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Autor: FERNANDO SAVATER
(2) Comentarios Imprimir Enviar a un amigo 5802 Visitas Publicado: September 01, 2008
Sin duda hoy la filosofía no es la chica más guapa de la clase ni tampoco la más popular.
Pierde horas en los planes de estudio y para colmo se la empareja en algunos cursos con
Ciudadanía, lo cual es el mejor modo de fastidiar por igual ambas materias.
Yo creo que uno de los problemas principales del estudio de la filosofía es lograr entender de
qué va o, mejor, cogerle la gracia: como los chistes. No es tan fácil. Isaiah Berlin empezó su
vida académica como filósofo (era uno de los discípulos predilectos de Wittgenstein) pero
luego dejó este primer amor para dedicarse a la historia de las ideas; cuando se le preguntó
por las razones de tal cambio, repuso: “Es que quiero estudiar algo de lo que al final pueda
saber más que al principio”. En efecto, la filosofía trata de cuestiones no instrumentales —
como las que se plantea la ciencia— y que por tanto nunca pueden ser definitivamente
solventadas: sus respuestas ayudan a convivir con las preguntas, pero nunca las cancelan.
De ahí que quienes aconsejan con impaciencia a los filósofos acogerse a la psicología
evolutiva o a las neurociencias sencillamente no entienden el chiste ni ven la gracia al asunto.
Como bien indica Giacomo Marramao en Kairós (editorial Gedisa), “las interrogaciones
filosóficas se sirven de la experiencia y no del experimento, y por ello sólo pueden utilizarse en
los símbolos, metáforas, palabras clave con las cuales intentamos conocer la realidad en que
vivimos”.
Representa la autonomía del individuo frente a veneraciones establecidas
Quizá la mejor caracterización de la inquietud filosófica es señalar que se ocupa de “las
interrogaciones que a todos nos conciernen”, no en cuanto preocupados por tal o cual sector
del conocimiento, sino en lo que toca a nuestro común oficio de vivir como humanos. Éste es
el planteamiento básico sustentado por Víctor Gómez Pin en su Filosofía (Gran Austral,
editorial Espasa Calpe), una introducción general a la materia que puede resultar ardua para
quien apetezca simplificaciones de manual pero que resulta provechosa a cuantos crean que
lo importante siempre resulta también exigente. Gómez Pin no rehúye partir de los avances de
la matemática y otras ciencias, pero busca sin cesar establecer ese nivel común a la inquietud
humana general que es propiamente filosófico. Porque no debe olvidarse —como bien dice
Odo Marquard— que el filósofo no es un experto, sino quien dobla al experto: el especialista
para escenas de peligro.
Otro camino de acercarse al chiste filosófico pasa a través de la vida y obra de algunos
grandes pensadores. Las ediciones Marbot, que han iniciado recientemente con acierto y
buen gusto su andadura, proponen dos libros excelentes a tal propósito. Cada uno de ellos
está centrado en un filósofo, desde enfoques muy distintos aunque ambos bien logrados. El
Séneca, de Paul Veyne, historiador del mundo clásico que estuvo muy vinculado
intelectualmente a Michel Foucault, es un estudio magistral de la vida, obra y época del
pensador nacido en la Córdoba primitiva. Nos narra la trayectoria humanísima y por tanto a
veces contradictoria de un indagador preocupado con esa gran molestia intelectual y práctica:
la dificultad de habitar el mundo sabiéndose mortal. En los días de Séneca, ser filósofo no era
escribir tratados de filosofía ni mucho menos dar cursos de esa materia, sino vivir de un modo
determinado: con deliberación y conciencia, luchando contra la rutina mimética que todo lo
arrastra y nada se pregunta. Por otra parte, el Spinoza, de Alain, prescinde de la parafernalia
historicista y de la mirada externa de comentador: resume en un inigualable prontuario lo
esencial del pensamiento del valiente sabio judío como si fuera él mismo quien hablase sin
intermediarios ni distancia académica. Durante muchos años, el libro de Alain ha constituido la
base de gran parte de mis cursos y también —ayer como hoy— del pensamiento que me
ayuda a vivir. Por suerte, la filosofía es una tradición de la que no debemos renunciar a nada:
pero si debo quedarme con un solo compañero filosófico, que me dejen con Spinoza.
La filosofía nace con la democracia y representa en el terreno intelectual lo mismo que ella en
el político: la autonomía del individuo pensante frente a las veneraciones inapelables
establecidas. Quienes por razones espuriamente funcionales tratan de disminuir hoy su peso
en la enseñanza, pretenden sin duda también la sumisión al poder incuestionado y no la mera
eficacia laboral.
El Pais.comFERNANDO SAVATER 02/09/2008
Sin duda hoy la filosofía no es la chica más guapa de la clase ni tampoco la más popular. Pierde horas en los planes de estudio y para colmo se la empareja en algunos cursos con Ciudadanía, lo cual es el mejor modo de fastidiar por igual ambas materias. Yo creo que uno de los problemas principales del estudio de la filosofía es lograr entender de qué va o, mejor, cogerle la gracia: como los chistes. No es tan fácil. Isaiah Berlin empezó su vida académica como filósofo (era uno de los discípulos predilectos de Wittgenstein) pero luego dejó este primer amor para dedicarse a la historia de las ideas; cuando se le preguntó por las razones de tal cambio, repuso: “Es que quiero estudiar algo de lo que al final pueda saber más que al principio”…
A favor de la FilosofíaFernando SavaterSin duda hoy la filosofía no es la chica más guapa de la clase ni la más popular. Pierde horas de los planes de estudio y para colmo se la empareja enalgunos cursos con Ciudadanía, lo cual es el mejor modo de fastidiar por igual ambas materias. Yo creo que uno de los problemas principales del estudio de la filosofía es lograr entender de qué va, omejor, cogerle la gracia: como los chistes. No es tan fácil. Isaiah Berlin empezó su vida académica como filósofo (era uno de los discípulos predilectos Wittgenstein) pero luego dejo este primer amor paradedicarse a la historia de las ideas cuando se le pregunto por las razones de tal cambio repuso: (Es que quiero estudiar algo de lo que al final pueda saber más que al principio). En efecto, lafilosofía trata de cuestiones no instrumentales – como las que se plantea la ciencia- y que por tanto nunca pueden ser definitivamente solventadas: sus respuestas ayudan a convivir con las preguntas, peronunca las cancela de ahí que quienes aconsejan con impaciencia a los filósofos acogerse a la psicología evolutiva o las neurociencias sencillamente no entienden el chiste ni ve la gracia al asunto.Como bien indica Giacomo Marramao en Kairós (editorial Gedisa) “Las interrogaciones filosóficas se sirven de la experiencia y no del experimento, y por ello soló puede utilizarse en los símbolos,metáforas palabras claves por las cuales intentamos conocer la realidad en que vivimos”.Quizás la mejor caracterización de la inquietud filosófica es señalar que se ocupa de (Las interrogaciones que atodos nos conciernen), no en cuanto preocupado por tal o cual sector del conocimiento si no en lo que toca a nuestro común oficio de vivir como humanos. Este es el planteamiento básico sustentado porVíctor Gómez Pin en su Filosofía (Gran Austral, editorial Espasa Calpe), una introducción general a la materia que puede resultar ardua para quien apetezca simplificaciones de manual pero que resulta...
El gra diseño
DETALLES
En efecto, este libro de Stephen Hawking y Leonard Mlodinow sobre los descubrimientos y los progresos técnicos más recientes nos presenta una nueva imagen del universo, y de nuestro lugar en él, muy distinta de la tradicional e, incluso, de la que el propio Hawking nos había proporcionado, hace ya más de veinte años, en su libro Historia del tiempo. En él el gran físico nos explicaba de dónde procedía el universo y hacia donde se encaminaba, pero aún no podía dar respuesta e importantes preguntas: ¿por qué existe?, ¿Por qué hay algo en lugar de nada?, ¿Por qué existimos?, ¿necesita el universo un creador? En los últimos años, el desarrollo de la teoría M (en realidad, toda una familia de teorías enlazadas sobre física cuántica) y las recientes observaciones realizadas por los satélites de la NASA nos permite ya enfrentarnos a la pregunta fundamental; la Cuestión Última de la Vida, el Universo y el Todo. Si esta teoría última es verificada por la observación científica, habremos culminando una búsqueda que se remonta a hace más de tres mil años: habremos hallado el Gran Diseño.
Polémica: 'Dios no creó el Universo', asegura Stephen Hawking en "The Grand Design" (El Gran Diseño).
Stephen William Hawking Fecha y lugar de nacimiento:08-01-1942 (Oxford - Reino Unido) Profesión:Científico Datos académicos: Fue a la Escuela de St. Albans, y luego al Colegio Mayor Universitario en Oxford. Título de primera clase con honores en Ciencias Naturales.
Newton creía que el universo no podría haber surgido del caos sino de Dios. Pero luego Einstein dijo que no creía que Dios jugara a los dados con el cosmos. Ahora es el turno para Stephen Hawking, de 68 años, quien acaba de lanzar su nuevo libro The Grand Design, escrito junto al físico Leonard Mlodinow. En él, Hawking asegura que la idea de Dios es redundante si se tiene en cuenta que hay teorías que hablan de que el universo pudo haber sido creado de la nada.
“La creación espontánea es la razón por la cual hay algo en lugar de nada, de por qué el universo existe y por qué existimos”, señala en el libro. Así mismo, el científico retoma la idea de la posibilidad de otros universos o pluriversos, que se crearían siguiendo cierta ley conocida como la teoría M, también llamada la teoría de todas las cosas. “La teoría M predice que muchos universos fueron creados de la nada. Su creación no requiere de la intervención de ningún ser sobrenatural ni dios alguno”, escribe Hawking en este libro que ha generado controversia por estos planteamientos.
Libros: Resumen de El Gran Diseño, del autor Stephen Hawking
El Gran Diseño
Autor: Stephen Hawking
Género: Ciencia / Divulgación Científica
Idioma: Español
Resumen:
Un ejemplar insustituible con nuevas respuestas a las cuestiones últimas de la vida. Antes
de ser publicado ya generaba en los medios masivos de comunicación una extraordinaria
polémica sobre sus conclusiones: que tanto nuestro universo como los otros muchos
universos posibles surgieron de la nada, porque su creación no requiere de la intervención
de ningún Dios o ser sobrenatural, sino que todos los universos proceden naturalmente de
las leyes físicas.
"Ésta es la cuestión última de la vida, el universo y el todo. Intentaremos responderla en
este libro. A diferencia de la respuesta ofrecida en la Guía del Viajero Intergaláctico,
nuestra respuesta no será, simplemente, «42»".
En efecto, este libro de Stephen Hawking y Leonard Mlodinow sobre los descubrimientos
y los progresos técnicos más recientes nos presenta una nueva imagen del universo, y de
nuestro lugar en él, muy distinta de la tradicional e, incluso, de la imagen que el propio
Hawking nos había proporcionado, hace ya más de veinte años, en su gran libro "Historia
del tiempo". En él, el gran físico nos explicaba de dónde procedía el universo y hacia
dónde se encaminaba, pero aún no podía dar respuesta a importantes preguntas: ¿por
qué existe el universo?, ¿por qué hay algo en lugar de nada?, ¿por qué existimos
nosotros?, ¿necesita el universo un creador?
En los últimos años, el desarrollo de la teoría "M" (en realidad toda una familia de teorías
enlazadas sobre física cuántica) y las recientes observaciones realizadas por los satélites
de la NASA, nos permiten ya enfrentarnos a la pregunta fundamental: la Cuestión Última
de la Vida, el Universo y el Todo. Si esta teoría última es verificada por la observación
científica, habremos culminado una búsqueda que se remonta a hace más de tres mil
años: habremos hallado el Gran Diseño.