Post on 07-Jul-2015
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ALFALFA: LA REINA DE LAS
FORRAJERAS.
O la morera para el caso del trópico
colombiano. Si busca una especie ideal para producir heno o ensilaje, que a su
vez pueda comerla fresca el ganado o que mejore los suelos de
cultivo y les incorpore nitrógeno, la alfalfa es la efectiva, pues reúne
estas características.
Si busca una especie ideal para producir heno o ensilaje, que a su vez pueda comerla fresca el
ganado o que mejore los suelos de cultivo y les incorpore nitrógeno, la alfalfa es la efectiva,
pues reúne estas características.
La alfalfa (Medicago sativa L. en la jerga de los agrónomos) es originaria del sudoeste asiático y se cultiva en todo el mundo, desde la helada Siberia hasta los países tropicales.
Para las condiciones de Colombia, la planta logra un mejor desarrollo en suelos profundos -casi
neutros (pH 7)-, especialmente ricos en calcio, fósforo y potasio, bien drenados, bien aireados, de textura liviana o pesada y poco compacta.
Se puede cultivar desde los 700 hasta 4.000 metros sobre el nivel del mar, en zonas con niveles
de precipitación de 400 a 1.400 milímetros anuales y con temperaturas de entre 6 a 25 grados centrígrados.
Se recomienda especialmente, antes de sembrar, un previo análisis de suelos y sujetarse a sus
resultados; después de la siembra, aplicar riego cada 7 ó 10 días para que produzca todo el año.
Con varios usos.
Una vez establecido el cultivo, en los climas cálidos, un primer corte se le debe hacer a los 90
días de la siembra y en las zonas frías a los 120 días.
Posteriormente, se pueden hacer cortes cada seis u ocho semanas, teniendo en cuenta cortar antes de que el cultivo alcance la plena floración.
Por corte, el cultivo produce hasta 20 toneladas de forraje por hectárea, que en fresco es
apetecido por toda clase de ganado, lo mismo que por los cerdos. Por esto, se le conoce como la reina de las plantas forrajeras .
"El heno de alfalfa es de alto valor nutritivo, pues bien elaborado contiene hasta 20 por ciento de proteínas, calcio y vitaminas A y D", dice el ingerniero forestal Fredy Zapata.
Se usa también como cultivo de cobertura para mejorar los suelos, pues se trata de una planta
leguminosa que fija a la tierra el nitrógeno que toma del aire. Para ello, sólo basta cortarla e incorporarla al suelo una vez llega a su estado de prefloración.
La alfalfa puede sembrarse sola o en asociación con otras especies forrajeras (avena, raigrás, azul orchoro, festuca o kikuyo) si la va usar para heno o ensilaje.
Igualmente, si se cultiva asociada con especies gramíneas (pasto raygras) se logra mejorar la estructura y el drenaje del suelo", destaca el ingeniero forestal Fredy Zapata.
VARIEDADES EN COLOMBIA.
Para las fincas ubicadas entre los 700 y 2.200 metros sobre el nivel del mar, se recomienda
sembrar las variedades llamadas: Peruana común, Africana, India, Chilena, California, AS-49,
AS-13 y Magali Euver, entre otras, que se consiguen en el mercado nacional. Son poco
resistentes a las heladas.
Por el contrario, para las zonas hasta los 3.100 metros de altura se utilizan las variedades conocidas como Ranger, Atlantic, Buffalo y Atlixco.
Para una hectárea se requieren, aproximadamente, de 15 a 20 kilos de semilla, que se siembra
en hileras a 30 centímetros, o al voleo, buscando siempre que quede lo mejor distribuida posible y enterrada a no más de dos centímetros.
En el mercado se comercializan otras variedades, como Alfagenes, Canadiense, 20-20, SW8210, 120-10 y SW14. Su precio por kilo oscila entre los 15.000 y 18.000 pesos.
FOTO/Juan Carlos Domínguez.
La alfalfa se adapta mejor que muchas otras leguminosas a un amplio rango de clima y de suelos, entre los 700 y los 4.000 metros sobre el niv
Ventas de forrajeras,