Post on 09-Aug-2015
Las amistades
están
hechas
a
trocitos
Trocitos de tiempo que vivimos con cada persona.
No importa la cantidad, sino la calidad de tiempo que pasamos con
un amigo.
Algunos necesitan días, y otros solamente cinco minutos.
Hay amistades hechas de risas o dolores compartidos; otras de horas de escuela; otras de juegos de juventud, salidas, cines, o diversiones; otras de un momento clave vivido en coincidencia...; y luego están aquellas que
nacen sin saber por qué ...
... incluso de silencios comprendidos, o de simpatía mutua sin explicación.
Hoy en día, muchas amistades se alimentan de e-mails y no son
menos importantes.
Los hay que se comunican bien con nosotros de ese modo, y
otros no.
Saint-Exupéry dice en “El Principito”:
“El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante”.
El tiempo que perdemos con cada amigo, pensando en él para enviarle algo, hace a
ese amigo importante.
Es tiempo ganado, aprovechado y vivido.
Algo en esa comunicación se conserva para unos minutos, para un año o para siempre.
Sin verse ni oírse, pero sabiendo del otro instantáneamente, podemos reír o
llorar con él.
Lo importante es aprovechar al máximo el minuto vivido, y atesorarlo después en ese baúl de los recuerdos que
es el archivo de Hotmail u otro...
Ahí también están nuestros amigos.
Todos los días, al abrir el ordenador, salen todos esos trocitos de amistad de mis archivos, y llegan unos nuevos, marcados en negrita, que me hacen mucha ilusión, en la Bandeja de entrada.
Para mí, son un tesoro, porque me hacen sentir querido y recordado.
¡¡Gracias por tu trocito!!