Post on 18-Feb-2015
JURAMENTO DE LOS HORACIOS
La obra pictórica que vemos en la imagen se trata del juramento de los Horacios, una
obra realizada por Jean- Louis David en 1784 y que se expone en el museo del Louvre.
Es uno de los mejores ejemplos del estilo pictórico neoclasicista y pertenece a la
denominada “pintura de historia”.
Este recurso didáctico lo podemos trabajar tanto con alumnos de 4º de ESO, según el
Real Decreto 1631/2006 en la materia de ciencias sociales, como de 2º de bachillerato
en la asignatura de historia del arte según nos marca el Real Decreto 1467/2007, pero
la posterior aplicación didáctica que desarrollo irá dirigida a 4º de ESO.
El tema de este cuadro pertenece a la Historia de Roma y son muchos autores los que
lo recogen en sus escritos, entre ellos, Tito Livio en su obra Ab Urbe Condita. Sabemos
que la lectura de los clásicos estaba muy extendida en esta época y eran muchos los
artistas y políticos que los tomaban como referencia de su modo de vida o de sus
pinturas. Sabemos que J.L. David recurre a esta temática en varios de sus cuadros
(Rapto de las Sabinas, Leónidas, Héctor y Andrómaca, etc.). Otros autores clásicos que
son fuente de inspiración en esta época serán Plutarco, Ovidio, Homero o Cicerón, por
citar a alguno de ellos. En este cuadro se representa un hecho muy destacado de la
Historia Legendaria de Roma. Esta ciudad está en lucha con la ciudad de Alba por
expandir su dominio, pero para evitar más enfrentamientos la guerra será resuelta
mediante el combate singular de tres campeones romanos y tres campeones albanos.
Los designados son los tres hermanos de la familia de Horacio, por la parte romana, que
son los verdaderos protagonistas del cuadro de J.L. David, y los tres hermanos de los
Curiati, por parte de Alba, sin embargo, el caso está complicado por el hecho de que
estas dos familias están ligadas por sendos matrimonios: una hermana de los Horacios
con un hermano de los Curiati, y viceversa. El motivo de que David escoja este tema
viene marcado por una de las principales características del arte neoclásico que será
perfeccionar la sociedad a través de los valores clásicos del arte, quieren inculcar a
través de sus obras las consideradas virtudes cívicas de griegos y romanos, el honor, la
defensa de la patria, el interés colectivo por encima del individual, etc., en contra de los
ideales del Antiguo Régimen ya que se desean desterrar todos los parámetros morales
contrarios al racionalismo emanado de la Ilustración y buscar en la historia de Grecia y
Roma soluciones políticas y sociales para el presente, y a crear esta conciencia de
recuperación de la antigüedad contribuyeron el arqueológico de Herculano y Pompeya,
la labor de eruditos y arqueólogos, así como los escritos de historiadores como
Winckelmann o Mengs, todos responsables de introducir la moda de los clásico en
distintos círculos nobiliarios y empapar a la Academia de los mismos, institución que
nació en consonancia con las nuevas ideas acerca del artista que deja de ser un artesano,
pero que controlará en todos los aspectos la obra artística imponiendo temas, modo de
ejecución y estilo, es decir el estilo neoclásico que domina desde mediados del siglo
XVIII hasta 1820, dentro del arte occidental, es un estilo impuesto desde instancias
oficiales.
Decir también que no es solo Tito Livio el que inspira a David en su obra más
conocida, sino que también le servirá de inspiración la obra de teatro de 1640, Horace,
de Pierre Corneille.
La técnica usada por David es el óleo sobre lienzo, en el que en primer plano
podemos observar dos escenas y tres grupos de personajes separados por las arcadas
romanas del fondo, los tres hermanos Horacios y el padre formando una escena y en la
otra tres mujeres y dos niños que se identifican como Camila, hermana de los Horacios,
Sabina la mujer de uno de ellos y a su vez hermana de los Curiaceos y los hijos de
sabina con su aya inmediatamente detrás de las dos mujeres. La actitud heroica de los
hombres con un pie adelantado y los brazos en alto mientras juran contrasta con la
actitud triste y de derrota de las mujeres.
El personaje más importante y que ocupa la posición central es el padre de los
Horacios, el realiza la acción principal, la toma del juramento de sus hijos y divide las
dos escenas.
En este óleo hay un predominio de la línea sobre el color con contornos nítidos lo
que ya pasaba en el Renacimiento, debido a que el gusto neoclasicista mira hacia el
pasado intentando recrear la idea del arte clásico que se dio en el arte de la antigüedad y
que va a ser una característica que se va a repetir en toda obra neoclásica ya que se
lucha contra el predominio de color del estilo barroco, existiendo un contraste entre las
líneas rectas de los personajes masculinos y las líneas curvas de los femeninos. La
pincelada es lisa, no se crea textura y hay una cromática sobria, basada en grises, ocres,
negros y rojos, destacando el color rojo de la túnica del padre, contrastados con los
puntos blancos del vestido de Camila o del manto de uno de los hermanos Horacios. La
luz que viene del lado izquierdo es una luz uniforme natural y fría que resalta la escena
principal destacándola del fondo, otra característica del estilo neoclásico que contribuye
a dar a la obra un aspecto teatral, existiendo un contraste de luz entre el primer plano
iluminado, la zona de penumbra y el fondo detrás de la arquitectura que queda
totalmente a oscuras. Está clara la influencia, en este caso, de pintores como
Caravaggio. La composición de las figuras es muy simple, y está basada en una figura
geométrica, el triángulo, podemos ver tres un triángulo formado por las figuras de los
hijos cuya base está en los pies de los mismos, otro en la figura del padre y otro
conformado por las tres mujeres así mismo enmarcadas por la arquitectura del fondo
que es la que separa los tres grupos de personajes, pudiendo también trazar un
rectángulo que enmarca el juramento al completo, ya que desde la Academia se pedían
composiciones simples y geométricas que se adaptasen a la racionalidad geométrica
contenida en las obras romanas. David dota al cuadro de una perspectiva lineal cuya
línea de fuga se encuentra a la altura de la mano del padre, a su vez podemos trazar una
línea diagonal que pasa por la cabeza de hijos y padre separa al cuadro en dos mitades
dejando a las mujeres por debajo de la misma, reforzada dicha diagonal con las líneas
que conforman las baldosas y opuestas a las que conforman las columnas de orden
toscano, siendo el resultado una composición bastante equilibrada aunque la escena del
juramento tenga una mayor volumen, en la que se resaltan las manos del padre
sosteniendo las espadas. La anatomía de las figuras sobre todo las masculinas esta
minuciosamente estudiada, las figuras nos recuerda a las esculturas romanas porque
presentan un modelado escultórico, otra de las características que no deben faltar en una
obra que se precie como neoclásica. La expresión de abatimiento de los personajes
femeninos y la impasibilidad de las masculinas contribuye junto con las posturas
corporales a resaltar la heroicidad, la teatralidad y el dramatismo de la obra muy del
gusto de la Academia, ya que se pide que las obras tengan un movimiento mesurado en
las escenas dramáticas para que estas ganen en teatralidad.
Así pues, son tres momentos los que resumen la historia narrada en este cuadro, en
primer lugar, la declaración de guerra de los tres hermanos, el juramento de fidelidad a
Roma que les toma su padre sobre las espadas que llevarán a la lucha, y la
desesperación de las mujeres, que se apartan del ritmo histórico para llorar en su
privacidad. Se escenifican dos mundos completamente separados. El contraste entre la
actitud heroica de los hombres y la sensibilidad de las mujeres. Los hombres gloriosos,
el valor masculino, con actitud activa y decidida, mientras que las mujeres, llorando,
contienen los valores sentimentales, la ternura. Los tensos músculos de los hermanos,
que vibran con una gran energía son la antítesis de los gestos compasivos de las
mujeres. El tema del sacrificio tiene como consecuencia el dolor. Esta relación entre
ethos y pathos dio como resultado una pintura de gran fuerza expresiva y dramática.
Como hemos visto la composición geométrica, la luz clara y fría, el predominio del
dibujo sobre el color o volúmenes escultóricos serán algunas de sus características más
sobresalientes del arte neoclásico que se pueden ver claramente en la obra de David, el
artista neoclásico usará como pretexto los temas antiguos para hablar de la realidad, los
temas morales extraídos de la historia antigua vinieron a sustituir sobre todo la temática
religiosas. El nuevo estilo surgido en Roma a través de la obra de Antón Rafael Mengs
y controlado por la academia se basa en la primacía de la concepción del arte clásico y
en la recuperación de la pintura de historia para utilizarla como propaganda ya fuese
según los intereses de la monarquía o la de los sectores de la aristocracia contrarios al
monarca.
De la historia se quería obtener un ejemplo de virtud: el sacrificio personal a la causa
común. Sin embargo, David se sentía más inclinado por el aspecto trágico del relato, de
hecho en unos primeros esbozos concedió más importancia al personaje de Camila
quien es asesinada por el único hermano Horacio que regresa como vencedor cuando
esta le reprocha la muerte de su marido, sin embargo escogió el aspecto más virtuoso,
pues la obra narra el preciso momento en que Horacio presenta las armas a sus hijos con
el juramento de derrotar a los hermanos Curiaceos hasta la muerte, si fuese necesario.
Se trataba de una pintura moral que recogía los nuevos valores del manifiesto de la
Revolución: a los intereses personales se anteponen el amor a la patria y el
cumplimiento del deber. Lo cierto es que El juramento de los Horacios se convirtió en
una síntesis de los valores de integridad moral y renovación social, que en aquel
momento se postulaban como una alternativa radical a la degeneración del Antiguo
Régimen. Algunos quisieron ver en esta pintura una crítica sutil contra el egoísmo de la
aristocracia francesa, y la necesidad de transformar por completo el orden social, en aras
de los nuevos ideales cívicos y políticos que se estaban fraguando por entonces, y que
terminarían por eclosionar con el estallido de la Revolución Francesa. No en vano,
David mostró repetidas veces su compromiso con la causa, ejerció como diputado
jacobino en la Asamblea Nacional y, en 1793, votó a favor de la condena a muerte del
rey Luis XVI. Su obra artística es un claro ejemplo del arte al servicio de las ideas
políticas, no hay nada más que fijarse en otras de sus obras más famosas, las sabinas o
la muerte de Marat.
Esta obra fue encargada por Luis XVI y aunque con retraso fue expuesta en el salón
Carré del Louvre en el que los académicos exponían sus trabajos, salón que tendrá vital
importancia porque gracias a él el arte se hizo público y la crítica del arte comenzó a
partir del comentario de las obras expuestas en él, convirtiéndose casi sin darse cuenta
en un referente de la moral colectiva en la sociedad francesa. En cuanto a la forma y al
contenido, sus antecedente son la tragedia de Corneille -es su fuente literaria- y la obra
de Poussin -es su fuente formal.
La aplicación didáctica está pensada para 4º de Eso como dije anteriormente. Antes de
analizar este cuadro, leeremos unos breves fragmentos de la Mitología Griega y
Romana de Pierre Grimal donde se relata este singular episodio legendario y otros
similares, como la Fundación de Roma por Rómulo y Remo o el rapto de las Sabinas.
El recurrir a la Literatura Clásica y, más concretamente a la mitología, es un aspecto
que puede llamar la atención a nuestro alumnado. Las lecturas las vamos a acompañar
de la proyección de una serie de imágenes relativas a ese origen legendario de Roma.
Pediremos, posteriormente, que utilizando la información de internet o las
Enciclopedias de la Biblioteca de Aula, cada grupo de 4 alumnos, de manera
colaborativa, hagan una ficha de los principales cuadros de J.L. David.
BIBLIOGRAFIA
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www.mcnbiografias.com
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