Post on 15-Jun-2015
EL APEGO EN LOS NIÑOS
EL APEGO EN LOS NIÑOS
Introducción
a especie humana
tiene una larga
historia. Ello nos ha
hecho evolucionar de
una determinada manera,
configurando aspectos de
L
nuestras
necesidades
básicas como seres humanos. El
niño nace programado para
sobrevivir en determinadas
condiciones pero también bajo la
necesidad de que sus necesidades
básicas sean cubiertas. Estas
pueden resumirse en:
Dexy Mina Página 1
EL APEGO EN LOS NIÑOS
1-Necesidades fisiológicas
(alimentación, higiene, sueño,
etc...).
2-Necesidad de protección ante
posibles peligros (reales o
imaginarios).
3-Necesidad de explorar su
entorno.
4-Necesidad de jugar.
5-Necesidad de establecer
vínculos afectivos.
Los vínculos afectivos son una
necesidad que forma parte del
proyecto de desarrollo de un niño
recién nacido. Si esta necesidad
no es satisfecha, el niño,
adolescente, joven o adulto sufrirá
de "aislamiento o carencia
emocional".
El Apego (o vínculo afectivo) es
una relación especial que el niño
establece con un número reducido
de personas. Es un lazo afectivo
que se forma entre él mismo y
cada una de estas personas, un
lazo que le impulsa a buscar la
proximidad y el contacto con ellas
a lo largo del tiempo. Es, sin duda,
un mecanismo innato por el que el
niño busca seguridad. Las
conductas de apego se hacen más
relevantes en aquellas situaciones
que el niño percibe como más
amenazantes (enfermedades,
caídas, separaciones, peleas con
otros niños....). El llorar es uno de
los principales mecanismos por el
que se produce la llamada o
reclamo de la figura de apego.
Más adelante, cuando el niño
adquiere nuevas capacidades
verbales y motoras, no necesita
recurrir con tanta frecuencia al
lloro. Una adecuada relación con
Dexy Mina Página 2
EL APEGO EN LOS NIÑOS
las figuras de apego conlleva
sentimientos de seguridad
asociados a su proximidad o
contacto y su perdida, real o
imaginaria genera angustia.
Los vínculos de apego no sólo van establecerse con los padres o familiares
directos sino que pueden producirse con otras personas próximas al niño
(educadores, maestros, etc...).
2- Figura principal de apego: la madre
Si bien tradicionalmente la figura con la que se establece el vínculo de
apego más fuerte ha sido con la madre, hoy en día asistimos a una
acentuación de la implicación del padre en los cuidados de la primera
infancia. Motivos de horarios laborales, número de hijos, recursos
económicos, etc, determinan la necesidad de una corresponsabilidad por
parte ambos progenitores en las labores de atención al bebé. Aún
aceptando esta realidad, no hay que perder de vista que desde un punto
de vista biológico y evolutivo, es la madre la que está en disposición de
efectuar una relación especialmente fuerte con el hijo. La importancia del
buen establecimiento del vínculo de apego, ya en las primeras etapas, va
tener unas consecuencias concretas en el desarrollo evolutivo del niño.
Podemos afirmar con rotundidad que dedicar tiempo al bebé, en una
interacción de cuidado y atención, por parte de las figuras de apego, es la
Dexy Mina Página 3
EL APEGO EN LOS NIÑOS
mejor inversión para garantizar la estabilidad emocional del niño en su
desarrollo.
El vinculo de apego no debe entenderse como una relación demasiado
proteccionista por parte de la madre hacia el bebé, sino como la
construcción de una relación afectiva en la que la atención y los cuidados
de la madre en las primeras etapas (el niño se siente atendido en sus
necesidades), va a propiciar la paulatina adquisición, desde una plataforma
emocional adecuada, de los diferentes aprendizajes y, por tanto, de los
primeras conductas autónomas.
Si bien el niño quizás tardará unos meses en desarrollar el apego hacia la
figura principal, el vínculo emocional de la madre hacia el bebé se
desarrolla rápidamente teniendo lugar en los momentos posteriores al
parto.
El apego puede formarse con una o varias personas, pero siempre con un
grupo reducido. La existencia de varias figuras de apego es, en general, la
mejor profilaxis de un adecuado desarrollo afectivo dado que el ambiente
de adaptación del niño es el clan familiar y no exclusivamente la relación
dual madre-hijo.
3- Guarderías
Dexy Mina Página 4
EL APEGO EN LOS NIÑOS
Como se verá más adelante, el momento en que el niño experimenta un
vínculo de apego más fuerte es alrededor de los 2 años de edad,
produciéndose un alto nivel de protestas ante la separación de la figura de
apego y la aparición de personas nuevas o extrañas.
Esta etapa suele coincidir con la incorporación de muchos niños a las
guarderías y algunos de ellos pueden vivir este cambio del entorno vital
con cierta angustia. Los primeros días pueden significar un verdadero
suplicio por parte del niño y también de la madre. La guardería supone la
primera salida del niño de su entorno más próximo. Supone también el
momento de empezar a asimilar los diferentes aprendizajes y, lo que es
más importante, el inicio de la relación con sus iguales (sus compañeros).
El niño pasa de ser el protagonista a ser uno más dentro de un colectivo y
esto puede crearle cierto desasosiego.
La incorporación de un niño con dos años o menos, no debería efectuarse
Dexy Mina Página 5
EL APEGO EN LOS NIÑOS
de forma repentina y con tiempos prolongados, probablemente bajo las
presiones laborales, necesidades horarias u de otro tipo por parte de los
padres.
Lo ideal es que los primeros contactos se produzcan en compañía de la
madre u otras figuras de apego secundarios (abuelos, tíos...) por tiempos
breves para posteriormente irlo dejando sólo en intervalos más
espaciados. Hay que tener en cuenta que a edades de 1o 2 años, el niño
no dispone de estructuras cognitivas suficientemente maduras como para
interpretar que, la separación de su madre en un entorno nuevo, es un
hecho temporal. La marcha de la madre es vivida, en un primer momento,
como una pérdida real e irreparable (no entiende que más tarde vendrá a
recogerle) y los mecanismos innatos de supervivencia se ponen en marcha
(llanto, pataletas...). La angustia o ansiedad de separación puede
dispararse en algunos casos. No se trata tampoco de dramatizar la
situación pero sí de minimizar sus posibles consecuencias negativas.
Al respecto, es de elogiar las empresas que han creado en su seno
guarderías para los hijos de sus trabajadores, proporcionándoles un
entorno más cercano y fomentando una interacción más frecuente.
Es fundamental, en la educación del niño, proporcionarle una cierta
seguridad afectiva (que no de sobre-protección) para que pueda construir
su personalidad sobre una plataforma más sólida. Si el niño percibe, desde
edades muy tempranas, que sus padres están a su lado (no para
Dexy Mina Página 6
EL APEGO EN LOS NIÑOS
concederle todos los caprichos, sino para ayudarle en el sentido más
amplio) crecerá con mayor seguridad y autonomía.
Sabemos que vínculos de apego no establecidos debidamente a su tiempo
pueden repercutir en la posterior relación social y con los padres. La
confianza, la seguridad en uno mismo, el respeto al otro, empiezan a
construirse antes de lo que creemos.
Hoy en día, por desgracia, es habitual encontrar en la conducta
problemática de muchos adolescentes, vínculos de apego no establecidos
desde las primeras etapas. No se puede construir la relación de los hijos
sólo a base de proporcionarles necesidades materiales. El escucharles, el
intentar conectar con lo que les preocupa en el día a día , el establecer
espacios de tiempo y de calidad de juego con ellos, son vitales para
construir una sólida relación padres-hijos.
"El éxito con nuestros hijos en un futuro no se medirá por lo que les hemos
dado materialmente, sino por la intensidad y calidad de las relaciones
afectivas que hemos sido capaces de construir con ellos desde la infancia".
Dexy Mina Página 7
EL APEGO EN LOS NIÑOS
4- Curso del apego
Fase 1 (desde el nacimiento a los 2 meses)
En inicio, los bebés no centran su atención exclusivamente en sus madres
y suelen responder positivamente delante cualquier persona. Sin embargo,
los neonatos, ya vienen al mundo con un cierto número de respuestas
innatas diseñadas para atraer a la madre cerca (llanto) y mantenerla
próxima (mostrándose sonriente o tranquilo). Y aunque, en esta etapa, no
esté todavía maduro el vínculo de apego con la madre o cuidador, sí se ha
comprobado que los recién nacidos prefieren mirar a sus madres que a un
desconocido.
Fase 2 (desde los 2 a los 7 meses)
Dexy Mina Página 8
EL APEGO EN LOS NIÑOS
Durante esta segunda etapa los bebés van consolidando los vínculos
afectivos con la madre, padre o cuidador y dirigen hacia ellos sus
respuestas sociales. Aunque todavía aceptan extraños, les otorgan menor
atención.
A lo largo de este período el bebé y su cuidador desarrollan pautas de
interacción que les permiten comunicarse y establecer una relación
especial entre ellos.
Fase 3 (desde los 7 a los 24 meses)
El Apego se hace más evidente siendo muy fuerte alrededor de los 2 años.
Ahora las conductas de apego van a configurarse alrededor del desarrollo
evolutivo en 2 áreas concretas: la emocional y la del desarrollo físico. Con
el mayor nivel de capacidades cognitivas asumidas en esta etapa, los
bebés empiezan a distinguir lo extraño de lo habitual y ahora suelen
reaccionar negativamente ante situaciones o personas desconocidas.
Apartarse de la figura de apego supone producir protestas por la
separación que implican llantos y la búsqueda de la madre. Por su parte el
desarrollo físico (el niño empieza primero a gatear para luego pasar a la
posición erguida y a dar sus primeros pasos), supone adquirir un control
respecto al lugar donde se encuentra. Ahora, si desea no separarse de su
madre, podrá dirigirse hacia ella en lugar de reclamar su presencia
mediante el llanto. El niño gana independencia gracias a sus nuevas
capacidades de locomoción, verbales e intelectuales. Este proceso es
Dexy Mina Página 9
EL APEGO EN LOS NIÑOS
siempre conflictivo porque exige readaptaciones continuas con ganancias
y pérdidas de ciertos privilegios. Por ello suele ir acompañado de deseos
ambivalentes de avanzar y retroceder.
5- Determinantes del apego
e cree que las madres que son más sensibles ante las
necesidades de los bebés y que ajustan su conducta a los de
estos, tienen mayores probabilidades de establecer una relación
de apego segura. Estas madres reaccionan rápidamente a las señales que
emiten sus hijos como el reclamo de comida, identificando cuando están
satisfechos y respetando sus ritmos de vigilia-sueño. Ante el reclamo
mediante el llanto son más eficaces en acunar o confortar en sus brazos al
bebé. Son madres cariñosas, alegres y tiernas siendo así percibido por el
niño. Evidentemente no sólo cómo se comporta la madre resulta vital para
el vínculo. La forma en que reacciona el niño, su temperamento, es
también importante en el tipo de relación que se va a establecer. No hay
dos bebés iguales. En el caso de que estos sean de temperamento difícil o
irritable puede favorecer en la madre o cuidador una respuesta menos
adecuada y, por tanto, aumentar las probabilidades de un apego menos
seguro.
Con frecuencia se ha planteado desde la psicología por qué algunas
S
Dexy Mina Página 10
EL APEGO EN LOS NIÑOS
madres responden de forma más sensible a sus bebés. Una respuesta
bastante válida hace referencia a los recuerdos de las madres de sus
propias experiencias infantiles. Una investigación efectuada al respecto
(Main y Goldwyn, 1.998) clasificaba a las madres en 3 grandes grupos. El
grupo primero lo formaban las madres denominadas autónomas. Estas
madres se caracterizaban por presentar una imagen objetiva y equilibrada
de su infancia, siendo conscientes de las experiencias positivas y de las
negativas. El segundo grupo se denominó madres preocupadas. Se
caracterizaban por su tendencia a explicar de forma extensa sus primeras
experiencias vitales con un tono muy emocional y, en ocasiones, confuso.
Finalmente el grupo tercero lo formaban madres a las que se llamó
indecisas. Estas últimas constituían un grupo que había experimentado
algún trauma con la relación de apego y que aún no han resuelto. Es el
caso de los niños maltratados o que han perdido alguno de los padres.
La hipótesis que subyace en este estudio es que los recuerdos y
sentimientos de las madres sobre su propia seguridad de apego se
expresará en sus atenciones hacia su hijo y así influirá en su relación.
Diversos estudios han verificado que estas clasificaciones son bastante
predictoras de las pautas de apego que formarán con sus hijos.
6- Efecto del apego en otras coductas
Dexy Mina Página 11
EL APEGO EN LOS NIÑOS
En líneas generales podemos afirmar que los bebés que presentan un
apego seguro exhiben una diversidad de otros caracteres positivos que no
se encuentran en el caso de bebés cuyas relaciones de apego son de
menor calidad. Una de ellas es la competencia cognitiva del niño. Muchos
experimentos ponen de relieve la mayor capacidad de solución de
problemas en niños con apego seguro. Igualmente serían más
competentes socialmente, más cooperadores y obedientes.
Esto no significa, sin embargo, que los bebés con apego inseguro estén
predestinados a tener problemas. En algunos casos, la experiencia en la
guardería, puede ser beneficiosa y poner de relieve que,
independientemente del nivel de apego, otras circunstancias del entorno
pueden ser también relevantes en las competencias posteriores del niño.
Aún y así, defendemos la importancia de establecer vínculos de apego
satisfactorios, desde los primeros meses de vida, como situación idónea
para minimizar muchos problemas posteriores.
Igualmente insistimos en el hecho de no confundir "apego seguro" con
"sobreprotección". Lo primero supone una atención física y afectiva
apropiada, estando vigilantes a sus necesidades pero, al mismo tiempo,
incentivando su autonomía. Lo segundo supone establecer unas pautas
excesivamente proteccionistas (no dejarle jugar con otros niños, evitarle
las excursiones por miedo a que sufra algún daño, es decir, trasladar
Dexy Mina Página 12
EL APEGO EN LOS NIÑOS
nuestro propios miedos al niño lo que le hará más inseguro). También
aconsejamos evitar las actitudes muy tolerantes (acceder a todos sus
caprichos, no marcarle hábitos en la comida u otras actividades, etc.).
7- El apego en etapas posteriores
Los vínculos de apego van a seguir su curso durante todo el ciclo evolutivo
con las transformaciones y adecuaciones que cada edad requiere. A lo
largo de todo el período escolar se suelen mantener como figuras de
apego los padres (la madre, casi siempre en primer lugar y con carácter
secundario los hermanos y otros familiares). Paulatinamente el niño va
tolerando mejor las separaciones cada vez más largas, el contacto físico no
es tan estrecho y las conductas exploratorias no precisan de la presencia
física de las figuras de apego. Sin embargo, en momentos de aflicción,
pueden activarse en gran manera las conductas de apego con reacciones
similares a la de los primeros años.
Durante la adolescencia las figuras de apego suelen ser, por este orden, la
madre (que sigue en primer lugar), padre, hermano, hermana, amigo y
pareja sexual. La madre sigue siendo la figura central de apego. A
diferencia de épocas anteriores, ahora puede ocurrir que se incorpore
como figura de apego, alguna persona ajena a la familia (amigos).
Dexy Mina Página 13
EL APEGO EN LOS NIÑOS
Progresivamente los adolescentes se van distanciando más de las figuras
de apego y aparece un cierto rechazo como forma de buscar su propia
identidad. El deseo ya no es estar con las figuras de apego sino que éstas
estén disponibles para casos de necesidad. Es un proceso natural por el
que no hay que temer si se han hecho bien las cosas. El adolescente ha
iniciado ya el camino de las relaciones sociales y los vínculos de amistad
que marcan el inicio del camino hacia el encuentro de la etapa adulta.
Si la relación de apego se estableció de forma adecuada en los períodos
críticos, el lazo afectivo que vincula a padres e hijos trascenderá a la época
adolescente y es probable que se prolongue toda la vida.
La propiedad más importante del ser
humano, es su capacidad de
formar y mantener relaciones. Estas
son absolutamente necesarias para que
cualquiera de nosotros pueda
sobrevivir, aprender, trabajar, amar y
procrearse.
Las relaciones humanas toman muchas formas, pero las más intensas, las
que producen mayor placer y a veces mayor dolor, son aquellas con la
familia, amigos y personas amadas. Dentro de este círculo interno de
Dexy Mina Página 14
EL APEGO EN LOS NIÑOS
relaciones íntimas, quedamos vinculados o adheridos unos a otros con un
“adhesivo emocional”, vinculados o adheridos con amor.
La habilidad individual para formar y mantener relaciones haciendo uso de
este “adhesivo emocional” es diferente en cada uno de nosotros. Algunos
parecen ser “naturalmente” capaces de amar y establecer relaciones
íntimas, otros no tiene tanta suerte, carecen de capacidad afectiva y les
cuesta hacer amigos, además de establecer una relación distante con la
familia.
Tanto la capacidad como el deseo de formar relaciones emocionales están
asociados a la organización y funcionamiento de partes específicas del
cerebro humano, así como al equilibrio de los neurotransmisores
(sustancias químicas que permiten la transmisión del impulso nervioso y
sus conexiones). Así como el cerebro nos permite ver, oler, gustar, pensar
y movernos, también es el órgano que nos permite amar o no amar. Estos
sistemas cerebrales que nos permiten formar y mantener relaciones, se
desarrollan durante la infancia. Las experiencias durante estos primeros y
vulnerables años del desarrollo evolutivo de un individuo, influyen
significativamente en el moldeado de la capacidad para formar relaciones
íntimas y emocionalmente saludables. La empatía, el afecto, el deseo de
compartir, el inhibirse de agredir, la capacidad de amar y ser amado y un
sinnúmero de características de una persona asertiva, operativa y feliz,
Dexy Mina Página 15
EL APEGO EN LOS NIÑOS
están asociadas a las capacidades medulares de apego formadas en la
infancia y niñez temprana.
Definición de apego
En el campo del desarrollo infantil, el apego se refiere a un vínculo
específico y especial que se forma entre madre-infante o cuidador
primario-infante. El vínculo de apego tiene varios elementos claves:
1. Es una relación emocional perdurable con una persona en específico.
2. Dicha relación produce seguridad, sosiego, consuelo, agrado y
placer.
3. La pérdida o la amenaza de pérdida de la persona, evoca una
intensa ansiedad. Los investigadores de la conducta infantil
entienden como apego la relación madre-infante, describiendo que
esta relación ofrece el andamiaje funcional para todas las relaciones
subsecuentes que el niño desarrollará en su vida.
Una relación sólida y saludable con la madre o cuidador primario, se asocia
con una alta probabilidad de crear relaciones saludables con otros,
mientras que un pobre apego parece estar asociado con problemas
emocionales y conductuales a lo largo de la vida.
Teorías del apego
Dexy Mina Página 16
EL APEGO EN LOS NIÑOS
La preocupación por la relación temprana del niño con su madre fue uno
de los temas centrales de muchos investigadores. Los primeros trabajos en
esta línea fueron realizados por René Spitz, (1935) psicoanalista, quien
comenzó sus trabajos observando el desarrollo de niños abandonados por
sus madres que llegaban a centros de huérfanos. Estas observaciones le
permitieron concluir que la madre sería la representante del medio externo
y a través de ella el niño podía comenzar a constituir la objetividad de
éste.
En 1958, Bowlby plantea una hipótesis que difiere por completo de la
anterior. Postula que el vínculo que une al niño con su madre es producto
de una serie de sistemas de conducta, cuya consecuencia previsible es
aproximarse a la madre. Mas tarde, en 1968, Bowlby define la conducta de
apego como cualquier forma de comportamiento que hace que una
persona alcance o conserve proximidad con respecto a otro individuo
diferenciado y preferido. Como resultado de la interacción del bebé con el
ambiente y, en especial con la principal figura de ese ambiente, es decir la
madre, se crean determinados sistemas de conducta, que son activados en
la conducta de apego. Generalmente el apego tiene lugar en los primeros
8 a 36 meses de edad. En resumen sostiene que el sistema de apego está
compuesto de tendencias conductuales y emocionales diseñadas para
mantener a los niños en cercanía física de su madre o cuidadores.
Formas de apegoDexy Mina Página 17
EL APEGO EN LOS NIÑOS
Las formas de apego se desarrollan en forma temprana y poseen alta
probabilidad de mantenerse durante toda la vida. En base a como los
individuos responden en relación a su figura de apego cuando están
ansiosos, Ainsworth, Blewar, Waters y Wall, definieron los tres patrones
más importantes de apego y las condiciones familiares que los promueven,
existiendo el estilo seguro, el ansioso-ambivalente y el evasivo.
Los niños con estilos de apego seguro, son capaces de usar a sus
cuidadores como una base de seguridad cuando están angustiados.
Ellos tienen cuidadores que son sensibles a sus necesidades, por eso,
tienen confianza que sus figuras de apego estarán disponibles, que
responderán y les ayudarán en la adversidad. En el dominio
interpersonal, las personas con apego seguro tienden a ser más
cálidas, estables y con relaciones íntimas satisfactorias, y en el
dominio intrapersonal, tienden a ser más positivas, integradas y con
perspectivas coherentes de sí mismo.
Los niños con estilos de apego evasivo, exhiben un aparente
desinterés y desapego a la presencia de sus cuidadores durante
períodos de angustia. Estos niños tienen poca confianza en que
serán ayudados, poseen inseguridad hacia los demás, miedo a la
intimidad y prefieren mantenerse distanciados de los otros.
Los niños con estilos de apego ansioso-ambivalente, responden
a la separación con angustia intensa y mezclan comportamientos de
Dexy Mina Página 18
EL APEGO EN LOS NIÑOS
apego con expresiones de protesta, enojo y resistencia. Debido a la
inconsistencia en las habilidades emocionales de sus cuidadores,
estos niños no tienen expectativas de confianza respecto al acceso y
respuesta de sus cuidadores.
Las experiencias que forman vínculo
El acto de coger el bebé al hombro, mecerlo, cantarle, alimentarlo, mirarlo
detenidamente, besarlo y otras conductas nutrientes asociadas al cuidado
de infantes y niños pequeños, son experiencias de vinculación. Algunos
factores cruciales de estas experiencias de vinculación incluyen la calidad
y la cantidad.
Los científicos consideran que el factor más importante en la creación del
apego, es el contacto físico positivo (ej: abrazar, besar, mecer, etc.), ya
que estas actividades causan respuestas neuroquímicas específicas en el
cerebro que llevan a la organización normal de los sistemas cerebrales
responsables del apego.
Durante los primeros tres años de vida, el cerebro desarrolla un 90% de su
tamaño adulto y coloca en su lugar la mayor parte de los sistemas y
estructuras que serán responsables de todo el funcionamiento emocional,
conductual, social y fisiológico para el resto de la vida. De allí que las
Dexy Mina Página 19
EL APEGO EN LOS NIÑOS
experiencias de vinculación conducen a un apego y capacidades de apego
saludables cuando ocurren en los primeros años.
La relación más importante en la vida de un niño es el apego a su madre o
cuidador primario, esto es así, ya que esta primera relación determina el
“molde” biológico y emocional para todas sus relaciones futuras. Un apego
saludable a la madre, construido de experiencias de vínculo repetitivas
durante la infancia, provee una base sólida para futuras relaciones
saludables.
En la actualidad está tomando importancia la relación o vínculo de apego
del niño con el padre, figura ésta de gran importancia para el normal
desarrollo evolutivo de todo ser.
Dexy Mina Página 20