La oración medio de discernimiento vocacional. Importancia de las lecturas Cap -3: Oración y...

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La oración medio de discernimiento La oración medio de discernimiento vocacional.vocacional.

Importancia de las lecturas Importancia de las lecturas

Cap -3: Cap -3: Oración y lucha. Oración y lucha. Juventud y vocaciónJuventud y vocación

CAPÍTULO 3Lucha por la vocación

Nuevas amistadesPrimera enfermedad

Día 3º. (3/XI)

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Año y medio vivido en el colegio: entre los 15 y 17 de edad.

Seguidos de una nueva dilatación de horizontes: Primer viaje largo de Teresa a Hortigosa y Castellanos de la Cañada.

Esquema:

nn. 1-2, vida en el colegio. Renacer de Teresa. nn. 3-4, enfermedad y viaje. Lecturas. nn. 5-7, lucha por la vocación. Redescubre «la verdad de cuando niña» (5), tres meses de batalla para «determinarse» (6), oposición a su padre (7). n. 4: centro de la narración, un momento culminante, en soliloquio, de cara a Dios: “me forzó a que me hiciese fuerza”.

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Cronología: entre 1530 y 1532

El relato del capítulo tercero cubre el trienio de los años 16 a los 19 de Teresa

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El núcleo del relato es su propia vocación, que brota: al contacto con una palabra del evangelio, al calor de las nuevas amistades, en la lectura de libros fuertes (San Jerónimo), entre luchas y resistencias interiores, entre amor y temores. Hasta rendirse a la enfermedad. Pero en «batalla de tres meses, forzándose a sí misma».

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«Dios me forzó a que yo me hiciese fuerza»

Pues comenzando a gustar de la buena y santa conversación de esta monja, holgábame de oírla cuán bien hablaba de Dios, porque era muy discreta y santa.

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nCap: 3Cap: 3

Comenzóme a contar cómo ella había venido a ser monja por sólo leer lo que dice el evangelio:

María Briceño, directora del internado se atreve a mencionarle el tema de la vocación religiosa.

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Muchos son los llamados y pocos los escogidos. Decíame el premio que daba el Señor a los que todo lo dejan por El.

Comenzó esta buena compañía a desterrar las costumbres que había hecho la mala y

a tornar a poner en mi pensamiento deseos de las cosas eternas

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Comencé a rezar muchas oraciones vocales y a procurar con todas me

encomendasen a Dios, que me diese el estado en que le había de servir

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Estos buenos pensamientos de ser monja me venían algunas veces y

luego se quitaban, y no podía persuadirme a serlo.

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En este tiempo, aunque yo no estaba descuidada de mi remedio, andaba más ganoso el Señor de disponerme

para el estado que me estaba mejor. Ora

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Diome una gran enfermedad, que hube de tornar en casa de mi padre

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En estando buena, lleváronme en casa de mi hermana (Juana)

que residía en una aldea para verla, que era extremo el amor que me

tenía

Castellanos de la Cañada, aldehuela avilesa

Mostrábame todo regalo, que aun esto debo más al Señor,

que en todas partes siempre le he tenido, y todo se lo servía como la que soy.

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Estaba en el camino un hermano de mi padre, muy avisado y de grandes virtudes, viudo, a quien también andaba el Señor disponiendo para sí

Pedro Sánchez de Cepeda residente en la aldehuela de Hortigosa

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nEn su mayor edad dejó todo lo que tenía y fue fraile y acabó de suerte que creo goza de Dios

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nQuiso que me estuviese con él unos días. Su ejercicio era buenos libros de romance,

y su hablar era de Dios y de la vanidad del mundo

Hacíame le leyese y, aunque no era amiga de ellos,

mostraba que sí. Porque en esto de dar contento a

otros he tenido extremo, aunque a mí me hiciese pesar

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¡Oh, válgame Dios, por qué términos me andaba

Su Majestad disponiendo para el estado

en que se quiso servir de mí, que, sin quererlo yo,

me forzó a que me hiciese fuerza!

Sea bendito por siempre, amén.

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Su horizonte era borroso y confuso. Hasta que llegó un momento en que se hizo luz. Fue a raíz de las conversaciones con su tío don Pedro, y durante la lectura de las rudas páginas de san JerónimoEsos dos momentos cruciales los resume ella así:

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Aunque fueron los días que estuve pocos, con la fuerza que hacían en mi corazón las palabras de Dios, así leídas como oídas, y la buena compañía, vine a ir entendiendo la verdad de cuando niña, de que no era todo nada, y la vanidad del mundo, y cómo acababa en breve .O

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Y sobre ese pedestal de "verdad", Teresa adopta su recia "determinación", que ella recuerda en términos de lucha:

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"me determiné a forzarme a mí misma"

Y aunque no acababa mi voluntad de

inclinarse a ser monja, vi era el

mejor y más seguro estado.

Y así poco a poco me determiné a forzarme para

tomarle.

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En esta batalla estuve tres

meses, forzándome a mí misma con esta razón: que los trabajos y

pena de ser monja no podía ser

mayor que la del purgatorio …

y que después me iría derecha al

cielo, que éste era mi deseo.

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Y en este movimiento de tomar estado,

más me parece me movía un temor

servil que amor… A esto me defendía con los trabajos que pasó Cristo,

porque no era mucho yo pasase algunos por El; que El me

ayudaría a llevarlos… Pasé hartas

tentaciones estos días

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Teresa abandona por primera vez la casa paterna y se abre a nuevas amistades.

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Diome la vida haber

quedado ya amiga de

buenos libros. Leía las

Epístolas de San Jerónimo

• La opción definitiva llega tras la lectura del solitario de Belén

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Leía en las Epístolas de san Jerónimo, que me

animaban de suerte que me determiné a decirlo a mi padre, que casi era como a tomar el hábito, porque era tan honrosa

que me parece no tornara atrás por ninguna manera,

habiéndolo dicho una vez.

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n Era tanto lo que me quería,

que en ninguna manera lo pude acabar con él,

ni bastaron ruegos de personas que procuré le

hablasen. Lo que más se pudo acabar

con él fue que después de sus días haría lo que quisiese.

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Yo ya me temía a mí y a mi flaqueza no tornase atrás,

y así no me pareció me convenía esto,

y lo procuré por otra vía…

En este capítulo tercero destacan tres rasgos de Teresa:

• lectora• buscadora• luchadora

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Sensible a las lecturas que hace y que ejercen de factor decisivo no sólo en su ideario sino en sus opciones de vida.

Lectora

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nBuscadora impaciente del rumbo que tiene que dar a su vida a sus 18/19 años. La vocación de Teresa no boga en lago tranquilo. Es contradictoria y extremosa. La percibe como algo trascendente. No la entiende sino desde la parte que Dios toma en el proceso

Buscadora

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Luchadora contra sí misma. Necesita forzarse.

"Me determiné a forzarme". "Estuve tres meses

forzándome a mí misma".

Esa tensión de lucha culmina en la determinación final, enfrentándose con el ser más querido, su propio padre

Luchadora

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n“Mirad que es así cierto, que se da Dios a sí a los que todo lo dejan por Él.No es aceptador de personas, a todos ama” (V 27,12).

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¡Oh, quién diese voces por Él, para decir

cuán fiel sois a vuestros amigos.

Todas las cosas faltan;Vos, Señor de todas ellas,

nunca faltáis” (V 25,17)

CCENTRO DE ENTRO DE IINICIATIVAS DE NICIATIVAS DE PPASTORAL DE ASTORAL DE EESPIRITUALIDADSPIRITUALIDAD

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