Post on 29-Jul-2022
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS
BIOLOGICAS Y AGROPECUARIAS
Efectos de la manipulación de factores geofísicos y geoecológicos
sobre el comportamiento en circunstancias de adaptación y sobrevivencia:
El caso de la alimentación de un grupo de
gorilas de tierras bajas (Gorilla gorilla gorilla) en cautiverio
Tesis que para obtener el grado de
Maestro en Ciencia del Comportamiento
Presenta
Dulce Carolina Montero Moguel
Director: Dr. en C. Gerardo Alfonso Ortiz Rueda
Comité: Dr. en C. Felipe Cabrera González
Guadalajara, Jalisco. Junio de 2010
A quien hace posible
el tiempo, el espacio
y la vida.
Gracias por otra
bendición.
AGRADECIMIENTOS
A la Universidad de Guadalajara, pues por medio del Centro de Estudios e
Investigaciones en Comportamiento tuve la oportunidad de cursar este posgrado. Al
CONACYT, por el apoyo que recibí y que hizo posible mi estadía en este nivel
académico, con la beca de código 205071.
Al Zoológico de Guadalajara por las facilidades prestadas durante la investigación, y las
atenciones del Director General MVZ Francisco Rodríguez Herrejón y del director de
área técnica MVZ Pablo Varela Negrete.
Al Dr. Gerardo Ortiz Rueda, quien pacientemente me dirigió en la elaboración de esta
investigación y a la Dra. Carmen Quintana Rodríguez por su disposición.
Al Dr. Felipe Cabrera González por el tiempo concedido y la forma tan asertiva de hacer
comentarios valiosos.
A mis amigas del posgrado Claudia Navarro y Ana Lilia del Toro, que sin su apoyo y
compañía no habría visto la meta final, y a quienes mostraron su amistad y apoyo: Coco
Hernández, Andrea Saucedo y Corina Rojano.
Y los últimos serán los primeros… a Conchy, Gina, Luis, Diana, Luis Fer y Naomi, mi
familia, que siempre me ha apoyado compartiendo mis victorias y dándome soporte en
mis errores. Y de manera muy especial a MI ESPOSO y MI HIJO que fueron quienes me
regalaron de su tiempo para finalizar lo iniciado.
INDICE
INTRODUCCIÓN 1
Estudio de las especies 5
Bienestar animal: físico y psicológico 9
Factores de ajuste de los organismos 12
El gorila de tierras bajas (gorilla gorilla gorilla) como especie de
estudio
16
Situación actual de los gorilas de tierras bajas 19
Gorilas en cautiverio 21
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 28
PROPUESTA EXPERIMENTAL
Estudio 1: Alimentos por propiedades físico-químicas (color) 33
Método 34
Sujetos 34
Materiales e instrumentos 34
Escenario 35
Diseño 40
Procedimiento 42
Resultados 44
Locomoción 45
Búsqueda de alimento 48
Variación altitudinal 51
Discusión
Locomoción 55
Búsqueda de alimento 57
Variación altitudinal 58
Estudio 2: Alimentos por preferencia de consumo 60
Método 61
Sujetos 61
Materiales e instrumentos 61
Escenario 61
Diseño 61
Procedimiento 62
Resultados 64
Locomoción 64
Búsqueda de alimento 68
Variación altitudinal 71
Discusión 72
Locomoción 72
Búsqueda de alimento 73
Variación altitudinal 74
Estudio 3: Alimentos por propiedades físico-químicas (sabor) 76
Método 77
Sujetos 77
Materiales e instrumentos 77
Escenario 77
Diseño 77
Procedimiento 79
Resultados 80
Locomoción 81
Búsqueda de alimento 84
Variación altitudinal 87
Discusión 88
Locomoción 88
Búsqueda de alimento 89
Variación altitudinal 90
Discusión de los resultados de locomoción, búsqueda de
alimento y variación altitudinal de los estudios 1, 2 y 3
90
Locomoción 91
Búsqueda de alimento 93
Variación altitudinal 94
Interacciones intra e interespecíficas observadas en los Estudios 1,
2 y 3
96
Definición de catálogo conductual 96
Resultados respecto a las interaccione intra e interespecíficas
observadas en la serie de estudios
98
Discusión de los resultados de las interacciones intra e
interespecíficas registradas en los tres Estudios
110
DISCUSIÓN GENERAL 114
REFERENCIAS 122
Efectos de la manipulación de factores geofísicos y geoecológicos sobre el comportamiento en circunstancias de adaptación y sobrevivencia:
El caso de la alimentación de un grupo de
gorilas de tierras bajas (Gorilla gorilla gorilla) en cautiverio
Introducción
Los ecosistemas como originalmente existen cuando son tierras vírgenes sufren
constantemente transformaciones por diferentes causas, una de estas causas es la
satisfacción de las necesidades de supervivencia del hombre, quien en algunos casos ha
provocado la desaparición total de algunos ecosistemas, lo cual demuestra que la
transformación del medio ambiente que ha hecho el hombre no ha tenido un
aprovechamiento sustentable (Rodríguez Luna y Domínguez, 2000).
En la actualidad, el cuidado y preservación de los animales en peligro de
extinción ha cobrado gran importancia. Diferentes disciplinas han aportado información
acerca de dichas especies, facilitando la comprensión de su forma de vida, hábitos y
necesidades básicas. Sin embargo, un gran número de ejemplares de diversas especies
amenazadas viven en zoológicos con condiciones diferentes a las naturales.
En este sentido, cobran importancia la necesidad de observar la supervivencia de
las especies tanto en libertad como en cautiverio y en éste último caso, también es
importante su adaptación adecuada y su reproducción. En estos aspectos, la psicología
puede aportar información valiosa que complemente los estudios de otras disciplinas
ayudando a definir claramente los factores que determinan el bienestar total de los
animales en cautiverio. Una de las especies en esta situación es el gorila de tierras bajas
(Gorilla gorilla gorilla).
2
El gorila de tierras bajas, como otros animales en peligro de extinción, tiene un
gran número de individuos de su especie viviendo en zoológicos y reservas ecológicas;
de esta forma se supone que la especie está protegida contra las situaciones que más
afectan su superviviencia (i.e. cacería furtiva y la devastación de su ecosistema). Sin
embargo, en este tipo de hábitat surgen otros aspectos a cuidar que se relacionan con el
ajuste y el bienestar psicológico de la especie; es decir, la sana adaptación de los
organismos ante los nuevos estímulos a los que está expuesto, de manera que presente
respuestas que correspondan a los estímulos presentes, se supriman las que sean
innecesarias y que puedan afectarle, además de sustituir unas respuestas por otras de
acuerdo a su nuevo hábitat.
En los últimos años, los zoológicos han sido fuente para el diseño de estrategias
que han servido para salvar especies animales en peligro de extinción (Monrroe &
Fortino, 1997); así, se valora que la observación, datos y manipulaciones que puedan
hacerse en este medio (cautiverio) puede ser benéficas tanto para los organismos cautivos
como para otros organismos de la misma especie y de otras especies similares.
El diseño de tales estrategias pueden, a su vez, ser efectivas en ambientes de
libertad, cautiverio y semicautiverio puesto que los animales, en cualquiera de estas
condiciones, ocupan buena parte de su día en actividades relacionadas con los alimentos
(i.e. búsqueda de alimento y comer) (e.g. John Aspinall foundation s/f); por ello, es
factible suponer que las características, presentación, ubicación y cambios en los
alimentos puedan promover cambios importantes en la conducta de los individuos
(Remis, 1997a), en tanto que la conducta implica ajuste del organismo a las condiciones
cambiantes de su medio (e.g., Kantor, 1924).
3
La presente tesis basa sus observaciones en el gorila (Gorilla gorilla gorilla) que
es una especie en peligro de desaparecer, con la finalidad de que, desde una perspectiva
psicológica, se pueda aportar información útil para la supervivencia y bienestar de esta
especie en cautiverio. Para esto se exploró el efecto de los factores asociados con la
ubicación y caracterización del alimento (i.e. color, preferencia y sabor) sobre la elección
de alimento en un grupo de gorilas en cautiverio.
Las categorías geofísicos (color, preferencia y sabor de los alimentos) y
geoecológicos (número y ubicación de zonas de alimentación) para los estudios de la
presente tesis fueron elegidas atendiendo a que se tienen algunos datos relacionados en
libertad y que no han sido explorados en cautiverio, además de que no afectan la dieta
cotidiana de los organismos observados, sino que solamente modifica la presentación de
la misma.
Al mismo tiempo, estas características son las que pueden observarse con mayor
facilidad y precisión a simple vista, y puede dar beneficios directos y rápidos dentro y
fuera del zoológico ya que, por un lado, las propuestas que surjan a partir de los
resultados podrían ser llevadas a cabo de forma cotidiana por los “animaleros” (i.e.
cuidadores) del zoológico sin la necesidad de ayuda especializada; y por otro lado, los
datos que surjan de cada estudio podrían servir para plantear nuevas formas de explorar
las mismas u otras categorías geofísicas en conjunto con las mismas u otras categorías
geoecológicas que permitan la obtención de nuevos resultados que aporten datos que
beneficien a las especies, por ejemplo, para la estructuración sistemática de planes de
manejo y enriquecimiento ambiental.
4
Así, la presente tesis inicia el marco teórico con una descripción respecto de lo
que la psicología y otras disciplinas han hecho, en relación con el objetivo que da pie a
este trabajo. Posteriormente, se definen los conceptos de bienestar físico y psicológico
que son importantes para entender la aportación del presente, así como los factores de
ajuste de los organismos desde la propuesta de Ortiz, Correa y Gallardo (2006) y,
finalmente, se describe la especie observada con el fin de dejar claras sus características,
su situación como especie en peligro de extinción y los estudios hechos, y resultados
obtenidos, en condiciones de libertad y cautiverio.
Posteriormente se plantea el problema que da pie a tres estudios exploratorios (i.e.
manipulación de propiedades fisicoquímicas de color, sabor y por preferencia de los
alimentos), en los que se manipulan las categorías geoecológicas de número y ubicación
de las zonas de alimentación, y las categorías geofísicas relacionadas con las
características de los alimentos: en el Estudio 1 se manipula la característica
fisicoquímica del color de los alimentos, en el Estudio 2 la preferencia mostrada hacia
ciertos alimentos y en el Estudio 3 el sabor de los alimentos.
Cada estudio sigue la misma estructura: primero, se realiza una breve
introducción, luego se presentan las características metodológicas del estudio (i.e.
escenario, diseño) y posteriormente los resultados. Después, se presenta una discusión
que incluye los resultados de tres de los aspectos observados (locomoción, búsqueda de
alimento y variación altitudinal). El apartado siguiente trata acerca de las interacciones
intra e interespecíficas, para lo cual se presenta una breve introducción, se describe el
catálogo conductual utilizado y se presentan los resultados con su respectiva discusión.
El lector podrá notar que la presentación, análisis y discusión de los datos de interacción
5
se llevan a cabo tomando en cuenta la serie completa de estudios; se procedió de esta
manera debido a que parece ser una estrategia más parsimoniosa y fructífera, en lugar de
presentar los resultados por separado. Finalmente se presenta la discusión general que
abarca los Estudios 1, 2 y 3 en tanto los resultados de la locomoción búsqueda de
alimento y variación altitudinal, así como de las interacciones intra e interespecíficas.
El estudio de las especies.
Los animales son estudiados desde diferentes disciplinas que buscan explicar las
distintas actividades que el organismo lleva a cabo para subsistir, así como los beneficios
y perjuicios que le causa al entorno en el que habita. En la actualidad se comprende que
la pérdida de bosques, selvas y animales que son parte de esos ecosistemas llevan a
peligrar la existencia humana aunque, en muchos casos, es el mismo hombre el que ha
matado los organismos de una especie de forma parcial o total sea disparando
directamente a los especimenes (i.e. caza) o afectando su ecosistema (i.e. tala).
En contraparte, diferentes organizaciones que se ocupan de proteger especies
animales (i.e. John Aspinall foundation, Dian Fossey foundation, Greenpeace, WWF)
invierten recursos económicos y humanos en la investigación, cuidado y preservación de
especies animales amenazadas. Los resultados de sus investigaciones suelen ser resultado
del trabajo sistemático de especialistas de disciplinas diversas que buscan dar a dichas
especies mayores oportunidades de supervivencia cuidando su hábitat, creando reservas o
mejorando las condiciones en las que están los animales cautivos (e.g., Jhonstone -Scott,
1990; Amstrong, 2000).
6
Las diversas disciplinas encargadas del estudio de los animales, trabajan desde
varias perspectivas que se complementan atendiendo desde la parte física del organismo
hasta los aspectos relacionados con su medio ambiente y la interacción que existe entre
éstos, es decir, la conducta (e.g. Skinner, 1938). Desde el ámbito de la ecología, la mayor
parte de las variables se refieren a recursos apropiados para cubrir las necesidades
nutricionales, de protección, seguridad y confort de los animales (Rodríguez- Luna,
1998). En el caso de la zoología, los estudios describen y organizan a los animales, y la
especie a la que pertenecen, de acuerdo a las características físicas y patrones de
comportamiento propios de la especie.
La etología, por su parte, se ha ocupado de describir las actividades de las
diversas especies; de hecho, Hinde (1977) comenta que la etología es el término que se
ha usado para designar el estudio del comportamiento animal y de su ecología. Los
estudios hechos desde esta disciplina buscan, en general, describir los patrones innatos de
comportamiento que despliegan los organismos en su ambiente natural (e.g. Ortiz y del
Toro, en revisión), buscando identificar los estímulos causales de dichos patrones.
Estas disciplinas, desde un ámbito biológico, aportan conocimientos valiosos
observando a los animales en sus ambientes naturales y explicando sus características,
relaciones y comportamientos en dichos ambientes. Sin embargo, los animales que, por
diferentes razones, están resguardados en ambientes protegidos, o en zoológicos, no
suelen seguir todos los patrones de comportamiento descritos en libertad. En este sentido,
la psicología puede aportar herramientas para analizar el cambio de conductas del
organismo bajo el entendido de que las condiciones del encierro son diferentes a las
condiciones en libertad y que, por lo tanto, el organismo deberá ajustarse a ese nuevo
7
ambiente y sus características. De hecho, Kantor (1924) sugiere que lo que interesa a la
psicología es precisamente el ajuste del organismo y sus características particulares al
ambiente y sus características particulares.
Kantor (1924), propone una diferencia entre conducta física, biológica y
psicológica cuya comprensión es relevante para la presente tesis. El comportamiento
físico involucra el movimiento por la inercia, es decir actuar por una fuerza ejercida
sobre el cuerpo. El comportamiento a nivel biológico implica la organización de la
naturaleza o ajuste reactivo de los organismos a las condiciones físico-químicas que
presiden su existencia. Por último, el comportamiento psicológico consiste en actos
complejos de respuestas que el organismo desarrolla al interactuar con su ambiente y que
se caracteriza por presentar variabilidad, diferenciación, modificación, integración,
demora e inhibición de la reacción.
En este sentido pueden observarse las respuestas que los organismos presentan
ante los elementos y eventos que forman parte de una situación específica; es decir, el
organismo responde ante los elementos presentes, sean físico-químicos (i.e. objetos,
sabores) o convencionales, en el caso humano (i.e. reglas de dominación del grupo al que
pertenece) (Ortiz y del Toro, en revisión). Estas respuestas pueden considerarse como
comportamiento, al definirse como el ajuste del individuo ante condiciones cambiantes.
Para considerar que un comportamiento es psicológico deben considerarse las siguientes
características: a) el comportamiento debe ser variable (diferentes respuestas a un
estímulo), b) diferencial (discriminar el estímulo ante el cual presentar la respuesta), c)
modificable (cambiar la respuesta como resultado de experiencias previas), d) integrable
(integrar la respuesta a otras ya existentes), e) demorable (responder tiempo después de
8
haber tenido contacto con el estímulo) y, f) presentar inhibición de la reacción (ya no
responder ante el estímulo) (Ribes y López, 1991).
Dichas respuestas deben observarse y considerarse como comportamiento en su
inserción en la situación particular en la que ocurren, es decir, el ambiente. Éste es un
conjunto de factores o situaciones donde se establecen relaciones particulares, que
algunos autores (e.g. Torres, 2005) lo llaman “arreglo contingencial”, pues es el espacio
donde se permiten ajustes específicos de algunos elementos, incluyendo al organismo o
sujeto (Ribes y López, 1991), en donde si se modifica alguno de los elementos, el arreglo
será distinto y posiblemente también será distinto el ajuste requerido (Ortiz, Correa y
Gallardo, 2006; Ortiz y del Toro, en revisión).
Bajo el entendido de que cada disposición ambiental promovería una respuesta
particular de cada individuo atendiendo a los factores que componen el arreglo
contingencial y a su historia interactiva, las diferencias de las condiciones en cautiverio
contra las condiciones en libertad pueden suponer ajustes conductuales específicos por
parte de los organismos. Estas conductas, que pueden ser diferentes a aquellas que se
presentan en ambientes naturales, pueden clasificarse como funcionales cuando son útiles
al responder a un estímulo, requeridas si son necesarias ante un estímulo, específicas si
son exclusivamente presentadas para ese estímulo en particular o irrelevantes si no tienen
importancia alguna para la respuesta ante el estímulo (e.g. Torres, 2005; Ortiz y del Toro,
en revisión). Por lo tanto, desde el punto de vista desde el que se desarrolla el presente
trabajo, sería difícil esperar que los animales que viven en cautiverio presenten los
mismos patrones fijos de acción que la especie presenta en libertad; por ello, tampoco se
podría considerar que dichos patrones sean indicadores inequívocos de salud ya que si se
9
considera que el ambiente de cautiverio en el que habitan es diferente al ambiente en
libertad, algunas conductas que en su hábitat natural podrían ser requeridas o funcionales,
en este nuevo ambiente podrían ser irrelevantes y, por lo tanto, podrían requerirse de
nuevos (o diferentes) patrones de conducta que les permitan ajustarse. Es decir, se
debería esperar la observación de conductas que correspondan a las diferentes situaciones
a las que están expuestos los diferentes individuos.
Bienestar animal: físico y psicológico.
En la 79a reunión de la Organización Mundial para la Salud Animal (Bayvel, 2008) se
definió que el bienestar animal requiere de prevención de enfermedades, tratamientos
veterinarios, vivienda y nutrición adecuadas y la no amenaza de caza. De forma que el
bienestar animal se puede determinar observando si el animal está saludable, cómodo,
bien alimentado, expresa comportamientos innatos y no presenta estados desagradables
como dolor, miedo o angustia. La perspectiva psicológica considera que, con respecto a
la conducta, más allá de la presencia de comportamientos innatos, el bienestar se basaría
en la función adaptativa (i.e. ajuste a las condiciones cambiantes del medio) de las
conductas típicas de cada especie, es decir la forma en que los animales hacen frente a las
condiciones en las que viven (e.g. Krause, Gordon, Burghardt & Lentini, 1999; Bayvel,
2008). Por su parte, Mason & Veasey (2010), agregan que en el bienestar animal deben
considerarse las respuestas de comportamiento y cognoscitivas (i.e. respuestas de
acercamiento/evitación), las respuestas fisiológicas (i.e. relacionadas con orina, heces,
pelo), la reproducción (i.e. cuidado maternal pobre) y la salud (i.e. libre de
enfermedades).
10
Así, parece importante considerar que el bienestar animal implica tanto el
bienestar físico como el psicológico del individuo, los cuales indican el adecuado ajuste
a las condiciones presentes de vida. De acuerdo con De la Sota (2004), el bienestar físico
se refleja en un buen estado de salud (i.e. reproducción, peso y talla adecuados), mientras
que el bienestar psicológico se mide a partir del bienestar en el comportamiento, dentro
de parámetros normales o esperados. Tal bienestar psicológico, según algunos autores
(e.g., Coelho & Carey, 1990), atiende a un estado de armonía física y psicológica de un
animal. Al respecto, la Commission on Life Sciences (1998), sugiere medir el bienestar
psicológico a partir de la ausencia de signos de molestia o dolor (i.e. respiración
acelerada, posturas y expresiones). Adicionalmente a los aspectos biológicos
mencionados anteriormente, desde la perspectiva psicológica el bienestar se basa en la
función de ajuste de las conductas típicas de cada especie (e.g. Krause, Gordon,
Burghardt & Lentini, 1999).
Ortiz y Del Toro (en revisión) consideran que la medición del bienestar
psicológico debe relacionarse con la identificación del despliegue conductas de ajuste
(i.e. funcionales, requeridas, específicas), identificando si las conductas irrelevantes no
son ajustivas, o tienen relación con las conductas estereotipadas. Es decir, identificar si el
organismo se ajusta de acuerdo a lo que la situación le demanda.
Por tanto, las respuestas de los organismos deben observarse y analizarse no
solamente en su concordancia con lo que la especie hace en libertad, sino con la relación
que dichas respuestas guardan con el arreglo contingencial al que se enfrenta el
organismo en particular, es decir con el ajuste o no que dichas conductas permiten al
individuo. Para clasificar las conductas, es necesaria la observación de los organismos
11
considerando el hábitat en el que se encuentran y los factores que componen el arreglo
contingencial ante el cual responde, es decir la conducta del organismo aunada a los
agentes que la acompañan (i.e. la presencia o ausencia de otros organismos de su especie
o de especies diferentes, la extensión territorial, las plantas y objetos que se encuentren
en dicho espacio y las condiciones climáticas); de esta forma, las conductas que presente
un organismo que habita en su ambiente natural pueden diferir a las conductas de otro
que está, por ejemplo, en un zoológico, o la que presentan dos individuos en condiciones
distintas de encierro.
Los ambientes en los que viven los animales se han clasificado de acuerdo con
sus características y extensiones territoriales en libertad, semilibertad, cautiverio y
semicautiverio. Se considera ambiente de libertad al hábitat que corresponde a la
condición natural de los animales, en cuanto a especies vegetales, animales, predadores,
presas, extensión territorial, entre otros. Semilibertad es el hábitat en el que se conservan
condiciones similares a la de su ambiente natural pero con una extensión territorial
menor y delimitada; por su parte, el semicautiverio es una condición que conserva pocos
elementos del ambiente original y tiene una extensión considerable para que los animales
puedan trasladarse. Finalmente, el cautiverio es la condición en que el ambiente no
necesariamente tiene similitud con el hábitat natural y normalmente se cuenta con
extensiones territoriales limitadas (Rodríguez-Luna, 1998); casos paradigmáticos de ésta
condición son los zoológicos tradicionales.
Gran parte de las especies en peligro de extinción se encuentran en zoológicos y
reservas ecológicas que tienen entre sus varias finalidades la conservación de especies,
poniendo especial atención a las especies que peligran tal como se señala en la Ley
12
General de Vida Silvestre (Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, 2000), por lo
que cuidar el ajuste y bienestar psicológico de las especies que se encuentran al cuidado
de estos espacios es primordial.
Sin embargo, las diferencias existentes entre los espacios naturales de los
organismos y los que les son asignados es los zoológicos suelen ser considerables.
Guerrero (1997, citado por Ortiz y Cabrera, 2002), observa que en las condiciones del
encierro, las especies suelen vivir en lugares pequeños y con regímenes rutinarios de
alimentación y vida, lo cual puede llevarlos a patrones estereotipados que afectan su
salud y, por tanto, su ajuste. Por ejemplo, Oblitas (2009) reporta la presencia de estrés en
animales y condiciones inadecuadas para su estancia en los zoológicos de Tarija y Oruro.
En algunos casos, las diferencias de ambiente parecen no afectar en gran medida a los
animales, mientras que en otros casos se ven afectados al grado de morir; es decir,
algunas especies tienden a tener un ajuste sencillo (i.e. Ñandú, Carduelis carduelis)
(Pienica, Leites & Vitancourt, 2000) mientras que existen otras más que no han logrado
adaptarse y mueren como el mono aullador mexicano, (Allouata palliata) (Rodríguez-
Luna 1998).
Factores de ajuste de los organismos
Ortiz, Correa y Gallardo (2006) y Ortiz y del Toro (en revisión), sugieren que para
identificar las condiciones o factores que determinan el ajuste de los organismos a
diferentes condiciones de vida (i.e. cautiverio en zoológicos) deben considerarse
elementos tales como la identificación y clasificación de las actividades en que se
implican los organismos como las circunstancias de adaptación y sobrevivencia (i.e.
13
alimentación, apareamiento); la descripción del medio ecológico en que llevan a cabo sus
actividades cotidianas, la identificación de la necesidad o no de interacción con otros
organismos para el despliegue de conductas determinadas y la correspondencia funcional
entre el arreglo contingencial y los patrones conductuales expresados.
Hablar de circunstancias de adaptación y sobrevivencia implica la observación e
identificación de las situaciones que permiten a un organismo tener mayor oportunidad
de reproducción y sobrevivencia como la territorialidad y la presencia de elementos que
puedan servirle de alimento. La identificación y estudio de circunstancias de adaptación
y sobrevivencia son comunes desde la perspectiva etológica; dicha investigación atiende
al estudio de la especie desde una perspectiva ecológica, describiendo su conducta en
ambiente natural o en cautiverio, llevando una estadística del número de ejemplares
existentes de cada especie, describiendo su alimentación y su relación con otras especies,
entre otros (e.g., Hatt & Liesegang, 2002; Watts, 1991).
Otro elemento importante es la descripción del medio ecológico, es decir los
aspectos geofísicos (i.e. olores, colores, texturas características del espacio donde habitan
los organismos) y geoecológicos o de distribución geográfica del espacio en el que habita
el organismo, es decir la extensión territorial y la ubicación de lugares importantes para
las actividades comunes de los habitantes (i.e. lugares de descanso, protección y
alimentación) del ambiente. Adicionalmente a los elementos mencionados, se consideran
importantes las relaciones intra e interindividuales, es decir la presencia o ausencia de
otros organismo con los que pueda observarse una relación, sea que sean de la misma
especie o de otras con las que coexistan en un mismo espacio. Estas relaciones cobran
14
importancia en el sentido de oportunidades de simpatría o competencia para actividades
cotidianas de alimentación, reproducción, entre otras.
Un tercer aspecto es el reconocimiento de los procesos interactivos implicados, o
dicho en otras palabras, identificar la forma en la que se relaciona el organismo con otros
organismos. Dichos procesos pueden ser de tres tipos: intraindividuales, interindividuales
y de dependencia interindividual. El primer tipo se refiere a los procesos donde la
presencia del sujeto en observación es suficiente para que se lleve a cabo la actividad (i.e.
descanso sólo). Los procesos interindividuales se refieren a los que implican que el sujeto
observado puede variar la presencia y frecuencia una conducta específica dependiendo de
la presencia de otro u otros organismos, además de las posibilidades de llevar a cabo
dichas conductas con determinados organismos. Y los procesos de dependencia
interindividual requieren de la presencia de otro organismo para que la conducta
observada se presente (i.e. cuidado de infantes).
El cuarto aspecto es la identificación de la correspondencia funcional entre la
contingencia y los patrones conductuales, es decir, saber si las respuestas que el
organismo presenta tienen o no sentido dentro del ambiente en el que habita. De este
modo, las conductas pueden clasificarse como específicas a la contingencia, requeridas
por la contingencia, funcionales a la contingencia o irrelevantes a la contingencia. Las
primeras se refieren a las conductas se presentan exclusivamente para un estímulo en
particular. Se consideran como requeridas a las conductas que son necesarias ante un
estímulo determinado. Las conductas funcionales son las que son útiles para responder a
un estímulo determinado y las irrelevantes son las que no tienen importancia alguna para
la respuesta ante el estímulo (e.g. Torres, 2005; Ortiz y del Toro, en revisión).
15
El modelo propuesto por Ortiz, Correa y Gallardo (2006) y Ortiz y Del Toro (en
revisión) pretende dar las herramientas para el análisis del comportamiento de las
especies en cautiverio o libertad desde una perspectiva psicológica, considerando que el
ambiente al que originalmente pertenece una especie presenta características particulares
que promueven el despliegue de conductas en los individuos y que, como se mencionó
anteriormente, la modificación de alguno o algunos de los elementos hace diferencia en
el arreglo contingencial y puede provocar el cambio de conductas de la especie con el fin
de ajustarse. Sin embargo, el cambio drástico de factores primordiales (i.e. clima) o de
gran número de factores simultáneamente (i.e. extensión territorial, alimentación,
ausencia de depredadores) puede complicar el ajuste de los organismos.
Dicho modelo propone que la descripción del medio ecológico en el que se
encuentren los organismos en observación se haga tomando en cuenta tres categorías:
geofísica, geoecológica y de interacción intra e interindividual. La primera categoría se
refiere a olores, colores, sabores, estaciones y las variantes climáticas, por ejemplo. La
segunda categoría se dirige a la descripción del tipo de espacio físico en el que se
encuentran los organismos considerando las zonas existencia y ubicación de zonas para
actividades específicas y primordiales tales como la alimentación, el descanso y la
protección de otros organismos sean de la misma especie o de otra. Por último, la tercera
categoría se refiere a las formas de interacción que se pueden observar en un grupo de
organismos que comparten un espacio, tales como la simpatría, competencia y agresión,
entre otras.
16
El gorila de tierras bajas (Gorilla gorilla gorilla) como especie de estudio.
Para el presente estudio se eligió una especie en peligro de extinción con numerosos
estudios previos, aunque casi la totalidad de éstos en libertad, el gorila de tierras bajas.
Esta especie, que también es conocida como gorila de tierras bajas del oeste, pertenece a
la clase Mammalia del orden Primate, familia Hominidae, del género Gorilla. Es
naturalmente originaria del continente africano, en el oeste de los bosques costeros de
tierras bajas al sureste de Nigeria, Camerún, Guinea Ecuatorial, Gabón y al norte del
Congo. La longevidad estimada de los gorilas es de 40 años y alcanza la madurez entre
los 7 a 8 años en el caso de la hembra y a los 12 en el caso de los machos; éstos últimos
pueden llegar a pesar entre 120 y 182 k alcanzando una altura entre 1.6 y 2 m; las
hembras son más pequeñas y solamente llegan a pesar hasta 90 k (e.g., Jiménez, 2004).
En los reportes que se han hecho de esta especie cuando se encuentran en libertad,
se ha observado que sus principales actividades del día son viajar (30%), descansar
(30%) y comer (40%) (John Aspinall foundation s/f). Respecto a dichas actividades, se
tiene registros de que un grupo de gorilas en libertad camina un promedio de 2.3 km por
día. Entre los gorilas de montaña y los gorilas de tierras bajas existen diferencias
alimenticias y de comportamiento, por ejemplo, los primeros comen una baja cantidad de
frutas y caminan poco; mientras que la especie en la que se centra este estudio suele
comer frutos de temporada y tener caminatas más largas; de hecho se ha notado que los
gorilas de tierras bajas parecen equilibrar el ejercicio con la alimentación, de forma que
en las épocas en las que consumen frutos silvestres tienen caminatas largas, mientras que
17
en las estaciones secas cuando consumen hierbas, hojas y cortezas, sus caminatas son
más cortas (Remis, 1997a).
Esta especie habita, en libertad, en espacios con follaje denso, compuesto por
diferentes especies vegetales. El gorila consume gran cantidad de estas especies
vegetales, por lo que se puede decir que viven literalmente sumergidos en comida. Por
ejemplo, en un estudio en África Central, se observó que consumieron 239 tipos
diferentes de alimentos originados de 138 especies de plantas y de insectos, incluyendo
77 tipos de frutos (Remis, 1997b).
Entre las plantas más consumidas por los gorilas se encuentra una especie llamada
galium, que es una liana pegajosa (e.g. Grzimek, 1986; Watts, 1991). Al mismo tiempo,
usan las plantas, árboles y lianas para otras actividades; por ejemplo, en los registros en
libertad se ha encontrado que cada noche hacen un nuevo nido para dormir, construir
constantemente sus nidos les ayuda a evitar los parásitos.
En cuanto a la interacción del gorila con sus iguales, se ha encontrado que es una
especie que muestra una estructura grupal a la cual algunos autores llaman social o
familiar (e.g., Rademacher, 2000; Meder, 2006), pues viven en grupos pequeños y
estables de 3 a 20 integrantes generalmente manteniendo lazos fuertes con el “espalda
plateada” o líder. Dicha estructura tiene su base en la importancia de las relaciones que se
establecen entre los miembros del grupo. Cada grupo tiene un gorila dominante (i.e. alfa,
líder o “espalda plateada”) y otros machos jóvenes además de hembras jóvenes, adultos y
las crías. La principal función del “espalda plateada” es la de defender a la familia y
mediar en los conflictos internos que se presentan (Gavira & Frances, 2001).
18
Los gorilas viven una buena parte de vida en su grupo de nacimiento, ya que es
donde pasan la niñez y parte de la juventud; cuando maduran abandonan el grupo natal y
se integran a otro grupo o inician uno nuevo con las mismas características del primer
grupo al que pertenecieron (i.e. un líder con varias hembras y otros jóvenes que vendrán
de la procreación de los primeros). La fundación Western Gorillas-Eastern Gorillas
(2006) describe que, usualmente, cuando un gorila joven madura, sea hembra o macho,
sale del grupo; en la mayor parte de los casos los machos permanecen solitarios hasta que
atraen a gorilas hembras jóvenes para hacer su propio grupo. En el caso de las hembras,
se unen a otro grupo de hembras o con un macho solitario.
Dicha emigración, marcada por la madurez obedece a la reproducción ya que, en
cada grupo, el “espalda plateada” es el que tendrá mayores probabilidades de procrearse;
por tanto, en el caso de los machos deben iniciar su propio grupo para tener oportunidad
de tener descendencia. Stteward & Harchourt (1987, citado por Flannery, 2006)
mencionan que las hembras abandonan el grupo para evitar procrearse con el “espalda
plateada” que, en la mayoría de los casos, es su padre.
La relación entre las madres y las crías va cambiando conforme la cría crece y se
hace independiente. Las hembras gorila suelen proteger a sus crías, transportarlas y
también enseñarles a alimentarse. Se ha observado que cuando las crías son pequeñas las
madres les proporcionan alimento con el fin de enseñarles las especies de plantas
comestibles y las partes de la planta que les sirve de alimento, conforme van creciendo
las crías se van haciendo cargo de su propia alimentación (Novell & Fletcher, 2006).
19
Situación actual de los gorilas de tierras bajas (Gorilla gorilla gorilla).
Se estima que hay entre 100,000 y 50,000 gorilas de tierra bajas aproximadamente,
aunque se aclara que realmente es difícil de hacer una medición exacta. Lo importante,
no es el número sino la forma tan drástica en la que la población de gorilas ha declinado,
la cual se atribuye principalmente al comercio, a la deforestación y al virus del Ébola. La
organización The World Conservation Union (IUCN), considera al gorila como una
especie en peligro crítico, que es apenas un estatus anterior al de extinto totalmente o
extinto en estado silvestre (Fundación John Aspinal, S/f).
La escala de la IUCN consta de nueve niveles, enumerándolos del más al menos
crítico de los niveles, primero engloba a los animales que se consideran extintos, el
segundo nivel es el extinto en estado silvestre, el tercero extinto en peligro crítico (i.e. el
gorila), el cuarto extinto en peligro, el siguiente es el nivel denominado vulnerable, el
sexto es casi amenazado es decir que están cerca del umbral de estar amenazadas, el
séptimo nivel es de preocupación menor o especies que están en bajo riesgo de extinción,
en octavo nivel se encuentran los animales de los que se tienen datos insuficientes, y por
último en el noveno nivel los animales que no han sido evaluados (Ecologistas en acción,
2006).
En el aspecto comercial, el gorila está muy cotizado, ya que según lo reportado
por la asociación argentina Barrameda (2005), para ese año su carne se cotizaba en
sesenta dólares el kilo y los ceniceros que se hacen con sus manos en ciento veinte
dólares cada uno. Esta situación es tan delicada que se considera que en diez o quince
años, es decir entre los años 2020 y 2025, podrían desaparecer los grandes simios; esto
20
fue declarado por Christian Nellemann, autor de un nuevo informe sobre la especie para
el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en un artículo para la revista
La veu d’Africa, en marzo de 2010 (Ansede, 2010).
El gorila junto con otros grandes simios y el humano, proviene de un tronco
común que se separó hace unos cinco millones de años, evidencia de lo cual son las
similitudes físicas entre las especies y las evidencias bioquímicas y genéticas que se han
encontrado entre éstas (Álvarez, 2000); de hecho, se sabe que el ADN de los gorilas
muestra el 98% de similitud con el ADN humano (Ridley, 2000; Toepfer, 2005, citado
por Barrameda, 2005). Según los estudios de la Convención sobre la Conservación de las
Especies Migratorias de Animales Salvajes, tres de las cuatro especies de gorilas están en
peligro de extinción, por lo que, de acuerdo a lo publicado por el Servicio de Noticias de
las Naciones Unidas (2008), declararon el 2009 como el año internacional del gorila, con
el objetivo de crear conciencia sobre la necesidad de proteger a esos animales, la
conservación de su hábitat y el resguardo de la especie.
La desaparición de esta especie afectaría tanto a la vegetación de los espacios que
habitan como a otras especies animales que dependen de dicha vegetación. Por ejemplo,
Rogers, Voysey, McDonald, Parnell & Tutin (1998) refieren que al observar los nidos
que los gorilas abandonaban cada mañana se encontraban semillas de diferentes plantas
que podían germinar por los nidos y excremento que los gorilas dejaban en éstos.
Dado este desolador panorama, la importancia de los gorilas en cautiverio
aumenta, puesto que podrían considerarse una oportunidad para la preservación de la
especie evitando que desaparezcan del todo de nuestro planeta. De igual forma, se puede
esperar que, como ha sucedido con otros animales, se puedan desarrollar técnicas
21
específicas para que puedan regresar a su hábitat natural. De aquí que el bienestar de
estos animales sea respetado y cuidado por las asociaciones o zoológicos a su cargo.
En los zoológicos, el gorila parece no tener problemas de adaptación desde la
perspectiva biológica en cuanto a que suele sobrevivir y se ha podido reproducir; sin
embargo, como ya se mencionó anteriormente, la adaptación biológica no garantiza el
ajuste psicológico de la especie, pues la presencia de conductas funcionales y la ausencia
de conductas irrelevantes puede dar información importante al respecto; por ejemplo, se
tienen registros de cambios de conducta al transferir gorila de un zoológico a otro
(Woods, 2002) o de conductas inadecuadas al establecerse en grupos diferentes a los que
se observan en libertad (Neder, 1990).
La propuesta de Ortiz, Correa y Gallardo (2006) y Ortiz y del Toro (en revisión)
para contribuir al ajuste y el enriquecimiento ambiental, en este caso del gorila, plantea
iniciar con la identificación de los elementos que constituyen el ambiente al que el
animal está expuesto, que en el caso presente es el cautiverio. En la literatura revisada,
las investigaciones de gorilas en cautiverio no son numerosas, por tanto dichos estímulos
no han sido definidos claramente.
Los gorilas en cautiverio
En el caso de los organismos en cautiverio, las condiciones difieren de las condiciones
naturales, tanto en el ambiente, territorio, alimentos disponibles, así como la posibilidad
de interacción con otros grupos y otras especies; además, con respecto al grupo, también
es diferente la posibilidad de que éste se integre con el número “óptimo” de individuos
que aparecen en libertad, como es el caso del Zoológico de Guadalajara que son cuatro
22
integrantes, o de individuos del mismo sexo como, por ejemplo, el grupo de gorilas del
Loro Parque ubicado en Tenerife España, que desde 1992 ha tiene en exhibición un
grupo de gorilas que se compone solamente por machos solteros que comparten un
mismo espacio (e.g., Downman, 2000).
Dadas estas diferencias, los habitantes de zoológicos no llevan a cabo algunas
actividades (i.e. viajar) y presentan otras diferentes (i.e. colgarse de los barrotes de su
jaula). De hecho, se ha notado que el vivir en grupos inusuales (i.e. estables, numerosos y
con hembras y machos tal como se observan en libertad) promueve comportamientos
“anormales” como ataques de machos contra las hembras, lo cual no es usual en libertad
(e.g., Neder, 1990).
En una investigación previa, Ortiz, Montero y Gutiérrez (2007) observaron a un
grupo de gorilas en cautiverio, con el fin de describir las circunstancias de adaptación y
sobreviviencia en que se implicaban sus integrantes. En dicho estudio se describieron los
factores del medio ecológico al que está expuesto el grupo en observación (n=4), las
relaciones observadas entre los integrantes del mismo, la ausencia de otras especies y se
catalogaron las conductas observadas (i.e. desplazamiento, descanso sentado y acostado,
acicalamiento, aloacicalamiento, juego y agonismo como iniciador y seguidor,
alimentación, imitación) de acuerdo a su correspondencia funcional (i.e. funcionales,
requeridas, específicas e irrelevantes) con la situación en que se encontraban los
individuos observados.
Las conductas registradas en dicho estudio se clasificaron en seis circunstancias
de adaptación y sobrevivencia: alimentación, hacer nidos, grupos, viaje, trepar árboles y
otros, con fines de facilitar el análisis, agrupación y comparación de datos. Con lo que
23
respecta a la alimentación, en la literatura se encontró que en la mayoría de los
zoológicos se promueven las dietas balaceadas para los animales, sin embargo no
siempre se cuenta con la variedad a la que éstos tienen acceso en sus lugares originales.
Además, los animales en libertad deben desplazarse grandes distancias para conseguir su
alimento y lugar de descanso. La búsqueda, obtención e ingesta del alimento requiere de
un esfuerzo constante en los animales en libertad y son ellos mismos los que eligen los
alimentos que comerán.
En el caso de los animales en cautiverio, la comida es determinada por los
encargados de su cuidado y “llega” sin esfuerzo alguno o con requerimiento mínimo del
mismo. En este sentido, los viajes para la búsqueda de alimentos no tiene sentido, y por
tanto el descaso aumenta su porcentaje en las actividades del día. En este sentido, puede
entenderse que la alimentación puede verse afectada dado que no siempre se tienen las
facilidades para que el gorila lleve a cabo la búsqueda de alimento como en condiciones
de libertad.
Respecto a la variedad de alimentos, se observó que la dieta de los gorilas
observados por Ortiz, Montero y Gutiérrez (2007) difiere de la de los gorilas en libertad
dado que lo que estos alimentos aportan no se ve cubierto por la dieta proporcionada (i.e.
flores, insectos y arcilla), por lo que en este estudio se catalogó como funcional la
conducta de lamer y rascar las paredes que se observó que hacen los individuos del grupo
observado.
En los registros de gorilas en libertad se ha encontrado que cada noche hacen un
nuevo nido para dormir; esta construcción constante les ayuda a evitar los parásitos. En
el Zoológico de Guadalajara, lugar de la observación, los dormitorios son de loza y rejas
24
con una madera plana colgada de dos cadenas; esporádicamente se les proporciona una
especie de “pastura” en el piso de los mismos que les puede permitir hacer nidos, aunque
no siempre la usan y algunos de los sujetos prefieren descansar en la madera. En el
estudio se sugirió que estos gorilas no tienen la necesidad de elaborar nido cada noche ya
que no cambian su lugar de descanso, por tanto su conducta funcional es descansar en el
mismo sitio y usando los elementos presentes (i.e. tablas).
Con respecto a los grupos, el número de individuos observado por Ortiz, Montero
y Gutiérrez (2007) difiere grandemente con los grupos en libertad y no hay la posibilidad
de convivir o de añadirse a otros grupos diferentes al de origen puesto que no existen.
Esta situación se intenta solventar con acuerdos e “intercambios” de animales entre
zoológicos, sin embargo, dadas las características de los gorilas (i.e. peligro de extinción,
estrés en adaptación, agresividad con nuevos miembros) y específicamente de los gorilas
del Zoológico de Guadalajara (i.e. una de las pocas familias de gorilas en cautiverio del
mundo, animales de propiedad federal) la posibilidad de intercambios se complica.
En el caso de “viaje” se encontró que no se presentaba dadas las condiciones del
encierro, ya que mientras que los gorilas que viven en libertad viajan para encontrar
alimento, en el zoológico éste es proporcionado en horarios ya preestablecidos. Al mismo
tiempo, el encierro del Zoológico observado no cuenta con las instalaciones para “trepar
árboles”, sin embargo se observó que el efecto conductual que posiblemente se relaciona
es que los organismos esporádicamente se cuelgan de los barrotes de una puerta, lo que
sugiere que subirse a los barrotes puede ser funcional para hacer ejercicio o sustituir el
juego en los árboles.
25
Dentro del rubro de “otros”, Ortiz, Montero y Gutiérrez (2007) clasificaron las
conductas que los visitantes presentan como gritos o silbidos dirigidos al animal, lanzar
objetos extraños, alimentarlos y golpear los cristales (i.e. plexiglass), entre otros, que
probablemente sean causa de la modificación de algunas conductas de los animales. En
breve, se puede decir que algunas conductas que los gorilas presentan en libertad no era
posible que las llevaran a cabo en cautiverio por las condiciones del encierro (i.e. viajar y
subir árboles) y, por el contrario, otras conductas se presentaban como respuesta a
elementos que estaban presentes en el encierro (i.e. lamer pared, golpear cristales).
En resumen, las condiciones que el Zoológico de Guadalajara provee a los gorilas
(Gorilla gorilla gorilla), permiten observar diferencias en los procesos interactivos y en
las conductas con respecto a individuos de la misma especie en libertad (Ortiz, Montero
y Gutiérrez, 2007). En general, los animales en cautiverio se ven forzados a vivir en
situaciones particulares diferentes a las que viven sus iguales en libertad. Estas
diferencias se dan en diversos aspectos de la vida diaria, actividades que se ven limitadas
por el espacio, ya que es una realidad es que los espacios del cautiverio son mucho más
reducidos al espacio al que los gorilas tienen acceso en cautiverio. Algunas de las
limitantes de los cautiverios para los gorilas son el número de individuos del grupo de
gorilas, la existencia de otros grupos, los espacios reducidos que suelen carecer de los
objetos con los que la especie interactúa en libertad (i.e. árboles, rocas, diferentes
plantas), las oportunidades para procreación y la alimentación.
Entre estas diferencias sobresalen las relacionadas con la alimentación, que es la
principal actividad para la mayoría de los animales. El énfasis en la alimentación radica
en que lo que un animal come, y la forma en la que lo come, afecta sus adaptaciones
26
alimentarias, conducta, fisiología, anatomía y su relación con el ambiente (e.g., Hickman,
Roberts, Laison, Anson & Eisenhor, 2002). Además, se considera que la dieta de los
animales es uno de los aspectos más importantes a considerar en la evolución de las
especies (e.g. Williamson, Tutin & Rogers, 1990).
De acuerdo con la literatura revisada, en condiciones de libertad los gorilas se
alimentan de frutas, flores, raíces, hierbas, vides, cardos, ortigas, bambú, insectos y
arcilla; algunos autores sugieren que la arcilla la consumen por los minerales que no
obtienen en su comida regular (e.g. Grzimek, 1986; Rogers, Vovsev, McDonald, Parnell
& Tutin, 1998; Remis & Dierenfeld, 2005).
Ortiz, Montero y Gutiérrez (2007), observaron que la dieta de un grupo de gorilas
en cautiverio en zoológico constaba principalmente de frutas y verduras y se observó que
los animales suelen lamer las paredes, probablemente para obtener los minerales de los
que podría estar careciendo su dieta. Se sabe que, en libertad, los grupos suelen habitar
donde hay comida por todo el rededor, ya que el número de especies vegetales que
consumen es muy amplio, aproximadamente cuarenta, entre las más importantes se
encuentra la liana pegajosa llamada Galium (Grzimek, 1986, Watts, 1991). En el caso de
los gorilas en cautiverio, la variedad de frutas y plantas a las que tienen acceso es
diferente a la variedad disponible en libertad. Otra diferencia es la distribución de los
alimentos, dado que en cautiverio normalmente se disponen en una o dos zonas mientras
que en libertad deben viajar para encontrarlos.
Los estudios relacionados con alimentación han mostrado que la presencia de
algunos alimentos, y la distribución que tienen en el medio físico, influyen en la
alimentación de los gorilas, además de otros factores como los colores y sabores; por
27
ejemplo, hay estudios que muestran que los gorilas prefieren los sabores dulces y los
colores verde y rojo intensos (e.g. Grzimek, 1986; Sabater, 1997; Nkurunungi, Ganas,
Robbinson & Stanford, 2004). En otro estudio, Remis (2002) encontró que tanto gorilas
como chimpancés mostraban claras preferencias hacia ciertos alimentos que tenían bajo
contenido nutricional (comida chatarra). Con relación a los efectos que puede tener el
tipo de alimento ingerido, en estudios hechos comparando grupos de gorilas en libertad,
se observó que los gorilas que comían más fruta presentaban mayor agresión y
dominación femenina en el grupo (Quick, 2005).
Por otro lado, por estudios hechos en alimentos consumidos por los gorilas en
libertad se ha notado que suelen elegir los alimentos que tienen mayor provecho
nutricional o que representan algún beneficio para su salud, un ejemplo es el consumo de
o las plantas del género aframomum que pertenece a la misma familia del jengibre y que
crece solamente en las tierras pantanosas del África occidental (Sabater, 1997), ya que
este género vegetal contiene sustancias similares a las de los desinflamatorios. Esta
planta, y otras, de origen africano están ausentes en las dietas de los gorilas en cautiverio
y es posible que sea este cambio de dieta el factor inexplicable de dolencias cardiacas
que han desarrollado numerosos gorilas en cautiverio, siendo una explicación alternativa
la falta de vitamina C en la dieta (e.g. Dierenfeld & Remis, 2006, citados por Lyn, 2006;
Fonorow & Snyder, 2008).
En libertad, los gorilas parecen ser capaces de elegir los alimentos en cantidades
acordes a las necesidades de su organismo, pues se ha observado que suelen elegir
cantidades similares de nutrientes aunque éstos provengan de diferentes tipos de
alimentos (e.g. Hickman, Roberts, Laison, Anson & Eisenhor, 2002; Rothman, Plumptre,
28
Dierenfeld & Pell, 2007). En cautiverio, en comparación con otras especies de primates,
los gorilas frecuentemente sufren de enfermedades relacionadas con la nutrición como
obesidad, diarrea crónica y tal vez enfermedades cardiovasculares (Hatt y Liesegang,
2002), situación que puede estar relacionada con la alimentación que llevan (i.e. falta de
Galium)
Planteamiento del Problema
Las investigaciones que han observado diversas especies han podido contribuir a
identificar patrones de conducta, alimentación y hasta determinar si están en peligro de
extinción (e.g. Hatt, and Liesegang, 2002; Watts, 1991). En muchos casos dichos
estudios se hacen con animales en libertad y en otros con animales en cautiverio.
En el caso del gorila, la mayoría de los estudios acerca de esta especie que se
pueden encontrar en la literatura están hechos con grupos en libertad. Es por dichos
estudios que se conocen conductas o patrones conductuales característicos de la especie y
también es que se conoce la situación crítica de dicho organismo catalogado como en
peligro de extinción, los peligros que enfrenta como destrucción de su hábitat, la caza
furtiva, entre otras (e.g., Ridley, 2000; Jiménez, 2004; Remis, 1997b).
Los estudios sobre gorilas en cautiverio son escasos, a pesar de que hay un
considerable número de individuos que habitan en diferentes zoológicos en el mundo (i.e.
Zoológico de Guadalajara) donde su forma de vida difiere de la de sus iguales que viven
en libertad dados los espacios, la presencia–ausencia de depredadores, la forma de
conseguir el alimento, la cantidad de organismos que componen el grupo, entre otros.
Los gorilas de diferentes especies alojados en los zoológicos parecen presentar, desde el
29
punto de vista biológico, buena salud al vivir en cautiverio; por ejemplo, a reserva de la
complicación de encontrar parejas entre los gorilas en cautiverio, se ha encontrado que
las conductas de reproducción, así como la frecuencia de nacimientos y supervivencia de
crías es similar en libertad y cautiverio (Watts, 1991); sin embargo, no se tienen datos
precisos de su bienestar psicológico, lo cual garantizaría una salud integral de dichos
individuos.
En este sentido, se debe considerar que la mayor parte de los estudios
relacionados con animales analizan los resultados desde una perspectiva biológica o
etológica, definiendo el bienestar del animal en tanto la emisión de patrones de conducta
propios de la especie (e.g., Barnett, 1963); sin embargo, si partimos del supuesto de que
al modificar las condiciones en las que los organismos viven, la interacción del
organismo deberá mostrar modificaciones (Kantor, 1924), sería complicado ubicar la
presencia de dichos patrones específicos identificados en condiciones de libertad, cuando
se hacen estudios en condiciones de cautiverio.
Este ajuste conductual a nuevos estímulos puede notarse en los mamíferos, los
cuales modelan su conducta por la experiencia y de esa forma pueden establecer
relaciones con otros individuos y su ambiente; por ello, parece imprescindible definir los
requerimientos del hábitat de los animales en ambientes artificiales, como son los
zoológicos (Rodríguez-Luna, 1998).
Así, para definir el bienestar psicológico de los organismos en cautiverio, es
necesario describir claramente el medio ecológico de los organismos observados. De
acuerdo al modelo propuesto por Ortiz, Correa y Gallardo (2006) y Ortiz y del Toro (en
revisión), dicha descripción se puede llevar a cabo considerando los elementos geofísicos
30
(i.e. colores, sabores), geoecológicos (i.e. zonas de alimentación) y de interacción intra e
interespecífica (i.e. competencia, simpatría).
Los estudios que componen la presente tesis se ubican en el Zoológico de
Guadalajara el cual, en la mayoría de las especies que alberga, proporciona el alimento
de forma directa a sus habitantes sin que éstos hagan algún esfuerzo por conseguirlo y no
promueve espacios ni elementos para que éstos se ejerciten, aunque están en búsqueda de
contribuir a mejorar la calidad de vida de sus habitantes (animales), tal como lo hacen
otros zoológicos en el mundo (i.e. Zoológico de Barcelona) que proporcionan a las
especies formas de obtener alimento, ejercitarse y de entretenerse diferentes a las que
tradicionalmente se observaban en éstos ambientes. Tales cambios se hacen a partir de
observaciones llevadas a cabo con sus habitantes o como resultado de estudios hechos en
otros zoológicos con especies similares (e.g., Soriano & Serrat, 2005; Gallardo, 2007).
Dados estos cambios, existen casos en que los zoológicos han servido como fuente para
diseñar estrategias para salvar especies en peligro de extinción (Monrroe & Fortino,
1997). En este sentido, los zoológicos que contribuyen a mejorar la calidad de vida de
sus habitantes y las probabilidades de supervivencia de algunos animales en libertad.
Con el fin de proporcionar datos útiles para la calidad de vida de los gorilas que
alberga el Zoológico de Guadalajara, y con el fin de contribuir a la identificación de las
variables implicadas en el ajuste comportamental de esta especie en la circunstancia de
cautiverio, en los presentes estudios se observaron las conductas relacionadas con su
alimentación en una situación de cautiverio, pues registros de observaciones en libertad
(e.g., Jenkins, 2007; John Aspinall foundation, s/f) se ha observado que la alimentación
es una de las tres principales actividades de los gorilas y que puede ser un factor
31
determinante en la oportunidad de reproducción y sobrevivencia, al tiempo que esta
circunstancia de adaptación y sobrevivencia (i.e. alimentación) es uno de los eventos más
relevantes para los animales que viven en condiciones de cautiverio en zoológico (Ortiz,
Montero y Gutiérrez, 2007).
Específicamente, se llevaron cabo manipulaciones que permitieron identificar
variables que favorecen el bienestar de los organismos observados, planteándose la
posibilidad de que algunas formas de organizar los alimentos de acuerdo a las
características fisicoquímicas de éstos y que podrían ser relevantes en las conductas de
elección y patrones de alimentación del grupo de gorilas observados.
A partir de lo anterior, se plantea la siguiente pregunta general de investigación
¿Cuáles son los efectos de la manipulación de factores geofísicos y geoecológicos sobre
el comportamiento en circunstancias de adaptación y sobrevivencia de un grupo de
gorilas de tierras bajas (Gorilla gorilla gorilla) en cautiverio?
Para iniciar la descripción de la circunstancia de adaptación y sobrevivencia
“alimentación” en gorilas de tierras bajas en cautiverio, en términos de los factores
geofísicos, geoecológicos, de interacción y de correspondencia funcional implicados, se
presentarán estudios que, en esta primera fase, buscan explorar el efecto de factores
asociados con la ubicación y características de alimento (i.e. preferencia, sabor y color)
sobre la elección de alimento en un grupo de gorilas en cautiverio.
Así, se buscó describir el medio físico desde las tres categorías planteadas por el
modelo de Ortiz, Correa & Gallardo (2006) y Ortiz & Del Toro (en revisión); en relación
con los factores geofísicos se observó la relevancia de los colores y sabores de los
alimentos proporcionados, así como la elección de los alimentos preferidos por los
32
gorilas. El factor geofísico que se observó fue la ubicación de las zonas de alimentación y
la introducción de un nuevo número de zonas con ubicaciones diferentes. Finalmente,
con respecto a la interacción intra e interespecífica, se observaron las interacciones entre
los sujetos del grupo de gorilas durante el período de alimentación.
En este sentido, las manipulaciones de este estudio son referentes a la preferencia
de elección de alimentos que mostraron durante las líneas base, es decir, los grupos de
alimentos se organizarán de acuerdo a dicha preferencia (grupos de alimentos preferidos
y no preferidos) y los lugares donde se distribuirán estos grupos en zonas lejanas o
cercanas de acuerdo a la fase experimental.
33
PROPUESTA EXPERIMENTAL
Estudio 1
Alimentos por propiedades físico-químicas (color)
En estudios hechos en grupos de gorilas en libertad, se reporta que muestran claras
preferencias al elegir sus alimentos, por ejemplo algunos tipos de plantas que
predominan en sus dietas (e.g. Grzimer, 1986; Williamson, Tutin & Rogers, 1990), o la
elección de frutos de colores determinados (Sabater, 1997).
En la literatura se puede encontrar que la mayoría de los primates son capaces de
ver los colores y que este hecho es de gran beneficio para los animales diurnos, los cuales
suelen consumir alimentos de gran colorido (Maier, 2001). Adicionalmente, se sabe que
los gorilas ven, escuchan y huelen de forma similar al humano por lo que se puede
asumir que ambas especies comparten la forma de funcionamiento de los sentidos; en el
caso de la vista, se sabe que los primates cuentan con visión cromática, es decir, son
capaces de percibir los colores (e.g. Grzimer, 1986; Hickman, Roberts, Laison, Anson &
Eisenhor, 2002). De igual forma, existen registros que respaldan que ésta especie tienen
inclinación por los colores rojo y verde intenso (Sabater, 1997).
Por otro lado, se sabe que los gorilas varían sus caminatas y elección de alimentos
según lo que ofrecen las estaciones del año, así comen frutos silvestres y hacen largas
caminatas en ciertas épocas del año y en otras caminan menos y consumen hierbas, hojas
y cortezas (Remis, 1997a).
Dado que la especie observada muestra preferencias por los colores intensos en
libertad y muestran además conductas diferenciales ante los alimentos disponibles, así
34
como su ubicación, puede esperarse que se observe esta misma preferencia y conducta en
los organismos del Zoológico de Guadalajara.
Así, se buscó observar si al identificar los alimentos de preferencia por su
apariencia (color), y al organizar los alimentos de mayor preferencia más alejados de los
lugares normales de alimentación, se observa mayor movilidad de los organismos para
conseguir sus alimentos.
Este estudio tiene el objetivo de observar las preferencias de los gorilas en
cautiverio respecto a los alimentos en cuanto a su propiedad fisicoquímica del color de
acuerdo a los alimentos que tienen disponibles en su encierro, así como la búsqueda de
dichos alimentos en las diferentes zonas de alimentación que se establecieron.
MÉTODO
Sujetos
Se observó a un grupo de cuatro gorilas de la especie Gorilla gorilla gorilla (n=4) en
cautiverio del Zoológico Guadalajara. El grupo observado se compone por una hembra y
un macho() de aproximadamente 23 años de edad, nacidos en libertad y puestos en
cautiverio desde antes de los siete años de edad. Los otros dos sujetos son sus dos crías,
hembras, de 15 y 11 años de edad, nacidas en cautiverio.
Materiales e Instrumentos
Para la filmación se utilizó una cámara de video Sony 8 CCD-TR413 y una hoja para
registrar las conductas in situ. Para la organización de los alimentos se diseñó una hoja
() El macho adulto falleció el 28 de noviembre de 2009 por problemas cardiacos.
35
con la lista de los alimentos organizados en los diferentes grupos que se definieron para
el estudio y la ubicación de éstos en el encierro de los organismos observados.
Posteriormente se usará una hoja de cálculo para registrar los tiempos por actividad.
Escenario
El encierro destinado a los gorilas en el Zoológico Guadalajara consiste en una zona de
dormitorios y una zona de exhibición. La primera es un área de lozas color blanco que
consta de cuatro espacios de aproximadamente tres 3m2 cada uno, divididos entre sí por
rejas con barrotes verticales y un pasillo central por el que los animaleros pueden
transitar. Dentro de cada dormitorio se observan diferentes elementos como sogas o
tablas. Dos de los dormitorios están conectados a los otros dos que son los que tienen
puertas de acceso al área de exhibición.
La zona externa de los dormitorios está decorada simulando rocas y tiene un
pequeño espacio techado y con piso de mampostería. En esta misma zona, que ya
pertenece al área de exhibición, están dos contenedores de agua de forma irregular y que
no tienen más de 25 centímetros de profundidad.
El área de exhibición mide aproximadamente 452.3 m2, tiene una forma irregular
sin esquinas. Está delimitado mayormente por una barda color verde grisáceo de
aproximadamente 5m de alto. Alrededor de ésta zona están tres miradores que están
hechos de madera, con techo de paja (a forma de palapas) y cuentan con plexiglass que
impide el acceso directo a los animales. La zona de exhibición consta de una zona
externa de dormitorios, una pradera cercana a los dormitorios, una cañada que es la zona
36
más lejana y una estructura de postes de madera, que se describen a continuación (ver
Figura 1).
Frente a los dormitorios, está un espacio amplio de pasto en el que los gorilas
pasan gran cantidad del tiempo cuando están fuera de los dormitorios. Esta zona es plana
sin obstáculos ni pendientes, entre los animaleros del zoológico esta zona se conoce
como pradera, y será la forma en la se hará referencia a ésta en la presente tesis. En esta
zona hay un par de palmeras, dos árboles regularmente frondosos y algunas rocas.
Alrededor de esta zona se extiende una pequeña cañada que presenta diferentes
inclinaciones, rocas saltadas, pasto y pequeños arbustos, rodea el área total del encierro y
va desde el mirador no.1 al inicio del mirador no.3.
Al final de la pradera, en el punto contrario a la zona de dormitorios, se encuentra
una estructura hecha con postes de madera (como los que se usan para los cables de
teléfono), esta estructura consta de dos plataformas de 2m por 2m de superficie
aproximadamente interconectadas por un para de troncos de madera, además tiene
algunos troncos que sobresalen de la estructura en diferentes direcciones.
A la izquierda de los dormitorios está el espacio donde frecuentemente les
disponen la comida muy cerca del mirador no. 3, al centro de la cañada está el mirador
no. 2, estos dos miradores están a unos 2.5 m de altura con respecto al piso del encierro,
a diferencia del mirador no. 3 que está a ras del suelo, ubicado a la derecha de los
dormitorios. El encierro de los gorilas se puede observar en la Figura 1, donde además se
señalan con unos cuadrados las zonas en las que se deposita comúnmente la comida, en
unos círculos las zonas de agua y en un óvalo, la zona desde la que se realizaron las
grabaciones.
37
La zona de grabación se situó en la zona cercana al mirador 1, específicamente
debajo de éste y zonas cercanas. Esta zona ofrece la ventaja de una mayor visión del
encierro así como la posibilidad de grabar en directo sin tener el plexiglass de por medio.
Figura 1. Encierro de los gorilas.
Para facilitar el control de las actividades de los animales observadas durante este
estudio y ubicarlas en zonas específicas, se utilizaron las doce zonas usadas en el estudio
previo hecho por Ortiz, Montero y Gutiérrez (2007), donde se tomó en cuenta el medio
físico, es decir rocas, cañadas, árboles, entre otros para trazar líneas imaginarias que
dividieran las zonas. Esta forma de dividir el encierro fue con el fin de facilitar ubicar
esas líneas invisibles en el momento de la grabación. Los abastecimientos de comida
38
quedan en las zonas 5 y 7, las de agua en las zonas 7 y 1, tal como se puede observar en
la Figura 2.
Figura 2. Zonas de observación de encierro de los gorilas.
Para el presente estudio, se definieron 8 sitios básicos para ubicar la comida, 4
cercanas a los dormitorios y a los sitios habituales de alimentación (ver Figura 1),
considerándose que requerían de menor esfuerzo para conseguir los alimentos, puesto
que estaban en la zona llamada pradera. Los 4 sitios restantes se ubicaron en la cañada y
eran los sitios más alejados del dormitorio. Los primeros 4 sitios quedaron en las zonas 3
y 7, mientras que los 4 sitios lejanos quedaron en las zonas 12 y 6.
39
Los sitios cercanos se denominaron como grupo con la letra A (A1, A2, A3, y
A4) y los sitios lejanos con la letra B (B1, B2, B3 y B4). La ubicación de los sitios
cercanos fue de la siguiente manera: El sitio A1 se ubicó sobre las rocas centrales; En el
sitio A2 la comida se dejaba a un lado de las rocas pequeñas. El tercer sitio o sitio A3 se
ubicó entre las rocas frente al bebedero y último sitio cercano, el sitio A4 se ubicó bajo el
árbol en la zona 7 (ver Figura 3).
Para los sitios lejanos la distribución de los sitios quedó de la siguiente manera: El
sitio B1 se ubicó en la zona 6 bajando la cañada entre el árbol de la zona 7 y las rocas de
la zona 4. Los sitios B2 y B3 se ubicaron en la estructura de troncos, la primera en la
parte inferior de la estructura y la segunda en la parte superior, ambas en la plataforma
más cercana a la zona de observación. Y por último el sitio más lejano se ubicó cerca de
un arbusto en la zona 12, en la parte más baja de la cañada, este sitio se denominó B4.
40
Figura 3. Sitios de ubicación de grupos de alimentos.
Diseño
El diseño de este estudio (ver Tabla 1) constó de una línea base, dos fases experimentales
y dos redeterminaciones, con un total de 17 exposiciones hechas del 28 de marzo al 13
de abril, siendo 28 y 29 de marzo para la línea base, del 5 al 9 de abril a primera fase, del
10 al 12 de abril la segunda fase. Las redeterminaciones fueron los días 9 y 13 de abril.
41
Tabla 1. Diseño de las condiciones del Estudio 1.
LB Fase 1 Red 1 Fase 2 Red 2
Orden de
alimentos Habitual Por color Habitual Por color Habitual
Ubicación Habitual Preferidos
cerca
Habitual Preferidos
lejos
Habitual
# Exposiciones 3 6 1 6 1
Número de
lugares 2 8 2 8 2
La línea base consistió en la observación de tres exposiciones de la situación de
alimentación de los organismos en las condiciones habituales, es decir, los alimentos
estuvieron organizados y ubicados como se presentan todos los días; esto consiste en la
existencia de dos grandes grupos de alimentos organizados al azar que se ubican en las
zonas 4 y 5 (ver Figura 2), y que se observan con mayor detalle en la Figura 1 donde
están marcadas en los cuadrados.
En las fases 1 y 2 los alimentos fueron organizados por colores (i.e. verde, rojo,
amarillo) y se dispusieron en diferentes ubicaciones de acuerdo a las siguientes
especificaciones:
En la Fase 1, los grupos de alimentos se organizaron en grupos de acuerdo a lo
que la literatura presenta, es decir, los alimentos de colores vistosos, especialmente rojo y
verde intenso, fueron agruparon juntos y estuvieron distribuidos en lugares cercanos, es
decir en los cuatro lugares denominados como “A” (A1, A2, A3 y A4). Los alimentos de
colores tenues como blanco y café se agruparon juntos y se dispusieron en los lugares de
alimentación lejanos (B1, B2, B3 y B4).
42
En la segunda fase, los grupos de alimentos se distribuyeron de forma contraria a
la fase anterior, es decir, los alimentos vistosos fueron dispuestos en los lugares lejanos
de alimentación (B1, B2, B3 y B4) y los grupos de colores tenues en los lugares cercanos
de alimentación (A1, A2, A3 y A4).
Las redeterminaciones consistieron en exponer a los organismos a las mismas
condiciones a las que están expuestos habitualmente, es decir, a condiciones similares a
las que se observaron en la línea base, donde los alimentos son presentados en dos
montones grandes en las zonas 5 y 7.
Procedimiento
Para este primer estudio, se definió que la categoría geofísica de los colores de los
alimentos sería manipulada junto con la categoría geoecológica del número y ubicación
de zonas de alimentación, las cuales serían dos en la Línea base y las redeterminaciones
tal como se manejaba de manera habitual en el zoológico y aumentarían a ocho en las
fases experimentales, de estas ocho zonas cuatro se establecerían en lugares cercanos al
área de dormitorios (denominadas zonas A) y cuatro en lugares lejanos(denominadas
como zonas B).
Respecto a los organismos observados, se definió que los focales de observación
serían en el siguiente orden: Hembra adulto, macho adulto, hembra juvenil y hembra
infante. Este orden obedece a que los primeros dos organismos han presentado problemas
de sobrepeso (y la hembra adulto en mayor grado) y dado que parte del planteamiento de
esta tesis es el promover mayor movilidad entre los organismos con el fin de que se
43
ejerciten, se buscó observar los factores que promueven cambio de conducta en éstos
organismos.
Respecto a la manipulación de la categoría geofísica, los alimentos disponibles se
organizaron en grupos de de colores vistosos y no vistosos, considerando que los gorilas,
como primates son capaces de ver colores (Maier, 2001) y que a esta capacidad obedece
la preferencia por los colores brillantes, específicamente rojo y verde intenso (Sabater,
1997).
El estudio constó de una línea base con tres exposiciones de los sujetos a las
condiciones habituales de alimentación. De igual forma, el estudio presenta dos fases
que tienen en común la organización de los alimentos por su apariencia (color) y que
difieren en la ubicación de los grupos de alimentos de la siguiente manera:
En la Fase 1 los grupos de alimentos hechos de componentes vistosos estuvieron
dispuestos en los lugares cercanos de alimentación (A1, A2, A3 y A4) y los alimentos de
colores tenues se presentaron en los lugares lejanos de alimentación (B1, B2, B3 y B4).
En la Fase 2 los alimentos que se ubicaron en los lugares cercanos, es decir, los
lugares A (A1, A2, A3 y A4) se presentaron en los lugares B o lugares lejanos (B1, B2,
B3 y B4) y viceversa.
Los ocho grupos de alimentos que se presentaron en estas fases se dividieron en
cuatro colores vistosos y cuatro de colores tenues se organizaron de la siguiente manera:
rojo–naranja, amarillo, verde, blanco- café y morado. Se consideraron como colores
vistosos los de los grupos rojo–naranja, amarillo y algunos elementos del grupo verde,
los que se observaron como preferidos y que presentaban color verde intenso. Los demás
grupos (café – blanco y morado) se consideraron de colores tenues. Cada grupo se
44
organizó con los alimentos de las dietas disponibles cada día, es decir, no todos
estuvieron disponibles todo el tiempo ni en todas las comidas. Los grupos quedaron de la
siguiente forma:
En los grupos rojo–naranja se concentraron jitomates, zanahorias, pimientos
rojos, calabazas y rábanos, y las frutas como manzana, mango, durazno, melón, papaya y
naranja. El grupo amarillo tenía solamente una verdura, el pimiento amarillo y las frutas
piña, guayaba plátano y plátano macho.
En los grupos verdes se encontraban los siguientes alimentos: espinacas, brócoli,
acelga, lechuga, apio, caña, escarola, verdolaga, pimiento, cilantro, calabacitas, chayote,
perejil, chícharos, ejotes, berros, nopal y pepino. Además de las frutas caña, guanábana,
lima, pera y uva. Finalmente, la cebolla, elote, coliflor, papas, col, aguacate y
champiñones se organizaron en el grupo blanco–café, al igual que el mamey. Mientras
que la col morada era el elemento único del grupo morado.
Resultados
En primer lugar se presentarán los datos obtenidos de la locomoción, luego los
relacionados con las zonas visitadas y, posteriormente, los registros de variación
altitudinales, es decir de las ocasiones en las que los organismos subieron o bajaron más
de un metro para continuar su recorrido. Estos resultados se presentarán de con los datos
generales y de cada individuo.
En las gráficas, las fases se presentan en orden cronológico y los individuos de
acuerdo a su importancia como focales (i.e. primero está la hembra adulto, luego el
macho adulto seguido de la hembra juvenil y finalmente la hembra infante). Las gráficas
45
están organizadas de forma que se pueden hacer comparaciones generales entre fases,
intrasujeto en las condiciones de Línea Base original, Fase 1, Redeterminación 1, Fase 2
y Redeterminación 2.
Locomoción
En la Figura 4 se muestra la actividad de locomoción del grupo de organismos
observados en cada etapa del estudio. Se puede observar que la Línea Base fue la que
menor cantidad de metros recorridos presentó y la Redeterminación 1 fue la de mayor
movilidad.
Durante la Línea Base los organismos recorrieron en promedio 251 metros en
total, lo cual representa el 13% de la distancia recorrida por los sujetos durante el
presente estudio. Con respecto a las Redeterminaciones, se puede observar el resultado
de la Redeterminación 1 con el mayor promedio de metros recorridos, 559.4 que
representa el 30% del total y en la Redeterminación 2 los organismos recorrieron el 15%
de la distancia total del estudio, es decir 280.4 metros.
Cabe mencionar que la Línea Base y las Redeterminaciones comparten la
disponibilidad de alimentos en dos grandes montones, uno cerca de los dormitorios y otra
en la zona denominada A4. Para las fases experimentales, se presentaron ocho montones
de alimentos distribuidos en las zonas A1, A2, A3, A4, B1, B2, B3 y B4 cuya
distribución se puede observar en la Figura 3.
En el caso de las Fases experimentales se observó mayor movilidad en la Fase 2
que fue la que presentó los alimentos de colores brillantes en las zonas lejanas o zonas
46
denominadas como B (B1, B2, B3 y B4). Los metros recorridos fueron de 337 en la Fase
1 y de 447.1 en la Fase 2, lo cual representa 18% y 24% respectivamente.
251.0
337.0
559.4
447.1
280.4
0
100
200
300
400
500
600
LB original Color Fase 1 Redeterminación 1 Color Fase 2 Redeterminación 2
Me
tro
s p
rom
ed
io
Figura 4. Distancias promedio recorridas por el grupo observado durante las fases del
Estudio 1.
Con respecto la locomoción de los organismos en forma individual, en la figura 5
se puede observar la actividad que cada uno presentó en cada fase. La hembra adulto,
primer focal del estudio por el exceso de peso que presenta, recorrió en promedio 534.2
m, lo cual representa el 28% de la actividad total de grupo. En la Línea Base recorrió
73.4 m promedio, en la Redeterminación 1 se le registraron 141.8 m recorridos en
promedio, en la segunda redeterminación (Redeterminación 2) 94.7 en promedio y en las
fases experimentales 104.2 m de los cuales 92.3 los recorrió en la Fase 1 y 131.9 en la
Fase 2. En sí, la hembra adulto aumentó el promedio de metros recorridos entre una fase
experimental y otra.
47
El macho adulto, fue el que menor movilidad presentó aunque también se puede
observar un aumento en su actividad de una fase experimental a otra. La actividad de
locomoción que presentó en la Línea Base fue de 27.7m promedio, en la
Redeterminación 2 se mantuvo estable en un sólo lugar durante la observación y en la
Redeterminación 1 48m promedio, siendo la cifra más elevada de su recorrido.
En las fases experimentales recorrió en promedio 85.7 m, de los cuales 38 m los
recorrió en la Fase 1 y 47.7 m en la Fase 2. En promedio su recorrido total fue de 161.4
m, lo que representa el 9% del recorrido total del grupo (Ver Figura 5).
En la Figura 5 se puede observar que la hembra juvenil registró un promedio un
poco más elevado que la hembra adulto, 543.8 m, de los cuales 76.5m promedio los
recorrió en durante el período de Línea base, 167.6 m promedio los recorrió durante la
Redeterminaciones 1 y 86.1 durante la Redeterminación 2. En cuanto a las fases
experimentales presentó un promedio de 213.6m en su actividad de locomoción siendo
que, 86.8m promedio los recorrió en la Fase 1 y 126.8m en la Fase 2. El desempeño de
la hembra juvenil representa el 29% de la actividad del grupo.
Finalmente, se puede observar que la actividad de locomoción de la hembra
infante fue la más alta, con 543.8m promedio, es decir el 34% de la locomoción
registrada por grupo en este estudio (Ver Figura 5). Dicho resultado lo distribuyó de la
siguiente forma: 76.5 m en Línea Base, 86.8m en la Fase 1, 167.6m en la
Redeterminación 1, 126.8m en la Fase 2 y 86.1m en la Redeterminación 2. Destaca la
diferencia de movilización de la Hembra infante con respecto a los demás, especialmente
con el Macho adulto que presentó poca movilidad, de hecho, entre la actividad promedio
de una y otro se registraron 382.4 metros de diferencia.
48
0
50
100
150
200
250
LB original Color Fase 1 Redeterminación 1 Color Fase 2 Redeterminación 2
Me
tro
s p
rom
ed
io
Hembra adulto
Macho adulto
Hembra juvenil
Hembra infante
Figura 5. Distancias promedio recorridas por cada organismo durante el Estudio 1.
Búsqueda de alimento
Otro aspecto observado fue el número de veces que los organismos buscaron alimento en
lugares diferentes, esto con el fin de observar su conducta de búsqueda de alimento. En la
Figura 6 se observa el número promedio de visitas que el grupo hizo a diferentes lugares
de alimentación durante cada fase.
A diferencia de los registros en conducta de Locomoción, el registro más alto se
concentra en la Fase 2 y no en la Redeterminación 1.De igual forma, el registro más bajo
se presenta en la Redeterminación 2 y no en la Línea Base como en la conducta de
Locomoción. Durante la Línea Base el grupo hizo en promedio 24 visitas a zonas de
alimentación, en las Redeterminaciones 65 visitas promedio en total, de las cuales 35.7
visitas promedio fueron en la Redeterminación 1 y 23 en la Redeterminación 2. Estas
49
cifras representaron 14%, 24% y 13% respectivamente. Con respecto a las fases
experimentales, en la Fase 1 presentaron 35.7 (21%) visitas promedio y en la Fase 2
fueron 47.3 (28%).
24.0
35.7
42.0
47.3
23.0
0
10
20
30
40
50
60
LB original Color Fase 1 Redeterminación 1 Color Fase 2 Redeterminación 2
Fre
cuencia
s
Figura 6. Frecuencia promedio de visitas a zonas de alimentación del grupo durante el Estudio 1.
En cuanto a las frecuencias de visitas a zonas de alimentación por organismo,
para este estudio se observó que los individuos entre sí presentaron un comportamiento
similar en cada fase, es decir, todos aumentaron y disminuyeron su actividad promedio
en las mismas fases que los otros elementos del grupo, tal como se puede observar en la
Figura 7.
La hembra adulto hizo en promedio total 52.7 visitas, de las cuales 8 las hizo en la
Línea Base, 11.5 en la Fase 1, en la Redeterminación 1 hizo 12 visitas en promedio, en la
Fase 2 13.2 visitas promedio y en la Redeterminación 2 presentó el mismo promedio que
el la Línea Base, es decir, 8.
50
El macho adulto mostró poca actividad comparado con las hembras, en la Figura
7 se puede observar la distancia entre sus promedios y los de las otras integrantes del
grupo. En la Línea Base presentó un promedio de 2.7 visitas a lugares de alimentación,
en la Fase 1 su promedio fue de 4.5, en la Redeterminación 1 de 5, en la Fase 2 de 5.8 y
en la Redeterminación 2 no presentó actividad alguna.
La hembra juvenil mostró un crecimiento estable fase a fase excepto en la
Redeterminación 2 donde su promedio disminuyó. En la Línea Base presentó un
promedio de 6.3 visitas a zonas de alimentación, en la Fase 1 hizo 8.8, en la
Redeterminación 1 su promedio fue de 14, en la Fase 2 fue de 15.8 y en la
Redeterminación 2 presentó el promedio más bajo, 6. En total, este organismo tuvo 44.7
de promedio visitas a zonas de alimentación y una diferencia de más del doble (6.5) entre
la fase de menor frecuencia (Redeterminación 2) y la de mayor frecuencia (Fase 2).
La hembra infante presentó 7 promedio de visitas a zonas de alimentación en su
fase más baja (Línea Base), y 15.8 vistas en la más alta (Fase 2) de manera que la
diferencia entre éstas, al igual que con la hembra juvenil, es de más del doble (8.8) En la
Fase 1 la hembra infante mostró 10.8 promedio de visitas, 14 en la Redeterminación 1 y
9 en la Redeterminación 2 del presente estudio.
De igual forma, se observa que la hembra infante fue la que presentó mayor
porcentaje de visitas a zonas de alimentación, 33%, seguida por la hembra adulto con
31%, luego la hembra juvenil con 26% y finalmente el macho con 10%.
51
0
5
10
15
20
LB original Color Fase 1 Redeterminación 1 Color Fase 2 Redeterminación
2
Fre
cu
en
cia
s
Hembra adulto
M acho adulto
Hembra juvenil
Hembra infante
Figura 7. Frecuencia promedio de visitas a zonas de alimentación de cada organismo durante el Estudio 1.
Variación altitudinal
Los datos que se presentan a continuación surgieron de considerar que las zonas B3 y B4
estaban situadas debajo de la plataforma y en el barranco respectivamente, por lo que
requerían, en la mayoría de las ocasiones, de bajar por los troncos de la plataforma o
escalando la pared de la pradera. Por lo que, en atención a esto, se registraron las
ocasiones en las que los organismos subieron o bajaron más de un metro para visitar otra
zona de alimentación. Este dato se recuperó puesto que se consideró que en los datos de
locomoción no se registra el esfuerzo o desgaste de los organismos al subir o bajar por no
avanzar significativamente de manera lineal horizontal.
En la Figura 8 se puede observar el registro altitudinal del grupo en cada fase del
presente Estudio. Durante la Línea Base y en la Redeterminación 1 no se presentó
ninguna ocasión de bajar o subir por algún elemento del grupo, en la Fase 1 se registró un
52
promedio de 2.2 movimientos altitudinales. El promedio de variación altitudinal en la
Fase 2 fue de 7.7 y en la Redeterminación 2 se registró un promedio de 2 variaciones.
0.0
2.2
0.0
7.7
2.0
0
2
4
6
8
LB original Color Fase 1 Redeterminación
1
Color Fase 2 Redeterminación
2
Fre
cuencia
s
Figura 8 Frecuencia promedio de variaciones altitudinales presentadas por el grupo durante el Estudio 1
En la Figura 9 se observa la variación altitudinal de cada organismo del grupo,
notándose la mayor actividad por parte de la hembra infante la cual presentó 6.8 de
visitas promedio, la actividad registrada por la hembra adulto fue de 2.5 de promedio, el
macho adulto presentó un promedio de 0.5 de actividad y la hembra juvenil registró un
promedio de variaciones altitudinales.
La hembra adulto presentó la mayor parte de su actividad en la Fase 2 con un
promedio de 2 variaciones altitudinales. El promedio restante lo presentó en la Fase 1
(0.5) las 3 restantes las presentó en la Fase 1. Durante la Línea Base y las
Redeterminaciones, no presentó actividad alguna en este rubro.
Al igual que en los datos mostrados anteriormente, el macho presenta poca
actividad comparado con las hembras del grupo, en este caso, el macho únicamente
53
presentó un promedio de 0.5 variaciones altitudinales las cuales se dieron todas durante
la Fase 2 del presente estudio.
La hembra juvenil presentó variaciones altitudinales únicamente durante las fases
experimentales, 0.7 de promedio en la Fase 1 y 1.3 en la Fase 2 haciendo un total de 2.
La actividad en este aspecto fue mucho mayor en la fase en la que los alimentos de
colores brillantes estaban en las zonas lejanas y que requerían de desplazamientos con
pendientes para subir o bajar.
La hembra infante dista en más del doble de registros altitudinales de los otros
integrantes del grupo. En la Fase 1 presentó un promedio de 1 registro y en la Fase 2 su
promedio aumenta significativamente a 3.8 registros, finalmente en la Redeterminación 2
presenta un promedio de 2 variación altitudinal para visitar zonas de alimentación.
Al observar los registros de la variación altitudinal de cada individuo del grupo,
se puede notar que la mayor actividad la presentó la hembra infante, la cual presentó el
53% de la actividad del grupo en este aspecto, 21% recayó en la actividad que presentó la
hembra adulto y el 21% restante se dividió entre la hembra juvenil y el macho con 17% y
4% respectivamente.
54
0
1
2
3
4
5
LB original Color Fase 1 Redeterminación
1
Color Fase 2 Redeterminación
2
Fre
cuencia
sHembra adulto
Macho adulto
Hembra juvenil
Hembra infante
Figura 9. Frecuencia promedio de variaciones altitudinales presentadas por cada organismo durante el
Estudio 1
Discusión
El orden de ésta sección corresponderá al orden en que se presentaron lo datos en la
sección anterior, es decir, se iniciará analizando los datos relacionados con la locomoción
y las distancias recorridas tanto por el grupo como por cada integrante. Posteriormente se
analizarán los datos correspondientes a las visitas a las zonas de alimentación y a la
búsqueda de alimento. Finalmente se considerarán los datos relacionados con la variación
altitudinal y la frecuencia con la que los organismos registraron actividad en dicho rubro.
Para iniciar con el desglose de datos, es necesario recordar que en este primer
estudio se identificaron los alimentos de preferencia por su apariencia (color) y se
organizaron en grupos de mayor y menor preferencia para observar la conducta de los
integrantes de un grupo de gorilas de tierras bajas del Zoológico de Guadalajara; de
acuerdo con datos reportados por la literatura del área, los gorilas tienen inclinación por
55
consumir los alimentos de colores intenso, especialmente rojo y verde (e.g., Sabater,
1997).
Locomoción
En cuanto a la locomoción, se observó que la actividad tanto individual como a nivel
grupal fue similar, es decir, todos los sujetos del grupo tuvieron mayor promedio en las
mismas fases y por tanto, las fases de mayor actividad de cada uno de ellos coinciden con
las de mayor actividad como grupo.
En cuanto al resultado de las fases experimentales, es importante recalcar que se
establecieron ocho zonas de alimentación, cuatro cercanas y cuatro lejanas, al tiempo que
en la Fase 1 los colores preferidos se distribuyeron en las zonas cercanas mientras que en
la Fase 2 se presentaron en las zonas lejanas. De esta forma, se puede asumir que el
aumento de locomoción en la Fase 2 obedece a que los alimentos de colores brillantes
estuvieron repartidos en las zonas lejanas de alimentación, por lo que debieron realizar
mayores desplazamientos para poder acceder a los lugares de alimentación lejanos, en
busca de los alimentos con características de color brillante.
Con respecto al acomodo de los alimentos en la Línea Base y las
Redeterminaciones, éstos se presentaron en dos grandes montones, uno cerca del área de
dormitorios y el otro en la zona A4. La diferencia de número de zonas de alimentación
con las fases experimentales puede explicar que los resultados de Locomoción sean
menores en la Línea Base y en la Redeterminación 2.
En el caso de la Redeterminación 1, la cual presentó el promedio más alto de
Locomoción del estudio, probablemente se deba a que los sujetos habían sido expuestos a
56
ocho zonas de alimentación en la fase anterior (Fase 1) y, por ello, hayan recorrido
insistentemente las ocho zonas en busca de alimento, el cual podría considerarse como un
proceso similar de extinción en el que se muestra un aumento en la actividad durante la
extinción (Reynolds, 1977; Skinner, 1938). En el caso de la Reterminación 2, los sujetos
pudieron haber presentado un comportamiento diferencial entre la presencia de dos y
ocho zonas de alimentación.
En cuanto a la actividad individual, se observó que la hembra infante presenta
mayores desplazamientos, lo cual es consistente con las observaciones hechas en libertad
que indican el hecho de que los jóvenes suelen ser más activos que los adultos (e.g.
Smithsonian National Zoological Park, s/f).
Los datos obtenidos en cuanto a la locomoción parecen mostrar que la variación
de la categoría geofísica “color” es relevante para los sujetos, ya que al manipular la
organización de los alimentos por esta variable se registra el cambio en la conducta de
traslado de los sujetos debido a su búsqueda de alimentos de colores intensos. Dicha
conducta se vio también afectada por la variación del aspecto geoecológico del número y
localización de las zonas de alimentación, ya que cuando los alimentos estaban en dos
zonas, la locomoción fue menor a cuando se presentaron en ocho lugares; de igual forma,
la cantidad de desplazamiento aumentó cuando los alimentos de colores intensos se
presentaron en las zonas de alimentación más alejadas.
57
Búsqueda de alimento
En este estudio, los sujetos tuvieron que identificar y dirigirse a las zonas de
alimentación, lo cual implicó el desplazamiento y elección de los diferentes tipos de
alimento.
Los datos que muestran el promedio grupal de lugares de alimentación visitados
son similares al promedio grupal de distancia recorrida, la única diferencia es que en
cada uno presenta el mayor promedio de diferentes fases (Fase 2 para la primera y la
Redeterminación 1 para la segunda. Esta diferencia permite sugerir que el mayor
promedio de visitas las zonas de alimentación en la Fase 2 sin tener el mayor promedio
de locomoción, podría deberse a que los sujetos lograron identificar las zonas de
alimentación y se desplazaron eficientemente entre éstas para tomar los alimentos que
consumieron. Mientras que el mayor promedio de locomoción en la Redeterminación 1,
podría indicar que los organismos estuvieron en búsqueda de más zonas de alimentación
adicionales a las presentadas en la Fase 1.
En el caso de los datos a nivel individual, se observa que es la hembra infante la
que lleva a cabo la mayor actividad de visita a las zonas de alimentación y el macho el
que menos actividad muestra. Considerando que el hecho de visitar una zona de
alimentación implica que el organismo está en busca de alimento, se puede decir que las
hembras, especialmente la infante, llevan a cabo mayor actividad de búsqueda de
alimento que el macho. Este dato difiere de la literatura respecto a lo que se ha reportado
en libertad, en cuanto a que el “espalda plateada” es quien regula las actividades del
grupo (Millhouse, 2003). Es probable que dicha libertad de actividad por parte de los
58
miembros del grupo de gorilas del Zoológico de Guadalajara se deba a que se encuentran
en un lugar seguro y, por tanto, no requiere de la principal actividad que desempeña el
“espalda plateada”: protegerlos (Gavira y Frances, 2001).
Al igual que en la descripción de los resultados de locomoción, la variación de los
elementos geofísicos (color de alimentos) y geoecológicos (zonas de alimentación)
implicados lograron modificar la conducta de búsqueda de alimento aumentando la
actividad de los gorilas observados.
Variación altitudinal
Los viajes que llevan a cabo los gorilas en libertad requieren de largas caminatas, la cual
dista mucho de ser una planicie perfecta sin obstáculos. En el Zoológico de Guadalajara,
el encierro de los gorilas cuenta con una cañada que rodea una planicie con rocas.
Buscando aprovechar este elemento, se dispusieron algunas zonas lejanas de
alimentación que estuvieron en la parte baja de la cañada y que, por tanto, requerían de
bajar por rocas o troncos para llegar a éstas.
En general, los datos muestran que el promedio de actividad de variación
altitudinal en la Línea Base y en la Redeterminación 1 fue igual a cero; en el caso de la
Redeterminación 2, la única que presentó actividad altitudinal fue la hembra infante.
Cabe mencionar que los movimientos de subir y bajar que la infante presentó en la
Redeterminación 2 fueron parte de sus juegos y no para ir en búsqueda de alimento, por
lo que se puede considerar que, dada la ausencia de alimento en las zonas lejanas que
implican bajar o subir, los sujetos no visitaron dichas zonas.
59
En el caso de los principales focales (hembra y macho adultos) no presentaron
actividad en este rubro, además de que en el caso del macho la actividad de Locomoción
fue prácticamente nula. Esta poca actividad puede afectar la salud de los organismos al
no equilibrar movimiento con cantidad de alimentos ingeridos. De igual forma, es notorio
que la mayor actividad grupal e individual se observó en la Fase 2; si este dato se
relaciona con el hecho de que en dicha fase los alimentos de colores brillantes están en
las zonas lejanas de alimentación, se puede decir que los gorilas subieron y/o bajaron en
busca de alimentos con estas características.
En resumen, los individuos del grupo en observación mostraron los más altos
porcentajes de Locomoción, así como el más alto promedio de variación altitudinal y
visitas a lugares cuando los alimentos estuvieron en zonas lejanas y de acceso
complicado. Por tanto, este es un dato que favorece la afirmación de que los gorilas
prefieren los alimentos de colores brillantes (Sabater, 1997), agregando que los gorilas en
cautiverio parecen presentar la misma inclinación a los alimentos de colores brillantes,
tal como se observó en los de su misma especie en libertad. En este caso, la variación de
los factores geofísicos (colores de los alimentos) y factores geoecológicos (lugares de
alimentación) provocaron la conducta de variación altitudinal, puesto que antes de la
modificación de los factores implicados no hay registros de dicha conducta.
60
Estudio 2
Alimentos organizados por preferencia de consumo
Los gorilas en libertad invierten el 30% de su día en viajar buscando lugares con
alimento y cobijo adecuado para el grupo. De acuerdo con un estudio de Sabater (1997)
los gorilas tienen preferencias por los alimentos agridulces y coloridos, además se tiene
datos de que los gorilas recorren grandes distancias en busca de sus frutas favoritas y
otros alimentos (e.g. Jenkins, 2007). Este hecho podría considerarse como el que permite
equilibrar la cantidad de alimentos ingeridos y el uso de los mismos por el ejercicio.
En las condiciones de cautiverio que provee el Zoológico de Guadalajara los
alimentos y el cobijo son proporcionados sin esfuerzo por parte de los organismos
cautivos. Éstos obtienen sus alimentos con simplemente trasladarse a dos sitios ubicados
cerca de los dormitorios, dentro de una zona denominada como la pradera pues no
presenta declives u obstáculos. Es probable que sea por este estilo de vida que se tenga
registro de sobrepeso en uno de los organismos (hembra adulto).
En este segundo estudio se organizaron los alimentos en grupos obedeciendo a los
alimentos más consumidos por los gorilas en las condiciones habituales. Atendiendo a
esta forma de agrupar los alimentos, éstos se ubicarán en diferentes zonas cercanas y
lejanas a los lugares habituales de alimentación. En este estudio se buscará explorar si la
organización de alimentos por preferencia es una variable para lograr que los gorilas
tengan mayor movilidad en su área.
61
MÉTODO
Sujetos
Al igual que en el Estudio 1, los sujetos serán cuatro gorilas de la especie Gorilla gorilla
gorilla que están en cautiverio en el Zoológico de Guadalajara.
Materiales e Instrumentos
Los materiales e instrumentos utilizados serán los mismos que fueron planteados en el
Estudio 1.
Escenario
Dado que el trabajo se hará con los mismos sujetos que en el primer estudio, los cuales
están en cautiverio en el Zoológico de Guadalajara, el escenario y las zonas de
observación serán las que fueron descritas en el Estudio 1 (ver Figura 2).
Diseño
Este primer segundo constó de 12 exposiciones de los sujetos divididas en una línea base,
dos fases y dos redeterminaciones, cada una de estas etapas se llevó a cabo de la
siguiente manera: la línea base constó de 1 exposiciones, en las cuales a los sujetos se les
presentaron los alimentos como se hace habitualmente y se observaron los alimentos
elegidos, las cantidades y orden de elección.
En cada una de las fases los alimentos se organizaron en grupos atendiendo a la
preferencia que los organismos hayan mostrado durante la línea base y la información
recabada con el personal del Zoológico de Guadalajara encargado de la alimentación de
62
los organismos observados. Durante la primera fase los alimentos preferidos se
presentaron en los lugares cercanos, mientras que en la segunda fase se presentaron en
los lugares lejanos. Cada una de estas fases duró 5 y 4 exposiciones respectivamente.
Las redeterminaciones fueron exposiciones en las que los alimentos se volvieron
a presentar de la manera en la que normalmente se presentaban, tal como se observaron
en la línea base. Adicionalmente se considerarán los datos de la Línea Base original que
es la que se registró al inicio del Estudio 1, puesto que para dichas observaciones los
sujetos no habían sido expuestos a otro estudio previo.
Tabla 2. Diseño de estudio 2.
LB original LB 2 Fase 1 Red 1 Fase 2 Red2
Grupos de
alimentos Habitual Habitual Por
preferencia
Habitual Por
preferencia
Habitual
Ubicación de
alimentos Habitual Habitual Preferidos
cerca
Habitual Preferidos
lejos
Habitual
# Exposiciones 3 1 5 1 4 1
Número de
lugares 2 2 8 2 8 2
Procedimiento
El estudio consistió en una línea base, dos fases y tres redeterminaciones, las cuales se
llevaron a cabo en 12 exposiciones diferentes distribuidas de la siguiente manera:
La línea base consistió en una exposición (entrelazada con el experimento
anterior) en las que los organismos tuvieron acceso libre a la comida, la cual fue
dispuesta de la forma en la que normalmente se presenta por los encargados de
alimentarlos. En estas exposiciones se observó la preferencia de los organismos al tomar
63
los alimentos disponibles, se consideró la variedad de alimentos elegidos y el orden de
elección. Dichas observaciones se llevaron a cabo del 13 al 20 de abril de 2009 en los
horarios de alimentación de los organismos, aproximadamente a las 10:00 y las 15:00
horas, excepto los días lunes y martes en los que se les da una sola comida a las 10:00
horas. El resultado de estas observaciones determinó la cantidad y composición de los
grupos de alimentos con los que se trabajó en las Fases 1 y 2.
En las fases experimentales se organizaron grupos de alimentos de acuerdo a la
preferencia que los organismos mostraron en la línea base y en el primer estudio. Los
grupos se organizaron en grupos de mayor y menor preferencia. En la Fase 1 los
alimentos preferidos se dispusieron en los lugares de alimentación cercanos, es decir se
organizaron cuatro grupos que se acomodaron en los lugares A1, A2, A3 y A4, mientras
que los alimentos menos preferidos se dispusieron en cuatro grupos en las zonas B (B1,
B2, B3 y B4).
En la Fase 2, los alimentos se organizaron en cuatro grupos de mayor preferencia
y cuatro de menor preferencia y fueron organizados de manera contraria a la Fase 1, es
decir, los alimentos de mayor preferencia se presentaron en los lugares de alimentación
lejanos (B1, B2, B3 y B4) mientras que los de menor preferencia se presentaron en los
lugares cercanos de alimentación (A1, A2, A3 y A4). En cada una de las fases se observó
la variedad de alimentos elegidos, el orden de elección y la cantidad.
Los alimentos que se posicionaron en los grupos de mayor preferencia fueron:
lechuga, coliflor, chícharo, ejote, coliflor, verdolaga, acelga, brócoli, jitomate, caña,
escarola, elote, col, apio, cebolla, espinaca, aguacate, cilantro, perejil, berros y las frutas.
Mientras que los alimentos de los grupos de menor preferencia fueron: calabaza,
64
calabacita, chayote, zanahoria, champiñones, rábano, papa, nopal, pepino, col morada y
pimientos. Estos alimentos no estaban disponibles todos los días, sino que se intercalaban
según las dietas que el personal del Zoológico de Guadalajara tiene descrita para cada
uno de los organismos observados en este estudio.
Entre las fases experimentales se hizo una redeterminación, es decir exposiciones
en las que se presentaron los alimentos en el orden y ubicación normales, tal como se
presentaron en la línea base. Estas redeterminaciones tuvieron la finalidad hacer una
división clara entre cada una de las Fases.
Resultados
Siguiendo con el orden del Estudio 1, los resultados obtenidos se presentarán de la
siguiente manera: se presentarán los datos obtenidos de forma general y por organismo
de locomoción, luego de las zonas visitadas y posteriormente de los registros de
variación altitudinales. En las gráficas, las fases se presentan en orden cronológico y los
organismos de acuerdo a su importancia como focales: hembra adulto, macho adulto, y
hembra infante. Las gráficas están organizadas de forma que se pueden hacer
comparaciones generales entre fases, intrasujeto en las condiciones Línea Base original,
Línea Base 2 (perteneciente a este estudio) Fase 1, Redeterminación 1, Fase 2 y
Redeterminación 2; y también entre sujetos en el mismo parámetro.
Locomoción
Para observar con mayor claridad los resultados, cabe mencionar las similitudes de las
Líneas Base con las Redeterminaciones y de las fases experimentales entre si. Las
Líneas Base y las Redeterminaciones comparten la disponibilidad de alimentos en dos
65
grandes montones, uno cerca de los dormitorios y otra en la zona denominada como A4.
Para las fases experimentales, se presentaron ocho montones de alimentos distribuidos en
las zonas A1, A2, A3, A4, B1, B2, B3 y B4 cuya distribución se puede observar en la
Figura 3.
La Figura 10 muestra la actividad de Locomoción de los organismos como grupo,
los datos se presentan correspondientes a cada etapa del estudio en el orden en el que se
corrieron las fases, es decir: Línea Base original, Línea Base 2, Fase 1, Redeterminación
1, Fase 2 y Redeterminación 2.
Durante la Línea Base los organismos recorrieron en promedio 251 metros en
total, lo que en este estudio representa el 15% de la actividad presentada por los
organismos. Con respecto a las Redeterminaciones, se puede observar el resultado de la
Redeterminación 1 con el menor promedio de metros recorridos, 198.2 que representa el
12% del total y en la Redeterminación 2 los organismos recorrieron el 18% de la
distancia total registrada en el estudio (Ver Figura 10).
En el caso de las Fases experimentales se observó mayor movilidad en la Fase 2
que fue la que presentó los alimentos de preferidos en las zonas lejanas o zonas
denominadas como B (B1, B2, B3 y B4). Los metros recorridos fueron de 337 en la Fase
1 y de 447.1 en la Fase 2, lo cual representa 18% y 24% respectivamente tal como se
observa en la Figura 10.
66
251.0
280.4 278.8
198.2
395.8
302.4
0
100
200
300
400
500
600
LB original LB 2 Preferencia Fase 1 Redeterminación 1 Preferencia Fase 2 Redeterminación 2
Me
tro
s p
rom
ed
io
Figura 10. Distancias promedio recorridas por el grupo observado durante las fases del Estudio 2.
Lo que concierne a la Locomoción de los integrantes del grupo en forma
individual puede observarse en la Figura 11, donde se presentan los individuales de los
organismos en cada fase, de manera que es posible hacer una comparación de la
actividad motriz de los organismos en cada fase.
El primer organismo focal, la hembra adulto, recorrió en promedio 495.4 m, lo
que representa el 29% de la actividad del grupo, tal como se puede observar en la Figura
11. En la Línea Base original recorrió un promedio de 73.4 m y en la Línea Base 2,
perteneciente a este estudio, promedió 94.7 m, en la Fase 1 recorrió 78m en promedio, en
la Redeterminación 1 registró un promedio de 52.4m, en la Fase 2 obtuvo el promedio
más elevado con 106.5m y finalmente en la Redeterminación 2 promedió 90.4m.
Al igual que en el Estudio 1, el macho adulto fue el que presentó menor promedio
de distancia recorrida, sin embargo, su desempeño va casi totalmente en ascenso fase tras
fase a partir de la Fase 1. En la Línea Base original mostró un promedio de 27.7m
recorridos, mientras que en la Línea Base 2 su movilidad fue nula, tal como se puede
observar en la Figura 11.
67
Contrario a las otras integrantes del grupo, los promedios de Locomoción del
macho adulto se muestran más elevados en las Redeterminaciones que en las Fases
experimentales, de manera que para la Redeterminación 1 promedió 36.5m y en la
Redeterminación 2 promedió 51.9m, mientras que para las Fases 1 y 2 registró un
promedio de 36.5m y 42.5m respectivamente. Con este desempeño, el macho adulto
recorrió el 12% de la distancia que promedio del grupo (Ver Figura 11).
En la Figura 11 se puede observar que la hembra juvenil registró un promedio un
poco menor que la hembra adulto, 460.2 m, de los cuales 76.5m promedio los recorrió
en durante el período de Línea base orinal y 86.1 en la Línea Base 2. Lo restante se
presentó de la siguiente manera: 39.4 m promedio los recorrió durante la
Redeterminación 1 y 68.4 durante la Redeterminación 2. En cuanto a las fases
experimentales presentó un promedio de 189.9m en su actividad de locomoción siendo
que, 69m promedio los recorrió en la Fase 1 y 120.9 m en la Fase 2. El desempeño de la
hembra juvenil representa el 27% de la actividad del grupo.
Por último, en la Figura 11 se puede observar que, al igual que en el Estudio 1, la
actividad de locomoción de la hembra infante fue la más alta, con 548.4m promedio, es
decir el 32% de la locomoción registrada por grupo en este estudio. Consistente con las
otras dos hembras, el promedio más alto de la infante fue en la Fase 2, donde promedió
126m, en la Fase 1 recorrió 95.3m en promedio, en la Línea Base original registró 73.4m
y en la Línea Base 2 recorrió en promedio 95.3m En cuanto a las Redeterminaciones, la
hembra infante registró promedios de 62.4 y 91.7 respectivamente.
68
0
50
100
150
200
250
LB original LB 2 Preferencia Fase 1 Redeterminación 1 Preferencia Fase 2 Redeterminación 2
Metr
os p
rom
edio
Hembra adulto
Macho adulto
Hembra juvenil
Hembra infante
Figura 11. Distancias promedio recorridas por cada organismo durante el Estudio 2.
Búsqueda de alimento
Al igual que en el Estudio 1, en este se observó el número de veces que los organismos
buscaron alimento en lugares diferentes, esto con el fin de observar su conducta de
búsqueda de alimento. En la Figura 12 se observa el número promedio de visitas que el
grupo hizo a diferentes lugares de alimentación durante cada fase.
En lo que concierne a los resultados, en la Figura 12 se puede observar que las
fases experimentales, Fase 1 y Fase 2, son las que presentan mayor frecuencia, 31.6 y
36.3 respectivamente. La Línea base original (24) es ligeramente mayor a la Línea base 2
(23) que es la que corresponde al inicio de este estudio. En lo que concierne a las
redeterminaciones, se puede observar que la Redeterminación 1 presentó un promedio de
frecuencia de 16, siendo el promedio más bajo del estudio; y la Redeterminación 2
presentó un promedio de 27.
69
Dichas frecuencias de los momentos del estudio, representan los siguientes
porcentajes: La Línea base original y la Línea base dos presentan un porcentaje de 15%
cada una, la frecuencia de la Fase 1 representa el 20% del total, la Redeterminación 1
presenta el porcentaje menor (10%), mientras que la Fase 2 tiene el porcentaje más alto
(23%) y finalmente el 17% corresponde a la Redeterminación 2.
24.0 23.0
31.6
16.0
35.3
27.0
0
10
20
30
40
50
60
LB original LB 2 Preferencia Fase
1
Redeterminación
1
Preferencia Fase
2
Redeterminación
2
Fre
cuencia
s
Figura 12. Frecuencia promedio de visitas a zonas de alimentación del grupo durante el Estudio 2.
El resultado de la búsqueda de alimento por cada organismo, hace notoria la
diferencia entre la actividad del macho y de las hembras, tal como se puede observar en
la Figura 13. La primera focal, la hembra adulto muestra la mayor actividad en las fases
experimentales, su actividad representa el 28% de la actividad total del grupo.
El macho adulto, por su parte es el que tiene menor actividad con respecto al total
del grupo (12%) y aunque muestra mayor actividad durante las fases experimentales
como los demás organismos del grupo, la diferencia es casi imperceptible con relación a
70
los otros momentos del estudio; además es el único organismo que muestra actividad
nula en alguno de los momentos del estudio (Línea base 2), tal como se puede observar
en la Figura 13.
La hembra juvenil muestra un desempeño muy similar al de la hembra adulto, y
tal como se puede observar en la Figura 13, solamente durante las Líneas base tiene
frecuencias menores. En general la frecuencia de búsqueda de alimento de la hembra
juvenil representa el 25% del total de la actividad del grupo.
Al igual que en el estudio anterior, la hembra infante es la que muestra mayor
actividad en el grupo, en total su actividad representa el 35% del total. Su desempeño es
en todos los casos superior al de los otros integrantes del grupo y al igual que todos, sus
frecuencias más altas están en las fases experimentales, pero a diferencia de los otros es
la Fase 1 la que tiene la frecuencia más elevada.
0
5
10
15
20
LB original LB 2 Preferencia Fase
1
Redeterminación
1
Preferencia Fase
2
Redeterminación
2
Fre
cuencia
s
Hembra adulto
M acho adulto
Hembra juvenil
Hembra infante
Figura 13. Frecuencia promedio de visitas a zonas de alimentación de cada organismo durante el Estudio 2.
71
Variación altitudinal
Con respecto a la variación altitudinal, se puede observar que se registraron frecuencias
únicamente en tres de los seis momentos del estudio (Línea Base 2, Fase 1 y Fase 2). La
Línea base 2 presenta 2 de promedio de frecuencia lo que representa el 31% del total de
la actividad del grupo en los diferentes momentos del estudio.
La Fase 1 registró 0.8 de promedio de frecuencia, lo que representa el 12% y finalmente
la Fase 2 fue la que mayor promedio de frecuencias presentó (3.8) representando un 57%
del total de la actividad del grupo en las fases.
0.0
2.0
0.8
0.0
3.8
0.0
0
2
4
6
8
LB original LB 2 Preferencia Fase 1 Redeterminación 1 Preferencia Fase 2 Redeterminación 2
Fre
cuencia
s
Figura 14. Frecuencia promedio de variaciones altitudinales presentadas por el grupo durante el Estudio 2
El desempeño individual de los organismos se puede observar en la Figura 15. La
hembra adulto, el macho adulto y la hembra juvenil muestran actividad únicamente en la
Fase 2, de manera que las frecuencias registradas en la Línea base 2 y la Fase 1 fueron
producto de la actividad de la hembra infante.
72
Aún en esta actividad representada en la Figura 15, donde las hembras adulto y
juvenil muestran poca actividad, el macho adulto sigue presentando una actividad menor
en el grupo.
0
1
2
3
4
5
LB original LB 2 Preferencia Fase 1 Redeterminación 1 Preferencia Fase
2
Redeterminación
2
Fre
cu
en
cia
s
Hembra adulto
Macho adulto
Hembra juvenil
Hembra infante
Figura 15. Frecuencia promedio de variaciones altitudinales presentadas por cada organismo durante el
Estudio 2
Discusión
En este estudio, el aspecto geofísico manipulado fue la preferencia que mostraron los
organismos hacia determinados alimentos, los cuales se definieron por las observaciones
hechas en la línea base original y el Estudio 1. En cuanto a la variable geoecológica es
similar a la del Estudio 1: lugares de alimentación.
73
Locomoción
En el caso del desempeño grupal, el promedio recorrido durante la Línea base 2 es
ligeramente más alto que el recorrido en la Fase 1; hay que considerar que la Línea base
2 está antecedida por el Estudio 1 en el que, en su segunda fase presentó los colores
brillantes en las zonas lejanas, por lo tanto, los sujetos pudieron trasladarse entre las
zonas lejanas en busca de alimento. La diferencia de frecuencias entre la Fase 1 y Fase 2
puede entenderse por la distribución de los alimentos preferidos, los cuales estuvieron en
lugares cercanos en la Fase 1 y en lugares lejanos en la Fase 2; por lo tanto, la lejanía de
los alimentos pudo ser la causa de que los individuos recorrieran mayores distancias. La
alta frecuencia presentada en la Redeterminación 2 puede deberse a una situación similar
a la de la Línea base 2, ya que en este caso también se antecede una fase experimental
donde los alimentos preferidos se colocaron en lugares lejanos.
En general, los resultados muestran que la manipulación de la preferencia de
alimentos, aunada a la variación de los lugares de alimentación, provocan un cambio en
el comportamiento de los organismos respecto a la cantidad de metros recorridos, ya que
los resultado de las fases experimentales son mayores a los de la Línea base original, que
es la que representa la actividad que tenía el grupo de gorilas antes de cualquier
manipulación.
Búsqueda de alimento
Durante las fases experimentales se registraron frecuencias más altas que las que se
presentaron en las Líneas base y las Redeterminaciones e, incluso, comparando las fases
74
experimentales entre sí, la Fase 2 fue mayor a la Fase 1. En este caso se puede considerar
que los organismos buscaron en los sitios cercanos y luego en los lejanos, de esa forma
aumentaron el número de lugares visitados en la Fase 2.
Observando a detalle los resultados, se puede identificar que al igual que en los
resultados anteriores, la Redeterminación 1 es menor a la Línea base 2 y a la
Redeterminación 2; la explicación puede ser similar a los argumentos presentados en el
Estudio 1, es decir, la Línea base 2 y la Redeterminación 2 van antecedidas de las fases
experimentales en las que los alimentos preferidos se presentan en los sitios lejanos y,
por lo tanto, los sujetos pueden haber buscado más en esos sitios y en su recorrido haber
aumentado en número de visitas a los lugares de alimentación.
La manipulación agrupando los alimentos en preferidos (factor geofísico) y no
preferidos, además de su colocación en diferentes sitios de alimentación (factor
geoecológico) muestra efectos sobre la conducta de los organismos, que se modifica en
función de la búsqueda de los alimentos preferidos, de manera que se registra mayor
actividad de búsqueda de alimento.
Variación altitudinal
Se registra una nula variación altitudinal durante la Línea base original y en las dos
redeterminaciones, mientras que se registra incrementos en la Línea base 2 (31%), en la
Fase 1 (12%) y en la Fase 2 (57%), observando que el porcentaje de la Línea base 2 es
mayor que el de la Fase 1.
Sin embargo, estos resultados pueden encontrar su explicación en la siguiente
situación: las variaciones altitudinales registradas en la Línea base 2 son producto de la
75
actividad de la hembra infante, la cual siempre registra la mayor actividad entre los
miembros del grupo debido a sus juegos. Por lo tanto, se posible descartar la posibilidad
de que los sujetos hubieran subido o bajado por buscar alimento, ya que los registros
muestran que esas variaciones altitudinales registradas son producto de los juegos de la
hembra infante.
En este caso, al igual que en los otros, se puede notar que la variación altitudinal
muestra cambios favorables (mayor actividad) en cuanto los factores geofísicos
(alimentos preferidos) y los factores geoecológicos (lugares de alimentación) implicados
han sido manipulados.
76
Estudio 3
Alimentos por propiedades fisico-químicas (sabor)
En estudios previos se ha observado que los gorilas muestran preferencia por ciertos
alimentos, y que se puede observar la presencia predominante de ciertas plantas en su
dieta (e.g. Grzimer, 1986). Los animales suelen preferir los sabores que están asociados a
los alimentos que necesitan consumir y evitar los que indican veneno o deterioro (Maier,
2001). En el caso específico de los gorilas, en un estudio, en particular, se observó que
los gorilas (en libertad) mostraron clara preferencia por los sabores dulces (Sabater,
1997) y que son los gorilas jóvenes los que suelen experimentar con nuevos sabores o
alimentos desconocidos con mayor frecuencia (Grzimer, 1986).
Puede considerarse que los sabores son percibidos por los gorilas de forma similar
a los humanos puesto que los sabores básicos son dulce, salado, ácido y amargo, los
cuales son percibidos por la mayoría de los vertebrados. Además de que se sabe que
todos los vertebrados comparten la estructura denominada “lengua” y que tanto animales
humanos como no humanos poseen estructuras quimiosensoriales que sirven para
determinar el sabor de los alimentos (e.g., Maier, 2001; Hickman, Roberts, Laison,
Anson & Eisenhor, 2002).
Tomando como base estas observaciones previas y las condiciones fisico-
espaciales y de cantidad y variedad de alimentos del Zoológico de Guadalajara, el
presente estudio pretende observar las preferencias de alimentos en cuanto a su propiedad
físico-química sabor que muestren los gorilas del Zoológico de Guadalajara.
77
MÉTODO
Sujetos
Al igual que en los estudios anteriores, los sujetos que se considerarán para este tercer
estudio son los gorilas (Gorilla, gorilla, gorilla) del Zoológico de Guadalajara.
Materiales e Instrumentos
Los materiales e instrumentos de este tercer estudio serán los mismos que se usarán en
los dos estudios anteriores.
Escenario
El escenario de observación será el encierro de los organismos en el Zoológico de
Guadalajara, se considerarán las zonas y sitios de observación que se usarán en los
estudios anteriores.
Diseño
El diseño de este tercer estudio constó de dos fases, una línea base y una
redeterminación. La línea base consistió en ordenar los alimentos de la forma en la que
habitualmente se ordenaba en el zoológico, es decir, en dos grandes montones, uno
cercano a los dormitorios y otro en la zona denominada como A4 para estos estudios.
78
Tabla 3. Diseño de condiciones del Estudio3.
LB original LB 3 Fase 1 Red 1 Fase 2
Orden de
alimentos Habitual Habitual Por sabor Habitual Por sabor
Ubicación Habitual Habitual Preferidos
cerca
Habitual Preferidos
lejos # Exposiciones 3 1 6 1 1
Número de
lugares 2 2 8 2 8
Las fases consistieron en agrupar los alimentos en ocho montones y distribuirlos
en los lugares determinados para estos experimentos explicados a detalle en el primer
estudio (ver figura 3). En ambas fases los alimentos se organizaron de acuerdo a la
característica físico-química de sabor, se determinaron, de acuerdo a la literatura 2
sabores preferidos y 3 de menor preferencia por los organismos. En la Fase 1 los
alimentos de sabores preferidos se organizaron en las zonas A, es decir las zonas
cercanas y los alimentos de sabores no preferidos en las zonas B. Para la Fase 2, fueron
los alimentos de sabores preferidos los que se ordenaron en zonas B y los de sabores de
menor preferencia en zonas A o zonas cercanas.
La redeterminación se hizo entre las fases para diferenciarlas, en ésta, al igual que
en la línea base, los alimentos se ordenaron como acostumbraban a hacerlo en el
zoológico. Al igual que en el Estudio 2, en este estudio se considerarán los resultados de
la Línea Base original, es decir, la que precede a las fases del Estudio 1, puesto que en
dichas exposiciones los organismos no habían sido expuestos a otro estudio previo.
Este estudio tiene la particularidad de una sola exposición en la Fase 2, esto
debido a que el día en que se corrió la Redeterminación 1 se suspendieron las actividades
en el Zoológico de Guadalajara y no permitieron el acceso a investigaciones ni otra
79
actividad que no fuera netamente indispensable para la supervivencia de los animales. Al
reanudarse las labores normales, permitieron grabar la sesión un sólo día más.
Procedimiento
Este tercer y último estudio se enfocó a las características fisico-químicas relacionadas
con el sabor de los alimentos que se les presentan habitualmente a los gorilas del
Zoológico de Guadalajara.
El estudio constó de una línea base con dos exposiciones de los sujetos a las
condiciones habituales de alimentación y de dos fases que tienen en común la
organización de los alimentos por su característica físico-química sabor y que difieren en
la ubicación de los grupos de alimentos de la siguiente manera:
Los sabores que se perciben desde la perspectiva humana son: dulce, salado,
ácido y amargo (Lehr, 1998). Adicionalmente, para estos estudios se consideraron
algunas características de los alimentos que se les proporcionan a los gorilas en el
Zoológico de Guadalajara, estas características fueron suave, picoso y fresco (Reader’s
Digests, 2005; International glumatate information, 2010; Braun, 1997). Con esta
información, los alimentos se organizaron en seis grupos de sabores: Dulce, dulce suave,
picoso, suave fresco, amargo, ácido.
Dichos grupos se ubicaron en los ocho lugares de alimentación de la siguiente
manera, en la Fase 1, los lugares cercanos (lugares A) fueron ocupados por suave fresco
y dulce, mientras que los lugares B (o lugares lejanos) fueron ocupados por dulce suave,
acido, amargo y picoso. Para la Fase 2, los grupos se intercambiaron de lugar, es decir,
80
los que estuvieron en las zonas A en la Fase 1 se intercambiaron a los lugares B y
viceversa.
Los alimentos que se consideraron para cada grupo fueron los siguientes: En el
grupo “Dulce” estuvieron la caña, durazno, elotes, mango, manzana, melón Chino,
naranjas, papaya, peras, plátano, plátano macho y uva. El grupo de “Dulce suave” se
compuso por acelga, aguacate, calabaza, chícharos, jitomate, limas, papa, ejote,
zanahoria y espinacas. El tercer grupo, el picoso, se compuso de cuatro elementos:
berros, cebollas, pimientos y rábanos. El sabor Suave fresco agrupó a los siguientes
alimentos: champiñón, chayote, coliflor, lechuga, pepino y escarola. El sabor amargo
abarco calabacita, nopal, verdolaga, apio, brócoli y col. Por último, el sabor ácido se
compuso por cilantro, perejil y guayaba.
Al final del estudio de hicieron dos exposiciones de redeterminación para
observar el comportamiento emitido por los organismos observados ante la situación de
alimentación.
Resultados
Por la similitud en los estudios, en este Estudio 3 los resultados obtenidos se presentarán
respetando el orden que se ha seguido en los anteriores estudios, es decir: se presentarán
resultados generales y por organismo de locomoción, zonas visitadas y registros de
variación altitudinales (ocasiones en las que los organismos subieron o bajaron más de un
metro para continuar su recorrido).
Las gráficas están elaboradas para seguir el orden establecido en los estudios
anteriores, las fases se presentan en orden cronológico y los organismos están ordenados
81
de acuerdo a la importancia que tuvieron como focales al momento de ser observados. En
este caso, la primera es la hembra adulto, luego el macho adulto seguido de la hembra
juvenil y finalmente la hembra infante. Las gráficas están organizadas de forma que se
pueden hacer comparaciones generales entre fases, intrasujeto en las condiciones de
Línea Base original, Línea Base 3 (perteneciente a este estudio), Fase1, Redeterminación
1 y Fase 2; también entre sujetos en el mismo parámetro.
Locomoción
En la Figura 16 se muestra la actividad de locomoción del grupo de organismos
observados en cada etapa del Estudio 3. Se puede observar que la Línea Base original fue
la que menor cantidad de metros recorridos presentó y la Fase 2 fue la de mayor
movilidad.
Durante la Línea Base original los organismos recorrieron en promedio 251
metros en total, lo cual representa el 14% de la distancia recorrida por los sujetos durante
el presente estudio. En la Línea Base 3, el recorrido promedio fue de 302.4 metros, lo
cual equivale al 17% de la movilidad total en las fases.
Con respecto a la Redeterminaciones 1, se puede observar que el promedio
recorrido fue de 334 metros que representa el 19% del total.
Cabe mencionar que la Línea Base y las Redeterminaciones comparten la
disponibilidad de alimentos en dos grandes montones, uno cerca de los dormitorios y otra
en la zona denominada A4. Para las fases experimentales, se presentaron ocho montones
de alimentos distribuidos en las zonas A1, A2, A3, A4, B1, B2, B3 y B4 cuya
distribución se puede observar en la Figura 3.
82
En el caso de las Fases experimentales se observó mayor movilidad en la Fase 2
que fue la que presentó los alimentos de sabores dulces en las zonas lejanas o zonas
denominadas como B (B1, B2, B3 y B4). Los metros recorridos fueron de 323.2 metros
promedio en la Fase 1 y de 557.2 metros promedio en la Fase 2, lo cual representa 18% y
32% respectivamente.
251.0
302.4323.2
334.0
557.2
0
100
200
300
400
500
600
LB original LB 3 Sabor Fase 1 Redeterminación 1 Sabor Fase 2
Me
tro
s p
rom
ed
io
Figura 16. Distancias promedio recorridas por el grupo observado durante las fases del Estudio 3.
Este mismo desempeño del grupo, analizado por cada organismo que lo compone,
en la Figura 17 se puede observar el desempeño de cada uno en los diferentes momentos
del estudio. La primera focal de estudio (hembra adulto) recorrió 489.6 metros en
promedio, lo cual representa el 28% de la actividad total de grupo. En la Línea Base
83
original recorrió 73.4 m promedio, en la Línea Base 3 recorrió 90.4 metros promedio en
la Redeterminación 1 se le registraron 94 m recorridos en promedio, y en las fases
experimentales 231.8 m de los cuales 79.1 los recorrió en la Fase 1 y 152.7 en la Fase 2.
Como en los resultados anteriores, el macho adulto, fue el que menor movilidad.
En la Línea Base original se le registraron fue de 27.7m promedio, en la Línea Base 3
aumentó su actividad a 51.9 metros promedio y en la Redeterminación 1 recorrió 36
metros promedio.
En las fases experimentales recorrió en promedio 115.8 m, de los cuales 31.5 m
los recorrió en la Fase 1 y 84.3 m en la Fase 2. En promedio su recorrido total fue de
231.4 m, lo que representa el 13% del recorrido total del grupo (Ver Figura 17).
En la Figura 17 se puede observar que la hembra juvenil registró un promedio
igual a que la hembra adulto (28%) con 490 metros de los cuales 76.5m promedio los
recorrió en durante el período de Línea base original y 68.4 en la Línea Base 3.
Durante la Redeterminación 1, recorrió 90m promedio y en cuanto a las fases
experimentales presentó un promedio de 255.2m en su actividad de locomoción siendo
que, 109.6m promedio los recorrió en la Fase 1 y 145.6m en la Fase 2.
Finalmente, se puede observar que la actividad de locomoción de la hembra
infante fue la más alta, con 556.7m promedio, es decir el 31% de la locomoción
registrada por grupo en este estudio (Ver Figura 17). Dicho resultado lo distribuyó de la
siguiente forma: 76.5 m en Línea Base original, 91.7 en la Línea Base 3, 103 m en la
Fase 1, 114m en la Redeterminación 1, y 174.6m en la Fase 2.
84
0
50
100
150
200
250
LB original LB 3 Sabor Fase 1 Redeterminación
1
Sabor Fase 2
Metr
os p
rom
edio
Hembra adulto
Macho adulto
Hembra juvenil
Hembra infante
Figura 17. Distancias promedio recorridas por cada organismo durante el Estudio 3.
Búsqueda de alimento
En cuanto al número de veces que los organismos buscaron alimento en las diferentes
zonas de alimentación, en la Figura 18 se observa el número promedio de visitas que el
grupo hizo a diferentes lugares de alimentación durante cada fase del Estudio 3.
Al igual que en los registros en conducta de Locomoción, el registro más alto se
concentra en la Fase 2. Con respecto al registro más bajo difieren, puesto que en
locomoción se concentró en la Línea Base original y en la búsqueda de alimento fue en la
Redeterminación 1.
Durante la Línea Base original el grupo hizo en promedio 24 visitas a zonas de
alimentación (15%), en la Línea Base 3 el promedio fue de 27 (17%). En la
Redeterminación, el promedio de visitas registrado por el grupo fue de 25, lo que
representa el 16% de la actividad total del grupo. Estas cifras representaron 14%, 24% y
13% respectivamente. Con respecto a las fases experimentales, en la Fase 1 presentaron
85
29.3 visitas promedio y en la Fase 2 fueron 55. Cifras que representan el 18 y 34 por
ciento respectivamente (ver Figura 18).
24.027.0
29.3
25.0
55.0
0
10
20
30
40
50
60
LB original LB 3 Sabor Fase 1 Redeterminación
1
Sabor Fase 2
Fre
cuencia
s
Figura 18. Frecuencia promedio de visitas a zonas de alimentación del grupo durante el Estudio 3.
La actividad de búsqueda de alimento hecha por cada organismo puede
observarse en la Figura 19, donde se observa claramente que todos los organismo
muestra mayor actividad durante la Fase 2.
La hembra adulto hizo en promedio total 46.2 visitas, de las cuales tuvo la misma
cantidad de visitas (8) en la Línea Base original, en la Línea Base 3 y en la
Redeterminación 1. Con respecto a las fases experimentales, promedió 22.2 visitas, de las
cuales 8.2 se hicieron en la Fase 1 y 14 en la Fase 2.
El macho adulto en la Línea Base original presentó un promedio de 2.7 visitas a
lugares de alimentación, en la Línea base 3 aumento su promedio a 4 y en la
Redeterminación 1 registró 3 visitas promedio. En cuanto a las fases experimentales, en
la Fase 1 su promedio fue de 2.8, y en la Fase 2 de 10.
86
La hembra juvenil mostró un promedio más o menos estable en la Líneas Base y
la Redeterminación 1, puesto que su desempeño fue de 6 a 6.3 en éstas. En la Fase 1
promedió 9.3 visitas y en la Fase 2 13. En total, este organismo tuvo 40.7 de promedio
visitas a zonas de alimentación, lo que representa el 25% de la actividad total del grupo.
La hembra infante presentó 7 visitas promedio a zonas de alimentación en su fase
más baja (Línea Base original), y 18 vistas en la más alta (Fase 2) En la Fase 1 la hembra
infante mostró 9 promedio de visitas al igual que en la Línea base 3, y en la
Redeterminación 1 registró 8 visitas promedio.
De igual forma, se observa que la hembra infante fue la que presentó mayor
porcentaje en el promedio de visitas a zonas de alimentación, 32%, seguida por la
hembra adulto con 29%, luego la hembra juvenil con 25% y finalmente el macho con
14%.
0
5
10
15
20
LB original LB 3 Sabor Fase 1 Redeterminación 1 Sabor Fase 2
Fre
cuencia
s
Hembra adulto
Macho adulto
Hembra juvenil
Hembra infante
Figura 19. Frecuencia promedio de visitas a zonas de alimentación de cada organismo durante el Estudio 3.
87
Variación altitudinal
Los datos de variación altitudinal representan, al igual que en los estudios anteriores, las
ocasiones en las que los organismos subieron o bajaron más de un metro para visitar
alguna de las zonas de alimentación lejanas, normalmente las zonas B3 y B4.
En la Figura 20 se puede observar el registro altitudinal del grupo en cada fase del
presente Estudio. En general, en este Estudio 3, las variaciones altitudinales se
concentraron en la Fase 2, por lo tanto tiene el 100% de las variaciones con 6 de
promedio.
0.0 0.0 0.0 0.0
6.0
0
2
4
6
8
LB original LB 3 Sabor Fase 1 Redeterminación 1 Sabor Fase 2
Fre
cuencia
s
Figura 20. Frecuencia promedio de variaciones altitudinales presentadas por el grupo durante el Estudio 3
En el caso del dato de variaciones altitudinales por organismo, se observa en la
Figura 21 que, la hembra adulto no registró movimientos de este tipo durante el Estudio
3. En la Figura 21 se observa la variación altitudinal de los demás organismos del grupo,
los cuales presentaron las variaciones en la Fase 2.
88
El macho presentó el mismo promedio de variaciones que la hembra infante, 1 de
promedio. Mientras que la hembra juvenil presentó un promedio de 4.
La variación altitudinal de cada organismo del grupo, notándose la mayor actividad por
parte de la hembra juvenil la cual presentó el 66% de la actividad del grupo en este
aspecto, la actividad registrada por el macho adulto y la hembra infante representaron el
17% cada uno.
0
1
2
3
4
5
LB original LB 3 Sabor Fase 1 Redeterminación 1 Sabor Fase 2
Fre
cuencia
s
Hembra adulto
M acho adulto
Hembra juvenil
Hembra infante
Figura 21. Frecuencia promedio de variaciones altitudinales presentadas por cada organismo durante el
Estudio 3
Discusión
Locomoción
En cuanto a la actividad de Locomoción, se notó una estabilidad en los promedios
mostrados por el grupo fase a fase; es decir, la Línea Base 3, la Fase 1 y la
Redeterminación 1 muestran una variación pequeña entre sí. En estos casos, se puede
considerar el hecho de que la Línea Base 3 tiene el antecedente de la Fase 2 del estudio
89
anterior, que fue la de mayor movilidad y, por tanto, es posible que los gorilas sigan
presentando conductas similares a la exposición anterior.
En la Fase 2 puede observarse un pequeño incremento con respecto a la Línea
Base 3, el cual puede deberse a la aparición de las 8 zonas de alimentación. En el caso de
la Redeterminación 1, hay un ligero incremento, el cual puede deberse a la búsqueda de
alimento en las ocho zonas, cuando en esta fase solamente se presentan 2. Finalmente, la
Fase 2 es en la que se presenta la mayor movilidad, pero es importante recordar que
durante este estudio los alimentos de sabores preferidos según la literatura (i.e. sabores
dulces) estaban en las zonas lejanas.
Así, en general, el factor geofísico “sabor” parece facilitar cambios en la actividad
locomotora de los organismos cuando se acomodan los sabores dulces en las zonas de
alimentación lejanas (factor geoecológico).
Búsqueda de alimento
El caso de la búsqueda de alimento es similar al de la locomoción, es decir, las visitas
promedio de la Línea Base 3, la Fase 1 y la Redeterminación 1 difieren por muy poco,
aunque en este caso son las fases experimentales en las que se presentan niveles
superiores de actividad.
En este resultado hay que considerar la manipulación de factores geoecológicos
que consistió en la variación del número de zonas de alimentación, que en las fases
experimentales se presentaron 8 zonas y en las Líneas base y Redeterminaciones se
presentaron solamente 2 y que, por tanto, se esperaría que registraran mayor actividad de
búsqueda de alimento al tener más lugares donde buscar.
90
Variación altitudinal
Como era de esperarse, las variaciones altitudinales se presentaron en la Fase 2, que es la
fase que en la que los alimentos de sabores dulces (preferidos por los gorilas según la
literatura) se ubican en las zonas lejanas; dichas zonas se encuentran en lugares a las que
se puede acceder subiendo y bajando por las rocas o por la plataforma, lo cual implica
variación altitudinal. En este caso, la hembra juvenil es la que muestra mayor actividad,
sin embargo la hembra infante, que siempre mostraba el mayor índice de actividad en el
grupo, no deja de registrar variaciones altitudinales.
Es notorio que la hembra adulto no registró variaciones altitudinales, sin
embargo, considerando que era la que visitaba antes que el resto del grupo las zonas
cercanas, es probable que encontrara algunos alimentos de su agrado en estas zonas o en
la zona B1 que no requería de variaciones altitudinales.
Discusión de los resultados de los Estudios 1, 2 y 3 respecto a la locomoción, la
búsqueda de alimento y la variación altitudinal.
En el presente apartado, se analizarán los datos obtenidos en los tres estudios respecto a
la locomoción, la búsqueda de alimento y la variación altitudinal. Las observaciones y
conclusiones se harán siguiendo el mismo orden en que se presentaron los resultados en
cada estudio, es decir, se iniciará comparando los resultados de locomoción de cada
estudio, posteriormente los resultados de búsqueda de alimento (visitas a zonas de
alimentación) y los registros de las variaciones altitudinales.
91
Locomoción
En los tres estudios se determinaron ocho zonas de alimentación, cuatro zonas cercanas
denominadas zonas A (A1, A2, A3 y A4) y cuatro zonas lejanas denominadas zonas B
(B1, B2, B3 y B4). En la primera fase de cada experimento los grupos de alimentos con
mayor probabilidad de ser elegidos por los gorilas (i.e colores intensos) se ubicaron en
las zonas A y los de menor probabilidad de ser elegidos en la zonas B. En la Fase 2 de
los estudios los alimentos se intercambiaban, es decir, los que estaban en las zonas A
durante la Fase 1 se presentaban en las zonas B y viceversa.
De acuerdo con estudios previos, los gorilas prefieren alimentos de colores vivos,
especialmente los que son de colores verde y rojo intensos, así como los sabores dulces
(e.g. Grzimek, 1986; Sabater, 1997; Nkurunungi, Ganas, Robbinson & Stanford, 2004).
Por ello, en el Estudio 1, en el que se agruparon los alimentos por colores, algunos
grupos se conformaron de alimentos de colores tenues y otros con colores intensos. En el
Estudio 3 los sabores que se determinaron de acuerdo a los alimentos que el zoológico
ofrece a los gorilas fueron: dulce, dulce suave, picoso, suave fresco, amargo, ácido,
identificando los primeros dos como los de mayor probabilidad de ser elegidos. En el
Estudio 2 se organizaron los alimentos de acuerdo a las preferencias que mostraron los
gorilas en la elección de alimentos durante la Línea base original.
Con respecto a los resultados de locomoción, en los tres estudios las fases
experimentales fueron mayores a la Línea base inicial u original, lo que parece demostrar
que la variación de la ubicación de alimentos y la agrupación por colores se pueden
92
considerar como estímulos (geoecológico y geofísico, respectivamente) relevantes en
este aspecto.
En cuanto a la diferencia entre las fases experimentales, en los tres estudios se
nota un aumento de actividad en la Fase 2, en la cual los alimentos que tenían mayor
probabilidad de ser elegidos estaban en las zonas lejanas. Con ello se puede asumir que
los organismos tuvieron mayor actividad motriz para comer los alimentos de colores
intensos (Estudio 1), por los que habían mostrado preferencia en la Línea base (Estudio
2) y por los de sabores dulces (Estudio 3), por lo que, en el caso de los Estudios 1 y 2 se
observa que también en cautiverio suelen mostrar las mismas preferencias como grupo;
en el caso del estudio 2 se muestra consistencia en la elección de alimentos que
mostraron en la Línea base, ya que buscaron los alimentos de mayor preferencia en las
zonas lejanas.
En cuanto al comportamiento por individuo, la hembra adulto y la hembra juvenil
mostraron conductas similares en los tres estudios. Registraron mayor actividad durante
el Estudio 1 (color), sin embargo su índice más alto de actividad se observa en la Fase 2
del Estudio 3 (sabor). La menor movilidad se nota en el Estudio 2, por lo que podría
considerarse que las condiciones geofísicas de color y sabor son las que provocan mayor
cambio en la conducta de estos organismos.
El macho adulto fue el individuo del grupo que mostró menor movilidad en los
tres estudios; sin embargo, en el Estudio 3 se nota un mayor aumento de actividad en la
Fase 2, por lo que podría considerarse que al macho adulto le fue más relevante la
variación geofísica del sabor. La hembra infante fue la que registró mayor actividad en
los tres estudios, al igual que las otras dos hembras del grupo muestra mayor sensibilidad
93
a las condiciones geofísicas de color y sabor, ya que su mayor índice de actividad se
registra en la Fase 2 del Estudio 3 (sabor) pero el estudio en el que muestra mayor
movilidad es el Estudio 1.
En resumen, con respecto a la locomoción, podría decirse que las condiciones
geofísicas de sabor y color son las de mayor relevancia pero que, justamente, la variación
de la forma de agrupar los alimentos (i.e. color, preferencia, sabor) en conjunto con la
variación de su ubicación (i.e. zonas cercanas y lejanas) es lo que puede lograr que las
categorías geofísicas y geoecológicas observadas sean relevantes.
Búsqueda de alimento
Se consideró búsqueda de alimento a la conducta de visitar diferentes zonas en busca del
alimento, ya que en libertad, los gorilas pueden viajar un promedio de 2.3 km al día para
encontrar alimentos buscando durante su recorrido (e.g. Remis, 1997a; Sabater, 1997).
Esta actividad tuvo mayor sustento en la categoría geoecológica, ya que se buscó variar
las zonas de alimentación, en número y ubicación, además de alejarlas de las zonas de
descanso con el fin de promover mayor actividad motriz y de búsqueda.
En el encierro de los gorilas del Zoológico de Guadalajara, hay una zona plana y
cercana a los dormitorios donde normalmente se les proporcionaban los alimentos, y otra
zona de cañadas que era muy poco visitada por los individuos observados. Con la
propuesta de ocho zonas de alimentación, en lugar de las dos tradicionales, y la ubicación
de zonas lejanas en la cañada, se promovió mayor conducta de búsqueda y viaje, ya que
la comida estaba distribuida en más zonas.
94
En cuanto a los resultados grupales, en los tres estudios se registró la mayor
actividad de búsqueda de alimento durante la Fase 2, presentándose el promedio más alto
en el Estudio 3. Estos resultados parecen mostrar que la variación geoecológica elegida
(i.e. zonas de alimentación) es relevante en la conducta del grupo, ya que se observó
mayor actividad de la conducta que se quiso promover en todos los integrantes del grupo.
En lo que concierne a la actividad individual de cada organismo, cabe mencionar
que en todos los casos fue muy similar a la conducta grupal, es decir, todos tuvieron
aumento en la actividad durante la Fase 2 de los tres estudios y también todos muestran
su índice promedio de frecuencias de visitas más alto en el Estudio 3. Cabe mencionar
que, también en esta actividad, el macho adulto fue el que registró menor actividad y la
hembra infante la que registró mayor actividad.
En resumen, la variación de la categoría geoecológica manipulada en los estudios
(i.e. número y ubicación de zonas de alimentación) mostró ser relevante en los tres
estudios, ya que provocó aumento de la actividad de búsqueda de alimento en las fases
experimentales con relación a las Líneas base.
Variación altitudinal
En cuanto al registro de las variaciones altitudinales, se hace la observación que éstas
están ausentes durante la Línea base original, es decir, los gorilas no se veían en la
necesidad de visitar las cañadas puesto que sus dos zonas de alimentación estaban
siempre dispuestas en la pradera (zona plana cercana a los dormitorios). Manipular la
ubicación de las zonas de alimentación, provocó que se registraran variaciones
95
altitudinales, las cuales aparecen a partir de la Fase 1 del Estudio 1 y muestran su mayor
auge en la Fase 2 del mismo estudio.
En el Estudio 2 las variaciones altitudinales se presentan en las dos fases
experimentales y en Línea base 2 (Línea base que divide los Estudios 1 y 2). En la Línea
base 2, el promedio es mayor que en la Fase 1, lo que puede deberse a que la primera
viene precedida de la Fase 2 del anterior experimento y que la segunda es la que presenta
los alimentos de mayor preferencia en las zonas cercanas. La Fase 2 es la que muestra
mayor índice de variaciones en el Estudio 2.
El Estudio 3 se registran variaciones únicamente en la Fase 2, cuando los
alimentos de sabores dulces estaban dispuestos en las zonas lejanas. El comportamiento
grupal de buscar alimentos en zonas lejanas únicamente durante la Fase 2 podría mostrar
que el grupo logró identificar que en esa fase los alimentos de sabores dulces estarían en
las zonas lejanas.
En el caso del registro de variaciones altitudinales por organismo, se observa que
en el Estudio 1 todos los organismos hicieron registros de este tipo, y en los Estudios 2 y
3 la hembra adulto no presentó ningún registro, además que los otros integrantes del
grupo decrecieron su actividad en este rubro. Cabe señalar que, nuevamente, la mayor
parte de la actividad fue llevada a cabo por la hembra infante, pero en esta ocasión la
hembra adulto fue la que logró menos registros de este tipo. En este punto es importante
agregar que en algunos casos la hembra infante registraba variaciones altitudinales por
los recorridos que hacía durante sus juegos y no por la búsqueda de comida.
En resumen, se puede decir que la manipulación de la categoría geoecológica
elegida (i.e. ubicación de zonas de alimentación) en conjunto con la manipulación de la
96
categoría geofísica de cada estudio (i.e. color, preferencia, sabor) lograron la aparición de
la variación altitudinal en todos los elementos del grupo, y que la manipulación geofísica
del Estudio 1 (color) muestra promedios mayores y por tanto, mayor relevancia.
Interacciones intra e interespecíficas observadas en los Estudios 1, 2 y 3
En las secciones previas se presentaron los datos relacionados con los objetivos
particulares de cada estudio, es decir, los resultados que se relacionaron directamente con
las características fisicoquímicas de los alimentos (i.e. color, preferencia y sabor) que
fueron exploradas y su ubicación espacial (i.e. zonas de alimentación). Adicionalmente a
los datos que permitieron organizar los resultados que se presentaron en cada estudio, se
registraron datos relacionados con las interacciones intra e interespecíficas que los
gorilas observados en el Zoológico de Guadalajara presentaron durante la alimentación,
Las conductas que se registraron fueron compartir alimentos, regresar a la fuente
de alimento, dejar alimento, esperar, robo, manotazos, corretear, y desplazamiento con
las siguientes variantes: inmediato, tardío, a distancia y semidesplazamiento. Dichas
conductas son descritas en el catálogo conductual que se encuentra en la sección
siguiente.
Definición del catálogo conductual
El catálogo conductual se presenta con el fin definir las conductas observadas durante el
tiempo de alimentación de los organismos observados, se definieron cuatro conductas
generales (compartir, regresar, dejar alimento y esperar), las cuales no se consideraron
como conductas que emitieran algún tipo de agresión hacia otros organismos del grupo; y
97
cuatro conductas que se consideraron con cierto grado de agonismo (agresión), dichas
conductas fueron robo, manotazos, corretear y desplazamiento con sus variantes
(inmediato, tardío, a distancia y semidesplazamiento). Estas conductas son descritas a
continuación:
Simpatría: conductas de interacción que no presentaron competencia o agresión entre
los organismos que participan en ésta.
o Compartir: cuando dos organismos comen de la misma zona de alimentación.
o Regresar: un organismo que ha sido desplazado de la fuente de alimento, se
mantiene cercano y regresa a seguir comiendo cuando el que lo desplazo se
retira.
o Dejar alimento: cuando un organismo termina de comer y otro viene a revisar
los alimentos que restaron.
o Esperar: un organismo dominado que se acerca al dominante y espera para
tomar alimento pero se retira al ver que el dominante no se mueve.
Agonismo: conductas que muestran competencia o agresión. Se registró al organismo
que presentaba la conducta y contra quien la presentaba. Dentro del agonismo se
consideraron las siguientes conductas:
o Robo: esta conducta se presenta cuando un organismo dominante está
alimentándose en una zona, llega otro que toma alimento del que está
disponible (no en las manos del dominante) y corre.
o Manotazos: el emisor golpea a otro miembro del grupo.
o Corretear: un miembro del grupo corre detrás de otro sujeto, logrando que éste
se aleje.
98
o Desplazamiento: el organismo que recibe la conducta está eligiendo alimento y
se acerca otro que con su presencia logra que el primero se retire. Esta conducta
se presentó con las siguientes variantes:
Desplazamiento inmediato: el organismo dominado se retira inmediato a
la llegada del dominante, se lleva lo que alcanza a tomar.
Desplazamiento tardío: el organismo dominado sigue comiendo a pesar
de la llegada del dominante, unos segundos después toma alimento y se
retira.
Desplazamiento a distancia: el organismo dominado se retira del lugar
de alimentación al ver que el dominante se acerca.
Semidesplazamiento: a la llegada del organismo dominante, el dominado
se recorre de forma que sigue alimentándose de la misma zona pero sede
la posición preferente al dominante.
Resultados respecto de las interacciones intra e interespecíficas observadas en la
serie de estudios.
Los datos obtenidos a partir de la observación y registro de las conductas se organizaron
de la siguiente manera para su presentación: primero se presentarán los datos obtenidos
por el grupo en general, es decir las frecuencias totales de las conductas registradas como
grupo de forma general, por cada fase (Figuras 22 y 23). Posteriormente, se presentarán
resultados obtenidos especificando el desempeño de cada organismo (Figuras 24 a la 29)
y, finalmente, se presentarán las figuras relacionadas con el desempeño de cada individuo
con respecto a los otros integrantes del grupo (Figuras 30 a la 33). En este caso, el orden
99
de exposición de las figuras se hará respetando el orden que se presentó en los estudios,
es decir, primero la hembra adulto, luego el macho adulto, posteriormente la hembra
juvenil y finalmente los resultados de la hembra infante.
Con respecto al orden de las conductas y las fases en las gráficas, las primeras
seguirán el orden en que se plantearon en el catálogo conductual (i.e. compartir
alimentos, regresar a la fuente de alimento, dejar alimento, esperar, robo, manotazos,
corretear, y desplazamiento con las siguientes variantes: inmediato, tardío, a distancia y
semidesplazamiento) y las fases se presentarán en orden cronológico, aclarando las dos
siguientes situaciones especiales: primero, la Línea base original se presentará bajo el
nombre de “Línea base”, solamente se presentará una vez y no antes de cada Estudio.
Segundo, dado que las Líneas base 2 y 3 son también las redeterminaciones finales de los
estudios que las preceden (caso de Redeterminación 2 de los Estudios 1 y 2, que se
presentan como Línea base 2 y 3 en los Estudios 2 y 3 respectivamente) los datos se
presentarán una sola vez bajo el nombre de “Redeterminación” y se diferenciarán por el
lugar que ocupan en las figuras.
En la Figura 22 se pueden observar las frecuencias de las interacciones emitidas
por el grupo de gorilas de tierras bajas observados en el Zoológico de Guadalajara. Se
puede notar que la conducta de mayor frecuencia (n=20) es el desplazamiento inmediato
de algún individuo dominante sobre otro dominado. Se observan tres conductas que
tienen una frecuencia igual o mayor a 10 (50% de la más frecuente): esperar (13), dejar
alimento (11) y desplazamiento a distancia (10).
Las conductas restantes tienen una frecuencia de 7 o menos: Desplazamiento
tardío (7), compartir (6), robo y corretear (5), manotazos y desplazamiento que se
100
presentan 3 veces, al tiempo que la conducta que se observa con menor frecuencia es el
regreso de un organismo dominado después de que ha sido desplazado de un lugar de
alimentación (2).
6
2
11
13
5
3
5
20
7
10
3
0
5
10
15
20
25
Compartir Regresa Dejar
alimento
Esperar Robo Manotazos Corretear D.
inmediato
D. tardio D. a
distancia
Semidespl
Fre
cu
en
cia
s
Figura 22. Frecuencias de interacciones grupales emitidas en los Estudios 1, 2 y 3.
En la Figura 23 se observa la frecuencia de interacciones (i.e. simpatría y
agonismo) promedio que se presentaron en cada fase; en la Línea base original se registró
un promedio de 4 interacciones, en la Fase 1 del Estudio 1 se registró un promedio de
1.3, en la Redeterminación 1 el registro promedio fue de 1 interacción, en la Fase 2 del
101
mismo Estudio el promedio registrado fue de 2.8 y la Redeterminación 2, que también es
la Línea base 2 del estudio siguiente, tuvo un registro de 1 interacción.
En lo que concierne al Estudio 2, la Fase 1 tuvo un registro promedio de 2.6
interacciones, la Redeterminación se registró un promedio de 1, la Fase 2 presenta un
promedio de 2 interacciones y la Redeterminación siguiente, que es también la Línea
base 3 de Estudio 3, un promedio de 11 interacciones promedio.
Finalmente, el Estudio 3 presenta en su Fase 1 un promedio 0.7 de interaciones,
en la Redeterminación no se registraron interacciones y en la Fase 2 un promedio de 0.5
interacciones.
Estos datos se complementan con las frecuencias promedio de las interacciones
de simpatría y las de agonismo que se presentan, con el fin de identificar cuales se
presentan más en cada fase. Como se puede observar, en la cuarta Redeterminación y en
la Fase 2 Sabor se ve una diferencia notoria entre las conductas de simpatría y las de
agonismo, la primera las conductas de agonismo presentan 53% de las conductas totales
y en la segunda el 100%.
En las demás fases se observa lo siguiente: en la Línea base original y la tercera
Redeterminación presentan igualdad entre los promedios de interacciones de simpatría y
agonismo; en la Fase 1 Preferencia muestra mayor promedio de interacciones de
simpatría aunque la diferencia es pequeña y las fases restantes muestran mayor
frecuencia promedio de interacciones de agonismo aunque la diferencia entre éstas y las
de simpatría es pequeña, tal como se puede observar en la Figura 23.
102
4
1.31
2.8
0
2.6
1
2
13
0.70
5
2
0.50
0.8
0
2
1
0.3
4
0.2 0 0
2
0.8 1
2
00.6
0
1.8
7
0.50
5
0
5
10
15
20
LB F1 Color Redeterminación F2 Color Redeterminación F1 Preferencia Redeterminación F2 Preferencia Redeterminación F1 Sabor Redeterminación F2 Sabor
Fre
cu
en
cia
s p
rom
ed
ioInteracciones
Simpatría
Agonismo
Figura 23. Frecuencias promedio de interacciones presentadas, interacciones de simpatría y de agonismo
por fase durante los tres estudios.
Además de los datos registrados de los gorilas como grupo, se presentan también
los diferentes resultados por cada individuo; así, en la Figura 24 se puede observar la
frecuencia de las interacciones presentadas por cada organismo en cada fase consecutiva
en toda la serie de estudios. En general, se observa que todos los sujetos presentan un
nivel de interacciones más o menos similar así como un aumento en la frecuencia
promedio durante la cuarta Redeterminación, que es con la que finaliza el estudio 2 y
funge como Línea base 3, especialmente el macho adulto que muestra mayor actividad,
seguido por la hembra juvenil y la hembra infante, dejando en cuarto sitio a la hembra
adulto.
25
103
0
2
4
6
8
10
12
14
LB F1 Color Redeterminación F2 Color Redeterminación F1 Preferencia Redeterminación F2 Preferencia Redeterminación F1 Sabor Redeterminación F2 Sabor
Fre
cuencia
pro
medio
Hembra adulto
Macho adulto
Hembra juvenil
Hembra infante
Figura 24. Frecuencias de interacciones totales presentadas en casa fase por individuo en los tres estudios.
Continuando con los datos presentados por individuo, se observa en la Figura 25
la relación de interacciones en las que participa cada sujeto del grupo, especificándose las
conductas en las que se consideró como emisor y las que se consideró como receptor. Se
observa que tanto la hembra adulto como el macho adulto tienen mayor frecuencia de
interacciones como emisores, contrario a las hembras juvenil e infantil que tienen mayor
frecuencia de conductas como receptoras.
En el caso de la hembra adulto, se observa que las interacciones de emisión (22) y
las de recepción (16) están en niveles similares aunque las primeras son mayores,
mientras que en el macho predominan las interacciones como emisor (47) sobre las que
presenta como receptor (7). La hembra juvenil, al igual que la hembra adulto, niveles
similares entre sus interacciones, aunque en este caso son las realizadas como receptor
las que presentan una mayor frecuencia, ya que casi son el doble que las interacciones
como emisor. Finalmente, las conductas de la hembra infante presentan una tendencia
20
2
0
104
contraria a la del macho adulto, ya que las interacciones como receptor superan, y por
mucho, a las interacciones como emisor.
22
47
12
4
16
7
23
39
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
Hembra adulto Macho adulto Hembra juvenil Hembra infante
Fre
cuencia
s
Conductas emitidas
Conductas recibidas
Figura 25. Comparación de conductas emitidas y recibidas por cada organismo del grupo, durante todas las
fases de los tres estudios.
En la Figura 26, se muestra la distribución del número de interacciones de cada
tipo entre los sujetos. Así, se puede observar que en las interacciones emitidas, el macho
predomina sobre las hembras, por lo que puede considerarse como el organismo
dominante (55%), la hembra adulto ocupa el segundo lugar (26%), la juvenil el tercero
(14%) y la infante el cuarto (5%).
Al mismo tiempo, se puede observar una correspondencia inversamente
proporcional a la que muestran las interacciones emitidas, es decir, que los organismos
dominantes que presentaron alto porcentaje en interacciones emitidas muestran
porcentaje bajo en las interacciones recibidas y viceversa, lo cual corrobora la afirmación
105
de que la jerarquía de los organismos tiene el siguiente orden: macho adulto, hembra
adulto, hembra juvenil y hembra infante. De esta manera, la hembra infante presenta el
mayor porcentaje en esta segunda parte (46%) seguida de la hembra juvenil (27%), la
hembra adulto (19%) y finalmente el macho adulto (8%).
Figura 26. Porcentaje total de conductas emitidas y recibidas por organismo del grupo.
En la Figura 27, se observa la frecuencia de las conductas emitidas por cada
organismo; consistente los datos reportados en la figura anterior (i.e. Figura 26), el
macho adulto muestra mayor actividad, seguido por la hembra adulto, la hembra juvenil
y finalmente la hembra infante. La hembra adulto muestra como mayor conducta emitida
esperar, la cual la emitió en todas las ocasiones hacia el macho adulto, es decir, esperó a
que éste se retirara para tomar alimento. Otra conducta de la hembra adulto que se
observó con alta frecuencia fue la de desplazamiento tardío.
El macho adulto muestra mayor frecuencia en las interacciones de desplazamiento
inmediato y desplazamiento a distancia, las cuales corroboran su condición de macho
Alfa en el grupo, puesto que su sola presencia es suficiente para que los otros organismos
se retiren de la fuente de alimento. Por su parte, la hembra juvenil presenta mayor
Conductas emitidas
26%
55%
14% 5%
Conductas recibidas
19%
8%
27%
46%
Hembra adulto
Macho adulto
Hembra juvenil
Hembra infante
106
frecuencia en las interacciones dejar alimento y desplazamiento tardío, ambas dirigidas a
la hembra infante que es la siguiente en jerarquía y la más débil del grupo en este sentido.
Finalmente, la hembra infante muestra solamente actividad en dos conductas: robo, que
dirigió al macho adulto, y manotazos, que fueron emitidos hacia la hembra adulto.
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
20
Compartir Regresa Dejar
alimento
Esperar Robo Manotazos Corretear D. inmediato D. tardio D. a distancia Semidespl
Fre
cuencia
s
Hembra adulto
Macho adulto
Hembra juvenil
Hembra infante
Figura 27. Registro de conductas emitidas por organismo.
El complemento de la Figura 27 es la Figura 28, que presenta el registro de las
conductas recibidas por cada organismo. En esta figura se puede notar que la hembra
adulto recibió mayormente desplazamiento inmediato; cabe mencionar que en todos los
casos esta conducta fue emitida por el macho adulto. Además, presenta como receptor las
conductas de desplazamiento a distancia emitidos por el macho adulto y manotazos
emitidos por la hembra infante, a los cuales, cabe mencionar no reaccionó de forma
alguna; esto podría implicar que podría tratarse de una conducta ligada al juego o parte
del proceso de cambio del vínculo madre-cría de alimentación, en el que la hembra
107
adulto deja más libre a la cría para que se alimenta por sí misma y ya no le cede los
alimentos como cuando era más pequeña (Novell & Fletcher, 2006).
En el caso del macho adulto, se notó que recibió únicamente la conducta de robo
por parte de las tres hembras, por lo que no se observó que fuera desplazado o golpeado,
no se le hizo esperar y no tomó alimento después de que otro organismo del grupo lo
dejara. La hembra juvenil presenta la mayor frecuencia de interacciones como receptor
en la conducta de desplazamiento a distancia, cabe mencionar que este desplazamiento
se presentó en todas las ocasiones emitida por el macho adulto.
Finalmente, las interacciones de la hembra infante como receptor muestran mayor
frecuencia en el desplazamiento inmediato que recibió de los otros tres individuos del
grupo. También se nota alta frecuencia en las conductas de esperar y dejar alimento, la
primera es cuando ella estaba cerca esperando a que otro terminara de comer y
abandonara la fuente de alimento; y la segunda es cuando abandonaba la fuente de
alimento en la que se encontraba, lo cual sucedía normalmente por continuar con sus
juegos.
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
20
Compartir Regresa Dejar
alimento
Esperar Robo Manotazos Corretear D. inmediato D. tardio D. a distancia Semidespl
Fre
cuencia
s
Hembra adulto
Macho adulto
Hembra juvenil
Hembra infante
108
Figura 28. Registro de conductas recibidas por sujeto durante todas las fases en los tres estudios
La Figura 29 se compone de cuatro pares de gráficos tipo pastel, donde se
muestra hacia qué individuo fueron dirigidas las conductas emitidas y de quién vinieron
las conductas recibidas por cada sujeto. Las gráficas se presentan en el orden de focales
respetado a lo largo de los tres estudios: hembra adulto, macho adulto, hembra juvenil y
hembra infante. Los organismos del grupo se representaron con sus iniciales en cada
gráfico: HA (hembra adulto), MA (macho adulto), HJ (hembra juvenil) y HI (hembra
infante).
Se puede observar que las conductas emitidas por la hembra adulto fueron
mayormente dirigidas a la hembra infante (59%), en segundo lugar está la hembra juvenil
(27%) y finalmente el macho (14%), mientras que las conductas recibidas vienen casi en
su totalidad del macho (81%) y el 19% restante es presentado por la hembra infante.
Las conductas emitidas por el macho están dirigidas a las tres hembras, con
porcentajes iguales para la juvenil y la infante (36%) y ligeramente menor para la hembra
adulto (28%); mientras que las conductas recibidas provienen principalmente de las
hembras adulto y juvenil (43% respectivamente) y en un porcentaje notoriamente menor
de la hembra infante (14%), la cual emitió conducta de robo en una sola ocasión.
En el caso de la hembra juvenil, se nota un sesgo en las conductas emitidas
dirigidas hacia la hembra infante (83%), 17% al macho adulto y no registró conductas
dirigidas a la hembra adulto. En cuanto a las conductas como receptor, el 70% de las
conductas vinieron del macho adulto y el 30% de la hembra adulto. La hembra juvenil no
recibió conductas emitidas por la hembra infante.
109
Finalmente, respecto de los porcentajes emitidos y recibidos por la hembra
infante, se puede observar que el 75% de las conductas emitidas fueron dirigidas a la
hembra adulto (tres manotazos); el 25% restante corresponde a una conducta de robo
dirigida al macho adulto. En relación con las conductas recibidas por la hembra infante,
se observa que fue receptor de conductas de los tres individuos del grupo, 46% de las
conductas por parte del macho y 27% por cada una de las hembras adulto y juvenil.
Figura 29. Porcentajes de interacciones emitidas por cada organismo y de quien las recibe así como las
recibidas y de quien las recibe.
110
Discusión de los resultados de las interacciones intra e interespecíficas registradas
en los tres estudios
La discusión de los resultados se describirá atendiendo al siguiente orden lógico:
primero, se describirá y se concluirá con relación a la presencia de comportamientos de
simpatría y de agonismo en el grupo, las que emite y recibe cada organismo, a quién las
dirige o de quien las recibe, con el fin de establecer su lugar en la jerarquía del grupo y la
similitud de dicha jerarquía con la descrita en estudios anteriores. Posteriormente se
describirá la presencia de interacciones de cada tipo (simpatría y agonismo) en cada fase
y su relación con las fases de similares condiciones y de condiciones diferentes.
Se identificaron once conductas que se agruparon en dos categorías: la primera se
compone por las conductas de interacción que no presentaron competencia o agresión
entre los organismos que participan en ésta, esta categoría se denominó interacciones de
simpatría. La segunda, enmarca a las conductas que conductas que muestran
competencia o agresión, esta categoría se presentó bajo el nombre de agonismo.
Las conductas de simpatría que se identificaron fueron compartir, regresar, dejar
alimento y esperar; mientras que las de agonismo fueron robo, manotazos, corretear, y
desplazamiento, con las variantes inmediato, tardío, a distancia y semidesplazamiento.
En general, se nota la presencia de todas las conductas de simpatría; de hecho, dos
de ellas tienen una alta frecuencia, ocupando el segundo y tercer lugar como conductas
más frecuentes (Esperar y dejar alimento, respectivamente). Llama la atención que la
conducta compartir se presente en todos los individuos del grupo ante los demás
integrantes, de la siguiente forma: hembra adulto con todos los organismos del grupo,
macho con hembra adulto y juvenil, y la hembra juvenil con la hembra infante. Cabe
señalar que en esta conducta se consideró como emisor al individuo dominante del grupo
111
que comparte con otro; sin embargo, se consideró una emisión de compartir por parte de
la hembra adulto con el macho adulto puesto que ella estaba en la parte superior de la
plataforma y le cedía comida al macho de estaba abajo haciéndola caer entre los troncos.
Los gorilas en general (i.e. gorila de tierras bajas y gorilas de montaña) se
identifican como especies pacíficas (e.g., Fossey, 1983), ya que no presentan conductas
tan agresivas como las que se han registrado en otras especies de primates con elementos
de sus propios grupos o de otros grupos vecinos (i.e. matanza de chimpancés y comida de
cadáveres por parte del grupo vencedor, Cordey, 2006).
Así, se observó que, con respecto a las conductas idnetificadas como
pertenecientes a la categoría de agonismo, las más comunes fueron los desplazamientos,
siendo el de mayor frecuencia el deplazamiento inmediato que fue emitido por los dos
adultos y la hembra juvenil, el siguiente fue el desplazamiento a distancia el cual fue
emitido únicamente por el macho adulto hacia las tres hembras. En el tercer sitio está el
desplazamiento tardío y en cuarto el semidesplazamiento, éstos últimos emitidos por las
hembras adulto y juvenil.
Se observó que los desplazamientos fueron emitidos para sujetos que pueden
considerarse más débiles o en un lugar inferior en la escala de jerarquía con relación a
quien emitió la conducta; es decir, la hembra adulto emitió el desplazamiento para la
juvenil y la infante; el macho emitió la conducta para las tres hembras e incluso es el
único que avanzando hacia la fuente de alimento lograba que éstas se desplazaran cuando
aún no había llegado al lugar. La hembra juvenil emitió la conducta únicamente para la
hembra infante y ésta última no emitió esta conducta.
112
Otra conducta agonística que evidenció la jerarquía del grupo de gorilas fue
corretear, ya que se emitió únicamente por parte de los adultos; así, la hembra adulto la
emitió hacia la hembra juvenil y el macho a las tres hembras.
El robo fue una conducta de agonismo que emitieron las hembras hacia el macho;
aún en la emisión de esta conducta, que requiere de cierto atrevimiento por parte de quien
la emite, se notó que la hembra infante fue la que en menos ocasiones la presentó. El
único caso reportado de robo de alimento que se encontró en la literatura es en cautiverio
y lo emiten los infantes hacia sus madres (Achus, 2006)
Con la observación de éstas conductas, sus emisores y receptores, se puede
sugerir que la jerarquía de los organismos del grupo de gorilas de tierras bajas del
Zoológico de Guadalajara es la siguiente: Macho adulto, hembra adulto, hembra juvenil y
hembra infante; similar a la que se observa en libertad donde el macho “espalda
plateada” es el líder y tiene prioridad para diferentes situaciones como elegir alimento,
tomar decisiones que afectan al grupo y procrearse (e.g. Gavira & Frances, 2001;
Millhouse, 2003; Stteward & Harchourt ,1987, citado por Flannery, 2006).
Una situación peculiar que se observó fue que la interacción agonística de
manotazos fue emitida de la hembra infante hacia la hembra adulto; dicha conducta se
consideró como agonismo desde el punto de vista del emisor, ya que realizaba esta
conducta cuando la hembra adulto estaba alimentándose y no podía acceder a la comida.
Sin embargo, se puede considerar que esta supuesta “agresión”, por parte de la infante,
no tiene importancia ya que la hembra adulto no muestra reacción alguna como
respuesta. En este sentido, esta conducta, aunque es parece claramente agonística, no
logra ser estímulo de una respuesta por parte de la hembra adulto que es la receptora.
113
Las diferentes interacciones fueron presentadas también por cada fase, con el fin
de observar si las manipulaciones de las categorías geofísicas (i.e. color, preferencia y
sabor) y geoecológica (i.e. número y ubicación de las zonas de alimentación) afectaron
las interacciones entre los individuos del grupo observado. La comparación se llevará a
cabo agrupando las fases en dos conjuntos que tuvieron en común el número y ubicación
de zonas de alimentación. El primer grupo con dos zonas de alimentación donde se
ubicaron las Líneas base y las Redeterminaciones. El segundo grupo se compone de las
fases experimentales de los tres experimentos, con ocho zonas de alimentación.
En términos generales, todas las fases mantuvieron un nivel más o menos
estable de interacciones, en promedio tuvieron entre 0 y 4 interacciones, excepto la
Redeterminación 4 que es también Línea base 3 que presentó 13 interacciones en total.
Así, se observó que durante el Estudio 3 se registraron más interacciones puesto que
también la Fase 2 del mismo estudio presentó la segunda frecuencia más alta de
interacciones; son estas mismas fases las que presentan una diferencia notoria entre las
conductas de agonismo y simpatría emitidas por el grupo, siendo mayores las primeras.
En los demás casos, se registró igualdad de promedios entre los dos tipos de
conductas (i.e. los resultados de simpatría y agonismo registrados durante Línea base
original y la tercera Redeterminación), mayor promedio de simpatría (i.e. durante Fase 1,
estudio Preferencia) y promedios mayores de agonismo, aunque la diferencia entre estos
promedios y los de las interacciones de simpatría son menores.
Observando estos resultados, no se presentan diferencias sistemáticas entre los
resultados de interacciones agonísticas o de simpatría entre los dos grupos de fases (fases
con 2 lugares de alimentación y con 8 lugares de alimentación), por lo que no se puede
114
asumir que las manipulaciones hechas en estos estudios sean condiciones suficientes para
la aparición o supresión de conductas agonísticas o de simpatría.
Discusión general
En este apartado se enunciarán las conclusiones respecto a los resultados de los tres
estudios, primero con respecto a la locomoción, la búsqueda de alimento y la variación
altitudinal y, posteriormente, con respecto a las interacciones intra e interespecíficas.
Respecto a las conductas de locomoción, búsqueda de alimento y variación
altitudinal observadas en los tres estudios, se puede concluir lo siguiente:
a) Los tres estudios muestran diferencia de conductas, es decir, las
manipulaciones de las categorías geofísicas y geoecológicas elegidas
para estos estudios mostraron ser relevantes en cuanto a la circunstancia
de adaptación estudiada (i.e. alimentación) en el grupo de gorilas.
b) Se observó la aparición de variación altitudinal al modificar el arreglo
contingencial combinando las categorías geofísica y geoecológica de
cada estudio. En este sentido, de acuerdo con la propuesta de Ortiz,
Correa y Gallardo (2006), la variación altitudinal puede considerarse
como funcional ya que fue útil para la adquisición de alimento; al
mismo tiempo puede considerarse como una respuesta específica puesto
que fue necesaria únicamente para obtener el alimento dispuesto en
zonas lejanas. Sin embargo, no puede considerarse como requerida ya
que, en algunas ocasiones, los sujetos consiguieron los alimentos
siguiendo otras rutas en las que no había bajadas o subidas mayores a
un metro pero en las que se rodeaba y caminaba más.
115
c) Se observó que los diferentes individuos lograron identificar, después
de varias exposiciones, las ocho zonas de alimentación utilizadas; así,
los sujetos se dirigieron de forma más directa a las zonas sin seguir
buscando en otros lugares. También, se observó decremento de los
promedios de metros recorridos conforme van avanzando las
exposiciones, con excepción de la última fase experimental en la que
aumentó notablemente dicho promedio; hay que considerar que esta
fase se llevó a cabo después de casi un mes de no correr el experimento
dada la suspensión de labores del zoológico durante la contingencia de
la influenza, tiempo en el que los alimentos se presentaron como
habitualmente se hacía (en dos zonas cercanas). En este sentido, es
probable que el cambio constante de ubicación de las zonas de
alimentación pudiera promover que los sujetos recorrieran más metros,
presentaran mayor actividad de búsqueda de alimento y más variaciones
altitudinales. Por ello, para investigaciones futuras, o para uso diario
del zoológico como parte de un programa de enriquecimiento
ambiental, se sugiere variar la ubicación de las zonas, en caso de querer
incrementar los niveles de actividad física de los miembros del grupo.
d) La disposición de los alimentos en grupos de acuerdo a las tres
categorías geofísicas propuestas en los Estudios 1, 2 y 3 (color,
preferencia y sabor) mostraron ser efectivas en cuanto al cambio de
conducta (i.e. aumento de locomoción y aparición de la variación
altitudinal) que generaron en los sujetos observados. De este modo, se
116
notó la correspondencia del cambio de conductas del grupo de gorilas
del Zoológico de Guadalajara con lo que se reporta en estudios con
grupos de gorilas en libertad, es decir que caminan más para conseguir
los frutos silvestres (Remis, 1997a) dado que prefieren los sabores
dulces (Sabater,1997).
e) Finalmente, es factible concluir que la manipulación de las categorías
geofísicas (color, preferencia y sabor) y geoecológica (número y
ubicación de las zonas de alimentación), exploradas en los estudios, se
pueden considerar como pertinentes para modificar el arreglo
contingencial actual que tienen los gorilas del Zoológico de
Guadalajara, de manera que su manipulación cotidiana podría ser parte
de un programa sistemático de enriquecimiento ambiental en el que se
promuevan conductas que beneficien la salud del grupo de organismos
en cuestión, por ejemplo mayor movimiento y ejercicio físico de los
sujetos como conductas pertinentes a la situación.
f) Además, considerando que se sugiere la variación constante de las
categorías geofísicas y geoecológicas, es posible crear diferentes
arreglos contingenciales que utilicen todos los recursos disponibles en
el encierro de los gorilas (i.e. plataforma, árboles, cañada, rocas) y que
añadan elementos adicionales (i.e. ramas, cajas, bloques de hielo) que
promuevan la presentación de conductas funcionales, requeridas y
específicas que, a su vez, permitan la medición continua del bienestar
117
psicológico de los organismos observados en el presente trabajo (i.e.
lamer el hielo, abrir las cajas, buscar en nuevos lugares).
Con respecto a la categoría de las interacciones intra e interespecíficas,
podemos decir que:
a) Las interacciones de agonismo que se registraron en el grupo de
gorilas de tierras bajas del Zoológico de Guadalajara no presentan
mayor frecuencia o características diferentes que aquellas registradas
en grupos en condiciones de libertad o de otros grupos en cautiverio
(i.e. ataques de machos contra las hembras, lo cual no es usual en
libertad, Neder, 1990)
b) Las interacciones de simpatría y agonismo que se observaron dejaron
clara la situación jerárquica de los organismos observados, la cual es
consistente con otros grupos de gorilas (e.g. Gavira & Frances, 2001;
Millhouse, 2003; Stteward & Harchourt ,1987, citado por Flannery,
2006).
c) Las interacciones de agonismo (i.e. manotazos) que la hembra infante
emitió hacia la hembra adulto pueden considerarse como parte del
desarrollo normal de la infante, pues en libertad se ha observado que
las hembras gorila suelen proporcionarle alimento a las crías cuando
son pequeñas y conforme van creciendo ellas mismos deben hacerse
cargo de su alimentación; así, suele observarse que cuando la hembra
adulto ya no proporciona ni comparte alimento con la infante, puede
118
ocasionar incomodidad por parte de la segunda, que reacciona
presentando conductas agonísticas (e.g., Novell & Fletcher, 2006).
d) Los resultados de las observaciones realizadas muestran interacciones
por parte de los sujetos en todas las fases de los estudios (i.e. con dos y
ocho zonas de alimentación). Por ello, a partir de las manipulaciones
realizadas, no se tienen elementos suficientes para asegurar que tal
manipulación de las categorías geofísicas (i.e. color, preferencia y
sabor) y geoecológica (i.e. número y ubicación de las zonas de
alimentación) afectaron diferencialmente las interacciones entre los
miembros del grupo observado. Esto sugiere la posibilidad de que
estas primeras variables manipuladas de las categorías geofísica y
geoecológica no sean relevantes en la afectación de las interacciones
entre los organismos observados.
Si bien con el presente estudio se lograron obtener resultados con respecto a tres
de las categorías del modelo propuesto por Ortiz, Correa y Gallardo (2006) (i.e.
geofísica, geoecológica y de interacción intra e interespecífica) queda, sin embargo, un
largo camino por explorar respecto de cada categoría y de la interacción de las mismas.
En este sentido, pueden considerarse diversos aspectos para la realización de estudios
futuros que continúen con esta área de investigación que resulta de gran interés.
Los responsables del Zoológico de Guadalajara dieron las facilidades para la
experimentación con los gorilas restringiendo los alimentos utilizados a la dieta
especificada para estos animales, por lo que en los estudios de la presente tesis se
manipularon variables que no modificaron la dieta que habitualmente se proporciona. Por
119
esta razón el estudio de la categoría geofísica se limitó a la manipulación de algunas de
las características de los alimentos proporcionados en dicha dieta (i.e. sabor, color y
preferencia). Sería interesante lograr que se permita la integración de nuevos elementos a
las dietas que están al alcance de los gorilas en libertad (i.e. insectos, barro) que permitan
comparar los resultados de los mismos aspectos observados durante los estudios y otros
que puedan determinarse a partir de las características de los nuevos alimentos.
Durante las fases experimentales de los tres estudios, las ocho zonas de
alimentación programadas (i.e. manipulación de factores geoecológicos) se dispusieron
siempre en los mismos lugares, los cuales cumplían con dos características: primero,
estaban en zonas que cubrían los requisitos de cercanía, lejanía y diferentes altitudes;
segundo, eran fácilmente visibles para la grabación de las sesiones, con el fin de registrar
el mayor número de conductas emitidas por los organismos observados. Por esta última
característica el número de lugares para ubicar las zonas de alimentación se vieron
limitados y sin oportunidad de moverlos constantemente. Una variación constante en la
ubicación de las zonas de alimentación podría ser una forma de proveer de más lugares
para la búsqueda de alimento de los organismos, lo cual podría afectar también en los
resultados de locomoción.
En términos de procedimiento, ocasionalmente los sujetos en observación se
encontraban en “puntos ciegos” por lo que no se podía registrar la(s) conducta(s)
desplegada(s). Con el fin de cubrir una mayor área de observación, podría utilizarse más
de una cámara ubicadas de tal forma que permitan el registro de conductas en todos y
cada uno de los espacios. Posteriormente sería factible, gracias a los adelantos
120
tecnológicos, sincronizar cada uno de los videos tomados para poder registrar con mayor
precisión y que los estudios cuenten con mayor confiabilidad.
Otra sugerencia ligada a con la manipulación de la categoría geoecológica y sus
efectos sobre el comportamiento del individuo en tanto ajuste, consiste en la replica del
estudio en un encierro diferente (i.e. otro zoológico), ya que la variación del ambiente y
la opción de ubicar nuevas zonas de alimentación pueden arrojar datos que den más
elementos para analizar esta categoría.
Con respecto a las interacciones intra e interespecíficas, parece importante
enfatizar que los presentes estudios se hicieron con un grupo con cuatro individuos: un
macho y tres hembras, de los cuales dos eran adultos, una juvenil y otra infante. Las
características de los sujetos abren varias posibilidades para realizar variaciones en este
aspecto, puesto que se puede hacer el mismo estudio con grupos con diferentes
características al observado en para la presente tesis (i.e. número de sujetos, con edades
diferentes, mismo sexo, entre otros); así, se estudiaría otra variable de la categoría de
interacción intra e interespecífica, e implicaría la variación del número de individuos que
pueden tener interacciones de simpatría o competencia, así como las “alianzas” que
puedan crearse entre diferentes individuos del grupo (i.e hembras o machos, juveniles o
adultos).
La variación del grupo y el posible efecto sobre sus interacciones intra e
interespecíficas pueden, a su vez, afectar a otras categorías del modelo propuesto por
Ortiz, Correa y Gallardo (2006) y Ortiz y del Toro (en revisión); por ejemplo, en cuanto a
la categoría geofísica se podría observar lo que sucede respecto del equilibrio de la
cantidad de alimentos que necesitan consumir con relación a la cantidad de alimento que
121
se les provee o los alimentos a los que puede acceder cada miembro del grupo. En cuanto
a la categoría geoecológica, podría observarse la conservación o cambio de zonas de
alimentación, de descanso y de protección.
Así, se sugiere hacer una réplica con este mismo grupo de gorilas que se ha
modificado con la muerte del macho adulto, ahora el grupo se compone de tres hembras
que por sus edades actuales, dos son adultos y una juvenil. Ahora, el sujeto que ocupaba
el primer lugar en la jerarquía que se observó en este estudio está ausente y hay dos
hembras en edad adulta, por lo que podría presentarse una competencia por obtener el
lugar disponible o podría darse un simple reacomodo recorriendo los lugares que
ocupaban. Otra situación a observar es la relación parental (i.e. madre–hija) con la
juvenil, puesto que ahora se esperaría observar mayor desapego entre ellas y, por tanto,
mayor independencia por parte de la segunda.
Los resultados obtenidos en estos tres estudios permiten aportar datos desde las
tres categorías (geofísica, geoecológica y de interacciones intra e interespecíficas) que
propone el modelo propuesto por Ortiz, Correa & Gallardo (2006), contribuyendo a la
posibilidad de relacionarlos con resultados de otras investigaciones desde la misma
perspectiva, facilitando así tanto la validación del modelo propuesto como su aplicación
para la solución de problemas prácticos.
Además, se está contribuyendo al conocimiento de diferentes aspectos de la forma
de vida de los gorilas en cautiverio (i.e. aspectos geofísicos, geoecológicos y de las
interacciones intra e interespecíficas que se observaron), su manipulación, los resultados
de éstas y la probabilidad de contribuir para el enriquecimiento ambiental de esta especie,
de la cual se tienen pocos datos de grupos que viven bajo éstas condiciones.
122
REFERENCIAS
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http://www.parquestematicos.org/noticias/2006/ver-noticia.asp?id=259 Revisado
el 29 de abril de 2010
Álvarez, J. (2000). Aproximación crítica a la idea de cultura animal. Devenires, 1(2): 65-
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