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Capítulo 2
La elaboración de artículos científicos y académicos
EXPOSICIÓN TEMÁTICA
Cómo producir artículos científicos
“En pocas palabras, considero que la preparación de un artículo científico
tiene menos que ver con el talento literario que con la organización. Un
artículo científico no es una obra literaria. Quien prepara un artículo científico
no es realmente un autor en el sentido literario” (Day, 2005, p.12).
Características de los artículos científicos. En general, los artículos científicos deben
acoger las principales características de la ciencia y del conocimiento científico que,
según Bunge (1981), son básicamente cinco: racionalidad, sistematicidad, exactitud,
verificabilidad y fiabilidad.
Otros autores proponen distintas clasificaciones, pero la idea sigue siendo la misma. Díaz
y Heler (1985, p.72), por ejemplo, atribuyen las siguientes características al conocimiento
científico:
Criticidad y fundamentación: debe justificarse y dar pruebas de su verdad.
Sistematicidad: el conocimiento científico no consiste en conocimientos dispersos
e inconexos, sino en un saber ordenado lógicamente que constituye un sistema
que permite relacionar hechos entre sí. Las interrelaciones entre los conocimientos
es lo que da sentido a las teorías (formulaciones que pretenden explicar un
aspecto determinado de un fenómeno), que se estructuran en leyes y se
representan mediante modelos (representaciones simplificadas de la realidad que
muestran su estructura y funcionamiento).
Explicabilidad: la ciencia formula teorías que dan lugar a leyes generales que
explican hechos particulares y predicen comportamientos. Son conocimientos
útiles.
Verificabilidad: se centra en fenómenos susceptibles de ser comprobados
experimentalmente o al menos contrastados experiencialmente (de manera que
demuestren su adecuación, su utilidad).
2
Metodicidad: los conocimientos científicos no se adquieran al azar, sino que son
fruto de rigurosos procedimientos (observación, reflexión, contrastación,
experimentación, etc.).
Objetividad: aunque actualmente se reconoce la dificultad de una objetividad
completa incluso en el ámbito de las Ciencias Naturales.
Comunicabilidad: debe utilizar un lenguaje científico, unívoco en términos y
proposiciones, y que evite las ambigüedades.
Provisionalidad: la concepción de verdad como algo absoluto debe ser
abandonada y substituida por la certeza, considerada como una adecuación
transitoria del saber a la realidad. El saber científico está en permanente revisión,
y así evoluciona.
En todo caso, los artículos científicos deben responder a un orden, una estructura y un
contenido que aseguren su calidad científica y editorial. Pero, ¿cuál es la definición de
artículo científico?
¿Qué es un artículo científico? Según Day (2005), “un artículo científico es un informe
escrito y publicado que describe resultados originales de investigación” (p. 8). “En
segundo lugar, un artículo científico es, por definición, un tipo especial de documento que
contiene ciertas clases determinadas de información, en un orden establecido (IMRYD)”
(p.11). La sigla IMRYD constituye uno de los sistemas de organización más utilizados por
las revistas en la actualidad y se refiere a los componentes que debe tener un artículo
científico; es decir, Introducción, Métodos, Resultados y Discusión.
La lógica del IMRYD puede definirse mediante una serie de preguntas: ¿Qué
cuestión (problema) se estudió? La respuesta es la Introducción. ¿Cómo se
estudió el problema? La respuesta son los Métodos. ¿Cuáles fueron los
resultados o hallazgos? La respuesta son los Resultados. ¿Qué significan
esos resultados? La respuesta es la Discusión.
Ahora nos parece evidente que la lógica sencilla del IMRYD ayuda realmente
al autor a organizar y escribir su texto, y que ofrece una especie de mapa de
carreteras claro para guiar a los directores, árbitros y, finalmente, lectores en
la lectura del artículo (Day, 2005, p. 7).
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Figura 2.1. Modelo IMRYD
IIntroducción
MMétodos
RResultados
Y
Ddiscusión
Fuente: Elaboración del autor
Al momento de redactar el artículo, es necesario acompañar los cuatro componentes
principales (Introducción, Métodos, Resultados y Discusión) de otros aspectos, tal como
se observa en la figura 2.2. En la tabla 2.1, además, se definen todas las partes
componentes del artículo, tanto las del modelo IMRYD como las complementarias.
Figura 2.2. El Modelo IMRYD acompañado de otros componentes
Título Resumen Introducción
MétodosResultadosDiscusión
Sumario Agradecimiento Referencias
Fuente: Elaboración del autor
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Tabla 2.1. Esquema básico de los artículos científicos modernos
Partes del artículo Definición
Título (Title) El menor número posible de palabras que describen adecuadamente
el contenido de un artículo, libro, cartel, etc.
Resumen (Abstract) Versión abreviada de un artículo científico que suele condensar cada
una de sus secciones principales. Difiere del sumario, que
normalmente es una sinopsis de las conclusiones.
Introducción
(Introduction)
La primera sección de un artículo con la estructura IMRYD. Su
finalidad es indicar claramente el problema investigado y dar al lector
los antecedentes del caso.
Métodos (Methods) La segunda sección de un artículo de estructura IMRYD. Su finalidad
es describir los experimentos con detalle suficiente para que cualquier
colega competente pueda repetirlos y obtener los mismos resultados
o resultados equivalentes.
Resultados (Results) La tercera sección de un artículo de estructura IMRYD. Su finalidad
es presentar la información nueva obtenida en el estudio sobre el que
se informa.
Discusión (Discussion) Sección final de un artículo con la estructura IMRYD. Su finalidad es
situar los resultados del estudio que se da a conocer en el contexto
de los conocimientos ya existentes. Los puntos importantes se
expresan en forma de conclusiones.
Sumario (Summary) Normalmente, una síntesis de las conclusiones colocada al final del
artículo. Difiere del Resumen, que normalmente condensa todas las
partes principales de un artículo y aparece al principio de este
(resumen de encabezamiento o inicial).
Agradecimiento
(Acknowledgments)
La sección de un artículo (después de la Discusión pero antes de las
Referencias) en que se dan las gracias a personas y organizaciones
por la ayuda, asesoramiento o asistencia financiera prestados durante
la ejecución y redacción del trabajo.
Referencias (Name and
year system)
Listado alfabético basado en los autores y los años de las obras
citadas en el artículo.
Fuente: Elaboración del autor a partir de Day (2005)
Aunque parezca obvio, es necesario recordar que los artículos científicos, en última
instancia, constituyen el informe final de un proceso de investigación. En tal sentido, quien
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se propone producirlos debe conocer el método científico y debe saber aplicar la
metodología de la investigación científica. Según Sabino (1989), el proceso de
investigación se desarrolla en tres momentos, a saber:
1º) Momento lógico. En éste el investigador ordena y sistematiza sus inquietudes y
elabora y organiza los conocimientos que constituyen su punto de partida. El investigador
define qué quiere saber y respecto a qué hechos. “Es el momento en que se plantean los
problemas básicos de todo trabajo, donde hay que atender preponderantemente a la
racionalidad de lo que formulamos y a la coherencia lógica de nuestro marco teórico”
(p.42).
2º) Momento metodológico. En este segundo momento el investigador fija una estrategia
ante los hechos a estudiar, formula un modelo operativo que le permita acercarse a su
objeto y conocerlo tal cual es y, finalmente, procura encontrar métodos específicos que le
permitan confrontar la teoría con la práctica. “La preocupación mayor durante toda esta
fase es la de elaborar sistemas lo más objetivos posibles de comprobación” (p.42).
3º) Momento técnico. “Ya elegidos los métodos o estrategias generales que han de servir
para ejecutar nuestro trabajo, se hace necesario abordar las formas y procedimientos
concretos que nos permitan recolectar y organizar las informaciones que habrá de
proporcionarnos la realidad” (p.43).
Finalizados estos tres momentos, y sólo entonces, el investigador, una vez realizadas la
síntesis y las conclusiones, redacta el informe final de la investigación, materia prima
indispensable para la elaboración del artículo científico.
Los “tres momentos” del proceso de investigación que propone Sabino, se desarrollan a lo
largo de 12 fases, como se puede apreciar en la figura 2.3.
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Figura 2.3. Visión esquemática del proceso de investigación
Fuente: Sabino (1989, p. 47)
Cómo producir artículos académicos
“Escribir es tanto como componer. Es reunir varias piezas en un todo, de
manera que cada parte se relacione armónicamente con las demás”
(Vásquez, 2008, p.548).
Los artículos “no científicos” o artículos académicos. Se ha afirmado antes que un
“artículo científico” es, por definición, “la expresión que designa un informe original de
investigación”. Si esto es así, entonces, ¿qué ocurre con los artículos que no son
resultados originales de investigación o que no son científicos o que por algún motivo no
pueden ser catalogados de científicos?, ¿cómo se podrían denominar tales productos?
Nosotros los denominaríamos “artículos académicos” y pensamos que tienen tanta validez
como la de los artículos científicos.
Aunque con matices distintos, Day (2005) reconoce que el sistema IMRYD está pensado
principalmente para las “ciencias básicas”, pero que “el orden básico IMRYD es tan
1. AREA
TEMÁTICA
2. FORMULACIÓN
DEL PROBLEMA
3. DELIMITACIÓN
DEL TEMA
4. FORMULACIÓN
DEL MARCO TEÓRICO
6. OPERACIONALIZACIÓN DEL MARCO TEÓRICO
8. INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE
DATOS
5. DISEÑO
CONCRETO
7. TÉCNICAS DE
RECOLECCIÓN DE DATOS
9. DATOS
10. PROCESAMIENTO
DE DATOS
11. ANÁLISIS DE LOS DATOS
12. SÍNTESIS Y
CONCLUSIONES
R E S P U E S T A
7
eminentemente lógico que, cada vez más, se está utilizando para muchas otras clases de
textos de carácter expositivo. Tanto si se escribe un artículo sobre química, arqueología,
economía o la delincuencia callejera, la fórmula IMRYD suele ser la mejor elección
posible” (p.11). Esto quiere decir que los artículos académicos, que tienen pretensiones
más expositivas que científicas pueden también, en ciertos casos, recurrir al modelo
IMRYD, pero son libres de adoptar otros componentes.
Resumiendo, se puede afirmar que existen dos tipos de artículos: los estrictamente
científicos y los académicos o generales. Éstos, los académicos, se denominan de
diferentes formas: revisión de tema, documento de reflexión no derivado de investigación,
ponencia, reporte de caso, etcétera. Precisamente, las revistas especializadas que se
publican en nuestro país, siguiendo los criterios del Instituto Colombiano para el
Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología (Colciencias), clasifican los artículos en 11 tipos,
tal como se puede apreciar en la tabla 2.2 (a la que hemos agregado un doceavo tipo). Si
se observa atentamente la tabla, se notará que sólo los tipos 1, 2, 3 (y en alguna medida
el 4), corresponden a la categoría “artículo científico”; mientras que, los tipos restantes
corresponden a la categoría “artículo académico”.
Tabla 2.2. Tipología de los artículos científicos y académicos en Colombia
Tipo de artículo Características
1) Artículo de
investigación científica
y tecnológica
Documento que presenta, de manera detallada, los resultados
originales de proyectos terminados de investigación. La estructura
generalmente utilizada contiene cuatro partes importantes:
introducción, metodología, resultados y conclusiones.
2) Artículo de reflexión Documento que presenta resultados de investigación terminada
desde una perspectiva analítica, interpretativa o crítica del autor,
sobre un tema específico, recurriendo a fuentes originales.
3) Artículo de revisión Documento resultado de una investigación terminada donde se
analizan, sistematizan e integran los resultados de investigaciones
publicadas o no publicadas, sobre un campo en ciencia o tecnología,
con el fin de dar cuenta de los avances y las tendencias de desarrollo.
Se caracteriza por presentar una cuidadosa revisión bibliográfica de
por lo menos 50 referencias.
4) Artículo corto Documento breve que presenta resultados originales preliminares o
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parciales de una investigación científica o tecnológica, que por lo
general requieren de una pronta difusión.
5) Reporte de caso Documento que presenta los resultados de un estudio sobre una
situación particular con el fin de dar a conocer las experiencias
técnicas y metodológicas consideradas en un caso específico. Incluye
una revisión sistemática comentada de la literatura sobre casos
análogos.
6) Revisión de tema Documento resultado de la revisión crítica de la literatura sobre un
tema en particular.
7) Cartas al editor Posiciones críticas, analíticas o interpretativas sobre los documentos
publicados en la revista, que a juicio del Comité editorial constituyen
un aporte importante a la discusión del tema por parte de la
comunidad científica de referencia.
8)Editorial
Documento escrito por el editor, un miembro del comité editorial o un
investigador invitado sobre orientaciones en el dominio temático de la
revista.
9) Traducción Traducciones de textos clásicos o de actualidad o transcripciones de
documentos históricos o de interés particular en el dominio de
publicación de la revista.
10) Documento de
reflexión no derivado
de investigación
Escrito en el que el autor aborda un tema acudiendo a su propia
experiencia, a sus conocimientos y, sobre todo, a su percepción
particular del asunto tratado.
11) Reseña bibliográfica
Comentario crítico y analítico a partir del cual un lector analiza,
expone y difunde el contenido de documentos escritos (libros,
revistas, artículos, etc.).
12) Otros
Artículos diversos que responden a la naturaleza o características
propias de cada publicación.
Fuente: Elaboración del autor a partir de Colciencias (2006)
Estructura y requisitos de los artículos académicos. Los artículos académicos deben
contener, al menos, diez elementos, a saber: 1) Título, 2) Datos del autor, 3) Resumen
del artículo, 4) Palabras clave, 5) Abstract, 6) Key words, 7) Introducción, 8) Desarrollo de
la temática, 9) Conclusiones y 10) Bibliografía
9
En el texto 2.1 se presenta el esquema de un artículo académico de los que usualmente
se publican en las revistas universitarias de nuestro medio. Observe que este esquema
aplica los elementos arriba enumerados.
Texto 2.1. Esquema de un artículo académico tipo
(Título)
Ética y responsabilidad social: imperativos de las empresas modernas
(Autor)
Álvaro Andrés Hamburger Fernández
(Datos del autor)
Docente de la Facultad de Ciencias Administrativas y Contables de la Universidad de La Salle.
Ganador del “Premio Colombia a la Cultura Empresarial 2006”, categoría escritores. Autor de la
Serie de libros “Ética de la empresa y valores corporativos” (Paulinas, 2004-2008). Editor de la
Revista Gestión & Sociedad. Correo electrónico: ahamburguer@unisalle.edu.co
(Epígrafe –opcional-)
“El objetivo último de la actividad económica es ético: el bien del hombre” (De Garay, 1977, p.159)
(Resumen)
La principal riqueza con la que cuentan las organizaciones son las personas. El éxito de las
personas en la empresa, su realización, su grado de motivación y su productividad dependen, en
gran medida, de las características del entorno. Un entorno cálido, respetuoso y agradable; es
decir, un ambiente humano, ayuda a que las instituciones alcancen más fácilmente sus propósitos
corporativos y a que los trabajadores logren sus objetivos individuales. La ética y la
responsabilidad social facilitan la obtención de este tipo de ambiente. Partiendo de esta
constatación, el artículo define el humanismo empresarial y ofrece orientaciones tendientes a
humanizar la empresa.
(Palabras clave)
Persona humana, humanización, ética, responsabilidad social, empresa.
(Abstract)
The main wealth in which organizations rely on is people. The success of people within the
enterprise, its fulfilment, its motivation degree and its productivity depend largely on the
characteristics of the environment. A warm environment, respectful and pleasant, that is, a human
10
environment, helps institutions to achieve more easily its corporate purposes and helps employees
to achieve their individual goals.
(Key words)
Human person, humanization, ethics, social responsibility, enterprise.
(Introducción)
Las actuales tendencias intelectuales, filosóficas y humanísticas están haciendo énfasis en el
rescate de la persona humana como valor fundamental de la sociedad y de la cultura. Este hecho
queda corroborado por las investigaciones y publicaciones de profesionales de diversas áreas y
disciplinas del pensamiento. Bástenos con recordar al filósofo Edgar Morin (2001) y su teoría del
“quinto nacimiento de la humanidad”; al teólogo Hans Küng (2006) y su proyecto de una “ética
mundial”; al sicólogo Howard Gardner (1998) y su teoría de las “inteligencias múltiples”; y al
administrador y gurú de la gestión Peter Drucker (1994) con su ya famosa “sociedad
postcapitalista”, sólo por mencionar a algunos de los más representativos.
Estas tendencias muestran que es imprescindible e impostergable la urgente tarea de humanizar
cada vez más los ámbitos y esferas de la actividad del hombre. (Sigue…).
(Desarrollo de la temática o cuerpo del artículo)
1. El humanismo empresarial
Alvira (2006), sostiene que
el “humanismo empresarial” consiste, en no pequeña medida, en la toma de
conciencia por parte del empresariado de que organizar la complejidad social no es
una mera operación de desarrollo de sistemas más eficaces de rendimiento
humano.
Según Alvira sólo podremos hablar de humanismo empresarial el día en que la empresa logre
crear “un estilo humano de vida”. (Sigue…).
2. La humanización de la empresa
En cuanto al interrogante: ¿cómo alcanzar la humanización de la empresa?, podríamos afirmar
que tal propósito se puede lograr de dos formas: implementando una cultura ética en la
organización e incrementando la responsabilidad social empresarial. Veamos a continuación
ambos aspectos.
2.1. La cultura ética en la organización. En primer lugar, se debe tener en cuenta que
implementar una cultura ética en la organización presupone un conocimiento previo sobre cultura
empresarial en general, pues, en cierta forma, aquella es una manifestación específica de ésta.
Se pude afirmar, incluso, que la cultura ética viene a ser la expresión más depurada y elaborada
11
de la cultura empresarial. (Sigue…)
2.2. La responsabilidad social empresarial. A principio de la década del setenta un importante
autor, premio Nobel de economía y ganador del premio Pulitzer, afirmaba: “La única
responsabilidad social de las empresas es generar beneficios económicos... La denominada
responsabilidad social es una doctrina subversiva” (Friedman, 1970, p. 8). Esta afirmación, propia
de la teoría clásica de la economía, muestra fehacientemente lo que no es la responsabilidad
social empresarial. (Sigue…)
(Conclusiones)
Las empresas modernas no deben desconocer los esfuerzos que hoy se están realizando por
humanizar cada vez más los diversos entornos de la actividad del hombre. En tal sentido, la ética
de la empresa y la responsabilidad social son “imperativos categóricos” para ellas; de no
propender por implementar estas dos categorías en sus estructuras y en su cultura, estarían
condenadas a quedar rezagadas con respecto a los otros ámbitos e instituciones que buscan
hacer más cálida y confortable la vida de las personas y de las sociedades.
(Bibliografía)
Alvira, R. (2006). “Dimensiones estéticas de la empresa”, En: Cuadernos, empresa y humanismo,
número 67, (www.unav.es/empresayhumanismopublicaciones/), recuperado el 25 de
febrero de 2008.
De Garay, J. (1977). “Los códigos éticos de las empresas”, En: A. LUCAS (coord.), Sociología
para la empresa (pp.155-176). Madrid: McGraw-Hill.
Drucker, P. (1994). La sociedad postcapitalista. Bogotá: Norma.
Friedman, M. (1970). “Social Responsibility: A Subversive Doctrine”. En: The Sunday Times
Magazine (13 de septiembre).
Gardner, H. (1998). Estructuras de la mente. La teoría de las inteligencias múltiples. Bogotá:
F.C.E.
Küng, H. (2006). Proyecto de una ética mundial. Madrid: Trotta.
Morin, E. (2001). La mente bien ordenada. Barcelona: Seix Barral.
Fuente: Hamburger (2009, p.155-165)
El texto 2.2 presenta los “condiciones formales” para los artículos en una revista
académica típica en nuestro medio. Observe que allí se consignan aspectos tan
elementales (y por lo mismo fundamentales), como las condiciones del título, la
información sobre el autor, el contenido del artículo, la fuente, el tamaño y el tipo de letra,
el interlineado, la extensión del escrito y las normas de presentación de trabajos escritos
12
que deben utilizarse (en este caso las normas de la American Psychological Association,
APA).
Texto 2.2. Condiciones formales usuales para artículos en nuestro medio
Todos los artículos (científicos y generales) deben reunir los siguientes requisitos formales
(Universidad de La Salle, 2009):
1) Título: Máximo 18 palabras
2) Datos del autor: nombre, títulos académicos, publicaciones, logros profesionales, filiación
institucional y correo electrónico.
3) Resumen del artículo: máximo 200 palabras.
4) Palabras clave: máximo 5.
5) Letra: fuente Arial
6) Tamaño de letra: 11 puntos
7) Interlineado: 1.5 centímetro.
8) Márgenes: no inferiores a 3 centímetros por cada lado.
9) Numeración de páginas: todas deben enumerarse en forma continua.
10) Figuras y tablas: deben titularse, enumerarse en forma continua e indicar su fuente o
procedencia.
11) Extensión: los artículos deben tener una extensión no superior a 20 páginas ni inferior a 12;
las reseñas un máximo de 5 páginas.
12) Redacción: los artículos se deben redactar en tercera persona del singular.
13) Notas de pie de página: deben ser de carácter exclusivamente aclaratorio.
14) Citas y referencias: se utilizarán las normas de la Asociación Psicológica Americana –APA-,
según los ejemplos siguientes:
Citas (APA, 2002, p.134):
Cita 1:
Ella afirmó, “El „efecto placebo‟… desapareció cuando las conductas se estudiaron
de esta manera” (Miele, 1993, p.276), pero no aclaró cuáles conductas se
sometieron a estudio.
Cita 2:
Miele (1993) encontró que “el „efecto placebo‟, el cual se había verificado en estudios
previos, desapareció cuando las conductas [sólo del primer grupo] se estudiaron de
esta manera” (p.276).
13
Cita 3:
Miele (1993) encontró lo siguiente:
El “efecto placebo”, el cual se había verificado en estudios previos, desapareció
cuando las conductas se estudiaron de esta manera. Más aún, las conductas no
se presentaron más [las cursivas se agregaron], aun cuando se administraron
fármacos mareante [sic]. Los primeros estudios resultaron (e.g., Abdullah, 1984;
Fox, 1979) resultaron claramente prematuros en atribuir los resultados al efecto
placebo. (p.276)
Referencias (APA, 2002):
Publicaciones periódicas (p.230):
Kernis, M. H., Cornell, D. P., Sun, C. R., Berry, A. & Harlow, T. (1993). There‟s more to
self-esteem than whether it is high or low: The importance of stability of self-
esteem. Journal of Personality and Social Psychology, 65, 1190-1204.
Publicaciones no periódicas (p. 230):
Robinson, D. N. (Ed.). (1992) Social discourse and moral judgment. San Diego, CA,
EE. UU.: Academic Press.
Libro (p.233):
Saxe, G. B. (1991). Cultural and cognitive development. Studies in mathematical
understanding. Hillsdale, NJ, EE. UU.: Erlbaum.
Capítulo de un libro (p.234):
Baker, F. M. & Lighfoot, O. B. (1993). Pschiatric care of etnic elders. En A. C. Gaw
(Ed.), Culture, ethnicity, and mental illness (pp. 517-552). Washington, DC, EE.
UU.: American Psychiatric Press.
Fuentes electrónicas (p.236):
Electronic reference formats recommended by the American Psychological
Association. (2000, 12 de octubre). Recuperado el 23 de octubre de 2000, de
http://www.apa.org/journals/webref.html
Fuente: Gestión & Sociedad (2009, p.213-214)
14
Consejos prácticos para elaborar buenos artículos
Si su intención es escribir artículos científicos y/o artículos académicos para publicar en
revistas especializadas nacionales, tenga en cuenta que éstas generalmente se acogen a
los criterios de Colciencias, pues persiguen la indexación que les permita ser catalogadas
en el Índice Bibliográfico Nacional Publindex (IBN Publindex). Por tanto, consulte la tabla
1, identifique el tipo de artículo que quiere producir y siga, además los siguientes consejos
(Sánchez, 2007, p. 213-214):
Verifique que el tema sea de interés para la disciplina o el área de conocimiento
que aborda la revista.
Desarrolle los contenidos con claridad y precisión.
Trate el tema de forma adecuada al contenido.
Elabore una presentación del tema para que el lector capte lo esencial sin
dificultad.
Utilice un estilo acorde con la disciplina o campo de conocimiento para el que
escribe.
Delimite claramente el tema.
Adecúe el tono del escrito a la situación y al lector.
Ordene y estructure las ideas.
Distinga lo importante de lo accesorio.
Use los elementos de relación con variedad y propiedad.
Seleccione un léxico variado, natural y preciso.
Evite repeticiones innecesarias en las frases y los párrafos.
Escriba natural y sencillamente.
Recuerde que cada revista tiene sus propias políticas y líneas editoriales y que éstas
varían de unas a otras. Es conveniente, pues, que usted las conozca con exactitud.
Además, la mayoría de las revistas divulgan las “instrucciones para los autores”, en donde
usted puede hallar cuestiones relativas al contenido, la forma y los requisitos de los
documentos que publican. Conocer estos aspectos es importante debido a que a partir de
los mismos es que las publicaciones someten los aportes a la revisión de árbitros o pares
académicos, quienes son, finalmente, los que aprueban, reprueban o aplazan.
15
Resumen
Los artículos científicos y académicos constituyen en la actualidad una importante
expresión del trabajo intelectual, académico e investigativo que se desarrolla en los
centros de educación superior. Particularmente, son relevantes cuando se producen con
la finalidad de ser publicados en revistas especializadas. En estos casos deben tener en
cuenta los requisitos, políticas y líneas editoriales que ellas instituyen buscando alcanzar
altos estándares de calidad que les permitan acceder a diversos tipos de índices
bibliográficos. En nuestro país el índice más representativo es el creado por el Instituto
Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología (Colciencias) y se denomina
Publindex.
Los principales exponentes de la teoría acerca de los artículos científicos insisten en que
la producción de éstos está asociada, más que a la creatividad literaria, a la capacidad
que tengan los escritores de organizar de manera lógica, ordenada y secuencial unos
contenidos. Robert Day, por ejemplo, es contundente al afirmar que “quien prepara un
artículo científico no es realmente un autor en el sentido literario” (2005, p.12), sino una
persona que sabe exponer un saber adecuadamente acudiendo a procesos básicos de
lenguaje y de comunicación escrita. En este mismo sentido, Carlos Sabino sostiene que
“redactar bien no es sólo una tarea gramatical sino, y casi podríamos decir
fundamentalmente, un trabajo de lógica aplicada. Sólo lo que se tiene claro en el intelecto
puede ser llevado a la palabra con claridad” (1989, p. 226).
Los artículos académicos o generales, por su parte, no distan mucho de los científicos. Al
igual que éstos deben conservar una estructura adecuada y deben saber hacer uso de
todas las reglas gramaticales, sintácticas y morfológicas, entre otras, propias de la
comunicación escrita; sin embargo, permiten mayor “soltura literaria y creativa”, puesto
que, a diferencia de los científicos, no están “amarrados” a la, a veces, asfixiante
metodología científica.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Evaluación temática
Una vez leído el capítulo, desarrolle las siguientes cuestiones:
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1. En un párrafo explique el sentido y el alcance de la siguiente afirmación de Day: “En
pocas palabras, considero que la preparación de un artículo científico tiene menos que ver
con el talento literario que con la organización. Un artículo científico no es una obra
literaria. Quien prepara un artículo científico no es realmente un autor en el sentido
literario”.
2. Según los diferentes autores citados, ¿cuáles son las principales características del
conocimiento científico y por qué los artículos científicos deben acoger estas mismas
características?
3. ¿Qué es un artículo científico?
4. Según Carlos Sabino, el proceso de investigación se desarrolla en 12 fases. Investigue
acerca de cada una de estas fases y con la información que obtenga elabore un cuadro
esquemático de fácil comprensión.
5. Busque una revista especializada de su área de conocimiento. Escoja un artículo
cualquiera y compare su estructura con el “esquema básico de los artículos científicos
modernos” que se propone en este capítulo, ¿qué concluye?
6. ¿Qué son los artículos académicos o generales?, ¿en qué se parecen y en qué se
diferencian de los artículos científicos?
7. ¿Qué opinión le merece a usted clasificación de los artículos en 11 tipos que hace el
Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología (Colciencias)?
8. ¿Cuáles son los diez apartes básicos de la estructura de los artículos académicos
frecuentemente utilizada por las revistas especializadas en Colombia? Explique
brevemente la importancia de cada uno de ellos.
9. De los “consejos prácticos” que propone Sánchez, escoja los que a su juicio sean los
cinco más útiles. Sustente su escogencia.
10. A su juicio, ¿cuál es la principal enseñanza que deja la “exposición temática” de este
capítulo?
Lectura complementaria: ¿Qué es la redacción científica?
La redacción científica es, en virtud de las características propias de la ciencia y del
método científico, un tipo de redacción especial. En el texto 2.3 se presentan las
principales características de este tipo de redacción, léalo y desarrolle la siguiente
actividad:
Identifique la idea central o directriz y las ideas secundarias y terciarias.
17
Relacione el contenido del texto con el contenido del capítulo.
Emita un juicio crítico sobre el texto.
Elabore un resumen del texto en el que conserve sus datos bibliográficos básicos
(autor, año, título, editorial, páginas), de esta manera usted podrá citarlo
técnicamente en sus propios escritos.
Texto 2.3. La redacción científica
Exponga sus hechos tan sencillamente como pueda, incluso audazmente.
Nadie espera flores de elocuencia ni ornamentos literarios en un artículo de investigación.
R. B. MCKERROW
Necesidad de la claridad
La característica fundamental de la redacción científica es la claridad. El éxito de la
experimentación científica es el resultado de una mente clara que aborda un problema claramente
formulado y llega a unas conclusiones claramente enunciadas. Idealmente, la claridad debería
caracterizar todo tipo de comunicaciones; sin embargo, cuando se dice algo por primera vez, la
claridad es esencial. La mayoría de los artículos científicos publicados en nuestras revistas de
investigación primarias se aceptan para su publicación precisamente porque aportan realmente
conocimientos científicos nuevos. Por ello, debemos exigir una claridad absoluta en la redacción
científica.
Percepción de las señales
Sin duda, la mayoría de las personas habrá oído esta pregunta: si un árbol cae en un bosque y no
hay nadie que lo oiga caer, ¿hace ruido? La respuesta correcta es “no”. El sonido es algo más que
“ondas de presión” y, en realidad, no puede haber sonido sin un oyente.
De igual modo, la comunicación científica es un proceso en dos sentidos. Lo mismo que una señal
de cualquier clase resulta inútil mientras no se perciba, un artículo científico publicado (señal)
resulta inútil si no es recibido y entendido por el público a que se destina. Por ello, podemos
reformular el axioma de la ciencia: un experimento científico no está completo hasta que sus
resultados se han publicado y entendido. La publicación no será más que “ondas de presión” si el
documento publicado no se comprende.
Hay demasiados artículos científicos que caen en el silencio de los bosques.
Comprensión de las señales
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La redacción científica es la transmisión de una señal clara al receptor. Las palabras de esa señal
deben ser tan claras, sencillas y ordenadas como sea posible. La redacción científica no tiene
necesidad de adornos ni cabida para ellos. Es muy probable que los adornos literarios floridos, las
metáforas, los símiles y las expresiones idiomáticas induzcan a confusión, por lo que rara vez
deben utilizarse al redactar artículos de investigación.
Sencillamente, la ciencia es demasiado importante para ser comunicada de cualquier otra forma
que no sea con palabras de significado indudable. Y ese significado indudable y claro debe serlo
no solo para los colegas del autor, sino también para los estudiantes que acaban de iniciar su
carrera, para los científicos de otras disciplinas y, especialmente, para los lectores cuya lengua
nativa no es la misma del autor. [Esto último es particularmente aplicable al idioma inglés.]
Muchas formas de escritura se destinan al entretenimiento. La redacción científica tiene una
finalidad distinta: comunicar nuevos descubrimientos científicos. Por esta razón, debe ser tan clara
y sencilla como sea posible.
El lenguaje de los artículos científicos
Además de la organización, el segundo ingrediente principal de un artículo científico debe ser un
lenguaje apropiado. En este libro, subrayo continuamente el uso correcto del lenguaje, pues creo
que todos los científicos deben aprender a utilizarlo con precisión. En la actualidad existe un libro
(Day, 1995) dedicado enteramente al inglés para científicos. (N. del E.)
Si el conocimiento científico es, por lo menos, tan importante como cualquier otro, debe
comunicarse eficazmente, con claridad y con palabras de significado indudable. Por ello, el
científico, para tener éxito en sus esfuerzos, debe ser culto. David B. Truman, cuando era Decano
del Colegio Universitario de Columbia, lo dijo muy bien: “En las complejidades de la existencia
contemporánea, el especialista que está capacitado pero no educado, y que está técnicamente
calificado pero es culturalmente incompetente, constituye una amenaza”.
Aunque el resultado final de la investigación científica tiene que ser la publicación, siempre me ha
asombrado que haya tantos científicos que descuidan las responsabilidades que esa publicación
entraña. Un científico puede invertir meses o años de duro trabajo para obtener datos, y luego,
despreocupadamente, dejar que una gran parte del valor de esos datos se pierda por falta de
interés en el proceso de comunicación. El mismo científico que superará obstáculos formidables
para realizar mediciones hasta de cuatro cifras decimales, permanecerá impasible mientras su
secretaria cambia con despreocupación los microgramos por mililitro en miligramos por mililitro y el
tipógrafo los transforma de cuando en cuando en libras por tonel.
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El lenguaje no tiene por qué ser difícil. En la redacción científica decimos: “El mejor lenguaje es el
que transmite el sentido con el menor número posible de palabras” (aforismo que apareció durante
algunos años en las “Instrucciones a los autores” de la Journal of Bacteriology). Los juegos
literarios, las metáforas y todo eso hacen que la atención se desvíe de la sustancia al estilo. Deben
usarse rara vez, si acaso se usan, en la redacción científica.
Fuente: Day (2005, p.1-3)
Anexo: El informe de investigación, recomendaciones sobre la redacción
Al disertar sobre cómo se concluye una investigación, Sabino (1989), afirma:
Es una característica importante de toda la actividad científica poner al
alcance de la comunidad científica –y por supuesto del público en general- los
avances realizados en cada rama del saber. Esto sólo se logra publicando en
forma ordenada trabajos que permitan comprender la naturaleza y objetivos
de cada investigación y las conclusiones a las que se ha arribado. Por lo tanto
podemos decir que la redacción del informe final, que es el instrumento que
cumplimenta este objetivo, no es una mera formalidad de realización casual o
aleatoria, sino una parte constitutiva de todo el trabajo científico (p. 220).
Sabino está convencido de que los trabajos de investigación publicados (avances,
informes, artículos), deben estructurarse de tal manera que den la sensación al lector de
estar frente a una ordenada secuencia lógica, presentando los hechos de una manera
concadenada entre sí y recuperando la visión de totalidad de la realidad. Además, hace
las recomendaciones sobre redacción que se presentan en el texto 2.4.
Texto 2.4. Recomendaciones sobre la redacción del informe de investigación
Resulta difícil, al respecto, tratar de formular procedimientos o técnicas que resuelvan esta tarea,
pues no se trata de una actividad mecánica sino esencialmente creadora.
Algunas observaciones prácticas al respecto corresponden a problemas puramente gramaticales,
que no es el caso explanar aquí, pues son comunes a la expresión escrita en general. No obstante,
como fruto de la experiencia concreta de quien escribe estas líneas, creemos pertinente hacer
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algunas recomendaciones que aconsejamos seguir a quienes no están demasiado familiarizados
con tal tarea. Ellas son:
a) No tratar de redactar el trabajo de primera intención: muy pocas personas tienen la habilidad y el
suficiente dominio del idioma como para redactar prolijamente un informe –sobre un tema más o
menos complejo- sin apelar a borradores, múltiples correcciones y diversos ensayos. Pretender
eludir esta tarea puede resultar, en casi todos los casos, algo frustrante. Por eso aconsejamos que,
como primer paso, se intente una redacción provisional, en la que la preocupación central no va a
resultar la forma sino el hecho de que aparezcan todos los aspectos a exponer, preferiblemente
con claridad y sencillez. Después de un cierto tiempo –que permite tomar algo de distancia con lo
escrito- conviene retomar lo ya hecho, revisarlo y emprender una nueva redacción, que habrá de
ser más cuidadosa y donde nos preocuparemos más por la forma, el estilo y la corrección
gramatical. Esta labor puede ser ejecutada dos, tres, cuatro o más veces, según las dificultades
que se encuentren, hasta que podamos encontrarnos satisfechos con lo alcanzado.
b) No tratar de seguir un orden rígido en la redacción: no existe ninguna necesidad, ni teórica ni
práctica, de que la redacción siga el mismo orden que el informe. Probablemente haya en el
trabajo algunos aspectos que, antes de la finalización del mismo, ya puedan adoptar una forma
definitiva; puede haber otros que, aunque situados al comienzo del informe, deban esperar algo
más para ser redactados en forma completa y acabada. En este sentido la experiencia indica que
la rigidez sólo constituye una pérdida de esfuerzos y de tiempo. Por ejemplo, la Introducción de un
estudio suele ser escrita después de que el resto del informe, pues resulta más sencillo hacerlo
cuando se tiene a la vista todo el resto de lo escrito, ya que eso permite tomar una perspectiva más
definida.
c) Cuidar minuciosamente la lógica interna: redactar bien no es sólo una tarea gramatical sino, y
casi podríamos decir fundamentalmente, un trabajo de lógica aplicada. Sólo lo que se tiene claro
en el intelecto puede ser llevado a la palabra con claridad. Podríamos decir que, sin una redacción
lógicamente consistente, un trabajo científico se desmerece seriamente, pues arroja dudas acerca
de la propia capacidad de razonamiento del autor.
d) Emplear un lenguaje adecuado al tema: un informe de investigación debe poder ser
comprendido por cualquier lector que posea la mínima base teórica necesaria. Por lo tanto debe
expresarse en forma clara y sencilla, directa, omitiendo pasajes confusos, demasiado extensos,
oraciones que puedan interpretarse en más de un sentido, etcétera. Lo estético en la ciencia es la
claridad y la precisión, no la oscuridad o la vaguedad en el lenguaje. Por último queremos recalcar
que nunca se debe tratar de impresionar al lector mediante la utilización de términos
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grandilocuentes o expresiones rebuscadas. La idea más complicada que pueda concebirse admite
siempre una exposición sencilla, pues la oscuridad en la expresión es casi siempre efecto de la
confusión mental. Quien trata de sorprender o impactar a los lectores cuando escribe demuestra
ser un pobre científico, y arroja sobre sí la sospecha de su poca capacidad como investigador.
Fuente: Sabino (1989, p. 224-226).
Una vez leído el texto desarrolle la siguiente actividad:
Responda la “Autoevaluación de la capacidad de redacción”, que se presenta en la
tabla 2.3.
Para ello utilice la siguiente escala: N (si nunca realiza la acción indicada), A (si a
veces realiza dicha acción), y S (si siempre la realiza).
Haga un balance de sus resultados, saque sus propias conclusiones y emprenda
las acciones de mejoramiento que considere pertinentes.
Tabla 2.3. Autoevaluación de la capacidad de redacción
Nº Acción N A S
1 Al iniciar elaboro varios borradores o ensayos
2 Corrijo varias veces estos borradores o ensayos
3 Hago una redacción provisional en la que me intereso más por el contenido que por la forma
4 Intento que esta redacción inicial sea esquemática, pero sencilla y clara
5 Dejo decantar esta redacción algún tiempo antes de retomar la tarea de escribir
6 Elaboro una nueva redacción, más cuidadosa, en la que me fijo en la forma, el estilo y la corrección gramatical
7 Repito esta acción las veces que sea necesario
8 Aunque sigo un orden preconcebido, no soy rígido al redactar los distintos apartes del escrito
9 Cuido minuciosamente la lógica interna del escrito
10 Empleo un lenguaje adecuado al tema
11 Escribo de tal manera que un lector que posea una mínima base teórica me comprende
12 Me expreso en forma clara, sencilla y directa
13 Omito pasajes confusos y demasiado extensos
14 Evito utilizar oraciones que puedan interpretarse en más de un sentido
15 No intento impresionar al lector utilizando términos grandilocuentes o expresiones rebuscadas
Fuente: Elaboración del autor a partir de Sabino (1989, p. 224-226)
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Ejercicio: Producción y evaluación de un artículo científico o de un artículo
académico.
Esta actividad debe desarrollarse en dos momentos, a saber:
Primer momento: Producción del artículo.
Aplicando el “Esquema básico de los artículos científicos modernos” (Tabla 2.1) o
el “Esquema de un artículo académico tipo” (Texto 2.1), según sea el caso, y
tomando en cuenta las “Condiciones formales usuales para artículos en nuestro
medio” (Texto 2.2), escriba un artículo del área de conocimiento en que usted se
desempeña o sobre el tema en que usted se sienta más a gusto o mejor
capacitado.
Segundo momento: Evaluación del artículo.
Una vez terminado el escrito sométalo a la evaluación de un colega o de un amigo
o amiga. Esta persona hará las veces de “par académico” y aplicará la “Rejilla de
criterios para evaluar artículos” (tabla 2.4).
Tabla 2.4. Rejilla de criterios para evaluar artículos
Datos del artículo Título:__________________________________________________________________________ Autor:__________________________________________________________________________ Datos del evaluador Nombre:________________________________________________________________________ Institución:______________________________________________________________________ Correo electrónico: ______________________________________________________________ Criterios de calificación A continuación se enuncian diez “aspectos de evaluación”. Evalúe cada aspecto. Para ello utilice la escala 1 a 5, en la cual 1 es la mínima calificación y 5 la máxima. Aspectos y calificación
N° Aspecto 1 2 3 4 5
1. El artículo aplica el esquema para artículos científicos o para artículos académicos, sugerido en las tablas 2.1 y 2.3 respectivamente.
2. El artículo toma en cuenta las condiciones formales de la tabla 2.4 (tipo y tamaño de letra, interlineado, márgenes, numeración de páginas, gráficos y tablas, extensión, etc.)
3. El artículo utiliza un estilo apropiado, hace un buen uso del lenguaje (gramática, sintaxis, morfología, ortografía, corrección, puntuación) y está redactado correctamente
4. Las citas y las referencias bibliográficas son usadas correctamente
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(estilo APA)
5. El artículo cita autores y fuentes bibliográficas y documentales pertinentes
6. El artículo se inscribe dentro del campo disciplinar y la naturaleza de la para la que fue escrito
7. El artículo desarrolla suficiente y eficazmente el tema propuesto
8. El contenido del artículo es de buena calidad
9. El tema presentado es innovador, original y aporta nuevo conocimiento
10. El autor muestra dominio y conocimiento de la temática abordada
CALIFICACIÓN TOTAL (mínimo 10 puntos, máximo 50 puntos): _________
Observaciones _____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ _____________________________________ __________________ Firma del evaluador Fecha de evaluación
Nota: La calificación final del artículo se obtiene de la suma de los puntajes de la rejilla anterior, para cotejar los resultados, se puede seguir la siguiente tabla:
Puntos Resultado
10 a 20 Desaprobado
21 a 30 Aceptable
31 a 40 Bueno
41 a 50 Excelente
Fuente: Elaboración del autor
Referencias
Bunge, M. (1981). La ciencia, su método y su filosofía. Buenos Aires, Argentina: Siglo XX.
Colciencias (2006). Servicio Permanente de Indexación de Revistas CT+I Colombianas
Base Bibliográfica Nacional - BBN Publindex. Índice Bibliográfico Nacional Publindex –
IBN Publindex, En http://scienti.colciencias.gov.co:8084/publindex/, recuperado el 27
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Day, R. (2005). Cómo escribir y publicar trabajos científicos. 3ª ed., Washington, Estados
Unidos: Organización Panamericana de la Salud.
Díaz, E. y Heler, M. (1985). El conocimiento científico. Buenos Aires, Argentina: Eudeba.
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Gestión & Sociedad (2009). Políticas de la Revista e Instrucciones para los autores, 2(1),
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Hamburger, Á. (2009). Ética y responsabilidad social: imperativos de las empresas
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Sánchez, J. (coord.), (2007). Saber escribir. Bogotá, Colombia: Aguilar.
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