Post on 23-Mar-2020
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o
no, se complace en manifestaros la más viva (gratitud por el modo como habéis sabido honrar ~
la carrera e las armas, y especialmente por o
vuestra gran irrneza de carácter. lO
De lo expuesto hasta aquí, nada más surgea la vista, que lo sustancial y efectivo que informa el Decreto número 1082 de 1903: el valioso calificativo .Jlue la Nación, por mediodelPoder Ejecutivo, dio, como digno de encomio, ala conducta observada por los empleados delcrucero_Bogotá, cO,n motivo de los funestos sucesos ocurridos entonces; y que el ascenso del- -dignoJefe General Martínez L., no asumió elcarácter de difinitivo, entre otras razones de orden público, porque, según el artículo 98 de laCarta Fundamental, incumbía al Senado aprobar
- - -- -o improbar los grados militares conferidos porel Gobierno desde Teniente Coronel hasta elmás alto grado del ejército ó armada.
La disposición contenida en el artículo 31 dela misma Carta, según la cual: «Los derechosadquiridos con justo título, con arreglo a las leyes civiles, por personas naturales o jurídicasno pueden ser desconocidos ni vulnerados porleyes posteriores," y en la cual apoya el Gene-ral Martínez L. su acusación, no tiene cabidaaquí, por no, tratarse de derecho adquirido conarreglo a le es civiles en su genuina acepción,sino con arreglo a_leyes- militares que asumenun carácter especial, a-tendidas Ías respectivas
definiciones consignadas en el Dicdonalli0gislación y Jurisprudencia.
Sobre este punto la Corte reproduce el concepto del señor Procurador General de la Nación, donde se expresa así: «El artículo 31 dela -Constitución había de derechos adquiridoscon justo título, con arreglo a las leyes civiles,y el mismo expresa que el interés privadodebe ceder al interés público cuan<Yo resultaconflicto entre los derechos particulares y lautilidad general. Ahora bien: ¿ qué clase dederechos adquiridos, con arregló a las leyes civiles, desconoce o vulnera el Decreto acusado?Los ascensos militares son conferidos por elPoder EOecutivo, previos los requisitos o re
glamentosque tienen o rigen en la legislaciónmilitar, especialísima por su naturaleza, y encuya aplicación tiene que intervenir el Gobierno por su contacto ínfimo con el orden públicoconfiado a su custodia. Repito que nti hay
o tajes derechos vulnerados, ' pues ni siquiera setrata de echar abajo un contrato, desconocerun crédito, o de decretar una expropiación,con perjuicio de intereses asegurados por laeficacia de las leyes civiles.»
En lo que la Corte se separa de este altefuncionario es en cuanto conceptúa que al di@tar su Decreto el Gobierno usó de ~a ~acu. t{J
~ reglamentaria que le otorga el a rtíeulo 120 ElI~""'- '''i _la Constítución ; pues aparte (¡le trat:aa íf~~~
de u.n aci@ @ oreto que requiere en su apoyod osición menos lata, el inciso 3.° de
artí ulo, que indudablemente es el que elf Procurador tiene en cuenta únicamen
te, conñere al Jefe del Gobierno la facultad de«ejercer la potestad reglarn éiitaria expidiendolas órdenes, decretos y resoluciones necesariospara la cum lida e'ecución de las leyes.» Y laCorte no halla ley en virtud de la cual el Poder Ejecutivo pueda privar a un militar en lostérminos que apareja el artículo 6.° del Decre-to acusado. Antes bien, el artículo 169 de laConstitución establece perentoriamente que losmilitares no pueden ser privados de sus gratlos, honores y ensiones, sino en los casosy el rnO'd.o que determine la ley. Y si la Cor-t no entra ahora a estudiar el punto materiaael presente fallo, a la luz de este precepto, esporque ella tiene establecida como práctica inv:adable la de ceñirse en sus decisiones sobrein.oonstituciona.Hdad de las medidas acusadasR este cargo al conte:cto de las disposicio
es W:e se citen y se consideren infringidas,
~~.:~>.'J1l'. er tal infracción la que debe considerarse g eradora del agravio, y como causa o ra
""1""'<7, QN <de la demanda. Mas ya se dijo que laml:1~j:¡sf!!f\1 ' ~n se funda en el concepto de que el
.@ i fringido es el 31 de la Carta Funda--V
lo eua anda errado el demandante,ea demostrado.
Las anteriores consideraciones se ft eetensivas a todo el contenido deí Decre 0 llume.¡¡1313 de 1908, sobre ascensos militares, a virtiendo que, aunque la acusación se refiere igualmente a todas las disposiciones que él contiene, los cargos formulados en la demanda úni-
?camente atacan el contenido del artículo 6.°que queda transcrito.
Por lo expuesto, administrando justicia ennombre de la República y por autoridad de laLey, y de acuerdo, en parte, con el señor Procurador, se declara que el Decreto acusadono es inconstitucional, como violatorio del artículo 31 acabado de citar.
Notifíquese, cópiese y archívese.
ALBERTO SUÁREZ MURILLO, BARTOLOMÉ RoDRíGUEZ P., JESÚS M. ARTEAGA. Vicente ParraR., Secretario en propiedad.
** *En el opúsculo Prlra la Historia, que publi--qué en Septiembre de 1909, dije lo siguiente:"Si mi temperamento no estuvi~ forjado
en la adversidad; si mi propósito no fuera elde luchar por el bien en proporción que aumenta la debili ad y el desaliento de otros,renegaría de toda idea patriota y filantrópic á,haciéndome egoísta misántropo,- ....
t.... -Schopenhauer tiene razón cuando dice e( humanidad, lista siempre a car!i{ar a et €l
s a(fI7~~ hace pesar sobre un ((iJ ([Ule en reafidad es sólo fal- (
ta su a" . '~BI fallo o veredicto justiciero,
aglí~ en otra parte, sólo es pronunciado, alá e de muchos tiempos de sucedido un acon-
t címíento cualquiera que merezca la apoteo
sis, pero esto se debe a que los hombres verdaderamente doctos e imRarciales no nacen niviven en n mismo tie'rnQo y es la Historiaquien viene a recoger sus opiniones..... ""Entonces, continúa el filósofo, la inmensa mayoría de mediocridades hace odioso el tardío ~triunfo con sus manifestaciones vocingleras... " {"Porque para estas medianías, reasume, se tienen todas las virtudes cuando ya no les estorban o hieren, o se niegan rotundamentecuando aparecen sobresaliendo una línea so- \l1>re la eonrün vulgaridad, prometiendo o lIevan-1do una reforma saludable.... " »
Hoy me s:ontento ~on reproducir el siguiente artíp,ulo, escrito por la pluma del malogrado{;ados Arturo Torre_s para que valga su protesta contra los de Panamá y la ironía del prem iiliscer:nido a los de acá, y con este libro
cerrado, lanzo un guante al tiempo.
JORGE MARTfNEZ L.
El Bogotá:
El Cuerpo .Consular de Panamá ha protestado contra el bombardea que de esa ciudadrebelde hizo el crucero colombiano Bogotá.
Los extranjeros signatarios de la protesta lohacen en nombre del Derecho de Gentes! . .. .
(
El crucero Bogotá y su .Comandante merecen bien de la Patria.
Lá protesta de unos cuantos extranjeros, algunos de ellos com Rlices del movimiento trai-dor y cohechadores ,de I~ guarnición colombiana de Panamá, es un timbre de honra para
( los leales tripulantes del Bogotá y para su gallardo Jefe, Jorge Martínez.
En medio de la traicion que, como nefandocontagio, contaminó a todos los panameños,hubo una excepción gloriosa: el Bg}{otá.
Cuando era abatido el pabellón nacional delterritorio y de los mares del Istmo, no por lafuerza , sino por la felonía, quedó flotando enun solo punto.
Por la boca de los cañones del Bogotá habló al mundo el honor, y su trueno, eco. fuede la indignación de la conciencia nacional 1l11-
1trajada,
Esta bien que para unos mercaderes t>ÚJil l~
c.Q.S que no tienen más criterio que el clcl s )1-
~S~~4~ oJnbard~o se los cañones delB0
t5@}t1J ea un acto que merece reprobación.n eie militar viola su palabra y traiciona
a S11 Pat:n a, y ese Jefe es un héroe, y su acci: IJ es loable.
Un Gobierno viola un Tratado y presta mano fuerte a los enemigos del Estado a quienhabía jurado sostener, y ese Gobierno es gran-de , y su acción es loable.
y un joven oficia, solo en medio de la traición y del crimen, rodeado de la furfiva asechanza, en un débil barco, ante sus propiossoldados, acaso contaminados también, levan-
\ ta alto, mu alto, la bandera nacional, y cal ñonea, como suprema protesta, una ciudad in
sarreccionada y en armas, que acaba de abatir esa misma bandera que él jurara defe nder, y: que acaba de izar en el tope de su barco, perdurablemente glorioso. Y ese joven ofi-Giat merece la reprobación de los7<epresentantes de las n,aciones cultas, i y a nombre del (C1erecho de Gentes! J
i Y. el primer signatario del singular docuento es elCó sul de los Estados Unidos,
-'.".<- r. U acaban de violar escandalosamente un Tratado solemne! i Y ese Cónsul habla de Derechoil:e Gentes!
>=--•...,1"0",,,s IDtros signatarios son los Cónsules deftarse 00 quienes Colombia ha mantenido leae elaei0íf:es y que contemplan impasibles el
despojo de un pueblo y no tienen ti a z ~protesta contra el que, al violar el TrataBa de1846, ha dislocado para siempre las bases delDerecho Internacional.
Yesos Cónsules hablan del Derecho de Gentes!
~Señores agentes de Cartago: no habléis del
derecho~ue rige las relaciones de los pueblos,porque ese derecho ha muerto. Lo asesinó el
I Presidente de los Estados Unidos, y los otrosGobiernos, menos e - del Ecuador, han tenido para ese asesinato la complicidad del silencio o de la aprobación.
1/ Sólo u a voz se levantó contra ese crimen;'1 esa voz fue la sIe los cañones del Bogotá.
Entre los obernantes sólo ha oído el mun~ ~ do Ii'de!_Presidente Plaza, el único que ha>visto que el derecho es a salvaguardia de losdébiles.
Vosotros condenáis ante el mundo la conducta del Jefe de nues ro crucero: naso ros
~ os contestamos-haciéndolo General ae la Re-1( pública. En este naufragio universa el dere
cho, de la justicia y del honor, es decir, de laverdadera civilización, ha habido una tabla aflote; esa tabla ha sido el crucero colombianoBogotá.-
(Editorial de El Nuevo Tiempo número 431. Noviem~I9(3)
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Post scrtptum
Lorenzo Marroquín ha publicado una insolente carta contra el doctor Pérez y Soto pi- (diéndole que presente documentos notariales ')de su connivencia con el-Mjñisfro Beaupré, y )como es posible que el doctor Pérez y Soto )haga alarde de despreciar esos desplantes, (
/
creo que todo colombiano tiene derecho paraexigir de Lorenzo Marroq uín (heredero universal de don José Manuel el usurpador) que demuestre-con documentos fehaclent_esl que Beaupré mintió en su correspondencia, y especialmente en los siguientes despachos:
«Mr. Beaupré a Mr. Hay:
Bogotá, Noviembre 9 de 1903 (9 a. rn.)
El General Reyes desea ue o i forme austed que los Generales Pedro Nel Ospina yLucas Caballero, leader~ importantes de Partido, lo a~ompañan en su Misión. Aquí reinagran excitación. La multitud, en número con-
o
siderable, recorrió ayer la~calles gritando:Abajo Marroquln! Un meeting numeroso loacusó y pldío un cambio de Gobíerno. Cen-
....... .,..---
tenares de personas se reunieron en el Pala-cio, y el orador que las representaba, un con-
«Mr. Beaupr é a Mr. Hay
Bogotá , Noviembre 12 de 1903
BEAUPRÉ»
I Anoche.... fui invitado a Palacio a conferenciar) con el Presidente y con su Gabinete, y les
comuniqué la sustancia de su telegrama del6 en forma de una nota dirigida al MfDistro de Relaciones Exteriores. Se me pFe a té
~si oficialmente podría yo interpretaa l 'I t.ima:
,1 notado Gener~l de la Nación, arenga m) sidente y pidió que presentara su renuncda) Las tropas dispersaron a los individuos am
reunidos, hiriendo a varios. La Ley Marcialha sido declarada a uí, y la ciudad está guar
( dada por soldados. La Legación de los Esta1 dos Unidos está protegida por una fuerte guar
dia, pero aparentemente no hay indicación al-----( guna de demostración hostil. La habitación de1 Lorenzo Marroq uín Ea, sido-ªpedreada.
Respecto a las cuestiones presentadas porel Ministro de Relaciones Exteriores en mi telegrama del 7, he guardado silencio, pero ten
\ go en cuenta lo que dice la página 578, Re( ladones Exteriores, parte a-, 1866, y las ins
trucciones número 134 al Ministro ante los Es-tados Unidos de Colombia en 1865.
n senftdo de que los Estados UIJi-enmlUrían desembarcar troRas colom
bi-é,lna. @ F pliqué que mi opinión era queel uaje usado no necesitaba de interpret-'alDiwn, que yo había cumplido mis deberes \Jjciales con la entrega de la nota, y que no )
tenía explicación que hacer. Entonces-!.!..!:residetite ENCARGÓ EL SECRETO a las personasque selzallaban presentes hasta que se reci- (biera contestación directa a las dos cuestionespres ntadas por el Ministro de Relaciones Exteriores, contenidas en mi telegrama del 7. Hayconsternación en los círculos del Gobierno, ytemo serios disturbios cuando se informe al
~
público de la verdadera situación. Creo quetanto el Gobierno como los americanos queresiden en el Interior, y principalmente en Bogotá, corren gran peligro.
BEAUPRÉ»