Post on 12-Feb-2017
Albert Camus
7 noviembre 1913 – 4 enero 1960
“Toda la historia del mundo es la historia de la libertad”
En esta hora en que un realismo miope, una concepción degradada del poder, la pasión del deshonor y los estragos del miedo desfiguran al mundo; en esta hora en que pudiera pensarse que todo está perdido, hay algo que comienza para nosotros. Y lo que comienza es la época de los irreduc>bles, consagrados desde ahora a la defensa incondicional de la libertad.Albert Camus
But what is happiness except the simple harmony between a man and the life he leads?
Albert Camus
Más qué es la felicidad sino la simple armonía entre un hombre y la vida que lleva?
4
"Vivimos en una época en que los hombres impelidos por ideologías mediocres y feroces, se acostumbran a tener vergüenza de todo. Vergüenza de sí mismos, vergüenza de ser felices, de amar o de crear... Los escritores y los artistas de hoy tiene también la conciencia sufrida y está de moda entre nosotros hacernos perdonar nuestro oficio. En verdad, se pone cierto esmero en ayudarnos a ello.” (p. 175)
Con este antecedente, en la página siguiente sostiene:
“Y la primera elección que hace un artista es, precisamente, la de ser artista. Y si ha elegido ser artista, es tomando en cuenta lo que él mismo es y a causa de una cierta idea que se forma del arte. Y si esas razones le han parecido bastante buenas para justificar su elección existe la posibilidad de que sigan siendo bastante buenas para ayudarlo a definir su posición frente a la historia… un oficio que, en medio de un mundo endurecido por el odio, nos permite a cada uno de nosotros decir tranquilamente que no es el enemigo mortal de nadie…” (p. 176).
Albert Camus
Las frases corresponden a Moral y política. Trad. Rafael Aragó. Editorial Losada. Buenos Aires, 1978. Un libro en el que se recopilan varios artículos publicados en Combat y otros textos. Las dos citas están en un discurso pronunciando en noviembre de 1948, en el marco de un encuentro internacional de escritores. Dicha intervención se publicó en La Cauche, el 20 de noviembre de ese mismo año.
5
“No hay vida sin diálogo. Y en la mayor parte del mundo, el diálogo es remplazado hoy por la polémica. El siglo XX es el siglo de la polémica y del insulto… Pero, ¿cuál es el mecanismo de la polémica? Consiste en considerar al adversario como enemigo, en simplificar, en consecuencia, y en negarse a verlo. Al que insulto, no le conozco más el color de los ojos, ni si sonríe y de qué manera. Convertidos en casi ciegos gracias a la polémica, no vivimos más entre hombres, sino en mundo de siluetas.” (p. 178).Albert Camus
Novelas y relatosBodas (Noces) (1939)El extranjero (L'étranger) (1942)La peste (La peste) (1947)La caída (La chute) (1956)El exilio y el reino (L'exil et le royaume) (1957)
Obras teatralesCalígula (Caligula) (1944)El malentendido (Le malentendu) (1944)Estado de siEo (L'état de siège) (1948)Los justos (Les justes) (1950)
Ensayos El mito de Sísifo (Le mythe de Sisyphe) (1942)Cartas a un amigo alemán (LeNres à un ami allemand) (1948)El hombre rebelde (L'homme révolté) (1951)
Otras obras El revés y el derecho (L'envers et l'endroit) (1937)El Verano (L'été) (1954)Una muerte feliz (La Mort heureuse ) (1971)El primer hombre (Le premier homme) (inconcluso, publicado por su hija en 1994)
hPp://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Camus
Algunas de sus Frases
Albert Camus
wikiquote
"A pesar de las ilusiones racionalistas, e incluso marxistas, toda la historia del mundo es la historia de la libertad."
"Adquirimos la costumbre de vivir antes que la de pensar."
"Al principio de las catástrofes, y cuando han terminado, se hace siempre algo de retórica. En el primer caso, aún no se ha perdido la costumbre; en el segundo, se ha recuperado. Es en el mismo momento de la desgracia cuando uno se acostumbra a la verdad."
"Algún día habrá de caer la estúpida frontera que separa nuestros dos territorios (Francia e Italia) que, junto con España, forman una nación."
"Amo demasiado a mi país para ser nacionalista."
"Are you in?"
"Cada vez que un hombre en el mundo es encadenado, nosotros estamos encadenados a él. La libertad debe ser para todos o para nadie."
"califico de estúpido a quien teme gozar."
"...comprendió (verdaderamente) que los hombres fingen respetar el derecho y solo se inclinan ante la fuerza." (El primer hombre)
"Cualquier hombre, a la vuelta de cualquier esquina, puede experimentar la sensación del absurdo, porque todo es absurdo."
"Cuán duro, cuán amargo es llegar a ser hombre."
"De los resistentes es la úlcma palabra."
"El buen gusto consiste en no insiscr, todo el mundo lo sabe." (La Peste)
"El deber es lo que esperas de los demás."
"El éxito es fácil de obtener. Lo didcil es merecerlo."
"El hombre cene dos caras: no puede amar sin amarse."
"El otoño es una segunda primavera, donde cada hoja es una flor.”
“Ellos mandan hoy... porque tú obedeces!”
“En cierto punto de su camino el hombre absurdo es solicitado. La historia no carece de religiones ni de profetas, ni dioses. Se le pide que salte. Todo lo que puede responder es que no comprende bien, que es no es evidente. No quiere hacer, precisamente, sino lo que comprende bien. Le aseguran que eso es pecado de orgullo, pero no encende la noción de pecado; que quizá el infierno está al final, pero no cene bastante imaginación para representarse ese extraño porvenir; que pierde la vida inmortal, pero eso le parece fúcl”.
"En el apego de un hombre a su vida hay algo más fuerte que todas las miserias del mundo."
"En el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio"
"En polícca son los medios los que deben juscficar el fin"
"Es muy fácil obtener fama pero es muy didcil merecerla".
"Está la belleza y están los humillados. Por didcil que sea la empresa quisiera no ser nunca infiel ni a los segundos ni a la primera."
"En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habitaba un verano invencible."
"Fue en España donde mi generación aprendió que uno puede tener razón y ser derrotado, que la fuerza puede destruir el alma, y que a veces el coraje no ob@ene recompensa" (rela@vo a la Guerra Civil Española)
“Hay una ambición que deberían tener todos los escritores: ser tes@gos y gritar cada vez que se pueda y en la medida de nuestro talento, por quienes se hallan en servidumbre”
"He comprendido que hay dos verdades, una de las cuales jamás debe ser dicha".
"He visto a personas obrar mal con mucha moral y compruebo todos los días que la honradez no necesita reglas".
"Hoy ha muerto mamá. O quizá fue ayer. No lo se´." ( El extranjero )
"Inocente es quien no necesita explicarse"."Intelectual: alguien cuya mente se vigila a sí misma." (Carnets)
"Jamás he podido renunciar a la luz, a la felicidad, a la vida libre en que he crecido. Pero aunque esta nostalgia explique mucho de mis errores y de mis faltas, me ha ayudado sin duda a comprender mejor mi oficio, me ayuda a mantenerme ciegamente junto a esos hombres silenciosos que no soportan esa vida que les hace el mundo, más que por el recuerdo o el refugio en el remanso de breves y libres felicidades".
"La capacidad de atención del hombre es limitada y debe ser constantemente espoleada por la provocación."
"La estupidez insiste siempre."
"La libertad no es nada más que una oportunidad para ser mejor."
"La polícca y la suerte de la raza humana son formadas por hombres sin ideas y sin grandeza. Aquellos que cenen grandeza dentro de sí mismos no hacen la polícca." (Carnets)
"La cranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas."
"Los arcstas piensan según las palabras. Los filósofos, según las ideas"
"Los hombres mueren y no son felices" (Calígula)
"Los que escriben con claridad cenen lectores; los que escriben oscuramente cenen comentaristas".
“Llega siempre un cempo en que hay que elegir entre la contemplación y la acción”. (El Mito de Sísifo)
"Me rebelo, luego somos" (El hombre rebelde)
"No camines delante de mí, puede que no te siga. No camines detrás de mí, puede que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo"
"No es vergonzoso preferir la felicidad."
"No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio"
"No se trata de saber si persiguiendo la jusccia lograremos preservar la libertad. Se trata de saber que, sin la libertad, no realizaremos nada y perderemos a la vez la jusccia futura y la belleza ancgua."
"No ser amados es una simple desventura; la verdadera desgracia es no amar."
"No creo en Dios, me aburre." (El extranjero)
“No ignoramos que todas las iglesias están contra nosotros, un corazón tan tenso se sustrae a lo eterno y todas las iglesias, divinas y políccas, aspiran a lo eterno. La dicha y el valor, el salario y la jusccia son para ellas fines secundarios. Proporcionan una doctrina y hay que consencr en ella. Pero yo nada tengo que ver con las ideas de lo eterno. Puedo tocar con la mano las verdades a mi medida. No puedo separarme de ellas. Por eso no se puede fundar nada en mi: nada del conquistador perdura, ni siquiera sus doctrinas”.
“No puedo comprender lo que sería una libertad que me fuera dada por un ser superior. He perdido el sencdo de la jerarquía. No puedo tener la libertad sino el concepto de prisionero o del individuo moderno en el seno del Estado. La única que conozco es la libertad de espíritu y de acción. Esta privación de esperanza y de porvenir significa un acrecentamiento en la disponibilidad del hombre”.
“No se puede dar al Estado el poder de hacer bien sin darle también el poder de hacer mal... de hecho, de hacer lo que quiera.”
"Para la mayoría de los hombres la guerra es el fin de la soledad. Para mí es la soledad infinita".
“Para quien se siente solidario con el descno de este mundo, el choque de las civilizaciones le resulta angus@oso”.
"¿Qué es un rebelde? Un hombre que dice no."
"¿Quién necesita piedad, sino aquellos que no cenen compasión de nadie?"
"¿Quién podría afirmar que una eternidad de dicha puede compensar un instante de dolor humano?" (De La Peste)
"Raramente confiaremos en alguien que es mejor que nosotros."
"Si el hombre fracasa en conciliar la jusccia y la libertad, fracasa en todo."
"Si el mundo fuese claro, el arte no exiscría."
"Sigo creyendo que este mundo no @ene un sen@do superior. Pero sé que en él algo @ene sen@do."
"Todas las desgracias de los hombres provienen de no hablar claro." (La Peste)
"Todas las revoluciones modernas han concluido en un reforzamiento del poder del estado".
"Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, al fútbol se lo debo."
"Todos insisten en su inocencia, a toda costa, aún si ello significa acusar el resto de la raza humana y aún el cielo." (La caída)
"Un verdadero amigo es aquel que llega cuando todos se han ido."
"Uno no puede ponerse del lado de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la padecen". (Citado en Antes del fin, de Ernesto Sábato.
hPp://es.wikiquote.org/wiki/Albert_Camus
20
El pensamiento de Albert Camus continúa siendo vigente. Sorprende la manera en que devela el horizonte decadente que permea en Occidente.
Genaro Rodríguez Navarrete
Su vida
Albert Camus
Albert Camus
Albert Camus (Mondovi, 7 de noviembre de 1913 — Le Pe@t Villeblevin, Francia, 4 de enero de 1960) fue un novelista, ensayista, dramaturgo y filósofo francés nacido en Argelia.Desarrolló en su muy diversa obra un humanismo fundado en la concienciación de lo absurdo de la condición humana. En 1957 se le concedió el Premio Nobel de Literatura. La novela La caída había sido publicada el año anterior, pero el comité Nobel citó sus escritos en contra de la guilloEna.
Nacido de una modesta familia de colonos franceses (pieds-‐noirs) dedicados al culcvo del anacardo en el departamento de Constancna. Su madre, Catalina Sintes era menorquina; analfabeta y con problemas de audición. Su padre, Lucien Camus trabajaba en una finca vinícola, cerca de Mondovi, para un comerciante de vinos de Argel, y era de origen alsaciano como otros muchos pieds-‐noirs que había huido tras la anexión de Alsacia por Alemania tras la Guerra Franco-‐prusiana. Movilizado durante la Primera guerra mundial, es herido en combate durante la Batalla del Marne y fallece en el hospital de Saint-‐Brieuc el 17 de octubre de 1914. Hecho que propicia el traslado de la familia a Argel a casa de su abuela materna. De su progenitor, Albert no conocerá más que una fotograba y una significaEva anécdota: su señalada repugnancia ante el espectáculo de una ejecución capital.
Ubicados en Argel, Camus realiza allí sus estudios, alentado por sus profesores, especialmente Louis Germain en el colegio, de quien guardará un señalado reconocimiento hasta el punto de dedicarle su discurso del Premio Nobel; y también Jean Grenier en el insEtuto, quien lo introduce en el conocimiento de Nietzsche.Comenzó a escribir a muy temprana edad: sus primeros textos fueron publicados en la revista Sud en 1932. Tras la obtención del bachillerato obEene un diploma de estudios superiores en letras, en la sección de filosoba. La tuberculosis le impide parEcipar en la convocatoria de agregación.En 1935 comienza a escribir El revés y el derecho que fue publicado dos años más tarde. En Argel funda el Teatro del Trabajo que en 1937 reemplaza por El Teatro del Equipo.En esos años Albert abandona por discrepancias, como el Pacto germanosovieEco y su apoyo a la autonomía del PC de Argelia del PC francés, el ParEdo Comunista.Entra a trabajar en el Diario del Frente Popular, creado por Pascal Pia: su invesEgación La miseria de la Kabylia Eene un resonante impacto. En 1940 el Gobierno General de Argelia prohíbe la publicación del diario y se las arregla para que Camus ya no encuentre trabajo. Camus se muda entonces a París y trabaja como secretario de redacción en el diario Paris-‐Soir. En 1943 es lector para Gallimard, importante casa editorial parisina, y toma la dirección de Combate cuando Pascal Pia es llamado a ocupar otras funciones en la Resistencia contra los alemanes.
El anarquista Andre Prudhommeaux lo introdujo por primera vez al movimiento libertario en una reunión en 1948 del Círculo de los Estudiantes Anarquistas, como un simpaczante que ya estaba familiarizado con el pensamiento anarquista.1 Camus pasó a escribir para publicaciones anarquistas, siendo arcculista de Le Libertaire (precursor inmediato de Le Monde libertaire), Le révolucon proletarienne y Solidaridad Obrera (de la CNT). Camus también junto a los anarquistas, cuando expresó su apoyo a la revuelta de 1953 en Alemania Oriental. Estuvo apoyando a los anarquistas en 1956, primero con el levantamiento de los trabajadores en Poznan, Polonia, y luego más adelante en la Revolución húngara. Fue miembro de la FédéraEon Anarchiste.Su ruptura con Jean-‐Paul Sartre cene lugar en 1952 tras la publicación en Les Temps Modernes del arlculo que éste encargó a Francis Jeanson, donde reprochaba a Camus que su rebeldía era "deliberadamente estéEca". En 1956, en Argel, lanza su "Llamada a la tregua civil", mientras que afuera se lanzaban a gritos amenazas de muerte.Existen corrientes de opinión que afirman que esta ruptura nunca tuvo lugar realmente. La confusión entre las cartas a Sartre enviadas en la década del 1932 al 1954 fue el indicador de que Camus denegaba su influencia achacándola de 'malinterpretaciones intencionadas'. Futuras indagaciones ponen en duda la autoría real de dichas cartas.
Al margen de las corrientes filosóficas, Camus elaboró una reflexión sobre la condición humana. Rechazando la formulación de un acto de fe en Dios, en la historia o en la razón, se opuso simultáneamente al criscanismo, al marxismo y al existencialismo. No dejó de luchar contra todas las ideologías y las abstracciones que alejan al hombre de lo humano. Lo define la Filosoda del absurdo, además de haber sido un convencido anarquista, dedicando parte importante de su libro "El hombre rebelde" a exponer, cuesconar y filosofar sobre su propia tendencia polícca y demostrar lo destruccvo de toda ideología que proponga un fin de la historia.Camus murió el 4 de enero de 1960, en un accidente de coche cerca de Le Pect-‐Villeblevin, lo cual para muchos resulta una muerte irónica, pues él, días antes de su accidente había dicho "No conozco nada más idiota que morir en un accidente de automóvil". Entre los papeles que se le encontraron había un manuscrito inconcluso, El primer hombre, de fuerte contenido autobiográfico y gran belleza. Fue enterrado en Lourmarin, pueblo del sur de Francia donde había comprado una casa.
Albert Camus.Entre sus principales obras se encuentra "El extranjero", novela en la que describe las vicisitudes de un individuo el cual, imposibilitado para expresar "senEmientos" o en forjarse una "moral", solo se desplaza por la vida sin una razón ni moEvo aparente, lo cual es suficiente para que cause una profunda anEpala y aversión en aquellos que lo rodean.El siguiente párrafo concene información sobre el final del libro:La parte final de la obra es de gran profundidad psicológica, cuando, al ser sentenciado por el tribunal a causa de un homicidio comecdo en agravio de un árabe, las acusaciones recaen no sobre el hecho de que el protagonista haya asesinado a un hombre sino en que lo haya hecho "a sangre fría"; también el hecho de que no haya expresado ningún sencmiento dentro de la muerte de su madre lo deja como una persona frívola, lo que extraña al protagonista intuyendo con certeza sobre el hecho de que, lo que en realidad les molesta y ofende a aquellos que lo juzgan, no es su carácter de homicida: la acusación principal se soscene en el hecho de que el protagonista no posee sencmiento de culpa alguno.
Otra de sus obras que mayor interés causaron al público fue "El Mito de Sísifo", ensayo filosófico por medio del cual describe una estructura mental que Camus llama "El senEmiento de lo Absurdo", que bien puede compararse con la esquizofrenia o el complejo de inferioridad. Este "senEmiento" posee como caracterísEca esencial un reconocimiento profundo de nuestra propia finitud, es decir, de nuestra muerte, lo que trae consigo una desvalorización de la vida misma y de todas sus representaciones, con lo que las opciones se anulan recíprocamente; es este "senEmiento" el que en su obra "El Extranjero" intenta describir por medio del protagonista.
La pareja sencmental más conocida de Albert Camus fue María Casares, "la gran dama del teatro francés", que era hija de Casares Quiroga, Ministro y Jefe de Gobierno de la Segunda República Española durante el gobierno de Manuel Azaña.Un pasaje de El Extranjero, en la que el protagonista asesina a Eros a un hombre, sirve de inspiración para la letra de "Killing an Arab", canción del grupo inglés "The Cure". La canción refleja con fidelidad la apala, tal vez amoralidad del protagonista, a quien ni siquiera conmueve el hecho de matar a un ser humano. "Hacía mucho calor" es su única explicación del hecho al tribunal que luego lo juzga.Se dice que de joven, Camus jugaba de portero de fútbol en un club de su región, y se dedicó bastante cempo al deporte.Masami Kurumada El creador del Anime Japonés Saint Seiya se basó en Albert Camus para su personaje Camus de Acuario, teniendo ambos el mismo nombre y la misma nacionalidad.El Grupo Ingles de Post Punk "The Fall" se basó en la novela homónima para su nombre.
hPp://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Camus
La Misión del Escritor
Discurso al recibir el Premio Nobel de Literatura en 1958
Albert Camus -‐ La misión del escritor12 de abril de 2007 por Isaías Garde ·∙Archivado en Camus Albert, Ensayo, Literatura, Narracva, Premios NobelDiscurso pronunciado por Camus cuando se le entregó el Premio Nóbel de Literatura en Estocolmo en 1958
Al recibir la discnción con que vuestra libre academia ha querido honrarme, mi gractud es tanto más profunda cuanto que mido hasta qué punto esa recompensa excede mis méritos personales.
Todo hombre, y con mayor razón todo arcsta, desea que se reconozca lo que él es o quiere ser. Yo también lo deseo. Pero al conocer vuestra decisión me fue imposible no comparar su resonancia con lo que realmente soy. ¿Cómo un hombre casi joven todavía rico sólo de dudas, con una obra apenas en desarrollo, habituado a vivir en la soledad del trabajo o en el recro de la amistad, podría recibir, sin cierta especie de pánico, un galardón que le coloca de pronto, y solo, en plena luz? ¿Con qué estado de ánimo podría recibir ese honor al cempo que, en tantas partes, otros escritores, algunos entre los más grandes, están reducidos al silencio y cuando, al mismo cempo, su cerra natal conoce incesantes desdichas?
Sinceramente he sencdo esa inquietud y ese malestar. Para recobrar mi inquietud y este malestar. Para recobrar mi paz interior me ha sido necesario ponerme a tono con un descno harto generoso. Y como me era imposible igualarme a él con el sólo apoyo de mis méritos, no ha llegado nada mejor, para ayudarme, que lo que me ha sostenido a lo largo de mi vida y en las circunstancias más opuestas: la idea que me he forjado de mi arte y de la misión del escritor. Permicdme que, aunque sólo sea en prueba de reconocimiento y amistad, os diga, con la sencillez que me sea posible, cuál es esa idea.
Personalmente, no puedo vivir sin mi arte. Pero jamás he puesto ese arte por encima de toda otra cosa. Por el contrario, si él me es necesario, es porque no me separa de nadie y que me permite vivir, tal como soy, al nivel de todos. A mi ver, el arte no es una diversión solitaria. Es un medio de emocionar al mayor número de hombres ofreciéndoles una imagen privilegiada de dolores y alegrías comunes. Obliga, pues al arcsta a no aislarse; muchas veces he elegido su descno más universal. Y aquellos que muchas veces han elegido su descno de arcstas porque se sen{an discntos, aprenden pronto que no podrán nutrir su arte ni su diferencia sino confesando su semejanza con todos.
El arcsta se forja en ese perpetuo ir y venir de sí mismo a los demás; equidistantes entre la belleza, sin la cual no puede vivir, y la comunidad, de la cual no puede desprenderse. Por eso los verdaderos arcstas no desdeñan nada; se obligan a comprender en vez de juzgar, y sin han de tomar un parcdo en este mundo, este sólo puede ser el de una sociedad en la que según la gran frase de Nietzsche, no ha de reinar el juez sino el creador, sea trabajador o intelectual.
Por lo mismo, el papel del escritor es inseparable de didciles deberes. Por definición, no puede ponerse al servicio de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la sufren. Si no lo hiciera, quedaría solo, privado hasta de su arte. Todos los ejércitos de la cranía, con sus millones de hombres, no le arrancarán de la soledad, aunque consienta en acomodarse a su paso y, sobre todo, si lo consincera. Pero el silencio de un prisionero desconocido, basta para sacar al escritor de su soledad, cada vez, al menos, que logra, en medio de los privilegios de su libertad, no olvidar ese silencio, y trata de recogerlo y reemplazarlo para hacerlo valer mediante todos los recursos del arte.
Ninguno de nosotros es lo bastante grande para semejante vocación. Pero en todas las circunstancias de su vida, obscuro o provisionalmente célebre, aherrojado por la cranía o libre de poder expresarse, el escritor puede encontrar el sencmiento de una comunidad viva, que le juscficara a condición de que acepte, en la medida de lo posible, las dos tareas que consctuyen la grandeza de su oficio: el servicio de la verdad y el servicio de la libertad. Y pues su vocación es agrupar el mayor número posible de hombres, no puede acomodarse a la mencra y a la servidumbre que, donde reinan, hacen proliferar las soledades. Cualesquiera que sean nuestras flaquezas personales, la nobleza de nuestro oficio arraigará siempre en dos imperacvos didciles de mantener: la negacva a mencr respecto de lo que se sabe y la resistencia a la opresión.
Durante más de veinte años de una historia demencial, perdido sin recurso, como todos los hombres de mi edad, en las convulsiones del cempo, sólo me ha sostenido el sencmiento hondo de que escribir es hoy un honor, porque ese acto obliga, y obliga a algo más que a escribir. Me obligaba, esencialmente, tal como yo era y con arreglo a mis fuerzas, a comparcr, con todos los que vivían mi misma historia, la desventura y la esperanza. Esos hombres -‐nacidos al comienzo de la primera guerra mundial, que tenían veinte años a cempo de instaurarse, a la vez, el poder hitleriano y los primeros procesos revolucionarios, y que para poder completar su educación se vieron enfrentados luego a la guerra de España, la segunda guerra
mundial, el universo de los campos de concentración, la Europa de la tortura y las prisiones -‐se ven obligados a orientar sus hijos y sus obras en un mundo amenazado de destrucción nuclear. Supongo que nadie pretenderá pedirles que sean opcmistas. Hasta que llego a pensar que debemos ser comprensivos, sin dejar de luchar contra ellos, con el error de los que, por un exceso de desesperación, han reivindicado el derecho y el deshonor y se han lanzado a los nihilismos de la época. Pero sucede que la mayoría de nosotros, en mi país y en el mundo entero, han rechazado el nihilismo y se consagran a la conquista de una legicmidad. Les ha sido preciso forjarse un arte de vivir para cempos catastróficos, a fin de nacer una segunda vez y luchar luego, a cara descubierta, contra el inscnto de muerte que se agita en nuestra historia.
Indudablemente, cada generación se cree descnada a rehacer el mundo. La mía sabe, sin embargo, que no podrías hacerlo, pero su tarea es quizá mayor. Consiste en impedir que el mundo se deshaga. Heredera de una historia corrompida en la que se mezclan revoluciones fracasadas, las técnicas enloquecidas, los dioses muertos y las ideologías extenuadas; en la que poderes mediocres, que pueden destruirlo todo, no saben convencer; en que la inteligencia se humilla hasta ponerse al servicio del odio y de la opresión, esa generación ha debido, en sí misma y a su alrededor, restaurar, parcendo de sus amargas inquietudes, un poco de lo que consctuye la dignidad de vivir y de morir. Ante un mundo amenazado de
desintegración, en el que nuestros grandes inquisidores arriesgan establecer para siempre el imperio de la muerte, sabe que debería, en una especie de carrera loca contra el cempo, restaurar entre las naciones una paz que no sea la de la servidumbre, reconciliar de nuevo el trabajo y la cultura y reconstruir con todos los hombres una nueva Arca de la alianza. No es seguro que esta generación pueda al fin cumplir esa labor inmensa, pero lo cierto es que, por doquier en el mundo, cene ya hecha, y la mancene, su doble apuesta en favor de la verdad y de la libertad y que, llegado al momento, sabe morir sin odio por ella.
Es esta generación la que debe ser saludada y alentada donde quiera que se halla y, sobre todo, donde se sacrifica. En ella, seguro de vuestra segura aprobación, quisiera yo declinar hoy el honor que acabáis de hacerme.
Al mismo cempo, después de expresar la nobleza del oficio de escribir, querría yo situar al escritor en su verdadero lugar, sin otros {tulos que los que comparte con sus compañeros de lucha, vulnerable pero tenaz, injusto pero apasionado de jusccia, realizando su obra sin vergüenza ni orgullo, a la vista de todos; atento siempre al dolor y la belleza; consagrado, en fin, a sacar de su ser complejo las creaciones que intenta levantar, obscnadamente, entre el movimiento destructor de la historia.
¿Quién, después de esos, podrá esperar que el presente soluciones ya hechas y bellas lecciones de moral? La verdad es misteriosa, huidiza, y siempre hay que tratar de conquistarla. La libertad es peligrosa, tan dura de vivir como exaltante. Debemos avanzar hacia esos dos fines, penosa pero resueltamente, descontando por anccipado nuestros desfallecimientos a lo largo de tan dilatado camino. ¿Qué escritor osaría, en conciencia, proclamarse predicador de virtud? En cuanto a mí, necesito decir una vez más que no soy nada de eso. Jamás he podido renunciar a la luz, a la dicha de ser, a la vida libre en que he crecido. Pero aunque esa nostalgia explique muchos de mis errores y de mis faltas, indudablemente me ha ayudado a comprender mejor mi oficio y también a mantenerme, decididamente, al lado de todos esos hombres silenciosos, que no soportan en el mundo la vida que les toca vivir más que por el recuerdo de breves y libres momentos de felicidad y esperanza de volverlos a vivir.
Reducido así a lo que realmente soy, a mis verdaderos límites, a mis deudas y también a mi fe didcil, me siento más libre para destacar, al concluir, la magnitud y generosidad de la discnción que acabáis de hacerme. Más libre también para deciros que quisiera recibirla como homenaje rendido a todos los que, parccipando en el mismo combate, no han recibido privilegio alguno y, en cambio, han conocido desgracias y persecuciones. Sólo me resta daros las gracias, desde el fondo de mi
corazón, y haceros públicamente, en prenda de personal gractud, la misma y vieja promesa de felicidad que cada verdadero arcsta se hace a sí mismo, silenciosamente, todos los días.
Albert Camus, "La misión del escritor", en Antología de visionarios implacables, Buenos Aires, Mutanca, pp.20-‐23 8hPp://bibliotecaignoria.blogspot.com/2007/04/albert-‐camus-‐la-‐misin-‐del-‐escritor.html)
El escritor Albert Camus, con su hija Catherine en brazos, en 1947.
39
Realizada por Yuri Serbolov con la colaboración inescmable de Genaro Rodríguez Navarrete (GRN)
27 junio 2009Modificado 30 sepcembre 2010