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¿A quién va dirigida la LIJ?

¿Quiénes son sus primeros lectores?

¿Qué garantiza que un texto llegue a sus destinatarios?

¿Existen edades y competencias lectoras?

Una búsqueda hacia el éxito lector centrada en la creatividad, la libertad y el placer estético.

Literatura infantil y juvenil

¿Es necesario deslindar un corpus del resto de las obras literarias, apuntar hacia su tradición, su desarrollo y hacia su particular evolución?

Comencemos por señalar que la LIJ es discurso literario, juego entrañable de la polisemia y la metáfora, que tiene como referente el mundo que nos rodea.

Cumple una función iniciática, en el imaginario colectivo, en los valores y creencias de una sociedad, en la lectura en general y en el arte literario porque familiariza con sus formatos, con sus aportaciones y transformaciones.

• La llamamos Literatura infantil y juvenilporque centra su atención en el receptorniño, niña o adolescente manteniendo suser literario; por lo que puede ser leído porcualquier lector exigente de cualquier edad.

• Literatura ganada• Literatura creada• Literatura instrumental• (Juan Cervera. Teoría de la LIJ)

• Literatura de niños y jóvenes para niños yjóvenes.

“Los géneros literarios “pueden considerarse como

imperativos institucionales que se imponen al

escritor y, a su vez, son impuestos por éste” (Wellek

y Warren 271).

El género literario es “una institución” “[…] es un principio de orden: no clasifica la literatura y la historia literaria por el tiempo o el lugar (época o lengua nacional), sino por tipos de organización o estructura específicamente literaria.” (Wellek y Warren 272)

La noción de géneros literarios tiene que ver con la tipología de los textos, sus diversas clasificaciones según características formales, temáticas, etc.

Los géneros no quedan fijos, al aparecer nuevas obras, con propuestas innovadoras, las categorías se desplazan.

El placer que encontramos en una obra de arte literaria está ligado a dos sensaciones fundamentales: la de novedad y la del reconocimiento a través del género.

El buen escritor se acomoda en parte al género y en parte lo modifica.

Los géneros nos permiten estudiar el fenómeno literario en sus interrelaciones, porque las obras se influyen mutuamente.

Desde los griegos (Platón y Aristóteles) se habla de épica, lírica y drama.

El primero narra las acciones heroicas de terceras personas, el segundo presenta la voz íntima del poeta y el tercero es un género mixto ligado a la representación de las acciones humanas.

Esta clasificación tiene que ver con la mimesis: imitación o representación de la vida misma.

Busca la reflexión y la enseñanza, tiene como motor fundamental la exposición de una idea o una propuesta que surge del conocimiento y de la madurez.

Alfonso Reyes al hablar del ensayo, uno de los géneros didácticos más importantes, lo caracterizaba como “el centauro de los géneros”, una parte ciencia y otra parte literatura.

Las narraciones orales y tradicionales. Obras que no eran creadas para niños y jóvenes específicamente. Cumplían distintos propósitos, desde la promoción de valores colectivos hasta la consolidación de una identidad nacional (épica).

Entre los primeros libros publicados para niños estaban precisamente los de recopilación de esta tradición popular-oral.

Tradición que se continuará a lo largo de los siglos con clásicos tan importantes como Charles Perrault y sus Cuentos de Mamá Ganso (1697), Jacob y Wilhelm Grimm (1812) y Hans Christian Andersen (1828).

En Iberoamérica ésta recopilación de la tradición oral para destinar su publicación a los niños es un fenómeno actual, se editan libros sobre los cuentos y leyendas de los distintos grupos sociales e indígenas del país.

A) Géneros poéticos o líricos. B) Géneros narrativos. Subgéneros: novela, cuento, leyenda,

fábula, mini ficción, cómic, libro ilustrado, libro álbum, novela gráfica, relato oral, mito.

C) Géneros teatrales (incluyen el montaje). D) Géneros didáctico-ensayísticos.

Relatos de aventuras, piratas o detectivescos Relatos de ciencia ficción Relatos fantásticos, góticos o de terror Relatos intimistas o sentimentales Relatos escolares Relatos de familia Relatos ecologistas Relatos de fantasía y alta fantasía

Desde las “nanas” hasta el verso libre o la prosa lírica. Domina el juego del lenguaje, el aspecto lúdico de las representaciones y la participación del receptor.

Muchos textos para leerse en voz alta.

Texto dramático y representación teatral que se basan en la creatividad, el aspecto lúdico y el manejo de los espacios utópicos. La representación de las acciones de los seres humanos vincula directamente con el receptor.

Ahora bien, toda la historia

de la literatura infantil

también está formada por

la historia de la ilustración.

La ilustración ha encontrado su propia dimensión en las obras literarias infantiles, sobre todo por la consolidación del género álbum durante el periodo de entreguerras.

El libro álbum utiliza un doble código en su configuración, la palabra y la imagen se entretejen para ofrecer un texto complejo.

El libro ilustrado, por su parte, muestra algunas imágenes a propósito del texto para embellecerlo, reforzar un idea u ofrecer la interpretación de una escena.

También existe el libro de imágenes sin texto, silencioso, que narra una historia o representa un poema.

Una de las funciones que cumple la ilustración es atraer a aquellos que están habituados a la lectura de las imágenes gracias a la proliferación de los medios masivos como la televisión y el cine.

Las ilustraciones sirven para: acompañar e ilustrar al texto, para enriquecerlo, para actuar lúdicamente, para experimentar, para seducir y atrapar lectores, para promover el ingenio, para enseñar y para provocar la imaginación.

Las ilustraciones pueden formar parte de obras que informan o enseñan sin necesidad del uso de la escritura.

Las ilustraciones pueden complementarse con la participación activa de un comentarista o intermediario.

Tienen una función co-creadora para el lector, porque es él quien llenará esos espacios vacíos de significado que arroja la imagen observada.

Esto quiere decir que el lector podrá imaginar múltiples posibilidades para la interpretación de las imágenes que aparecen en el libro, siempre y cuando estas lecturas tengan significado dentro de los lineamientos propuestos por el volumen.

Una de las funciones iniciales de la ilustración fue conducir a los niños pequeños hacia la lectura, picar su curiosidad, familiarizarlos con el libro como objeto y desarrollar su imaginación

El libro-álbum contemporáneo es un género que no sólo introduce al lector infantil y juvenil en el mundo literario sino también en el arte visual, en las diferentes estéticas del arte visual.

Así la función iniciática de la LIJ se cumple por partida doble, porque formamos mejores lectores del arte literario así como del arte visual.

31

Los LECTORES

En la INFANCIA En la ADOLESCENCIA

Niveles diferentes y progresivos en sus capacidades de

y

COMPRENSIÓNLECTORA

RECEPCIÓNLITERARIA

Por eso sería comprensible que los textos literarios que se les ofrecen en esos momentos se correspondieran con esas diferencias, pero sin que ello afecte a la calidad literaria de

los mismos (Pedro Cerrillo)

La literatura infantil y juvenil responde a las variadas fases del desarrollo de los individuos con lo que algunos editores llaman “edades lectoras”, cuyo propósito es orientar al intermediario adulto al tener en cuenta los intereses y el desarrollo de cada sector.

Jean Piaget propone su teoría del desarrollo cognoscitivo como un proceso evolutivo. Las fases que él menciona los investigadores Yubero y Cerrillo las sintetizan en seis diferentes estadios.

Primer estadio de 0 a 2 años. Estadio del ritmo y del movimiento.

Segundo estadio de los 3 a los 6 años, etapa pre-lectora.

Tercer estadio de 7 a 8 años. Primeros lectores.

4to. Estadio de los 9 a los 11 años, lectores diestros.

5to. Estadio de los 12 a los 14 años, lectores avanzados.

6to. Estadio a partir de los 15 años, la maduración lectora.

La distinción entre el destinatario y el receptor infantil y juvenil es relevante, como sabemos puede diferir uno de otro y nos remite a una de las problemáticas más trabajadas por la teoría de la recepción, definida de la siguiente manera “destinatario interno o intratextual y receptor externo o lector empírico” (Pozuelo 125).

El lector empírico entra en el juego de la lectura al seguir las reglas propuestas por el texto. Vamos a este juego con nuestro bagaje, con el cúmulo de experiencias y de lecturas, con nuestro repertorio; con nuestros juicios previos o prejuicios; con todo aquello que nos permite comprender lo leído y, al mismo tiempo, enriquecer nuestra visión. A todo esto es a lo que llamamos competencia literaria. Nutrimos al texto y el texto nos nutre.

Me parece relevante observar que en la cultura contemporánea la competencia lectora de las niñas y niños no sólo está dada por los libros que han leído o que les han leído; está vinculada con lo que han escuchado y, en gran medida, por lo que han visto.

Las estructuras narrativas, teatrales y poéticas se han ido sedimentando a través de los variados textos orales, visuales, teatrales y los chicos tienen un repertorio de “lecturas” (no necesariamente de textos escritos) que les proporcionan un nivel de competencia lectora que les facilita la entrada a la comprensión y apreciación de los diferentes textos. Las obras literarias les ofrecen diversas llaves de acceso y comprensión que irán utilizando conforme vayan enriqueciendo su bagaje lector.

Cuando se escribe literatura infantil y juvenil, por lo general, se maneja una imagen del receptor que deja huellas en el texto, señales que se dirigen a él y apelan a su habilidad lectora.

Cervera, Juan. Teoría de la literatura infantil. Bilbao, España: Universidad de Deutso; Mensajero, 1992.

Colomer, Teresa. Introducción a la literatura infantil y juvenil. Madrid: Mensaje, 1999.

Cerrillo, Pedro. Literatura infantil y juvenil y educación literaria. Barcelona: Octaedro, 2007.

Guerrero, Laura. Posmodernidad en la literatura infantil y juvenil. México, UIA, 2012.

García Berrio, Antonio y Javier Huerta Calvo. Los géneros literarios: Sistema e historia (una introducción). 2a ed. Madrid: Cátedra, 1991.

Wellek, René y Austin Warren. Teoría literaria. Trad. José María Gimeno. 4ª ed. Madrid: Gredos, 1974.