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María del Castillo García Romero
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A PROPÓSITO DE LAS DEVOCIONES POPULARES EN TORNO
AL PATRIMONIO ARTÍSTICO. EL CASO DE LA ERMITA DE
NUESTRA SEÑORA DEL CASTILLO DE LEBRIJA (SEVILLA)
María del Castillo García Romero, Universidad de Sevilla
RESUMEN
En este artículo realizamos un breve estudio acerca la religiosidad popular generada alrededor
de uno de los espacios sacros primitivos y más destacados en el contexto local de Lebrija (Sevilla).
Confluyendo en dicho municipio una extensa muestra de las devociones populares más
arraigadas, encontramos su máximo exponente en el espacio que comprende la Ermita de Nuestra
Señora del Castillo, la cual analizamos desde diversas perspectivas, poniendo de manifiesto la
multiplicidad de ejemplos de esta religiosidad existentes en torno a dicho patrimonio.
PALABRAS CLAVE
Devociones populares, Patrimonio artístico, Ermita de Ntra. Sra. del Castillo, Lebrija (Sevilla).
ABSTRACT
In this article we make an approach to the popular religiousness generated around of one of
the first and most important sacred spaces in the local context of Lebrija (Sevilla).
Converging in this town a wide sample of popular devotions strongly rooted, we find the
highest type in the space that comprises the Ermita de Nuestra Señora del Castillo, which we analyse
from diverse perspectives, exposing the great variety of examples of this piety inherent to this heritage.
KEYWORDS
Popular devotions. Art heritage. Ermita de Ntra. Sra. del Castillo. Lebrija (Sevilla).
A propósito de las devociones populares en torno al patrimonio artístico. El caso de la ermita…
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INTRODUCCIÓN
La Ermita del Castillo, situada en el cerro del mismo nombre –emplazamiento
de la fortificación medieval-, es un edificio del tercer cuarto del siglo XIV, uno de los
mejores ejemplos de la arquitectura mudéjar de la ciudad.
El elemento patrimonial en cuestión revela consabidos valores históricos y
artísticos que se ven amplificados en la concepción de las múltiples manifestaciones
de religiosidad inherentes al lugar, lo cual dota de un valor particular al inmueble y
sus bienes muebles.
En concreto, nos referimos a la imagen titular del templo: la Virgen del
Castillo. Se trata de una talla bajomedieval convertida en imagen de candelero
durante la Edad Moderna, la cual ostenta el Patronazgo mariano de la ciudad y
constituye la figura central del imaginario sacro lebrijano.
En este sentido, aseveramos cómo el fenómeno religioso presente desde el
momento de la cristianización de la villa se encuentra activo, en este caso, desde la
misma configuración del inmueble como templo circunscrito a la fortificación, con
la paulatina incorporación de objetos artísticos de relevancia –que llegan a conformar
un importante conjunto-, y en la génesis de las devociones que pronto se convertirán
en la manifestación religiosa más enraizada de la población a través de los siglos.
De este modo, nuestro objetivo es realizar una aproximación a la historia y el
fenómeno artístico acontecido en este espacio, insistiendo en la caracterización del
edificio y su mobiliario como patrimonio cultural, haciendo así alusión a su
dimensión tanto histórica como artística y, muy especialmente, devocional.
Para ello, realizaremos un primer acercamiento a la Ermita y sus bienes,
llevando a cabo una síntesis del patrimonio histórico artístico presente en el templo.
Focalizando en la existencia de la corporación religiosa surgida para el culto de la
referida advocación mariana, la Hermandad del Castillo, plantearemos el proceso
histórico que experimentan las devociones populares relativas a la misma, revelando
asimismo la transformación de la imagen y su repercusión plástica y devocional. Por
último, identificaremos las expresiones de religiosidad, tanto materiales como
inmateriales, existentes en este contexto.
María del Castillo García Romero
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En esencia, a partir del análisis y la valoración de las artes plásticas asociadas
al mencionado espacio lebrijano proyectaremos la historia religiosa del lugar y su
dimensión devocional más popular, todo ello a través del culto profesado en torno a
la Ermita del Castillo y su imagen titular.
LA ERMITA DEL CASTILLO: UNA BREVE CARACTERIZACIÓN DE SU
PATRIMONIO HISTÓRICO ARTÍSTICO1
Para realizar un primer esbozo sobre el patrimonio histórico artístico que
constituye la propia Ermita, cabe mencionar que esta, ubicada en lo que fuera el
Castillo de la villa2, se encuentra circunscrita al centro histórico de la ciudad,
conjunto histórico artístico declarado, y Bien de Interés Cultural3.
1 Sobre diversos aspectos en relación a la Ermita del Castillo, remitimos a nuestras publicaciones:
GARCÍA ROMERO, M. C. “El Patrimonio Arquitectónico de Lebrija (Sevilla) como recurso turístico: Propuesta de rutas culturales”. International Journal of Scientific Management and Tourism. Vol.
2, abril, 2015, pp. 145-177. [Consultado: enero/ 2016]. Disponible en:
http://www.ijosmt.com/index.php/ijosmt/article/download/30/31; “La Ermita del Castillo de
Lebrija (Sevilla). Contextualización y aproximación histórica”, (en prensa); “La Ermita del Castillo
de Lebrija (Sevilla): algunas cuestiones en torno al patrimonio inmueble y su potencialidad turística”
(en prensa); “Estrategias para la puesta en valor de la Ermita del Castillo de Lebrija (Sevilla)” (en
prensa). “Estrategias para la puesta en valor de la Ermita del Castillo de Lebrija (Sevilla)”. International
Journal of Scientific Management and Tourism. vol. 2, nº. 2, (april 2016), pp. 129-149; “En la frontera de
la transformación: la vulnerabilidad del patrimonio mueble religioso en la Ermita del Castillo de Lebrija
(Sevilla)”, en: VIII Encuentro Complutense de Jóvenes Investigadores de Historia del Arte. Madrid:
Universidad Complutense de Madrid, 2016. 2 Este se encuentra declarado Bien de Interés Cultural, mediante la disposición adicional segunda de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (Boletín Oficial del Estado, n. 155, de
29 de junio de 1985. [Consultado: febrero/2016] Disponible en:
http://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1985-12534), en la que, entre otros, se incluyen
como elementos protegidos aquellos a los que les fue de aplicación el Decreto de 22 de abril de 1949 sobre protección de los castillos españoles. Boletín Oficial del Estado, n. 125, de 5 de mayo de 1949.
[Consultado: febrero/2016] Disponible en:
http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1949/125/A02058-02059.pdf. Sobre el castillo o fortificación
medieval, consúltese nuestra publicación: “La Ermita del Castillo de Lebrija (Sevilla).
Contextualización…”, op. cit., (en prensa). 3 El centro histórico de Lebrija, en cuya delimitación se encuentra la Ermita en cuestión, fue declarado
conjunto histórico artístico mediante Decreto 14/1985, de 22 de enero, por el que se declara conjunto histórico-artístico a la Villa de Lebrija (Sevilla). Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, n. 17, de 22 de
febrero de 1985. [Consultado: febrero/2016] Disponible en:
http://www.juntadeandalucia.es/boja/1985/17/3. Asimismo, con la entrada en vigor de la
mencionada Ley del Patrimonio Histórico Español, en concreto, mediante la disposición adicional
primera, le corresponderá ostentar la denominación y consideración de Bien de Interés Cultural,
sometiéndose así al régimen jurídico establecido en dicha ley. Sobre esta cuestión, véase: GARCÍA
ROMERO, M. C. “El Patrimonio Arquitectónico de Lebrija…”, op. cit., pp. 145-177.
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Del mismo modo, la Ermita del Castillo, secularmente conocida como Iglesia
de Santa María del Castillo, fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 19314,
y por ende, Bien de Interés Cultural con la entrada en vigor de la Ley de Patrimonio
Histórico Español de 19855.
Este será uno de los más importantes establecimientos religiosos fundados en
el lugar durante época bajomedieval –el único en el espacio de la fortificación-, siendo
una construcción ex novo del tercer cuarto del siglo XIV6, y pieza clave en lo que
podríamos denominar “sistema de ermitas” que se configura en la villa a lo largo de
la Edad Moderna7.
En su fábrica se revela la fuerte filiación mudéjar de esta arquitectura (Fig. 1),
en confluencia con estilos como el gótico, ello especialmente ejemplificado en el
empleo de arcadas de herradura en conjunción con arcos de diverso tipo8.
Resulta ser una importante muestra dentro de lo que se ha denominado
arquitectura mudéjar sevillana, teniendo en cuenta que posteriormente a su
configuración inicial, este bien se ha visto transformado a lo largo de los siglos con
la erección de nuevas estructuras y espacios como capillas, así como con otras obras
y reformas históricas –documentadas desde el siglo XVI hasta la actualidad-, que han
modificado sustancialmente el aspecto fundacional interior y exterior de edificio,
muy especialmente durante el período Barroco9.
En cuanto a los objetos artísticos presentes en el templo, este conjunto se
compone principalmente del mobiliario, ajuar litúrgico y otros bienes que dan
funcionalidad al espacio. Teniendo en cuenta el cariz tipológico del edificio, los
4 La Ermita fue declarada Monumento histórico –artístico mediante el Decreto de 3 de junio de 1931,
declarando monumentos Históricos-Artísticos, pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional, los que se indican. Gaceta de Madrid, n. 155, de 4 de junio de 1931. [Consultado: marzo/2016] Disponible en:
http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1931/155/A01181-01185.pdf, 5 Este templo fue declarado BIC mediante la aplicación de la disposición adicional primera de la citada
Ley del Patrimonio Histórico Español de 1985, del mismo modo que ocurrió con el conjunto histórico
artístico antes mencionado. 6 GARCÍA ROMERO, M. C. “La Ermita del Castillo de Lebrija (Sevilla): algunas cuestiones en torno
al patrimonio inmueble…”, op. cit., (en prensa). 7 Véase: GARCÍA ROMERO, M. C. “La Ermita del Castillo de Lebrija (Sevilla).
Contextualización…”, op. cit., (en prensa). 8 Véase: GARCÍA ROMERO, M. C. “La Ermita del Castillo de Lebrija (Sevilla): algunas cuestiones
en torno al patrimonio inmueble…”, op. cit., (en prensa). 9 Idem.
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bienes muebles custodiados no constituyen un conjunto demasiado amplio10; si bien,
se tiene constancia que en otro tiempo llegó a conservarse un mayor número de
piezas, sobre todo en lo que a platería y retablística se refiere11.
Con respecto a los bienes muebles existentes actualmente, encontramos una
interesante muestra de tipologías como la escultura, la retablística, las artes
decorativas y aplicadas –muchos de estos, enseres propios de la Hermandad-.
En cuanto a la arquitectura lignaria, actualmente solo se encuentra el Retablo
Mayor (1633 y 1659)12, muy transformado.
La escultura presente en la Ermita constituye la nómina de obras más amplia
y variada de bienes. Se compone de piezas de distinto formato e iconografía, las
cuales responden a una cronología muy diversa (ss. XIV-XX), y perviven como
testimonio de una historia individual igualmente disímil. En este sentido destacamos
por su singularidad las tallas bajomedievales de la Virgen del Castillo, que luego
abordaremos, y la del Cristo de las Cinco Llagas, figura yacente de un gótico tardío
que revela las características compositivas y estilísticas de posición esquemática y
rasgos arcaizantes, la cual goza de gran devoción popular en la ciudad13.
En cuanto a las artes decorativas, aplicadas e industriales, esta colección se
halla integrada por una mayoría de enseres diversos pertenecientes a la Hermandad,
10 A ello se suma el hecho de que muchos de los bienes muebles ubicados en ermitas situadas en las
afueras de las poblaciones, por recomendación de las Autoridades Eclesiásticas, suelen ser trasladados
a las iglesias parroquiales como medida de seguridad (Véase: HERNÁNDEZ NÚÑEZ, J. C. “Algunas reflexiones sobre las ermitas de la provincia de Sevilla y sus bienes muebles”, PH: Boletín
del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, año 8, nº 33, 2000, pp. 186-187. [Consultado:
febrero/2016]. Disponible en:
http://www.iaph.es/revistaph/index.php/revistaph/article/view/1105), muy especialmente en el
caso de la orfebrería, que por su valor material y fácil movilidad, es objeto de desaparición. De esta
forma, tendríamos uno de los motivos por los cuales el ajuar litúrgico de la Ermita se halla del todo
desintegrado en cuanto a piezas de platería histórica se refiere, solo encontrando en el templo algunos
elementos para la celebración sacra (cáliz, etc.) de manufactura actual. 11 Sobre esta cuestión, remitimos a nuestra aportación: GARCÍA ROMERO, M. C. “En la frontera
de la transformación…”, op. cit. 12 BELLIDO AHUMADA, J. La Patria de Nebrija: Noticia Histórica. Los Palacios, María del Carmen
Bellido Gª de Atocha, 1985, p. 298. 13 Este Cristo bajomedieval, primitivo crucificado, es el titular de la Hermandad del Santo Sepulcro.
Fue reconvertido como imagen articulada, lo que le valió figurar durante mucho tiempo en la
tradicional ceremonia del Descendimiento de la Cruz, siendo dispuesto finalmente como imagen
yacente contenida en su urna. Del mismo momento de su transformación será su policromía actual (CORDERO RUÍZ, J. Las pinturas y esculturas de Lebrija. Lebrija, Ayuntamiento de Lebrija y
Fundación El Monte, 2002, capítulo III), pese a haber sido restaurado tiempo después, teniendo como
otra importante intervención la de 1966 por parte del escultor sevillano José de Ribera, quien descubrió el sudario primitivo, oculto desde el siglo XVII (BELLIDO AHUMADA, J. La patria de
Nebrija…, op. cit., p. 299).
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y cuya utilización tiene lugar en los distintos cultos de la misma, ya sea en salidas
procesionales, como en otras actividades. Destacamos, como ejemplo, en lo referente
a textiles, el ajuar de la talla de la Virgen del Castillo. Amplio en número y en riqueza
de tejidos y bordados, cuenta con piezas desde el s. XIX a la actualidad.
LA VIRGEN TITULAR Y SU CORPORACIÓN: LA ANTIGUA,
FERVOROSA Y VENERABLE HERMANDAD Y COFRADÍA DE NTRO.
PADRE JESÚS ATADO A LA COLUMNA Y NTRA. SRA. DEL CASTILLO
CORONADA, PATRONA Y ALCALDESA HONORARIA PERPETUA DE
LEBRIJA Y SAN PEDRO APÓSTOL
“Es proverbio antiguo entre los naturales fue hallada o aparecida a el pié de un arrahián Y
traída con toda veneración y colocada en la capilla mayor, en el lugar qe hoy se haya intitulado
pr. La eminencia en qe. está Nuestra Señora del Castillo. Es el patrosinio y refugio de esta
Villa, en donde todos, no solo naturales, sino de otros lugares, y haún extrangeros, hayan
consuelo y asilo en todas sus necesidades. Diganlo los qe. lo han experimentado… Pues así en
mar como en tierra, están esperimentadas sus grandesas, y lo demuestran muy bien las paredes
de su Yglesia, llenas de munchos recuerdos de sus maravillas; jamás ha llegado necesidad a las
puertas de su misericordia qe. no vaya socorrida…”
Así refiere Bellido Ahumada el origen de la imagen y la devoción a la Virgen
del Castillo14 según lo describe el manuscrito “Libro de Misas de Cuerpo Presente”,
el cual supone un acercamiento histórico a la imagen, y a las devociones populares
arraigadas en su figura hacia la segunda mitad del XVII.
Si bien, la existencia de la imagen y la Fe popular que alimenta su culto se
remontan bien atrás. No pudiendo atestiguar sus inicios concretos –dado el vacío
documental en referencia a fechas tempranas (ss. XIV-XV)-, no se sabe con exactitud
cuál pudo haber sido el ciclo sufrido por la imagen hasta llegar a la Ermita. (Fig. 2)
Pese a ello, la propia denominación del templo como Iglesia de Santa María
del Castillo al menos desde el siglo XV –hacemos alusión a los Libros de Visita
14 BELLIDO AHUMADA, J. La patria de Nebrija..., op. cit., p. 301.
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(concretamente en el período 1476-1501) custodiados en el Archivo de la Iglesia
Parroquial de Ntra. Sra. de la Oliva15-, arguye la presencia de una imagen mariana
ya en dicho momento, pues el nombre de inmueble no haría solamente referencia a
su ubicación en el Castillo, que es evidente, sino que está inequívocamente
consagrado a la imagen de Santa María del Castillo, custodiada en su interior (ello
sería del todo factible teniendo además en cuenta ambas cronologías, la de la
escultura y la del edificio, en torno al siglo XIV).
Sea como fuere, es de suponer que la imagen se custodiara desde
tempranamente en el templo, erigiéndose este en su honor o no, pero sí teniendo una
imagen mariana de tan concreta advocación a la que consagrar el culto.
De esta forma, su veneración tendría lugar al menos desde el aludido período,
no sabemos si de forma organizada; lo que sí se constata es la creciente devoción a
través de las donaciones de fervientes lebrijanos que manifiestan su agradecimiento
por favores recibidos, ello atestiguado a partir de 150216.
Sobre la talla de la Virgen del Castillo17
La de la Virgen del Castillo es una talla anónima, polícroma, y realizada en
madera de pino, a la que algunos autores sitúan en una cronología cercana al último
tercio del siglo XIV18. Primitivamente de cuerpo entero, en posición erguida y con
niño entre los brazos, la imagen fue traumáticamente mutilada producto de las
devociones populares y siguiendo los modismos o gustos estéticos de la Edad
15 Esta documentación histórica fue estudiada en: ABELLÁN PÉREZ, J. La Iglesia de Santa María de
la Oliva (Lebrija) a través de sus Libros de Visitas I (1476-1501). Sevilla, Agrija Ediciones, 2006. Consúltese
asimismo: GARCÍA ROMERO, M. C. “La Ermita del Castillo de Lebrija (Sevilla).
Contextualización…”, op. cit., (en prensa). 16 BELLIDO AHUMADA, J. La patria de Nebrija..., op. cit., p. 303. 17 La talla está siendo intervenida en la actualidad en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico
(IAPH), dentro de un proyecto de aplicación del conocimiento (I+D+I), como resultado de un
convenio de colaboración firmado entre la Hermandad del Castillo, el Excmo. Ayto. de Lebrija y el
citado Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Véase: IAPH. Web institucional: noticias de actualidad. La imagen de la Virgen del Castillo de Lebrija será restaurada en el IAPH. [Consultado:
enero/2016] Disponible en:
http://www.iaph.es/web/portal/actualidad/contenido/151020_intervencion_virgen_castillo_lebrij
a.html 18 BARROSO VÁZQUEZ, M. D. Patrimonio Histórico Artístico de Lebrija. Lebrija, Ayuntamiento de
Lebrija y El Monte. Caja de Huelva y Sevilla, 1992, p. 62. Otros autores se adelantan a esta cronología, apuntando que la imagen data de mediados del XIV: “por la policromía residual deducimos que pertenece
a ese momento, si comparamos con otras semejantes el tipo de aparejo, estofado y pigmentos utilizados”:
CORDERO RUÍZ, J. Las pinturas y esculturas…, op. cit., capítulo III.
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Moderna basados en la reconversión de tallas marianas en vírgenes de vestir (lo que
pudo ocurrir, en el caso de la del Castillo, hacia el siglo XVII19).
Por tanto, de la pieza original solo se conserva el núcleo central de su cuerpo
(cabeza, tronco y comienzo de extremidades inferiores), portando actualmente
brazos articulados y candelero. A pesar de las profundas transformaciones y las
restauraciones sufridas20, la imagen conserva el aspecto de las vírgenes goticistas,
muy especialmente en su rostro, cuya expresión revela rasgos arcaizantes en la
mirada y sonrisa, lo que confiere a la talla su primigenia identificación como imagen
medieval.
La Virgen porta una escultura exenta de un Niño Jesús entre ambas manos.
Del siglo XVII, posiblemente de la misma fecha de la reconversión de la imagen
mariana, la del Niño es una pieza de no mucha calidad artística. Se trata de una
imagen de vestir, que también ha sufrido varias restauraciones21, y solo es expuesta
en momentos litúrgicos de Gloria.
Ambas tallas, por su configuración material y estilística, cuentan con un ajuar
compuesto tanto por textiles (sayas, mantos) como por piezas de orfebrería (corona
y joyas) que sirven de indumentaria y adorno respectivamente.
La Hermandad del Castillo22
Las primeras noticias documentales acerca del ejercicio de la del Castillo
como Hermandad sitúan la institución alrededor de 1641, con la fundación de una
cofradía devocional, la del Dulce Nombre de María23. Antes que el propio Papa
Inocencio XI instituyera la fiesta del mismo nombre, parece ser que la Virgen del
19 MIÑARRO LÓPEZ, J. M. “Informe Artístico y Técnico sobre la imagen de Nuestra Señora del Castillo de Lebrija”. En: AA.VV. Expediente para la Coronación Canónica de Nuestra Señora del Castillo.
Lebrija, Hermandad del Castillo, 2011, p. 168. 20 Sobre este aspecto, también remitimos a nuestro estudio: GARCÍA ROMERO, M. C. “En la
frontera de la transformación…”, op. cit. 21 CORDERO RUÍZ, J. “Informe sobre la imagen y su devoción”. En: AA.VV. Expediente para la
Coronación Canónica de Nuestra Señora del Castillo. Lebrija, Hermandad del Castillo, 2011, p. 187. 22 A pesar de que este artículo se centra en las devociones que despierta la imagen de la Virgen del
Castillo, titular de la Ermita en cuestión y su Hermandad, queremos mencionar que existe asimismo
un cotitular cristífero de esta corporación, Ntro. Padre Jesús Atado a la Columna (1717), talla cuya
procedencia se relaciona con el círculo “Jerezano-Genovés”, muy especialmente con Jácome Vaccaro
o alguno de los Cresci. Véase al respecto: MORENO ARANA, J. M. “La imaginería en las Hermandades lebrijanas del Barroco”. En: RODA PEÑA, J. (dir.) IX Simposio sobre Hermandades de
Sevilla y su Provincia. Sevilla, Fundación Cruzcampo, 2008, pp. 50- 51. 23 BELLIDO AHUMADA, J. La patria de Nebrija…, op. cit., p. 304.
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Castillo presidía la cofradía del Dulce Nombre en Lebrija, con salida procesional el
día 12 de septiembre, según un libro de misas del mismo año24.
En la festividad litúrgica del día de su onomástica, tenía lugar la celebración
de una función y consiguiente procesión hasta la Parroquia de la Oliva25, fiestas que
gozaban de tradición y creciente participación popular con la estampa de fuegos
artificiales y espectáculo taurino que tenía lugar26.
“Hay en esta villa una cofradía con el título de Ntra. Sra. del Castillo, sita en su iglesia
fortaleza de esta villa con una procesión de sangre que mantiene en uno de los días de la
Semana Santa. Está con mucho fervor y devoción. Su fundación fue el año de 1641. Es imagen
y cofradía de la devoción de esta villa. No tiene más bienes que una aranzada de olivar y su
limosna diaria de una bacinilla”27.
Siendo una Hermandad de consabida devoción popular, tanto en su vertiente
de Gloria como de Pasión, esta no poseía grandes bienes –solo el arrendamiento de
unas fincas de olivar- por lo que se ayudaban de limosnas para el gasto de la
procesión, rifas, y aportaciones de los hermanos que la portaban en su día. Si bien,
con el tiempo, se iría ampliando la nómina de fieles y devotos, lo que hará que la
Virgen, en 1760, llegue a ser portada en urna de plata, con estandarte y cruz del
mismo metal28, teniendo por la misma época un rico ajuar en cuanto a piezas de
plata, fruto de la donación de los devotos29.
24 Idem. 25 A.G.A.S. Sección III: Justicia. Serie: Hermandades. Legajo 221. Año 1857 (1). “Lista o Estado de
las Hermandades religiosas existentes en esta villa y Arciprestazgo de Lebrija hoy veinticinco de
septiembre de mil ochocientos cincuenta y siete”, Inserto en Expediente de erección de una
Hermandad del Rosario en el Convento de Santa María de Jesús, citado por MAYO RODRÍGUEZ,
J. “Hermandad y Cofradía de…”, op. cit., p. 368. 26 BELLIDO AHUMADA, J. La Patria de Nebrija…, op. cit., p. 305. 27 A.G.A.S. (ARCHIVO GENERAL DEL ARZOBISPADO DE SEVILLA). Sección IV:
Administración General. Serie: Visitas pastorales. Legajo 1334. Visita a la Villa de Lebrija. Año 1685.
“Informe de cofradías, hospitales, ermitas y otros santuarios de Lebrija. Año 1685”, citado por
MAYO RODRÍGUEZ, J. “Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna y
Nuestra Señora del Castillo en su Misterio Doloroso”. En: SÁNCHEZ HERRERO, J.; RODA PEÑA, J.; G. DE LA CONCHA DELGADO, F. (dir.) Misterios de Sevilla, Sevilla: Ediciones
Tartessos, 2003, p. 369. 28 BELLIDO AHUMADA, J. La Patria de Nebrija…, op. cit., p. 305. 29 MAYO RODRÍGUEZ, J. “Hermandad y Cofradía de…”, op. cit., p. 369.
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La actividad de la cofradía mariana durante la Semana Santa, con su
correspondiente salida procesional, la vincula a la llamada Cofradía del Santo Cristo
de las Cinco Llagas (alrededor de la imagen homónima custodiada en el templo del
Castillo). Desde inicios del XVII ambas imágenes procesionarían juntas el Jueves
Santo30. Dicha salida conjunta tendría lugar hasta la adquisición del que ahora es el
titular cristífero de la Hermandad del Castillo –Ntro. Padre Jesús Atado a la
Columna-, hecho que se sitúa en 1771 y que provocaría el cambio en las salidas de
las mencionadas efigies y en la configuración de la cofradía.
La Virgen del Castillo, ostentará durante buena parte de su historia el título
de Patrona. A partir de 1643, en un primer momento, el Cabildo de Lebrija, en la
sesión del 19 de abril, según consta en acta, la reconoce como Patrona por ser la
protectora de la villa e intercesora de los lebrijanos31. Ello se corroborará en 1755 por
el acuerdo municipal del 26 de noviembre, en agradecimiento a la protección y
amparo que dio a la villa en lo referente a los efectos del Terremoto de Lisboa del
primero de noviembre.
En cuanto a las Reglas, las más antiguas conocidas son las aprobadas en
164132. También se tiene noticia de las de 1850, aprobadas por el Arzobispado de
Sevilla después de encargo previo del Visitador General el dos de junio del mismo
año33, en las que se reafirman en la creencia y defensa del misterio de la Inmaculada
Concepción34 y recogen otras cuestiones relativas a la actividad de la cofradía.
Lo más significativo del siglo XX se centra en la que se apunta que fuera una
desintegración temporal de la Hermandad a finales del ochocientos por la muerte del
entonces Hermano Mayor, reorganizándose la institución alrededor de 190835. Otros
30 Ibídem., p. 368. 31 Ibíd., p. 369. 32 Ibíd., p. 368. 33 BELLIDO AHUMADA, J. La Patria de Nebrija…., op. cit., p. 305. 34 A.G.A.S. Sección III: Justicia. Serie: Hermandades. Legajo 221. Año 1857, citado por MAYO
RODRÍGUEZ, J. “Hermandad y Cofradía de…”, op. cit., p. 371. 35 A.H.C.L. (ARCHIVO DE LA HERMANDAD DEL CASTILLO DE LEBRIJA). Cuentas de cargo
y data de la cofradía de Nuestra Señora del Castillo. Actas de 1908, citado por MAYO RODRÍGUEZ, J.
“Hermandad y Cofradía de…”, op. cit., p. 372.
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acontecimientos destacados en estas fechas serían las obras acometidas en la sede
canónica entre 1915 y 191936.
Durante la Guerra Civil, la imagen de la Virgen será custodiada en la
Parroquia de la Oliva, trasladándose por tanto el culto desde la Ermita a este templo.
En el tiempo que durará el conflicto, serán celebradas funciones en su honor debido
a la intercesión de la Virgen ante la desgracia de combatientes, siendo trasladada a
su sede canónica en procesión en mayo de 1939, tras los cultos celebrados por el fin
de la Guerra37.
A partir de ese momento, la actividad de la Hermandad se normaliza de nuevo
en la Ermita, con gran resolución en cuanto a la organización de actos de diversa
índole para conmemoraciones como las del doscientos y doscientos cincuenta
aniversario del nombramiento de la Virgen como Patrona en 1955 y 2005,
respectivamente, o su Coronación Canónica Pontificia en octubre de 2012.
Con la afiliación de más de 2000 hermanos, la Hermandad del Castillo sigue
siendo hoy la más popular de la ciudad, con una cuantiosa y creciente nómina de
devotos.
La presencia de la misma en la Ermita contribuye al mantenimiento de la
funcionalidad y ornato del templo, gestionando un valioso patrimonio material e
inmaterial, y marcando un hito en la historia socio religiosa de la ciudad hasta
nuestros días.
ENTRE LO MATERIAL Y LO INMATERIAL: EXPRESIONES DE
RELIGIOSIDAD POPULAR EN TORNO A LA ERMITA
La riqueza patrimonial que atesora la Ermita se manifiesta, además de, en
todo lo anteriormente expuesto, en otros elementos de carácter inmaterial ligados a
este espacio.
36 Sobre cuestiones arquitectónicas en relación a la Ermita, consúltese nuestra publicación: “La Ermita
del Castillo de Lebrija (Sevilla): algunas cuestiones en torno al patrimonio inmueble…”, op. cit., (en
prensa). 37 MAYO RODRÍGUEZ, J. “Hermandad y Cofradía de…”, op. cit., pp. 372-373.
A propósito de las devociones populares en torno al patrimonio artístico. El caso de la ermita…
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El patrimonio intangible que es posible identificar en relación a este inmueble
y sus objetos artísticos está, en primer lugar, caracterizado por su naturaleza religiosa,
lo cual marca las reglas de un tiempo y un espacio en el que se suceden, en esencia,
manifestaciones de dicha religiosidad popular, con su correspondiente vertiente
material.
En consecuencia, en este contexto tiene lugar una serie de cultos y liturgias
producto de las devociones populares, a lo que se suma la propia práctica devocional
individual y su proyección social.
De ello pretendemos exponer unos ligeros apuntes que refieran una inicial
aproximación a estos bienes de especialidades específicas, dada su relación con las
tipologías histórico-artísticas en cuestión.
Por lo tanto, identificaremos a través de una amplia muestra tanto inmaterial
como tangible la evidencia de las diversas expresiones devocionales asociadas a este
lugar y su titular mariana.
Devociones populares alrededor de la Ermita
La devoción supone un fenómeno complejo, sobre el cual tanto la
antropología como la sociología han ahondado en sus orígenes. En él confluyen una
gran variedad de elementos entre los que ocupa un lugar preeminente lo que será el
referente primigenio de dicha devoción.
En este caso, en cuanto a las devociones populares surgidas en torno a la
Ermita, definimos como claro referente, entre todas las imágenes presentes, la de la
Virgen del Castillo. Las razones de su veneración se remiten a la práctica religiosa de
la Iglesia Católica, en la cual la imagen de la Virgen María ocupa un lugar destacado
en el imaginario religioso y, consecuentemente, en la representación iconográfica de
esta índole.
Muy especialmente desde el Barroco, el culto predominante en el contexto de
Andalucía es el de la Virgen María, mostrando la superioridad de una devoción que
se debe especialmente a la proclamación de las bulas de la Inmaculada Concepción
en el siglo XVII38, momento en el cual, como ya se ha dicho, también se constituirá
38 FERNÁNDEZ DE PAZ, E. “Las ermitas de la provincia de Sevilla. Religiosidad popular andaluza. Testimonio de un patrimonio que nos identifica”, PH: Boletín del Instituto Andaluz del Patrimonio
María del Castillo García Romero
163
la corporación del Dulce Nombre de María, luego Hermandad del Castillo, que
organiza el culto y la liturgia entorno a la mencionada imagen.
La manifestación de lo sagrado a través de la práctica ritual y la relación
propiciatoria con las entidades divinas distingue a esta devoción popular de la
práctica religiosa institucionalizada, configurándose por tanto alrededor de la
primera diversas vivencias colectivas que ponen en relación a los fieles con la esfera
de lo sobrenatural. De ello destacamos la conformación de una serie de cultos, fiesta
y liturgia, así como referimos las manifestaciones de la devoción individual profesada
a la imagen del Castillo.
Fiesta, cultos y liturgia
La devoción a la Virgen del Castillo ha generado en Lebrija una particularidad
en cuanto a la liturgia que emana de la religión católica. Nos referimos a la creación
de un ciclo litúrgico exclusivo para la mencionada imagen mariana, lo cual se
articula, por una parte, en las celebraciones que tienen lugar cada semana39, y por
otra, en las realizadas anualmente.
Según las fiestas litúrgicas que sirven para expresar el testimonio de la Fe, en
la ciudad, y asociadas a la del Castillo, durante el año civil tiene lugar un buen
número de prácticas religiosas dedicadas a la Virgen.
Ello da comienzo con lo que en Lebrija se denomina Día de la Candelaria.
También conocido como Día de las Candelas, se corresponde con el episodio bíblico
de la Presentación de Jesús en el Templo y Purificación de María, tal y como se
recoge en el Evangelio de San Lucas, capítulo 2, vv. 22-39.
La conmemoración de esta festividad el 2 de febrero implica que lebrijanos y
foráneos acudan a la Ermita a rogar protección y amparo a esta Virgen, para lo cual
siguen el ritual de paso por debajo del manto de esta40. Para ello, este día, la talla se
Histórico, año 8, nº 33, 2000, p. 193 [Consultado: febrero/2016] Disponible en:
http://www.iaph.es/revistaph/index.php/revistaph/article/view/1106. 39 Se trata de la Sabatina, que combina el ejercicio del Rosario con la Eucaristía todos los sábados del
mes. Véase: ROMERO VERA, D. “Informe sobre los cultos litúrgicos tributados a la bendita imagen de Ntra. Sra. del Castillo”. En: AA.VV. Expediente para la Coronación Canónica de Nuestra Señora del
Castillo. Lebrija, Hermandad del Castillo, 2011, p. 232. 40 No solo recién nacidos acuden a este rito, sino todo aquel “iniciado” que año tras año renueva su
ruego de protección pasando por debajo del manto de la Patrona. Este ceremonial termina besándose
la medalla de la Virgen, que pende del manto. Paralelamente a este ritual que tiene continuidad
durante todo el día, a primera hora de la mañana se celebra una Eucaristía en la que cobra especial
A propósito de las devociones populares en torno al patrimonio artístico. El caso de la ermita…
164
ubica fuera del camarín del Retablo Mayor, a la altura del público, vistiendo su
tradicional manto de terciopelo burdeos bordado en oro, de 195541.
Siguiendo el orden cronológico anual, a continuación tendrían lugar tanto la
estación de penitencia como las prácticas previas encaminadas a la celebración de la
Cuaresma.
Durante este tiempo litúrgico, en el seno de la Hermandad se organizan
diversos actos y cultos, entre los que destacamos la actividad penitencial que supone
la Salida Procesional del Jueves Santo. Entre las peculiaridades relacionadas con el
patrimonio material que se encuentra implicado en el acto, destacamos la salida de
la talla de la Virgen del Castillo –imagen letífica- caracterizada como Virgen
Dolorosa, ataviada con ropajes de luto y sin portar el Niño Jesús en sus brazos42.
(Fig. 3)
Asimismo, el Domingo de Resurrección se mantiene la tradición de subir al
Castillo a visitar los titulares en la Ermita, con gran ambiente festivo, lo que supone
el cierre extraoficial de la Semana Mayor lebrijana43.
En mayo, mes de las flores, tiene lugar el rezo diario del Santo Rosario a los
pies de la Virgen. La concurrencia de público, sobre todo mujeres, se traduce en una
masiva ofrenda floral, la cual se coloca en el presbiterio, ofreciendo una estampa
colorida del interior del templo. El rezo finaliza entonando diversos cánticos
dedicados a la imagen, y el último día del mes, con la correspondiente Eucaristía44.
La siguiente serie de ceremonias se orienta a la celebración de la onomástica
de María Santísima del Castillo el 12 de septiembre, hecho que además exalta su
carácter como Patrona de la ciudad. Primeramente, tiene lugar el traslado de la
imagen en su paso procesional de Gloria a la Iglesia Conventual de las Madres
Concepcionistas Franciscanas, ubicado en el centro histórico de Lebrija. Allí residirá
junto a la comunidad la citada imagen, desde el penúltimo domingo de agosto –día
atención el también ritual de las candelas. Así la luz y las velas son elementos de especial importancia
en este contexto litúrgico. ROMERO VERA, D. “Informe sobre los cultos….”, op. cit., pp. 221-222. 41Se trata de un manto bordado en oro con motivos vegetales sobre terciopelo burdeos, regalo del
pueblo de Lebrija en el bicentenario de su Patronazgo en 1955, ejecutado en los talleres de la viuda de
Carrasquilla. MAYO RODRÍGUEZ, J. “Hermandad y Cofradía de…”, op. cit., p. 378. 42 ROMERO VERA, D. “Informe sobre los cultos….”, op. cit., p. 222. 43 Ibíd., p. 224. 44 Ibíd., p. 225.
María del Castillo García Romero
165
en que la Iglesia celebra la festividad de Santa María Reina- hasta el primer domingo
de septiembre, en el que tiene lugar un nuevo traslado.
En este caso se dirigirá el cortejo a la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de
la Oliva, desde donde procesionará el día 1245. En dicha jornada se organiza una
Función Principal en la que tiene lugar la Misa de Costaleros previa a la Salida
Procesional. Correspondiendo a la fiesta que instituye la Iglesia como la del Dulce
Nombre de María, el conocido como “día de la Virgen del Castillo” significa la
celebración en la ciudad de la Feria y Fiestas Patronales, las cuales tienen lugar
durante esa misma semana. También referimos que el propio día 12 se celebra el
santo de las mujeres llamadas María del Castillo, antropónimo muy extendido entre
las lebrijanas.
Tras la Salida Procesional de Gloria en la tarde del mencionado día, se celebra
una solemne Novena entre el 13 y el 21 de septiembre, consistente en el rezo del
Rosario, y en la última jornada, celebrándose una Eucaristía.
Un nuevo Rosario, esta vez al amanecer, es rezado durante el recorrido que
lleva de vuelta a la imagen mariana hacia su Ermita. Ello tiene lugar la madrugada
del primer domingo de octubre.
Durante el mismo mes, reseñamos el solemne Besamanos que tiene lugar a la
imagen, el día 12. Desde el año 2012, este se ha convertido en un día conmemorativo,
en el que celebrar el aniversario de la Coronación Pontificia de la Virgen.
Para finalizar el año, referimos la Misa por los Hermanos difuntos (2 de
noviembre), que, si bien, no tiene un cariz distinto a la celebrada en cualquier templo
cristiano, en lo referente a la imagen del Castillo, constatamos cómo esta retoma el
luto en su vestimenta, simbolizando sobremanera el carácter del acto.
Manifestaciones de la devoción personal hacia la Virgen del Castillo
De forma paralela a la celebración pública de los actos y cultos arriba
expresados, en los que hemos contabilizado tanto fiestas como liturgia, dedicamos
45 Ibíd., pp. 226-228. Durante su estancia, a la Virgen le será cedido el báculo de la Madre Abadesa,
el cual se coloca entre sus manos. Igualmente, la comunidad organiza en su honor el correspondiente
Rosario y Eucaristía que tiene lugar diariamente, además de celebrarse en sábado una Exaltación a la
Virgen del Castillo, pregón iniciado en el 2000 por D. Francisco Romero Marín, en el que se dedican
cada año tanto pasajes literarios como testimonios personales de Fe hacia la Patrona.
A propósito de las devociones populares en torno al patrimonio artístico. El caso de la ermita…
166
un apartado al análisis de la vertiente más personal de la devoción popular
identificada en torno a la Ermita.
Nos referimos a la devoción profesada a la Virgen del Castillo, atendiendo
especialmente a la manifestación material de dicha profesión de Fe desde el punto de
vista del culto individual a esta imagen mariana.
Exvotos
Los exvotos son manifestaciones materiales de la devoción personal hacia una
imagen sagrada. En concreto, y como su propio nombre indica, se trata de ofrendas
realizadas a la divinidad como resultado de una promesa o favor recibido46.
Considerados objetos significativos a los que la Iglesia presta especial atención
por constituir un acto de Fe, su dimensión devocional se combina con un gran valor
histórico-artístico, ya que estos actúan como documentos propiamente históricos,
que en el caso de la tipología pictórica ofrecen el testimonio de la tradición
devocional, costumbres y modos de vida de la población de una forma gráfica,
constituyendo una fuente de gran trascendencia para el conocimiento de las
manifestaciones artísticas y religiosas más populares.
En este sentido, la Ermita del Castillo logró atesorar un gran número de
exvotos, de los cuales destacaba una colección pictórica del siglo XIX, hoy
desintegrada, en la que se contaban un buen número de piezas de pequeño formato47.
En ellas tenía lugar la narración de milagros o la intervención divina ante distintos
episodios, de lo cual solo ha pervivido un único ejemplo en la Ermita.
Si bien, en el caso de este templo, además de pintura, estos exvotos se
ejemplifican en otros objetos, la mayoría de metal, los cuales reproducen en su
morfología distintas partes corporales. (Fig. 4)
Con ello aluden a la petición de gracia o intercesión ante el padecimiento de
enfermedades relacionadas con aquello a lo que hacen referencia. Encontramos así
46 HERNÁNDEZ NÚÑEZ, J. C. “Algunas reflexiones sobre las ermitas…”, op. cit., pp. 187-188. 47 BARROSO VÁZQUEZ, M. D. Patrimonio Histórico…, op. cit., p. 84; MORALES, A. J.; SANZ, M.
J.; SERRERA J. M.; VALDIVIESO, E. Guía artística de Sevilla y su provincia, Sevilla, Diputación
Provincial de Sevilla y Fundación José Manuel Lara, 2004, p. 104.
María del Castillo García Romero
167
la representación predominante de globos oculares y extremidades, de lo cual aún se
conserva una amplia nómina en la Ermita.
Por último, y en soporte fotográfico, contabilizamos otro tipo de exvotos,
correspondientes al siglo XX. Un amplio muestrario de imágenes nos relatan las
historias individuales de una sociedad que encomienda su protección a esta imagen
mariana. Destacamos especialmente la colección fotográfica producto de la marcha
de jóvenes lebrijanos para prestar el servicio militar, quienes, antes de partir,
depositaban sus fotografías a los pies de la Virgen48.
Todo ello pone de manifiesto la humanización que implica la práctica de
devociones populares49, que, entre otras cosas, refleja tales comportamientos en
imágenes o representaciones que no solo forman parte de las propias creencias, sino
que son elementos identificativo de los individuos y la sociedad.
Composición literaria y musical
“¡Salve, Virgen del Castillo!,
Madre de los lebrijanos,
Soberana de este pueblo,
Y Reina de los cristianos”.
I Exaltación a la Virgen del Castillo.
Francisco Romero Marín (Agosto, 2000)
La Virgen del Castillo ha resultado ser asimismo objeto de inspiración para la
composición tanto literaria como musical.
48 AA.VV. Expediente para la Coronación Canónica de Nuestra Señora del Castillo. Lebrija, Hermandad del
Castillo, 2011, p. 208. También queda constancia escrita en los libros de Actas de la Hermandad (años
1936 a 1939) que los jóvenes lebrijanos, antes de marchar a combatir en el frente de la Guerra Civil,
encomendaban su protección a la Virgen del Castillo. 49 FERNÁNDEZ DE PAZ, E. “Las ermitas de la provincia…”, op. cit., p. 194.
A propósito de las devociones populares en torno al patrimonio artístico. El caso de la ermita…
168
De la celebración de una Exaltación o pregón anual en su honor se obtiene
una buena muestra de la poesía y prosa poética compuesta a dicha imagen.
En el ámbito musical, destaca un amplio cancionero, en cuya creación han
participado fieles y devotos de la imagen. Contribuciones recientes como las del Coro
Blanca Paloma de Lebrija o la de Juan José Moreno Ramírez, se suman a otros
cantos, saetas y sevillanas populares, así como al ya histórico himno dedicado a
Nuestra Señora del Castillo y compuesto por Diego Morales, muy frecuentemente
entonado en el ciclo litúrgico que tiene lugar en torno a esta imagen.
Entre lo público y lo privado: la materialización de las devociones
Como hemos visto, la religiosidad popular que se origina en lo relacionado
con la Ermita y la imagen mariana del Castillo se traduce en la configuración de una
serie de manifestaciones de marcado carácter devocional.
La complementariedad de las devociones populares con otros elementos en el
seno de la sociedad refiere el profundo influjo de esta religiosidad en la frontera
existente entre lo público y lo privado. De ello citamos las diversas referencias en
cuanto a toponimia y antroponimia relacionadas con el Castillo y la Virgen, así como
el patrimonio asociado a la titular mariana en la sociedad civil y el espacio urbano.
Implicaciones sociales de la devoción a la Virgen
La devoción a la Virgen del Castillo se ha manifestado históricamente a través
de procedimientos y actitudes múltiples50.
Entre ellas, y aún muy extendida en el contexto social actual, cabe referir la
denominación de lugares, instituciones o personas con el nombre del Castillo,
evocando a la imagen del mismo nombre.
Se trata de la toponimia y la antroponimia, las cuales se aplican a espacios de
diversa índole, y personas, respectivamente. La utilización de la del Castillo como
advocación que dota de identidad a un lugar o individuo revela la trascendencia de
50 ROMERO MARÍN, F. “Razones Históricas y Sociológicas que avalan la advocación de la Santísima Virgen del Castillo”. En: Expediente para la Coronación Canónica de Nuestra Señora del Castillo.
Lebrija, Hermandad del Castillo, 2011, p. 239.
María del Castillo García Romero
169
la imagen, y el lugar preeminente que ocupa en el imaginario no solo religioso, sino
colectivo de los habitantes de esta ciudad.
Asimismo, en este contexto más cercano a la sociedad civil que a la órbita
religiosa, mencionamos una serie de reconocimientos que contribuyen a la
hegemonía de este culto a la Virgen del Castillo.
Hablamos de los títulos que ostenta dicha imagen, los cuales han sido
concedidos por diversas instituciones entre las que distinguimos la eclesiástica y la
municipal. En el primer caso, además de la Coronación Canónica Pontificia antes
mencionada, reseñamos el Nombramiento de la Virgen como Patrona Canónica
sobre la Ciudad de Lebrija, decretado por el Cardenal Arzobispo de Sevilla, D. Carlos
Amigo Vallejo en 2005. Ello deviene del nombramiento inicial de la Virgen del
Castillo como Patrona en 1643, lo que se corrobora de parte del Cabildo lebrijano
por acuerdo de 1755. Además, de este Ayuntamiento recibirá el Título de Alcaldesa
Honoraria Perpetua de Lebrija en la misma fecha, y la imposición de la primera
Medalla de Oro de la ciudad51.
Ermita e Imagen: el patrimonio asociado al Castillo
Atendiendo a la representación iconográfica de la propia Ermita y de la Virgen
del Castillo, a través de distintos elementos y soportes que configuran una serie de
bienes que reproducen su imagen, analizamos a continuación el patrimonio asociado
al Castillo y a la efigie de su titular mariana como emblemas en el contexto
sociocultural de la ciudad.
En primer lugar, y aludiendo a la fortificación donde la Ermita se inscribe,
mencionamos cómo esta actúa al modo de referente iconográfico en el diseño del
escudo de la ciudad de Lebrija. Siendo el Castillo uno de los hitos visuales del lugar,
la historia ha inmortalizado su perfil a través de esta insignia.
Del mismo modo, aplicamos este caso a la imagen de la Virgen, la cual ha
sido objeto de diversas representaciones muy especialmente en los últimos siglos.
Principalmente, a través de la pintura y la fotografía, se ha generado un corpus
documental que atestigua la presencia y estado de esta talla. Ello se refleja
consecuentemente en multitud de publicaciones, cartelería, estampas, y obras de arte
51 AA.VV. Expediente para la Coronación…, op. cit., pp. 254-257.
A propósito de las devociones populares en torno al patrimonio artístico. El caso de la ermita…
170
pictóricas. En este último caso mencionamos a algunos artistas como Aurora
Romero Delgado, David Caro Aguilera o Pepe Bedoya, los cuales han retratado en
sus respectivas obras la efigie de la Virgen.
Por último, y como resultado de la generalización de las devociones populares
en la ciudad, analizamos su proyección en el propio espacio urbano, donde es común
la colocación de piezas de azulejería con el motivo mariano tanto en interiores de
casas como en fachadas.
De este modo, se hallan diseminados por el caserío lebrijano un buen número
de estos objetos artísticos, en su mayoría dedicados a la imagen de la Virgen del
Castillo. Señalando al espacio público, en las calles céntricas de Lebrija se localizan
más de una decena de azulejos que retratan la efigie de la Patrona. En lugares tan
destacados como la Torre Campanario de la Iglesia Parroquial de la Oliva, o viales
del centro histórico como la Corredera, la calle Trinidad o Cataño, encontramos
algunas de las expresiones materiales de esta consabida religiosidad popular que sin
duda configura la imagen de la ciudad.
De diversa factura y cronología, la representación iconográfica de la Virgen
se ciñe en todos los casos a su imagen de Gloria, portando así el Niño en sus brazos.
Estos objetos artísticos sirven como testimonio de esta visión antropológica de las
devociones no institucionalizadas, así como documento histórico para el estudio de
dicha imagen mariana, sus transformaciones, los modismos y los bienes de tipología
textil y orfebre que porta en dichas representaciones. (Fig. 5)
En definitiva, este acercamiento al arte, y a las manifestaciones de la
religiosidad popular a él inherentes, nos ha permitido definir un patrimonio que
identifica inicialmente un modelo común de expresión en el ámbito de lo religioso,
pero que asimismo revela las implicaciones de la sociedad y la cultura del lugar en la
generación de un patrimonio material e inmaterial de raíces tradicionales que
concretan una parte fundamental del modus vivendi del colectivo lebrijano.
De este modo, la expresión de la religiosidad popular es, en esencia, la
muestra de una identidad a la que añadimos el valor patrimonial por su significación
en el contexto descrito y por la representatividad de los bienes que en ella se ven
implicados, bienes que son el referente primigenio de las creencias y conductas que
el grupo social desarrolla como formas tan diversas de ritualidad.
María del Castillo García Romero
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Fig. 1. Ejes de arcos en el cuerpo de la iglesia.
Interior de la Ermita de Ntra. Sra. del Castillo (s. XIV), Lebrija (Sevilla). Foto: María del Castillo García Romero [MCGR].
Fig. 2. Imagen de la Virgen del Castillo en su camarín del
Retablo Mayor del templo.
Talla anónima fechada en torno al siglo XIV. Ermita de Ntra. Sra. del Castillo, Lebrija (Sevilla). Foto: [MCGR]
Fig. 3. Salida Procesional del
Jueves Santo. Año 2014, Lebrija
(Sevilla). Fuente: [MCGR]
A propósito de las devociones populares en torno al patrimonio artístico. El caso de la ermita…
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Fig. 4. Exvotos depositados a los pies de la Virgen del Castillo. Ermita de Ntra. Sra.
del Castillo de Lebrija (Sevilla). Fuente: [MCGR]
Fig. 5. Azulejo de Ntra. Sra. del
Castillo. Torre Campanario de
la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Oliva de
Lebrija (Sevilla). Fuente: [MCGR]