Post on 29-Jun-2015
PARTICIPACIÓN CIUDADANA
Se denomina así a la integración de la ciudadanía en el proceso de adopción de decisiones del gobierno de su ciudad,
autonomía o país. O dicho de otro modo, para que una ciudad o un país modernos proporcionen los mejores servicios y
oportunidades a la población, debe contar con gobiernos abiertos y receptivos, dispuestos a escuchar lo que los ciudadanos
y ciudadanas les quieren transmitir para contribuir a mejorar la política y la gestión de los asuntos públicos. Eso es
Participación Ciudadana: la imprescindible participación de todos los hombres y mujeres que quieran implicarse en los
problemas que les afectan, aportando puntos de vista, inquietudes y soluciones. La Participación Ciudadana es el acto de,
siendo un ciudadano, intervenir en la vida pública y privada del país en el ámbito público deriva de una contradicción entre
poderes. Se plantea en la medida en que existe un Poder (Estado, Administración Pública) y un no poder (ciudadanos) que
quiere participar, es decir “tomar parte” o ejercer algún aspecto de ese poder y, en definitiva, tener más poder (ya sea
mediante la información, el control, la participación en la gestión, etc.). Participar es eso: tomar parte en algo en que hay
diferentes partes, “ser partícipe de Si (administración/administrados,...) la relación dependerá del poder que tenga cada
parte. Si el poder de unos es total y el de los otros casi nulo, la participación será muy difícil. Algo que se "otorga
graciosamente" por los que ostentan el poder. En definitiva, un sistema es más democrático en la medida en que los
ciudadanos tienen, individual y colectivamente, verdadero poder como tales, no son meros súbditos y son, por lo tanto, más
sujetos.
Participación ciudadana significa «decidir junto con otros». Es un derecho y al mismo tiempo un deber, un quehacer en la
comunidad de la que somos parte, para intervenir en ella, defenderla y si es necesario cambiarla. Se necesita la preparación
de habitantes e instituciones para conocer el rol que cumpliremos en su aplicación.
Si comprendemos nuestra comunidad podemos ser mejores ciudadanos. Solamente haciendo preguntas se entiende mejor
la realidad en que vivimos; sólo cuestionando se logra reflexionar y construir los principios y valores de la participación. En
la medida en que se activen instrumentos que ayuden a realizar la compleja labor participativa, obtendremos respuestas
concretas.
La democracia sólo se fortalece si el pueblo participa en la toma de decisiones de los asuntos que le atañen y se involucra
activa y corresponsablemente en la apropiación social de su destino colectivo, garantizando la satisfacción de sus
necesidades y la vigencia de sus derechos.
Es necesario darle a la gente, el lugar en la democracia que verdaderamente merece
No solo de clientes cada trienio.
Si no lo hacemos nos lo van a reclamar.
Preparación de una estrategia de participación
Una estrategia (o plan) de participación define los procesos que pueden ser desarrollados durante cada etapa del proyecto y
las interrelaciones entre etapas (incluyendo los elementos clave de decisión), estableciendo quien deberá participar, cómo
se identificará a los participantes y qué herramientas se aplicarán.
La estrategia debe definir los papeles y responsabilidades de todas las partes y grupos de agentes a involucrar en la toma
de decisiones, incluyendo a los miembros del equipo gestor. El plan debe describir claramente el tipo de actividades de
participación a desarrollar, incluyendo, por ejemplo, jornadas, encuentros locales o envío de cartas.
La preparación de una estrategia de participación debe comprender, típicamente, los siguientes aspectos recogidos en el
“Manual sobre Toma de Decisiones y participación pública” desarrollado en el marco Proyecto Europeo Guidemaps. (2004).
- Definir los objetivos;
- Preparar un comunicado identificando qué se espera de este proceso y cuándo;
- Identificar los agentes más relevantes;
- Preparar un presupuesto para todas las actividades de participación y los recursos necesarios, incluyendo catering y
edición;
- Coordinar con los plazos de otras actividades del proyecto y preparar el programa temporal de participación;
- Identificar los mensajes principales a transmitir
- Elegir una combinación adecuada de técnicas y herramientas para involucrar a todos los agentes, de forma que se
maximice la participación;
- Incorporar alguna forma de retroalimentación a las actividades de participación, de forma que se identifique cómo y cuándo
se debe contactar a los agentes, actividades e hitos principales en relación con esta tarea; y
- Especificar cómo se desarrollará la evaluación de la estrategia durante y después del proceso de participación,
considerando tanto el proceso (las técnicas empleadas) como los resultados (la información que se obtiene del proceso).
También hay que destacar en España un claro ejemplo de participación como el Pacto de Movilidad de Barcelona cuyo
espíritu era llegar a un acuerdo sobre un conjunto de medidas que garantizaran todos los usos del espacio urbano,
afrontando una movilidad creciente y diversa sin hipotecas.
La calidad de vida.
El medio ambiente.
La fluidez del tráfico
Los agentes que firmaron el Pacto son muy diversos comprendiendo el Ayuntamiento, las asociaciones de empresarios, los
transportistas, los usuarios de bicicletas, los taxistas, los sindicatos, etc. Este tipo de pactos de movilidad existen en otros
lugares y ciudades de España pero no en todos se alcanza el grado de consenso e implicación y alcance de la participación
que en la ciudad catalana.
Herramientas de participación
Las herramientas de participación son diversas. Pueden clasificarse en dos tipos:
- De entrega y recogida de información.
Información pública impresa como cartas, postes, folletos, boletines, etc. Telefónicas y de programas de radio y TV.
Técnicas de Internet. Encuestas y sondeos.
- Otras de carácter interactivo como:
Eventos informativos. Visitas técnicas. Grupos de trabajo, talleres, etc. Conferencias.
En cualquier caso, es importante tener en cuenta a grupos especiales como minorías étnicas (que pueden tener
problemas con el lenguaje), discapacitados físicos y mentales, jóvenes y ancianos, personas con bajo nivel de
alfabetización, etc. ancianos, personas con bajo nivel de alfabetización, etc.
El gobierno abierto
es la doctrina política que sostiene que los temas de gobierno y administración pública deben ser abiertos a todos los
niveles posibles en cuanto a transparencia, esto debe ir unido a la creación de espacios permanentes de participación
ciudadana y colaboración ciudadana.
Los orígenes del estado abierto se encuentran en la Ilustración, al aparecer en el debate público sobre la naciente sociedad
civil. En su desarrollo, destaca la reciente idea del gobierno "de fuente libre", que aboga por la aplicación de la filosofía del
movimiento del software libre a los principios de la democracia, para dar la posibilidad a los ciudadanos de involucrarse
directamente en el proceso legislativo.
Contenido
Es una doctrina que aboga por una evolución del actual sistema de democracia representativa hacia otro modelo de
democracia participativa, mediante el establecimiento de mecanismos de transparencia de los gobiernos, así como espacios
permanentes de participación y colaboración ciudadana. El objetivo final es la mejora de la democracia y de la calidad de
vida de los habitantes.
La doctrina contemporánea de un gobierno abierto encuentra sus mejores defensores en organizaciones no
gubernamentales, conscientes de la tendencia inherente a los gobiernos hacia el secretismo en muchas de sus acciones.
Entre ellas destacan Transparencia Internacional o el Open Society Institute, quienes abogan por la implementación de
normativas transparentes a nivel internacional por ser vitales para la prosperidad y desarrollo de las sociedades
democráticas.
Una de las bases para lograr un gobierno abierto es conseguir que las personas puedan acceder a la información que
poseen las instituciones públicas. En un gobierno abierto esto se hace preferiblemente a través de internet, en lo que se
denomina Open Data. Hablar de Open Data no es hablar de que las administraciones pongan todos sus datos sin más al
alcance de los ciudadanos, sino que los ciudadanos tengan acceso a la información y que los datos estén expuestos de un
modo asequible, legible, comprensible, estructurado y reutilizable por cualquier persona física o jurídica.
Con la apertura de la información y el acceso de los ciudadanos a ella se consigue mejorar los niveles de transparencia; los
ciudadanos pueden formarse una opinión objetiva sobre el estado de la sociedad, las instituciones públicas y la gestión de
éstas; se evita la corrupción; se fomenta la participación pública en las decisiones de gobierno; aumenta la calidad de los
procesos de decisión política; permite a los ciudadanos y las organizaciones sociales hacer valer sus derechos; hace crecer
la confianza de los ciudadanos en los procesos de gobierno; aumenta la eficacia en la administración pública, y por ende su
competitividad, legitimando la acción de los que la gestionan.