La prensa. (San Antonio, Tex.). 1921-12-04 [p ]. · 2018. 5. 1. · Lo* al cimhiar de residencia,...

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    Lo* al cimhiar de

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    Por el Lic. V. SALADO ALVAREZ

    La revolución padece de neerofilia: se ceba en

    los difuntos y est pidiendo continuamente nuevos

    cuerpos para devorarlos. No me refiero, como es cla-

    ro, a los que han caldo en el campo de la lucha: a

    esos se les corta la cabeza como a Blanquet. se les

    devora los sesos o se ponen en barbacoa orejas y

    manos como hacen los bolsheviquis amigos de Fe-

    lipe Carrillo con sus contrarios los liberales.

    Me refiero a los que han fallecido de muerte na-

    tural o artificia', pero que ya estn pudriendo tierra

    hace tiempo. Se busca el cuerpo de don Valentn Gó-

    mez Faras con ms empeo que se le buscaba cuando

    ,tri conspirador; so traen los restos de Daz Covarru-

    oias y hacen guardias para velarlos muchos ingenie-

    ros que el sabio habra reprobado en primer ao de

    matemticas; se zarandean los huesos de don Agustn

    flivera y hasta se sacan de su entierro anónimo los

    iel "Pecador arrepentido que esperaba la Resurrec-

    Món de la Carne"—don Manuel López—Costilla que

    • su humildad no deseaba mitotes carnavalescos ni

    velorios con chirima, sino paz y olvido. Por algo lla-

    mó a Méjico la tierra de la intranqilidad (The Land of

    Unrest' · de esos libelistas pagados sabe Dios por

    quién, que publicó un tomazo hace o'ora de diez aos.

    Ahora el prurito que ha llegado es el de averiguar

    los crmenes del huertismo. Los polizontes se echan

    unos a otros en cara sus picardias. y con insultar a

    gentes va difuntas o que no pueden defenderse, y po-

    nerse entre s de oro y azul, creen que ya llegaron a

    personajes históricos. Se nos est apareciendo como

    hombre heroico, gran revolucionario e incapaz de ma-

    tar una pulga, quién lo dira, el mismsimo Pancho

    Chvez, quien segn parece salvó de acabar a mano airada a muchas gentes perseguidas y amenazadas

    por la tirana. Cumple a maravilla el papel de cuco, 1

    que en mejicano significa soplón. Si del Antiherodes hubiera dependido, se habra

    salvado ese asombro de las edades que se· llamó Beli-

    sario Domnguez, que ha ido con toda desfachatez a

    arrellanarse en el sitio que en la inmortalidad ocupó

    nada menos que don Agustn de Iturbide. Asombrado se ha de haber quedado el Libertador 1 ver que le

    arrebataba su asiento un mediquillo que vena desde

    Ciudad Real de Chiapas, y que haciendo rodar por el

    suelo la corona que el vir Dei haba recibido de ma-

    nos del obispo Caballas, la sustitua por un bombn

    salido de casa de Tardan.

    Triste cosa es pensar que desaparezca de mala

    manera un ser humano, porque la vida es don de Dios

    que K1 sólo puede quitar cuando le plazca; j»ero dón- de iramos a parar si a todo el que se muere se la

    fuera a deificar aunque fuera un insignificante—aun-

    que fuera un demente, como parece lo era el seor

    Domnguez? .

    xjommguez no escrioiu un noro. no esculpió una

    estatua, no fundó una institución caritativa, no in-

    ventó una operación quirrgica ni un instrumento que

    alargara la vida o disminuyera el dolor humano. Su

    papel de conocimiento lo constitua· el ser conocido o

    compaero de infancia o paisano de mi excelente ami-

    go Vctor Manuel Castillo.

    Si su mérito para sentarse "al lado de Aquiles el

    de los piés giles y Diómedes hijo de Tideo" fue sólo

    ese discurso descosido, sin hilacióu y sin novedad que

    pronunció en el Senado, declaro que no mereca a

    muerte, ni la. inmortalidad ni la \-ida misma·

    Yo me figuro la carrera del seor Domnguez. Pertenecera a uno de esos bandos en que estaba di-

    vidido el Estado de Chiapas: pretendera algn pues- to de visitador de jefaturas o de diputado al congreso ocal: no obtendra !o que deseaba por que se opusie- ran el cacique regional o el ricachón que ms signi- ficaba en la comarca; escribira hiperbólicas alaban-

    zas al Gral. Daz en algn periodiquillo que se lla-

    mara quizs "'La Sombra de Corzo" o "El Cristoba-

    lense" insinuando ataques velados contra los déspotas

    del lugar: mandara después algunas notas, con seu-

    dónimo. a esa sección impresa con veneno de crótalo

    que apareca en "El Pas" y que se llamaba "Efemé-

    rides del Caciquismo;" lera con delectación en la

    trasbotica del pueblo los prrafos de "La |?ucesión Presidencial." obra de su paisano Guillén en coman-

    dita con Madero; se presentara candidato bajo el

    patrocinio de los amigos del Apóstol (quizis éste lo

    ignoró siempre) y tras el honesto pucherazo que es

    necesario salió electo Senador sin ms ni menos chan-

    chullos que ios dems que en Méjico lo han sido.

    Si el discurso que pronunció es ese que conoce-

    mos. hay que clasificar a Domnguez entre los demen-

    tes paranoicos glosolücos: y si no hubiera tropezado

    / con un furioso o con varios sanguinarios del tipo lom-

    v- brosiano. probablemente hubiera acabado su vida re-

    cetando cataplasmas de linaza, blsamo tranquilo, un-

    \ giiento populeón, jarabe de altea y cerato simple.... sobre todo mucho cerato.

    Si inmortalizamos esa arenga que parece una ber-

    nardina de las que pronunciaban Rinconete y Corta-

    dillo, qué dejamos para la defensa de Haro y Tama- riz por Gómez Pedraza, para el discurso de Altami-

    rano en contra de los reaccionarios, para la oración de

    i&mrez el 15 de septiembre, para los sermones de

    Munguia y de Montes de Oca, para !a supuesta im-

    provisación de Prieto y para los vigorosos razona-

    miento!· de Lerdo con motivo de la Convocatoria?

    Cuentan que don lreneo Paz escribió en cierta

    ocasión un drama ea que un juez se vea en el con-

    flicto de condenar al padre de su amada, autor de un

    horrible asesinato, o de prescindir de los goces de las

    próximas y justas nupcias que tenia concertadas. So- bre «ste asunto giraban tin o teatro largos actn* y * les dió al fin lo que todos los revoluciona-

    rios proinetedores y malos cumplido- res se haban olvidado de darle.

    Villarreal. en el Ministerio o fuera

    del Ministerio, es ya una potencia

    poltica temible .porque puede ser

    ese lidér que todos esperan para cam

    biar de "chaqueta," ese jefe presti-

    giado que se lleva a los militares y a las multitudes cansadas de ser fie-

    les y de gritar vivas al lider reinan-

    te: la nebulosa que puede servir de

    ncleo y aparecer maana como el

    r.uevo astro hacia el que se vuelvan, dóciles y admirativos, como giraso-

    les que siguen eternamente a las am-"

    Diciones que triunfan. todas *1ae

    fuerzas vivas" del pas.

    a tantas discusiones. Van tres daa

    desde que la puso en las manos del seor Presidente y todav'a éste no

    resuelve nada. Los grupos poltico·

    ligados a Villarreal han estado tra- bajando activamente para que no la

    acepten. Una respetable parte de lo»

    diputados—los agraristas y los socia- listas estuvieron a ver al seor

    Cbregón para decirle que si Villa- rreal sale del gabinete no' lo secun-

    darn en el Congreso. Hay pues, ya

    intereses creados, que defienden al

    Ministro de Agricultura. La tela de

    araa que fué tejiendo audaz y pa- cientemente Don Antonio envuelve a

    los del tringulo de Sonora que no

    se pueden librar fcilmente de ella. Sin embargo, la opinión general em

    que la renuncia ser aceptada, por»

    que ni el mismo Villarreal puede re-

    considerarla después do haberla pre- sentado con el carcter de irrevoca-

    ble. ni «el Presidente puede rechazar- la habiéndose expresado como se ex-

    presó de los polticos que desvirta- "

    ban con su ambición la Ley Agraria. En resmen. todas las conversa-

    ciones, todo el chismorreo de los

    corrillos y las actividades de los mi-

    nisterios giran en torno de la renuncia

    de Villarreal, consecuencia de la. lle- gada del general Callea. Es el < asunto de dia y asunto de muchos das ser

    a medida que se vaya viendo como

    se desembrolla este asunto que ape-

    nas tocado (s ya una maraa de in-

    tereses en pugna y de problemas po-

    lticos del futuro, que no hay por donde cogerlo. Los nombres de los candidatos a la partera vacante—por

    tal se la tiene ya.—son mas de me-

    dia docena y las probables activida- des del seor Villarreal en cuanto en-

    tregue su puesto, no se pueden con- tar con los dedos de una mano. -JS·

    (Pasa a la Pag 12)

    centrales; sobre un lago se apareció a los aztecas el guila bravia de los oréeu-"

    los propicios; y en un lago se perdió para siempre el tesoro de Axaycati. Por

    eso Urrutia ha hecho bien en colocar a la orilla de un lago el mrmol conmove-

    dor: las aguas puras recogen silenciosamente la protesta, para quizs maana

    elevarse al cielo en forma de nube reivindicadora, que reviente en una tempes-

    tad de rayos justicieros. Pero el lago de la Quinta de Miraflores no sólo.refleja dolor: también.

    est copiando en sus aguas mansas, la imagen de la esperanza y la piedad.

    Sobre una blanca pared que se duplica en el cristal, Urrutia ha incrustado un

    retrato de azulejos de la Virgen de Guadalupe. Sobre el smbolo del coraje^, reina el smbolo de la misericordia. Encima del guerrero indio que protesta y

    maldice, fulgura la Virgen india que perdona y olvida.

    li