Post on 18-Feb-2016
description
www.comuniondegracia.org O d i s e a C r i s t i a n a | N ú m e r o 3 7 7
¿Un ataque de Satanás?
Algunas personas nos han sugerido
que Satanás se apoderó del búfalo
y nos atacó. Yo no creo que esto
haya sucedido. La agresividad del
búfalo es simplemente parte de su
naturaleza violenta, de la cual todas
las criaturas serán liberadas cuando
Cristo regrese. Es cierto que Sata-
nás es el “adversario” o “enemigo”
de la humanidad. Las escrituras nos
dicen que Satanás ronda como un
león rugiente, buscando a quien
devorar (1 Pedro 5:8). Eso quiere
decir que Satanás busca la oportu-
nidad para desanimarnos de la fe y
alejarnos de Dios. No significa que
Satanás tenga el poder de atacar-
nos literalmente en una forma físi-
ca. No importa lo que haga Sata-
nás, no tenemos nada que temer
porque nuestra seguridad se basa
en la fidelidad de Dios. Como escri-
be Pablo: “el Señor es fiel, y él los
fortalecerá y los protegerá del ma-
ligno” (2 Tesalonicenses 3:3).
¿Está Dios en control? muchos cristianos les gusta decir que Dios
está en control, que tiene un plan para su
vida, y que todo lo que sucede es parte del
plan. Algunos te dirán que él organiza los
eventos de cada día para nosotros, incluyendo
las pruebas. Cuando oyes decir esto, ¿te sien-
tes aliviado al pensar que Dios tiene cada mi-
nuto diseñado para ti, o te irritas ante la idea,
como lo hago yo?
Ciertamente creo que todo
está bajo el control de Dios en
última instancia, pero tengo un
problema con la idea de que él
microadministre nuestras vi-
das. ¿Nos ha dado libre albe-
drío o no? ¿Son nuestras op-
ciones reales, o no?
Creo que la respuesta podría es-
tar en la relación trinitaria del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Ellos hacen lo que
hacen juntos. Jesús dijo que el Padre que mora en él,
hizo su trabajo a través de él (Juan 14:10). Todo se
trata de la participación: el Padre, el Hijo, el Espíritu
Santo, juntos.
Jesús nos llama amigos (Juan 15:15), ¿y que hacen
los amigos? Participan en una relación. La amistad no
es controlar unos a otros o forzar a los demás en un
plan preestablecido. La amistad es amor, dado libre-
mente y libremente aceptado. Se trata de compartir
experiencias, estar juntos en las buenas y en las ma-
las, disfrutar, apreciar y ayudar a otros.
La amistad con Dios es aún más de esa manera. Dios
no es sólo un amigo, por supuesto, él es el Señor so-
berano del universo que nos ama incondicionalmente,
y por lo tanto, una relación con él es aún más real que
la que tengo con mis amigos humanos. Jesús nos lle-
va, a través del Espíritu, en su propia relación de amor
con el Padre. Yo participo en esta relación porque Dios
me ama y no por nada que haya hecho para merecer-
lo.
Con esto en mente, puedo ima-
ginar un plan general para la
vida, la salvación, la vida en Cris-
to, conocer a Dios en y a través
del Espíritu y, finalmente, la vida
para siempre en la eternidad de
Dios. Pero no descarto la obra de
Dios en las pequeñas cosas de mi
vida, tampoco. Veo su mano to-
dos los días, a partir de la forma
en que me anima y me recuerda
de su amor, hasta la manera en
que guía y me protege. Porque él
vive en mí, vamos por la vida de la mano, por así de-
cirlo, y cada día mi oración es que voy a escuchar al
Espíritu y responder a él mientras me guía.
¿Me proporciona Dios el lugar de estacionamiento en
la tienda o planea que yo rompa un vaso y me corte el
pie? Yo lo dudo. Estoy bastante segura de que Dios no
microadministra cada detalle de mi vida. Creo que
Dios puede obrar con cualquier cosa y llevarlo todo a
sus buenos propósitos para mí. Pero esto sé con certe-
za: que me lleva, me guía y siempre está conmigo y
me recuerda de su presencia a lo largo de cada día.
A
EL TURNO DE TAMMY por Tammy Tkach