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Retos de las ciencias administrativas desde las economías emergentes: Evolución
de sociedades
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El acoso psicológico en el trabajo y la manifestación de síntomas
psicopatológicos en servidores públicos.
Julieta Cari Ballesteros Ayala*, Ulises Iván Hernández Arista*, Ana Lía Segura Aguirre*
*Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Morelia, Michoacán. México.
Email: julietaballesteros.2010@gmail.com Teléfono: 04433129913 EXT 134
Resumen:
En México estudios realizados muestran que el 35% de los centros de trabajo han
registrado casos de mobbing, siendo una de las principales causas de ausentismo,
baja productividad y mal clima de trabajo en las empresas (Grupo Multisistemas
de Seguridad Industrial, s.f. citado en Periódico Digital, 2011). El objetivo de la
presente investigación fue realizar un diagnóstico para determinar si existen
diferencias significativas entre las personas que presentan acoso psicológico
laboral o mobbing en personal de Policía y Tránsito de la Ciudad de Morelia en
relación a la manifestación de síntomas psicopatológicos. Se utilizó el enfoque
cuantitativo, es un estudio descriptivo comparativo, transeccional y no
experimental. Para la recolección de datos se utilizaron la Escala Cisneros,
diseñada por Iñaki Piñuel en el 2000 y el SCL-90-R. El SCL-90-R, para valorar y
detectar psicopatología presente en individuos a partir del malestar psicológico
referido. Se trabajó con una muestra de 123 trabajadores de 8 departamentos de
la Dirección de Policía y Tránsito de la Ciudad de Morelia. La muestra se obtuvo a
través de un método no probabilístico accidental. El 12% de los sujetos
encuestados se encontró en una situación de mobbing. De los participantes,
aquellos que presentan mobbing muestran un mayor índice en la presencia de
síntomas psicopatológicos, principalmente en tres dimensiones que son: en
primer lugar los síntomas obsesivos-compulsivos, en segundo lugar la depresión y
por ultimo ideación paranoide. Con los hallazgos obtenidos hasta ahora se
comprueba la hipótesis de que la presencia de síntomas psicopatológicos es más
alta en las personas que experimentan el acoso psicológico, la investigación sigue
en desarrollo.
Palabras clave: Mobbing, acoso psicológico, síntomas psicopatológicos.
Capítulo 12. Liderazgo, Capital humano y Comportamiento Organizacional
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En la actualidad, existe una tendencia organizacional de percibir al capital
humano, es decir, a las personas que trabajan en las empresas como parte
fundamental del desarrollo y éxito de éstas. Asimismo, se reconoce que en el
individuo influyen una serie de factores de diversa índole que determinan su
motivación y desempeño laboral. A partir de esto se señala que existen elementos
importantes que la organización debe abordar para que el individuo sea un
trabajador productivo, comprometido al logro de objetivos organizacionales y que a
su vez obtenga satisfacción con la labor que realiza. Dentro de estos elementos se
encuentran las relaciones interpersonales que se establecen entre los miembros
de la organización, así como la calidad de dichos vínculos, los cuales, generan
consecuencias positivas o negativas en los individuos implicados además de
apoyar u obstaculizar los resultados organizacionales.
En estudios recientes se ha encontrado una línea de investigación muy
importante, considerada actualmente para muchos un serio problema de salud
laboral. Es el caso del acoso psicológico o mobbing, el cual representa un término
relativamente nuevo (Einarsen, Hoel, Zapf y Cooper, 2003, citado en Carballeira,
Solanelles, García y Peña, 2008).
De acuerdo al Quinto Informe Cisneros, realizado en España por Iñaki Piñuel y
Zabala en el 2004 sobre el acoso psicológico y moral en el trabajo, se estima que
más de 1.5 millones de persona, son víctimas de hostigamiento laboral, lo que
supone más del 15% de los trabajadores en activo. Además, uno de cada tres
trabajadores en el estudio manifestó haber sido víctima de maltrato psicológico en
su vida laboral con una frecuencia semanal, y cerca del 77% de los afectados
señalo un apoyo escaso o nulo en sus organizaciones. El número de trabajadores
afectados podría ser incluso mayor puesto que muchos de ellos no se atreven a
hablar de estas situaciones por el temor de perder su puesto de trabajo, por lo
difícil que resulta demostrar una situación de acoso moral, o porque creen que no
encontrarán suficiente apoyo en sus superiores. Se señala también que 10% de
los suicidios consumados podrán atribuirse a conductas relacionadas con este
acoso.
OBJETIVO GENERAL
Realizar un diagnóstico para determinar si existen diferencias significativas
entre las personas que presentan y las que no presentan acoso psicológico
laboral o mobbing en personal de Policía y Tránsito de la Ciudad de
Morelia.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
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Determinar la presencia de acoso psicológico o mobbing en personal de
Policía y Tránsito de la Ciudad de Morelia mediante la Escala Cisneros.
Determinar la presencia de síntomas psicopatológicos en el personal de
Policía y Tránsito de la Ciudad de Morelia por medio del Inventario de
Síntomas (SCL-90-R).
HIPÓTESIS
Existe una diferencia significativa de síntomas psicopatológicos entre las
personas que presentan y no presentan acoso psicológico o mobbing.
VARIABLES
Acoso psicológico o mobbing.
Síntomas psicopatológicos.
CONCEPTUALIZACIÓN Y OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES
Mobbing: Continuado y deliberado maltrato verbal y modal que recibe un
trabajador por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el
objeto de lograr su aniquilación o destrucción psicológica y obtener su salida de la
organización a través de diferentes procedimientos ilegales, ilícitos, o ajenos a un
trato respetuoso o humanitario y que atentan contra la dignidad del trabajador
(Fidalgo y Piñuel, 2004).
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Síntomas psicopatológicos: Modos de vivenciar y de comportamiento que
destacan de lo habitual y cotidiano propio de las personas y que es juzgada como
atípica o perturbada (Scharfetter, 1988).
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PARTICIPANTES
Se trabajó con una población constituida por el personal de 8 departamentos
(Legal, Oficialía de Partes, Participación Ciudadana, Prensa, Recursos Humanos,
Servicio Médico, Sistema Nacional de Seguridad Pública, Subdirección de
Seguridad Publica, Dirección, Control vehicular y Devolución de vehículos) de
Policía y Tránsito de la Ciudad de Morelia. La muestra se obtuvo a través de un
método no probabilístico accidental.
INSTRUMENTOS
Escala Cisneros: Es uno de los instrumentos que forma parte del barómetro
Cisneros (Cuestionario Individual de Psicoterror, Negación, Estigmatización y
Rechazo en Organizaciones Sociales), elaborado en el 2000 por el profesor Iñaki
Piñuel. La escala es de carácter autoadministrado compuesto por 43 ítems que
representan conductas de acoso psicológico ante los cuales la persona debe
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responder, utilizando una escala de respuesta de 0 (nunca) a 6 (todos los días), el
grado en que es afectado por cada una de las conductas de acoso.
Asimismo, permite identificar la procedencia del acoso para cada conducta,
distinguiendo entre acoso psicológico procedente de jefes, compañeros o
subordinados. El instrumento está constituido por tres índices generales y 2
dimensiones globales.
Los tres índices de acoso son:
El número total de estrategias de acoso (NEAP), es un recuento de las
respuestas diferentes de cero, que nos informa del número total de
estrategias de acoso sufridas.
El índice global de acoso psicológico (IGAP), Este índice ofrece la misma
información que obtendríamos de utilizar la puntuación total en el test (en
una escala de 0 a 258 puntos), con la ventaja de que dicha información se
expresa ahora en la misma escala en la que se responden los ítems (de 0 a
6).
El índice medio de la intensidad de las estrategias de acoso (IMAP), Este
índice nos indica la intensidad promedio de las estrategias de acoso
sufridas.
Incluye un ítem adicional de respuesta dicotómica sí/no (ítem 44) que
recoge la percepción subjetiva del sujeto para calificar un caso como
mobbing
SCL-90-R. El SCL-90-R, es un cuestionario autoadministrado de 90 ítems para
valorar y detectar psicopatología presente en individuos a partir del malestar
psicológico referido por el sujeto durante los últimos 7 días por medio de una
escala tipo Likert desde 0 (no presente en absoluto) hasta 4 (mucho o
extremadamente presente). Los indicadores de psicopatología del instrumento son
tres índices generales y 9 dimensiones o subescalas.
Los tres índices globales son:
Índice Global de Gravedad de los Síntomas (GSI) que evalúa la intensidad
total de psicopatología.
Total de Síntomas Positivos (PST) número de síntomas con puntuación
distinta de cero.
Índice de síntomas positivos (PSDI) que evalúa de forma combinada la
intensidad y la frecuencia de los síntomas.
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Las nueve dimensiones sintomáticas son:
Somatización: Grado de estrés proveniente de las percepciones de una
disfunción corporal.
Obsesivo-compulsivo: Conductas identificadas con este síndrome clínico.
Sensibilidad interpersonal: sentimientos de inadecuación personal e
inferioridad.
Depresión: índice de la manifestación clínica de la depresión.
Ansiedad: síntomas y conductas clínicamente asociadas a una
manifestación de exacerbada ansiedad.
Hostilidad: pensamientos, sentimientos y acciones característicos del afecto
negativo o un estado irascible.
Ansiedad fóbica: síntomas que se han observado en condiciones
específicas de ansiedad fóbica y/o estados agorafóbicos.
Ideación paranoide: Evaluación desde una perspectiva sindromática de la
conducta paranoide.
Psicoticismo: Síntomas incluidos en diferentes conductas psicóticas.
MARCO TEÓRICO.
APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE MOBBING
El sustantivo mob proviene del inglés cuya traducción literal sería algo así como
“gentuza o cuadrilla”. El verbo to mob puede definirse mediante los siguientes
términos como “arremeter contra alguien, atropella, molestar, acosar, atacar en
grupo, etc. En los años setenta del siglo pasado, el etólogo Konrad Lorenz utilizo
el termino mobbing para describir la conducta grupal de algunas especies
animales caracterizada por las amenazas y ataques de un grupo de animales más
pequeños que amenazaban a un animal de mayor tamaño y más fuerte que ellos,
considerado como su enemigo, o bien hacia aquellos animales de su misma
especie que manifestaban comportamientos anómalos. Más tarde, un médico
sueco, Peter- Paul Heinemann (1972), utilizo dicha terminología para estudiar el
comportamiento de los niños dentro del ámbito escolar, el cómo estos pueden
atacarse unos a otros entre sus horas de clase, definiendo al mobbing al
comportamiento destructivo y anómalo regularmente de un grupo de niños hacia
un niño.
Posteriormente en la década de los 80´s el equipo de investigación laboral sueco
dirigidos por el psiquiatra alemán residente en Suecia Heinz Leymann, retoma
este concepto aplicándolo al estudio de la conducta humana en las organizaciones
labores, definiendo al mobbing como situaciones en la que una persona o grupo
de personas ejercen comportamientos violentos psicológicos, sistematizados
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durante un largo tiempo (mínimo seis meses) sobre una persona o personas en el
lugar de trabajo con la finalidad de:
Restringir las posibilidades de comunicación, evitar el contacto con otros.
Destruir su reputación mediante la difusión de rumores, ridiculizarle, burlarse
de una discapacidad, etc.
Perturbando la realización de actividades, deteriorar su desempeño o
rendimiento mediante trampas y la desestabilización psicológica
Finalmente coaccionando así a la persona a renunciar a su trabajo o a ser
despedida.
En España el psicólogo de la Universidad de Álcala de Henares, Piñuel y Zabala
en el 2001 define el término mobbing como:
“El continuo y deliberado maltrato verbal y modal que recibe un trabajador por
parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el objeto de lograr
su aniquilación o destrucción psicológica y obtener su salida de la organización a
través de diferentes procedimientos ilegales, ilícitos, o ajenos a un trato
respetuoso o humanitario que atenta contra la dignidad del trabajador”.
Con la finalidad de:
Intimidar, apocar, reducir, aplanar, amedrentar y consumir, emocional e
intelectualmente a la víctima, con vistas a eliminarla de la organización o a
satisfacer la necesidad insaciable de agredir, controlar y destruir que suele
presentar el hostigador, que aprovecha la ocasión que le brinda la situación
organizativa particular (reorganización, reducción de costes,
burocratización, cambios vertiginosos, etc.) para canalizar una serie de
impulsos y tendencias psicopáticas (Piñuel, 2001a, p. 55).
Desde el punto de vista terminológico, no existe una delimitación clara ni un
consenso acerca de cómo nombrar al fenómeno, De Elena y Peña (2005)
proponen una clasificación de cuatro grupos de acuerdo a las diferentes
acepciones que se han acuñado hasta el momento (Rodríguez-Carbelleira,
Escartín y Arrieta, 2009):
a) Palabras relacionadas pero no equivalentes a mobbing tales como
opresión, subrogación, comportamiento abusivo etc.
b) Palabras más amplias que contienen el concepto de mobbing (violencia en
el trabajo, agresión en el trabajo, comportamiento antisocial en el trabajo)
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c) Denominaciones relativamente equivalentes a mobbing (terror psicológico,
acoso moral, violencia psicológica en el lugar de trabajo, hostigamiento
psicológico, bullying, abuso emocional en el trabajo)
d) Manifestaciones parciales del mobbing (bossing, tiranía mezquina).
El correlato correcto del término mobbing al castellano debería de ser acoso
psicológico en el trabajo más no “acoso moral” por lo que no se refiere al acoso a
la moral o a la ética de la víctima.
EPIDEMIOLOGÍA DEL MOBBING
En la actualidad se considera al mobbing un importante problema social y
epidemiológico debido al elevado número de personas que lo presentan, por la
repercusión en la salud de quienes lo padecen y por los costes indirectos que
ocasiona. Estudios recientes señalan que entre el 5 y el 11% de la población
occidental y 8% la población europea podrían ser víctimas de acoso psicológico
en el trabajo.
De acuerdo al Quinto Informe Cisneros sobre el acoso psicológico y moral en el
trabajo, desarrollado por Piñuel en la Universidad de Alcalá, más de 1,5 millones
de personas son víctimas de hostigamiento laboral en España, lo que supone más
del 15% de los trabajadores en activo. Además, uno de cada tres trabajadores
manifestó haber sido víctima de maltrato psicológico en su vida laboral con una
frecuencia semanal, y cerca del 77% de los afectados señaló un apoyo escaso o
nulo en sus organizaciones (González, De cabo, Martín y Franco, 2004)
Según los estudios Cisneros, solo 1 de cada 3 víctimas hace frente al
hostigamiento, solo en 1 de cada 6 casos los testigos apoyan a la víctima frente
al hostigador, existiendo un riesgo mayor en el grupo femenino y en trabajadores
eventuales o temporales. Siendo las principales consecuencias del mobbing el
absentismo, depresión y bajo estado de ánimo, cansancio físico y emocional,
alteraciones emocionales y abandono laboral. (Castillo y Almiral, 2004)
En México, la presencia de violencia psicológica es reportada como alta por los
trabajadores en un 67.33 %, la cual aunada con el señalamiento de una frecuencia
del 14.1 % en un nivel medio, constituye un incidencia total del 81.43 %. Asimismo
se señala que el 81% de los trabajadores mexicanos declaran haber sufrido este
tipo de conducta agresiva de parte de sus superiores; el 55 % menciona haber
recibido estas manifestaciones violentas de sus colegas y el 28 % de sus
colaboradores (Del pino, s.f.)
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Siendo lo trabajadores de la administración pública, trabajos relacionados con la
educación, la salud, miembros de organizaciones sin ánimo de lucro, instituciones
u organizaciones religiosas, trabajadores del transporte, comunicaciones y
comercio los más frecuentes en sufrir acoso psicológico (González, et., al, 2004).
LOS PROTAGONISTAS DEL MOBBING: el acosador y el acosado
De acuerdo con Einarsen, Hoel, Zapf, y Cooper (2003), posiblemente ningún
modelo que explique el mobbing estaría completo sin tener en cuenta los
comportamientos del acosador y la percepción del acosado, así como también la
interacción entre ambos, la cultura, el clima aboral y las condiciones del puesto.
EL ACOSADOR
En el ámbito laboral a diferencia del ámbito escolar, la información que se tiene
acerca del perfil del acosador es muy remota, ya que dicha información se obtiene
directamente de las víctimas, esto a causa de las dificultades que se presentan al
intentar realizar un acercamiento a la personalidad del acosador. Sin embargo se
han logrado definir algunas características del acosador desde la perspectiva de
la víctima como lo muestra la siguiente tabla:
Capacidad de simulación Autoritarismo Arrogancia
Falsa seducción Ausencia de sentido de culpa
o remordimientos
Imposición
Capacidad de
manipulación y distorsión
Trivialización Hechos consumado
Envidia y celos
profesionales
Egoísmo Paternalismo
Ausencia de modales o
educación
Falta de ecuanimidad Necesidad de quedar
por encima
Doble personalidad
(jekyll y Hyde)
Ausencia de capacidad de
Escuchar
Actitud de sabelotodo
Dificultad para tolerar la Rigidez Incapacidad de
TABLA III. CARACTERISTICAS DEL ACOSADOR DESDE LA PERSPECTIVA DE LA VICTIMA
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ambigüedad cooperar
Ausencia de empatía Indecisión Paranoia
Incapacidad para tolerar
el fracaso
Mediocridad profesional Incapacidad de
comunicar
Oportunismo y
conveniencia
personalidad controladora Lenguaje rudo e
insultante
Falta de criterio personal Inconsistencia Evasividad
Ausencia de dinamismo Falta de transparencia Incapacidad para
trabajar en equipo
Mentiroso compulsivo interferencia en el trabajo de
otros
Ausencia del sentido
del humor
Fuente: Piñuel y Zabala (2001). Mobbing. Como sobrevivir al acoso psicológico en
el trabajo. España: Sal Térrea.: 89
Piñuel y Zabala (2001) define al acosador como un individuo con una personalidad
psicopática, con alteración del sentido moral, y ausencia de culpabilidad: cobarde,
mentiroso, compulsivo con gran cantidad de improvisación, mediocre, y con
complejo de inferioridad; que además necesita una serie de condiciones
situacionales, como se explica en el siguiente esquema:
Modelo integrador explicativo del mobbing (Tomado de Viana AT, Gil, MV,
2003)
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En la misma línea, Hirigoyen (1999) resalta que el acosador detecta los puntos
débiles de sus víctimas y los ataca, y no considera que la víctima posea en sí
misma rasgos que la predispongan a ser acosada, sino que la víctima ha sido
elegida por el perverso por poseer atributos de los que pretende apropiarse,
siendo concebida por el acosador como un objeto cuya finalidad es satisfacer sus
necesidades.
EL ACOSADO (Víctima)
Cualquier persona en cualquier momento dentro del trabajo puede ser víctima de
acoso psicológico, por lo tanto se puede decir que no existe un perfil que
predisponga a una persona a ser el acosado. Al respecto Leymann en 1996,
menciona que la personalidad del acosado no es un factor que lo haga propenso a
sufrir el mobbing, sin embargo Piñuel en el 2001 propone algunos rasgos o
características que pueden ayudar a identificar a un acosado o víctima son los
siguientes:
Personas con elevada ética, honradez y rectitud, así como un alto sentido de la
justicia.
Personas autómatas, independientes y con iniciativa, personas con madurez
psicológica suficiente como para tener independencia de criterio, autonomía de
actuación y capacidad para tomar la iniciativa.
Personas altamente capacitadas por su inteligencia y aptitudes, que destacan
por su brillantez profesional.
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Personas populares, líderes informales entre sus compañeros o con carisma
para liderar grupos.
Personas con un alto sentido cooperativo y de trabajo en equipo.
Personas con elevada capacidad empática, sensibilidad, comprensión del
sufrimiento ajeno e interés por el desarrollo y el bienestar de los demás.
Personas con situaciones personales o familiares altamente satisfactorias y
positivas. (pp.116 y ss.)
CONSECUENCIAS DEL MOBBING
Autores como Brodsky, 1976; González, et,. al, 2004; Saéz y García-Izquierdo,
señalan que las consecuencias del mobbing no solo se presentan en el individuo
que lo sufre sino que además, genera efectos negativos a nivel familiar,
organizacional y social. Las principales consecuencias se resumen en la tabla IV.
CONSECUENCIAS A NIVEL INDIVIDUAL
Psicológicas y psicosomáticas: La persona que sufre de conductas de acoso
psicológico puede presentar patología ansiosa o depresiva, trastornos adaptativos
o trastornos de estrés postraumático (González, et., al 2004), sentimientos de
impotencia, fracaso, frustración, baja autoestima, trastornos paranoides, (Instituto
Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo [INSHT], 1998) miedo
resentimiento, problemas de concentración, reducción del bienestar psicológico
(Keashly y Harvey, 2004 citado en Soler, 2008), pérdida de memoria, decaimiento,
agresividad (Rodríguez-Muñoz, Domínguez y Osona, 2011), Anhedonia,
melancolía, hipervigilancia, hipersensibilidad a la crítica, crisis nerviosa etc. (Piñuel
y Zabala, 2001).
Físicas: Dentro de la sintomatología física presentada por las victimas de mobbing
se encuentran dolores epigástricos y abdominales, estreñimiento, nauseas,
vomito, astenia, anorexia, dolores torácicos, dolores de espalda, dolores
musculares, trastornos de sueño, disnea, fatigabilidad, temblores (González, et.,
al, 2004), falta de apetito, apetito voraz, sequedad en la bica, parestesias
(Rodríguez-Muñoz, et., al, 2011).
CONSECUENCIAS A NIVEL FAMILIAR
En el ámbito familiar puede llegar a manifestarse una disminución del apetito
sexual, discusiones de pareja, problemas de comunicación entre padres e hijos,
posibilidad de separaciones familiares y divorcios, o bien puede incrementar el
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sufrimiento de la víctima ante la falta de credulidad y apoyo sobre las conductas
de acoso (González, et., al, 2004).
CONSECUENCIAS A NIVEL ORGANIZACIONAL
Dentro de las organizaciones la presencia de mobbing genera disminución de la
cantidad y calidad de trabajo, de la eficacia y atención al cliente, problemas en la
comunicación y en el trabajo en equipo, absentismo, rotación del personal,
intención de abandonar la organización, insatisfacción laboral, reducción del
compromiso o baja motivación, aumento de gastos económicos por capacitación a
nuevos empleados, aumento de presión y carga de trabajo por absentismos
(Einarsen, Hoel y Cooper, 2004; Vartia, 2010; Keashly y Jagatic, 2000; UNISON,
1997; González, et., al, 2004; INSHT, 1998; Dawn, Cowie y Ananiadou, 2003
citados en Soler 2008).
CONSECUENCIAS A NIVEL SOCIAL
Según diversos estudios (Leymann, 1990; Rayner, 2000; Sheehan, McCarthy,
Barker y Henderson, 2001; Comunidad Autónoma del País del Vasco, Gutiérrez y
Mugarra, 2003 citado en Soler, 2008) los costes por mobbing son sumamente
elevados ya que genera un aumento de gasto económico por bajas laborales,
jubilaciones, incapacidades, consultas de salud mental, consumo de fármacos y
antidepresivos, esto sin contar la pérdida de la fuerza de trabajo y población activa
(González, et., al, 2004).
Artigas, 2007
TABLA IV.PRINCIPALES CONSECUENCIAS DEL MOBBING
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INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LOS SÍNTOMAS PSICOPATOLÓGICOS
En el transcurso de la historia el concepto de anormalidad psíquica se ha ido
desarrollando bajo tres ejes. De acuerdo con el primer eje, todo trastorno psíquico
tiene un origen somático; en el segundo eje toda alteración psíquica tiene raíces
puramente psíquicas y un tercer eje llamado psicosomático, establece que los
trastornos somáticos y los psíquicos no pueden separarse, pues son dos aspectos
que van aunados a la misma cosa, por lo tanto debe de ser visto como un todo.
SOMATIZACIÓN
El término somatización fue acuñado a comienzos del siglo XX por Wilhem Shekel,
para indicar el proceso mediante el cual un trastorno psicológico puede producir
síntomas somáticos. Desde el punto de vista psicológico la somatización se
entiende como un mecanismo de defensa inconsciente mediante el cual una
persona sin proponérselo, convierte el malestar emocional en un síntoma físico,
desviando así la atención del conflicto psicológico que le genera ansiedad. El que
sea inconsciente indica que la persona no produce voluntariamente el síntoma, no
se percata de su origen psicógeno, verdaderamente lo experimenta (Muñoz,
2009).
La somatización, el proceso mediante el cual las personas experimentan y
expresan malestar emocional a través de síntomas físicos es uno de los mayores
retos a los que se puede ver enfrentado un médico en su práctica médica
cotidiana, ya que los síntomas carecen de una causa orgánica documentada.
De acuerdo con el DSM-IV para este trastorno se deben de cumplir los siguientes
criterios:
A. Historia de múltiples síntomas físicos, que empieza antes de los 30 años,
persiste durante varios años y obliga a la búsqueda de atención médica o provoca
un deterioro significativo social, laboral, o de otras áreas importantes de la
actividad del individuo.
B. Deben cumplirse todos los criterios que se exponen a continuación, y cada
síntoma puede aparecer en cualquier momento de la alteración:
1. cuatro síntomas dolorosos: historia de dolor relacionada con al menos
cuatro zonas del cuerpo o cuatro funciones (p. ej., cabeza, abdomen, dorso,
articulaciones, extremidades, tórax, recto; durante la menstruación, el acto sexual,
o la micción)
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2. dos síntomas gastrointestinales: historia de al menos dos síntomas
gastrointestinales distintos al dolor (p. ej., náuseas, distensión abdominal, vómitos
[no durante el embarazo], diarrea o intolerancia a diferentes alimentos)
3. un síntoma sexual: historia de al menos un síntoma sexual o reproductor
al margen del dolor (p. ej., indiferencia sexual, disfunción eréctil o eyaculatoria,
menstruaciones irregulares, pérdidas menstruales excesivas, vómitos durante el
embarazo)
4. un síntoma pseudo-neurológico: historia de al menos un síntoma o déficit
que sugiera un trastorno neurológico no limitado a dolor (síntomas de conversión
del tipo de la alteración de la coordinación psicomotora o del equilibrio, parálisis o
debilidad muscular localizada, dificultad para deglutir, sensación de nudo en la
garganta, afonía, retención urinaria, alucinaciones, pérdida de la sensibilidad táctil
y dolorosa, diplopía, ceguera, sordera, convulsiones; síntomas disociativos como
amnesia; o pérdida de conciencia distinta del desmayo)
OBSESIÓN- COMPULSIÓN
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), se conocía antes como neurosis
obsesiva-compulsiva se clasifica como un trastorno de ansiedad definido por la
presencia de obsesiones y compulsiones.
Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y
persistentes que son experimentados (al menos inicialmente) como intrusos e
inapropiados (egodistónicos) y que causan ansiedad o malestar acusados.
Mientras que las obsesiones son urgencias para realizar rituales de
comportamiento o mentales con el fin de reducir la ansiedad o la probabilidad del
daño relacionado con las obsesiones. Los rituales compulsivos son deliberados,
aunque queda claro que carecen de sentido o son excesivos con respecto al temor
obsesivo que pretende neutralizar (Abramowitz, 2007).
Los síntomas del TOC suelen desarrollarse de forma gradual. Una excepción es el
inicio inesperado que se observa a veces después del embarazo. La edad modal
de inicio es de 6 a 15 años en los varones y de 20 a 29 en mujeres (Abramowitz,
2007)
DEPRESIÓN
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La depresión está vinculada por muchos aspectos con la ansiedad y la diferencia
entre ambas es que en la depresión suele estar producida por algo que ya ocurrió.
El sentirse deprimido es un estado de ánimo que afecta la disposición emocional
básica de una persona, determinando como siente y se percibe a sí mismo y al
medio que lo rodea. Por lo tanto, La depresión es una emoción vinculada a una
importante parte física y en muchas ocasiones puede presentarse después de un
periodo de ansiedad. Es un estado de ánimo que le puede ocurrir en cualquier
momento a cualquier persona, es decir, no se limita a lugares ni momentos
específicos (calderón, 1990.)
ANSIEDAD
La ansiedad abarca una amplia gama de experiencias muy frecuentes e
incomodas para la persona, y que llega a ser totalmente normal en casos
extremos. Por ejemplo es comprensible que sienta ansiedad al presentarse por
primera vez en un empleo o que sienta ansiedad al pensar que un ser querido
puede morir.
Por lo tanto se puede definir a la ansiedad como un miedo vago y general, la
ansiedad se experimenta cuando se piensa que algo no agradable puede ocurrir
en tiempos posteriores. Sin embargo se debe restringir el empleo de este término
a aquellos estados en que un temor y una tensión emocional son parte del cuadro
clínico. La ansiedad se encuentra en todas las formas psicopatológicas como
expresión sintomática de la tensión psicológica o como estimulante de
enfrentamiento adaptativo (Millon, 1976).
HOSTILIDAD
La definición del término hostilidad es bastante ambigua y con frecuencia es
utilizado de manera indiscriminada como sinónimo de conceptos como agresión o
ira. Aunque para muchos autores estos términos se encuentran íntimamente
relacionados la distinción entre afecto, cognición y conducta es uno de los puntos
clave para establecer una diferenciación (Iacovella y Troglia, 2003).
Spielberger, Krasner y Solomon (1983) explican la diferencia entre estos tres
conceptos pero a su vez establecen relaciones entre ellos formulando un
constructo general que integra a los tres términos denominado síndrome ira-
hostilidad-agresión. Desde este modelo se define a la ira como un estado afectivo-
subjetivo (sentimientos y pensamientos), el cual consiste en una emoción negativa
que varía desde una ligera irritación hasta una furia intensa y que se asocia a una
elevada activación psicofisiológica.
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Esto permite entender a la ira como una reacción emotiva, a la hostilidad como un
conjunto de actitudes complejas que puede convertirse en un patrón de conducta
orientado hacia la violencia (agresión), coincidiendo respectivamente con las tres
dimensiones fundamentales de la conducta humana: componente afectivo-
subjetivo, componente cognitivo y componente conductual (Sanz, Magán y García-
Vera, 2006).
La connotación actitudinal que presenta la hostilidad está formada con una base
de creencias sobre la naturaleza humana y la sociedad, por lo cual, la hostilidad
podría ser el resultado de las influencias que puede haber recibido un sujeto por
parte de su medio ambiente a lo largo de su vida, ya que el factor genético actúa
de forma reducida. Los sujetos que presentan hostilidad se caracterizan por
esperar lo peor de los demás, estar siempre a la defensiva, crear ambientes de
tensión y competitividad y percibir al entorno como un espacio de lucha para lograr
objetivos (Moscoso, 2008).
ANSIEDAD FÓBICA
La ansiedad aparece ante situaciones bien definidas o frente a objetos externos,
que no son en sí mismo peligrosos.
Algunas de las pautas para el diagnóstico son las siguientes; a) Los síntomas,
psicológicos o vegetativos, son manifestaciones primarias de ansiedad y no
secundarias a otros síntomas, como por ejemplo ideas delirantes u obsesivas, b)
Esta ansiedad se limita o predomina en al menos dos de las siguientes
situaciones: multitudes, lugares públicos, viajar lejos de casa o viajar solo, c) La
evitación de la situación fóbica es, o ha sido, una característica destacada
PARANOIA
Etimológicamente el término paranoia proviene del griego pará (paralelo) y nous
(espíritu, pensamiento), pero en su origen estaba desprovisto del sentido que
actualmente tiene. El vocablo comienza a utilizarse desde la perspectiva
psiquiátrica por Salvajes 1768 para designar a un grupo de trastornos, en el que el
delirio afecta de manera parcial el psiquismo del sujeto pero manteniendo la
capacidad para razonar de manera lógica y adecuada en otros temas (Mur, 2010).
En 1987 el DSM III-R sustituye la palabra paranoia por el término trastorno
delirante, actualmente se encuentra bajo este nombre en el apartado de
esquizofrenia y otros trastornos psicóticos. Este trastorno se caracteriza por la
presencia de un sistema delirante estable y persistente, estos delirios se imponen
al sujeto y resisten todo intento de contradecirlo lógicamente (Bogart, 2008).
Retos de las ciencias administrativas desde las economías emergentes: Evolución
de sociedades
Página 19
El delirio, es entonces el síntoma central de este trastorno. Jasper (s.f.) citado en
Vázquez, Valiente y Díez (1999) define al deliro como una idea falsa que se
mantiene con una convicción subjetiva extraordinaria (certeza), que persiste ante
contra argumentaciones o experiencias en contra además de tener un contenido
irreal. Por su parte el DSM-IV considera al delirio como “una creencia falsa basada
en inferencias incorrectas”.
DISCUSION Y ANALISIS DE RESULTADOS
Escala Cisneros
De acuerdo con el criterio de duración mínima de las conductas de acoso de seis
meses, con una frecuencia de por lo menos una vez a la semana (ítem 44) se
dividió a la muestra total en dos subgrupos: quienes presentan mobbing (personas
que responden afirmativamente a la pregunta 44 y que manifiestan sufrir por lo
menos una de las conductas de hostigamiento) y quienes no presentan (personas
que responden negativamente al ítem 44).
El 12% de los sujetos encuestados se sitúo en el primer subgrupo (personas
acosadas) y el restante 88% en el segundo subgrupo (personas no acosadas) tal
como lo muestra la gráfica I.
GRÁFICA I
12%
88%
PORCENTAJE DE PERSONAS ACOSADAS Y NO ACOSADAS
PERSONAS ACOSADAS
PERSONAS NO ACOSADAS
Capítulo 12. Liderazgo, Capital humano y Comportamiento Organizacional
Página 20
Dentro del subgrupo de los no acosados se desprende un grupo más: quienes se
encuentra en riesgo de padecer mobbing, este grupo se obtuvo tomando como
criterio a aquellas personas que manifiestan haber sufrido gran número de
conductas de acoso como para considerarse significativas pero sin cumplir el
periodo establecido para definirse como una situación de acoso psicológico o
mobbing. El porcentaje de este grupo fue del 24% quienes dicen sufrir conductas
de acoso menos de una vez por semana durante un periodo no superior a 6
meses.
De las personas acosadas se encontró que el 67% son mujeres y el 33%
hombres. Asimismo, el 18% de los acosados dicen sufrir están conductas por
parte de los compañeros, el 49% por los jefes y el 33% por ambos (Gráfica II).
GRÁFICA II
Inventario de síntomas SCL-90-R
La muestra se dividió en cuatro grupos: personas en riesgo de sufrir patología en
una o más de las dimensiones, personas sin síntomas significativos, personas con
tendencias a dramatizar o mostrar de manera exagerada su malestar y sujetos con
tendencia a mostrarse libre de síntomas.
Como criterio para la formación de los dos primeros grupos se tomaron las
puntuaciones T obtenidos en la escala (puntajes brutos normalizados). Los sujetos
con puntajes T superiores a 63 formaron el primer grupo (personas con riesgo de
sufrir patología), el segundo grupo (personas sin síntomas significativos) se formo
con los sujetos que obtuvieron una puntuación T inferior a 63. Los dos grupos
restantes se determinaron a partir de los puntajes brutos del índice de malestar
18%
49%
33%
PERSONAS QUE REALIZAN LAS CONDUCTAS DE ACOSO
COMPAÑEROS
JEFES
JEFES Y COMPAÑEROS
Retos de las ciencias administrativas desde las economías emergentes: Evolución
de sociedades
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sintomático positivo (IMSP) y el total de síntomas positivos (TSP). De esta manera
los sujetos con un IMSP mayor a 3,20 se situaron en el tercer grupo (personas con
tendencias a dramatizar o mostrar de manera exagera su malestar). El último
grupo (personas con tendencia a mostrarse libre de síntomas), lo formaron los
sujetos con un IMSP menor a 1,00 con un TSP menor a 3 en hombres y 4 en
mujeres (Gráfico III).
Con respecto a la muestra, para la comparación de las puntuaciones obtenidas en
cada una de las dimensiones de la escala nos hemos referido a las medias de
cada una, obteniendo que las dimensiones con mayores puntuaciones son los
síntomas obsesivos ( x =0.74), depresivos ( x =0.53) y somáticos ( x = 0.51),
pueden observarse dichas medias en los siguientes gráficos.
SINTOMA x
OBS 0.74708333
DEP 0.53791667
SOM 0.51255319
SI 0.46541667
PAR 0.41083333
HOS 0.38208333
ANS 0.37729167
PSIC 0.30770833
FOB 0.24041667
12%
82%
2%4%
RESULTADOS OBTENIDOS EN EL INVENTARIO DE SÍNTOMAS (SCL-90-R).
PERSONAS CON RIESGO DE SUFRIR PATOLOGÍA
PERSONAS SIN SINTOMAS SIGNIFICATIVOS
PERSONAS CON TENDENCIA A EXAGERAR SU MALESTAR
PERSONAS CON TENDENCIA A MOSTRARSE LIBRE DE SÍNTOMAS
Capítulo 12. Liderazgo, Capital humano y Comportamiento Organizacional
Página 22
Siguiendo con el análisis de los resultados se observa que las dimensiones
menos significativas para esa población son la psicosis ( x =0.30) y la ansiedad
fóbica ( x =0.24). Las altas puntuaciones encontradas en el personal de Policía y
Tránsito del Estado en la dimensión de las obsesiones, depresión y somatización
reflejan una evolución obsesiva-depresiva-somatizadora en esta población.
Comparación y correlación de variables.
Debido a que la mayoría de las variables mostraron una distribución asimétrica por
medio de la prueba Kolmogorov-Smirnov, se utilizó el coeficiente de correlación
rho de Sperman para determinar la relación existente entre las variables.
Asimismo, se utilizó la prueba kruskal wallis para observar si existen diferencias
significativas de síntomas psicopatológicos entre los grupos.
Los tres grupos (sujetos que presentan mobbing, los que se encuentran en riesgo
y los que no presentan) mostraron diferencias significativas en el índice de
severidad global (IGS) (x2 (1)=6.069, p<0.05) y el total de síntomas positivos (TSP)
(x2 (1)=7.166, p<0.05) pero no mostraron diferencias significativas en el índice de
malestar sintomático positivo (IMSP) (x2 (1)=.530 p>0.05). En los índices IGS y
TSP las puntuaciones más altas fueron obtenidas por las personas con riesgo de
sufrir mobbing, seguidas por los sujetos acosados, mientras que las puntuaciones
más bajas las presentaron los sujetos no acosados. Esto significa que tanto el
0
0.1
0.2
0.3
0.4
0.5
0.6
0.7
0.8
MED
IAS
DIMENSIONES
PRESENCIA DE SÍNTOMAS POR DIMENSIONES.
OBSESIÓN
DEPRESIÓN
SOMATIZACIÓN
SENSITIVIDAD PERSONAL
IDEACIÓN PARANOIDE
HOSTILIDAD
ANSIEDAD
PSICOTICISMO
ANSIEDAD FOBICA
Retos de las ciencias administrativas desde las economías emergentes: Evolución
de sociedades
Página 23
número de síntomas psicopatológicos así como la intensidad de malestar en los
sujetos es mayor en los dos primeros grupos. (Gráfico III).
Se investigó además, si existe correlación entre las puntuaciones obtenidas en la
Escala Cisneros y el Inventario de Síntomas (SCL-90-R). Encontrándose una
relación lineal estadísticamente significativa, moderada y directamente
proporcional entre el índice global de acoso psicológico y el índice de severidad
global del inventario de síntomas (rs =.418, p<0.05). Lo cual indica que a medida
que incrementa el grado de acoso psicológico mayor es el índice de severidad de
síntomas psicopatológicos. Pero el coeficiente de determinación es bastante bajo
(rs2=.17), lo que señala que el grado de acoso psicológico es poco útil para
0
0.1
0.2
0.3
0.4
0.5
0.6
SUJETOS SIN
MOBBING
SUJETOS EN RIESGO
SUJETOS CON
MOBBING
0.23
0.52 0.48
0
5
10
15
20
25
30
35
SUJETOS SIN MOBBING
SUJETOS EN RIESGO
SUJETOS CON MOBBING
17
33 32
INDICE DE
SEVERIDA
D GLOBAL
TOTAL DE
SINTOMAS
POSITIVOS
INDICE
MALESTAR
SINTOMÁT
ICO
POSITIVO
Chi-
cuadrado
6.069 7.166 .530
Gl 2 2 2
Sig. asintót. .048 .028 .767
a. Prueba de Kruskal-Wallis
b. Variable de agrupación: GRUPOS
GRÁFICO III. MEDIANAS DE LOS ÍNDICES CON DIFERENCIAS SIGNIFICATIVAS EN LOS GRUPOS.
ÍNDICE DE SEVERIDAD GLOBAL. TOTAL DE SÍNTOMAS POSITIVOS.
Capítulo 12. Liderazgo, Capital humano y Comportamiento Organizacional
Página 24
predecir las variaciones en la severidad de los síntomas (solo en un 17%) y que
existen otras variables que también influirían en dicha variación.
Asimismo, se obtuvo una asociación estadísticamente significativa, baja y
directamente proporcional entre el índice global de acoso psicológico y las
dimensiones de obsesión compulsión (rs=.361, p <0.05) depresión (rs=.357,
p<0.05), ideación paranoide (rs =385, p<0.05) y psicoticismo (rs =.390, p>0.05). El
tipo de correlación sugiere que la severidad aumenta a medida que el índice de
acoso incrementa. Los coeficientes de determinación son bajos (entre un .12 y
.15), por lo que tampoco se puede considerar que al grado de acoso prediga de
manera precisa la presencia de estos síntomas, siendo necesario analizar que
otras variables pudieran estar influyendo (Figura 2).
La investigación continúa en desarrollo.
ÍNDICE GLOBAL DE ACOSO
PSICOLOGICO
ÍNDICE GLOBAL DE ACOSO
PSICOLOGICO
DEPRESIÓN
OBSESIÓN
COMPULSIÓN
ÍNDICE GLOBAL DE ACOSO
PSICOLOGICO IDEACIÓN
PARANOIDE
rs =.361*
rs =.357*
rs =.385*
*p < 0.05
*p < 0.05
ÍNDICE GLOBAL DE ACOSO
PSICOLÓGICO
*p < 0.05
rs =.418*
Fig. 1 Relación entre el índice de acoso psicológico y el índice de severidad
global de síntomas psicopatológicos.
ÍNDICE DE SEVERIDAD
GLOBAL
rs2 =.17
rs2 =.13
rs2 =.12
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