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EL TUL: REFUGIO DE VIDA Y DE CULTURA EN ATITLÁN

MÓNICA BERGER DE WHITE

EL TUL: REFUGIO DE VIDA Y DE CULTURA EN ATITLÁN

VII. el tul: refugIo de VIda y decultura en atItlán

1 AltarenhonoraSantoDomingodeGuzmán,patronodelacofradíadelmismonombreenSanJuanLaLaguna.Eltuldecoraelaltar.FotografíadeMónicaBerger.

MÓNICA BERGER DE WHITE

La primera vez que observé el Lago Atitlán, debo haber tenido unos ocho años. Recuerdo que llegamos poco antes del medio día al pueblo de Panajachel, en busca de la casa de nuestra amiga María Chilel, quien nos había invitado a conocer a su familia. Caminábamos entre calles de piedra y casas de adobe encalado, bajo el caluroso sol de Semana Santa. Tras lo que me pareció una eternidad, llegamos a una pequeña casa, desde la que se veía la orilla del lago. Apenas pude concentrarme para saludar a la familia de María. Sin hacer caso de las recomendaciones de nuestros padres, mis hermanos y yo echamos a correr hacia el agua, atraídos por la risa de otros niños que jugaban. En pocos minutos estábamos mojados de pies a cabeza, sumergidos en el lago hasta la cintura. El lenguaje infantil, que trasciende barreras

idiomáticas, nos permitió rápidamente hacernos parte del juego de un grupito de niños kaqchikeles, que intentaban acorralar cangrejos entre las piedras de la orilla. Este es mi primer recuerdo de las plantas de tul, pues noté que en el momento en que los cangrejos se alejaban de las piedras, para adentrarse en la tupida cortina de largos vástagos verdes, era imposible encontrarlos de nuevo. Esa tarde vimos el sol desaparecer tras las montañas, mientras escuchábamos un bullicioso ensamble de patos y pájaros regresar a sus nidos, escondidos entre la densa masa de tul que cubría grandes porciones de la orilla del lago. Al crecer en la ciudad, jamás había visto algo parecido, por lo que guardé este recuerdo en mi memoria como uno de los momentos más hermosos y mágicos de mi niñez.

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Esta escena del pasado contrasta hoy de manera dramática con la realidad del Lago Atitlán, donde quedan pocos refugios de vida silvestre proveídos por el tul. La falta de educación y la sobreexplotación de esta versátil planta, junto con las actividades de “limpieza” para que hoteles y casas particulares cuenten con áreas de recreación, han provocado una drástica reducción de su cobertura.

El tul, considerado sagrado por los pescadores artesanales de la región, ha sido empleado por siglos para obtener una amplia gama de objetos domésticos y rituales. Además de aportar fibras útiles al hombre, el tul presta otros servicios ambientales, como proveer un medio propicio para la reproducción de especies nativas de peces, caracoles o cangrejos, y proteger las orillas del lago de la erosión excesiva. Estas importantes contribuciones del tul al medio ambiente y al desarrollo cultural local, son desconocidas por muchas personas de la región y por la mayoría de guatemaltecos. Por ello, el Consejo Consultivo de Principales y Guías Espirituales que asesoró y acompañó las investigaciones que se incluyen en esta publicación, decidió incluir el conocimiento ancestral sobre el manejo y uso del tul, como uno de los cinco casos de técnica maya para documentar.

Este capítulo presenta la información etnográfica recopilada en el año 2007 entre la población tz’utujil de San Juan La Laguna y San Pablo La Laguna. Ambos municipios se sitúan en la región de la cuenca sur del Lago Atitlán. Se escogieron estos poblados por la dinámica histórica entre ambos y

por las lecciones que podemos aprender respecto del peligro de desaparición que enfrentó el tul hace algunos años y los recientes procesos de revalorización que se han dado en la zona. Asimismo, se presenta un breve resumen de lo que se conoce del uso del tul en el área maya durante la Época Prehispánica y la Colonial.

El Tul o ch’upup: INfoRMACIÓN lINGüísTICA1

Al parecer la palabra tul es una corrupción de un término nahua. Algunos opinan que se deriva de tule, un término que en México significa “junco o espadaña”. A su vez, “espadaña” se define en el Diccionariode laLenguaEspañola como: plantaherbácea,delafamiliadelastifáceas,demetroymedioadosmetrosdealtura,conlashojasenformadecasiespada,eltallolargo,amaneradejunco. Llama la atención que el término propiamente de tul o tule no aparece en el VocabulariodelaLenguaMexicana, compuesto por Fray Alonso de Molina en 1571. Sin embargo, sí aparece la palabra tollin, que es definida como “juncia o espadaña”; el término tolcuextli aparece traducido como “estera de juncos gordos y largos”.2 Por lo tanto, es posible que la palabra nahua original para referirse a la planta que crece a orillas de lagos y ríos fuera tollin.

En el Diccionario Cordemex (maya-español y español-maya) aparece el vocablo tul, cuyo primer significado es “tener en abundancia” y cuando se antepone a los verbos significa que la acción debe hacerse con ímpetu y rápidamente. El segundo significado

�- Matilde Ivic de Monterroso y Nicolás Reanda Ajchomajay investigaron y redactaron la información lingüística.

�- Fray Alonso de Molina, �880 (�57�):��8.

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anotado para tul es “todo alrededor, lleno”. La palabra tul k’ik’ significa lleno de sangre, sangriento y tullu’umse refiere a “lleno de lodo, enlodado”. El participio pasado de tul es tula’an que significa “llenado, rebosado, colmado, crecido el mar”.3

Estas referencias se pueden entender al observar la forma en que crece el tul, con matas tupidas y sumergidas entre el agua, que llenan todo el espacio disponible en lugares generalmente lodosos. De cualquier forma, el término tul es utilizado actualmente por la población guatemalteca de habla castellana.

Por otra parte, en San Pedro, San Juan y San Pablo La Laguna, los tz'utujiles y kaqchikeles llaman al tul ch'upup. Algunos informantes señalaron que la raíz del término es ch'up, que significa “cortar”, pero en el sentido de “arrancar” (por ejemplo una flor). En tz'utujil el verbo “cortar” varía dependiendo de qué es lo que se corta. En Santiago Atitlán, lo llaman tz'ooq, que también significa arrancar; pero, en este caso, la connotación es halar, y no tanto cortar, como cuando se arranca una flor con los dedos de las manos. Ambos términos, tz'oq y ch'up, actúan como un verbo infinitivo en español; no tienen número, tiempo ni persona. No están conjugados. Por eso, al preguntarle su significado a los hablantes de tz’utujil, probablemente no lo entiendan o les parezca raro.

En el Diccionario Tz’utujil publicado por el Proyecto Lingüístico Francisco Marroquín, la raíz de esta palabra también aparece relacionada con la acción de cortar.4 Además, es el mismo término que se le daba en el Siglo XVI,

pues aparece en la definición de “junco o espadaña” del DiccionarioKaqchikel de Fray Thomás de Coto.5 En la misma referencia aparece que al junco también se le conocía como ru pop choy que puede traducirse como “petate de la laguna”. Por lo ya explicado, a lo largo del capítulo, se usará indistintamente el término tul o ch’upup.

AlGuNos DATos soBRE los usos DEl Tul DuRANTE lA ÉpoCA pREHIspáNICA y lA ColoNIAl6

En la Época Prehispánica, el tul, las hojas de palma y otros materiales de origen vegetal que se caracterizan por su naturaleza dura pero a la vez flexible, proveyeron a las poblaciones mesoame- ricanas de fibras para fabricar empaques y objetos como canastas, que permitían el transporte de alimentos y bienes de intercambio. En Guatemala casi no hay restos arqueológicos de fibras vegetales, por los problemas de conservación que afectan a los países tropicales. En reali- dad, casi todas las evidencias consisten en las representaciones artísticas y las huellas de canastas y petates que quedaron impresas en el barro. (Figura 2) Las canastas se usaban tanto para fines ceremoniales como para funciones utilitarias. Por ejemplo, en algunas vasijas y códices mayas existen imá- genes del exquisito arte de cestería para manufacturar canastas, que estaban al servicio de la elite o que formaban parte de complejas ceremonias.(Figura 3) Sin embargo, no hay seguridad sobre el material vegetal con que se tejían.

Por los pocos restos conservados y por las crónicas coloniales, se sabe que el

�- Diccionario Cordemex, �980:8�7.�- Francisco Pérez Mendoza y Miguel Hernández Mendoza, �996:���.

5- Fray Thomas de Coto, �98�:�8�.6- Matilde Ivic de Monterroso investigó y redactó la información arqueológica e histórica.

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tul, las hojas de palma y el zibaque, entre otros, se usaron para tejer esteras, conocidas localmente como “petates”, una corrupción castellana del vocablo náhuatl petlatl. Los petates se usaban para cubrir el piso y las paredes de las viviendas, haciéndolas más acogedoras. En algunos casos, los bancos sobre los que se sentaban los señores nobles, aparecen cubiertos por petates y su uso en ceremonias y reuniones políticas era símbolo de autoridad y prestigio.

El primer mes del calendario solar maya, pop, significa “petate” y su símbolo está formado por el glifo kin de sol, que lleva a la par una pieza de petate. (Figura 4) Como ya se explicó, sentarse sobre un petate era un signo de autoridad y en las vasijas policromas aparecen imágenes de gobernantes sentados sobre petates o en procesiones, cargados en literas. (Figura 5) En las inscripciones de monumentos del Período Clásico, el título Ajpop, que se traduce al castellano como “Señor de la estera,” se usaba para referirse a los gobernantes. En Yucatán, es ilustrativo que en el libro ChilamBalamde Chumayel, las palabras “petate”

y “trono” aparecen intercambiadas. Entre los k’iche’ del Postclásico se llamaba al gobernante AjawPop (Señor o Gobernante de la estera o del petate) y siempre que aparecía en público, su lugar era cubierto con ricas y nuevas esteras.7 Es importante mencionar que la palabra maya pop también significa “unir”, lo cual, más allá de describir la técnica de tejido usada para la elaboración del petate, puede referirse a la tarea principal de un gobernante, que es mantener unido a su pueblo.

El simbolismo de los petates cambiaba de acuerdo a su contexto, pues también eran usados por el sector menos afortunado de la población, a juzgar por lo que describen los españoles en las primeras crónicas. Quizás, las diferencias entre los petates usados por la elite y los plebeyos radicaran en los detalles del tejido, los colores y la combinación de materiales exóticos.

Por otro lado, una costumbre meso- americana muy antigua es amortajar a los muertos con petates. En las tumbas elitistas del Clásico Temprano

7- Robert Sharer, �99�: 7�6-7�7.

2 HuellasdepetatesdelPeríodoClásico,descubiertasenZaculeu(Huehuetenango).TomadodeRichardWoodburyyAubryTrick,1953.

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3 Dintel2deLaPasadita(Pe-tén).Seobservaalgober-nanteduranteunaceremoniade autosacrificio, en la que unacanastarecibeunaofrendapresumiblementedesangre.DibujodeIamGraham.TomadodeLindaScheleyMaryEllenMiller,1986.

descubiertas en el Montículo A de Kaminaljuyú, se encontraron varias evidencias de petates. En la tumba A-V al parecer colocaron petates contra las paredes; en A-II y A-III los petates formaron parte de las mortajas de los personajes allí enterrados. Todos eran parecidos, tejidos en dos sobre dos en ángulo recto, con franjas de medio centímetro de ancho y se presume que estaban hechos de juncos. Dichos petates son parecidos a los que se producen en San Pablo La Laguna.8En Guatemala, la asociación del petate con la mortaja ha permeado en el mundo mestizo pues es común escuchar la expresión “que

una persona se petateó” para referirse a la muerte de un individuo.

A finales del Siglo XVII el cronista Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán describe el uso del petate mortuorio entre los indígenas plebeyos y los nobles de la región de Petapa y el Valle de Guatemala:

[…]dondeesmásgrandecompasiónel verlos morir desdichadamente,puestosenelsuelosobreunaesteraque llaman petate, el fuego a lacabecera,sinmásabrigoqueelde

8- Alfred Kidder, Jesse D. Jennings y Edwin M. Shook, �9�6:99

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unacortafrazadilla,nimásregaloqueelordinariopandemaíz[…]9

[…] se encaminaban con elcadáver a el lugar del entierro; aqueasistíagrancantidaddeahaosy principales, seguidos de granconcursodepueblo.Precedían loshijos de señores con gran atavío,que llevaban a hombros, de oro,plata, cristales y otras piedras,mantas,esteras,quellamanpetates,yplumasdequetzal[…]10

En la región del Lago Atitlán, es costumbre amortajar a los difuntos

con petates, ya sea colocándolos directamente sobre la tierra o dentro de la caja funeraria. Según las investigaciones realizadas por Lilly de Jongh Osborne las esteras prehispánicas eran hechas con una técnica idéntica a la usada hoy en toda Guatemala, especialmente, la conocida como “petate tul”, que es la más común para elaborar las esteras domésticas.11

Es de mencionar que las descripciones del uso del tul y la elaboración de objetos de cestería en las historias y crónicas coloniales escritas por los españoles son muy escasas. Sin embargo, la importancia del tul para la población maya desde la época prehispánica es evidente, dadas las referencias en los libros sagrados como el PopolWuj o el libro del ChilamBalamdeChumayel. Durante la Época Colonial, los españoles prohibieron muchos de los rituales indígenas públicos e indudablemente esto provocó que se perdiera parte del uso ritual de los productos hechos de tul. No obstante, en el sincretismo religioso, el petate permaneció como parte de las ofrendas y del equipo ritual de numerosas ceremonias. Hoy en día, en el área de Atitlán sobrevive la asociación del petate con funciones políticas y religiosas, especialmente en las cofradías. También, en San Pedro La Laguna, cubren la imagen de Cristo con petates.

Asimismo, entre las poblaciones in- dígenas sobrevivió la función utilitaria del tul. Por ejemplo, a mediados del siglo XVII Fray Diego de Ocaña redactó un informe sobre la producción del Lago Atitlán. Notó que los pobladores

4 GlifoquerepresentaalmesPop.Apa-receenunainscripcióndelTemplo1deTikal.TomadodeFrancisRobicsek,1975:38,Fig.38q.

9- Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, �9��- II:�59.

�0- Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, �9��-I:�66.��- Lilly de Jongh Osborne, �965:�8�.

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de San Pablo La Laguna producían grandes aguacates y que la gente de Tolimán se especializada en tejer mecapales del tul que crecía en la orilla del lago.12 A continuación, se presentan otras referencias coloniales de distintas regiones de Guatemala en donde se producían petates durante la Época Colonial:

TienenestosdeCuilcomanufacturade petates, esteras de colores,alguna cosecha de bainilla (sic.),algúncacaoyachiote,por ser suterritoriodetemperamentocaliente,donde por gran producción ymaravilla se logran y cojen (sic.)muchas frutasde tierracalienteytierra fría, con muchas cañas deazúcar.13

A finales del siglo XVIII, al referirse a la Parroquia de San Pedro Jocopilas, el Arzobispo Pedro Cortés y Larraz anotó:

Las cosechas que produce sonmaíces y frijoles; hay tambiénalgunos ganados, así mayores,comoovejunos;seayudanlosindiostrabajandovarilla,comotambiénenotrospueblostienenlaindustriadetrabajarpetates,sombreros,redes,yconestodetodoslospueblosestáncontinuamente traficando unos con otros.14

Los españoles adoptaron rápidamente las canastas, sustituyendo a las que se elaboraban en España, e inicialmente usaron petates para sus primeras y precarias viviendas. Por ejemplo, algunos datos de la época muestran que, a inicios del Siglo XVI, los sacerdotes españoles usaron los petates de tul de Guatemala y “acepetates” de El Salvador para cubrir sus puertas y catres.15 Sin embargo, cuando ya estuvieron bien establecidos, al parecer los petates no formaban parte del inventario de las casas más acomodadas.

5 VasodeRatinxilul(AltaVerapaz).Seobservaaundignatariocargadoen una litera tejida de fibras. En su mano porta un abanico, también tejido de fibras semiduras. Fotografía © Justin Kerr, archivo K594.

��- Sandra Orellana, �98�:�60��- Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, �9��-III: 80-8�.

��- Pedro Cortés y Larraz , �958-II:5�. (Finales del Siglo XVIII).�5- Francisco Vázquez, �9�7-I:��5.

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DATos BoTáNICos DEl ch’upup y su MANEjo EN El lAGo ATITláNEl tul pertenece a la familia Cyperaceae y su nombre cien- tífico es Scirpus californicus. Algunos investigadores la conocen por los sinónimos Elytrospermuy californicum y Schoenoplectus californicum. Pertenece a las plantas perennes, tiene rizomas horizontales y puede medir hasta tres metros de alto. Las hojas presentan láminas cortas y envainadoras. La inflorescencia tiene una bráctea principal y las flores están en panículas. (Figura 6) El tul tiene una distribución que va desde los Estados Unidos de América hasta Argentina. En Guatemala se le encuentra en regiones ubicadas entre 0 y 1,700 metros sobre el nivel del mar y su hábitat son las orillas de los lagos.16

Los pescadores de San Juan La Laguna reconocen dos variedades, a las que denominan ixoq ch’upup (tul hembra) y achi’ ch’upup (tul macho). (Figura 7) La variedad asociada con características masculinas es la más común en el Lago Atitlán; tiene un tallo vertical largo y grueso, en cuyo interior se observa una pulpa blanca y esponjosa. Esta variedad es utilizada para confeccionar petates gruesos y la mayor parte de objetos utilitarios. (Figura 8) La variedad considerada feme-

6 Diagramadeltulendondepuedenotarselosrizomashorizontales,lasláminasenvainadorasylain-florescencia. Dibujado y publica-doporAnaLucreciadeMacVean,2006:87.

�6- Ana Lucrecia de MacVean, �006:86.

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7 Comparaciónentrelasvariedadesdetulconocidascomo“tulmacho”y“tulhembra”.Estaúltimapresentahojasplanasylargas.FotografíadeMónicaBerger.

8 “Tulmacho”enSanJuanLaLaguna.Nótese el grosor de su tallo y la inflo-rescenciacaracterísticaenlapunta,con flores en panícula. Fotografía de MónicaBerger.

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nina consiste en una planta más parecida a una palma, ya que de una misma base salen cuatro o cinco hojas delgadas y flexibles. (Figura 9) Esta variedad es muy escasa, por lo que la Asociación de Pescadores Artesanales ChajilCh’upup (que se traduce al castellano como “Guardianes del Tul”) de San Juan La Laguna, se ha dado a la tarea de rescatarla y reproducirla.

HayunlugarsagradoquesellamaChinimaya’,dondecrecíamuchoeltulylosanimales.Llegóuntiempo

9 “Tulhembra”quepresentauna inflorescencia esponjosa, distintaalavariedadconocidacomo“tulmacho”.FotografíadeMónicaBerger

que bajó el nivel del lago mucho;otrosqueveníanacortareltulynolosembraban.Asísefueperdiendo.Tuvimos nosotros que ir hastaAtitlán (Santiago) a traer el tulhembra, que es más suave y flexible, mejor para artesanía fina. Allá yenSanLucasse lodanacomeral ganado, ¡Ay Dios, rápido seva! Nosotros estamos propagandosu semilla para que no se pierda,másahoraquequeremoshacerunmanejosostenibledeltulydellago.Necesitamoshacercosaspequeñas,

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yempezóadeclinareltul.Nosotrosahora tenemos regulaciones, laMuni nos ha dado la concesión alospescadoresparahacerunbuenmanejo del tul. Nosotros somosencargadosdecuidarloymantenerlas orillas libres de basura, ypodemoscuidaryregularlostiemposdecorteadecuados.Nosetratadequitarlessutrabajoalospauleños,sinodeasegurarquesecortesólolodebido.Poresoesque,además,hacemos dos siembras al año delsagrado tul; los pauleños que lotrabajanvienenaayudaryaunquealgunas (matas) las arranquen los“chaleteros”, otras personas conconciencia les permiten crecer.(pascual hernández)

El tul se reproduce desde la raíz, por lo que el primer paso es desenterrar la raíz completa de una planta adulta, que se obtiene del grupo que ha quedado más alejado del lago. (Figuras 10a y 10b). En medio del núcleo de la raíz, se coloca una piedra pesada que es sujetada a la planta reforzándola con un amarre de cinco brazadas, que se enrolla entre los tallos. (Figura 11) Estos núcleos se transportan en el juku’ o cayuco tradicional, remando hasta encontrar un área que cuente con una profundidad de entre dos y cuatro metros, y que tenga una superficie lodosa, donde se pueda enterrar la raíz. El ch’upup crece rápidamente en fondos lodosos, pero de manera lenta y débil en fondos arenosos. (Figura 12). Anteriormente se dejaban caer las plantas en zonas del lago con una profundidad de uno o dos metros y se enterraba superficialmente las raíces empujándolas con el pie, sin sujetarlas a piedras. Sin embargo, en la época seca, cuando bajaba el nivel del lago o cuando soplaba un fuerte viento norte, se desprendían y flotaban, echando a perder el trabajo de la siembra. En San Juan y

artesanía más fina que no lleve tantaplanta,yparaesoesmejorlahembra.(pascual hernández)

Ambas especies poseen un ciclo de vida similar y el manejo para su aprovechamiento es exactamente el mismo. Elch’upup se desarrolla mejor en la orilla del lago, a unos dos o tres metros de profundidad. Debido a la constante fluctuación del nivel del lago por el cambio de las estaciones, existen épocas en las que muchas plantas “se pierden” porque quedan fuera del agua. Estas plantas han sido utilizadas como “semilla” por los pescadores de San Juan La Laguna; se les extrae de las áreas lodosas, para trasladarlas a zonas profundas del lago, donde se desea propagar el tul. Es importante difundir la técnica por la que se pueden aprovechar las plantas adultas de tul, para repoblar áreas del lago que actualmente están degradadas. Por ello, a continuación se describe el procedimiento seguido por la Asociación ChajilCh’upup, que realiza dos siembras de tul por año. Esta es una actividad reciente, derivada de la revalorización del ch’upup en el entorno comunitario.

Anteriormente la gente del lagosembraba y cuidaba el tul, perollegó una época en que se nosolvidó y ya sólo explotábamos sinconciencia. Así que los pueblosde alrededor que trabajan petate,luego que vendieron sus tierras aotros,yanoteníandóndeirasacarla cantidad que necesitaban parasu trabajo, y empezaron a veniraquí (a San Juan) a sacarlo. LaMunicipalidad les daba permiso,peroluegonoveníanasupervisarloquecortabanyasísobreexplotaban.Se pasaban llevando los nidos delospatos, con todoy sushuevitos,

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San Pablo La Laguna, la siembra del tul se realiza en los meses de abril a julio.

Según la población local y la Autoridad para el Manejo Sustentable del Lago Atitlán y su Entorno (AMSCLAE), a raíz

10ay10b PascualHernándezyJuanManuelYojcommuestranelprocesoparaextraerunaplantadetulconraíces,delasáreasquehanquedadofueradelagua.FotografíadeMónicaBerger.

de la recuperación de un considerable “cinturón” de tul en San Juan La Laguna, numerosas especies de aves migratorias han regresado para habitar las orillas del lago y se ha incrementado la población de caracoles y peces.17 (Figura 13) En

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este sentido, la población tz’utujil de la zona ha creado categorías sobre los servicios que presta el tul en varios ámbitos.

IMpoRTANCIA DEl Tul DEsDE lA pERspECTIvA CoMuNITARIA

HáBITAT pARA lA BIoDIvERsIDAD

Los pobladores reconocen el valor del ch’upup como hábitat de un gran número de especies de aves y otros animales acuáticos como peces, cangrejos y caracoles. (Figura 14) De hecho, San Juan La Laguna es uno de los pocos sitios don- de cada amanecer y atardecer pueden escucharse aún los bulliciosos cantos de aves. El aumento en caracoles y peces contribuye a la cadena alimenticia de la zona, propiciando a su vez un aumento en las aves comestibles. Esto da como resultado otras alternativas alimenticias para los habitantes del área. Por ejemplo, los peces, cangrejos y caracoles se cocinan en numerosos platillos tradicionales, como el patín, que se prepara con una espesa salsa de tomate.

Yoempecéapescaralossieteaños,mipapámeenseñó.Recuerdoqueantes, de niño, sacábamos tres ocuatro libras de pescado por día,peroahoraapenasysacamosuna.En aquel tiempo había más tulque ahora, pero conforme se fueperdiendo, también se perdieronlos peces nativos. Además, el tulprotege las aves acuáticas. Allíhacen sus nidos los poc (patos) ylas galleretas (aves); hoy vemosque nuevamente hay caracoles.

11 MiembrosdeChajilCh’upupmuestranelprocesoparaamarrarlaspiedrasalasraícesdetul,previoasusiembra.FotografíadeMónicaBerger.

Mientras más se reproduce el tul,más se reproducen los caracoles.(Juan Manuel Yojcom)

Haceunos32años,elniveldellagoeramásalto,como10metrosmásqueahora.Habíanbastantespiedrasenlaorillayayudanalospescados,porque se reproducen mejor, puesellossemetenallíparaprotegersedelacorriente.Perocuandobajóellago,luegodelterremoto(de1976)

�7- Comunicación personal con Ismael Ordóñez.

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ya no habían suficientes piedras para los peces. Allí fue cuandovimosmáslaimportanciadeltul.Loúnicoquenosquedóes sembrarloparaqueallíseprotejanlospecesnativos.Mástodavíaconlalobinablanca.(pascual hernández)

Antes había una variedad depescado, el sa’y que vivía en laorilla, pero luego apareció unpescadónqueledicenlobinablan-ca y se los comió todos. Ahorasólo(nosqueda)salvareltul,paradefender los pescados nativos dellago.(Francisca Bizarro, 96 años)

En octubre, empiezan la grandes olas del (viento) norte, que mueven todo el tul; sacan todo para afuera y sólo dejan los animales tranquilos en sus nidos. Las galleretas vienen más al lago en octubre, escapando de los fríos del norte (Canadá) y vienen al calor del agua dulce de Atitlán, a refugiarse. Y como ahora ya encuentran tul en las orillas, pues se quedan aquí, hacen sus nidos, se reproducen en abril y mayo. Ya cuando empieza la época de lluvias fuertes, se regresan al norte, sólo se quedan las más gordas y las más viejas, que ya no pueden volar. Entonces hay quienes las cazan para comer. Las galleretas también se preparan en patín. (pascual Hernández) (Figura 15)

Por otra parte, desde la perspectiva de los pescadores locales, la siembra del tul es un proceso lógico, ya que el sistema de pesca artesanal empleado por la mayoría de ellos se basa en la captura de especies nativas pequeñas. Éstas se reproducen a orillas del lago, entre las algas y plantas de tul.

Cuando yo era niña (aproxi-madamente en 1947), el agua del

lago llegaba hasta la carreteray todo alrededor había tul.Aprovechábamos de pescar conesponja y canasto. Hacíamos unatrampa en forma de círculo,amontonando palos como canastoy encima poníamos el paxte osacate. Adentro poníamos masa(de maíz). Como a las dos de latarde, tapábamos todas lassalidas(aperturas) menos una, y dejába-mos que el oleaje juntara todoslos pescaditos, de esos sa’y. Seamontonaban y luego ya los sa-cábamos.Estoslosllevábamosalacasayseponíanasecaralsolconsal y limón; ya secos, se vendíanpor centavos. (catarina cholotio) (Figura16)

Nosotros, lospescadoresartesana-les, tenemos nuestro sistema depescatradicional.Lasespeciesmáspequeñas se atrapan con canasto,comohacíannuestrosantepasados,y lasmedianas(tilapia)conhiloygusanos, como los de la papaya.Ahora se han metido otros a usartrasmallo,peronosotrosnousamoséstos, porque de una vez acabancontodoslospeces.Hayotrosquenos dicen que mejor agarremoslobinas, pero esos sólo se puedenagarrarconarpón,siunosemeteabucearmásprofundo,luceados,y¡Cuándovamosnosotrosacomprarese equipo! Esas lobinas sólo sonpara que las agarren los turistasy los que tienen el equipo. (pedro Sumoza)

Depequeña, yo trabajaba conmipapáhaciendolazosyredes,peroal casarme ayudé a mi esposo ahacer petates de tul. Mi suegrameenseñóunasolavezlascosas.Recuerdoquehubounaépocaque

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12 ProcesodesiembradelasplantasdetulenlasáreasconfondolodosodelLagoAtitlán.FotografíadeMónicaBerger.

13 AvemigratoriaenlaplayadeSanJuanLaLaguna.Luegodemásde40años,estetipodeaveshanregresadoalazona,porelprocesoderecuperacióndelhábitatdeltul.FotografíadeMónicaBerger.

14 Huevosdecaracolentrelasplantasdetul,quesirvendealimentoparalasavesmigratorias.

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15 Galleretasqueregresanasusnidosentreeltupidotul.FotografíadeMónicaBerger.

16 Pescadossa’yenunadelasventaslo-cales.FotografíadeMónicaBerger.

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se prohibió cortar el tul, por laextincióndelpoc,asíqueseobligóaloscangrejerosasembrareltul.(María Quiacain Sosa)

pRoTECCIÓN DE lA ERosIÓN y CoNTAMINACIÓN

Los pobladores del área, además de reconocer al tul como un refugio para diversas especies animales útiles al hombre, lo identifican como un medio aislante o protector de las orillas del lago, que disminuye la erosión provocada por lluvias y olas fuertes. Los agricultores que cultivan tierras a orillas del lago, donde existe tul, están mejor protegidos del viento norte, pues sirve de barrera para que este viento no doble las plantas tiernas de maíz.

Lasraícesdeltulcapturanlatierra,paraquenoselaveysevayaalfondodellago.Entonceshaymásnutrientesa la orilla. Además, cuando soplafuerte el viento o llueve fuerte, eltul actúa como colador de toda labasura, reteniéndola e impidiendoque contamine el lago. Así, paranosotros es más fácil recogerla,puessólotenemosquelimpiarentreeltul.Dondenohaytul,cuandoelairehace“tumbería”enellago,sellena de basura el terreno. (Juan Manuel Yojcom Ajú)

Algunos agricultores explicaron que el tul protege el lago, pues impide que desde las orillas ingresen directamente botellas con residuos tóxicos (procedentes de productos usados en la agricultura), así como excesos de nutrientes, derivados de los abonos que son transportados por las correntadas. De acuerdo con la percepción local, en los sitios donde hay tul, el agua del lago es más cristalina y menos contaminada. En realidad, el

tul sí logra absorber parte del exceso de nutrientes, aprovechándolos para su propio crecimiento. Además, algunos agricultores cortan el tul y dejan que se pudra sobre sus terrenos, a fin de incorporar materia orgánica en el suelo y mejorar sus nutrientes en forma natural. En muchos sentidos, el tul provee un valioso servicio ambiental.

fuENTE DE fIBRA

En los pueblos del Lago Atitlán, la im- portancia del tul radica principalmente en que constituye la principal fuente de fibra para la elaboración de objetos utilitarios y ceremoniales, como petates, canastas y otros. A continuación, se describe en detalle su procesamiento.

DATos ETNoGRáfICos soBRE El pRoCEsAMIENTo DEl Tul

CoRTE DE lAs plANTAs

En San Juan y San Pablo La Laguna, los artesanos cortan el tul durante la época de verano (octubre a abril), pues permite que los tallos se sequen adecuadamente. Esta es una actividad netamente masculina. Si se corta en época lluviosa, es probable que se pierda hasta el 50% de la fibra, porque se pudre; la humedad constante y la falta de sol impiden la deshidratación necesaria para su almacenamiento. El ch’upup tiene un ciclo de vida menor a un año, por lo que se considera que debe cortarse constantemente para evitar que muera, se pudra y produzca mal olor en el lago. A este proceso de corte se le llama “deshijar”, y se refiere al corte de los tallos más altos, para aprovecharlos como fibra. La raíz de la planta regenera, por lo que en el siguiente ciclo uno o dos vástagos reemplazarán el tallo cortado. Es necesario realizar este

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proceso de limpieza y manejo del tul, si se espera mantener un hábitat sano y en expansión. Sin embargo, debe cuidarse que las áreas destinadas al corte no contengan nidos con parejas de aves en etapa reproductiva.

Luego de trazar las líneas que delimitan el área de corte autorizada, se procede a la primera fase, en la que se extrae el tul que está aproximadamente a unos cinco metros de la orilla. Para ello, algunos adultos se introducen en el lago. Tres o cuatro meses después, se procede a la segunda fase de extracción, en la que se cortan las plantas ubicadas en las zonas más profundas del lago. Éstas se localizan aproximadamente de cinco a diez metros desde la orilla y es

necesario transportarse en cayucos. En las áreas del lago con fondo lodoso, el tul se regenera cada tres meses, por lo que se permite realizar un corte parejo del área autorizada. Sin embargo, las plantas que crecen en áreas con fondo más arenoso, deben dejarse sin cortar por muchos meses más, pues tardan más tiempo en madurar y su regeneración es mucho más lenta. Además, se debe escoger sólo algunas plantas para corte y se deja el resto.

Luego de cortar los vástagos del ch’upup,se les ponen a secar sobre la arena, a orillas del lago, en áreas limpias donde el sol ilumine constantemente. (Figura 17) Con sol abundante, el tul puede secarse por completo en ocho días. Los artesanos

17 Trasladodeunacargadetul.Alfondoseobservancar-gasdetulsecándoseaorillasdelaplayadeSanJuanLaLaguna.FotografíadeMónicaBerger.

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�8- Una cuerda tiene �� varas cuadradas.

consultados calcularon que una tarea de cinco manojos es una “carga seca” y para secarla se necesita por lo menos media cuerda de terreno con arena blanca.18 Esto es una gran limitante para muchos de los artesanos que cortan tul, ya que en su mayoría deben pedir autorización a terceros para secar los tallos. Cuando se les niega el permiso, algunos terminan por ponerlos a secar en terrenos lodosos, lo cual ocasiona que la fibra se decolore y que se pudra un porcentaje de la misma. Una vez seco, se amarra el tul con un lazo, para formar una sola carga y se le traslada al hogar, donde se almacena para elaborar paulatinamente los productos que demande el mercado local. (Figura 18)

ElABoRACIÓN DE pRoDuCTos DE Tul

El procedimiento para tejer los diversos productos de tul es casi el mismo entre las poblaciones de San Juan y San Pablo La Laguna, a excepción de un paso adicional que se encontró en San Juan. Generalmente, se saca la fibra del lugar donde se le ha almacenado y sobre el piso se extiende un buen número de tallos secos, a fin de escoger los más indicados. La selección dependerá del tipo de trabajo que se vaya a realizar. En San Pablo, se procede inmediatamente al trenzado de la fibra, utilizando las manos para combinar las fibras y los pies para tensarlas y asegurarlas al suelo. Esta técnica requiere de mucha práctica y los artesanos desarrollan una gran habilidad para el proceso. (Figura 19) En el caso de San Juan, donde la adopción de la técnica de elaboración de productos de tul es más reciente, no han desarrollado mucho la habilidad de utilizar los pies para tensar con fuerza la

18 ElseñorPabloQuiacaínmuestraunodelosfardosalmacenadosensucasa,enSanPabloLaLaguna.FotografíadeMónicaBerger.

fibra, por lo que previamente utilizan una piedra con superficie plana para aplanar y “alisar” cada una de las fibras de tul, haciéndolas más suaves y moldeables, lo cual facilita el tejido. (Figura 20)

Yo aprendí a tejer el petate conmi suegro, cuando tenía 17 años.CortábamoseltulenSanPablo,peroluegoempezamosa iraSanJuan.Nosotroscortábamoseltulsólocadaseismeses,yasazón,cuandotenía

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flores y nunca en tiempo de aire. El primer artesano en mi pueblo quetrabajótul,segúndicen,fueGasparCulum.Élvioquesepodíanhacermuchas cosas con esta planta;luego de agarrar cangrejos, quisoesparcir (sus) raíces. Este viejitofueelquemedijo:“yaempezasteatrabajareltul,empezáasembrarlopues, porque así como te beneficia, asítambiénseacaba”.Poreso(lo)siembro con los Chajil Ch’upupde San Juan. Con las plantas quesacohagomuchos tiposdepetate,

sopladores y adornos. Con estemi trabajomantengoami familia.(pablo Quiacain)

El TEjIDo DE pETATEs EN sAN juAN y sAN pABlo lA lAGuNA

Las fibras de tul de una brazada y media (aproximadamente 1.60 metros) son las más largas y se utilizan para hacer petates para camas y alfombras. Las fibras más pequeñas se guardan para tejer petates más pequeños, que usan especialmente las mujeres para sentarse en la cocina o para acomodarse frente al telar de cintura.

En San Juan La Laguna, antes de empezar a tejer, se acostumbra mojar las fibras secas para hacerlas más flexibles. (Figura 21) Ya mojadas, se alisan con una piedra al presionarlas contra el suelo. Para elaborar los petates pequeños, primero se cortan de 20 a 30 centímetros de la punta de cada fibra de tul, a fin de eliminar las áreas más frágiles y para obtener medidas uniformes. Seguidamente, se intercalan las fibras, asegurándose que la punta de la primera fibra apunte hacia el este y la siguiente hacia el oeste; la subsiguiente punta se orienta al este y así sucesivamente. (Figura 22) De esta forma, se distribuyen equitativamente las partes débiles de las fibras y se logra un tejido más resistente.

Los petates grandes suelen medir 1.5 metros por lado, son cuadrados y se requiere un mínimo de cinco horas para completarlos. Éstos llevan “dos hiladas de tul por fila”, es decir, se utilizan dos tallos de tul juntos, para entretejer las fibras horizontales con las verticales. (Figura 23) Una vez concluido el tejido, se trenza la orilla de las fibras para “sellar” el petate y se corta con tijeras el

19 DonPabloQuiacaínmuestraelprocesodetejidodelpetateenSanPabloLaLaguna.FotografíadeMónicaBerger.

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“fleco” o excedente de fibra. En algunas ocasiones, se mojan las orillas antes de proceder a trenzarlas. Este proceso de trenzado es el que impide que se deshaga el petate. (Figura 24) Un petate grande de dos hiladas, puede venderse localmente en Q35.

En San Pablo La Laguna, los petates “finos” se trenzan con dos tallos o hebras de tul por cada hilada y los “ordinarios” se trenzan con hiladas de cuatro tallos. (Figura 25) Un petate ordinario dura de tres a seis meses sin romperse, mientras que uno fino dura hasta un año.

Para esta investigación, el señor Pablo Quiacain y su hija Olga realizaron una demostración del proceso que se sigue

para tejer un petate. Iniciaron con la selección de las fibras más largas, y las mojaron escupiendo agua sobre ellas; luego les cortaron las puntas con un machete para “emparejar” el largo de las fibras. (Figura 26) Seguidamente, colocaron las fibras de tul en el suelo, formando “una cama” y las prensaron en un extremo con una tabla para que no se movieran. Usaron los pies para presionar ambos extremos del tejido, para evitar que se deshiciera. (Figura 27) Mientras tanto, las manos se ocupan de entretejer las fibras. Esta técnica de la tabla no se observó en San Juan La Laguna. Cuando terminaron el tejido del petate, trenzaron las orillas hacia adentro, para sellarlo. A diferencia de lo observado en San Juan, las orillas no

20 Procesodealisareltulconunapiedra.SanJuanLaLaguna.FotografíadeMónicaBerger.

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21 Humedecimiento de las fibras en el LagoAtitlán.Algunosartesanoslohacenalescupiraguasobreellas.FotografíadeMónicaBerger.

22 Preparación de las fibras para tejido depetate.FotografíadeMónicaBerger.

23 Tejidodeunpetatededoshiladas.FotografíadeMónicaBerger.

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24 Cierredelasorillasdelpetate. FotografíadeMónicaBerger.

25 Comparaciónentreunpetatedecuatrohiladasyotrodedoshiladas.FotografíadeMónicaBerger.

26 Cortedelaspuntasdeltulconunma-chete.FotografíadeMónicaBerger.

27 Iniciodeltejidodeunpetateenelque se fijan las fibras con una tabla. FotografíadeMónicaBerger.

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vuelven a mojarse y tampoco se recorta el excedente de los nudos con tijeras, pues el corte inicial con machete evita estos pasos.

Por lo común, en San Pablo los artesanos compran 100 metros cua- drados de tul a Q250, de donde extraen aproximadamente diez manojos de tul. De cada manojo logran sacar cuatro petates, y venden cada uno en aproximadamente Q20. De ello se obtiene una venta neta de Q800 durante los seis meses dedicados a esta actividad. Al tomar en cuenta los gastos en materia prima, transporte e inversión de tiempo, se nota que la rentabilidad de esta actividad es muy baja, pues aporta sólo un pequeño pago por el trabajo realizado (menos de Q80 por mes). Sin embargo, la rentabilidad depende de la cantidad de manojos que puedan sacar por área. Doña María Quiacain Sosa informó que puede obtener hasta 12 manojos en época seca, pero en la lluviosa “sólo sacamos como tres manojos, lo mínimo necesario para nuestra comida”. En el caso de San Juan, los artesanos no tienen que pagar una cuota por el tul,

no incurren en gastos de transporte y venden a mejores precios que sus vecinos, por lo que la actividad resulta ser un poco más rentable.

En San Pablo La Laguna, se tejen principalmente tres tipos de petates: los grandes, conocidos como warab’alpojp, que se usan en catres o camas (Figura 28); los pequeños o xukulib’alpojp, usados para cubrir sillas o para hincarse; y finalmente los que se usan para tejer, llamados tuk’utaj pojp, que son rectangulares. Algunas personas tejen unos petates intermedios (de tres por seis cuartas), que se ponen como colchones en las hamacas donde duermen los bebés. (Figura 29) Además, otros artesanos tejen unos petates que se usan para que las mujeres embarazadas den a luz sobre ellos. Esta costumbre debe ser muy antigua, pues se le menciona en una versión de la creación contenida en el libro del ChilamBalamdeChumayel en donde se relata que: Luego ellospercibieronqueelmundoestabasiendocreado[…]Elreinosevolviórojo;elpetate se volvió rojo (chacal tun tepalchac-hix-pop).19 El simbolismo coincide

28 DoñaMaríaQuiacaínSosamuestrasucama,enlaqueseusaunpetatecomocol-chón.SanPabloLaLaguna.FotografíadeMónicaBerger.

�9- Chilam Balam of Chumayel, �967:�0�.

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tanto con los relatos coloniales como con la etnografía actual, ya que durante los nacimientos con comadronas tradicionales, las mujeres dan a luz de pie sosteniéndose de un tronco. Bajo sus pies se coloca un petate y sobre él una cama de musgo, misma que actuará como colchón para amortiguar la salida del recién nacido. De allí la simbología del petate rojo, marcado por la sangre de la madre dando a luz.

En resumen, los petates pueden tejerse casi de cualquier tamaño y cumplen múltiples funciones, tanto domésticas como ceremoniales. En las casas de las familias más pobres, se les usa como asientos en la cocina, durante cualquier actividad familiar.

Cuando hay fiestas grandes, se invitanaotrasmujeresparaayudara hacer los tamales y cocinar.Entonces,aellasselesdanpetatespara que se sienten y descansenmientrashacenlacomida.Tambiéncuando hay muchas personas enlacocinaynohaysillas,seponenlospetatesylasmujeressesientansobreellosparacomer.Asíhacíannuestros abuelos, cuando el fuego

estabaenelsuelo,enelcentrodelacasa.(José hernández Yojcom)

oTRos pRoDuCTos DE TulEl tul también sirve para confeccionar sopladores (xupub’al q’aaq’), que se emplean en las cocinas para avivar el fuego. Se sigue un proceso de tejido similar al del petate, pero utilizando juncos mucho más cortos. (Figura 30). Otros productos incluyen los sombreros gruesos y anchos, que usan los agricultores para protegerse del sol. Dada la creciente conciencia entre la población local por el cuidado del tul, los artesanos han llevado a cabo pruebas para confeccionar morrales y maletines, pues requieren menos cantidad de tul que un petate. La estrategia se centra en la búsqueda alternativa de fuentes de ingresos, y en este caso está asociada al sector turístico. Las primeras pruebas han dado como resultado que es mejor tejer este tipo de productos con el “tul hembra” por su suavidad y flexibilidad. En los casos donde se utiliza el tul macho, primero es necesario cortar la fibra por la mitad, para que sea más manejable. Hoy se tejen tres tipos de morral, con las dos variedades de tul (Figura 31)

29 Imagendeunbebédurmien-doenunahamacaacolcho-nadaconpetatesdetul.SanPabloLaLaguna.FotografíadeMónicaBerger.

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fuNCIÓN CEREMoNIAl DEl pETATE ENTRE GRupos MAyAs CoNTEMpoRáNEosExisten numerosas investigaciones etnográficas que registran el uso ceremonial de petates entre los distintos grupos mesoamericanos. En la aldea lakandona Metzabok, en el Estado de Chiapas, México, en donde hasta hace pocos años se realizaban rituales que formaban parte de la antigua religión maya, cada linaje tenía dos grandes

incensarios, uno para hombres y otro para mujeres. Durante las festividades, los sacerdotes colocaban dos petates en frente de los incensarios y recitaban largas plegarias.20

Alrededor de la década de 1950, las catorce cofradías de Santo Tomás Chichicastenango honraban a sus santos patronos de la misma manera que los lakandones. Al terminar la fiesta en honor al santo, su imagen era instalada en su nueva casa. Se barría la sala y se cubría el piso con agujas de pino frescas. Luego colocaban un petate nuevo sobre una mesa ubicada en una orilla de la sala, lejos de la puerta, donde colocaban al santo.21

De manera similar, alrededor de 1938, el adoratorio de la iglesia de San Cristóbal Verapaz, pueblo conocido durante el período colonial como San Cristóbal Cagcoh, también se decoraba con grandes petates que se colgaban en la pared.22 Una costumbre similar se ha observado entre los ch’orti’, que también cubren las sillas y los tronos de sus santos patronos con petates verdes durante la estación de lluvia y amarillos durante la estación seca.23 El mayordomo de la cofradía ch’orti’ es llamado “Señor del Petate” y una de sus funciones es extender un petate nuevo debajo de la imagen de San Francisco de Asís, durante la procesión religiosa. Los habitantes de San Pedro La Laguna también usan petates para cubrir la litera en donde la imagen de Cristo es llevada durante la Semana Santa.

En las poblaciones de San Pablo y San Juan La Laguna, el tul es utilizado en contextos ceremoniales comunitarios,

30 Abanicoo“soplador”.Suconfeccióntardaalrededorde20minutos.FotografíadeMónicaBerger.

�0- Francis Robicsek, �975:��.��- Ruth Bunzel, �98�.

��- Robert Wauchope, �9�8:��� citado en Francis Robicsek, �975:��.

��- Rafael Girard, �969:�95.

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ya sea tejido en objetos especializados o en su forma natural, como decoración durante fiestas patronales y muy especialmente en los contextos rituales de las cofradías. También aparece en fiestas seculares, como adorno de los escenarios durante actividades escolares, como decoración del trono de la reina del pueblo o en las carrozas que participan en los desfiles públicos.

Las cuatro cofradías que tenemosaquí:SanJuan,SantoDomingo,dela Virgen y (La) Sagrada Familia,seunen en laCuaresmay salenalavarlaropadelossantosallago.Sóloquenolaponenasecardirectosobrelaarena,sinoquecomoeltulessagradoypuroporquevienedellago,queesvida,sehacenpetatesysobreéstosseasolealaropa.(Juan Manuel Yojcom)

Actualmente, en San Juan La Laguna, José Hernández Yojcom es el Alcalde de la Cofradía de Santo Domingo de Guzmán, el cargo de mayor rango dentro de la jerarquía tradicional. Por ello, él y su familia están encargados de mantener en su casa el altar dedicado a Santo Domingo y de conducir las oraciones y rituales en los días indicados.

Las cofradías (cofrades) antesamarrabansuscabezasconpañuelosrojos (símbolo del ajq’ij) y hacíanpojp(petate)detulcuadrado,comode 30 por 30 centímetros, el cualusabanparaarrodillarseyoraranteelaltar.Seusabaeltulparadecorarlacofradía,juntocon“barbadeviejo”(unhelechogris),tecomateslargosyde esas plantas que les dicen epífitas,comolosgallitos.Además,usábamosla planta sagrada jach’ech’ en lacofradíaelJuevesyViernesSanto.Usábamostambiénlaplantaq’onte’

y la kojo’ para decorar. Debemosnosotrosdarelatolmatzenjícarascuando lacofradíasale,eldíaqueserecibe,eneldíadelsantopatronoy en Navidad. Para Semana Santase deben decorar los arcos bajolos cuales pasan las andas, dondese usan frutas. Normalmente estosarcos deben llevar la planta kip,parecidaalahojadepacaya,perocuandono seconsigueentonces seusaeltul.Sonmuchoslosgastosque

31 Alaizquierdaapareceunmorraltejidocon“tulhembra”;alcentrootro hecho con fibras de “tul macho” partidasalamitad.Aladerecha,unterceroquetambiénestáelaboradocon “tul macho” pero sus fibras estánsinpartir.FotografíadeMónicaBerger.

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sehacenparamantenerlacofradía,yentoncesunoagradecequeel tulseaunrecursoquenosregalaellago.Normalmente,cadamayordomode-be traer su aporte a la cofradía.Taleselcasodelaplantasagradaxkinch’oy de color morado, dondecada uno debe salir a buscarlas ytraerlas el Miércoles Santo paradecorar la sede del Santísimo, queseexponeeljueves,ylabasedelacruz donde se hace la crucifixión el Viernes Santo. Otro uso del tul esparadecorarandas.Elañopasado,la de la Virgen María estuvo todadecoradacontul.(José hernández Yojcom)(Véase Figura 1)

Otros ancianos de la comunidad reconocen el valor tradicional del petate en el contexto ceremonial, como símbolo sagrado asociado a las figuras de autoridad.

El tul se usaba antiguamente enViernes Santo. Como no habíanflores, lo ponían en las andas y bajo el Señor Sepultado. En lascofradías lo usaban para decorary llevaban a la iglesia para hacerunmonumentoenformadechocitaquecubrieraalSantísimo.Hoydíaaúnseusa.Cuandosaleuncofradeyentraelnuevo,setienenenlacasapetates de tul para que se sientenlosdelacofradía.Además,laropadelsantopatronoseguardadentrode canastas de petate, cuando nohay un lugar adecuado. (catarina cholotio, 70 años)

Antes, los cofrades se sentaban ahacer sus oraciones y reunionessobrepequeñospetates de tejido fino que traían de Chichicastenango,pero estos fueron sustituidos porpetates de tul del lago. En las

cofradías existen las sillas butaca,que son dos. Las usan los juecesy el alcalde de la cofradía. Estánrecubiertasconpetateylosquesesientanallítienenderechoahablar,esunhonor.Hayotrospetatessobrelosquesesientanlosmayordomosytexeles,perosecolocanenelsuelo.(Juan Manuel Yojcom)

Con el paso del tiempo, el uso ceremonial del tul ha disminuido. Las causas se relacionan con el ingreso de nuevos productos a los mercados locales y la escasez de recursos económicos del Alcalde de la Cofradía, encargado de mantener el altar en su casa. Por lo común, en San Juan La Laguna se juzga el estatus de dicho funcionario por la cantidad de flores y adornos modernos que utilice en la decoración, que ahora son considerados “preferibles” al tul. Sin embargo, durante la Semana Santa y en cofradías más tradicionales como la del LajMam o Maximón de Santiago Atitlán, el tul continúa ocupando un lugar prominente.

Eltulsiempresirvióparadecorarennuestrascelebracionesimportantes.EnSantiago(Atitlán),porejemplo,nunca falta en las cofradías.Normalmente se utilizó para de-corar las andas y altares de lasimágenesdelacofradía,comoparala fiesta de la Virgen del Rosarioo (de) la Inmaculada Concepción,pero ahora la gente prefiere flores si tienen dinero, y si no lo tienenentoncescuelgantul.EnlaferiadeSanJuan,siempreapareceeltulencarrozas,andasycofradías.(Juan Manuel Yojcom)

Si las familias son adineradas,pueden gastar hasta Q800 enflores para decorar los altares de

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cofradía y las andas, pero si notuviera dinero, entonces decoracon tul y cáscara de trigo. Lasgentes prefieren las flores hoy día. (José hernández Yojcom)

El Tul CoMo AlIMENTo EN TIEMpos DE CRIsIsUno de los datos más interesantes encontrados durante la investigación etnográfica que sirve de base para esta publicación, es que varios de los entrevistados recordaron que se alimentaron con tul en su niñez, durante épocas de crisis en las que faltó el maíz. Ante la posibilidad que los cambios climáticos afecten la producción agrí- cola, es importante que se investigue el

valor nutricional que podría aportar el ch’upup a la dieta humana.

Loquesehace,esqueselesacaloblanco de adentro al tul y se pica,luegohayquecocerloyseaparta,seechaenlapiedrademoleryyabienmolido se revuelve con la masa demaízparaqueabundemás.Nosotrosusábamos a veces el banano verdemachacado y molido para mezclarconlamasa,ysinohabía,entonceseltul.Pasabaqueantes,elalcaldedelpuebloysussíndicosdabandecomeralaspersonasqueveníanabailaralasferias,porquecadaunotraíaunbaile,yentoncesparaquealcanzara,semezclaba lamasa (demaíz) conbananootul.Sisetantealacantidad,

32 Pulpacomestibledeltul.FotografíadeMónicaBerger.

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nocambiaelsabor.Digamosquehayqueechardospartesporcadapartedemasa,paraquesalgaeltriple.Hayotros (que) revolvían los tres:maíz,bananoytul.Estohacíamoscuandoelmaízestabaescaso,comoeneseentonces no había carretera. Peroahora los niños ya no comen esto,lodesprecianporelolorabanano,porque no ha habido necesidad.Ahora hay más maíz. Yo tampocolo comería ahora, porque ya meacostumbré a sólo maíz. (catarina cholotio)(Figura32)

Merecuerdoquemimamámezclabala planta llamada jok’ o la parteblancadelch’upupconlamasadelmaíz,cuandoerantiemposdecrisis.(José hernández Yojcom)

Hubo(una)épocadehambre,dondeno hubo maíz porque los insectosse comieron casi todo. Muchos sefueronalaCostaabuscartrabajoycomida,perolosquesequedaron,como mis abuelos, buscaron losbrotes jóvenesdel tul.Lessacaronlo blanco de adentro, porque eslimpio, y lo comieron con sal.Con esto se sostenían del hambre.(pascual hernández)

MEDICINA NATuRAl

Según la tradición oral, el tul también se usó como un remedio natural para curar males tan distintos como el dolor de cabeza y los tumores. Los informantes recordaron que en su niñez presenciaron el uso medicinal del ch’upupen terceras personas, pero que hoy ya no es utilizado. Éste es un claro indicador del abandono paulatino de esta práctica y del conocimiento tradicional asociado a ella.

El tul se pica y se hierve en agua

parahacercomotéespeso.Estosetoma para los tumores. (catarina cholotio)

Misabuelosusaroneltallodeltul,cocido, para aliviar los ataques.Con las semillas de la flor del tul sehaceuntéespeso,hervido,ysepasa sobre la cabeza para quitarlas jaquecas. (José hernández Yojcom)

Miabuelausabalaraízdeltulparacurar tumores y aftas. Las flores y brotes jóvenes las usaba paracurarquemaduras,ylasinfusionesde las hojas para curar diarrea odisentería.Antesnohabíanpastillasy con plantas se encontraba lasoluciónparacurarenfermedades.Por eso las semillas de las flores del tulsemachacanfrescasyseechansobrelaquemadura.Eltul,desdelaraíz hasta la flor, es una planta muy servicial al ser humano. (Miguel Evaristo chocoy hernández)

El pApEl DEl Tul EN El fuTuRo DEl lAGo ATITláNEl ch’upup o tul es, sin duda alguna, una de las plantas menos estudiadas de la botánica guatemalteca. En la mayoría de los casos, su presencia a orillas del Lago Atitlán se toma como una “molestia”, que impide disfrutar las playas en el lago o que acapara “terrenos cultivables”. Se comprende poco de su importante función ambiental en la protección de las riberas del lago y como un medio natural que filtra los nitratos y la materia orgánica excesiva, lo cual deriva en mejorar la calidad del agua del lago. Son muchos los servicios que esta noble planta presta directa e indirectamente al ser humano, pero ya que no se le reconoce ni valora, se

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encuentra en peligro de extinción, junto con las especies de aves, peces, caracoles y cangrejos que dependen de ella para su reproducción y supervivencia. Sin embargo, quienes comprenden el valor del tul, como los pescadores de la Asociación Chajil Ch’upup, tienen ahora la enorme tarea de compartir con el resto de nosotros las lecciones aprendidas durante su reproducción y cuidado, de forma que se propicie un cambio de actitud positivo, que permita que el tul perdure en el lago a través

del tiempo. Los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes, por lo que contar con una planta como el ch’upup puede representar una ventaja competitiva para las poblaciones del Lago Atitlán. Para ello, será importante continuar el desarrollo de investigaciones formales sobre sus posibles servicios ambientales, usos medicinales y alimenticios, así como su potencial para la producción de nuevas artesanías que generen ingresos a las poblaciones indígenas.

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A

Abonos 19Achi’ ch’upup 10Achiote 9Aguacates 9Ahaos 8Ajaw Pop 6Ajpop 6Ajq’ij

usodepañuelosrojos 29Alcaldes 31Alfombras 22Altares 30Andas 30Arzobispos

Cortés y Larraz, Pedro 9Asociación de Pescadores Artesanales Chajil

Ch’upup 12, 22, 33siembras de tul 13

Atitláncofradías 8Consejo Consultivo de Principales y Guías

Espirituales 4lago 4

Atolmatz 29

Autoridad para el Manejo Sustentable del Lago Atitlán y su Entorno (AM-SCLAE) 14

Avesacuáticas 15cantos 15galleretas 15, 16migratorias 14

B

Banano 31Bizarro,Francisca 16

Botánica 32

C

Ch’orti’cofradías 28santos patronos 28

Cacao 9Calendario

solar 6Cambio climático 33Canadá

galleretas 16Caña de azúcar 9Canastas 5, 9, 19, 30Cangrejos 3, 15, 33Caracoles 4, 15, 33Cayucos 13, 20Ch’upup 5

Ch’upup 5, 10, 13, 15, 19, 20, 31, 32, 33. Véase también tul;

Chiapas 28Chichicastenango

petates 30Chilam Balam

Chumayel 6, 8, 26Chilel, María 3Chinimaya’ 12ChocoyHernández,MiguelEvaristo 32Cholotio, Catarina 16, 30, 32Chumayel

Chilam Balam 6Clásico

Temprano 6Códices mayas

arte de cestería 5Cofrades

Hernández Yojcom, José 29

Indice Analítico

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EL TUL: REFUGIO DE VIDA Y DE CULTURA EN ATITLÁN

usodepañuelosrojos 29Cofradías 29

Alcalde 29, 30altares 31Atitlán 8autoridades 30bebidasceremoniales 29decoración en fiestas 29imágenes 30Laj Mam 30lavadoderopadelossantos 29mayordomos 28, 30Santo Domingo de Guzmán 29Santo Tomás Chichicastenango 28texeles 30

Comadronas 27Comidas

patín 15tul 31

Consejo Consultivo de Principales y Guías Espirituales 4

Cortés y Larraz, Pedro 9Coto, Thomás de

Diccionario Kaqchikel 5Crónicas indígenas

Chilam Balam 6Cronistas

Fuentes y Guzmán, Francisco Antonio de 7Cuaresma 29Cuerda 21Cuilco

petates 9Culum,Gaspar 22Cyperaceae 10

D

Diarreay tul 32

DiccionarioKaqchikel 5DiccionarioTz’utujil 5Disentería 32

E

El Salvadoracepetates 9

Elytrospermuy californicum. Véase tul; Epífitas

gallitos 29Espadaña 4, 5Españoles

uso de petates 9Esteras. Véase también petates; Véase tam-

bién petatesprehispánicas 8

EtnógrafosJongh Osborne, Lilly de 8

f

Feriasbailes 31SanJuanLaLaguna 30

Fiestas patronales 29Franciscanos

Ocaña, Diego de 8Fuentes y Guzmán, Francisco Antonio de 7

G

Galleretas 15, 16

H

Hamacas 26Hambrunas 32Helecho 29Hernández,Pascual 13, 16, 32HernándezYojcom,José 27, 29, 30, 31, 32

I

ImágenesInmaculadaConcepción 30Maximón 30San Francisco de Asís 28Santo Domingo de Guzmán 29SeñorSepultado 30VirgendelRosario 30

Incensarios 28

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InmaculadaConcepción 30Insectos 32Ixoq ch’upup 10

j

Jach’ech’ 29Jaquecas

y tul 32Jícaras 29Jok’ 32Jongh Osborne, Lilly de 8Juku’. Véase cayucos; Véase cayucos

K

K’iche’Ajaw Pop 6

KaminaljuyúMontículo A 7

Kaqchikeles 3, 5Kin 6Kip 29Kojo’ 29

l

LagosAtitlán 4, 33

Laj Mam. Véase Maximón; Véase MaximónLakandones 28

rituales 28Lazos 16Linajes 28Lingüistas

Coto, Thomás de 5Molina, Alonso de 4

Literas 6Lobinas 16

blanca 16

M

Maíz 8, 16, 19, 31, 32Maletines 27Maximón 30

Mayascalendario solar 6inscripciones 6literas 6muertos amortajados con petates 6uso del tul 4

Mayordomos 30Mecapales 9Meses

Pop 6Mesoamérica

uso del tul 5Metzabok 28Molina, Alonso de

lingüista 4Morrales 27Motolinía. Véase Benavente, Toribio

de; Véase Benavente, Toribio de; Vé-ase Benavente, Toribio de; Véase Benavente, Toribio de; Véase Bena-vente, Toribio de; Véase Benavente, Toribio de

N

Nitratos 32Nutrientes 19

o

Ocaña, Diego de 8Ofrendas rituales

petates 8

p

Pacaya 29Panajachel 3Papaya 16Parto 27

empleo de petates 26Patín 15, 16Patos 3

nidos 13poc 15

�7

EL TUL: REFUGIO DE VIDA Y DE CULTURA EN ATITLÁN

Paxte 16Peces

tilapia 16Períodos

Clásico 6Pesca 16

artesanal 16Pescadores

artesanales 4Pescados

sa’y 16Petapa

petates mortuorios 7Petates 5, 6, 7, 8, 9, 10, 16, 19, 21, 22, 23,

26, 27, 28, 29, 30mortuorios 7símbolo sagrado 30tipo 26y parto 26

Pino 28Plumas 8Poc 15, 19Pojp 29Pop 6PopolWuj 8Principales 8Proyecto Lingüístico Francisco Marroquín

Diccionario Tz’utujil 5

Q

Q’onte’ 29Quemaduras

ytul 32Quetzal 8Quiacain, Olga 23Quiacain,Pablo 22, 23QuiacainSosa,María 19, 26

R

Redes 9, 16Ritos funerarios 7

Ritualesy petates 28

s

Sa’y 16Sal 32San Cristóbal Cagcoh 28San Cristóbal Verapaz

adoratorio 28San Juan La Laguna 4, 5, 13, 14, 19, 21, 22,

23, 26, 28, 29, 30Asociación de Pescadores Artesanales Cha-

jil Ch’upup 12 cantos de aves 15feria 30pescadores 10siembra de tul 14

San Pablo La Laguna 4, 5, 7, 9, 19, 21, 22, 23, 26, 28

siembra de tul 14San Pedro Jocopilas

jarcia 9San Pedro La Laguna 5

Cristo cubierto con petates 8Cristo yacente 28

Santiago Atitlán 5, 12Maximón 30

Santos patronoscelebración 28

Santo Tomás Chichicastenangocofradias 28

Schoenoplectus californicum. Véase tul; Vé-ase tul

Scirpus californicus. Véase tul; Véase tulSemana Santa 3, 30

arcos 29San Pedro La Laguna 28

Señor del Petate 28Sincretismo religioso 8Síndicos 31Sombreros 9, 27Sopladores 22, 27

�8

MÓNICA BERGER DE WHITE

Sumoza,Pedro 16

T

Tamales 27Tecomates 29Telares

de cintura 22Terremotos

1976 15Texeles 30Tilapia 16Tolimán

mecapales de tul 9Tomate 15Tonalamatl. Véase tzolkin; Véase

tzolkin; Véase tzolkin; Véase tzolkin; Véase tzolkin; Véase tzolkin

Trasmallo 16Trigo 31Tuk’utaj pojp 26Tul 3. Véase también ch’upup; Véase tam-

bién ch’upupalimento 31como medicina 32corte 19decoración de andas 30fibra 19materia orgánica 19protege al lago contra la contaminación 19reproducción 13variedades 10

Tumores 32ytul 32

Tz’utujiles 5

v

Vainilla 9VirgendelRosario 30Vizconde de Kingsborough. Véase King,

Edward; Véase King, Edward; Vé-ase King, Edward; Véase King, Edward; Véase King, Edward; Véase

King, Edward

W

Warab’al pojp 26

X

Xkinch’oy 30Xukulib’al pojp 26Xupub’al q’aaq’ 27

y

Yojcom,JuanManuel 15, 29, 30Yucatán 6

Z

Zibaque 6

�9

EL TUL: REFUGIO DE VIDA Y DE CULTURA EN ATITLÁN