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Richard Martínez
13-3158
12/06/2015
2015Ciencia, Tecnología y Sociedad en los países de desarrollo
CIENCIA, TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO
OBJETIVOS BÁSICOS DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO
Tanto la ciencia como la tecnología
utilizan el método científico ya que
todo conocimiento científico debe ser
verificable, las demostraciones se
hacen sobre la base de un
experimento o experiencia, el resultado invalida o confirma la hipótesis.
La ciencia es el fundamento de la tecnología. Cuando un ser humano se propone
alcanzar un nuevo objetivo que implique un desarrollo tecnológico busca en los
conocimientos de la física, de la química, de la biología. Muchas veces ese
desarrollo tecnológico significa poner en práctica los conocimientos científicos y al
hacerlo generan nuevos conocimientos, en ese punto la ciencia y la tecnología
parecen mezclarse y funcionar muy juntas una de la otra.
La ciencia construye el conocimiento... la tecnología, lo aplica...
Cinco factores de vinculación entre la ciencia, tecnología y el
desarrollo
1. Apropiación social de la ciencia y la tecnología: Debe fomentarse el estudio
de la ciencia en todos los niveles de aprendizaje
2. Generación de conocimiento y educación: Si se quiere que la educación
forme ciudadanos con capacidad de comprender, la única vía posible es la de
asegurar una estrecha relación entre la educación como proceso de aprendizaje y
la investigación como proceso de generación y adaptación de conocimiento.
Sagan, Carl: "Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología, y
en la que nadie sabe nada de estos temas."
3. Ciencia, tecnología y producción: el conocimiento en sus múltiples formas es
el componente más importante de lo que los economistas han llamado el factor
residual para explicar el crecimiento económico, más allá del papel que
desempeñan los factores clásicos de producción como el capital, la tierra y el
trabajo.
4. Conocimiento, cambio social y desarrollo del ciudadano: La generación de
conocimiento no se refiere solamente al mundo natural sino al humano.
5. Ciencia, desarrollo sostenible y diversidad biológica y cultural: Creación de
un nuevo paradigma, el desarrollo sostenible, a través del cual se busca hacer
compatibles las necesidades del desarrollo socioeconómico con la conservación
del medio ambiente para garantizar a largo plazo la calidad de la vida a futuras
generaciones.
Apropiación social de la ciencia y la tecnología
Desde la Antigüedad clásica hasta nuestros días el camino del ser humano ha
recorrido un trayecto marcado por el descubrimiento de parcelas en la realidad. Ya
en su Metafísica decía Aristóteles que "el ser humano tiende por Naturaleza al
saber". Pues bien, es innegable que hoy en día la ciencia y la tecnología ocupan
un lugar primordial en ese "desvelamiento" del mundo y todo ello marcado por el
afán que siente el ser humano hacia el conocimiento. Esta afirmación no está
exenta de matices, ya que en la sociedad actual, caracterizada por la transmisión
de información, puede llegar a confundirse la acumulación de datos con la
posesión de conocimiento. Por ello, en la introducción de Apropiación social de la
ciencia, los editores López Cerezo y Gómez González subrayan la necesidad de
"más y mejor conocimiento": se trata de mejorar la calidad del conocimiento, ya
que más información no nos hace más sabios (la noción de sabio, sofós, lleva
implícitos unos presupuestos éticos y morales que no viene al caso analizar aquí).
La afirmación aristotélica establece una relación muy estrecha entre ser humano y
conocimiento. Dicha relación se da como constante en el libro: es primordial en él
el papel que ocupa el sujeto cognoscente. Y es que, en las tres partes en las que
se divide la obra (a saber, la cultura científica, la comunicación social de la ciencia
y la tecnología y la participación ciudadana), el ser humano aparece como actor
principal del escenario que aquí se dibujará.
Dicho ser humano puesto en colación no será un sujeto individualista y aislado,
sino que se tratará de un ser social, definido por las interrelaciones con otros
sujetos y con el
Huxley, Thomas Henry : "Es un hecho que el hombre tiene que controlar la ciencia y chequear
ocasionalmente el avance de la tecnología."
propio mundo en el que vive. Tampoco se trata de una sociedad cualquiera sino
que, para que se dé un mundo en el que los individuos puedan tomar parte de las
decisiones de los proyectos científicos y tecnológicos, surge la necesidad de un
mundo elástico, por sociedades abiertas, que acoja en su seno la diversidad que
va implícita en los diferentes actores que interactúan en él. Este es el ideal por el
que aboga Mario Toboso en su artículo "Cultura científica y participación de las
personas con discapacidad en materia de ciencia y tecnología", incluido en la
sección del libro dedicada a la participación en ciencia y tecnología.
En el mundo que dibujan los diversos autores de los trabajos incluidos
en Apropiación social de la ciencia se hace necesaria la interactuación de diversos
actores. Así, por caso, los medios de comunicación ocupan un papel muy
importante en la comunicación de la ciencia, tal como lo manifiesta Bruce V.
Lewenstein en su artículo "Del fax a los hechos: la comunicación en la saga de la
fusión fría". En este trabajo se demuestra que, en muchos casos, el exceso de
comunicación puede dar lugar a inestabilidad en los procesos científicos; la
comunicación no siempre es lineal, sino que se establecen entrelazamientos de
relaciones entre los diversos medios de comunicación y los distintos actores que
toman parte de la práctica científica. Con las nuevas tecnologías de los medios de
comunicación, en palabras del propio autor, "se gana velocidad a coste de la
estabilidad".
Tampoco el tema de la alfabetización de los ciudadanos queda fuera de este
entramado. En el trabajo "Percepciones, imaginario y apropiación social de la
ciencia y la tecnología: comparaciones entre España, la Unión Europea y Estados
Unidos", los autores José Mª García Blanco y María Eugenia Fazio, con la ayuda
de las encuestas de FECYT (2005), Eurobarómetro (2005) y National Science
Foundation (2006), ofrecen un panorama del papel que el conocimiento científico y
tecnológico ocupa en dichas sociedades. Según los autores el escenario no es
muy alentador, ya que el interés de la sociedad (en especial la española) en temas
de ciencia y tecnología es muy bajo. La principal causa de este desinterés reside
en que los propios ciudadanos se consideran como incompetentes en la materia y
les despreocupa la temática. El desinterés no es incompatible con la percepción
positiva que la mayoría de la sociedad española tiene de la ciencia y la tecnología.
Se cree, en general, que el progreso científico y tecnológico ayudará a fomentar el
bienestar en la sociedad y hará más cómoda la vida; esta percepción positiva se
matiza con un "componente crítico" asociado a los riesgos que se perciben en los
usos militares de la ciencia y la tecnología, así como sus posibles efectos
perniciosos sobre el medio ambiente.
El modelo del déficit cognitivo sufre un giro en el artículo de Marta I. González
García y
Bradley, Omar : "Si continuamos desarrollando nuestra tecnología sin sabiduría o prudencia,
nuestro sirviente podría convertirse en nuestro verdugo"
Rebeca Ibáñez Martín, titulado "Conocer, creer y comprar: el papel del
conocimiento científico en las actitudes hacia los alimentos funcionales y el medio
ambiente".
En palabras de las propias autoras, "el déficit ya no está en el conocimiento del
público, sino en los propios expertos o en la confianza que los ciudadanos tienen
en ellos y en las instituciones, organizaciones o compañías que distribuyen la
información científica". En este artículo se tratan aspectos tan interesantes como
la biomedicalización que se está dando actualmente en la vida cotidiana y la
responsabilidad moral que está tomando la salud individual -la cual se transforma
en prácticas de consumo que marcan un estilo de vida-. El auge del consumo de
alimentos funcionales y productos ecológicos viene dado, en muchos casos, por la
crisis ecológica y medioambiental, lo cual es aprovechado por las empresas para
transformarlo en beneficios económicos. Las autoras concluyen que este interés
por los alimentos funcionales o los productos ecológicos no siempre es precedido
por un aumento del conocimiento sobre los problemas que se pueden dar en la
salud o el medioambiente, sino que un factor muy importante son las fuentes que
transmiten la información, las cuales tienen que ser receptoras de la confianza del
público.
El libro de López Cerezo y Gómez González describe un mundo en el que
nociones como las de ciudadanía, gobernanza, expertos, legos, conocimiento,
participación, ciencia y tecnología se encuentran íntimamente relacionadas,
aunque no sin problemas. La presente reseña ha intentado realizar un breve
recorrido a través de la obra, procurando, de paso, incitar al lector a aproximarse a
la variedad y actualidad de la temática que se despliega a lo largo de sus páginas.
La lectura de Apropiación social de la ciencia y la reflexión sobre los temas que
aborda resultan altamente recomendables para quienes deseen comprender la
actualidad y el papel que nos corresponde, como ciudadanos, en ella.
Generación de conocimiento y educación
En la llamada sociedad del conocimiento existe una profunda contradicción entre
conocimiento y sabiduría, entre desarrollo científico-tecnológico y bienestar social.
se presenta incapacidad para resolver la pobreza, la marginación y la desnutrición,
las muertes infantiles y la degradación ambiental. La educación juega un papel
preponderante para la orientación de la sociedad hacia un desarrollo humano
sostenible. Para que una sociedad pueda tener un rol protagónico dominado por el
conocimiento y resolver sus contradicciones debe considerar el sistema educativo
como el motor y factor de dinamismo.
Osho: "La vida no es una tecnología, ni una ciencia. La vida es un arte, has de sentirla. Es como el
caminar por una cuerda floja"
Las instituciones académicas deben estar preparadas para tener sensibilidad,
adelantarse a su tiempo y tener capacidad para gestionar los cambios necesarios
para construir una sociedad cada vez más justa y sensible a sus problemas.
En la actual sociedad del conocimiento, investigar y educar se convierten en
profesiones de alta valoración social. En la sociedad del conocimiento se requiere
de personas más y mejor capacitadas para la apropiación y la generación del
conocimiento.
Para Amaya el conocimiento es fundamento para edificar un país con capacidad
para enfrentar los problemas y los retos del futuro.
La construcción de ciudadanía y por lo tanto de sociedad civil tiene en la formación
y en conocimiento sus insumos básicos.las exigencias que deben afrontar las
instituciones educativas que de respuesta a las demandas para desarrollar y
potenciar las capacidades individuales y colectivas. Estimular el conocimiento.
Políticas de ciencia y tecnología
En primer término, se asume que la ciencia y la tecnología poseen claras
funciones económicas asociadas a la generación de externalidades positivas para
la sociedad. Es decir, el conocimiento generado mediante la investigación
científica y tecnológica posee atributos de bien público que tienen el potencial de
mejorar la calidad de vida de la sociedad, o simplemente ofrecer respuestas y
soluciones de naturaleza tecnológica a problemas productivos, de salud,
educacionales, del medio ambiente o de conocimiento sobre algún campo o
ámbito de la naturaleza.
En todo caso, se trata de valores de uso y de no-uso del conocimiento científico y
tecnológico. Por tanto, dado el potencial de generación de bienes públicos en la
forma de externalidades positivas, la sociedad opta por incentivar la actividad
científica y tecnológica, creando las condiciones básicas para su desarrollo, en
términos de infraestructura, programas de investigación y formación de
investigadores.
En el caso de la investigación y desarrollo (I+D), la misma se encuentra
directamente asociada al nivel de productividad y competitividad de las firmas en
la forma en que utilizan el conocimiento para producir innovaciones que se
traducen en nuevos y/o mejores productos, bienes y servicios. Por tanto, las firmas
tienden a jugar un rol predominante en el financiamiento de las actividades de I+D,
por cuanto constituyen la base de la mejora continua, y sobre todo, de la
competitividad de los sectores productivos
Cervantes, Miguel de : "Ninguna ciencia, en cuanto a ciencia, engaña; el engaño está en quien no
sabe."
con niveles medianos e intensivos en el uso del conocimiento.
Actualmente, la distinción entre inversión en ciencia y tecnología e I+D, se hace
difusa en algunos ámbitos en los que la investigación básica está profundamente
asociada a la generación de nuevos productos, bienes y servicios, como lo son los
sectores de la biotecnología, la nano-tecnología, la genómica y proteómica, entre
otros.
Por supuesto, el desarrollo dinámico de sectores productivos intensivos en el uso
del conocimiento requiere de cierto nivel de desarrollo de los mercados de
capitales, que en la forma de inversión de riesgo, muestran las preferencias
reveladas del sistema económico por la investigación y desarrollo que conduce a
la innovación tecnológica-productiva y a la competitividad.
En el caso de Iberoamérica, y particularmente América Latina, la baja inversión
relativa en I+D puede ser un indicador interesante de varios aspectos de la brecha
general de desarrollo de la región: la baja competitividad relativa de la región,
comparada con otras regiones emergentes; los niveles de volatilidad del
crecimiento económico y el limitado avance en la lucha contra la pobreza y la
exclusión social.
Lo anterior implica que el potencial innovador de la inversión en I+D, así como su
impacto económico y social se ve seriamente limitado por una sobre participación
pública, que si bien puede ser conveniente en el corto plazo, requiere de una
paulatina y sistemática reorientación hacia el incremento de la participación
privada, promoviendo de esta manera más confianza entre los agentes
económicos, una cultura de inversión de riesgo, más innovaciones en los sectores
económicos estratégicos y un mejor posicionamiento general de las economías
regionales.
También pone de manifiesto fallas de mercado en las economías latinoamericanas
que limitan tanto la participación como el impacto de las actividades de I+D en la
estructura social y económica de la región, como son: (i) las bajas condiciones de
apropiación y difusión del conocimiento y (ii) los niveles de riesgo asociados a la
inversión en I+D. Es decir, debido a las bajas condiciones de apropiación del
conocimiento especializado requerido para actividades de I+D, el retorno de la
inversión privada en actividades de I+D es más bajo que su retorno social, por lo
que la inversión de las firmas tenderá a ser menor que el nivel social óptimo que
se requiere.
En consecuencia, dependiendo de las circunstancias nacionales, los incentivos
fiscales y
Aristóteles: "El fin de la ciencia especulativa es la verdad, y el fin de la ciencia práctica es la acción
"
otros instrumentos de estímulos pueden ser una herramienta eficiente para
incrementar la participación privada en actividades estratégicas de I+D en la
región.
En el caso de la República Dominicana, se carece de mediciones apropiadas, que
permitan estimar el grado de inversión en I+D como parte del PIB. De acuerdo a
estimaciones realizadas por el equipo de la Universidad de la Coruña, en el marco
del Proyecto de Políticas Tecnológicas (INPOLTEC II), en el caso dominicano se
llegó a la conclusión de que la inversión en I+D para 2003 era inferior al 0.06% del
PIB, apreciación que tiene que ser asumida con reservas, debido a la limitada
cobertura metodológica del estudio. No obstante, tomando en cuenta la inversión
pública realizada en los últimos años en iniciativas como los Centros Tecnológicos
Comunitarios realizados por el INDOTEL, el Despacho de la Primera Dama e
inversiones como el Parque Cibernético de Santo Domingo, la estimación puede
arrojar resultados modestos con respecto al PIB.
La inversión sistemática en áreas especificas de I+D ha dado un paso significativo
con las convocatorias anuales de proyectos realizadas por el Fondo Nacional de
Innovación y Desarrollo Tecnológico (FONDOCYT), el cual se puso en vigencia
por primera vez en 2009, con la aprobación de treinta y cuatro (34) proyectos, con
una inversión de 213 millones de pesos en las áreas de Biotecnología, Ciencias
Básicas, Energía, Medio Ambiente-Recursos Naturales (MESCYT, 2009).
No obstante estos limitados esfuerzos, persiste una seria desarticulación entre la
política de investigación y desarrollo con la política económica orientada a un
mayor nivel de crecimiento económico y competitividad, así como con las políticas
sociales encaminadas a promover el bienestar y desarrollo humano, lo que pone
de manifiesto el tamaño de la brecha en ciencia y tecnología en la República
Dominicana, así como la magnitud del desafío que supone la implantación de este
tipo de política.