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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDIVAR FACULTAD DE CIENCIAS JURDICAS Y SOCIALES
Alcances y Limitaciones de los derechos a la tenencia y portacin de armas de fuego en
Guatemala a la luz de la jurisprudencia de la Corte de Constitucionalidad
MAYDA ALEJANDRA DE LEN WANTLAND Carn 42026-91
Guatemala, mayo del 2012 Campus Central
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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDIVAR FACULTAD DE CIENCIAS JURDICAS Y SOCIALES
Alcances y Limitaciones de los derechos a la tenencia y portacin de armas de fuego en
Guatemala a la luz de la jurisprudencia de la Corte de Constitucionalidad
Presentada ante el Consejo de la Facultad de Ciencias
Jurdicas y Sociales
Por:
MAYDA ALEJANDRA DE LEN WANTLAND
Previo a optar el ttulo de: Magister en Derechos Humanos
En el grado acadmico de:
Magister
Guatemala, mayo del 2012 Campus Central
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AUTORIDADES UNIVERSIDAD RAFAEL LANDVAR RECTOR P.Rolando Enrique Alvarado Lpez. S.J. VICERRECTORA ACADMICA Dra. Marta Lucrecia Mndez de Penedo VICERRECTOR DE INTEGRACIN P.Eduardo Valds Barra, S.J. UNIVERSITARIA VICERRECTORA DE P.Carlos Rafael Cabarrs Pellecer, S.J. INVESTIGACIN Y PROYECCIN VICERRECTOR ADMINISTRATIVO Lic. Ariel Rivera Iras SECRETARIA GENERAL Licda. Fabiola de la Luz Padilla Beltranena
AUTORIDADES DE LA FACULTAD DE CIENCIAS JURDICAS Y SOCIALES
DECANO Dr. Rolando Escobar Menaldo VICEDECANO M.A. Pablo Gerardo Hurtado Garca SECRETARIO M.A. Alan Alfredo Gonzlez de Len DIRECTOR DE REA PBLICA Lic. Jos Alejandro Villamar Gonzlez DIRECTORA DE REA PRIVADA M.A. Helena Carolina Machado DIRECTOR DE EJES TRANSVERSALES M.A. Enrique Snchez Usera DIRECOTRA DE POSTGRADOS M.A. Ada Del Rosario Franco Cordn DIRECTOR DE CRIMFOR Lic. Jos Eduardo Mart Guill DIRECTOR DEL INSTITUTO DE Dr. Larry Andrade Abularach INVESTIGACIONES JURDICAS DIRECTORA DEL BUFETE POPULAR Licda. Claudia Abril Hernndez
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DIRECTORA DE PROYECTOS Y Licda. Vania Carolina Soto Peralta SERVICIOS REPRESENTANTES DE CATEDRTICOS Lic. Pablo Alfonso Auyn Martnez Licda. Rita Mara Castejn Rodrguez Lic.Fernando Javier Rosales Gramajo REPRESENTANTES ESTUDIANTILES Laura Guisela Muralles Pineda Manuel Andrs Canahui Morales
ASESORA M.A. Irma Rebeca Monzn Rojas
TERNA EVALUADORA Dra. Ayln Ordez Reyna M.A. Alan Gonzlez M.A Cruz Mungua Sosa
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RESUMEN
En el presente trabajo se analizaron los alcances y limitaciones de los derechos de
tenencia y portacin de armas de fuego. Para el efecto, se realiz un anlisis de la
evolucin histrica del reconocimiento constitucional de estos derechos, as como de
diferentes sentencias de la Corte de Constitucionalidad y una opinin consultiva.
En el desarrollo del estudio puede apreciarse que los derechos de tenencia y
portacin de armas de fuego han evolucionado desde el reconocimiento como
derechos fundamentales casi absolutos, hasta las actualidad, en la cual se establece
el criterio que el Estado reconoce estos derechos y los protege, pero que debe contar
con el correspondiente control a travs del registro de todo el armamento que se
posea en Guatemala amparado bajo dichos derechos, as como tambin, que el
legislador en uso de la potestad legislativa puede limitarlos con miras a proteger los
intereses de la colectividad y de otros derechos como la seguridad y libertad.
10
NDICE
Pgina
- INTRODUCCIN 13
- CAPTULO I: Derechos Humanos y Derechos
Fundamentales, Tenencia y Portacin de Armas de
Fuego en Guatemala 15
A. Derechos Humanos 15
B. Caractersticas de los Derechos Humanos 16
C. Derechos Fundamentales 17
D. La tenencia y portacin de armas derechos
humanos o derechos fundamentales? 19
E. Violencia e inseguridad en Guatemala 26
F. Evolucin Histrica del reconocimiento constitucional
de los derechos de Tenencia y Portacin en Guatemala 32
- CAPTULO II: Legislacin interna sobre los Derechos
de Tenencia y Portacin de Armas de Fuego en
Guatemala 37
A. Constitucin Poltica de la Repblica de Guatemala 38
B. Ley de Armas y Municiones, Decreto 39-89 del Congreso
de la Repblica 40
C. Ley de Armas y Municiones, Decreto 15-2009
11
del Congreso de la Repblica 42
D. Reglamento de la Ley de Armas y Municiones,
Acuerdo Gubernativo 85-2011 53
- CAPTULO III: Jurisprudencia en materia de
Derechos de Tenencia y Portacin de Armas 56
A. Anlisis de la Opinin Consultiva de la Corte
de Constitucionalidad expediente 682-96 58
B. Anlisis de la Sentencia de la Corte de
Constitucionalidad dentro del expediente
1608-2009 63
C. Anlisis de la Sentencia de la Corte de
Constitucionalidad dentro del expediente
4923-2009 69
D. Anlisis de la Sentencia de la Corte de
Constitucionalidad dentro del expediente
1370-2010 75
E. Anlisis de la Sentencia de la Corte de
Constitucionalidad dentro del expediente
2953-2009 80
F. Reformas de la legislacin sobre armas y municiones
a la luz de la Opinin Consultiva y sentencias
emitidas por la Corte de Constitucionalidad en la materia 82
12
- CAPTULO IV: Presentacin, Anlisis y Discusin
de Resultados 84
A. Alcances y limitaciones de los derechos de Tenencia y
Portacin de Armas de fuego 84
B. Consecuencias jurdicas de la opinin consultiva y
Sentencias emitidas por la Corte de Constitucionalidad
en materia de los derechos de tenencia y portacin
de armas de fuego 90
- CONCLUSIONES 92
- REFERENCIAS 95
- ANEXOS 100
13
INTRODUCCIN
El Estado de Guatemala reconoce como derechos fundamentales los de tenencia y
portacin de armas de fuego y desde la primera Constitucin guatemalteca estos
derechos han gozado del reconocimiento y amparo constitucional. Este
reconocimiento constitucional posee antecedentes histricos como lo son la
Declaracin de Derechos o Bill of Rights y la segunda enmienda de la Constitucin
de los Estados Unidos de Amrica. A pesar de estos antecedentes, el
reconocimiento constitucional de estos derechos es poco usual, ms an si se toma
en consideracin la realidad de violencia que vive el pas y que la posesin de armas
provoca reacciones desde aquellos que defienden apasionadamente la facultad de
armarse como aquellos que luchan por el desarme y la pacificacin de la sociedad.
Surge entonces la necesidad de establecer la forma en la que la legislacin
guatemalteca regula estos derechos, as como si los mismos poseen alguna
limitacin o deben ser simplemente reconocidos y amparados.
En el presente estudio se plante como objetivo general determinar el contenido,
alcances y limitaciones de los derechos de tenencia y portacin de armas de fuego
reconocidos constitucionalmente; y, como objetivos especficos: Establecer los
alcances y limitaciones de los derechos de tenencia y portacin de armas de fuego a
partir de la Opinin Consultiva y sentencias emitidas por la Corte de
Constitucionalidad en materia de tenencia y portacin de armas de fuego; establecer
la relacin entre los derechos de tenencia y portacin de armas de fuego y otros
derechos reconocidos constitucionalmente; y, establecer las consecuencias jurdicas
derivadas de la jurisprudencia de la Corte de Constitucionalidad en materia de
tenencia y portacin de armas de fuego en la legislacin ordinaria. Este trabajo
define como elementos de estudio el derecho de tenencia y el de portacin de armas,
entendindose la tenencia como facultad de poseer un arma en el lugar de
habitacin y la portacin como la posibilidad de trasladar el arma de un lugar a otro
fuera de los lmites del lugar de habitacin.
14
El tipo de investigacin que se realiz fue un estudio de anlisis jurisprudencial,
precisamente el de casos analticos, siendo una investigacin descriptiva y analtica.
Con la finalidad de lograr los objetivos planteados se analiz la evolucin que los
derechos de tenencia y portacin de armas de fuego han tenido en el ordenamiento
constitucional guatemalteco, iniciando con la primera Constitucin de Guatemala de
1825 y finalizando con la Constitucin vigente. Asimismo, se analiz la legislacin
ordinaria que regula los derechos de tenencia y portacin de armas de fuego, as
como la legislacin derogada con el fin de establecer la forma en las que estos
derechos han sido normados histricamente y si han existido cambios relevantes que
sugieran nuevos criterios con relacin al contenido, alcances o limitaciones para
estos derechos.
Para completar el estudio de estos derechos se analiz el criterio que la Corte de
Constitucionalidad ha asentado en diferentes acciones, tanto la opinin consultiva de
la Corte de Constitucionalidad dentro del expediente 682-96 como primer
antecedente del criterio de la Corte sobre esta materia, as como tambin cuatro
sentencias dentro de expedientes planteados a partir de la reforma de la Ley de
Armas y Municiones haciendo nfasis en los expedientes 4923-2009 y 1370-2010
que contienen el criterio de la Corte relacionando los derechos de portacin con el
ejercicio de otros derechos considerados como fundamentales, analizando los
criterios correspondientes en sentencias relacionadas a estos derechos emitidas
hasta el mes de febrero del 2011. El aporte de la investigacin radica en la
generacin de un documento que desarrolla y sintetiza el contenido, alcances y
limitaciones de los derechos de tenencia y portacin de armas de fuego reconocidos
constitucionalmente, as como el establecimiento de las consecuencias jurdicas de
la opinin y las sentencias, dado que un anlisis profundo sobre estas materias no se
ha realizado.
15
CAPTULO I: Derechos Humanos y Derechos Fundamentales, Tenencia y
Portacin de Armas de Fuego en Guatemala
A. Derechos Humanos
Es comn confundir los conceptos de derechos humanos y derechos fundamentales
asignndoseles el mismo significado, es por ello que se definirn ambos conceptos
con la finalidad de aclararlos y establecer la categora en la cual se encuentran los
derechos de tenencia y portacin de armas de fuego para los efectos del presente
trabajo. Con relacin a los derechos humanos el tratadista Antonio Truyol y Serra
refiere lo siguiente: Decir que hay derechos humanos o derechos del hombre en el
contexto histrico-espiritual -que es el nuestro-, equivale a afirmar que existen
derechos fundamentales que el hombre posee por el hecho de ser hombre, por su
propia naturaleza y dignidad; derechos que le son inherentes, y que, lejos de nacer
de una concesin de la sociedad poltica, han de ser por sta consagrados y
garantizados.1
Otra definicin de Derechos Humanos, comentada por Javier Snchez Cano es: Los
derechos humanos son aquellos inherentes a nuestra naturaleza y sin los cuales no
podramos vivir como seres humanos. Los derechos humanos y libertades
fundamentales nos permiten desarrollar y emplear cabalmente nuestras capacidades
humanas, nuestra inteligencia, nuestro talento y nuestra conciencia y satisfacer
nuestras variadas necesidades, entre ellas las necesidades espirituales. Se basan en
una exigencia cada vez mayor de la humanidad de una vida en la cual la dignidad y
el valor inherentes de cada ser humano reciban respeto y proteccin.2
En la misma lnea y con una marcada tendencia iusnaturalista, Hugo J. Lorenzo,
citado por Jos Pedro Aguirre Arango refiere: Los derechos humanos son un
conjunto de facultades y atribuciones de la persona humana que son connaturales a
su ser como persona, y son anteriores a toda norma creada por el Estado o por
1 Truyol y Serra, Antonio. Los Derechos Humanos. Espaa, Editorial Tecnos S.A, 1994. Pg. 11
2 Snchez Cano, Javier. Respuestas sobre los derechos humanos. Espaa, Asociacin para la Naciones Unidas en
Espaa, 1998. Pg.12
16
cualquier otra estructura social.3 Es decir, por derechos humanos se deben entender
aquellas facultades que se poseen por el hecho de ser personas, son inherentes a la
humanidad y no requieren de un reconocimiento estatal para su goce y disfrute.
Ahondando ms sobre los derechos humanos se tiene que con relacin a su
fundamento, Marco Antonio Sagastume Gemmell, indica que El valor seguridad
fundamenta los derechos personales y de seguridad individual y jurdica, el valor
libertad fundamenta los derechos cvico-polticos y, el valor igualdad fundamenta los
derechos econmicos, sociales y culturales. Estos tienen su centro, con palabras del
maestro H.L.A. Hart en: El derecho igual de todos los hombres a ser libres. Y el
valor solidaridad a los derechos de los pueblos.4
Surge la interrogante con relacin a si se debe considerar que existen valores
superiores a otros, y al respecto contina refiriendo el citado autor: Por ltimo, es
importante decir que no hay valores superiores a otros, me refiero a los valores que
fundamentan los derechos humanos, ya que tienen una estrecha relacin y
complementacin mutuas, es decir, que entre los derechos individuales y los sociales
no existe contradiccin, ni tampoco oposicin, por lo que es imposible tratar que unos
prevalezcan sobre los otros, o bien que unos sean desplazados por otros.5 Con esto
ltimo se tiene que los derechos humanos se ejercitan sin superponerse unos a los
otros, sino ms bien, unos complementan a otros.
B. Caractersticas de los Derechos Humanos
Segn Humberto Nogueira Alcal, citado por Jos Pedro Aguirre Arango6, las
caractersticas de los derechos humanos son:
3 Aguirre Arango, Jos Pedro. La Consolidacin del Derecho de los Derechos Humanos en los Ordenamientos
Jurdicos Internos de los Estados Americanos. Guatemala, Sonibel, 2008. Pg. 78 4 Sagastume Gemmell, Marco Antonio. Introduccin a los Derechos Humanos. Guatemala, Editorial Universitaria
Universidad de San Carlos de Guatemala, 2008. Pg. 5 5 Loc. Cit.
6 Aguirre Arango, Jos Pedro. Op.cit., pginas 80 y 81
17
a) la supra y transnacionalidad, dado que son inherentes a la naturaleza
humana, basados en la dignidad de todo ser humano y que no dependen de la
nacionalidad o del territorio en que la persona se encuentre. Adems, limitan
el poder y soberana de los Estados dentro del territorio y no puede invocarse
el principio de no intervencin;
b) la inviolabilidad, dado que no pueden ser desconocidos ni ignorados por
persona alguna;
c) son irrenunciables, nadie puede renunciar a los mismos;
d) imprescriptibles, ya que la abstencin de su ejercicio no impide ni precluye su
ejercicio y goce posterior;
e) interdependencia, ya que existe un sistema de derecho en el que todos se
retroalimentan y limitan entre s.
f) Irreversibilidad, ya que una vez reconocidos por la autoridad quedan
incorporados automticamente en la esfera de derechos protegidos y no
pueden desconocerse posteriormente.
g) Poseen eficacia erga omnes, son oponibles ante todas la personas,
particulares o autoridades pblicas.
Es decir, que los derechos humanos pueden ser reconocidos por todos los Estados a
pesar de no estar incluidos en su ordenamiento jurdico; no puede renunciarse a un
derecho humano, el Estado no puede desconocerlos; son parte de un sistema del
cual se retroalimentan, protegen y limitan y son oponibles a todos, tanto ante la
autoridad como a los particulares.
C. Derechos fundamentales
Largo fue el recorrido para llegar al nivel de positivizacin de los derechos humanos
y en ese camino se encuentran grandes estandartes como la Carta de Derechos o
Bill of Rights de 1689; la Declaracin de independencia de los Estados Unidos de
Amrica de 1776; la Declaracin de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de
1789 y la Declaracin Universal de los Derechos Humanos de1948.
18
Con relacin a la definicin de derechos fundamentales Miguel Carbonell refiere: El
ms prximo a los estudios de carcter estrictamente jurdico dira que son derechos
fundamentales aquellos que estn consagrados en la Constitucin, es decir, en el
texto que se considera supremo dentro de un sistema jurdico determinado; por ese
solo hecho y porque el propio texto constitucional los dota de un estatuto jurdico
privilegiado sostendra esta visin- tales derechos son fundamentales.7
Quiere decir que estos derechos reconocidos en los ordenamientos constitucionales
adquieren el carcter de fundamental dado que el Estado concibe la necesidad de su
respeto y garanta como condicin para el desenvolvimiento de la vida diaria de los
habitantes del Estado y con relacin a estas caractersticas refiere el mismo autor:
En trminos generales puede decirse que los derechos fundamentales son
considerados como tales en la medida en que constituyen instrumentos de
proteccin de los intereses ms importantes de las personas, puesto que preservan
los bienes bsicos necesarios para poder desarrollar cualquier plan de vida de
manera digna; siguiendo a Ernesto Garzn Valds podemos entender por bienes
bsicos aquellos que son condicin necesaria para la realizacin de cualquier plan
de vida, es decir, para la actuacin del individuo como agente moral 8
La connotacin de fundamental entonces est dada por el reconocimiento
constitucional de determinados derechos, derechos que no son precisamente los
derechos humanos y no todos los Estados realizan este reconocimiento, por lo tanto,
derechos humanos son aquellos inherentes al ser humano que por sus
caractersticas esenciales ya enunciadas no pueden ser renunciados, son oponibles
dentro y fuera de las fronteras territoriales y ante todas las personas, sean
autoridades o particulares, y los derechos fundamentales son aquellas facultades
que un Estado reconoce en su ordenamiento jurdico a los habitantes de un territorio
determinado, lo cual no obliga a que los otros Estados realicen este mismo
7 Carbonell, Miguel. Los derechos fundamentales. Mxico, Universidad Autnoma de Mxico, 2004. Pg. 2
8 Ibid., Pg. 5
19
reconocimiento y que los respeten de la misma forma, sino que nicamente obligan
al Estado que as los reconoce.
D. La tenencia y portacin de armas derechos humanos o derechos
fundamentales?
A pesar que a nivel general casi todos los Estados han contemplado en sus
ordenamientos constitucionales los derechos a la vida, igualdad, locomocin, libertad
de emisin del pensamiento, entre otros, no existe uniformidad en cuanto a otros
derechos, como los de tenencia y portacin (o posesin) de armas de fuego. Estos
ltimos tienen antecedentes de reconocimiento en la declaracin de Derechos o Bill
of Rights de 1689 que contempla lo siguiente: VII. Que todos los sbditos
protestantes pueden poseer armas para su defensa, de acuerdo con sus
circunstancias particulares y en la forma que autorizan las Leyes; o en la segunda
enmienda de la Constitucin de los Estados Unidos de Amrica que establece:
siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un estado libre, no
se violar el derecho del pueblo a poseer y portar armas.
Otro ejemplo del reconocimiento del derecho de posesin de armas se encuentra en
la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos que en su artculo 10
reconoce: Los habitantes de los Estados Unidos Mexicanos tienen derecho a poseer
armas en su domicilio, para su seguridad y legtima defensa, con excepcin de las
prohibidas en la Ley Federal y de las reservadas para el uso exclusivo del Ejrcito,
Armada, Fuerza Area y Guardia Nacional. La Ley Federal determinar los casos,
condiciones, requisitos y lugares en que se podr autorizar a los habitantes la
portacin de armas.
A ese respecto, William Ruperto Durn Rivera, indica Cabe subrayar sin embargo,
que no obstante la universalizacin de los derechos fundamentales, la configuracin
constitucional de un derecho fundamental no es homognea, sino que guarda
20
correspondencia con la idiosincrasia de cada pueblo; y en ocasiones, se da que junto
al ncleo de derechos reconocidos en prcticamente todas las constituciones
contemporneas (libertad de locomocin, derecho a la privacidad, inviolabilidad del
domicilio) no faltan casos en que se reconocen como fundamentales, derechos
difcilmente calificables como tales en otros contextos. En este sentido, se citan
como ejemplos emblemticos: el derecho a la tenencia de armas previsto en la
enmienda II de la Constitucin de los EE.UU: y el derecho a dictar libre testamento,
previsto en el Art. 22 de la Constitucin de El Salvador.9
El mismo autor refiere: De nuestra parte, partiendo del orden normativo vigente,
consideramos que es posible sostener que bajo la expresin derechos
fundamentales se designa a los derechos garantizados por la Constitucin y que en
cambio, la denominacin derechos humanos, hace referencia a derechos
garantizados por normas internacionales. Las primeras tienen como fuente de
produccin al legislador constituyente, y las segundas, a los Estados y organismos
internacionales.10
Fuera de los textos constitucionales estadounidense, mexicano y guatemalteco, es
difcil encontrar el reconocimiento a estos derechos en otras Constituciones. A nivel
centroamericano Guatemala es el nico pas que los reconoce en su Constitucin. Al
respecto, la Comisin Internacional contra la Impunidad en Guatemala refiere:
Pocos son los Estados que contemplan en su legislacin constitucional, y
especficamente entre los derechos fundamentales, el derecho a armarse. La
Constitucin guatemalteca reconoce el derecho de tenencia de armas de fuego,
clasificadas de uso personal en el lugar de habitacin, y la portacin de armas de
conformidad a la Ley. Ello desde luego, no se trata de derechos ilimitados, puesto
que la propia Ley al establecer requisitos, puede limitar un derecho, siempre que ello
no disminuya, restrinja o tergiverse la esencia del mismo. La misma disposicin
9 Durn Ribera William Ruperto. La Proteccin de los Derechos Fundamentales en la Doctrina y Jurisprudencia
Constitucional. Chile, Facultad de Ciencias jurdicas y Sociales Universidad de Talca, 2002. Pgina 182 10
Loc. cit.
21
constitucional los subordina a la no prohibicin por la Ley, en el caso de la tenencia y
a lo regulado por la Ley en el caso de la portacin.11
Con relacin al reconocimiento constitucional de los derechos de tenencia y
portacin de armas de fuego en Guatemala, en comparacin con los ordenamientos
jurdicos de los dems pases centroamericanos, analiza la Fundacin Arias para la
Paz y el Progreso Humano: Habiendo hecho esta generalizacin, debemos tambin
agregar que, en el mbito constitucional, la regla general identificada es que los
pases centroamericanos no hacen ninguna referencia particular al asunto de las
armas. La ausencia de cualquier referencia a este asunto se debe entender en cada
pas como un vaco que deben definir los legisladores. Tal es el caso de El Salvador,
Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panam. La nica excepcin se encontr en la
Constitucin de Guatemala, que expresamente estipula el derecho de los ciudadanos
a portar armas. Este asunto ha generado una significativa polarizacin en la sociedad
guatemalteca y, en general, cualquier iniciativa relacionada con armas causa fuertes
reacciones en todos los sectores. Adems, Guatemala es el nico pas productor de
armas en Centroamrica. As pues, cualquier conjunto de normas,
independientemente de su rango, se discute a la luz de esta clusula
constitucional.12
Surge la duda con relacin a las razones que motivaron a los constituyentes
guatemaltecos a incorporar dentro del apartado de derechos humanos, los de
tenencia y portacin de armas de fuego, y que adems esto haya sido desde la
primera Constitucin. No se encuentran referencias precisas al respecto, pero cabe
traer a colacin lo que Jorge Mario Garca Laguardia, refiere sobre la primera
Constitucin y el reconocimiento de los derechos humanos: El reconocimiento
11
Comisin Internacional contra la Impunidad en Guatemala, Armas de Fuego y Municiones en Guatemala Mercado Legal y Trfico lcito, Guatemala, 2009. Pg. 26 12 Fundacin Arias para la Paz y el Progreso Humano. El Tratado sobre Comercio de Armas (TCA) y el
Ordenamiento Jurdico de Centroamrica. Costa Rica, Fundacin Arias para la Paz y el Progreso Humano, 2006.
Pginas 24 y 25
22
constitucional de los derechos humanos, se inicia al incluir en la Constitucin en el
Ttulo X artculo 152 al 174- las Garantas de la libertad individual. Presente
estaba en las mentes de los constituyentes, el recuerdo de las persecuciones y de la
atmsfera recargada del rgimen colonial y fue preocupacin de todos ellos,
establecer un catlogo de derechos, con acento claro en el de libertad individual13.
Es decir, los constituyentes buscaban garantizar que se podran ejercitar todas las
libertades fuera del poder absoluto o rgimen.
Pero claro est que este primer ordenamiento constitucional tambin estaba
inspirado en otros ordenamientos o declaraciones renovadoras y reformadoras de la
poca y eso es lo que puede explicar la razn de la inclusin de los derechos de
tenencia y portacin de armas en el catlogo de derechos humanos, tomando en
cuenta que se tuvo inspiracin en las disposiciones norteamericanas dentro de las
cuales se encuentra el derecho a la posesin de armas de fuego. Al respecto, cabe
citar lo que el Doctor Garca Laguardia relaciona al referirse a la primera
Constitucin: ...Se inspir en alguna medida en la ley fundamental norteamericana
en su parte orgnica, y en el joven constitucionalismo espaol, en su estilo e
inspiracin general. La comisin redactora era explcita en su informe al indicar los
modelos que se han tenido en cuenta y afirmar: Al trazar nuestro plan, nosotros
hemos adoptado en la mayor parte, el de los Estado Unidos, ejemplo digno de los
pueblos nuevos independientes, ms hemos credo hacer alteraciones bien notables
y crear, por decirlo as, todo lo que debe acomodarse a nuestras circunstancias o
ajustarse a los ms luminosos principios que desde la poca de aquella Nacin han
adelantado en mucha parte la ciencia legislativa. Tuvimos, sobre todo, presentes las
Constituciones de Espaa y Portugal, la federativa y la central de Colombia y toda la
legislacin constitucional de Francia nosotros hemos aprovechado alguna parte de
las mximas establecidas en todas las instituciones y combinndolo todo con
13
Garca Laguardia, Jorge Mario. Breve historia constitucional de Guatemala. Guatemala, Editorial Universitaria Universidad de San Carlos de Guatemala, 2010. Pgina 33
23
nuestras ideas, nos propusimos una Constitucin peculiarmente nuestra y
singularmente ajustada a los principios.14
Siguiendo con la bsqueda de respuesta y con relacin al reconocimiento de estos
derechos en la Constitucin Poltica vigente, cabe revisar lo que al respecto
consideraron los constituyentes: El diputado Skinner kle, refirindose en un primer
momento al apartado de derechos humanos haca alusin a lo siguiente:
Retornemos pues, a los Derechos Humanos que hoy tenemos enfrente, en una lista.
Este no es un tema y es una paradoja sobre lo que quiero insistir, un tema que
preocupa mucho; los Derechos Humanos casi se defienden solos, es un tema
universal, est en las muchas Declaraciones Internacionales, los catlogos de los
Derechos Humanos son ms o menos semejantes. No s, lo preguntar a la
Comisin, si tuvieron a la vista o se inspiraron en la Declaracin Interamericana de
Derechos Humanos de la cual es signataria Guatemala o la Declaracin Universal de
Derechos Humanos, de la que tambin es parte la Repblica de Guatemala. Por
qu hay diferencias? Hay diferencias, algunas debidas quiz a un afn de sintetizar
otras, porque se creyeron sin importancia y otras diferencias por adicin,
llammosles as, porque son derivadas del medio y de la necesidad del medio.
Imaginemos, seor Presidente, la Declaracin Universal de Derechos Humanos, el
derecho de portacin de armas. Tengo amigos que no saldran a la calle
desarmados, porque ese es el medio en que vivimos y aqu se necesita, pero esto lo
llevamos a un foro internacional y sera materia de escndalo, pero de legtimo
escndalo, pero aqu procede y por eso lo contiene este proyecto, es decir, supongo
que eso es as.15 Como puede apreciarse, el diputado Skinner Kle haca
referencia a que los derechos de tenencia y portacin de armas se incorporaron al
apartado de derechos humanos por un priorizacin nacional, aclarando el punto que
en otros pases esta inclusin sera escandalosa.
14
Ibid., Pg. 35 15
Asamblea Nacional Constituyente. Acta No. 19, sesiones ordinarias, Tomo I, Guatemala 5 de diciembre de 1984. Pginas 36 y 37
24
Al revisar las actas de la Asamblea Nacional Constituyente se puede observar que
los argumentos a favor de incluir estos derechos dentro del captulo de derechos
humanos se esgrimieron en relacin a que las armas eran necesarias para
proporcionar seguridad, tal y como se puede apreciar de la intervencin del diputado
Skinner Kle.
De los pocos argumentos en contra de su inclusin, destaca el del constituyente
Guerra Cahn: Seores, haciendo profesin de fe, pacifista, no creo que la violencia
se vaya a terminar armando al pueblo. No creo que la delincuencia se termine al
armar al pueblo de Guatemala. Seores, lamento que mediante una falacia, en la
forma de argumentar, se pretenda justificar un artculo nocivo para la seguridad
ciudadana. La ley, actualmente, regula la tenencia de armas. Existe una ley y la
tenencia est permitida en la habitacin de los particulares; y aqul, que quiere
portarla, pide su autorizacin y se les confiere por parte del Ministerio de
Gobernacin. Entonces, cmo vamos a constitucionalizar, seores, cmo vamos a
permitir en forma amplia que el pueblo se arme y con eso se pretenda terminar la
delincuencia? Seores, esto es contradictorio, sencillamente, es un absurdo; es una
innovacin, cierto, pero es una innovacin perjudicial, perniciosa. Si lo que amamos
es la paz, si lo que buscamos es la pacificacin, cmo pretenden esta pacificacin
mediante el rearme del ciudadano? Realmente, creo que ese artculo se debe
suprimir, la tenencia est regulada por la ley y todos aquellos que tienen arma, saben
que est regulada por la ley, los que tienen autorizacin. De all, seores, que me
manifieste totalmente en contra de este artculo, que viene a crear ms inseguridad y
ms violencia, y as no se puede conseguir la paz del pueblo de Guatemala16
Obra en las actas de la Asamblea Nacional Constituyente que los diputados Guerra
Cahn, Tllez Garca, Larios, Mauricio Quixtn y Garca Bauer, presentaron una
enmienda por supresin total del artculo relacionado a la tenencia y portacin de
armas de fuego, argumentando que la tenencia y portacin podan seguir siendo
16
Asamblea Nacional Constituyente, Acta No. 28, sesiones ordinarias, Tomo II, Guatemala 15 de enero de 1985. Pginas. 86 y 87
25
regulados por la legislacin ordinaria y que no se ameritaba elevarlos al
ordenamiento constitucional, habiendo planteado el constituyente Garca Bauer lo
que se anota a continuacin: Queremos dejar claro lo siguiente. Queremos sacarlo
del nivel constitucional; no quita eso, seores Representantes y que quede claro,
para aquellos que tienen una serie de argumentos valederos, respecto de la
seguridad personal; sobre todo, en una serie de circunstancias, hablemos por
ejemplo, de los que estn viviendo en el rea rural, o los que se encuentran en los
pueblos o, aqu mismo, en la capital, no se trata de prohibir la portacin de armas a
los particulares, pero es, conforme est regulado en la ley de la materia. Hay una ley
que regula cundo, cmo y en qu extremos se autoriza la portacin de armas a los
particulares, pero consideramos que este tema no es de nivel constitucional; no
porque no lo tenga la Constitucin de los Estados Unidos de Amrica, hace un
tiempo en que las balaceras estaban de moda en los Estados Unidos, sino por qu
viene una Constitucin de la Repblica, a poner este principio? Sencillamente, para
depurar de una serie de normas que estarn en la legislacin secundaria y que son
suficientes que estn all17
Puede concluirse que el ordenamiento constitucional estadounidense inspir en gran
medida la primera Constitucin de Guatemala y siendo que el derecho de posesin
de armas est reconocido constitucionalmente en Estados Unidos de Norteamrica
los derechos de tenencia y portacin de armas fueron trasladados fcilmente a la
Constitucin guatemalteca. Posteriormente estos derechos fueron reconocidos en
las subsiguientes Constituciones y sin mayores discusiones en la Constitucin
vigente, hacindose alusin a la necesidad de incluirlos para garantizar la seguridad
y proteccin personal, es decir, para los constituyentes, stos son derechos
fundamentales.
Para finalizar este apartado es menester recordar las caractersticas de los derechos
fundamentales, tales como su supra transnacionalidad, inviolabilidad,
irrenunciabilidad, imprescriptibilidad, interdependencia, irreversibilidad, su eficacia
17
Ibid., Pg.89
26
erga omnes. Al analizar los derechos de tenencia y portacin al amparo de estas
caractersticas, se puede concluir que a dichos derechos no pueden atriburseles
tales caractersticas. Estos no son universales, no se tienen por el hecho de ser
persona, no es obligatorio que todos los Estados los reconozcan, en fin, pueden ser
considerados como fundamentales para el Estado de Guatemala pero no estn
revestidos de esas caractersticas universales que los invisten con la garanta de
respeto por todos los Estados, por lo tanto, los derechos de tenencia y portacin de
armas son fundamentales por el ordenamiento jurdico constitucional, pero no son ni
pueden considerarse como derechos humanos.
E. Violencia e inseguridad en Guatemala
Resulta paradjico el reconocimiento constitucional de los derechos de tenencia y
portacin de armas en Guatemala, en donde un alto porcentaje de hechos violentos
se cometen con armas de fuego. An ms incomprensible resulta que los
constituyentes los hayan considerado fundamentales para proteger a la poblacin,
cuando finalmente, las armas de fuego se han vuelto en contra de la poblacin
guatemalteca, lo cual podr establecerse a continuacin.
De conformidad a las estadsticas sobre incidencia criminal de la Polica Nacional
Civil del 2011, el 84% de homicidios se cometieron con armas de fuego y el 70% de
homicidios se cometieron por la misma causa.18 Al respecto de la violencia armada,
diferentes informes sitan a Guatemala entre los pases ms violentos de la regin y
del mundo como se puede notar a continuacin: La violencia social y la violencia
asociada al crimen han sufrido incrementos importantes en toda la regin
centroamericana a partir de la dcada de los aos noventa. Esto ocurre
especialmente en los pases que conforman el tringulo norte del istmo, Guatemala,
El Salvador y Honduras. Si bien estos conflictos se presentan en los otros tres
18
Direccin General de la Polica Nacional Civil, Anlisis estadstico comparativo de la incidencia criminal y acciones positivas registradas a nivel Repblica, Enero 2012
27
pases, Nicaragua, Costa Rica y Panam, sus estadsticas no alcanzan a representar
los niveles de los primeros tres pases, en los cuales ven cmo sus cifras aumentan
ao con ao. Vale la pena sealar que las muertes violentas provocadas por armas
de fuego muestran incrementos que reflejan lo sealado, en un contexto donde
existe facilidad de obtencin de armas de fuego y debilidades de los Estados para
establecer controles de las mismas. Si bien el ndice de homicidios por arma de
fuego por 100,000 habitantes es ms alto en Guatemala, El Salvador y Honduras y
relativamente bajo en los otros tres pases, el peso del porcentaje de muertes por
arma de fuego sobre el total de homicidios excede en todos los casos del 55%. En
ese sentido, vale decir que las armas de fuego tienen un peso importante en la
comisin de delitos contra la vida en toda la regin. Este fenmeno se repite con
respecto al nmero de heridos en cada uno de los pases por esta misma causa19
Por su parte, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, destaca en el
informe sobre Desarrollo Humano para Centroamrica: Guatemala tambin es un
pas de alta violencia homicida y su tasa aument de manera sostenida durante
siete aos consecutivos, hasta completar el mayor incremento acumulado de toda la
regin: veinte homicidios anuales ms, por cada 100,000 habitantes (aunque 2007
presenci una leve mejora)20
Al respecto, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos hace un anlisis sobre el impacto de las armas en la violencia cotidiana de
Guatemala: En 2010 hubo 4,925 muertes violentas, 564 de las cuales fueron de
mujeres y 393 de nios; 41 personas murieron por linchamiento y 6,132 personas
quedaron heridas como resultado de ataques violentos. Se iniciaron 2,878
investigaciones por delitos contra la vida y se emitieron 179 sentencias,
mantenindose un alto nivel de impunidad. El porcentaje de muertes por armas de
19
De Len-Escribano, Carmen Rosa. Armas Pequeas y Livianas: Una Amenaza a la Seguridad Hemisfrica. Captulo Armas Pequeas y Livianas en Amrica Central y Panam informe sub regional. Costa Rica. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), 2007. Pg. 262 20
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano para Amrica Central 2009-2010. Colombia, Divinni S.A, 2009. Pg. 69
28
fuego contina siendo aproximadamente del 85%. La proliferacin y disponibilidad de
armas de fuego legales e ilegales exacerban el fenmeno de violencia armada e
incrementa el nmero de muertes violentas. El Estado debera promover polticas y
legislacin clara para reducir y controlar el nmero de armas de fuego en manos de
empresas privadas e individuos, incluyendo por ejemplo, la implementacin prioritaria
de un plan nacional de desarme. La decisin del 25 de mayo de la Corte de
constitucionalidad interpretando el alcance de la Ley de Armas y Municiones de 2009
no promueve una limitacin estricta del nmero de armas de fuego permitidas por
persona21 Ac puede verse que la Alta Comisionada llama la atencin con relacin a
una de las sentencias de la Corte de Constitucionalidad que ms adelante se
analizar a profundidad.
El Procurador de los Derechos Humanos ha realizado un fuerte llamado a la accin
estatal para afrontar la problemtica suscitada por las armas: El 84.27% de los
homicidios equivalente a 4 mil 582 casos entre enero y noviembre de 2010, ha sido
ejecutado con armas de fuego. Este es uno de los elementos ms importantes a
analizar dado el peso estadstico, as como su relacin con la muy extendida
proliferacin de armas de fuego ilegales (porque no han sido registradas, as como
por su procedencia). El trfico y comercio ilegal de armas es uno de los renglones del
crimen organizado ms redituables a escala mundial que, por su naturaleza, resulta
ligado a varios si no todos los mbitos de la delincuencia organizada. A diferencia de
las mercancas del narcotrfico, caracterizadas por sus ciclos de consumo, las
armas son acumulativas ao con ao y cada vez ms sofisticadas. No obstante, en
ello el Estado no ha desempeado, acorde a tal progresin, un proceso efectivo de
decomisos.22
Asimismo, el informe del Procurador de los Derechos Humanos sobre homicidios y
lesiones cometidas contra menores de edad trae un dato muy preocupante
relacionado al alto ndice de muertes y lesiones de menores de edad por arma de
21
Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Informe sobre las actividades de su oficina en Guatemala. Guatemala, 26 de enero del 2011. Pgs. 6 y 7 22
Procurador de los Derechos Humanos. Informe Anual Circunstanciado, Tomo I, Situacin de los Derechos humanos en Guatemala, enero 2011. Pg. 34
29
fuego: Para finales de septiembre del 2011 se reportaban muertos 328 menores de
edad por arma de fuego, lo que representa el 84% de homicidios contra menores en
el caso de las lesiones, las armas de fuego tambin ocupan el 81.59%, la mayora de
muertos y heridos se encuentran comprendidos en el rango de edad de los 15-17
aos de edad23
La preocupacin del Estado con relacin a la violencia armada ha llevado a crear,
dentro del Organismo Ejecutivo, segn Acuerdo Gubernativo 230-201024 a la
Comisin para la Prevencin y Reduccin de la Violencia Armada, cuyo objeto es
colaborar y dar seguimiento a las polticas, estrategias, planes y programas en
materia de prevencin y reduccin de violencia armada. Dentro de las atribuciones
de la Comisin se encuentra Colaborar en las acciones en materia de prevencin y
reduccin de la violencia armada y la eliminacin de la tenencia, portacin y trfico
ilcito de armas de fuego, municiones y su destruccin. La comisin est integrada
por el Ministerio de Gobernacin, Ministerio de la Defensa Nacional, Ministerio de
Relaciones Exteriores, Secretara de Comunicacin Social de la Presidencia de la
Repblica, Secretara Tcnica del Consejo Nacional de Seguridad, Direccin General
de la Polica Nacional Civil; y la Direccin General de Control de Armas y
Municiones. La coordinacin de la Comisin est a cargo de la Secretara Tcnica
del Consejo Nacional de Seguridad.
Lamentablemente, la violencia armada y la proliferacin de armas de fuego es un
fenmeno que se repite a lo largo de la regin centroamericana, es por ello que la
Secretara de Integracin Centroamericana aprob la estrategia de seguridad de
Centroamrica en donde se priorizaron acciones relacionadas a la prevencin de la
violencia armada y el trfico ilcito de armas basndose en lo siguiente: Solamente
en el ao 2010 se registraron en Centroamrica ms de 18,167 homicidios, segn
23
Procurador de los Derechos Humanos, Derecho a la vida e integridad fsica, Estadsticas sobre homicidios y lesiones contra menores. Guatemala, octubre de 2011 24
Acuerdo Gubernativo nmero 230-2010 del 11 de agosto del 2010
30
datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) lo que
significa una tasa de 42.85 homicidios por 100,000 habitantes, un valor similar o
incluso superior a la mayora de conflictos armados contemporneos, si bien en la
regin no se registran enfrentamientos blicos. La tasa de homicidios evidencia una
tendencia al alza, aunque con diferencias entre los pases. La Organizacin Mundial
de la Salud establece que un pas que tiene una tasa por encima del umbral de 10
homicidios por cada 100,000 habitantes, est padeciendo una epidemia de violencia.
Los pases centroamericanos superan esta tasa.25 Es por lo anterior que dentro de
los objetivos de la Estrategia de Seguridad de Centroamrica aprobada por la
Comisin de Seguridad de Centroamrica en abril del 2011, los Estados se fijaron:
desarrollar polticas, programas , estrategias y acciones que permitan la prevencin
en los siguientes temas: violencia juvenil, violencia armada, violencia de gnero,
trfico ilcito y trata de personas.. incorporando dentro de los componentes
estratgicos el combate al trfico ilcito de armas y prevenir la violencia armada.26.
Las consecuencias del uso y proliferacin de armas de fuego en la inseguridad se
repite en otros pases de la regin latinoamericana, concluyndose siempre en la
necesidad de atender esta problemtica desde el Estado y de una forma integral, al
respecto, Orlidy Inoa, refirindose a los efectos de la violencia armada en la sociedad
dominicana, indica: Las muertes no naturales en los ltimos aos se han
incrementado significativamente, sobre todo las que se producen a consecuencia de
actos de violencia, ya sea por intercambio de disparos con la Polica, conflictos
interpersonales o disparos al aire, todo lo cual est estrechamente ligado al
deficiente control respecto de la proliferacin de armas de fuego en manos de la
poblacin civil. Esto, aunado a la gran facilidad con que puede obtenerse el permiso
oficial para portar y tener arma, contribuye de manera notable a promover la cultura
de violencia en el seno de la sociedad, con todas sus nefastas consecuencias 27
25
Secretara de Integracin Centroamericana SICA, Hacia una Centroamrica Segura, Estrategia de Seguridad de Centroamrica. Guatemala junio del 2011. Pg. 7 26
Loc. Cit. 27
Orlidy Inoa, Armas de Fuego en Repblica Dominicana Impacto Social y Anlisis Jurdico. Repblica Dominicana, Editorial ARGOS-ICED, 2010. Pgina 5
31
Tambin es importante analizar, que existe una alta percepcin de inseguridad en la
poblacin, pero a su vez, esto a diferencia de lo argumentado por los constituyentes
para reconocer los derechos de tenencia y portacin de armas como fundamentales,
no es razn para armarse. Al respecto sealan Small Arms Survey el Centro de
Recursos para anlisis del conflicto: la encuesta de Vox Latina (Prensa Latina)
presenta otros preocupantes hallazgos sobre la percepcin de seguridad, como por
ejemplo que Nueve de cada diez personas reconoci vivir en constante temor de ser
secuestrado, extorsionado o asaltado, y el 80 por ciento dijo sentir temor de caminar
libremente por las calles ante las altas posibilidades de ser vctima de un hecho de
violencia28 , y con relacin a la Encuesta Nacional de hogares sobre violencia
armada realizada en Guatemala en el 2008 refieren: Pese a la elevada percepcin
de inseguridad de los encuestados, las armas no son consideras fuente de seguridad
por parte de la mayora de los guatemaltecos. 74.5% de los encuestados revel que
tenan la percepcin que las armas de fuego no los protegan ni a ellos ni a sus
familias.29
En ese orden de ideas y refirindose a los impactos de la violencia armada, la
Fundacin Arias para la Paz y el Progreso Humano refiere: El incremento de la
violencia tiene un alto impacto en la poblacin pues ha disparado la percepcin de
inseguridad. Aunque parte de esta percepcin se debe a la influencia meditica, los
indicadores de criminalidad y seguridad en la regin se han deteriorado. La violencia
tiene un alto impacto social y en la gobernabilidad, drena los fondos
gubernamentales y afecta en forma negativa las posibilidades de incrementar la
inversin nacional y extranjera. Esto contribuye a reducir las opciones de crecimiento
y desarrollo de los pases. 30
28
Small Arms Survey y Centro de Recursos para el Anlisis del Conflicto. Guatemala en la Encrucijada, Panorama de una Violencia Transformada. Colombia, Panamericana Formas e Impresos S.A, 2011. Pg. 73 29
Ibid, pgina 78 30
Fundacin Arias para la Paz y el Progreso Humano, Transferencia de Armas hacia y desde Amrica Latina. Costa Rica, Fundacin Arias para la Paz y el Progreso Humano, 2009. Pgina 3
32
Como puede inferirse de este apartado, las armas de fuego han jugado un papel
preponderante en el incremento de los ndices de criminalidad del pas, la incidencia
delictiva relacionada a armas de fuego ocupa los espacios ms altos, provocando
con ello una merma considerable en los niveles de desarrollo del pas. Como puede
concluirse tambin, el objetivo por el cual los constituyentes otorgaron el rango de
fundamentales a los derechos de tenencia y portacin de armas de fuego no se
cumplieron, y si se toman en cuenta los estudios referidos, no es a travs de
armarse que se lograr bajar estos ndices de criminalidad y violencia.
F. Evolucin Histrica del reconocimiento constitucional de los
derechos de Tenencia y Portacin en Guatemala
Los derechos de tenencia y portacin de armas de fuego han sido reconocidos por
las Constituciones de Guatemala a travs de la historia de forma muy similar a la
actual:
En la Constitucin Poltica de 1825, se reconoce de la siguiente forma: Artculo 18.
Ninguna poblacin podr ser desarmada, ni despojarse a ninguna persona de las
armas que tenga en su casa, ni de las que lleve lcitamente. Es el nico texto
constitucional que hace alusin a la poblacin y la prohibicin a desarmarla. Debe
tomarse en cuenta que esta Constitucin se emiti durante el perodo independista
en el cual se atribuye al pueblo valores de libertad, por lo que este derecho no
resultaba extrao.
Al respecto debe indicarse que la misma lgica se aplica en la segunda enmienda
de la Constitucin de los Estados Unidos de Amrica, en donde la potestad de
armarse est dada a la poblacin, y tomndose en cuenta lo analizado con relacin a
que la Constitucin de Estados Unidos inspir a la guatemalteca, puede explicarse el
hecho que ambas reconozcan estos derechos a la poblacin.
33
Tambin la Constitucin de 1825 reconoce la tenencia de armas en la casa, sin
extenderse a otro mbito y la portacin de armas, estableciendo la limitacin con
relacin a esta ltima al indicar las que lleve lcitamente. En este texto
constitucional no se refiere al tipo de armas de fuego que puedan tenerse y portarse,
s refiere, en el caso de la portacin, a que las mismas se lleven lcitamente pero sin
referir a la legislacin ordinaria para el ejercicio de tal derecho. Ms bien es un
reconocimiento general a la capacidad de la poblacin para armarse y a los derechos
de tenencia y portacin sin mayores restricciones ni limitaciones.
En la Declaracin de los Derechos del Estado y sus Habitantes de 1839 se
reconoce nicamente el derecho de tenencia de armas de fuego, no el de portacin
de la siguiente forma: Artculo 18. Pueden todos los habitantes tener armas para su
defensa y la del Estado y no deben ser privados de su uso, sino en los casos
prevenidos por la Ley. Este es el nico texto que al reconocer derechos
relacionados a armas de fuego, no reconoce el derecho de portacin. Tambin es el
nico texto constitucional que se refiere a la posibilidad de los habitantes de defender
al Estado con armas. En este caso s se establece que se puede privar de las armas
por casos establecidos en la Ley.
En la Constitucin Poltica de la Repblica de Centroamrica de 1921 se
reconoce nicamente el derecho de portacin de armas y no el de tenencia, al
contrario de la Declaracin de los Derechos del Estado y sus habitantes de 1839. El
reconocimiento se da de la siguiente forma: Artculo 44. Toda persona tiene derecho
de portar armas, sujetndose a las Leyes de polica. A partir de esta Constitucin se
empieza a fijar que para el caso de la portacin, su ejercicio se remite a la
legislacin ordinaria y en este caso se refera a la Ley de polica.
No se encuentra disposicin sobre estos derechos en el perodo revolucionario, con
la Constitucin de 1945. Al efecto es necesario recordar que esta Constitucin fue
inspirada por el movimiento revolucionario del 44 y que incorpora un largo apartado
de derechos sociales. Siguiendo al autor Jorge Mario Garca Laguardia refirindose a
34
esta Constitucin: En su artculo se percibe una aspiracin moralizadora que se
traduce en declaraciones doctrinarias y un idealismo poltico explicable por el
amanecer democrtico en que se gesta despus de una larga dictadura: moralidad
pblica, educacin, crceles, participacin poltica, campaa alfabetizadora Se
produce una constitucionalizacin de muchas nuevas materias, buscando petrificar
en la ley fundamental el nuevo programa de gobierno.31 Tomando en consideracin
lo anterior, el reconocimiento de los derechos de tenencia y portacin de armas
quedaban fuera totalmente de los principios revolucionarios que inspiraron la
Constitucin y por lo tanto, lgico resulta que no se hayan incluido en el articulado
constitucional.
Siguiendo con la evolucin del reconocimiento de los derechos de tenencia y
portacin de armas, el siguiente antecedente se encuentra en la Constitucin de
1956 la siguiente disposicin: No constituye delito o falta la simple tenencia en el
domicilio de armas de uso personal, no comprendidas en las prohibiciones legales. El
derecho de portacin de armas est regulado por la Ley. Para este perodo
constitucional se haba aprobado la Declaracin Universal de Derechos Humanos y
la Declaracin Americana de los Derechos y deberes del Hombre, por lo que la
Constitucin introduce el trmino de derechos humanos y no garantas como
apareca en los textos anteriores, apareciendo los derechos de tenencia y portacin
reconocidos en el apartado de derechos humanos.
En este texto se despenaliza la tenencia de armas de fuego en el domicilio,
limitndose este derecho a las armas reputadas como de uso personal, que no estn
comprendidas en las prohibiciones legales y fija como el lugar para la tenencia al
domicilio ya no la casa como lo estableca la Constitucin de 1825. De aqu en
adelante las disposiciones constitucionales resultan muy similares, estableciendo
limitaciones con relacin a la tenencia y dejando en el mbito de la legislacin
ordinaria la regulacin del derecho de portacin de armas, y la clasificacin de las
armas permitidas y prohibidas.
31
Garca Laguardia, Jorge Mario. Op. Cit. Pg. 86
35
La Constitucin de 1965 utiliza el trmino de garantas constitucionales para
referirse a los derechos fundamentales, reconociendo derechos de tenencia y
portacin dentro de las garantas constitucionales de la siguiente forma: Artculo 68.
El derecho de portacin de armas ser regulado por la Ley. No constituye delito o
falta tener en el domicilio, armas de uso personal no comprendidas en las
prohibiciones legales. Como puede apreciarse, esa redaccin es muy parecida a la
de 1956 en la cual se despenaliza la tenencia de armas siempre y cuando stas se
posean en el domicilio y se puedan clasificar como de uso personal y que no estn
comprendidas dentro de las prohibiciones de Ley. Adems, se remite el ejercicio de
la portacin de armas a la Ley ordinaria.
La Constitucin Poltica de la Repblica vigente se gesta cuando el pas se
encontraba inmerso en el medio de un conflicto armado interno y cuando tambin se
inicia el perodo democrtico que pone fin a una serie de gobiernos militares. Esta
constitucin imbuida de un espritu democrtico y de respeto a los derechos
humanos pero dentro de un escenario de conflicto armado, reconoce los derechos de
tenencia y portacin de armas dentro de los derechos humanos individuales de la
siguiente forma: Artculo 38. Tenencia y Portacin de Armas. Se reconoce el
derecho de tenencia de armas de uso personal, no prohibidas por la Ley, en el lugar
de habitacin. No habr obligacin de entregarlas, salvo en los casos que fuera
ordenado por juez competente. Se reconoce el derecho de portacin de armas,
regulado por la Ley.
Como puede apreciarse, el texto es muy parecido a las Constituciones de 1956 y
1965, sin embargo, cabe destacar algunas diferencias: se sita como el lugar para
ejercer el derecho de tenencia de armas de uso personal no prohibidas por la Ley al
lugar de habitacin, ya no se extiende el mbito al domicilio. Adems, establece
que las armas no se debern entregar sino nicamente en casos en los que medie
una orden de juez competente, garantizando con ello el ejercicio del derecho. Al igual
que en los otros textos constitucionales no se indica la cantidad de armas que puede
36
tenerse, condiciones para su tenencia ni ms requisitos que los referidos
anteriormente. En el caso de la portacin de armas, sigue la lnea trazada por las
Constituciones anteriores, remitiendo para su ejercicio a la legislacin ordinaria, en
este caso, la Ley de Armas y Municiones.
Realizando un ejercicio interpretativo y de una forma muy preliminar dado que el
tema se continuar profundizando en este documento, podra concluirse que la
Constitucin Poltica de la Repblica de Guatemala reconoce los derechos de
tenencia y portacin de armas de fuego de la siguiente forma: en el caso de la
tenencia de armas de fuego, solamente podrn poseerse en el lugar de habitacin
las armas que son permitidas y clasificadas de esa forma por la legislacin ordinaria
y que en el caso de la portacin de armas ser la Ley de Armas y Municiones la que
establezca la forma en la que este derecho podr ejercitarse.
Como puede apreciarse, el reconocimiento de los derechos de tenencia y portacin
datan desde la primera Constitucin de la Repblica, inspirados en gran medida en la
Constitucin estadounidense, pero revisados los ndices de criminalidad en
Guatemala y el involucramiento de armas de fuego en hechos violentos, puede
concluirse que la permisividad para la tenencia y portacin de armas de fuego
reconocida por la Constitucin, no han servido para los fines que los constituyentes
referan, no han garantizado la seguridad de la ciudadana y ms bien, las armas se
han volcado contra la misma poblacin.
37
CAPTULO II: Legislacin Interna sobre los Derechos de Tenencia y Portacin
de Armas de Fuego en Guatemala
Se hace necesario realizar una revisin de las disposiciones legales que se refieren a
los derechos de tenencia y portacin de armas de fuego, iniciando desde la
Constitucin Poltica de la Repblica hasta el Reglamento de la Ley de Armas y
Municiones que fue emitido en el 2011.
Previamente a realizar esta revisin y tomando en cuenta el impacto de las armas en
la inseguridad y desarrollo, cabe sealar lo que segn el Foro parlamentario sobre
armas pequeas y ligeras y la Coalicin para la Prevencin y Reduccin de la
Violencia Armada son las funciones que cumplen las legislaciones sobre armas de
fuego:
- Se legisla porque se percibe desde el Estado, que la violencia con armas de
fuego constituye un problema para la sociedad y el Estado, un problema que
le cabe al Estado resolver.
- A efectos de ejercer las facultades coercitivas que le corresponden al Estado
en la materia, y a efectos de introducir prohibiciones, referente a ciertos tipos
de armas y ciertas actividades con ellas, tales facultades y prohibiciones
deben estar amparadas en normativas y disposiciones que gocen de un
correcto valor jurdico, es decir normalmente con rango de ley (nacional).
- Las legislaciones de armas cumplen una funcin normativa a nivel societal,
sealando a la sociedad qu se pretende con la regulacin de armas, qu
principios rigen y orientan la poltica en la materia: qu se espera de los
ciudadanos y a qu se compromete el Estado.
- La Legislacin de armas de fuego y municiones es igualmente, parte integral
de cada poltica pblica de seguridad, as como de la poltica de salud, ya que
es a travs de esas legislaciones que se define la presencia en la sociedad de
objetos que estn diseados para ocasionar daos, y primordialmente daos
letales.
38
- Legislacin sobre armas de fuego y municin es, tambin, una manera de
comunicarse con sus pases vecinos y la comunidad internacional, algo que
es imprescindible para el control de armas de fuego y sus municiones. 32
A. Constitucin Poltica de la Repblica de Guatemala
En el Ttulo II de la Constitucin Poltica de la Repblica de Guatemala, relacionado a
los Derechos Humanos y el Captulo I de Derechos Individuales, se encuentra el
reconocimiento a los derechos de tenencia y portacin de armas de la forma
siguiente: Tenencia y Portacin de Armas. Se reconoce el derecho de tenencia de
armas de uso personal, no prohibidas por la Ley, en el lugar de habitacin. No habr
obligacin de entregarlas, salvo en los casos que fuera ordenado por juez
competente. Se reconoce el derecho de portacin de armas, regulado por la Ley.
Como pudo apreciarse en el captulo anterior, los derechos de tenencia y portacin
de armas de fuego se han reconocido histricamente en los textos constitucionales
guatemaltecos, ubicndoles como fundamentales para el Estado de Guatemala,
plantendose por ello dentro de este trabajo, la necesidad de establecer los alcances
de estos derechos y sus limitaciones.
Cabe hacer mencin que la Constitucin tambin establece dentro de los deberes del
Estado, garantizar a los habitantes de la Repblica la vida, la libertad, la justicia, la
seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona as como el principio que el
inters social prevalece sobre el inters particular. Podra afirmarse, realizando una
interpretacin constitucional, que los derechos de tenencia y portacin de armas de
fuego se reconocen y su ejercicio poseer los lmites establecidos por el inters
social y por lo tanto, no podran ejercitarse de tal forma que ponga en riesgo los
32
Coalicin Latinoamericana para la Prevencin de la Violencia Armada y Foro Parlamentario sobre armas pequeas y ligeras. Proyecto de Ley Marco de Armas de Fuego, Municiones y Materiales Relacionadas. Ediciones cpr, 2006. Pgina 8.
39
derechos de la colectividad y sus intereses, as como la vida, libertad, justicia,
seguridad, la paz y el desarrollo de la poblacin.
La misma Constitucin establece una limitacin al derecho de portacin de armas
cuando regula lo relacionado a los estados de excepcin, refiriendo en su artculo
138 que este derecho podr limitarse en caso de ser decretado un Estado de
Excepcin de la siguiente forma:
Limitacin a los derechos constitucionales. Es obligacin del Estado y de las
autoridades, mantener a los habitantes de la Nacin, en el pleno goce de los
derechos que la Constitucin garantiza. Sin embargo, en caso de invasin de
territorio, de perturbacin grave de la paz, de actividades contra la seguridad del
Estado o calamidad pblica, podr cesar la plena vigencia de los derechos a que se
refieren los artculo 5,6,9,36, 33, primer prrafo del artculo 35, segundo prrafo del
artculo 38 y segundo prrafo del artculo 116. Al concurrir cualquiera de los casos
que se indican en el prrafo anterior, el Presidente de la Repblica, har la
declaratoria correspondiente, por medio de decreto dictado en Consejo de Ministros y
se aplicarn las disposiciones de la Ley de Orden Pblico. En el estado de
prevencin no ser necesaria esta formalidad
Existen ejemplos recientes de esta limitacin: con el Decreto Gubernativo 4-201133
se decret estado de sitio en todo el departamento de Petn por los hechos violentos
ocurridos en dicho departamento en el mes de mayo del 2011. El Decreto limit el
derecho de portacin de armas en el departamento de Petn. El estado de sitio tena
una duracin inicial de un mes pero el mismo fue prorrogado dos veces ms; y el
ms reciente, Decreto Gubernativo 10-201134 que decret estado de calamidad
pblica en toda la Repblica por las inundaciones y deslaves ocurridos en todo el
territorio nacional, adems de limitar otros derechos tambin limit el derecho de
portacin de armas de fuego en toda la Repblica por un plazo de 30 das.
33
Decreto Gubernativo 4-2011 del 16 de mayo del 2011 34
Decreto Gubernativo 10-2011 del 15 de octubre del 2011
40
B. Ley de Armas y Municiones, Decreto 39-89 del Congreso de la Repblica
El Decreto 39-89 del Congreso de la Repblica estuvo en vigencia desde el ao de
1990 a finales de abril del 2009. Se aprob a escasos aos de vigencia de la
Constitucin Poltica de la Repblica y en los ltimos aos del conflicto armado
interno.
Esta Ley contemplaba la posibilidad de tenencia de armas de fuego para los
ciudadanos mayores de 18 aos de edad y con relacin al lugar de la tenencia
ampliaba el mismo al lugar de trabajo, siempre y cuando este se encontrara en un
lugar cerrado y no se tratara de oficinas del Estado. Es decir, se poda poseer el
arma de fuego tanto en el hogar o casa de habitacin como tambin en el trabajo.
Las armas referidas por la Constitucin como de uso personal, eran las que se
permitan tanto para la tenencia como portacin, siendo las que la Ley clasificaba
como defensivas y/o deportivas. Como armas defensivas se clasificaban los
revlveres y pistolas semiautomticas de cualquier calibre; las escopetas de
bombeo, semiautomticas, de retrocarga y antecarga siempre que el largo del can
no excediera 56 centmetros o 22 pulgadas. Como armas deportivas se clasificaban
las armas permitidas para eventos deportivos internacionales. De forma
extraordinaria y con autorizacin del Estado Mayor de la Defensa Nacional se poda
tener y portar armas de fuego clasificadas como ofensivas, que no eran ms que las
que accionan de forma contnua o en rfaga.
Se contemplaba la necesidad del registro de la tenencia de armas de fuego en el
Departamento de Control de Armas y Municiones DECAM-35 , sin establecer
mayores requisitos para la misma, ms que la presentacin de los documentos que
justificaban la propiedad del arma y los documentos de identificacin personal de
quien registrara. El trmite era muy simple y se limitaba a llenar formularios. Un
procedimiento muy importante a la tenencia de armas tanto durante la vigencia de la
35
El Departamento de Control de Armas y Municiones DECAM- era una dependencia del Ministerio de la Defensa Nacional que tena a su cargo el registro de armas y el control y supervisin de las actividades relacionadas a armas y municiones
41
Ley derogada como durante la vigente, es el relacionado a la obligatoriedad de la
toma de huella balstica del arma que se registra, la cual sirve como parmetro de
comparacin en el momento de la realizacin de cotejos por parte de los peritos
balsticos.
Es decir, para el ejercicio del derecho de tenencia de armas, la Ley derogada
estableca como requisitos tener 18 aos o ms, el registro de las armas de fuego,
que las armas fueran de las clasificadas como defensivas y/o deportivas.
Ahora bien, con relacin a la portacin de armas de fuego la Ley derogada exiga
ms requisitos: en primer lugar podan portar armas de fuego los mayores de 25
aos a diferencia de la tenencia la cual puede ejercitarse a partir de los 18 aos; las
armas permitidas, al igual que en la tenencia, podan ser las defensivas y/o
deportivas y de manera extraordinaria las ofensivas. Se deba solicitar la licencia de
portacin de armas de fuego ante el Departamento de Control de Armas y
Municiones y no se estableca ninguna limitacin en cuanto al nmero de armas que
una persona poda portar, solamente se estableca que una licencia de portacin
poda amparar hasta tres armas de fuego.
Con relacin a la forma en la que los interesados deban comprobar o justificar la
propiedad sobre el arma de fuego, la legislacin derogada posibilitaba que si no se
justificaba a travs de factura o ttulo de propiedad que se hiciera a travs de
declaracin jurada, lo cual facilitaba en gran medida los procedimientos de registro
de las armas de fuego.
Como puede apreciarse, con relacin al derecho de portacin de armas de fuego,
ste se amparaba por medio de una licencia de portacin, y se estableca como
requisito que el requirente tuviera 25 aos o ms.
Un tema relacionado tanto a la tenencia como a la portacin de armas y que
proporciona una dimensin sobre los pocos controles que posea la legislacin
42
derogada, es lo relacionado a las municiones. La Ley no estableca una cantidad
mxima de municiones para la compra durante el mes, lo que ocurra era que se
estableci que una persona no poda trasladar ms de 500 municiones por arma
registrada dado que se configuraba el delito de traslado ilegal y por lo tanto se
interpretaba que no poda venderse ms de 500 municiones por arma registrada
diariamente. Esta cantidad resulta un escndalo en otros pases, siendo que una
persona poda comprar miles de municiones al mes en Guatemala.
C. Ley de Armas y Municiones, Decreto 15-2009 del Congreso de la
Repblica
La Ley de Armas y Municiones, Decreto 15-2009 del Congreso de la Repblica,
entr en vigencia el 29 de abril del 2009. Desde haca aos la reforma a la Ley de
armas se planteaba como urgente y necesaria, impulsada en un primer momento
por los Acuerdos de Paz:
El Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder Civil y Papel del Ejrcito en una
Sociedad Democrtica36 incluy el siguiente compromiso: 33. De conformidad con el
Acuerdo Global sobre Derechos Humanos y para hacer frente a la proliferacin de
armas de fuego en manos de particulares y la falta de control sobre su adquisicin y
uso, el Gobierno de la Repblica se compromete a promover la reforma de la Ley de
Armas y Municiones a efecto de: a) hacer ms restrictiva la tenencia y portacin de
armas que se encuentran en manos de particulares, de conformidad con lo previsto
por el artculo 38 de la Constitucin; b) Otorgar responsabilidad sobre la materia al
Ministerio de Gobernacin. Lo referente a la tenencia y portacin de armas ofensivas
se considerar en casos muy excepcionales y calificados para ello, se deber contar
con la opinin favorable del Ministerio de la Defensa.
36
Acuerdo sobre el Fortalecimiento del Poder Civil y el Papel del Ejrcito en una Sociedad Democrtica, 29 de diciembre de 1996
43
Con relacin al proceso de reforma de la Ley, la Comisin Internacional contra la
Impunidad en Guatemala refiere: En sntesis: Para la entrada en vigor de una nueva
Ley de Armas y Municiones, tuvieron que pasar 10 aos desde la iniciativa del
Presidente en 1999, tres diferentes Congresos de la Repblica y un sinnmero de
esfuerzos de diversos actores, siendo importante el rol desarrollado durante dicho
tiempo por la sociedad civil en la discusin de la reforma.37
Aparte de los argumentos esgrimidos por CICIG, otro factor que favoreci finalmente
despus de diez aos de esfuerzos la reforma de la Ley, fue que el Estado haba
adquirido una serie de compromisos de conformidad a varios instrumentos
internacionales en materia de armas de fuego, municiones, explosivos y otros
materiales relacionados, bsicamente todos estos compromisos se cumplimentaban
con la reforma de la Ley. Estos instrumentos internacionales son de mbito
centroamericano, interamericano y universal, algunos son jurdicamente vinculantes
para el Estado y otros son declaraciones polticas que igualmente entraan
compromisos para el Estado, estos instrumentos se fueron aprobando por el Estado
desde el ao de 1995. Uno de los compromisos reiterados en los instrumentos
internacionales era lo relacionado a tipificar como delito el trfico ilcito de armas de
fuego y municiones. De carcter poltico, otro de los compromisos del Estado era
establecer un rgano nacional que se encargara de coordinar lo relacionado a las
acciones para prevenir la violencia armada y servir de enlace y punto de contacto
internacional en la materia, este rgano nacional es la Comisin para la Prevencin y
Reduccin de la Violencia Armada a la cual se aludi anteriormente y que fue creada
por Acuerdo Gubernativo 230-2010.
Entre los instrumentos internacionales relevantes en materia de armas de fuego,
municiones y otros materiales relacionados se encuentran los siguientes:
a) Tratado Marco de Seguridad Democrtica en Centroamrica.
37
Comisin Internacional contra la Impunidad en Guatemala, Op. cit. Pg. 29
44
b) Cdigo de Conducta de los Estados Centroamericanos en materia de
transferencia de armas, municiones, explosivos y otros materiales
relacionados.
c) Convencin Interamericana contra la Fabricacin y Trfico Ilcitos de Armas de
Fuego, Municiones, Explosivos y Otros Materiales Relacionados.
d) Programa de Accin de Naciones Unidas para Prevenir, Combatir y Eliminar el
Trfico Ilcito de Armas Pequeas y Ligeras en Todos sus Aspectos.
e) Instrumento Internacional que permita a los Estados identificar y rastrear de
forma oportuna y fidedigna, las armas pequeas y ligeras ilcitas.
f) Protocolo contra la Fabricacin y el Trfico ilcitos de armas de fuego, sus
piezas y componentes y municiones, que complementa la Convencin de las
Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional.
Realizando un estudio de las diferentes iniciativas que se presentaron para la
reforma de la Ley de Armas y Municiones, desde 1999 hasta el 200938 se puede
decir que la reforma giraba alrededor de cuatro puntos fundamentales: a) establecer
mayores requisitos para el ejercicio del derecho de portacin de armas; b) incorporar
contenidos relacionados al trfico ilcito de armas y municiones tipificndolo como
delito de conformidad a varios instrumentos internacionales en materia de armas y
municiones, as como incorporar el control sobre todas las figuras relacionadas al
trfico; c) establecer un lmite para la adquisicin de municiones; y, d) posibilitar el
traslado del control de armas y municiones del Ministerio de la Defensa Nacional al
Ministerio de Gobernacin.
La Ley de Armas y Municiones se aprueba buscando con ello lograr el ejercicio de
los derechos de tenencia y portacin de armas pero sin dejar de privilegiar otros
38
Iniciativas de Ley : 2193, 2589, 2990, 3206, 3753, 3902, 3931 y 4003
45
derechos reconocidos constitucionalmente; adems se trata con esta Ley de aportar
para reducir los ndices de criminalidad del pas; as como dar cumplimiento a los
compromisos establecidos en los diferentes instrumentos internacionales aprobados
por Guatemala. Resulta muy interesante traer a este texto lo considerado por los
legisladores al momento de aprobar la Ley de Armas y Municiones:
Considerando: Que la Constitucin Poltica de la Repblica de Guatemala reconoce
el derecho de tenencia y portacin de armas de uso personal no prohibidas de
conformidad con lo regulado en una Ley especfica. Considerando: Que es deber del
Estado ejercer el control de quienes tienen y portan armas para garantizar el debido
respeto a la vida, la integridad fsica, la libertad, la seguridad y justicia de todos los
habitantes de la Repblica, como valores supremos inherentes al ser humano y
reconocidos en la Constitucin Poltica de la Repblica. Considerando: Que la
proliferacin de armas de fuego en la sociedad guatemalteca pone en riesgo la vida e
integridad fsica de la mayora de habitantes de la Repblica, debido a la relacin
existente entre hechos violentos y armas de fuego, lo que hace necesario que se
regulen las formas y medios por los cuales una persona puede ejercitar sus derechos
de tenencia y portacin de armas de fuego, de conformidad con lo establecido en la
presente Ley. Considerando: Que Guatemala es firmante de las convenciones de las
Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, Decreto Nmero
36-2003 del Congreso de la Repblica; Convencin Interamericana contra la
Fabricacin y Trfico Ilcito de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y Otros
Materiales Relacionados, a causa de los efectos perjudiciales de todas estas
actividades para la seguridad de los Estado del mundo en general, donde Guatemala
se comprometi a generar las medidas legislativas necesarias para erradicar el
trfico ilcito de armas de fuego y municiones; establecer el control y penalizacin
correspondientes.
En el artculo 1 de la Ley , se regula que la naturaleza de la Ley es normar la
tenencia y portacin de armas y municiones dentro del territorio nacional, en apego a
la Constitucin Poltica de la Repblica, y de ah se desprende todo el articulado que
46
por una parte regula el ejercicio de los derechos de tenencia y portacin de armas, y
por otro lado regula todas las actividades relacionadas a armas y municiones, como
la importacin y exportacin, fabricacin, compraventa, almacenaje, desalmacenaje,
transporte, entre otros.
Con relacin al derecho de tenencia de armas de fuego, la Ley regula en el artculo
62 lo siguiente: Tenencia. Todos los ciudadanos tienen el derecho de tenencia de
armas de fuego en su lugar de habitacin, salvo las que esta Ley prohba,
cumpliendo nicamente con los requisitos expresamente consignados en la presente
Ley. Como puede apreciarse esta regulacin guarda coincidencia con lo establecido
por el artculo 38 de la Constitucin Poltica de la Repblica: fija el derecho de
tenencia para todos los ciudadanos. En cuanto a la categorizacin de ciudadano por
parte de la Ley de Armas y Municiones si existe diferencia, dado que la Constitucin
reconoce el derecho a todos los habitantes, mientras que la Ley limita el mismo a los
ciudadanos. En cuanto al lugar para ejercer la tenencia, la Ley fija el lugar de
habitacin, realizando la salvedad que se trata de las armas que no estn prohibidas,
agregando el requisito de cumplimiento de los requisitos consignados en la misma
Ley. Este derecho est reconocido en la Ley a los ciudadanos, es decir, a aquellos
guatemaltecos que han alcanzado los 18 aos de edad, la Ley limita este derecho
para ser ejercido nicamente por los ciudadanos, por los mayores de edad, lo cual
resulta lgico dado que no podra entenderse un derecho de este tipo reconocido a
los menores de edad, as como tambin supone una regulacin diferente para los
extranjeros. Esta se deber entender como una limitacin establecida por la ley para
garantizar el bien comn. Ms adelante, al momento de analizar las sentencias de la
Corte de Constitucionalidad objeto del presente documento, podr verse que segn
criterio de la Corte, es posible que la legislacin ordinaria establezca limitaciones.
Es necesario hacer un parntesis con relacin a las armas que estn permitidas
tanto para la tenencia como para la portacin debido a que la Ley no es muy clara
con relacin a estas disposiciones, resultando ms clara la Ley derogada en este
aspecto dado que era fcil identificar las dos clasificaciones.
47
Segn lo establece el artculo 9 de la Ley, se consideran armas de fuego de uso civil
los revlveres y pistolas semiautomticas, de cualquier calibre, as como las
escopetas de bombeo, semiautomticas, de retrocarga y avancarga con can de
hasta veinticuatro (24) pulgadas y rifles de accin mecnica o semiautomtica, por lo
que se puede llegar a concluir, que mientras el mecanismo de disparo de estas
armas sea semiautomtico, no importando el calibre, son armas de uso permitido.
Tambin se consideran permitidas para hacer deporte, siempre que se cumplan con
los requisitos establecidos en la Ley, las armas de fuego deportivas, siendo stas
segn el artculo 11 de la Ley, aquellas que han sido diseadas para la prctica de
deportes, tanto de competencia como de cacera, y que estn reconocidas y
reguladas internacionalmente. Las armas deportivas se clasifican en: armas de
fuego cortas, armas de fuego largas y armas de fuego de caza.
Las armas de fuego deportivas cortas comprenden las pistolas y revlveres utilizados
en eventos internacionales, olmpicos y otros, organizados por las federaciones
nacionales de tiro y entidades deportivas reconocidas por la Ley.
Las armas de fuego deportivas largas comprenden los rifles, carabinas y escopetas
con largo de can de hasta treinta y seis (36) pulgadas, utilizadas en eventos
internacionales, olmpicos y otros organizados por las federaciones nacionales de tiro
y entidades deportivas reconocidas por la Ley.
Las armas de fuego deportivas de caza comprenden los revlveres, pistolas, rifles,
carabinas, escopetas con largo de can de hasta treinta y seis (36) pulgadas y
aquellas cuyas caractersticas, alcance y/o poder, hayan sido diseadas para tal
propsito.
Segn el artculo 10 de la Ley de Armas y Municiones, se prohbe a personas
individuales y jurdicas la portacin y tenencia de las armas de fuego blicas, sus
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componentes y/o sus municiones, de uso exclusivo del Ejrcito de Guatemala y las
clasificadas como automticas, salvo casos de excepcin considerados dentro del
artculo 71 de la misma Ley.
Como armas de tipo blico se entienden las de uso exclusivo del Ejrcito de
Guatemala, especificadas en el artculo 5 de la Ley de Armas y Municiones, en
donde se indica que ste podr hacer uso de las armas necesarias para la defensa
interna y externa del pas, segn sus atribuciones constitucionales, siempre que las
mismas no se encuentren contempladas en las prohibiciones establecidas en los
convenios y tratados internacionales aceptados y ratificados por Guatemala, o por
prohibicin expresa de la Ley .
Tambin se consideran de uso exclusivo del Ejrcito de Guatemala, los armamentos
de guerra de fabricacin internacional, an cuando no existen en los inventarios o
arsenal nacional, y todas aquellas armas de fuego de uso y manejo colectivo.
Segn el artculo 6 de la Ley de Armas y Municiones las fuerzas de seguridad y
orden pblico podrn hacer uso de todas las armas de fuego en adicin a las
establecidas en los artculos 9 y 11 de la misma Ley : fusiles militares de asalto
tctico, pistolas de rfaga intermitente, continua o mltiple, rifles automticos, rifles
de accin mecnica o semiautomtica, rifles de asalto, carabinas automticas,
ametralladoras, subametralladoras y metralletas, carabinas y subfusiles con armazn
de subametralladora, armas de propsito especial, subametralladoras cortas o
acortadas automticas o semiautomticas, rifle/lanzagranadas, lanza granadas y
otras fabricadas para el fin del cumplimiento de su misin.
Como blicas se entienden tambin las armas de uso y manejo colectivo,
relacionadas en el artculo 7 de la Ley de Armas y Municiones, comprendiendo
stas: las ametralladoras ligeras y pesadas, caones ametralladores, caones,
aparatos de lanzamiento y puntera de granadas y proyectiles impulsados o
propulsados.
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Las armas de fuego de uso blico, qumicas, explosivos blicos, artefactos blicos y
armas de propsito blico especial, son de uso exclusivo del Ejrcito de Guatemala,
a excepcin de los explosivos que unidades especializadas de la Polica Nacional
Civil utilicen en funcin de la seguridad interna y las que se encuentren
contempladas en las prohibiciones establecidas en los convenios o tratados
internacionales aceptados y ratificados por Guatemala.
Se incluyen tambin cual