El Sacramento del Matrimonio. Dios, que es amor y creó al hombre por amor, lo ha llamado a amar....

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El Sacramento del Matrimonio

Dios, que es amor y creó al hombre poramor, lo ha llamado a amar.

Creando al hombre y a la mujer, los hallamado en el Matrimonio a una íntimacomunión de vida y amor entre ellos.

“De manera que ya no son dos, sino una sola carne” ( Mateo 19,6 ). Al bendecirlosles dijo “Creced y multiplicaos” ( Géne-sis 1,28 ).

La alianza matrimonial del hombre y de lamujer, fundada y estructurada con leyespropias dadas por el Creador, está ordenado:

A la comunión y al bien de los cónyuges.

A la procreación y edu – cación de los hijos.

Jesús enseña que la u – nión matrimonial es indisoluble “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”. ( Marcos 10,9 ).

A causa del primer peca-do que ha provocado también la ruptura dela comunión del hombrey de la mujer, la uniónmatrimonial está amena-zada por la discordia yla infidelidad.

Sin embargo, Dios, en su infinita misericor-dia, da al hombre y a la mujer su graciapara realizar la unión de sus vidas segúnel designio divino original.

Dios ayuda a su pueblo amadurar progresivamenteen la conciencia de la uni-dad e indisolubilidad delmatrimonio.

Sobre todo median-te la pedagogía dela Ley y los profetas.

La alianza nupcial entre Dios e Israelprepara y prefigura la Alianza nuevarealizada por el Hijo de Dios, Jesucris-to, con su esposa, la Iglesia.

Jesucristo no sólo resta-blece el orden originaldel matrimonio queridopor Dios.

Sino que otorga la gracia para vivirlo en su nuevadignidad de sacramento.

El matrimonio es el signo del amor espon-sal hacia la Iglesia: “Maridos, amad a vues-tras mujeres como Cristo ama a la Iglesia”( Efesios 5,25 ).

EL Matrimonio no es una obligación para todos.

Dios llama a algunos hombres y mujeres a se –guir a Jesús por el camino de la virginidad odel celibato por el Reino de los cielos.

Renuncian algran bien delmatrimonio paraocuparse de lascosas del Señor.

Dado que el Matrimonio constituye a loscónyuges en un estado público de vidaen la Iglesia, su celebración litúrgica es

pública.

En presencia del sa-cerdote ( o de un tes-tigo cualificado de laIglesia ) y de otros tes-tigos.

El consentimiento matrimonial es la voluntadexpresada por un hombre y una mujer de en-tregarse mutua y definitivamente.

Con el fin de vivir una alianza de amor fiel yfecundo.

Este consentimiento es insusti –tuible en el sacramento paraque éste sea válido.

Es un acto humano, conscientey libre, no determinado por laviolencia o la coacción.

Para ser lícitos, los matrimonios mixtos(entre católico bautizado y bautizado no ca-tólico ) necesitan la licencia de la autoridadeclesiástica.

Los matrimonios con disparidadde culto ( entre un católico y unno bautizado), para ser válidosnecesitan una dispensa.

En todo caso, es esencial que loscónyuges no excluyan la aceptación de losfines y las propiedades esenciales del Matri-monio y que el cónyuge católico asegure elBautismo y la educación católica de los hijos.

El Sacramento del Matrimo-nio crea entre los cónyugesun vínculo perpetuo y ex –clusivo.

El Matrimonio nunca podráser disuelto.

Este sacramento confiere alos esposos la gracia necesaria para alcan-zar la santidad en la vida conyugal y edu –car responsablemente a los hijos.

Los pecados gravementecontrarios al sacramentodel Matrimonio son:el adulterio, la poligamia,el rechazo a la fecundidad,que priva del don de los hijos.

Y el divorcio que contradice la indi-solubilidad.

La Iglesia admite laSeparación física de losesposos cuando la coha-bitación entre ellos se ha hecho imposible,aunque procura su re-conciliación.

Pero éstos, mientras viva el otro cónyuge, noson libres para contraer una nueva unión,a menos que el matrimonio entre ellos seanulo y, como tal, declarado por la autoridadeclesiástica.

Fiel al Señor, la Iglesia no puedereconocer como matrimonio launión de divorciados vueltos acasar civilmente.

Hacia ellos la Iglesia muestra una atenta solici-tud, invitándoles a una vida de fe, a la ora –ción, a las obras de caridad y a la educación cristiana de los hijos.

Pero no pueden recibir la absolución sacra –mental, acercarse a la comunión eucarísticani ejercer algunas responsabilidades eclesialesmientras dure tal situación.

La familia cristiana es llamada Iglesia do-méstica porque manifiesta y realiza la na-turaleza comunitaria y familiar de la Igle-sia en cuanto familiade Dios.

Cada miembro ejerceel sacerdocio bautis-mal, contribuyendo ahacer de la familia u-na comunidad de gra-cia y de oración, escue-de virtudes humanasy cristianas.

Otras celebraciones litúrgicas

Los Sacramentales

Los sacramentalesson signos sagradosinstituidos por la I-glesia por medio delos cuales se santifi-can algunas circuns-tancias de la vida.

Comprenden siempre una oración acompa-ñada de la señal de la cruz o de otros signos.

Entre ellos : las bendiciones, alabanza a Diosy medio de obtener sus dones; la consagra –ción de personas y la dedicación de cosas alculto de Dios.

Se tiene un exorcismo, cuando la Iglesia pide con su autoridaden nombre de Jesús, que unapersona u objeto sea protegidocontra el influjo del Maligno ysustraido a su dominio.

Se practica de modo ordinarioen el rito del Bautismo.

El exorcismo solemne, llamado gran exor-cismo, puede ser efectuado solamente porun presbítero autorizado por el obispo.

El sentido religioso del pueblocristiano ha encontrado entodo tiempo su expresión entormas variadas de piedad,que acompañan la vida sa-cramental de la Iglesia.

Como son la veneración de lasreliquias, las visitas a santua-rios, las peregrinaciones, lasprocesiones, el “Vía crucis”,el Rosario.

La Iglesia, a la luz de la fe, ilumina y favorecelas formas auténticas de la piedad popular.

Las exequias cristianas

El cristiano que muereen Cristo alcanza, al fi-nal de su existencia te-rrena, el cumplimien-to de la nueva vida ini-ciada con el Bautismo,reforzada con la Con –firmación y alimenta- da en la Eucaristía, anticipo del banquete ce-lestial.

El sentido de la muerte del cristiano se mani-fiesta a la luz de la Muerte y Resurrección deCristo: el cristiano que muere en Cristo Jesúsva a “vivir con el Señor” ( 2 Corintios 5,8 ).

Las exequias, aunque se cele-bren según diferentes ritos,expresan el carácter pascualde la muerte cristiana, en laesperanza de la resurreccióny el sentido de la comunióncon el difunto.

Particularmente mediante la oraciónpor la purificación de su alma.

Las exequias comprendencuatro momentos principa-les:la acogida de los restos mor-tales del difunto,la liturgia de la Palabra,el sacrificio eucarístico,y “el adiós”, con el que seencomienda el alma deldifunto a Dios, fuente de vi-da eterna, mientras su cuer-po es sepultado en la esperanza de su resu-rrección.

Presentación en POWER-POINT realizada por

Violeta Vázquezpara

www.oracionesydevociones.info