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Del personaje histórico al personaje real en la obra de teatro “El hijo de las dagas”
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DEL PERSONAJE HISTÓRICO AL PERSONAJE REAL EN LA OBRA DE TEATRO “EL
HIJO DE LAS DAGAS”
ANGELA DEL MAR VERDUGO CABRERA
PRESENTADO A: JORGE LEONARDO RODRIGUEZ SUÁREZ
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS FACULTAD DE ARTES ASAB
PROYECTO CURRICULAR DE ARTES ESCÉNICAS BOGOTÁ D.C
2014
Del personaje histórico al personaje real en la obra de teatro “El hijo de las dagas”
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Resúmen Esta investigación tiene como objetivo estudiar el proceso de creación de una obra de teatro con referencia histórica. Específicamente identificar cómo la historia o un personaje histórico se convierte en fuente viva para la creación dramatúrgica. En este caso se escogió la obra de teatro “El hijo de las Dagas”, que tiene como referente la vida de Luis Vargas Tejada, poeta, dramaturgo y conspirador político del siglo XIX. Abstract This research aims to study the process of creating a play with historical reference . Specifically identified as history or a historical figure becomes dramaturgical source for live creation. In this case I chose the play " El hijo de las Dagas" having as reference the life of Luis Vargas Tejada , poet , playwright and political conspirator XIX century.
Del personaje histórico al personaje real en la obra de teatro “El hijo de las dagas”
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Tabla de Contenido
Introducción. ................................................................................................................................. 4 Teatro e Historia. .......................................................................................................................... 4 El personaje Teatral. .................................................................................................................... 6 De la realidad a la ficción ............................................................................................................. 8
La obra: El hijo de las Dagas ................................................................................................... 8 La biografía: Luis Vargas Tejada ......................................................................................... 10 El personaje teatral: Luis Vargas Tejada. ............................................................................ 15
Conclusiones ................................................................................................................................ 27 Referencias ................................................................................................................................... 31
Del personaje histórico al personaje real en la obra de teatro “El hijo de las dagas”
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Introducción
En esta investigación quiero plantear un estudio de caso sobre el personaje en una obra de teatro
de corte histórico, abordando cómo fue el recorrido de un personaje real de la historia para
transfigurarlo en un personaje teatral. El documento presenta el análisis de cómo el personaje
real, que para este caso es Luis Vargas Tejada, se convierte en fuente de creación para la obra de
teatro El hijo de las Dagas, y por otro lado, cómo el dramaturgo convierte este personaje
histórico en un personaje ficcional para el drama.
Los conceptos que voy a utilizar de primera mano serán el teatro y la historia, y cómo
estos dos campos de sentido se han relacionado para dar lugar a un teatro histórico, en segunda
instancia me acercaré a lo que se entiende por personaje en el teatro según el concepto de
Aristóteles.
Después, en pro de la investigación será necesario acercarme al personaje de Luis Vargas
Tejada y a su contexto histórico y entender, apartir de este acercamiento, qué situaciones, rasgos
y características de la historia se traspasan al mundo escénico.
Esta investigación tiene como fin, justificándose en el estudio del personaje en la obra El
Hijo de las Dagas, deducir que el teatro histórico tiene un espacio en la sociedad, de manera que
pueda cuestionarla y enriquecerla, re-activando las relaciones del individuo con su comunidad.
Es importate señalar que esta investigación quiere aportar mínimamente al contexto teatral, pero
también considera que el arte traspasa el plano de la sensibilidad para dar cavida al teatro como
educación y rebeldía.
Teatro e Historia.
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Antes de estudiar el personaje quisiera ahondar sobre la relación que se establece entre el teatro y
la historia.
Vamos a trabajar sobre el concepto de historia que da La Real Academia Española que
define este concepto desde varios puntos de vista, nos interesa dos de ellos, el primero, es una
narración y exposición de los acontecimientos pasados y dignos de memoria sean públicos o
privados; y el segundo, una narración inventada.
Según estas dos definiciones podríamos decir que la historia es, por un lado, un relato
ficcional y por otro, los acontecimientos del pasado. Entendamos el relato por algo que se cuenta,
o se narra de varias maneras, puede ser de manera oral o escrita. Por ejemplo: Voy a contarte una
historia. Y la historia como ciencia que estudia el pasado. Por ejemplo: La segunda guerra
mundial es un suceso que ha sido documentado a través de la historia. Sin embargo, estas dos
asepciones de la historia se relacionan porque los sucesos históricos son hechos que han sido
interpretados a través del tiempo por diferentes personas, con procesos de conocimiento y formas
de desear distintas, que utlizan cierta bibliografía para apoyar o complementar una idea
filosófica, política, social, eonómica o religiosa, es decir, los sucesos históricos, como han sido
interpretados a través del tiempo y el espacio, son ya sucesos de ficción. Es por esta razón que
estos dos significados se relacionan y nos interesan.
Ahora bien, llamaremos al teatro con referencia histórica, el “Teatro de la Historia”
(Gómez, 2006, p. 7), este puede desarrollarse en cualquier estilo o tendencia, ya sea en el teatro
pos-dramático, el teatro gestual, el teatro de la imagen, etc. Sin embargo, en la obra “El Hijo de
las Dagas”, el dramaturgo ha escogido el teatro dramático como posibilidad de un teatro
histórico, así que hablaré específicamente de lo que se considera teatro dramático.
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Para tal explicación he decidido trabajar sobre el primer postulado de drama en la
historia, el postulado de Aristóteles.
A través de la historia de occidente los relatos se dividieron en tres géneros literarios; en
primer lugar está lo épico que tiene que ver con la descripción de las acciones de grandes
hombres, lo lírico, en segundo lugar, que es el campo donde está la poesía y en tercer lugar está
el género del drama que es la representación de acciones por medio de la mímesis. Este último
género está dividido, según Aristóteles, en la tragedia y en la comedia. La primera se caracteriza
por representar hombres con virtud (“buenos”) y la segunda por representar a hombres sin virtud
(“malos”) (McLeish, Aristóteles, 1997, p. 31). Estas dos categorías de buenos y malos
corresponden a quienes son considerados como necesarios o innecesarios para los demás por su
prosperidad o poca fortuna.
Entendiendo que el drama es nuestro campo de acción, vamos a tomarlo como objeto de estudio
para esta investigación.
Como se nombró anteriormente el drama es acción, está acción está representada por un
caracter (Aristóteles, La poética de Aristóteles, p. 50) que utiliza la mímesis para accionar.
Entendamos la mímesis como imitación selectiva de la realidad y carácter como personaje.
Aunque el personaje de la contemporaneidad está caracterizado por su carga psicológica, el
Caracter en su momento solo fue un imitador de acción que se despeja de cualquier carga
emocional y racional.
Entendamos la tragedia, que es lo que nos corresponde, como una acción que realizan los
personajes. Esta acción debe estar acompañada del temor y la compasión que llevará a cabo la
purgación de los males, a este efecto se le llamó catarsis.
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Mas adelante el filósofo nombra la fábula (Aristóteles, p. 53) que es la estructuración de
los hechos, es decir, en la tragedia existe la necesidad de contar una historia (a historia me refiero
a un relato que tenga inicio, nudo, y desenlace) y para tal fin debe existir una unidad de acción
que se refiere a las acciones necesarias para contar la fábula. Es importante decir que esta fábula
debe ser verosímil ante los ojos del espectador.
En seguida viene la Peripecia (Aristóteles, p. 65) que significa el cambio que tiene el
personaje de la dicha al infortunio, es decir, la acción viene desarrollándose en un sentido hasta
que el personaje hace algo que lo lleva a la desgracia. Después aparece la Anagnórisis o
reconocimiento (Aristóteles, p. 65) que es el paso de la ignorancia al conocimiento, este cambio
puede darse para amistad o para odio. Es el paso que da el personaje al reconocimiento de algún
hecho.
Teniendo en cuenta estas características de la tragedia podemos relacionar lo que se
entiende por drama y lo que llamamos historia. Como lo dije anteriormente podríamos definir
estos dos campos de sentido como relatos (independientemente de su significado exacto) que se
sujetan a una cronología. En el caso del teatro de la historia, el tiempo está sujeto al referente y
no al relato, es decir, el que nos propone el tiempo del teatro de la historia, es la historia.
Es importante entender la estructuración del drama, específicamente el de la Tragedia
porque es uno de los primeros géneros sugeridos por Aristótles junto a la Comedia, sin embargo,
a raíz del planteamiento de estos dos géneros se desarrollan otros, tales como: la pieza, la obra
didáctica, la tragicomedia, el melodrama y la farsa.
Es preciso, para esta investigación, acercarnos al melodrama y la farsa, sin profundizar
demasiado en ellos, como posibles géneros con los cuales “El hijo de las Dagas” coincide.
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Una de las características importantes y fundamentales del melodrama es que trabaja
sobre el manejo exaltado de las emociones y su objetivo es la diversión pura. Con respecto a los
personajes de este género dramático, Virgilio Ariel Rivera dice: “El personaje del melodrama
siempre luce por ciego, por empecinado, por apasionado, por sentimental y por infantil” (Rivera
V. A., 1993, p. 182). Lo que busca el melodrama es moralizar al individuo desde la subjetividad
y no la objetividad, de tal manera que el espectador se sienta emocionalmente comprometido con
los personajes, dejando a un lado la razón.
Con respecto a la farsa, indicaremos que es un género dramático que aparece por la
restricción y prohibición que experimentan los hombres con la sociedad y especialmente con las
instituciones, como consecuencia de esté fenómeno, la farsa se caracteriza por las imágenes que
tienen una explosión violenta de la realidad del hombre. Esta explosión se manifiesta ante el
espectador como: una burla atrevida, un grito de rebeldía, una critica rabiosa, un anhelo intenso o
un deseo reprimido. De alguna manera estas manifestaciones están implicitas en todos los
géneros dramáticos, podríamos decir entonces que la farsa acompaña, en cierta medida, a todas
las situaciones que acontecen en el teatro.
Ahora bien, entre estos dos géneros del drama (la farsa y el melodrama) existe un híbrido
que Virgilo Ariel Rivera lo nombra como: “Melodrama Fársico”. Y lo describe así:
“Siendo el melodrama el género dramático por excelencia para cumplir la función vital
más importante y siempre necesaria a lo largo de toda la vida de todo ser humano -la
función de divertir por la exaltación de las emociones y los sentimientos -, resulta el
género más transmutable a la farsa pues, mediante los métodos fársicos de desnudar o
revestir la realidad -exagerarla-, la diversión que conlleva al melodrama se torna
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lógicamente más intensa; es decir, la obra melodramática cumple mayormente ese
cometido” (Rivera V. A., 1993, p. 208).
Este híbrido que describe Rivera es una posibilidad de género dramático al cual “El hijo
de las Dagas” corresponde por su grado de exaltación de emociones, personajes oníricos,
violentos y exagerados.
El personaje Teatral.
También nos ocuparemos de Aristóteles para trabajar sobre el personaje ya que en el personaje
del “Hijo de las Dagas” que es Luis Vargas Tejada nos corresponde hablar de esta
particularidad.
Antes de entrar concretamente a las caracaterísticas de este planteamiento quisiera hacer
una diferencia entre caracter y personaje, el primero es un término de Aristóteles que significa
un imitador de acción, se preocupa solo y únicamente por ejecutar acciones. El segundo ha
tenido un progreso apartir del caracter, ha pasado de ser simplemente un nombre a ser una
“persona”, un “ser” completamente establecido que ha dejado de estar subordiando a la acción y
ha encarnado una atributo psicológico. En el caso de esta investigación son los dos campos los
que nos ocupan a la hora de estudiar el personaje.
Empezaremos por Aristóteles que define las características del personaje así:
1. Los personajes a representar deben ser “ buenos”: con esto nos referimos a personajes
necesarios para el drama, personajes de buena virtud que hagan acciones trasendentales.
2. De carácter valiente: El personaje deberá traspasar todas las dificultades con valentía para
llegar a su objetivo final.
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3. Deben ser fieles a su “realidad” en el mito original: A mito nos referimos a, dice Kenneth
McLeish: “ El mythos se centra en lo que nosotros llamaríamos “trama”- es decir, la
secuencia de los acontecimientos representados” (McLeish, 1994, p. 56) Los personajes
de la tragedia griega son normalmente sacados de un mito, un ejemplo de ello, es
Clitmenestra quién en el mito original asesina a Agamenón y es asesinada por Orestes y
Electra. Esta “trama” del mito deberá estar en la obra dramática idependientemente qué
otras acciones cambien y sean ficcionalizadas por el dramaturgo.
4. Deben ser consecuentes dentro del drama: Deberán pasar por las acciones
correspondientes para que las características del drama, nombradas en el anterior
capítulo, puedan proporcionarse.
Con respecto a la psicología del personaje, ha habido distintos debates en sí un personaje es
un ser psicológico o no. Por una parte la psicología y la personalidad solo se le atribuyen a
personas que existen, en el caso del drama los personajes son ficcionales, es decir, no tienen
personalidad. Al respecto dice Buenaventura:
¿Por qué un actor, cuando busca la psicología del personaje, busca un fantasma? Porque aísla
al personaje de aquello que, realmente, lo constituye: su relación con los otros personajes,
con sus acciones concretas, con las situaciones que le determinan esas acciones y, en general,
con los lenguajes del espectáculo. En lugar de tomar la vía que conduce a la exploración de
esas relaciones, se dedica a una especulación. (Buenaventura, 2009, pp. 1-2)
Por otro lado, los que amparan el personaje psicológico se sustentan en que la personalidad
puede florecer por varios aspectos, ya sean: la conducta, los hábitos, la historia o la acción. No es
nada gratuito que a partir de tragedias se hayan identificado fenómenos humanos, el ejemplo
contundente es el complejo de Edipo retratado en una obra de Sófocles.
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En lo que a nosotros respecta trabajaremos el personaje como individuo que ejecuta una
acción de manera valiente, ejecuta las acciones resgistradas en la historia y es consecuente con la
trama propuesta en la obra, esto recordando los postulados Aristotélicos. Sin embargo, la acción
transversal del personaje en la obra develará psicología, es decir, la acción que ejecute el
personaje devela la personalidad o psicología del personaje.
Esto con respecto a la particularidad del personaje según Aristóteles, pero recordemos que
existen otras características que no debemos pasar por alto, estas están dadas por el melodrama y
la farsa.
El personaje del melodrama se caracteriza por llevar las emociones al extremo, y puede pasar
de una emoción a otra con facilidad según la situación. Que este personaje sea altamente
emocional permite que el espectador se identifique con él de una manera no racional, de forma
que el personaje logra moralizar al público por medio de la subjetividad.
En la farsa el personaje también tiene exaltaciones, pero a mi parecer, de manera violenta.
En un cierto porcentaje de personajes farsescos está la “irrealidad” (Rivera V. A., 1993); las
historias irreales, las conductas irreales, las acciones irreales y los lenguajes irreales. Este tipo de
personajes son los que acompañan a L.V.T en la obra, personajes que se convierten en sus
temores, fantasmas y alucionaciones poderosas.
Tercer parafo? : asì el hijo de las dagas tiene personajes en los que aparece el tono del
personaje “farsesco” o el personaje “cómico”
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De la realidad a la ficción
Este capítulo tiene como propósito aplicar los conceptos de “Teatro e historia” y “El
personaje teatral”, vistos en la primera parte de la investigación, con el fin de deducir cómo se
relacionan los conceptos con la obra “El hijo de las Dagas”. Esta parte del trabajo se dedica a
entender el proceso de transfiguración de la realidad histórica a la ficción teatral, para tal fin es
ineludible conocer la biografía documentada de la persona-personaje Luis Vargas Tejada.
La obra: El hijo de las Dagas
El interés por esta investigación ha venido desarrollándose hace tres años cuando entro al
semillero de investigación en Teatro y Memoria Histórica (TYMH) de la Universidad Distrital
Francisco José de Caldas, dirigido por Camilo Ramírez Triana, docente-investigador. En este
semillero se estudia la relación entre el teatro y la história, y su metodología de aprendizaje se da
sobre el hacer. Cuando entré al semillero, éste estaba trabajando sobre un proyecto de Radiofonía
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que lo llamamos “Espejos de Agua”, que trabajó sobre tres ejes temáticos: la bolita de orígen
muisca, la gruta simbólica y Luis Vargas Tejada. Alrededor de este proyecto empecé a reconocer
cómo este grupo relaciona el teatro y la história y cómo funcionan las metodologías de
investigación dentro del semillero. Después viene la Sala VargasTejada, que de cierta manera
nace del semillero. Ésta sala es un proyecto independiente sobre el mismo eje investigativo, es
decir, la relación entre el teatro y la historia. Empieza con un taller de dramaturgia de teatro con
referencia histórica. Es en estos dos proyectos, la sala VargasTejada y el “TYMH”, es donde mi
interés por este tema aparece.
En mi recorrido en los proyectos del semillero y la Sala VargasTejada avanzo en una
posible indagación: que el “Teatro de la Historia”, como campo estético y de sentido, intenta
buscar un espacio en la sociedad de manera activa, cuestionando las relaciones sociales y
humanas del presente, de manera responsable y necesaria, para generar conocimiento y
participación argumentada en las construcciones de sentido de una comunidad. Otra razón
fundamental es que este teatro con referencia histórica pueda reforzar el vínculo del individuo
con la comunidad. De estas razones y búsquedas surge mi pregunta fundamental para la
investigación. ¿De qué manera el teatro histórico cuestiona la realidad contemporánea? y
¿Cuáles son sus preguntas fundamentales?
Para responder estas preguntas he escogido como una obra representativa: “El Hijo de las
Dagas”, escrita por Jonathan Camero, estudiante de la Universidad Distrital Francisco José de
Caldas; él también pertenece al semillero “TYMH”y es integrante de la Sala VargasTejada. El
Hijo de las Dagas es la obra piloto del taller de dramatúrgia y su puesta en escena es la obra
pionera de la Sala VargasTejada.
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La biografía: Luis Vargas Tejada
Describir un personaje es siempre acercarse a una persona que habla de él, en este caso me
acerco desde Alberto Miramón, historiador que ha trabajado sobre Luis Vargas Tejada. El
estudio bibliográfico que se hace en este texto está basado en el libro Estampa de un poeta
conspirador. (Miramón, 1970)
Antes de hablar de este poeta, dramaturgo y conspirador político es importante describir
el ambiente que se respiraba a finales del siglo XIX en Colombia, se podría decir que el autor de
“Las Convulsiones” es característico de la época de independencia y post-independencia. Esto lo
podemos afirmar por las ideas y afanes que recogió en sus escritos, ya que la inestabilidad
política y la guerra a muerte entre Satanderistas y Bolivaristas se respiraba en el vida diaria de
los colombianos. El mundo estaba regido por los principios y no por los ideales, dice Alberto
Miramón:
En la primera mitad del siglo XIX ocupaba el centro de la vida espiritual el reino de los
valores, el mundo incontaminado de las ideas. El hombre hacía la renuncia de sí al ideal.
La vida, el amor, el arte, todo era subordinado a los llamados principios. (Miramón, pp.
6-7)
Estos principios influenciados por la iglesia y la familia eran asuntos importantes en la
vida de Luis Vargas Tejada, que nace el 27 de noviembre de 1802 en la ciudad de Bogotá. Sus
padres, Luis Ignacio Clemente María y Luisa Sánchez de Tejada, criollos de buena fortuna se
verían después enredados en viscisitudes económicas. Por el contexto de la guerra toman la
desición de abandonar Bogotá para buscar su vida en otros lugares, lo que los conduce a la
pobreza y los obliga a viajar de pueblo en pueblo. De esta manera pasa la infancia de Luis con
inestabilidad económica y conociendo distintos lugares y diferentes personas.
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En 1814 llegan a Tunja, Vargas ya era un joven de catorce años y su pasión por los libros
y los idiomas era evidente para su familia, en esta ciudad conoce a Pierre Jovilet, francés
ilustrado de gran conocimiento y entendimiento. En ese momento, Colombia estaba en plena
Pacificación Española (1816) a cargo del militar español Pablo Morillo, la Pacificación que venía
de España consistía en aplacar los ejercitos independentistas emegentes en las Américas y en re-
direccionar las energías de la guerra a la centralización de la corona como único medio de poder,
es decir, acabar con los procesos independentistas con los peores medios para su fin: en este
momento se declara la guerra a muerte entre Americanos y Españoles.
En 1822 su padre muere, lo que significa que Vargas tiene que asumir los asuntos
económicos de la familia por ser el único hombre, haciéndose cargo de su madre y tres
hermanas, esto significa que tiene que dejar al lado, por un tiempo, la escritura. En este momento
de orfandad aparece con más fuerza la imagen de su madre, mujer del siglo XIX que como todas
las mujeres, de la independencia y post-independencia, asume en la sociedad un papel
fundamental. Los hombres que se van con los ejercitos revolucionarios, los hombres que apoyan
los ejercitos españoles y los hombres que mueren por la guerra dejan familias que quedan a cargo
de la mujer, quién asume las actividades antes realizadas por sus maridos. Doña Luisa Sánchez
de Tejada no fue la excepción.
No se sabe nada de la vida amorosa del poeta, en la historia solo aparece una mujer a la
que él nombra en un poema como “Clori”, una mujer que conoció en Nemocón de la que no se
conoce figura ni partida de nacimiento, fue el único idilio de Vargas Tejada.
La vida de Vargas, quien continuó viviendo en Tunja transcurre entre obligaciones
familiares y la poesía que le permiten los días. Sus primeros escritos estan influenciados por la
naturaleza, posteriormente, esta característica fue determinante en las temáticas de su obra, pues
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la Muza, personaje onírico, es metáfora de la importancia de la naturaleza en sus letras, figura
que Vargas abandona para poner en prioridad los ideales políticos Santanderistas.
Bolívar, en ese momento símbolo de libertad y rebeldía, era la motivación de Luis Vargas
Tejada para escribir, este en un momento lo define como un redentor pero después, influenciado
por Santander, lo dictará de traidor.
Después de haber escrito sus primeros poemas empieza a describir el ambiente
independentista que se vivía en la época; por estos escritos lo conoce Francisco de Paula
Santander y decide llevarlo a Santa Fé de Bogotá, donde se conocen por un tiempo. Santander
decide nombrarlo su secretario privado. Hasta ese momento La Nueva Granada (lo que ahora es
Colombia y parte de Venezuela) ya eran independientes. Simón Bolivar decide viajar a Perú con
el propósito de dar independencia al Sur y deja en la vicepresidencia a Santander, en este sentido
podemos entender el poder que en ese momento tenía Luis Vargas Tejada siendo el secretario
privado del vicepresidente de la República.
En la historia el discurso mas relevante ha sido la guerra contra los españoles, sin
embargo, se han pasado por alto guerras civiles que ocurrieron en La Nueva Granada, las cuales
definieron las circustancias políticas del país. Mientras grandes ejercitos de campesinos
combatían con militares españoles, dentro de la nueva granada, letrados y militares pensaban en
cuál debería ser la organización administrativa de lo que sería la Gran Colombia. A esta época de
la historia de Colombia comprendida entre 1810 y 1819 se le conoce como La Patria Boba. Ya
que la desorganización política de los criollos permitió la reconquista Española. Después de la
Independencia de Colombia y Venezuela empiezan entre estos dos países disputas sobre qué
territorio impone un modus operandi al otro, hasta ese momento Colombia se caracterizaba por
parir hombres letrados pro-independientes, y Venezuela grandes hombres militares, también a
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favor de la independencia. Sin embargo, una de las fuertes críticas a Bolivar fue no haber creado
la idea de “comunidad”, esto lleva a la disolución de la Gran Colombia.
Es evidente que después de la Independencia se necesita una definición política para
Colombia, ante tales circustancias se convoca al tecer congreso constituyente donde Luis Vargas
Tejada asiste como redactor de actas. Por otro lado, Bolívar está en la campaña al sur mientras
Santander mueve masas de jóvenes letrados que defienden el federalismo como la mejor forma
de organizar administrativamente el país.
En este ambiente de dudas se ven la primeras obras escritas de Vargas Teajda, en 1825
escribe el “Parnaso Transferido”, comedia en verso que cuenta las hazañas de los libertadores. Al
parecer esta obra está escrita a partir del suceso de la batalla de Boyacá. En 1826 escribe
“Sugamuxi” obra de cinco actos que se desarrolla en el templo del sol que existió en Iraca, esta
obra tiene influencia del teatro clásico Francés. Mas adelante escribe “Catón en útica” monólogo
con versos endecasílabos; este es el mejor ejemplo de cómo el dramaturgo hacía un fiel retrato de
la época, este texto es netamente político ya que en él defiende su partido Santanderista.
La ausencia de Bolívar, que se encontraba en la campaña al sur, permitió que en
Colombia y Venezuela se generaran divisiones políticas: por un lado los centralistas que
defendían las ideas de Bolívar y por otro los Federalistas, que defendían las ideas de Santander.
La inquietud de ese momento era ¿Quién va a gobernar? ¿Los militares (centralistas) o los
letrados (federalistas)? Cuando Bolivar llega de Perú se da cuenta que sus contradictores tienen
algo poderoso a su favor: la prensa y los jovenes estudiantes quienes apoyaban a Santander.
Así, los Federalistas llaman a una Convención; la cual funcionaba de la misma manera,
como en la actualidad funciona una constituyente. Se organiza la convención para el 2 de marzo
de 1828 en Ocaña, Vargas y Santander llegan el día 28 de febrero, sin embargo, esta se aplaza
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dos meses pero se realiza un mes después, el 2 de abril. Vargas por córum asume la figura de
secretario de la convención. Hay gran concurrencia a la convención por parte de los federalistas
pero aún así fue necesario tener parte suficiente de centralistas en la convención, es por falta de
córum por parte de los Bolivaristas que la convención se disuelve el 8 de julio de 1828, el mismo
día en que se estrena “Las convulsiones” escrita por Vargas, que habla de las pataletas de una
niña desobediente que tiene como metáfora las pataletas de Bolívar.
La disolución de la convención de Ocaña significó para los federalistas el poder
contundente de Bolívar en Colombia y Venezuela, los federalistas tienen una última opción y es
matar al libertador, aparecen los conspiradores políticos, entre los más importantes están:
Mariano Ospina, Florentino Gonzáles, Pedro Carujo, y en la cabeza del complot, Luis Vargas
Tejada.
En la noche del 25 de septiembre de 1828 los conspiradores políticos aparecen en el
palacio de San Carlos, que en ese momento era la casa presidencial, donde pasaba esa noche
Bolívar, él, en su habitación, alcanzó a escuchar que llegaban a matarlo y alcanza a escapar por
la ventana. Al fallar en su plan, Luis Vargas Tejada tiene que huir, temiendo la venganza de
Bolívar hacia él; así que se instala cerca a la Laguna de Fúquene, donde encuentra una cueva en
la que pasó un año, aquí escribió Doraminta y una carta a su madre.
No se sabe fecha ni lugar exacto de la muerte de Luis Vargas Tejada, la hipótesis mas
cercana fue que se ahogó pasando un río para poder salir del país. Sin embargo, nadie sabe cómo
se recuperaron los documentos que dejó escritos y ahora están publicados.
Asi pasó la vida de Luis Vargas Tejada, por unos llamado poeta y por otros llamado
asesino, y este tema será importante para la dramaturgia de El Hijo de las Dagas.
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Relación de los personajes secundarios con el personaje principal: Luis Vargas Tejada
Para el desarrollo de esta investigación, estudiaremos la relación que tiene el protagonista
L.V.T. con los otros personajes, estudiando tal relación entenderemos un poco sobre la conducta
de este poeta-criminal, ya que es una herramienta de la psicología analizar el comportamiento de
una persona a partir de las relaciones que establece con los otros seres humanos. En cada
relación, se evidencia un perfil del protagonista y las diferentes etapas de su vida registradas en
la obra y en la historia.
Llamaremos personaje principal a: Luis Vargas Tejada y personajes secundarios a: Juana,
La muza, Peflo Caruzales y Clori. La línea de tiempo de estos personajes en la obra es esta:
1er 2do 3er 4to 5to 1er personaje personaje personaje personaje personaje personaje secundario secundario secundario secundario secundario secundario L.V.T L.V.T y L.V.T L.V.T L.V.T L.V.T Y juana Nadie y la Muza y Peflo y Clori y Juana
Juana (primer momento): En la obra, este personaje no pertenece al mundo Onírico-febríl de
Vargas y tampoco tiene un referente histórico exacto. Juana se presenta ante Vargas como una
campesina, ha llegado a la cueva en la que se encuentra Vargas para llevárselo porque los
Bolivaristas lo persiguen. Mientras se establece esta relación de desconfianza entre los dos,
Juana tiene que lidiar con varias alucinaciones que tiene el protagonista por la fiebre del
momento.
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Nadie:
Es uno de los personajes que pertenece al mundo onírico de Vargas. La motivación y acción de
este personaje tiene como impulso la disputa. En la historia, como ya lo dije, Vargas Tejada
apoyaba políticamente a Santander quién tenía una diferencia ideológica con Bolívar. Francisco
de Paula, un hombre entregado a las leyes y Simón un hombre destinado a la guerra. Estamos
hablando de la época de post-independencia, un momento en el que el país debía organizarse
administrativamente. Por un lado los Bolivaristas defendían el centralismo y por el otro, los
Santanderistas defendían el federalismo.
Como parte de la obra de teatro en sí consideramos que Nadie, el personaje, es una metáfora de
Simón Bolívar. Y la disputa que se plantea es entre Luis Vargas Tejada y él.
Esta escena que escribe Jonatan Camero, tiene como referente la obra de teatro de L.V.T llamada
“Doraminta en 1825, esta obra plantea la disputa política entre Tindamoro (Rey de los Omeguas)
y Tulcánir (Príncipe real de los Omeguas, desposeído por Tindamoro). Lo que se quiere resaltar
en la escena de Doraminta es la disputa entre Bolivaristas y Satanderistas.
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La Muza:
La muza representa la renuncia en la conciencia de L.V.T, es otro personaje que pertenece al
mundo de lo onírico. Este personaje nace a partir del suceso histórico que identifica el autor en
el protagonista, es la renuncia que hace a la escritura de poemas líricos para dar espacio y
prioridad a los escritos políticos de grandes juicios como “Recuerdo Histórico”.
En la obra El Hijo de las Dagas el conflicto de la escena es el rechazo a una mujer, metáfora de
inspiración, Vargas rechaza a aquella muza romántica y da prioridad a los escritos políticos, pero
sobre todo a la idea permanente en su cabeza de asesinar a Bolívar. La muza por su parte,
renuncia a la decisión que toma Vargas por inclinarse hacia asesinato político.
Del personaje histórico al personaje real en la obra de teatro “El hijo de las dagas”
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Peflo:
Este personaje ficcional está inspirado en los personajes históricos: Florentino Gonzáles y Pedro
Carujo; el primero liberal radical que participó al lado de Vargas Tejada en la conspiración
septembrina, por lo cual permaneció en la prisión del Castillo de Bocachica durante 18 meses y
luego salió a Caracas.
El segundo, Pedro Carujo; hijo de madre Venezolana y padre Español, fue un militar que apoyó
la causa independentista al lado de Bolívar, sin embargo, lo tíldan de traidor por cambiar su
ideología política Bolivarista después de la convención de Ocaña.
Estos dos personajes históricos fueron compañeros de Vargas en la noche del 25 de septiembre.
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Peflo, el personaje de la obra de Camero, lo mueve la convicción, nos aparece como un
personaje mitad dandi y mitad general que tiene dos personalidades: un hombre de leyes y un
militar. Los dos, aunque con contradicciones, tienen como objetivo convencer a L.V.T para que
ejecute, esta vez de verdad, el asesinato a Bolívar. Peflo ha sido compañero de Vargas en el
intento de asesinato a Bolívar, Luis logra escapar pero Peflo no, él cuenta sobre las torturas a las
que fue sometido por parte de Bolivar.
Clori:
“¡Mírala, Clori! En su belleza
mira la imagen del hechicero lisonjero
que tu semblante inspira.”
Luis Vargas Tejada
(Ortiz, 1857)
Del personaje histórico al personaje real en la obra de teatro “El hijo de las dagas”
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Este verso es el único poema donde L.V.T. habla de una mujer. Él la llama Clori, pero no se
registra nombre exacto, ni se encuentra partida de nacimiento. La conoció en Nemocón y al
parecer fue su único amor.
Clori, es el personaje de El hijo de las Dagas que representa el abandono, es otra alucinación de
L.V.T, en esta escena ella le pide dejar su actividad política y concentrarse en tener una familia
con ella, irse lejos y tener una nueva vida. Vargas decide abandonarla y permanecer en el
asesinato de Bolívar.
Juana (Segundo Momento): La campesina, casi ausente en la obra es la que detona todo el
punto de giro al final de la obra. Juana representa la traición que se respiraba en el siglo XIX
colombiano. Es la campesina bolivarista que asesina a L.V.T.
Este personaje no está directamente conectado con un personaje histórico y aún así está
argumentada en las intepretaciones que hace el autor de la época. Eso quiere decir que hay
personajes impulsados por un sentido, un símbolo, un perfil, un objeto, una esencia, etc. Y no
necesariamente por una persona.
Para explicar con mas claridad el desarrollo de esta investigación haremos un cuadro sinóptico
que explice las relaciones de L.V.T con los demás personajes:
PERSONAJES
SECUNDARIOS
VERBO
DE
ACCIÓN
LA HISTORIA
LA OBRA
Nadie, el personaje, es
Del personaje histórico al personaje real en la obra de teatro “El hijo de las dagas”
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Nadie
La disputa
Entre Bolívar y Santander.
una metáfora de Simón
Bolívar.
Es un temor de L.V.T
La Muza
La renuncia
Dos etapas radicales de la
escritura en Luis Vargas
Tejada.
El rechazo a una mujer,
metáfora de inspiración.
Peflo
La
convicción
Este personaje ficcional está
inspirado en los personajes
históricos: Florentino
Gonzáles y Pedro Carujo
Peflo tiene como
objetivo convencer a
L.V.T para que ejecute,
esta vez de verdad, el
asesinato a Bolívar.
Clori
El
abandono
Inspirado en Clori, mujer que
nombra L.V.T en uno de sus
poemas.
Representa el
abandono, en esta
escena ella le pide a
L.V.T dejar su actividad
política y concentrarse
en tener una familia con
ella, irse lejos y tener
una nueva vida.
Juana
La traición
Su referente histórico es la
esencia de la época en el siglo
XIX, la traición.
La campesina
Bolivarista que
traiciona a L.V.T .
Del personaje histórico al personaje real en la obra de teatro “El hijo de las dagas”
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A partir de este cuadro podemos constatar que son cuatro etapas importantes en la vida de
Luis Vargas Tejada que el autor de “El hijo de las dagas” ha decidido poner en su dramaturgia: la
disputa entre los Santanderistas y los Bolivaristas; la renuncia a su poesía lírica para dar cavida a
la escritura de documentos políticos; la convicción de matar a Bolívar para que el federalismo
surja como resolución del proceso independentista y el abandono a una mujer que simboliza la
familia y el sosiego que pudo haber tenido L.V.T.
Estos son los momentos por los que transita el personaje en la obra como en la historia.
Juana, que es la traición, es la posible representación de lo que se respira en la Colombia del
siglo XIX, pero posiblemente el dramaturgo plantea este personaje para intentar desarrollar la
premisa de la obra: “El crimen político trae más crímen político” (Camero, 2016). El asesinato
de L.V.T por una espía Bolivarista pudo haber sido posible ¿Por qué no?.
Ahora bien, tenemos dos niveles con respecto al tiempo- espacio que la obra nos
propone, lo explicaremos así:
JUANA
NADIE
MUZA
PEFLO
CLORI
JUANA
Espacio- Tiempo- Personaje: Real Espacio- Tiempo- Personaje: Irreal
Utilicemos la palabra que emplea Virgilio Ariel Rivera para nombrar a la farsa:
“irrealidad”, esta palabra nos identifica para hablar sobre estos personajes oníricos en el
pensamiento de Vargas. Estos personajes aparecen como temores, recuerdos, fracasos e idilios en
R
I
Del personaje histórico al personaje real en la obra de teatro “El hijo de las dagas”
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la vida de Luis, el propósito de todos estos personajes es, menos el de Peflo, no permitir que
L.V.T asesine a Bolívar.
Al parecer el propósito de Peflo, diferente de los demás personajes oníricos, es convencer
a Luis Vargas Tejada para que lleve a cabo el asesinato al Libertador.
Con respecto al único personaje real, Juana, tenemos algo que el protagonista no espera y
tampoco está dentro de su conciencia, la traición. Una posible interpretación de la obra podría
ser: La época en la que vivió L.V.T lo trasiende y va más allá de sus posibilidades.
Conclusiones
Estas conclusiones están direccionadas a responder preguntas y hacer acercamientos sobre el
desarrollo que hace el dramaturgo Jonatan Camero con el personaje histórico Luis Vargas Tejada
para convertirlo en un personaje de ficción teatral. Sin embargo, como lo nombré al principio,
esta investigación también intenta dar unas posibles respuestas a cómo el proyecto del “Teatro de
la Historia” se relaciona y adquiere importancia con/en la contemporaneidad, de manera que
pueda tener un espacio en el sector teatral y su investigación tenga tal importancia como para que
cualquier tipo de espectador reflexione sobre el valor de la historia en nuestra memoria
individual y colectiva. Para tal fin, las conclusiones estarán enfocadas en dos temas: La
trasformación del personaje historico al personaje de ficción teatral, y el Teatro de la Historia
como posibilidad escénica contemporánea.
1. La transformación del personaje histórico al personaje de ficción Teatral:
1.1 Pensando en los conceptos Aristotélicos de personaje es preciso decir que Luis
Vargas Tejada se acoge a tales características porque:
Del personaje histórico al personaje real en la obra de teatro “El hijo de las dagas”
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1.1.1 La acción de intentar asesinar a Bolívar es una acción trasendental y esto lo
convierte en un personaje de virtud. (Entendemos por virtud a la capacidad
que tiene una cosa o persona de producir un determinado efecto positivo)
L.V.T pensaba que sí asesinaba a Bolívar, producía un efecto positivo para la
República.
1.1.2 El personaje se caracteriza por un espíritu valiente que traspasa todas las
dificultades con valentía para llegar a su objetivo final. En la obra es evidente
la lucha constante que tiene el protagonista con sus demonios, quienes tienen
como objetivo no permitir que L.V.T asesine a Bolívar, sin embargo el
personaje es capaz de vencer sus miedos. No cumple su objetivo final porque
es asesinado antes de tal crimen.
1.1.3 Luis Vargas Tejada como personaje ficcional, es exacto al personaje histórico
L.V.T ya que en la historia se lo conoce como el poeta que intentó matar al
libertador. No obstante la muerte que se plantea en la obra no está
documentada por la histora, pero pudo haber sido una posibilidad.
1.2 Las situaciones que desarrollan la obra “El Hijo de las Dagas” se realizan en los
géneros dramáticos del melodrama y la farsa, híbrido que Virgilio Ariel Rivera
nombra como “melodrama fársico”. Melodrama porque el personaje principal L.V.T
se caracteriza por el manejo exaltado de sus emociones. Farsa porque los personajes
secundarios, excepto Juana, están dimensionados sobre el plano de la irrealidad y la
exageración. A partir de estos podríamos decir que el componente melodramático de
la obra es Luis Vargas Tejada y el componente Fársico son los personajes que los
acompañan.
Del personaje histórico al personaje real en la obra de teatro “El hijo de las dagas”
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Ahora bien, es importante comprender que los géneros dramáticos solo son una
perspectiva para ver el teatro, perspectiva que puede resultar en un momento limitada.
En realidad esta obra puede montarse, según la dirección, en el género dramático que
sea.
1.3 ¿Qué conserva L.V.T- personaje de L.V.T- personaje histórico? Podemos decir que el
material histórico en el caso del personaje de Vargas no se transfigura
completamente, es más, Luis Vargas Tejada termina siendo en la obra el mismo de la
historia. Sobre lo que se está ficcionalizando es sobre la situación en la cueva, sobre
su muerte, y los temores que le siguen.
A diferencia del protagonista, sí vemos un cambio trasendental en los otros
personajes, un ejemplo claro es Peflo Caruzales, el personaje que esta inspirado en
dos personalidades historicas logra comprimirse o expandirse para lograr un
teatralidad clara y específica.
1.4 Es importante mencionar que esta obra ya tiene puesta en escena y a partir de la
relación que ha tenido con el público es significativo mencionar que:
1.4.1 La obra, para que no se quede solamente en una representación de la historia,
no tiene la suficiente información historica para que los espectadores
comprendan el suceso político y el antecendente del intento de asesinato a
Bolívar. Esto nos devela que las personas no tienen conocimiento sobre
sucesos históricos que definieron, de alguna manera, el camino político del
país, pero también devela ingenuidad del autor a la hora de no referenciar el
suceso de partida: El intento de Luis Vargas Tejada de asesinar a Bolívar.
Del personaje histórico al personaje real en la obra de teatro “El hijo de las dagas”
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1.4.2 La premisa de la obra es: “El crimen político trae más crimen político” logra
ser interpretada por pocos espectadores, sin embargo hay una premisa que
aparece en la relación con el público y es: “La historia solo la cuentan los
vencedores” esta premisa logra ser poderosa para los espectadores porque
refiere el suceso de un asesino que lo impulsa el crímen hacía Bolívar. Para
los espectadores esto resulta sorprendente porque la imagen histórica que se
nos propone en el colegio resulta ser lineal y mal contada.
1.4.3 Esta obra empezó a desarrollarse dentro del taller de dramaturgia, uno de los
postulados para el tratamiento del personaje fue proponerlo como un criminal.
Ese planteamiento se desarrolló por parte del dramaturgo, sin embargo en la
interpretación de los espectadores no fue posible que este planteamiento
coincidiera con la lectura que hizo el público. La comprensión cambia cuando
los espectadores proyectan una imagen de Vargas, después de ver la obra, casi
que como un mártir de la historia que pasa por ingenuo por pensar que puede
matar al libertador.
2. El teatro de la historia como una posibilidad escénica contemporánea:
2.1 Este teatro con referencia histórica ha venido desarrollandose hace tiempo en el
semillero de investigación entre teatro e historia y en la sala VargasTejada, a partir de
los productos de estos espacios y de esta investigación se ha evidenciado que esta
propuesta fortalece las relaciones del individuo contemporáneo con su pasado, de tal
manera que la persona que se acerqua a las obras con referencia histórica logran
proyectarse e identificarse con/hacia el pasado.
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2.2 ¿Por qué la historia y no otra ciencia? Creemos que la historia es una herramienta que
no se ha logrado desarrollar a profundidad porque resulta ser un mecanismo de poder,
es decir, la historia común, la que nos enseñan, está manipulada por medios de poder
o personas poderosas que saben que en otros discursos históricos como el de los
vencidos, se encuentran razones poderosas para contradecir el presente.
2.3 Pensamos que es necesario que un pueblo como el Colombiano conozca su historia y
logre utilizarla como una herramienta para crear mundos posibles, mundos justos. El
conocimiento de la historia permite que se pueda construir un futuro de país, pero que
esto sea una construcción racional que no puede quedar en una especie de suerte o
destino.
De esta manera creemos que la investigación hitórica relacionada con el arte del teatro se
convierte en un mecanismo poderoso para la transformación del presente y la construcción del
futuro, también sirve para reforzar y reconciliar la relación del individuo con la comunidad en el
presente y la comunidad de antepasados.
Referencias Sánchez, D. d. (2006). El teatro de la historia de colombia: La historia como fuente de ficción teatral. Bogotá, Colombia. McLeish, K. (1997). Aristóteles. (M. C. Rosa, Trad.) Reino Unido. Aristóteles. La poética de Aristóteles. Buenos Aires. Aristóteles. La poética de Aristóteles. Buenos Aires. Aristóteles. La poética de Aristóteles. Buenos Aires. Gómez, D. d. (2006). El teatro de la historia de colombia: La historia como fuente de ficción teatral. Bogotá, Colombia. McLeish, K. (1994). Aristóteles. Reino Unido. Buenaventura, E. (2009). Obtenido de aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/almamater/article/view/1784 Miramón, A. (1970). Luis Vargas Tejada Estampa de un poeta conspirador. Bogotá. Miramón, A. Luis Vargas Tejada Estampa de un poeta conspirador. Bogotá, 1970.
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Ortiz, J. J. (1857). Poesías. Bogotá. Rivera, V. A. (1993). La composición Dramática . México. Rivera, V. A. (1993). La composición Dramática. México. Rivera, V. A. (1993). La composición Dramática. México.