Guía Práctica Para Organizar Talleres y Conversatorios

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Gua prctica para organizar talleres y conversatorios

Una avalancha de programas de formacin personal y profesional, de pocas horas de estudio y escaso rigor intelectual, amenaza con tapiar a los apesadumbrados hijos de la sociedad del conocimiento. El deterioro de los sistemas pblicos de enseanza, la prdida de prestigio de los grados acadmicos (los universitarios de hogao equivalen a los bachilleres de antao), el incremento en el nmero de especialistas por cuenta propia y la necesidad imperiosa de aumentar el grosor de las hojas de vida (ya que no tuve infancia, al menos djenme tener currculo ironizaba el gran Carlos Monsivis) son los factores que determinan este aluvin de charlas, talleres y seminarios. El que menos puja, puja un conversatorio.

Liderazgo, valoracin de empresas, gerencia del tiempo, coaching ontolgico, programacin neurolingstica, bsqueda efectiva de empleo, diseador de pginas web, manejo de redes sociales, corte y costura, maquillaje, repostera, elaboracin de cartas astrales, redaccin de guiones, stand up comedy, aromaterapia y feng shui: no hay disciplina, moda u oficio que no pueda ser enseado o replicado. El cielo y el monto crediticio de la tarjeta son los lmites. Sin embargo, tampoco es que da igual cualquier cosa. El mundo de los negocios nunca ha sido tan sencillo. Debemos reconocer que no es lo mismo surfear en la cresta de la ola que sobrevivir a duras penas al impacto y las secuelas de inundacin que siguen al tsunami. Resulta pues de suma urgencia asumir un papel protagnico y satisfacer, con presteza y entereza, las necesidades de formacin del mercado. He aqu algunas modestas recomendaciones para montar y dictar, de un modo exitoso, sus propios talleres y conversatorios. Recuerde, en este sentido, las palabras de Santa Teresa de Jess: Lee y conducirs; no leas y sers conducido.

Seleccione un tema con punchAunque algunos literatos insisten en afirmar, de manera tremendista, que las personas no son quienes seleccionan los temas, sino que son los temas los que escogen a las personas, lo cierto es que para un organizador efectivo de talleres y conversatorios resulta un deber insoslayable parir el ttulo milagroso que alumbrar el camino a la prosperidad financiera. Lo importante siempre ser divagar sobre un asunto nebuloso y que tenga mltiples implicaciones, ms que emocionales, sensibleras. Se trata de un error harto frecuente emperrarse con temas especializados, que incluso llegan a tener, ora en su praxis, ora en su corpus terico, axiomas y leyes (as sean las de Murphy) incuestionables. Este vano empeo slo puede entenderse a luz de la incapacidad gentica que tienen algunos seres humanos para obtener lucro y beneficio, no digamos de una iniciativa empresarial no tradicional sino incluso de la venta de petrleo y sus derivados. Nunca, pero nunca, hay que perder de vista que el objetivo principal es que se inscriba la mayor cantidad de participantes. Proponemos, entonces, la escogencia de ttulos que remitan a la superacin de un desafo o de una situacin indeseada, todo ello trufado convenientemente con pronombres personales y signos ortogrficos. Ejemplos: El xito est en ti, Pobre: Salte de esa redoma!, Gerencia de uno mismo

Fije un precio que descreme (y despelleje) al mercado

El precio es un adelanto de lo que viene. Si cobra muy barato usted le estar diciendo a su pblico-meta que el conocimiento que pretende inculcarle carece de valor y entidad, que no constituye un verdadero elemento ganador, estratgico y diferenciador a la hora de las chiquitas. Por tanto, apunte su mirilla bien alto, deje la marginalidad y la cortedad de propsitos aunque sea por un periquete.

Jams incurra en la imprudencia de hablar de precio o costo; erradique ambas palabras de su lxico forjador de bonanza. Utilice, en su lugar, el trmino inversin. De hecho, proceda a anunciar una inversin elevada, cuantiosa, bajo la excusa de que su taller acadmico pero sobre todo vivencial est destinado solamente para veinte personas (o, en su defecto, la cantidad promedio de inscritos en sus cursos). Lo importante es alimentar la ilusin de exclusividad, tan cara a la naturaleza humana; pero, eso s, sin abusar, ya que estas dos docenas de personas que supuestamente asistirn no sern, en ningn caso, Diego Cisneros, Carlos Slim, Bill Gate, Steve Job, Mark Zuckerberg, Cristiano Ronaldo u Oprah Winfrey.

Eche mano de la nocin mercadotcnica de la preventa, e informe de la existencia de una primera, segunda y hasta tercera etapa de venta de boletos (la primera ronda es la ms asequible, porque es la encargada de levantar el flujo de caja que cubrir los costos). Finalmente, estipule entradas a precios ms econmicos para estudiantes y afiliados gremiales, como una medida de responsabilidad social empresarial o una graciosa concesin a los miembros de la pobreca.

Active el mercadeo viralSu evento tiene que ser como la gripe: estar en todos lados y ser de fcil transmisin. Bajo el cumplimiento de esta ambiciosa y contagiosa premisa, organice una tourn por los distintos medios de comunicacin (radio, televisin, prensa escrita y medios alternativos en internet), y si puede tambin incluya en el cronograma de visitas a diferentes consejos comunales (deseche los tiquismiquis pequeoburgueses, esa gente tiene plata). En los programas de mayor sintona deje algunos cupos para sortear entre los tuiteros que integran la audiencia. No olvide crear un perfil de su evento en Facebook, y envirselo, a guisa de spam, a todos sus contactos. Los pobrecitos tendrn la obligacin, por temor a ofender su sensibilidad de entrepreneur, de hacerse fans de su ltimo invento para salir de abajo...

Sepulte al pblico en material de apoyo

Esta es la parte donde usted colabora, lamentablemente, con el calentamiento global, dado que deber legitimar la eliminacin de, al menos, medio bosque para obtener el papel suficiente para fotocopiar las tres resmas del material de apoyo que integrarn su carpeta de lecturas. Tenga en cuenta que, segn la extraa mentalidad del asistente a charlas y talleres, el conocimiento se encuentra asociado al grosor de la carpeta. Mientras ms pginas posea el material de apoyo mayor seriedad proyectar su conversatorio. Por oposicin, folletos de pocas pginas, como esos que son entregados en las reuniones domsticas de Tuperware, delatan la presencia de pacotilla intelectual.

Finalmente, no olvide disponer, bajo la excusa de la toma de notas y apuntes, unas diez pginas en blanco para que los participantes aburridos puedan jugar stop, la vieja, el ahocardo o, simplemente, escriba el nmero de telfono de la chica sentada al lado, justo al lado (Carlos Alfredo dixit).

Presntese como facilitador

Aclare desde el principio que usted es un facilitador, una brizna de paja remecida por el huracn educativo, inclusive un soldado, pero jams se presente como un profesor. Eso no lo perdona el pueblo.

Este primer bao de humildad fijar el tono de sus futuras intervenciones. Hable siempre como un maestro budista o un guerrero de luz escapado de las pginas de la ltima novela de Paulo Coelho. No critique ni niegue; mucho menos, afirme o sugiera. Regurgite, en cambio, todo su repertorio de citas clebres de filsofos orientales, as como tambin las frases ms logradas de los libros de autoayuda en boga. No olvide referirse, particularmente, a la moraleja del pescado y de la necesidad de ensear a pescar. Nunca pase por alto tampoco que el liderazgo es situacional, lo nico constante es el cambio y el capital ms importante es el capital humano.

Mientras pronuncia sus palabras iniciales, proceda a elaborar mentalmente un primer perfil psicolgico de su audiencia. Piense en cul de las siguientes categoras consigue encuadrar a cada persona: el fugado de la oficina, el coleccionista de diplomas, el intenso metafsico, el saboteador, el que firma y se va, el asistente logstico, el que se cree facilitador, el galn de taller o el que siempre se inscribe en el conversatorio.

Con el grupo debidamente escaneado, comienza la diversin

Rompa el hieloNo se encadene. Ponga a los muchachos a hablar. Para ello organice una dinmica que permita disipar el malhadado ambiente de claustro universitario. El manual clsico del facilitador recomienda que cada uno de los participantes diga su nombre en voz alta y, en lo posible, de un modo ldico (por qu sus padres le pusieron ese nombre? Qu pelcula le gusta (por delante) y que cantante o actor le fascina (por detrs)? La idea es gastarse una hora del taller.

Haga circular luego una lista de asistencia, cuyo objetivo oculto ser recaudar los correos electrnicos y los mviles de los participantes para incorporarlos a una base de datos que luego ser vendida, por un precio mdico, a un sitio de distribucin de spam. Acto seguido, saque otra liebre ms de la chistera de las tcticas dilatorias: Inicie un debate sobre las expectativas en torno al taller. Anote en la pizarra acrlica cada uno de los valiosos insumos aportados por los participantes. Una vez hecho el listado, camine lentamente hacia el computador y pulse la tecla enter para que el video beam proyecte la primera lmina de su presentacin multimedia de Power Point. A estas alturas, ya estamos a media maana. Lo conveniente es llamar al receso de coffe break.

Monte un talk showLa mayora de la gente no se inscribe en charlas y asiste a talleres para aprender nuevas destrezas y conocimientos, sino para pasar un rato diferente y, al cabo de unas cuantas horas, obtener otro certificado de asistencia que adjuntar al currculo. Parafraseando a la famosa cantante Cyndi Lauper, los chicos slo quieren divertirse. Por eso, acepte que el protagonismo no le pertenece. Ayude a esa gente a olvidar el estrs. Organic dos o tres juegos de intercambio de roles y coloque msica y contenidos multimedia. Ya en la tarde, anmese a proyectar una pelcula y dar pie a una suerte de cine-foro. Pregntele a todo el mundo, y no pierda la compostura. No salga de bocn a dar una clase magistral sobre el sptimo arte. Orson Welles ya muri. Ms bien, anote en la pizarra acrlica cada una de las valiosas aportaciones de los participantes. A modo de conclusin, enuncie una frase hueca y rimbombante con las palabras ms utilizadas por los alumnos durante sus intervenciones.

Incentive la participacinLos buenos facilitadores se esfuerzan, en todo momento, en promover la intervencin, sin ton ni son, de todos los presentes; saben que, al igual que cualquier animador de programas televisivos, el silencio es su enemigo. Por eso, siempre haga nfasis en la participacin. Elogie todo lo que salga de la boca de los asistentes, incluso los eructos y bostezos. No olvide jams la mxima de los negocios: los clientes siempre tienen la razn.

Despdase a lo grandeLa ceremonia de cierre del taller o conversatorio es muy especial. Es como la entrega del Oscar o, ms patriticamente, el Premio Ronda. No pase por alto el hecho de que los certificados de asistencia sern los nicos reconocimientos que algunos de los participantes recibirn en sus vidas. Esmrese por hacer algo emotivo, rico en ancdotas. Complemente el ambiente festivo con msica, pasapalos y bebidas. Prometa, finalmente, que enviar a los correos personales de todos los presentes las fotos ms picantes de la celebracin y, por ltimo, quiebre la voz cuando, embargado de emocin, se permita revelarles a sus amados discpulos lo mucho que aprendi de cada uno de ellos.