Post on 04-Aug-2015
<
2013
IFDC
Amitrano Lorena
[LA POESÍA DE MANUEL CASTILLA]Análisis de la obra literaria del poeta Manuel Castilla a partir de algunos de sus poemas
<a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/"><img alt="Licencia de Creative Commons" style="border-width:0" src="http://i.creativecommons.org/l/by-nc/4.0/88x31.png" /></a><br />Este obra está bajo una <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/">licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional</a>.
2
INTRODUCCIÓN.
A partir de la selección de dos poemas del corpus de Manuel José Castilla, “La pomeña” y
“La volvedora” los cuales tienen como tema el paisaje, la naturaleza, las costumbres de los
habitantes del noroeste argentino, se analizarán los poemas teniendo en cuenta que, el lenguaje es
el instrumento de expresión conceptual por excelencia del hombre, quien se construye
integralmente desde, por y a partir del lenguaje, ya que las cosas que se pueden decir son , de
hecho, las cosas que se pueden pensar, o sea, los términos de nuestro pensamiento y nuestra
vivencia cotidiana.
Los poemas serán analizados a la luz de una selección del corpus de textos teóricos que
aportan nuevos puntos de vista para el abordaje de los mismos.
En síntesis, de acuerdo con lo nombrado anteriormente, primero se presentará el marco
teórico que servirá para fundamentar este trabajo; en segundo lugar se realizará la
contextualización del autor de los poemas y por último se expondrán y analizarán los poemas
elegido
ELEMENTOS TEÓRICOS PARA ABORDAR LOS POEMAS.
Simultáneamente de la significación gramatical del lenguaje, hay otra, una significación
mágica, que es la única que nos interesa. Uno es el lenguaje objetivo que sirve para nombrar las
cosas del mundo sin sacarlas fuera de su calidad de inventario; el otro rompe esa norma
convencional y en él las palabras pierden su representación estricta para adquirir otra más
3profunda que debe elevar al lector del plano habitual y envolverlo en una atmósfera encantada.
En todas las cosas hay una palabra interna, una palabra latente y que está debajo de la palabra que
las designa. Esa palabra es la que debe descubrir el poeta. La Poesía crea una realidad en el
mundo que es y la otra en el que está siendo.
Según Iber Verdugo el poema “…es un discurso, un acto de habla relativamente
autónomo, que, establecido como objeto – cultural – opera una comunicación de contenido
complejo y expansivo…”1[Verdugo] Debido a esto puede realizarse un estudio científico de la
poesía, teniendo en cuenta que el método que se emplee debe ser coherente con el objeto de
estudio, ya que es un objeto cultural. De acuerdo con esto el acercamiento al mismo implica una
relación entre dos sujetos (sujeto – sujeto), pues el objeto es creado por un sujeto.
El autor nombrado anteriormente propone, situarnos en una actitud metódica, la cual
implica una serie de procedimientos que necesitan ser:
- adecuados: sustentados en fundamentos epistemológicos
- conducentes: que originen y orienten el proceso de estudio.
- suficientes: que permitan alcanzar los mejores resultados posibles.
Voloshinov en “El discurso en la vida y el discurso en la poesía” plantea que un poema
es a la vez texto y acto, un acto del poeta, una experiencia del lector, un acontecimiento en la
historia literaria, donde se manifiestan tres momentos. En el primero, todo discurso es ideológico,
por lo tanto, el poético también lo es, ya que posee una visión de mundo y por ello el aspecto
social comunitario constituye a la poesía de manera intrínseca, es decir, que aporta una visión de
1Verdugo, Iber. Hacia el conocimiento del poema. Ed Hachette.Buenos Aires. P36
4la realidad. La poesía es una variante de lo social, puede ser abordada por la sociología, ya que el
poeta realiza una valoración sobre las cosas y los elementos poéticos que se contraponen con
otros, por eso no puede analizarse el lenguaje aislado del contexto.
Este autor también explica que la aplicación de la sociología al estudio del arte debe
rechazar dos concepciones erróneas del arte, por un lado, la fetichización de la obra, donde se lo
toma como objeto sin tener en cuenta la relación que existe con el creador y el auditor, y por otro
lado, la psicologización del arte, donde se pone énfasis en las intenciones del autor y del receptor.
Lo social determina la creación. La palabra poética toma sentido en la interacción social, y esto
cobra importancia en el segundo momento, donde se consideró como un todo el hecho artístico
que se manifiesta mediante tres elementos: la cosa, el psiquismo del autor y del receptor,
adquiriendo la obra de arte el carácter de verdadera en la interacción del creador y el receptor, por
lo tanto, es un hecho comunicativo que influye en el discurso de la vida y en el de la poesía. Por
último, el tercer momento, hace referencia a que el discurso de la vida se encuentra entrelazado
con el contexto extraverbal, que es intrínseco al discurso. Este contexto posee tres aspectos:
- el espacio común a los hablantes;
- el conocimiento y la comprensión de la situación y;
- la evaluación común que tienen los dos hablantes de la situación.
En un enunciado cotidiano siempre se interrelacionan los participantes de una situación
comunicativa, donde la comprenden y la evalúan; de la misma manera, la situación extraverbal se
integra al enunciado como un elemento indispensable para su constitución semántica, por lo
5tanto, el enunciado (portador de significado) se divide en una parte verbal actualizada y en una
parte sobreentendida.
En el discurso, el yo se realiza apoyándose en el nosotros, de este modo el enunciado
cotidiano es entendido y comprendido por los hablantes que corresponden a un mismo horizonte
social. Dichos enunciados cuando se los aísla del contexto extraverbal pierden parcialmente el
sentido.
La expresión de la evaluación común de la situación es la entonación, la cual se sitúa
entre lo lingüístico y lo extra- lingüístico, ya que la entonación es un medio por el cual el
hablante está en contacto directo con los auditores, porque está orientada al receptor y a un tercer
participante que en literatura es el héroe. La selección de las palabras implica una evaluación; la
entonación está situada en el límite de lo que se dice y de lo que no se dice.
De este modo en los tres poemas elegidos la palabra no mantiene relaciones fijas, ya que
como afirma Barthes, la palabra poética es densa, profunda y enciclopédica porque se encuentra
en un estado de pureza total, es decir que, no es superficial. La palabra poética tiene todo lo que
es y lo que ha podido ser.
Culler en “Retórica, poética y poesía” establece que la poesía fue considerada en un
primer momento como un modo delicado de expresión, donde se manifiestan nuevos
significados, en un segundo momento la poesía comenzó a reflejar sentimientos profundos del ser
humano y por último, la teoría contemporánea afirma que la poesía es un trabajo de asociación e
imaginación sobre el lenguaje. En relación a esto afirma que, la poesía como palabra manifiesta
una estructuración especial del lenguaje, donde adquieren relevancia elementos que en el
lenguaje cotidiano pasan desapercibidos. En cuanto a la poesía como acto, el autor se imagina a sí
6mismo o imagina otra voz (es una voz construida por el autor): por un lado, está el poeta; por el
otro, la voz emisora del enunciado, y en el medio de estas figuras se encuentra la voz lírica.
John Stuart- Mill2 [Culler]afirma que la poesía es un enunciado que uno se dice a sí
mismo, que son imitaciones ficcionales de hechos que suceden en el mundo real, pero Culler
establece que también existen poemas que no reflejan ser enunciados personales a los que
denomina como extravagantes e hiperbólicos ya que imitan enunciados íntimos.
“… La poesía moderna es una poesía objetiva… el estallido de la palabra poética
instituye entonces un objeto absoluto… el objeto se yergue de golpe lleno de sus posibles… esas
palabras – objetos sin lazos…cuya vibración puramente mecánica alcanza curiosamente a la
palabra siguiente pero se desvanece enseguida, excluyen a los hombres…sino con las más
inhumanas… el cielo. El infierno, lo sagrado, la infancia, la locura, la materia pura, etc.
…”[Barthes]
Trabajaré los poemas como totalidades orgánicas ya que como lectora tengo la expectativa
de que lo sean. Según Culler a las partes del poema que están incompletas les otorgamos sentido
porque las leemos como totalidades, es decir que, el lector tiene una concepción de lo que es la
poesía y lee e interpreta a partir de ese concepto. Debido a que el poema es una totalidad porque
está completo en sí mismo, es también atemporal y expresa una actitud (expresión de un estado
de ánimo).
2Culler, Jonathan. Capítulo V “Retórica, poética y poesía” en Breve introducción a la teoría literaria.Ed.Critica,2000
7Culler3[Culler], considera que lo que hace que un texto sea literario es el uso de ciertas
convenciones, pero además tiene que haber una elaboración del lenguaje para que las
convenciones funcionen. Dichas convenciones son:
- Distancia e impersonalidad: en la poesía los deícticos funcionan alejados de la situación
real en la que se produce el enunciado.
- Totalidad y coherencia: un poema se posa sobre un conjunto de relaciones internas por lo
cual no hay elementos puestos al azar, las partes dentro del poema se sostienen y se explican
unas a otras.
- Significación, tema y epifanía:
Significación: aunque el poema sea breve posee un significado trascendental. En la comunicación
literaria el lector asume la responsabilidad de las partes del poema que se superponen carecen de
significado, es debido a esto que el lector hará un esfuerzo para la comprensión.
Tema: el poema cobra más relevancia cuando puede ser leído como una reflexión propia de la
poesía.
Epifanía: el poema tiene algún elemento sobre el cual se hace foco, en el caso de los poemas a
analizar se refleja que ese objeto es la palabra, donde habrá que otorgar un significado a ésta, y
es allí donde se enfatiza el momento de revelación.
-Resistencia y recuperación: el poema ofrece resistencia en la medida en que contiene
formas cuya pertinencia semántica no es evidente inmediatamente. Pero luego se puede volver
sobre un punto y recuperar el significado.
Otro de los aspectos que tendré en cuenta son los acoplamientos y la metáfora.
3Culler, Jonathan. “La poética de la lírica” Capítulo VIII. en La poética estructuralista. Anagrama. Barcelona.1979
8Uno de los mecanismos de estructuras lingüísticas del poema que producen el efecto de
significación propio de la función poética son los denominados acoplamientos (couplages). Esta
noción es tomada de Iber Verdugo4[Verdugo], de los autores Levin y Ruwet, cuyo estudio exige
tener en cuenta ambos ejes del lenguaje: el sintagmático y el paradigmático. Los acoplamientos
generan, muchas veces, paradigmas especiales que pueden ser de dos tipos: por posición o
naturales.
-Los paradigmas por posición se definen como formas de una misma clase; ellas son
equivalentes desde el punto de vista de las posiciones que puedan ocupar en el enunciado. Las
posiciones equivalentes pueden ser: comparables, dos elementos son equivalentes en tanto se
definen por su relación con un tercer término; y paralelos, dos elementos son equivalentes
porque contraen la misma relación con términos diferentes.
-Los paradigmas naturales son los constituidos por términos semántica o fonéticamente
equivalentes, ya sea por oposición o por similitud.
La producción de paradigmas poéticos especiales, por lo general, resultan de la
combinación de ambos tipos. Hay una función poética cuando el emisor no elige un elemento del
paradigma, sino varios. Para Jakobson5[Jakobson], la función poética pone énfasis en el mensaje
y proyecta el principio de equivalencia del eje de la selección al eje de la combinación, la
equivalencia puede ser de elementos similares u opuestos. Para Jakobson todos los textos son
poéticos ya que la “función poética” predomina sobre las demás funciones de la lengua, como la
4Verdugo, Iber. “Aparato conceptual”, en Hacia el conocimiento del poema.Pp100, 101, 102,103
5Jakobson,Roman.” Lingüística y poética” en Ensayos de lingüística general. Ed.Planeta-Agostini.Barcelona.1985
9que está centrada en el mensaje mismo y que se manifiesta en el principio de repetición y
variación en los diferentes niveles lingüísticos. Así en los textos poéticos la recurrencia de
unidades lingüísticas es un fin en sí mismo.
Esto se relaciona con lo que Culler establece sobre que hay que leer el poema como
unidad de sentido, porque todos los elementos están en el poema por algo y todos están
relacionados. Los acoplamientos pueden estar en cualquier nivel del poema y pueden ser
simultáneos.
En la poesía moderna ha desaparecido la idea de un universo racionalmente ordenado que
se puede reproducir mediante una red de analogías racionales. Lo que ha guardado es la técnica
de la abreviatura, de la móvil y rápida confrontación de palabras y significaciones que proceden
de ámbitos alejados entre sí.
La presencia de metáforas es un elemento característico de los poemas. Debido a esto es
importante traer a colación lo que expone Reisz de Rivarola, quien considera que “… la metáfora
es un acto lingüístico de una acción lingüística que se puede definir, en líneas generales, como
una forma reglada de anomalía semántica…la anomalía semántica se produce cuando un lexema
es empleado contra las normas aceptadas de su uso. El uso de un lexema está determinado por
el uso de otros lexemas que están relacionados entre sí, de tal modo que crean un contexto en
cuyo segmento vacío entra el lexema en cuestión y lo llena en forma específica… La anomalía
semántica es, por tanto, función de un contexto que está asegurado por el hecho que llena la
expectativa generada por las condiciones pragmáticas de un tipo de texto… el segmento
correspondiente a la metáfora designa en principio una quiebra de la “isotopía” del “discurso”
10y marca, así, un segmento que queda en suspenso”6[Reisz]. Es decir que, la metáfora es un
fenómeno contextual, que el cambio de significado que afecta al o los lexemas utilizados
metafóricamente (tránsito de un significado literal a otro no literal) tiene que ver con la
interacción entre el significado literal de dichos lexemas y el de los demás lexemas que
constituyen una frase. Un lexema adquiere un significado metafórico en determinados contextos
donde en cuyo interior se opone a otro u otros lexemas tomados literalmente. De este modo, la
metáfora es la quiebra de la isotopía, que resulta de la oposición entre el lexema metafórico y su
contexto, de la frase y el punto de partida para el tránsito de un significado literal o un significado
no literal.
Iber Verdugo, propone que el estudio de la poesía se realice a partir del método analítico –
inductivo. El cual consiste en la descripción, comprensión y explicación de la forma de la obra
autónoma y por medio de ésta, de los discursos literarios. En el proceso deben realizarse síntesis
parciales e integradas en una síntesis final. De esta manera se consiguen bases para exponer
hipótesis de trabajo que ubican y guían el estudio y permiten justificar la propuesta.
Paul Ricoeur7[Ricouer], plantea que explicación y comprensión son dos momentos de la
interpretación y propone que para comprender un discurso literario, es necesaria una dialéctica
de la explicación y la comprensión, la cual no es sencillamente identificable en la conversación
porque se trasponen una a otra. Por un lado, la explicación en una primera instancia trata de
convalidar las primeras lecturas, validar en el sentido de demostrar el por qué creo que mis
6Reisz de Rivarola, Susana.”Predicación metafórica y discurso simbólico” en Teoría y análisis del texto literario.Cap VI. Ed.Hachette, Bs As.1982.Pp:159/170
7Ricoeur, Paul.”Discurso y excedente de sentido”. Teoría de la interpretación. Siglo XXI. México. 2001.
11conjeturas son válidas; es decir que, en este proceso es como que queremos aprehender el sentido
global. Por otro lado, la comprensión atañe al sentido global de todo el enunciado, conjeturar. Lo
primero que realizamos como lectores es elaborar conjeturas o hipótesis sobre el sentido global
del texto. Es decir que, refleja la intención del discurso. Es como si se imaginara el sentido del
texto, uno lo explica y luego lo comprende. Ricoeur, afirma que la interpretación es un proceso
que engloba la explicación y la comprensión. Vale destacar que, el autor, entiende que la
dialéctica puede describirse en un primer momento como un paso de la comprensión a la
explicación y en un segundo momento como un paso de la explicación a la comprensión. En el
primer momento, la comprensión es una sutil apreciación del sentido del texto en su totalidad. En
el segundo momento, la comprensión es una manera compleja de comprensión, ya que está
sustentada por procedimientos explicativos, que integran la apropiación. El paso entre conjeturar
y explicar queda certificado por una investigación del objeto específico: se debe explicar el
sentido de un texto en su totalidad, obteniendo una relación del todo con sus partes. Es
importante destacar que, explicar un texto implica explicarlo como un ente particular, siempre
teniendo presente que existen varias maneras de interpretar un texto pero, también es cierto que
existen pocas explicaciones posibles.
Gallego Díaz8[Gallego Díaz] realiza su aporte acerca de la teoría del sujeto poético, y
plantea que el sujeto puede presentarse como autor, como yo lírico y como personaje, sin tener
autonomía absoluta entre ellos, ni entre los sujetos o sus mundos.
El poeta crea un enunciador ficcional que está unido a él, ya que el sujeto poético es una
invocación de la base del autor. De esta manera, el sujeto lírico se constituye con partes del autor
8Gallego Diaz, C: “Aportes a la teoría del sujeto poético”. Tres ensayos de lingüística y una realidad americana. Ed. PiensAmérica. Chile. 2002
12y está unido a él, ya que es una interpretación representada del autor, manifestándose una
continuidad entre uno y otro. El sujeto lírico posee características del autor (se retroalimenta de
él) es una interpretación representada del mismo autor, que no coincide con el autor empírico,
pero que se puede comparar con él. El autor opta por otro de sí mismo para que muestre, enuncie
otro mundo ficticio que arrastra al mundo real y social.
Es por ello que, para estudiar los poemas de manera completa se deben tener en cuenta
diversos factores, como lo son, la biografía del autor, la situación socio histórica, etc.
RECORRIDO POR LA POESÍA ARGENTINA DEL SIGLO XX
Teniendo en cuenta la propuesta de Cristina Piña9 [Piña]se expondrán los rasgos
principales de las posiciones que cada grupo o autor ocupa en las generaciones canónicamente
establecidas por los estudios de la poesía argentina.
Por un lado, señala la promoción del ‘22 cuya posición martinfierrista se contrapone la
del grupo de preocupaciones sociales y políticas de Boedo. El grupo martinfierrista incorpora,
sobre todo a través de Jorge Luis Borges, las consignas del ultraísmo, su valorización de la
metáfora, su rechazo del lenguaje conceptual y lógico, su exclusión de la anécdota y su cultivo
del verso libre por oposición de las formas métricas tradicionales. Con respecto a los aspectos
temáticos, surge un nuevo criollismo urbano. Dentro de este grupo se ubica el comienzo de la
larga trayectoria literaria de Molinari ya que con su primer libro, aparece una reformulación de la
tradición hispánica que lo separa de los poetas del ‘22 y preanuncia la Generación del ‘40.
9PIÑA, C: Poesía argentina de fin de siglo. Ed Vinciguerra. Buenos Aires. 1996
13Por otro lado, un grupo de poetas comienzan a publicar en el 30 irrumpiendo en la
dicotomía martinfierristas-boeistas a través de la antología La novísima poesía argentina de
1931, donde se incorporan poéticas diferentes.
La generación del ‘40 es un agrupamiento determinado por la crítica, en función de la
aparición de ciertas revistas donde surge un movimiento poético diversificado y rico cuyos
autores pueden distribuirse en diversas posiciones más o menos opuestas o coincidentes entre sí,
a la que se suma la presencia de tres individualidades que se recortan casi aisladas: Olga Orozco,
Enrique Molina y Alberto Girri. Se pueden discernir diferentes líneas:
Los neorrománticos: se caracterizan por su tono elegíaco y melancólico,
sustentado en un tratamiento del tiempo volcado hacia el pasado, en el cual la infancia aparece
como un espacio mítico primordial, un lirismo de corte existencial que diluye las tensiones
románticas en un mundo interior puramente subjetivo y el recurso a formas poéticas
tradicionales. Dentro de esta línea se pueden nombrar a María Granata, Vicente Barbieri y
Rodolfo Wilcock.
Los surrealistas: se inicia con la difusión de la obra de Aldo Pellegrini y se
extiende a lo largo del ’50 y ’60 a través de la obra de Francisco Madariaga y Julio Llinás. En el
’40 su representante más importante es Enrique Molina.
El nacionalismo: tiene dos vertientes fundamentales, por un lado la de los autores
del noroeste argentino que, en concordancia con su entorno geográfico, se vuelven hacia las
tradiciones, las formas orales y el pasado como motivos esencialmente líricos, como es el caso de
Manuel José Castilla. Por otro lado, tenemos la vertiente que se produce en el ámbito
metropolitano, con características distintivas que articulan la tradición gauchesca con la temática
ciudadana del arrabal porteño. En lo formal cultivan estrofas y metros de la poesía popular y la
14gauchesca (romances, cantares y coplas) o recurren a la glosa con un léxico acorde. En lo
temático hay una recurrencia al gaucho y al payador, representados como arquetipos de lo
argentino.
Los realistas románticos: de singular importancia en las décadas del 50 y 60, no
parece tener mayor presencia en el 40. Sin embargo, las letras de los tangos de la época fusionan
la temática popular y el tono conversacional propio de dicha línea poética con la nostalgia propia
del neorromanticismo cuarentista.
Los invencionistas encabezados por Baley, en el 50, se fusionan con los
surrealistas, ampliando sus postulados y nucleándose alrededor de la revista La poesía de Buenos
Aires. Tienden a reivindicar la autonomía del hecho poético.
La década del ’60 se caracteriza por la hegemonía de una poesía orientada hacia
las preocupaciones sociales que se compromete con la realidad política, adopta un tono
conversacional e incorpora las discursividades propias del tango y otras formas culturales
populares Cuenta con la figura paradigmática de Juan Gelman. pero no puede olvidarse que
también se desarrolla una línea de corte metafísico, que se extiende y amplía en los setenta y
ochenta y cuyos representantes principales son Alejandra Pizarnik y Roberto Juarroz.
La década del ’70 en nuestro país está marcada por la escalada de violencia
política que abarca desde 1973 a 1976 con la instauración de un gobierno totalitario que establece
un sistema salvaje e inédito de represión, tortura y muerte. Circunstancias que realizan una
destrucción del campo poético: varios miembros serán asesinados, otros deberán exiliarse o
entrar en una zona de silencio.
En la década del ’80, debido a la ruptura y a la diversificación de poéticas, es
difícil definir claramente el campo intelectual. Sin embargo, hay dos grupos claramente
15diferenciados. Por un lado los “neobarrocos”, que articulan un trabajo lujoso y barroco del
lenguaje con elementos de la cultura popular y marginal y por otro lado, los autodenominados
“objetivistas”, que realizan una poesía con especial atención a los objetos mínimos de la realidad
cotidiana, con voluntad anti-poética y una difusa intencionalidad crítica tanto a la realidad como
al lenguaje.
LA POMEÑA
(Zamba)
Eulogia Tapia en La Poma
Al aire da su ternura,
Si pasa sobre la arena
Y va pisando la luna.
El trigo que va cortando
Madura por su cintura,
Mirando flores de alfalfa
Sus ojos negros se azulan.
El sauce de tu casa
Está llorando,
Porque te roban Eulogia
16Carnavaleando
La cara se le enharina
La sombra se le enarena,
Cantando y desencantando
Se le entreveran las penas.
Viene en un caballo blanco
La caja en sus manos tiembla
Y cuando se hunde en la noche
Es un dalia morena.
Música: Gustavo Leguizamón
Descripción y análisis del poema
Con respecto al tema del poema se puede inferir según lo que el titulo refleja “La pomeña” que
éste trata de una mujer nacida en La Poma, un pueblo del noroeste argentino. Manuel José
Castilla recurre a los nombres propios para los personajes de sus zambas (en este caso se nombra
a Eulogia Tapia), esto le da verosimilitud al relato. Este poema describe cómo el poeta ve a
Eulogia Tapia, la protagonista de este relato: “mirando flores de alfalfa sus ojos negros se
azulan”, “Cuando se hunde en la noche es una dalia morena", aquí se refleja la admiración.
Respecto a su estructura, el poema está conformado por cinco estrofas de cuatro versos cada una,
siendo éstos octosílabos.
17Considerando la propuesta de Levin, los acoplamientos (resaltados con negrita). Se encuentran
paradigmas naturales fonéticamente equivalentes, los cuales son: llorando y carnavaleando.
También se evidencian paradigmas naturales por oposición semántica: cantando y
desencantando.
En síntesis, en este poema Castilla muestra la vida cotidiana de Eulogia Tapia en La Poma, la
sensibilidad de la mujer “al aire da su ternura”, la naturaleza del paisaje, el trigo, flores de
alfalfa, el sauce, el caballo blanco y la música ”la caja en sus manos tiembla”.
LA VOLVEDORA
(Zamba)
Sólo en los carnavales
Pañuelo al aire te vi bailar.
Lejos se iban tus ojos,
Paloma triste del carnaval.
En tu cintura el viento
Flores de aroma ponía al pasar.
Dónde fueron tus ojos
Que no sintieron mi soledad.
Cuando bailé a tu lado
18Con mi pañuelo buscándote
Mis espuelas lloraron
Sobre tu sombra, llamándote.
Palomita viajera,
Me voy dolido por tu desdén.
Donde acaba el camino
Tal vez un día te encontraré.
Adiós… me voy…
En qué noche me hundiré…
Triste mi huella volviendo
Por esta zamba al atardecer.
Música: Eduardo Falú
Descripción y análisis del poema
El poeta utiliza la primera y tercera persona para contar la historia. El poema está estructurado
en cinco estrofas de cuatro versos (octosílabos) cada una.
El título “La volvedora” hace referencia a una mujer, aquí nuevamente se evidencia la misma
temática que en el poema anterior, donde el poeta es inspirado por una “musa” en este caso una
mujer que baila la zamba en carnaval:
19 “sólo en los carnavales pañuelo
al aire te vi bailar”
Castilla expresa en la zamba, lo que ve, lo que conoce. El yo lírico describe y deja fluir su
sensibilidad y nostalgia logrando fusionarlas con la naturaleza, la fiesta del carnaval, y la mujer.
CONCLUSIÓN
Para concluir este trabajo es necesario retomar la propuesta de Ricoeur quien afirma que
la interpretación es un proceso que engloba la explicación y la comprensión. A su vez, el autor,
entiende que dicha dialéctica se puede describir primero como un paso de la comprensión a la
explicación y luego como un paso de la explicación a la comprensión. Recordemos que en la
primera etapa la comprensión aparece como conjetura. En la segunda, la comprensión es un
modo más complejo y se encuentra avalada por procedimientos explicativos, por lo que el paso
de la conjetura a la explicación se asegura por una investigación del objeto específico: se debe
explicar el sentido de un texto en su totalidad con relación del todo con sus partes. De este modo,
en un texto lo que hay que entender y apropiarse es el sentido del texto mismo, concebido en
forma dinámica como la dirección que el texto ha impreso al pensamiento
En síntesis, Ricoeur establece que entender un texto es seguir sus movimientos, es ir de
lo que dice a aquello de lo que habla para comprender el mundo que se abre, producto de la
profundidad semántica del texto, de la referencia no aparente del mismo.
Los poemas seleccionados y analizados de Manuel José Castilla muestran como el poeta ve,
siente y refleja las costumbres, el paisaje y los habitantes.
Luego de haber analizado el corpus de poemas y teniendo en cuenta los diferentes aportes
teóricos, se puede considerar que, de este modo, se ha finalizado con la segunda etapa planteada
20por Ricoeur, ya que se explicó el sentido de los textos en relación con un marco teórico. De esta
manera y a grandes rasgos se puede afirmar que los poemas analizados en este trabajo: cuentan
con una unidad temática relacionada con la naturaleza, el paisaje, las costumbres y los habitantes
del noroeste argentino, los cuales son la inspiración del sujeto lírico y que forman parte de su
memoria, de su cotidianeidad.
BIBLIOGRAFÍA
-Barthes, Roland. “¿Existe una escritura poética?” El grado cero de la escritura. Ed.Siglo
XXI. Madrid. 2000.
21-Culler, Jonathan. “La poética de la lírica” Capítulo VIII. La poética estructuralista.
Anagrama. Barcelona.1979
-Culler, Jonathan. “Retórica, poética y poesía” Capítulo V. Breve introducción a la teoría
literaria.Ed.Critica,2000
-Gallego Diaz, C: “Aportes a la teoría del sujeto poético”. Tres ensayos de lingüística y
una realidad americana. Ed. PiensAmérica. Chile. 2002
-Jakobson,Roman.” Lingüística y poética”. Ensayos de lingüística general. Ed.Planeta-
Agostini.Barcelona.1985
-Levin, S. Estructuras lingüísticas en la poesía. Cátedra. Madrid. 1991.
-Piña,Cristina. Poesía argentina de fin de siglo. Ed Vinciguerra. Buenos Aires. 1996
-Reisz de Rivarola, Susana.”Predicación metafórica y discurso simbólico”. Teoría y
análisis del texto literario.Cap VI. Ed.Hachette, Bs As.1982.
-Reisz de Rivarola, Susana. “¿Quién habla en el poema?” Teoría y análisis del texto
literario. Ed. Hachette. Bs. As
22-Ricoeur, Paul.”La explicación y la comprensión” Teoría de la interpretación. Siglo XXI.
México. 2001.
-Verdugo, Iber. Hacia el conocimiento del poema. Ed Hachette.Buenos Aires.