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CAPITULO I
INTRODUCCION
Los contornos de las coronas han sido motivo de estudio de muchos autores
durante varias décadas. En 1974, Guy Newcomb realizó un estudio titulado, “The
relationship between the location of subgingival crown margins and gingival inflamation”,
el cual trata acerca de la relación entre la localización subgingival de los márgenes de las
coronas y la inflamación gingival obteniendo como resultado que la menor inflamación era
observada cuando el margen subgingival estaba ubicado justo en la cresta o surco gingival.
En 1981 Jacob Ehrlich, Avionoam Yaffe y Arnold Weisgold, realizaron un estudio titulado
“Faciolingual width before and after tooth restoration: A comparative study”; cuyo
propósito fue comparar el espesor buco-lingual de un diente restaurado con el mismo diente
sin restaurar y determinar la cantidad de estructura que se requería eliminar para obtener los
contornos originales en la restauración.
El estudio sugirió que un incremento de 0.7 a 1 mm podría ser clínicamente
aceptable por el periodonto, además de que las medidas que se obtienen del diente natural,
tallado y con su restauración provisional, pueden proveer al odontólogo así como al
laboratorio de un método de control del ancho buco-lingual que debe tener la restauración
final.
En el 2002 Bernd Reitemeier, Kristina Hänsel, Michel Walter, Christian Kastner y
Helge Toutenburg realizaron un estudio titulado “Effect of posterior crown margin
placement on gingival health” para evaluar el efecto de la localización de los márgenes de
las coronas en el sector posterior tomando en cuenta numerosas variables, al final del
estudio concluyeron que la higiene oral antes del tratamiento, la formación de placa dental
y la localización de los márgenes afectan directamente en la salud gingival alrededor de la
corona y que el riesgo de sangramiento en las terminaciones subgingivales es el doble de
las supragingivales.
El conocimiento de la anatomía y función del tejido periodontal, es de vital
importancia en el logro de resultados estéticos que satisfagan las expectativas tanto del
odontólogo como el paciente.
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En Venezuela el Dr. Fernando Astorga (2002), realizó una investigación acerca de
las “Consideraciones Biológicas en la Utilización de Líneas de Terminación en
Odontología Restauradora”, donde señala la importancia de los contornos dentarios en la
realización de restauraciones completas.
El autor explica que la definición de sobrecontorno o subcontorno no está
completamente esclarecida, existen numerosos estudios donde se han realizado incrementos
de 0.5 a 1.5 mm, concluyendo que a mayor sobrecontorno, mayor el grado de sangramiento
a nivel de la papila interdentaria, por lo que, al restaurar se debe seguir estrictamente el
contorno original del diente
Otro de los puntos a que el autor hace referencia es la actuación del laboratorio en
la odontología restauradora, ya que, es importante que el técnico domine la anatomía
dentaria, el manejo de los materiales y de ser posible las reacciones tisulares que pueden
producir sus trabajos.
1.1- PREPARACIONES PARA CORONAS METAL-CERÁMICAS EN EL
SECTOR ANTERIOR.
a. Consideraciones anatómicas
Kois, J. (1998), expresa que los parámetros que se deben tomar en cuenta para toda
preparación de dientes anteriores están basados en tres fundamentos funcionales:
El borde incisal: el cual representa el punto de partida y está basado en la
estética y desarrollo de una línea de la sonrisa en armonía con la cara del paciente.
Los requerimientos de reducción: que están representados por el espesor
necesario para la resistencia y desarrollo estético de la restauración.
El espacio biológico: que determina el límite cervical de la preparación
dentaria y permite la preservación de la salud del tejido periodontal.
Según Gargiulo (1961), citado por Padbury A. y cols (2003), el espacio biológico
consiste en la distancia que hay desde la base del surco hasta la cresta ósea, dicho concepto
tuvo origen en un estudio realizado por Gargiulo en 1961 donde se ejecutaron diversas
mediciones de los componente dentogingivales en 287 dientes individuales obtenidos de 30
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autopsias en humanos; las mediciones que se obtuvieron fueron las siguientes: profundidad
del surco 0.69 mm, epitelio de unión 0.97 mm e inserción de tejido conectivo 1.07 mm, de
acuerdo a estas medidas el espacio biológico corresponde a 2.04 mm ( lo que representa la
suma del epitelio de unión y tejido conectivo). Sin embargo, se encontraron grandes
variaciones especialmente en el epitelio de unión donde existía un rango de 1 a 9 mm
mientras que el tejido conectivo se mantenía constante.
La medición del complejo dentogingival (desde el margen libre de la encía hasta la
cresta ósea) se realiza anestesiando previamente la zona, luego se introduce la sonda
periodontal dentro del surco y se empuja apicalmente hasta que la punta se trabe con el
hueso alveolar. Kois , J. (1998); Robbins, W.(2000)
Según Donovan y Cho (2001) la recesión del tejido gingival asociado a una
restauración protésica en el sector anterior es prevenible. Lo primero es la presencia de
tejido gingival sano para determinar la ubicación del margen de la restauración, una
preparación atraumática y retracción de los tejidos es necesario, la fabricación de un
provisional que respete los contornos dentarios normales es quizás uno de los factores mas
importantes y la remoción meticulosa del cemento provisional. Si todas estas condiciones
son controladas en conjunto con una buena higiene por parte del paciente la recesión
gingival puede ser evitada. Lo mismo ocurre con la inflamación gingival esta puede ser
controlada mediante la realización de coronas con márgenes pulidos y ubicados
correctamente sumado a la correcta higiene del paciente.
b.- Convergencia oclusal total.
La convergencia oclusal total (COT) corresponde al ángulo de convergencia entre
dos paredes axiales opuestas, lo cual es uno de los primeros aspectos a tomar en cuenta en
la preparación de coronas completas. Goodacre C. y cols. (2001)
Algunos autores recomiendan un ángulo mínimo entre 2 y 6 grados. Wilson y Chan
citados por Goodacre C. y cols. (2001) reportaron en el año 1994 que la máxima retención
ocurría entre los 6 y 12 grados de COT.
Shillingburg y cols. (2000) han sugerido que el ángulo de convergencia debe estar
entre 10 y 22 grados.
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c.- Dimensión oclusocervical o incisocervical.
Según Parker y cols. citado por Goodacre C. y cols. (2001), la dimensión mínima
apropiada es de 3 mm. Para Kois, J. (1998), el largo mínimo necesario es de 3.5 mm con un
TOC de 6 grados.
Maxwell y cols. citado por Goodacre C. y cols. (2001), concluyeron que 3 mm era
el mínimo requerido para proveer una adecuada resistencia al desalojo.
d.- Morfología circunferencial.
Después de la reducción anatómica, la mayoría de los dientes tienen formas
geométricas específicas cuando se observan desde oclusal. Por ejemplo, la preparación de
los molares mandibulares es rectangular, los molares maxilares son en forma de rombo, los
premolares y anteriores son frecuentemente de forma oval.
Hegdahl y Silness citados por Goodacre C. y cols. (2001); compararon la
resistencia creada por tallados de forma cónica y piramidal, obteniendo como resultado que
la preparación piramidal incrementa la resistencia debido a que posee esquinas en
comparación con las preparaciones cónicas.
e.- Líneas de Terminación.
Los diferentes tipos de líneas de terminación que existen para estas restauraciones
son: Chaflán, Chaflán biselado, Hombro recto, inclinado y biselado. En dos estudios
recientes se habla que en restauraciones de porcelana fundida sobre metal se produce una
distorsión a nivel marginal cuando se utiliza un Chaflán como línea de terminación. Sin
embargo, Hamaguchi y cols., Syu y cols., Ritchter-Snapp y cols citados por Goodacre C. y
cols. (2001); coinciden en que no existen diferencias significativas cuando se comparan
cualquiera de las líneas de terminación antes mencionadas.
Belser y cols. citados por el mismo autor, compararon el adaptado marginal de las
coronas con hombro biselado en metal, hombro metálico y hombro de porcelana antes y
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después del cementado. No se encontraron diferencias significativas entre las líneas antes y
después del cementado.
La selección de una línea de terminación para una corona metal-cerámica no debe
basarse en el adaptado marginal sino en las preferencias personales, estéticas y en la
facilidad de la preparación.
La profundidad recomendada de la línea de terminación se basa en el mínimo
espesor de los materiales requeridos para conferir fuerza, estética y un correcto perfil de
emergencia. Se sugiere con frecuencia un espesor de 1 a 1.5 mm para la porcelana de una
corona metal-cerámica.
Según estudios realizados por Przybylska y Seghi citados por Goodacre C. y cols.
(2001); indican que al menos 1 mm de espesor de porcelana se requiere para reproducir el
color deseado. En uno de dichos estudios se determino que un espesor entre 1.4 a 2 mm
eran indispensables para lograr óptimas características estéticas.
f.- Localización del margen de la restauración y las implicaciones para la
estabilidad del tejido blando.
La preservación de la estructura dentaria sana y vital es de extrema importancia en
la preparación dental. Al mismo tiempo debe existir suficiente espacio a nivel cervical para
crear el contorno correcto que facilite la remoción de la placa bacteriana, en oclusal para
permitir una propia oclusión de la restauración y axialmente para proveer un correcto
espesor del material de forma de dar al técnico la habilidad de crear prótesis mecánica y
estéticamente aceptables. Gracis S y cols. (2001)
Las preparaciones insuficientes pueden provocar el sobrecontorno de las
restauraciones, pobre diseño oclusal y poca estética.
Según Gracis S y cols. (2001) un área crítica es la interfase entre corona y diente y
su relación con el tejido periodontal. Por lo tanto, es importante entender la necesidad del
correcto adaptado de la restauración tanto provisional como definitiva y la posición de la
preparación marginal con respecto a la encía. El conocimiento de la anatomía del tejido
periodontal y la conciencia de cómo bajo ciertas condiciones los procedimientos protésicos
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pueden ocasionar la inflamación gingival, recesión o formación de sacos patológicos son
pre requisitos para cualquier clínico.
Diversos estudios han reportado que la salud periodontal se puede mantener cuando
se ubican los márgenes subgingivalmente siempre y cuando exista, un correcto contorno de
las restauraciones con márgenes satisfactorios y un manejo delicado de los tejido blandos y
duros asociados a la preparación. . Gracis S. y cols (2001); Stoll R. y cols. (2002)
Kois, J. (1998), expresa que en un surco normal de 3 mm la terminación se puede
ubicar entre 0.5 y 1 mm apical al margen libre de la encía.
Cuando se requiere una preparación subgingival la extensión hacia el epitelio de
unión debe ser evitada. Waerhaug citado por Goodacre C. y cols. (2001), en base a un
estudio realizado en perros y en humanos autopsiados indicó que los márgenes
subgingivales no causaban sacos periodontales siempre y cuando el margen se ubicara 0.4
mm oclusalmente de la base del surco gingival.
Carnevale y cols, citados por Goodacre C. y cols. (2001), extendieron los márgenes
de las coronas hasta la cresta ósea en perros y notaron una perdida de 1 mm de la misma.
En conclusión las líneas de terminación deben ser ubicadas a nivel supragingival;
siempre que la retención y resistencia del muñón, las condiciones del diente y la estética lo
permitan. Cuando se tengan que colocar subgingivalmente no debemos extendernos hasta la
unión epitelial.
g.- Profundidad de la reducción vestibular, lingual e incisal.
Superficie Vestibular.
En los incisivos centrales superiores con una considerable convergencia de la
corona clínica (desde la vista vestibular) requieren mayor profundidad de reducción durante
la preparación dentaria que aquellos cuya convergencia es menor.
Se ha considerado según Castellani D. (1996), que el metal para una corona metal-
cerámica requiere un espesor mínimo de 0.5 mm, ya que, con espesores menores el patrón
de cera crearía una serie de problemas concretos para la fusión. Si el espesor es muy fino el
metal podría sufrir un empuje menor hacia los márgenes periféricos del modelo obtenido
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con la cera volatilizada sobre el material de revestimiento, lo que conlleva a fusiones
deshilachadas o incompletas. Sin embargo, tal como expresa el mismo autor existe la
excepción en la zona anterior debido a las altas demandas estéticas, por lo que, se puede
llegar a manejar hasta 0.3 mm como espesor mínimo mediante la reducción con fresas. Si
se llegase a sobrepasar este límite podrían ocurrir deformaciones del material durante la
aplicación de fuerzas oclusales, provocando la fractura y desprendimiento de la cerámica.
Existen diferencias entre la reducción dentaria recomendada en la literatura y lo que
se realiza hoy en día. Tal como describe Goodacre C. y cols. (2001), en un estudio
realizado por estudiantes en un laboratorio dental se tomaron 34 dientes a los que se les
confeccionaron coronas metal-cerámicas. El promedio de profundidad de tallado fue de 0.9
mm con rango entre 0.5 a 1.8, indicando que las preparaciones mayores de 1 mm no son
realizadas de rutina. Goodacre C. y cols. (2001), concluyó que las preparaciones para
restauraciones de metal-cerámica deben tener una profundidad mayor de 1 mm, sin
embargo, la cantidad exacta de reducción no ha sido determinada.
Kois, J. (1998) expresa que la reducción facial debe ser entre 1.2 a 1.5 mm. En
cuanto al espesor que se requiere para el opacador Castellani D. (1996), explica que para
fijar completamente el color de los óxidos provenientes del metal el opacador deberá tener
un espesor de 0.2 a 0.3 mm, mientras que el grosor de la porcelana para lograr resultados
estéticos ideales deberá ser de 0.8 a 1 mm obteniendo como resultado una reducción de 1.5
mm aproximadamente.
Por otra parte algunos libros recomiendan una reducción de la superficie vestibular
entre 1 y 1.7 mm para las restauraciones metal-cerámicas. Un estudio realizado por
Shillingburg en 1973 con dientes extraídos, indicó que el espesor de la estructura dentaria
disponible para la reducción varia entre cada diente. En los centrales maxilares el espesor
entre la pulpa y la superficie externa del diente está entre 1.7 a 3.1 mm.
Según Rosenstiel y cols. citados por Goodacre C. y cols. (2001), la cantidad de
estructura disponible varía con la edad, en los centrales de jóvenes entre 10 y 19 años
presentan un espesor de 1.8 mm mientras que los adultos entre 40 y 60 años el espesor es
de 2 a 2.8 mm.
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Vertiente Lingual.
Si bien la superficie lingual no requiere de estética es importante tomarla en cuenta
para la función oclusal y masticatoria. Tal como lo expresa Kois, J. (1998), la superficie
cóncava de la cara lingual es importante para establecer la función oclusal, la guía anterior
y prevenir interferencias a este nivel.
Tanto Castellani D. (1996) como Kois, J. (1998), coinciden en que la reducción en
esta zona deberá ser de 1 mm aproximadamente y ser restituida por metal exclusivamente.
En caso de que se desee utilizar porcelana en esta zona entonces el espesor mínimo de toda
la preparación deberá ser de 1.5 mm para evitar el debilitamiento y posterior fractura de la
porcelana debido a que la resistencia de la corona deriva del espesor de la misma.
Borde Incisal.
La reducción incisal recomendada es de 2 a 2.5 mm para permitir el desarrollo de la
anatomía, color y oclusión. Shillingburg y cols. (2000), sugieren que mas de 4 mm de
estructura dental está disponible incluso en centrales de pacientes jóvenes.
La profundidad de la interdigitación oclusal de los dientes posteriores o una
sobremordida vertical de los anteriores obliga a realizar un desgaste mayor.
Kois, J. (1998), sugiere que tanto a nivel incisal como oclusal la reducción debe ser
de 2 mm.
h.- Comprobación del espesor de los tejidos extirpados.
Tal como explica Stein R. citado por Castellani D. (1996); lo más importante es
“saber con exactitud el diámetro de los instrumentos de corte empleados y conservar zonas
de tejido sin reducir en bandas importantes estratégicamente, de forma que se pueda usar la
fresa como instrumento de medición” (p. 68).
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1.2- Contorno o Perfil de Emergencia.
El contorno o perfil de emergencia se define según Martignoni citado por Castellani
D. (1996); como “el conjunto de las curvas naturales de la corona anatómica …. que es más
prominente en comparación con la raíz”.
Según Stein y Kuwata citado por Shillingburg (2000), el perfil de emergencia es la
parte del contorno axial que se extiende desde la base del surco gingival pasado el margen
de la encía. Este se extiende hasta el contorno máximo, provocando un perfil recto en el
tercio gingival de la superficie axial.
Para comprender mejor cuales son las alteraciones que existen a nivel de los
contornos es necesario tener claro los siguientes conceptos:
1. Margen de acabado: o también llamado línea de acabado es
según Castellani D. (1996), el punto de paso entre la parte intacta del diente
y el espacio más apical de la preparación del pilar. Sobre este se ajusta el
margen de la prótesis.
2. Margen del muñón protésico: es el margen ubicado en la
estructura dental. Permite y favorece la correcta ejecución de todos los
objetivos del margen del borde protésico. Castellani D. (1996)
3. Margen del borde protésico: crea un cierre de precisión
actuando como una barrera hermética para la penetración bacteriana, impide
la disolución del cemento y restituye el perfil de emergencia correcto.
Castellani D. (1996)
Existen diversas alteraciones del contorno de las coronas entre ellas tenemos:
Sobrecontorno horizontal: es aquel en donde el borde protésico queda
demasiado grueso y con exceso de material formando un peldaño.
Subcontorno horizontal: es cuando se forma un peldaño pero por
insuficiencia del materia.
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Sobrecontorno vertical: cuando el perfil de emergencia forma un ángulo
excesivo en comparación con la línea del contorno normal.
Subcontorno vertical: cuando el perfil de emergencia forma un ángulo
menor en comparación con la línea del contorno normal.
El contorno normal viene dado por la proyección coronal de la zona apical en la
línea de acabado, según Martignoni citado por Castellani D. (1996). Esta zona debe quedar
registrada en el momento de la impresión y es definida como la zona de información
anatómica.
Cualquiera de las diferentes alteraciones que pueden ocurrir, conllevan a la
proliferación y acumulo de placa bacteriana, ya que, dificultan la higiene del paciente,
además de formar zonas retentivas para la misma.
Müller y Pröschel (1994), citados por Stoll R. y cols. (2002); expresan que tanto el
sobrecontorno vertical como el horizontal del margen de la restauración, está íntimamente
relacionados con la degeneración periodontal, procesos inflamatorios y pérdida ósea, por lo
que tienen que ser evitados.
El contorno vertical correcto también influye en la estética del paciente, ya que
cuando se ubica a nivel subgingival deberá soportar la encía marginal de forma adecuada,
los perfiles de emergencia distintos influirán de diferente forma en el festoneado gingival
pudiendo provocar cambios de consecuencias estéticas relevantes.
El error más común relacionado con el contorno axial es la creación de una
curvatura o convexidad excesiva. Parkinson citado por Shillingburg (2000), refirió que las
coronas metal-cerámicas tenían un ancho en sentido vestíbulo-lingual de 0,71 mm mayor
que la de los dientes contralaterales no restaurados que servían de controles.
A lo largo de los años, se ha dado una importancia indebida al papel protector del
contorno axial de la región cervical. Como resultado de ello, los odontólogos y los técnicos
de laboratorio frecuentemente crean una curvatura donde no debería existir, situándolo
apicalmente en la región cervical. Este tipo de restauraciones sobrecontorneadas con
grandes convexidades favorecen la acumulación de restos de alimentos, de placa y a la
inflamación gingival en lugar de prevenirla. Mitchell C. y cols.(2001)
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Sackett y Guildenhuys citados por Shillingburg (2000); hallaron que la encía
alrededor de casi dos tercios de restauraciones sobrecontorneadas mostraban degradación,
inflamación y alteración de la morfología entre las 6 y 7 semanas después de la colocación
de la restauración; por esta razón se considera que es menos dañino subcontornear que
sobrecontornear.
1.3.- Restauraciones provisionales
La fabricación de una restauración provisional es de extrema importancia en el
tratamiento. Las restauraciones provisionales son necesarias para proteger el diente
preparado, reducir la sensibilidad de los muñones vitales y prevenir la migración del diente.
También son un instrumento para evaluar las consideraciones estéticas, fonéticas y
oclusales antes de la fabricación de la restauración definitiva. Lo más importante, es el
correcto contorno y adaptado del provisional que permita que el tejido periodontal se
mantenga sano. Se debe dedicar especial atención en el desarrollo de un correcto perfil de
emergencia tanto interproximalmente como en sentido bucolingual para permitir al paciente
mayor acceso al área para mantener la salud gingival. Gracis S. y cols (2001)
Según Jorgensen M. y Nowzari H. (2001), siempre que sea posible, la línea de
terminación de la restauración provisional debe ser lo más cercana posible al margen de la
restauración provisional. Tenemos que tomar en cuenta el contorno original de la unión
cemento esmalte cuando se realiza la preparación de un diente para una corona de
recubrimiento total con el fin de lograr que los márgenes resultantes estén en armonía con
la arquitectura ósea.
1.4.- Restauraciones Metal-Cerámicas
La restauración metal-cerámica consiste, en una capa de cerámica adherida a una
cofia de metal colado delgado que se adapta a la preparación del diente. Dicha restauración
combina la fuerza y el ajuste preciso de una corona de metal colado con el aspecto estético
de una corona cerámica. Shillingburg (2000).
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Debido a su resistencia, durabilidad y relativa fácil preparación, son el tipo de
restauración más utilizado tanto para coronas individuales como puentes fijos.
Para conseguir un buen resultado estético es necesario una adecuada reducción del
tejido, ya que, si la reducción del tejido es insuficiente pueden darse dos posibilidades: que
la restauración esté mal contorneada lo que afectara negativamente el efecto estético de la
corona y la salud de la encía adyacente o que el color y traslucidez de la misma no
coincida con los dientes adyacentes naturales. Shillingburg (2000).
En un estudio realizado por Guyer S. y cols. (1985), donde evaluaron la adaptación
de los márgenes en restauraciones metal cerámica comprobaron que la adaptación del
margen en metal-cerámica era significativamente superior al compararlo con coronas de
porcelana, ya que, en estas últimas presentaron márgenes abiertos principalmente en la
superficie lingual.
1.5.- Aleaciones sin contenido de metales nobles.
Este tipo de aleaciones pesan un 25% menos que las aleaciones nobles. Las cuales
al no contener metales nobles, deben presentar algún elemento metálico que tenga la
capacidad de “pasivarse”, que significa, la formación de una capa de oxido elevada en la
superficie resistente al desgaste, firmemente adherida al resto de la estructura y no soluble.
Macchi, R (2002).
La presencia de esta capa impide la corrosión del conjunto, permitiendo el uso de la
aleación en el medio bucal. Este fenómeno se puede observar en metales como aluminio,
cromo y titanio.
El módulo de elasticidad es mucho mayor que para las aleaciones de metales
altamente nobles y para las aleaciones de metales nobles. Se oxidan fácilmente a
temperaturas elevadas.
Las prótesis fijas realizadas con este tipo de aleación no serán tan fácilmente
flexibles. Una aleación que sea más resistente a la flexión prevendrá la fractura de la
porcelana.
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Entre las aleaciones no nobles encontramos: Aleación de Níquel-Cromo, Aleación
Berilio-Níquel y Aleación Cromo-cobalto. En esta investigación sólo se hará referencia a la
primera:
Aleación de Níquel-Cromo:
• Posee de 60 a 80% de Níquel y 12% a 20% de Cromo.
• El color de estas aleaciones es plateado brillante.
• El rango de fusión es superior a las aleaciones de oro por encima de 1.200 – 1300
°C y su densidad es la mitad de las aleaciones nobles (5-7 vs 13-14 g/cm3) lo que hace que
el colado sea más complicado.
• Mayor resistencia a la torsión.
• Baja conductibilidad térmica.
• Posee gran dureza y resistencia traccional.
• Son difíciles de pulir
• Se pueden perder los márgenes durante el pulido.
• Indicada en espacios amplios.
• Por su rigidez no necesitan ser tan voluminosas.
• La unión a la porcelana es muy buena.
• Son tóxicas y delicadas de manipular, ya que poseen Berilio.
• Módulo de elasticidad dos veces mayor que el oro. Macchi, R (2002)
Las aleaciones de níquel-cromo ofrecen una ventaja económica sobre las aleaciones
nobles, debido a que estas últimas poseen un alto contenido de oro.
1.6.- Restauraciones Sobrecontorneadas.
La corona anatómica del diente presenta convexidades vestibulares y linguales que
juegan un rol muy importante en la protección y estimulación de los tejidos de soporte. Las
convexidades son las zonas de mayor contorno y normalmente están localizadas en el tercio
apical de la cara vestibular y ligeramente más coronal en la cara lingual. Ehrlich J. y cols.
(1981).
Lo primero que se observa en una restauración es la forma de esta, es decir, su
contorno o silueta, por lo que debe ser la condición primaria que hay que cubrir. En
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segundo lugar se percibe el carácter opaco o brillante de la superficie y luego el color de la
restauración. Si todas estas consideraciones son tomadas en cuenta los objetivos estéticos se
han alcanzado. Rhoads, J y cols. (1988)
Las restauraciones sobrecontorneadas según Matthews D. y Tabesh M. (2004),
están asociadas a la gingivitis y pérdida de la inserción del tejido periodontal debido a la
capacidad de incrementar la retención de placa bacteriana y en muchas ocasiones este tipo
de restauraciones también puede invadir el espacio biológico. Gilmore y Sheiham (1971),
citados por el mismo autor presentaron radiografías interproximales donde había pérdida
ósea adyacente a dientes con restauraciones sobrecontorneadas.
De igual forma Jeffcoat y Howell (1980), citados por Padbury y cols (2001);
demostraron la severidad de la pérdida ósea ante restauraciones sobrecontorneadas basados
en una evaluación radiográfica de 100 dientes con sobrecontornos por restauraciones y 100
dientes sin sobrecontorno. La severidad de la pérdida ósea era directamente proporcional al
sobrecontorno.
Matthews D. y Tabesh M. (2004), expresan que al parecer no existe una relación
estadística entre la presencia de restauraciones sobrecontorneadas y la edad del paciente, lo
que significa que el sobrecontorno puede ser tan destructivo en un paciente joven como
adulto.
Pack y cols. (1990), citado por Padbury y cols (2001); estudiaron la prevalencia de
sobrecontorno de las restauraciones y su relación con el periodonto en 100 pacientes que
habían sido recientemente tratados. El 62% de las restauraciones presentaban
sobrecontornos y enfermedad periodontal, la cual también afectó los dientes adyacentes.
También encontraron que el uso de radiografías coronales y la exploración clínica
detectaban únicamente el 35% de los sobrecontornos de los cuales el 74% se observaron
sólo con el uso de radiografías y el 62% utilizando la exploración clínica.
En orden de minimizar la colonización bacteriana del surco por parte de
microorganismos asociados a la periodontitis es importante evitar el sobrecontorno y
reproducir los contornos originales del diente lo más cerca posible a la anatomía natural del
diente. Jorgensen M. y Nowzari H. (2001).
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Becker y Kaldahl (1981), opinan que los contornos vestibulares y linguales deben
ser planos usualmente de un ancho menor de 0.5 mm que la unión cemento esmalte y en las
áreas de furcas deben ser acanalados para facilitar la higiene oral.
Björn A. y cols. realizaron un estudio de la incidencia y el grado de exceso o déficit
del material restaurador y su relación con alteraciones a nivel periodontal. Una de las
observaciones que más llamaron la atención fue que alrededor de ¾ de la muestra
presentaron defectos a nivel de los márgenes de las restauraciones, el 55% de los defectos
fueron ≥ 0.2 mm. El exceso del material fue 20 veces más común que el déficit del mismo.
En cuanto a las consecuencias a nivel periodontal se aprecio una reducción de la altura ósea
relacionada al sobrecontorno. En aquellas zonas donde el exceso de material fue ≥ 0.3 mm
hubo una pérdida ósea altamente considerable, mientras que en defectos moderados ≥ 0.2
mm < 0.3 mm se presenta una pérdida ósea moderada.
El odontólogo antes y después del cementado debe evaluar cuidadosamente el
adaptado de la restauración, Assif D. y cols. (1985), exponen tres tipos de examen que se
deben realizar para determinar el adaptado, estos son: examen táctil mediante un
explorador, radiografías y toma de impresión con silicona. En un estudio comparativo de
los tres métodos pudieron confirmar que la técnica de impresión tuvo ventajas significativas
en detectar déficit del adaptado y sobrecontornos con respecto al uso del explorador y las
radiografías, y que entre estos dos últimos los resultados fueron similares. Sin embargo, es
recomendable poner en práctica todas las herramientas que tengamos a nuestro alcance para
detectar este tipo de alteraciones.
CAPÍTULO II
OBJETIVOS Y FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS
2.1- Objetivos de la Investigación.
2.1.1- Objetivo General:
Indagar el nivel de conocimiento que poseen los Odontólogos inscritos en la
Sociedad de Prótesis Estomatológica de Venezuela referente a la profundidad de tallado
para coronas anteriores de metal cerámica con aleación base de níquel-cromo.
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2.1.2- Objetivos Específicos:
Analizar las alteraciones del ancho vestíbulo-lingual en coronas anteriores de
metal cerámica con aleación base de níquel-cromo.
Evaluar el tallado realizado para la confección de coronas anteriores metal
cerámica con aleación base de níquel-cromo.
Señalar el espesor del metal utilizado en la confección de coronas anteriores
metal cerámica con aleación base de níquel-cromo.
Indicar el espesor de la porcelana utilizada en la confección de coronas
anteriores metal cerámica con aleación base de níquel-cromo.
2.2- Justificación del Problema.
Los contornos de las restauraciones son determinantes para preservar la salud
periodontal, cualquier defecto que se presente a este nivel puede traer como consecuencia
una serie de condiciones desfavorables al periodonto y por ende, provocar el fracaso de la
restauración.
Esta investigación se realizará con el fin de analizar la profundidad de tallado que se
realiza para coronas metal cerámica con aleación base de níquel-cromo en el sector
anterior, ya que, este es uno de los materiales más utilizados debido al menor costo y mayor
accesibilidad en Venezuela con respecto a otras aleaciones.
Es por esta razón que es fundamental que el odontólogo se mantenga actualizado a
través de revistas científicas, libros, congresos, cursos de ampliación , entre otros. Así pues,
este trabajo esta dirigido a aportar a los Odontólogos soluciones que contribuyan a
preservar la integridad del sistema masticatorio, la salud del periodonto, obtener mejores
resultados tanto estéticos como funcionales y evitar que dichas fallas sigan ocurriendo. En
consecuencia estos serán a su vez los beneficios que obtendrá el paciente al momento de
estar recibiendo un tratamiento odontológico.
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2.3- Hipótesis.
“Si el ancho vestíbulo-lingual de las coronas individuales es tomado en cuenta en el
diseño de la corona definitiva entonces no se presentarán alteraciones del contorno antes y
después del tallado”
2.4- Sistema de Variables.
Una variable según Vélez G. y Collazos M. (1997); “es toda característica o tributo
que presente variaciones de un sujeto a otro como sucede con la edad, la talla, el peso, el
diagnóstico médico, el estado de salud y otros”. (p. 94)
La variable independiente según Vélez G. y Collazos M. (1997) “es aquella que
puede ser manipulada por el investigador, tendiente a observar y medir la relación y efecto
en otra variable” (p. 96). En esta investigación la variable independiente corresponde a las
coronas anteriores de metal cerámica con aleación base de níquel-cromo, ya que en base a
ellas es que va a ser evaluada la cantidad de desgaste que realiza el odontólogo, el espesor
de los materiales y las alteraciones del contorno sin variar el tipo de restauración.
Vélez G. y Collazos M. ( 1997) definen una variable dependiente como “ el efecto
observable y medible como respuesta a una o más variables independientes. Se espera que
la variable dependiente aumente, disminuya o varié en forma sistemática con relación a los
cambios de niveles de la variable independiente” (p.96). La variable dependiente en este
estudio es la profundidad de tallado realizado por los odontólogos, ya que, dependiendo de
la cantidad de desgaste realizado por los mismos se podrá obtener el espacio necesario para
la colocación de la cerámica y el metal. En base al criterio de cada uno de ellos el desgaste
será mayor o menor lo que traerá como consecuencia posibles alteraciones del contorno
dentario.
Una variable interviniente según Vélez G. y Collazos M. ( 1997); “es una variable
hipotética, que no necesariamente se observa en forma directa en la investigación, pero que
afecta la relación entre la variable independiente y la dependiente” (p. 96). En esta
investigación las variables intervinientes son: la edad, el sexo y años de ejercicio en el área
de prótesis. Dichas variables no establecen una relación directa en la influencia de cada una
18
de ellas con el nivel de conocimientos de los odontólogos, sin embargo, nos permiten tener
una idea generalizada de cuál es la tendencia que existe por parte de los profesionales con
respecto al tema. Ver Anexo II.
CAPÍTULO III
MATERIALES Y MÉTODOS
3.1- Tipo y Nivel de investigación.
El tipo de investigación es de Campo, ya que, tal como lo señala Bautista (2004) “la
investigación de campo contempla el análisis sistemático de problemas con el propósito de
describirlos, explicar sus causas y efectos, entender su naturaleza y factores constituyentes”
(p. 34).
Esta investigación consiste en analizar la profundidad de tallado para coronas
anteriores de metal cerámica con aleación base de níquel-cromo en Odontólogos
pertenecientes a la Sociedad de Prótesis Estomatológica de Venezuela determinando la
causa de las fallas a nivel de los contornos dentarios que conllevan al fracaso de las
mismas. Para ello se realizara un cuestionario con el fin de indagar el dominio que el
odontólogo protesista tiene acerca de la profundidad de tallado y el manejo de los contornos
gingivales en coronas individuales y poder así demostrar por qué ocurren alteraciones a ese
nivel.
El nivel de la investigación es explicativa pues según Sabino C. (2002) “son
aquellos trabajos donde nuestra preocupación se centra en determinar los orígenes o las
causas de un determinado conjunto de fenómenos. Su objetivo, por lo tanto, es conocer por
qué suceden ciertos hechos, analizando las causales existentes o, al menos, las condiciones
en que ellos se producen” (p.44) En la investigación se determinará cual es la profundidad
del tallado y su relación con las alteraciones a nivel de los contornos dentarios de manera
que podamos conocer en donde se está fallando y el nivel de conocimiento que posee el
odontólogo con respecto a este problema.
19
3.2- Población y Muestra.
La población según Vélez G. y Collazos M. (1997) “es el conjunto o la totalidad de
elementos – personas, objetos – que tienen al menos una característica común susceptible
de estudio, observación o medición” (p.222). Población finita tal como lo expresa Vélez G.
y Collazos M. (1997) “es aquella que se puede limitar, como por ejemplo el número de
estudiantes en una escuela” (p. 222). En este trabajo la población corresponde a los 136
Odontólogos inscritos en la Sociedad de Prótesis Estomatológica de Venezuela que se
encuentran en el Área Metropolitana.
La muestra Vélez G. y Collazos M. (1997) la definen como “un subconjunto del
conjunto total o población. Según este enunciado, la muestra es una proporción del
universo y es representativa de dicho universo de acuerdo con el tipo de muestreo que se
utilice para seleccionarlo”. (p. 222).
El muestreo será de tipo probabilístico aleatorio simple. Probabilístico, ya que,
según Vélez G. y Collazos M. (1997) “este muestreo ofrece a todos los individuos o
elementos que conforman la población una misma probabilidad conocida de ser escogidos.
La probabilidad es determinada y no es igual a cero” (p. 224) y aleatorio simple el cual
Vélez G. y Collazos M. (1997) explican que “con este tipo de muestreo cada uno de los
elementos de la población tiene la misma e independiente probabilidad de ser seleccionado”
( p. 224).
El tamaño de la muestra será tomado según el criterio del profesor Tulio Ramírez
(2004) quien expresa que para que una muestra sea representativa se debe tomar el 30% de
la población. Teniendo en cuenta en este caso que el 100% está representado por 136
Odontólogos y necesitamos obtener el 30%.
Entonces si,
100% ________ 136 Se trabaja con una regla de tres y tenemos
30% _________ X que X es igual a:
X= 30 x 136 X= 4080 X= 40.8
100 100
20
La muestra estaría representada por 40.8 Odontólogos. Se tomara una muestra de 41
Odontólogos para trabajar con números naturales.
3.3- Técnicas e Instrumento de Recolección de Datos.
Según Vélez G. y Collazos M. (1997) la técnica se define como “el conjunto de
procedimientos que sirven a la ciencia” y el instrumento como “el equipo, el objeto, el
cuestionario, la prueba o formato construido, que sirve como medio para obtener los datos”
(p. 232).
La recolección de datos se realizará a través de un cuestionario. Vélez G. y Collazos
M. (1997) explican que “el cuestionario representa uno de los instrumentos científicos para
recolectar datos en forma sistemática. Se elabora con base en el problema planteado, por
consiguiente, guarda relación con el propósito, las preguntas o hipótesis, el diseño de la
investigación y con los objetivos de la misma” (p. 243).
En este trabajo de investigación, el cuestionario fue elaborado en base al problema
planteado. Dicho cuestionario consta de diez preguntas cerradas y una semi abierta. Una
pregunta cerrada según Vélez G. y Collazos M. (1997) “es aquella que ofrece al encuestado
respuestas preseleccionadas. Pueden ser dicotómicas que generan alternativas, por lo
general, opuestas o antagónicas como Sí o No y de múltiple escogencia las cuales son mas
flexibles y ofrecen varias alternativas de respuesta cuyo número se determina de acuerdo
con el estudio y objetivos de éste”. Una pregunta semi abierta según Vélez G. y Collazos
M. (1997) “es libre y permite al encuestado responder de forma espontánea. Permiten
clarificar preguntas cerradas, obtener razones con respecto a las preguntas específicas y
confrontar la confiabilidad de las respuestas”. En el cuestionario que se va a realizar se
presentan cinco preguntas dicotómicas, cinco de selección simple y una de múltiple
escogencia, orientadas para indagar el nivel de conocimiento que posee el odontólogo con
respecto a los contornos dentarios, su función y las características de tallado para coronas
anteriores de metal cerámica. Ver anexo I.
21
3.3.1.- Validación.
La validez según Vélez G. y Collazos M. (1997) “se refiere a la indiferencia
apropiada de acuerdo con el puntaje o evaluación obtenida por cada respondiente” (p. 268).
En este estudio, la validez del instrumento de investigación se realizó antes de la
aplicación del instrumento sometiendo el mismo al juicio de los expertos (se requiere un
número impar de expertos, mínimo tres), quienes evaluaron y certificaron para su
aplicación en la muestra piloto obtenida de la población.
La validación fue realizada por tres expertos: el Doctor Fernando Astorga –
Odontólogo Protesista, la Profesora María de los Ángeles Morales Pavia – Licenciada en
Educación mención Orientación Educativa y la Dra. Flor Ardila – Psicólogo. A cada uno de
ellos se les entrego una copia con el título de la investigación, el objetivo general y los
específicos, la operacionalización de las variables y del instrumento. Una vez evaluado el
instrumento cada uno de los expertos expresó sus observaciones, entre las cuales se
encuentran: especificar el tipo de selección de cada respuesta e identificar cada una de las
opciones con letras. Tales sugerencias fueron tomadas en cuenta y corregidas en el
instrumento, una vez realizadas las correcciones se verificó y constató que el instrumento
reunía las condiciones y características necesarias por lo cual fue aprobado. Ver anexo A
3.3.2.- Confiabilidad.
La confiabilidad según Vélez G. y Collazos M. (1997) se define como “la
estabilidad, consistencia, adecuación y poder predictivo de obtener similares resultados en
una segunda aplicación. En otras palabras expresa el grado con el que los puntajes o los
resultados se atribuyen a una fuente sistemática de varianza” (p. 269).
Para determinar la confiabilidad del instrumento de recolección de datos de esta
investigación, se aplicó una prueba piloto a catorce odontólogos que corresponden el 10%
de la población objeto de estudio. Luego se recopilaron las observaciones realizadas por los
encuestados, se realizaron los ajustes correspondientes al preámbulo del cuestionario y
posteriormente se aplicó el mismo a la muestra ya determinada.
22
3.4.- Técnica de Análisis de Datos.
Arias Fidias (1999) menciona lo siguiente: “… se describen las distintas
operaciones a las que serán sometidos los datos que se obtengan: clasificación, registro,
tabulación, entre otros dependiendo del caso.” (p.53). De tal forma que con el propósito de
alcanzar los objetivos de estudio y dar respuesta a las interrogantes que motivaron la
investigación, luego de aplicado el instrumento de evaluación, se procedió a ordenar,
clasificar, graficar mediante diagramas circulares e interpretar los datos obtenidos, avalados
con el conocimiento científico encontrado en la bibliografía consultada, y así presentar el
análisis y los resultados de esta investigación.
CAPITULO IV
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
De acuerdo con los resultados obtenidos en esta investigación se observó que la
mayoría de los encuestados se encontraban entre los 20 y 39 años de edad correspondiendo
ello a un 65% de los odontólogos inscritos en la Sociedad de Prótesis Estomatológica de
Venezuela, lo que nos sugiere que los odontólogos jóvenes muestran un amplio interés en
mantenerse actualizados y uno de los medios para lograrlo es mediante esta asociación.
El 35% restante se encuentran entre los 40 y 69 años de edad observándose menor
prevalencia a partir de los 60 años, esto nos da a entender, que a medida que el profesional
va adquiriendo mayor experiencia menor es su participación en este tipo de sociedades, sin
embargo, en esta investigación no se puede relacionar de forma directa el nivel de
conocimiento con la edad, ya que, la muestra no es lo suficientemente representativa para
ello; pero si nos refleja en cierta forma cual es la tendencia de los odontólogos en la
búsqueda de actualización.
Dentro de los odontólogos encuestados hubo un claro predominio de profesionales
del sexo femenino lo cual corresponde al 61%. Este resultado era de esperarse, ya que la
mayoría de los odontólogos en Venezuela corresponde al sexo femenino. Tal como se
expreso anteriormente no se puede determinar en forma directa la relación conocimiento-
23
edad, ya que, la muestra no es lo suficientemente representativa y no es el objetivo de esta
investigación.
En cuanto a los años de ejercicio en el área de prótesis un alto porcentaje
correspondió a odontólogos que tienen entre 1 y 9 años de ejercicio en el área,
correspondiendo al 59%, el 41% restante se refiere a los que tienen más de 10 años
disminuyendo gradualmente en la medida que aumentan los años. Estos resultados se
relacionan con los obtenidos en la edad, observándose un mayor porcentaje de odontólogos
jóvenes y/o con menos años de experiencia clínica, lo que corrobora el interés que
presentan estos profesionales en ser miembros activos de la Sociedad de Prótesis
Estomatológica de Venezuela y en mantenerse actualizados por medio de esta organización.
Tal como se explica en el capítulo I los contornos dentarios han sido ampliamente
analizado por diversos autores desde hace muchos años y estudiado por el odontólogo
desde los primeros años de su formación profesional; así lo demostraron los resultados
obtenidos en la presente investigación donde el 100% de los Odontólogos manifestaron
tener conocimiento acerca de los contornos dentarios de las coronas individuales, de los
cuales el 71% coincidieron en que es determinante para el éxito de la restauración el
mantener los contornos dentarios, sin embargo, el 29% no estuvieron de acuerdo, lo que
llama la atención, ya que tal como expresa Major, A. (1994) los contornos vestibular y
lingual logran alejar los alimentos de los bordes de la encía durante la masticación, las
superficies subcontorneadas pueden provocar la retención de alimentos, por esta razón para
conservar la salud gingival es sumamente importante la adaptación marginal y la higiene
bucal.
El 71% de los odontólogos que contestaron afirmativamente explicaron el por qué
de sus repuestas de la siguiente forma: el 30% de los odontólogos lo atribuyeron a la
conservación de la salud periodontal, el 21% a la estética, el 10% al adaptado marginal, el
7% a mantener la arquitectura gingival, el 5% a evitar el acumulo de placa, la retracción
gingival, respetar el espacio biológico y a conservar las papilas respectivamente, el 2%
correspondió a evitar el sobrecontorno, la inflamación, los subcontornos, la fractura de la
cerámica y la microfiltración marginal, por último, el 2% restante no contesto. Todas estas
repuestas son válidas y justifican el motivo por el cual los contornos dentarios deben ser
respetados, sin embargo, observamos que un alto porcentaje sólo consideran el mantener la
24
salud periodontal dejando a un lado la función y la estética. Por lo que, podemos asumir
que no se tiene suficientemente claro cuál es el rol que cumplen los contornos y todas las
consecuencias que se pueden presentar al haber una alteración de los mismos, conllevando
esto al fracaso de la restauración.
Por otra parte de los odontólogos que respondieron de forma negativa el 54% no
justificaron sus repuestas, el 23% consideran que es muy difícil reproducir el contorno
original del diente, el 15% creen que es subjetivo y el 8% manifestaron que ello depende
del largo de la corona clínica. Se observó que un alto porcentaje (54%) no explico el por
qué de su respuesta, lo que nos hace suponer que el profesional no lo contestó por falta de
tiempo o de conocimiento del tema. Estos resultados confirman lo anteriormente expresado,
que la mayoría de los profesionales subestiman el valor que tiene el mantenimiento de los
contornos dentarios para el éxito y la longevidad de la restauración, aunque, sin bien es
cierto tal como contesto el 23% dichos contornos no son fáciles de reproducir, esto no
significa que no deben ser valorados, respetados ni contemplados desde el inicio del
tratamiento. He aquí donde radica la importancia de la colocación de restauraciones
provisionales, las cuales nos permiten evaluar la estética, fonética, el perfil de emergencia,
la ubicación de la línea de terminación, el manejo de los tejidos blandos, la oclusión, entre
otros, con la finalidad de cumplir con todas estas condiciones y reproducirlas en la
restauración definitiva.
En relación a cómo pueden afectar los contornos dentarios de las coronas
individuales el 38% de los Odontólogos respondieron a nivel periodontal y estética, el 20%
en la estética, el 10% a nivel periodontal y el otro 10% a la estética – función, sólo el 22%
de los odontólogos consideran que la estética, la función y el periodonto se ven afectados al
existir alteraciones de los contornos lo que concuerda con lo postulado por Major, A.
(1994), que la forma de los dientes es compatible no sólo con la función que realizan sino
también con su posición y orden en las estructuras que participan en la conducta motora
bucal, especialmente en la masticación, asimismo al estar afectada la función y
comprometida la salud periodontal vamos a tener como consecuencia cambios importantes
a nivel de la estética, por lo que, estas 3 consideraciones deben ir de la mano al momento de
realizar una restauración. Estos resultados se relacionan con los de las preguntas anteriores,
ya que nos sugieren que no están claros cuales son los objetivos que deben cumplir los
25
contornos de una corona, lo que nos demuestra que existe una alta tendencia a la creación
de sobre y/o subcontornos de las restauraciones protésicas.
Al hacer un análisis de la cantidad de desgaste realizado en sentido vestíbulo-lingual
para corroborar lo anteriormente expuesto, se observó que el 32% de los odontólogos
realizan un tallado de 1.5 mm de profundidad, seguido por 2 mm el 24%, 1.3 y 1 mm el
22% respectivamente. Es importante recordar que la reducción debe estar representada por
el espesor necesario para la resistencia y desarrollo estético de la restauración. Castellani
(1996) expresa que en una prótesis metal-cerámica que desee ser también estéticamente
válida a nivel marginal, el espacio necesario para los diversos materiales de restauración se
encuentra entre 1,2-1,5 mm.
Si se desea obtener una restauración estética se debe realizar el desgaste adecuado
para tal fin, ya que de no ser así se podrá apreciar una restauración mal contorneada que
afectara negativamente el efecto estético de la corona y el color de la encía no coincidirá
con los dientes adyacentes naturales. Shillingburg (2000).
En el caso de los incisivos centrales superiores con una considerable convergencia
de la corona clínica (desde la vista vestibular) requieren mayor profundidad de reducción
durante la preparación dentaria que aquellos cuya convergencia es menor.
Según Kois, J. (1998) la reducción vestíbulo-lingual ideal para una corona metal-
cerámica debe ser entre 1.2 a 1.5 mm. Según los resultados obtenidos el 54% maneja estas
profundidades, sin embargo, se destaca que el 24% profundiza 2 mm y el 22% 1 mm, lo
que sugiere que el 46% pudiera estar confeccionando coronas con alteraciones de contorno,
tanto de sobre como subcontorno.
La línea de terminación más utilizada por estos profesionales fue el hombro con un
32%, seguido del chaflán y filo de cuchillo con un 24% respectivamente y el hombro
biselado con un 20%. El Hombro recto es la línea de terminación más comúnmente
utilizada, ya que, es fácil de visualizar por el técnico y permite el espacio necesario para el
metal y la porcelana. Sin embargo, el chaflán igualmente garantiza la reducción apropiada
para los espesores de los diferentes materiales de restauración, especialmente para las
prótesis de metal-cerámica, pero su ejecución es complicada, Castellani (1996). Tanto el
Filo de cuchillo como el hombro biselado no son ideales para este tipo de restauraciones,
debido a que, no garantiza una reducción suficiente para ambos materiales de restauración
26
en la zona del margen, lo que conlleva a la presencia de un collar metálico que compromete
la estética. Castellani (1996)
Goodacre C. y cols. (2001) concluyen que la selección de una línea de terminación
para una corona metal-cerámica no debe basarse en el adaptado marginal sino en las
preferencias personales, estéticas y en la facilidad de la preparación.
Al relacionar estos resultados con los de la pregunta referente a la profundidad del
desgaste, observamos que un 54% maneja la cantidad de desgaste correcta así como el 56%
utiliza las líneas de terminación ideales. Sin embargo, el 46% realiza desgastes ineficientes
y el 44% utiliza líneas de terminación inadecuadas para este tipo de restauraciones, esto
demuestra que existe un porcentaje elevado de odontólogos que no están contemplando la
calidad de los contornos dentarios en las restauraciones que realizan, lo que nos sugiere que
tales restauraciones presentan alteraciones de contorno importantes que pueden
comprometer el éxito de la restauración.
En cuanto a la ubicación de las líneas de terminación el 44% de los Odontólogos
prefirieron la colación subgingival, el 34% a nivel de la encía y el 22% supragingival.
Existen muchos estudios en donde se ha relacionado la presencia de inflamación alrededor
de las coronas con márgenes subgingivales con respecto a aquellas con márgenes
supragingivales. Sin embargo, por diversas razones ya expuestas en esta investigación es
inevitable la ubicación del margen subgingivalmente. Nevins y Skurow (1984) indican que
no existe razón aparente para extender el margen de la restauración más de 0.5 a 1 mm de
la cresta gingival ni se debe interrumpir el epitelio de unión o la inserción del tejido
conectivo durante el tallado y toma de impresión; en la medida que esto se realice se podrán
evitar cambios en la altura de la cresta alveolar y migraciones apicales.
Según Goodacre y cols. (2001) siempre que las líneas de terminación estén lo más
alejadas del margen gingival serán menos dañinas para el periodonto, por lo que, en este
tipo de restauraciones lo ideal es mantener el margen al ras de la encía. Es importante
destacar que previo a la selección del tipo de restauración que se va a confeccionar es
necesario realizar una evaluación periodontal del paciente, ya que de acuerdo a la condición
que éste presente se evaluara donde se puede ubicar el margen sin causar ningún tipo de
daño a los tejidos. Tal es el caso de aquellos pacientes con problemas periodontales que
27
bajo ningún concepto se deben colocar los márgenes de la restauración a nivel subgingival
debido a que esto comprometería su situación.
En referencia al espesor del metal en este caso níquel-cromo el 37% utiliza 0.5 mm,
el 27% 0.3 mm, el 12% 1 mm, el 10% 1.5, el 7% 0.7 mm y el 7% 2 mm. Según Castellani
D. (1996) el metal para una corona metal-cerámica requiere un espesor mínimo de 0.5 mm.
Sin embargo, existen situaciones en las que se requiere menor espesor, por lo que, se puede
llegar a manejar hasta 0.3 mm como espesor mínimo mediante la reducción con fresas.
Al evaluar el espesor mínimo utilizado para la cerámica nos encontramos que el
33% de los Odontólogos encuestados utilizan un espesor para la cerámica de 1 mm, el 20%
de 2 mm, el 17% de 1.5 mm, el 15% de 0.7 mm, el 10% de 2.5 mm y el 5% de 0.5 mm. En
estudios realizados por Przybylska y Seghi citados por Goodacre C. y cols. (2001) se
demostró que al menos 1 mm de espesor de porcelana era necesario para reproducir el color
deseado. En uno de dichos estudios se concluyó que un espesor entre 1.4 a 2 mm eran
indispensables para lograr óptimas características estéticas. Por lo que, espesores mayores o
menores a estos no están indicados debido a que podrían traer como consecuencia fractura
de la porcelana y pobre estética.
Al relacionar los porcentajes obtenidos en las preguntas 7, 10 y 11,con la
bibliografía donde se hace referencia a la profundidad del tallado y el espesor de cada uno
de los materiales podemos observar los siguientes aspectos :
En la pregunta nº 7 el 54% respondieron correctamente, 1.3 y 1.5 mm de
profundidad de tallado, ambas respuestas están avaladas por la literatura, y un 46%
respondió de forma incorrecta.
En la pregunta nº 10 el 51% respondió 0.3 y 0.5 mm de espesor para el
metal, ambas respuestas son correctas. El 49% respondió erróneamente.
En la pregunta nº 11 el 56% respondieron 1, 1.5 y 2 mm, siendo
cualquiera de las tres válidas. El 44% no acertó.
Al analizar estos resultados podemos destacar que los porcentajes de las respuestas
correctas en cada una de las preguntas son muy similares (54%, 51% y 56%), la
discrepancia que se observa entre ellos puede ser atribuida a varias situaciones, entre las
cuales tenemos: que el odontólogo no prestó la debida atención a las preguntas y sus
respectivas respuestas o no posee el conocimiento acerca del tema.
28
Cuando observamos todos los porcentajes obtenidos de respuestas incorrectas y los
relacionamos entre sí, podemos determinar que existe un elevado número de odontólogos
que no poseen el suficiente conocimiento o no tienen claros los conceptos básicos en este
tema. Ver Anexos III – XV.
CAPÍTULO V
CONCLUSIONES
De acuerdo a la investigación realizada y a los resultados obtenidos en el
cuestionario con el fin de alcanzar los objetivos preestablecidos, se pueden concluir los
siguientes aspectos:
El 100% de los odontólogos manifestaron tener conocimiento acerca de los
contornos dentarios.
El 29% no estuvieron de acuerdo de que los mismos son determinantes en el éxito
del tratamiento, lo que demuestra que no poseen el nivel de conocimiento adecuado
en referencia al tema, ya que, el 54% de los mismos no explico el por qué de su
respuesta. El 71% restante si coincidieron, sin embargo, al explicar el por qué,
observamos que un alto porcentaje sólo consideran el mantener la salud periodontal
dejando a un lado la función y la estética. Por lo que, podemos asumir que no se
tiene suficientemente claro cuál es el rol que cumplen los contornos y todas las
consecuencias que se pueden presentar al haber una alteración de los mismos.
Sólo el 22% de los odontólogos consideran que la estética, la función y el
periodonto se ven afectados al existir alteraciones de los contornos dentarios de las
coronas.
Al relacionar los resultados obtenidos en referencia a la preparación dentaria,
observamos que el 46% realiza desgastes insuficientes y el 44% utiliza líneas de
terminación inadecuadas para este tipo de restauraciones, esto demuestra que existe
un porcentaje elevado de odontólogos que no están contemplando la calidad de los
29
contornos dentarios en las restauraciones que realizan, lo que nos sugiere que tales
restauraciones presentan alteraciones de contorno importantes, principalmente,
sobrecontorno que pueden comprometer el éxito de la restauración.
En cuanto a la ubicación de las líneas de terminación el 44% de los Odontólogos
prefirieron la colocación subgingival.
Cuando evaluamos los porcentajes obtenidos en las preguntas en donde se hace
referencia al espesor del metal y la cerámica podemos destacar que el 49% y el 44%
respectivamente, respondieron de forma incorrecta lo que nos da a entender que
están utilizando espesores mayores o menores a los que están indicados para
coronas metal cerámica.
En este estudio llegamos a la conclusión de que un 46% de los odontólogos no
tienen claro los conocimientos básicos en relación a las preparaciones dentarias y no
le dan la importancia que merecen a los contornos dentarios, razón por la cual, día a
día en nuestra consulta seguimos recibiendo pacientes con restauraciones
defectuosas, donde en la mayoría de los casos son coronas con alteraciones del
contorno afectando claramente la salud periodontal, la estética y la función, errores
que pueden ser fácilmente evitados si se hace un correcto examen clínico y se tienen
presentes los principios fundamentales de la Prostodoncia que son estudiados desde
los inicios de nuestra profesión.