Post on 05-Nov-2018
ENTREVISTA_
INTI CONDO
Inti Condo pertenece a la comunidad indígena Puruhá de Chimborazo y ha sido
reconocido por buscar necesidades de la sociedad ecuatoriana para crear tecnología
interactiva social y desarrollarla en el Quichua Institute of Technology, que él dirige.
Investiga con nuevas y experimentales tecnologías electrónicas y robóticas. Su
propósito es difundir sus proyectos y motivar a la gente a investigar e innovar.
ANTONI GUTIÉRREZ-RUBÍ: Yo quería empezar preguntándote ¿Cómo la
tecnología te está ayudando a ti; a tu identidad, a vivirla, y a desarrollarte
plenamente desde ella?
INTI CONDO: Yo creo que una de las premisas centrales dentro de mi vida ha sido la
implementación de tecnología por el simple hecho que es una herramienta dentro de mi
forma particular de percepción y de catalizar las ideas que una persona tiene. Por
ejemplo, yo desarrollé, hace unos dos años atrás, un traje especializado electrónico para
personas ciegas completamente. Esta simple idea no pudo haber sido real si es que no
me formaba como investigador, si es que no utilizaba las herramientas científicas para
poder comprobar y corroborar determinadas hipótesis y llegar a una resolución sobre
eso. Y de alguna forma creo que este tipo de herramientas tecnológicas potencian la
idea tal cual como está concebida desde un inicio, para poder hacerla y poder presentar
una solución en un marco mundial. Lo que yo quiero decir es que, la idea sola que tengo
de esta investigación que realicé, que se llama Runatech, no solamente sirve a la
población ecuatoriana, no solamente sirve a la población en Quito, no solamente sirve a
un sector aislado dentro de la ciudad de Quito, sino que es una solución estándar que se
puede amplificar a través de la tecnología a un marco y a un abanico completamente
mundial. Porque esta necesidad latente de la sociedad quiteña, específicamente de los
ciegos, no solamente es aquí en este barrio, o en este lugar sino en el mundo.
En este sentido, creo que la tecnología que utilizo para poder realizar este tipo de
investigación me ayuda a solucionar problemas no solamente en un marco individual
sino colaborativo, porque la solución que yo tengo es una solución que ya viene dada
desde otros países con otras herramientas, con otros cerebros, con otras tecnologías, y
es una red multidimensional —si es que cabe el término—, y esta solución es la que yo
estoy implementando. O sea, en este sentido, yo no me convierto, o no soy, digamos,
un ente aislado, sino un investigador mundial que está dando soluciones de carácter
mundial. No sé si estoy respondiendo tu pregunta...
AGR: Sí, te he leído, y te hemos oído muchísimo y verdaderamente estamos muy
interesados en tu trabajo, pero yo quería volver a la pregunta inicial. Después
avanzaremos por ahí si te parece. Tú haces de tu identidad indígena una manera
no solamente de vivir y de ser, sino también un cierto compromiso. Entonces, lo
que quiero preguntarte es: Para ese compromiso, o para esa identidad, para esa
afirmación indígena, ¿cómo la tecnología te ha ayudado? Digamos, ¿es algo que no
contemplas desde el principio?
IC: Bueno, creo que en sí misma, la tecnología, por el hecho de pertenecer a un grupo de
redes, no me hace a mí en lo particular un ente más de entre muchos que existen, sino
que mi propia identidad, mi propia característica y particularidad con una esencia
indígena se ve mostrada al mundo. Ya no soy solamente el indígena de esa comunidad
aislada que no tiene agua, que no tiene nada, sino que me paso a convertir en un
investigador con características propias, particulares, locales y que globaliza a una
entidad, digamos, mucho más tecnológica. Entonces, en ese sentido, mi identidad se
potencia a través del uso de estas tecnologías para dar a conocer mi cosmovisión, mi
idioma, mi forma de pensar. Porque tú como ciudadano de tu país, no tienes las mismas
ideas que yo, aunque estudies lo mismo que yo, y aunque hables el mismo idioma que
yo. Sino que yo tengo unas formas de ser completamente diferentes a las tuyas; mi
percepción de la vida es diferente y, en ese sentido, la tecnología para mí es como un
catalizador, y un aliciente que me permite a mí hacer que esa identidad propia como
indígena, se explote a través del mundo con estas tecnologías.
AGR: ¿Crees que eso que te sucede a ti, puede ser una guía, digamos, un camino
para recorrer para el conjunto de las comunidades indígenas? Porque de alguna
manera, permíteme que te lo diga, eres una excepción desde el punto de vista de
tu calidad en tu investigación, de la cantidad de emprendimientos que tienes… O
sea, es más fácil encontrar alguien, que se afirme y que se autodefina como
indígena y que tenga un nivel, no porque no pueda tenerlo sino porque
sencillamente no es fácil encontrar alguien como tú. Entonces, ¿crees que la
tecnología puede ser una vía para el desarrollo de las comunidades, para su
afirmación, para su defensa digamos de sus valores, de sus tradiciones, es decir, o
no, o el combate más político y no necesariamente tecnopolítico?
IC: No, yo creo que el combate se da a muchos niveles; y la tecnología y la investigación
también es una forma de combate. Si bien es cierto, antes de que viniesen los españoles
con su invasión, hay que decir las cosas como son, teníamos unas luchas
completamente diferentes, que estaban enmarcadas dentro de una etnicidad, dentro de
un imperio que era propio también y este tipo de ideologías, digamos de objetivos
finales han cambiado en la medida que se han insertado a una sociedad completamente
diferente a la nuestra. Entonces, nosotros como indígenas, ¿qué teníamos que hacer?
Yo tenía que aprender tu idioma, y también tengo que aprender a hablar inglés, también
tengo que aprender ahora idiomas asiáticos, no para congraciarme contigo, sino para a
través de este idioma entender cuál es tu forma de pensar y dejar que no me oprimas
más. Entonces, en ese sentido creo que la implementación de la tecnología como
herramienta, también ha permitido a la sociedad indígena mantener como un bloque de
esperanza para poder continuar creciendo dentro de sus ideales sin que esto de alguna
manera implique el abandono exacto de su identidad. Porque yo todavía puedo hablar
quichua, todavía me visto como indígena. Si bien es cierto que hemos sufrido una
hibridación —porque esto siempre pasa, incluso dentro de las comunidades indígenas
mismo se hibrida, se innova, cualquier cosa se transforma, nunca es estática—, en este
contexto podría decirse que la tecnología, que las herramientas que hemos
implementado han permitido que las comunidades indígenas mantengan una lucha de
una tregua igual. Porque yo como indígena, y así como tú mismo lo dices, es difícil
encontrar alguien como yo, creo que debe haber más solo que es más complicado
encontrarles por decirlo de alguna manera.
AGR: Eso sí difícil, al menos diría, honestamente, que he intentado hacer esta
investigación con la mejor de las predisposiciones, me ha costado encontrar
alguien… Entonces por eso te preguntaba si creías que podía ser esto, una defensa
para conocer más a otras culturas y otras realidades, y para también tener una
relación de poder con ellas, conociéndolas, sin tener que renunciar a nada.
Entonces me interesa mucho esta parte de cómo la tecnología puede ser útil para
esto.
IC: Claro, rememorando tu pregunta, creo que en sí mismo para nosotros, para la
población indígena, al menos para mí, la tecnología es una herramienta. Me permite, no
solamente conocer el mundo occidental, sino también producir productos finales con
valores agregados que permitan a la población indígena hacerse presente. Porque la
tecnología que yo estoy ocupando en este momento es una tecnología que se produjo
en Norteamérica y está ensamblada en China, no tiene nada que ver conmigo. Sin
embargo, yo he tenido que utilizar esa herramienta y ese propio lenguaje de ustedes
para yo también, como entidad biológica, como entidad independiente indígena hacer
saber mis deseos, en mi idioma, en mi forma de verlo. Entonces, en este sentido, y
volviendo a lo que estabas diciendo, para mí es un poco complicado. Claro, salir con las
tecnologías, y dar estos emprendimientos, pero de alguna manera también es una
satisfacción para mí de poder ser capaz de vencer a mi opresor idealmente hablando, en
su propio territorio. Entonces, la lucha en ese sentido, todavía sigue dándose.
AGR: Me siento aludido pero no identificado.
IC: No, tranquilo.
AGR: Estuve leyendo un artículo de El Comercio que no sé si leíste: «El millennial
tiene otra visión como indígena».
IC: Claro, es un artículo que se desarrolló en un periódico local. Y había otra chica más
también ahí. ¿Ella también está dentro de tu investigación?
AGR: No, hablaba Mishu Shimi. Perdóname, no sé si lo pronuncio bien. Ella tenía
un puesto de mercado en Tumbaco y, a diferencia de ti, digamos, la relación con la
tecnología no es tan instrumental, y casi desearía que no la contaminara, digamos,
y prefiere otro tipo de prácticas, sin tener que utilizar las herramientas y las armas
del supuesto enemigo entre comillas. Entonces, en tu generación, y lamento
generalizarlo, pero en tu entorno, tus amigos, la gente de tu edad, ¿tienen la
misma visión que tú tienes, o tienen una visión parecida con la tecnología? ¿O hay
dos corrientes de pensamiento, la que tú me trasladas como emprendedor, como
alguien que utiliza la tecnología para desarrollarse como persona, también para
desarrollarse comunitariamente, y otros que prefieren que la tecnología esté
menos dentro de sus vidas? ¿hay esos dos mundos? ¿O tu generación está
activamente por el uso de la tecnología?
IC: Yo creo que cada persona es un mundo completamente diferente, entonces, aunque,
tú encuentres un indígena igualito a mí, por ponerlo dentro de ese contexto y dentro de
ese ámbito tecnológico, muy difícilmente esa persona va a pensar igual que yo. Porque
esa persona tiene una educación completamente diferente, viene de una familia
completamente distinta, con ideales muy cambiados y, si bien es cierto, podría tener
cierta parentela en el sentido de pensamiento, podría realmente ser un individuo incluso
dentro de mi propia aldea. Entonces, pienso que la generación, específicamente
indígena a la que yo pertenezco, y de mi edad, es muy difícil que puedas encontrar
alguien que esté en las mismas circunstancias que yo, porque yo soy una excepción en
realidad, y no porque creo que soy mejor que el resto, sino porque en realidad soy una
excepción en el sentido de que muy pocos indígenas tienen la oportunidad mía. Yo me
eduqué en realidad en los centros más elitistas del Ecuador, eso muy difícilmente vas a
encontrar en un indígena a no ser que haya tenido dinero.
AGR: En la San Francisco, ¿no?
IC: Exacto, yo me eduqué en un centro particular de Riobamba, que estaba solamente
destinado para personas que tenían dinero, que se llamaba El Despertar. Después vine
acá a Quito, estudié igual en colegios particulares de élite, fui a Guayaquil a estudiar en
una academia militar, y terminé estudiando aquí en Quito en un colegio o en una
universidad donde solamente gente que tiene dinero puede estudiar. Entonces date
cuenta que esa misma historia muy difícilmente se va a repetir y más con un indígena.
Entonces, volviendo a tu pregunta, es muy complicado que una persona indígena tenga
la misma forma de pensar que yo, y yo creo que esto se debe a que yo siempre he
estado polarizado, o bipolarizado en dos mundos. Siempre he tenido la pobreza extrema
de un lado y la opulencia absoluta de esta otra mano. Entonces, yo estoy como en la
mitad y soy el mediador de todos, para poder intentar ayudar a mi población y
continuar con esa lucha... No sé si estoy respondiendo a tu pregunta adecuadamente.
AGR: Sí, dijiste una vez que la tecnología no puede ser un bien privado. Tiene que
estar al servicio de los pueblos. Explícamelo.
IC: Imagínate que alguien viene el día de mañana y te amputa el brazo. Te quedas sin
trabajo, porque obviamente no puedes producir la misma cantidad de dinero en
porcentaje que cuando estabas completo. En las comunidades indígenas es muy común
que sucedan accidentes; hay un instrumento agrícola que se denomina azadón,
machete, que te puede amputar. Traer una prótesis electrónica con la tecnología High
Technology, producida por el imperio, ¿cuánto te cuesta traer esa tecnología hasta el
Ecuador? ¿cuánto te cuesta? Dime.
AGR: Mucho.
IC: Quince mil dólares. ¿Tienes en este momento tú ahorita para poder pagar esa
prótesis en el sentido de que, tal vez, tengas un hijo que le haya sucedido eso? Y tú, que
tienes más probabilidades, tal vez podrías pagar. ¿Tienes quince mil dólares en ese
bolsillo? Es muy difícil decir que sí o que no. Imagínate cuánto significa el esfuerzo
económico, el esfuerzo social, el esfuerzo incluso intelectual, físico para poder alcanzar
esa suma de dinero, para que una persona pobre, una persona indígena, que no tiene
acceso ni siquiera al agua, pueda tener esa tecnología en su brazo para su propio
servicio. ¿Y por qué yo digo que la tecnología tiene que estar al servicio de los pueblos?
Yo, como investigador, tengo que ser ese guardián de la población de esa tecnología,
tengo que ser esa luz en ese camino, para que las personas entiendan que ese tipo de
tecnología, por más complicado y por más caro que podría llegar a ser, y por más
laboratorios que se necesiten para ensamblar, también puede ser accesado no en forma
directa pero sí en forma estándar. Yo produzco prótesis que valen ochenta dólares y son
electrónicas, no necesito ningún tipo de tecnología foránea para producir esa tecnología
aquí en el Ecuador con materiales ecuatorianos. Si bien es cierto que la mayor parte de
la tecnología que existe en el mundo, está hecha en Estados Unidos, en Europa, en
China, en todo lo que tú quieras, es una tecnología inaccesible. Esa es la razón por la que
yo digo que la tecnología no solamente tiene que estar al servicio de las élites, sino al
servicio de las personas que también necesitan en verdad, me refiero al pueblo como tal.
Y esto solamente es como un ejemplo ilustrativo, en un sentido clásico, porque si
nosotros miramos un poco más lejos, cuánto cuesta traer un tractor lamborgini hasta
Ecuador, como 200.000 o 300.000 dólares uno solo, dependiendo incluso de la calidad o
de lo grande que sea, porque hay incluso más baratos. Pero tú te has puesto a pensar
cuánto vamos a gastar trayendo esa tecnología que, a la final llega a dañarse y no
tenemos repuestos para reparar eso aquí. O sea, es una cosa estúpida en el sentido de
adquisición. ¿Para qué compras eso si no sabes utilizarlo, o se daña y se queda ahí?
Produce esa tecnología con ese mismo dinero que estás regalando a ese grupo de
personas —que no tiene nada de malo—, pero el punto está en que tenemos que
arrancar una industria propia, y por eso es que yo animo a las personas a que utilicen
esa tecnología hecha aquí en el país, a invertir esos recursos que salen fuera del país en
producirla para poder servir a su propio pueblo. Porque tal vez producir una prótesis, en
mi caso particular, no tiene mayor impacto económico, pero si la empresa ecuatoriana
me envía a producir tres mil unidades de prótesis estamos moviendo toda una industria
detrás: de tornillos, de ferreterías, de cables de cobre, de puentes H, de tarjetas
electrónicas producidas de especialistas que van a tener que estetizar más la prótesis, o
algún tipo de tecnología que estemos fabricando. Esa es la razón por la que yo siempre
utilizo esa frase.
AGR: Ok. Puede haber algo, y perdona la generalización porque ya me has dicho
que cada uno es un mundo y, a veces quizás desde mi marco cultural, tendemos a
generalizar, a etiquetar. Pero, ¿puede haber algo en las raíces de la cultura
indígena, o de la tuya en particular, que haga que compartir y lo comunitario se
mejore con una tecnología en la cooperación, en la colaboración? Es decir, si hay
algo que está caracterizando la introducción de la tecnología, no solamente es que
reproduce en muchos niveles, las escalas del poder y la arquitectura del poder,
sino que también está empoderando a mucha gente a compartir, y a transferir
conocimiento. ¿Hay algo en la cultura indígena del compartir y de lo comunitario
que pueda vivirse especialmente bien en entornos tecnológicos, es decir, hay algo
aquí o estoy muy lejos?
IC: No, yo creo que en realidad el mundo indígena dentro de su cosmovisión puede
aportar muchísimas cosas a la sociedad occidental. Tal vez una de esas pequeñas cosas
o grandes cosas —eso depende de la perspectiva de cómo tú lo veas—, es que nosotros
tenemos medicinas propias, generadas desde nuestros propios jardines para curar
males; ustedes utilizan tecnologías para sintetizar eso, pero tienen que pasar años de
investigación hasta probar que eso funcione. ¿Me explico? Por ejemplo, nosotros aquí,
en nuestras comunidades, tenemos una planta que se llama sangre de drago, que te
cura la dermis y la epidermis cuando está lastimada.
AGR: La Psoriasis.
IC: Exacto. ¿Cuánto tiempo tuvo que pasar para que los gringos patentaran y dijeran:
«ah, en verdad sí ha funcionado, pero nosotros teníamos ese conocimiento antes de
que a ustedes se les ocurriera siquiera que servía»? Entonces, en ese sentido pienso que
ahí, uno de los aportes indígenas que puede darse en el mundo occidental es ese, a
través de la medicina ancestral, a través del conocimiento o de la convivencia del Sumak
kawsay...Hay muchos campos que pueden ser aplicados para que esa convivencia entre
el mundo occidental y el mundo indígena pueda darse.
AGR: Déjame profundizar un poco más. Hay un elemento que, cuando conviertes
en propiedad el conocimiento, en las comunidades indígenas por lo que me
cuentas y por la mirada que intento hacer, el conocimiento es un bien común.
Entonces, estamos en un entorno, al menos en el dominante, en donde el
conocimiento se convierte en un bien de todos, y la mayoría de las relaciones de
poder hoy están mediatizadas por el conocimiento. Por eso te preguntaba si en la
cosmovisión indígena, en las tradiciones indígenas, digamos, en el conocimiento
indígena, en las culturas, internet se parece más «el ecosistema de internet» con
todas sus ventajas y todos sus inconvenientes, pero no sé cómo decirlo:
¿Wikipedia se parece a la cosmovisión indígena más que la Enciclopedia británica?
Ahí quiero ir, es decir, ¿cuánto hay de esa tradición en lo que llamamos la cultura
de compartir, el bien común, el conocimiento compartido que, en sociedades como
las europeas, está siendo utilizando como anclaje de cambio, como palanca de
cambio en ciertos lugares?
IC: Bueno, en la actualidad desconozco de una cantidad de conocimientos que lleguen a
ser compartidos entre el mundo occidental y el mundo andino, pero pienso que las
personas que están inmersas dentro de este campo, en este caso en particular podría
ponerme de ejemplo —aunque es un mal ejemplo—, estamos dando un traspié a que
esas cosas cambien, ¿no? ¿Por qué si es que tú quieres fabricar este teléfono
imperialista, tienes que pagar una licencia, tienes que, incluso, pagar regalías después
de que ya lo fabriques, por qué no lo ponemos al servicio de los pueblos? Es lo mismo, lo
que hago yo con mi tecnología que, a pesar de ser imperialista, todavía la comparto. No
dejo que eso sea un impedimento para que sea un invento que sirva a los pueblos como
tal. Entonces, yo creo que dentro de los núcleos, en este caso, educativos, el compartir
el conocimiento sí se ha producido en maneras tal vez no importantes o impactantes
dentro de las sociedades, pero a menor escala se produce.
AGR: Ok. Dos temas más que me gustaría para no pasarnos de tiempo. Leí también
un artículo, de El Comercio, «Inti Condo promueve el acceso del indígena a la
tecnología». Quería saber cómo ves la idea del emprendimiento. ¿Cómo lo vives y
cómo crees que la tecnología puede ayudar el emprendimiento para producir ya
servicios como los que planteas, que se puedan comercializar, pero que tienen un
fuerte componente social o de visión social? Entonces, este artículo me interesó
desde el punto de vista de la idea del emprendedor. La pregunta es: ¿Eres un
emprendedor? O sea, ¿te sientes un emprendedor? Porque desde esta mañana he
estado con personas que sí se definen como emprendedoras; algunos hablan del
emprendimiento social, o de emprendimiento de orientación social, pero ¿tú
quieres emprender? ¿quieres hacer una empresa? ¿quieres comercializar con
productos y servicios?
IC: Bueno, en alguna ocasión, escuché que existían emprendedores que se dedicaban a
crear corporaciones, emprendedores que crean productos y servicios, pero también
existen emprendedores internos que se denominan intra-emprendedores, que quiere
decir que son personas que forman líderes. De esa característica me considero yo.
Porque yo, de alguna manera, en la sociedad ecuatoriana constituyo un ícono para el
resto de la juventud, porque mi objetivo primario es que las personas indígenas y no-
indígenas sepan que en el país se puede producir todo lo que tú quieras, solo tienes que
poner ganas. Entonces, en ese sentido, pienso que no soy tan emprendedor en el
sentido clásico aplicado, y pues, el objetivo de crear estas tecnologías es, obviamente,
entregar un bien y un servicio a la población pero a un costo mucho menor. Que no sé si
tenga que ver con el emprendimiento o no emprendimiento, o sostenibilidad
económica, no lo sé, porque yo no he recibido un entrenamiento financiero, económico,
de empresas para poder hacerlo. No es que diga que no puedo hacerlo, claro que me
gustaría, pero mi objetivo va más enfocado a generar un hito en la conciencia de las
personas. Esa es la razón por la que estoy aquí, no estoy aquí porque te voy a vender un
producto.
AGR: Hablemos un poco de las aplicaciones. Nosotros tenemos mucha relación
con organizaciones que están muy comprometidas en el combate político y social.
Por ejemplo, una organización que se llama ‘Poder’, en México, que hace un
trabajo de vigilancia de lo público y de lo político, que fiscaliza, que monitoriza… Es
decir, empieza a haber un volumen de tecnología para la vigilancia, la fiscalización,
la monitorización política… Hay muchas aplicaciones que permiten un nivel de
promoción de la acción política y social y, sobre todo, en particular de la vigilancia
y la fiscalización democrática. Eso por una parte, y por otra, muchas nuevas
aplicaciones que están ayudando a conocer algunas cosas de África. Estamos
trabajando con algunas ONG que están trabajando en tecnología para el
desarrollo, por ejemplo, aplicaciones muy sencillas para ayudar en temas de
vacunas, en temas de tratamiento del agua, en temas que tienen que ver con el
cálculo de los abonos, o de las semillas, etc. Pero hay una tecnología que es más
barata, más sencilla, hecha, incluso, desde las comunidades más pobres, que están
enganchándoles a la vida. Si me permites un último dato, hay datos del Banco
Mundial del año pasado que dicen en una encuesta a 36.000 personas en todo el
mundo, que las personas con un dólar de renta al día o dos dólares de renta al día
lo que más necesitan es un teléfono con conocimiento. Entonces, la pregunta es:
¿Ves en este mundo de las aplicaciones sociales, de las aplicaciones de tecnología
cerca de los territorios, una oportunidad para romper los barrotes de la pobreza
extrema? Y, por otra parte, en Ecuador y en Latinoamérica, ¿las aplicaciones
políticas, o las herramientas que sirven para movilizar, para fiscalizar, para
convocar una manifestación, para fotografiar (esos dos mundos trátalos como
quieras, juntos o por separado)... Aplicaciones para la vigilancia y la fiscalización, y
aplicaciones para el desarrollo económico en situaciones extremas.
IC: Entonces, creo que la tecnología es un arma de doble filo. Tú puedes hacer con la
tecnología lo que tú quieras. Yo puedo producir prótesis para amputados, pero también
puedo producir una bazuca, que en este momento te desaparece. Entonces, el ser
humano al ser tan multidisciplinario, puede tomar la tecnología como mejor la
considere, para destruir o para crear. Eso depende incluso de la popularidad que tenga
esa tecnología para poder causar bien o para poder causar mal. Porque cada tecnología
tiene que ser desdeñada en un sentido de accesibilidad económica y también política,
porque los trabajos de tecnología que son rentablemente políticos son los que están en
primera línea, y los que no están, pues están esperando. Pero no necesariamente quiere
decir que van a esperar, sino que ayudan a un grupo social que tal vez tiene un grado de
opresión o que tal vez tiene un grado de inclusión de conocimientos para poder crear y
generar mayores conocimientos basados en esa forma interdisciplinaria de
interconexión para poder generar más conocimientos. Entonces, yo creo que la síntesis
es eso.
AGR: Muchas gracias por tu tiempo.
IC: Más bien, gracias a ustedes por su tiempo y por esperarme. Discúlpenme.
AGR: Bueno, cuando tengamos más avanzada la investigación te pasaré
formalmente las citas que utilizo.
IC: Bueno, gracias y si es que necesitan ustedes algo más sobre mí en particular pues, yo
estoy a las órdenes; me encanta ayudar a las investigaciones porque yo también soy
investigador. Entonces espero que las cosas vayan en la mejor orientación posible.
AGR: Sí, lo vamos a intentar. La verdad es que vamos a hacer un trabajo no
solamente honesto, sino también comprometido desde la perspectiva que
queremos dar una visión de los millennials en Ecuador, de cómo la tecnología
cambia sus maneras de vivir, de verse, de consumir, de hacer política, de crecer, de
aprender, y con la idea de fondo. Eso sí, quiero decírtelo, de hacer una
reivindicación de una tecnología más orientada al ser humano, más orientada a las
comunidades, para que esas personas, esas comunidades puedan desarrollarse
con mayor libertad, con mayor control de su destino. Aunque tengamos que tener
un trocito de China y un trocito de Estados Unidos por un tiempo.
IC: Sí, pues. Muchas gracias.
AGR: Gracias a ti.