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25 de Mayo del 2009
Desarrollo sostenible de la Amazonía sería posible a través de la integración de las políticas públicas de países amazónicos
PNUMA propone ocho líneas de acción para aprovechar oportunidades de desarrollo sostenible.
Políticas públicas sin una visión de largo plazo contribuyen a la progresiva degradación ambiental de la Amazonía,
agravada por factores socioeconómicos como la pobreza, la migración y la adopción de actividades productivas no
sostenibles.
Para transformar este escenario será decisivo empezar a construir una visión integral de largo plazo que armonice
los intereses de cada país en una perspectiva regional, señala el informe “Perspectiva del medio ambiente en la
Amazonía”, publicado este año por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Como resultado de diversas consultas realizadas en el 2006 a especialistas de los ocho países amazónicos (Bolivia,
Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela), y el análisis de los procesos que influyen en el
futuro de la Amazonía, el informe presenta cuatro escenarios para la región al 2026.
EL RIESGO DE DEGRADACIÓN AMBIENTAL
Entre el 2000 y 2005, el área amazónica deforestada creció en 27.218 kilómetros cuadrados (km2) por año,
alcanzado un total de 857.666 km2 deforestados hasta ese año, extensión que equivalen al 67% de la extensión del
territorio peruano.
Inciden en este proceso, entre otros factores, el crecimiento de la población en centros poblados y ciudades, los
cultivos que necesitan grandes extensiones -como la soya- y la introducción de la ganadería bovina, la producción
de coca, así como megaproyectos de explotación de hidrocarburos, de construcción de grandes carreteras y
represas.
Además la Amazonía es muy vulnerable al cambio climático. Una elevación de dos grados centígrados, sumada al
deterioro ambiental, podría generar transformaciones irreversibles como la sabanización (desertificación) de entre
el 20% y 30% de la Amazonía, la disminución de precipitaciones pluviales y sequías recurrentes.
LA AMAZONÍA AL 2026
Cuatro escenarios muestran la posible interacción entre crecimiento económico, integración de políticas e inversión
en tecnología e innovación, así como los diferentes resultados en cuanto a la sostenibilidad ambiental.
25 de Mayo del 2009
1. AMAZONÍA EMERGENTE CON POLÍTICAS INTEGRADAS.
Políticas públicas coordinadas entre los ocho países amazónicos, permiten generar empleo, reducir la pobreza y
aumentar la cobertura de servicios básicos a pesar de que continuaría la expansión demográfica. El desarrollo de
megaproyectos de infraestructura (carreteras y líneas de transmisión eléctrica), facilitaría el intercambio de
productos, la movilización de insumos y bienes de capital.
La gobernabilidad se fortalecería con una gestión planificada del impacto ambiental, económico y social,
reduciendo la pobreza, los conflictos sociales y los riesgos para la seguridad de cada país.
Sin embargo, la expansión de nuevas actividades productivas promisorias es frenada por un reducido desarrollo
tecnológico, La canalización de recursos públicos hacia la producción sostenible es lenta porque no se generan las
capacidades en las instituciones públicas.
• Consecuencias ambientales: Retrocede la deforestación, erosión de suelos, pérdida de diversidad genética y
contaminación de suelo y agua. Los Estados lograrían regular la extracción maderera, el comercio de especies y
el funcionamiento efectivo de las áreas naturales protegidas.
El planeamiento de las actividades económicas y de la expansión urbana, así como un marco jurídico claro y
consistente con los derechos de propiedad, generan incentivos para invertir en actividades sostenibles.
2. BONANZA ECONÓMICA SIN VISIÓN AMBIENTAL
Habría bonanza de las actividades productivas, con políticas públicas que favorecerían inversiones en recursos
minerales, forestales e hidrobiológicos, así como el desarrollo de megaproyectos de infraestructura, pero con
desarrollo limitado de tecnología e innovación. La Amazonía se adaptaría a los esquemas productivos de gran
escala, como la ganadería, el cultivo de soya y transgénicos. La población crecería, sobre todo por migración.
El crecimiento económico y políticas públicas orientadas a mejorar los servicios sociales reducirían la pobreza.
Mejoras en la institucionalidad agilizarían la entrada de inversión; sin embargo, es limitado el cumplimiento de las
normas y casi nula la efectividad del sistema de sanciones.
Las políticas no coordinadas de gestión ambiental tendrían limitada efectividad, los sistemas productivos funcionan
en un marco de conflicto. Se mantendrían conflictos armados en zonas de frontera.
• Consecuencias ambientales: La degradación del suelo y la pérdida de cobertura vegetal se agudizan por la
expansión de cultivos no sostenibles y la mayor migración a las ciudades. La deforestación incrementa el
impacto del cambio climático, las temporadas secas son más prolongadas y acentuadas.
25 de Mayo del 2009
3. DESARROLLO TECNOLÓGICO PERO CRECIMIENTO LIMITADO
Se incrementaría los emprendimientos innovadores en agricultura ecológica, estimulados por la demanda mundial,
así como por la asignación de recursos públicos para tecnología e innovación, con proyectos de alcance regional y
alianzas público privadas. Mantendrían importancia como actividades productivas la minería, ganadería y
agricultura de gran escala, que aprovechan el dinamismo de los mercados.
La reducción de la pobreza sería limitada, a pesar que el crecimiento demográfico y de políticas para mejorar los
servicios básicos y la educación sería moderado. La inversión en infraestructura no obtendría los resultados
esperados y habría poco interés en grandes obras de integración.
Las políticas públicas están claramente definidas y son estables. Están orientadas a mejorar las condiciones de vida,
promover el desarrollo científico y tecnológico, así como la gestión de proyectos de monitoreo ambiental. Existen
limitaciones en la implementación de instrumentos de gestión, coordinación entre instituciones y cumplimiento de
leyes, especialmente las socioambientales.
• Consecuencias ambientales: La región está camino al desarrollo sostenible. La erosión y pérdida de
biodiversidad subsisten pero han sido controladas. El desarrollo tecnológico ofrece más alternativas para la
introducción de nuevos productos y cultivos sostenibles, inicialmente orientados a los mercados
internacionales, en un proceso armónico con la permanencia de culturas tradicionales.
4. EXPANSIÓN DESORDENADA
No habría respuesta efectiva frente a la degradación ambiental ni al desorden urbano. Habría crecimiento
acelerado pero desordenado, sin tomar en cuenta factores sociales y ambientales. Obras de infraestructura vial y
energética produjeron beneficios a corto plazo, pero fueron detenidas por conflictos sociales. La pobreza y la
brecha de inequidad se agudizan, se genera trabajo precario y aparecen formas de explotación similares a la
esclavitud. La ausencia del Estado permitiría que las poblaciones sean despojadas de sus tierras y que los saberes
tradicionales sean usurpados.
Las políticas públicas serán fragmentadas y poco consistentes, las instituciones son débiles. Los instrumentos de
gestión ambiental son limitados por falta de capacidades y recursos y la corrupción de las instituciones. Las
ciudades son inseguras y aumentan las tensiones en las zonas de frontera.
• Consecuencias ambientales: Se acelera la degradación ambiental provocando la pérdida irreversible de riqueza
natural y cultural. Entre el 20% y 30% de la Amazonía se convertiría en sabana (desierto tropical). La
temperatura se elevaría entre 2 y 3 grados centígrados, disminuiría la lluvia ocasiona y habrían sequías. Las
acciones nacionales y las alertas internacionales sobre el daño ambiental fueron insuficientes.
25 de Mayo del 2009
LÍNEAS DE ACCIÓN PARA LOS PRÓXIMOS QUINCE AÑOS
Para aprovechar las oportunidades exploradas en los escenarios descritos al 2026, el PNUMA propone:
1. Construir una visión ambiental amazónica integrada, definiendo el papel de la Amazonía en el desarrollo
sudamericano y de cada país. Permitirá una mejor comprensión de las interrelaciones social, política,
económica y ambiental, y el diálogo entre los actores amazónicos.
2. Estrategias regionales para aprovechar el ecosistema amazónico, y plan común de financiamiento.
Trabajando en tres líneas: a. conservación de bosques y cambio climático, b. manejo integrado de recursos
hídricos, y c. manejo sostenible de la biodiversidad y servicios ambientales.
3. Armonizar las políticas ambientales en temas de relevancia regional. Es vital crear mecanismos para
compartir experiencias, lecciones aprendidas y tecnologías desarrolladas.
4. Diseñar instrumentos para la gestión ambiental integrada, sumando los avances para lograr criterios de acción
comunes.
5. Incorporar la gestión de riesgo en la evaluación ambiental, pues la heterogeneidad de los territorios
amazónicos en un contexto de cambio climático exige el diseño de políticas de alcance local y regional.
6. Fortalecer la institucionalidad amazónica. Fomentar espacios de diálogo y crear un Foro de Ministros de
Medio Ambiente de la región amazónica, que facilitará una agenda de acción conjunta.
7. Fortalecer los esfuerzos de difusión de información ambiental. Promover el intercambio de información
científica y estadística entre los países de la región, articulando los mecanismos de información.
8. Promover estudios económicos de servicios ambientales, especialmente en temas como agua, biodiversidad y
producción sostenible.