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Capítulo 8 Prevención y Control de la Infección Gripal
• Estrategias para el control y la prevención de la gripe.
• Tipos de Vacunas Gripales.
• Nuevas orientaciones en las vacunas frente a la Gripe.
• Inmunogenicidad de las Vacunas Gripales Inactivadas.
• Eficacia de la vacuna antigripal.
• Recomendaciones vacunales:
o Planteamiento General.
• Perspectivas ante las insuficientes coberturas de vacunación
frente a la Gripe en la actualidad.
• Algunas preguntas y respuestas sobre vacunación antigripal.
• Intervención Farmacéutica en la Campaña de vacunación
antigripal.
• Consideraciones finales.
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Estrategias para el control y la prevención de la gripe.-
Para el control y la prevención de la enfermedad gripal existen dos
medidas: el tratamiento con un fármaco específico frente a los virus
influenza A y B o por la vacunación con virus inactivados a la población de
mayor riesgo antes de la temporada de gripe. La vacunación constituye la
medida más importante, ya que las vacunas antigripales han sido utilizadas
desde hace más de 60 años y han demostrado ser seguras y eficaces en la
prevención de la gripe y en la disminución de las complicaciones asociadas,
con significativo beneficio en los de alto riesgo. En la actualidad existen dos
tipos de vacunas: unas de virus vivos atenuados, no comercializadas en
España, y otras de virus inactivados, usadas en todo el mundo. Se está
evaluando una nueva vacuna de administración intranasal, elaborada a
partir de cepas virales maestras adaptadas al frío que incluyen los
componentes antigénicos (hemaglutinina y neuraminidasa) de las cepas
circulantes.
En la situación actual, con brotes epidémicos anuales en los meses fríos
producidos por dos subtipos de virus A (H1N1 y/o H3N2) y/o por virus B, la
vacunación se realiza con una vacuna trivalente inactivada que contiene las
cepas que probablemente circulen ese invierno. La exigencia de la
vacunación antigripal anual viene condicionada por la capacidad del virus
gripal de variar todos los años, aunque sea mínimamente, su espectro
antigénico, por lo que es necesario que todos los años y antes de la
primavera, los expertos mundiales en gripe, atendiendo a la prevalencia de
los distintos subtipos productores de gripe en la última temporada,
recomienden a los fabricantes qué prototipos de cepas gripales deben
utilizarse para la composición de la nueva campaña antigripal de la
siguiente temporada. La OMS publica anualmente las recomendaciones
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sobre las tres cepas que deberían incluirse en la vacuna. Para la actual
2011/12 las cepas vacunales de virus gripales son las siguientes:
• Cepa similar a A/California/7/2009 (H1N1)
• Cepa similar a A/Perth/16/2009 (H3N2)
• Cepa similar a B/Brisbane/60/2008
Ha de resaltarse que la composición actual de la vacuna gripal,
contiene el antígeno relacionado con el virus pandémico H1N1. No
obstante, el proceso de fabricación de las vacunas estacionales, es idéntico
al empleado en los años anteriores a la pandemia, de tal manera que, con
una experiencia de más de 40 años en este tipo de vacunas, no debemos
esperar ninguna modificación en la calidad, eficacia o seguridad de estas
vacunas estacionales respecto a años anteriores.
Por tanto, la composición de la vacuna es trivalente incluyendo un subtipo
de virus gripal B y dos subtipos (H3N2 y H1N1) del virus gripal A,
seleccionados para conseguir una protección óptima, habida cuenta de que
la eficacia de la vacunación antigripal dependerá en gran medida del grado
de ajuste, de coincidencia antigénica entre las cepas vacunales y las que
producirán los episodios de gripe anual, así como de la edad y de la
situación inmunitaria de la persona a vacunar.
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Tabla 1. Composición de las vacunas gripales, en anteriores temporadas de
gripe.
2007/2008 A/SolomonIslands/3/2006(H1N1)
A/Wisconsin/67/2005(H3N2)
B/Malaysia/2506/2004
2008/2009 A/Brisbane/59/2007 (H1N1)
A/Brisbane/10/2007 (H3N2)
B/Florida /4/2006
2009/2010 A/Brisbane/59/2007 (H1N1)
A/Brisbane/10/2007 (H3N2)
B/Florida /4/2006
2010/2011 A/California/7/2009 (H1N1)
A/Perth/16/2009 (H3N2)
B/Brisbane/60/2008
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TIPOS DE VACUNAS GRIPALES.-
Existe una gran variedad de vacunas frente a la gripe, que se podrian
estructurar en los siguientes apartados:
1.- VACUNAS DE GRIPE INACTIVADAS CONVENCIONALES.-
Es la forma de presentación más habitual, con cepas del virus gripal
inactivadas, que independientemente de su distinta naturaleza, tienen en
común el de actuar generando anticuerpos frente a la hemaglutinina, el
componente antigénico más importante del virus gripal. Produce potentes
respuestas inmunes, y su eficacia en los adultos es superior al 70%, aunque
menor tanto en niños pequeños como en mayores.
Dentro de este apartado se encuentran las vacunas inactivadas de virus
completos, las primeras que se utilizaron, y que fueron sustituidas primero
por las vacunas fragmentadas, en las que los componentes del virus gripal
se fragmentaban con detergentes y posteriormente se inactivaban, y
después por las vacunas de subunidades, que contienen solamente los
componentes antigénicos del virus más sobresalientes como es el caso de la
hemaglutinina y la neuraminidasa.
2.- VACUNAS DE VIRUS VIVOS ATENUADOS.-
Son vacunas obtenidas a partir de virus gripales que han sido sometidos a
un proceso de atenuación. Se las conoce genéricamente como vacunas
adaptadas al frío, por el proceso de adaptación mediante pases por cultivos
celulares a 25 ºC. Se preparan también anualmente dependiendo de las
especificaciones de la OMS, con la misma identidad antigénica que
presentan las cepas incluidas en las vacunas inactivadas, con las siguientes
características:
a) replicación disminuida a 38-39 ºC.
b) replicación eficiente a 25 ºC.
c) multiplicación restringida en el tracto respiratorio.
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d) Producen síntomas atenuados de gripe.
La vacuna se administra por vía intranasal y es capaz de inducir
anticuerpos locales en la mucosa respiratoria, y además una teóricamente
posible respuesta inmune celular y aunque en la practica, no existen
diferencias notables entre las vacunas atenuadas y las inactivadas, es un
objetivo perseguido por cualquier estrategia de vacunación. Algunos
inconvenientes citados en las vacunas atenuadas hacen referencia a su
inmunogenicidad y a la dificultad en conseguir vacunas viables con la
adecuada combinación de cepas propuesta por la OMS.
En EEUU está autorizada para ser administrada a sujetos sanos entre 2 y
49 años, obviamente no en individuos con condiciones crónicas,
debilitantes, inmunosuprimidos, ni en embarazadas, ni en cuidadores de
personas en estas condiciones.
Las vacunas actuales en nuestro país son vacunas inactivadas,
habitualmente fraccionadas, con los componentes proteicos de
Hemaglutinina correspondiente a los subtipos virales definidos cada
temporada por la OMS, obtenidos a partir de cultivos de virus gripales en
huevos embrionados o en cultivos celulares, que posteriormente son
inactivados.
Las normas internacionales establecen que la vacuna ha de contener, por lo
menos, 15 µg de hemaglutinina en cada una de las cepas incluidas (tipo A,
H1N1 y H3N2, y tipo B), excepto en el caso de que sean vacunas con
adyuvantes o vacunas administradas por vía intradérmica, en cuyo caso,
menores cantidades de hemaglutinina, también han demostrado su eficacia.
En el caso de sujetos mayores, también se ha evaluado la estrategia de
una vacuna frente a la gripe con doble carga de hemaglutinina (30mcg),
para compensar el declive de la respuesta inmune en los mayores. No
obstante, en Europa sólo están autorizadas la vacuna con adyuvante y la
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vacuna intradérmica con ese objetivo de mejorar la respuesta inmune en
los mayores.
La Comisión Europea ha establecido unos requisitos mínimos que deben
cumplir las vacunas contra la gripe. En individuos sanos, de 18 a 60 años de
edad, la tasa de seroprotección debe ser superior al 70%, la seroconversión
mayor del 40% o el factor de conversión debe ser superior al 2,5 para cada
una de las cepas incluídas en la vacuna. En ancianos, mayores de 60 años,
las vacunas contra la gripe deben garantizar una seroprotección superior al
60%, seroconversión mayor al 30% o un factor de conversión superior a 2
para cada una de las cepas incluídas en la vacuna.
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NUEVAS ORIENTACIONES EN LAS VACUNAS FRENTE A LA GRIPE.-
La tecnología ha venido a desarrollar algunos aspectos relacionados con la
gripe y su prevención, uno de los cuales hace referencia a la producción de
los virus que van a ser la base en la producción de las vacunas. Sustituir
algunos de los procedimientos anteriores que son lentos en la producción,
como es el cultivo en huevos embrionados, y que en épocas de pandemia se
ha comprobado cómo la disponibilidad rápida de las vacunas o la generación
de virus con una composición genética determinada, suponen un elemento
esencial para hacer frente a la circulación del virus.
1.- Utilización de sistemas de genética inversa, basado en la utilización de
plásmidos que permiten la generación de virus con una composición
genética predeterminada y que, aunque no aumente la velocidad de
producción, si permite una gran fiabilidad en el producto, especialmente en
el caso de virus de naturaleza aviar altamente patógenos para las aves por
lo que, obviamente, los sistemas de cultivo en embrión de pollo no
funcionaran.
2.- Uso de adyuvantes.- Existen sustancias que administradas
conjuntamente con un antígeno, mejoran la efectividad de la vacuna. Como
en el caso de otras vacunas, la utilización de diferentes tipos de
adyuvantes, se basa en dos principios:
A.- Aumentar la inmunogenicidad de la vacuna, en este caso la de la gripe.
B.- Como consecuencia de la anterior, ahorrar antígeno, es decir, utilizar
menor cantidad de proteina que la recomendada para las vacunas
convencionales.
En el caso de la vacuna antigripal, de los distintos tipos de adyuvantes, dos
han demostrado ser eficaces, MF59 y ASO3. Se trata de adyuvantes
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resultado de la mezcla aceite y agua, comprobados en el caso de la vacuna
frente a la gripe aviar H5N1, reduciendo hasta seis veces la cantidad de
antígeno y potenciando su inmunogenicidad.
Otra característica atribuida a los adyuvantes es que son capaces no
solamente de inducir niveles de anticuerpos superiores, sino que en algunos
casos han demostrado una inmunogenicidad cruzada con tipos de virus
próximos al contenido en la vacuna, lo que en el caso de la gripe no ha sido
todavía comprobado.
3.- Vacunas virosómicas.- Aunque no deben ser consideradas como
vacunas adyuvantadas, existen otro tipo de vacunas cuya forma de
trasporte de la subunidad del antígeno es en virosomas, vesículas de
fosfolípidos, que son envolturas que contiene el antígeno del virus gripal, es
decir, presenta una disposición muy favorable para el sistema inmune y que
en principio podría potenciar la respuesta inmune.
4.- Vacunas dna.-
Suponen un paso tecnológico avanzado en el mundo de las vacunas,
aunque poco explorado. En el caso de la vacuna gripal, la tecnología DNA
permitiría administrar diferentes combinaciones de hamaglutinina y
neuraminidasa incluso con otros genes virales, más constantes como es el
caso de M2. Sin embargo, el gran problema de las vacunas DNA ha sido su
baja inmunogenicidad.
5.- Evolución hacia una vacuna universal de la Gripe.-
Cada vez más, se está tendiendo a la búsqueda de una vacuna universal
que supere los problemas derivados de la variación antigénica anual. En
este sentido, el candidato más prometedor es la vacuna basada en la
proteína M2 del virus gripal, una proteína transmembrana presente en el
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canal de iones, que tiene la propiedad de estar muy conservada en todas
las cepas de virus gripales. La experiencia es muy limitada, pero
prometedora en el sentido de que la capacidad protectora a nivel
experimental es esperanzadora, como lo demuestran en un reciente informe
publicado en el Proceedins of the National Academy of Sciences, al
presentar los resultados en ratones, de una vacuna antigripal inactivada
añadiendo VLP de M2, demostrando una elevada eficacia tanto en la
prevención de la enfermedad como en la protección cruzada frente a
diferentes variantes de virus gripal (Jae Ming Song et al.- PNAS 2010).
6.- Vacunas Intradérmicas.-
Existe una necesidad en aumentar la vacunación antigripal tanto en adultos
como en mayores, proporcionando nuevas herramientas que aumenten la
tendencia actual en la vacunación y aseguren al mismo tiempo una buena
respuesta inmune. Por ello, utilizar una nueva vía de vacunación frente a la
gripe podría mejorar esta perspectiva vacunal.
La piel es un órgano que además de sus funciones de barrera presenta
otras que parecen adecuadas para estimular el sistema inmunitario y
proporcionar una potente respuesta inmune. Contiene células del sistema
inmune tanto innato como adaptativo, especialmente rica en células de
Langerhans, presentadoras de antígenos y macrófagos productores de
varios tipos de citoquinas como interleuquinas, interferones, factores de
crecimiento, lo que le convierten en un órgano activo inmunitario completo.
La localización intradérmica del antígeno mediante el dispositivo adecuado,
es capaz de inducir potentes respuestas inmunes con menores dosis de
antígenos, comparada con la administración intramuscular o subcutánea, lo
que sin duda repercute de forma importante en la utilización de los recursos
vacunales.
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Esta vía intradérmica es especialmente beneficiosa en los sujetos mayores y
en aquellos que presenten disminución en la funcionalidad del sistema
inmune. Mediante la utilización de un dispositivo preparado para una
microinyección totalmente indolora y que asegura, en todos los casos, la
misma cantidad de antígeno administrada y localizada exactamente en la
zona de máxima inmunogenicidad dérmica, hace que esta vía se convierta
en idónea para la vacunación en general y en particular en la vacunación
antigripal.
En el caso de la gripe, la vía intradérmica, ha evidenciado una potente
respuesta inmune tras la administración de diferentes dosis de antígenos,
ya que implica el deposito del antígeno de la vacuna en la dermis, donde
hay una alta concentración de células inmunes y una red linfática extensa,
lo que da lugar a una activación sinérgica de la respuesta inmune.
Actualmente está aprobada la primera vacuna antigripal para administración
intradérmica (registrada en Europa con el nombre de Intanza), con dos
cargas de antígeno, de 9 y 15 µg de Hemaglutinina de cada componente
viral, para las indicaciones de vacunación en adultos y mayores
respectivamente.
Lo que puede esperarse mediante la utilización de esta vacuna antigripal es,
por una parte, mejorar la aceptación de la vacuna, especialmente en el caso
de aquellos que presentan distintas fobias a la inyección y, por otra parte,
reforzar el sistema inmune de las personas mayores, compensando su
inmunosenescencia fisiológica, utilizando una potente vía de estimulación
antigénica, propiciando elevados niveles de inmunogenicidad, como ocurre
en el caso de la vacunación intradérmica con Intanza de 15µg.
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INMUNOGENICIDAD DE LAS VACUNAS GRIPALES INACTIVADAS.-
Respuesta inmunitaria
Si la persona vacunada se expone a cualquiera de las tres cepas de gripe,
induce la formación de anticuerpos específicos a partir de los primeros 7 a
10 días tras la administración de la vacuna. Estos anticuerpos generados
por la vacuna, son neutralizantes, es decir que bloquean el antígeno, en
este caso la hemaglutinina, evitando de esta forma que el virus consiga
unirse a otra célula sana, con lo que el proceso de replicación viral se
detiene en su primera fase y el antígeno bloqueado no puede combinarse
con el receptor superficial de la célula que se propone infectar. De esta
manera el ciclo infeccioso del virus se aborta, y el sujeto no sufre la
infección. Adicionalmente un sujeto vacunado frente a la gripe se comporta
como una barrera para la diseminación del virus, de tal forma que cuando
llegue un nuevo virus gripal, el sujeto pone en funcionamiento sus
anticuerpos locales y generales, con lo que el virus no progresa en su
objetivo de diseminación, siendo esta una de las características más
favorables de la vacunación: contribuir a que el virus no se propague en
una comunidad y muy especialmente en el entorno laboral o familiar,
aspecto de una gran trascendencia, especialmente en el caso de los
cuidadores de personas con riesgo de complicaciones. La mayor parte de
los adultos desarrollan altos títulos de anticuerpos contra la hemaglutinina
tras una dosis de vacuna, produciéndose anticuerpos séricos y locales (IgA
secretora) frente al subtipo de hemaglutinina y neuraminidasa que
contenga el virus. Estos anticuerpos son protectores frente a los virus de la
gripe, similares a los incluidos en la vacuna. La duración de la inmunidad es
de un año.
En el caso de las personas mayores, con dificultad para mantener una
buena respuesta inmune, se está optando por vacunas que potencien su
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sistema inmune, basado en la administración de vacunas con adyuvantes,
vacunas intradérmicas o aumentando la dosis de vacuna convencional .
Reacciones adversas
En el momento de vacunar a los pacientes con la vacuna inactivada de la
gripe, es importante informarles de que la vacuna no puede contagiar la
enfermedad al contener virus muertos no contagiosos y que es posible que,
por casualidad, el paciente sufra en los días posteriores a la vacunación un
cuadro de vías respiratorias altas que en ningún caso está relacionado con
la administración de la vacuna antigripal.
El efecto secundario más frecuente, tras la administración de la vacuna, es
escozor en el lugar de la inyección. Esta reacción en ensayos clínicos ha
aparecido entre el 10-64% de los pacientes. Estas reacciones locales suelen
durar menos de 48 horas y rara vez interfieren con la vida normal de los
vacunados.
Las reacciones sistémicas tales como fiebre, malestar, mialgia y otros
síntomas pueden aparecer tras la vacunación y son más frecuentes en niños
de menos de 12 años y vacunados por primera vez. Estas reacciones se
inician en las primeras 6-12 horas y suelen persistir 1-2 días. Un ensayo
clínico reciente ha demostrado que en ancianos y adultos jóvenes las
vacunas de virus gripales fraccionados no tenían más efectos adversos
sistémicos que el placebo. Las reacciones alérgicas son muy poco frecuentes
y suelen deberse a restos de proteínas de huevo.
Contraindicaciones y precauciones
Además de las generales de las vacunas, hay que señalar las siguientes:
a) anafilaxia a las proteínas del huevo, detergentes o antibióticos incluidos
en la vacuna.
b) niños menores de 6 meses.
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c) enfermedad febril aguda. Se debe esperar hasta que se resuelvan los
síntomas para administrar la vacuna.
Se puede administrar al mismo tiempo que la vacuna triple vírica, DTP,
polio oral, Haemophilus influenzae tipo B y antineumocócica, siempre que
se administren en diferentes lugares. Los pacientes bajo terapia
inmunosupresora pueden presentar una respuesta inmunológica disminuida
a la vacuna y es preferible retrasar la vacunación hasta que la terapia
inmunosupresora se discontinúe.
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EFICACIA DE LA VACUNA ANTIGRIPAL.-
En general, la respuesta a la vacuna es muy buena en los más jóvenes y
moderada en los de más edad. En ocasiones, se admite una falta de efecto
de la vacunación antigripal en una proporción que suele situarse entre un
15 a un 20% de los vacunados, aunque dependiendo de las condiciones del
paciente y edad ese porcentaje puede aumentar o disminuir.
Hay una serie de factores que intervienen en la efectividad de la vacuna,
unos dependerán de la vacuna antigripal y otros de la persona a la que se
administra la vacuna.
Relacionados con la vacuna:
- Cantidad de Hemaglutinina administrada (carga de antígeno).
- Número de dosis, en los de más edad funciona mejor 2 dosis de
vacuna.
- Vía de administración.
- Semejanza antigénica con la cepa productora del brote gripal.
Relacionados con el sujeto que recibe la vacuna:
- Edad, niños pequeños y mayores, menor capacidad de respuesta
inmune
- Enfermedad de base, los inmunodeprimidos y los sujetos con
enfermedades metabólicas, tienen menor capacidad para una
respuesta inmune eficaz
- Inmunocompetencia
- Infecciones gripales previas
- Número de vacunaciones antigripales anteriores
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- Genética, aquellos sujetos que portan un antígeno HLA clase II, HLA
DRB1/0701, son menos propensos a producir anticuerpos
neutralizantes frente al virus gripal de forma efectiva.
Entre los ancianos, la vacuna tiene una eficacia del 50-60% para evitar la
hospitalización y del 80% para evitar la muerte. En enfermos crónicos y en
mayores de 65 años es efectiva, especialmente, en la prevención de las
complicaciones, y representa la medida preventiva con mejor coste-
beneficio en este grupo de edad (mayores de 65 años) y enfermos crónicos,
ya que a pesar de la menor capacidad para prevenir la enfermedad, se
pueden evitar el 50-60% de las hospitalizaciones y un 80% de los
fallecimientos.
Cuando la coincidencia entre las cepas vacunales y los virus circulantes es
alta, la eficacia vacunal para prevenir la enfermedad en sujetos de menos
de 65 años, sin otras enfermedades crónicas asociadas, es de
aproximadamente del 70-90%. Para sujetos de más de 65 años, con o sin
patologías asociadas, la eficacia para prevenir la enfermedad es menor,
pero la vacunación es efectiva para disminuir la incidencia de
complicaciones secundarias de la gripe y reducir el número de
hospitalizaciones y muertes. En niños la vacunación ha demostrado ser
efectiva para reducir la incidencia de otitis media y el consumo de
antibióticos. Su uso en población trabajadora reduce en un 25% la aparición
de episodios de enfermedad respiratoria de vías altas, disminuye en el 43%
el absentismo laboral y el 44% el número de consultas médicas.
Para aquellos casos en los que la efectividad de la vacuna previsiblemente
va a ser menor, existen opciones ventajosas para superar esa limitación
como es el uso de otros tipos de vacunas, virosómicas, adyuvadas o las
recientemente introducidas, las vacunas intradérmicas.
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Diferentes estudios han demostrado que la vacuna antigripal es coste/
efectiva para ancianos (≥65años), sujetos con enfermedades crónicas
independientemente de su edad y trabajadores. Muy recientemente, un
estudio en el que se evaluaba el coste/efectividad de la vacunación
antigripal en Holanda, concluyó que éste era mejor que el que se obtenía en
otros programas de control de enfermedades infecciosas, también
implantados en Holanda, como por ejemplo la vacunación infantil frente a la
meningitis o el cribado frente a hepatitis B para embarazadas.
La eficacia de la vacunación antigripal en adultos tanto en efectividad como
en la evaluación coste/eficacia, ha sido suficientemente demostrada, en
general reduciendo la hospitalización en personas mayores y la mortalidad
por todas las causas. Algunas publicaciones insisten en este tema, en
ocasiones muy debatido, Simonsen en 2005 hace un análisis del impacto
de la vacunación antigripal sobre la mortalidad en la población mayor de
EEUU, desde el año 1968/69 hasta el 2000/2001, comprobando cómo según
aumenta la cobertura vacunal en este grupo de población la tasa de
mortalidad disminuye de forma considerable, pasando en cobertura vacunal
del 65%, de 45/100.000 a 22/100.000.
Muy interesante es otro artículo, publicado en JAMA por Voordouw, en
donde establece el beneficio de la revacunación anual sistemática en la
reducción de la mortalidad, de tal manera que si se consigue mediante la
vacunación antigripal prevenir 1 muerte por cada 302 vacunados, con la
revacunación se consigue mejorar esta expectativa, consiguiendo en
aquellos que ya llevan 6 ò 7 revacuaciones anuales prevenir 1 muerte por
infección gripal por cada 105 revacunados.
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VACUNACION EN EL NIÑO.-
Es bien conocido que la infección gripal en niños, tiene un doble
componente a considerar: Por una parte, los niños de menos de 1 año con
un cuadro gripal, presentan complicaciones que determinan en la mayoría
de los casos su hospitalización, son cuadros graves, y por otra, son los
auténticos diseminadores del virus gripal en una comunidad. Los niños
infectados sintomáticos, son capaces de eliminar virus gripales a una
concentración mucho mayor que en el caso de los adultos, y por otra parte,
el tiempo de eliminación de los virus es el doble que en los adultos,
alrededor de dos semanas. Por ello, en muchos países se han planteado la
necesidad de vacunar a la población infantil de más de 6 meses, para evitar
la mortalidad asociada a la infección gripal y para limitar la circulación del
virus gripal en una comunidad.
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RECOMENDACIONES VACUNALES.-
PLANTEAMIENTO GENERAL.-
Las recomendaciones generales de la vacunación frente a la gripe,
descansan habitualmente en estos 4 principios básicos:
1.- Proteger a las personas que, en razón de su edad o de su condición,
pueden presentar un mayor riesgo de muerte o de complicaciones si
sufrieran la infección gripal:
• Personas mayores.
• Niños entre 6 meses hasta los 18 años (redefinido en EEUU, por los
CDC).
• Residentes en instituciones para mayores.
• Pacientes con enfermedades cardiorrespiratoria, diabetes,
insuficiencia renal.
• Pacientes inmunosuprimidos.
• Pacientes con enfermedades medicas crónicas.
• Mujeres embarazadas.
• Pacientes en tratamientos prolongados con aspirina.
2.- Proteger a las personas que, en razón de su profesión o de su situación
familiar o profesional, contactan habitualmente con aquellas que presentan
riesgo elevado de complicaciones (incluidas en el apartado anterior).
• Contactos familiares de personas de riesgo elevado incluyendo niños
de menos de 2 años, particularmente los contactos de niños entre 0-6
meses en donde no hay indicación de ningún tipo para vacunarlos.
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• Profesionales sanitarios, en quienes se confía en ir paulatinamente
aumentando la cobertura vacunal, dadas las bajas tasas actuales.
• Empleados de las residencias para cuidados y asistencia de mayores.
• Cuidadores a domicilio de personas con riesgo elevado de sufrir
complicaciones.
3.- En algunos países se recomienda también la vacunación antigripal a
personas a partir de los 50 años, al considerar que existe una elevada
prevalencia de condiciones de riesgo elevado en este grupo de edad.
Desde un punto de vista de Salud Publica es más fácil hacer una
recomendación por edades que no por condiciones médicas, ya que en
algunos casos desconocen esa situación.
4.- Otros, incluyendo viajeros y a la población en general que desea ser
vacunada para prevenir la infección gripal o aminorar sus efectos.
Recomendaciones frente a la gripe de la OMS:
Objetivos:
El objetivo primario en la prevención frente a Influenza es reducir la
incidencia de enfermedad grave y muerte prematura en los grupos de
riesgo y, además, reducir el absentismo laboral y escolar, asi como de la
necesidad de cuidados médicos y gasto farmacéutico, en particular en
antibióticos.
Recomendaciones de la ACIP :
Cada año, el Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP) del
CDC, estructura sus recomendaciones sobre vacunación antigripal llegando
en la última revisión para 2010, a la conclusión de que lo mejor es la
aplicación universal de la vacuna, habida cuenta de la gran cantidad de
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sujetos que entran de lleno en recomendaciones anteriores para vacunarse
frente a la gripe.
Concretamente en la nueva versión, el ACIP, recomienda:
1.- La vacunación a todos los niños y adolescentes entre los 6 meses y 19
años de edad.
2.- La vacunación sistemática a los sujetos de más de 50 años.
3.- Promocionar la vacunación entre adultos entre los 19 a los 49 años de
edad (cualquier persona sana que quiera evitar la gripe, puede vacunarse).
De esta manera, y manteniendo las mismas recomendaciones prioritarias
anteriores y que son recogidas por la gran mayoría de los países, intentan
conseguir que la vacunación antigripal tenga una cobertura superior a la
actual, lo que redundará en beneficios no sólo a nivel individual, sino
también colectiva, al disminuir la diseminación del virus, limitar el efecto
que cada temporada gripal tiene sobre los recursos sanitarios, sobre el
absentismo laboral y escolar, etc.
Grupos que merezcan una consideración especial, según la ACIP:
Dentro de estos grupos están:
• Mujeres embarazadas. No existe evidencia de que la vacuna inactivada
tenga ningún efecto adverso sobre el feto. Las mujeres embarazadas con
alguna enfermedad que aumente su riego de sufrir complicaciones por la
gripe deben vacunarse antes de que comience la epidemia,
independientemente del trimestre del embarazo en que se encuentren.
• Mujeres en periodo de lactancia. La vacuna no afecta a la seguridad de
estas mujeres ni a la de sus niños y debe administrarse si se pertenece a
algún grupo en que sea recomendada.
• Personas infectadas por el VIH. La vacuna de la gripe debe administrarse
a estas personas, si bien la capacidad de producir anticuerpos estará
determinada por el estado inmunitario del sujeto.
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• Viajeros. El riesgo de gripe depende de la zona a la que se viaje y la
época del año. En los trópicos la gripe puede aparecer durante todo el año.
Se recomienda vacunar a los viajeros que no se hayan vacunado esa
temporada y se desplacen a los trópicos en cualquier época del año o al
hemisferio sur en los meses de abril a septiembre.
• Población general. El ACIP recomienda que los médicos administren la
vacuna de la gripe a toda persona que lo desee, independientemente de si
puede incluirse en cualquiera de los grupos señalados.
Recomendaciones del Ministerio de Sanidad:
La vacunación contra la gripe es el método más eficaz para prevenir la
gripe.
¿Quién debe ser vacunado contra la gripe?
La vacunación se recomienda fundamentalmente para las personas con alto
riesgo de sufrir complicaciones en caso de padecer la gripe y para las
personas en contacto con estos grupos de alto riesgo ya que pueden
transmitírsela.
Así, los grupos de población en los que se recomienda la vacunación
antigripal, según el protocolo para la vigilancia de la gripe, aprobado por el
Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, son los siguientes:
- Personas mayores o igual a 65 años de edad. Se hará especial énfasis en
aquellas personas que conviven en instituciones cerradas.
- Personas menores de 65 años, que por presentar una condición clínica
especial tienen un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe o
porque el padecer la enfermedad pueda provocar una descompensación de
su condición médica.
- Niños/as (mayores de 6 meses) y adultos con enfermedades crónicas
cardiovasculares o pulmonares, incluyendo: displasia bronco-pulmonar,
fibrosis quística y asma.
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- Niños/as (mayores de 6 meses) y adultos con enfermedades metabólicas
crónicas, incluyendo: diabetes mellitus; insuficiencia renal;
hemoglobinopatías y anemias; asplenia; enfermedad hepática crónica;
enfermedades neuromusculares graves o inmunosupresión, incluida la
originada por la infección de VIH o por fármacos o en los receptores de
transplantes. En este grupo se hará un especial énfasis en aquellas
personas que precisen seguimiento médico periódico o que hayan sido
hospitalizadas en el año precedente.
- Personas que conviven en residencias, instituciones o en centros que
presentan asistencia a enfermos crónicos de cualquier edad.
- Niños/as y adolescentes, de 6 meses a 18 años, que reciben tratamiento
prolongado con ácido acetil salicílico, por la posibilidad de desarrollar un
síndrome de Reye tras la gripe.
- Mujeres embarazadas, preferiblemente a partir del segundo trimestre del
embarazo. Aunque la vacunación antigripal es segura en embarazadas, es
preferible administrarla después del primer trimestre del embarazo para
evitar la asociación coincidente con el aborto espontáneo, que ocurre
fundamentalmente en ese trimestre, acotando la administración en el
primer trimestre para las embarazadas con factores de riesgo adicionales.
No obstante, recientemente se han incluido, en los grupos de
recomendación oficiales en España, a las embarazadas en cualquier
trimestre de gestación, al objetivar el embarazo como un factor de riesgo
independiente para sufrir complicaciones de la gripe.
- Obesidad mórbida con un índice de masa corporal (IMC) > 40. Es otro
factor de riesgo incluido recientemente en las recomendaciones oficiales de
vacunación en base a los últimos datos epidemiológicos.
Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo
de presentar complicaciones:
278
- Profesionales sanitarios y parasanitarios, tanto de atención primaria como
hospitalaria. Se hará especial énfasis en aquellos profesionales que atienden
a pacientes de algunos de los grupos de alto riesgo anteriormente descritos.
- Personas que, por su ocupación, trabajan en instituciones geriátricas o en
centros de cuidados de enfermos crónicos y que tienen contacto directo con
los residentes.
- Personas que proporcionen cuidados domiciliarios a pacientes de alto
riesgo o ancianos.
- Personas que conviven en el hogar, incluidos niños/as, con otras que
pertenecen a algunos de los grupos de alto riesgo, por su condición clínica
especial (citados en el punto 2).
Otros grupos en los que se recomienda la vacunación:
- Personas que, por su ocupación, prestan servicios comunitarios
esenciales: policías, bomberos, personal de protección civil, etc.
- Viajeros internacionales: Personas que presentan mayor riesgo de
complicaciones de gripe, por su edad o por su condición clínica especial, que
no fueron vacunadas durante la temporada gripal, y que se dirigen a zonas
tropicales en cualquier época del año o viajen al hemisferio sur entre los
meses de abril a septiembre.
- Así mismo, deberán ser vacunadas de gripe todas las personas que se
dirijan a zonas donde existen brotes de gripe aviar altamente patogénicos y
puedan estar en contacto estrecho con granjas de aves de corral o con
probabilidad de exposiciones intensas a aves.
- Personas que, por su ocupación, pueden estar en contacto con aves
sospechosas o conocidas, de estar infectadas por virus de gripe aviar
altamente patogénicos, especialmente:
279
o las personas que están directamente involucradas en las tareas
de control y erradicación de los brotes (destrucción de los
animales muertos, limpieza y desinfección de las áreas
infectadas).
o las personas que viven y/o trabajan en granjas de aves donde
se han notificado brotes, o se sospecha su existencia.
Esta recomendación deberá actualizarse en función de las evidencias
epidemiológicas sobre el patrón de presentación y difusión de la infección
por virus de gripe aviar.
Recomendaciones de consenso entre el GEG y SEMERGEN sobre el
uso de las vacunas inactivadas de gripe:
Recientemente, se ha editado un documento de consenso que recoge las
principales medidas de actuación de las diferentes administraciones
sanitarias en vacunas antigripales, que al igual que otros países, focalizan
la vacunación en los siguientes grupos:
- Residentes en centros de la tercera edad o residencias.
- Ancianos no institucionalizados con una o más de las siguientes
afectaciones crónicas - Enfermedad cardiovascular, pulmonar, metabólica o
renal o aquellos inmunocomprometidos.
- Otros individuos (adultos o niños mayores de 6 meses) que tengan
afectaciones crónicas - Enfermedad cardiovascular, pulmonar, metabólica o
renal o aquellos inmunocomprometidos.
- Individuos mayores de 65 años.
- Otros grupos basados en datos nacionales, aquellos que están en
contacto con personas de riesgo tales como:
o Profesionales sanitarios y parasanitarios en contacto con
personas de alto riesgo.
280
o Las familias que están en contacto o conviven con personas de
alto riesgo.
Además de las recomendaciones que el Ministerio de Sanidad mantiene a
través del Consejo interterritorial de salud, se podrían establecer, según
este documento de consenso, las siguientes recomendaciones adicionales:
Recomendaciones adicionales de vacunación:
Si bien los máximos esfuerzos del sistema sanitario se deben concentrar en
los grupos anteriormente indicados, por el mayor riesgo de complicaciones,
la vacunación frente a la gripe es una medida de prevención segura
y efectiva que puede beneficiar a todos los grupos de edad, por lo
que la vacunación sigue siendo una medida ideal para todo aquel
que quiera evitar la infección gripal.
Además, como es bien conocido:
La carga de enfermedad en niños menores de 5 años es muy alta,
generando un gran número de consultas y urgencias hospitalarias.
La población en edad laboral genera un mayor número de consultas al
sistema de salud respecto a la población anciana, generando costes directos
al sistema de salud, pero sobre todo costes indirectos debido al enorme
número de bajas laborales que genera esta enfermedad.
Aunque en menor medida que la población mayor, la gripe también puede
generar complicaciones en adultos de menor edad y en muchos casos, no se
ha identificado ningún factor de riesgo específico.
281
Por otro lado, muchos adultos, que sí tienen factores de riesgo de
complicaciones por gripe, desconocen que deben ser vacunados. Esto
obliga a reflexionar sobre la conveniencia de modificar los límites de
recomendación prioritaria de vacunación por edad a partir de los 50 años,
que es la edad a partir de la cual los factores de riesgo comienzan a ser
más frecuentes, siendo en gran parte desconocidos por el paciente.
Por tanto, se sugiere que además de las recomendaciones de las distintas
administraciones sanitarias, podrían establecerse de forma adicional tres
grupos de recomendación adicionales:
- Personas mayores de 50 años ���� Alta prioridad de vacunación
- Personas entre 18 y 59 años ���� Vacunación recomendada
- Personas entre 6 meses y 5 años ���� Vacunación recomendada
283
PERSPECTIVAS ANTE LAS INSUFICIENTES COBERTURAS DE
VACUNACIÓN FRENTE A LA GRIPE EN LA ACTUALIDAD.-
Se manejan argumentos a favor y en contra de la vacunación de la gripe
que debemos conocer:
Razones más frecuentes para vacunarse:
- La gripe se considera una enfermedad grave que se desea evitar
- Después del consejo del médico de cabecera o el enfermero
- No se desea infectar a la familia o a los amigos
Razones para no vacunarse:
- No se espera enfermar de gripe
- No se ha pensado antes en la vacunación
- No se ha recibido recomendación de vacunación del médico de cabecera
El médico de cabecera es la principal fuente de estímulo para que las
personas se vacunen.
284
A pesar de los avances conseguidos en el conocimiento de la infección
gripal, del virus y de la aplicación de la vacuna, la vacunación antigripal en
general, sigue siendo insuficiente.
En los países desarrollados, la insuficiente vacunación antigripal es la
norma, ya que si bien las personas vacunadas de más de 60 años estarían
en niveles de vacunación similares a los de España, hay grupos de
población a los que hay que prestar una atención adicional para conseguir
un aumento de la vacunación, especialmente los incluidos en:
- Personas con condiciones de alto riesgo.
- Personal sanitario.
- Contactos domiciliarios de niños <6 meses.
- Contactos domiciliarios de sujetos con situaciones de riesgo.
En este concepto de insuficiente vacunación antigripal en los adultos
menores de 65 años, probablemente interviene la percepción que se tiene
de la vacuna antigripal, ya que las razones aducidas para no vacunarse en
EEUU frente a la gripe fueron las siguientes:
- Desconocimiento, no sabia que fuera necesario (33%).
- Podría producirme la gripe o efectos adversos (31%).
- Se me pasó la oportunidad/me olvide (21%).
- No creo en su efecto preventivo (9%).
- No pude conseguirla (5%).
- No me la recomendaron.
- No soy una persona que se encuentre con riesgo para padecerla.
- Me asustan los pinchazos.
- Costo.
En España, en la encuesta del GEG, se preguntó las razones por las que no
se vacunó, siendo la de “no la necesito” la opción que eligió más del 85%
285
de los encuestados, lo que refleja la orientación que la población en general
tiene sobre la vacuna, “es cosa de personas mayores”.
Esta insuficiente vacunación antigripal es tan importante que la OMS en su
reunión en 2005 en Ginebra, en la referencia nº9, apéndice 3, dice:
“La relativa baja utilización de la vacuna antigripal en los países
industrializados, implica que los grupos de personas con condiciones de
riesgo de complicaciones por gripe, no estarán protegidas. La OMS
recomienda con fuerza la importancia de concienciar a la población de la
importancia de la gripe y sus complicaciones así como de los beneficios de
la vacuna antigripal”.
Por otra parte, la Unión Europea en su sesión del 9 de Julio de 2009, señala
que la vacunación antigripal es una necesidad básica para la promoción de
la salud, abogando por la utilización de las vacunas como un instrumento
eficaz y seguro en la protección de las personas, especialmente en aquellos
que podrían presentar complicaciones después de una infección gripal. Por
ello, hace un llamamiento a los estados miembros, para que vigilen la
aplicación de la vacuna y tratar de conseguir que para el 2015, la tasa de
vacunación frente a la gripe entre los de más de 60-65 años y aquellos con
problemas médicos crónicos, sea superior al 75%.
En estos momentos, tras el impacto negativo en la vacunación frente a la
gripe pandémica, se ha observado en España una disminución generalizada
de la vacunación antigripal, siendo extremadamente preocupante el hecho
de que la vacunación a los mayores ha pasado de un 71% en 2007 a menos
del 60% en 2010.
Podria hablarse de la PARADOJA DE LA GRIPE, ya que siendo conocido el
enorme impacto de la gripe estacional cada año y estando disponibles
vacunas seguras y efectivas con recomendaciones de distintos ámbitos bien
documentadas y disponibles, con la OMS y la Unión Europea, persiguiendo
286
tasas vacunales altas, la utilización de la vacuna antigripal todavía sigue
disminuyendo tanto en la población general, como en los grupos de especial
riesgo.
288
ALGUNAS PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE VACUNACION
ANTIGRIPAL.-
Quién no debe ser vacunado?
• Las personas con alergia al huevo, con hipersensibilidad a las
proteínas de huevo o que hayan tenido una reacción alérgica severa a
una vacunación anterior con vacuna de la gripe.
• Los niños menores de 6 meses.
• Si se tiene una enfermedad aguda con fiebre alta debe esperarse
hasta que esta situación remita.
¿Por qué hay que vacunarse cada año?
Los anticuerpos producidos en respuesta a la vacunación antigripal van
disminuyendo con el tiempo y pueden no ser suficientes para garantizar la
adecuada protección al año siguiente de la vacunación. Además, el proceso
evolutivo normal del virus de la gripe incluye una serie de variaciones
antigénicas menores que suponen una diferencia en un pequeño número de
aminoácidos en las proteínas hemaglutinina y neuraminidasa. La
consecuencia de estas pequeñas variaciones es que la vacuna antigripal
debe ser modificada anualmente, adaptándola a las cepas que se cree
circularán en cada temporada. En este punto juega un papel fundamental la
vigilancia nacional e internacional de la gripe, que tiene como objetivo
fundamental caracterizar adecuadamente los virus circulantes y su difusión
entre la población.
289
¿Cuándo se debe vacunar de la gripe?
La fecha de comienzo de la campaña vacunal, debe ser previa a la llegada
del virus gripal, habitualmente entre los meses de diciembre a febrero en el
Hemisferio Norte y de junio a septiembre en los del Hemisferio Sur.
Por ello, en España, en todas las Comunidades Autónomas, las campañas
de vacunación se inician entre el final de septiembre y el principio de
octubre, pudiéndose prolongar hasta finales de octubre o hasta que las
administraciones sanitarias establezcan la fecha oportuna. Además de las
indicaciones de la autoridad sanitaria, también se puede vacunar fuera de
esas fechas, atendiendo a que el efecto de la vacuna comienza
aproximadamente a los 10 a 12 días de su aplicación, por lo que conviene
no demorarse en la vacunación, y hacerlo entre octubre y noviembre, si
bien la vacunación puede seguir siendo de utilidad administrada más
tardíamente.
¿Cuántas dosis de vacuna es necesario administrar?
La vacuna antigripal debe ser administrada en una única dosis, excepto
para los niños que no han recibido ninguna dosis, en los que se
recomiendan dos dosis con un intervalo de 4 semanas.
¿Cómo debe administrarse y conservarse la vacuna antigripal?
Las vacunas inactivadas clásicas se administran a los adultos por vía
intramuscular o subcutánea profunda en el músculo deltoides (parte
superior del brazo) y en niños por vía intramuscular en el muslo. El
contenido de la vacuna debe ser de 0,25 mL desde los 6 meses hasta los 3
años y de 0,5 mL a partir de esta edad.
Las vacunas antigripales deben conservarse siempre en nevera (+2 a +8º
C) hasta el momento de la administración.
290
¿Dónde hay que acudir a vacunarse?
Las personas incluidas en los grupos a los que se recomienda la vacunación
son vacunadas de forma gratuita en los centros de salud. Serán vacunados
en sus domicilios aquellos pacientes de riesgo que no puedan acudir a su
centro. Se administra también la vacuna en las residencias de ancianos y en
aquellos servicios sanitarios que traten a pacientes de riesgo.
Algunas empresas facilitan la vacunación a sus empleados.
¿De qué está compuesta la vacuna de la gripe?
La vacuna de la gripe contiene tres cepas (dos tipo A y una tipo B) que
representan los virus que más probablemente circulen en el invierno
siguiente. La vacuna se fabrica a partir de virus cultivados en huevos
embrionados de gallina, que posteriormente son inactivados.
En base a los datos obtenidos de la vigilancia del virus de la gripe, la
Organización Mundial de la Salud publica anualmente las recomendaciones
sobre el contenido de la vacuna.
La composición de la vacuna para ésta o para pasadas temporadas se
puede consultar en:
http://www.who.int/csr/disease/influenza/vaccinerecommendations/en/index.html
¿Se puede contraer la gripe al recibir la vacuna?
La vacuna de la gripe no puede provocar la enfermedad al contener
solamente proteínas estructurales del virus, en ningún caso virus
completos, por lo que es imposible que la vacuna ocasione cuadros gripales,
especialmente teniendo en cuenta que cuando se administra la vacuna el
virus gripal, todavía no ha hecho acto de presencia en esa comunidad. En
algunos casos, la circulación habitual, de otros virus respiratorios diferentes
291
a la gripe es posible una coincidencia entre la vacunación y el padecimiento
natural de una infección del tracto respiratorio.
¿Cuáles son los riesgos al recibir una vacuna de gripe?
El riesgo de que la vacuna antigripal cause un daño grave es
extremadamente pequeño, sin embargo, como con cualquier medicamento,
puede dar lugar a reacciones alérgicas, especialmente en personas que
hayan sufrido algún episodio de alergia, específicamente de alergia al
huevo, aunque este punto está revisándose actualmente y podría ser
posible que también los alérgicos pudieran ser vacunados.
El efecto secundario más frecuente, tras la administración de la vacuna, es
escozor en el lugar de la inyección. Estas reacciones locales suelen durar
menos de 48 horas y rara vez interfieren con la vida normal de los
vacunados.
Las reacciones tales como fiebre, malestar o dolores musculares pueden
aparecer tras la vacunación y son más frecuentes en niños de menos de 12
años y vacunados por primera vez. Estas reacciones se inician en las
primeras 6-12 horas y suelen persistir 1-2 días.
293
INTERVENCIÓN FARMACÉUTICA EN LA CAMPAÑA DE VACUNACIÓN
ANTIGRIPAL:
Favorecer el cumplimiento terapéutico de los pacientes utilizando carteles
anunciadores y promotores de las campañas de vacunación.
En los pacientes considerados de riesgo es conveniente preguntar sobre el
cumplimiento y su predisposición ante la vacunación, explicando los
beneficios de la misma.
Informar de los beneficios de la vacunación a otro tipo de pacientes que no
se consideran habitualmente de riesgo.
295
CONSIDERACIONES FINALES.-
La gripe es una infección que todos los años se presenta de forma
invariable, siendo impredecible el momento de su presentación y cómo va a
hacerlo en relación a su patogenicidad.
El virus gripal, mantiene el potencial para, por cualquiera de los
mecanismos, generar un subtipo de carácter pandémico.
Gripe pandémica y gripe aviar en los humanos son dos fenómenos distintos
hasta el momento. El virus que se comporte como pandémico, debe adquirir
la capacidad de trasmitirse eficaz y rápidamente entre la población humana.
Bajo ningún concepto debe banalizarse la infección gripal, por el contrario
debe concienciarse a los profesionales sanitarios y a la población su
verdadero impacto sobre todos los grupos de población, admitiendo la
extrema gravedad en algunos de ellos.
Las cifras acumuladas de mortalidad producida por las continuas gripes
estacionales, superan con creces a la de las 3 pandemias ocurridas en el
siglo XX y la ultima en el 2009.
La gripe es una enfermedad prevenible mediante vacunación anual. Esta
práctica ha demostrado su eficacia en la prevención de la infección y en la
disminución de la mortalidad, hospitalización, número de consultas médicas,
visitas a urgencias, etc.
Debe insistirse en la conveniencia de la vacunación y revacunación anual
frente a la gripe, especialmente en algunos grupos que se encuentran
296
insuficientemente vacunados y que presentan un riesgo para sufrir un
proceso de gripe complicado.
La vacunación es el mejor instrumento que la Salud Pública puede ofertar
como profilaxis de la infección gripal.
La conveniencia de la vacunación antigripal asienta sobre estos
argumentos:
- La vacuna antigripal protege individualmente a los más susceptibles.
- La vacuna antigripal protege individualmente a los más débiles, ancianos
y niños pequeños.
- La vacuna antigripal limita la circulación del virus.
- La vacuna antigripal limita la sobreutilización de recursos sanitarios.
- La vacuna antigripal administrada a los cuidadores genera una barrera
protectora frente a la infección.
- La vacuna antigripal administrada a los sanitarios, les autoprotege y
genera una barrera protectora frente a la infección para los pacientes.
Es indispensable manejar con un buen criterio la información sobre la gripe
a la población general, ya que de esta forma motivará y conducirá hacia
una mejor preparación orientada tanto a la gripe estacional como a la
pandémica.
Debe insistirse a toda la población, el efecto beneficioso que dos reglas de
higiene elemental pueden tener sobre la transmisión del virus gripal:
297
Cúbrete en caso de tos y estornudos
Lávate frecuentemente las manos
Para la población general y en especial para los profesionales sanitarios:
299
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