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Arquitectura de primera contra ciudadanía de segunda. Ciudad de México 1949-2000
XIII International Congress of the Latin American Studies Association Washington DC, September 6-8, 2001
LASA 2001
Graciela de Garay-Arellano Instituto Mora/Conacyt
Abstract En este trabajo estudio como los habitantes del multifamiliar Miguel Alemán,
primer conjunto habitacional de gran escala construido en México y América Latina
(1947-1949), pugnan con su discurso por el reconocimiento de su vivienda como
patrimonio arquitectónico. En otras palabras, se trata de ver cómo la gente
construye versiones alternativas de su identidad para superar la exclusión.
Cabe señalar que en una de sus acepciones modernas, el término patrimonio se
entiende como recurso, susceptible de ser apropiado por diferentes grupos
sociales, para fines instrumentales con el objeto de incrementar el poder de
negociación, de imposición, de lucha y/o resistencia. En este sentido, el patrimonio
tiene una carga política por sus connotaciones implícitas de poder. También la
idea de recurso puede vincularse a lo económico si lo promueven empresarios
culturales, e incluso puede representar un elemento social si implica la distinción.
Al usar al patrimonio como un recurso, los interesados combaten los estigmas
sociales que los hacen ciudadanos de segunda; su identidad recupera poder pues
con ella adquieren una clasificación, un lugar social; logran de manera indirecta la
reivindicación de derechos y servicios públicos que les niega la exclusión social;
“estetizan” los conflictos sociales tras los valores artísticos del conjunto y al
distinguir al multifamiliar como un legado del movimiento moderno en arquitectura
hacen de lo local algo global, lo universalizan pues recobran la utopía del habitat
futuro desaparecida con el desencanto de la posmodernidad.
Para derivar estas conclusiones me basé en las identidades colectivas construidas
a partir de los discursos contenidos en los testimonios de un conjunto de 60
hombres y mujeres, de tres generaciones, entrevistados para el proyecto Historia
Oral del Centro Urbano Presidente Alemán (1949-2000). Trabajar las identidades
colectivas me permitió tomar en cuenta la variable generacional y los problemas
de consenso y disenso que acompañan al proceso de construcción de las
identidades colectivas. Lo interesante es ver cómo se arman y desarman estas
unidades discursivas para ejercer presión y lograr las reivindicaciones señaladas.
Por su parte, el Estado debilitado, al responder a las demandas de los residentes
del Multifamiliar, también obtiene ganancias pues recupera la posibilidad de
intervenir en la unidad habitacional; reconquista una cierta tasa de control sobre el
lugar al imponer reglas para su manipulación y, de alguna manera, neutraliza los
discursos apocalípticos en torno a la crisis de la ciudad México.
El punto más original es que los habitantes hacen del Multifamiliar un patrimonio
cultural con base en las promesas del futuro, ancladas en la modernidad
arquitectónica. Para ello, no buscan el peso de la tradición en las raíces profundas
del pasado, como sucedía en el siglo XIX, cuando los Estados inventaban
patrimonios artísticos o culturales para reforzar la identidad nacional; por el
contrario, acuden a una suerte de “destradicionalización de la arquitectura
moderna” para recodificar la tradición, apropiarse simbólicamente del pasado y
cambiar la imagen del Multifamiliar de espacio cerrado y decadente a vivienda
competitiva a nivel local y global.
I. Introducción
Tal parece que el Multifamiliar Miguel Alemán -conocido oficialmente como el
Centro Urbano Presidente Alemán (CUPA) y por sus habitantes como el “Multi”;
representa, por las historias que se cuentan sobre él, el paradigma del fracaso del
urbanismo moderno.
Efectivamente, los problemas sociales y económicos que precipitan el
cotidiano deterioro material del CUPA, así como el desprestigio social que los
vecinos del barrio atribuyen a su población de jubilados empobrecidos, padres de
familia desempleados y jóvenes delincuentes sin futuro reflejan las miradas
negativas que desde los años 70, pero principalmente en los 80 y los 90, se
anteponen a las megaciudades.
Los imaginarios que propagan los vecinos de la colonia Del Valle contra el
CUPA sirven de pretexto para atribuir a alguien la culpa por los males del mundo
actual, pero, a la vez, intimidan al transeúnte que con temor deambula por la zona.
Y dicho sea de paso que los prejuicios se apoderan de cualquiera pues ¿quien no
teme poner un pie, en un lugar, donde las malas lenguas dicen que el delito, el
crimen, la delincuencia, la drogadicción, el alcoholismo, la pobreza, la suciedad, la
negligencia, las multitudes, lo impersonal, la indiferencia, lo deshumanizado son
el sello de fábrica de lo que su arquitecto pensó algún día sería una “ciudad dentro
de la ciudad”? Desde esta perspectiva, se puede decir que una versión micro de la
gran crisis de la ciudad de México se desarrolla en el Multifamiliar Alemán.
Efectivamente, los relatos más pesimistas sobre la gran capital la retratan,
por una parte, sobrepoblada por pobres de solemnidad y ricos tiranos indiferentes
y, por otra, la reflejan agobiada por el vicio, el crimen, el caos urbano y ecológico.
Y por si fuera poco también la pintan como desalentada por la destrucción de sus
patrimonios artístico y cultural y, desde luego, confundida por la pérdida de su
identidad que las políticas económicas neoliberales se han encargado de borrar.
Con problemas económicos y sociales tan serios y desprovista de recursos
simbólicos suficientes para restaurar la confianza y la solidaridad ciudadana, la
visión del futuro de la urbe se antoja apocalíptica. Y si este es el caso para la gran
ciudad ¿cuál será la situación del “Multi”?
Ante esta propaganda de difamación, los residentes del CUPA no se
intimidan. Para ellos el malestar en el “Multi” es tan solo una fracción de la gran
crisis urbana de la capital y para tal caso, ellos viven mejor que muchos otros. Su
vivienda es digna, se halla bien situada y dispone de muchos servicios. Después
de todo ellos son los herederos del primer gran proyecto de la modernidad urbana
que hizo en México, el arquitecto Mario Pani. Sobre este asunto las reflexiones de
una de los habitantes del “Multi” es muy clara.
Este fue el primer multifamiliar pensado arquitectónicamente –comenta Roberto
López Zaragoza- (...) le echaron ganas, parece ser que aquí no escatimaron en los
recursos digamos de tubería, de ladrillo de todo eso que son de primerísima
calidad; la prueba está que después de 50 años y, para como somos los de aquí,
todavía aguantan y soportan (...) Se buscó funcionalidad (...) no fue pensada e
para hacer cuartos y que se meta la gente y ya, sino que yo supongo que ya era la
idea de lo que ahora se busca en los suburbios ¿no? De que aquí se tuvieran
todas las comodidades, se pensó pues... por un lado, en vivir cómodamente, y, por
otro, que la construcción fuera agradable, bonita, con bonita vista.1
Para otra de las entrevistadas, crecer en el Multifamiliar fue algo
excepcional y disfruta recordarlo.
Mira –dice Beatriz Chelala- el Multifamiliar tenía realmente todo para que no
tuvieras que salir de ahí. Para mí fue un lugar verdaderamente bello, bellísimo (...)
Tenía todos los servicios de deporte mas todos los servicios que necesita una
colonia, lo que es una colonia (...)2
1 Testimonio de Roberto López Zaragoza en entrevista a la familia Salcedo realizada por Graciela de Garay y Lourdes Roca, ciudad de México, 20 de agosto de 1998, Instituto Mora PHO 13/32(1, 1ª parte). 2 Testimonio de Beatriz Chelala en Entrevista a Beatriz Chelala e Imelda Sánchez de Cabrera, realizada por Graciela de Garay, Lourdes Roca y Concepción
Para los entrevistados, su vivienda es valiosa por sus valores estéticos, sus
símbolos de modernidad y sus ideas urbanas. De esto se hallan plenamente
convencidos. Baste citar algunos testimonios para captar el espíritu que prevalece
entre los habitantes de primera y segunda generación.
Si yo tuviera oportunidad de hablar con el arquitecto -dice Blanca Aguirre- yo sería
una de las agradecidas. Pues nos dijeron que esto iba a ser una vecindad
grandota y no lo fue. Pues vivimos bien, gente decente y a la altura de las
posibilidades que entonces había.3
Y a propósito de todos los valores estéticos y grandes aciertos
arquitectónicas:
Bueno, lo mejor – dice Ana Laura Quirasco- (es que) me encanta tener luz y aire
(...) me encanta ver para acá, despertarme y ver árboles; es algo que agradezco,
así inmensamente (...) lo primero que veo al abrir los ojos son árboles, es algo que
me fascina (...) Sí, sí, es algo que me gusta mucho tener, tener luz, sentirme en un
espacio pues donde he pasado los momentos más bonitos, aunque también
momentos tristes, pero es mi casa, me encanta, me encanta.4
Martínez Omaña, Ciudad de México, 5 de noviembre de 1998, Instituto Mora, PHO 13/42(1, 1ª). 3 Entrevista a Blanca Aguirre realizada por Graciela de Garay y Lourdes Roca, ciudad de México, 27 de agosto de 1998, Instituto Mora PHO 13/31(2). 4 Entrevista a Ana Laura Quirasco realizada por Graciela de Garay, ciudad de México, 3 de noviembre de 1998, Instituto Mora, PHO 13/38(1).
Por su parte la señora Rosa Laura Aguirre viudad de Quirasco afirma: Aquí
tenemos luz todo el día, tenemos aire, la verdad está muy bien. porque un
condominio que no sea muy caro, imagínese usted, abre su ventana y aquí tiene
pegadito el otro edificio y si tiene la venta del otro lado, igual; la abre y aquí está
pegadito el otro edificio. Yo me doy cuenta porque tengo amigas que viven en (...)
unidad habitacional, y sí veo que les falta espacio.5
Con respecto a otros conjuntos habitaciones, Alejandro Dorantes dice: Me quedo
con el “Multi” en primer lugar por la concepción de la construcción. Creo que es
una construcción bonita (...) y principalmente porque te da una sensación de aire,
de espacio abierto, que no tienen los otros. En cuanto a la construcción en
general, creo que además del espacio y de la sensación de aire, este ladrillo rojo
que tiene es muy bonito, a mí me gusta (...)6
En cuanto a la importancia del conjunto dentro de la ciudad, tampoco
parece haber inconformidades:
Este (conjunto) es un ejemplo –dice Héctor Hugo Ramírez. Es una situación
histórica porque en un pequeño pedazo de terreno, porque no sé si sean 2
hectáreas, o a la mejor no alcanzan las dos hectáreas, viven 1139 familias (...) Yo 5 Entrevista a Rosa Laura Aguirre de Quirasco realizada por Graciela de Garay, ciudad de México, 3 de noviembre de 1998, Instituto Mora PHO 13/37(1). 6 Entrevista a Alejandra Dorantes realizada por Graciela de Garay y Concepción Martínez Omaña, ciudad de México, 26 de mayo de 1998, Instituto Mora, PHO 13/27(1).
creo que el arquitecto Pani fue realmente un visionario (...) porque él, a pesar de
los grandes espacios que le daba este Valle de México, vio y visualizó que esta
ciudad iba a crecer a un ritmo tan acelerado que en pocos años, o sea, en la
segunda mitad del siglo XX ya iba a estar completamente habitada, o sea
completamente saturada (...) de urbanismo irregular, urbanismo que no es el más
cómodo, que no es el mejor (...) Si esta es un prototipo de construcción (...) Al ver
la obra en el tiempo, pues yo creo que la podemos considerar como una obra
clásica. Un modelo básico de convivencia que reúne todos los requisitos de
planeación y visualización hacia un futuro, eso es lo que yo considero que es esta
unidad.7
Como se puede ver el Multifamiliar Alemán, a los ojos de sus habitantes,
tiene muchas cosas rescatables no sólo para sus habitantes sino también para la
ciudad. Razón suficiente para detener el deterioro del conjunto y promover su
rescate a toda costa. Los comentrios de una joven que creció en el CUPA son muy
elocuentes al respecto
En todos los sentidos –dice Lorena Vázquez- para mí el ‘Multi’ es lo máximo. Mi
‘Multi’ es mi ‘Multi’ y sí, no me gusta que hablan mal de él en mi presencia, nadie
toca mi ‘Multi’ porque ¡Mi Multi es mi Multi! 8
7 Testimonio de Héctor Hugo Ramírez en la entrevista a la familia Ramírez Sánchez realizada por Graciela de Garay, ciudad de México, 23 de mayo de 1998, Instituto Mora, PHO 13/26(1). 8 Testimonio de Lorena Vázquez en entrevista Lorena Vázquez y Lizbeth Vázquez realizada por Graciela de Garay, ciudad de México, 21 de junio de 1999, Instituto Mora, PHO 13/47(1);
II. Una breve historia del Multifamiliar Alemán
i. La historia del lugar
Dentro de la Colonia del Valle - espacio político administrativo de la Delegación
Benito Juárez, hoy el centro moderno de la ciudad de México y hace 50 años su
perímetro - el arquitecto Mario Pani realizó, a partir de los postulados del
movimiento moderno, el primer multifamiliar de bajo costo en México y América
Latina, con capacidad para 1080 departamentos, en un principio de renta
moderada para los trabajadores del Estado, de ingreso medio y derechohabientes
del ISSSTE, y, a partir de 1988, propiedad privada en régimen de condominio. 9
El Centro Urbano Presidente Alemán (CUPA), nombre oficial del conjunto,
fue inaugurado el 2 de septiembre de 1949, por el entonces presidente Miguel
Alemán. Se encuentra ubicado entre las calles de Félix Cuevas, Avenida
Coyoacán, Parroquia y Adolfo Prieto (antes Mayorazgo) y cuenta con una
población aproximada de 5 000 habitantes.
El multifamiliar Alemán se diseñó a partir de las ideas que, a mediados de la
década de los treinta, el arquitecto francés Le Corbusier estableció para la Ville
Radieuse, una versión modificada del modelo centralizado que el mismo Le
9 Para información sobre la historia del proyecto del Multifamiliar Alemán ver Mario Pani, investigación y entrevistas de Graciela de Garay, prólogo de Enrique Creel, México, Instituto Mora CONACULTA, 2001, ilustraciones, 2000, 124 p (Historia Oral de la Ciudad de México. Testimonios de sus Arquitectos 1940-1990).
Corbusier proyectó, a principios de los años veinte y definió como la Ville
Contemporaine.
El teorema lecorbusiano se basa en el uso eficiente de los espacios y los
recursos, con el propósito de conseguir para todos por igual el goce de las
“alegrías esenciales”: la luz, el espacio y lo verde. En consecuencia, la ciudad
contemporánea de acuerdo con los planteamientos de Le Corbusier debería tener
tanto rascacielos como edificios de departamentos de altura regular erigidos sobre
áreas verdes dentro de la ciudad. De hecho, Le Corbusier descalificaba en sus
escritos los desarrollos arquitectónicos suburbanos y descentralizados propios de
la “ciudad jardín horizontal”, por representar soluciones antiurbanas que
promueven el desperdicio de terrenos y áreas construidas. Mario Pani, como el
propio Le Corbusier, comprendió que la ordenada concentración de la gente y los
servicios contribuiría, a largo plazo, al crecimiento regulado y racional de la ciudad.
Cabe señalar que la Ville Contemporaine de Le Corbusier era una ciudad
lineal, un modelo de descentralización racionalizada. Sus primeros antecedentes
se hallan en el plan que produjo Arturo Soria y Mata a finales del siglo XIX,
transformado en la segunda década del siglo XX por los planificadores soviéticos.
En el esquema de la Ville Radieuse, Le Corbusier mantenía las propuestas
esenciales de la Ville Contemporaine excepto por el plan centralizado que había
desaparecido por completo aun cuando la distribución del poder seguía siendo
centralista. Su plan reflejaba una especie de pirámide de jerarquías naturales
propuestas por el sindicalismo francés. Era una ciudad lineal extendible que se
basaba en la imagen abstracta de un hombre con cabeza, espina vertebral, brazos
y cuerpo.
En cuanto a los rascacielos de la Ville Contemporaine, éstos fueron
desprendidos del centro de la ciudad y ubicados en la cabeza; el cuerpo se hizo
con líneas de vivienda a redente, distribuidas siguiendo una planta escalonado, a
la manera de un zigzag, para generar entre cada escalón o zigzag, una especie de
bahía y ahí alojar ya fuera un jardín, una cancha de deportes o áreas para
circulación de peatones.
Las sinuosas y largas bandas de viviendas trazadas de acuerdo con una
planta escalonada ofrecieron a la arquitectura moderna un respiro que no duró por
mucho tiempo ya que el mismo Le Corbusier la sustituyó por edificios aislados,
resueltos como bloques de apartamentos, plantados uno tras otro. Esta
distribución de los edificios aislados y organizados en filas como si fueran
regimientos de soldados todavía se puede apreciar en los monótonos y tristes
conjuntos habitacionales de la ciudad moderna. Un ejemplo de conjunto
habitacional de edificios aislados es la Unidad habitacional de Marsella, Francia
que proyectó Le Corbusier en 1952); el prototipo mexicano correspondiente es la
Unidad Nonoalco Tlatelolco (1964) que hizo el arquitecto Mario Pani en la ciudad
de México.
ii. Una solución arquitectónica y urbanística: memoria del proyecto del
Centro Urbano Presidente Alemán
Una ciudad dentro de la ciudad
Cuando en 1947, la Dirección de Pensiones Civiles y de Retiro, hoy ISSSTE,
solicitó a Mario Pani realizar para sus trabajadores un proyecto habitacional de
200 casas en un terreno de 40 000 metros cuadrados, el arquitecto, apoyado en la
moderna Ville Radieuse de Le Corbusier, criticó la petición de su cliente para
proponer en su lugar la construcción de una gran unidad, de intensidad mayor a la
que podrían representar 200 casas. Por tanto, sugirió ocupar el 20 o el 25 por
ciento del terreno, es decir 10 o 15 mil metros cuadrados con 9 edificios altos de
13 pisos cada uno y 6 edificios bajos de 3 pisos cada uno, para dejar el restante
75 por ciento, o sea 30 mil metros cuadrados, para jardines, cosa totalmente
desusada en esos años.
De acuerdo con el proyecto desarrollado, de los 9 edificios altos 7 se hallan
ligados en zigzag, siguiendo una de las diagonales del terreno. Los otros dos que
están aislados ocupan las esquinas del terreno que los anteriores dejan vacías.
Los seis edificios bajos se agrupan paralelamente a la avenida Coyoacán, tres
sobre la calle de Félix Cuevas y los otros tres miran a la calle de Parroquia. Todos
los edificios, tanto los altos como los bajos, siguen la línea Norte-sur, permitiendo
que la mayoría de las habitaciones vean al Oriente o al Poniente. En cuanto a la
planta baja de los edificios altos, el arquitecto propuso en algunos de ellos dejar
circulaciones cubiertas para el paso de peatones, así como la instalación de los
comercios que a diario requiere la gente.
Proyectó además oficinas para la administración, escuela con una
capacidad para 600 alumnos, guardería, lavandería con máquinas automáticas
individuales y cámaras de secado, dispensario médico, casino, salón de actos y
facilidades deportivas como canchas de football, basketball, volleyball y una
alberca semiolímpica, con purificador de agua, baños y vestidores. Separó el
paso de peatones de los estacionamientos o áreas de circulación vehicular; de tal
manera, que los automóviles se movieran en el perímetro del multifamiliar y la vida
comunitaria se desenvolviera con toda tranquilidad en el interior del conjunto.
Pani pensó en departamentos para albergar familias de tres a cinco
personas, se podría decir que imaginó una comunidad de 5 mil personas, y eso ya
es hablar de un pueblito de relativa importancia. Desde entonces Pani, advirtió
como elemento fundamental de su tesis sobre la ciudad, que cuando se hiciera
vivienda no se hicieran casas habitación nada más sino que éstas se hicieran con
todos los elementos que necesita una familia, una comunidad. Imaginó ciudades
autosuficientes que limitaran los desplazamientos innecesarios de la gente al
centro de la ciudad. Tal parece que Pani previó con gran anticipación el desarrollo
de las ciudades policéntricas que ahora conocemos y tal vez hasta vislumbró el
surgimiento de las ciudades cerradas, autosuficientes o ciudades candado, una
nueva tendencia que ahora conjuga lo tradicional con lo moderno y lo local con lo
internacional, la diferencia dentro de la igualdad.
De los 13 pisos que tienen los edificios altos, doce están ocupados por
departamentos; la planta baja corresponde a comercios y pórticos de circulación.
Los departamentos son de dos pisos; teniendo en el nivel del acceso el comedor y
la cocina, una solución muy mexicana, y en el otro nivel, subiendo o bajando, una
planta libre para subdividirse para las recámaras, la sala y un baño. La aplicación
de la planta libre permite una gran flexibilidad en cuanto a los usos de los espacios
(tipos A y D). En los edificios altos sólo hay una circulación horizontal cada tres
pisos, y en todo el recorrido vertical cinco paradas de elevadores.
Son cuatro los tipos de departamentos en los edificios altos: 672
departamentos del tipo pequeño, tienen una superficie de 48 metros cuadrados
cada uno y constan de comedor, cocina, estancia, dos alcobas, baño y closets
(tipo A); 192 departamentos situados en las cabeceras, con comedor, cocina,
estancia, dos alcobas, baño, closets y una recámara (tipos B y C) y 72 situados en
los elementos de liga viendo al Sur, con las mismas dependencias que los
anteriores, pero con una alcoba más (tipo D).
Los 6 edificios bajos suman un total de 144 departamentos (24 en cada
edificio). Son departamentos de un solo piso, de 57 metros cuadrados de
superficie, todos iguales y constan de estancia, cocina-comedor, recámara, baño y
closets (tipo E).
En las cabeceras de los edificios se distribuyen, de dos en dos, los veinte
elevadores, las escaleras exteriores y de emergencia y los ductos de basura. La
distancia máxima para recorrer del elevador correspondiente a la entrada del
departamento, es de 30 metros. Las cocinas o baños se concentraron alrededor
de los cubos de ventilación en los que se alojan todas las tuberías de las
instalaciones.
Todos los departamentos tienen luz eléctrica, radio, teléfono, agua fría y
caliente, gas para las cocinas. En un principio se utilizaron calderas para calentar
el agua, ahora se dispone de grandes tanques estacionarios ubicados en la
azotea. Para el abastecimiento de agua se cuenta con pozos y bombas.
Anteriormente, la basura se incineraba, ahora por razones ecológicas se saca de
los ductos todas las mañanas.
El multifamiliar Alemán tiene la ventaja, sobre la proposición que realizó Le
Corbusier en la Unidad de Marsella, que los pasillos o las circulaciones
horizontales son exteriores, están al aire libre, dan sobre la fachada, y por eso
siempre están iluminados y bien ventilados, son como los puentes de un barco, o
calles cubiertas. El de Le Corbusier tiene el inconveniente de que las circulaciones
son internas. Entonces en un edificio donde hay 300 departamentos, los olores de
los baños y las cocinas que generalmente son desagradables se concentran en
los corredores que además son muy oscuros. En cambio cuando los pasillos están
abiertos al jardín no se tiene ningún problema y se puede apreciar la vista.
Desde el punto de vista arquitectónico, el multifamiliar Alemán, aunque
sigue los principios Lecorbusianos (gran densidad y gran altura de los edificios), es
original porque presenta una solución constructiva ingeniosa, modulada cada tres
pisos, fórmula que permite montar los departamentos uno sobre otro, como si
fuera una gran caja de botellas, obtener departamentos de dos pisos, reducir
tanto las circulaciones horizontales como las paradas de elevador y compartir
muros, techos y pisos con seis vecinos. Esto a la larga, resulta conflictivo, pero no
irremediable, por el problema del ruido, la filtración de humedades y el desgaste
de materiales. La solución constructiva favorece además cierta variedad en la
disposición de las ventanas, con lo que se evita la monotonía. De cualquier
manera, a pesar del reto que significa para los usuarios de cierta edad la subida y
bajada de las escaleras, con los dos niveles en los departamentos se logra cierta
privacía porque se separan los espacios públicos de los privados y se produce una
sensación de amplitud, aun cuando el departamento sea muy pequeño.
Otro acierto del diseño es el aire o la separación que existe entre cada
edificio, de tal suerte que a pesar de ser un multifamiliar de 1080 departamentos
jamás se siente un congestionamiento; todos los departamentos tienen vista y sus
fachadas no están una frente a la otra. El eje diagonal del zigzag además de ser
una solución estética interesante, sirve para comunicar al multifamiliar de extremo
a extremo, de la calle de Félix Cuevas a Parroquia, además de brindar un buen
asoleamiento a todos los departamentos.
Los colores y las texturas de los materiales empleados, ladrillo y concreto,
imprimen un carácter especial al multifamiliar que todavía, después de casi 50
años, nos permite identificarlo como el conjunto de edificios altos y de ladrillos
rojos de la avenida Coyoacán y Félix Cuevas, ahora casi borrados de nuestro
repertorio de imágenes urbanas por la estructura high-tec del hospital 20 de
noviembre que se le contrapone.
Por otra parte, vale la pena mencionar que el Multifamiliar Miguel Alemán
tiene un mural en cuya superficie el pintor José Clemente Orozco trazó el croquis
de su última obra inconclusa intitulada La Primavera. Esta representa la figura de
una mujer yacente. Dentro de la guardería, el pintor Carlos Mérida también dejó un
mural, por desgracia ya desaparecido. Ambos murales son muestra de la
integración plástica que Pani incorporó como referencias nacionales dentro de su
vocabulario arquitectónico internacional y que los moradores del Multifamiliar
Alemán reconocen y defienden como partes inseparables del CUPA.
Desde el punto de vista urbanístico, la solución del multifamiliar como un
conjunto con una densidad mayor a 1 000 habitantes por hectárea sugiere los
fundamentos y los mitos de la ciudad moderna. Con este sistema supuso Pani que
la ciudad de México podría ser más pequeña, se reduciría el área construida,
amén de ganar para la ciudad espacios verdes y estacionamientos. Se disminuiría
el costo de los servicios urbanos y se economizaría tiempo y dinero en el
desplazamiento de sus habitantes.
El multifamiliar Miguel Alemán, al principio una pequeña ciudad en los
márgenes de la ciudad, es ahora, por el propio desarrollo urbano, “una ciudad
dentro de la ciudad”, una estrategia que Mario Pani recomendó y defendió a lo
largo de su vida profesional con el propósito de conseguir el crecimiento ordenado
de la urbe, porque Mario Pani siempre creyó que la ciudad de México sí tenía
remedio.
III. Las identidades colectivas y el “Multi” como un recurso patrimonial
Antes de hablar de los esfuerzos de algunos habitantes del Multifamiliar por llamar
la atención sobre el valor arquitectónico del conjunto y la necesidad de
preservarlo, debo decir que el “patrimonio” se entiende como un recurso que las
identidades colectivas aprovechan para incrementar su poder de negociación, de
imposición, de lucha y/o resistencia.
Sin embargo, al decidir exaltar o imponer un recurso, las identidades
colectivas corren el peligro de suprimir sus diferencias internas para imponer la
unidad por consenso. Esta posición se traduce a la larga en una fuente de
conflicto pues no todos los miembros pueden o desean asumir de la misma
manera ese criterio.
El hecho es que las identidades colectivas no son internamente
homogéneas. De ahí que las identidades se conformen mediante negociaciones,
expectativas, planteamientos de interrogantes y evaluación de los recursos
propios y ajenos, así como de las posibilidades de un futuro compartido. De estos
disensos emergen identidades colectivas heterogéneas, abiertas, inestables y
dispuestas al cambio.10 Por el contrario, las identidades colectivas vistas como
unidades cerradas, sujetadas por el consenso, terminan por convertirse en sectas
fundamentalistas dispuestas a estigmatizar a sus críticos y a rechazar cualquier
oposición.
A propósito de las diferentes posiciones que existen al interior del
Multifamiliar con respecto a las maneras de verlo y apreciarlo en el contexto
urbano, se pueden distinguir diferencias entre los residentes orginales que sienten
amor al terruño y los que llegaron después o simplemente entre la generación de
los padres y los hijos más jóvenes que ahora tienen aproximadamente 20 años y
se avergüenzan de vivir en ese lugar. Los comentarios de Blanca Aguirre son una
muestra de las tensiones que pesan cuando se menciona la pertenencia al lugar.
Nunca he dicho ‘Vivo en Adolfo Prieto’ o ‘Vivo en Coyoacán’ –afirma Blanca
Aguirre- porque así hay gente, así hay personas que no dicen ‘Vivo en el Multi’;
dicen ‘Vivo en la avenida Coyoacán’ quién sabe qué número, ni me sé el número,
y yo no, siempre digo ‘Vivo en el Multi’, en el CUPA... Y hasta mi credencial y todo
dice CUPA, Centro Urbano Presidente Alemán. No, sí, yo sí estoy orgullosa de
estar aquí, porque en todos lados hay de todo. Entonces sí les digo que me gusta
mucho con todos sus pros y sus contras de ahorita.11
10 Rodrigo Díaz Cruz, “Experiencias de la identidad”. En: Revista Internacional de Filosofía Política, 2, Madrid, 1993. 11 Entrevista a Blanca Aguirre, realizada por Graciela de Garay y Concepción Martínez Omaña, ciudad de México, 12 de agosto de 1998, Instituto Mora, PHO 13/31/1
En cambio –dice Imelda Sánchez de Cabrera- Mis hijos dicen ‘ai mamá, yo no
quiero decir que vivo en el Multi porque todo el mundo dice: ‘Que gacho el ‘Multi’.
Antes nosotras decíamos ‘Vivo en el ‘Multi’. Tengo alberca, tengo esto.’
Presumíamos ¿verdad’ Para nuestros hijos es una afrenta decir ‘vivo en el Multi.’12
Si me gustaría que cambiara la impresión que se tiene del CUPA –comenta Aldo
Bautista- porque en la colonia Del Valle se le conoce como una parte fea. La
colonia Del Valle tiene nombre bonito y tiene un buen status, pero esta unidad ya
no; es como algo malo, pues porque aquí ha habido pues varios asaltos, o más
que nada, aquí han vivido y viven pues bastantes asaltantes (...) pues porque no
hay ninguna autoridad ahorita competente que pueda evitar eso. Yo empezaría
pues por eso, por tener una buen seguridad (...) Pero sí me gustaría empezar por
la limpieza de todas las áreas verdes y las áreas comunes, incluso hasta la de los
pasillos (...) Después, pues mejoraría un poco la fachada, tal vez con algo de
pintura. Las áreas verdes pues que estuvieran muy, muy, muy bien conservadas,
porque en cuanto a la geografía que conserva puedo imaginarme que en su
tiempo fue muy bonito, y puedo imaginarme prados bien cortados, árboles frutales
y los arbustos muy bien delineados. Eso daría muy buena impresión.13
12 Testimonio de Imelda Sánchez de Cabrera en entrevista a Beatriz Chelala e Imelda Sánchez de Cabrera realizada por Graciela de Garay, Lourdes Roca y Concepción Martínez Omaña, Ciudad de México, 5 de noviembre de 1998, Instituto Mora, PHO 13/32(1, 1ª parte). 13 Entrevista a Aldo Bautista realizada por Graciela de Garay, ciudad de México, Instituto Mora PHO 13/36(61).
Ahora volviendo al caso del Multifamiliar, el interés de algunos de su
habitantes por manejar la arquitectura como una vía indirecta de reivindicación de
nuevas formas de reconocimiento social, habla de ciudadanos que demandan
patrimonio pero ya no como consumidores, sino a favor de una definición de una
ciudadanía reclamada desde el reconocimiento de su propia identidad. En esta
negociación, el patrimonio puede convertirse además en un recurso estratégico
para el mejoramiento del lugar que habitan.
Y no dejas de admirar al señor que hizo el ‘Multi’ –afirma Beatriz Chelala- Que
mira, tenía para futuro. No era un departamento o una unidad para unos cuantos
años, como ves ahora que muchas cosas las hacen para un determinado tiempo,
sino que realmente lo pensó mucho a futuro porque ve cuántos años han pasado y
sigue funcionando perfectamente bien; lo que no tiene es mantenimiento.14
El “Multi” se está rescatando –explica Alejandra Herrera- pero todos estamos en
una crisis terrible. Yo soy jubilada y así como yo hay muchas personas que están
en una situación difícil, hay quienes menos, quizá más, pero no por eso te vas a
dejar que se te venga el mundo encima; mientras que todavía tengas vida (...)
Pero si entonces aquí es donde voy a vivir y si podemos conservar el edificio pues
14 Testimonio de Beatriz Chelala en Entrevista a Beatriz Chelala e Imelda Sánchez de Cabrera realizada por Graciela de Garay, Lourdes Roca y Concepción Martínez Omaña, ciudad de México, 5 de noviembre de 1998, Instituto Mora, PHO 13/42(1, 1ª parte).
mejor hay que lucharle ¿no? Pues una arquitectura de esta magnitud la verdad lo
merece (...)15
Ahora bien, no todos los habitantes del CUPA se preocupan o pueden
contribuir a dar mantenimiento y servicio a la unidad. Las tareas de autogestión de
servicios cada día se hacen más difíciles y los responsables de promoverlas son
vistos con desconfianza. Tal parece que el disenso prevalece y la fragmentación
de las identidades se multiplica todos los días.
Por ejemplo el asunto de las cuotas es un tema de quejas recurrentes.
¿Cómo saber cuál debe la cuota justa de mantenimiento? Pero mientras se
resuelve este punto, la gente se divide y el conjunto se deteriora.
Efectivamente –comenta Dolores Pérez Lira- los jardines estaban bonitos, estaban
muy bonitos, muy bien arregladitos; ahora pues nos cuestan y no nos alcanza para
pagar la jardinería. Pero realmente, todos los árboles eran de ese tiempo, estaban
muy bien los jardines (...) ahora se han deteriorado por todo el tiempo que no nos
organizábamos para llevar una administración y un mantenimiento adecuado (...)
pero ahora tratamos, más o menos, de que vuelva a estar bien.16
15 Entrevista a Alejandra Herrera, Beatriz Chelala, Imelda Sánchez de Cabrera y Alejandra Dorantes, realizada por Graciela de Garay y Lourdes Roca, ciudad de México, 12 de noviembre de 1998, Instituto Mora, PHO 13/41 1(1,2,3). 16 Entrevista a Dolores Pérez Lira realizada por Graciela de Garay y Lourdes Roca, ciudad de México, 3 de febrero de 1999, Instituto Mora, PHO 13/43(1).
Con el tiempo nos hemos enseñado a compartir lugares comunes –explica Héctor
Hugo Ramírez- porque al principio queríamos cerrar el edificio, queríamos
privatizar el basurero, queríamos privatizar el elevador, pues cómo era posible de
que otras personas se pudieran subir a nuestro elevador y fueran por otro pasillo a
otros edificios y no nos pagaban cuota, entonces con el tiempo se ha venido
haciendo conciencia en la gente y se ha podido solventar ese gasto del
mantenimiento, del gas, del mantenimiento de los elevadores principalmente (...)
Entonces así se ha venido conviviendo por medio de esta experiencia.17
De cualquier manera, existen algunos grupos que han negociado con más
éxito acuerdos para salvar la arquitectura de la decadencia e incluso sustentar su
valor arquitectónico para obtener ayuda de las autoridades delegacionales. Por
eso, el mantenimiento de algunos edificios marcha sin dificultad e incluso, a veces,
en algunas secciones del conjunto y se palpa cierta mejoría.
El caso es que algunos de estos grupos que promueven el valor de la
arquitectura como recursos instrumental para conseguir reivindicaciones
indirectas, han ayudado a preservar el lugar de la decadencia total. Entre los
actores involucrados en esta lucha se cuentan jubilados, amas de casa,
profesionistas que además de defender su vivienda reivindican el espacio que les
dio su identidad ya sea de empleados federales, de herederos de la modernidad o
de ciudadanos de la gran ciudad. 17 Testimonio de Héctor Hugo Ramírez en entrevista a la familia Ramírez Sánchez realizada por Graciela de Garay, ciudad de México, 23 de mayo de 1998, Instituto Mora, Pho 13/26(1).
Yo felicitaría al arquitecto Pani por el Multifamiliar porque realmente es una obra
muy–dice Dolores Pérez Lira- Fue una obra muy buena para todos aquellos
burócratas que no teníamos con que pagar un departamento bonito para no vivir
en una vecindad, aunque ahora esto parece vecindad ¿verdad? Pero antes las
vecindades eran horribles ¿no? Y sin embargo, aquí se tenía otro tipo de vivienda
¿verda? Con todas sus comodidades, incluso lujitos que no había en casas o
departamentos para la clase media de abajo que somos nosotros.18
“La oveja negra de la colonia Del Valle”, como le dicen al “Multir” los
vecinos del lugar, se resiste entonces a morir víctima de las fuerzas del mercado y
la exclusión. Por tal motivo se vale de todos los recursos que encuentra a su paso
para inscribirlos como patrimonio e instrumentar la promoción local en un contexto
de competencia comercial. Ya sea que se trate de la arquitectura, o del mural “La
Primavera” que pintó Orozco antes de morir; o bien de los jardines y las
instalaciones deportivas que en sus años dorados le dieron tan buena fama.
Sobre la defensa del mural de Orozco por los vecinos hay muchas historias
que muestran cómo los habitantes del Multifamiliar promovieron el recurso para
conseguir el reconocimiento, por parte de las autoridades, de su identidad.
18 Entrevista a Dolores Pérez Lira realizada por Graciela de Garay y Lourdes Roca, ciudad de México, 3 de febrero de 1999, Instituto Mora, PHO 13/43(1).
(...) Cuando el ISSSTE ya nos dejó –explica Dolores Pérz Lira- nos hicieron ver
que el ISSTE seguía siendo condómino mayoritario. Entonces el ISSSTE vino y
puso unas tablas ahí donde está el mural inconcluso de Orozco porque lo iban a
quitar ‘¿cómo que lo van a quitar? (...)Empezamos a decir ‘¿por qué?’ ‘¿quién
ordenó esto?’ ‘¿de dónde aca?’ y nos fuimos a parar varios ahí (...) imagínese se
iban a llevar todo el mural, lo iban a trasladar al (hospital) 20 de Noviembre y pues
no lo permitismo. Está mal cuidado, está descuidadísimo, pero es de nosotros; es
de nosotros, y no se los dejamos llevar. Salvado, salvado...19
Cuando el ISSSTE se quería llevar el mural –cuenta Concepción Millán- nosotros
nos peleamos y dijimos ‘No, nada, si nos lo construyeron para acá... y se corrió la
voz de ‘salgan porque se van a llevar el mural’ y ahí vamos todos a defender; no
que va, la señora Virginia, que era la presidenta de los jubilados, fue la que llamó
a todos y dijo: ‘que se lo van a llevar, pues no se lo van a llevar’ y otros decían que
se lo lleven a ver donde lo ponen... y al fin que no está terminado. ‘No le hace que
no esté terminado pero que se quede aquí porque fue hecho para aquí.’ Y no los
dejamos que se lo llevaran.20
Y ahí está el mural de Orozco –recuerda Asdrúbal Trujillo- que en el Multifamiliar
le llamaban ‘la piedra caliente’ porque los chamacos iban a ahí a flirtear con las
novias y todo, entonces le llamaban ‘la piedra caliente’... obviamente decimos que
19 Entrevista a Dolores Pérez Lira realizada por Graciela de Garay y Lourdes Roca, ciudad de México, 3 de febrero e 1999, Instituto Mora, PHO 13/43(1). 20 Entrevista a Concepción Millán realizada por Graciela de Garay y Concepción Martínez, ciudad de México, 12 de marzo de 1998, Instituto Mora, PHO 13/13(1).
el mural es de nosotros, pero estaban diciendo que era de la guardería; la cosa es
que no se sabe de quién es; pero no se le ha dado un mantenimiento adecuado a
esa ‘piedra caliente’. Se lo querían llevar ahora que volvieron a reconstruir el
(hospital) 20 de Noviembre. Entonces se lo iban a llevar para el 20 de Noviembre.
Obviamente, las gentes empezaron a decir que esto iba a dejar de tener el valor
que tiene pues es una obra de Orozco. Pero si aquí nosotros no hacemos nada
por qué no dejar que otra institución, una institución del gobierno le de el cuidado
que realmente merece eso. Ahora ¿lo vamos a hacer? ¿Cuánto nos va a costar?
Si aquí apenas podemos con el mantenimiento y el gas que es un problema; una
bronca porque son 144 departamentos.21
El caso es que al descubrir a la arquitectura como un arma eficiente para
responder a la exclusión, los habitantes del CUPA comenzaron a elaborar
discursos para dar cuenta de una imagen renovada del Multi. En este sentido se
podría pensar que sus actores asumieron una estrategia de destradicionalización,
como la entiende Carlos Fortuna, cuando habla de aprovechar los elementos
innovadores de la tradición para hacer las ciudades más acordes con la realidad
contemporánea a nivel global y local. Pues es un hecho que tanto las ciudades
como los lugares no se dan en el vacío sino que pertenecen a un contexto y como
la propia cultura se hallan en constante cambio.
21 Entrevista a Asdrúbal Trujillo realizada por Graciela de Garay y Gerardo Necoechea, ciudad de México, 19 de octubre de 1997, Instituto Mora, PHO 13/4(1).
Efectivamente, para Carlos Fortuna, la destradicionalización es movida por
la necesidad de cada ciudad de revalorizar sus recursos, reales o potenciales,
como forma de reposicionarse en el mercado de la concurrencia Inter.-ciudades,
cada vez más competitivo.22 Por tanto, el CUPA como pequeña ciudad dentro de
la gran ciudad de México debe destradicionalizarse para ser competitiva con los
otros centros o pequeñas ciudades que conforman la capital.
¿Cómo hacer entonces competitivo al ‘Multi’? Los usuarios comienzan por
atribuir la competitividad del conjunto a su ubicación privilegiada. Así, hablan de un
‘Multi’ bien integrado a la ciudad porque se localiza en el centro sur de la moderna
ciudad de México y además dispone de buenas y variados servicios de transportes
y comunicaciones. Estos recursos son fundamentales para los habitantes de una
ciudad que participa de la globalización y busca una centralidad apta para el
intercambio y encuentro, sobre todo cuando el Centro Histórico de la capital se
aleja cada día más de la periferia urbana.
El testimonio de Estelí Ramírez Sánchez da clara cuenta de este procedimiento.
Pues para mí –dice Estelí Ramírez Sánchez- el ‘Multi’ es como una pequeña
ciudad donde hay todo, donde ve uno de todo y, bueno, donde tiene uno que
aprender a convivir.23
22 Carlos Fortuna, “Un caso de destradicionalización de la imagen de la ciudad” en: Cidade, Cultura e Glboalizacao. Ensayos de Sociología. Celta Editora, Oeiras, 1997. 23 Testimonio de Estelí Ramírez Sánchez en la entrevista a la familia Ramírez Sánchez, realizada por Graciela de Garay, ciudad de México, 23 de mayo de 1998, PHO 13/26(1).
IV. Conclusiones
En este trabajo lo que se ha visto es como los habitantes hicieron del Multifamiliar
Alemán un recurso patrimonial al apoyar su tradición en su modernidad, en la
visión futurista del arquitecto Mario Pani. Mediante esta estrategia, los residentes
del “Multi” convencieron a extraños y autoridades que el “Multi” era un valor
arquitectónico a defender y que por lo mismo las erogaciones invertidas en el
mantenimiento del conjunto tenían un sentido pues además de promover la
conservación del pasado de la ciudad de México salvaban de la decadencia un
fragmento del centro moderno de la zona sur de la urbe.
Roberto López Zaragoza además de ofrecer a través de su testimonio una buena
defensa de la modernidad arquitectónica del Multifamiliar Alemán, logra
universalizar al conjunto cuando lo sitúa en un contexto global. Se puede decir que
compara la pequeña ciudad del ‘Multi’ con otras semejantes que existen en el
mundo.
(...) En los años cuarenta, -dice Roberto López Zaragoza- había una crisis de
vivienda en la ciudad de México muy fuerte, o sea no había rentas, porque antes
lo más factible eran las rentas, entonces dentro del famoso modernismo que
procuraron Ernesto Uruchurtu y Miguel Alemán hicieron esta unidad que fue
pionera de todos los multifamiliares que hay en México y fue pues ejemplo a
seguir en diferentes países, sobre todo de los países de la Cortina del Este, o sea
en Rusia hay edificios de multifamilaires, hay alguno casi idéntico a éste y casi se
lo copiaron al Multi con asesoría de la ICA y todo esto (...)24
El rescate no ha sido inmediato ni como debiera ser, pero ha mejorado
mucho. Los apoyos de la delegación Benito Juárez se han incrementado y la
organización de los residentes del Multi para promover la autogestión logra
superar las calificaciones de años anteriores, digamos las de los años 80, cuando
el ‘Multi’ parecía tierra de nadie.
Pero también se advirtió como los entusiastas del “Multi” intentan, de
diversas maneras, su destradicionalización para reposicionarlo en el mercado
urbano y hacerlo más competitivo, Para ello, argumentan la centralidad del
conjunto al interior de la ciudad de México; centralidad de la que todos participan,
sobre todo cuando el urbanismo moderno se ha encargado de destruir los centros
históricos de las ciudades y con ellos la cultura y la vida social de las urbes
contemporáneas.
Para celebrar la “centralidad” como uno de los grandes valores urbanos del
‘Multi’ de hoy en día Rosa Zaragoza lo llama ‘la manzana de oro’.
Si –dice Rosa Zaragoza- (el Multi) es la ‘manzana de oro’ porque tenemos bancos,
tenemos iglesias, tenemos Aurrerá, tenemos De Todo, tenemos Liverpool, 24 Testimonio de Roberto López Zaragoza en entrevista a familia Salcedo realizada por Graciela de Garay y Lourdes Roca, ciudad de México, 20 de agosto e 1998, Instituto Mora, PHO 13/32(1. 1ª ).
tenemos Plaza Universidad, es una cosa maravillosa; esta manzana es la
Manzana de Oro, pero dentro de esta manzana hay mucha podredumbre, hay
mucha gente que en realidad no coopera, simplemente no coopera.25
Mira esta unidad –explica Concepción Hernández- si realmente nos la quisieran
arreglar sería preciosa... tú imagínatela pintada, arreglada y todo; todo cuidado,
enrejado, todo completo y con mucho aseo ¿cómo se vería? (...) El rumbo es
bellísimo, el rumbo es preciosos, es el centro Sur, aquí tienes todo; ahora el rumbo
es muy bonito, yo creo que por eso vale tanto, por el rumbo que tiene. El lugar me
gusta muchísimo por eso te digo que ojalá y viniera alguien y lo arreglara esto
para jubilados... te digo esto porque aquí hay mucho jubilado y para mí debería ser
una unidad de puro jubilado, estaría perfecto(...)26
Se trata de relocalizar al ‘Multi’ en el centro del debate de la globalidad,
como cuando se estrenó el edificio, en el año 49, representaba el pico de la
modernidad en México y América Latina.
25 Entrevista Rosa Zaragoza realizada por Graciela de Garay, ciudad de México, 3 de abril de 1998, PHO 13/20(1). 26 Entrevista a Concepción Hernández realizada por Patricia Pensado y Concepción Martínez Omaña, ciudad de México, 17 de octubre de 1987, Instituto Mora, PHO 13/27(1).