz de las (iestas.Diplomática impecable;cruzada noble y fratema.
Heraldo del genio y almade la tierra panameña,Romántica y soñadora,Tú, majestuosa "Pollera'~
116
ROMANCE DEL TAMBORITO
Tamborito, tu eres alma.Tamhorito panameño,toda el alma, tamboritodesbordante de tu pueblo.
En tu dulce melodía,
tamborito de mi anhelo,
llevas toda la bellezade esta tierra que yo quiero.
Es tu música, embajaday el mensaje de tu suelopara el mundo, tamborito,que te ha honrado lisonjero.
La emoción que en tu alma viertetamborito, el tamborero,es el himno de su sangrea su patria y a su cielo.
Al conjuro de tu ritmotamborito, surgen ruedos,
donde Reina es la Polleray el Montuno, su Romeo.
Pregonero de tu cuna.De tus ninfas, el trovero.Di"tintivo de tu origen,
tamborito panameño.
Panameña, panameñapanameña que me muero,si no escuchoun tambon"toque es contigo mi embeleso,
Tamborito, tu eres alma.Tamborito panameño,toda el alma, tamboritodesbordante de tu pueblo.
117
PREGONES DE PANAMA
El Dtos de tndígena rito-de oro y fuego en su esplendor-desflora el alba dormtdacon tternos besos de luz.
La multttud despereza
su soñoltenta qutetud;canta, saloma, se agita,vterte su alma en el vtvtr.
Un ángel de tez morenase aferra a LA ESTRELLA, ESTRELLA!mientras querubes mesttzosparodtan ¡EL DIA, EL DIA!
y en una aleación de acentos-de Inglés de Anttlla y Latino-un vtejo mulato, gtme,¡LA MUNDO GRAFICA, STAR!
El tmberbe mocetón-en bicicleta con alas-jadea ¡EL PAIS, LA HORA,LA NACION, PANAMERICA!
La mañana se salpicade fe ilusiones, voces,y de un pertinaz ¡PAN DIEGO,ROSCAS, MONAS Y EMPANADAS.
En chillona carrettllacansada de hielo y sal,un vendedor corta y pesamientras rima ¡PESCADO, PESCAO!
y en un alarde sin parde su amplio y vasto saber,esparce a los cuatro vtentosla flor y nata del mar:
118
¡CAMARONES, CAMARONES!¡CORVINA FRESCA, CAMBOMBIA!¡BOBO, MERO, COJINOA!¡PARGO, SIERRA y LANGOSTINOS!
Las frecuentes carretillasen su desfile triunfal,se hartan de voces que grtan¡jOBOS, PAPA y AS, SANDIAS!
¡PINAS DE AGUA DE TABOGA!¡TORONJAS PARA LAS GORDAS!¡MARANONES y AGUACATES!¡COCOS SECOS DE SAN BLAS!
¡MANGOS, MANGOS POR BOTELLAS!rompe la pausa fugaz;¡NANCE, PIPAS, MANDARINAS!-sinfonia tropical-o
¡MAMONES PARA LAS NINAS!se pregona entre sonrisas,y a fuerza de calidad¡LAS NARANJAS DEL BOQUETE!
Un antillano "alelao"con su histerimo habitual,febril ofrecimiento gri"a
¡LIMONE, GUENO LIMONE!
¡HUEVOS A REAL, HUEVOS FRESCOS!¡GUANDU OLOROSO, GUANDU!¡CARBON, CARBON, CARBONERO!grto, plegaria y canción.
Esta es el alma de un puebloque lucha osado y tenaz.Acuarela panameña,zumo de "grngo"y Canal.
119
REPUBLICA DE P ANAMALOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIA
PLAN DEL SORTEO EXTRAORDINARIO No. 3310DEL 10 DE AGOSTO DE 1982
EL BILLETE ENTERO COMPRENDE 25 FRACCIONESDENOMINADO SERIE A DE 15 FRACCIONES Y
SERIE B DE 10 FRACCIONESA B/.1.10 CADA FRACCION
PREMIOS MAYORES
PREMIO MAYOR
SEGUNDO PREMIOTERCER PREMIO
FRACCION
B/. 10,0004/000
1.00
DERIVACIONES DEL PRIMER PREMIO
BI LLETEENTERO
B/. 250,000100/00037,500
TOTAL DEPREMIOS
B/. 250,000100/00037,500
9 Premios-Cuatro Primeras Cifras B/. 1/000 B/. 25,000 B/. 225/0009 Premios-Cuatro Ultimas Cifras 1/000 25,000 225/000
90 Premios-Tres Primeras Cifras 50 1,250 112.50090 Premios-Tres Ultimas Cifras 50 1/250 112,500
900 Premios-Dos Primeras Cifras 2 50 45/000900 Premios-Dos Ultimas Cifras 2 50 45,000
9/000 Premios-Ultima Cifra 1.0 27.50 247/500
DERIVACIONES DEL SEGUNDO PREMIO
9 Premios-Cuatro Primeras Cifras9 Premios,Cuatro Ultimas Cifras
90 Premios-Tres Primeras Cifras
90 Premios,Tres Ultimas Cifras
B/. 300
30015
15
B/. 7,500
7,500375375
DERIVACIONES DEL TERCER PREMIO
B/. 67/500
67,50033/75033,750
9 Premios-Cuatro Primeras Cifras B/. 200 B/. 5/000 B/. 45/0009 Premios-Cuatro Ultimas Cifras 200 5,000 45/000
90 Premios-Tres Primeras Cifras 10 250 22/50090 Premios,Tres Ultimas Cifras 10 250 22/500
11/397 TOTAL B/. 1/737/500
Emisión de 100,000 Billetes. Valor de la Emisión B/.2,750/000. Precio de Un Billete EnteroB/.27.50, Precio de Un Vigésimo Quinto ó Fracción B/.1.10.
121
Primer Premio, Series A, B, e, D,E, F, G Y H B/.l,ooO.OO B/.240,000.00 B/.240,000.pO
Segundo Premio, Series A, B, e, D,E, F, G Y H 30.00 72,000.00 72,000.00
1 Tercer Premio, Series A, B, e, D,E, F, G Y H 150.00 36,000.00 30,00.00
DERIVACIONES DEL PRIMER PREMIO
18 Aproximaciones, Series A, B, e, D,E, F, G v H
9 Premios, Serias A, B, e, D, E, F, G Y H
90 Premios, Series A, B, e, D, E, F, G Y H
900 Premios, Series A, a, e, D, E, F, G Y H
REPUBLICA DE P ANAMA
LOTERIA NACIONAL DE BENEFICIENCIA
PLAN DE LOS SORTEOS ORDINARIOS DOMINICALESA PARTIR DE 3 DE ENERO DE 1982,
SORTEO No. 3280EL BILLETE ENTERO CONSTA DE 240 FRACCIONES
DIVIDIDO EN OCHO SERIES DE 30 FRACCIONESCADA UNA DENOMINADAS A, B, C, D, E, F, G Y H
PREMIOS MAYO RES
FfIn BiUEn..o
10.0050.00
3.001.00
2,400.0012,000.00
720.00240.00
DERIVACIONES DEL SEGUNDO PREMIO
18 Aproximaciones, Series A, B, e, D,E, F, G Y H 2.50 600.00
9 Premios, Series A, B, e, D, E, F, G Y H 5.00 1,200.00
DERIVACIONES DEL TERCER PREMIO
18 Aproximacio",is, Serie A, B, e, D,E, F, G Y H 2.00 480.00
9 Premios, Serias A, B, e, D, E, F, G Y H 100 720.001,014 Prei8s TOTALPrecio dal B iHata Entaro. . . . . B/.Precio de una Fraccibn. . . . . .Valor de la Emisión. . . . . . . .
132.000.55
1,320,00.00
Preparado y calculado:Depto. de Preaipuesto y Estadístca
To" d.Preios
43,200.00108,000.0064,800.00
216,000.00
10,800.0010,800.00
8,640.006,480.00
B/.816,120.00
Panamá, 24 de .ptiembre de 1981
123
SO RTEOS
FEBRERO, 7FEBRERO, 14FEBRERO,21FEBRERO,28
SORTEOS
MARZO, 7MARZO, 14MARZO, 21
MARZO, 28
SO RTEOS
ABRIL, 4ABRll,12ABRll,18ABRIL,25
SO RTEOS
MAYO, 2MAYO, 9MAYO, 16
MA YO, 23
MAYO, 30
124
NUMERaS PREMIAOOS EN LOS SORTEOS DE LALOTERIA NACIONAL OE BENEFICENCIA
LOS OOMINGOS OE FEBRERO OE 1982
No.
3285328632873288
PRIMERO
4659546839037713
SEGUNDO
7455446996079307
NUMEROS PREMIADOS EN LOS SORTEOS DE LALOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIA
LOS DOMINGOS DE MARZO DE 1982
No.
3289329032913292
PRIMERO
7341406627030129
SEGUNDO
3981408677114868
NUMEROS PREMIADOS EN LOS SORTEOS DE LALOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIA
LOS DOMINGOS DE ABRIL DE 1982
No.
3293329432953296
PRIMERO
26772255923432625
SEGUNDO
27969235567886434
NUMEROS PREMIADOS EN LOS SORTEOS DE LALOTERIA NACIONAL DE BENflCENCIA
LOS DOMINGOS DE MAYO DE 1982
No.
32973298329933003301
PRIMERO
98233101964649809423
SEGUNDO
54688066104481671468
TERCERO
0594624620657383
TERCERO
5230491819507311
TERCERO
43305417285622350
TERCERO
55892707695760770370
SO RTEOS
JUNIO, 6
JUN10,13JUNIO.20
JUNIO, 27
NUMEROS PREMIADOS EN LOS SORTEOS DE LALOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIA
LOS DOMINGOS DE JUNIO DE 1982
No.
3302330333043305
PRIMERO
2646602777595929
SEGUNDO
86620311
93362407
TERCERO
0611722600767862
125
RE PUBLICA DE P ANAMALOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIA
PLAN DE LOS SORTEOS ORDINARIOS INTERMEDIOSA PARTIR DE 6 DE ENERO DE 1982,
SORTEO NO. 792EL BILLETE ENTERO CONSTA DE 180 FRACCIONES
DIVIDIDO EN DOCE SERIES DE 15 FRACCIONES CADAUNA DENOMINADAS A, B, C, D, E, F, G, H, I,j, K, Y L
PREMIOS MAYORES
BILLETEFRACCION ENTERO
1 Primer PremiO,Series A. B, e, E, E, F, G.H,I,J,KyL B/.1,OOO B/.180,000
1 Segundo Premio, Series A, B, e, D, E, F,G, H, 1, J, K Y L 300 54,000
1 Tercer Premio. Series A, B, e, D, E, F, G,H,l,J,KyL 150 27,000
DERIVACIONES DEL PRIMER PREMIO
18 Aproximaciones, Series A, B, e, D, E, F,G, H, 1, J, K, Y L 10.00 1,800
9 Premios, Series A, B, e, D, E. F, G, H, IJ, K Y L 50.00 9,00090 Premios, Series A, B. C, D, E, F. G, H, IJ, K Y L 3.00 540
900 Premios, Series A, B, C, D, F, G, H, 1, J,K y L 1.00 180DERIVACIONES DEL SEGUNDO PREMIO
18 Aproximaciones, Series A, B, C, D, E, F, G,H, I J, K Y L
9 Premios, Series A, B, e, D, E, F, G, H, 1, J.K Y L
2.50 450
5.00 900
DERIVACIONES DEL TERCER PREMIO
18 Aproximaciones. Series A. B, e, D, E, F, G,H, 1, J, K, y L
9 Premios, Series A, B, e, D, E, F. G, H,I. J,
K Y L
2.00 360
3.00 540
1,074 Premios TDTAL
El valor de la Emisión es de . . , . . . . . , . . . . .
El precio de un Bilete entero es de. . . . . . . . . .
El Precio de una fracción es de , . . . . . . . . . . .
Preparado y Calculado: Depto. de Presupuesto y Estad(stica
126
B/.990,000.0099.00
0.55.
TOTAL DEPREMIOS
B/.180.000
54,000
27,000
32,400
81,000
48.600
162,000
8,100
8,100
6,480
4.860
B/.612,540
SO RTEOS
FEBRERO, .3FEBRERO, 10FEBRERO, 17FEBRERO, 24
SO RTEOS
MARZO, 3MARZO, 10MARZO, 17MARZO, 24MARZO, 31
SO RTEOS
ABRIL, 7ABRIL,14ABRIL,21ABRIL,28
SORTEOS
MA YO, 5
MAYO, 12
MAYO, 19
MA YO, 26
NUMEROS PREMIADOS EN LOS SORTEOS DE LALOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIALOS MIERCOLES DE FEBRERO DE 1982
No.
796797798799
PRIMERO
2243273721308558
SEGUNDO
9811396380592082
NUMEROS PREMIADOS EN LOS SliRTEOS DE LALOTERIA NACIONAL OE BENEFICENCIA
LOS MIERCOLES OE MARZO, 1982
No.
800801
802803804
PRIMERO
03327990152696774507
SEGUNDO
13207548477122662397
NUMERaS PREMIADOS EN LOS SORTEOS DE LALOTERIA NACIONAL DE BENEFICIENCIA
LOS MIERCOLES DE ABRIL DE 1982
No.
805806807808
PRIMERO
5719556877376407
SEGUNDO
604064038896271
NUMERaS PREMIADOS EN LOS SORTEOS DE LALOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIA
LOS MIERCOLES DE MAYO DE 1982
TERCERO
1357172371798123
TERCERO
60241954074816583456
TERCERO
0191376628483261
No. PRIMERO SEGUNDO TERCERO
809 9224 8357 4724810 1025 9822 7452811 3984 5767 4217812 4771 4964 8250
127
SO RTEOS
JUNIO, 2
JUNIO, 9
JUNIO, 16JUNIO, 23JUN10,30
NUMERaS PREMIADOS EN LOS SORTEOS DE LALOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIA
LOS MIERCOLES DE JUNIO DE 1982
No.
813814815816817
PRIMERO
45095870104704050168
SEGUNDO
15383937362396309646
TERCERO
48839387403499917946