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Hacia una Concepción Moderna de Justicia Social.
Una Mirada desde América Latina
¿Se puede vencer la desigualdad?
Conferencia Internacional Fundación Friedrich Ebert
Ciudad de México, 16 y 17 de mayo de 2011
Gonzalo D. Martner Universidad de Santiago de Chile
La acción contra la pobreza y a favor de redistribuciones a escala global, nacional y local sigue formando parte de la agenda de los diversos sistemas políticos, con mayor o menor convicción según los actores: la actitud frente a la desigualdad de ingresos y del bienestar sigue diferenciando a izquierdas y derechas
La eficiencia en la asignación de recursos, el crecimiento económico y la inserción activa en la globalización son importantes, pero son medios y no fines para alcanzar un bienestar igualitario
La justicia social en la agenda política
Los temas emergentes (nuevas libertades a obtener y ejercer, respeto de la diversidad, igualdad de género, sustentabilidad ambiental) no desplazan entonces los antiguos desafíos: el progreso social sigue identificándose en todas partes con la reducción de la pobreza y de las desigualdades, y ciertamente en América Latina
Estas reducciones favorecen la cohesión social y la democratización, necesarias para disminuir la corrosión de las sociedades, incluyendo las más ricas, provocadas por la fuerte correlación entre desigualdad y problemas sociales y de salud, así como entre desigualdad y confianza mutua, participación comunitaria y bajos niveles de violencia (Wilkinson y Pickett,
Desigualdad, 2009)
La justicia social en la agenda política
Pero no se trata de conjeturar sobre la mejor sociedad posible sino de pensar, desde un punto de vista al mismo tiempo «positivo» y «normativo», en las posibilidades de una sociedad mejor
No cabe remitirse a «un institucionalismo trascendental» (Hobbes, Kant, Rawls), que se oriente a «la identificación de la naturaleza de lo justo» sin ocuparse de las sociedades reales y de la ausencia de gobierno global, sino de producir tanto comparaciones relativas de la justicia y la injusticia como comparaciones entre sociedades factibles insertas en el mundo global (Sen, La idea de la justicia, 2009)
Concepciones modernas de la justicia social
Una versión minimalista del enfoque comparativo se propone el «hallazgo de algunos criterios para una opción ‘menos injusta’ que otra», aunque incluye la «eliminación de los casos de injusticia manifiesta» (Sen,
La idea de la justicia, 2009)
Una versión más exigente define una idea de justicia que influya en el diseño de los esquemas institucionales de la sociedad, es decir «identificar las características sociales que no pueden ser sobrepasadas desde el punto de vista de la justicia» Se trata de mantener un horizonte de justicia como principio de esperanza respecto al cual avanzar en cada etapa histórica (Lechner, La conflictiva y nunca acabada
construcción del orden deseado, 1984)
Concepciones modernas de la justicia social
Los países con alta desigualdad de ingresos y del consumo tienen una :
desigual distribución de los activos productivos, incluyendo abundantes recursos naturales con apropiación concentrada
baja productividad promedio del capital y el trabajo con segmentos de alta productividad integrados a la economía mundial
gran desigualdad en la cobertura de educación y en sus rendimientos
baja participación de la mujer en la fuerza de trabajo y de los jóvenes en el empleo
alta corrupción, gobiernos débiles y poca democracia (Gupta, Davoodi y Alonso-Terme, 1999)
¿Porqué es desigual la distribución del ingreso en el mundo de hoy?
En definitiva, la distribución del ingreso desigual no se explica por una productividad desigual, sino por un poder económico y político desigual
El poder económico está relacionado con los derechos de propiedad existentes en el sistema de asignación de recursos, es decir “los derechos de acumular, desacumular y disponer de los activos físicos y financieros (capital)”
(Lindbeck, Desigualdad y Política Distributiva, 1975)
¿Porqué es desigual la distribución del ingreso en el mundo de hoy?
La desigualdad de ingresos prevalece con diversa intensidad a lo largo del mundo, en buena medida según la tolerancia de las diversas sociedades hacia ella y la construcción de instrumentos públicos para disminuirla
Según el Banco Mundial, la relación 20/20 (quintiles de ingresos) es del orden de 6:1 en los países de ingreso alto. Los países con menor nivel de desigualdad (4:1) son aquellos de altos ingresos con un Estado de bienestar importante, como los nórdicos y también Alemania, o países asiáticos disímiles entre sí como Japón e India
Estados Unidos destaca por ser el país de tamaño significativo más rico del mundo, pero con un grado más alto de desigualdad (8:1)
En el mundo en desarrollo la relación es de 4:1 en Asia meridional; 6:1 en Asia oriental y Oriente Medio y Norte de África; 10:1 en África al sur del Sahara, y 12:1 en América Latina
La distribución del ingreso per cápita entre países es hoy más desigual: en 1960 el PIB per cápita promedio en los 20 países más ricos superaba en 15 veces el de las 20 naciones más pobres. Esta brecha se ha incrementado hasta 30 veces
El ingreso per cápita de los 20 países más pobres se ha mantenido casi inalterado desde 1960, e incluso ha disminuido en varios de ellos. La globalización introduce cambios. El comercio mundial ha crecido 5 veces entre 1980 y 2005, y su proporción en el producto mundial ha pasado de 36 a 55 por ciento. Los activos financieros fuera de fronteras se han más que duplicado entre 1990 y 2004, pasando de 58 a 131 por ciento del PIB global
La desigualdad distributiva ha aumentado en promedio en todos los grupos de países, con excepción de los clasificados como de bajos ingresos
Efectos de la globalización
De acuerdo a un estudio del FMI, desde 1980 la desigualdad en las grandes zonas del mundo ha aumentado en:
el Asia en desarrollo
la Europa emergente
América Latina (se ha morigerado en Brasil, México y algo en Chile, aunque desde rangos muy altos)
las economías avanzadas (aunque ha disminuido en casos como Francia)
Ha disminuido en:
el Africa Subsahariana
Rusia y los ex países del Este (después de haber aumentado en la primera etapa post colapso de las economías centralizadas)
La evidencia disponible tiende a demostrar que el progreso técnico y la especialización en productos intensivos en mano de obra altamente calificada aumenta la prosperidad y la demanda de trabajo calificado…
…pero desmejora en todas partes la situación de los trabajadores de menor calificación, aumentando considerablemente las desigualdades salariales
En América Latina el crecimiento no ha sido mejor que en 1960-75, ha disminuido la participación en la economía mundial y la distribución del ingreso se deterioró en la ola neoliberal y solo ha mejorado recientemente
(IMF, “Globalization and Inequality”, World Economic Outlook, 2007)
Las experiencias de construcción de Estados de Bienestar revelan que es posible producir redistribuciones de ingresos alterando su distribución primaria (la que emana de la remuneración de los factores de producción)
La distribución primaria es más alta en algunos países nórdicos que en EE.UU.: los dispositivos laborales y sindicales del Estado de Bienestar disminuyen más aún la desigualdad
Lecciones de la experiencia histórica
Los Estados de Bienestar funcionan, con ingresos primarios mejor distribuidos (sindicatos y política industrial) y redistribución fiscal fuerte (impuestos-gastos sociales) Fuente: Evelyne Huber, Jennifer Pribble, John D. Stephens, “The Politics of Effective and Sustainable Redistribution”, en Antonio Estuche, Danny Leipziger (eds.), Fiscal Incidence and the Middle Class: Implications for Policy, The World Bank, Washington D.C., 2008.
(*) Ingresos antes de impuestos y transferencias (**) Ingresos después de impuestos y transferencias Países 1: Suecia, Noruega, Demarca, Finlandia. Países 2: Bélgica, Países Bajos, Alemania, Francia, Suiza. Países 3: Australia, Canadá, Irlanda, Reino Unido, Estados Unidos.
Tipo de Estado de
Bienestar
Desigualdad en la
población en edad de
trabajar (Gini)
Pobreza en la población en
edad de trabajar (%)
Tipo de ingresos
Ingreso de
mercado
(*)
Ingreso
disponible
(**)
Ingreso de
mercado
(*)
Ingreso
disponible
(**)
1. Estados de Bienestar
Socialdemócratas 0,35 0,208 18,8 4
2. Estados de Bienestar
Cristianodemócratas 0,35 0,258 15,6 7
3. Estados de Bienestar
Liberales 0,422 0,32 20,5 12 14
Table 1. Inequality and Poverty by Welfare State Regimes
1 2 3 4 5 6
Pre Tax Post Reduction in Pre Tax Post Tax Reduction in
& Tranfer & Tranfer Gini due to & Transfer & Transfer Poverty due to
Gini Gini taxes & tranfers taxes & transfers
Social Democratic Welfare States
Sweden 1995 38 20 47 22 4 82
Norway 1995 32 22 31 16 4 72
Denmark 1992 34 21 38 19 4 77
Finland 1995 36 20 44 18 4 80
Mean 35.0 20.8 40.0 18.8 4.0 77.8
Christian Democratic Welfare States
Belgium 1992 35 21 40 15 4 75
Netherlands 1994 36 25 31 18 7 62
Germany 1989† 32 25 22 8 5 38
France 1994 39 28 28 24 8 67
Switzerland 1992 33 30 9 13 11 16
Mean 35.0 25.8 26.0 15.6 7.0 51.6
Liberal Welfare States
Australia 1994 40 29 28 19 9 51
Canada 1994 38 28 26 19 11 42
Ireland 1995 44 33 25
UK 1995 46 35 24 25 12 52
USA 1994 43 35 19 19 16 13
Mean 42.2 32.0 24.4 20.5 12.0 39.5
Grand Mean 37.6 26.6 29.4 18.1 7.6 55.9
Working Age Population PovertyInequality among Working Age Population
† The1989 figures for Germany are used because the 1994 figure show large changes due to unification and are unrepresentative of the
rest of the German data.
En el grueso de los países de América Latina, la estructura tributaria no mejora la distribución del ingreso
La estructura del gasto social tampoco mejora la distribución del ingreso
Los gastos en educación no mejoran sustancialmente la distribución como tampoco lo hacen los gastos en saludLos programas de asistencia social son los únicos con capacidades redistributivas al estilo europeo, pero son de muy bajo monto y cobertura
No obstante, contribuyen a mejorar de manera importante las condiciones de vida de las familias materialmente más carenciadas
En AL hoy el gasto social tradicional no redistribuye: solo lo hacen las transferencias monetarias directas Fuente: CEPAL y BID
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AMERICA LATINA:
DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO
PRIMARIO Y DE LOS
COMPONENTES DEL GASTO
SOCIAL
0
0 20 40 60 80 100
100
80
60
40
20
Porcentaje total de la población
Porc
enta
je a
cum
ulad
o de
gas
to
Distribución del
ingreso primario
Salud
Seguridad
Social
Asistencia
Social
Educación
Los estratos de más bajos recursos mejoran sustancialmente su bienestar con el aporte del gasto público social, aunque eventualmente este gasto esté mal distribuido y sea regresivo
Esto ocurre por el muy bajo nivel de ingreso primario de los más pobres. El gasto público compensa de manera muy importante este ingreso primario, principalmente en la forma de acceso gratuito, o con un co-pago muy bajo, a los servicios sociales básicos (considerando los servicios educativos, de salud y de seguridad social)
Las experiencias en América Latina de redistribución radical de corto plazo por la vía salarial, de subsidios públicos masivos y nacionalizaciones extendidas suelen provocar desestabilizaciones económicas (hiperinflación y déficit externo, desabastecimiento) y finalmente políticas en plazos más o menos breves (Paradigmas: Chile 1970-73; Nicaragua 1979-1989) También se redistribuye en países con renta petrolera abundante (Venezuela), pero en base a una alta discrecionalidad e interrogantes sobre la sustentabilidad económica de largo plazo de estos mecanismos Se puede redistribuir de modo más estable (Cuba) en base a un régimen de planificación central, pero usualmente asociado a un alto costo en eficiencia (50% de la tierra agrícola sin utilizar) y en libertades (partido único)
Los resultados sociales básicos (mortalidad infantil, esperanza de vida) han mejorado junto aumento del ingreso per cápita en las últimas tres décadas
Venezuela y Uruguay comparten históricamente la desigualdad de ingreso monetario (coeficiente de Gini) más baja de América Latina
En el período reciente ha empezado a ceder la desigualdad más alta (Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú), gracias a las políticas de protección social, aunque en algunos países ha empeorado (Costa Rica)
Algo similar ocurre con la pobreza relativa (medida con la metodología OCDE), es decir la población por debajo del 50% de la mediana: los menores porcentajes de pobres están en Chile, Uruguay y Venezuela (17% de la población)
TASAS DE MORTALIDAD INFANTIL PARA AMBOS SEXOS, 1980 - 2020 (defunciones de menores de 1 año por mil nacidos vivos)
Fuente: CEPAL
Países 1980-1985 1985-1990 1990-1995 1995-2000 2000-2005 2005-2010
Argentina 32,2 27,1 24,4 21,8 15,0 13,4
Bolivia (Estado Plurinacional de) 109,2 90,1 75,1 66,7 55,6 45,6
Brasil 63,3 52,4 42,5 34,1 27,3 23,6
Chile 23,7 18,4 14,1 11,5 8,0 7,2
Colombia 43,0 35,3 27,6 24,0 20,5 19,1
Costa Rica 19,2 17,4 14,5 11,8 10,5 9,9
Cuba 17,4 15,9 15,3 9,6 6,1 5,1
Ecuador 68,5 55,5 44,2 33,3 24,9 21,1
El Salvador 77,0 54,0 40,2 32,0 26,4 21,5
Guatemala 79,3 67,1 54,8 45,5 38,6 30,1
Haití 122,1 100,1 85,5 70,3 56,3 48,8
Honduras 65,0 53,0 43,2 35,4 31,6 28,2
México 47,0 39,5 33,1 27,7 20,5 16,7
Nicaragua 79,8 65,0 48,0 33,6 26,4 21,5
Panamá 31,6 29,6 27,0 23,7 20,6 18,2
Paraguay 48,9 46,7 42,9 39,2 35,5 32,0
Perú 81,6 68,0 47,6 38,8 30,3 21,2
República Dominicana 75,2 62,9 47,6 41,3 34,9 29,6
Uruguay 33,5 22,6 20,1 15,6 14,4 13,1
Venezuela (República Bolivariana de) 33,6 26,9 23,1 20,7 18,9 17,0
América Latina 57,3 47,3 38,7 31,9 25,4 21,7
ESPERANZA DE VIDA AL NACER PARA AMBOS SEXOS, 1980 - 2020 (número de años)
Fuente: CEPAL
Países 1980-1985 1985-1990 1990-1995 1995-2000 2000-2005 2005-2010
Argentina 69,9 70,8 71,9 73,3 74,3 75,3
Bolivia (Estado Plurinacional de) 53,9 57,3 60,0 62,1 63,9 65,6
Brasil 63,6 65,5 67,5 69,4 71,0 72,4
Chile 70,7 72,7 74,3 75,7 77,7 78,5
Colombia 66,8 68,0 68,7 70,3 71,6 72,8
Costa Rica 73,8 75,2 76,2 77,3 78,1 78,8
Cuba 74,3 74,6 74,8 76,2 77,1 78,6
Ecuador 64,5 67,5 70,0 72,3 74,2 75,0
El Salvador 57,2 63,1 68,0 69,0 70,1 71,1
Guatemala 58,3 60,9 63,6 66,3 68,9 70,2
Haití 51,5 53,6 55,2 56,9 58,1 60,6
Honduras 61,6 65,4 67,7 69,8 71,0 72,1
México 67,7 69,8 71,8 73,6 74,8 76,1
Nicaragua 59,5 62,2 66,1 68,4 70,8 72,9
Panamá 70,8 71,9 72,9 73,8 74,7 75,6
Paraguay 67,1 67,6 68,5 69,4 70,8 71,8
Perú 61,6 64,4 66,7 69,3 71,6 73,1
República Dominicana 64,1 66,6 69,1 70,1 71,2 72,2
Uruguay 71,0 72,1 73,0 74,1 75,2 76,2
Venezuela (República Bolivariana de) 68,8 70,5 71,5 72,2 72,8 73,8
América Latina 65,4 67,3 69,1 70,9 72,3 73,5
CEPAL: INDICADORES DE CONCENTRACIÓN DEL INGRESO, 1990 - 2009 Pobreza relativa: % de personas Índice de concentración
Países Años con ingreso per cápita menor que el 50% de la mediana Gini
Argentina 1999 22,2 0,539
2002 24,3 0,578
2004 22,5 0,531
2005 22,1 0,526
2006 21,7 0,519
2009 21,4 0,510
Bolivia 1997 28,7 0,595
(Estado 1999 29,5 0,586
Plurinacional de) 2002 28,6 0,614
2004 23,8 0,561
2007 27,2 0,565
Brasil 1990 26,6 0,627
1996 26,8 0,637
1999 25,9 0,640
2001 26,1 0,639
2003 25,5 0,621
2004 24,9 0,612
2006 24,4 0,605
2007 24,7 0,590
2008 24,3 0,594
2009 23,9 0,576
Chile 1990 20,4 0,554
1994 20,3 0,552
1996 20,3 0,553
1998 21,0 0,560
2000 20,3 0,564
2003 19,5 0,552
2006 18,5 0,522
2009 17,4 0,524
CEPAL: INDICADORES DE CONCENTRACIÓN DEL INGRESO, 1990 - 2009 Pobreza relativa: % de personas Índice de concentración
Países Años con ingreso per cápita menor que el 50% de la mediana Gini
Colombia 1991 20,4 0,531
1994 26,0 0,601
1997 21,6 0,569
1999 21,8 0,572
2002 24,8 0,594
2003 22,9 0,573
2004 23,3 0,579
2005 22,8 0,580
2008 24,9 0,589
2009 24,3 0,578
Costa Rica 1990 19,4 0,438
1994 19,5 0,461
1997 19,9 0,450
1999 20,7 0,473
2002 21,2 0,488
2004 21,5 0,478
2005 20,4 0,470
2006 20,7 0,482
2007 18,9 0,484
2008 18,5 0,473
2009 20,3 0,501
CEPAL: INDICADORES DE CONCENTRACIÓN DEL INGRESO, 1990 - 2009 Pobreza relativa: % de personas Índice de concentración
Países Años con ingreso per cápita menor que el 50% de la mediana Gini
Paraguay 1999 25,7 0,565
2001 26,4 0,570
2004 22,8 0,548
2005 22,8 0,536
2007 21,9 0,539
2008 22,7 0,527
2009 24,5 0,512
Perú 1997 25,6 0,533
1999 23,6 0,545
2001 23,9 0,525
2003 22,8 0,506
2007 24,2 0,500
2008 22,3 0,476
2009 21,8 0,469
Uruguay 2007 19,1 0,456
2008 18,7 0,445
2009 17,4 0,433
Venezuela 1990 20,1 0,471
(República 1994 20,2 0,486
Bolivariana de) 1997 21,6 0,507
1999 21,6 0,498
2002 22,4 0,500
2004 20,9 0,470
2005 22,4 0,490
2006 19,3 0,447
2007 18,1 0,427
2008 17,8 0,412
CEPAL: INDICADORES DE CONCENTRACIÓN DEL INGRESO, 1990 - 2009 Pobreza relativa: % de personas Índice de concentración
Países Años con ingreso per cápita menor que el 50% de la mediana Gini
México 1989 19,7 0,536
1994 20,6 0,539
1996 20,4 0,526
1998 22,9 0,539
2000 22,5 0,542
2002 21,2 0,514
2004 19,9 0,516
2005 21,2 0,528
2006 19,5 0,506
2008 19,9 0,515
Nicaragua 1993 27,4 0,582
1998 26,8 0,583
2001 23,8 0,579
2005 22,6 0,532
Panamá 2002 26,6 0,567
2004 27,2 0,541
2005 25,6 0,529
2006 26,6 0,540
2007 25,9 0,524
2008 25,4 0,524
2009 24,8 0,523
El problema a resolver: ¿Cómo aminorar la desigualdad en una economía de mercado en crecimiento?
Se moviliza e incrementa el capital… y su remuneración, y no necesariamente la del trabajo, especialmente no calificado, salvo que este se haga suficientemente escaso
La heterogeneidad inicial en la dotación productiva (en tierra, capital físico y trabajo calificado) y en su rendimiento e intensidad de uso acentúa las disparidades en los ingresos que derivan de la actividad económica de mercado cuando esta crece Crecer con igualdad es lo contrario de un orden espontáneo: crecer cuando se es pobre es bueno pero tiene el efecto colateral de llevar a mayor desigualdad (China)… …salvo que los efectos colaterales se corrijan aprovechando los mayores excedentes para redistribuir
Se presenta un dilema entre eficiencia e igualdad a resolver mediante algún criterio de justicia distributiva:
Bentham y utilitaristas: mayor bienestar posible para el mayor número, sin criterios de igualdad Rawls: permitir desigualdades que mejoran bienestar del peor situado Walzer: cada esfera social tiene sus propios criterios de justicia (trabajo, salud, educación, pensiones, ciudad) Roemer: buscar la igualdad de oportunidades de autorrealización y bienestar, de influencia política y de estatus social
Para Roemer, en un enfoque igualitarista «las personas deben ser compensadas por los impedimentos y dificultades causados por condiciones que no pueden controlar»
Pero igualdad no es uniformidad de retribuciones: «si uno creyera que las personas nunca ejercen el libre arbitrio, que toda conducta resulta de factores que están fuera de su control, entonces la igualdad de oportunidades de bienestar se reduciría a igualdad de bienestar» (Un futuro para el socialismo, 1995)
Aunque la propiedad directa del Estado no resulta necesaria para los objetivos igualitaristas y cabe garantizar el derecho de propiedad para los bienes personales legítimos, es necesario en primer lugar planificar al menos parte de la inversión (suministrando incentivos para invertir en determinados sectores y territorios de modo de ampliar las externalidades positivas y producir bienes públicos que amplíen los efectos de bienestar)
Esto no supone no apoyarse en mercados descentralizados, pero si restringir el derecho absoluto de propiedad de los activos económicos para limitar la acumulación de propiedad privada, permitir el control de las fallas de mercado y de los “males públicos” que emanan de esos derechos de propiedad, entre los cuales se encuentran las diferencias de ingresos no legítimas, y distribuir ampliamente los beneficios de las empresas más allá de la retribución de mercado
Esto supone, para no perder eficacia mediante la fuga de capitales, algún tipo de impuesto universal al 1% más rico, incluidos los paraísos fiscales, revertido a los organismos internacionales de financiamiento (deduciéndolo de las actuales cuotas de los países), junto a restricciones e impuestos al movimiento internacional de capitales (tasa Tobin)
Para Elster una redistribución justa es, sobre todo, un conjunto de reglas que deben ser de sentido común («El estudio
empírico de la justicia»,1997)
Aunque pueda considerarse que quienes están en condiciones de trabajar pero no están dispuestos a hacerlo no deberían recibir apoyo de la sociedad (y que tampoco debieran ser compensados quienes son capaces de ahorrar pero no quieren hacerlo), también puede considerarse que esas conductas son socialmente condicionadas y no sólo atribuibles a las preferencias individuales
Se debe tomar especialmente en cuenta las diferencias entre individuos cuando proceden de las capacidades naturales o de discapacidades, es decir de factores no controlables. Y a la vez no buscar compensar las disparidades de esfuerzo, que emanan a su vez de diferencias de gustos y preferencias, pero si considerar los condicionamientos sociales de estos gustos y preferencias
Una concepción de sentido común del bienestar equitativo se enuncia así en cuatro proposiciones, cada una de las cuales modifica a la anterior:
1. maximizar el bienestar total
2. apartarse de esa meta si es necesario para asegurarse que todos alcancen un nivel mínimo de bienestar
3. apartarse de la exigencia de un mínimo de bienestar en el caso de las personas que están por debajo de él debido a sus propias elecciones, pues la sociedad no tiene la obligación de compensar a las personas por males evitables que recaen sobre ellas como resultado predecible de su comportamiento libremente elegido, y
4. apartarse del principio de no apoyar a estas personas si su fracaso para hacer planes para el futuro y reaccionar a los incentivos se debe a una pobreza y privación graves
En síntesis: ¿Qué hacer para aminorar las desigualdades de ingreso? Acciones regulatorias y subsidios ex ante
Regular la relación laboral: derecho a la sindicalización, negociación colectiva equilibrada, salarios mínimos, despido compensado, subsidio de acceso al trabajo
Derecho a la educación y formación de la fuerza de trabajo, penalizando tributariamente a las empresas que no la realizan
Intervenir el acceso a los activos productivos: política industrial, acceso al crédito, promoción de la economía social
Política antimonopolio y control de la estructura de gobiernos corporativos con participación diversificada de intereses (no solo accionistas principales
Siempre será difícil el equilibrio entre suficiencia del esfuerzo redistributivo ex ante y el impulso productivo y a la innovación. La educación bien concebida contribuye a ambos
Impuestos directos: progresivos a la renta, a la propiedad, a las herencias, al acceso a los recursos naturales, minimizando los efectos distorsionadores
Impuestos indirectos: diferenciados al valor agregado y a las importaciones, especiales al consumo de males (daño a la salud, contaminación local, calentamiento global)
Gastos en bienes públicos y en externalidades positivas que mejoran el bienestar de la mayoría y/o de los peor situados
Gastos universales en bienes asegurables de protección social
Gastos redistributivos directos en especie y en dinero para asegurar bienestar básico universal
En síntesis: Acciones de corrección ex post La desigualdad será mayor o menor según su magnitud