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    EL MUNDO, SAN JUAN, f. R. JUEVES 1* DE SETIEMBRE DE 1931. 13

    petera *"*.

    La prueba del metabolismo basal

    Cuatro de cada cinco perto* as mayores de 40 aos su- fren de piorrea, esa temida enfermedad que hace esponjosa* a laa encas y puede determinar ' f ida de ia dentadura. Loa den tlricos ordinarios no pueden resguardar a las encas contra semejante amenaza. Por eso loa dentistas recoauendan i'UR- HAN'S.

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    Forhans

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    (Continuacin de la pgina 12.) la describe como el verdadero fue lie iv;l cuerpo, disminuyendo o au- mentando las combustiones, tanto al estado fisiolgico, como por pro- pios ' proceso* patolgicos, o sea por enfermedades localizadas en dicha glndula.

    En los aos de experiencia que ya tenemos praiiu-andu exmenes de metabolismo basal, hemos ha- llado casos muy interesantes por (iisfuncin de la glndula tiroides, pero, ;en i,u otros enfermos ade- ms de aquellos que sufren de cambios cu la glndula tiroides, o pituitaria, halla el mdico altera- ciones en el metabolismo basal?

    Kl metabolismo basal es tu au- mentando en ios enfermos que su- fi.-n de anemia perniciosa, hallan- dOM : veces un aumento hasia de |II por ciento, en los estados avan- KadOS de embarazos, en las leuce- mias, en todos los estados febriles, como en la tifoidea, en la diabetes en MIS comienzos. En algunos ca- sos de enfermedades del corazn ron decompensacin, el metabolis- mo llegar a subir hasta un 40 por ciento. Desde luego est, que en los enfermos por hipesecrecin de la Klndula tiroidea, el aumento pue- de ser ms de ciento por ciento.

    Cuando exlate un oslado de hl- notiroidismo como en los rrelinos y los que sufren de mixedema el metabolismo se reduce a ms de un l'.r> por ciento. Tambin observa- mos su disminucin en los distur- bios de la glndula pituitaria el llamado sndrome de Kroelicb.

    En los estados de extrema ema- ciacin fsica como cuando se su- fre de diabetes o tuberculosis avan- zada tambin el metabolismo est reducido. En la tuberculosis de las glndulas suprarrenales, con fre- cuencia se nota un bajo porcenta- je en el metabolismo.

    Desde luego .st que en el mis- mo individuo pueden existir combi- naciones de eatOS estados, hacien- do unos i,ue suba el metabolismo y olios que baje, existiendo casi un balance entre ambas anomalas.

    Pero de todas las enfermedades i o estados mencionados, el niel abo- llamo basal se usa ms o casi ex- elusivaiivnte en el correcto diag- nstico de las enfermedades de las Klndulnx tiroides y pituitaria, por- que en las demAs condiciones a ve- cea, mi presencia es muy clara, y Retundo, porque hay medios exac- tos para delerminai las.

    I,a disminucin del metabolismo basal. nos permite medir la gra- vedad del proceso presente, y nos ayuda en el tratamiento prescrito, Bal como laminen en l progreso del rgimen que se ha impuesto. El aumento sobre el metabolismo basal, constituye el signo biolgi- co ms seguro de que existe en es- tado de hiperseciei Un tiroidea. Por este medio se pueden distinguir es- lados ('.- anomalas nerviosas, o afecciones de alguna intoxicacin endgena.

    Es una prueba indispensable pa- ra la administracin de glndula tiroides, habindose obtenido resul- tados perniciosos en pacientes a quienes se les habla dado para adelgazar, sin haberse practicado untes prueba alguna del metabolis- mo basal. Alteraciones en la gln- dula tiroidea son ms frecuentes en las mujeres y .entre los 20 a 40 anoa. por ser poca de las infeccio- nes, de las intoxicaciones, y de los trastornos nerviosos, humorales y secretoras.

    Cuando la secrecin tiroidea no es suficiente, se producen varios de los sntomas que vamos a men- cionar, aunque no