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EL TEST DE SILUETAS: UN ESTUDIO EXPLORATORIO DE LA
DISTORSIÓN E INSATISFACCIÓN CON LA IMAGEN CORPORAL EN
ADOLESCENTES
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
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EL TEST DE SILUETAS: UN ESTUDIO EXPLORATORIO DE LA
DISTORSIÓN E INSATISFACCIÓN CON LA IMAGEN CORPORAL EN
ADOLESCENTES
THE SILHOUETTE TEST: AN EXPLORATORY STUDY OF BODY-I MAGE
DISTORTION AND DISSATISFACTION IN ADOLESCENTS
Cruz, S1. y Maganto, C.
Facultad de Psicología
Universidad del País Vasco
1 Cruz, S. Facultad de Psicología. Avda. de Tolosa, 70. 20018 San Sebastián. España. Tfno. 943-015662. Fax: 943-311055. E-mail: ptpcrsam@ss.ehu.es
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
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Resumen
Dada la prevalencia de las alteraciones de la imagen corporal en poblaciones
cada vez más jóvenes y su asociación con los Trastornos de la Conducta Alimentaria, se
realizó un estudio sobre el Test de Siluetas a fin de conocer los índices de distorsión e
insatisfacción en población no clínica, su posible relación con el índice de masa
corporal y explorar las variables explicativas de estas alteraciones. La muestra fue de
126 chicas y 119 chicos de 14 a 17 años de nivel socioeconómico medio-alto. Los
instrumentos de evaluación fueron el Test de Siluetas, el índice de masa corporal y el
Inventario de la Conducta Alimenticia (EDI-2). Los resultados indican que ambas
variables, distorsión e insatisfacción son más frecuentes en chicas que en chicos, que el
índice de masa corporal mediatiza los resultados y que la insatisfacción está más
relacionada con las alteraciones de la conducta alimentaria que la distorsión. El índice
de masa corporal, la insatisfacción y la variable Ascetismo del EDI-2 explican el 49%
de la varianza de distorsión, mientras que la Obsesión por la Delgadez, el índice de
masa corporal y la distorsión explican el 61,8% de la insatisfacción.
Palabras clave: Distorsión, insatisfacción, imagen corporal, Adolescentes y Test de
Siluetas.
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
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Abstract
The prevalence of body-image alterations in ever-younger populations is associated
with eating behavior disorders. In view of this, we carried out a study with the
Silhouette Test to determine the Distortion and Dissatisfaction indexes in a nonclinical
population, their possible relation with Body Mass Index, and to explore the variables
that account for these alterations. The sample was made up of 126 girls and 119 boys,
ages 14 to 17 years, from a medium-high socioeconomic level. The assessment
instruments employed were the Silhouette Test, Body Mass Index, and the Eating
Disorder Inventory (EDI-2). The results indicate that both variables−Distortion and
Dissatisfaction−are more frequent in girls than in boys; Body Mass Index mediates the
results; and Dissatisfaction is more highly related with eating behavior disorders than
Distortion. Body Mass Index, Dissatisfaction, and the variable Asceticism from the
EDI-2 accounted for 49% of the variance of Distortion, whereas Drive for Thinness,
Body Mass Index, and Distortion accounted for 61.8% of the variance of
Dissatisfaction.
Keywords: Distortion of, dissatisfaction with body image, adolescents, Silhouettes Test
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Introducción
El constructo de imagen corporal ha ido cambiando y enriqueciéndose gracias a
sucesivas investigaciones. Schilder (1935) definió la imagen corporal como: “la imagen
que forma nuestra mente de nuestro propio cuerpo; es decir, el modo en que nuestro
cuerpo se nos manifiesta” (Cf. Perpiña, 1990, pág. 1), lo que implica que más que una
replica exacta de nuestro forma o imagen física es una valoración acerca de esa imagen
corporal. Thompson (1990) y Rosen (1990) conciben el constructo imagen corporal
constituido por tres componentes, un componente perceptual relacionado con la
exactitud en la estimación del tamaño corporal y cuya alteración da lugar a la distorsión;
un componente cognitivo-afectivo asociado a los sentimientos, actitudes, cogniciones y
valoraciones que despierta el cuerpo como objeto de percepción a cuya alteración
denominan insatisfacción; y un componente conductual vinculado a las conductas que la
percepción del cuerpo y sentimientos asociados evocan, tanto de exhibición del propio
cuerpo como de evitación. A pesar de esta distinción teórica, como bien expresa Mora y
Raich (1992), en el concepto de imagen corporal existe un solapamiento de varios
aspectos que constituyen lo que denominamos imagen corporal.
Gardner (1996), tras la revisión de diferentes estudios y en consonancia con
Slade (1988), concluye que habría que hablar de dos componentes principales, el
“perceptual” que informa de la distorsión por sobreestimación, y el “actitudinal”, que
expresa la insatisfacción. No obstante, ambos aspectos parecen estar vinculados, tal y
como se ha puesto en evidencia en diversos trabajos (Thompson, Altabe, Jonson y
Stormer, 1994), sugiriendo que los componentes subjetivos de la imagen corporal
(afectivos, cognitivos y conductuales) muestran cierto grado de dependencia que
vincula la insatisfacción corporal con los índices de distorsión de la imagen corporal
Varios autores han propuesto modelos explicativos de los problemas de imagen
corporal. Mora y Raich (1992) realizan una revisión de los diferentes modelos que
intentan explicar la distorsión perceptiva y la insatisfacción corporal, y concluyen que
no hay ninguno que dé cuenta satisfactoriamente de ambos aspectos, aunque las Teorías
Socioculturales y la Teoría de la Discrepancia parecen aglutinar el mayor número de
investigaciones.
Las teorías socioculturales, según Mora y Raich (1992), confirman que sobre las
mujeres hay una mayor presión sociocultural en relación al ideal estético corporal
propuesto socialmente. Los medios de comunicación, así como el ámbito familiar y
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educativo, entre otros, trasmiten de múltiples y subliminares maneras dicho modelo,
originando una asociación entre autoestima y atractivo físico. El mayor interés de la
mujer por asemejarse a los cánones de belleza imperantes facilita la discrepancia entre
el tamaño corporal real y el ideal, ocasionando insatisfacción corporal. En el mismo
sentido, la Teoría de la Discrepancia presupone la asunción de que la discrepancia entre
el yo real y el ideal proviene de la asunción del ideal de belleza que les gustaría poseer y
que creen que a los demás les gustaría que ellas tuvieran, convirtiéndose en un
imperativo a alcanzar que provoca insatisfacción corporal.
El interés del estudio de las alteraciones de la imagen corporal reside en su
vinculación con los trastornos de la conducta alimentaria. Aunque inicialmente las
alteraciones de la imagen corporal se circunscribían a sujetos con trastornos de
alimentación, al final de los años 80, el resultado de las investigaciones permitió
apreciar que un alto porcentaje de mujeres tenía una imagen corporal negativa, sin que
por ello hubiera síntomas de trastornos de alimentación, (Hsu, 1991; Fisher, 1986;
Rodin, Silberstein y Striegel-Moore, 1984). Es más, hay autores que se muestran
cautelosos al hablar de alteraciones de la imagen corporal como rasgo patognomónico
de los trastornos alimenticios, dado que en muestras de normalidad estas alteraciones
presentan un nivel similar al de las muestras clínicas (Cash y Brown, 1987; Fisher,
1986; Hsu, 1991; Rosen, 1990; Slade, 1985; Thompson, 1990). Incluso algunos trabajos
parecen confirmar que también en mujeres sin trastornos de alimentación la distorsión
correlaciona con la insatisfacción corporal y con preocupación por adelgazar (Cash y
Brown, 1987; Rosen, Cado, Silberg, Srebnik y Wendt, 1990; Willmuth, Leitenberg,
Rosen, Fondacaro y Gross, 1985)
De acuerdo a estos hallazgos, las investigaciones adquirieron una nueva
dimensión: abordar el problema de la imagen corporal independientemente de los
trastornos de alimentación, conocer la prevalencia en poblaciones no clínicas de la
sobreestimación del tamaño del cuerpo y de la insatisfacción con la imagen corporal, así
como indagar si esta dimensión, imagen corporal negativa expresada en la distorsión e
insatisfacción corporal, podría ser una variable predictora del riesgo de padecer un
trastorno alimenticio en mujeres adolescentes (Cash, Winstead y Janda, 1986; Rosen y
Gross, 1987; Rosen, Vara, Wendt, Leitenberg, 1990). Ha interesado igualmente
identificar las variables asociadas a las alteraciones clínicamente relevantes de la
imagen corporal. Estas variables parecen ser la edad, el sexo, el Índice de Masa
Corporal (IMC), la clase social media-alta, la incorporación de la cultura de la delgadez
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y la preocupación por el incremento de peso (Garner y Garfinkel, 1981; Toro, 1988;
Perpiñá, 1989; Martínez, Toro, Salamero, Blecua y Zaragoza, 1993; Turón, Fernández y
Vallejo, 1992; Toro, Salamero y Martínez, 1995).
Diversos han sido los instrumentos que se han utilizado para la evaluación de la
imagen corporal (Cf. Ben-Tovim y Walker, 1991; Thompson 1992; Gardner, 1996;
Tiggemann y Lynch, 2001), pero el empleo de siluetas ha demostrado ser de interés y de
fácil utilización, ya que permite obtener de forma rápida y sencilla los valores e índices
de los dos factores implicados en la imagen corporal negativa: la distorsión y la
insatisfacción. Además, el estudio de validación realizado por Williamson, Gleaves,
Watkins y Schlunt (1993) avala su utilización al obtener altas correlaciones entre este
procedimiento y el procedimiento computerizado Body Image Testing System (Schlunt
y Jhonson; 1990) y con el Body Image Detection Device (Ruff y Barrios, 1986).
Para evaluar la imagen corporal se han diseñado diferentes imágenes o siluetas
de mujeres y hombres. Cabe citar por ser sobradamente conocidas, las de Bell,
Kirkpatrick y Rin (1986), Fallon y Rozin (1985), Furnham y Greaves (1994),
Stunckard, Sorensen y Schulsinger (1983), Thompson y Tantleff (1992), y las de
Williamson, Davis, Bennett, Goreczny y Gleaves (1989). En estos instrumentos se
presentan al sujeto una serie de figuras femeninas y masculinas, entre 6 y 9 siluetas
según autores, en progresión creciente en cuanto al IMC. Además contienen ítems sobre
dichas figuras referidos a factores perceptivos y subjetivos de la imagen corporal de los
sujetos. Entre otras cuestiones se suele preguntar, qué figura representa tu peso actual y
qué figura representa tu peso ideal, utilizando la discrepancia entre la imagen percibida
y la imagen ideal como medida de la insatisfacción corporal, y la discrepancia entre el
tamaño del cuerpo percibido y el tamaño del cuerpo actual como medida de la
distorsión. Los estudios iniciales han sido replicados en muestras de diferentes
características para evaluar la imagen corporal en las mujeres (Williamson, Gleaves,
Watkins y Schlundt, 1993; Fallon y Rozin, 1985; Tiggemann y Lynch, 2001; Vaz,
Salcedo, González y Alcaina, 1992; Veron-Guidry y Williamson, 1996), demostrando
todos ellos que se da una discrepancia entre tamaño percibido y tamaño real,
sobredimensionando el tamaño percibido, por lo que la distorsión parece ser un índice
de alta prevalencia en las mujeres, así como advirtiéndose el deseo de estar más
delgadas, eligiendo como figuras ideales siluetas con tamaños inferiores al de los
sujetos, confirmando la insatisfacción con la imagen corporal. Teniendo en cuenta las
cuestiones precedentes, esta investigación se plantea como objetivos: a) presentar los
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resultados preliminares obtenidos en el Test de Siluetas, b) detectar el grado de
distorsión e insatisfacción con la imagen corporal en una muestra de adolescentes con
edades comprendidas entre 14 y 17 años; c) comprobar si ambas variables guardan
relación con el IMC; d) valorar si existe asociación en el género femenino entre la
percepción de la imagen corporal y los subtests del EDI en función del grado de
distorsión e insatisfacción; y finalmente, e) conocer qué variables son explicativas de la
distorsión e insatisfacción con la imagen corporal en chicas.
Método
Muestra
La muestra está compuesta por 245 sujetos de ambos sexos (126 del género
masculino y 119 del femenino) con edades comprendidas entre 14 y 17 años ( M =
15,40 y DE = 1,00), de nivel socioeconómico medio-alto. Los sujetos fueron
seleccionados al azar de diferentes centros educativos privados de la Comunidad
Autónoma Vasca, y en el momento de aplicación de las pruebas cursaban niveles
educativos de 3º y 4º de Enseñanza Secundaria Obligatoria y 1º y 2º de Bachiller.
Procedimiento
Las pruebas psicológicas fueron aplicadas en los centros educativos en horas
lectivas y en similares condiciones de lugar, tiempo y motivación. Todas las pruebas se
aplicaron de forma colectiva en 2 sesiones, siguiendo las pautas indicadas en los
manuales correspondientes. A los padres de los sujetos se les informó previamente del
estudio a realizar a fin de solicitar los permisos pertinentes. Los instrumentos fueron
aplicados por los componentes del equipo de investigación en los centros educativos,
tras el consentimiento informado por parte de los padres de los alumnos y el
consentimiento informado de los propios sujetos
Instrumentos
Variables sociodemográficas: Sexo, edad, curso, tipo de centro, nivel lingüístico, peso y
altura.
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Índice de Masa Corporal. De todos los sujetos se obtuvo la medida del peso y altura a
fin de obtener el IMC = peso /altura².
Inventario de Trastornos de la Conducta Alimentaria (EDI-2. Garner y Olmstead, M.P.,
1984. TEA, 1998). Inventario compuesto de 91 elementos distribuidos en 11 escalas
diferentes relacionadas con los trastornos de la conducta alimentaria. Las escalas que
componen el Inventario son las siguientes: Obsesión por la delgadez, Bulimia,
insatisfacción Corporal, Ineficacia, Perfeccionismo, Desconfianza Interpersonal,
Conciencia Introceptiva, Miedo a la Madurez, Ascetismo, Impulsividad e Inseguridad
Social. Los estudios psicométricos presentados en el manual del test ponen de relieve
que el instrumento posee adecuadas cualidades psicométricas. Los datos de fiabilidad
ofrecen para la versión definitiva del EDI-2 una consistencia interna (alfa de Cronbach)
superior a 0,80 en muestras de pacientes con trastornos de la conducta alimentaria, y
coeficientes comprendidos entre 0,65 y 0,92 en muestras no clínicas (Garner y
Olmstead, 1984; Raciti y Norcross, 1987; Shore y Porter, 1990; Vanderheyden, Fekken,
Boland, 1988). En muestras experimentales españolas se ha analizado la consistencia
interna de los elementos (TEA, 1998), aplicándose la técnica de las dos mitades,
presentando datos similares a los obtenidos en la muestra americana especialmente en el
grupo clínico ( r = 0,76 a r = 0,91).
El Test de Siluetas (Figuras femeninas adaptadas del Test de Siluetas de Bell,
Kirkpatrick y Rinn, y Figuras masculinas diseñadas por del Río, Maganto y Roiz, 1998).
Este instrumento consiste en 8 figuras masculinas que incrementan progresivamente su
figura corporal con relación al incremento de peso, y 8 figuras femeninas de similar
condición. La prueba consta de 8 ítems en los que se le pide al sujeto que conteste a las
siguientes cuestiones: 1) De las figuras masculinas cuáles consideras que son normales,
delgadas y gordas, 2) De las figuras femeninas qué figuras consideras que son normales,
delgadas y gordas, 3) Qué figura representa tu peso actual, 4) Qué figura te gustaría
tener, 5) Qué figura elegirías como pareja, 6) Qué figura elegiría el sexo contrario como
pareja, 7) Qué figura le gustaría a tu madre que tú tuvieras, y 8) Qué figura le gustaría a
tu padre que tú tuvieras.
El ítem 3 sirve de base para medir el ajuste o la falta del mismo entre el peso
real, valorado con el IMC de cada sujeto, y el peso percibido (figura que representa su
peso actual) valorado en el Test de Siluetas. A la diferencia entre estos valores lo hemos
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denominado distorsión. El 4º ítem se utiliza para valorar la diferencia entre el peso
percibido (figura que representa su peso actual) y el peso ideal (figura que le gustaría
tener). La diferencia entre ambos valores la hemos denominado insatisfacción. El modo
de obtener la distorsión e insatisfacción es similar a la de estudios precedentes con otros
Test de Siluetas Bell y cols.,1986; Fallon y Rozin, 1985; Furnham y Greaves, 1994;
Stunckard y cols., 1983; Thompson y Tantleff, 1992; Williamson, y cols. 1989).
Diseño y análisis estadísticos
En este trabajo se presenta un estudio descriptivo y correlacional en el que se
recogen los datos obtenidos en el Test de Siluetas en una muestra de adolescentes y sus
relaciones con variables como el sexo, el IMC y las escalas del Inventario de Trastornos
de la Conducta Alimentaria (EDI-2).Tras efectuar una depuración y filtrado de los datos
introducidos haciendo uso del SPSS versión 10.0, se efectuaron básicamente análisis
estadísticos conducentes a la comparación de medias entre grupos, a la asociación entre
variables y a la explicación de las variables dependientes: distorsión e insatisfacción.
Para ello se realizaron pruebas de chi cuadrado, la prueba t de Student, análisis de
varianza (Anova), y análisis de regresión múltiple (Stepwise).
Resultados
Descripción de los resultados obtenidos en el Test de Siluetas
Los resultados de los ítems 1 y 2 en los que se les pregunta a los sujetos qué
figuras les parecen delgadas, normales y gordas, son los siguientes: prácticamente el
100% de los sujetos considera que las figuras 1 y 2, tanto masculina como femenina,
son delgadas. La figura 3 femenina un 75% la define delgada, mientras que la figura
masculina un 60% la considera delgada y un 40% normal. Las figuras 4 y 5, femenina y
masculina, alrededor del 83% y el 90%, respectivamente, las valoran como normales.
La figura 6 masculina, el 52,4% la consideran normal y un 47,6% la define como gorda;
la figura 6 femenina, el 56,3% piensa que es normal y el 43,7% la categoriza como
gorda. Las figuras 7 y 8, tanto la masculina como la femenina, son consideradas como
gordas por el 93% y el 100% de los sujetos, respectivamente.
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En ninguno de los ítems que compone la escala se obtuvieron diferencias
significativas en función de la edad de los sujetos, sí que se obtuvieron según sexo tal y
como queda expuesto a continuación.
En la tabla 1 se recogen las frecuencias y porcentajes correspondientes a los
resultados obtenidos en los ítems 3 a 7 del Test de Siluetas. Para comprobar si se
presentaban diferencias en función del sexo se llevaron a cabo análisis de Chi cuadrado.
----------------------------------------
Insertar aquí tabla 1
------------------------------------
Las figuras elegidas con mayor frecuencia como representativas del peso actual
de los sujetos de la muestra son la 4 (29,4%), la 5 (27,3%), la 6 (19,6%) y la 3 (16,7%).
No obstante, los análisis de Chi cuadrado realizados muestran diferencias significativas
entre ambos sexos en la elección de figuras representativas de su peso, χ² (5, N = 245) =
52,069, p = .000. Como se puede observar en la tabla 1, el 69,5% de los chicos eligen
las figuras 3 (27%) y 4 (38,9%), mientras que el 67,2% de las chicas elige las figuras 5
(40,3%) y 6 (26,9%).
En cuanto a la pregunta de qué figura les gustaría tener, 123 (50,2%) sujetos
eligen la figura 4, seguida de la figura 5 que es elegida por 75 (30,6%) sujetos. También
obtenemos diferencias significativas entre chicos y chicas en la elección de la figura que
les gustaría tener, χ² (4, N = 245) = 10,374, p = .035, mientras que un 57,1% de chicos
elige la figura 4 en el caso de las chicas aparecen las figuras 4 y 5 casi con el mismo
porcentaje de elección, 42,9% y 40,3%.
En la elección de la figura como pareja las figuras más elegidas son la 5 y la 4,
presentándose diferencias entre los sexos a nivel tendencial, χ² (4, N = 241) = 8,769, p =
.067, los chicos (52%) tienden a elegir la figura 5 y las chicas (40,5%) tienden a
seleccionar la figura 4.
Con respecto al ítem en el que se les pregunta qué figura elegiría el sexo
contrario como pareja, nuevamente es la figura 4 (48,5%) la elegida con mayor
frecuencia, seguida de la 3 (26,1%) y la 5 (23,2%). En este ítem no encontramos
diferencias significativas entre los sexos, χ² (3, N = 241) = 2,437, p = .487, tanto chicos
como chicas creen que la figura más elegida sería la 4.
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En cuanto al ítem referido a qué figura crees que le gustaría a tu madre que
tuvieras es la 5 la señalada por el 43,5% de los sujetos, siendo seleccionada en segundo
lugar la figura 4 (36,8%). De nuevo un mayor porcentaje de chicas (58,5%) marca la
figura 5 frente a la figura 4 señalada por el 49,6% de los chicos. Las diferencias en la
elección en función del sexo son significativas, χ² (5, N = 239) = 40,456, p = .000.
Con relación a qué figura le gustaría a tu padre que tú tuvieras los resultados van
en la misma dirección, las figuras más elegidas son la 5 y la 4, 39,9% y 38,2%
respectivamente, atribuyendo las mujeres a sus padres la elección de la figura 5 como
preferente (55,2%), mientras que los varones creen que a sus padres les gustaría que
tuvieran la figura 4 en el 52,1% de los casos. Estas diferencias entre ambos sexos sobre
la atribución de preferencias paternas son significativas, χ² (4, N = 233) = 45,827, p =
.000.
Resultados de la distorsión de la imagen corporal en el Test de Siluetas
Para valorar distorsión con el Test de Siluetas se otorgó a cada silueta un
intervalo de valores de IMC que esa figura representa. El valor de IMC se otorgó
siguiendo 2 criterios: las categorías de la OMS y el porcentaje de acuerdo que
estudiantes y profesionales mostraron al clasificar las figuras en las categorías de
normales, delgadas y gruesas. La figura 1 representa IMC inferior o igual a 16; a IMC
entre 16,00 y 17,99 se les asignó la figura 2; valores entre 18,00 y 19,99 para la figura
3; entre 20 y 22,49 para la figura 4; de 22,50 a 24,99 para la figura 5; de 25,00 a 27,49
para la figura 6; de 27,50 a 29,99 para la figura 7; a un IMC de 30 ó mayor se les asignó
la figura 8. Para obtener el valor de la variable distorsión se restó de la figura que el
sujeto consideraba que representaba su peso actual la figura correspondiente a su IMC.
No se obtuvieron diferencias significativas en función de la edad en esta
variable, χ² (18, N = 242) = 24,674, p = .134.
----------------
Insertar tabla 2
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El porcentaje de sujetos que no distorsiona es el 27,9% frente al 72,1% que
distorsiona. Este porcentaje global está desigualmente distribuido en función del sexo,
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χ² (6, N = 240) = 93,120, p = .000, así el 45,2% de chicos elige la figura que
corresponde a su IMC frente al 9,5% de las chicas. Las distorsiones en los chicos se
agrupan en más/menos 1 figura en un 45% de los casos, y sólo un 10% de los mismos
presentan distorsiones de 2 figuras o más frente al 37% de las chicas. Además, tal y
como aparece en la tabla 2, los varones cuando distorsionan tienden a verse más
delgados en oposición a las mujeres que tienden a verse más gruesas.
Estos datos alcanzan mayor significación si consideramos los valores del IMC
en ambos sexos, ya que las chicas (M = 20,67, DE = 2,45) presentan un IMC
significativamente inferior a los chicos ( M = 21,38, DE = 2,36), t (242) = 2,30, p =
.022.
Atendiendo a las diferencias significativas en el IMC en ambos sexos, se
procedió a estudiar la relación entre las variables IMC y distorsión separadamente en
chicos y chicas. Para ello, se clasificó a los sujetos en 3 categorías según el IMC,
tomando como criterio para establecerlas la media ± 1 desviación estadística. Las
categorías son: sujetos de IMC bajo, medio y alto. Las medias y desviaciones típicas
correspondientes a los chicos son para los de IMC bajo la M = 17,79 y la DE = 0,91;
para los de IMC medio la M = 21,29 y la DE = 1,15, y para los de IMC alto la M =
25,09 y la DE = 1,74, siendo las diferencias entre los grupos estadísticamente
significativas, F (2,123) = 165,861 p = .000. Los resultados obtenidos por las chicas en
el IMC son los siguientes: las chicas con IMC bajo tienen una M = 17,78 y DE = 0,87,
las de IMC medio tienen una M = 20,38 y DE = 1,06, y las de alto tienen una M =
24,73 y una DE = 2,96, siendo las diferencias entre los grupos estadísticamente
significativas, F (2,114) = 100,293, p = .000.
Los resultados correspondientes a la relación entre los diferentes grupos de IMC
y la variable distorsión en cada sexo quedan recogidos en la tabla 3.
------------------------------
Insertar aquí tabla 3
---------------------------
El IMC sólo tendencialmente está relacionado con la distorsión en los chicos, χ²
(10, N = 123) = 16,824, p = .078. El porcentaje de sujetos que no distorsiona se ubica
entre el 35% y 47%. Al margen de esta adecuación, los chicos delgados, o de bajo
Indice de Masa Corporal, tienden a verse una figura superior a su IMC en el 33,3% de
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los casos, mientras que los chicos más obesos o con mayor IMC tienden a elegir en un
30% de los casos una figura inferior a la correspondiente a su IMC.
Los resultados en las chicas indican que el IMC está estrechamente relacionado
con la distorsión, χ² (10, N = 116) = 26,536, p = .003. El mayor porcentaje de acuerdo,
27,8%, entre la figura que corresponde a su IMC y la figura elegida por el sujeto como
representante de su peso actual se da casi exclusivamente en el grupo de mayor IMC, es
decir, en las gruesas. En cada uno de los grupos, esto es, independientemente del IMC
aproximadamente un 50% de sujetos elige una figura superior a la que realmente les
corresponde. La distorsión se da en relación inversa al IMC, ya que las de mayor IMC
son las que menos distorsionan y las de menor IMC son las que mayor distorsión
presentan.
Resultados de la insatisfacción con la imagen corporal en el Test de Siluetas
La variable insatisfacción se ha obtenido al restar de la figura que representa el
peso ideal la figura percibida como representante del peso actual. En la tabla 4 se
muestran los resultados obtenidos.
Al igual que en la variable anterior, tampoco en insatisfacción se encontraron
diferencias significativas en función de la edad, χ² (21, N = 245) = 20,059 p = .518.
----------------
Insertar tabla 4
--------------------
El 46% de los sujetos de la muestra se encuentra satisfecho con su imagen
corporal. Sin embargo, la diferencia estadísticamente significativa entre sexos, χ² (7, N
= 245) = 37,130, p = .000, indica que el nivel de satisfacción en los chicos (55,6%) es
mayor que en las chicas (36,1%). Además en los chicos encontramos el mismo
porcentaje de sujetos, 22,3%, a los que les gustaría tener figuras más gruesas o más
delgadas a la figura elegida como representativa de su peso actual, en contraposición a
las chicas que solamente a un 6,7% le gustaría tener una figura superior frente a un
57,2% que elige figuras más delgadas.
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Se halló la relación entre insatisfacción e IMC, atendiendo a la clasificación de
bajo, medio y alto IMC con el procedimiento comentado en la variable distorsión. Los
resultados de este análisis quedan recogidos en la tabla 5.
--------------------------
Insertar tabla 5
----------------------------
La relación entre ambas variables es estadísticamente significativa tanto para
chicos, χ² (12, N = 125) = 47,286, p = .000, como para chicas, χ² (12, N = 117) =
32,916, p = .001. El sentido de las diferencias en chicos es el siguiente: los chicos de
bajo IMC que están insatisfechos desean estar más gordos en un 67,7% de casos,
mientras que los chicos gruesos desean estar más delgados en un 60% . En el caso de
las chicas a medida que aumenta el IMC decrece el porcentaje de sujetos que se
encuentran satisfechos. Todas las chicas del alto IMC, excepto una, desean estar más
delgadas. Incluso en el grupo de bajo IMC al 29,6% le gustaría, también, estar más
delgada y sólo, 3 sujetos, un 17,6%, desean estar más gruesas. En consecuencia, aunque
la insatisfacción en las chicas se muestra generalizadamente en el deseo de estar más
delgadas, esta variable está mediatizada por el IMC, ya que el 52,9% de las chicas
delgadas y el 40,2% de las normales se encuentran satisfechas con su imagen corporal.
Distorsión y subtests del Inventario de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (EDI-
2) en las chicas
Una vez descritos los diferentes niveles de la distorsión, pasamos a describir las
características de los sujetos que se inscriben en cada uno de los niveles. Para ello
analizamos los resultados de la variable distorsión y cada una de las escalas del
Inventario de Conducta Alimentaria, efectuando una comparación de medias de los
diferentes grupos, utilizando como variable independiente la distorsión. Estos resultados
los completamos con el valor de la Eta cuadrado, que es una medida de la asociación
entre las variables objeto de estudio. Los resultados se presentan en la tabla 6.
-----------------------
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
15
Insertar aquí tabla 6
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Como puede apreciarse en la tabla 6, atendiendo a las escalas que componen el
Inventario de Trastornos de la Conducta Alimentaria (EDI-2), en la que mayores
diferencias se encuentran en función de la variable distorsión es en Ineficacia, η² =
.215, p = .000. En las escalas de Obsesión por la delgadez, η² = .129, p = .043; Bulimia,
η² = .118, p = .027;Conciencia Introceptiva, η² = .116, p = .030; Ascetismo, η² = .116,
p = .030 e Inseguridad social, η² = .116, p = .029, se presentan puntuaciones
significativamente más altas conforme aumenta el grado de distorsión. Entre las
variables distorsión y EDI-Insatisfacción la asociación es solo tendencial, η² = .094, p =
.072, siendo esto en parte debido a que las chicas que distorsionan porque se perciben
más delgadas, también en algunos casos se presentan niveles altos de insatisfacción (M
= 10, DE = 9,90). Finalmente, no se encuentra asociación entre la variable distorsión y
las siguientes escalas del EDI-2 : Perfeccionismo, Desconfianza interpersonal, Miedo a
la madurez e Impulsividad.
Insatisfacción y subtests del Inventario de los Trastornos de la Conducta Alimentaria
(EDI-2)
Al igual que con la variable distorsión, teníamos interés en conocer si las
diferencias en insatisfacción con la imagen corporal en las chicas daban lugar a
diferencias en las escalas del Inventario de los Trastornos de la Conducta Alimentaria,
para lo cual se realizó un análisis de comparación de medias utilizando como variable
independiente la insatisfacción. Para valorar la medida de asociación y comprobar la
proporción de varianza de cada una de las variables dependientes explicada por las
diferencias en insatisfacción se ejecutó un análisis de varianza (Eta cuadrado). Los
resultados se presentan en la tabla 7.
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Insertar aquí tabla 7
-------------------------
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
16
Como puede apreciarse en la tabla que se presenta, en las escalas en las que
mayor relación se advierte son en insatisfacción, η² = .491, p = .000, Ineficacia, η² =
.345, p = .000, Obsesión por la delgadez, η² = .336, p = .000, y Conciencia
Introceptiva, η² = .268, p = .000. Tanto en Obsesión por la delgadez como en
insatisfacción del EDI-2 se producen disminuciones marcadas en las puntuaciones
obtenidas a medida que se va disminuyendo el nivel de insatisfacción valorada mediante
el Test de Siluetas. En las escalas Ascetismo, η² = .148, p = .015, e Inseguridad social,
η² = .170, p = .006, se perciben diferencias de medias en función de la insatisfacción
presentando mayores puntuaciones las chicas a las que les gustaría estar dos o tres
siluetas por debajo de lo que están. La asociación estadísticamente significativa entre
insatisfacción y la escala de Bulimia, η² = .127, p = .034, indica que las chicas a las que
les gustaría estar más delgadas presentan mayores puntuaciones en Bulimia. No
aparecen variaciones en las puntuaciones en las escalas de Perfeccionismo,
Desconfianza interpersonal, Miedo a la madurez e Impulsividad asociadas a las
variaciones que se dan en el nivel de insatisfacción.
Variables predictoras de la distorsión e insatisfacción con la imagen corporal en chicas
Las relaciones significativas observadas entre las variables nos llevó a
plantearnos cuáles de éstas tenían mayor valor explicativo en la distorsión e
insatisfacción de la imagen corporal. Para ello se realizó un análisis de regresión lineal,
paso a paso (Stepwise).
En las tablas 8 y 9 se presentan los resultados del análisis de regresión tomando
como variable dependiente la distorsión en la tabla 8 y la insatisfacción en la tabla 9 e
incluyendo en dicho análisis las variables edad, IMC, las subescalas del EDI: Obsesión
por la delgadez, Bulimia, insatisfacción, Ineficacia, Perfeccionismo, Desconfianza
Interpersonal, Conciencia Introceptiva, Miedo a la Madurez, Ascetismo, Impulsividad e
Inseguridad Social, e insatisfacción del Test de Siluetas para distorsión y viceversa.
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Insertar tabla 8
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El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
17
Como puede observarse en la tabla 8, de las variables incluidas en el modelo
teórico, sólo tres entran a formar parte de la ecuación de regresión como variables
explicativas de la distorsión. En primer lugar, el IMC explicando el 16,3% de la
varianza de la variable distorsión. En segundo lugar, entra a formar parte de la ecuación
la insatisfacción, evaluada mediante el Test de Siluetas, añadiendo un 31%
aproximadamente a la explicación de la varianza y, finalmente, se incorpora la variable
EDI-Ascetismo, incrementando aproximadamente un 2%. Las tres variables
conjuntamente explican el 49% de la distorsión de la imagen corporal. La variable IMC
indica que cuanto más bajo es dicho Índice mayor distorsión presentan los sujetos, es
decir, las chicas más delgadas distorsionan más su imagen corporal que las chicas
gordas. Si el IMC se mantiene constante, la variable que más explica la distorsión es la
insatisfacción, en el sentido de que a menos Satisfacción más distorsión. Por último, a
mayor capacidad de autodisciplina y de mantener el control de las necesidades
corporales, mayor distorsión presentan los sujetos. Luego, cuanto menor sea el IMC,
menos satisfecho esté el sujeto y mayor nivel de ascetismo presente, mayor riesgo de
tener una percepción distorsionada de su imagen corporal.
--------------------------
Insertar tabla 9
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La variable EDI-Insatisfacción ha sido excluida del modelo de regresión en este
caso por la alta correlación que presentan ambas variables (r = -.672, p = .000) y por
evaluar el mismo constructo. En cuanto a la explicación de la insatisfacción de la
imagen corporal, nuevamente tres variables entran a formar parte de la ecuación de
regresión. La primera de ellas, EDI- Obsesión, explica el 27,5% de la varianza, la
segunda variable es el IMC, que incrementa un 18,8% la explicación de la varianza y,
finalmente, la variable distorsión incrementa un 15,5%. Entre las tres explican el 61,8%
de la varianza de insatisfacción. Estos resultados indican que si se está obsesionado por
adelgazar se está insatisfecho. En caso de que la obsesión por la delgadez sea constante,
la insatisfacción se explica por el volumen corporal, es decir, a mayor IMC mayor
insatisfacción. En ausencia de ambas, o si éstas son constantes, el percibirse más gordo
de lo que se está es la variable que explica la insatisfacción.
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
18
En ambas ecuaciones de regresión aparece el IMC como un factor explicativo
importante tanto de la distorsión como de la insatisfacción. Hay que destacar que el
IMC mediatiza las relaciones entre ambas variables, ya que si controlamos su efecto en
la relación (correlación parcial) el valor del coeficiente entre distorsión e insatisfacción
pasa de -.27 a -.67.
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
19
Discusión
En líneas anteriores hemos presentado los resultados obtenidos en el Test de
Siluetas en una muestra de adolescentes de 14 a 17 años, en las variables de distorsión e
insatisfacción con la imagen corporal generadas a partir del mismo, las relaciones de
dichas variables con el índice de masa corporal y la asociación que presentan con los
subtests que componen el Inventario de los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
Finalmente hemos expuesto qué variables de las estudiadas explican la distorsión e
insatisfacción en una muestra de adolescentes de 14 a 17 años. Del conjunto de datos
presentados destacamos los siguientes aspectos por considerarlos de mayor relevancia.
De las 8 figuras que componen el Test de Siluetas señalamos que hay
unanimidad en los sujetos en considerar que las figuras 1 y 2, tanto masculina como
femenina, son delgadas, las figuras 4 y 5 son normales, y las figuras 7 y 8 son gordas.
Mayor disparidad en la valoración encontramos en las figuras 6, si bien algo más del
50% de los sujetos las describe como normales, casi a la otra mitad le parecen gordas.
Para la figura 3 se observan discrepancias en función de la silueta que se evalúe.
Aunque prioritariamente tiende a ser valorada como delgada, el 25% de los sujetos
considera la silueta femenina como normal, aumentándose este porcentaje al 40% en el
caso de la figura masculina. Recordamos que este silueta representa Índices de Masa
Corporal que están comprendidos entre 18 y 19,99, es decir por debajo de la normalidad
según criterios de la OMS. El conjunto de la muestra elige las figuras 4 y 5 como
representantes de su peso actual, figuras correspondientes a un IMC dentro de la
normalidad. Al analizar los resultados en función del sexo se observan diferencias
importantes. En los chicos se da una mayor homogeneidad a las respuestas de los ítems.
Éstas se agrupan en torno a la figura 4: la figura que representa su peso actual, la figura
ideal, y la atribución que hacen de la figura que les gustaría a sus progenitores que
tuvieran o que el sexo contrario elegiría como pareja. La única desviación de esta
tendencia está en relación a la figura que elegirían como pareja, prefiriendo la figura 5,
es decir, una chica con mayor volumen corporal y formas redondeadas. Esta
homogeneidad va a dar lugar a menores índices de distorsión e insatisfacción en los
chicos. En los sujetos en los que esta coincidencia no se confirma, la desviación, en
general, va en la línea de idealizar cuerpos con mayor índice de masa corporal, por lo
que eligen como figura ideal una silueta superior a la que tienen.
Las chicas muestran mayor grado de desacuerdo entre la figura que representa su
peso actual, 5 y 6, y la figura elegida como ideal, 4 y 5. Elegirían una pareja como la
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
20
figura 4 y creen que los chicos elegirían la silueta 4 seguida en una alta proporción de
las siluetas 5 y 3, tengamos en cuenta que los chicos informaron de que su ideal era una
mujer correspondiente a la figura 5. Prácticamente todas las elecciones corresponden a
siluetas inferiores a la elegida como representante de su peso actual. Esto va a ocasionar
una mayor insatisfacción y distorsión en las chicas adolescentes que en los chicos. Con
respecto a los progenitores también creen que elegirían la figura 5 seguida de la 4. El
hecho de que las adolescentes atribuyan a los pares elecciones diferentes que a los
progenitores va en consonancia con otras investigaciones. Las mujeres, si bien se
comparan con los ideales estéticos que la sociedad marca, tienen más en cuenta el grupo
de pares al que pertenecen, lo que viene a ser un factor modulador en la elección de la
figura ideal (Lamb, Jackson, Cassidy y Priest, 1993; Stevens y Tiggemann, 1998).
Esta diferencia en los resultados entre varones y mujeres en cuanto a
preferencias y discrepancias entre imagen actual e imagen ideal había sido ya constatada
en algunos trabajos previos (Francoi y Herzog, 1987; Francoi y Shields, 1984; Perpiña,
1988 y 1990). Una explicación a estos datos podría encontrarse en la Teoría de la
discrepancia que analiza las inconsistencias entre la percepción actual y la ideal, es
decir, cómo se ve el propio sujeto y como cree que le ven los demás, o cómo cree que a
los demás les gustaría que fuera, atendiendo a los cánones de belleza reconocidos
socialmente (Strauman y Higgins, 1987).
Los resultados anteriores condicionan las diferencias en el nivel de distorsión en
chicos y chicas. Los datos indican que la distorsión en mujeres alcanza a casi la
totalidad de éstas, sobredimensionalizando su tamaño corporal, mientras que sólo la
mitad de los chicos distorsiona su imagen. Esto ocurre incluso atendiendo al índice de
masa corporal de los sujetos. Los chicos de bajo índice de masa corporal tienden a verse
una figura superior a la que tienen, y viceversa, los chicos con un índice de masa
corporal alto tienden a verse una figura por debajo de su índice de masa corporal. Sin
embargo, las chicas de mayor índice de masa corporal distorsionan menos que las de
bajo índice de masa corporal. En el estudio de Tiggemann y Pickering (1996) se
observó que la media del IMC de las adolescentes bordeaba el infrapeso, y sin embargo
se percibían con un ligero sobrepeso (distorsión). En el mismo sentido están las
investigaciones de Fallon y Rozin (1985) Vaz, Salcedo, Suárez y Alcaina (1992) y
Veron-Guidry y Williamson (1996) que, utilizando el mismo procedimiento de
evaluación, han demostrando que existe una discrepancia entre tamaño percibido y
tamaño real, sobredimensionando el tamaño percibido.
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
21
Con respecto a la variable insatisfacción, nuevamente son notables las
diferencias entre chicos y chicas. La mitad de la muestra de chicos (55,6%) está
satisfecho con su imagen corporal, y de la mitad que no lo está se presenta casi el
mismo porcentaje de sujetos que desea estar más delgado y que desea estar más grueso.
Los datos muestran que el deseo de estar más delgado o grueso está en función del IMC
que presenta el sujeto. Entre los estudios con muestras masculinas que han obtenido
resultados concordantes con los presentados se encuentran los de Lenart, Goldberg,
Bailey y Dallal (1995), Bordo (1993) y Schoemer (1996). El porcentaje de chicas que se
encuentra satisfechas es menor (36%), y la inmensa mayoría de las que no se encuentran
satisfechas quieren estar más delgadas, incluso las de menor IMC. Una de las
conclusiones más relevantes si consideramos la variable sexo es que en los chicos el
mayor porcentaje de sujetos insatisfechos se da en los de IMC bajo, mientras que las
chicas más delgadas son las que presentan mayor porcentaje de satisfacción corporal.
Porcentajes inferiores, pero en el mismo sentido, obtuvieron Cash y Henry (1995) y
Gracia de y cols. (1999), quienes encontraron que aproximadamente la mitad de las
mujeres de las muestras por ellos estudiadas expresaban insatisfacción con su imagen
corporal. Asimismo, nuestros resultados coinciden con los obtenidos por Page y Allen
(1995) quienes hallaron que la percepción de los sujetos con sobrepeso crea mayor
insatisfacción en las mujeres que en los hombres, mientras que ser demasiado delgados
ocasionaba mayor desvalorización o insatisfacción en los hombres. Estos datos vienen a
confirmar que la cultura de la delgadez imperante en nuestra sociedad afecta
preferentemente a las mujeres.
Una de las conclusiones generales que se obtienen de los resultados, es que la
insatisfacción corporal y la distorsión no guarda relación con las edades aquí estudiadas,
es decir, edades entre los 14 y 17. Estos resultados son lógicos atendiendo al intervalo
de edad estudiado, especialmente sensible a los cambios físico-corporales que afectan
en gran medida a la imagen corporal de los adolescentes. Existen estudios que indican
que las variables de distorsión e insatisfacción permanecen estables a lo largo de las
edades, incluso en edades superiores se mantienen los niveles de imagen corporal
negativa (Altabe y Thompson, 1993; Rozin y Fallon, 1988; Tiggemann, 1992).
En cuanto a la asociación entre las 2 variables estudiadas, distorsión e
insatisfacción, y los subtests del EDI-2 en la muestra femenina hemos encontrado que
ambas variables están asociadas con las siguientes escalas: Obsesión por la delgadez,
Bulimia, Insatisfacción corporal, Ineficacia, Conciencia introceptiva, Ascetismo e
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
22
Inseguridad social, si bien el grado de asociación de estas escalas es mayor con la
variable insatisfacción. Con respecto a la distorsión hay que señalar que a medida que
ésta incrementa se observa también un incremento en la puntuación de las escalas
mencionadas, pero este incremento no es regular, sino que la mayor diferencia en las
puntuaciones se presenta en las chicas que sobredimensionalizan su tamaño en 3
siluetas. La subescala más asociada a distorsión es Ineficacia lo que indicaría que a
mayor distorsión mayores sentimientos de baja autoestima y de falta de adecuación.
Estos resultados convergen con los presentados por de Gracia de y cols. (1999) en los
que constatan una alta correlación entre autoestima negativa y distorsión de la imagen
corporal. Un resultado que no esperábamos encontrar fue la escasa relación entre
distorsión y EDI- insatisfacción, pensamos que quizás esto pueda deberse a que en las
chicas que distorsionan porque se perciben más delgadas también se dan niveles
importantes de insatisfacción, aspecto que deberá ser corroborado en sucesivos estudios.
La insatisfacción, tal como referencian diferentes trabajos, está más asociada a
las escalas directamente relacionadas con trastornos de la conducta alimentaria:
obsesión por la delgadez, bulimia e insatisfacción corporal. En estas escalas las
puntuaciones aumentan de forma importante en las chicas cuyo ideal sería estar 2 ó más
siluetas por debajo del peso percibido. Las adolescentes insatisfechas se sienten
ineficaces, es decir, con baja autoestima y pobre autoconcepto, inseguras socialmente y
con dificultad para identificar sensaciones corporales vinculadas al hambre y saciedad.
Diversos autores han puesto de manifiesto la asociación entre alteraciones de la imagen
corporal y alteraciones alimentarias (Altabe y Thompson, 1992; Hadigan y Walsh,
1991; Richards, Thompsom y Coovert, 1990; Thompson y Psaltis, 1988) . También a
través de diseños longitudinales, se ha obtenido evidencia en la misma dirección (Attie
y Brooks-Gunn, 1989). Estos autores verificaron que solo las medidas en insatisfacción
corporal predijeron disfunción alimentaria.
La primera variable que explica la distorsión de la imagen corporal es el índice
de masa corporal, las más obesas distorsionan menos es decir, tienen una percepción
más realista de su imagen, en contraposición a las delgadas que se perciben más gruesas
de lo que están. La siguiente variable explicativa es la insatisfacción evaluada mediante
el Test de Siluetas, cuanto más insatisfechas están menos delgadas se perciben. Esta
variable contribuye en mayor medida que la anterior a la explicación de la distorsión.
Este dato, si bien en principio desconcierta, tiene a nuestro juicio la siguiente
explicación: la relación que el IMC presenta con cada una de estas variables enmascara
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
23
la relación entre ellas, más si se tiene en cuenta que la relación se da en sentido inverso,
es decir las más delgadas están más satisfechas pero las más gruesas distorsionan
menos. Cuando el IMC se mantiene constante se puede apreciar la alta relación que
existe entre ambas. Estos resultados son coincidentes con los de otras investigaciones
(Garner y Garfinkel, 1981; Mora y Raich, 1993; Perpiñá, 1990) que también
encontraron que la insatisfacción y la preocupación por el propio cuerpo conducen a una
distorsión perceptiva y no a la inversa. Además el grado de sobrestimación tiene
relación con la percepción más o menos alejada de su peso ideal, a más alejamiento
mayor nivel de sobrestimación (Perpiñá, 1990), lo que permite concluir que la
insatisfacción es una variable explicativa de la distorsión. La tercera variable explicativa
es ascetismo, a mayor capacidad de autodisciplina y de mantener el control de las
necesidades corporales, mayor distorsión presentan los sujetos. Pensamos que un nivel
de ascetismo elevado conlleva mayor rigidez en los ideales, lo que da lugar a que
cualquier desajuste con respecto al ideal a conseguir, produzca más distorsión en la
imagen que tienen los sujetos. Podemos concluir que cuanto menor sea el IMC, menos
satisfecho esté el sujeto y mayor nivel de ascetismo presente, mayor riesgo de tener una
percepción distorsionada de su imagen corporal.
La insatisfacción se explica en primer lugar por la obsesión por la delgadez,
evidenciando que a mayor obsesión menor satisfacción. Estos resultados son similares a
los de Chugh y Puri (2001) quienes encontraron que la insatisfacción era una
característica de las mujeres asociada a la preocupación por adelgazar. Esto corrobora la
influencia del modelo estético imperante de la cultura de la delgadez, que presiona a
desear cada vez cuerpos más delgados como sinónimo de belleza y, por tanto, de
satisfacción. El índice de masa corporal es el segundo factor de explicación de esta
variable, indicando que a mayor índice de masa corporal menos satisfacción. También
en los trabajos de Perpiná (1989), Toro, Salamero y Martínez (1995), Vero-Guidry y
Williamson (1996), Gracia de y cols. (1999), y Tiggeman y Lynch (2001), se
comprueba la relación entre insatisfacción corporal e índice de masa corporal. En tercer
lugar aparece la variable distorsión que confirma que cuanto más gordas se perciben
más discrepancia se advierte con la figura ideal que les gustaría tener. La relación entre
distorsión e insatisfacción está sobradamente demostrada, pero al entrar ambas variables
a formar parte de la explicación de la otra es difícil poder determinar si la insatisfacción
es causa de la distorsión o a la inversa. Los resultados obtenidos sí permiten afirmar que
la insatisfacción explica en mayor medida la distorsión que a la inversa.
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
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Otra conclusión evidente es que las variables obsesión por la delgadez e IMC
explican en mayor medida la insatisfacción que la distorsión, y que éstas están
altamente relacionadas con la alteraciones de la conducta alimentaria, por consiguiente,
de cara a los trastornos de la conducta alimentaria, se debe priorizar la variable
insatisfacción frente a la distorsión.
En base a lo anteriormente expuesto se puede concluir que el Test de Siluetas
aquí presentado es un procedimiento válido para valorar distorsión e insatisfacción y
detectar alteraciones de la imagen corporal. Dado el papel fundamental que la imagen
corporal juega en los trastornos alimenticios, consideramos que es una prueba a incluir
en la valoración de los mismos.
Este trabajo no está exento de limitaciones, pues sabemos que otras variables
pueden afectar a la valoración de la imagen corporal como obesidad infantil, historia de
burlas, autoconcepto negativo, modelos familiares de obesidad o delgadez, variables
clínicas de los sujetos, etc. Sin embargo, consideramos necesario seguir investigando en
los instrumentos de evaluación, adaptarlos a las poblaciones objeto de estudio y ampliar
el conocimiento de la imagen corporal en población adolescente y con muestras no
clínicas, a fin de ser cautelosos en las conclusiones que se extraen de los datos evitando
patologizar en exceso.
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El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
29
Tabla 1. Elección de figuras en función del sexo en el Test de Siluetas N = 245 Varones (n = 126) Mujeres (n = 119)
Sexo F2
F3
F4
F5
F6
F7
f P f P f P f P f P f P Item 3 Figura peso actual***
V M
6 1
4´8 0´8
34 7
27´0 5´9
49 23
38´9 19´3
19 48
15´1 40´3
16 32
12´7 26´9
2 8
1´6 6´7
Item 4 Figura ideal*
V M
1 1
0´8 0´8
23 17
18´3 14´3
72 51
57´1 42´9
27 48
21´4 40´3
3 2
2´4 1´7
-- --
-- --
Item 5 Qué figura elegirías como pareja+
V M
-- 2
--
1´7
17 21
13´6 18´1
37 47
29´6 40´5
65 43
52´0 31´7
6 3
4´8 2´6
-- --
-- --
Item 6 Fª sexo contrario elegiría pareja
V M
2 3
1´6 2´5
35 28
28´5 23´7
62 55
50´4 46´6
24 32
19´5 27´1
-- --
-- --
-- --
-- --
Item 7 Figura le gustaría a tu madre para ti***
V M
2 --
1´7 --
16 2
13´2 1´7
60 28
49´6 23´7
35 69
28´9 58´5
8 18
6´6
15´3
--
1
-- 0´8
Item 8 Figura le gustaría a tu padre para tí***
V M
3 --
2´6 --
16 2
13´7 1´7
61 28
52´1 24´1
29 64
24´8 55´2
8 22
6´8
19´0
-- --
-- --
+ p < .09; * p <.05; *** p <.001
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
30
Tabla 2. Distorsión y sexo Distorsión
-2 (n = 5)
-1 (n = 32)
0 (n = 67)
+1 (n = 85)
+2 (n = 37)
+3 (n = 13)
+4 (n = 1)
f 5
P
4´0
f
29
P
23´4
f
56
P
45´2
f
26
P
21´0
f 6
P
4´8
f 2
P
1´6
f
--
P
--
Varón (n = 124) Mujer (n =116) Total (N = 240)
-- 5
-- 2´1
3 32
2´6 13´3
11 67
9´5 27´9
59 85
50´9 35,4
31 37
26´7 15´4
11 13
9´5 5´4
1 1
0´9 0´4
0 = eligen la figura que corresponde a su Índice de Masa Corporal + = eligen una figura que supera su Índice de Masa Corporal en 1 ,2, 3, etc. figuras - = eligen figuras inferiores a su Índice de Masa Corporal en 1, 2, 3, etc. figuras
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
31
Tabla 3. Relación entre distorsión e índice de masa corporal en chicos y chicas Distorsión
-2 (n = 5)
-1 (n = 29)
0 (n = 55)
+ 1 (n = 26)
+2 (n = 6)
+ 3 (n = 2)
+4
Chicos n = 123
f P f P f P f P f P f P f P
Bajo (n = 18) Medio (n = 85) Alto (n = 20)
-- 2 3
-- 2´4
15´0
1 22 6
5´6 25´9 30´0
8 40 7
44´4 47´1 35´0
6 16 4
33´3 18´8 20´0
2 4 --
11´1 4´7
--
1 1 --
5´6 1´2
--
-- -- --
-- -- --
Distorsión
-2
-1
(n = 3)
0
(n = 11)
+1 (n = 59)
+2 (n = 31)
+3 (n = 11)
+4
(n = 1) Chicas n = 116
f P f P f P f P f P f P f P
Bajo (n = 16) Medio (n = 82) Alto (n = 18)
1 1 1
6´3 1´2 5´6
-- 6 5
-- 7´3
27´8
8 41 10
50´0 50´0 55´6
2 27 2
12´5 32´9 11´1
4 7
25´0 8´5
1 6´3
0 = eligen la figura que corresponde a su Índice de Masa Corporal + = eligen una figura que supera su Índice de Masa Corporal en 1, 2, 3, etc. figuras - = eligen figuras inferiores a su Índice de Masa Corporal en 1, 2, 3, etc. figuras
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
32
Tabla 4. Insatisfacción en función del sexo Insatisfacción
-3 n = 6
-2 n = 29
-1 n = 60
0 n = 113
+1 n = 30
+2 n = 5
+3 n = 1
f P f P f P f P f P f P f P Varón (n = 126) Mujer (n = 118) Total (N = 244)
2 4 6
1´6 3,4 2,5
5 24 29
4´0
20´2 11,8
21 39 60
16´7 32´8 24,5
70 43 113
55´6 36´1 46,1
23 7 30
18´3 5´9
12,2
4 1 5
3´2 0´8 2´0
1 -- 1
0´8
-- 0,4
0 = eligen la figura que consideran representa su peso actual + = eligen una figura que supera a la que representa su peso actual en 1, 2 ,3, etc. figuras - = eligen una figura inferior a la que representa su peso actual en 1, 2, 3, etc. figuras
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
33
Tabla 5.Relación entre insatisfacción e índice de masa corporal en chicos y chicas Insatisfacción -3
(n = 2) -2
(n = 5) -1
(n = 21) 0
(n = 70) +1
(n = 22) +2
(n = 4) Chicos n = 124
f P f P f P f P f P f P
Bajo (n = 17) -- -- -- -- 1 5´6 5 27´8 9 50´0 2 11´1 Medio (n = 87) 1 1´1 2 2´3 12 13´8 57 65´5 13 14´9 2 2´3 Alto (n = 20) 1 5´0 3 15´0 8 40´0 8 40´0 -- -- -- -- Insatisfacción
-3
n = 4
-2
n = 24
-1
n = 38
0
n = 43
+1
n = 6
+2
n = 1 f 1
P
5´9
f 3
P
17´6
f 1
P
5´9
f 9
P
52´9
f 3
P
17´6
f
--
P
-- 2 2´4 12 14´6 31 37´8 33 40´2 3 3´7 1 1´2
Chicas n = 116 Bajo (n = 17) Medio (n = 82) Alto (n = 17) 1 5´6 9 50´0 6 33´5 1 5´6 -- -- -- --
0 = eligen la figura que consideran representa su peso actual + = eligen una figura que supera a la que representa su peso actual en 1, 2,3,etc. figuras - = eligen una figura inferior a la que representa su peso actual en 1, 2, 3, etc. figuras
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
34
Tabla 6. Medias y desviaciones típicas en los subtests del Inventario de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (EDI-2) según grado y tipo de distorsión N = 91
-1
n = 2
0
n = 7
+1
n = 42
+2
n = 26
+3
n = 14
F
Eta
cuadrado
M
DE
M
DE
M
DE
M
DE
M
DE
EDI-Obsesión EDI-Bulimia EDI-Insatisf. EDI-Ineficacia EDI-Perfeccion. EDI-Desc. Inter. EDI-Conc.Intro. EDI-MiedoMad. EDI-Ascetismo EDI-Impulsivid. EDI-Ins.social
1,50
0,00
10,00
0,50
4,00
0,00
1,00
7,00
3,00
1,50
0,50
0,71
0,00
9,90
0,71
2,83
0,00
1,41
2,83
0,00
2,12
0,71
2,43
1,00
4,14
2,29
3,29
1,71
2,00
5,71
1,71
3,71
2,14
3,21
1,15
5,40
3,30
2,87
1,25
2,08
5,02
1,38
3,09
3,18
4,95
1,02
9,33
2,36
3,60
2,38
3,19
5,60
2,76
2,88
2,31
5,49
1,70
7,65
3,74
3,64
2,73
2,92
3,97
2,68
2,88
2,77
5,15
1,69
8,73
2,65
3,31
2,54
3,46
5,65
3,65
3,65
2,54
5,83
3,18
7,52
2,64
3,10
3,22
4,45
4,67
3,02
4,49
2,86
9,57
3,43
14,36
7,57
5,79
4,14
6,57
7,00
5,29
4,79
5,00
7,56
3,18
9,52
5,39
4,46
4,04
5,32
5,70
3,31
3,04
3,09
2,572*
2,876*
2,237+
5,878***
1,275
1,490
2,815*
0,303
2,810*
0,999
2,833*
.107
.118
.094
.215
.056
.065
.116
.014
.116
.044
.116
*** p <.001; * p <.05; + p <.09 EDI-Obsesión = Escala de obsesión por la delgadez; EDI-Bulimia= Escala de Bulimia; EDI-Insatisf. = Escala de Insatisfacción Corporal; EDI-Ineficacia = Escala de Ineficacia; EDI-Perfeccion = Escala de Perfeccionismo; EDI-Desc. Inter. = Escala de Desconfianza Interpersonal; EDI-Conc.Intro = Escala de Conciencia Introceptiva; EDI-MiedoMad. = Escala de Miedo a la Madurez; EDI-Ascetismo = Escala de Ascetismo; EDI-Impulsivid. = Escala de Impulsividad; EDI-Ins.social = Escala de Inseguridad Social.
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
35
Tabla 7. Medias y desviaciones típicas en los subtests del Inventario de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (EDI-2) según grado y tipo de insatisfacción
-3 n = 3
-2 n = 21
-1 n = 31
0 n = 31
+1 n = 6
N = 92
M
DE
M
DE
M
DE
M
DE
M
DE
F
Eta
cuadrado
EDI-Obsesión EDI-Bulimia EDI-Insatisf. EDI-Ineficacia EDI-Perfeccion. EDI-Desc. Inter. EDI-Conc.Intro. EDI-MiedoMad. EDI-Ascetismo EDI-Impulsivid. EDI-Ins.social
12,00
3,67
20,67
13,33
3,00
3,33
8,00
8,33
7,33
3,33
7,00
8,89
2,89
6,03
4,93
1,00
1,15
4,58
2,89
0,58
1,15
2,00
10,67
2,95
16,48
5,24
5,29
3,57
6,76
5,95
4,10
3,71
3,95
6,38
3,88
7,45
5,36
3,98
3,89
4,69
5,10
3,24
3,05
3,17
4,55
0,90
10,00
1,77
2,48
2,06
2,00
4,61
2,06
2,61
1,84
4,20
1,66
5,98
1,87
3,29
2,52
2,27
3,06
1,39
3,21
2,15
2,74
1,19
3,61
1,94
4,19
2,29
2,68
6,26
3,65
3,77
2,13
4,70
1,85
4,80
2,64
3,48
2,58
3,46
4,67
3,21
4,14
3,04
0,83
1,77
4,00
3,00
4,33
3,67
3,67
6,67
3,50
5,50
4,17
1,33
1,17
4,34
3,69
3,56
4,41
2,58
6,92
3,94
3,45
3,37
8,815***
2,541*
16,774***
9,181***
1,765
0,935
6,359***
0,935
3,021*
1,038
3,556**
.336
.127
.491
.345
.092
.051
.268
.051
.148
.056
.170
+ p <.10; * p <.05; ** p <.01; *** p <.001 EDI-Obsesión = Escala de obsesión por la delgadez; EDI-Bulimia= Escala de Bulimia; EDI-Insatisf. = Escala de Insatisfacción Corporal; EDI-Ineficacia = Escala de Ineficacia; EDI-Perfeccion = Escala de Perfeccionismo; EDI-Desc. Inter. = Escala de Desconfianza Interpersonal; EDI-Conc.Intro = Escala de Conciencia Introceptiva; EDI-MiedoMad. = Escala de Miedo a la Madurez; EDI-Ascetismo = Escala de Ascetismo; EDI-Impulsivid. = Escala de Impulsividad; EDI-Ins.social = Escala de Inseguridad Social.
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
36
Tabla 8. Análisis de regresión múltiple lineal para variables explicativas de la distorsión de la imagen corporal Variables R R² ajustada B EE C β
Índice Masa Corporal Insatisfacción EDI- Ascetismo
.415
.696
.712
.163
.472
.490
-0.248
-0.554
0.051
0.031
0.081
0.025
-.699***
-.607***
.157*
*** p <.001; * p <.05
El Test de Siluetas: Un estudio exploratorio de la distorsión e insatisfacción de la imagen corporal en adolescentes
37
Tabla 9. Análisis de regresión múltiple lineal para variables explicativas de la insatisfacción con la imagen corporal Variables R R² ajustada B EE C β
EDI- Obsesión Índice Masa Corporal Distorsión
.532
.689
.794
.275
.463
.618
-0.058
-0.253
0.505
0.012
0.029
0.083
-.335***
-.651***
-.461***
*** p <.001