Post on 06-Dec-2015
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Operador Terapéutico
Módulo I
Fundamentos de Adicciones El objetivo de del presente módulo es adquirir los conocimientos necesarios para realizar una intervención efectiva y oportuna de acuerdo a las necesidades de cada una de las personas que requieran de la atención para enfrentar sus dificultades derivas de sus adicciones.
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Conceptualización.
Las drogas, todas las drogas, presentan una doble cara. Primero aparecen con la imagen positiva,
favorable y que tanto atrae a jóvenes y mayores. Posteriormente, esa cara desaparece. Rápidamente las
drogas empiezan a mostrarse tal como son: dolor, problemas, infelicidad y múltiples trastornos. En esta dualidad que las drogas presentan reside parte de la potencial dificultad para evitar que nuevas
personas las consuman y abusen de ellas. Si desde el principio, la cara imperante fuera la negativa, el
atractivo y mística que rodea el mundo de las drogas desaparecería.
En muchos sentidos el proceso de adicción ha sido comparado con el de entablar una relación; pero en
este caso se trataría de una relación desdichada. A medida que atravesamos las sucesivas etapas, el
compromiso se intensifica y el influjo que ejerce sobre el adicto se vuelve más fuerte.
En función de esta analogía el Dr. Arnold M. Washton en su libro "Querer No es Poder" establece
cinco etapas en el proceso de adicción.
1. Enamoramiento o Etapa Social
Las primeras experiencias con las drogas suelen dejar una marca grabada. Si este primer contacto ha
sido agradable, se produce un enamoramiento o atracción apasionada por volver a tomar la sustancia o
realizar la actividad. Esta percepción distorsionada de la realidad, sin embargo, emociona, produce
euforia o tranquiliza lo que hace aumentar la probabilidad de que haya una nueva toma u ocasión para
consumir. Se produce un cambio de estado de ánimo que, en muchos casos, se experimenta a nivel
visceral (todo ello causado por la lógica alteración de la química cerebral) y que genera ese
encandilamiento al igual que uno se enamora de una chica.
En el juego, una fuerte ganancia inicial incrementa las probabilidades de adquirir adicción al juego.
2. Luna de miel o Etapa Experimental
Una vez que el individuo ha aprendido -a través de su familia, de la sociedad o por experiencia propia-
que ciertas actividades o el consumo de ciertas sustancias pueden transportarlo como por arte de magia
lejos de cualquier sentimiento o estado de ánimo negativo, el paso a la adicción es muy sencillo.
Al haber "aprendido" en la etapa 1 que es posible obtener cierto alivio (refuerzo negativo) o placer
(refuerzo positivo) a través de la sustancia o actividad adictiva, la persona puede sentirse impulsado a
borrar los malos sentimientos o dolorosos con algo positivo. La baja tolerancia a la frustración o la
incapacidad para hacer frente a esas adversidades lleva a la búsqueda de "soluciones mágicas";
entonces se busca el recurso químico que facilite el cambio.
Durante la fase de luna de miel, el futuro adicto experimenta todas las gratificaciones sin ninguna de las
consecuencias negativas: siente que ejerce control, que la actividad es inofensiva y que él la merece.
Puede sentirse mejor instantáneamente y disfrutar la sensación de olvidarse de todo. Pero de lo que no
se da cuenta es que ninguna relación basada en el engaño y la fantasía puede funcionar bien a largo
plazo.
3. Traición o Etapa de Uso
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Sin embargo, lo que uno vislumbra durante la luna de miel no es lo que en realidad obtiene. Con el paso
del tiempo, es traicionado. Así, además del deterioro sufrido en las principales esferas de su vida, es muy
probable que el adicto esté haciendo cosas que normalmente no haría, para mantener su adicción (robar,
participar en otras actividades ilícitas). Los paraísos artificiales que se le prometían en la fase anterior se
tornan en oscuros callejones repletos de trampas. La traición es real y el declive comienza.
4. En la ruina o Etapa de Abuso
Ahora el adicto debe consumir cada vez más para evitar que los crecientes sentimientos y estados de
ánimo negativos profundicen en su conciencia y para tratar de mantener los efectos positivos que cada
vez son menores. Está desarrollando tolerancia y tiene que consumir no para obtener placer o alivio sino
para evitar el malestar asociado al síndrome de abstinencia. La dependencia física creada químicamente
por la acción de la sustancia sobre el sistema nervioso tiene apresado al individuo. Psicológicamente, la
estrategia de afrontamiento desarrollada hasta ahora sigue manteniéndose con lo cual, los problemas
lejos de resolverse se acrecientan aún más.
5. Aprisionados o Etapa Terminal
Con el tiempo, el adicto llega a un estado de desesperación en su relación con la sustancia o actividad
adictiva, dejando de lado todo lo demás. Se comporta de manera cada vez más impulsiva e incontrolada,
preso de su adicción. Esta etapa de la relación adictiva es un descenso a la desesperación y la
destrucción personal. El servilismo ante las drogas no permite tregua y esta espiral tiende a auto
perpetuarse, a menos que suceda algo que la detenga. El retorno, no obstante existe, aunque sea un
proceso también duro y difícil.
La infancia constituye el mejor momento para aprender. No se trata de sentar a un niño de tres años y
explicarle qué son las drogas, pero sí de inculcarle una serie de pautas de disciplina y autocontrol que le
servirán para tomar decisiones de manera libre e inteligente en l futuro. En la etapa preescolar los
pequeños aprenden las bases para adquirir hábitos sanos, desde comer los alimentos nutritivos, hasta
ser limpios o vestirse adecuadamente de acuerdo al clima.
Los niños de esta edad no suelen ser adictos. Sin embargo, aunque el uso de drogas no constituye una
preocupación para ellos, hasta los más pequeños han oído hablar sobre el tema. Si se enteran de que
sus padres fuman y beben, ellos tenderán a seguir su ejemplo. La mayoría de los expertos concuerdan
en que no hay problema si los niños ven a sus padres beber una copa ocasionalmente. Una situación
muy distinta ocurre cuando perciben que los mayores emplean el alcohol como un mecanismo para
escapar de la realidad. En vista de que algunos de los niños que cursan los últimos años de la primaria
ya fuman o beben, existe una regla de oro aplicable a todas las edades; nunca involucre a sus hijos en
su hábito de beber pidiéndoles que le preparen una bebida o saquen una cerveza del refrigerador.
Muchos padres, ven con temor o aprensión la llegada de la adolescencia de sus hijos, ya que es sinónimo
de crisis o de problemas. En efecto, hablamos de una crisis que puede significar una oportunidad de
crecimiento, de la que el joven puede salir airoso, fortalecido, con la energía necesaria para iniciar su
camino hacia la maduración completa. O, de lo contrario, desarrollar una personalidad conflictiva.
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La adolescencia proviene del latín adolescere, que quiere decir crecer aceleradamente. Este término
designa “los aspectos psicológicos y sociales, también de maduración, que se inician con y por la
pubertad; es pues un proceso, el proceso de hacerse adulto”. Como es lógico además de los cambios
psicológicos muy importantes, como: incremento de la capacidad para el pensamiento abstracto,
desbordamiento de la imaginación y la fantasía, aumento de la agresividad e intensificación del impulso
erótico. Es un proceso de ser persona, de individuación, los adolescentes están dando los primeros pasos
para independizarse y desarrollar un código moral propio.
Parece sencillo, pero resulta sumamente complicado. En unos cuantos años el joven tendrá que adquirir
una identidad, consolidar la auténtica vocación personal, desarrollar su sexualidad, lograr emanciparse
de los padres para iniciar posteriormente su propia familia y encontrarle un sentido a su existencia. Casi
nada; se trata de calibrar y ajustar todas las herramientas con las cuales enfrentará al mundo de ahí en
adelante. Para lograr todo lo anterior, el muchacho necesita reflexionar sobre sí mismo, preguntarse
quién es y hacia dónde se dirige, en una palabra descubrir su yo. En el proceso, revisa aquello que le
habían dicho y en lo que había creído, por eso cuestiona todo a su alrededor, en especial a sus padres,
a su familia.
La adolescencia denota el periodo más vulnerable en la vida de los jóvenes, donde la presión de grupo
impacta fuertemente. Los chicos comienzan a alejarse de los padres en busca de su identidad. Dicha
identidad se forma con elementos positivos (lo que creemos que debemos ser y esperamos llegar a ser)
y negativos (lo que no deseamos ni esperamos ser). El adolescente es vulnerable a esta dualidad, ya
que puede llegar a identificarse con los elementos negativos cuando su situación vital obstaculiza la
formación de una identidad positiva.
Con las hormonas rebosantes, los adolescentes desean probar cualquier cosa que los haga parecer cool.
Cierta dosis de comportamiento escandaloso forma parte normal del crecimiento (pelo largo, pintado o
en puntas; vestimenta estrafalaria; música ruidosa; piercing) y los padres deben aceptar que esto ocurra.
Por lo demás, este periodo significa un tiempo vital para mantener abiertos los canales de comunicación
con los hijos.
Abundantes investigaciones indican que los periodos donde los muchachos resultan más vulnerables en
general son los llamados de transición, cuando pasan de una etapa de desarrollo a otra. La primera gran
transición tiene lugar en el momento en que los hijos dejan la seguridad de la familia para asistir a la
escuela. Durante la segunda, cuando comienza la secundaria, con frecuencia enfrentan desafíos
sociales, como aprender a llevarse bien con un grupo más numeroso de compañeros. Más tarde, al
ingresar a la preparatoria, surge otra etapa crítica en la cual los jóvenes deben afrontar desafíos sociales,
psicológicos y educativos que pueden llevarlos al consumo de alcohol, tabaco y otras drogas.
Durante la cuarta etapa de transición, cuando llegan a adultos jóvenes y acuden a la universidad, se
casan o ingresan a la fuerza de trabajo, los jóvenes enfrentan, una vez más, el riesgo de consumir alcohol
u otras drogas.
Cumplir 18 años, edad en la que se puede votar y se es “adulto”, no garantiza nada. La madurez no
aparece automáticamente. Es más, cada vez con mayor frecuencia encontramos muchachos mayores
de 18 años muy inmaduros porque se les ha sobreprotegido o están desorientados a causa de la cantidad
de información disponible y las múltiples elecciones que deben hacer para decidir su vida futura.
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CLASIFICACION DE LAS DROGAS SEGÚN SUS EFECTOS EN EL SISTEMA NERVIOSOS CENTRAL
Cuando utilizamos el término “Droga” nos referimos a toda sustancia que altera directamente la química
del sistema nervioso central del ser humano, y que es capaz de cambiar el estado de ánimo de la persona
que la ingiere. Son las drogas que afectan el estado de ánimo del consumidor para tranquilizarlo con
depresivos, o para aumentar sus energías y estimularlo, o para hacerlo entrar en un mundo de
fantasías a través de los alucinógenos. Dentro de estas tres grandes clasificaciones, tenemos drogas
que son producto de alguna planta, como lo es el opio de la amapola y la marihuana de la planta cannabis
sativa. Otras se hacen sintéticamente en los laboratorios de compañías farmacéuticas o en laboratorios
clandestinos. Pero para los fines deseados, le daremos una clasificación relativamente simple a las
drogas:
LOS DEPRESIVOS
Estas sustancias se llaman así porque deprimen la actividad química y eléctrica del cerebro, activando a
la vez algunos opiáceos naturales del cuerpo llamados endorfinas, en la parte pre-sináptica de la
neurona. Sencillamente, las endorfinas afectan esta parte de la neurona de tal forma que los
neurotransmisores dejan de fluir hacia la próxima neurona para activarla, aunque esté recibiendo la
llamada, una reacción química de la neurona, las neuronas se comunican para dejarse saber sus
necesidades, que necesita neurotransmisores.
Entre los depresivos del sistema nerviosos central están:
1. Opiáceos: Productos derivados del opio, la morfina, la heroína, codeína, percodán, metadona,
etc.
2. Sedativos-hipnóticos: barbitúricos, Válium, librium, Xanax, etc.
3. Alcohol: Cerveza, Vino, Licores dulces y otras bebidas alcohólicas fuertes como el whisky, vodka
etc.
Efectos Físicos: Las dosis mínimas de los depresores tienen efectos calmantes. Se hace más lento el
latido del corazón, la respiración, la coordinación muscular y la energía, a la vez que vuelven más torpes
a los sentidos. Opiáceos y tranquilizantes pueden llegar a afectar los órganos internos al punto de crear
constipación, náuseas y disfunciones sexuales. Una sobredosis puede llevar a la muerte. La prueba de
esto es que muchos suicidios se cometen mediante la ingestión de medicamentos que caen dentro de
esta categoría. Por ejemplo, el alcohol clasificado como una droga depresiva y tomado en cantidades
excesivas, adormece todas las funciones del cuerpo a tal punto, que la persona cae en estado de
somnolencia, después en coma y finalmente llega a la muerte.
Efectos Mentales: Dosis mínimas afectan la mente como si fuera un estimulante y produce cierta
desinhibición y euforia, pero si se sigue tomando, el efecto depresivo domina y el efecto anestésico
entorpece la mente y el cuerpo.
LOS ESTIMULANTES
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Estas sustancias aceleran la actividad química y eléctrica del cerebro en la parte postsinaptica de las
neuronas y en la sinapsis, principalmente. Son difíciles de clasificar, porque varias de ellas no tienen
ninguna relación entre sí, con la sola excepción de la actividad cerebral que producen.
Los estimulantes más conocidos son:
1. La cocaína en las siguientes formas: clorhidrato de cocaína, el bazuco (cocaína sulfúrica), el
crack, la base libre (Freebase).
2. Las anfetaminas; metanfetamina; el “Ice”.
3. Nicotina, café.
Efectos Físicos: En dosis mínimas, esta sustancia sobre estimula el sistema nervioso, lo cual hace que
se acelere la actividad de todos los sistemas del cuerpo: aumenta el latido del corazón, los músculos se
encuentran estimulados y tensos, aumenta la presión sanguínea y disminuye el apetito.
Puede causar problemas en el corazón, la presión de la sangre y convulsiones aun con pequeñas
cantidades si es que la persona que la usa es muy sensible a ella.
Efectos Mentales: La persona siente subjetivamente que aumenta su energía, su valor y confianza; estará
eufórica y habladora. Las dosis más grandes o el uso prolongado, puede excitar el sistema tanto que
comenzara a experimentar ansiedad, paranoia y confusión, hasta llegar a convulsiones y a la muerte.
Esto ocurre sobre todo en el caso de la cocaína.
LOS ALUCINOGENOS
Estas sustancias actúan en el postsinaptico y el presinaptico y hacen que el cerebro transmita mensajes
alucinatorios y “confusos”, actuando como depresivos y estimulantes a la vez. Se cuentan entre ellos:
1. El L.S.D. (Ácido lisérgico dietilamida), psilocybin, peyote, mescalina, fabricadas de hongos o
moho.
2. Drogas “designadas” como la MDA, MDMA.
3. Canabinoides: Marihuana, hachís, resina.
4. El PCP está clasificada como depresiva, pero también puede tener como efectos secundarios
verdaderas alucinaciones.
Pero el ejemplo más claro es el L.S.D., que crea muchas alucinaciones visuales, en especial, distorsiona
los sentidos, despersonaliza y hace que la persona que lo ingiere sufra de imágenes fantásticas en
ocasiones desagradables de recordar.
Entonces “droga quiere decir cualquier sustancia que bloquee, imite o active a los neurotransmisores y
de esa forma deprimen, aceleran o confunden la actividad del sistema nerviosos central. Estas
desequilibran la química del cerebro al punto de crear la adicción, cuyo síntoma principal es el
desbalance químico que resulta en una compulsión física cuando la persona afectada usa la droga y por
ello, pierde el control de cómo y de qué cantidad usar.
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Personalidad
Cualidad que nos hace a cada uno diferente de los otros e iguales a nosotros mismos a lo largo del tiempo.
Patrón profundamente incorporado de rasgos cognitivos, afectivos y conductuales manifiestos,
que persisten por largos periodos de tiempo.
Surge de la interacción entre la disposición biológica y las experiencias aprendidas
Temperamento: Conjunto de rasgos determinados mayormente por la biología de una persona. Con esto se hace referencia a las reacciones emocionales del individuo, que vienen determinadas por su sistema neuroendocrino y otros factores biológicos.
Carácter: El carácter es una combinación de valores, sentimientos y actitudes. Es decir hace referencia a cómo una persona percibe a los demás o a las cosas y conceptos. Influenciado por factores culturales de la sociedad.
Rasgo / Estado •Rasgo (ser): Característica de la persona relativamente permanente en el tiempo o/ y frente a diferentes situaciones. El conjunto de rasgos define la personalidad. Rasgos de personalidad •Son patrones persistentes de formas de percibir, relacionarse y pensar sobre el entorno y sobre uno mismo, que se ponen de manifiesto en una amplia gama de contextos sociales y personales
•Características de los rasgos –Consistencia
–Estabilidad
Consistencia: –A través de las situaciones
–El promedio del comportamiento a través de muchas ocasiones es predecible, consistente
–Puede que en una situación concreta no nos comportemos con una coherencia previsible
•Estabilidad:
–Permanencia de los rasgos a lo largo del tiempo, desde la adolescencia y a través de la vida adulta.
La conducta puede variar bajo la influencia del ambiente sin observar cambios estructurales de
personalidad
•Estado (estar): Característica de la persona que se ha presentado en una situación concreta o durante un período de
tiempo determinado de tiempo sin formar parte de él de manera estable.
Teorías y Modelos CATEGORIAL VS. RASGOS/DIMENSIONES •Categorial: –Clasifica a las personas en categorías (tipos), presente si/no •Dimensional: –Agrupan los rasgos básicos en factores/dimensiones de carácter
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–Son dimensionales, las características están presentes con mayor o menor intensidad en una escala continua
Personalidad normal vs anormal •Los pensamientos y sentimientos son adecuados a la realidad vs inadecuados
•Es capaz de relacionarse con el entorno de una manera flexible y adaptativa vs inflexible y desadaptativa.
•Los patrones de conducta manifiesta predominantes son promotores de salud vs perjudicial
Características básicas de los Trastornos de Personalidad •Estables a lo largo del tiempo
•Patrones de conductas desadaptativas
•Rasgos arraigados e inflexibles
•Conllevan sufrimiento personal/entorno
•Repercusión negativa en el funcionamiento personal
•Los rasgos alterados son egosintónicos
•Amplia comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos
TRANSTORNO DE PERSONALIDAD
Patrón permanente e inflexible de experiencia interna
Estable a lo largo del tiempo
Comportamiento se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto
Tiene su inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta,
Trae malestar o perjuicios para el sujeto.
TRASTORNOS DE PERSONALIDAD SEGÚN CLASIFICACION DSM IV
TIPO A: RAROS, EXCENTRICOS
1. ESQUIZOIDE O AISLADO
2. EZQUIZOTIPICO O EXCENTRICO
3. PARANOIDE O DESCONFIADO
TIPO B: INESTABLES, EMOTIVOS
1. ANTISOCIAL O SON LÍMITES
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2. LIMITE O DESRREGULADO
3. NARCISISTA O CREIDO
4. HISTRIONICO O ACTORAL
TIPO C: ANSIOSOS - TEMEROSOS
1. DEPENDIENTE O DEPENDIENTE
2. EVITATIVO O MIEDOSO
3. OBSESIVO COMPULSIVO O INTENSO
AISLADO
• No importa lo que las otras personas piensen de mí. • Para mí es importante ser libre e independiente de los demás. • Disfruto más haciendo cosas a solas que con otros. • En muchas situaciones, estoy mucho mejor si me dejan solo. • En lo que decido hacer, los otros no influyen sobre mí. • Para mí no tiene importancia la intimidad con otras personas. • Yo establezco mis propias normas y metas. • Para mí la privacidad es mucho más importante que la relación con la gente.
Estilo Problema
Si es necesario asiste a actividades
grupales.
Abre sus relaciones a personas que
comparten intereses individuales
profundos (espiritualidad, ciencia…)
Puede trabajar en grupo por un
objetivo en especial.
Disfruta con algunos pasatiempos.
Puede tener un pequeño grupo de
amigos.
Cuando la tonalidad emocional es
alta, puede expresar mayor
afectividad.
Solo se involucra en actividades que
pueda hacer solo.
No tiene casi interés en mantener
experiencias sexuales o relaciones
sociales.
Trabaja solo.
No muestra goce o disfrute en las
actividades que realiza.
No genera vínculos de amistad, ni
parece moverse afectivamente por las
personas.
Se ve distante.
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DESCONFIADO
• Tienden a mostrarse malhumorados • Pueden sentirse agredidos o traicionados frecuentemente • Tienen un enemigo de turno • Personalizan las cosas que suceden o se dicen (indirectas) • Alguien puede tener un complot hacia él/ella • Intentan escuchar conversaciones o averiguar cosas con diferentes estrategias
Estilo Problema
Se aseguran de las personas antes de
entrar en relación con ellas.
Aunque son desconfiados, tienen
amigos.
Viven un poco alerta para que no sean
subestimados o engañados.
No les gusta ser criticados, pero
pueden escuchar.
Valoran notablemente la lealtad y la
honestidad de las personas.
Creen que la mayoría de personas
tiene motivos ocultos.
Se sienten agredidos fácilmente por
los demás.
Viven levantando sospechas de
traición por parte de sus compañeros.
Se cuidan que su información
personal no sea utilizada en su contra.
Sacan verdades con mentiras,
escuchan conversaciones, investigan
correos y requisan las pertenencias
de otros en busca de pruebas para
sus sospechas.
Son celosos.
Perciben complots para hacerles daño
en las demás personas.
SIN LÍMITES
• Tengo que preocuparme por mí mismo • La fuerza o la astucia son los mejores medios para hacer las cosas • Vivimos en una selva en la que sobreviven los más fuertes • Me golpearán a mí si no golpeo primero • No es importante cumplir las promesas ni pagar las deudas • Mentir y hacer trampas está bien, mientras a uno no lo atrapen • He sido tratado injustamente y tengo derecho a conseguir por cualquier medio lo que me
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DESREGULADO
• Suelen ser algo llamativos • Logran encontrar personas que los protegen hasta que se cansan de ellos por dar dos pasos y
devolverse uno • Algunos tienden a amenazar con intentos de suicidio o con el descontrol emocional que
presentan • Son capaces de llorar por horas o gritar y agredirse durante un buen rato • Algunos se muestran bastante infantiles • Asumen posturas de indefensión
Estilo Problema
Se tornan manipuladores para obtener
lo que quieren
Acomodan las cosas a su conveniencia
Sus valores poseen una jerarquía
propia
Se suele dar ciertos permisos
justificables para romper algunas
normas
Son buscadores de sensaciones y
emociones
Les cuesta aceptar los límites
impuestos a su libertad
El riesgo le parece muy atractivo
El placer y el disfrute los atrae un poco
más que a los demás
El aburrimiento es una experiencia
insoportable
Las prácticas ilegales son constantes
en su vida
No mide las consecuencias de sus
actos y hace lo que sea preciso para
conseguir lo que quiere
No le preocupa hacerle daño a otras
personas e incluso suele gustarle
Asumir responsabilidades o
comportarse éticamente no es de su
interés
Puede poner en riesgo su vida o la de
otros sin preocuparse
Parece no experimentar culpa y cree
que el mundo es del más fuerte nada
más
Dañar a otras personas o cometer
ciertos crímenes les puede parecer
plenamente justificable.
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CREÍDO
• Soy una persona muy especial • Puesto que soy superior, tengo derecho a un trato y privilegios especiales • A mí no me obligan las reglas que valen para los demás • Es muy importante obtener reconocimiento, elogio y admiración • Si los demás no respetan mi status, deben ser castigados • Todos tienen que satisfacer mis necesidades • Los demás deben reconocer lo especial que soy
Estilo Problema
Cuando habla de sus logros, siempre
son reales y proporcionados.
Su autoestima es real.
Las personas no experimentan
pedantería cuando están
escuchándolo hablar de sí mismo.
Son líderes que inspiran confianza y
pueden ser humildes a pesar de la gran
confianza que se tienen.
Puede trabajar en equipo aceptando
los talentos de los demás.
Acepta los cumplidos sin
engrandecerse.
No le molesta no ser centro del elogio.
Cree merecer un trato especial, aun sin
mérito alguno.
Se autoexalta y habla de él con
frecuencia.
Solo se siente comprendido y le
interesa relacionarse con personas de
gran nivel académico, económico o
político.
Vive preocupado por el éxito.
Cuando no es admirado ni tratado de
forma especial siente rabia.
Descalifica constantemente a las
personas, los procesos o instituciones.
Es explotador y cree que la gente está
a su servicio.
La arrogancia, la pedantería y la
soberbia le caracterizan.
Estilo Problema
Son muy sensibles en la vida cotidiana
Las relaciones interpersonales son
centro de sus pensamientos
Su estilo de vida puede ser un poco
fuera de lo normal
Es un buscador de experiencias
Sus reacciones emocionales son
intensas y a veces un poco exageradas
Son capaces de darse cuenta de cómo
afectan para bien o para mal a las
personas
Sus intereses creativos los motivan
Sus cambios anímicos son bastante
fuertes
Los picos emocionales suelen
gobernarlos
Le temen al abandono de las
relaciones y hacen cualquier cosa por
evitarlo
Pasan del amor al odio en sus
relaciones en pocos minutos
Son impulsivos y suelen autoagredirse,
se cortan o se golpean
Se sienten vacíos internamente
Presentan amenazas suicidas
Recuperar el control emocional, una
vez se desbordan , les cuesta trabajo
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ACTOR
• Soy una persona interesante, estimulante • Para ser feliz necesito que otras personas me presten atención • Si no entretengo o impresiono a la gente, no soy nada • Si no atraigo la atención de los demás, no les gustaré • El modo de conseguir lo que quiero consiste en deslumbrar o divertir a la gente • Las personas que no me responden muy positivamente, son malas • Es terrible que la gente me ignore
Estilo Problema
Se ven muy extrovertidas, emocionales y
poco tímidas.
Les gustan los halagos y cumplidos pero
no dependen de ellos.
Son agradables y un poco coquetas pero
de manera sutil.
Existe cierto grado de sensualidad.
La presentación personal es importante,
pero no viven obsesionadas con ello.
Son muy expresivas afectiva, emocional
e interpersonalmente.
Sufre si no es el centro de atención.
Seduce a los demás para
manipularlos.
Siente rabia o depresión cuando pasa
desapercibida.
La apariencia física es una obsesión.
La perciben falsa y egoísta,
descentrada y superficial.
Sus emociones y reacciones son
desproporcionadas.
Se camufla con diferentes fachadas y
es muy influenciable.
Miente y se convence de ello para
obtener la atención.
DEPENDIENTE
• Ser abandonado es lo peor que me puede pasar • Si no me aman, seré siempre infeliz • No debo hacer nada que ofenda a quien me apoya o me ayuda • Debo ser sumiso para conservar su benevolencia • Debo tener acceso a esa persona en todo momento • Debo cultivar la relación más íntima posible • No puedo tomar decisiones por mí mismo • No sé desenvolverme bien como otras personas • Necesito que otros me ayuden a tomar decisiones o me digan qué tengo que hacer
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Estilo Problema
Pide consejo para sus decisiones.
Se preocupa bastante por el bienestar de
los demás.
Se siente cómoda con el apoyo de otros
pero puede hacerlo solo.
Prefiere la armonía interpersonal pero si
hay que poner límites lo hace.
Le gusta trabajar en grupo.
Es considerado y en ocasiones se sacrifica
como acto de amor y no por miedo.
Prefiere estar acompañado.
Deja que otros tomen sus decisiones.
Busca que otros asuman sus
responsabilidades.
Nunca entra en desacuerdo para evitar
problemas.
Cede ante el conflicto.
Le cuesta iniciar proyectos.
Se victimiza con tal de tener apoyo.
Teme mucho estar sin ayuda o sola.
Endeuda a las personas para que se
porten bien.
Busca la aprobación de las demás
personas a cualquier precio.
MIEDOSO
• Debo evitar las situaciones en las que atraigo la atención, o ser lo menos llamativo posible • Los sentimientos desagradables aumentan de intensidad y se vuelven incontrolables • Si otros me critican, deben tener razón • Es mejor no hacer nada que intentar algo que pueda fracasar • Si no pienso en un problema, no tengo que hacer nada al respecto • Cualquier signo de tensión en una relación indica que va mal; por lo tanto, debo cortarla
Estilo Problema
Prefieren trabajar o realizar actividades
en solitario para evitar la crítica o el
rechazo.
Temen hacer el ridículo así es que
tienden a prepararse muy bien para
tener estas posibilidades controladas.
Prefieren no enfrentar ciertas
situaciones en donde puedan ser
criticados.
No tienen muchas relaciones íntimas
pues les preocupa un poco la crítica.
Se critica sus habilidades, aunque se
atreve a ejecutarlas si le toca.
Las reuniones o los grupos le generan
algo de ansiedad pero logra manejarla.
Anticipa posibles riesgos y los
previene.
No le gustan las actividades grupales por miedo
a la crítica o el rechazo.
Les aterra hacer el ridículo y evaden cualquier
situación en donde corran este riesgo,
especialmente contextos de evaluación.
Para relacionarse con alguna persona tienen
que estar seguros de caer bien.
No tiene relaciones cercanas con sus
compañeros de trabajo.
Le es muy difícil o casi imposible romper el hielo
o iniciar nuevas relaciones.
Se especializa en disimular sus miedos y en
evadir contextos en donde pueda ser evaluado.
Fantasea constantemente como manejar
situaciones.
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INTENSO
• Soy totalmente responsable por mí mismo y los demás • Para que las cosas se hagan, sólo puedo contar conmigo mismo • Los demás tienden a ser demasiado informales, a menudo irresponsables, autocomplacientes o
incompetentes • Es importante que cualquier tarea se realice a la perfección • Necesito orden, sistema y reglas para que la tarea se realice bien • Si no soy sistemático, todo se derrumbará • Cualquier falla o defecto en la ejecución puede provocar una catástrofe
Estilo Problema
Tienen límites en la perfección de sus
tareas.
Les gusta hacer las cosas bien y se
enorgullecen de los trabajos que terminan.
Saben que está bien y que está mal, son
íntegros en sus vidas, y reconocen la
flexibilidad en la misma.
Aunque les cuesta posponer sus
responsabilidades, reconocen los espacios
de ocio, diversión y amistad.
Aunque a veces no comparten el modo de
ser de otras personas, reconocen que hay
muchas formas de hacer una actividad.
Tiene la posibilidad de revisarse y cambiar
su postura u opinión.
Les atrae el orden, la armonía y la
puntualidad en lo que hacen y esperan de
los demás.
Buscan la perfección en todo lo que
hacen, incluyendo pequeñas
actividades.
En busca de perfección y corroboración
hacen listas exhaustivas.
No disfrutan de actividades de
esparcimiento.
Ahorran en extremo gastos, productos,
tiempo, etc.
Muy autosuficientes, quedándoles muy
difícil delegar tareas.
Detallistas y críticos constantes,
centrados en los errores de los demás,
incluso asumiendo posturas de
educador o tirano descalificador.
Desarrollan rituales mentales o juegos
comportamentales secretos como contar
escalones, sistematizar pasos para
utilizar el baño, etc.
UN MODELO DE CAMBIO BASADO EN PROCESOS Tradicionalmente se ha definido el cambio de la conducta adictiva como el paso de una situación de consumo a otra de no consumo, desestimando los procesos que precisamente hacen posible esa transición. Desde esa concepción se han realizado evaluaciones centradas exclusivamente en la dicotomía consumo/no consumo de drogas asumiendo que el sujeto que demanda tratamiento, o simplemente manifiesta querer cambiar, está ya preparado para ello. Sin embargo la realidad clínica de las drogodependencias es bien distinta, tal como lo demuestra el que gran parte de los pacientes que asisten a los recursos asistenciales no disponen de una predisposición adecuada que garantice poder iniciar y mantener cambios en su conducta adictiva. Con el tiempo, esta situación clínica ha quedado reflejada en los diferentes acercamientos conceptuales los cuales han pasado a describir el cambio como un continuo en el que se pueden perfilar y distinguir una serie de etapas. De los modelos que se han desarrollado desde la perspectiva del cambio como proceso el que más apoyo ha tenido ha sido el modelo transteórico de Prochaska y DiClemente (1992).
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Este planteamiento, formulado por Prochaska y DiClemente en los años ochenta (Prochaska y DiClemente, 1982, 1983, 1985), es un modelo tridimensional que proporciona una visión global y al mismo tiempo diferenciado del cambio a partir de la integración que realiza de estadios, procesos y niveles de cambio. Los estadios identifican los diferentes niveles de predisposición al cambio que puede mostrar una persona cuando se plantea modificar su conducta adictiva. El situar a la persona en el estadio más representativo de los cinco que se proponen, permite evaluar cuándo es posible que ocurran determinados cambios de intenciones, actitudes y conductas. Los procesos permiten comprender cómo suceden esos cambios, cómo va incrementándose el nivel de predisposición al cambio. Estos procesos incluyen el conjunto de actividades encubiertas o manifiestas que una persona suele realizar para modificar o consolidar su nivel motivacional. Finalmente, los niveles de cambio ponen de manifiesto hasta qué profundidad es necesario trabajar con una persona para que pueda iniciarse y consolidarse el cambio, o lo que es lo mismo qué cambios se necesitan para abandonar o reducir la conducta adictiva. DESCRIPCIÓN DE LAS TRES DIMENSIONES DEL MODELO TRANSTEÓRICO Estadios de cambio Según el modelo, existen cinco estadios a través de los que evolucionan los adictos desde que se plantean un posible cambio hasta que dejan definitivamente de consumir: precontemplación, contemplación, preparación, acción y mantenimiento. En el estadio de precontemplación la persona no tiene intención de cambiar (habitualmente evaluado para los próximos 6 meses); en el de contemplación la persona tiene la intención de cambiar a medio plazo (en los próximos 6 meses); en el de preparación para la acción tiene la intención de cambiar a corto plazo, en los próximos 30 días y ha hecho un intento serio de abandono en el último año, estando al menos un día abstinente de consumir en el año previo; en el de acción la persona deja de consumir, durante al menos 24 horas y menos de 6 meses; y, en el estadio de mantenimiento la persona lleva al menos 6 meses sin consumir la sustancia. 1. Estadio de precontemplación a. El adicto que se encuentra en esta fase no se cuestiona su situación, puede que ni siquiera vea el
problema, por lo que invierte muy poco tiempo y energía en plantear un posible cambio de su conducta.
b. No es consciente de las consecuencias que tiene, para sí mismo y para las personas que le rodean, su conducta adictiva, porque cree que lo que hace y su estilo de vida no suponen problema alguno. Experimenta menos reacciones emocionales ante los aspectos negativos de su problema, en comparación a la reactividad observada en fases posteriores.
c. En esta fase lo gratificante del consumo de drogas tiene para él más peso que los aspectos negativos.
d. Es probable que la persona permanezca en esta fase porque no dispone de la suficiente información sobre su conducta adictiva.
e. Dado que no consideran tener ningún problema, cuando acuden a tratamiento lo hacen presionados, de modo que si lo inician lo hacen con el único objetivo de reducir la presión bajo la que se encuentran. Si no se trabaja su nivel motivacional, cuando disminuye la presión externa suelen reinstaurar su estilo de vida previo.
f. Es probable que, en esta fase, la persona se muestre a la defensiva ante cualquier presión externa hacia el cambio. En esta etapa es importante que el terapeuta sepa manejar la resistencia del paciente, siendo una buena técnica para ello la entrevista motivacional.
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2. Estadio de contemplación
a. En esta etapa los adictos son más conscientes de los problemas derivados de su conducta
adictiva, lo que le ayuda a reevaluarse a nivel cognitivo y afectivo, estando más abiertos a recibir
feedback sobre su consumo de drogas. Incluso pueden valorar la posibilidad de aunque no han
elaborado un compromiso serio de cambio. El cambio se plantea a nivel intencional, pero no se
observa ninguna conducta que manifieste de manera objetiva esa intención cognitiva.
b. Comienzan a equilibrarse las consecuencias positivas y negativas del consumo de drogas y, como
consecuencia de ello, empiezan a plantearse dejar de consumir, aunque básicamente mantienen
su ambivalencia en este balance.
c. Los drogodependientes en esta etapa se caracterizan por la necesidad de hablar sobre su
problema, tratando de comprender su adicción, sus causas, consecuencias y posible tratamiento.
d. El drogodependiente puede permanecer en esta etapa años.
3. Estadio de preparación
a. Es el momento en que el adicto toma la decisión (intención) y realiza pequeños cambios en su
conducta adictiva (conducta manifiesta), destinados a abandonar el consumo de drogas. Entre
los cambios que realiza destaca, por ejemplo, el disminuir la cantidad que se consume.
b. El progreso hacia la siguiente etapa requiere cambios respecto a cómo se siente y cómo valora
el estilo de vida vinculado al consumo de drogas.
4. Estadio de acción
a. Se produce un cambio importante en su conducta problema. El adicto deja de consumir drogas.
b. El paciente cambia su conducta encubierta y manifiesta en relación al consumo de drogas, así
como los condicionantes que afectan a la conducta de consumo.
c. Representa los cambios más manifiestos y requiere por parte de la persona un compromiso importante que le exigirá un gran esfuerzo y tiempo.
d. Como consecuencia de la abstinencia, que es la conducta manifiesta más llamativa para el entorno, la persona obtiene apoyo y refuerzo social, lo que refuerza todos los cambios que está realizando.
e. El estadio de acción hace referencia a los 6 primeros meses de cambio.
5. Estadio de mantenimiento
a. En esta etapa la persona intenta consolidar los logros de la etapa anterior y prevenir una recaída. El estadio de mantenimiento se inicia a los 6 meses de iniciado el cambio.
b. Puede tener miedo no solo a la recaída, sino también al cambio en sí mismo, porque puede creer que cualquier cambio puede llevarle a una recaída. La consecuencia inmediata en estas circunstancias es el retraimiento y búsqueda de la máxima estructuración en su nuevo estilo de vida.
c. Probablemente en esta etapa lo más importante para el paciente es su sensación de que se está convirtiendo en el tipo de persona que quiere ser.
El paso de unos estadios a otros Una de las aportaciones más significativas del modelo guarda relación con el modo en que se conceptualiza el avance dentro del proceso de cambio. Es sabido que los drogodependientes no avanzan a través de las distintas fases de forma lineal, sino que suelen pasar varias veces por la misma fase hasta que consiguen mantenerse abstinentes. Esto viene a reflejar que los pacientes recaen, en la mayoría de
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ocasiones, varias veces hasta que consiguen dejar de consumir drogas definitivamente. Hay distintos modos de representar gráficamente el modelo para explicar precisamente esta cuestión, pero probablemente la figura que mejor representa lo que sucede es una espiral, porque aunque los pacientes pasan varias veces por las fases, ninguna de esas experiencias es exactamente igual a la anterior. Esto es, los periodos de consumo y abstinencia son diferentes entre sí, de modo que es precisamente el análisis de estas diferencias lo que le permite al paciente identificar su posición y avance respecto a periodos anteriores por los que ya ha pasado. Dentro del estadio de acción y mantenimiento, el paciente puede “recaer”, entendiendo la recaída como el regreso a un estadio motivacional inferior. En este caso, si la persona se encuentra en el estadio de acción regresaría al de preparación, contemplación o precontemplación. Si la persona estuviese situada en el estadio de mantenimiento podría regresar al de acción, preparación, contemplación o precontemplación.
Fuentes Bibliográficas Álvarez M., (2003). Sepa todo sobre las Adicciones. Panamá., Ed. América. Cañal M., (2003). Adicciones: Cómo prevenirlas en niños y jóvenes. Bogotá. D.C., Ed. Norma. Martínez E., (2011). Los modos de ser inauténticos: Psicoterapia centrada en el sentido de los trastornos de la personalidad. Bogotá. D.C., Ed. El Manual Moderno Ltda. Martínez E., (2008). Evitando la Adicción: Guía para padres y Educadores. Bogotá D.C., Ed. Colectivo Aquí y Ahora. Washton A., Boundy D., (2009). Querer no es poder: Cómo comprender y superar las adicciones. Barcelona: Ed. Paidós.