Cómo Ser Sabios Frente a Las Ofensas

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Es un Bosquejo de una reflexión bíblica, puede ser útil para ampliar la perspectiva del 2º libro de Samuel, capitulo 16.Elaborado por Henry Andres Tovar Rozo

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¿Cómo ser Sabios frente a las ofensas?

2 Samuel 16:5-14

Les confieso que me encuentro muy emocionado, el tener esta oportunidad de compartir la palabra con ustedes, es un tema que de verdad me emociona, no puedo describir con exactitud que emociones estoy experimentando, porque es una mezcla de nervios, alegría, susto, pasión… lo único que puedo reconocer con claridad es que estoy muy emocionado.

Pero algunos días atrás mi experiencia fue totalmente diferente. Dios sabe que este tema de la predicación y el estudio responsable de la biblia, es un asunto que me apasiona en gran manera, y por lo tanto estaba muy entusiasmado estudiando el texto que iba a compartir con ustedes hoy… Pero un día, escuche una conversación que no debí escuchar; yo estaba solo en mi oficina y había dejado la puerta abierta, enseguida en la oficina de secretaría estaba el Pastor Elías conversando con una persona, para mí era inevitable escucharlos, pues estaban muy cerca. De repente en esa conversación el Pastor hace una pregunta: ¿Cómo le ha parecido la dinámica de la Escuela de formación los miércoles? Y esta persona con mucho ímpetu, dijo “me ha parecido espectacular, ha sido una experiencia maravillosa, realmente me alegro escuchar esa respuesta; pero esta persona continuo diciendo, palabras más, palabras menos, lo siguiente: porque la verdad pastor, los Miércoles para mí se han convertido en algo muy aburridor. Fue inevitable que esta expresión llamara mi atención y el pastor igual de sorprendido le pregunta ¿Cómo así y porque? Y esta persona responde: lo que pasa Pastor es que el Miércoles se está convirtiendo en el espacio para poner a dirigir la alabanza al menos experto, para poner a predicar a los que apenas están aprendiendo, entonces es muy maluco, porque no saben, ¡no lo hacen bien! y que pereza, la verdad eso se volvió muy aburridor… el pastor sin salir de la sorpresa obviamente trataba de persuadirlo y hacerlo pensar diferente, pero él seguía insistiendo que él estaba acostumbrado a lo bueno, decía: porque usted pastor Elías, es un excelente predicador y la verdad solo quiero escucharlo a usted y a su experiencia, o a alguien inteligente como usted, decía: yo no estoy dispuesto a comer maluco y comida de principiantes, refiriéndose a la predicación. Y como si fuera poco empezó a decir que no le gustaba sino como él dirigía las oraciones de las mañanas y consideraba que los otros que la dirigían lo hacían dormir, porque consideraba que no saben orar, y entre otras cosas más le dijo, “Pastor, enséñeles a orar, porque de verdad oran muy maluco”

Cabe resaltar que esta persona nunca menciono mi nombre, y la verdad tampoco yo escuche que el mencionara a alguien en particular, pero yo si sabía de quienes estaba hablando y lo peor, sabía que seguramente yo estaba involucrado en ese grupo. Porque yo he dirigido en algunas ocasiones las oraciones de la mañana y porque sabía en ese entonces que yo iba a compartir la palabra hoy con ustedes, y entonces yo me iba a convertir en una razón más para que a esta persona quien es mi hermano en la fe, los miércoles le parezcan aburridos.

Desde ese momento el entusiasmo por estar acá parado frente a ustedes compartiendo la palabra, se me fue al piso y la pasión con la que estaba preparando esta reflexión, había desaparecido, yo ya no quería predicar hoy, yo decía: ¿con que sentido voy a incomodar a la gente con mi predicación? “ellos solo quieren escuchar al Pastor Elías”, tal vez no estoy

preparado, debo esperar un tiempo más para poder hacerlo mejor, ¿será que yo oro maluco y soy muy aburridor? Noooo, si yo oro maluco, entonces predico peor.

Yo había permitido que estas palabras tuvieran mucho protagonismo en mí en estos días y aunque yo se que la intención de la persona no era ofenderme, ni incomodarme, en ningún momento me menciono y es mas el creo que ni supo que yo había escuchado. A pesar de todo esto, estas palabras habían sido un golpe bajo para mi, repito siempre tuve claro que la intención de su corazón nunca fue atacarme, pero sus palabras me habían golpeado muy fuerte, me habían desanimado, ya no quería continuar, estas palabras fue como si me estuvieran lanzado piedras.

¿Alguna vez le ha pasado algo similar a usted? Que usted está a punto de emprender algo que le apasiona, pero llegan a su oído algunas palabras que lo hacen claudicar?

O usted ya lleva haciendo algo algún tiempo con mucha pasión, hasta que escucha una ofensa, una palabras descalificadoras o una actitud de desprecio y usted ya no lo quiere hacer más?

Mientras reflexionaba y luchaba conmigo mismo, entendí que Dios había permitido que yo escuchara estas palabras con una intención especial y que como una de sus estrategias pedagógicas, El quería enseñarme algo, es decir Dios uso a esta persona para hablarme y enseñarme. Entonces me llevo a reflexionar ¿Qué hubiera pasado si este personaje hubiera dicho mi nombre? ¿Qué hubiera pasado si este personaje hubiese tenido la real intención de atacarme? ¿Qué hubiese pasado si incluso es el directamente quien me insulta? ¿Cómo hubiese reaccionado yo, frente a esas ofensas? Conociéndome como me conozco yo hubiera quedado destrozado y el pastor habría tenido que traerme amarrado a este lugar. Y si aquí me desamarra, de aquí salgo corriendo.

¿Cómo reaccionas usted cuando le ofenden?

¿Qué hace cuando le lanzan piedras?

Haber piense por un momento en su mente la respuesta a estas preguntas.

La reacción que tuvo ¿fue una reacción sabia?

La reacción que usted tiene cuando lo ofenden ¿es sabia?

Definitivamente, es difícil ser sabios cuando somos ofendidos

¿Están de acuerdo conmigo?

Cuando se es ofendido la sangre hierve, y te puedes convertir en una persona efervescente.

O en otros casos la sangre se congela y te conviertes en una persona deprimente. Lo cual es mi tendencia.

Por eso he titulado esta reflexión

¿Cómo ser sabios frente a las ofensas?

Para responder esta pregunta Dios, me llevo a un evento particular de la vida de David, pero antes de leer el texto de reflexión, permítanme ponerlos en contexto, lo cual enriquecerá, nuestro acercamiento a esta reflexión.

David era rey de Israel, y la biblia lo describe como un rey exitoso, pero en su vida empezaron a ocurrir ciertos eventos muy dolorosos, que llevaron a David a hacer varios procesos de duelo.

Un día David se entera que está sucediendo un Golpe de Estado, lo quieren derrocar del Poder y para su sorpresa, quien está liderando este proceso es Absalón, uno de sus hijos, este hombre se encuentra fuertemente armado y con mucha astucia había manipulado y engañado a la mayoría de Israel y ahora querían matar a David, para que Absalon reinara. Su propio hijo quería matarlo. David entonces decide salir de Jerusalen, porque Absalon tenía un ejército muy numeroso. Además David, quería evitar un enfrentamiento en la ciudad, porque esto provocaría la muerte de muchas personas inocentes y un deterioro para la Ciudad. Entonces David, decide salir de Jerusalen, antes de que Absalón venga con su ejército a matarlo. David sale acompañado de sus familiares y un muy buen numero de guerreros quienes eran fieles a David.

Este suceso fue supremamente doloroso para David, al parecer hasta este momento, jamás se le había visto llorar con tanto dolor. (15:30)Para llegar al destino que había escogido para refugiarse, tenía que subir el Monte los Olivos, La biblia dice que subió llorando toda la cuesta del monte, además lo hizo descalzo y con la cabeza cubierta, los cuales eran una señal de mucho sufrimiento. Y era tanto el dolor que la gente que iba con él también comenzó a llorar y cubrieron sus cabezas.

Y en esta caminata, huyendo de Jerusalén, sucede lo que vamos a leer a continuación, que es el texto en el cual vamos a centrar nuestra reflexión.

Leer 16:5-14

Creo que no hay momento más inoportuno para ofender a David, que este momento… suficientes problemas y aflicciones tiene el, como para tener que enfrentar con este personaje que viene a ofender.

Verdad? que esas personas que vienen a dejar sus comentarios ofensivos hacia nosotros son muy inoportunos, aparecen exactamente en el peor de nuestros momentos para acabarnos de hundir, o aparecen en nuestros mejores momentos para impedirnos disfrutar. Definitivamente no hay momentos oportunos para recibir ofensas, estas siempre van a querer desestabilizarnos. Es por esto que debemos estar muy preparados, porque aun en su mejor momento, pueden llegar ofensas, o desprecios que pueden desestabilizarnos. Debemos prepararnos para cuando lleguen las ofensas y desprecios, podamos actuar con sabiduría.

¿Cómo ser sabios frente a las ofensas?

1. Confié en Dios

David tenía todo el derecho legal, de acabar con ese problema con solo una señal, por eso Abisay, le pide permiso para matarlo. Simí estaba violentando la ley, el no podía dirigirse así ante el Rey y lo lógico a hacer con él, era matarlo, David tenía todo el derecho legal de hacerlo.

Pero así como reflexionamos en la predicación del domingo, David cedió el derecho que tenía y simplemente confió en Dios. David fue manso y cedió su derecho de justicia.

Le dice a Abisay, esto no es asunto tuyo, ni es asunto mío, esto es un asunto de Dios. “tal vez Dios lo mando a maldecirme y si es así quien se lo puede reclamar?

David está diciendo, Dios tiene el control de mi vida¿Por qué he de tomar entonces yo el control?¿Qué puedo hacer yo contra la voluntad de Dios? ¿Qué puede hacer mi agresor contra la voluntad de Dios?

En otras palabras David dice, no importa lo diga y piense este hombre, lo que importa es lo que diga y piense Dios.David tiene claro que las ofensas de este hombre no tienen poder sobre la voluntad de Dios, y tampoco tienen poder sobre su propia vida. Entonces David dice, “no lo voy a matar” que diga lo que diga, igual el que tiene el control es Dios. Si es verdad que he de padecer bajo la mano de Absalón, es porque Dios lo permite, no porque este hombre lo dice.David confía en Dios, y renuncia a su derecho de hacer justicia.

Pero cuando nosotros somos ofendidos, queremos tomar el control y entonces es cuando decimos:“para un grosero, grosero y medio” o decimos“espere y vera que va tener que tragarse esas palabras”No me quiero imaginar que haríamos nosotros con nuestros agresores si tuviéramos el poder de David. ¿Qué es lo más lógico que hoy suceda cuando un empleado, habla mal de su jefe, y este se entera? Valla insulte o ofenda, a un guarda de transito a ver lo que le pasa. Ejemplo del video

Generalmente nuestra reacción natural frente a la ofensa es el desquite.

En estos días escuchaba a alguien, quien muy ofendido por los comentarios dañinos y ofensivos que una persona estaba diciendo de el: “no sé qué estrategia vamos a utilizar para sacarlo, pero yo no me puedo dejar”

Una vez estaba en una intervención con una pareja, y la mujer estaba contando lo que le disgustaba de el y las veces que se sentía ofendida por el... pero lo que me llamo la atención es que mientras hablaba, decía:

Entonces el desprecia a mi familia, y no le gusta compartir con mi familia, esto me ofendió muchísimo y entonces yo también me aleje de la familia de el, y empecé a despreciarla.

El en alguna ocasión me dijo que estaba gorda, y ella decía, yo se que estoy gorda, pero cuando él me lo dijo me ofendió muchísimo. Y yo creo que desde ese día, empecé a recriminarlo por su barriga.

Un día insinuó que yo era muy lenta para arreglarme, la manera como me lo dijo me dolió mucho y me ofendió. Desde ese día me convertí en la mujer más rápida, me arreglo primero que él y siento un fresquito cuando le puedo llamar lento.

Esta pareja utilizo el camino del desquite, y ya ustedes saben es que termino esta historia, en un divorcio.

Muchas veces la ofensa viene desde nuestra propia casa, desde nuestra propia familia.

El pastor Josué dijo en una de sus predicaciones: “para que alguien me pueda golpear debe estar demasiado cerca”

Generalmente los golpes más fuertes vienen desde los seres que mas amamos.

¿Levante la mano quien nunca haya sido ofendido por su esposo?

¿Levante la mano quien nunca haya sido ofendida por su esposa?

¿Levante la mano el padre que nunca haya sido ofendido por sus hijos?

Pero déjeme decirle algo, cuando la ofensa viene de su casa y usted se desquita, lo único que está haciendo es destruir su propio hogar.

Tenemos que ser sabio frente a las ofensas, y cuando las ofensas viene de nuestra propia casa, MUCHISIMO MAS, porque por ausencia de sabiduría la institución familiar hoy en día esta como esta.

Así que padres, sean sabios contra las ofensas de sus hijos, corríjanles, pero no se desquiten. Que eso destruye su hogar.

Esposos ustedes no tienen derecho a desquitarse de sus esposas, David, por lo menos tenia el derecho legal de matar a Simí, esposo ustedes no tienen derecho a desquitarse de sus esposas. Igual para ustedes mujeres, no se desquiten de las ofensas de sus esposos, porque eso destruirá su hogar.

Hijo, si que es común en ustedes, no se desquiten de sus padres, multiplicando su rebeldía, y provocándoles sufrimientos adrede, esto no es sabio y es destruir su propio hogar.

Dígale al que está a su lado “el desquite es para los que no confían en Dios”

Porque si yo confió en Dios y sé que El tiene el control de mi vida, entonces no dejare que las ofensas ganen protagonismo en mi vida, y mucho menos voy a tratar de tomar el control, porque diga lo que diga, piense lo que piense, El control de mi vida lo tiene Dios. Y esos insultos y malos deseos, no son más poderosos que Dios.

Más bien confié en Dios y diga “A los que amamos a Dios, todas las cosas nos ayudan para bien”

Acaso eso no fue lo que dijo David en el versículo 12. (Observemos nuevamente este versículo)Qué manera tan espectacular y sabia de responder a una ofensa. Tal vez Dios me pague con bendiciones las maldiciones que estoy recibiendo.

Para los que confían en Dios, las ofensas y desprecios, se pueden convertir en bendiciones.

El desafío aquí es que cuando usted sea ofendido, cuando se hable mal de usted, cuando alguien lo desprecie, cuando alguien denigre de usted, confié en Dios, no se desquite y diga

SEÑOR PAGAME CON BENDICIONES ESTAS MALDICIONES

¿No le parece menos desgaste? ¿No le parece menos sufrimiento? ¿no le parece que hacerlo le permitirá estar más tranquilo?

Así se actúa con sabiduría frente a una ofensa.2. Siga su Camino (vr 13 y 15)

David, no se detuvo a discutir con Simí. La mayoría de las acusaciones de Simí eran falsas, David, había podido detenerse para aclararle lo que realmente había sucedido con Saul y su Familia. Listo perfecto, David no lo mató, pero por lo menos que se defienda ¿cierto? No, David no invierte tiempo en su defensa, es mas en todo el episodio, David no le dice absolutamente nada a Simí. Y a pesar de lo sucedido, David sigue su camino, tiene muy claro para donde va. A causa de Simí, el camino de David se hace agotador, pues este sigue insultando, tirando piedras y levantando polvo. Yo me imagino a Abisay, cansado de estar protegiéndose de las piedras, y con los ojos llorosos de tanto polvo que le habían caído decía “porque no matamos a este desgraciado”Simí era realmente fastidioso.

Lo más sabio, frente a las ofensas, es no detenerme, sino seguir mi camino, está claro que seguir no será fácil, pues esto hará que su caminar sea más pesado… una persona que todo el tiempo hablando mal de usted, tirándole sátiras, sarcasmos, ofensas, incluso denigrando de usted y diciendo cosas que no son ciertas, es indiscutible, que ese caminar se vuelve difícil y muy pesado, es muy agotador y fastidioso. Pero lo más sabio es siga su camino a pesar de… que tarde o temprano llegara su recompensa.

En cierta medida se puede volver humillante, alguien denigre, insulte, ofenda, haciéndome la vida imposible, si eso es humillante… por eso en este paso se necesita humildad. David se humillo delante de su enemigo e ignoro sus maldiciones y siguió su camino.

Pero muchos de nosotros, en ocasiones preferimos dejar de caminar, agotados y golpeados por las ofensas decidimos renunciar. Esto era lo que me estaba pasando a mí, por un comentario que interprete ofensivo, ya no quería continuar, no quería pararme frente a ustedes hoy, había dejado que esas palabras me desanimaran y me robaran la emoción. Y muchas veces pasa esto en nuestras vidas, frente a palabras descalificadoras, renunciamos.

Recuerdo a un joven cristiano, que hacia parte del grupo de alabanza de la comunidad a la que asistía, tenía el talento para cantar. El cantaba muy bien, no voy a decir que cantaba como Jesús Adrian Romero, era una voz empírica, con mucho que mejorar, tal vez si, pero aun era muy joven y tenía todo el potencial para educar su voz y llegar a ser un gran cantante de música cristiana, o ser un excelente cantante en el grupo de su comunidad.Pero resulta que dentro del grupo había una chica, muy segura de si misma, también lo hacía muy bien, y ella se daba el derecho de desaprobarlo, cada vez que el cometía un error, cuando no eran palabras, usaba miradas inquisidoras, cuando consideraba que él no lo hacía bien. Esto ofendía al joven, y le hacía sentir cada vez más inseguro, obvio y entonces las ofensas se hacían más frecuentes.Hasta que llego un día, donde él se presento delante del pastor y le dijo Renuncio al ministerio de Alabanza. No soporto seguir el camino, y dijo yo no estoy dispuesto a aguantar esta humillación. Y dijo el canto no es, lo mío.Este hombre no fue capaz de humillarse frente a su ofensor y prefirió renunciar a su sueño y posiblemente también al sueño de Dios con él.No responda a las ofensas, pero una manera de responder es renunciar. Algunos pueden decir, yo no respondo ninguna ofensa, yo no me igualo con nadie, pero siempre que le dicen algo queda de recoger con cuchara y abandona el camino que emprendió.

El pastor hace muchos años nos regalo una cremita que debemos aplicarnos, ¿recuerdan cual es? Tododeslis, exacto aplíquesela y lo que digan de usted, se le deslice y siga el camino. Que no le importe lo que digan de usted. Pero que se le resbalen las ofensas y no los buenos consejos*.

Muchas veces compramos tododeliz pirata y se nos deslizan los consejos pero escuchamos las ofensas.

Debo reconocer que tengo la tendencia a escuchar las ofensas y prestarle mucha atención, si, a veces presto mucha atención a las ofensas y me empiezan a dar ganas

de renunciar… por eso esta palabra toca mi vida y me enseña a que debo seguir mi camino.Y si tengo que renunciar a algo que sea por un buen consejo y no por una ofensa.

Acompáñenme por favor a 2 Samuel 19:16

Aquel que se humilla delante de sus enemigos, sus enemigos terminaran humillándose delante de él.

Así que no renuncie, no deje de caminar, siga su destino, humíllese delante de sus adversarios, porque tarde o temprano obtendrán la recompensa.

Conclusión

David representa el carácter de Jesús, pues fue El, quien un día dijo: amen a sus enemigos, humíllense delante de ellos, si te dan una cachetada, no te desquites, más bien ponle la otra mejilla, si obligan a llevar una carga, llévala un poco más.

Jesús nunca abandono su camino, no renuncio a su plan, a pesar del desprecio, las ofensas y los insultos que recibió, El se humillo delante de la humanidad y continúo a pesar de que muchos lo fastidiaron y no creyeron en El.

Jesús es nuestro ejemplo de vida, no, nos dejemos entonces desviar por las ofensas y el desprecio, sigamos nuestro camino, no renunciemos al sueño de Dios en nuestras vidas, tan solo por unos comentarios.

No nos dejemos derrumbar, por quienes nos desprecian, no nos dejemos confundir por quienes nos ofenden, no perdamos el tiempo prestando atención a quien nos insulta.Debemos confiar en Dios, y creer que El tiene el control de nuestra vida, así que no importa, que digan de mi, no interesa cuantas piedras me lancen, no le daré el control de mi vida a mis agresores, ni tampoco decidiré tomar yo el control, confiare que El tiene El control y creeré que las maldiciones no tienen poder sobre mi vida, ni sobre la voluntad de Dios, para mí.

Proclamare, Tal vez Dios, me pague con bendiciones las maldiciones que recibo,

¿Cómo ser sabios frente a las ofensas?Confié en Dios y siga su camino.