Post on 26-Oct-2021
LIBROS INFANTILES Y JUVENILES
Entrevista con Francisco Hinojosa
Pocos escritores lo logran: crear mundos realmen
te habitados. Así sucede con Francisco Hinojosa. Los
niños viven rodeados de los personajes por él crea
dos. Y se han de juntar con los de Cri-crí y hasta con
los de Posadas y Méndez. Ni siquiera los mejores
escritores de ciencia ficción o de fantasía pueden
conseguir que su invención cobre vida en la mente de
los lectores, con la misma fuerza que sucede en la
percepción infantil.
Por eso no me pareció nada extraño que en la casa
de Pancho Hinojosa, además de las tres hermosas
mujeres con las que vive, los personajes de sus cuen
tos deambularan, brincaran y se regodearan en
molestarme. La más jija del máis era La peor señora
del mundo. Entre que el Fisgón la dibujó con cara de
líder magisterial prófuga de su partido, y que Hino
josa la dotó de cualidades sádicas, no me dejó en paz.
Retirado de la ciudad, Hinojosa vive encerrado
entre árboles paradisiacos, en una especie de refugio
canino de labor social (hay gente que recorre el esta
do de Morelos para dejar perros huérfanos en la puer
ta de su casa; ni se diga cuando los cachorros son
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fmto del pecado de su perra madre). Ni siqUIera
necesitan salir a comprar víveres: él y su familia (y
los perros, es verdad) se alimentan del niño de Ama
dís de anís, Amadís de codorniz. Y convidan a los
visitantes, de muy buena gana, que al fin que el niño
se regenera cual presupuesto federal, a fuerza de
comer con furia compulsiva. No sé si serán mis trau
mas infantiles, pero ver cómo los infantes se divier
ten con la posibilidad de que un niño pueda ser mor
dido, masticado y prácticamente atacado cual beca
literaria por escribanos famélicos, termina por poner
me nervioso.
Entre dubitaciones y un poco de temor al niño
pegalón de Aníbal y Melquíades, que igual me
tacleaba para darme de coscorrones bárbaros, le hice
el primer cuestionamiento al tal literato.
¿De dónde tanta risa infantil?
-La risa y el juego están siempre unidos a la
infancia. Las rimas, los juegos de palabras, el absur
do, la exageración, lo irreverente, la trasgresión son
fuentes de risa y de juego. Son también la materia
prima de la que puede echar mano un escritor de lite
ratura para niños. El absurdo, en especial, no pierde
su atracción en etapas posteriores.
Como viles diputados, le iba a decir. Pero las
niñas de Mi hermana quiere ser una sirena me
hicieron ver que nuestros legisladores son serios,
chambeadores y absolutamente ubicados en la
realidad nacional. Pero como la mujer más terri
ble seguía de latosa, me limité a señalarla. Como
en La peor señora del mundo, ya traducido.
-Exacto, el aparente terror de su maldad se con
vierte muy pronto en risa. Los niños se ríen de ella,
que no sólo es muy mala, sino que les da de comer
comida de perro a sus hijos, que los castiga aunque
se porten bien. En ese absurdo aparece una primera
risa nerviosa, que no es propiamente de desahogo. A
veces el único reducto para deshacerse de la violen
cia cotidiana, quien vive en ella, tiene que ver con
esos cuentos en los que hay una dosis de humor. Los
cuentos pueden servir para exorcizar la realidad del
mundo, para experimentar una catarsis.
Recordando cómo me brinca mi hijo
desde la punta del librero, emulando a
esos luchadores ya fallecidos (quiero #'--oc-<¿''"'_->..--.
evitar pensar que de un mal //?jY
golpe), apenas pude decir, (-fr-
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LIBROS INFANTILES Y JUVENILES
aunque no estoy tan seguro de que su
tratamiento provoque en el lector
un mismo tipo de risa.
Entonces el absurdo
tiene que ser el punto
central de la risa infantil.
-Es un disparador de la
risa bastante eficaz, pero no
el único ni el principal. El
gusto por el lenguaje -de ahí
los niños son crueles? Todos
los personajes caricaturescos
me miraron apenas para avi
sarme que antes de que salie
ra de esa casa iba a pagar mi
osadía por andar de chisto
so. y me arrugué un poco,
para qué negarlo. 11 A veces el único reducto para
las rimas o los juegos de pala
bras o las jitanjáforas-, la sor
presa, el ingenio, la venganza,
el ridículo, e incluso el paste
lazo. Por ejemplo, en cuanto al
uso de la lengua, la saga de
Manolito Gafotas es muy
popular en España, es un best
seller infantil que en México
no ha vendido más que unos
-Como dice Freud, los
niños son perversos polimor
fos. La perversión está ahí, y
como son lectores exigentes y
sólo buscan lo que les gusta,
deshacerse de la violencia cotidiana,
quien vive en el/a, tiene que ver con
esos cuentos en los que hay una dosis
de humor" terminan por exigir textos
lúdicos en los que el hrunor
está presente. Al inicio hay una sonrisa, luego viene
la risa de desahogo y finalmente la risa cómplice.
Sólo con ver los dibujos, creados por el maestro
Fisgón, entendí a qué se refería el escribano. ¿Te
preocupa excederte en la negrura del humor?
Hasta entonces comencé a darme cuenta que el tal
Hinojosa cada tanto hace gestos que podrían
haber cambiado las teorías de Lombroso, para
crear un nuevo tipo de delincuencia latente.
-Cuando es para niños me cuido mucho en admi
nistrar esa crueldad en los personajes del texto, lo
hago por intuición. Lo más violento se transforma en
exageración: la flaca más flaca, el gordo más gordo.
Incluso algunos golpes, pero sólo hasta donde la ima
gen literaria no dañe al lector infantil. Como en Ama
dís de codorniz, donde al personaje se lo comen los
otros niños; al niño no le duele que le muerdan y le
arranquen el dedo, pues enseguida le vuelve a crecer.
Por eso al niño no le afecta esa imagen, porque todo
lo transforman en imagen; más si el libro es leído por
una persona de modo que les permita imaginar a los
niños.
Ya decía yo, me dije en silencio, mientras le
arrancaba los cachetes con plena superioridad
corporal al personaje en mención; que por cierto
sabía como a ensalada brasileña. No sé qué rela
ción mental entre las féminas de aquellos lares y
la col que degustaba, me hizo preguntar: ¿Y en el
tema del sexo, de qué se ríen?
-Como tal, creo que el tema del sexo es más fre
cuente en la literatura para jóvenes y adolescentes,
cuantos ejemplares. El prota
gonista es un niño cuyo principal atractivo tiene que
ver en su manera de expresarse, en una jerga muy
particular. Cuando dos o tres palabras o expresiones,
que a un niño español le arrancan la risa, no le dicen
nada a un mexicano o un argentino, el libro pierde su
encanto.
Si yo me pusiera a decir de la ascendencia ibé
rica de varios políticos, ya se vería que esa cues
tión no es sólo en la literatura infantil. ¿Qué se te
ocurre como característico en nuestro país?
-Pensaría, otra vez, en la escatología o en la des
gracia ajena como fuentes de risa, pero no creo que
sean exclusivas del mexicano. En realidad, si habla
mos de literatura, creo que el germen de la risa en los
niños es igual para todos. Claro, siempre adaptado a
las circwlstancias locales. Y como locales me refiero
no sólo a países, sino a regiones, estados, comunida
des pequeñas, entornos familiares. Las fuentes son
únicas y los tratamientos las multiplican.
Y con los entrevistadores altamente chipocles
como su servilleta, pensé mientras me quitaba de
encima al infante de Repugnante pajarraco. Algu
na secuela tendrá la mexicana predilección por
los muertos, con sus calaveras de azúcar.
-Hoy las calaveritas de azúcar son una especie de
souvenirs que consumimos como lugareños, y el
humor que los otros ven en ellas es sólo un humor
que exportamos para luego volverlo a importar car
gado de significados ajenos. Las calaveritas son
"surrealistas", diría Breton, y nosotros las aceptamos
como tales.
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LIBROS INFANTILES Y JUVENILES
Estaba a punto de soltar mi personal calvario
con el tema de los editores que no publican o dis
tribuyen por motivos verdaderamente surrealis
tas, pero supuse que no era el momento adecuado.
Los editores infantiles son muy escrupulosos. Hay
temas que no les gustan y basta su mención para
hacer impublicable el texto.
-Alguna vez me invitaron de una editorial nortea
mericana para hacer libros infantiles. Resultó que
tenían un catálogo de temas prohibidos: la muerte, la
guerra, la violencia, y entre la lista de treinta y cua
tro temas, estaban el rock, los dinosaurios, el día de
muerte y ya al final, no me preguntes por qué, las
casas con alberca. A esta editorial no le gustaban
esos temas. Les preocupaba mucho ser políticamen
te correctos. Pero ahora se ha visto que algunos
libros así han funcionando, de modo que se puede
decir que hay una apertura, pero es porque los con
sumidores aceptan estos nuevos libros con temas que
sin duda eran antes inconcebibles como materia lite
raria. Hay un libro sobre un pedo, visto desde el pro
pio pedo, no de quien se lo echó. Se llama Yo no fiti y es de Vivian Mansour.
Al sentir los cachiporrazos del Doctor Funes ,
acoté: ¿los niños entenderán el concepto de que en
la cabeza de sus parientes hay una calavera?
-Supongo que sí, pero prefieren no estarse acor
dando de este tipo de cosas.
Con la invasión de productos extranjeros
(¿dónde estás, San Lázaro nacionalista, dónde?),
¿esos temas cómo cambiarán?
-Claro, antes la escatología privaba. Ahora hay
cosas de un humor negro terrible. Imagínate una his
toria sobre un niño, que sólo es un torso, que trabaja
en el circo porque tiene buena voz y que se casa con
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la contorsionista, que es una diva. Bueno, pues ese
libro existe: se llama Jesús Betz, escrito por un fran
cés. Es una historia terrible que no estoy muy seguro
de que le guste a los niños, a pesar de que el humor
negro tiene sus imanes.
Eso tendrá que ver con el niño que todos lleva
mos dentro que siempre quiere salirse a reír. El
adulto que se ríe de lo escatológico, de la desgra
cia.
-Hay Wla tendencia hacia lo cruel, aunque los
niños se pongan del lado de la víctima y del lado del
bien; les gusta que exista un pleito entre el bien y el
mal, más si se pueden identificar con el bueno del
cuento. El lector enfrenta la contienda de la mano del
protagonista.
¿ y del horror, de lo grotesco fantástico?
-Se ha llegado al límite, de los monstruos con
muchas cabezas hay una saturación y no hay mons
truo que cause risa . . . ni terror. Cuando voy a las
escuelas los niños me piden siempre cadáveres,
manos ensangrentadas, historias con cementerios de
fondo, etcétera. Les digo que no se me ocurren esos
temas porque siempre me gana la risa. Hoy es mejor
sugerir que presentar, dar algunos datos acerca de lo
grotesco de un personaje o una situación que dibujar
los con palabras. Es mejor, también, hacer par1ícipe
de la creación al lector, involucrarlo en la confección
tanto de la risa como del miedo. O sea: hay que jugar.
Eso quisiera yo, iba a decir, pero los pingüinos
de Yauka, yaflka me tomaron de los pies para
echarme a la alberca, y hacerme pasto de los seres
que brotan de la deliciosa imaginación del maese.
Yo sé, como decía Hinojosa, que hay una tenden
cia a proteger a los niños, aislarlos de la realidad· ,
pero a los adultos, ¿quién nos protege de los
niños? Y peor aún, ¿quién nos protege de los
escritores infantiles que pueden cambiar la pers
pectiva infantil del mundo? �
Ricardo Guzmán Wolffer
Entrevista reproducida con autorización del periódico La
Jornada. Agradecemos a Luis Tovar su amable disponi
bilidad. http://www.jornada.unam.mxl2004/oct04/041031/semcara.html
Ubros publicados de Francisco Hinojosa disponibles en España:
(todos en Fondo de Cultura Económica)
- Aníbal y Melquíades
- La peor señora del mundo
- La fórmula del doctor Funes
- Amadís de anís, Amadís de codorniz
- A golpe de calcetín
- Buscalacranes '