A quien consulta sus planes para que tengan exito nov 10 de 2012.dvf

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Reflexiones para la vida

A quien consulta sus planes para que tengan éxito

1 Crónicas 13:1-4, 5-14; 15:1-29

Este tema nos lleva a comprender la importancia de consultarle a Dios sobre nuestros planes. Todos tenemos planes y todos los planes pueden ser viables, aunque no todos son factibles. Por ejemplo, hay gente que tiene planeado construir una casa, pero al revisar su presupuesto o su capacidad de endeudamiento, no es factible, al menos por ahora. Es importante que usted comprenda esa realidad, hay cosas perfectamente viables que no son factibles. Todas las ideas son bienvenidas, aunque no todas son realizables, al menos no todas se harán como las pensamos o imaginamos, muchas ideas se van madurando en la marcha, y principalmente, ir madurándolas en el altar de Dios, en su presencia.

Si hay algo a lo que debemos acostumbrarnos, es aquel principio de la vida espiritual, a consultarle a Dios, a preguntarnos si es la voluntad de Dios. Algo que nos enseñan en el curso básico del CF1, ¿Cómo conocer la voluntad de Dios? Y si algo debemos tener muy presente siempre, es consultarle a Dios a través de su palabra; consultarle a Dios sobre nuestros planes, sobre nuestros sueños; porque nada es mas frustrante que “apoyar la escalera en la pared equivocada”, enrutarse en un asunto, en un proyecto, y que al final no prospera, porque desde el principio estuvo mal concebido, porque no era la voluntad de Dios.

La voluntad de Dios es agradable y perfecta, los planes, pensamientos, propósitos que tiene Dios acerca de nosotros son de bien, no de mal, para darnos el fin que esperamos (Jeremías 29:11), Dios nos protege, aun de nosotros mismos, de concebir planes equivocados. De esa manera nos ahorra sufrimientos. Aquí encontramos al Rey David, un hombre maravilloso, conocido en la biblia, como “el hombre conforme al corazón de Dios”; pero un hombre que equivoco, como le puede pasar a cualquier a ser humano; y el que una persona se equivoque no significa que una persona va a perder el respeto o la admiración, eso no es lo que nos debe preocupar; por supuesto debemos evitar equivocarnos.

Por eso la biblia dice, “el principio de la sabiduría es el temor a Dios”, y precisamente, cuando uno reconoce a Dios en todos sus caminos, cuando uno coloca a Dios en primer lugar; cuando uno le consulta a Dios si es su voluntad hacer algo o no hacerlo, uno va a estar mas tranquilo y seguro, y las cosas le van a salir bien. David tuvo una idea, y tomo consejo de su ejercito, y aquí empieza el asunto. David era el rey, pero en Israel había un sacerdote, y en los asuntos espirituales, no era el rey quien definía las cosas, sino el sacerdote, por lo tanto el rey debía consultarle al sacerdote, que era también su líder espiritual, el instrumento de Dios a quien Dios usaba para comunicar su voluntad.

Solo que David no consulto a Dios, no consulto a su líder, sino a sus hombres de guerra y al pueblo; pero no consulto a Dios. Dice la Biblia que “el tomo consejo”. Y es de preguntarse, ¿Cuándo Ud. tiene una situación apremiante, o tiene que resolver un asunto, o tiene un problema, o tiene que dar respuesta a algo especifico; y usted no tiene claridad, ¿a quien le consulta? ¿De quien pide consejo? ¿De quien se asesora? Muchas veces uno se asesora de las personas equivocadas. Muchos han hecho de su peluquero su consejero. Se sienten muy cómodos, sentados allí en la silla, mientras le embellecen, y le van contando a esa personas sus

Alexander Dorado Alban

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problemas, no quiere decir con esto que esa persona no sea confiable, pero tampoco quiere decir, que el peluquero sea su mejor consejero. O el vigilante, hay personas que se salen de su casa, de su apartamento, y se van a la portería, a contarle sus problemas al vigilante. O a un amigo, o al taxista, la gente cuenta sus asuntos.

David tomo consejo de sus capitanes y del pueblo; y dese cuenta como el orden de los factores, en este caso, si altera el producto. Dice la Biblia en el Vers. 2, “dijo David, a la Asamblea de Israel: Si os parece bien y si es la voluntad de Dios”. Ese no es el orden correcto. No siempre el parecer el pueblo, es la voluntad de Dios. David estaba poniendo en primer lugar el parecer del pueblo, él puso en primer lugar el consejo de los capitanes; tomo consejo de los capitanes y se fundamento en el parecer del pueblo, y dejo a Dios en tercer lugar, “Si Dios nos ayuda”.

Dice la Biblia, que la idea de él, era traer el arca de Dios a Jerusalén, a la ciudad de David, porque hacia mucho rato que no le hacían caso. “Y toda la asamblea decidió que se hiciera así”. ¿Quién decidió que se hiciera así? La asamblea. Nunca le consulto a Dios. Algo que nos puede molestar pero es así, las democracias, no necesariamente coinciden con los planes o la voluntad de Dios. Como tampoco es discutible, que no siempre las personas toman las mejores decisiones ni las más convenientes. Basta observar el panorama político nacional e internacional. Todo el tiempo la gente esa eligiendo gobernantes, que no necesariamente son hombres de Dios, ni sus programas de gobierno representan los planes de Dios, pero el pueblo elige.

No necesariamente la democracia refleja la voluntad de Dios; la asamblea fue la que decidió, y entonces, David reunión a todo Israel, y subió con todo Israel, y llevaron el arca de Dios de la casa de Abinadab, en un carro nuevo y Uza y Ahio, (hombres valientes, del ejercito de David, hombres de su confianza), ellos guiaban el carro. Hasta allí, a aparentemente todo estaba bien. David tenia una buena intención, aunque tengan en cuenta que no siempre las buenas intenciones de los hombres, están de acuerdo a los planes de Dios, por eso se deben “discernir los pensamientos y las intenciones del corazón” con la palabra de Dios. (Hebreos 4:12)

Hay personas que son bien intencionadas, y sus propósitos son nobles, pero esta dejándose llevar por el corazón, (que es engañoso, más que todas las cosas), se están dejando llevar por la emoción o el sentimentalismo; desde el impulso y el deseo pero no necesariamente desde un conocimiento espiritual, desde los principios. David tenia una buena intención, el propósito era bueno, pero ya veremos en que el estaba equivocado, y eso que no se puede perder de vista, que era el hombre conforme al corazón de Dios.

Y David y todo Israel se regocijaban en Dios, con todas sus fuerzas; ellos estaban felices, David y el pueblo, David liderando la procesión, la marcha; “con canticos, arpas, salterios, tamboriles, címbalos, y trompetas. Pero cuando llegaron a la era de Quidon, Uza extendió su mano al arca para sostenerla, porque los bueyes tropezaban. Y el furor de Dios se encendió contra Uza, y lo hirió; porque había extendido su mano al arca; y murió allí delante de Dios. Y David tuvo pesar, porque Jehová había quebrantado a Uza; por lo que llamo aquel lugar Perez-uza, hasta hoy”. Usted dirá, “pero es lógico que si el arca se va a caer, estaba bien que alguien la sostuviera; una situación que a muchos les puede parecer injusta, incomprensible.

Alexander Dorado Alban

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“Y David temió a Dios aquel día, y dijo: ¿Cómo he de traer a mi casa el arca de Dios? Y no trajo David el arca a su casa en la ciudad de David, sino que la llevo a la casa de Obed-edom geteo. Y el arca de Dios estuvo con la familia de Obede-edom, en su casa, tres meses; y bendijo Jehová la casa de Obed-edom, y todo lo que tenia”. Recapitulemos. Cada vez que Usted quiera hacer algo, pregúntese: ¿es la voluntad de Dios? Consulte a Dios. Hay dos preguntas que siempre debemos hacerle a Dios: Primero: ¿Qué es lo que tu quieres que yo haga? El QUE. Segundo, ¿Cómo es que tu quieres que yo lo haga?. El COMO. Apenas hasta el Verso 12, David se hizo se pregunta, pero ya la salida en falso de David, había cobrado una victima.

Los errores de los líderes se pagan caro y a veces los pagan inocentes. ¿Por qué? Es lo que la Biblia dice, “donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo”. (Proverbios 11.14 a) Como quien dice, ¿Quiénes son los que mas sufren las consecuencias de un mal liderazgo, o de las decisiones equivocadas de un líder? El pueblo. La salida en falso, apresurada, emocional de un líder, el que sufre, es el pueblo. Y eso es lo inaceptable, porque un líder tiene al Espíritu Santo que nos da la guía y la pausa, el ritmo que debe ser, desconocemos al Espíritu Santo, desconocemos a Dios, no le consultamos, ni le pedimos al consejo que un líder nos podría dar, que nos puede mostrar un ángulo de la situación que no hemos considerado; una luz que nos ilumine que no tenemos, un polo a tierra que nos aterriza, sino que actuamos apresuradamente, emocionalmente, afanosamente, y damos paso en falso.

David tenia un buen propósito, eso era indiscutible, la idea era buena, plausible, era apenas lógico, que el arca de Dios estuviera en el lugar que le corresponde; además que esto significaba atraer la bendición y la prosperidad de Dios; el problema no era la idea, sino que el quid del asunto era como lo quiso hacer David. Y cuando ya se dio cuenta que había cometido una equivocación, tuvo temor de Dios y reconoció que la había embarrado. Entonces hizo una pausa. Un líder como cualquier ser humano, se puede equivocar; ¿Cuál era la virtud de David? Que el reconoció su equivocación. La más grande necedad de una persona es no reconocer su necedad, su equivocación.

Es mas, insistir en ello. Sabe que por allí no es la cosa; sabe que no es con esa persona; sabe que ese negocio no lo debe hacer; que no es por allí, por donde se esta metiendo, ya lo sabe, de alguna manera lo sabe; se lo han dicho, se lo advierten, se lo aconsejan; pero la persona, insiste tercamente. Y esto le llevara a sufrir mayores lesiones, quebrantos. Muchas veces el quebrantamiento, no es el plan de Dios para mi vida, no es lo que Dios me quiere dar; los planes de Dios son de bendición, de felicidad; entonces esa persona, ¿porque vive tan quebrantada y triste? Porque se fabrica problemas, porque no consulta a Dios, porque no sigue dirección, porque desconoce las escrituras. Jesús dijo: “las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”, (Juan 6:63b) la palabra de Dios produce vida al que la posee, al entendido le da vida. Porque “el entendido en la Palabra hallara el bien y el que confía en Dios es bienaventurado” (Proverbios 16:20)

David tenia una virtud, tuvo el coraje, (para eso se necesita coraje) de reconocer su error; él había actuado con temeridad, no con temor de Dios, se había dejado llevar por su corazón, sin consultarle a Dios, y esto es en el fondo, orgullo personal, ¿Qué ocasiono esto? Quebranto. “Antes del quebrantamiento es la soberbia y antes de la caída, la altivez de espíritu” (Proverbios 16:18) Pero también tuvo el coraje, la honestidad de reconocer su error. Y algo muy importante, corregirlo. Porque como seres humanos, tenemos todo el derecho de

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equivocarnos, pero también todo el deber de corregirnos. Máxime, si hay personas que pueden salir, afectados, lesionados, quebrantados, como fue el caso de Uza. Finalmente, el error de David, a quien más le costó, fue a Uza y su familia.

Un líder debe tener la entereza, la integridad, el coraje de aceptar que se equivoco; agachar la cabeza delante de Dios; de reconocer y hacer el correctivo. El hizo además algo muy importante y nos deja su ejemplo, si Usted no tiene claridad sobre una situación, lo mejor es quedarse quieto, ponerse neutro. (Stand By) David no regreso el arca donde Abinadab, pero tampoco la llevo a su casa en Jerusalén, entonces busco una salida, una solución intermedia, la dejo en la casa de Obed-edom, mientras resolvía que hacer. Ni se regreso, pero tampoco avanzo, se quedo quieto, puso pausa, mientras resolvía el asunto, o tenia mayor claridad.

Y pasaron tres meses, porque hay situaciones que toman tiempo; la tendencia es hacer todo a las carreras, “para mañana es tarde”; sin embargo, aquí aprendemos que hay situaciones que nos obligan a esperar. ¿Qué era lo que tenía que esperar David? Que Dios le mostrara que debía hacer, y mientras Dios le mostro, pasaron tres meses. Fue el tiempo que le tomo a David aclimatarse a los tiempo de Dios. El problema es el acelere, se escuchan muchas voces, y terminamos confundidos. Y lo que entendió finalmente David, aparece descrito en el capitulo 15, verso 2: “Entonces dijo David: El arca de Dios no debe ser llevada sino por los levitas; porque a ellos ha elegido Jehová para que lleven el arca de Jehová y le sirvan perpetuamente”.

En esos tres meses, David busco en la Biblia la respuesta; él no se quedo quieto, el pregunto a Dios sobre donde estuvo su error. Porque él había convocado a todo Israel, reunión a todo el ejercito, hizo una gran asamblea, hizo un gran acto publico, pero al final, cuando las cosas no se le dieron, quedo comprometida, no la imagen, (no es cuestión de imagen) pero si la confianza de un pueblo hacia su líder, hacia su rey. Pero el entendió, sometió su entendimiento a la revelación; y comienza a hacer los ajustes. ¿A quien convoco la primera vez? A los capitanes. Pero ahora, una vez que ha entendido, como deben hacerse las cosas, ¿a quien convoca? Según el vers. 4-11. Convoca a los sacerdotes y levitas.

El Señor le mostro a David donde estaba su error. El por desconocimiento de la ordenanza, por no haber consultado a Dios o al sacerdote, se había equivocado en el procedimiento. Los únicos autorizados para transportar el arca de Dios, eran los levitas. Las personas que habían consagrado sus vidas para las cosas santas. No eran los valientes del ejercito, sino los levitas, era una ordenanza, una instrucción especifica que Dios le había dado a Moisés. (Deuteronomio 10:8) Y no solo le había instruido acerca que los autorizados eran los levitas, sino que debían colocarla en dos barras y llevarla en hombros. ¿Y David que había hecho? La transporto en un carro nuevo y coloco a dos de sus capitanes al frente. Y se equivoco, porque ni era con capitanes ni en un carro, sino levitas y en barras y sobre los hombros.

A veces nos pasa situaciones similares, nos contemporizamos con el mundo, creemos que la obra de Dios se debe manejar al paso de la modernidad con la que avanza el mundo, pero no es así. Jesús dijo: “Id y haced discípulos”, y aunque hoy se cuentan con muchas herramientas tecnológicas, pero estas no sustituyen a la pastoral persona a persona. Hay cosas que no cambian, así el mundo este muy modernizado. David no solo entendió eso; sino que llamo a los sacerdotes y levitas y les dijo: “Vosotros que sois los principales padres de

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las familias de los levitas, santificaos, vosotros y vuestros hermanos, y pasad el arca de Jehová Dios de Israel al lugar que he preparado; pues por no haberlo hecho así vosotros la primera vez, Jehová nuestro Dios nos quebranto, por cuanto no le buscamos según su ordenanza”. (Vers. 12-13)

Y no termina la historia allí. En la primera ocasión, fue David quien dirigió la alabanza, pero ¿era lo correcto? Sin justificar a David, hay que intentar entenderlo en su parte humana, él era un hombre de temperamento sanguíneo, alegre, impulsivo, emocional, carismático, con una personalidad arrolladora, alegre; un hombre que amaba a Dios y amaba la alabanza; por eso él se puso adelante, motivando a todos a alabar al Señor. ¿Eso esta mal? No, pero no era lo correcto. “Asimismo dijo David a los principales de los levitas, que designasen de sus hermanos a cantores con instrumentos de música, con salterios y arpas y címbalos, para que resonasen y alzasen la voz con alegría”. (Vers. 16)

Y siguen diciendo, “Y Quenanias, principal de los levitas en la música, fue puesto para dirigir el canto, porque era entendido en ello”. (Vers. 22) No puede ser cualquiera, tenia que ser un levita, cuya función era dirigir el canto y además era entendido en ello. Las cosas de Dios se deben con santidad; decentemente y con orden, con calidad. “David, pues, y los ancianos de Israel y los capitanes de millares fueron a traer el arca del pacto de Jehová de casa de Obed-edom con alegría”. (Vers. 25) Dios no quiere entorpecer sus planes, él no es su enemigo. Muchos dicen, “y porque es que Dios no me ayuda”; en realidad, el si quiere que usted alcance su sueño, que logre su objetivo, solo que lo haga como es. Al final, David, fue con los ancianos y capitanes por el arca, al final el logro su objetivo, pero esta vez, bajo la dirección de Dios.

Hay dos maneras de hacer las cosas: A su estilo, a la brava, a las malas, como se den; o al estilo de Dios, decentemente y con orden. Finalmente, David logro su objetivo, el que el Señor no esta en contra de eso, pero tenia que aclimatar a David al altar de Dios. Ese el problema de muchos, que no se han aclimatado al altar de Dios. Y aquí viene algo muy hermoso, que tremendo lo que dice el Vers. 26, “y ayudando Dios a los levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová sacrificaron siete novillos y siete carneros”. Cuando se hacen las cosas por la derecha, siguiendo dirección, instrucción, consultando a Dios, obedeciendo a la ordenanza, ¿Quién se pone de su lado para ayudarle? Dios. Fue el quien ayudo a los levitas. ¿Cuando cuento con la ayuda de Dios? Cuando consulto a Dios, cuando obedezco a su ordenanza, cuando actuó temeroso de Dios, y no con temeridad desafiando su soberanía.

¿Por qué fabricarnos problemas? ¿Por qué seguir el modelo de los hombres y no el modelo de Dios? ¿Por qué permitir que sea “su majestad el ego”, el que gobierne mi vida y no el Señor Cristo? ¿Para que quebrantar mi vida sin necesidad? Son los hijos de Dios, los indicados para ocuparse de la obra de Dios, no son los expertos, sabios o especialistas del mundo; sino aquellos a quien Dios la llamado, ha elegido, ha escogido, ha ungido y capacitado para la obra. Son los hijos, no lo extraños, sino aquellos a quien Dios ha llamado. Dios ha querido hacer de cada uno un “Quenanias”, un levita, un principal, instruido en la música, puesto para dirigir. Si Dios lo ha hecho entendido en eso, es para glorificar a Dios con su vida.

No era David el indicado para dirigir la alabanza; él era el rey, pero a pesar de serlo, había una ordenanza establecida, eran los sacerdotes y levitas llamados a trasportar el arca, a dirigir la alabanza, a encargarse de las

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cosas santas, eran los que habían consagrado sus vidas a Dios los responsables de las cosas santas y de lo consagrado a Dios. Dice el Vers. 28, “De esta manera…”, dando a entender como es que se tienen que hacer las cosas, “de esta manera”; ¿Por qué muchas veces las cosas no se nos dan? ¿Por qué nos enredamos? ¿Por qué nos fabricamos problemas innecesarios? Porque lo estamos haciendo de otra manera y no de esta; que es la Bíblica, la revelacional, la amorosa de Dios. “De esta manera llevaba todo Israel el arca del pacto de Jehová, con jubilo y sonido de bocinas y trompetas y címbalos, y al son de salterios y arpas”.

“Pero cuando el arca del pacto de Jehová llego a la ciudad de David, Mical hija de Saúl, mirando por una ventana, vio al rey David que saltaba y danzaba, y lo menosprecio en su corazón”. (Vers. 29) Cuando una persona no esta metida en el cuento, cuando no esta sintonizada, cuando esta al margen, solo critica. Y esta mujer, que era la esposa de David, pero sin vida espiritual, digna hija de Saúl, miro desde la ventana y menosprecio a David, “que vergüenza ese esposo mio, como un cualquiera ha quedado, en interiores bailando con las doncellas de Israel”. En otro pasaje paralelo, le dice David, “si a tus ojos soy vil, me hare mil veces mas vil a tus ojos, para ser enaltecido a los ojos de Dios”. Dice la Biblia, que Mical, por haber menospreciado a David, nunca tuvo hijos.

¿Cuántas veces nos equivocamos, solamente, por no seguir la ordenanza de Dios? ¿Cuántas cosas hemos perdido en la vida no haber tenido en cuenta el consejo sabio? Hay cosas que se pueden hacer al estilo del mundo, según los modelos del mundo, pero en el mundo solo ofrece aflicción, en el hay paz. A veces hace las cosas por quedar bien. Y de que sirve quedar bien con el mundo, si va a quedar mal con Dios. Algunos argumentan, “es que todo el mundo lo hace”, pero los hijos de Dios, somos harina de otro costal.

Alexander Dorado Alban