Post on 08-Oct-2020
Cuando Oso decide organizar un baile de disfraces, Masha encuentra una varita mágica que la ayudará a tener la mejor celebración del mundo. Con sus nuevos poderes, es capaz de convertir el bosque y sus habitantes en un increíble mundo
de fantasía. Pero, como suele suceder, no todo sale como esperaban. ¿Qué pasará cuando den las doce y Masha
vuelva a ser una niña como siempre?
© 2008 - 2017 Animaccord LTD. All trademarks are owned by Animaccord LTD.www.mashabear.com
ISBN: 978-84-17019-70-9
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Título original: Happy HarvestSerie creada por: O. Kuzovkov
Director de arte: I. Trusov© 2017 versión en español por Luppa Solutions S.L.
1a edición: noviembre de 2017
Desarrollo editorial: almaceneditorial.com
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Cae la tarde y Oso revisa su pobre cosecha mientras Osa lo
consuela. ¿Qué pueden hacer para alegrarse? ¡Ya está, es una
grandiosa idea: un baile de disfraces! En sus manos aparecen las
invitaciones y todo vuelve a ser felicidad en el bosque.
—¿Y yo? ¡Quiero ser parte de la celebración! —grita Masha.
Oso no está muy seguro de incluirla, pero Osa le da una invitación.
—¡Yupi! ¡Hagamos una fiesta! —se alegra la niña.
Mientras Oso y Osa salen de la huerta, Liebre se asoma y también
recibe su entrada.
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Liebre no está muy segura acerca de qué significa ese papel...
—Ah, quiere decir, conejito, ¡que tenemos que usar un disfraz! —dice
Masha, muy feliz. Pero apenas pronuncia esas palabras, se da
cuenta de que tiene un problema muy importante:
—¡Ay! ¿Qué hago? ¡No tengo un buen disfraz! —se preocupa. Entra
corriendo a la casa de Oso, seguramente allí pueda encontrar algo.
—¡Un disfraz! ¡Necesito un disfraz!
Se prueba disfraces de payaso, adivina y reina frente al espejo.
—¡No! ¡Meh! —dice. Nada la convence.
—Pero ¿quién? ¡¿De qué me disfrazo? Ohh. Solo un milagro puede
salvarme...
En ese instante, sus ojos ven algo interesante sobre la parte más
alta de la biblioteca: un cofre colorido y lleno de brillos.
—¡Magia! ¡Necesito magia!
Se sube al sillón y alcanza el cofre, donde hay una varita mágica.
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Masha agita la varita una vez, dos veces... Una lluvia de estrellas la
rodea y la transforma en un hada. ¡Incluso tiene alitas!
—¡Uy! ¡Soy la más mágica de las hadas! —dice, y vuela contenta.
Cuando vuelve a posarse en el piso encuentra allí un libro. Es La Cenicienta. Masha lo abre y mira atentamente una ilustración en la
que el hada madrina transforma una calabaza en carruaje.
—¿Qué hacen todos los demás? —se pregunta.
Vuela hacia el bosque para averiguarlo. Lleva calabazas de la huerta.
Masha visita a los Lobos, que están disfrazados con unas cajas de
cartón en la cabeza.
—¡No, no, no, no, no, no! —les dice.
Con un movimiento de su varita, un par de calabazas se transforman
en disfraces para ellos: ahora los Lobos son una oveja y un cocodrilo.
¡Están contentísimos! Corren y se ríen en el bosque.
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Es hora de ver qué hace Liebre. Apenas la encuentra, Masha decide
que su disfraz, hecho de hojalata y zanahorias, tampoco está bien.
Así que usa su varita nuevamente y la liebre se transforma en un
reluciente arlequín.
Al volver a su casa, Masha encuentra a sus mascotas muy serias.
—¡Ah, hola! ¿Qué pasa? —les pregunta.
Ellos también están invitados y no tienen sus disfraces.
—¡Por eso vine! –les dice Masha. Y con un movimiento de su varita los
disfraza a los tres. A Perro lo transforma en un hot dog; a Cerdo, en
una mariquita; y a Cabra, en el corcel de un caballero.
—¡Sí! ¡Qué bueno es ser superpoderosa! —dice Masha.
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Oso quiere ordenar su casa, pero, con una pila de vajilla en las
manos, se tropieza y cae. En ese momento llega Masha.
—¡No! ¡No hay problema! ¡Ahorita lo arreglo! —le dice. Un toque de su
varita y todo queda perfecto y reluciente.
—¿Ves? ¡Si no fuera por mí, no habría fiesta! –dice Masha riendo.
Pero Oso está preocupado, toma el libro La Cenicienta y le señala a
Masha que, al llegar las doce, la magia desaparecerá.
—Bueno, ¡falta mucho para eso! —dice Masha. Entonces agita su
varita y transforma la casa de Oso en un verdadero palacio.
¡Qué hermoso se ve todo! Hay un salón enorme, una mesa llena de
manjares y hasta un increíble candelabro que cuelga del techo. Está
casi todo listo para el comienzo de la fiesta...
—Sí, ¡y ahora vamos a vestirte! —exclama Masha.
¡Qué elegante está Oso! Finalmente, es la hora de recibir a los
invitados. Oso los invita a entrar.
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¡Cómo se emociona Cerdo al ver las dulzuras que hay en la mesa!
Pero Masha no lo deja comer nada, todavía no es el momento.
De repente, se oye el sonido de una bocina. Todos salen a averiguar
quien viene. Se ven unas luces brillantes y pronto se acerca una
enorme limusina que se detiene en la puerta.
Se baja la ventanilla del auto y Oso da un salto, sorprendido... ¿Quién
es esa belleza que se asoma? Tiene un antifaz sobre los ojos y se
cubre la cara con un abanico. ¡Claro, es Osa! Oso le da su brazo y
la acompaña hasta el salón. Ambos se ponen a bailar mientras se
miran a los ojos. Los Lobos y las mascotas también dan vueltas al
compás de la música. Masha está feliz.
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De pronto, Masha recuerda el reloj. ¿Qué hora es? ¡Ay, ya casi dan las
doce! La niña da vueltas a la manivela e intenta retroceder el tiempo.
—¡Ey, tú! ¡Tiempo! ¡Párate! —dice Masha apretando los dientes. Pero el
reloj se le escapa de las manos y cae. Las agujas giran y giran. ¡Ya
son las doce! Suena la campana y todos los disfraces desaparecen.
Las columnas, las alfombras, la mesa y hasta la limusina también
vuelven a ser calabazas.
Cerdo intenta comerse uno de los dulces y en ese instante una
enorme calabaza aparece en su boca. ¡Pobre Cerdo!
Los Lobos y los Osos también vuelven a la normalidad. Masha vuelve
a ser Masha. Todos los asistentes al baile miran a la niña enojados.
—Bueno, la fiesta no fue genial... Pero ¡miren cuántas calabazas
tenemos! —dice Masha.
Pero a sus amigos no les gusta nada lo que escuchan, ¡se ven
realmente furiosos!
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—Ups —murmura un poco asustada. Y sale corriendo hacia su casa.
—¡No! ¡No debo creer en milagros! —dice, y un segundo después
tropieza y cae. Mira hacia arriba y ve la luna con la forma de una
malvada calabaza.
—¡Ahhhhhh! –chilla Masha, y corre como una endemoniada.
¡Fin de fiesta para todos!