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APORTES A LA EPISTEMOLOGÍA DE LA ADMINISTRACIÓN AMBIENTAL DE LA
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCÍSCO JOSÉ DE CALDAS DESDE EL ESTUDIO
DE LOS SABERES Y LA COSMOVISIÓN DE LAS COMUNIDADES INDIGENAS EN
COLOMBIA.
PRESENTADO POR:
WILLIAM FERNANDO BELTRAN CATUMBA
DIRECTOR:
CARLOS DIAZ
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSE DE CALDAS
FACULTAD DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES
ADMINISTRACION AMBIENTAL
BOGOTÁ, AGOSTO 2017
1. Introducción
El estudio de los ecosistemas del planeta tierra ha conducido a que se establezcan y se
perciban otras cadenas o ciclos al interior de la naturaleza que han conducido a un despertar, a
una visión de complejidad y sistemicidad alejada de la visión estática, lógica y racional del
planeta tierra.
Surge entre las ciencias y los sistemas creados por el hombre la necesidad de establecer un
nuevo paradigma en el cuál las estructuras de pensamiento que hasta entonces gobernaron el
mundo dieran paso a una nueva visión; más holística, íntegra y compleja de los factores
asociados a la vida y con esto a las dinámicas que la constituyen.
Nuevo paradigma que debe incluir además de las visiones alternativas de los pueblos del
mundo una visión paracientífica de los fenómenos y dinámicas terrestres. Con el ánimo de
consolidar una nueva ciencia para intervenir las dinámicas complejas de los problemas surgidos
de la relación ser humano-naturaleza contemporáneos.
En consecuencia, las ciencias ambientales entre ellas la administración ambiental, están
llamadas a liderar un cambio tanto en el paradigma científico contemporáneo como a mejorar e
integrar los diferentes sistemas humanos a los ecosistemas de manera armónica y respetuosa.
Para la presente monografía se abordan en primera instancia las estructuras constituyentes de
la administración ambiental como proyecto curricular, revisando sus áreas críticas de estudio,
ejes estratégicos de investigación y sus bases epistemológicas con el fin de plantear cuestiones
fundamentales como herramienta de análisis.
En segunda instancia se abordan los conocimientos indígenas desde la construcción de
categorías para facilitar el análisis y la presentación de la información; con relación al cómo éstos
establecen una reciprocidad armónica con la naturaleza, el planeta como un organismo vivo y el
cosmos.
Como eje de discusión se desarrolla a lo largo del texto el análisis necesario con respecto al
cómo las dinámicas y bases culturales y sociales desde las que surge el concepto de desarrollo
sostenible sostienen la visión liberal de la naturaleza sobre las cuales se sustentan tanto la
academia, como el proyecto curricular. Posición que contrasta con la visión propuesta por el
paradigma de las ciencias ambientales, administrativas y el pensamiento complejo.
Para finalizar se realiza la inserción de las categorías propuestas y analizadas desde la
epistemología para-científica en las áreas temáticas y espacios académicos a través de
lineamientos y se propone un syllabus para la incorporación de los saberes y cosmovisiones como
ejercicio académico y formativo en la malla curricular del proyecto.
2. Justificación
Desde la cumbre de la tierra celebrada en el año de 1991 se estableció por parte de los
gobiernos del mundo la necesidad de incluir la visión de las comunidades indígenas en la
construcción de un panorama ambiental global, en consecuencia (ONU, 1991).
Dentro de las comunidades ancestrales existe una cosmovisión de la totalidad que mantiene la
unión y el equilibrio entre los sistemas humanos, el ecosistema tierra y el cosmos. Múltiples
visiones de mundo que en un país auto-reconocido como multiétnico y pluricultural resulta
urgente la incorporación de estos saberes a la sociedad colombiana en su conjunto.
Estas nuevas visiones sumadas a una nueva manera de entender los ecosistemas y con esto los
problemas ambientales, han hecho que la epistemología como ciencia y filosofía busque conciliar
la tradición científica de occidente con los nuevos conocimientos y formas de entender las
dinámicas complejas y sistémicas del planeta tierra, este movimiento dinámico debe trascender
desde la reflexión a la construcción de un nuevo paradigma científico y ambiental, en el que el
paradigma emergente de la administración ambiental debe ser partícipe, conciliando su visión de
la gestión ambiental desde las organizaciones con los contextos dinámicos de la sociedades
humanas y la naturaleza en las que se desarrolla.
Esta incorporación de saberes y de formas de comprender el mundo y de relacionarse con la
naturaleza se plantea desde el ejercicio académico como principal herramienta de aproximación
interdisciplinaria, se requiere entonces que los programas académicos identifiquen, valoren y
rescaten los saberes históricos del territorio colombiano y los incluyan dentro de las dinámicas
formativas para el ejercicio profesional, con el ánimo de que estos nuevos profesionales incidan
de manera positiva e íntegra sobre las dinámicas sociales, culturales y naturales en el orden local,
regional y nacional de forma autónoma, respetuosa y sostenible de todas las dinámicas
planetarias.
Para la administración ambiental este esfuerzo constituye un aporte significativo ya que como
paradigma emergente está llamado a conciliar la visión que se tiene de las organizaciones y sus
dinámicas propias y los factores naturales, humanos y sociales asociados a la extracción
producción, utilización y desecho de bienes y servicios.
Hecho que constituye la reflexión primordial de esta investigación frente a lo cual la
epistemología ambiental, administrativa y paracientífica se constituyen como principal
herramienta para la incorporación de los saberes y conocimientos indígenas requeridos por la
carrera para establecer formas propias de desarrollo y nuevas visiones de mundo que permitan la
sostenibilidad de todos los colombianos en conjunto y sus territorios.
3. Planteamiento del problema
Identificación del problema
El Programa de Administración Ambiental de la UDFJC recoge las principales tendencias y
necesidades nacionales e internacionales de las instituciones, satisfaciendo las demandas del
mercado laboral con capacidades institucionales y humanas.
En relación con lo anterior, el quehacer de los profesionales del Proyecto Curricular de
Administración Ambiental se fundamenta en tres categorías interconectadas: instrumental,
problémica, y epistémica. Herramientas que le permiten proponer y realizar acciones al interior
de las organizaciones con relación a las formas en las que obtiene y transforma las materias
primas necesarias para satisfacer las necesidades tanto humanas como las de los stakeholders.
Sin embargo, la visión científica positivista sobre la que se sustenta el programa es
insuficiente para explicarse los problemas ambientales que busca resolver, lo cual plantea la
necesidad de incorporar de manera efectiva y práctica visiones complementarias en sus
estructuras epistémicas.
Para el proyecto curricular dentro del contexto de multiculturalidad y pluriétnicidad resulta
urgente la inclusión de los saberes y las cosmovisiones propias de las comunidades indígenas a
sus estructuras formativas y epistémicas. Relación que debe permitir el desarrollo de nuevas
formas de considerar las relaciones ser humano-naturaleza y, en consecuencia, formas
alternativas de aprovechar la riqueza de un país que se encuentra más en sus selvas, ecosistemas y
poblaciones que en la extracción desmedida de sus “recursos naturales”.
Pregunta de investigación
Por lo tanto, la pregunta fundamental que se busca resolver es la siguiente:
¿Cómo involucrar los saberes y cosmovisiones ancestrales de las comunidades indígenas en
Colombia en la epistemología de la administración ambiental de la universidad distrital francisco
José de caldas en el marco del desarrollo sostenible?
4. Objetivos
Objetivo general:
∞ Describir los aportes a la epistemología de la administración ambiental de la Universidad
Distrital Francisco José de Caldas (UDFJC) desde el estudio de los saberes y la cosmovisión
de las comunidades indígenas en Colombia.
Objetivos específicos
∞ Analizar las cuestiones fundamentales de la epistemología de la administración ambiental en
la UDFJC.
∞ Analizar los saberes y la cosmovisión de las comunidades indígenas en Colombia a través del
análisis de categorías propuestas.
∞ Fortalecer la epistemología de la administración ambiental a través del análisis de la
cosmovisión de algunos grupos indígenas.
5. Marco teórico-conceptual
El presente documento analiza las relaciones del hombre con la naturaleza y su papel en la
construcción de la sociedad como método para comprender en su conjunto el papel de la
academia, las instituciones y los modelos de pensamiento en la crisis socio natural
contemporánea. Se plantean como herramientas; la hermenéutica, los saberes indígenas, la
epistemología ambiental, administrativa y paracientífica, con el fin de abordar de manera
conjunta la construcción de la sostenibilidad ambiental desde la multiplicidad de saberes
tradicionales y académicos.
En el marco del desarrollo sostenible la administración ambiental juega un papel
preponderante gracias a que su quehacer dinamiza variables ambientales entre las organizaciones,
la economía y la sociedad, es por esto que la visión del profesional debe tener una epistemología
basada en principios morales y bioéticos para la intervención de la ciencia y la tecnología en la
resolución de problemas ambientales y sociales, este documento busca enriquecer ésta
epistemología desde los conocimientos indígenas con el fin de integrarlas al fortalecimiento del
ejercicio académico y profesional.
La construcción de nuevos saberes principalmente desde la epistemología ambiental plantea la
necesidad de rescatar la cosmovisión de los grupos étnicos, su sabiduría y su conocimiento
ancestral, como reconocimiento y valoración de la diversidad cultural como riqueza.
Dentro del contexto colombiano esto implica reconocer a los “otros” que también habitan el
territorio nacional y valorarlos en su justa medida, para aportar en la construcción de procesos
identitarios y ambientales propios.
El concepto de ambiente permite entonces, explorar las fronteras entre los distintos saberes
creados por la sociedad occidental y enriquecerlos con los saberes de comunidades que viven en
armonía con la tierra desde tiempos antiguos.
Para comprender los saberes y cosmovisiones indígenas desde el pensamiento occidental se
hace necesario revisar en primera medida conceptos básicos con relación a procesos de
apropiación de conocimiento y el papel de la mente humana en este proceso.
El sujeto, la construcción del conocimiento y lo ambiental como objeto de estudio.
Lo que se considera realidad es analizado, reflexionado y apropiado por la mente humana en
todo momento, se parte del principio de que al conocer un objeto hay una intervención
instrumental, esta intervención está dada por la relación establecida entre el sujeto y el objeto
(Bernal, 2010). Las formas de conocimiento y lo que se considera verdadero dependerán entonces
del contexto socio-cultural de cada individuo, es decir, dependiendo del lugar, periodo histórico y
vivencia los individuos buscan comprender e interpretar la realidad que los rodea y los puebla
(Arias, 1993) (Fourez, 2008).
Desde este punto de vista existen múltiples formas de acercarse a la realidad, pero ninguna es
más importante o debe primar sobre las demás, puede que existan como sucede actualmente
acuerdos comunes entre los sujetos como el idioma, los comportamientos, las leyes y lo que se
considera verdadero (Dussel E. , 1994) (Ruiz & Ruiz, 2010). Pero esto no implica que todos los
seres humanos deban creer en estas “verdades”. Esta característica propia de los esquemas
mentales del homo sapiens permiten evaluar cómo se sucede el fenómeno de apropiación de lo
verdadero. Esto lleva a pensar en la manera en la que los individuos se relacionan y establecen
acuerdos frente a los fenómenos y dinámicas que lo rodean y se suceden dentro de sí, en todo este
proceso a lo largo de la historia algunas de las poblaciones de individuos que se establecieron
socialmente, buscaron en algunos casos profundizar en el conocimiento de sí mismos y de su
entorno, y en otros impusieron sus verdades sobre los otros pueblos a través del absolutismo y la
negación de lo otro.
Estas últimas impulsaron la idea de un mundo exacto, mecánico y de un hombre apartado de la
naturaleza, la cual considera como un enemigo, se configuró de esta manera la imposición de
patrones culturales fuera de contexto en ecosistemas y culturas sometidos bajo las nuevas
estructuras creadas (religiones, organizaciones, academias y gobiernos) (Bermúdez, Mayorga,
Quigua, Jacanamijoy, & Fajardo, 2005) (Corrales, 2005).
Es de resaltar este aspecto ya que se acostumbra a imponer y aceptar una visión de mundo
desde esta plataforma, así el occidental por naturaleza tiende a uniformar y sobrevalorar su visión
hasta el punto de asignar a sus conocimientos la categoría de verdad absoluta, única e irrefutable
(Castro-Gomez, 2007).
Cabe reflexionar en ésta condición ya que la percepción de las personas que han crecido en
otras circunstancias socio-culturales, en tiempos cíclicos, sin instituciones educativas formales,
cuyo conocimiento proviene enteramente de la práctica, de la interacción con los fenómenos que
ocurren a su alrededor y de las enseñanzas de sus mayores, contrasta radicalmente con el sujeto
científico del ver para creer establecido por Descartes.
Es importante mencionar como el sujeto formado en una academia alejado de la naturaleza,
que conoce a través de la mente, que se mueve en un tiempo exacto y lineal es el poseedor de “la
verdad”, mientras que otro sujeto que se aproxima a la naturaleza y construye conocimiento
desde el entendimiento de sus dinámicas y las palabras de sus ancestros está destinado a construir
conocimiento con base en “mentiras”.
A pesar de que para cada uno de ellos la realidad sea invariable y verdadera, realmente no lo
es, son solo acuerdos que se firman entre los hombres para construir su cultura y sus dinámicas
(Ruiz & Ruiz, 2010). Gracias a esto cada comunidad construye autónomamente y de forma
particular su visión de mundo, en esta diferencia radica el reto de conciliar las múltiples visiones
individuales de los muchos mundos que componen una sociedad (León, 2007).
Es por esto que se considera tan importante en primera medida la forma en la que se aproxima
el hombre a la naturaleza como objeto de estudio, y segundo; como estas estructuras sobre las
cuales justifica lo verdadero determinan su actuar frente a sí mismo y frente a todo lo que lo
rodea.
De acuerdo con el argumento presentado, existen múltiples versiones de la realidad que
dependerán del contexto en el que se desarrollen los seres humanos, las cuales corresponderán
enteramente a la forma en la que se acerquen al objeto de estudio.
Frente a esto, la epistemología se posiciona como una herramienta con la cual se pueden
revisar las maneras en las que se define la relación sujeto-objeto; partiendo de la forma en la que
es obtenido el conocimiento.
Dentro de la visión contemporánea se ha establecido que la epistemología pertenece a la vez a
la ciencia y a la filosofía, a la primera por porque ésta se interesa por la elaboración de conceptos
y modos de razonamiento objetivos que buscan dar validez a un fenómeno (Balbino, 2010).
Mientras que a la filosofía en lo concerniente al estudio de la gestión científica y la especialidad
del conocimiento con relación al saber científico (Balbino, 2010).
A continuación, se presentan las categorías propuestas desde la epistemología frente a las
diferencias existentes en la incorporación de conocimiento de acuerdo al tipo de relación
establecida entre el que conoce (hombre) y lo que se conoce (naturaleza).
Conocimiento empírico.
El conocimiento empírico es aquel que se adquiere con la experiencia. Este conocimiento
plantea que todas las características que estructuran el pensamiento están dadas por los elementos
que el paso del tiempo y de las situaciones vividas van aportando (Cervo & Bervian, 1990). Es
inherente a todas las personas, podría decirse que es un conocimiento lógico con limitaciones, sin
embargo a través de él se explican las propiedades, conexiones y relaciones internas de los
fenómenos (UNAM, http://www.ingenieria.unam.mx/, 2014)
Conocimiento científico.
“La ciencia experimenta; descubre; mide y observa; inventa teorías que explican el cómo y el
porqué de las cosas; inventa técnicas y herramientas; propone y dispone, hace hipótesis y ensaya;
hace preguntas a la naturaleza y obtiene respuestas; hace conjeturas, refuta, confirma o no
Figura 1: Categorías de relación sujeto (hombre) objeto (naturaleza)
Fuente: (Cervo & Bervian, 1990)
confirma; separa lo verdadero de lo falso, lo que tiene sentido de lo que no lo tiene” (Wartofsky,
1973).
Conocimiento teológico.
Consiste en aceptar explicaciones de alguien que ya tiene develado el misterio, implicará
siempre una actitud de fe frente al conocimiento revelado, sobre algo oculto o un misterio, que
alguien le manifiesta y que pretende conocer (Cervo & Bervian, 1990). Se entiende por misterio
todo lo que es oculto en cuanto provoca la curiosidad y lleva a la búsqueda de lo oculto, puede
estar ligado a datos de la naturaleza, de la vida futura, de la existencia de lo absoluto, revelado
por el propio hombre o Dios (Cervo & Bervian, 1990). En otras palabras, se realiza a través de la
aceptación de los datos de revelación divina.
Conocimiento filosófico.
Es un interrogar, un continuo cuestionar sobre el sujeto en sí mismo y sobre la realidad, es una
búsqueda constante de sentido, de justificación de posibilidades, de interpretación de todo aquello
que tiene que ver con el hombre y lo que lo rodea (Cervo & Bervian, 1990). El objeto de la
filosofía está constituido por realidades inmediatas, no perceptibles por los sentidos, las cuales,
por ser de orden suprasensible, traspasan la experiencia (Cervo & Bervian, 1990). El orden
natural del procedimiento es, sin duda, partir de los datos materiales y sensibles, para elevarse a
los datos de orden meta-empírico, no sensibles, razón última de los entes en general. Se parte de
lo concreto material hacia lo concreto supra-material, de lo particular a lo universal (Cervo &
Bervian, 1990).
De acuerdo con estas categorías las formas en las que se puede adquirir conocimiento
dependerán de la fuente de los mismos. En este aspecto se hace necesario aclarar que la visión de
los indígenas se fundamenta en la representación simbólica y ritual de la naturaleza, más que en
estructuras de pensamiento rígidas, por lo que los modelos de conocimiento indígena pueden
considerarse de acuerdo a las categorías propuestas por (Cervo & Bervian, 1990) de tres formas
principalmente: Teológico, empírico y filosófico. Puntualizando en que son estructuras complejas
que no han sido estudiadas con la extensión que requieren y que son más formas dinámicas de
entendimiento de situaciones particulares que estructuras estandarizadas.
Frente a esto, la epistemología plantea formas diversas de interpretación de los fenómenos
desde sus estructuras, por lo que se puede establecer como una herramienta de estudio amplia e
imparcial para el abordaje tanto de los saberes y cosmovisiones como de las cuestiones
fundamentales de la carrera.
Es por esto que de no existir este análisis dentro de un programa académico desde el punto de
vista filosófico, no existiría; en primera medida un objeto de estudio académicamente aceptado,
ni tampoco conocimiento formal en lo que se busca conocer, de allí la importancia para cualquier
disciplina de desarrollar una estructura epistémica propia, clara y contextualizada (León, 2007).
Por lo que para la administración ambiental al igual que para otros proyectos curriculares se
hace imprescindible tener una base epistemológica a través de la cual se analicen las estructuras y
paradigmas del conocimiento en ciertas situaciones y contextos, de esta manera se enmarca en la
misión de describir la realidad a través del razonamiento deductivo mediante la objetividad
(León, 2007).
Es decir, la epistemología determina cuáles son las condiciones en las que se puede admitir
que un supuesto conocimiento es válido o no, así como también determina cuáles son las
condiciones que debe cumplir un nuevo paradigma para poder ser integrado a los conocimientos
válidos de una disciplina.
Bajo estas características (Piaget, 1986)ha establecido tres tendencias epistemológicas que son
expuestas a continuación:
Las epistemologías meta científicas: Son aquellas “que parten de una reflexión sobre las
ciencias y tienden a prolongarlas convirtiéndolas en una teoría general del conocimiento” (Piaget,
1986). El prefijo “meta” indica que de algún modo supera a las ciencias mismas, en efecto, las
epistemologías meta científicas parten de la reflexión sobre las condiciones de los conocimientos
válidos en una ciencia en particular, y dominante en un momento determinado, para construir una
epistemología general a todo conocimiento a partir de esa primera reflexión, característica
esencial de las corrientes aristotélicas, cartesianas y kantianas (Piaget, 1986) (Dussel E. , 2005).
La primera se basó en la lógica (formal), la segunda en la materia al igual que en Platón y la
tercera en la física newtoniana (Dussel E. , 2005).
Las epistemologías paracientíficas: Éstas se esfuerzan por partir de una crítica esencialmente
restrictiva de la ciencia, para fundar fuera de sus fronteras un conocimiento con una forma
diferente. La “critica restrictiva de las ciencias” consiste en limitar las posibilidades de
conocimiento de las mismas (Piaget, 1986). A través del citado análisis se buscaría entonces
trazar los límites por sobre los cuales las ciencias no podrían pasar, estableciendo a la vez de este
modo aquellos temas y problemas que seguirán siendo objeto exclusivo de la reflexión de otras
formas de conocimiento. El interés de fondo es el de preservar un cierto conjunto de valores
sociales y morales, contra los intentos de corrientes filosóficas que se esfuerzan en reducirlo todo
a enfoques cientificistas (materialismos y positivismos) (Piaget, 1986).
La epistemología científica: Tiene por objetivo exclusivo la explicación del conocimiento
científico y no encara más el conocimiento en general, ya sea porque considera el conocimiento
científico como el único posible o bien porque se especializan en interpretarlo en sí mismo
(Piaget, 1986).
A través de la epistemología la ciencia ha podido reflexionar los problemas que se producen
con la aparición de postulados y teorías, función esencial para el avance de los conocimientos
científicos y la construcción de estructuras disciplinarias. Por lo que se plantea el análisis de las
disciplinas y teorías sobre las cuales se sustenta el programa desde la epistemología para
científica, esto con el ánimo de visibilizar ciertas características de los paradigmas constituyentes
de la carrera, lo que permitirá re formular e incluir nuevas visiones ambientales para el
fortalecimiento de la misma.
De acuerdo a lo expuesto, se hace necesaria la reflexión constante de los paradigmas y teorías
sobre los cuales se estructura la ciencia. En este sentido se puede establecer que la sociedad posee
la tendencia de aceptar e incorporar a sus estructuras mentales paradigmas dominantes sin
cuestionar sus fundamentos, de alimentar el cuerpo científico sin reflexionar con la suficiencia
que se requiere acerca de los fenómenos teorías y objetivos que persiguen (Balbino, 2010).
El paradigma paracientífico sumado a las condiciones antes descritas, hace que la gran
mayoría de conocimientos disponibles se apliquen en el campo de la ciencia sin que se reflexione
con respecto a las consecuencias de estas teorías en el aspecto ambiental. Lo cual requiere de un
esfuerzo constante gracias a las dinámicas cambiantes tanto de los fenómenos que se estudian
como de los mecanismos establecidos para tales fines (Fourez, 2008).
Posterior a la revisión de las formas de adquirir conocimiento y del cómo estas ideas
determinan la relación por parte de los individuos hacia la naturaleza, se ha podido establecer de
qué manera la epistemología permite abordar los fenómenos y estructuras científicas y filosóficas
establecidas. Hecho que permite el análisis de las visiones ambientales contemporáneas sobre las
cuales se establecen diferentes preceptos que han determinado la forma en la que se ha afrontado
la crisis ambiental durante los últimos 50 años, sobre esta base son presentados a continuación los
fundamentos y características propias de la administración ambiental de la UDFC.
Componente estructural de la administración ambiental.
Dentro de la fundamentación requerida para cada proyecto curricular en el contexto educativo
colombiano, son necesarias estructuras donde se pueda evidenciar con claridad los componentes
fundamentales que la definen; para el caso del proyecto curricular éstas se ven reflejadas en sus
competencias, habilidades, saberes, objetivos y perfiles.
Tabla 1: Fundamentación del programa
Componentes Fundamentos
Competencias.
1. Gerenciar y/o dirigir instituciones públicas, privadas y sociales construyendo
ventajas competitivas basadas en el medio ambiente
2. Elaborar propuestas de valor que permitan al consumidor la adquisición de
productos ambientalmente amigables
3. Formular e implementar estrategias y soluciones para la gestión ambiental rural y
urbana.
4. Proponer y desarrollar líneas de educación ambiental que permitan la articulación
del pensamiento ambiental con las prácticas propias de la administración y la
gerencia.
5. Participar en la gestión y administración de los recursos naturales que garanticen
su uso y subsistencia intergeneracional e intergeneracional.
6. Formular e implementar estrategias sociales y ambientales con criterios éticos y
bioéticos para la sostenibilidad de las organizaciones y sus procesos.
7. Formular y evaluar estratégicamente los planes de desarrollo y las políticas
ambientales en el orden local, regional, nacional e internacional
8. Planear, organizar, dirigir y controlar proyectos que involucren la dimensión
ambiental
9. Formular e implementar políticas para la articulación de los diferentes actores
tanto a nivel nacional como territorial.
Habilidades y
saberes
El Proyecto Curricular también se encuentra enmarcado en ciertas áreas del saber,
clasificadas desde el mismo Ministerio de Educación Nacional, las cuales le dan un
norte y generan una estandarización general del programa de pregrado entre las
universidades que lo ofrecen.
Área de Ciencias
Básicas.
Agrupa las asignaturas que incluyen los fundamentos en ciencia básica y soportan los
diferentes conceptos técnico-científicos para proporcionar la base de la profesión y
de otras, dentro del mismo campo de conocimiento.
Área de
formación
Componente de la administración y de las organizaciones
Componente de economía y finanzas
profesional.
Componente de producción y operaciones
Componente de mercadeo
Componente de informática
Componente de gerencia de personal
Área de
formación socio-
humanística.
Comprende aquellos saberes y prácticas que complementan la formación integral del
Administrador Ambiental, para una formación axiológica y cultural que
contribuya a la sensibilización del estudiante hacia realidades más amplias, la
responsabilidad social, el compromiso ético y el diálogo interdisciplinario.
Área de las
Ciencias
Ambientales.
Busca establecer una relación holística de los componentes humanos y naturales que
permitan administrar los procesos empresariales y ambientales, articulando las
diferentes disciplinas, hacia la búsqueda de soluciones a la problemática ambiental, a
partir de la prestación de servicios profesionales. Así mismo, busca que se incorpore,
ejecute y vigile la inclusión de la variable ambiental, en todas las actividades,
productos y servicios, en busca de soluciones que aseguren el equilibrio social,
económico y ambiental, tanto para el sector público y privado, como para las áreas
urbanas y rurales, en el marco del desarrollo humano sostenible.
Área de
Electivas
Electivas Profesionales (Intrínsecas)
Electivas Generales (extrínsecas)
Objetivos
generales del
proyecto.
Con una mirada a largo plazo, fundamentados en la misión, visión y principios del
Proyecto Curricular y la articulación con el direccionamiento estratégico de la
Facultad se cuenta con los siguientes objetivos generales:
Actualizar el plan de estudios de acuerdo a las tendencias y necesidades del contexto
nacional e internacional.
Posicionar el programa de administración ambiental a nivel nacional e internacional.
Realizar actividades a través de grupos de investigación y extensión con impacto
regional, nacional e internacional.
Fortalecer los procesos académicos con sistemas de gestión de calidad, mecanismos
de autoevaluación y mejoramiento continuo.
Perfil del
aspirante.
Para ingresar al Proyecto Curricular de Administración Ambiental de la Universidad
Distrital Francisco José de Caldas los aspirantes deben cumplir con la reglamentación
estipulada en el Capítulo 1 del Estatuto estudiantil de la Universidad Distrital
Francisco José de Caldas.
Perfil del
egresado.
Con base en las áreas del conocimiento impartidas en el programa, así como la
metodología pedagógica que define la malla curricular (actividades, valores y
destrezas) además de las tendencias y necesidades actuales identificadas para el
programa y su relación con la sociedad, se define el perfil profesional del programa
académico:
El Administrador Ambiental de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas es
un profesional que integra las ciencias ambientales y administrativas con base en
criterios éticos y bioéticos, y con la capacidad de gerenciar instituciones públicas,
privadas y sociales con énfasis en la dimensión ambiental, así como liderar proyectos
de investigación de carácter interdisciplinario que respondan a los problemas
ambientales contemporáneos asegurando el desarrollo sostenible.
Fuente: (Diaz & Sanchez, 2012)
Ésta fundamentación teórica está relacionada con las formas en las que los diferentes saberes
están llamados desde las mismas bases de la administración ambiental a enriquecer el currículo,
los estudiantes y el perfil del egresado, se señalan los elementos de interés, ya que como se ha
venido planteando esta tesis busca realizar un dialogo entre las diferentes visiones de mundo,
para lo cual es necesario establecer puntualmente en que aspectos se puede insertar el
conocimiento tradicional.
Epistemología de la administración ambiental de la UDFJC
Ya esbozada la importancia que tiene para la administración ambiental la fundamentación
teórica y contextual, cabe analizar la importancia de la epistemología en su papel de reflexión de
conocimientos y saberes, en la construcción del paradigma emergente de la carrera.
Se ha establecido que los ejes sobre los cuales se estructura la conformación de la
administración ambiental como paradigma emergente consta de tres categorías esenciales: i) la
instrumental, ii) la problémica y, iii) la epistémica (Diaz & Sanchez, 2012).
Instrumental: Es el conjunto de técnicas y herramientas de administración ambiental, que
permiten responder a las exigencias de la organización. Esta categoría es vital pero insuficiente,
dado que el medio ambiente no irriga a la organización en su totalidad, simplemente se
desconoce su importancia estratégica futura y se presenta un importante sesgo a concebir la
solución de los problemas ambientales desde una perspectiva exclusivamente tecnológica y
reactiva (Diaz & Sanchez, 2012).
Problémica: Se determina a partir de la identificación de los problemas y oportunidades
estratégicas en el contexto nacional e internacional, enfoque pertinente dada la velocidad del
cambio actual y que los problemas estratégicos de hoy son diferentes a los de ayer. En este caso
el medio ambiente es proactivo y es un tema horizontal, que concierne a la totalidad de los
miembros de la organización y hace parte de la agenda estratégica futura dado que la velocidad
de los cambios podría ser gradual o radical (Diaz & Sanchez, 2012).
Epistemológica: Es la disciplina que estudia “como se conoce”, la raíz griega épistêmê
significa conocimiento; se puede establecer en “como los seres humanos reflexionan y piensan, y
las maneras de conocer” (Fourez, 2008). El cambio de paradigma es una cuestión de
supervivencia. Por lo tanto, paralelamente al proceso de “deconstrucción” se debe abordar la
“construcción”, desde una epistemología para-científica, mediante un proceso de cimentación
colectiva, es decir, un nuevo paradigma denominado ambiental (Diaz & Sanchez, 2012).
Cabe mencionar que en Colombia se han estandarizado las condiciones de los programas de
pregrado principalmente bajo la ley 1188 de 2008 y el decreto 1295 de 2010, se ha buscado con
esto que existan condiciones mínimas requeridas frente a la percepción que se tiene de los
proyectos curriculares desde sus niveles epistémicos y de la pertinencia social y organizacional
del país.
La integración de la administración y el medio ambiente conlleva a una mirada
descentrada de lo disciplinar y comprometida con los diversos enfoques, tendencias y
autores contemporáneos, de la experiencia profesional, del conocimiento ancestral y
teológico de los pueblos, es decir, una epistemología para-científica e interdisciplinar.
(Diaz & Sanchez, 2012)
Condiciones que garantizan que se construya una plataforma científica para el desarrollo
lógico de los programas académicos y las problemáticas que busca resolver, a través de
instrumentos definidos, líneas de investigación y áreas temáticas.
Para abordar desde el punto de vista de la estructura de la administración ambiental y
contextualizar al lector en el tema, se presenta el siguiente cuadro con el fin de identificar en qué
categoría y área temática se encuentra el objeto de estudio planteado en esta investigación:
A
dm
inis
tra
ció
n a
mb
ien
tal
Área temática Instrumentos Temáticas
Administración
ambiental de la empresa
Herramientas de decisión
estratégica y financiera
Dirección ambiental estratégica de la empresa, Gestión sostenible de las MPYMES, Gestión de tecnologías
limpias, Gestión del conocimiento y desarrollo sostenible, Dirección de la responsabilidad social ambiental,
Ecomarketing, entre otros.
Herramientas de producción
más limpia
Revisión ambiental de las organizaciones para formular planes y programas de producción más limpia,
desarrollando entre otros insumos: ecoindicadores, ecobalances, Matriz MED análisis de flujos, ecodiseño,
ecoetiquetado.
Política pública y del
medio ambiente Sistemas de gestión ambiental
Planeación estratégica del desarrollo, gestión de bienes y servicios estratégicos ambientales de seguridad
nacional, política ambiental e instrumentos, contabilidad ambiental, gestión de la seguridad alimentaria, gestión
del territorio, gestión del patrimonio histórico y cultural
Gestión ambiental
Herramientas para análisis y
evaluación de políticas,
programas y proyectos de
medio ambiente.
Entre otras temáticas: Gestión ambiental urbana, ecourbanismo, gestión ambiental rural, gestión estratégica de
nuevas tecnologías energéticas, apropiación y desarrollo de biotecnologías, gestión de calidad ambiental,
ecoturismo, valoración de impactos ambientales, sistemas integrales de control de gestión.
Pensamiento ecológico
y organizaciones
sociales
Interacción entre pensamiento
ecológico y organizaciones
sociales
Algunas temáticas: Producción y consumo sustentable, gestión cultural, ecología social, conocimientos
tradicionales, lenguaje y medio ambiente, participación comunitaria y medio ambiente, sistemas
organizativos de las comunidades.
Ética ambiental y
ecología humana
Instrumentos de educación
ambiental
Algunas temáticas: Bioética y ecología humana, ética ambiental y empresarial, educación ambiental, teología y
medio ambiente, educación administrativa y sus relaciones con el medio ambiente.
|Fuente: (Diaz & Sanchez, 2012) Adaptado por el autor
Tabla 2. Áreas temáticas de la Administración Ambiental de la UDFJC
Con relación a la información expuesta en la tabla anterior, se resaltan los aspectos relevantes
con relación a la presente investigación, es posible determinar cómo las categorías problémica y
epistémica asumen como temáticas esenciales los elementos planteados dentro de la integración
de los saberes indígenas y la carrera de administración ambiental, lo cual se constituye como un
insumo muy importante que será abordado más adelante.
Planteamientos desde la epistemología de la administración ambiental
El programa analiza las tendencias y necesidades del área ambiental no sólo como una
oportunidad de mercado sino como un reto contemporáneo, el cual afecta la supervivencia de las
organizaciones e incorpora para la sociedad un riesgo sistémico. Es por esto que el medio
ambiente se constituye como un problema estratégico el cual abarca factores como la
impredecibilidad y complejidad de los fenómenos naturales; como la formación de las mareas, el
cambio climático, la producción de alimentos, el agua, entre otros (Diaz & Sanchez, 2012).La
solución a estas problemáticas y sus cambios reviste un carácter global, debido al concepto
planetario de los impactos y las acciones ambientales. El reto que se ha planteado se hace cada
día más complejo ya que presenta fuertes interdependencias con la crisis social, cultural y
económica característica de las últimas décadas. La dificultad radica en calidad de las respuestas
que se han venido dando, las cuales además de ser parciales y reactivas han resultado
insatisfactorias e irrelevantes (Angel Maya, 1995).
Para el estudio de las interacciones entre la administración y el ambiente re requiere su
abordaje desde una perspectiva horizontal y en “doble vía”. Es decir, en el estudio de dichas
interacciones se aborda el ambiente desde la administración y viceversa, sin que un aspecto esté
por encima del otro, de esta forma se consolida un conocimiento más íntegro e interdisciplinar
(Diaz & Sanchez, 2012). La integración entre la administración y el ambiente conlleva a una
mirada descentrada de lo disciplinar y comprometida con los diversos retos que plantean los
nuevos enfoques y tendencias de los paradigmas ya mencionados.
Se entiende el concepto de administración desde la propuesta contemporánea de (Minstzberg,
2010), el autor plantea que la administración es la integración de la dimensión científica, artística
y práctica. La ciencia es fundamental porque se requiere un conocimiento analítico, arraigado en
el método científico, el arte está asociado con la creatividad; produce visiones sorpresivas a partir
de las intuiciones, aporta las ideas y la integración de los saberes, y la práctica garantiza que las
cosas sucedan o se hagan; traza las conexiones y construye sobre las experiencias tangibles
(Minstzberg, 2010) (Mintzberg, 2005).
Componente instrumental administrativo.
La administración ambiental contempla la generación de saber desde la visión instrumental
técnico administrativa en las que las decisiones son tomadas satisfacen las necesidades del
mercado y de las organizaciones a través de la creación de valor en productos y servicios a través
de alternativas sostenibles ambientalmente. Bajo este ideal se plantea la incorporación de las
variables ambientales, históricamente enajenadas de la producción (Torres, y otros, 1996). Lo que
conlleva a realizar acciones propositivas frente a las dinámicas del mercado, ya que de no
proponerlas el tan necesario cambio no se podrá llevar a cabo.
Es importante analizar que la carrera de administración ambiental posee un fuerte componente
instrumental y administrativo en la incorporación, análisis y desarrollo de estrategias de gestión
en las empresas, esto conduce a un análisis pragmático de los problemas ambientales al reducirlos
a su componente financiero o meramente técnico (Diaz & Sanchez, 2012). Lo que promueve la
visión de la naturaleza como mera reserva y proveedor de recursos para obtener capital,
justamente lo que en teoría debe ayudar a disminuir.
Analizar el ambiente de manera constante desde esta posición utilitarista puede que no rinda
los frutos esperados, es decir continuar hablando de un desarrollo sostenible, pero ejerciendo la
misma presión sobre los ecosistemas que hace cincuenta años.
Entonces, la reflexión con respecto a la racionalidad empresarial se centra en la administración
de la producción de bienes y servicios. Frente a los cual las organizaciones y en particular las
empresariales, requieren además; estrategias adaptativas que les permitan desarrollar procesos de
aprendizaje para sobrevivir siendo eficaces y eficientes en su entorno, generando procesos que
procuren la satisfacción de las comunidades locales, manteniendo sus dinámicas socio-culturales
de la mano de un desarrollo dentro de la diversidad (Amézquita, 2013).
Frente a esta dinámica la intermediación de los saberes ancestrales aporta desde el punto de
vista de la relación espiritual del ser humano para determinar las acciones que demanda dentro de
la ética como principal factor en la toma de decisiones, también se puede incluir el factor
inmaterial de algunos objetos empleados en la producción de bienes y servicios.
Componente socio-humanístico.
La carrera admite la inclusión del componente socio-humanístico y natural a través del análisis
paracientífico y la propia epistemología, permitiendo el enriquecimiento de la perspectiva
mediante la cual se analizan las problemáticas ambientales, hecho que reconoce la inclusión de
nuevas visiones con el fin de enriquecer la formación y el ejercicio profesional a través de la
academia en la solución de las problemáticas causadas por las comunidades y las formas en las
que éstas se relacionan con su entorno, lo cual debe permitir realizar una gestión ambiental
sistémica en pro de administrar los territorios, buscar el bienestar común y alcanzar el desarrollo
sostenible, desde el interés por satisfacer las demandas de las poblaciones y al tiempo solucionar
problemáticas ambientales asociadas (Angel Maya, 2003).
Es necesario que la formación recalque los aspectos inherentes al ser humano a través de las
artes y otras formas que le permitan acercarse y fomentar la creatividad y los procesos de
conocimiento alternativos en su formación, por lo que los esfuerzos se deben concentrar
principalmente en la visión íntegra del ser humano como un triada mente-cuerpo-espíritu.
Por otro lado, la carrera asume la gestión organizacional desde el componente socio
humanístico, en el sentido en el que los problemas ambientales provienen de las prácticas de
consumo y de la relación que los seres humanos tienen para con la naturaleza, además de que el
componente humano es indispensable para la creación de valor de bienes y servicios en las
organizaciones. Razón por la cual este componente da sentido a la práctica profesional y la
posiciona como factor de cambio frente a las formas en las que se relacionan los seres humanos
con su entorno y la afectación que estas acciones causan en los ecosistemas.
Con relación a este componente se infiere que la formación que reciben los estudiantes
permite ampliamente la incorporación de variables culturales en pro de sensibilizarlo con
respecto al objeto de estudio a través de su interacción con ecosistemas naturales y humanos
desde la interdisciplinariedad que plantea este ejercicio, por otro lado, también contempla la
relación holística de unidad entre los humanos y la naturaleza para asegurar el equilibrio social,
económico y ambiental en áreas rurales y urbanas.
El componente socio humanístico debe además de fortalecer las relaciones que la organización
tiene con los stakeholders, estudiar, analizar e incorporar la perspectiva y las formas en las que
las comunidades se relacionan con su entorno, esto debe permitir que las organizaciones
adquieran información relevante frente a las condiciones sociales en las que se desarrolla,
conocimiento frente a las variables ambientales que afecta y, además, nuevas formas de construir
empresa ligando tanto la concepción occidental de la idea con los principios de sostenibilidad
propios de las comunidades.
Razón por la cual el profesional debe impactar de forma interdisciplinaria en los problemas
ambientales contemporáneos de acuerdo a las tendencias regionales, no se debe desconocer el
papel preponderante que juega en la gestión ambiental de las comunidades en Colombia, por lo
que su visión debe contemplar la otredad como una posibilidad de aprendizaje e intercambio
cultural más allá de la imposición de un modelo ambiental occidentalizado.
De acuerdo a estos planteamientos queda claro que la administración ambiental posee además
de un campo de estudio claramente definido, una concepción de la integración de los saberes
tradicionales de forma íntegra y comprometida desde una visión para científica, lo que puede
permitir la deconstrucción de los paradigmas dominantes, cuestión que no implica
necesariamente la creación de un único paradigma sino la consolidación de la
interdisciplinariedad e interculturalidad como herramienta de conciliación de las diferentes
visiones al respecto.
Saberes y cosmovisión indígena en Colombia.
La antropología ha enseñado al mundo que lo se considera como realidad recibe definiciones
diferentes en sitios diferentes. No es solo que la gente tenga costumbres distintas, crea en dioses
distintos y espere distintos destinos después de la muerte. Más bien, es que los mundos de
pueblos diferentes tienen formas diferentes (Castaneda, 2000).
Ha sido gracias a los esfuerzos realizados desde la antropología que se conoce algo sobre la
forma, idioma, ceremonias y prácticas de las comunidades no occidentales. Punto de partida para
analizar desde la ciencia visiones mágicas, místicas y en algunos casos mucho más evolucionadas
de lo que se creía (Rachel-Dolmatoff, 1991).Encontraría el homo sapiens entonces otras visiones
de mundo ajenas al suyo que lo llevarían a establecer nuevas conexiones con el todo que lo
puebla y lo rodea y con ello, a nuevas formas de entender la realidad (Castaneda, 2000).
Una de las problemáticas ambientales en el mundo actual yace en la unificación de un patrón
de vida para todo el planeta, de continuar la tendencia de la modernidad de imponer formas de
desarrollo ajenas a las comunidades, cambiando su quehacer y su porvenir (Amézquita, 2013). Lo
que para el caso colombiano se ha traducido en desestimar, deslegitimar y negar el valor de la
diferencia y la diversidad étnica y cultural de las comunidades indígenas, las cuales han
contribuido tanto a construir y a mantener la armonía y la cultura a través del tiempo, como a
preservar la biodiversidad propia del país.
La importancia central de entrar en mundos ajenos al nuestro yace en el hecho de que
la experiencia nos lleva a comprender que también nuestro propio mundo es una
elaboración cultural. Experimentando otros mundos podemos, entonces, ubicar el nuestro
en su valor justo y de este modo ver aquel mundo que yace entre nuestra propia estructura
cultural y esos otros mundos. Walter Goldschmidt en: (Castaneda, 2000)
6. Metodología
Método hermenéutico interpretativo
La presente investigación se ubica en el paradigma cualitativo y documental pues tiene como
objetivo el análisis de la hermenéutica como una actividad interpretativa para abordar el texto
oral o escrito y captar con precisión y plenitud su sentido y las posibilidades que estas conexiones
puedan generar en el ámbito de estudio que se ha planteado. Desde este punto de vista, la
hermenéutica se considera una disciplina de la interpretación de los textos, para comprender el
todo, la parte y el elemento (Morella, Calles, & Luival, 2006). Esto implica la posibilidad de
interpretar y detectar nuevas direcciones y extraer conclusiones en horizontes de comprensión
más amplios a los que se han venido planteando desde el ejercicio de la administración ambiental
(Morella, Calles, & Luival, 2006).
La investigación se basa en la compilación y revisión bibliográfica y audiovisual desde
diferentes posiciones culturales y sociales con el ánimo de buscar una información ampliada con
relación a las complejas dinámicas que plantea el estudio del ambiente, los conocimientos
tradicionales, las formas en las que el ser humano se aproxima a la naturaleza y la administración
en el contexto del desarrollo sostenible y las ciencias ambientales.
Como forma de acercamiento a la cultura indígena se realizaron por un lado visitas a algunas
comunidades del territorio mhuysqa, de la sierra nevada de santa marta, amazónicas, del cauca y
poblaciones desplazadas en Bogotá. Y por el otro, entrevistas y participación en talleres, foros y
cátedras tanto desde el pensamiento indígena como desde académicos e intelectuales que se han
acercado a las culturas indígenas del país.
Objetivos Instrumentos
metodológicos Actividades
Analizar las cuestiones
fundamentales de la
epistemología de la
administración
ambiental en la UDFJC
∞ Revisión y
análisis
documental
∞ Análisis
crítico
∞ Identificación de las áreas críticas de estudio
∞ Determinar los ejes estratégicos de
investigación
∞ Formular las preguntas fundamentales
asociadas a las áreas y ejes de investigación
Analizar los saberes y la
cosmovisión de las
comunidades indígenas
en Colombia a través del
análisis de categorías
propuestas.
∞ Revisión y
análisis
documental
∞ Participación
en talleres y
foros
∞ Establecer herramientas adecuadas que
permitan recopilar y analizar información de la
cosmovisión de las comunidades indígenas en
Colombia
∞ Identificar las principales categorías que
emergen de la revisión documental y la
participación en foros y talleres
Fortalecer la
epistemología de la
administración
ambiental a través del
análisis de la
cosmovisión de algunos
grupos indígenas.
∞ Revisión y
análisis
documental
∞ Matrices
comparativas
∞ Análisis de
contenido
∞ Integración de las categorías con las preguntas
fundamentales
∞ Aportes de los saberes y cosmovisión al
proceso de reflexión de la epistemología de la
Administración Ambiental.
Tabla 3. Plan general de investigación
7. Resultados
Capítulo 1: Análisis de las cuestiones fundamentales de la epistemología de la
administración ambiental en la UDFJC
El trabajo presentado hasta el momento corresponde a la contextualización necesaria para
abordar las cuestiones fundamentales que busca explorar el presente escrito, por lo tanto, en esta
parte del documento se plantea como eje de desarrollo el análisis de la administración ambiental
como proyecto curricular y su contexto dentro de las ciencias ambientales y la solución de los
problemas ambientales contemporáneos.
Es necesario realizar un análisis de los fundamentos epistémicos desde el contexto ambiental y
administrativo, elementos que sustentan la visión de formación integral de estudiantes y
profesionales de la administración ambiental de la universidad distrital francisco José de Caldas.
Modelos de pensamiento occidentales en la construcción del conocimiento.
Como se ha podido establecer, las diferentes formas de acercarse a la realidad por parte de los
individuos representan la forma en la que conocen, estas formas de aproximación dependerán de
las características culturales, sociales y naturales con las que los seres humanos desde el primer
momento tengan contacto, las prioridades que identifican los individuos son personales y están
condicionadas por su entorno, a partir de ese instante y durante toda su existencia los individuos
construyen una realidad desde la razón y la sensibilidad, desde la reflexión de lo que le revela el
mundo material, proceso en el que el espíritu motiva la realización del ser individual (Peretz,
2015) (Piaget, 1986).
Estos procesos de conocimiento y de apropiación son inherentes a todos los individuos y
comunidades alrededor del mundo, cabe resaltar que estos son constitutivos para los sujetos y las
comunidades ya que son el origen y esencia de lo que son (Flores, Flores, & Aguilar, 2013).
Transmitidos a través del lenguaje generación tras generación durante miles de años, lo que
lleva a considerados como inmanentes a la humanidad, es relevante comprender que todos los
individuos y las comunidades tienen el derecho legítimo a relacionarse con la naturaleza, su ser
individual y su comunidad de manera autónoma. Este punto es muy importante ya que existe una
tendencia histórica a que una cultura prevalezca sobre las otras (Ruiz & Ruiz, 2010) (Peretz,
2015).
Para efectos de este trabajo es necesario aclarar que, aunque la cultura no se puede separar de
la biología humana. Es en la cultura en la que se debe trabajar ya que es a través de ella que se
compone, se manifiesta y se reproduce el mundo simbólico, es decir, la acción comunicativa, la
percepción del mundo de la vida, el lenguaje, los símbolos y los imaginarios (Peretz, 2015)
(Castoriadis, 1975). La cultura es entonces la que ha construido históricamente las sociedades a
medida que estas han transformado los ecosistemas, entonces, se puede afirmar con vehemencia
que el estado de los ecosistemas es el reflejo de la cultura de una sociedad (Fernandez &
González, 2014).
Partiendo de este análisis la sociedad que ha construido la modernidad y la posmodernidad
consciente o inconscientemente ha cultivado en el hombre una tendencia antropocentrista, basada
en su visión de todo lo natural y ajeno a él como objeto de estudio, se ha erigido una estatua
desde la cual ve el planeta donde vive como fuente de riqueza y a sus congéneres como
herramientas para explotarla; toda riqueza proviene de la explotación de la tierra y de los
hombres (Marx k. , 2010) (Fernandez & González, 2014).
Los procesos culturales que nutren a las sociedades de carácter occidental continúan
alimentando esta visión del planeta, gracias a esto se ha mantenido a través del tiempo un modelo
centrado en una lógica reduccionista de la naturaleza, divisándola como un mero objeto
económico, apropiable, medible, intervenible, mercantilizable e instrumental (Angel Maya,
2003). Síntoma de un mal de la civilización, de una crisis del entendimiento, de la ontología y
epistemología con que la misma civilización a comprendido el ser, los entes y las cosas, desde la
racionalidad científica y tecnológica, con que se ha dominado la naturaleza y economizado el
mundo moderno (Leff, 2006) (González, 2001).
Por lo que la crítica fundamental a este modelo es la de ver todos los fenómenos y querer
explicarlos de forma separada, ésta es la tendencia general de la ciencia occidental: no ver lo
complementario sino lo antagónico en lo que busca resolver. Sumado a esto; desde el principio
esta visión planteó como único paradigma el meta científico, imponiendo una dinámica
totalizadora a través de la lógica matemática, la dialéctica y la mecánica a todas las áreas de
estudio; esta tendencia propia de la ciencia positivista ha configurado que la visión occidental sea
aceptada como única forma de conocimiento (Dussel E. , 1993) (Grosfoguel, 2013).
Continuando con el argumento, se puede establecer con claridad que la clasificación de las
ciencias y los mecanismos utilizados para realizar el estudio de la vida y sus interacciones, ha
estado dada por la razón instrumental, este planteamiento continúa estructurando las formas de
conocimiento válidas y los modelos de educación en Colombia:
Para el caso de las instituciones universitarias la filosofía cartesiana ha tenido gran influencia
en los proyectos occidentalizados de producción de conocimiento, la importancia de descartes
puede verse en que después de 370 años, las universidades siguen llevando el legado cartesiano
como criterio de validez para la producción de la ciencia y el conocimiento. (Grosfoguel, 2013).
En palabras del mismo autor “El conocimiento situado fuera de la lógica cartesiana se desecha
como sesgado, inválido, irrelevante, falto de seriedad, parcial; en pocas palabras, conocimiento
inferior a las otras formas de acercarse a la realidad” (Grosfoguel, 2013).
Así la ciencia se convirtió progresivamente en el único modo “objetivo” de aprehender la
realidad y, lo que salía de su campo, perdió interés social, como las humanidades, que se
convirtieron en conocimientos secundarios que tenían que ser sometidos al método científico
(Dussel E. , 1993). La religión corrió una suerte parecida, aunque siguió desempeñando un papel
social importante, pero ya no central (Fernandez & González, 2014). Pero los saberes
tradicionales fueron desterrados al ostracismo (especialmente los de las periferias) por no ser
científicos ni “racionales”. La religión y la filosofía quedaron relegadas frente a la ciencia, pero
siguieron estando del lado de los conocimientos válidos, mientras los conocimientos tradicionales
se convirtieron en ignorancia e incultura (Grosfoguel, 2013).
De esta forma la ciencia pasó a ocupar progresivamente el papel de la religión y la metafísica,
este fue un proceso de siglos en el que el método científico comenzó a demostrar a través de la
matemática, la razón y la lógica, y con esto la consecución de verdades absolutas y la
construcción de paradigmas definitivos. Éste proceso conformó la idea de progreso y
desnaturalización; con esto; una idea de libertad con respecto a lo que se demuestra (UNAM,
2014) (Grosfoguel, 2013).
Por ello, la complejidad ambiental remite a una problemática del saber sobre las formas
de apropiación del mundo y de la naturaleza. A través de las relaciones de poder que se
han inscrito en las formas dominantes de conocimiento. El saber ambiental produce un
cambio de episteme: no es el desplazamiento del estructuralismo hacia una ecología
generalizada y un pensamiento complejo que abren nuevas vías para comprender la
complejidad de la realidad, sino hacia la relación entre el ser y el saber. (Julio Carrizosa
en (Red colombiana de formación ambiental, 2007)).
Analizando este proceso histórico se pueden precisar los supuestos o fundamentos que se
expresan en el paradigma meta científico que responde a la actual lectura de esta relación,
fundamentada en una visión utilitarista. El paradigma de la Modernidad parte de una idea central,
a saber: la construcción de una noción de sujeto autoconsciente (el ser humano), que, a su turno,
se opone a un objeto externo (la naturaleza) (Red colombiana de formación ambiental, 2007).
Esta separación entre ser humano y naturaleza, promovida en su origen moderno por la escisión
cartesiana entre espíritu y cuerpo, ha tenido profundas implicaciones en la comprensión de la
relación sociedad-naturaleza (Amézquita, 2013).
Este hecho intelectual, se manifiesta de forma material en la destrucción de la naturaleza,
generada entre otras durante la modernidad por el desarrollo del capitalismo y su expansión
planetaria, que se revierten, en las condiciones de vida de los hombres y los ecosistemas terrestres
(Fernandez & González, 2014). La evidencia empírica ha mostrado que independientemente de
los regímenes políticos se han llegado a los mismos resultados. Ya que los impactos generados
por una u otra forma de gobierno apuntan hacia la extracción desmesurada de “recursos
naturales” como sustento de los mercados. Entonces, la apropiación de la naturaleza, con fines
productivos, basada y justificada en el desarrollo científico y técnico, así como en la superioridad
humana sobre los demás seres, ha conducido a una escalada de destrucción mundial sin
precedentes (Besson, 2009).
Para (Amézquita, 2013) el éxito de la modernidad y su globalización, se ve reflejada en las
condiciones ambientales contemporáneas, ya que esta crisis del entendimiento de la naturaleza
analítica se ha impuesto sobre la holística, impidiendo, una visión integral como hilo conductor
interdisciplinario que permita lograr una sinergia cognoscitiva entre Biología, Ecología,
Antropología, Filosofía, Ética y Política. Esta visión interdisciplinaria permite establecer una
nueva forma de relacionar los conceptos y los paradigmas de cada una de las áreas del
conocimiento en la búsqueda de la integración de saberes (Noguera, 2006).
Es por esto que; se puede evidenciar que existen dos paradigmas que deben ser conciliados
dentro de las llamadas ciencias ambientales, la primera las formas de conocer, y la segunda, la
escisión histórica entre la especie humana y naturaleza construida por la ciencia, la
conceptualización de la problemática ambiental está inmersa dentro de esta dicotomía.
Frente a esto (Angel Maya, 2003)afirma que la crisis ambiental no es una catástrofe ecológica
que llega en el desarrollo de la historia natural, sino la complejidad de la reflexión del
conocimiento sobre lo real y los procesos que han determinado las formas de apropiar y explicar
los fenómenos naturales para su beneficio a través de la ciencia. Es así como la complejidad
ambiental emerge de la crisis de las formas en las que se comprende el mundo y del conocer
trastocado por la ciencia reduccionista, dentro de la cual el conocimiento es objetivo,
fragmentado y especializado (Eschenhagen, 2008).
Bajo esta mirada de integración que está llamada a reestructurar profundamente los procesos
históricos y sociales, ha sido posible establecer como poseer una visión instrumental de la
naturaleza ha puesto en peligro la conservación de la vida en la Tierra y además, roto la conexión
existente entre la especie humana y la naturaleza, conduciendo a un equívoco ideológico que
sirve de soporte a la apropiación mecánica del mundo natural y a la pérdida del horizonte de
sentido individual y colectivo, que se refleja en las formas de “desarrollo” de este tiempo y sus
implicaciones ambientales (Leff, 2009).
Por lo que se puede establecer que la crisis ambiental de la cual emerge esta demanda social
de sustentabilidad es una “crisis civilizatoria”, una crisis que se ha forjado sobre los pilares de la
racionalidad moderna, de la racionalidad económica, jurídica y científica del “Iluminismo de la
Razón” (Amézquita, 2013).
Como ya se ha dicho la crisis ambiental es en esencia una crisis del conocimiento, de las
formas como se comprende y se construye el mundo, del cómo se constituye la institucionalidad
y el poder, a través de los cuales, se atenta contra la naturaleza y la vida, a la vez que se agota el
sentido de la existencia humana (Leff, 2006). En general: Una crisis del paradigma tecnológico
prevaleciente (Nieto, 1995). Esta tendencia moderna de homogenizar la multiplicidad del mundo,
ha conllevado a las sociedades occidentales a desconocer y eclipsar la alteridad y la diferencia,
negando precisamente uno de los principios de la vida misma, la diversidad (Besson, 2009)
(Boff, 2002) (Angel Maya, 1995).
Argumentación necesaria para establecer como las formas de conocimiento tradicionales de
los pueblos ancestrales no son incorporadas a la academia, por lo que a pesar de plantearse la
universidad como institución en la que son integrados los conocimientos y necesidades de la
sociedad, existe una fuerte tendencia a mantener los modelos y los conocimientos de otras
sociedades, parte integra de lo que se conoce como colonialismo (De Sousa santos, 2000).Por
eso, a pesar de que los contextos en los que se desarrollan las formas de conocimiento
occidentales sean completamente diferentes a la realidad y al contexto histórico del continente,
aún hoy después de 524 años las estructuras de conocimiento prevalezcan sobre los
conocimientos propios de Colombia como país.
Entonces, cabe reflexionar en tres aspectos muy importantes:
1. Otras formas de comprender el mundo han sido relegadas por las ciencias formales,
por lo que no son acogidas por la academia como formas de conocimiento válidas,
2. La escisión del conocimiento que planteó la ciencia y la filosofía occidental desde un
comienzo transforma al hombre en un ser fuera de la naturaleza y a la naturaleza y a
todo lo que hay en el mundo como objeto de conocimiento que puede ser medido,
explicado y explotado para el beneficio del hombre,
3. Los métodos y herramientas que ha construido la visión meta científica y positivista de
la ciencia no ofrece una visión íntegra de afrontar los problemas ambientales, por lo
que no es posible que este paradigma conduzca a la solución de los mismos.
Estos tres hechos plantean una coyuntura que puede permitir a las ciencias ambientales la
posibilidad real de re-estructurar las bases epistemológicas planteadas desde occidente para
integrar tanto las ciencias, la academia y otras formas de construcción de conocimiento en la
búsqueda de la necesaria sostenibilidad ambiental.
Análisis desde la epistemología del paradigma ambiental
En la figura número 2 se resume a grandes rasgos la concepción de la ciencia desde la visión
occidental y la conjunción de saberes que plantea la epistemología ambiental para conocer lo que
se ha denominado: lo ambiental como objeto de conocimiento.
Figura 2. Construcción de lo ambiental como objeto de conocimiento
Fuente: El autor
Como se observa en la figura, existen formas de acercarse como sujeto al objeto de
conocimiento (lo ambiental), estas formas de conocimiento parten principalmente del plano
mental del ser humano y han sido asumidas por la ciencia como formas de conocimiento, la
ciencia misma ha constituido la aproximación al mundo vivo desde el conocimiento meta
científico principalmente, aunque reconoce otras formas de construirlo. Este conocimiento meta
científico sumado a la filosofía sustentan la realidad del pensamiento occidental como paradigma
dominante y factor de colonización de la universidad y las tendencias ambientales (Grosfoguel,
2013).
Por otro lado, la epistemología ambiental plantea que para acercarse al objeto de estudio es
necesario conciliar las ciencias naturales y sociales proponiendo como camino la inter y
transdisciplinariedad, para poder tener una idea más cercana y real del mundo (Red colombiana
de formación ambiental, 2007) (Balbino, 2010). Cabe anotar que no existe una tendencia clara
desde la ciencia que integre los elementos constitutivos del ser humano (cuerpo, mente, espíritu)
para acercarse al objeto de estudio, por lo que principalmente la aproximación se hace desde la
mente.
Visión occidental del ambiente y la gestión ambiental.
Dentro de la dinámica expuesta, la visión occidental del ambiente se ha venido construyendo
recientemente sobre la misma base sobre las cual se han construido las demás ciencias, la cual ha
respondido principalmente a las preocupaciones del hombre frente a los efectos de sus
actividades en los ecosistemas que explota, y los peligros que estos generan a la especie humana.
Durante este apartado se profundizará en la visión occidental de la naturaleza y el ambiente
como análisis de las estructuras y dinámicas propias de las relaciones hombre-naturaleza
contemporáneas.
Se exponen las tres principales visiones ambientales que se contemplan en la actualidad, como
método de presentación y análisis, esto con el fin de considerar el cómo a pesar de existir
postulados y tendencias que buscan la armonía entre las formas de producción humanas y la
extracción de recursos naturales, éstas no han sido acogidas debido a la permanencia de los
modelos utilitaristas de la naturaleza.
Se establece que, para esta parte del documento, es necesario conocer las consecuencias que
ha traído al mundo la visión del sistema occidental-cartesiano-positivista-desarrollista para el
ecosistema tierra en general.
Este aspecto ha llenado las agendas de los gobiernos en los últimos 50 años y ha cobrado
importancia gracias a los efectos que estas acciones han traído para el ecosistema mundo en
general. En este aspecto las acciones que se han llevado a cabo han sido plasmadas en
documentos, informes, pactos y reuniones que se han realizado en el mundo con el ánimo de
generar soluciones de fondo para subsanar, remediar y reparar los daños realizados por los
procesos de producción, industrialización y consumo de la especie humana. Soluciones que no
han sido eficaces ni han mostrado efectos positivos en el corto, mediano o largo plazo
(Rodriguez-Becerra & Espinoza, 2002).
Esta situación lleva a pensar en el por qué y en el cómo se ha generado esta crisis sin
precedentes en la historia conocida por el hombre, pero más importante aún, conlleva a pensar en
las implicaciones futuras del desastre ambiental causadas por la especie humana.
Desde el punto de vista occidental, el concepto de desarrollo sustentable aparece como una
respuesta a los problemas ambientales, y también como una reacción frente al degradante
atropello actual a los ecosistemas terrestres (Angel Maya, 1995).
Al respecto, se ha podido establecer a través del estudio de la bibliografía consultada, la
existencia de corrientes desde el pensamiento occidental, las cuales poseen características
diferenciadoras con relación a las formas de ofrecer soluciones a la crisis planteada. Es necesario
aclarar que, aunque las corrientes que se presentan a continuación relacionan diversas propuestas
en la materia, no son todas, pero se requiere presentarlas de esta forma para facilitar su
comprensión.
En este contexto, frente al discurso del desarrollo sustentable, (Escobar, 1999) establece tres
formas de discurso: liberal, culturalista y ecologista, que son resumidos a continuación:
De acuerdo a lo expuesto en el mapa, se puede concluir que a pesar de que existen tres
principales modelos de pensamiento de lo ambiental, la estructura liberal de intervención es la
que predomina, otras tendencias que plantean el cambio del paradigma dominante de la
posmodernidad no han sido valoradas, situación que conlleva a que los esfuerzos que se realizan
desde los cuerpos colegiados y los expertos en la materia al atentar contra el status quo no sean
tenidos en cuenta por sus defensores.
Se puede establecer entonces que; desde las diferentes instituciones, programas y movimientos
se han identificado varias fallas que posee el pensamiento ambiental dominante, el cual, dicho sea
de paso, es el que se ha acogido por parte de las instituciones gubernamentales y académicas.
A continuación, se presentan las principales características del pensamiento ambiental de corte
liberal:
Figura 3: Tendencias del pensamiento ambiental
Fuente: (Escobar, 1999) adaptado por el autor
Visión ambiental occidental
Sofisma Es un discurso que se defiende desde las instituciones pero que no aporta a la solución real de los
conflictos ambientales.
Fruto principal de la
modernidad y la
posmodernidad
Es un proceso de desconocimiento sistémico de los saberes y tradiciones cultuales de los pueblos,
defiende los intereses económicos del capitalismo, antes de buscar soluciones reales a los problemas
que han emergido de la monetización de la naturaleza.
Condujo a que el hombre se separara de la naturaleza, se sintiera superior a ella y la considerara
como fuente de explotación para su enriquecimiento material.
Separación de los
fenómenos naturales para
su estudio
Factor principal de la disciplinariedad fundamental de los modelos educativos y de la dificultad para
integrar las ciencias dentro del concepto de inter e intradisciplinariedad.
Se percibe la naturaleza como una sumatoria de partes, antes de ser considerada como un ser supra
terrenal
Consumo de recursos
naturales sin regulación
Al ser considerada la naturaleza como fuente de riqueza, sus componentes ecosistémicos son vistos
como meros recursos que están regulados por el mercado antes que por la tasa de regeneración natural.
Diferencias económicas y
sociales en aumento
El modelo liberal defiende la idea del crecimiento de las clases dominantes, lo que conlleva al
empobrecimiento de las menos favorecidas.
Plantea la pobreza como elemento fundamental del desequilibrio ambiental actual, al tiempo que el
mismo modelo sobre el que se sostiene genera más pobres.
Mucha conceptualización,
poca acción
La ONU a través de sus organizaciones ha hecho estudios y conceptualizado el problema, proponiendo
soluciones, pero no han sido reales en la práctica a gran escala, prueba de ello es que los objetivos
planteados por la agenda 21, no se cumplieron en su gran mayoría.
Régimen productivo sin
precedentes (nuevo orden
mundial)
La tasa de consumo en algunas sociedades y países es desbordante, la cantidad de elementos naturales
que se utilizan para la producción de bienes y servicios suntuosos es exagerada, sistema sostenido por
las organizaciones económicas que siempre buscan generar el aumento de la producción y el consumo.
Organizaciones que a partir del planteamiento del ambientalismo comenzaron a ser transnacionales, y
con esto a apropiarse de los ecosistemas estratégicos en algunos países y a contaminar las áreas en las
que se instalan.
Tabla 4: Cuestiones fundamentales del pensamiento ambiental positivista
contemporáneo
La academia como alianza
con la producción y el
consumo aumentado
El papel de la academia en la producción de conocimiento se ha limitado a las necesidades y exigencias
de las organizaciones, lo que ha puesto la ciencia, la tecnología y la academia al servicio de los intereses
de la producción, perdiendo su papel social y reflexivo que la fundamenta.
Recursos naturales,
neoliberalismo,
capitalismo.
La visión que ha planteado el neoliberalismo para su expansión, plantea la necesidad de continuar
explotando los “recursos naturales” para su sostenimiento, acabando de paso con la cultura de los
pueblos y las organizaciones locales. Haciéndose para sus propios fines de los ecosistemas y las
comunidades como unidades de producción
Visión estática de la vida
La vida y sus elementos constitutivos son vistos como elementos que se regeneran a unas tasas que
se pueden manipular para su producción, lo cual garantiza su aprovechamiento permanente,
soluciones que no contemplan las dinámicas propias de los ciclos naturales en los que todo está en
movimiento.
Su posición como especie aparentemente estática frente a las dinámicas terrestres, además de
mantenerlo al margen de la naturaleza, lo imposibilita para observar su impacto como especie en el
ecosistema tierra
Visión extractivista,
eldoradista
La visión del pensamiento occidental ha planteado por más de 5 siglos la explotación de los recursos de
los países ajenos como medio para su sostenimiento y crecimiento, en este sentido lo ambiental se
presenta como el nuevo argumento mediante el cual se pueden obtener los recursos solo que de manera
“sostenible”.
El homo sapiens como
principal actor de cambio
El sostenimiento de todo el sistema liberal de pensamiento ambiental depende enteramente del hombre,
pero éste actúa de manera extraña como especie dentro de su ecosistema, ya que, a pesar de poseer la
consciencia y los elementos naturales de conexión con la naturaleza, se limita al consumo y desecho
acelerado. Una relación que se da mayoritariamente desde la razón como elemento de vínculo con el
todo que lo rodea.
El método científico como
único medio para conocer
la verdad
Sumado a todos los procesos expuestos, la imposibilidad que ha planteado la ciencia como único
mecanismo para explicar la realidad del mundo ha terminado por aniquilar la alteridad y riqueza natural
de la especie humana, todo lo que se encuentre fuera de sus métodos no posee la capacidad de ser
acogido por la ciencia y por lo tanto ser asumido por las instituciones y la academia.
La normatividad y otros
mecanismos valoran a la
naturaleza por los
beneficios que pueda
prestar al hombre
El modelo occidental plantea el uso de la naturaleza en primer orden para el hombre y luego para las
demás formas de vida, desde esta perspectiva concibe la normatividad y los mecanismos sociales para
interactuar con ella. Factor que lo lleva a conservar lo que él considera que se debe conservar para su
beneficio, pero sin reflexionar en que las otras especies y formas que habitan el planeta también
requieren de la naturaleza como sustento y que se encuentran en el mismo nivel de importancia que su
especie.
Fuente: Adaptado por el autor de: ( (Angel Maya, 2003); (Amézquita, 2013); (Balbino, 2010); (Alfaro, 2011); (Contreras & Luisa, 2011) (Cortéz,
2007); (Eschenhagen, 2008); (De Sousa santos, 2000); (Fernandez & González, 2014); (Grosfoguel, 2013); (Leff, 2009); (Llistar, 2008) (Naína &
Foladori, 2005); (Hardin, 1995); (Mumford, 1971); (Matinez Alier, 2015); (Ministerio de cultura, Nación desde las raíces, 2010); (Noguera, 2006);
(Pedroza & Arguello, 2002); (Riechmman, 2011); (Sanchéz Pirela, 2009); (Sousa santos de, 2011); (Rohde, 2005); (Tibán, 2000); (Vázquez, y
otros, 2015); (Vacacela, 2002); (Vega, 2014)
Alrededor del mundo las cuestiones ambientales han logrado generar procesos de
transformación social profundos debido a su carácter integrador y a los graves problemas que
debe afrontar la humanidad con relación a sus dinámicas de explotación de la vida como lo ha
planteado el modelo económico y financiero imperante, gracias a la reflexión de muchas mentes
que se han dado a la tarea de integrar algunas áreas del conocimiento ha sido posible plantear
nuevos caminos a seguir para alcanzar el desarrollo sostenible o cuestionar al concepto en sí
mismo (Noguera, 2006).
(Leff, 2006) Plantea que “la epistemología ambiental está llamada a trascender el pensamiento
lógico de las relaciones de proceso, cosas, hechos, datos, variables, factores y vectores, superando
el mismo conocimiento como vinculo de verdad”. Mirada que permite además de enriquecer la
visión frente a las características propias de los problemas ambientales, la posibilidad de
plantearse una ruta alternativa de las formas de conocimiento establecidas.
Esta dinámica parte de la necesidad de entender la complejidad del objeto de estudio y su
intervención, por lo que después de reflexionar en los diferentes aspectos que sustentan la
necesidad de una visión más integral, se propone un nuevo tipo de saber, una nueva área del
conocimiento en la que el pensamiento complejo es una de sus características más destacadas
(Leff, 2006) (Noguera, 2006).
Pensamiento complejo que ha demostrado que los problemas que indaga deben tener múltiples
miradas para poder afrontarlos de forma efectiva (Noguera, 2006). Como se ha visto, los
problemas ambientales poseen características únicas debido a la complejidad que plantean las
dinámicas propias de la relación hombre-naturaleza. Es por esto que lo ambiental ha permitido
crear otras corrientes educativas, económicas, tecnológicas y sociales.
Además, desde el pensamiento complejo, las ciencias ambientales han desarrollado nuevas
formas de investigación basadas en un enfoque interdisciplinario y transdisciplinario que
reconoce la validez e importancia de otras formas de conocimiento con las cuales se mantiene en
permanente diálogo (Noguera, 2006). En su actual fase de desarrollo, las ciencias ambientales se
nutren de los incesantes intercambios, no sólo entre las más variadas disciplinas científicas sino,
también, entre distintos modos de producción de conocimiento; en ello radica la fuerza y
especificidad de sus nuevos métodos de trabajo (Leff, 2006).
Lo cual ha posibilitado que el saber ambiental emerja como una nueva comprensión del
mundo, incorporando el límite de lo real, lo inconmensurable del ser, la imposible totalización del
conocimiento y la apertura sociocultural del ser humano hacia la otredad (Martínez O. , 2009). La
incertidumbre, el caos y el riesgo son al mismo tiempo efecto de la aplicación del conocimiento
que pretendía anularlos, y condición intrínseca del ser y del saber (Martínez O. , 2009). El saber
ambiental permite dar un salto fuera del ecologismo naturalista y situarse en el campo del poder
en el saber, en una política del conocimiento, en un proyecto de reconstrucción social a través de
un diálogo de saberes, que es un diálogo entre seres (Leff, 2006).
Gracias a este panorama en desarrollo ha comenzado a conciliarse la visión de los pueblos del
mundo con las estructuras que sostienen la sociedad moderna, este camino que recién ha
comenzado a recorrerse debe conducir a re-establecer la relación del hombre con la naturaleza
que le rodea y le puebla.
Se hace necesario considerar entonces que existen varias tendencias con relación a la
armonización de la que se ha venido hablando, estas tendencias se consideran valiosas ya que
recogen miradas diferentes con relación ambiente como objeto de estudio, hecho importante ya
que es el reflejo de la acción de la reflexión de la epistemología ambiental como ciencia y
filosofía que representa momentos históricos y nuevas propuestas de integración que se
relacionan en la siguiente tabla:
Visión Descripción
Antropocéntric
a
Esta corriente surge a finales de la década de los 80 donde la importancia de conservar el medio ambiente, consiste en que a través de esta preservación se
protege la vida del hombre. En esta corriente todo gira alrededor del ser humano, la biodiversidad se debe preservar para beneficio de los seres humanos, la
naturaleza está al servicio del hombre. El antropocentrismo esta precedido por algunas formas de pensamiento que plantean ideas sobre el hombre y su relación
con el ambiente, un ejemplo de ello es la concepción fatalista o catastrófica, esta se presenta como una visión pesimista de la intervención del humano con el
medio natural, donde cualquier acción del hombre será causante de desastres pues los seres humanos solo degradan y destruyen el medio, y que ningún esfuerzo
podrá revertir los daños ocasionados. Gracias a esta concepción se hace uso de esta visión para crear conciencia y sensibilizar sobre las problemáticas
ambientales.
El
Biocentrismo
Esta visión integra al ser humano como parte del ecosistema donde deja de ser lo más importante para convertirse en un elemento más que compone un
sistema vivo (biosfera).El Biocentrismo es el resultado del desarrollo de las ciencias biológicas donde la percepción del individuo ha sido transformada por las
teorías evolucionistas, por la ecología y el medio donde claramente se evidencia la participación del hombre como parte del medio.
Visión
sistémica
Esta visión le presta una atención preferencial al intercambio de los flujos de Energía, analiza el ecosistema, el hombre y los grupos humanos que constituyen
el elemento fundamental en las relaciones sistémicas con el medio externo y comprender el metabolismo, o sea, el intercambio de energía materia e información,
entre el ser humano o los grupos humanos y el medio externo
Dialéctica
“Desde esta visión dialéctico – materialista, donde las relaciones entre la sociedad y la naturaleza, se determinan no por su interacción a partir de un proceso
único superior a las leyes sociales y naturales, sino por la producción material”. Esta visión se fundamenta en las relaciones hombre-naturaleza y las sitúa en un
contexto histórico que cuenta como fueron los procesos y las interacciones entre ellos.
Esto permite comprender cualquier objeto (el paisaje, el espacio, el territorio o el medio ambiente) como una totalidad dialéctica desde una posición
integradora y sistematizada. De acuerdo a su grado de complejidad se distinguen dos tipos de sistemas, los sistemas complejos y los súper complejos.
La ecología
humana
Dentro de esta visión los diferentes espacios de tiempo están reunidos eternamente aquí, en el presente. El planeta, por lo tanto, no es sólo un ecosistema en el
sentido físico y biológico. Existe también un ecosistema mental y emocional de la humanidad, donde las relaciones son aún más directas e inmediatas que en el
plano físico. La visión ecológica defiende también la idea de que, al aumentar el contacto con la naturaleza, las personas interrumpen la preocupación repetitiva
Tabla 5. Visiones ambientales
acerca de sí mismos que se genera con el ritmo acelerado de las grandes ciudades y comienzan a vivir el mundo de forma diferente. Esta forma de mirar el
mundo propone para la vida cotidiana una relación directa entre la búsqueda personal y silenciosa de la verdad interna, por un lado, y la defensa de la Naturaleza
por otro.
Geocéntrica Presta atención preferencial al planeta Tierra, como entorno de los sistemas humanos. Esta visión espacial, permite analizar los sistemas en un contexto en el
que se incorpora la diferenciación, las interrelaciones espaciales y su integración en la superficie del planeta.
Paternalista
Esta visión es más de carácter ambientalista, en esta tendencia de pensamiento se plantea la necesidad de conocer las causas y consecuencias de las
problemáticas ambientales, lo cual promueve una formación de conciencia como estrategia para mejorar las acciones humanas que van dirigidas a la
conservación y protección de medio.
Bajo este nuevo discurso (ecologista-ambientalista), se mantiene la idea de que el hombre es el único capaz de asumir responsabilidades con respecto del
ambiente. Estas declaraciones obedecen al típico discurso del desarrollo sostenible cuyo principal objetivo es mejorar la calidad de vida humana. Que supone un
punto de vista global.
Visión
simbólica
El término hace referencia a las distintas significaciones que los grupos sociales tienen sobre el medio ambiente, lo cual varía dependiendo de los contextos
cultuales.
Esta perspectiva trata de identificar los signos ambientales y las representaciones del medio ambiente por parte de los sujetos sociales. El ambiente tiene un
carácter polisémico, para un citadino puede ser sólo un espacio físico, pero para otros grupos sociales adquiere otra significación más profunda de poder.
Esta diversidad simbólica remite a rescatar los elementos subjetivos que cada ser humano tiene de la naturaleza, ya que no se puede estudiar el pensamiento
del individuo sin un contexto, porque todo lo que ocurre tiene que ver con su estructura económica, social, cultural, política y de poder. Nuevamente se pone en
juego el estado subjetivo del individuo y se cuestiona ¿cómo representa a la naturaleza? y ¿cuál es su fuente de información?, por lo que esta teoría ha traspasado
diversas disciplinas (Pedroza & Arguello, 2002)
Eco marxismo
El marxismo tiene un carácter holístico tratando de ver los fenómenos en su totalidad donde el todo es más que la suma de las partes. Si bien la relación
hombre-naturaleza estaba en la base de la teoría del materialismo histórico, se considera que en Marx no existe un enfoque acabado sobre la problemática
ambiental.
En la actualidad se habla de un eco marxismo o eco socialismo como visión ya que se centra en la racionalidad ambiental, que se opone a la racionalidad
económica y que es parte de un proceso político y social que pasa por la confrontación y concentración de intereses opuestos, por la reorientación de tendencias
(dinámica, poblacional, racionalidad del crecimiento económico, patrones tecnológicos; prácticas de consumo), por la ruptura de obstáculos epistemológicos y
barreras institucionales, por la creación de nuevas formas de organización productiva, la innovación de nuevos métodos de investigación y la producción de
nuevos conceptos y conocimientos.
Se considera que el concepto construcción de esta racionalidad ambiental aún está en proceso, pues lo que ha predominado ha sido la racionalidad
instrumental que ha visto a la naturaleza como un medio de acumulación.
Existe pues una preocupación en la postura eco marxista sobre el derroche de las materias primas naturales y los desechos no renovables, donde los procesos
históricos del capital, determinan la necesidad de explotación de la fuerza de trabajo y de apropiación de los recursos naturales, lo que no puede explicarse como
un simple intercambio entre la cultura y el ambiente. El ser humano no es ajeno a su ambiente, vive dentro de él y forma parte de un ecosistema inmenso en el
planeta tierra (Pedroza & Arguello, 2002).
Fuente: (Camacho & Marín, 2011) adaptado por el autor
Estas visiones permiten comprender la forma en la que se puede aproximar el hombre al
objeto de estudio, este resumen presenta las formas de percibir las dinámicas de la relación
hombre-naturaleza sin querer con esto encasillar los saberes en una estructura rígida, sino, con el
ánimo de diferenciar las formas en la que se puede analizar la construcción del conocimiento
desde el contexto ambiental.
Análisis de la construcción de carreras ambientales.
Las ciencias ambientales como tal son un área de conocimiento que comienza a desarrollarse a
nivel mundial y nacional desde finales de los años sesenta del siglo XX gracias a la aparición de
investigaciones que establecieron las consecuencias de las actividades humanas en su medio
(ONU, 1991) (Red colombiana de formación ambiental, 2007). Este nuevo campo de estudio y
acción surge de la necesidad de comprender y encontrar soluciones a las graves y complejas
situaciones planteadas por la sociedad globalizada y las formas de acercarse a las ciencias y los
conocimientos.
El volverse al mundo natural con una visión más integra, sumado a estudios, análisis y teorías
han permitido un interés creciente por parte de individuos, comunidades, universidades y centros
de estudio por comprender los factores fundamentales que han construido la crisis ambiental
moderna. De esta forma se han podido plantear soluciones reales y prácticas en contextos locales,
respetando la diversidad propia de las comunidades humanas, con lo que se demuestra que es
posible realizar ejercicios reales desde la reflexión de los paradigmas establecidos. Por lo que es
precisamente en este momento histórico en el que se estructura un nuevo paradigma de lo
ambiental como propuesta de desarrollo integral desde la armonización de las sociedades
humanas en conjunto y las condiciones naturales en la que se desenvuelve (Balbino, 2010).
Gracias a este proceso de reflexión al que se ha sumado al interés por transformar los impactos
negativos del hombre hacia los ecosistemas, surge como fuente de cambio el factor educativo,
principalmente para este estudio se asume la universidad como eje de conciliación entre las
discordancias planteadas a lo largo del texto, ya que posee el potencial de formación y reflexión
necesarias para contribuir eficazmente a la intervención de los problemas ambientales
contemporáneos.
Para el caso colombiano como antecedente histórico se evidencia la realización del I
Seminario Internacional sobre Universidad y Medio Ambiente realizado en Bogotá, en el año de
1986, con este antecedente se dio inicio a una serie de reflexiones sobre la problemática
ambiental, donde por primera vez se planteaba la necesidad de considerar el carácter ético
político de tal problemática, expresado en la construcción de una plataforma tecnológica que
durante los últimos 250 años, no había dialogado con la naturaleza (Angel Maya, 2003). Por el
contrario, se evidenció en este seminario la necesidad de que la academia asumiera una posición
ética, donde las Ciencias Humanas y Sociales, entraran en diálogo con las ciencias exactas o de la
naturaleza con el fin de comprender que cada una de las actuaciones de los humanos en su
ambiente, tiene repercusiones no solo al interior de las sociedades y grupos humanos, sino al
interior de la naturaleza, modificando sus ciclos y ecosistemas (Noguera, 2006) .
Gracias a estas visiones de lo ambiental como un nuevo tipo de ciencia, se ha propiciado la
conformación de carreras ambientales en Colombia, aunque todas las carreras ambientales en el
mundo surgen en el mismo periodo histórico, cabe anotar que, aunque se han realizado esfuerzos
por construir una epistemología con una visión más cercana a las realidades de la región
mestizoamericana, este esfuerzo no ha sido fructífero por las mismas dinámicas que plantean los
mercados y la sociedad en general (Red colombiana de formación ambiental, 2007).
En el país surgen los programas de formación ambiental gracias a la necesidad identificada
después de los encuentros ya mencionados de formar profesionales universitarios en este campo.
Como resultado de estas discusiones, se decidió avanzar en el proceso de profesionalización de la
formación ambiental y en los años noventa varias universidades iniciaron la oferta de programas
de este tipo en todos los niveles de pregrado universitario: técnico, tecnológico y profesional
(Red colombiana de formación ambiental, 2007).
Sumado a este proceso de construcción epistemológica, los cambios generados por la cumbre
de rio en 1992 dieron pie a la firma de la ley 99 de 1993 como marco ambiental en el país,
permitiendo la inclusión de la educación ambiental en todos los niveles de formación, lo que
también permitió la consolidación del proceso de construcción de las ciencias ambientales desde
las facultades y universidades en el país, gracias a esto se fueron configurando nuevas formas de
percibir los problemas ambientales, proceso que aún continúa en las academias donde es posible
debatir los paradigmas dominantes (Torres Carrazco, 2002) (Rodriguez-Becerra & Espinoza,
2002).
Gracias a la dinámica que ha planteado no solo la red colombiana de formación ambiental sino
a la reflexión y discusión necesarias para el planteamiento de nuevas carreras y enfoques tanto en
lo educativo como en lo epistemológico, ha sido posible realizar la integración que ha planteado
el mismo concepto del desarrollo sostenible, la epistemología ambiental y el pensamiento
complejo.
Aunque se menciona este aspecto como parte del proceso de integración de saberes, y este se
ha venido realizando con éxito en algunas instituciones de educación superior es necesario aclarar
que las condiciones del mercado frente a la producción y explotación marcan la tendencia de la
educación. Obedeciendo en últimas como es de esperarse, al paradigma dominante de la ciencia
positivista y del capitalismo dominante.
Parte del problema que se ha identificado con la experiencia empírica reciente ha sido el de
educar para obtener un conocimiento desde lo individual, estos procesos son comunes en todos
los niveles de formación, aunque se haya podido identificar y trabajar en este aspecto, el sistema
capitalista trabaja en este mismo sentido; por lo que el esfuerzo resulta infructuoso en la mayoría
de los casos, lo que en últimas impacta negativamente en el ambiente (Red colombiana de
formación ambiental, 2007).
Con relación a este aspecto cabe mencionar que las estructuras que definen la formación en el
campo ambiental están dadas, dinamizadas y motivadas por el sistema capitalista dominante, que
como se ha mencionado posee una visión utilitarista de la naturaleza, por lo que es necesario
considerar el cómo las estructuras provenientes de la visión del desarrollo sostenible liberal han
construido las formas y las temáticas que se imparten en las universidades colegios y centros
poblados del país.
Es por esto que las dinámicas educativas en materia ambiental en el país deben replantear
como lo propone la epistemología ambiental, el ejercicio, la pertinencia, las necesidades de las
poblaciones y los contextos de otros tipos de conocimientos provenientes de realidades locales
enriquecidos por visiones occidentales (Leff, 2009). Para lo cual se requiere la integración no
solo de las ciencias en su conjunto, sino de los conocimientos tradicionales dentro de las
dinámicas de enseñanza y aprendizaje (Restrepo & López, 2002)
Para avanzar en esta dinámica que plantea la epistemología ambiental dentro de las instancias
educativas, se ha podido establecer que estos conocimientos deben ser integrados por todas las
denominadas ciencias ambientales (Leff, 2009) (Leff, 1994).Para efectos de este documento es
necesario contemplar las disciplinas que inciden en los conceptos y las prácticas que tienen que
ver con la formación en el campo de la economía, la administración y el ambiente en la
formación de los administradores ambientales de la UDFJC.
La administración ambiental como la integración de los saberes administrativos y el
paradigma ambiental
Se ha propuesto como eje de análisis a lo largo del texto tanto la prevalencia de los métodos
occidentales en la comprensión del mundo y la formación académica, así como también su
responsabilidad de la debacle ambiental producida por una visión reducida de las complejas
dinámicas terrestres.
Para el análisis que se propone a continuación, se abordará en primera medida, la concepción
ambiental de la carrera, para pasar a analizar la visión administrativa de la misma; esto con el fin
de presentar las dos visiones en las que se sustenta la administración ambiental como paradigma
emergente y sus diferencias con otros programas de las ciencias ambientales.
De acuerdo a lo expuesto en el apéndice anterior ha sido posible determinar de qué manera la
epistemología ambiental a través de la reflexión, ha determinado la hoja de ruta para avanzar en
el camino de conciliar las diferentes posturas que sostienen las dinámicas sociales y naturales
(Noguera, 2006). Para esto la acepción ambiental contempla la necesidad de impactar
urgentemente y de manera eficaz las consecuencias de las acciones de la especie humana en el
ecosistema tierra.
Gracias a esta visión ha sido posible comprender que la tarea del paradigma ambiental es la de
realizar la conjunción entre las ciencias sociales y naturales a través de la intersubjetividad, lo
que ha planteado la necesidad de aceptar diversas maneras de comprender las dinámicas
complejas que sustentan la vida (Bernal, 2010).
Lo cual plantea el reto contemporáneo de reformar las estructuras fundamentales de los
paradigmas científicos, económicos y organizacionales aceptados y con esto las formas y los
mecanismos de conocer y de acercarse a la naturaleza (Amézquita, 2013). Punto de partida para
identificar el papel preponderante del hombre como individuo, comunidad y especie dentro del
necesario cambio que plantean las ciencias ambientales.
Dentro de esta dinámica se ha podido establecer cómo la reflexión académica y científica ha
formulado diversas alternativas en lo relativo a las formas de realizar el cambio del paradigma
dominante desde el papel formativo y del ejercicio de las ciencias (Borgucci, 2012). Para esto se
ha planteado lo ambiental como ciencia en la medida que permite realizar un acercamiento desde
múltiples visiones a las dinámicas naturales y sociales contemporáneas (Leff, 2006).
Por lo que los planteamientos ofrecidos, sirven para mostrar como desde la construcción de un
nuevo paradigma se parte de que no existen fundamentos infalibles, sino problemas a los cuales
debe responder la ciencia apoyado en la fuerza crítica de la razón (Bernal, 2010). Entonces, la
ciencia no es el factor colonial que impone, sino el factor que dialoga y concilia, ofreciendo
soluciones a problemas que el paradigma vigente no ha podido resolver.
Por lo que, para los efectos de la presente tesis se entiende lo ambiental desde la perspectiva
de la visión simbólica, sistémica y compleja, gracias a su carácter integrador y conciliador entre
las dinámicas sociales culturales y económicas de los seres humanos y su medio (Bernal, 2010)
(Balbino, 2010).
Factores co-dependientes dentro de la concepción de las organizaciones contemporáneas que
requieren de una perspectiva administrativa para garantizar su equilibrio (Amaru, 2009). Es por
esto que se requiere un análisis profundo con respecto al cómo se abordan estos factores desde la
gerencia y la planeación estratégica.
Dentro de las dinámicas sociales presentes durante el siglo XX quizá una de las
manifestaciones más notables es la creación, crecimiento y consolidación de las organizaciones
empresariales, tanto públicas como privadas (Amaru, 2009).La producción industrial llevaría al
homo sapiens a organizarse socialmente para la explotación y transformación de los ecosistemas
con fines comerciales y económicos principalmente (Fernandez & González, 2014).
Esta nueva organización social daría pie a la necesidad de delegar las funciones de liderazgo y
dirección a la administración, que no es más que los mecanismos necesarios para garantizar la
producción de bienes y servicios en unas condiciones controladas, utilizando “recursos naturales”
y mano de obra, con el fin de generar dinero y crecimiento económico satisfaciendo las
necesidades de los stakeholders (Amaru, 2009). Bienes y servicios que son consumidos por una
población que satisface sus necesidades dentro de unas dinámicas de mercado.
Por lo que se plantea el ejercicio administrativo como un campo del conocimiento sustentado
en la creación de técnicas, herramientas, procedimientos y estructuras definidas desde la
producción de bienes y servicios de las organizaciones principalmente.
Frente a la definición del concepto (Amaru, 2009) menciona:
“La administración es el proceso de tomar decisiones sobre los objetivos y la
utilización de los recursos. Abarca cinco tipos principales de decisiones, llamadas también
procesos o funciones: planeación, organización, liderazgo, dirección y control”.
Si se plantea la creación de las empresas como mecanismo de producción y suministro de los
bienes y servicios necesarios para la supervivencia humana y de las estructuras que la sostienen,
es necesario considerar en perspectiva las implicaciones que ha traído a la humanidad la creación,
consolidación y crecimiento de este tipo de organizaciones, lo cual conduce al análisis de una de
sus estructuras fundamentales.
Epistemología de la administración.
Cabe anotar que la administración es un área del conocimiento perteneciente a las ciencias
sociales, aunque sus principales paradigmas corresponden a las ciencias naturales, ya que se
plantea el mundo de una manera objetiva, basando sus postulados en preceptos propios de las
ciencias exactas (Bernal, 2010).
La naturaleza del objeto de estudio de las ciencias administrativas requiere la revisión de los
supuestos epistemológicos básicos sobre los que se ha construido, para identificar con mayor
claridad los elementos que la distinguen como un campo específico del conocimiento y como una
actividad humana (Hernández, De león, & Valdez, 2013).
La dinámica que plantea la administración es la de trabajar con base a objetivos individuales y
colectivos, lo cual conduce a poseer una visión a futuro con respecto a una situación ideal a
alcanzar, por lo que se debe garantizar que todos los esfuerzos conduzcan a la colectividad social
a alcanzar los objetivos planteados (Amaru, 2009). Por lo que los resultados de la gestión
administrativa son medidos por la generación de recursos y estabilidad financiera,
principalmente. Es decir, la administración trabaja con las ciencias sociales, pero se mide
principalmente a través de las ciencias naturales.
Entonces, las ciencias administrativas se presentan desde una perspectiva dialógica objetiva-
relativa. Esta dualidad del desarrollo de las ciencias administrativas es una categoría cognitiva
básica que la considera por un lado desde la perspectiva positivista: funcional, exacta, medible,
cuantificable y operativa, y por el otro hermenéutica: sistémica y con una orientación suave,
humanista, e interpretativa (Hernández, De león, & Valdez, 2013).
La perspectiva positivista, funcional, cuantitativa, se basa en el modelo epistemológico de las
ciencias naturales, derivada de un paradigma mecanicista que como se ha analizado permiten la
medición constante sustentada en la investigación de variables exactas (Borgucci, 2012).
Por lo que el paradigma que se sustenta en el positivismo de la ciencia administrativa es un
constructo o gran narrativa ideológica dominante (Borgucci, 2012). La metodología de
investigación positivista se refiere los procedimientos que se asocian con la estadística
inferencial, la prueba de hipótesis, el análisis matemático y los eventos experimentales y cuasi
experimentales (Hernández, De león, & Valdez, 2013).
Lo cual dirige a la racionalización de los flujos y procesos de trabajo a través de la
diferenciación de funciones y tareas específicas, siempre buscando el crecimiento cuantitativo
medido en términos del logro de resultados en dinero, influencia, poder, etc.
Mientras que los factores cualitativos, debido a esta característica operativa y racional de la
producción han sido desestimados y relegados por sus mismas características (Castro-Gomez,
2007). Las investigaciones provenientes desde los mismos sistemas de producción han permitido
ver como los factores sociales (como era de esperarse) son determinantes en la producción, ya
que la administración es al tiempo una ciencia tecno-social (Hernández, De león, & Valdez,
2013). Por otro lado, la percepción del mundo que planteó el paradigma del desarrollo sostenible
y la teoría de sistemas han permitido ubicar a las organizaciones dentro de las dinámicas
terrestres, en las que la consecución de insumos y materias primas está permeado por la
disponibilidad y el precio de estos recursos (Borgucci, 2012).
Estas nuevas concepciones han rendido frutos significativos, ya que la incorporación de estas
variables se ha entendido como parte constituyente de los procesos que deben manejarse desde la
dirección de las empresas (Bernal, 2010).
Para lograr esta misión, se requiere además del conocimiento de las prácticas de la
administración y el estudio de las habilidades requeridas para realizarlas; actitudes y valores
apropiados para la toma efectiva de decisiones, las cuales adquieren más importancia que el
mismo conocimiento administrativo (Hernández, De león, & Valdez, 2013).
Como se ha podido establecer la cuestión administrativa posee características bidimensionales
epistemológicamente hablando. Lo cual requiere del trabajo humano para comprender las
características y dinámicas de los medios empresariales, labor que demanda de un líder capaz de
visionar los componentes económicos, productivos y humanos, como elementos cambiantes en
un medio en constante transformación.
El ejercicio administrativo es entonces, la labor que realiza un sujeto humano con unas
características definidas por un sistema social, que busca dinamizar las variables bajo su dominio
para satisfacer ciertos intereses dados por los stakeholders (Diaz & Sanchez, 2012).
Lo que requiere de una visión estratégica consistente en adaptarse al entorno, planificar,
programas, presupuestar con base en los mejores conocimientos disponibles, realizar la gestión
del personal necesario, disponer de técnicas y procedimientos acordes, entre otras (Amaru, 2009).
Para llevar a cabo acciones puntuales que se reflejen en el cumplimiento de los objetivos
propuestos.
Por lo que la visión subyacente en esta propuesta no es el empirismo ni el apriorismo sino, el
realismo, consistente en tomar los medios y metodologías disponibles en pro de garantizar el
mecanismo más apropiados de acción (Amaru, 2009). En todo caso, la empresa al ser un sistema
creado por el hombre inmersa en un entorno social, impone condiciones, restricciones o
limitaciones a los fines programados y presupuestados por la misma, lo cual dinamiza y plantea
una construcción permanente de mecanismos adecuados para la gestión empresarial (Amaru,
2009).
Para esto, en el ciclo productivo de la organización, la empresa desarrolla una visión, una
misión, elabora una serie de objetivos organizacionales, una estructura y diseña un sistema
productivo, tendiente a abordar de manera clara su campo de acción y las metas que persigue
(Borgucci, 2012). Lo cual requiere de habilidades específicas provenientes tanto del
conocimiento científico como del know-how por parte de un líder o administrador (Mintzberg,
2005).
Principalmente la administración como tal se constituye de teorías, modelos, técnicas y
preceptos que funcionan de acuerdo a la necesidad de cada una de las organizaciones en un
periodo de tiempo, ya que cada una es útil en determinadas circunstancias, pero no en otras
(Bernal, 2010). Por lo que es un modelo dinámico en la cual la visión del medio y los objetivos
que se plantean son determinantes para el desarrollo y crecimiento de las organizaciones
(Borgucci, 2012) (Amaru, 2009).
Con respecto a los medios que utiliza la administración como mecanismo social dentro de las
ciencias, existen dos visiones con respecto a sus características fundamentales, por un lado, se ha
asumido a lo largo de los años como una ciencia; pero gracias a su estudio se ha podido
establecer que corresponde a las características de técnica. Por lo que cabe la pregunta: ¿La
administración es ciencia o técnica? La respuesta es que, por principio, los adjetivos de ciencia o
técnica son aplicables al conocimiento administrativo (Hernández, De león, & Valdez, 2013).
Luego, a detenerse en cuenta que ciencia y técnica son formas de conocimiento
complementarias y no excluyentes. A la ciencia se le denomina también "conocimiento básico" y
a la técnica "conocimiento aplicado". Ambos son indispensables en las diversas ramas del saber:
la ciencia carece de sentido si no se aplica; pero la técnica sin respaldo científico resulta limitada
(Hernández, De león, & Valdez, 2013).
Frente a esto, y a manera de integración holística Mintsberg propone el ejercicio
administrativo desde la visión complementaria entre la ciencia el arte y la práctica (Mintzberg,
2005). Para el autor este enfoque debe ampliar la concepción tradicional al incluir variables que
no han sido tenidas en cuenta y con esto hacer que el ejercicio administrativo sea incluyente y
exitoso (Minstzberg, 2010)
Entonces, para el objetivo analizado en esta parte; la carrera como ya ha sido referido se
recurre a la acepción de las organizaciones contemporáneas desde los planteamientos de
(Minstzberg, 2010). Quien considera que la administración posee variables que aunque conocidas
y definidas con exactitud, debe formar líderes o dirigentes con una visión ampliada de la propia
organización y su medio, ya que los tres elementos (ciencia, arte y práctica), deben permanecer
en constante dialogo con el fin de identificar las perspectivas, reaccionar de forma efectiva y
hacer que las estrategias le permitan a la organización adaptarse al medio en el que se encuentra
(Mintzberg, 2005).
Por lo que La epistemología de la administración requiere de una cierta ruptura con respecto a
la posición clásica en las que las relaciones correspondían al estudio sujeto-objeto, ampliando el
axioma a la relación sujeto-objeto-sujeto (Cortéz, 2007). La sola aceptación de este
planteamiento implica un cambio sustantivo en las formas de concebir las fuentes del
conocimiento, aceptando que dichas fuentes no están ni en el sujeto ni en el objeto, sino que
esencialmente en la relación de mutua modificación que ambos experimentan en sus
interacciones recíprocas (Flores, Flores, & Aguilar, 2013).
Con relación a lo expuesto es posible determinar la inclusión de las variables ambientales en el
campo de las ciencias administrativas, hecho que debe permear las estructuras clásicas y
neoclásicas sobre las cuales se ha construido la carrera.
Como resultado de la identificación de la necesidad de una visión íntegra tanto del ejercicio de
la administración como de las ciencias ambientales ha sido posible la creación de nuevos campos
de conocimiento o paradigmas como el de la administración ambiental, ya que esta busca
conciliar la interacción de los fenómenos naturales con las dinámicas propias de la especie
humana, por lo que la intervención de los fenómenos socio-naturales en principio se da desde las
ciencias, pero busca principalmente la comprensión de la complejidad de las relaciones hombre
naturaleza como factor a intervenir (Contreras & Eschenhagen, 2011) (Torres, y otros, 1996).
Recapitulando, las ciencias ambientales poseen unas características provenientes de la
reflexión y la crítica profunda a los paradigmas de la posmodernidad y los sistemas humanos de
producción en los que la naturaleza es tomada de forma positivista. Campo del saber en el que la
administración ambiental de recién aparición en la escena del conocimiento está llamada a liderar
el cambio del paradigma dominante en las cuestiones económicas, administrativas y
principalmente en la forma en la que se relacionan las organizaciones con su entorno natural.
Se puede argumentar entonces que, ha sido gracias a la concepción que han traído la
incorporación de conceptos, axiomas, teorías, argumentos y paradigmas alternativos que ha sido
posible el planteamiento de nuevas teorías y paradigmas en los campos del conocimiento ya
estructurados por el homo sapiens, lo que ayuda a dimensionar las acciones del hombre en su
justa medida dentro de las dinámicas sociales y terrestres. Toda esta inclusión de saberes y
conocimientos permite la armonización de las estructuras socio-culturales con el ecosistema
donde se desarrolla.
Partiendo de que existen estas dos vertientes en el panorama de las ciencias se puede
establecer que la necesidad de considerar una carrera en la que se puedan conciliar múltiples
visiones es indispensable, ya que las organizaciones son las estructuras en las que se concentran
muchos de los procesos de la humanidad y al mismo tiempo son las que más contaminación
generan en la dinámica de extracción, transformación, transporte, consumo y disposición de
bienes.
Por lo que a administración ambiental es definida como:
[…] “un paradigma en desarrollo que parte de una metodología particular, para entender
la problemática ambiental y contribuir a resolverla. Dicha metodología de estudio concibe
la problemática ambiental como una interrelación de factores en un solo objeto de estudio,
que adquiere carácter complejo” (Flores, Flores, & Aguilar, 2013)
(Flores, Flores, & Aguilar, 2013) Aducen que la administración ambiental incluye una
forma de comprensión y de planeación de los recursos naturales, de los ecosistemas, de la
biodiversidad, de los recursos humanos, financieros y materiales con un sentido crítico y
con una tecnología aplicada a la recuperación, la limpieza, la purificación y el
mejoramiento del medio ambiente.
La administración ambiental propone ser una forma de organizar los recursos con los
que cuenta una empresa donde se procuraría mejorar la calidad ambiental, responsabilizarse
de la administración de los riesgos (costo-beneficio) desarrollar nuevos bienes-productos
derivados de las tecnologías y de los servicios ambientales limpios (Cortéz, 2007).
Otra definición (trascendente por su importancia y alcance), que es preciso mencionar es que
la International Standard Organization define la administración ambiental como "todas las
actividades administrativas de una organización, que desarrollan y ejecutan manteniendo una
política y objetivos ambientales" en: (Flores, Flores, & Aguilar, 2013). Y agrega que la
administración ambiental incluye: Toda parte de un sistema de administración que comprende la
estructura organizacional, actividades, responsabilidades, prácticas, procedimientos, procesos y
recursos para el desarrollo, implantación, logro, revisión y mantenimiento de la política
ambiental.
Como se puede apreciar, estas concepciones se complementan e integran elementos
económicos, políticos, administrativos y operativos en torno al sistema de la administración
ambiental. Cualquiera que sea la definición que se adopte, debe tener en cuenta que la
administración ambiental exigirá nuevas técnicas administrativas partiendo de una cultura
ambiental, una filosofía sustentable y una concepción del ser humano como ente creativo con
capacidad de innovación permanente en favor de sí mismo y del medio ambiente (Borgucci,
2012).
En sentido general, se puede afirmar que la administración ambiental es un concepto que
propone planear, organizar, dirigir y evaluar las actividades económicas y productivas de los
seres humanos de acuerdo con un enfoque sistémico que permita mantener y mejorar la calidad
del medio ambiente, preservar los recursos naturales e impulsar un desarrollo sustentable de las
sociedades (Flores, Flores, & Aguilar, 2013).
Su carácter es integrador, interdisciplinario, porque rescata los conocimientos de ciencias tales
como la administración, la sociología, la ecología, la biología, las ciencias químicas, las
matemáticas, las ciencias de la tierra, las ciencias de la atmósfera, el derecho, la contabilidad y la
economía, entre otras, para ponerlas a disposición dela recuperación, limpieza y mejoramiento
ambiental y de una búsqueda de equilibrio y armonía del ser humano con la naturaleza y sus
ecosistemas (Torres, y otros, 1996).
Para el caso la administración ambiental tiene un objeto de estudio que va más allá de una
estructura plana, lógica, correcta, deducible, exacta y claramente identificada, que debe superar
las denominaciones de ciencia que ha traído la modernidad y plantea que sus mecanismos son
conciliar y buscar entre los límites para establecer una epistemología concreta, para los fines que
plantea esta investigación la epistemología de la Administración Ambiental antes que nada debe
plantearse la necesidad de poder recorrer nuevos caminos de construcción que dejen de lado el
factor instrumental de la naturaleza (Flores, Flores, & Aguilar, 2013).
Entonces la administración ambiental no solo integra las ciencias administrativas y el
paradigma ambiental, sino que a su vez está llamada a liderar un cambio en la visión histórica de
las organizaciones, por lo que al integrar los postulados de una y otra disciplina o área de estudio,
se asiste a la conformación de organizaciones que si bien utilizan los postulados clásicos y
neoclásicos de la administración tienen muy en claro que las estructuras sobre las cuales se
establecen las relaciones de explotación, producción y consumo deben acomodarse a los ciclos
naturales y a las dinámicas sociales de producción y de generación de pasivos (Cortéz, 2007).
Los cuales no se tienen en cuenta dentro de las organizaciones al no tener una representación
monetaria, para el caso se puede mencionar la gestión del conocimiento, la cual no posee una
cuantificación, pero si es determinante dentro de la gestión administrativa y se cuenta como un
activo dentro de la compañía, pero no posee un valor de cambio, lo mismo ocurre con el good
will que pueda poseer una marca.
Por lo que la relación administración-ambiente no sólo nace como respuesta para alivianar la
crisis de toda índole que enfrenta la humanidad hoy por hoy, sino que plantea mecanismos
dinámicos que deben hacerse visibles en los impactos que tiene la producción y el consumo de
bienes y servicios en la naturaleza y las comunidades (Garcíacastillo, 1997).
Para hacer visibles las acciones que se plantean, la disciplina emergente posee la visión
compleja y sistémica del ambiente, la cual le permite dimensionar lo efectos ambientales y
económicos dela extracción de materias primas y los insumos para su producción, por lo que una
visión ampliada de las dinámicas de explotación y producción permiten, no solo garantizar de
manera adecuada su gestión respetando los ciclos naturales, sino que optimiza, reutiliza y busca
sistemas alternativos para que la producción se mantenga en el tiempo (Torres, y otros, 1996).
Buscando constantemente el equilibrio entre la disponibilidad de elementos, la administración
de las variables económicas y sociales, los objetivos planteados por la organización, la
investigación, la inversión en tecnología y las necesidades de los stakeholders (Amaru, 2009).
De acuerdo con este argumento también es posible encontrar formas alternativas de proveer
insumos al tiempo que se optimizan y ahorran recursos, se invierte en tecnología para el
desarrollo de las industrias y se cumple con los objetivos de crecimiento planteados por la
organización (Hernández, De león, & Valdez, 2013).
Por lo tanto, la administración ambiental está llamada a liderar un cambio de la mano de las
ciencias ambientales, en el que su principal objetivo es garantizar sistemas de explotación y de
producción de forma sostenible para la obtención de ganancias y generar un beneficio para la
sociedad. Ya que las empresas poseen todas las características para agravar la situación ambiental
o para transformarla (Borgucci, 2012) (Flores, Flores, & Aguilar, 2013).
Dentro de los fines que plantea esta tesis, cabe argumentar que los procesos administrativos
requieren de un cambio en la visión que se tiene de los fenómenos naturales y de las formas en
las que se explotan y aprovechan los llamados “recursos naturales”, comprender las tasas de
renovación de los insumos, procesos y ciclos, necesarios para incorporar los componentes que
transforma a la naturaleza de forma equilibrada, proveen una visión estructural para
administrarlos de acuerdo a su disponibilidad, contemplando también los costos necesarios para
retornarlos a los ciclos naturales sin contaminar ni afectar las dinámicas terrestres.
Bajo este principio la administración ambiental debe investigar y proveer soluciones
organizativas dentro de las dinámicas empresariales a nivel local, con el fin de buscar soluciones
a los problemas que la industrialización ha traído a los ecosistemas locales, regionales y
nacionales antes de pretender generar utilidades sin fin, debe generar soluciones a los problemas
que ya han sido identificados como urgentes.
Por otro lado, y no menos importante, se debe trabajar en la sensibilidad ambiental de los
directivos de las empresas, quienes como ya se ha visto direccionan y dinamizan los procesos y
acciones de las organizaciones. Por lo que, dentro de toda la dinámica propuesta, los saberes y la
cosmovisión de los pueblos nativos pueden realizar aportes significativos a la carrera (Amaru,
2009).
Puntualmente para la administración ambiental de la UDFJC existen áreas temáticas de
pensamiento ecológico y, de incorporación de saberes, por lo que es posible identificar que la
carrera desde un principio ha planteado la incorporación de conocimientos alternativos en sus
bases epistemológicas ya que asume como paradigmas constitutivos la participación comunitaria,
los sistemas organizativos, la educación ambiental, la teología y medio ambiente, el dialogo de
saberes, la prospectiva estratégica, el lenguaje y medio ambiente y los saberes tradicionales (Diaz
& Sanchez, 2012).
Partiendo de este análisis se ha establecido que para la carrera las tendencias y necesidades del
área ambiental constituyen no sólo su razón de ser frente al reto contemporáneo de alcanzar la
sostenibilidad ambiental, sino también, una oportunidad de mercado que atienda a estas
necesidades. Por lo que está llamada a incorporar los riesgos de encontrarse en un entorno
sistémico, en constante transformación.
Principales diferencias entre la administración ambiental y otras ciencias ambientales.
Las diferentes ciencias ambientales deben atender unas necesidades tanto de gestión ambiental
como de la sociedad, ya que la forma en la que se abordan los fenómenos naturales difiere de la
formación que tiene cada uno de los profesionales, en algunos casos las ciencias ambientales
impartidas desde las universidades y facultades corresponden a visiones diferentes frente a la
solución de los problemas ambientales.
La administración ambiental como ya se ha podido esclarecer es muy diferente de otro tipo de
ciencias ambientales como la ingeniería ambiental con la que se confunde muchas veces, por
ejemplo. Ya que la carrera posee una visión ampliada frente al papel que juegan las
organizaciones y sus dirigentes en la construcción del paradigma de la sostenibilidad, el papel de
las comunidades en la producción de bienes y servicios, la inclusión de variables y corrientes de
pensamiento ambientales en los procesos de producción, los mercados y la inclusión de variables
ambientales en la contabilidad de las empresas, la responsabilidad social y ambiental empresarial,
entre otras (Diaz & Sanchez, 2012). De esta forma se constituye una carrera en la que se concibe
al ambiente como la interrelación entre las organizaciones la sociedad y la economía con la visión
de influir positivamente en las variables de explotación, producción y consumo, las cuales tienen
mucho peso cuando se habla de alcanzar el desarrollo sostenible.
Desde la concepción de la administración ambiental la solución de los problemas ambientales
contemporáneos se sucede de tres maneras:
La primera: a través de la ética ya que los procesos de producción de las empresas va en
contra de los procesos naturales y siempre se busca reducir los precios para ser competitivos,
pero la teoría clásica de la administración no contempla ni las variables sociales ni naturales por
lo que la reducción de precios trae consigo impactos ambientales negativos que las empresas no
están dispuestas a asumir (Garcíacastillo, 1997). Es por esto que la formación ética debe permitir
al profesional mantener una visión clara frente a la necesidad de incluir variables ambientales en
los procesos, al mismo tiempo su conocimiento científico le debe permitir proponer al empresario
alternativas sostenibles natural y socialmente para bajar el precio de producción (Borgucci, 2012)
(Torres, y otros, 1996).
La segunda: la aplicación de las ciencias y la tecnología en la búsqueda de soluciones a corto
plazo que permitan realizar procesos organizacionales con la mira siempre en garantizar la
producción, pero generando el menor impacto en la naturaleza, es decir, producción de recursos
económicos con el menor impacto de los ecosistemas.
La tercera: los mecanismos económicos que pueden representar una manera efectiva de
introducir cambios relevantes en los comportamientos de compra de las personas frente a
productos obtenidos de manera sostenible. A través de la inclusión de externalidades ambientales
en el costo de los productos, así como también de la incorporación de productos certificados y
obtenidos de manera sostenible y, a través de la taxacion de productos altamente contaminantes,
principalmente (Cortéz, 2007).
Entonces, el conocimiento en estos profesionales en resumen debe:
∞ Tener una visión clara de lo que persigue y como alcanzarlo
∞ Saber cómo conciliar la ciencia el arte y la práctica
∞ Tener una mirada integra de los factores organizacionales y de la forma en la que se
obtienen los insumos para la transformación
∞ Velar por la conservación y promoción de los conocimientos tradicionales ligándolos a
sus prácticas organizacionales
∞ Utilizar la visión compleja, la visión administrativa de Mintzberg y la dirección
estratégica para determinar los mecanismos y puentes más efectivos para alcanzar el
equilibrio organizacional y ambiental
A manera de resumen se muestran los principales hallazgos como resultado de la revisión de
las bases epistemológicas de la administración ambiental de la UDFJC:
Figura 4: Inclusión de los saberes indígenas en la administración ambiental como cambio de paradigma
Fuente: El autor
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Vision reducida del medio ambiente
Escuela neoclásica
Diferencia entre lo que se busca y los mecanismos para alcanzarlo
Si se requiere lo alternativo pero no se incorpora
Visión utilitarista
Paradigma en construcción
Se enseñan ciencias ambientales sin contexto y sin humanos
En el siguiente cuadro se presentan las cuestiones fundamentales de la administración
ambiental relacionadas con el contexto y argumentos planteados.
Preguntas Descripción
¿De qué manera plantea
la administración ambiental
la integración de los saberes
tradicionales de las
comunidades indígenas en su
epistemología?
Estudiar los ejes filosóficos, competencias, estructuras y
objetivos que tiene la administración y lo ambiental como
ámbito de estudio permiten proponer categorías que facilitan la
inclusión de los saberes tradicionales en la formación de
estudiantes y profesionales
¿Cuáles son las
diferencias fundamentales
entre la administración
ambiental y otras ciencias
La carrera busca desde la ética, la ciencia y la tecnología, y
la economía la solución estratégica de los problemas socio-
naturales armonizando la relación entre el consumo, la sociedad
y la sostenibilidad. Comparada con otras ciencias ambientales,
Tabla 5. Cuestiones fundamentales de la administración ambiental
Figura 5: Análisis epistemológico de la administración ambiental
Fuente: El autor
ambientales frente a la
resolución de los problemas
socio-naturales
contemporáneos?
la carrera permite realizar esta transformación satisfaciendo las
necesidades legítimas de los stakeholders.
Para el caso, la reflexión de los mecanismos utilizados por la
administración y las finanzas garantiza la generación exitosa de
las estrategias planteadas con criterios éticos y bioéticos
¿Cómo plantea la
administración ambiental
desde su quehacer, la
solución de los problemas
socio-ambientales
contemporáneos?
La carrera define como marco de acción resolver los
problemas socio naturales contemporáneos a través de
relaciones de doble vía entre la administración y el ambiente,
entendiendo que esa relación debe ser horizontal desde un
paradigma científico y para científico, enriquecido desde las
herramientas de gestión, la ética y la inclusión de los saberes
tradicionales.
Capítulo 2: análisis del pensamiento y cosmovisión indígena desde la perspectiva
paracientífica
Dentro de los objetivos que se ha trazado este estudio se considera pertinente poner los
conocimientos de todas las comunidades y pueblos en el mismo nivel de importancia, en el que
todos sean considerados y valorados sin importar su procedencia o validez. Para esto es necesario
equilibrar la balanza a favor de las comunidades indígenas ya que sus conocimientos, saberes y
tradiciones han sido relegados al ostracismo reiteradamente por más de 500 años.
En este capítulo se analizarán las formas en las que este proceso colonial configuró dos tipos
de sociedades; por un lado, una sociedad occidentalizada, propiedad del imperio español, y por el
otro, una sociedad sobreviviente a los procesos de exterminio que trajo consigo la implantación
inicial de modelos de explotación de recursos naturales y la expansión del capitalismo temprano.
Posteriormente, se propone analizar los saberes y cosmovisiones indígenas a través de
categorías que han sido establecidas para brindar un marco metodológico debido a la complejidad
que plantea el objeto de estudio. Por lo tanto, a través de estas se intenta clarificar y organizar las
características primordiales de las visiones que poseen las comunidades indígenas en Colombia y
como éstas estructuran su relación con la naturaleza y el universo.
Fuente: El autor
Para comenzar es muy importante aclarar que lo que se considera Colombia como estado-
nación albergaba antes de la conquista sociedades muy avanzadas en lo técnico, social, cultural,
político y espiritual (Fonseca Truque, 1981).Diversos estudios han demostrado que los
conocimientos de las sociedades pre coloniales sobrepasan en algunos casos los conocimientos
científicos modernos (Fonseca Truque, 1981) (Dussel E. , 1994) (Muñoz, 2014). Hechos que han
permitido ver las sociedades precolombinas no como un pueblo incivilizado, sino como una
sociedad de complejos y estructurados conocimientos y prácticas que les permitieron vivir en
armonía con la naturaleza y los otros pueblos durante cientos de años (Mejía Botero, 2015) (Gear
& O'neal, 2008).
Cuenta la historia oficial que en el año de 1942 los navíos europeos llegaron al nuevo
continente por equivocación, ya que se embarcaron hacia la India buscando otros canales
comerciales (Fernández F. , 2010) (Hate Kulchavita, 2012). Este acercamiento entre estos dos
tipos de sociedades tan diferentes social y culturalmente, ha sido conocido como colonización.
Estos procesos promovidos por el auge de recursos considerados como valiosos, sumados a las
dinámicas violentas e invasivas de la época de obtener recursos y mano de obra (esclavos) para
su beneficio. Configuró la exploración inicial de los recién llegados, motivados por pueblos que
los veían como enviados de los dioses y leyendas de ciudades de oro (Casas, 2011). Modelo de
explotación que sigue imperando hasta el tiempo de hoy, en los que la sociedad occidental
configura la explotación incesante de la naturaleza bajo el dominio científico, político y
tecnológico (Fernandez & González, 2014).
Con la llegada de los europeos los procesos de colonización buscaron en muchos casos la
extinción de un gran número de etnias y pueblos, entre ellos los Mhuysqas (Casas, 2011) (Rojas,
1977). Otras comunidades que pudieron resistir se refugiaron en territorios alejados de los centros
de poder instaurados con el ánimo de conservar su vida y su cultura, o, simplemente nunca fueron
contactados en ese periodo histórico (Rozo Gauta, 1988).
Estas nuevas sociedades establecidas dentro del sistema organizacional de los europeos fue
instruida y adoctrinada para adoptar los conocimientos y las prácticas de lo que la sociedad
occidental considero noble, cristiano y verdadero, lo que condujo a una mezcla entre saberes
tradicionales y occidentales en el quehacer de los pueblos que se mantenían bajo el régimen de
los españoles (Angel Maya, 1995).
Producto de esa sociedad que no ha terminado de reconocerse como mestiza, ha surgido la
versión de la historia del país que se cuenta en las escuelas y que se reproduce socialmente,
historia que ha desconocido los procesos culturales de las minorías en Colombia durante todos
estos años (Fonseka Truke, 1988).
Por lo que se puede establecer que para la historia oficial del país estos sujetos no se
reconocen como actores sociales de lo que se conoce como Colombia, desconocimiento que ha
llevado a que dentro de los procesos educativos no se consideren los adelantos sociales, culturales
y tecnológicos, logrados durante miles de años por las comunidades que aún hoy pueblan el
territorio nacional. Este proceso de asiduo desconocimiento y negación ha hecho que en el
inconsciente de los colombianos el indígena, el otro, el diferente haya quedado relegado a lo
salvaje, a lo precario, a la barbarie.
Continuando con el argumento, se puede establecer que la sociedad autor reconocida como
colombiana recién comienza a valorar su mestizaje como factor de riqueza y de orgullo y no de
vergüenza y atraso como fue tomado hasta hace algunos años (Hate Kulchavita, 2012).
Las dinámicas que ha planteado tanto el ejercicio de la filosofía andina como la epistemología
ambiental hablan del resurgimiento de los saberes ancestrales como fuente de conocimiento y
oportunidad para establecer un desarrollo no sólo sustentable sino armónico con la tierra, para
esto, es necesario reconocer y respetar la diversidad social y cultural de los pueblos del mundo,
para comenzar a estudiarlos y apropiarlos dentro de procesos académicos que conduzcan a la
sostenibilidad social y natural.
Proceso asumido desde las universidades del continente, como aporte al proceso de
vanguardia latinoamericana que debe conducir a alcanzar el desarrollo de las naciones de forma
íntegra, e igualitaria, no sólo como modelo de pensamiento sino como práctica dentro de la actual
crisis ambiental.
Mientras que desde la visión occidental se percibe la naturaleza como objeto externo al
individuo y susceptible de ser conocida, medida, cuantificada y pesada. Donde las ciencias
naturales se enseñan sin hombres y las ciencias sociales sin naturaleza, donde es absoluta la
lógica de la razón y la palabra escrita constituye la forma de dar valides a los postulados que ella
misma genera, caracterizada por el positivismo científico en el que se representa la realidad a
través de los conceptos (compilado por Sánchez & Molina, 2010).
Los indígenas colombianos tienen objetivos distintos a los que persigue la sociedad occidental
(que dicho sea de paso es la mayoría), conciben al mundo de otra manera, tienen otra lógica, otras
representaciones y otra cosmovisión; por lo que no les resulta fácil hacerse comprender o
participar mediante los mecanismos que plantea el estado para incorporarlos como ciudadanos
(Ministerio de cultura, Nación desde las raíces, 2010).
Para los indígenas, la realidad es simbólica y está allí presente. El símbolo es la representación
de la realidad (Ministerio de cultura, Nación desde las raíces, 2010). No es solamente una
representación conceptual sino una presencia vivencial en forma simbólica (Bermúdez, Mayorga,
Quigua, Jacanamijoy, & Fajardo, 2005).
Los indígenas construyen su mundo a través del entendimiento tanto de patrones culturales
como materiales, expuestos a través de símbolos o presentes en la naturaleza. Por ejemplo los
kipus, molas1, petroglifos y en general las manifestaciones artísticas de los indígenas están llenas
de significado y comunican hechos o visiones con respecto a la naturaleza y sus comunidades
(Kuramochi, 1994).
1En la enorme variedad de molas, los sabedores gunadules distinguen ante todo dos grandes conjuntos de diseños:
las molas naga, que son molas de protección compuestas por diseños que abstraen y dan forma geométrica a
elementos de la naturaleza, y las molas goaniggadi, de diseños figurativos que muestran actividades de la vida
cotidiana.
Los diseños de las molas de protección son una forma de escritura que enseña el modo correcto de vivir. En la
cosmovisión gunadule, las molas de protección son trece diseños o escrituras organizadas como un gran escudo. En
el centro está YalaBurba Mola, la mola nuclear, que orienta el comportamiento gunadule. A su alrededor, las molas
Nibar, Naggurus, Nusnan y Esnas protegen coordinadamente los sitios sagrados de la Madre Tierra. Los trece
diseños representan elementos de la naturaleza, tal y como los vio la neleNagegiryai: minerales, bejucos, animales y
palmas (Banco de la república, s.f.).
Figura 6: Muestra de lenguaje simbólico presente en las molas hechas por indígenas de la comunidad Guna en la región limítrofe colombo-panameña Fuente:http://www.banrepcultural.org/museo-del-oro/exposiciones-temporales/molas)
El indígena construye el mundo simbólicamente por medio del ritual y la celebración, lo
conoce a través de su vida misma por medio de la experimentación. Lo que se manifiesta en todas
sus actividades, principalmente a través de los ritos que realiza, estos se caracterizan por
agradecer a la madre tierra por todo lo que les brinda (Bermúdez, Mayorga, Quigua, Jacanamijoy,
& Fajardo, 2005) (Manzanilla & Lopez, 2001).
Para los indígenas son los sentidos los que cuentan la realidad, su conocimiento proviene de la
experiencia del mundo más que de explicárselo, escucha la tierra, los árboles, el río, siente la
realidad que vive (Bermúdez, Mayorga, Quigua, Jacanamijoy, & Fajardo, 2005). El indígena se
orienta más por los sonidos, y los ruidos de los animales y sus voces, siente más la realidad de lo
que la piensa. La razón es más un complemento o ayuda del conocimiento adquirido por los
sentidos, sentimientos, emociones, intuiciones y presentimientos. Ella le ayuda a confirmar y
aprobar la realidad que en definitiva es captada de forma vivencial y simbólica (Bermúdez,
Mayorga, Quigua, Jacanamijoy, & Fajardo, 2005).
Procesos históricos del continente y su relación con la situación ambiental actual.
Dentro de lo que se conoce como historia del hombre, no ha sido posible establecer el
surgimiento o llegada de la especie al continente americano, se han formulado varias hipótesis al
respecto, pero son solo teorías que encajan hechos históricos y características morfológicas desde
la visión científica, de igual manera cada uno de los pueblos del continente posee una explicación
propia acerca del origen del hombre en el mundo (Castro-Gomez, 2007) (Raichel-Dolmatoff,
1998). Es por esto que se parte del principio de que todas las versiones son verdaderas no sólo
como una explicación a un tema sin resolver, sino como análisis de los hechos fundamentales que
dan cuenta de procesos de armonía entre los pueblos y la naturaleza.
Es importante mencionar que los estudios que se han adelantado recientemente sobre las
condiciones sociales, culturales, políticas, económicas y ambientales de los pueblos pre
colombinos han permitido ver una serie de prácticas y costumbres ricas y complejas, que las
muestran como sociedades muy adelantadas en sus prácticas, proceso que se detuvo
dramáticamente con la llegada de los pueblos europeos (Rojas de Perdomo, 1977) (Fonseka
Truke, 1988) (Fonseca Truque, 1981).
Para los fines que persigue este documento no es necesario profundizar en este aspecto sino
mencionar que todos los pueblos indígenas aunque tuvieron y tengan características comunes,
tienen una historia de origen diferente, historia que para ellos es tan importante como la vida
misma, ya que la es fuente de sus conocimientos y tradiciones, por lo que no se puede hablar de
una historia oficial o reconocida del continente, sino como la conjunción de múltiples visiones
que complementan la visión mestizoamericana de la vida.
Para el caso de Colombia estas visiones varían entre territorios, comunidades, etnias y grupos,
por lo que es posible encontrar muchas versiones (todas verdaderas) acerca de la creación y el
origen de los pueblos, situación que conlleva a aproximarse de manera abierta para comprender el
cómo estas versiones muestran la diversidad cultural de las comunidades, una de las razones por
las cuales deben ser respetadas.
En este aspecto cabe reflexionar, ya que al considerar como válida una sola forma de
aproximación a la historia se continúa con el legado colonial de negar los diferentes saberes para
justificar la imposición de una verdad a medias. Es por esto que el ejercicio propuesto requiere la
aproximación a los saberes indígenas con una mirada abierta dispuesta a aprender, más que a
juzgar sus formas de conocimiento.
En Colombia puntualmente, ha habido registros paleontológicos y antropológicos que señalan
la antigüedad y adelantos tecnológicos de los pueblos indígenas (Fonseka Truke, 1988)
(Escribano, 2005). Estas investigaciones han permitido ver las manifestaciones de los pueblos
amerindios en su justa medida, ya que en algunos casos realizaron trabajos de pintura y orfebrería
que no son posibles realizar con la tecnología disponible actualmente (Cátedra de la memoria
mhuysqa, 2013) (S, 2016) (Alvarado, y otros, 2004) (Fonseka Truke, 1988). Aunque se haya
considerado a las comunidades como bárbaras e incivilizadas antes de la conquista los hechos
recientes señalan todo lo contrario, por lo que esta es una de las primeras impresiones que deben
ser desterradas de la educación colombiana, no es posible continuar negando las raíces y
adelantos de las culturas originarias.
Muchos de estos hallazgos permiten visualizar las profundas relaciones logradas entre los
seres humanos de esta parte del continente con los ecosistemas en los que se desarrollan y
desarrollaron, estas manifestaciones dejan ver la integración existente entre el mundo de los
hombres, de los espíritus y de los seres superiores, lo que permite comprender su lugar en el
cosmos y la trascendencia de sus relaciones el juntar estos planos para el desarrollo de sus
actividades cotidianas (Escribano, 2005).
Muchos de los conocimientos impartidos en los centros educativos con relación a los saberes y
condiciones de vida de los indígenas precolombinos son mentiras, producto de la negación, como
forma de menoscabar los magníficos procesos de estas sociedades (Fonseca Truque, 1981).
Gran parte del conocimiento logrado por esos grupos humanos fue transmitido a otros grupos
cercanos geográfica y temporalmente, lo que condujo a la conservación de los elementos más
importantes de su cultura (Hate Kulchavita, 2012) (Falchetti, 2005).
Por lo que se puede hablar de que muchos de los conocimientos que poseen las comunidades
son hoy por hoy una ventana a las formas de subsistencia históricas desarrolladas muchos años
atrás dentro de las dinámicas de los ecosistemas tropicales. Formas de vivir en armonía con la
tierra, prueba del desarrollo sostenible, eco desarrollo o armonía entre el hombre y la naturaleza,
fuente de riqueza que la academia debe explorar e integrar a sus prácticas y saberes, ponerse a la
cabeza de la vanguardia latinoamericana e incluir estas visiones en sus currículos para aprender a
ser.
Colombia como escenario de la colonización durante la primera etapa de la modernidad, su
relación con la naturaleza y el despertar de la madre tierra.
Los procesos históricos derivados de la colonización condujeron a que la nueva sociedad
española declarara como propios los territorios en los que vivían las comunidades indígenas,
proceso de apropiación que no es entendido por los indígenas ya que para los mismos nadie es
dueño de la tierra sino todo lo contrario (Bermúdez, Mayorga, Quigua, Jacanamijoy, & Fajardo,
2005).
Proceso de apropiación y repartición que condujo entre otras al desplazamiento y adopción de
un modelo esclavista de extracción de recursos naturales y con esta a la puesta en marcha del
modelo occidental de producción, a través del sistema político, educativo, institucional y
religioso ausente hasta esos momentos en los individuos que poblaban el país (Fonseca Truque,
1981) (Melo, 1995).
Este hecho muestra como los procesos de colonización implantaron en el país no solo un
sistema extractivista que sirvió para el avance del capitalismo a nivel mundial, sino que además,
implantó un sistema en el que la base de producción se sustentó en los indígenas y la extracción
de los recursos valiosos de sus territorios, por lo que sumado a la institucionalidad propia, las
tecnologías de la guerra, los canales que abrieron para el transporte, la mano de obra esclava y el
valor nulo de la explotación condujeron a la consolidación del sistema utilitarista desde esas
épocas (Dussel E. , 1994) (Fernandez & González, 2014).
Posterior al proceso de implantación, se sobrevino la adaptación forzada de las costumbres
occidentales a la cultura de los indígenas. Es de recordar que tras la masacre inicial, los europeos
continuaron con el exterminio de los nativos que se negaban a creer en el Catolicismo y demás
hábitos de los europeos, los sobrevivientes se adaptaron al sistema de producción como
trabajadores (sirvientes) en las ciudades y minas, y campesinos en los campos, proceso de
condujo a camuflar los saberes tradicionales en los rituales, ceremonias y festejos, reflejo de la
mezcla entre la tradición indígena y las impuestas costumbres occidentales (Rozo Gauta, 1988)
(Muñoz, 2014) (Rodriguez Freyle, 1859).
Este hecho condujo a que las comunidades ajenas al sistema social imperante se relegaran a
ese modelo y quedaran aisladas durante muchos años en los lugares apartados de Colombia,
sobrevivientes de ese proceso se encuentran las comunidades que no tuvieron contacto con la
sociedad colombiana en construcción (Emenequene A. C., 2015) (Falchetti, 2005). Por lo que se
puede apreciar que desde ese primer momento los pobladores originarios son negados como
sujetos sociales, lo que conduce a relegar y olvidar los conocimientos indígenas en la
construcción de país (Rozo Gauta, 1988) (Ministerio de cultura, 2010).
Estos procesos que no aceptaron las nuevas dinámicas en pro de garantizar su cultura han
sobrevivido manteniendo una forma de producción y de relación con la naturaleza y la sociedad
de forma diferentes, formas que pasados los años han demostrado respetar las dinámicas propias
del planeta, entonces, cabe pensarse en cómo todo lo que ha construido la sociedad
occidentalizada ha probado ir en contra de las dinámicas naturales de la tierra, durante todo este
periodo histórico como ha sido ampliamente demostrado (Angel Maya, 2003) (Besson, 2009)
(Boff, 2002) (Fernandez & González, 2014).
Es por esto, que hoy por hoy los indígenas no comprenden como la sociedad occidental no
respeta no sólo sus comunidades, sus tradiciones y sus conceptos, sino que tampoco respeta los
ciclos y dinámicas naturales de los ecosistemas, no entiende porqué los procesos occidentales
continúan a pesar de los hechos poniendo en riesgo la supervivencia de la vida en la tierra (Hate
Kulchavita, 2012) (Ereira, 2012).
Se puede argumentar que los problemas que caracterizan la actual crisis socio-ambiental en la
región latinoamericana tienen su origen desde la llegada de los europeos (Vega, 2014). Durante la
conquista y la colonia, los europeos impulsaron estrategias de apropiación de riquezas mineras,
agricultura extractiva, expoliación ecológica, desecación de humedales, construcción de canales,
caza intensiva, tala de bosques, mano de obra esclava, ganadería extensiva, introducción de
especies productivas y domesticación de las salvajes, entre otras (Fonseca Truque, 1981)
(Alvarado, y otros, 2004) (Angel Maya, 1995) (Melo, 1995) (Rozo Gauta, 1988).
El problema indígena de nuestro país es necesario verlo en relación con la expansión del
capitalismo en el campo, ligado al papel cada día más activo del Estado y de su presencia
tanto desde el punto de vista económico y político como cultural. Las clases dominantes
dentro de este sistema, así como su Estado, ejercen una dominación política y económica
que crea las condiciones de apertura y adecuación de las comunidades indígenas a la
economía capitalista en expansión. En este contexto se dan las luchas de resistencia
indígena por la defensa y conservación de la tierra, por su cultura y organización
(Ministerio de cultura, Nación desde las raíces, 2010).
Esto, porque en el inicio de la conquista y colonia en América Latina, los europeos
consideraron según sus tradiciones culturales y sus procesos históricos a la naturaleza como
incontrolable, peligrosa y como objeto a dominar por éstos, ya que bajo su visión ellos debían
sufrir los ritmos de las lluvias, las sequías, la infertilidad del suelo, el faltante de agua o las plagas
de los cultivos (Melo, 1995) (Casas, 2011) (Vega, 2014). Esta visión derivó en la consideración
de que los espacios sin colonizar eran, a su vez, sitios salvajes y potencialmente peligrosos
(Vega, 2014).
Por lo que no es equivocado pensar que la sociedad colombiana continúa con el legado
colonial transmitido a través de la lógica occidental ahora con diferentes nombres, pero con las
mismas ideas de fondo; política minero-energética, construcción de acueductos, ayuda
humanitaria, progreso, saneamiento básico, mercados artesanales, desarrollo sostenible.
Para muchos académicos, artistas, corrientes y movimientos del continente la cuestión
fundamental latinoamericana radica en: la colonización, la negación y el adoctrinamiento (Angel
Maya, 2003). En otras palabras, la imposición de unas creencias y unas prácticas que fuera del
contexto de las comunidades originarias, continúa exterminando formas ancestrales de
conocimiento (Restrepo & López, 2002)
Es importante establecer como durante este periodo histórico los conocimientos tradicionales
fueron relegados dentro una dinámica cultural de exterminio y fueron establecidos modos
occidentales de intervenir la naturaleza y sobre todo de relacionarse con ella, por lo que
prevaleció la visión de una naturaleza como enemiga del hombre y fuente inagotable de recursos
para la construcción de una infraestructura hasta el momento desconocida en el continente
(Ministerio de cultura, Nación desde las raíces, 2010).
De ésta escisión surge en primera medida la visión actual con la que se interviene la naturaleza
para su aprovechamiento industrial, comercial y económico. En segunda instancia la visión
científica construida por la ecología que ha servido como plataforma para avanzar hacia un
proceso de entendimiento sistémico de la naturaleza, lo cual configuró además de nuevas áreas de
conocimiento y escuelas de pensamiento, el rescate de los saberes indígenas como fuente de
conocimiento frente a lo natural (Boff, 2007).
Principalmente se puede hablar de la teoría Gaia como concepto construido desde las ciencias
sobre el cual se han definido como forma de aproximación íntegra a la naturaleza, proceso que
condujo a conocer a fondo las dinámicas propias de la tierra como organismo vivo, lo cual ha
llevado a comprender la dimensión real de las acciones del hombre desarrollados principalmente
desde la industrialización (Eckart, 2008).
Este conocimiento ha servido para volver la mirada a las sociedades ancestrales, las cuales
además de sobrevivir a los procesos de exterminio y de negación que ya han sido explicadas,
poseen técnicas, saberes y tecnologías que respetan las dinámicas naturales de sus territorios
(Erazo, Moreno, & González, 2014).
Esta cosmovisión que es tradicional, antigua, casi mitológica, presente en todas las culturas
originales, se compagina con la punta más avanzada de la ciencia que entiende la Tierra no como
está en los libros de biología; como una composición de elementos bióticos y abióticos, lo que a
la luz de la ecología y los conocimientos indígenas es una visión pobre de la Tierra (Alvarado, y
otros, 2004).
En los últimos 30 o 40 años la visión científica de la tierra se ha visto influenciada por la
perspectiva de que la Tierra es un organismo vivo, que produce vida (Boff, 2007). (Lovelock,
1985) Descubrió que, comparando los elementos físico-químicos de la Tierra con los planetas
más cercanos como Venus y Marte, éste tiene una autorregulación, un sistema de integración de
todos sus elementos que sólo un ser vivo puede tener. Por ejemplo, desde hace millones y
millones de años, independientemente de los procesos que ha atravesado la Tierra siempre ha
conservado el 20.9 % de oxígeno, 78.08% nitrógeno y la salinización de los océanos, que regula
todos los climas de la Tierra, la humedad y las lluvias, es del 3.4% (Boff, 2007) (Lovelock,
1985).
Aquí tenemos que incorporar la visión más moderna de la Tierra. Es la visión que se
compagina con la más antigua de nuestros pueblos originarios, de los indígenas, que
consideraron siempre la Tierra como la magma mater, la gran madre, la Pacha Mama, la
Tierra como un súper-organismo vivo de los seres humanos, hijos e hijas de la Tierra.
(Boff, 2007)
Ha sido establecida entonces como valedera la teoría de la Tierra como organismo vivo
autorregulado. Con lo cual la visión frente a las intervenciones del hombre en su ecosistema ha
cambiado sustancialmente, pasando de una visión simplista, separada de la vida y sus elementos
constituyentes, a una visión sistémica integradora, lo que ha permitido ver los fenómenos
naturales en su dimensión real, como la imbricación de elementos con funciones propias
interdependientes que aportan a las dinámicas de cada ecosistema (Boff, 2007). En el cual lo
físico, lo químico, lo biológico, lo antropológico, está de tal manera ligado, que forma un sistema
interconectado en el que la constante es la generación de vida, por lo que cuando se desregula
aparecen las catástrofes o los llamados “desastres naturales” que vienen en aumento en las
últimas décadas (Correa, 2014).
Por lo que esta visión propia del continente del AbyaYala2 que toma todo lo que existe en el
planeta como algo vivo en constante dialogo y en perfecta armonía siempre ha conservado esta
visión de la tierra, solo que ahora la ciencia lo demuestra con datos y estadísticas. Lo que lleva a
pensar que los caminos recorridos por un tipo de sociedad durante todos estos años ha sido el de
mantener la semilla original y los conocimientos que le permiten actuar de forma armónica con
los ciclos de la madre tierra, la otra, la sociedad occidental no contempla estos límites para su
desarrollo, con lo que se puede establecer que no sólo hay que estudiar y preservar las formas en
2AbyaYala significa: “tierra noble que acoge a todos” y “tierra joven en plena madurez”
(Huanacuni Mamani, 2013).
las que los indígenas conviven armónicamente sino, incorporar sus saberes a las visiones y
prácticas occidentales dominantes.
Cabe mencionar que dentro de los estudios antropológicos realizados a las comunidades
indígenas y a los textos consultados para la elaboración del presente documento el amor por la
tierra es una cuestión que atraviesa todas las culturas indígenas del continente, que consideran
que toda su vida y lo que garantiza su integridad se lo ofrece la tierra (Acosta, 2010) (Casas,
2011) (Erazo, Moreno, & González, 2014). Por lo que se plantea que la mejor y más cercana
forma de transformar las dinámicas propias de la sociedad occidental es a través del amor por la
tierra, aunque que se hable del amor por la familia, patria, bandera y el prójimo, la academia no
enseña a amar a la tierra.
Mientras que no exista una sensibilidad por parte del humano hacia el planeta que habita y
le da sustento, puede existir cualquier conocimiento y demostración de que en realidad la
humanidad puede afectar las condiciones del planeta, pero ninguno actuará con base en ese
principio si no tiene una relación de afecto hacia lo que interviene y los seres con los que
comparte su hogar. (Boff, 2007)
No es que aquí está la humanidad y aquí está la Tierra, formamos una unidad: Tierra y
Humanidad. Por eso hombre viene de homo, homo viene de humus, humus es la tierra fértil.
Adán, nuestro ancestral bíblico, viene de Adamá, Adamá significa la tierra buena, la tierra
fértil. Y Adán significa el hijo, la hija de la tierra fecunda, de la tierra fértil (Boff, 2007).
La actividad libre, humana y solidaria permite por inmanencia entrar en contacto y
relacionarse con la naturaleza y todo lo que la compone a través de una sensibilidad activa que le
permite conocer el mundo natural para captar las energías, relaciones, formas y manifestaciones
propias del mundo en el que vive. Sobre esta base sensorial el hombre va desarrollando el
pensamiento concreto y simbólico a medida que las relaciones socioeconómicas se van haciendo
más complejas, abstractas y simbólicas; por mencionar un camino hacia la naturalización del
hombre (Rivera, 1994).
Paradigma que debe aportar no sólo a la sostenibilidad socio-natural sino a reivindicar y
buscar la armonía entre los diferentes mundos que componen Colombia, ya que como se ha
podido explicar; los problemas ambientales son absolutamente complejos, por lo que el análisis
que se ha hecho a buscado la reflexión con el ánimo de preparar para el análisis de las categorías
propuestas.
Con relación a las categorías propuestas se hace necesario aclarar que para su estructuración se
tuvieron en cuenta fuentes primarias y secundarias de información con relación a visiones
indígenas. Visiones construidas desde investigaciones académicas, experiencias y
manifestaciones culturales de varios pueblos indígenas del territorio colombiano. Frente a las
cuales se traza un paralelo con el ánimo de percibir sus estructuras fundamentales para poder
metodológicamente, ofrecer un panorama general de los saberes y cosmovisiones del país, es
decir, se analizan visiones puntuales de diferentes comunidades y con base en los hallazgos se
proponen categorías que recogen sus percepciones con relación a su cultura, su sociedad y la
naturaleza, que pueden ser interpretadas como un panorama general de los saberes y
cosmovisiones de los pueblos indígenas de Colombia como territorio.
Análisis de las cosmovisiones indígenas a través de las categorías propuestas y su aporte al
paradigma ambiental.
Para realizar los aportes de los saberes indígenas a la epistemología de la Administración
Ambiental se propone examinar a través de categorías las principales características de los
saberes y cosmovisiones indígenas. En primer lugar, se expondrá la importancia del pensamiento
indígena y sus principales diferencias con los conocimientos occidentales, para pasar a analizar a
fondo las categorías propuestas con el fin de exponer de forma clara los saberes tradicionales y
sus relaciones con la naturaleza.
Para analizar las cuestiones indígenas se considera importante en primera medida comprender
su lugar dentro del mundo de la sociedad moderna (situación que ya ha sido expuesta) y en
segundo lugar su relación con el mundo natural, análisis que será abordado a continuación con el
fin de desarrollar una imagen más completa en relación a la forma en la que los pueblos
originarios comprenden las inseparables conexiones que existen entre el ser humano y la
naturaleza (Casas, 2011).
Los seres humanos alteran el ambiente por el simple hecho de actuar y vivir en él; aunque
éstas modificaciones son inevitables, es posible en la práctica respetar la autonomía de la
naturaleza, su belleza y su valor, para lo que es necesario entender las dinámicas ecosistémicas y
su relación recíproca con los seres humanos sin separar lo uno de lo otro.
En este contexto las comunidades han comprendido desde tiempos remotos la fragilidad y la
conexión existente entre la naturaleza y los designios del hombre, lo que construyó una visión de
entendimiento y de interconexión con todo lo vivo y lo no vivo que también es parte fundamental
de los ecosistemas terrestres (Rivera, 1994). Lo que le lleva naturalmente a identificar su lugar
dentro del mundo que lo rodea y a darse cuenta que sus actividades tienen un efecto en los
componentes que comparte con otros seres.
Ahora bien, concebir una extensión de tierra como un paisaje sensible tiene la consecuencia de
que sus diferentes componentes vivos e inanimados no son tratados como simples recursos, sino
como contrapartes activas y sensibles a los seres humanos (Casas, 2011). Para la gente que no
tiene este origen en el que esta sensibilidad se desarrolla, las historias que nacen de dicho
concepto y los relatos en los que se fundamenta pueden parecer increíbles, irreales y mentirosos.
No obstante, fijar la atención en las distintas cosmovisiones que existen, hacía una descripción de
estas tradiciones orales y rescatar la relación existente entre la gente y la tierra, es el ejercicio
principal que se ha planteado (Casas, 2011).
Desde esta perspectiva, la tierra se considera como la conjunción de seres interconectados
profundamente a un gran ser viviente que es llamado madre, que posee todas las características
propias de cualquier ser vivo, con el que se conectan para aprender; para ser hombres de
conocimiento (Castaneda, 2000) (Alvarado, y otros, 2004) (Ereira, 2012). Lo que conlleva a
acercarse al mundo desde una visión totalmente diferente a como se realiza desde la sociedad
occidentalizada, por lo que no es tan fácil entender las formas en las que se comunican y
desarrollan en y con la naturaleza, para lo que se requiere por parte del lector apertura cognitiva
para no rechazar de primera mano los argumentos que serán expuestos.
Es vital para dar respuesta a los objetivos y a las solución de los interrogantes que ha
planteado esta investigación comprender que existen diversas formas de entender el mundo,
algunas académicas, algunas no. Bajo el pensamiento indígena los modelos de enseñanza-
aprendizaje3 y de comprensión de la realidad varían tanto en el tiempo como de un individuo a
otro, ya que al comprender el mundo desde otra realidad se comprenden las cosas diferentes,
3 No es solo la cuestión de enseñar y tomar al profesor o instructor o conocedor como el dueño de la verdad
absoluta sino que es una relación de aprender y enseñar al mismo tiempo, no es posible conocer todo el mundo, ni
todas las cosas del mundo, todas las personas y cosas del mundo pueden enseñarnos una verdad
puede decirse que al acercarse a la naturaleza desde la conciencia se logra un acercamiento más
real, un aprendizaje en la unidad, en la vivencia.
Por lo que en primera medida se logra una concepción del mundo diferente y enriquecedora
desde todos los aspectos, es de considerar que de alguna forma todas las personas que han tenido
un acercamiento a las comunidades indígenas hayan enriquecido su visión de mundo y con ello
transformado sus realidades; estos sujetos han encontrado otra sensibilidad que les ha aportado a
su discurso, a su vivencia, y han visto como éste puede llegar a contribuir a una visión más
amplia acerca de la realidad (Quintar, 2008) (Alvarado, y otros, 2004).
[… ]pude empezar a aceptar la posibilidad de que la naturaleza puede ser efectivamente
un lugar encantado y sagrado; que lo que tradicionalmente entendemos por realidad es
algo mucho más complejo, con planos y dimensiones diferentes, en donde pueden
convivir multitud de seres y situaciones extrañas y a los que se pude acceder a través de
experiencias de ampliación de conciencia que los indios –y especialmente los chamanes-
conocen a la perfección; y pude comprender que los hombres que participan de esta
cosmovisión tienen una sabiduría distinta (Alvarado, y otros, 2004).
Este tipo de conocimiento es accesible para todos y todas, pero la manera en la que se puede
acceder a él es para muchos un misterio, en el plano de la espiritualidad y de lo indígena este es
un conocimiento que redefine y que a la vez cambia las estructuras de pensamiento, con lógicas y
dinámicas diferentes a lo que un sujeto aprende en la escuela o en la universidad.
Éste conocimiento no es más que el resultado de la búsqueda interna de cada individuo y es la
manera en la que comprende su realidad, y a su vez, como este comprender define sus relaciones
con los demás hombres y con la naturaleza misma, es por esto que toda interpretación de la
naturaleza para el mundo indígena proviene de un comprender más consciente y más integro de
todo el universo visible e invisible. Lo que lo lleva a contemplar otras dimensiones de la
naturaleza y el universo en el plano de lo material, lo místico-mágico, lo sagrado y lo espiritual,
lo que lo hace estar a sí mismo dentro del ámbito de estudio y no contemplar el todo como algo
ajeno, es por esto que este humano es más respetuoso de las dinámicas propias de la vida
(Alvarado, y otros, 2004).
Dinámicas que aunque no se comprendan por la formación académica o por la forma
occidental de ver el mundo merecen ser respetadas, valoradas, mantenidas y comprendidas como
un tratado para mantener un equilibrio con la naturaleza (Hate Kulchavita, 2012).
No podemos hablar de lo cultural, sino comprendemos la espiritualidad, y no podemos
entender la espiritualidad sino conocemos la cosmovisión. Nosotros la vivimos. La
cosmovisión es la relación frente a lo que nos rodea. Es una energía en potencia. Es la
divinidad que aún no está del todo manifestada. (Pachakuti.org, 2005)
Para dar paso al análisis de los conocimientos y cosmovisiones indígenas se realiza la
presentación de las siguientes categorías de manera separada, pero entendiendo que son parte de
lo mismo. Continuando con el argumento se puede decir que los conocimientos indígenas deben
ser tratados de forma orgánica e íntegra ya que develan su relación consigo mismos y con el todo;
que es la naturaleza.
Visión compleja de las dinámicas terrestres constituida por sus saberes, tradiciones,
cosmovisiones y concepciones de interpretaciones relativas con respecto al todo, que es
comprendido por cada comunidad de forma diferente.
Indagando en la bibliografía es posible establecer amplios vínculos entre las diferentes
comunidades indígenas de Colombia y el continente, lo que permite trazar puntos en común, con
el fin de facilitar la exposición de sus principales características a través de las categorías que son
presentadas a continuación:
Ley de origen como principio fundamental de vinculación entre todos los seres del planeta y su
historia.
La Ley de Origen es la ciencia tradicional de la sabiduría y del conocimiento ancestral
indígena para el manejo de todo lo material y lo espiritual. Su cumplimiento garantiza el
equilibrio y la armonía de la naturaleza, el orden y la permanencia de la vida, del universo y
como tal de los mismos seres humanos (CRIHU, 2013). Asimismo, regula las relaciones entre los
seres vivientes de forma armónica, desde las piedras, el agua, las plantas; hasta las nubes, las
montañas y el ser humano, en una perspectiva de unidad y de convivencia en el territorio
ancestral legado desde la materialización del mundo (CRIHU, 2013).
A través de la revisión de las fuentes primarias y secundarias ha sido posible determinar que la
ley de origen es común a un gran número de comunidades en diversas partes del mundo, poseer
una ley de origen los conecta como sociedad, los hace conscientes de su raíz, los lleva a
comprender el mundo que los rodea y los identifica (García, 2015).
Para los pueblos indígenas este mandato se convierte en toda la fuente de su conocimiento,
factor que los hace identificarse como comunidad y los lleva a comprender su papel en el mundo
como especie y como individuo. Este relato primero es interiorizado durante toda su existencia y
así mismo es pasado a los demás miembros de la comunidad de la misma forma en la que fue
contado, esto hace que sea del dominio de la comunidad, y se garantice la conservación de la
tradición de generación en generación (Leon Portilla, 2009).
Es el punto sagrado, la Ley de Origen, la que determina. Se llama Ley de Origen porque es
una ley que siempre está, que no cambia, es una ley que permanece, a diferencia de la ley del
blanco que a cada momento hace nuevas leyes. No, ésta es una ley que desde el origen está y
es la que gobierna y rige todas las fuerzas espirituales y materiales que gobiernan el mundo…
(Restrepo & López, 2002)
Los Pueblos Indígenas están llamados desde siempre a cumplir la Ley de Origen en la
perspectiva de la unidad, el orden, la armonía y la convivencia en el territorio ancestral legado
desde los relatos de las primeras gentes (CRIHU, 2013).Para las comunidades la ley de origen
hace parte de su factor identitario con su territorio, en el cual desarrollan todas sus actividades al
igual que sus antepasados, lo cual hace que estos sean los guardianes de su hogar, en el que aún
viven los espíritus creadores y los de sus ancestros con los que se comunican (Hate Kulchavita,
2012).
Su lógica los ha llevado a identificar en ésta los componentes que garantizan la permanencia y
el futuro de la vida de todo lo que existe, por lo que su visión los lleva naturalmente a conservar
tanto sus territorios como sus comunidades y relatos como un todo interdependiente (CRIHU,
2013).
Las leyes del origen, del principio, están en que Sé no tiene origen, siempre ha existido, es
una existencia espiritual, es el principio espiritual de la existencia. No es una persona, no es
una cosa, es todo en su conjunto. Es complejo, él materializó el mundo, pero hay muchos más
en la existencia espiritual, en como Sé organiza de tal modo que es armonía. La ley de Sé es
ley de conocimiento y el cumplimiento en espíritu de las leyes que mantienen en orden el
universo. A los pueblos indígenas nos dejaron la ley y la misión de pagar los tributos de todo
cuanto existe, los árboles, agua, piedra, lluvia, atmósfera, laguna y, todos los Sabios recibieron
este compromiso (CRIHU, 2013).
Para las comunidades indígenas la ley de origen los conduce a ser los cuidadores del Mundo, a
velar por la permanencia de las formas de vida, para que haya equilibrio entre la Naturaleza, los
espíritus y el hombre, siendo el hombre también Naturaleza.
Nuestra tradición tiene mucha relación con la ley de origen; creemos en los principios
de los orígenes de cada ser, de las plantas, de los animales, del aire, el agua, de la luz, de la
oscuridad, de lo bueno y de lo malo. Existen siempre unas raíces en todos los seres, las
cuales son sagradas para nosotros (Zalabata, 2001).
Los ancestros concibieron y entendieron el territorio, en tres partes: el mundo de abajo;
donde están los ancestros, el fuego y el agua; el mundo del medio, donde habitan los seres
vivos y se desarrolla las actividades familiares y comunitarias; y el mundo de arriba, que es
el espacio celeste, lugar de los dioses y los astros (Erazo, Moreno, & González, 2014).
En los mundos de abajo y de arriba el chamán entra en contacto con sus espíritus
ayudadores, su animal de poder y sus maestros. El acceso al mundo de abajo es posible a
través de un túnel, que es la continuación de una abertura o hueco en la tierra. Los paisajes
característicos de este mundo son lugares naturales como montañas, selvas, playas o
desiertos. El ingreso al mundo de arriba es, por lo general, a través del humo de una fogata.
En este mundo se perciben sitios etéreos, llenos de luz o de oscuridad. Del mismo modo,
son características las construcciones: chozas, cuevas habitadas, castillos de cristal. El
mundo del medio es el espacio sutil e invisible de la realidad ordinaria que habitamos…
(Bassedas, 2005).
Esta relación creada entre el individuo, su comunidad y el todo, los lleva a comprender la
importancia entre el equilibrio propio individual, las personas y la naturaleza. Por eso sus
decisiones siempre van a estar basadas en los conceptos tradicionales y en su ley de origen.
Comprender y vivir en esta ley de origen les remite a actuar a partir del reconocimiento de la
vida de cada uno de los seres que hay sobre la tierra. De esta Ley no solo de alimenta su identidad
como pueblo, sino también los remonta a las raíces de los otros seres para retomar las fuerzas de
ellos y así curar sus enfermedades, resolver conflictos y proyectar sus acciones. En consecuencia,
creen que cuando violentan la vida de un ser, también están violentando su propia vida (Zalabata,
2001).
La ley de origen para las comunidades indígenas ratifica que las normas y las formas de
gobierno en estas comunidades, tengan este fundamento, en la cual se vinculan a todos los seres
vivientes del cosmos, en una continua dinámica de complementariedad, perfección, armonía y
unidad.
El conocimiento como un acercamiento desde la consciencia, la espiritualidad y la praxis.
El conocimiento indígena se define como el acervo de experiencias, relatos y visiones
particulares, singulares y tradicionales existentes dentro de las condiciones específicas de mujeres
y hombres de un área geográfica particular desarrollada y poblada por seres humanos
identificados como grupo (Gavilán, 2011).
Abarca todos los aspectos de la vida, inclusive el manejo y las relaciones con el entorno
natural. Es un sistema acumulativo y representa la consecución de conocimientos
intergeneracionalmente. La experiencia, la observación cuidadosa y la experimentación constante
hacen que los sistemas de conocimiento indígena sean dinámicos y se renueven continuamente.
Por lo que se infiere que estos sistemas producen innovaciones desde dentro y también usan y
adaptan conocimientos externos a su situación.
El conocimiento indígena se guarda en la memoria y en las actividades de las personas y se
expresa en sus relatos.
Uno de los principales aspectos diferenciadores entre el pensamiento indígena y el occidental
es la manera en la que se asume el conocimiento de las cosas y lo que representa este
conocimiento para quien lo adquiere.
Frente a este aspecto es importante analizar que en el homo sapiens la razón lo lleva a su vez a
comprender los fenómenos que se suceden a su alrededor, estas impresiones lo llevan a tomar
acción frente al mundo al construirlo, identificarse dentro de él y darle explicación de acuerdo a
su contexto.
Cabe reflexionar en la necesidad de construir como sociedad occidental tanto conocimiento, si
no existe la posibilidad real de analizarlo. Las estructuras del saber de la humanidad han
conducido a la crisis a la que se enfrenta el hombre hoy por hoy (Baines, 2015). Por lo que el
análisis que se realiza en esta parte del documento debe conducir a contemplar los efectos de
racionalizar todo lo que hay en la naturaleza. Se propone entonces entregarse y comprender a
través de la sensibilidad y la espiritualidad de forma consciente, en donde media la razón, pero no
es su único componente.
Cuando estos fenómenos son interiorizados y explicados a través de la razón como fenómenos
enteramente físicos, es difícil contemplar otros fenómenos que se suceden al tiempo entre la
relación sujeto-objeto establecida.
Visiones de fenómenos otros que son complementados a través del espíritu, lo cual converge
en una explicación ampliada del mundo, de los fenómenos que los originan, de las conexiones
existentes entre los diferentes planos de realidad y de su significado.
Se puede establecer entonces que la forma en la que se acerca el ser humano a la realidad
determina en gran medida su relación con esta y con todo lo que la compone y altera. Visiones
que resultan radicalmente diferentes para cada tipo de sociedad, lo que ha llevado a que la
sociedad occidental posea una visión lógica y limitada de los fenómenos de la tierra como
ecosistema, además por los argumentos ya expuestos a llevado a que esta visión sea la única
valedera para explicarse el mundo.
Es importante recabar en este aspecto ya que la visión de los pueblos indígenas a pesar de lo
diferente que pueda llegar a ser, comprende los fenómenos de la naturaleza de forma más cercana
y real, mística, compleja e interconectada (Ministerio de cultura, 2010).
Para las visiones indígenas el conocimiento está dado por el conjunto de la sabiduría colectiva
acumulada y transmitida a través de las generaciones, en forma oral y actitudinal, mediante
narraciones, cuentos, rituales, cultos y costumbres (Emenequene A. c., 2015). Este conocimiento
adquirido no es el resultado de un esfuerzo intelectual, sin el producto de una experiencia vivida
ampliamente. De esta forma, el conocimiento es un proceso trans-generacional y práctico
(aprender haciendo).
“El conocimiento entra primero por el corazón y luego llega al cerebro y se expresa
como palabra de sabiduría” (Hate Kulchavita, 2012).
Por lo tanto, se puede decir que se accede al conocimiento indígena a partir de la interacción y
el afecto que se establece con los seres animados e inanimados, que habitan un territorio, este a su
vez los vincula con el aliento de la vida (Hate Kulchavita, 2012).
Frente a lo cual se puede mencionar que las culturas indígenas perciben la realidad desde una
visión totalizadora, no fragmentada. Por ello, se le designa comúnmente como visión holística
(Tovar, 2009). La visión holística se construye a partir de una mirada multidimensional, en la que
la visión disciplinar no tiene sentido. Esta comprensión exige conocer las partes, e integrar este
conocimiento en una síntesis que da cuenta del objeto que se pretende conocer (Tovar, 2009).
Lo que conduce a ver como los indígenas poseen esta característica de visión que los lleva a
relacionarse con todo lo que hay a su alrededor de forma diferente, es posible analizar también
cómo; no sólo para los indígenas sino para muchos pueblos del mundo la razón es un factor que
hay que silenciar o dejar fluir, ya que el conocimiento amarra a unas estructuras que no le
permiten al hombre conocer los objetos que estudia en su dimensión real (Trungpa, 1985).
Si usted hace algo, usted siente tal sensación, como cuando prende el radio y usted oye
que hablan. Existe un desarrollo de sensibilidad que nos produce la tierra y nos da esa
capacidad de entendimiento. Por eso más que una religión es una cultura ecológica y de la
naturaleza. Creo que en el momento que usted mueva una piedra, eso produce un efecto,
porque para nosotros las piedras, no son unas piedras, guardan el equilibrio del frío o del
calor, de ese lugar donde está (Zalabata, 2001).
El pensamiento mítico no opera mediante un proceso intelectual con clasificaciones y
conceptos abstractos y lineales, como si lo es en el caso del pensamiento occidental caracterizado
por su orientación positivista y racional. La percepción mítica de la realidad se basa en un
conocimiento intuitivo que da sentido a la experiencia y pertenece a la esfera de lo religioso y lo
espiritual (Falchetti, 2005).
Estos conocimientos que provienen de las leyes naturales, rigen la vida diaria de las
comunidades, pues sus prácticas y quehaceres se basan en el equilibrio, armonía, reciprocidad y
complementariedad con los diferentes mundos en los cuales se compenetra y forma una
conciencia cósmica y espiritual en un todo.
Conocer implica ser capaz de mirar lo grande y lo pequeño, lo cerca y lo lejos, y los
cuatro rumbos del Universo. Conocer es comprender el entramado que resulta de la
intersección de distintas dimensiones y rasgos del objeto de conocimiento (Tovar, 2009).
El saber cómo camino de comprensión del todo, la unidad y lo otro.
Con relación a esta categoría; el saber no está tan cercano al conocimiento, aunque sí se
complementan. De la forma en la que los indígenas conocen se identifican y se relacionan con
todo lo que existe, lo que conduce a un camino de conocer para saber y saber para ser, es decir, el
saber es universal y se encuentra impreso en la naturaleza, pero no solamente basta con conocer
este principio, sino que este debe ser interpretado, para lo que se necesita saber hacer, producto
de la experiencia y de las revelaciones que se dan en los individuos durante la práctica de su
vivencia particular (Bisbicús, Paí, & Paí, 2010).
El saber existe en todo lo que hay en el mundo y la manera en la que se aproxima el hombre a
esta realidad hace la diferencia para interpretarlo, entenderlo, ilustrarse y transmitir ese
conocimiento a los demás miembros de la comunidad (Ereira, 2012).Relación triple
(conocimiento, saber, ser) en la que el ser humano a través de su ser en conjunto (mente, espíritu,
materia) transmite su saber para que los que no lo comprendan puedan entenderlo.
Al respecto (Zalabata, 2001) menciona:
Un Arahuaco, por ejemplo, se puede enfermar, porque quita una piedra de su lugar, la
cual no debió quitar. Solo al devolverla a su sitio, va a encontrar la solución a su
enfermedad o a su problema, cualquiera que sea. Nos afecta no solamente a los humanos,
de una forma positiva o negativa, la vida de los demás seres. La naturaleza nos ofrece
unos conocimientos que no los sabemos captar, es un ser que no entendemos, con el que
no sabemos entablar un diálogo, no podemos resolver los problemas que tiene la
humanidad, porque cuando queremos resolverlos, los hacemos desde nuestra óptica y
desde nuestros conocimientos. Es decir, no tenemos una cultura de sensibilidad para
captar la fuerza de la naturaleza (Zalabata, 2001).
Entonces, es posible establecer como a través de estos mecanismos mágicos el saber los
conecta inter generacional e intradimensionalmente. Ya que es un saber que proveniente de la
potencialidad de los resultados que las generaciones indígenas han encontrado; el saber no busca
una prueba real, no necesita de una creencia, o basarse en argumentos, el saber es uno sólo y
proviene de la interpretación de los fenómenos naturales y sociales (Rivera, 1994). Lo cual
conduce a resolver sus problemas fundamentales a través de esa información o de ese
conocimiento.
Los espíritus nos indican, nos hablan, nos llaman y se manifiestan a través de nuestra
vida, en las situaciones que podemos experimentar y esto nos conlleva a una respuesta en la
tradición y gracias a ese conocimiento de la naturaleza con nosotros y nosotros con la
naturaleza es lo que nos permite una identidad, una cultura propia, un pueblo con unos
valores para vivir en ese territorio (Zalabata, 2001).
De nuestra relación con la naturaleza: no es que no podamos talar un árbol, porque ese
árbol tiene vida o porque estemos matándolo o violando una ley. Esos árboles tuvieron sus
padres y sus madres y ellos nunca mueren. Están en un lugar de la Sierra, al igual que los
espíritus humanos, que llamamos Pagamentos. Es decir, el reconocimiento de haber
cortado ese árbol, de haber utilizado un árbol para darme calor, para sostener la vida. El
hecho de que tenemos que vivir, que tenemos que trabajar, tenemos que producir, y para
ello es necesario eliminar unos árboles, ocupar una tierra para la producción (Zalabata,
2001).
“[…] todos vimos alguna vez el mundo con esa mirada anterior pero hemos perdido el
secreto. Perdimos el poder que une al que mira con aquello que mira. […] La visión
unitaria del mundo: la contemplación de la otredad en el mundo de todos los días. Los
brujos no le enseñaron el secreto de la inmortalidad ni le dieron la receta de la dicha eterna:
le devolvieron la vista. Le abrieron las puertas de la otra vida. Octavio paz en: (Castaneda,
2000)
Por lo que el saber más allá de ser un factor de clasificación es más bien es la visión holística
de todo lo que hay en el universo y la forma en la que opera, esto modifica y edifica las
relaciones que tiene el hombre consigo mismo, con sus semejantes, la naturaleza y todo lo que
existe en el universo. En el mundo Andino, existen y existirán verdaderos sabios entre los
habitantes originarios, poseedores de conocimientos ancestrales y prácticas que van más allá de
las necesidades económicas, políticas y sociales. Es posible establecer que los métodos de
búsqueda y entendimiento de los saberes de las comunidades indígenas se realiza mediante la
observación del movimiento cósmico relacionado con todos los niveles y dimensiones a los que
tienen acceso.
La comprensión del universo mediante la lecto-naturaleza, tiene una capacidad de
reflexión mucho más compleja, mientras que los métodos científicos tienen mucho
pensamiento, pero no sobre sí mismo. Entonces, es necesario integrar y reconocer la
interconexión entre el conocimiento y la comprensión, entendida como comprensión
humana (Erazo, Moreno, & González, 2014).
La naturaleza, la tierra, los árboles, los animales, las plantas medicinales, los ríos, las
quebradas y las lagunas también son gente, son seres que pueden cobrarse por el daño que
los hombres potencialmente les podemos causar; no sólo tienen sentimientos sino que son
capaces de producir una sanción dura o de restaurar el equilibrio (Erazo, Moreno, &
González, 2014).
Para nosotros, la naturaleza no está compuesta por recursos naturales preciables en
dinero o que se puedan explotar, sino por seres con espíritu, que sienten el maltrato y
pueden reaccionar dando respuestas muy negativas Para las personas de este mundo (Erazo,
Moreno, & González, 2014).
Cuentan los mayores que antiguamente los árboles también eran gente Awá; los que
llegan van a tumbar muchas maderas, hasta ahora viven porque hemos cuidado muchos
árboles y nacimientos de quebradas. Esos sitios son sagrados, esos árboles están vivos y si
carretera daña la madre Tierra nos va a cobrar, allá hay mucha planta medicinal para
nosotros. Si dañamos sitio sagrado vamos a enfermar más (Falchetti, 2005).
Los mayores mantienen y practican la comunicación con las plantas porque son seres
vivos que sangran, respiran y toman aire y nosotros también podemos relacionarnos por
medio de sus movimientos, sonidos y símbolos. Así mismo, los animales y las aves se
comunican entre ellos y con los demás; avisan cuando hay peligros, para que podamos
entendernos con los seres vivientes (Bisbicús, Paí, & Paí, 2010).
Principio de correspondencia4 como equilibrio.
Es habitual observar como este principio es común a muchas de las tradiciones antiguas de la
tierra y entre los pobladores indígenas de todas las regiones del país.
Es un saber popular que no es reconocido por la ciencia como principio, pero, se concentra en
el actuar de los seres humanos y en la naturaleza de la vida y sus relaciones, estableciendo una
relación primordial que se representa en dar para recibir, principio existente en todas las
relaciones de los seres, materiales e inmateriales, animados e inanimados. Se entiende entonces
que la necesidad establecida por la misma naturaleza se encuentra en que para algunos la
necesidad está en dar y para los otros en recibir, de manera cíclica sin término, para los seres
humanos esta relación se traduce en su actuar, ya que entre más se da, más se recibe, de la misma
manera en la que la naturaleza lo realiza, sin término (Emenequene A. c., 2015).
Lo que conduce a comprender el mundo como una complementariedad de opuestos en el que
todo lo que en el existe se manifiesta en el equilibrio de sus fuerzas. Comprender este principio
conlleva a actuar en pro de mantener ese equilibrio, es bien sabido que, si no se mantiene, esto
puede alterar toda una cadena energética y de balances en términos de biomasa que afectan una
gran cantidad de procesos, que duraron en perfeccionarse muchas eras geológicas (Gavilán,
2011) (Trungpa, 1985).
4 Este principio es común a muchas culturas y tradiciones del mundo en el que existe complementariedad en todo
el universo para que exista el equilibrio y la vida
Si se realiza este análisis a través de la ecología, la física o la química; se puede establecer
como toda la materia estudiada responde a este principio fundamental, el cambio puede radicar en
la forma en la que se explica, pero en principio es lo mismo (Proyecto social T.V, 2013).
Puede decirse entonces que; la paridad cósmica conlleva al concepto de vincularidad,
entendido como la vinculación con el cosmos el mundo y la naturaleza (Hate Kulchavita, 2012).
La representación paritaria hombre mujer, masculino-femenino se encuentra para los indígenas
impresa en toda la naturaleza. Los aparentes contrarios no son antagónicos sino complementarios
(Gavilán, 2011). Se entiende entonces que en la naturaleza todo está apareado, para los pueblos
indígenas la paridad de las cosas constituye la base fundamental en la diversidad natural y
humana (Gavilán, 2011).
La paridad cósmica que es el paradigma de su pensamiento y la clave de la vincularidad que es
su relación obligatoria entre ellos y el cosmos. Esta paridad es el reflejo del cosmos, entonces, no
antropomorfiza el cosmos, sino cosmogoniza su paridad (Gavilán, 2011). En los andes todo tiene
una representación paritaria, así la proporción le ayuda a entender todo lo que hay en el cosmos
analógicamente masculino-femenino: los cerros, los chacras, las responsabilidades comunitarias;
todo en el cosmos está organizado a través de paridades (Gavilán, 2011).
Para las comunidades indígenas el principio se manifiesta en el agradecer a la naturaleza; por
lo que ofrece con tanta abundancia. Se entiende que, al recibir hay que devolver en la misma
proporción, algunas de las maneras que utilizan los pueblos para manifestar este principio se
encuentran en prácticas milenarias que se conocen como pagamento, las cuales vitalizan su
conexión con la tierra, con sus comunidades y consigo mismas.
El principio de correspondencia se expresa en la práctica y desde la ética, a cada acto
corresponde como contribución complementaria en acto reciproco. Este principio hace referencia
a las relaciones sociales y socio-naturales, por esto es universalmente valido y revela algo muy
importante: la ética no está limitada al ser humano y sus actos, sino que trasciende la relación que
se establece entre la sociedad y la naturaleza, entre los ecosistemas y las culturas (Boff, 2007). Lo
cual se ve claramente en los actos de pagamento, en las mingas que hacen los indígenas en
agradecimiento a la madre tierra.
En este contexto se puede hablar de una ética ambiental. La reciprocidad no presupone una
interacción libre y voluntaria, es más bien un deber cósmico que refleja un orden universal del
que hace parte el ser humano (Emenequene A. c., 2015). El principio se basa en el orden cósmico
donde las relaciones se establecen de manera armoniosa y equilibrada (Bermúdez, Mayorga,
Jacanamijoy, Quigua, & Fajardo, 2005).
Ancestralidad como fuente de conocimiento y preservación de la cultura.
Es necesario aclarar que las culturas ancestrales son las que posee una ley de origen dada por
sus ancestros, los cuales para muchas culturas poseen o poseían habilidades suprahumanas,
Dioses y semidioses que les enseñaron a sus antepasados los aspectos más importantes con
relación al cosmos, la vida y la cultura y que estos les trasmiten a través de la palabra (Gavilán,
2011).
Para muchas culturas estos sabedores o maestros son personajes altamente venerados y
recordados por las proezas realizadas, o porque aún se comunican con ellos, cualquiera sea el
caso son llamados padres y son comunes a los miembros de un mismo grupo étnico, lo que
muestra la importancia de estos para sus culturas (Alvarado, y otros, 2004).
Las comunidades o pueblos ancestrales se encuentran dispersos por la geografía nacional,
refugiados en los rincones más aislados del país con el ánimo de proteger su cultura y sus
costumbres de la influencia de los sistemas de pensamiento occidental, de esta manera
resguardadas entre las selvas se encuentran las historias del como surgen los pueblos en esta parte
del mundo, y sus padres creadores (Gavilán, 2011).
Todos estos conocimientos son transmitidos de forma oral de generación en generación desde
el principio de los días, así se transmite y se retransmite, con lo que se garantiza que permanezcan
no solo en la memoria, sino vivos para los que se conectan con ellos.
De pronto apareció un rocío, como una lluvia fina, como una neblina, descendió con
todos los colores del arco iris; cuando descendió y abrazó este árbol, éste árbol de maíz se
convirtió en gente, en humano, en muchos humanos; se les llamó los de MHU, los
primeros, así cuando descendió esa esencia de la vida HISKA: la gente, desde entonces se
llamaría MHUISKAS. En adelante ellos cuidarían el agua universal de la vida, la que da a
la vida, ellos serían los cuidadores de las lagunas; en adelante todo surgiría de las lagunas,
la vida argüiría allí en las lagunas, allí fue guardado el espíritu del corazón de la Madre
(Hate Kulchavita, 2012)
El sistema de pensamiento ancestral de los pueblos indígenas está consignado en
mitologías que encierran su manera de explicar el mundo y conforman las estructuras que
guían todos los aspectos de su vida (Vega, 2014). El pensamiento mítico interpreta el
mundo como una realidad multidimensional y une indisolublemente al ser humano con su
entorno y con lo sagrado (Falchetti, 2005). Esta orientación integradora contrasta con la
visión utilitaria de la naturaleza y la división de la realidad, favorecidas por el mundo
occidental.
Este conocimiento ancestral no puede ser comunicado con el lenguaje propio del pensamiento
racional. Es transmitido mediante el lenguaje de los mitos, con sus símbolos y metáforas, sus
situaciones mágicas y frecuentemente ambiguas y paradójicas (Falchetti, 2005).
Describen la creación como un proceso de toma de conciencia del primer ser divino
que, paso a paso, se autodesarrollo desde la "oscuridad originaria" - un estado mítico
primigenio en el que aún no había todavía conciencia de la futura creación - a formas
antropomorfas (Darrel, 1996).
Territorio como fuente vital.
La idea de que todas las cosas en el universo tienen vida, y la concepción de un planeta como
un organismo con vida, que crece y se reproduce es también la esencia del pensamiento indígena
(Gavilán, 2011). Piensan que todas las actividades humanas rememoran el comportamiento de
aves y animales en varios aspectos de sus vidas, creen que este pensamiento es mucho más
consistente en relación a la diversidad, y orienta a una mayor conciencia del concepto de la vida
(Gavilán, 2011).
Gracias a las relaciones de los fenómenos y las causas de la naturaleza que comprenden los
indígenas a través de sus saberes y cosmovisiones, éstos han desarrollado la capacidad de ver los
hilos que tejen la vida, y con esto a la comprensión de los múltiples y complejos nexos que
intervienen en la creación de todo lo visible y lo invisible (Ereira, 2012). De acuerdo con este
argumento es posible definir todo lo que existe en el planeta tierra como materia viva en
constante transformación, en el que los elementos constitutivos son los mismos desde los
primeros tiempos, e interactúan para crear formas de vida de acuerdo con las dinámicas
planetarias, esto los lleva a sentí-pensar que la tierra además de ser un organismo vivo, actúa con
sabiduría y se comunica con todas las formas que la pueblan5 (Samper, 1999).Para ellos, la Tierra
es la madre (La Pacha Mama), donde se encuentra el origen de cada uno y de la comunidad, el
cordón umbilical que les da un sentido real de pertenencia (Restrepo & López, 2002).
Si se piensa por un momento en la estructura mágica de esta visión vital del planeta, es posible
considerar realmente la posibilidad de que este compuesto por órganos dispuestos a lo largo de su
superficie, en los que el viento es el sistema respiratorio, el agua el sistema circulatorio y así
todos los órganos que componen un ente vivo.
Para los pueblos indígenas la pacha mama es la tierra a quien deben cuidar, visión del mundo
holística porque se concibe como un organismo vivo compuesto por muchos órganos y lo que
incide en un órgano particular afecta también al conjunto del organismo (Ereira, 2012).
El factor que lleva a los indígenas a considerar el territorio en el que habitan como algo vivo
es la comprensión de las dinámicas de la vida que se desarrollan en lugares específicos
interconectados (Rivera, 1994). Los indígenas no solo reconocen los lugares especiales que posee
la tierra, sino que, los vinculan con otros apartados geográficos, estas conexiones no han podido
ser establecidas con claridad por la ciencia occidental, aunque esto no quiere decir que no existan
o que no se manifiesten, como ya se mencionado el conocimiento y los saberes de las
comunidades se resumen en las lecturas que éstas hacen de los elementos del paisaje (Ereira,
2012).
Los territorios para las comunidades tienen importancia no solo por su valor instrumental ya
que de este se alimentan, sino que también tiene valor subjetivo o sensitivo, debido a las
interacciones energéticas que se dan sobre estos y que los indígenas por su visión particular son
capaces de percibir (Fondo Indígena, 2008).
Gracias a esto les ha sido posible utilizar componentes de la naturaleza sin que se afecten las
dinámicas ecosistémicas, ya que el reflejo de lo material se ve en lo energético y viceversa, los
indígenas han comprendido este principio durante siglos, prueba de ello es que las dinámicas que
5“Maxitari” es como los Yanomami llaman al aliento del espíritu de la tierra. Y es que la Tierra, aseguran,
respira. En general, para los pueblos originarios, la naturaleza no es paisaje, no es una propiedad, ni algo utilitario ni
ajeno a ellos. La naturaleza está viva. El ser humano es parte integrante de la Tierra. Y la Tierra y todo lo que
contiene es fuente de vida.
“Eloheh” llaman los Cherokee a la Tierra, pero también significa historia, madre, cultura, orgullo y religión.
“Pachamama” es quizás el concepto más conocido. La palabra “pacha” viene de “paya”, que significa dos; y
“chama”, que significa fuerza. Dos fuerzas cósmico-telúricas: lo visible (Pachamama) y lo invisible
(Pachakama).Fuente especificada no válida..
intervienen están dadas por un trabajo que se realiza en doble vía, es decir, al intervenir el plano
energético también intervienen el plano material y viceversa (Gavilán, 2011).
“Si estamos ante un universo vivo, entonces se hará necesario poner en práctica el
principio de respeto mutuo entre todos los seres vivientes del universo” (Gavilán, 2011).
Los indígenas comprenden entonces que, son organismos que al igual de los demás poseen
características propias y hacen parte de un organismo supra terrenal. Visto así los demás seres
que habitan el planeta merecen respeto por sí mismos. Y como seres vivientes son parte de unas
dinámicas propias que se manifiestan en sus territorios.
En este contexto, se puede entender que la identidad del indígena se define en términos de
pertenencia a un territorio determinado, y a un grupo étnico concreto. No se define en términos
individuales, biológicos o económicos, en el sentido de ser propietario de unas cuantas hectáreas
de chacras (Zalabata, 2001). Por lo que no se puede establecer el límite de un pueblo u otro, ya
que no existen límites para interactuar con la tierra, así como tampoco tienen límites los
fenómenos naturales.
Para ser justo con la naturaleza, se debe reconocer que el territorio es un organismo
vivo. El respeto al medio ambiente, es lo que permite ser justo y actuar con rectitud,
viviendo en la sincronía con las energías que están en el cosmos. De allí nace la justicia
con la vida y con lo que le rodea. (Erazo, Moreno, & González, 2014)
Debido a los procesos de apropiación, venta y ocupación de los territorios sagrados los
indígenas argumentan que estos procesos son peligrosos para la humanidad en general, ya que se
intervienen de manera negativa los ciclos naturales de este ser al que llaman madre y esto trae
consecuencias nocivas para las personas (Ereira, 2012).
Todas las cosas comparten la misma respiración... las bestias, los árboles, el hombre.
Para el blanco, la tierra no es su hermana sino su enemiga. Todas las cosas están
relacionadas, todo lo que hiera a la tierra, también herirá a los hijos de la tierra (jefe
Seathl, s,f).
Hoy por hoy los territorios y los lugares sagrados de los indígenas no sólo les son arrebatados
sino que son alterados en su estructura energética con lo que se afectan las dinámicas
ecosistémicas propias, afectando al tiempo el ecosistema tierra en su conjunto, por lo que se
puede hablar de que estas afectaciones están enfermando la madre tierra (Ereira, 2012).
Pensamos que la tierra es como nuestro cuerpo. Hay partes que están llenas de
vellosidades, que tiene cabellos, pero también hay zonas que no tienen. Comparamos la
vellosidad con la vegetación. En la palma de la mano no tenemos por qué tener vello, así
mismo, la tierra tiene partes distribuidas con o sin vegetación para mantener al tiempo sus
dinámicas y la espiritualidad indígena. Existen zonas sagradas que pueden ser de
vegetación o no (Zalabata, 2001)
En el pensar y sentir del indígena, la tierra es su madre y su maestra; fundamenta su filosofía
en la relación íntima con el cosmos, desarrollando una fraternidad expresa basada en la
correspondencia recíproca entre todos, en el espíritu colectivista, comunitario y solidarista
(Erazo, Moreno, & González, 2014).
El territorio es lo más sagrado para los pueblos indígenas por constituirse en su espacio natural
que alberga la vida en todas sus manifestaciones. En este lugar, también están los espíritus
sagrados, que son los que habitan la tierra, la cuidan, la fertilizan, fecundan y le brindan las
energías para su conservación (Hate Kulchavita, 2012). Siendo el territorio un lugar sagrado,
desarrollaron una identidad cultural propia; identificando y respetando las funciones de la
naturaleza para finalmente acoplarse a ella. Por ejemplo, para los Arhuacos, el territorio es un
elemento sagrado. Los cerros que rodean su espacio vital se consideran “el centro del mundo”.
Son Niankua y Serankwa, los primeros padres, los guardianes, aquellos que brindan el sustento
espiritual necesario para alcanzar un equilibrio cosmogónico con las fuerzas naturales y
sobrenaturales (Zalabata, 2001).
La totalidad geográfica de la Sierra Nevada se considera un cuerpo humano, en donde “los
picos simbolizan la cabeza, las lagunas de los páramos el corazón, los ríos de las quebradas las
venas, las capas de la tierra los músculos y los pajonales el cabello” (Zalabata, 2001). Así, la
sacralidad se combina de manera indisoluble con elementos de carácter ecológico que posibilitan
la continuidad de la vida.
Otra diferencia radical entre el sistema de pensamiento indígena y el occidental se expresa en
la necesaria conservación de la armonía espiritual, los indígenas realizan pagamentos: rituales
que permiten retribuir a la naturaleza en señal de agradecimiento y gratificación por todo lo que
les brinda (Gavilán, 2011). Son acciones que bajo los conocimientos que adquieren reparan física
y espiritualmente el daño ecológico para asegurar la vida (Zalabata, 2001). Así, la cultura
indígena comienza y finaliza en el territorio. A partir del mismo surgen y se estructuran sus
sistemas organizativos cosmogónicos, económicos, políticos y sociales.
Planos materiales e inmateriales como elementos de intervención de la realidad.
De acuerdo a lo expuesto es posible percibir la visión de los pueblos indígenas como una
conjunción de planos materiales e inmateriales, interconectados de formas complejas en las que
se originan y desaparecen todos los objetos y formas conocidos y desconocidos por los hombres
(Alvarado, y otros, 2004).
El conocimiento de estos planos posibilita ver la vida en su dimensión real, alejada del
utilitarismo y la cosificación propios de las sociedades occidentales, lo que conlleva a
comprender las dinámicas naturales de una forma compleja, en su dimensión real.
Es posible argumentar que los diferentes planos a los que puede tener acceso el ser humano se
encuentran dentro de esta misma realidad como capas superpuestas de acontecimientos y
realidades interconectadas, de alguna manera a pesar de que por medio de la física teórica sea
posible considerar la posibilidad de que existan estos múltiples planos de realidad no ha sido
posible demostrarlos vehementemente (Contreras & Eschenhagen, 2011). Mientras que para los
indígenas esta realidad interconectada es su método de intervención de la realidad. Método
llevado a cabo durante las ceremonias y estados alterados de consciencia (Raichel-Dolmatoff,
1998).
Las formas en las que se intervienen los planos viene dada por una serie de procedimientos,
rituales y prácticas provenientes de sus ancestros y de la experimentación multinivel que logran
realizar (Restrepo & López, 2002). Los diferentes planos son entonces para los indígenas niveles
de realidad que comprenden y saben intervenir, esta forma de conocimiento puede establecerse
desde el pensamiento occidental como similar a la brujería o las prácticas paganas. Por lo que han
sido relegadas por la ciencia al no ser verificables a través del método científico. Esto no quiere
decir que los indígenas no puedan conocer e intervenir los diferentes planos para actuar cuando se
requiera.
La relación entre los Guardianes, las personas y la comunidad se establece a través de
rituales, que tienen contenidos distintos: rogatorias, agradecimiento, perdón por
transgresiones cometidas, los cuales reafirman la misión humana de contribuir a la
armonía del Cosmos (Tovar, 2009).
Espiritualidad como principio de acción.
Para las comunidades indígenas el conocimiento o crecimiento espiritual tiene un orden
primigenio sobre el cual se estructura todo el ser individual y colectivo, que va más allá de una
creencia y constituye la forma de comprender lo real (Rivera, 1994). En otras palabras, el espíritu
es independiente de la mente y del cuerpo y, es el principal medio de conexión con el mundo
invisible. Para las comunidades indígenas la visión conjunta de una espiritualidad sin religión
constituye su identidad como grupo, procesos que siempre están guiados por lo abuelos y
sabedores que conocen las prácticas y guían a la comunidad en pro de la armonía individual y
colectiva (Emenequene A. c., 2015). No existe un solo grupo o etnia que no base sus procesos en
procesos espirituales (Alvarado, y otros, 2004).
“Pensamos que antes de la creación del mundo y de la aparición de la luz, ya existían
los espíritus de los seres que iban a existir. Esto nos permitió sentir que somos hermanos y
que somos hermanos de todos los seres de la tierra. Como mujeres representamos la
madre tierra y observamos, además, una estrecha relación entre la naturaleza y el hombre.
Nosotros éramos espíritus, al igual que las plantas, los animales, las piedras Lo que iba a
existir, existía antes en forma de espíritu. Por eso entre espíritus somos hermanos, con la
naturaleza, con todo lo que existe: el cosmos, la tierra misma (Zalabata, 2001).
En relación a este aspecto es fundamental reflexionar que para los indígenas no sólo se
considera sublime y maravillosa toda la especie humana, sino que su cosmovisión considera todo
lo que hay en el mundo de la misma manera. Para el indígena tiene el mismo valor una hormiga,
una hoja seca, un árbol o todo el bosque completo, todo hace parte de un todo, los animales, las
plantas, el viento, el agua, las rocas, son entes que, o bien guardan relación con la creación y son
tan importantes como cualquier gente, o bien, tienen espíritu propio. Tienen alma.
Los espíritus nos indican, nos hablan, nos llaman y se manifiestan a través de nuestra
vida, en las situaciones que podemos experimentar y esto nos conlleva a una respuesta en la
tradición y gracias a ese conocimiento de la naturaleza con nosotros y nosotros con la
naturaleza es lo que nos permite una identidad, una cultura propia, un pueblo con unos
valores para vivir en ese territorio (Zalabata, 2001).
Animales y plantas de poder, piedras montañas y lagunas sagradas, dentro de la cosmovisión
de muchas comunidades se hace referencia al espíritu del agua, el espíritu viento, el espíritu de la
tierra, manifestaciones del poder de la naturaleza con las que viven, de las que aprenden, que
hacen parte de sus propias personas y de sus comunidades, las manifestaciones de la vida y la
muerte, de la luz y la oscuridad, del cielo y la tierra, lo concreto y lo etéreo, entre las dicotomías
del universo se encuentra todo lo que se necesita comprender.
La relación que la comunidad establece con lo sagrado se caracteriza por la determinación de
cumplir con su misión cosmogónica: el mantenimiento de la armonía y el equilibrio del orden
natural y social (Hate Kulchavita, 2012). Para los indígenas ésta es la principal función del ser
humano dentro de la tierra, donde lo sagrado siempre está vinculado con la espiritualidad y con
un territorio específico. Los territorios comunitarios están impregnados de sacralidad, y de entes
espirituales, por ello, se pueden encontrar lugares sagrados en casi todos los espacios: cuevas,
ríos, montañas, manantiales, en donde viven los Guardianes (Tovar, 2009).
Creemos que los espíritus siempre existieron y que se refugiaron en seres que se
personificaron en cerros, agua, personas, culturas, conocimientos y que por eso todas las
formas ameritan respeto (Zalabata, 2001)
Cualquier concepto que damos, es parte de un concepto espiritual tradicional. Si les voy
a explicar qué significa el Sol o un árbol, tiene su respuesta en un concepto espiritual, en un
concepto tradicional (Zalabata, 2001).
El propósito fundamental de la espiritualidad para los seres humanos es la búsqueda del
equilibrio y la armonía consigo mismo y con los demás (cosmos) (Ereira, 2012). La pérdida de
este principio ha provocado grandes catástrofes a escala local, regional y mundial (Zalabata,
2001). Frente a esto La espiritualidad indígena tiene varias manifestaciones y medios para lograr
el equilibrio desde las cuales trabaja, entre ellas: el fuego sagrado, las ceremonias, lugares
sagrados, cerros, montañas, ríos, lagos, cantos, ofrendas (Raichel-Dolmatoff, 1998).
La espiritualidad es la fuerza que está con la persona, lo que motiva, promueve el
pensamiento, la razón de existir, así como, entender las realidades diversas que hoy día
han surgido (Ereira, 2012).
No es el hombre sino la mujer la esencial por ser dadora de vida.
A lo largo de toda la historia la mujer ha sido tanto negada como señalada gracias a sus
características perceptivas, ha sufrido al igual que otros pueblos un exterminio masivo y un
epistemicidio cultural, no es un secreto que en la sociedad actual y desde hace varios años el
poder y todas las estructuras políticas están dominadas por los hombres, mientras que la mujer
pasó a ocupar un papel secundario (Grosfoguel, 2013) (Gimbutas, 2012).
Los indígenas sientan sus bases y sus creencias en la importancia de la mujer como madre, sus
diosas son mujeres y el esmero por comprenderla los llevan a considerarla por encima de los
hombres en muchos aspectos, su papel en las comunidades es la de determinar, analizar y definir
los aspectos más importante de la comunidad (Fernández D. , 2013).
La relación con las mujeres se concentra principalmente en su visión de madre, en su
sabiduría, su intuición y manejo del cuerpo diferente a los hombres. Las mujeres son muy
importantes para una comunidad ya que son las encargadas de guardar y alimentar las tradiciones,
el vestuario, el alimento, los adornos y las danzas que al tiempo enseñan a sus hijos, con lo que se
garantiza que las tradiciones se mantengan con el paso del tiempo.
Todo lo que da a luz es femenino. Cuando los hombres empiecen a comprender las
relaciones del Universo que las mujeres han conocido siempre, el mundo empezará a
mejorar (Abuela Margarita, 2015).
La palabra como elemento de construcción de la realidad.
Lo que hace que el hombre sea hombre como se le conoce es; la palabra. Fue el poder de
explicar a través de las palabras las ideas, razonamientos y estados de ánimo lo que condujo a que
el hombre se convirtiera en un ser cultural (Cardona & Agudelo, 2005) (Peretz, 2015).
La palabra, para las comunidades indígenas es un elemento clave para la comprensión,
explicación y a su vez factor relacional con todo el principio comunitario, es entonces el punto
inicial de la espiral que construye la vida (Hate Kulchavita, 2012).
Para el caso de los vocablos y lenguas indígenas las interpretaciones realizadas en los primeros
años de la “conquista” fueron iniciativas que buscaban más que realizar un intercambio cultural
el adoctrinamiento de los pobladores originarios. Por lo que no se realizaron esfuerzos serios por
comprender las estructuras mentales de sus hablantes ni los contextos en los que se desarrollaron
sus lenguas (Escribano, 2005).
Las transcripciones de las lenguas y con ellas las formas de pensar de gentes que hablan otras
lenguas, suelen ser demasiado burdas, ya que parafrasear en una lengua europea una forma de
reportar la realidad o un modo de concebir el universo a través de una lengua indígena no es solo
una operación difícil sino en última instancia imposible (Luque, 2004). Por lo que los registros
históricos de las lenguas originarias carecen de sentido al ser meras acomodaciones de estas a los
vocablos de los europeos, principalmente al castellano (Escribano, 2005).
Asunto que posibilitó y facilitó el proceso de invasión y posterior aculturación de las
sociedades precolombinas. Al ser sociedades enteramente ligadas a la palabra como forma de
preservar sus culturas, al no poder hablarlas fueron perdiendo poco a poco sus factores
identitarios (Escribano, 2005).
La fuente principal de todos los conocimientos indígenas es la palabra, ya que es un método
permanente y común a todas las sociedades humanas a través de la historia (Eckart, 2008). Para
los indígenas en particular el cuidado de la palabra constituye un asunto de primer orden ya que
en esta basan tanto sus actos éticos, como la construcción de la realidad (Hate Kulchavita, 2012).
La magia está en saber que se debe respetar lo que se dice y los acuerdos a los que se llega a
través de ella (Ruiz & Ruiz, 2010).
El valor que se da a la palabra es muy grande ya que se asume que por el hecho de decir que se
hará, así es como pasará, lo cual no genera ningún inconveniente si estos acuerdos se respetan por
todos los miembros de una comunidad. El asunto clave es que en el sistema de pensamiento
occidental la palabra no es asumida como parte y compromiso de la verdad.
La palabra es muy importante ya que es la que construye la vida, las experiencias del hombre
y los recuerdos que este guarda, entonces, la palabra pasa a ser un elemento fundamental para las
prácticas culturales, por ejemplo a la hora de expresarse con palabras la mhuysqubun al igual que
otras lenguas expresan mantras, palabras de armonización, por lo que no solo es importante el
mensaje que se transmite sino la fuerza, la voluntad, el intento y los sentimientos con los que se
expresa cada individuo a través de la palabra (Escribano, 2005).
Ser gente de palabra es tener cultura propia cada uno de los pueblos que hay tiene su
propia cultura, su propia forma de hablar, de manejar el ambiente, la naturaleza, pero
siempre es el mismo espíritu, el mismo poder la misma sabiduría; “solo la forma de hablar
cambia y parece de otra persona, pero nuestro color de sangre y el cerebro son los
mismos, somos los mismos humanos, nuestro color externo es diferente pero por dentro
somos iguales” (Bermúdez, Mayorga, Quigua, Jacanamijoy, & Fajardo, 2005).
Para algunas comunidades indígenas al contrario de como ocurre en el mundo de occidente no
se escriben los saberes, los conocimientos; la estrategia para mantenerlos es contarlos a los otros
y que a través de la palabra estos persistan en el tiempo, es por esto que sus conocimientos son
guardados en sus rituales, en sus prácticas, en lo que se conoce como mitos, es su vivencia y su
comprender; lo que los mueve por el mundo lo que heredan a sus hijos para que no se pierdan los
hallazgos, para que el relato primero no se olvide, para que sus identidades y sus voces no se
pierdan en el tiempo (Fernandez & González, 2014) (Hate Kulchavita, 2012) (Darrel, 1996)
(Samper, 1999) (Castaneda, 2000) (Alvarado, y otros, 2004).
Entonces la extremidad del ser humano se llama brazo y la del árbol se llama rama, en
castellano. Pero en la lengua guambiana y en la lengua nasa se denominan con la misma
palabra y el mismo significado, porque tanto los árboles como los seres humanos tenemos
extremidades. La palabra no quiere decir ni brazo ni rama, sino extremidad (Vasco, 2010).
El desarrollo como visión de crecimiento comunitario.
La formación social, económica y cultural de los pueblos indígenas tiene su base en el
desarrollo de la vida comunitaria (Acosta, 2010). Ya que el indígena no se concibe a sí mismo
como ser individual en el contexto social sino como ser comunitario.
Aunque para cada comunidad el concepto de desarrollo es diferente, es posible trazar un
paralelo entre cada una de estas cosmovisiones para poder tener una idea de la diferencia entre el
sistema de pensamiento indígena y el occidental.
Mientras que por una parte el sistema occidental se plantea el desarrollo como un ideal general
basado en el consumo y la acumulación del capital, el sistema indígena se basa en un desarrollo
íntegro de las comunidades de la mano con el ambiente que los rodea, en el que el bienestar se
alcanza de forma comunitaria y no individual (Acosta, 2010).
El indígena concibe a la sociedad ligada a la naturaleza y a la economía, no las concibe
separadas y aisladas unas de otras como ocurre en el pensamiento económico de las sociedades
industrializadas (Darrel, 1996). La sociedad viene a ser el conjunto de relaciones que establecen
sus individuos, de integración solidaria, con la finalidad de reproducirse como seres
pertenecientes a una comunidad concreta. No se hace vida social para reproducirse
individualmente, sino que se hace vida social comunitaria para reproducirse como comunidad
social. Se vive y se muere en y para la comunidad (Amézquita, 2013).
[…]” La situación de nuestros territorios indígenas y las zonas mineras, cuando le están
sacando los minerales a la tierra la están desequilibrando y de echo la están matando por
partes, por pedazos, ¿pero esos resultados a quién beneficia? Cuando la tierra está intacta,
está produciendo aire puro, garantizando vegetación, vida de plantas, vida de animales y,
por lo tanto, está garantizando la vida de la gente, pero cuando nosotros retiramos esos
materiales, ¿a quién beneficia? La contaminación se ve por todas partes ¿el desequilibro
ambiental a quién y a cuántos beneficia?, ¿cuántas toneladas de carbón o de oro o cuántos
barriles de petróleo se sacan? (Zalabata, 2001).
Para los mamös de la Sierra Nevada la expansión del capitalismo no es un signo del «progreso
de los tiempos», sino un serio motivo de preocupación que los incita a hacer mayores esfuerzos
por cuidar la Madre Tierra y equilibrar el mundo (Ministerio de cultura, Nación desde las raíces,
2010).
Como lo afirma (De Sousa santos, 2000); la lógica del sistema capitalista gira en torno a la
acumulación y a la búsqueda constante de la riqueza material, de la satisfacción de necesidades
“inventadas” y muchas veces inútiles. Esta lógica “antiecológica” destruye al planeta y agota los
recursos finitos por causa de una demanda creciente de estos. Esta posición crítica que poseen los
indígenas coincide como se puede ver con la visión de científicos y filósofos de todas las épocas.
No es difícil aseverar como el utilitarismo generado por el sistema capitalista conlleva a la
deshumanización y desnaturalización del hombre, por lo que la clave del desarrollo para las
comunidades se establece en el cambio de los patrones que de consumo y de pasar del
individualismo al comunitarismo (Fondo Indígena, 2008) (González M. , 2009).
El desarrollo para los indígenas puede ser visto como el resultado de las actividades humanas
en búsqueda de la satisfacción de las necesidades básicas de toda la comunidad en su conjunto, de
manera respetuosa y de la mano con la naturaleza, ya que no se extrae ningún componente
ecosistémico sin que esto no sea absolutamente necesario, frente a lo cual piden permiso y
agradecen por el beneficio que representa para ellos el elemento natural (Darrel, 1996).
Finalmente, la cosmovisión indígena plantea la necesidad de un cambio civilizatorio, de
“volver a la naturaleza” mediante el rescate del pensamiento ancestral, patrimonio colectivo de su
identidad originaria. Como ya se ha indicado, la situación actual del mundo del siglo XXI,
requiere la reconexión de la esencia del hombre y la naturaleza, no se pueden seguir ignorando
las cosmovisiones propias de las grandes civilizaciones prehispánicas, como parte de la
construcción de un nuevo y dinámico subconsciente colectivo (Vega, 2014).
El análisis de las de las categorías propuestas conduce a reflexionar con respecto a las
dinámicas sociales que se reproducen individual y colectivamente. Las bases sobre las cuales se
construyen los múltiversos de las diferentes visiones que componen Colombia permiten
vislumbrar saberes y conocimientos necesarios para afrontar la crisis civilizatoria del siglo XXI
(Fernández D. , 2013).
Se propone entonces el acercamiento a la naturaleza de forma radicalmente diferente a la
forma en la que los sistemas occidentales proponen, se presenta a continuación la visión de la
naturaleza desde el pensamiento indígena como marco de convergencia entre todas las categorías
analizadas.
Análisis de la cosmovisión indígena y su entendimiento de la naturaleza.
En la cosmovisión de los pueblos indígenas el ser humano no aparece como la cúspide de la
Creación, al contrario, éste se asume como un ser más de la Naturaleza, ni más ni menos
importante que los otros seres, sino, en continuo dialogo junto a seres que los occidentales
consideran inanimados como las montañas, las rocas, el mar, el aire, el agua y el fuego (Galán,
2015).
Figura 7: Integración de las categorías propuestas como visión de totalidad
Fuente: El autor
Al analizar la relación de los indígenas con su entono se puede determinar que ésta es
principalmente de respeto, las dinámicas que han establecido con todo lo que les rodea poseen
características complejas con relación a la intervención de la naturaleza para su beneficio en la
justa medida (Casas, 2011).
Los indígenas hablan de que su relación con todo lo que existe en el mundo es una relación de
reciprocidad; de dar y recibir, mediante sus rituales logran conectarse mediante un lenguaje
etéreo e inefable que han transmitido generación tras generación desde el principio de los días,
con los espíritus y los entes, para agradecer y obtener guía y sabiduría (Hate Kulchavita, 2012).
Los rituales involucran a la sociedad y a los elementos naturales que sustentan la vida, la
relación de reciprocidad consiste en agradecer por la vida y por todo lo que la sustenta, los
pagamentos que realizan interactúan con el componente energético que existe en todo lo que hay
alrededor6, mediante los rituales se conectan los dos mundos: el espiritual y el material, para
comprender y agradecer (Darrel, 1996).
La esencia de la cosmovisión indígena se manifiesta a través de la ritualidad (Barraza, 2014).
Que constituye una expresión de su expectativa ante la tierra y el cosmos, con los cuales se
identifica y a los que brinda su vida, dones consciencia y esencia (Crespo & Vila, 2014). El Sol,
la Luna, los animales, el mar, los frutos, los árboles, las lagunas y los ríos forman parte de la
cosmovisión de los pueblos de américa en general, de sus creencias, e intervienen como
elementos fundamentales dentro de sus celebraciones, agradecimientos y pagamentos (Hate
Kulchavita, 2012) (Crespo & Vila, 2014).
Gracias a los relatos de los cronistas españoles e informes de viajeros que conocieron los
últimos destellos de las culturas amerindias en la época colonial, se ha podido recapitular y tratar
de interpretar, las formas sociales, económicas y naturales propias de su desarrollo y, en
particular, los niveles de conocimiento alcanzados, a través del interactuar milenario y
multifacético con su ambiente (Casas, 2011). El mismo interactuar que les permitió consolidar
una visión holística del entorno y un gran acopio de conocimientos y experiencias para su
adaptación al mismo, sin destruir ni deteriorar la armonía existente en el ecosistema tierra.
6 No se separa la naturaleza para su estudio, se integra la razón a la naturaleza, a su comprensión, a las formas en
las que opera, es por esto que no existe por ejemplo la división entre lo vivo y lo no vivo, lo abiótico y lo biótico
La visión compleja y complementaria del mundo planteada por el paradigma ambiental
permite ver de manera cercana la forma en la que las comunidades indígenas han logrado
mantener el equilibrio ecosistémico durante miles de años (Noguera, 2006).
“En la lengua guaraní no existe palabra que, ni siquiera aproximadamente, se parezca a
nuestro concepto de naturaleza. Tratar de entender su concepto sobre lo que nosotros
llamamos naturaleza, nos lleva directamente a su vida religiosa cotidiana, a la dimensión
espiritual y a la mitología” (Grünberg, 2004).
La naturaleza es la fuente que les proporciona todo en cuanto necesitan para vivir, su
cosmovisión de que los seres, los elementos, las dinámicas energéticas y la multiplicidad de
realidades se conectan en el plano material; es una visión compleja, mística y mágica del mundo,
lo que se evidencia en sus formas de interactuar con éste (Rachel-Dolmatoff, 1991). Es innegable
que los procesos sociales, culturales y naturales de los individuos y colectividades indígenas se
han mantenido durante siglos gracias a sus mitos, visiones y prácticas, lo que se refleja en el
estado de los ecosistemas en los que se desarrolla (Fernández D. , 2013).
(Hate Kulchavita, 2012) Menciona que los planteamientos que se realizan desde las
comunidades indígenas conducirán por un camino hacia la sostenibilidad, ya que los problemas
ambientales contemporáneos requieren dentro de la visión compleja que se plantea, la
comprensión por parte de toda la raza humana de las dinámicas ecosistémicas de forma íntegra,
lo que debe conducir a incluir en la visión de ambiente lo material e inmaterial. Por lo que se
puede establecer qué; para los pueblos indígenas la sostenibilidad se puede dar sólo en términos
de incluir en lo que se conoce como “ambiente” (sociedad, naturaleza y economía) el componente
espiritual propio del planeta tierra y de todo lo que lo puebla.
Lo natural puede ser comprendido como la totalidad, como el producto de las interacciones
espirituales, energéticas, materiales y mentales del ser humano, lo que comprende y no
comprende, es decir, que los fenómenos que llevan al ser humano a comprender la naturaleza
parten de un conocimiento paracientífico del mundo, su acercamiento a la vida se realiza en
primera medida desde la consciencia, con lo cual establece un nexo directo entre lo que su cuerpo
material le permite a través de lo sensorial y su espíritu; pasando por el plano mental que le
ayuda a organizar y comprender en muchos casos los sucesos que lo rodean, pero en algunos
casos la mente al no ser necesaria para comprender la vida y lo importante del mundo se descarta
dentro del proceso, en ocasiones pueden establecer un nexo directo entre su espíritu y el cosmos,
el universo, la madre tierra, Dios (Baines, 2015) (Casas, 2011).
El comprender lo que se conoce como “fenómenos naturales” se realiza desde tres aspectos
principalmente: cuerpo, mente y espíritu. Lo que le permite visualizar el componente visible e
invisible de las manifestaciones de la vida, lectura que realiza en todo su trasegar por la tierra. De
esta forma consciente comprende los ciclos de la vida y los fenómenos asociados a esta, con lo
que se aproxima a la naturaleza como un todo interconectado, como parte de un organismo, como
un componente fundamental de una macroestructura supraterrenal con la que ha establecido una
comunicación intangible y etérea.
Esta idea de naturaleza los lleva a comprender las dinámicas naturales y ecosistémicas de
manera mágico-hermenéutica, lo cual conlleva a intervenir este considerando siempre sus actos
como una intervención divina, consciente y respetuosa de otros seres y los ciclos propios de la
naturaleza.
Utilizan veneno para peces en los ríos, reducen las poblaciones de mamíferos, talan
árboles y a veces acaban con poblaciones enteras de palmeras para techar sus casas, pero
lo importante es que solo toman de la selva lo que necesitan para sobrevivir. Y lo hacen
con consideración, basándose en una comprensión profunda de lo que puede y no puede
proveer (Tibán, 2000).
(Vacacela, 2002) Encuentra en Heidegger una idea primordial: “lo visible se sustenta en lo
invisible y aquello que es visible le permite ser invisible”. Se puede sostener bajo este argumento,
que las relaciones que sostienen estas sociedades humanas con los seres espirituales les han
permitido visualizar esta dinámica y aplicarla a sus acciones vitales.
En este aspecto el chamán o mamo es en sentido pleno, interprete de los lenguajes, energías y
poderes que vigoriza y transmite a los seres humanos (Crespo & Vila, 2014). Muchas de sus
acciones y versiones del mundo obedecen a la comunicación con un ser sobrenatural (invisible)
que en el momento de beneficiar a los seres humanos se vuelve visible (Vacacela, 2002). Es por
esto que para la filosofía indígena son las experiencias concretas vividas las que son aceptadas
como verdaderas (Casas, 2011). Lo cual conduce a aceptar que todas sus acepciones y
significados epistemológicos no se encuentran en textos escritos, sino, en sus estados alterados de
consciencia, sus sueños y en la magia que perciben del mundo, se puede interpretar entonces que
la filosofía indígena es una experiencia vivencial del mundo. La experiencia vivencial más que
con la razón tiene que ver con los sentimientos y emociones, es un arraigamiento inmanente al
hombre (Vacacela, 2002).
En consecuencia, se puede concluir que; para el mundo indígena la naturaleza no es solamente
una estructura inerte, sino todo lo que interactúa con el hombre, todo aquello que le da vida y le
transforma (Vacacela, 2002).
La adoración ritual al sol, a la luna, a la pacha mama, no es al objeto en sí, sino a algo que los
envuelve y conecta, a la energía invisible, a la inminencia que no puede ser mostrada pero que es
el origen que crea al sol, que permite existir en el caso de pacha mama, pero no es el objeto tierra
sino un conjunto de aliento, energías, vida, intensión e interpretación (Vacacela, 2002).
Se puede esclarecer entonces, que los saberes indígenas son una mirada particular de la
relación hombre–naturaleza en esta parte del planeta, conocimientos que se han labrado desde
épocas inmemorables y que por lo tanto poseen una riqueza que no se puede desestimar ni
rechazar ya que se han forjado entre la naturaleza y esta relación los ha enriquecido como
individuos y como comunidad.
Las manifestaciones de sus actos dan cuenta de su visón particular y de las entrañables
relaciones que ocurren entre éste, su comunidad y su entorno natural, por lo que fuera de
conceptualizaciones y manifestaciones mentales, la relación que existe solo se puede explicar y
aprender dentro de la naturaleza, a través de la conexión intrínseca de cada uno de los seres que
habitan el planeta tierra.
Los indígenas plantean, entonces, un desarrollo que ya no signifique la imposición de
proyectos y sistemas ajenos, inapropiados, insostenibles y destructivos, sino: "un desarrollo
fundamentado en el respeto a la naturaleza y el derecho de los Pueblos Indígenas a participar
como sujetos colectivos en su propio destino, acorde a su cultura, organización socioeconómica,
valores, conocimientos y potencialidades" (Ministerio de cultura, Nación desde las raíces, 2010).
Así como también demandan a los gobiernos emitir una legislación que proteja y garantice los
conocimientos, prácticas tradicionales y los derechos de propiedad intelectual de las
nacionalidades y pueblos indígenas (Tibán, 2000)
“Manteniendo la ritualidad propia de su cultura en la reverencia y agradecimiento se
encuentran los valores que tiene el ser humano, como eje de una cultura en la que no se
busca la acumulación de bienes, sino que los excedentes son compartidos en comunidad,
especialmente durante los momentos festivos” (Vacacela, 2002).
“Cada tribu de indios presenta un sistema de pensamiento que es, muchas veces, un
conjunto de creencias que funciona para preservar, entre otras cosas, los recursos
naturales. Los indios no creen que el objetivo de su civilización sea conquistar la
naturaleza y el mundo, ni extraer lo máximo posible de recursos a corto plazo, para
obtener lucro y ventajas, los Kayapó creen que existe un equilibrio entre los espíritus de
los animales, de los hombres y de las plantas. Si los hombres abusan de los recursos de la
selva, la armonía seria destruida y llegarían enfermedades en toda la tribu. Para ellos
ningún aspecto es más importante que el equilibrio ecológico”. (Darrel, 1996)
Para el pensamiento indígena todo está relacionado, vinculado con todo. La realidad se
presenta como un indivisible holístico, como el conjunto de seres, planos y aconteceres
interrelacionados (Vázquez, y otros, 2015). Existe necesariamente una visión integral entre
hombre y naturaleza. El hombre es tan solo una parte de ella y no su artífice o su modificador
absoluto (Bisbicús, Paí, & Paí, 2010). El conocimiento del mundo y de los otros avanza en la
medida en que el individuo adquiere un mayor conocimiento de sí mismo. Señalan que lo
ambiental aparece unido, integrado como un todo a la vida y acción de las comunidades, por lo
cual su percepción del mundo y el manejo de los “recursos naturales” es inherente a su vivir y
acontecer y no se puede dividir o separar (Crespo & Vila, 2014) (Vázquez, y otros, 2015).
Por otro lado, sus concepciones ontológicas sobre el ser y la vida son muy distintas del
preceptismo y del individualismo occidental. Los humanos son comunidades de seres antes que
individuos; en las comunidades están presentes y vivos sus antepasados, así como los animales y
la Madre tierra. “Estamos ante cosmovisiones no occidentales que obligan a un trabajo de
traducción intercultural para poder ser entendidas y valoradas” (Sousa santos de, 2011).
Los caminos de lo indígena se han abierto desde que se anunció la profecía del águila y el
cóndor7, los factores culturales que durante siglos fueron guardados por las comunidades se
abrieron para que como sociedad occidental se construyan nuevos caminos en los que los dos
tipos de sociedades aprendan mutuamente (Hate Kulchavita, 2012).
En nuestra forma de vida, en nuestro gobierno, en todas las decisiones que tomamos,
pensamos siempre en la séptima generación futura. Nuestro trabajo consiste en procurar
que los que vengan después, las generaciones que aún no han nacido, no encuentren un
mundo peor que el nuestro (Vázquez, y otros, 2015).
Capítulo 3: integración de las categorías de la cosmovisión indígena y la epistemología de la
administración ambiental de la universidad distrital francisco José de caldas
La metodología utilizada ya ha planteado en primer lugar cuestiones fundamentales, categorías
y un amplio análisis de los factores complejos que pueden conducir a un nuevo paradigma en el
marco educativo y ambiental para la gestión de los profesionales de la carrera de Administración
Ambiental de la UDFJC. Y en segundo lugar el análisis de las categorías propuestas ha permitido
exponer las principales características de los saberes y cosmovisiones indígenas en Colombia.
El ejercicio que se propone para el presente capítulo será el de incorporar este análisis al
contexto académico colombiano y a la administración ambiental como paradigma emergente.
Por lo que se propone a continuación, la integración de las cuestiones fundamentales, las
categorías, y su análisis desde el punto de vista epistemológico de las ciencias ambientales y de la
7En el principio, el Águila y el Cóndor compartían el cielo y la fuerza del viento para impulsar sus alas. Era una
convivencia armoniosa como la del sol y la luna. Fuerzas extrañas a ellos los enemistaron, separándolos. Desde entonces demarcaron cada uno su territorio en el aire. Así, los pueblos que antiguamente vivían en paz y en fiesta, desconfiados se fueron separando, dejaron de conversar con los espíritus de la naturaleza y cada vez fue más difícil escuchar la música de la tierra. Dice la voz de la profecía que un día, el águila y el cóndor volverán a encontrarse, a volar juntos, curando sus heridas con las lágrimas lloradas. Así los pueblos confundirán sus cantos y sus rituales, compartirán sus danzas, cosecharán sus frutos, otra vez conversarán con las montañas, lanzarán sus sueños a las estrellas, sonará la música de la mamapacha, en un concierto infinito a la vida y a la naturaleza.
Hemos estado esperando por cincuenta décadas. La profecía Inca dice que ahora, en esta Era, Cuando el Águila del Norte y el Cóndor del Sur se unan, la Tierra se despertara. Las Águilas del Norte no pueden volar libres sin los Cóndores del Sur.Ahora está pasando. Ahora es cuando. La Era Acuariana es era de la luz, es la era del despertar, una era de volver a nuestra forma natural. Nuestra Generación está aquí para ayudar a despertar y abrirles los ojos, a preparar nuestras diferentes escuelas para que entiendan el mensaje del corazón, intuición, y naturaleza. La gente nativa habla con la Tierra. Cuando el despertar sea consciente, nosotros podremos volar como Águilas Libres y como Cóndores Libres... (Willaru, s.f.)
administración ambiental, lo cual conducirá en primera medida a definir lineamientos dentro de
la actual estructura de la carrera y en segundo lugar a la propuesta de contenidos programáticos
como forma de incorporación en el ejercicio educativo y profesional desde los objetivos
planteados; con la fin primordial de aportar a la construcción de un paradigma civilizatorio
propio y en concordancia con las formas de desarrollo alternativas del territorio colombiano.
Lo ambiental como eje central de común-unión entre la visión indígena y occidental.
Para los fines que persigue esta investigación es importante trazar un paralelo entre la visión
de la relación hombre-naturaleza desde la visión indígena y occidental, con la idea de construir
un camino autónomo como herederos de dos grandes sistemas de pensamiento, con el ánimo de
brindar mecanismos para remediar o subsanar los daños causados a los ecosistemas y las culturas
que los habitan en el marco del desarrollo sostenible.
La espiritualidad cósmica vuelve a animar a los espíritus sensibles al mensaje que
emana del universo y de la naturaleza, las tradiciones religiosas y espirituales se
revitalizan en contacto con los desafíos de nuestro tiempo (Boff, 2007).
Abordadas las dos formas de percibir tanto el conocimiento y el saber, y con estos las
implicaciones de sus actos en el medio natural por la visión occidental y la indígena se propone
como puente y conducto; el mestizaje, con el ánimo de realizar un parangón que permita
construir una visión conjunta que aporte a los desafíos de este tiempo y a la gestión ambiental en
Colombia.
Ejercicio requerido para abordar nuevas formas de comprender lo que se considera lo
ambiental, sus variables y manifestaciones, y con esto a formas más cooperativas de convivencia
con los diferentes seres que habitan la tierra, a una renovada veneración por el misterio que
acompaña y sostiene el proceso evolutivo, la vida y las dinámicas ecosistémicas necesarias para
su sostenimiento (Fernández F. , 2010).
En momentos críticos como los que estamos viviendo recurrimos nuevamente a la
sabiduría ancestral de los pueblos y acudimos a las escuelas de unos y otros vengan de
donde vengan. Hay que construir un nuevo ethos que permita una nueva convivencia entre
los seres humanos y los demás seres de la comunidad biótica, planetaria y cósmica; que
propicie nuevamente la fascinación ante la majestuosidad del universo y la complejidad
de las relaciones que sustentan a todos y cada uno de los seres (Boff, 2002).
Una nueva ciencia ambiental enriquecida desde la academia y los proyectos curriculares como
Administración Ambiental pueden a través de sus áreas del saber y campos de investigación
plantear métodos de estudio y análisis complementarios a fin de incluir fenómenos y visiones
que no se pueden estudiar a través del método científico tradicional cartesiano, es decir, que
deben incluir otras manifestaciones energéticas y multidimensionales en su campo del saber,
necesarias para entender la trama del complejo mundo en el cual se encuentra inmerso el ser
humano (Limachi, 2010).
Estos procesos deben ser abordados de manera holística desde la ciencia y la técnica
disponibles pero, entendiendo que los fenómenos que estudia no pueden ser limitados por un
paradigma meta científico que ha dominado las formas de comprender los fenómenos de la
naturaleza, sumado a esto, se establece que hace falta una filosofía del ser y una reflexión
espiritual que hable del sentido de todos los sentidos y que sepa organizar la convivencia humana
bajo la inspiración de la ley más fundamental del universo: la sinergia, la cooperación de todos
con todos y la solidaridad cósmica (Boff, 2002).
Como sociedad es necesario avanzar en el camino de la reconciliación no solo entre seres
humanos, sino, considerar que el cambio transcurre de adentro hacia afuera, no es posible tener
una visión clara del mundo si esta no se hace conscientemente (Baines, 2015) (Hate Kulchavita,
2012).
Para (Baines, 2015) la espiritualidad que durante muchos años se confundió con religión, debe
permitir contemplar la dimensión real de la naturaleza, del papel del ser humano dentro de ella, la
condición puramente racional del mundo post moderno ha llevado al sapiens a transformar y
poner en peligro la vida del planeta sin un objetivo claro.
Frente a este planteamiento y como forma de encontrar un puente las ciencias ambientales
exigen una posición ambivalente frente a la ciencia y la tecnología, por un lado obligan a
reconocer que éstas llevan consigo elementos tanto progresivos como regresivos, que si bien
puede incrementar el poder y el control de ciertos fenómenos sociales y naturales por parte de la
industria, por el otro también, puede contribuir a mejorar los procesos sociales y comunitarios en
aras de construir una ciencia local, que de soluciones puntuales a problemáticas que aún no son
tenidas en cuenta por las instituciones gubernamentales y académicas (Nieto, 1995) (Garzón,
1997).
Como ha ocurrido en repetidas ocasiones, no es suficiente con pedir prestado o comprar los
productos de la ciencia moderna o de la tecnología en los países industrializados. Muchos de los
problemas de la sociedad colombiana, para los cuales, en el momento no existen soluciones, se
tienen que encontrar a través de la construcción de una ciencia local, con la ayuda de los
conocimientos científicos, tecnológicos, ancestrales y académicos propios. Por ejemplo, el
aprovechamiento a favor de la población colombiana en conjunto, de manera sostenible, del gran
patrimonio de la biodiversidad de su territorio, implica el rescate, conciliación y la creación de
conocimientos y tecnologías que se puedan aplicar a problemas complejos propios como una de
las más urgentes tareas.
Es la obligación de la vanguardia científica aplicada volcarse sobre la conservación de las
especies animales, vegetales y humanas nativas, y los ecosistemas que los vitalizan. Antes de que
desaparezcan irreversiblemente bajo el dominio de la posmodernidad y las dinámicas de
consumo.
Pero, para lograr estos objetivos se necesita el concurso de sectores cada vez más amplios de
la población y despertar la conciencia pública sobre la importancia decisiva que tienen estos
emprendimientos (Ministerio de cultura, 2010). Comenzando, quizás por aprender a valorar el
legado milenario de las tradiciones de los pueblos indígenas y las formas en las que estas han
mantenido el equilibrio dinámico entre las comunidades humanas y la naturaleza (Gear & O'neal,
2008).
La sociedad colombiana debe comenzar a liderar la creación e implementación de un modelo
de desarrollo que tenga muy en cuenta la superación de la racionalidad lineal, que estuvo
tradicionalmente tan ligada a la tecnología de corte mecanicista y a la ciencia positivista de los
últimos siglos (Mora-Osejo, 1998). Ello obliga a proponer una auténtica interdisciplinaridad y
complementariedad de los saberes. El diseño y puesta en marcha del modelo de desarrollo
endógeno, es decir, inspirado en las circunstancias propias del territorio colombiano y sus
ecosistemas.
Revisando las fuentes de información con detalle ha sido posible establecer varias conexiones
entre pensamientos, escuelas, cosmovisiones y saberes de diversas sociedades humanas desde la
antigüedad hasta el tiempo de hoy, con relación a 6 aspectos primordialmente:
1. La razón a pesar de que ha buscado dar solución a los problemas que se plantea dentro
del ejercicio científico, el homo sapiens no ha podido realizar una descripción
completa del mundo en el que vive y de sus dinámicas, a pesar de que ésta tradición se
haya construido a través de los últimos 2.000 años. Por lo que las formas de acercarse a
la realidad deben permitirse estar mediadas por otros aspectos que escapan a la
racionalidad.
2. Se ha descubierto que existen ciclos en la naturaleza o el ecosistema planetario que se
presentan de manera autónoma, los cuales están concatenados con toda una serie de
tramas que tejen las características de la vida, estos ciclos son percibidos de manera
inherente por todas las formas de vida incluyendo los seres humanos, mediante los
cuales se crea un vínculo con la fuerza creadora, conexión vital que la ciencia está
comenzando a estudiar y que permitirá una nueva visión en la relación del hombre con
el ecosistema tierra o la pacha mama. Se comprende entonces que estos ciclos no
deben ser modificados ya que conllevan al desequilibrio en las relaciones de todas las
formas vivas y no vivas del planeta.
3. Las crisis existentes en muchos niveles han causado efectos negativos en lo social,
cultural, ambiental y económico, se plantea entonces la necesidad urgente de un
paradigma que permita la atención de estos efectos negativos de manera íntegra;
incluyendo saberes y cosmovisiones de diferentes latitudes, paradigma en
transformación en el que el concepto de ambiente es determinante por sus
características epistemológicas.
4. Las formas en las que se comprenden los fenómenos naturales y sociales determinan
las conexiones y relaciones clave entre el sujeto y el objeto. Factor determinante, ya
que el comportamiento del ser humano dependerá de la manera en la que éste se
aproxima y las relaciones que genera como sujeto al objeto, relación en la que media
como sujeto espiritual, mental, sentimental y material.
5. La inclusión de los planteamientos generados desde la multidisciplinariedad y el
paradigma ambiental, han permitido ampliar e incluir diversas ramas y formas de
conocimiento y de saber, con el ánimo no sólo de enriquecer la visión de los campos
de acción de la ciencia y con esto nuevas carreras, sino también la introducción de
actores sociales clave para la inclusión socio-cultural y el entendimiento de otros
factores de vida válidos, verdaderos y necesarios para la academia y la sociedad
colombiana en su conjunto.
6. Es posible que los caminos trazados por diferentes tipos de sociedad en este momento
de la historia se crucen y permitan al ser humano nuevas formas de entender la realidad
del planeta y con esta nueva forma de acercarse a éste, entendiéndolo como: un ser
vivo poblado de vida.
Integración de los saberes tradicionales con la academia.
Los argumentos presentados deben permitir ver como uno y otro tipo de conocimientos
pueden ser aprovechados por la universidad del siglo XXI, ya que en el ejercicio real aunque las
prácticas y saberes indígenas sean la base de una serie de conocimientos importantes para
percibir los ciclos naturales del ecosistema tierra y una mirada necesaria para un nuevo ethos
civilizacional, no es posible vivir como lo hacen las comunidades indígenas cuando se ha crecido
en la sociedad occidental, por lo que se propone la integración de las dos visiones como marco de
referencia.
Para esta parte del documento se plantea la urgencia no solo de incluir los saberes ancestrales
de Colombia como territorio, sino que ésta episteme sea llevada a las aulas, para que se renueven
las bases orgánicas en la formación de estudiantes, quienes finalmente son los que llegan a todos
los grupos sociales del país.
Este planteamiento requiere transformar ciertas estructuras coloniales para poder ligar los dos
tipos de conocimientos de los que se ha venido hablando, tarea que se encuentra en construcción
pero que aún no impacta de manera significativa. Para tales efectos, este documento pretende
realizar un aporte específicamente a la administración ambiental de la UDFJC que puede ser
asumido por otras carreras de similares características, con el ánimo de brindar un sustento
epistemológico que permita una transformación basada en la filosofía, la ciencia y nuevas formas
de conocimiento.
Por lo que se comenzará por resolver el cómo la universidad colombiana no representa los
saberes tradicionales, por lo que se hace necesario cuestionar algunos de sus elementos
constituyentes, argumento necesario para avanzar en el proceso de identidad colombiana y de la
gestión ambiental.
Considerando el papel que deben tener las carreras ambientales en la actualidad, se deben
buscar mecanismos que le permitan cumplir con su función social, con los retos que le exige el
panorama ambiental actual, mecanismos que permitan la interacción de todos los saberes en la
formación de estudiantes y profesionales, en otras palabras, el estudio de las dinámicas
ambientales desde la epistemología paracientífica.
Es necesario que la transformación se de en primera instancia, desde la conciencia individual-
colectiva hacia un modelo de pensamiento que re-valore la naturaleza como un ser vivo, y no,
como la mera sumatoria de partes; visión que ha conducido a percibirla como un elemento que
carece de vida; del cual pueden sustraerse elementos sin afectar las dinámicas que se las han
sostenido durante toda la historia del planeta, por lo que el acercamiento entre el sujeto (hombre)
y el objeto (naturaleza) debe darse de igual a igual, el ego de la modernidad y todo lo que ha
construido debe relegarse al pasado, y así contemplarlo como un estadio anterior a la
armonización del mundo que plantea la transmodernidad (Dussel E. , 2005) (Balbino, 2010).
Periodo histórico que debe permitir afrontar el recién iniciado antropoceno8 para conseguir la
restauración del ecosistema tierra y la supervivencia de la especie humana.
Para el ejercicio profesional, se propone una carta de navegación apoyada en la visión para
científica de la misma ciencia, para comenzar a transformar la manera de hacer gestión ambiental
en las comunidades marginales de Colombia (Alfaro, 2011). La administración de los “recursos
naturales” es posible en las comunidades, procesos llevados con éxito desde tiempos remotos,
situación que prueba el beneficio que representa para el hombre vivir en armonía con el sistema
que lo sustenta, el reto es asumir que estas comunidades no contemplan el desarrollo como la
sociedad “Colombiana” lo ha conformado, pero que al igual que cualquier sujeto de derechos
necesita presencia tanto del estado como de la academia; no para colonizarlos como se ha hecho
taxativamente, sino, para preservar y respetar sus formas de comprender y de relacionarse con el
mundo (Martínez O. , 2009).
8 Antropoceno: Término acuñado en el año 2000 por el ganador del premio Nobel de química Paul Crutzen,
quien considera que la influencia del comportamiento humano sobre la Tierra en las recientes centurias ha sido
significante, constituyendo una nueva era geológica. (ecured, s.f.) se emplea desde entonces para subrayar los
efectos irreversibles de las actividades humanas en los ecosistemas y el clima de la Tierra.
(http://www.muyinteresante.es/, s.f.)
Para la academia colombiana en general y para la universidad distrital francisco José de caldas
como institución de carácter popular del distrito, es preponderante tomar los conocimientos
tradicionales de los pueblos como eje de acción para acercarse a un país qué, como ya se ha
dicho; ha negado sus tradiciones y su cultura reiteradamente.
Por lo tanto, la cuestión reflexiva en este sentido debe darse desde la educación, desde la
construcción de un paradigma de lo ambiental que unifique las dos corrientes antagónicas de
pensamiento, que resuelva desde el estudiantado y los profesionales las diferencias tan profundas
de la sociedad colombiana en su conjunto.
Los pueblos indígenas se han apropiado de algunas tecnologías y costumbres occidentales en
sus culturas ancestrales, consientes de eso los indígenas han optado por diferentes estrategias para
conservar lo que los hace indígenas, estrategias que han incluido el dialogo de saberes entre sus
comunidades y la sociedad occidental (Barraza, 2014).
Por su lado la sociedad occidental ha entendido poco a poco que este dialogo se debe
transformar en actitudes de búsqueda de la cooperación y el respeto por la naturaleza. En este
aspecto la misión de ciencia estableció:
“Colombia es un país multiétnico y pluricultural que puede utilizar con provecho el
acceso de que dispone a los legados occidental, amerindio y afroamericano, a elementos
de las sociedades modernas, premodernas y postmodernas. Esto le permitirá maximizar
habilidades de diversas bases culturales para diseñar nuevos sistemas de aprendizaje, e
incorporar una variedad de orientaciones culturales al dominio del racionalismo científico
y de la tecnología contemporánea” (Aldana, y otros, 1996).
Para lo que es relevante integrar saberes locales e indígenas en un proceso de modernización y
competitividad científica y tecnológica.
Si se quiere impulsar una sociedad que valora sus raíces y que favorece el encuentro de las
diferentes culturas en condiciones de equidad, es necesario que la universidad colombiana se
plantee el reto de abrir espacios de investigación y sistematización de los conocimientos que
poseen sus etnias (Galán, 2015).
Cabe ahondar en este aspecto, ya que los contenidos culturales propios de las culturas
indígenas han estado ausentes de las aulas y los proyectos de investigación en las instituciones
educativas colombianas. Situación que ha generado procesos de apropiación de la cultura
dominante en la que a pesar de que los docentes pertenezcan a la misma cultura que los alumnos,
ellos consideran al igual que muchos padres de familia, que la academia es la puerta de entrada al
mundo científico, lógico y verdadero y que su rol es justamente el de educar para funcionar
adecuadamente dentro de las estructuras de la cultura dominante (Galán, 2015).
De esta forma generación tras generación los saberes tradicionales van desapareciendo,
olvidando de esa forma la relación armónica que guardan con los demás seres, el cosmos y su
territorio que es en ultimas donde descansa la riqueza de su cosmovisión (Restrepo & López,
2002). Procesos de aculturación que se siguen manteniendo sin cuestionamiento en las diferentes
niveles educativos del país, incluyendo las universidades (Galán, 2015).
Aquella manera de entenderse como parte de un todo universal, interdependiente, en el que la
naturaleza y los seres humanos tienen que mantener un equilibrio, subyace en las manifestaciones
cotidianas, religiosas, culturales y festivas de los indígenas, manifestaciones que con el tiempo
han ido desapareciendo (Galán, 2015).
Dentro de este contexto la educación debe permitir incluir otras formas de construir esa
percepción mundo-realidad-conocimiento, incluyendo otros aspectos que los indígenas por su
propia concepción del mundo han desarrollado, en este aspecto cabe mencionar además de la
necesidad de nuevos mecanismos de acción formativa, los pasos que se han venido dando desde
la misma pedagogía, en la que se han incluido con éxito estos aspectos tan necesarios dentro del
cambio de paradigma emergente (Martínez R. , 2010).
Su importancia consiste en lograr que los individuos y las colectividades comprendan la
naturaleza compleja del ambiente natural y del creado por el ser humano, para adquirir los
conocimientos, los valores, comportamientos y habilidades necesarias para una nueva
intervención en primera medida de las dinámicas humanas, así como también, para participar
responsable y eficazmente en la prevención y la solución de los problemas locales, y en la gestión
relacionada con la calidad ambiental (Martínez R. , 2010) (Matinez Alier, 2015).
Frente a lo cual la universidad colombiana debe participar a través de la construcción de
tecnologías y procesos científicos que permitan el equilibrio entre la extracción, la
transformación, el aprovechamiento, el consumo y el desecho de materiales, con las dinámicas
humanas y naturales asociadas a estos elementos.
Dentro del contexto tanto de la academia como del proyecto curricular gracias a las dinámicas
que se han explicado es necesario empezar a educar y a aprender de la espiritualidad. La
importancia de involucrar este aspecto en la formación académica ha sido estudiada tanto desde
posiciones religiosas, políticas y culturales, como desde las organizaciones.
Precisamente, en este aspecto (Villalobos, Álvarez, & Ruesga, 2011) proponen la
espiritualidad organizacional y el pensamiento estratégico como vinculo que puede permitir
fortalecer los lazos entre las Instituciones de Educación Superior y las comunidades. De esta
manera, puede contribuirse con mayor efectividad a estructurar la organización y dar respuestas a
estímulos, desafíos, solicitudes, oportunidades y demandas, surgidas desde el interior o el exterior
del contexto organizacional.
Se hace necesario entonces incluir dentro de objetivos formativos de las universidades el
fomento de la espiritualidad como mecanismo subyacente para lograr la formación de
profesionales integrales, con visión de desarrollo, sentido de responsabilidad y espíritu de
servicio que les permita vincularse de manera efectiva a las comunidades para las cuales realizan
un servicio, con el propósito de que puedan, mediante la promoción del bien común, contribuir a
través de su desempeño a edificar una sociedad en la que la sostenibilidad sea el común
denominador (Villalobos, Álvarez, & Ruesga, 2011).
Bajo estos planteamientos la educación ambiental puede y debe ser un factor estratégico que
incida en el modelo de desarrollo establecido para reorientarlo hacia la sustentabilidad y la
equidad. En la que se puedan incluir valores, conocimientos, herramientas pedagógicas y
conocimientos de todo tipo para contribuir de forma certera a mejorar las relaciones ser humano-
naturaleza, como acción definitiva para que la conciencia y la espiritualidad del ser humano se
manifiesten en sus acciones frente a la naturaleza que en términos generales es todo lo que
considera fuera de sí mismo.
En términos generales las Universidades se introdujeron en la lógica del desarrollo sostenible,
porque de alguna manera ella mitigaría los impactos que el desarrollo tecnológico, industrial y
empresarial produce en los ecosistemas (reducidos a recursos). Pero es notorio que los
mecanismos implementados han conducido a acrecentar el deterioro en la calidad de vida de los
ecosistemas y las comunidades que las pueblan.
La administración ambiental como formadora de saberes en un contexto multicultural y
pluriétnico.
Abordados de forma separada las formas de conocimiento tanto occidentales como indígenas,
puntualmente del cómo esta relación ha definido la forma en la que la sociedad colombiana ha
construido una visión heterogénea de desarrollo y de la naturaleza en general, es posible
determinar cómo la academia debe permitir que estas diferentes visiones entren en un dialogo
abierto, respetuoso y enriquecedor, que contribuya a mejorar las condiciones sociales, culturales,
naturales y económicas de la sociedad colombiana
Por lo que se plantea, que esta visión ambiental heterogénea debe conducir a nuevas formas de
percibir la gestión y la educación ambiental en el país, como puente entre la academia y las
comunidades, que son el fin último de la investigación tecnológica y científica que realizan
estudiantes y profesores en las aulas de clase.
En este aspecto a lo largo de las siguientes líneas se propone como forma de intervención; la
administración de los territorios, los ecosistemas y las organizaciones de una manera ampliada, es
decir, que los efectos de los problemas ambientales requieren de una mirada además de compleja,
íntegra y estratégica por parte de la sociedad y sus organizaciones, de una integración de saberes
y formas de adaptación a los ecosistemas y territorios en los que se establecen y desarrollan
dichas comunidades.
Para esto se ha propuesto como paradigma emergente y factor dinámico la mediación de la
administración ambiental como posibilidad real de intervención tanto de las dinámicas socio-
naturales, como de las ciencias económicas y administrativas, componentes fundamentales de los
problemas ambientales contemporáneos.
Para facilitar este desarrollo conceptual y reflexivo como puente entre las tendencias
administrativas y la aplicación de lo establecido por la propia epistemología de la carrera. La
visión indígena plantea una nueva concepción frente a los mecanismos utilizados por las ciencias
occidentales para alcanzar el desarrollo, ya que su mirada permite una visión diferente de los
ismos, ideologías y dogmas estructurales de lo que la sociedad occidental considera “verdadero”.
Cuando se analizan los modelos de desarrollo que se han seguido, se puede establecer
claramente cómo, no sólo no han contribuido a mejorar la calidad de vida de forma íntegra, sino
que además para el caso colombiano han hecho que las prácticas de sostenibilidad que
conservaba la sociedad de décadas atrás hayan desaparecido y con ellas un legado y una riqueza
incalculable (Rozo Gauta, 1988).
Aportes de la visión indígena al paradigma emergente de la administración ambiental.
Se presentan a continuación los resultados para la inserción de las categorías en la
epistemología de la carrera; en primera instancia se realiza un aporte a los ejes temáticos y
posteriormente se presenta la información por medio de tablas para proponer lineamientos
generales dentro de los espacios académicos.
La administración ambiental debe propender por un discurso que si bien se establece desde el
Taylor-fordismo y la teoría clásica de la administración debe tomar las tendencias modernas
aplicadas al contexto colombiano, en el que no solo se integra el conocimiento tradicional y
popular sino que se aporta a una sostenibilidad ambiental real desde la práctica; que trascienda
los modelos e impacte positivamente tanto en las prácticas de producción dentro de un modelo
orgánico, así como también, en los beneficios directos de estas en las comunidades locales
satisfaciendo las necesidades de los stakholders.
Dentro del paradigma de las ciencias ambientales la administración ambiental debe articular
los procesos de producción con los sistemas y ciclos naturales al tiempo que atiende las
necesidades de los stakeholders (Díaz Rodríguez & Sánchez, 2011). Realizar esta articulación de
manera ecuánime, íntegra e interdisciplinar donde la administración y el medio ambiente se
aborden desde una perspectiva horizontal y en doble vía constituye el mayor reto que debe
enfrentar la Administración Ambiental.
A continuación, se relacionan las categorías analizadas y las áreas temáticas, las cuales han
sido presentadas a lo largo del documento:
Tabla 6. Inserción de las categorías propuestas en las áreas temáticas de la carrera
Categorías Áreas temáticas
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Tradiciones y comportamientos con base en una ley de
origen X X
El conocimiento como un acercamiento desde la
consciencia, la espiritualidad y la praxis X X
El saber cómo camino de comprensión del todo, la
unidad y lo otro X X X
Principio de correspondencia como equilibrio X X X
Ancestralidad como fuente de conocimiento y
preservación de la cultura X
Territorio como fuente vital X X X X X
Planos materiales e inmateriales como dinámicas a
intervenir X X X X
Espiritualidad como principio de acción X X
No es el hombre sino la mujer la esencial por ser dadora
de vida. X X
La palabra como elemento de construcción de la realidad X X
El desarrollo como visión de crecimiento comunitario X X
En lo concerniente a la tabla presentada, cabe anotar que todas las categorías establecidas
representan una relevancia muy amplia, ya que como puede observarse todas pueden ser
insertadas en las áreas temáticas de la administración ambiental.
De acuerdo a lo expuesto, se propone la interacción ente las categorías de análisis, las áreas
temáticas y los espacios académicos donde se pueden internalizar los conocimientos y saberes
indígenas:
Fuente: el autor
Categorías
Áreas temáticas
Pensamiento ecológico y
organizaciones sociales
Ética ambiental
y ecología
humana
Política
pública y
del medio
ambiente
Administración
ambiental de la
de la empresa
Gestión
ambiental
Espacios académicos
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Eco
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am
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Tradiciones y comportamientos con base en una ley de origen X X X X X
El conocimiento como un acercamiento desde la consciencia… X X X X X X X X X
El saber cómo camino de comprensión del todo, la unidad y lo otro X X X X X X X
Principio de correspondencia como equilibrio X X X X X X X X X
Ancestralidad como fuente de conocimiento y preservación de la cultura X X X X X X X X
Territorio como fuente vital X X X X X X X X X X X
Planos materiales e inmateriales como dinámicas a intervenir X X X X X
Espiritualidad como principio de acción X X X X X X X X
No es el hombre sino la mujer la esencial por ser dadora de vida. X X X X X X
La palabra como elemento de construcción de la realidad X X X X X X X X X
El desarrollo como visión de crecimiento comunitario X X X X X X X X X X
Fuente: El autor
Tabla 7. Interacción de las categorías propuestas con los ejes temáticos de la administración ambiental y sus espacios académicos
De acuerdo a lo expuesto en la tabla número 7 se presentan a continuación los lineamientos
considerados necesarios para complementar los espacios académicos constituyentes del programa
con los saberes y cosmovisiones de los pueblos indígenas de Colombia.
Tabla 8. Propuesta de lineamientos para la inclusión de saberes indígenas en los espacios académicos
Esp
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Fundamentos
de Ecología
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Equilibrio del hombre como parte de la naturaleza
Interacción de seres animados e inanimados
Principio de correspondencia
Cadenas energéticas ligadas a los territorios
Formas de agradecer y de pagar a la naturaleza
Introducción a
la
administración
ambiental
Conjunto de sabiduría acumulada y transmitida
Percepción mítica de la realidad
Concepto de propiedad
Formas de reparar daños ecológicos
Tierra como madre y maestra
Acoplar ciclos del hombre a ciclos naturales
Espiritualidad como forma de obtener conocimiento
Desarrollo íntegro de la mano de la comunidad y el ambiente
Física
Mecánica
El saber es universal y se encuentra impreso en la naturaleza
La naturaleza como complemento de opuestos
Formas de energía que posibilitan su transformación en
materia
Planos múltiples
Educación
ambiental
Todo viene de una raíz común que hay que respetar y vivir
conforme a esta ley
Reconocer todas las formas de vida de manera igualitaria
Vincular todos los seres vivientes del cosmos
Conjunto de sabiduría acumulada y transmitida
Interculturalidad
Percepción mítica de la realidad
Conocer para saber, saber para ser
Visión holística
Mitología multidimensional
Combinación indisoluble entre elementos ecológicos y lugares
sagrados que posibilitan la continuidad de la vida
Métodos de enseñanza aprendizaje
Cuidado de la palabra
Cátedra de
contexto
ambiental
Unidad, orden, armonía convivencia en el territorio
Otras formas de conocimiento
Interacción de seres animados e inanimados
Epistemología de las ciencias ambientales
El saber es universal y se encuentra impreso en la naturaleza
La naturaleza como complemento de opuestos
Pagamentos y agradecimiento
Capacidad de ver los hilos que tejen la vida, nexos en los que
intervienen los seres humanos
Construcción material e inmaterial en conjunto
Espiritualidad como principio de acción
Importancia de la mujer para las comunidades indígenas
Palabra como mantra fuerza voluntad e intento
Desarrollo integral de la mano con el ambiente
Desarrollo
organizacional
Espiritualidad en las organizaciones
Formas de desarrollo alternativo
Sociedad y
ambiente
Equilibrio relación hombre-naturaleza
Disociación de áreas de estudio
Pensamiento decolonial
Importancia del conocimiento y el saber
Importancia de la preservación del pensamiento ancestral
Espiritualidad como estructura soporte de lo individual y
colectivo
Importancia de generar un cambio en el que las mujeres
participen
Importancia de la palabra entre individuos y comunidades
Formas de desarrollo en el contexto colombiano
Cátedra de
democracia y
ciudadanía
Saberes y cosmovisiones indígenas de Colombia
Colonialismo, capitalismo, modernidad, posmodernidad y
modernidades alternativas.
Ancestralidad como posibilidad de identidad
Acercamiento a las personas desde la triada; mente, cuerpo,
espíritu.
Importancia de la palabra dentro del nuevo marco civilizatorio
Ética ambiental
Importancia de las culturas nativas, componente ético de la
relación ser humano-naturaleza
Relación del pensamiento indígena con la bioética
Química
ambiental
La naturaleza como organismo perfecto
Para finalizar el documento se presentan los hallazgos a manera de propuesta de contenidos
programáticos, con el ánimo de facilitar la comprensión del punto fundamental de la presente
tesis.
Dentro de los hallazgos realizados durante la presente investigación se ha podido establecer
que no existen espacios académicos que incluyan algunas temáticas necesarias para la formación
y el ejercicio profesional de los administradores ambientales.
Equilibrio químico, equilibrio energético
Procesos entre seres animados e inanimados
Planificación
ambiental
territorial
El territorio como un organismos vivo interconectado
Interacción ser humano territorio
Negociación
consultoría e
interventoría
Nuevas formas de integración de saberes tradicionales y
académicos para la ejecución de proyectos.
Administración
general
Epistemología de la administración
Modelos y
técnicas de
gerencia
Nuevos paradigmas de la gestión organizacional desde la
visión espiritual
Satisfacción de mercados internos como proceso de diversidad
y economía
Administración
de recursos
naturales
Formas indígenas de administrar sus territorios y sus
componentes
Desarrollo
sustentable
Crisis epistemológica contemporánea
Nuevas formas de desarrollo en Colombia
Tendencias mundiales
Principios del desarrollo indígena
Economía
ambiental
Economía ecológica
Formas de valoración alternativas de la naturaleza
Gestión
ambiental
Proyectos de gestión ambiental con tecnologías indígenas
Importancia de los territorios y sus dinámicas energéticas en la
gestión del ambiente
Fuente: El autor
Para el caso no se han contemplado el pensamiento complejo, el estudio de los saberes
indígenas, así como tampoco se han explorado los caminos de la interculturalidad y los
beneficios de su inclusión en los proyectos de desarrollo alternativo.
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES
SYLLABUS
PROYECTO CURRICULAR: ADMINISTRACIÓN AMBIENTAL
NOMBRE DEL DOCENTE:
ESPACIO ACADÉMICO (Asignatura):
CONOCIMIENTOS ANCESTRALES EN LA
CONSTRUCCIÓN DEL PARADIGMA DE LAS
CIENCIAS AMBIENTALES
Obligatorio ( X ) : Básico ( ) Complementario ( )
Electivo ( ) : Intrínsecas ( ) Extrínsecas ( )
CÓDIGO:
NUMERO DE ESTUDIANTES: GRUPO:
NÚMERO DE CREDITOS:
TIPO DE CURSO: TEÓRICO PRACTICO TEO-PRAC:
Alternativas metodológicas:
Clase Magistral ( x ), Seminario ( ), Seminario – Taller ( ), Taller ( ), Prácticas ( ),
Proyectos tutoriados ( ), Otro: _____________________
HORARIO:
DIA HORAS SALON
I. JUSTIFICACIÓN DEL ESPACIO ACADÉMICO (El Por Qué?)
X
Justificación disciplinar: El curso está diseñado para que el alumno adquiera conocimientos
conceptuales, hermenéuticos, simbólicos y prácticos que le permitan comprender las visiones
ambientales complejas de los pueblos indígenas y aplicarlos a su quehacer profesional.
Los factores ambientales presentan dinámicas complejas que no es posible explicar
solamente desde la visión positivista de la ciencia moderna, es necesario realizar un nuevo
acercamiento que permita realizar otras valoraciones ambientales menos subjetivas, en las que
medie la ética, la sensibilidad, la consciencia y la conservación de los recursos escasos en el
marco de la administración del ambiente.
Para tales efectos es necesario reconocer como sociedad colombiana la negación histórica
de los sujetos sociales amerindios o precolombinos y su enajenación de la construcción de país
con el ánimo de participar activamente en la protección de su cultura y el reconocimiento de sus
métodos, saberes, cosmovisiones y tecnologías, para alcanzar el desarrollo sostenible en el
marco de un país pluriétnico y multicultural.
Se parte del principio de considerar al hombre como individuo capaz de auto reconocerse
como factor de cambio y ser consciente, frente a las dinámicas propias del ecosistema tierra
como entidad viva, sus manifestaciones y sus formas de conectarse con la fuente raíz.
Requisitos del curso: Para el desarrollo satisfactorio del curso se requiere que el estudiante
cuente con conocimientos básicos de: administración general, ética ambiental, lenguaje oral y
escrito, organización comunitaria, sociedad y ambiente, fundamentos de ecología, educación
ambiental y desarrollo sustentable
II. PROGRAMACION DEL CONTENIDO (El Qué? Enseñar)
OBJETIVO GENERAL
Comprender los conceptos relacionados con los conocimientos tradicionales y la visión
ambiental compleja, sus características estructurales y su importancia frente a las tendencias
ambientales contemporáneas.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Analizar los problemas derivados de la visión sesgada propias de la sociedad occidental
que se tiene con respecto a la naturaleza y sus interacciones con el homo sapiens.
Realizar la conjunción de saberes y conocimientos indígenas y occidentales en el marco
del “desarrollo sostenible”.
Analizar el desarrollo de Colombia como país y su proceso de enajenación de las
culturas ancestrales y sus implicaciones en las estructuras sociales del país
Comprender las estructuras fundamentales de la relación hombre-naturaleza desde la
perspectiva indígena y del pensamiento complejo.
Establecer una relación simbólica-axiológica de pertenencia del estudiante dentro de la
naturaleza en línea horizontal
Lograr que el estudiante se relacione consigo mismo y con la naturaleza en la que se
encuentra inmerso de forma respetuosa y amorosa, como ejercicio reflexivo y sensitivo.
Comprender la conformación de las ciencias ambientales como proceso de
decolonización y de integración de saberes.
COMPETENCIAS DE FORMACIÓN:
Pedagógicas
Conoce y comprende los problemas esenciales derivados del uso de la tecnología y los
sistemas productivos de las tendencias ambientales contemporáneas.
Comprende el papel de los profesionales ambientales en la transformación de los
ecosistemas colombianos y sus pobladores
Comprende los aspectos epistémicos del ambiente, la administración, la educación y el
pensamiento indígena.
Comprende su lugar en el ecosistema tierra y sus interacciones con los componentes
ambientales propios de la pacha mamma
Aplica a sus evaluaciones ambientales el componente integro con relación a las
dinámicas ecosistémicas de los territorios que interviene
trasciende la sensibilización del espíritu frente a su relación con los seres de forma
individual, colectiva y cósmica.
8. Conclusiones
∞ La Administración ambiental desde su propia epistemología posee características
intersubjetivas, integradoras, complejas y estratégicas con relación a su objeto de estudio, lo
cual permite abordar los problemas socio-naturales de manera holística desde la dirección de
las organizaciones y buscar soluciones a problemáticas de la comunidades y sus ecosistemas a
través de mecanismos tecno-científicos, económicos y éticos. Estas características deben
conducir a reestructurar la visión positivista de la ciencia y liberal del ambiente sobre las
cuales se sustenta actualmente.
∞ Se puede establecer que los conocimientos indígenas poseen características complejas y
únicas con relación a otro tipo de sociedades y su visión del ambiente, la cual está constituida
desde la consciencia y el entendimiento de las profundas interacciones de las formas vivas y
no vivas de la naturaleza como maestra y ser supraterrenal, con las cuales se comunica e
interactúa de acuerdo a leyes y principios dados desde tiempos antiguos. Hecho que les ha
permitido vivir de manera sostenible en los ecosistemas del trópico durante siglos, mediante
el equilibrio entre sus sistemas socio-culturales y la naturaleza como madre tierra. Lo cual
constituye una herramienta fundamental para entender la importancia de conservar sus
saberes y cosmovisiones e incluirlas en la visión de sostenibilidad que aún se encuentra en
construcción.
∞ La inserción de las categorías de análisis propuestas en la epistemología de la Administración
Ambiental plantea retos científicos, técnicos, tecnológicos, académicos, sociales y culturales
debido a las características propias de los elementos analizados. Situación que requiere de un
renovado cuerpo de conocimientos que dé cuenta de los profundos nexos existentes entre
todas las formas de vida del planeta y sus elementos constituyentes, incluyendo al hombre
como especie y actor de cambio. Lo cual se debe reflejar en la formación de profesionales en
el área de estudio, su quehacer y sus formas de intervenir los problemas de la relación hombre
naturaleza contemporáneos desde las organizaciones.
∞ La riqueza de un país multiétnico, pluricultural y biodiverso debe reflejarse en la forma en la
que la academia a través de programas como la Administración Ambiental plantea soluciones
enriquecidas y renovadas tanto desde sus bases epistémicas y ejes estructurales, como desde
la dirección de las organizaciones en la solución de las problemáticas económicas, técnicas,
tecnológicas y ambientales de sus comunidades. Frente a esto, los saberes y cosmovisiones
indígenas brindan no sólo una visión renovada de la naturaleza y sus interrelaciones, sino que
proponen soluciones sostenibles a las problemáticas descritas. Lo cual lleva a considerar la
conjunción de dos formas antagónicas de pensamiento como factor clave en la formación de
profesionales para la sostenibilidad y el desarrollo de los territorios y sus poblaciones.
8. Recomendaciones
∞ El proyecto curricular de administración ambiental de la UDFJC posee fuertes bases tanto de
la visión positivista y liberal del ambiente como también de la visión clásica y neoclásica de
las organizaciones. Lo cual requiere de la transformación de la visión organizacional a través
la inclusión de otras visiones de los problemas que trata. Visión que debe conducir al
fortalecimiento tanto de las organizaciones como a mejorar la calidad de vida de las
comunidades en sus territorios.
∞ Se plantea que la educación en Colombia debe encontrar las formas de internalizar los saberes
y conocimientos tradicionales y armonizarlos con los saberes, técnicas y adelantos científicos
de occidente, con el ánimo de que estos saberes permeen las doctrinas, las licenciaturas y los
actos mismos de los profesionales ambientales, en aras de realizar una gestión ambiental
íntegra en el territorio colombiano
∞ Los estudios interdisciplinarios son fundamentales para entender las problemáticas
ambientales de las comunidades y los fuertes nexos que se generan entre éstas y los modelos
de producción, situación que permite identificar oportunidades de gestión de las
organizaciones en aras de mejorar la calidad de vida de las poblaciones y sus ecosistemas.
∞ Se propone el ejercicio del conocimiento desde la interacción entre mente, cuerpo y espíritu
como método de intervención consciente del ser humano; como herramienta para obtener una
visión ampliada del mundo, por lo que se requiere trabajar en este aspecto desde las
universidades y organizaciones.
9. Índice de tablas
Tabla 1: Fundamentación del programa .................................................................................. 13
Tabla 2. Áreas temáticas de la Administración Ambiental de la UDFJC ................................. 17
Tabla 3. Plan general de investigación ..................................................................................... 23
Tabla 4: Cuestiones fundamentales del pensamiento ambientalpositivista contemporáneo .... 34
Tabla 5. Cuestiones fundamentales de la administración ambiental ........................................ 58
Tabla 6. Inserción de las categorías propuestas en las áreas temáticas de la carrera .......... 115
Tabla 7. Interacción de las categorías propuestas con los ejes temáticos de la administración
ambiental y sus espacios académicos .......................................................................................... 117
Tabla 8. Propuesta de lineamientos para la inclusión de saberes indígenas en los espacios
académicos ................................................................................................................................... 118
10. Índice de figuras
Figura 1: Categorías de relación sujeto (hombre) objeto (naturaleza) .................................... 9
Figura 2. Construcción de lo ambiental como objeto de conocimiento ................................. 30
Figura 3: Tendencias del pensamiento ambiental .................................................................. 33
Figura 4: Inclusión de los saberes indígenas en la administración ambiental como cambio
de paradigma ................................................................................................................................. 57
Figura 5:Análisis epistemológico de la administración ambiental ........................................ 58
Figura 6: Muestra de lenguaje simbólico presente en las molas hechas por indígenas de la
comunidad Guna en la región limítrofe colombo-panameña ..................................................... 62
Figura 7:Integración de las categorías propuestas como visión de totalidad ........................ 98
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