Post on 16-Apr-2022
De acuerdo a la palabra de Dios,
¿Quienes son los Pastores de la Iglesia?
¿Sabias que los que estudian teología no
son realmente los pastores de la iglesia?
Wilhelm Harquin
Antes de leer, toma en cuenta lo siguiente:
“Suponed que un hermano sostiene un punto de vista
que difiere del vuestro, y que viene a vosotros,
proponiéndoos que os sentéis con él para hacer una
investigación de ese punto de las Escrituras. ¿Debéis
levantaros, llenos de prejuicio, y condenar sus ideas,
negándoos a escucharlo imparcialmente? El único
procedimiento correcto sería el sentaros como cristianos
para investigar la posición presentada a la luz de la
Palabra de Dios, la cual revelará la verdad y
desenmascarará el error. El ridiculizar sus ideas no
debilitará su posición en lo más mínimo si fuera falsa, ni
fortalecerá vuestra posición si fuera la correcta. Si las
columnas de nuestra fe no soportan la prueba de la
investigación, es tiempo de que lo sepamos. Ningún
espíritu de fariseísmo debe tener cabida entre nosotros.”
- TM 107.2
Los Verdaderos Pastores
Primeramente veamos que las palabras Pastores y
Obispos son sinónimos.
“Porque ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al
Pastor y Obispo de vuestras almas.” - 1Pedro 2:25
De hecho, el diccionario Noah Webster’s de 1828 nos
corrobora el significado del termino obispo, diciendo
que: “En la iglesia primitiva,…el que tenia el cuidado
pastoral de la iglesia”
Ahora veamos en la biblia como a los Ancianos se les
llama Obispos, o Pastores.
“Sea el anciano irreprensible, marido de una sola mujer,
que tenga hijos creyentes que no sean acusados como
libertinos o rebeldes. Porque es necesario que el obispo
sea irreprensible como mayordomo de Dios; que no sea
arrogante, ni de mal genio, ni dado al vino, ni
pendenciero, ni ávido de ganancias deshonestas.” - Tito
1:6-7
De manera que vemos que las palabras pastores,
obispos, ministros, y ancianos son sinónimos.
De hecho, el apóstol Pedro se llama a el mismo anciano y
la mensajera del Señor le llama pastor. Así confirmamos
nuevamente que estas palabras son sinónimos.
“A los ancianos entre vosotros les exhorto, yo anciano
también con ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y
también participante de la gloria que ha de ser revelada:
Apacentad el rebaño de Dios que está a vuestro cargo,
cuidándolo no por la fuerza, sino de buena voluntad
según Dios; no por ganancias deshonestas, sino de
corazón;” - 1Pedro 5:2
“…Pedro estaba mejor preparado que nunca antes para
actuar como pastor del rebaño.” - DTG 752.3
Con todo esto, podemos concluir que los pastores de las
Iglesias son realmente los Ancianos. Y no solo estos, sino
que también todos los que tengan responsabilidades
generales o cargos en las iglesias también son pastores.
“Los que tenían la responsabilidad del gobierno general
de la iglesia, no habían de enseñorearse de la heredad de
Dios, sino que, como prudentes pastores, habían de
“apacentar la grey de Dios ... siendo dechados de la grey”
(1 Pedro 5:2, 3), y los diáconos debían ser “varones de
buen testimonio, llenos de Espíritu Santo y de sabiduría.”
Estos hombres debían colocarse unidamente de parte de
la justicia y mantenerse firmes y decididos. Así tendrían
unificadora influencia en la grey entera.” - HAp 75.1
De manera que los ancianos, diáconos, maestros de
escuela sabática, y todas las personas con cargos de
responsabilidad dentro de las iglesias, también tienen la
responsabilidad de desempeñar sus funciones como
pastores. De hecho, aun los educadores de las escuelas
adventistas, son también pastores.
““Por tanto mirad por vosotros—declara la Palabra de
Dios—, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os
ha puesto por obispos para apacentar [alimentar] la
iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre”.
Hechos 20:28. “Apacentad [alimentad] la grey de Dios
que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza,
sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino
con ánimo pronto”. 1 Pedro 5:2. Estas palabras se dirigen
a los maestros de todas nuestras escuelas, establecidas,
según lo quería Dios, de acuerdo con el ejemplo de las
escuelas de los profetas para impartir conocimiento de
un orden elevado, sin mezclar la escoria con la plata.” -
CM 268.3
Esta posición como ministro se extiende aun a los que
son simplemente miembros de iglesia, y quienes hacen la
obra atreves de diversas maneras.
“El Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga:
Ven.” Apocalipsis 22:17. Todo aquel que oye ha de
repetir la invitación. Cualquiera sea la vocación de uno en
la vida, su primer interés debe ser ganar almas para
Cristo. Tal vez no pueda hablar a las congregaciones,
pero puede trabajar para los individuos. Puede
comunicarles la instrucción recibida de su Señor. El
ministerio no consiste sólo en la predicación. Ministran
aquellos que alivian a los enfermos y dolientes, que
ayudan a los menesterosos, que dirigen palabras de
consuelo a los abatidos y a los de poca fe. Cerca y lejos,
hay almas abrumadas por un sentimiento de
culpabilidad. No son las penurias, los trabajos ni la
pobreza lo que degrada a la humanidad. Es la
culpabilidad, el hacer lo malo. Esto trae inquietud y
descontento. Cristo quiere que sus siervos ministren a las
almas enfermas de pecado.” - DTG 761.4
Lastimosamente Satanás a pervertido el significado real
de quienes son los pastores y lo ha reducido a los
teólogos para así engañar a las multitudes.
“Satanás trata continuamente de atraer la atención hacia
los hombres en lugar de atraerla hacia Dios. Hace que el
pueblo considere como sus guías a los obispos, pastores
y profesores de teología, en vez de estudiar las Escrituras
para saber por si mismo cuáles son sus deberes.
Dirigiendo luego la inteligencia de esos mismos guías,
puede entonces también encaminar las multitudes a su
voluntad.” - CS54 653.2
¿Es Necesario Estudiar Teología para convertirse en Ministro del Evangelio?
“Como preparación para la obra cristiana muchos creen
necesario adquirir extenso conocimiento de escritos
históricos y teológicos. Se figuran que este conocimiento
les ayudará para enseñar el Evangelio. Pero el estudio
laborioso de las opiniones de los hombres tiende a
debilitar su ministerio, más bien que a fortalecerlo.
Cuando veo bibliotecas atestadas de enormes obras de
erudición histórica y teológica, me pregunto: ¿Para qué
gastar dinero en lo que no es pan?”. - CM 367.1
“La teología también hasta cierto punto, tal como es
estudiada y enseñada, no es más que la consignación de
la especulación humana que sólo “oscurece el consejo
con palabras sin sabiduría”. Job 38:2. Muchas veces el
motivo para acumular tantos libros como éstos no es el
deseo de sacar de ellos alimento para el espíritu y el
alma, sino más bien la ambición de familiarizarse con
filósofos y teólogos, el deseo de presentar el cristianismo
al pueblo en formas y proposiciones cultas.” - CM 368.2
“Al estudiar estos libros, les dais el lugar que ocupan en
perjuicio y menoscabo de las lecciones prácticas que
deberíais aprender de Cristo. Con los resultados de este
estudio no se alimenta al pueblo. Muy pocas de tantas
investigaciones que cansan la inteligencia proporcionan
lo que puede ayudar a uno a trabajar con éxito en bien
de las almas.” - CM 368.3
Claramente la pluma inspirada nos dice que para entrar
al ministerio no hay que estudiar teología. Toda la
teología que se requiere para el ministerio esta en la
biblia.
“La Biblia contiene un sistema sencillo y completo de
teología y filosofía. Es el libro que nos hace sabios para
salvación. Nos indica cómo alcanzar las moradas de
felicidad eterna. Nos habla del amor de Dios revelado en
el plan de la redención, e imparte el conocimiento
esencial para todos: el conocimiento de Cristo.” - EJ
124.5
La Biblia es el único libro que contiene la verdadera
educación superior:
“Obtener la educación superior significa llegar a
participar de la naturaleza divina. Significa copiar la vida
y el carácter de Cristo, de manera que estemos en
terreno ventajoso mientras peleamos las batallas de la
vida. Significa obtener diariamente la victoria sobre el
pecado. Mientras procuramos esta educación, los
ángeles de Dios son nuestros compañeros; cuando el
enemigo viene como un alud, el Espíritu del Señor alza
bandera por nosotros contra él.” - CM 375.3
Es interesante traer a colación que en la primera venida
de Jesús, los centros de teología del profeso pueblo de
Dios se habían corrompido. Por lo tanto, Juan el bautista
no fue enviado a estos centros de estudio y el mismo
Jesús los rechazo totalmente.
“En el orden natural de las cosas, (Juan el Bautista) el hijo
de Zacarías habría sido educado para el sacerdocio. Pero
la educación de las escuelas rabínicas le habría arruinado
para su obra. Dios no le envió a los maestros de teología
para que aprendiese a interpretar las Escrituras. Le llamó
al desierto, para que aprendiese de la naturaleza, y del
Dios de la naturaleza.” - DTG 76.2
“Así, en opinión de ellos, (Jesús) había hecho caso omiso
de los sacerdotes. Había rehusado reconocer la teología
de las escuelas rabínicas. Había desenmascarado las
malas prácticas de los sacerdotes y había dañado
irreparablemente su influencia.” - DTG 499.1
La palabra de Dios nos enseña que la historia pasada se
repite:
“Lo que fue, eso será; y lo que ha sido hecho, eso se
hará. Nada hay nuevo debajo del sol.” - Eclesiastés 1:9
De igual manera, para la segunda venida del Señor Jesús,
los centros de teología del profeso pueblo de Dios se han
pervertido. Consecuentemente, los ministros que
utilizara el Señor serán humildes instrumentos.
“Así también será proclamado el mensaje del tercer
ángel. Cuando llegue el tiempo de hacerlo con el mayor
poder, el Señor obrará por conducto de humildes
instrumentos, dirigiendo el espíritu de los que se
consagren a su servicio. Los obreros serán calificados más
bien por la unción de su Espíritu que por la educación en
institutos de enseñanza.” - CS54 664.2
¿Quienes pueden bautizar?
Como hemos entendido hasta aquí, todo el que esta
envuelto en la obra del Señor es un ministro o pastor.
Consecuentemente, puede bautizar.
“Cuando uno sale como médico, maestro del Evangelio, o
colportor, debe estar plenamente facultado para hacer el
trabajo de un ministro. Cuando en virtud de sus labores
almas aceptan la verdad y dan evidencia de la verdadera
conversión, el mismo debe bautizarles en el nombre del
Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.” - 13MR 213.3
Un Gran Testimonio
Si hoy en día quieres entrar al ministerio, o si ya estas en
el, toma en cuenta el gran testimonio que encontramos
en el Conflicto de los Siglos:
“Las Escrituras—decía Zuinglio—vienen de Dios, no del
hombre. Y ese mismo Dios que brilla en ellas te dará a
entender que las palabras son de Dios. La Palabra de Dios
[...] no puede errar. Es brillante, se explica a sí misma, se
descubre, ilumina el alma con toda salvación y gracia, la
consuela en Dios, y la humilla hasta que se anonada, se
niega a sí misma, y se acoge a Dios”. Zuinglio mismo
había experimentado la verdad de estas palabras.
Hablando de ello, escribió lo siguiente: “Cuando [...]
comencé a consagrarme enteramente a las Sagradas
Escrituras, la filosofía y la teología [escolástica] me
suscitaban objeciones sin número, y al fin resolví dejar a
un lado todas estas quimeras y aprender las enseñanzas
de Dios en toda su pureza, tomándolas de su preciosa
Palabra. Desde entonces pedí a Dios luz y las Escrituras
llegaron a ser mucho más claras para mí” (ibíd., cap. 6). -
CS 159.3