Post on 09-Apr-2018
8/8/2019 Guillermo Boido - Entre cartesianos y jesuitas: a la bsqueda de Blaise Pascal
1/7
ENTRE CARTESIANOS Y JESUITAS:A LA BSQUEDA DE BLAISE PASCAL
Guillermo BoidoCentro de Estudios Avanzados, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales
Universidad de Buenos Aires ________________________________________________________________________________
Publicado en H. Faas y L. Salvtico (eds.), Epistemologa e Historia de la Ciencia , vol. 4, n. 4,Facultad de Filosofa y Humanidades, Universidad Nacional de Crdoba, octubre de 1998, pp. 47-55.
________________________________________________________________________
La verdad est tan oscurecida en este tiempo y la mentira tanestablecida, que a menos de amar la verdad no se sabrconocerla.
Pascal, Pensamientos , 739 1
1.
Deca Alexandre Koyr que, cuando se aborda el estudio de un pensamiento que no es el nuestro,
es tan importante captar lo que saba o crea saber aquel pensador como olvidar lo que sabemos o
creemos saber en la actualidad 2. Vctimas del anacronismo que repudia Koyr han sido muchos
cientficos del pasado y, para el caso, Blaise Pascal. Abordar el pensamiento de Pascal se vuelve
particularmente intrincado porque tal anacronismo ha sido practicado con la complicidad y el acuerdo
de los historiadores de la ciencia, de la filosofa y de la literatura, quienes, al menos hasta tiempos
recientes, lo han fragmentado y han depositado los fragmentos en compartimientos disciplinares
estancos. De acuerdo con ello, no habra un solo Pascal sino dos: por una parte, el cientfico, el
matemtico, el fsico; por otra, el telogo, el aplogo del cristianismo, el de las Provinciales y los
Pensamientos, esa obra maestra de la literatura francesa.
La clebre conversin de Pascal parece ofrecer, en s misma, la oportunidad de practicar con
naturalidad su fragmentacin: bastara con sealar una fecha, anterior o posterior al 23 de noviembre
de 1654, para saber si estamos en presencia de uno u otro. Por ello, construir una imagen de Pascal
que haga justicia a su integridad histrica, tarea que han emprendido recientemente filsofos e
historiadores, an no ha sido realizada en plenitud. En este trabajo nos limitaremos a describir, con
modestia, un cierto marco de anlisis (por ahora muy esquemtico) que vincula la figura de Pascal
con sus dos grandes adversarios: Descartes (y los cartesianos) y la Compaa de Jess. Creemos
que esta suerte de tringulo de interrelaciones, que sirve de patrn comn a las discrepancias dePascal con cartesianos y jesuitas en distintos mbitos, permitira aprehender en principio el anverso y
el reverso de una misma moneda, cual es la unidad del pensamiento pascaliano.
2.
Pascal vivi slo treinta y nueve aos, entre 1623 y 1662. En 1644, dos aos despus de la muerte
de su maestro Galileo, Evangelista Torricelli daba a conocer a su amigo Michelangelo Ricci los
resultados de su clebre experiencia baromtrica, diseada en colaboracin con Vincenzo Viviani. La
1
La numeracin de los Pensamientos que aqu se emplea es la establecida por Louis Lafuma en su edicin de las obrascompletas de Pascal (1963). Adoptamos la traduccin de J. Llans: Pensamientos , Madrid, Alianza, 1981, conintroduccin y notas del traductor.2 Koyr, A.,Msticos, espirituales y alquimistas , Madrid, Akal, 1981, III, p. 71. (Original: 1955.)
1
8/8/2019 Guillermo Boido - Entre cartesianos y jesuitas: a la bsqueda de Blaise Pascal
2/7
difusin de la misma produjo un fuerte impacto en los medios cientficos europeos, no slo porque el
vaco era la contracara de los tomos, sino tambin porque la teora del mar de aire daba carcter
general a la nocin galileana de que no hay cuerpos intrnsecamente leves. Puestos a buscar
correspondencias, la fecha del experimento es significativa. Coincide con la de la publicacin de Los
principios de la filosofa de Descartes y su cuidadosa exposicin de la cosmologa plenista
cartesiana, pero, a la vez, con el apogeo de la prohibicin de la enseanza del atomismo en lasinstituciones educativas de la Compaa de Jess, la primera de las cuales se remonta a mediados
de 1632. Ya en 1641, un admirador de Galileo, Gasparo Berti, haba realizado una experiencia
precursora de la de Torricelli con agua, un largo tubo de plomo y una campana de vidrio unida al
extremo superior del mismo. Su afirmacin de que en la campana se haba producido un vaco
mereci la inmediata rplica de dos jesuitas del Collegio Romano, Nicol Zucchi y Athanasius
Kircher, en lo que resulta ser la primera batalla librada por la Compaa de Jess contra el vaco
baromtrico. Las cartas de Torricelli fueron difundidas en Pars a principios de 1646 por el padre
Mersenne, y la experiencia fue repetida por el ingeniero Pierre Petit en la casa de su amigo Etienne
Pascal en presencia del hijo de ste, Blaise. Esta nueva fecha, 1646, es tambin significativa. Seala
el ingreso de Pascal a la historia de la neumosttica, pero tambin coincide con su adhesin, junto
con la de su familia, al cristianismo jansenista.
La doctrina reformista de Cornelius Jansenius (1585-1638) se funda en la teora de san
Agustn acerca de la gracia, adoptada anteriormente, mutatis mutandis , por los calvinistas. Jansenius
sostena en su libro Augustinus , publicado pstumamente en 1640, la intrnseca debilidad de la
naturaleza humana y la necesidad de recurrir a la caridad cristiana como fuente de supremas
verdades, inaccesibles a la pura razn, a la vez que se opona a las tesis del telogo Luis de Molina,
adoptada mayoritariamente por los jesuitas, acerca de la gracia, el libre albedro y la predestinacin.
El molinismo supona una suerte de compromiso entre la omnipotencia divina y el libre albredo,
oponindose tanto a la tesis de la premocin fsica del tomismo puro como a la del agustinismo, que
invoca la necesidad de la gracia divina para la salvacin del hombre. Se comprende entonces el
repudio que despert el jansenismo entre los telogos de la Compaa de Jess y, a la inversa, la
aversin de Pascal hacia los jesuitas, de la que dan cuenta las Provinciales . Por otra parte, si bien el
jansenismo de Port-Royal reconoca algunas tesis comunes con el pensamiento de Descartes (el
repudio por la escolstica, la bsqueda de claridad filosfica, la nocin de que la relacin entre el
hombre y Dios no requiere de la mediacin del mundo material), Pascal, tal como lo hizo en el caso
de los jesuitas, privilegi las discrepancias hasta la exasperacin.
Desde esta perspectiva, consideremos las aportaciones a la neumtica realizadas por Pascal
a partir de 1647, por lo dems bien conocidas, detalladas por l en los Nuevos experimentos acerca
del vaco , de ese ao, en la Relacin del gran experimento sobre el equilibrio de los lquidos (de
1648) y en fragmentos escritos hacia 1653, publicados pstumamente, y que habran de formar parte
de un gran Tratado del vaco , a la postre inconcluso 3. En los Nuevos experimentos , Pascal presenta
el diseo de una serie de experimentos muy ingeniosos, algunos de ellos puramente mentales,
hechos, como l mismo nos dice, con tubos, jeringas, fuelles y sifones de diversas longitudes y
formas, as como con diferentes lquidos como mercurio, agua, vino, aceite, aire, etc.. Su objetivo es
3 LOeuvre de Pascal , ed. J. Chevalier, Gallimard, Bibliothque de la Pliade, Paris, 1950, pp. 133-251. Los escritosneumostticos de Pascal y otros documentos pertinentes a la controversia sobre el vaco (incluyendo la correspondenciaTorricelli-Ricci) han sido compilados en Pascal, B.,Tratados de Pneumtica , traduccin, introduccin y notas de AlbertoElena, Madrid, Alianza, 1984.
2
8/8/2019 Guillermo Boido - Entre cartesianos y jesuitas: a la bsqueda de Blaise Pascal
3/7
probar que los espacos vacos que se obtienen empricamente son realmente vacos y no estn
ocupados por alguna forma de materia (por ejemplo, aire que pudiese haber ingresado desde el
exterior de los tubos). En la Relacin del gran experimento , Pascal desarrolla en cambio las
implicaciones de suponer que los fenmenos en estudio se originan en la presin del aire exterior, la
teora original de Torricelli. La parte del len, como se anuncia desde el ttulo, se la lleva aqu la
clebre experiencia del Puy de Dme, realizada por Florin Prier, cuado de Pascal, en la cual secomprueba el descenso de la columna baromtrica cuando se asciende a una montaa. Sin duda,
estamos aqu en presencia de un cientfico paradigmticamente mecanicista y experimentalista que,
en contra de la opinin de Descartes y para escndalo de los jesuitas, sostiene que sus
experimentos han probado la existencia de espacios vacos en la naturaleza.
Cuando era inminente la publicacin de los Nuevos experimentos de Pascal, ste recibi en
Pars la visita de Descartes (23-24 de setiembre de 1647), quien acababa de publicar Los principios
de la filosofa . Descartes se hallaba prximo a cumplir cincuenta aos, mientras que Pascal contaba
slo veinticuatro. Dada su relacin con Mersenne, es altamente improbable que Descartes no
hubiese odo hablar hasta ese momento de las experiencias baromtricas, pero, sea como fuere, el
tema fue abordado durante la entrevista. Lo sabemos por una breve relacin que la hermana menor
de Pascal, Jacqueline, incluy en una carta dirigida a la mayor, Gilberte, esposa de Prier. Ante la
mencin de la experiencia de Torricelli, la respuesta de Descartes fue un tanto sorprendente: afirm
que el extremo superior de tubo deba contener sutiles partculas de lo que llamaba primer
elemento, probablemente ingresadas desde el exterior a travs de los poros del tubo, pero agreg
(quiz para sorpresa de Pascal) que el peso del aire era responsable de que la columna mercurial no
cayese. Esto ha dado pie a la (poco probable) hiptesis de que fue Descartes quien sugiri a Pascal
la experiencia que fuera realizada un ao despus en el Puy de Dme; lo cierto es que as se lo
expres Descartes a Mersenne y que, luego de ser realizada, reclam la prioridad de su diseo. En
todo caso, si realmente ocurri as, no habra de ser su adversario Pascal, precisamente, quien lo
dara a conocer pblicamente.
Lo sorprendente es que, mientras Pascal cree haber probado por medio de sus experimentos
la existencia de vacos en la naturaleza, Descartes, a la vez que lo niega, sostiene (en una carta de
1649) que el experimento de Puy de Dme corrobora sus principios cosmolgicos, aunque no aclare
por qu. Esto ha dado lugar a mltiples conjeturas. Recientemente, el filsofo Daniel Garber ha
propuesto la suya: mientras Pascal elimina toda referencia al horror al vaco como principio
explicativo, Descartes conserva la idea (original de Galileo) de un horror al vaco limitado 4. Los
detalles no son pertinentes aqu. En realidad, ni siquiera sabemos si Descartes, quien desde 1649
residi en Estocolmo, donde habra de fallecer a principios del ao siguiente, lleg a leer la Relacin
del gran experimento. En todo caso, lo cierto es que se comport con cierta indiferencia ante estas
evidencias observacionales en favor de la existencia del vaco (cruciales para Pascal), limitndose a
negar su pertinencia con el recurso a la materia sutil y a reafirmar los principios generales de su
cosmologa plenista. El episodio corrobora el temperamento de Descartes a propsito de que el
universo es de determinada manera y que los fenmenos vienen dados de antemano: slo cabe
interpretarlos genricamente. La bsqueda de novedades en el mundo fsico, que tanto apasionaban
a Kepler, Galileo o, para el caso, Pascal, lo tena mayormente sin cuidado: los fenmenos naturalesson ilustraciones imperfectas de un esquema previo obtenido por la va racional.
4 Garber, D., Descartes Metaphysical Physics , Chicago, The University of Chicago Press, 1992, pp. 136-148.
3
8/8/2019 Guillermo Boido - Entre cartesianos y jesuitas: a la bsqueda de Blaise Pascal
4/7
Podemos suponer con fundamento que Pascal incluy el resultado de sus experimentos
baromtricos en su larga lista de corroboraciones del despropsito que, a su juicio, entraaba la
filosofa cartesiana. No slo negaba la pertinencia de la misma en cuestiones teolgicas, tal como la
posibilidad de acceder al conocimiento pleno de Dios por medio de la razn, sino que se opona
tambin a la cosmologa cartesiana, a la que rechazaba por iguales motivos, es decir, por la excesiva
potestad que Descartes atribuye al conocimiento racional. Aunque acepte el dualismo cartesiano y loemplee para sostener la autonoma de las investigaciones sobre la naturaleza con relacin a las que
involucran a la divinidad, Pascal repudia la pretensin cartesiana de derivar a partir de principios
filosficos todas las propiedades del mundo natural, y en particular las argumentaciones expuestas
en El mundo y Los principios de la filosofa destinadas a inferir a priori la imposibilidad del vaco. Por
ello, hacia 1657, abandon la orientacin que Nicole y (sobre todo) Arnauld haban dado al
jansenismo, por considerarla demasiado contaminada de ingredientes cartesianos.
Es verdad, sin embargo, que Pascal debe a Descartes (pero tambin a Galileo) la exigencia
de claridad que slo puede aportar la matemtica, y de all que lesprit de gometrie sea la expresin
mayor de la racionalidad humana. Pero el jansenista Pascal afirma a la vez que la razn es limitada y
por tanto lo es el temperamento geomtrico; donde ste falla, acude lesprit de finesse , que nos
remite a las razones del corazn para la bsqueda de certidumbres a las cuales la razn geomtrica
no puede acceder, en particular en lo que respecta al conocimiento del hombre, ser frgil y
miserable. Es a partir de este reconocimiento, afirma Pascal con reminiscencias agustinianas, que
podemos elevarnos hacia un estadio moral ms elevado por medio de la fe en un Dios cristiano y
personal, que ama y consuela: el de los Pensamientos . Aqu su discrepancia con Descartes no
puede ser ms profunda, y explica su famoso juicio sobre l, definitivo y lapidario: Descartes, intil e
incierto ( Pensamientos , 887). Para Pascal, la filosofa cartesiana es la novela de la naturaleza,
comparable ms o menos a la historia de Don Quijote ( Pensamientos , 1008). Pero cabe sospechar
que el plenismo cartesiano y su refutacin por Pascal jugaron un papel tan relevante como la
cuestin teolgica a la hora de emitir estos juicios.
3.
Desde el campo jesutico, las experiencias de Pascal provocaron nuevas rplicas en favor del
plenismo aristotlico. El recurso a suponer la existencia de un fluido sutil en el pretendido vaco de
Pascal es motivo de dos cartas dirigidas a Pascal por el padre jesuita Etienne Nel, maestro de
Descartes en La Flche y amigo de ste. Pascal slo respondi la primera, y reserv la respuesta a
la segunda a otro interlocutor, el cientfico aficionado Le Pailleur, perteneciente al crculo de
Mersenne. Esta correspondencia a propsito del vaco seala que la polmica exceda largamente lo
meramente cientfico; de hecho, si los historiadores de la filosofa hubiesen reparado en ellas,
habran catalogado a las de Pascal de Provinciales a propsito de una cuestin de filosofa natural , o
algo similar. En la segunda carta a Pascal, el jesuita se remite a cuestiones religiosas en su apoyo,
citando la doctrina de la transustanciacin segn las disposiciones del Concilio de Trento e invocando
la autoridad de Aristteles, pero tambin (curiosa alianza) la del propio Descartes. La carta es una
suerte de admonicin por heterodoxia religiosa para silenciar al jansenista Pascal, porque el rechazo
de la autoridad en cuestiones naturales conllevaba otros rechazos ms graves desde el punto devista doctrinal, en particular el dogma de la Eucarista. De hecho, el telogo capuchino Valeriano
Magni, residente en la corte del rey polaco Ladislao IV, sostena en un libro publicado en 1648 que el
4
8/8/2019 Guillermo Boido - Entre cartesianos y jesuitas: a la bsqueda de Blaise Pascal
5/7
vaco en el tubo de Torricelli subverta la doctrina hilemrfica de Aristteles; a su vez, la rplica del
jesuita Paolo Casati (Vacuum proscriptum , 1649), formalmente dirigida contra Magni, era una clara
advertencia doctrinal contra Pascal y los pascalianos 5. En su carta a Le Pailleur, Pascal liquidar la
cuestin diciendo, a propsito de la afirmacin del padre Nel de que ese espacio pretendidamente
vaco no es ni Dios ni criatura, que las materias que conciernen a la divinidad son demasiado
santas para profanarlas con nuestras disputas, tema recurrente en las Provinciales . Al finalizar lalectura de la carta a Le Pailleur, obra maestra de la literatura polmica, se tiene la sensacin de que
en ese momento bien pudo haber escrito Pascal aquello de La Inquisicin y la Compaa, las dos
plagas de la verdad ( Pensamientos, 916 ).
Para la Compaa de Jess el plenismo deba ser salvado a cualquier precio porque la
doctrina atomista haba sido siempre una filosofa conducente al atesmo, dado que eliminaba toda
intencionalidad en el universo; pero, para el jansenista Pascal, el resultado de ningn experimento,
acerca del vaco o de cualquier otro punto de filosofa natural, poda tener implicancia teolgica
alguna. En los Pensamientos , se presenta como alguien que descree del testimonio de una
intencionalidad divina inferible del andar del universo. Pascal puede ser mecanicista porque, para l,
no hay rastro alguno de la divinidad en la naturaleza, cuya expresin probatoria seran las leyes
mecnicas: su Dios escondido slo se manifiesta a travs de los milagros . De all que en la
dcimoctava Provincial ataque a los jesuitas por haber instigado la prohibicin del copernicanismo y
mencione explcitamente la condena de Galileo 6. En el mismo sentido se pregunta: Qu hay ms
absurdo que decir que los cuerpos inanimados tienen pasiones, temores, horrores (...) que
presuponen al menos un alma sensitiva para sentirlos? Ms an, que el objeto de ese horror sea el
vaco? Qu hay en el vaco que les pueda asustar? ( Pensamientos , 958). Pascal, desde luego, se
burla de las prohibiciones del atomismo por parte de la Compaa de Jess, pues lo atinente al
dogma de la Eucarista y otras cuestiones de la divinidad estn fuera del alcance de la razn. Ello
queda claro en la dcimosexta Provincial , en la que defiende a los jansenistas de la acusacin,
formulada por los jesuitas, de descreer del dogma de la transustanciacin 7.
4.
Este temperamento anticartesiano y antijesutico de Pascal arroja luz tambin sobre sus
investigaciones matemticas. Como ha sealado Koyr, Pascal es una suerte de matemtico griego
trasladado al siglo XVII 8. En la historia de la matemtica, nos dice Koyr, hay grosso modo dos
temperamentos, el geomtrico y el algebraico. Para el primero, como el de Pascal, la ecuacin de
una curva es la lejana y abstracta representacin de una suerte de acontecimiento en el espacio;
para el segundo, como el de Descartes, es la esencia de la curva, mientras que sta es una
proyeccin secundaria y quizs intil de la ecuacin. Si Pascal hered su geometrismo de su padre,
desarroll su antialgebrismo en oposicin a su adversario Descartes. Bastan un par de ejemplos. Por
lo que sabemos de su perdido tratado sobre las cnicas, ste se inspira en la geometra proyectiva
de Desargues, cuya obra, a su vez, remite a aquellos artistas y gemetras del Renacimiento que5
Vase Redondi, P.,Galileo hertico , Madrid, Alianza, 1990, pp. 350-354. (Original: 1983.) Redondi cree que detrs dellibro de Casati estuvo la pluma de Orazio Grassi, quien en 1626 acusara a Galileo de hereja eucarstica por sus creencias
atomistas.6 Provinciales XVIII , en LOeuvre de Pascal, p. 673.7 Provinciales XVI , en LOeuvre de Pascal, pp. 620-626.8 Koyr, A., Pascal savant, en Pascal, lhomme et loeuvre. Colloque de Royaumont , Paris, Les ditions de Minuit,1956, pp. 260-285.
5
8/8/2019 Guillermo Boido - Entre cartesianos y jesuitas: a la bsqueda de Blaise Pascal
6/7
8/8/2019 Guillermo Boido - Entre cartesianos y jesuitas: a la bsqueda de Blaise Pascal
7/7
5.
Nos parece que la conversin de Pascal dista mucho de ser algo as como un cambio de paradigma
en la historia personal de nuestro personaje, cual si fuera la transformacin de Jekyll en Hyde (o a la
inversa). Para la reconstruccin de la unidad de su pensamiento, ms significativo resultara su
adhesin al jansenismo, en 1646, momento en el cual inicia sus investigaciones baromtricas. Hablar
de un Pascal cientfico y de otro filsofo o telogo es aplicarle categoras disciplinares positivistas,decimonnicas, que deberamos olvidar , segn nos lo recordaba Koyr, pues a mediados del siglo
XVII eran inexistentes. Como consecuencia de su conversin , a lo sumo, Pascal privilegi el mbito
de la teologa con relacin al de la matemtica o al de la filosofa natural, sin contradiccin o
discontinuidad alguna, es decir, sin modificar la profunda coherencia de su pensamiento. Sostener lo
contrario, creemos, es en principio pecar de anacronismo.
Deca Borges que la historia universal es quiz la historia de la diversa entonacin de
algunas pocas metforas. La tensin entre lesprit de gometrie y lesprit de finesse atraviesa toda la
historia de la cultura, y explica en cierto modo no slo la fragmentacin de la que el propio Pascal ha
sido vctima sino tambin las contrapuestas valoraciones que ha merecido su pensamiento filosfico.
Fue Pascal el iniciador de una perniciosa rebelin contra la razn, como sostiene Bertrand Russell,
o bien, por el contrario, aqul que, a juicio de los existencialistas, contribuy a liberarnos del yugo de
la razn en materia filosfica? Un filsofo o un historiador de la filosofa pueden (y quiz deban) tratar
de responder estas preguntas y realizar a propsito de ellas antagnicos juicios de valor, pero el
historiador de la ciencia, en tanto tal, slo pretende comprender la complejidad de un pensamiento
ajeno, en su circunstancia histrica, y por lo tanto aquellos juicios realizados con posterioridad le
estn vedados. Por otra parte, nuestra lectura de la obra de Pascal no conduce a ningn
extremismo. En el contexto de su poca, Pascal es alguien que denuncia, a veces con excesiva
vehemencia, el desmedido racionalismo de Descartes y de los jesuitas, sin por ello negar los valores
que son propios de la razn. Afirma: La razn nos ordena mucho ms imperiosamente que un amo,
pues desobedeciendo a ste se es desgraciado, y desobedeciendo a aqulla se es un necio
(Pensamientos , 768). Pero tambin, lacnicamente: Dos excesos: excluir la razn, no admitir ms
que la razn ( Pensamientos , 183). No advertimos aqu contradiccin alguna, ni tampoco en esta
cita, ms extensa: Los que estn acostumbrados a juzgar segn el sentimiento no comprenden
nada de las cosas de razonamiento. Pues enseguida quieren penetrar de un solo golpe de vista, y no
estn acostumbrados a buscar los principios; y los otros, por el contrario, que estn acostumbrados a
razonar por principios, no comprenden nada de las cosas del sentimiento, y, buscando los principios,
no pueden ver con una sola mirada ( Pensamientos , 751). A nuestro juicio, Pascal acierta: no es
necesario negar los mritos de la razn para aceptar que el corazn tiene razones que la razn no
conoce.
7