El Evangelio según San Juan & las Epístolas Joaninas

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Dr. Pablo A. Jiménez

En el NT encontramos cuatro documentos relacionados con “el discípulo amado”. Estos son:

El evangelio según San Juan La primera epístola de Juan La segunda epístola de Juan La tercera epístola de Juan

Introducción (1:1 – 51) La revelación de la gloria de Jesús al mundo

(2:1 – 12:50) Comienzo de la actividad pública (2:1 – 4:54)

Enfrentamiento con el mundo incrédulo (5:1 –12:50)

La revelación de la gloria de Jesús ante sus discípulos (13:1 – 17:26)

Pasión y resurrección (18:1 – 20:31) Epílogo (21:1 – 25)

Juan comienza con un prólogo (1-18), de contenido altamente poético y estructura concéntrica. Describe a Jesús como el “logos”.

Después encontramos el testimonio del Bautista sobre Jesús (19-34).

Los primeros discípulos de Jesús (Simón Pedro, Andrés, Felipe & Natanael) provienen del círculo de Juan el Bautista (35-51).

Esta sección, que se caracteriza por las siete “señales” milagrosas que hace Jesús, se divide en dos partes:

Comienzo de la actividad pública (2:1 – 4:54) Enfrentamiento con el mundo incrédulo (5:1 –

12:50)

Primera señal: Las bodas de Caná (2:1-12) Albotoro en el Templo (2:13-25) Jesús y Nicodemo (3:1-21) Juan el Bautista habla de Jesús (3:22-36) Jesús y la mujer de Samaria (4:1-42) Segunda Señal: Jesús sana al hijo de un oficial

(4:43-54) Tercera Señal: Jesús sana a un paralítico (5:1-

18)

Discurso: La autoridad de Jesús (5:1-47) Cuarta Señal: Multiplicación del pan (6:1-15) Quinta señal: Jesús camina sobre las aguas

(6:16-21) Discurso: El pan de vida (6:22-59) La identidad de Jesús (6:60-71) La incredulidad de los hermanos de Jesús

(7:1-9) Jesús en la fiesta de las enramadas (7:10-24)

Discurso: El origen de Jesús (7:25-30) Intento de arresto (7:32-36) Ríos de agua viva (7:37-39) La identidad de Jesús (7:45-52) Interpolación: La mujer adúltera (7:53-8:11) Discurso: Jesús, la luz del mundo (8:12-59) Sexta señal: Jesús sana a un ciego (9:1-41) Discurso: El buen pastor (10:1-21)

Séptima señal: La resurrección de Lázaro (11:1-57)

Conspiración para asesinar a Jesús (11:58-57) Unción de Jesús (12:1-8) Conspiración contra Lázaro (12:9-11)

Jesús entra a Jerusalén (12:12-19) Unos griegos buscan a Jesús (12:20-26) Jesús anuncia su muerte (12:27-36) Incredulidad de los judíos (12:37-43) Jesús exhorta a la fe (12:44-50)

Última Cena (13:1-30) Un mandamiento nuevo (13:31-35) Jesús anuncia la negación de Pedro (13:36-38) Discurso de despedida:

El camino, la verdad y la vida (14:1-31)

La vid verdadera (15:1-17)

El creyente ante el mundo (15:18-16:33)

Oración sacerdotal (17:1-26)

Arresto (18:1-11) Jesús ante Anás (18:12-14) Pedro niega a Jesús I (18:15-18) Jesús ante el Sumo Sacerdote (18:19-24) Pedro niega a Jesús II (18:25-27) Jesús ante Pilato (18:28-19:16) Cruxifición (19:17-37) Sepultura (19:38-42)

Resurrección (20:1-10) Jesús ante María Magdalena (20:11-18) Jesús ante los discípulos (20:19-22) La incredulidad de Tomás (20:24-29 Propósito del libro (20:30-31)

Jesús aparece ante varios de sus discípulos en el Mar de Galilea / la pesca milagrosa (21:1-14).

Jesús comisiona a Pedro (21:15-19) Jesús y el discípulo amado (21:20-25)

Hay diversos problemas textuales que han llevado a ciertos exégetas —como Rudolf Bultmann— a proponer un orden alterno para algunas porciones bíblicas (vea por ejemplo 7:53 — 8:11 y 14:31).

Sin embargo, la evidencia para cambiar el orden no es conclusiva.

El evangelio de Juan presenta, por un lado, algunos puntos de contacto con los sinópticos y, por otro, grandes diferencias.

Algunas de las semejanzas son: Hay porciones bíblicas comunes a los cuatro

evangelios. Vea, por ejemplo, la Purificación del templo (Jn. 2:13-22) y la Entrada Triunfal (Jn. 12:12-16).

Hay formulas y frases idénticas. Por ejemplo, Jn. 13:21 = Mc 14:18 y Jn. 12:8 = Mt. 26:51.

Juan no presenta paralelos para la mayor parte de los relatos sinópticos e incluye otros que los demás evangelistas desconocen. Entre estos están los relatos de las Bodas de Caná (2:1-12) y la resurrección de Lázaro (11:1 - 54).

Juan no habla de la enseñanza del Reino de Dios. Tampoco presenta exorcismos ni desarrolla parábolas. En este evangelio Jesús se presenta como un predicador de largos discursos cuya forma y contenido son siempre similares.

El esquema histórico de Juan también es distinto. Para los demás evangelistas la actividad de Jesús dura cerca de un año, culminando con un viaje fatídico de Galilea a Jerusalén. En Juan, se habla tres veces de una fiesta de Pascua (2:13; 5:1; 7:10; 12:12) y de cuatro viajes de Jesús a Jerusalén.

Por otro lado, en Juan la muerte de Jesús ocurre jueves a mediodía (18:28 ; 19:14) -- a la hora de sacrificar el cordero pascual -- no el viernes.

A pesar de que todo indica que Juan no uso como fuente a los sinópticos, se cree que, por lo menos, una fuente subyace al evangelio. Esta sería una fuente de signos o milagros. Esta abarcaría los milagros que ocurren desde las Bodas de Caná (2:1-11) hasta 12:37.

Otras fuentes han sido propuestas, tales como una fuente de discursos y otra de la pasión. Sin embargo, estas teorías no gozan de aceptación general.

El evangelio de Juan presupone la separación del judeo-cristianismo de la sinagoga (9:34b - 38). Por lo tanto, debió ser escrito entre los años 90 y 100. Encontramos varios puntos de contacto con el judaísmo no-conformista: Los primeros discípulos vienen del movimiento bautista (1:35-

37). Se recalca el contexto samaritano (4:4, 20-24). Hay ideas en común con los esenios de Qumram (como el

dualismo entre la luz y las tinieblas, vea 3:19-21 y 8:12). Encontramos una controversia con círculos proto-gnósticos,

donde el texto afirma la encarnación del redentor celestial. Tanto el estilo literario como la traducción de expresiones

aramaicas y palestinenses -- como Rabí (1:38) y Siloé (9:7) -- apuntan a un contexto palestinense.

La controversia con la sinagoga: Juan habla en tres ocasiones de aquellos que han sido expulsados de la sinagoga (9:22; 12:42; y 16:2). Esto presupone una controversia surgida a raíz del avivamiento farisaico de Jamnia.

El diálogo con el judaísmo no-conformista: El texto toca varios puntos que implican una relación con Judíos de tradiciones no-conformistas. En varias ocasiones, Juan utiliza su mismo lenguaje para presentar el mensaje del evangelio.

Juan recalca el carácter celestial de Jesús, tanto que se afirma que Jesús no es de este mundo (8:24).

Juan emplea dos títulos cristológicos particulares. En el prólogo se afirma que Jesús es el “logos,” la palabra misma de Dios. Así el texto entra en diálogo tanto con el gnosticismo incipiente como con el judaísmo que afirmaba las raíces de la sabiduría (Vea La Sabiduría de Salomón).

Sin embargo, el título más novedoso e importante en el evangelio es el “Yo soy,” fórmula que evoca el significado del nombre hebreo para Dios.

Dualismo: Mostrando su influencia apocalíptica -- desarrollada en el diálogo con el judaísmo no-conformista -- Juan presenta toda una serie de opuestos: luz-tinieblas; vida-muerte; etc. La oposición básica es entre el "mundo" (la antigua era) y la "luz" (la nueva era).

Signos & fe: El evangelista presenta los milagros de Jesús como signos efectivos a distintos niveles de la fe.

Aunque Juan no le da gran importancia a los sacramentos ni a la Iglesia como institución, si le da gran relevancia a la obra del Espíritu Santo como la continuación de la presencia de Cristo en la comunidad de fe. Por eso es que el Espíritu es llamado "paracletos" (abogado, consolador, consejero, etc..) en Juan 14-16.

Las tres epístolas de Juan tienen un tono similar: un apóstol anciano ofrece sus últimos consejos a la iglesia, que lucha contra falsos maestros.

Los falsos maestros tienen tendencias gnósticas y docetistas. Es decir, los falsos maestros niegan la encarnación y la resurrección corporal, mientras adoran una jerarquía de espíritus de luz.

Prólogo: La palabra de vida (1:1-4) La liberación del pecado (1:5-2:2) El mandamiento del amor (2:3-11) La fe verdadera (2:12-28) La liberación del pecado (2:29-3:10) El mandamiento del amor (3:11-3:24) La fe verdadera (4:1-6)

El amor de Dios (4:7-21) La fe (5:1-12) Conclusión (5:13-21)

La carta comienza afirmando la veracidad del mensaje cristiano, afirmando que la proclamación apostólica se basa en el testimonio «visto, oído y palpado» por los apóstoles (1:1-4).

En una sección que evoca el Evangelio de Juan 3:19-21, se asocia a Dios con la luz y a las tinieblas con la perdición (1:5-10). Además, se exhorta a la cada creyente a confesar sus pecados, sabiendo que Dios está presto a perdonar.

En 2:1 encontramos otro concepto tomado del evangelio: «paracletos», un vocablo griego que puede ser traducido como «abogado, intercesor o consolador». Mientras 1 Juan afirma que Jesús es nuestro «paracletos», en el Evangelio se emplea este concepto para hablar sobre el ministerio del Espíritu Santo (véase Jn. 14:16, 26; 15:26 y 16:7).

El tema del amor mutuo aflora en 2:7-17, 3:11-18 y 4:7-21. El amor es la marca de la persona que verdaderamente ha abrazado, comprendido y practicado la fe cristiana. El amor se entiende como la manifestación concreta de la gracia divina, manifestada en obras de caridad, misericordia y compasión para con los demás (3:11-18). La base de ese amor es Dios mismo, pues «Dios es amor» (4:8). El amor maduro o perfecto libra al creyente del temor y de las consecuencias del miedo (4:18).

La polémica contra los falsos maestros aparece directamente en 2:18-27 y 4:1-6. Estos herejes niegan la doctrina central de nuestra fe: que Dios se humanó en la persona histórica de Jesucristo. Quien niega la doctrina de la encarnación es el «anticristo», pues se opone a Jesús, el Cristo. Es necesario rechazar las malas doctrinas porque estas conducen a una vida de pecado y de maldad.

Saludo epistolar (vv. 1-3) El mandamiento del amor (vv. 4-6) La fe verdadera (vv. 7-11) Despedida (vv. 12-13)

La carta sugiere el tema de la elección en su primer versículo, donde se refiere a la iglesia como la «señora elegida».

Al igual que el resto de los escritos juaninos, la epístola llama al amor mutuo (v. 6). La referencia al nuevo mandamiento evoca el evangelio de Juan, particularmente Juan 13.31-35.

Los oponentes de Juan son falsos maestros que niegan la encarnación de Jesús (v. 7). De manera paradójica, esta carta que llama al amor también exhorta a la iglesia a rechazar a los falsos maestros. Los creyentes fieles no deben mostrar hospitalidad a los falsos maestros y no deben siquiera recibirlos en sus casas.

Saludo (v. 1) Ejemplo de conducta cristiana positiva: Gayo

(vv. 2-8) Ejemplo de conducta cristiana negativa:

Diótrefes y Demetrio (vv. 9-12) Despedida (vv. 13-15)

La tercera carta de Juan presenta ejemplos positivos y negativos. Gayo es un creyente de buen testimonio. Es un ejemplo de amor mutuo y de hospitalidad.

Otro buen ejemplo lo provee un hombre llamado Demetrio, quien también da buen testimonio de Jesucristo.

El ejemplo negativo lo encontramos en la figura de Diótrefes. Este es un líder cristiano que aparentemente tenía poder sobre una congregación, fuera como pastor o como anciano. Diótrefes no muestra hospitalidad hacia otros líderes cristianos. Además, ataca a los líderes de la comunidad juanina. Lo más grave es que también expulsa a otros cristianos de su iglesia.