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LetrasSUPLEMENTO DE CULTURA DE CAMBIO DE MICHOACÁN SUPLEMENTO DE CULTURA DE CAMBIO DE MICHOACÁN SUPLEMENTO DE CULTURA DE CAMBIO DE MICHOACÁN SUPLEMENTO DE CULTURA DE CAMBIO DE MICHOACÁN SUPLEMENTO DE CULTURA DE CAMBIO DE MICHOACÁN | NUEVA ÉPOCA NUEVA ÉPOCA NUEVA ÉPOCA NUEVA ÉPOCA NUEVA ÉPOCA | COORDINADOR: VÍCTOR RODRÍGUEZ MÉNDEZ | 19 DE JULIO DE 2014 |
D E C A M B I O[Letras]
FOTO: CUARTOSCURO
La lucidezdel desastreen la poesía deJosé Emilio PachecoPOR GASPAR AGUILERA DÍAZ POR GASPAR AGUILERA DÍAZ POR GASPAR AGUILERA DÍAZ POR GASPAR AGUILERA DÍAZ POR GASPAR AGUILERA DÍAZ | PAG. 2 PAG. 2 PAG. 2 PAG. 2 PAG. 2
POEMAS POEMAS POEMAS POEMAS POEMAS JOSÉ EMILIO PACHECO | PAG. 5 PAG. 5 PAG. 5 PAG. 5 PAG. 5
La lucidezdel desastreen la poesía deJosé Emilio PachecoPOR GASPAR AGUILERA DÍAZ POR GASPAR AGUILERA DÍAZ POR GASPAR AGUILERA DÍAZ POR GASPAR AGUILERA DÍAZ POR GASPAR AGUILERA DÍAZ | PAG. 2 PAG. 2 PAG. 2 PAG. 2 PAG. 2
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KAKAKAKAKAOMAR ARRIAGA GARCÉS | PAG. 3 PAG. 3 PAG. 3 PAG. 3 PAG. 3
Bohemia doradaA LA SAZÓNA LA SAZÓNA LA SAZÓNA LA SAZÓNA LA SAZÓN NETZAHUALCÓYOTLÁVALOS ROSAS | PAG. 4 PAG. 4 PAG. 4 PAG. 4 PAG. 4
Film noir, ungénero americanoEL TERCER OJOEL TERCER OJOEL TERCER OJOEL TERCER OJOEL TERCER OJO SYLVAINPROVILLARD | PAG. 7 PAG. 7 PAG. 7 PAG. 7 PAG. 7
El sueño delos justosCREACIÓNCREACIÓNCREACIÓNCREACIÓNCREACIÓN ARTURO CHÁVEZCARMONA | PAG. 8 PAG. 8 PAG. 8 PAG. 8 PAG. 8
2 2 2 2 2 | LETRAS ~ CAMBIO DE MICHOACAN SÁBADO 19 DE JULIO DE 2014
La lucidez del desastreen la poesía de José Emilio PachecoPOR GASPAR AGUILERA DÍAZPOR GASPAR AGUILERA DÍAZPOR GASPAR AGUILERA DÍAZPOR GASPAR AGUILERA DÍAZPOR GASPAR AGUILERA DÍAZ
la obra poética de autores como EfraínHuerta, Jaime Sabines, Bonifaz Nuño,Alí Chumacero, Juan Bañuelos, Eduar-do Lizalde y Octavio Paz, por cualida-des indiscutibles debe agregarse la de
José Emilio Pacheco (1939-2014).Alta traición, antología editada en España
por Alianza Editorial, intenta resumir una poé-tica marcada por la premonición del desastrey la presencia de un lenguaje que todo lo nom-bra, lo revela con una lucidez fortísima y quelogra hacer evidentes las expresiones, los ges-tos de un rostro marcado por el paso del tiem-po y sus aliados o enemigos: el recuerdo, elsilencio, el fuego, la devastación y la muerte.
A la admirable labor de Pacheco en el ydivulgación de nuestra falible memoria histó-rica y política; de recuperación y estudio de lomás importante de la literatura mexicana, seagrega la de una creación poética sin conce-siones que en su conjunto forman una obranecesaria y definitivamente trascendente.
En el sentido más universal e íntegro queAlfonso Reyes exigía del escritor moderno,José Emilio Pacheco ha incursionado conacierto en la mayoría de los géneros literarios:en la novela experimental con Morirás lejos,de narrativa con El viento distante y El princi-pio del placer, en las que una realidad trágicase entrelaza con el humor y la idiosincrasiamítica de los personajes.
De igual importancia es su recopilación ytraducción de la poesía escrita en otraslenguas, Aproximaciones, así como su versióncrítica de nuestra vida pública, en la que conmaestría, erudición y sencillez diluye las líneasdivisorias entre periodismo y literatura –merefiero a su columna Inventario-, sustentandotodo su trabajo en una rigurosa disciplina de laque pocos escritores pueden hacer alarde enel “vedetariado de nuestras letras”.
Esta antología se inicia con poemas de suprimer libro, Los elementos de la noche (1958-1962), en los que ya se anuncian el carácter ylos rasgos definitorios de su poesía: un lengua-je preciso con una capacidad de sugerenciaejemplar en la revelación de la fugacidad inap-rensible del tiempo y una habilidad estilísticaen el dibujo irónico, sutil y misterioso depaisajes o estados anímicos desoladores:
Sitiado entre dos nochesel día alza su espada de claridad;mar de luz que se levanta afilándose,selva que aísla al reloj al minuto.
La imagen de la siniestra realidad del mun-do actual empieza a tomar cuerpo, mediantela palabra que registra con lucidez y contun-dencia el desastre:
Mira en tu derredor, el mundo en ruinasangre y odio la historia. Nos procrearonpara el dolor, el hambre y el desastrey la opresión, el llanto y el destierro.
El fuego deja de ser metáfora para con-vertirse en lo que nombra la extinción inevita-ble en El reposo del fuego (1963-1964):
A Fuego de aire y soledad del fuegoal incendiar el aire que es fuegoFuego es el mundo que se extingue y prendepara durar (fue siempre) eternamente.
En el segundo libro de Pacheco hay una co-munión, una cópula sobrecogedora del amory la muerte –tan próxima a Bataille- impregna-da del patetismo de la muerte:
La caricia que siente el enterradocuando el suelo mortal lo desfigurase ensambla y contrapone juego de luz ysombra, a imágenesmemorables:Y fue el olor del mar, una palomacomo un arco de salardió el aire…Cada poemaepitafio del fuegoc á r c e l ,l lama,hasta caer en el silencio en llamas.
A la advertencia del incendio se unen losrasgos de su permanente crítica a la moderni-dad pasajera y desechable como los produc-tos de consumo que inundan las grandes ciu-dades:
Tanta grandeza avasalladacargan los coches contra seres y ciudades,centurias y falanges y legiones,proyectiles y féretros; chatarras,ruinas en la ruindad de la basura,desechos en las calles sin memoria:plásticos y botellas y hojalata.Círculo del consumo: la abundanciase mide en el raudal de sus escombros(Pero hay hierbas, semillas, en el mármol).
En el libro que obtuvo el Premio Nacionalde Poesía Aguascalientes en 1969, No me pre-guntes cómo pasa el tiempo (1964-1968), undesgarramiento atraviesa verbalmente cadapágina, partiendo de epígrafes de los poetasmodernistas Ramón López Velarde y AmadoNervo, hasta llegar a los poemas ingeniosos ybreves, en los que el humor corrosivo y el sar-casmo van conformando un bestiario intermi-nable en el que aparecen las descripciones decerdos, mosquitos, escorpiones, etc.
De Irás y no volverás (1969-1972) se re-produce una muestra de esa otra línea en lapoesía de Pacheco que es la reconstrucción depersonajes célebres y que gracias a la ubicuidaddel poeta los sentimos demasiado cercanos:
SÁBADO 19 DE JULIO DE 2014 LETRAS ~ CAMBIO DE MICHOACAN | 33333
fray Antonio de Guevara, César Vallejo, LuisCernuda, Carlos V y José Luis Cuevas, entreotros.
Por otra parte, la imposibilidad del amorabsoluto se evidencia con plenitud:
Y ahora una digresión. Consideremosesa variante del amor que nuncapuede llamarse amor.Son aislados instantes sin futuro.…E involuntariamente ocupas tu fiel nichoen un célibe harén de sombra y humo.I n t o c a b l e ,incorruptible al yugo del amor.Viva en lo que llamó De Rougemontla posesión por pérdida.
Y una lapidaria y demoledora lección, si-empre necesaria en el circo de la literatura:
Contra los recitales
Si leo mis poemas en públicole quito su único sentido a la poesía:Hacer que mis palabras sean tu vozpor un instante al menos.
Conferencia
Halagué a mi auditorio, refresquésu bastimento de lugares comunes,de idas adecuadas a los tiempos que cor-ren.Pude hacerlo reír una o dos vecesy terminé cuando empezaba el tedio.En recompensa me aplaudieron,¿en dónde voy a ocultarme a devorar mivergüenza?
El desarraigo, el eterno extranjero, apareceen el libro Islas a la deriva (1973-1975):
Soy extranjeroen esta tierra En todasseré extranjero Al regresarmi patriahabrá cambiadoy no estaré ni estuve.Mi única tierra es una calle ajenade hojas aún verdesque el otoño entregaal hondo inviernoy a su helada lumbre.
El juego erótico que se compara y ejecutacon pasión simultánea a la de las moscas:
Mientras yo sobre ti,tú sobre mí,los dos al lado,dos alados insectos se perciben.
En el poema “Ratusnovergicus”, medianteun lenguaje cargado de suspenso, el lectorsiente repulsión y asco de un mundo nadautópico en el que ratas serán las nativas y no-sotros los indeseables, “indeseables inmigrant-es”, en una visión siniestra y perturbadora.
Cierra esa sección el poema más extenso,“Juego de niños”, dedicado a Alba y VicenteRojo publicado con ilustraciones de este últi-
KaARTÍCULO :: OMAR ARRIAGA GARCÉSARTÍCULO :: OMAR ARRIAGA GARCÉSARTÍCULO :: OMAR ARRIAGA GARCÉSARTÍCULO :: OMAR ARRIAGA GARCÉSARTÍCULO :: OMAR ARRIAGA GARCÉS
uién es la noche? fue el título que RogelioLaguna eligió para reunir, mayoritaria-mente, los primeros trabajos narrativosde algunos jóvenes autores de España,México y Chile, donde, por desgracia,también se incluye hacia el final una sec-
ción de poesía: el resultado es un mamotreto, unapequeña monstruosidad en la que, aparte del textodel propio Laguna, el título es lo que más se destaca.
El editor indicaría al presentarlo hace untiempo en Morelia que plantearse la pregunta¿Qué es la noche?, hubiera sido una equivocación,pues consideraba que la noche antes que objetoes una entidad en la que caben mil historias, unapresencia sin cuerpo aparente, un personajeinmenso; metáfora para aludir a algo innominablee indescriptible.
Curiosamente, en los Vedas se consigna algoparecido respecto al creador de todo cuanto es(incluidos los propios dioses), entidad que resultano ser nada más allá de un nombre sin substanciapropia: Quién, Ka en sanscrito, “la última pregun-ta, la que se formula cuando todas las otras pre-guntas ya han sido formuladas”.
Bajo este pronombre interrogativo, la mitologíade la India aborda uno de los más delicados yrecónditos capítulos de su cosmogonía: “¿Quiénconoce de verdad? ¿Quién puede decirnos dóndey cómo surgió este universo? Los dioses sonposteriores a su comienzo: ¿quién conoce, pues,de dónde viene esta creación?”.
Retahíla de preguntas que contienen en sí larespuesta esperada: Quién es el creador de esteuniverso donde parecemos despertar de un sueñopara vernos a nosotros mismos soñando como side verdad existiéramos… La dificultad consisteen que cada pregunta tendrá una réplica tancompleja como la que la precede.
Al final, en la integración de todo con todo, noquedará sino ese nombre secreto para explicar elprincipio del mundo: Ka, Quién. “Sólo ese diosque ve en lo más alto del cielo: sólo él sabe dedónde viene este universo, y si fue hecho o nocreado. Sólo él sabe, o quizá ni él lo sepa”, se leeen el Himno de la Creación 129 del décimo librodel Rig Veda.
Mecanismo mental que en buena medidarevela el sentido de la personificación que el serhumano confiere desde la antigüedad a losfenómenos físicos o, simplemente, a lo que ocurresin una causa visible; por ello, el chirrido de lapuerta en los relatos de terror, los relámpagos, elobjeto que cae sin que nadie lo haya tocado,remiten inmediatamente a otra presencia.
Desde las primeras páginas de El hombre y lodivino, María Zambrano se referirá al acto deperseguir y ser perseguido como a la raíz misma delo sagrado: algo se nos muestra, como diría Eliade.En la mitología griega, el primer perseguidor y elprimer perseguido ha sido el propio Apolo.
Los estudios de Freud sobre la paranoia quemás tarde continuaría su discípulo, Carl Gustav,todavía son reveladores; pero más reveladoreshan resultado los emprendidos por Flechsig sobreaquel interno que había sido Presidente de la Cortede Apelaciones en Dresde, Alemania, Daniel PaulSchreber, que sostenía que Dios lo asediaba y que,de hecho, tenía un plan para destruirlo. Empero,este parece ser el caso más extremo que se hayadocumentado.
Creo que fue E. R. Dodds en Los griegos y loirracional, quien explicaba cómo un paisaje podíasugerir a la mente la presencia de un personaje,fungiendo como marco a su personificación; asun-to que puede rastrearse en las obras de RobertoCalasso cuando éste alude al monstruo: del latín
Q
demonstrare, que algo se nos muestra.Saber que opera en nuestro inconsciente pese
la racionalización del conocimiento que hemosefectuado de unos siglos a la fecha; parafraseandoa Bachelard. Por tanto, es posible que para losobscuros mecanismos de la mente, la magnitudde nuestro moderno modo de inquirir pase desa-percibido, siendo la intuición la que terminaprivando; lo que, en efecto, podría ser un iniciopara explicar muchos sucesos que añadimos a laslistas del azar.
Si, por ejemplo, alguien acabara de morir en lafamilia (alguien cercano, un abuelo, una tía, unhermano), y de pronto se escuchara en la radioaquella canción que ponía diariamente antes desu muerte, los más de nosotros lo consideraríamosnada más que una coincidencia.
¿Qué provoca la lluvia? Y no tendríamos sinoconsultar una enciclopedia o un diccionario. Noobstante, nada podrá explicarnos que hayaempezado a llover en el instante mismo en queterminábamos de enterrar a la abuela. No tienesentido, no hay Funes el Memorioso ni diccionarioposible para interpretar cada acto de vida.
Es ese terreno que linda con la locura y lossueños, en el que preguntas algo mentalmente y, deimproviso, cuando has olvidado momentáneamenteaquello preguntabas, lees tu nombre en el texto deun desconocido, dándote la respuesta esperada. Lasensación es de una terrible incertidumbre que tecimbra, te paraliza. ¿Tiene esto sentido? No.
Sólo creo que, efectivamente, la supersticiónsigue habitando la mente humana, que el hombrese halla preso de sus intuiciones primordiales, delmomento en el que cobró consciencia del lugarque ocupaba en el mundo; y tales palabras no sonmías, por supuesto. ¿De quién son? ¿A quién lepertenecen? ¿Quién ha sido el primero en profe-rirlas? ¿Falta mucho para que la noche del almase nos muestre?
4 4 4 4 4 | LETRAS ~ CAMBIO DE MICHOACAN SÁBADO 19 DE JULIO DE 2014
La cerveza es intelectual. Qué pena que tan-tos idiotas la beban.Ray Bradbury, en El país de octubre.
l alimento que hoy referimos es una bebidaque recuerda el sabor mordaz y profundode la vida desde un resabio vago y despreo-cupado… hasta llegar a ser dorado, fresco yliviano. Y cómo no, si es casi agua, aunque
con penetrantes esencias mundanas.Novatamente, a casi nadie le gusta la cerveza
ni la verdad. Y es que no es fácil reconocer, ymenos paladear, una presencia vital impura;digerir la coexistencia de bacterias que no sóloson necesarias si no hasta benéficas, admitir quela vida contiene a la muerte, que los nacimientos,naturalmente, son violentos; que el amor refiereal miedo, que las semillas se abren paso entre lodoy piedras para llegar a la luz del sol… Mujeres,hombres… y las cosas descompuestas que hayentre ambos, deberían estar al corriente de estasveritas y brindar por la salud.
Hubo una vez que la historia bebió un punzantetrago medieval. Fue cuando los monjes y el alcoholsalvaron a Europa. La polución invadió las aguas.La gente moría de peste y deshacía en purulenciaspor doquier. La promiscuidad y la confusión fluíanpero ríos y conocimiento estaban anegados. Eluniverso antiguo se consumía de sed en su propiovomito. Y sin embargo, algo se movía. Los mundososcuros fermentaban. ¡Los monjes salvaron aEuropa! Leyeron antiguas recetas egipcias ysumerias. Se las ingeniaron para recrearlas:artefactos metálicos, semillas, menjunjes, levadurasburbujeantes. El alcohol como efluvio milagrosoapartó microbios maléficos del vital líquido. Lacerveza fue el prodigio dorado. La ordenanzadevota: dad de bebed al sediento. Así fue que niñas,jóvenes, ancianos, y todo buen cristiano, pudieronvivir varios siglos embriagados de caridad.
La primera referencia científica para ubicar lahistoria de la cerveza fueron unas tablillas cunei-formes del tercer milenio antes de Cristo, encon-
Etradas en Mesopotamia. El antropólogo SalomonH. Katz y la arqueóloga Mary W. Voigt, en suartículo Bread and Beer, de 1987, dieron signifi-cado a las evidencias. Se trataba de una bebidaobtenida de granos de cereal fermentado que“hace la vida feliz y el corazón gozoso”. Pero mez-clas que contienen agua, cereales, panes, frutos yhasta especias, hay en todas las edades, gajes ygajos del mundo. La cerveza tampoco es patrimo-nio exclusivo de algún país, aunque en Bélgicahaya 400 marcas, en Alemania se haga la fiestacon más litros de consumo en el mundo, y cadamexicano beba 62 litros de cerveza anualmente,según la UNESCO.
Dicen que, con moderación, la cerveza es buenapara la salud. ¡Gazmoñerías! La cerveza le cae biena la sabiduría. Punto. El ingrato de Karl Marx losabía, por eso prefería remojar sus pensamientosen las tabernas inglesas mientras sus críospadecían penurias económicas. Así es la paradojade las luces bohemias.
Hoy día la cerveza puede ser tan vulgar o ge-nial como la propia gente. Hay de todas marcas,sabores colores y calidades. Hunter S. Thomp-son en Fear and Loathing in Las Vegas, ya loadvertía: “hay un antiguo axioma celta que dice‘la gente buena bebe buena cerveza’. Eso es tancierto ahora como antes. Mira a tú alrededor encualquier bar y dime qué ves: gente mala bebiendomala cerveza. Piensa sobre ello”… ahora, piensoen las y los mexicanos y en toda esa cerveza en laque nos calamos.
LA NOTA, LA RECETA, O EL REMEDIOLa cerveza tiene un alto contenido en vitaminas,sales minerales, antioxidantes, proteínas, fibras,micro-nutrientes, y carbohidratos. Según unestudio realizado en la Universidad de Cardiff(Reino Unido), este extracto incrementa elcolesterol “bueno”, mejora la coagulación de lasangre, tiene un alto valor nutricional y favorecela digestión. Bebamos varios tarros diarios.Hidratemos el espíritu con tragos de franqueza.
Bohemia doradaA LA SAZÓN :: POR NETZAHUALCÓYOTL ÁVALOS ROSASA LA SAZÓN :: POR NETZAHUALCÓYOTL ÁVALOS ROSASA LA SAZÓN :: POR NETZAHUALCÓYOTL ÁVALOS ROSASA LA SAZÓN :: POR NETZAHUALCÓYOTL ÁVALOS ROSASA LA SAZÓN :: POR NETZAHUALCÓYOTL ÁVALOS ROSAS
mo como plaquet, y que contiene una intensadescripción infantil iniciada en el vientrematerno, hasta llegar al epílogo de un futuroincierto y múltiple.
Concluye la antología con textos seleccio-nados del libro Los trabajos del mar (1983),en los que el mar devasta y permanece en unciclo que se renueva implacable y siempreajeno a nosotros:
Si alguna vezencontraras sosiego perderíastu condición de mar Si te calmasdejará de fluir el tiempo.
La muerte, inmanente en “Prosa de la cala-vera”, recuenta y enumera nuestro origen depolvo:
A menos que me aniquiles con tu carroña,aceleres por medios técnicos o por loimprevisible el proceso que tarde o tem-p r a n oconduce a nuestra última patria: la cenizade que tú y yo estamos hechos.
La poesía de José Emilio Pacheco nos con-vierte en testigos oculares, en espectadoresasombrados ante una realidad en proceso deextinción, y el poeta inicia el diálogo, la im-pugnación y las preguntas innumerables quedevelan los fragmentos de un mundo con lacerteza de que –como sostenía D.H. Lawren-ce– “la palabra y el hecho son dos formas deconciencia”, con una convicción pasional res-pecto a la literatura y la creación en su sentido.
En el 2008 la editorial española Visor pub-licó la antología del propio José Emilio Pache-co, en Resumidas cuentas, de Hernán Sánchez.
Intelectual íntegro, alejado radicalmente detoda cercanía con el príncipe, José Emilio Pa-checo siempre estuvo en contra de actitudescomo las que Joseph Conrad rechazó toda suvida, según lo cuenta André Gide: “...odiabatodo lo que en el hombre había de hipócrita,turbio o vil”.
Asimismo, reconoció el fracaso por inten-tar lo imposible, es decir, por resumir la deca-dencia y la esperanza de nuestra época, la fin-itud y poderío de la lengua de las cosas.
Es lamentable que ya no se encuentre entrenosotros un personaje necesario en esta épocade creciente intolerancia e inequidad.
Morelia, Mich. / Verano de 2014.
SÁBADO 19 DE JULIO DE 2014 LETRAS ~ CAMBIO DE MICHOACAN | 55555
CREACIÓNCREACIÓNCREACIÓNCREACIÓNCREACIÓN
PoemasJosé Emilio Pacheco
A quien pueda interesar
Que otros hagan aún
el gran poema
los libros unitarios
las rotundas
obras que sean espejo
de armonía
A mí sólo me importa
el testimonio
del momento que pasa
las palabras
que dicta en su fluir
el tiempo en vuelo
La poesía que busco
es como un diario
en donde no hay proyecto ni medida
Aceleración de la historia
Escribo unas palabras
y al mismo
ya dicen otra cosa
significan
una intención distinta
son ya dóciles
al Carbono 14
Criptogramas
de un pueblo remotísimo
que busca
la escritura en tinieblas.
Alta traición
No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
fortalezas,
una ciudad deshecha,
gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
-y tres o cuatro ríos.
6 6 6 6 6 | LETRAS ~ CAMBIO DE MICHOACAN SÁBADO 19 DE JULIO DE 2014
Caverna
Es verdad que los muertos tampoco duran
Ni siquiera la muerte permanece
Todo vuelve a ser polvo
Pero la cueva preservó su entierro
Aquí están alineados
cada uno con su ofrenda
los huesos dueños de una historia secreta
Aquí sabemos a qué sabe la muerte
Aquí sabemos lo que sabe la muerte
La piedra le dio vida a esta muerte
La piedra se hizo lava de muerte
Todo está muerto
En esta cueva ni siquiera vive la muerte
De Islas a la deriva, 1973-1975
sería de piedra.
El pulpo
Oscuro dios de las profundidades,
helecho, hongo, jacinto,
entre rocas que nadie ha visto, allí, en el abismo,
donde al amanecer, contra la lumbre del sol,
baja la noche al fondo del mar y el pulpo le sorbe
con las ventosas de sus tentáculos tinta sombría.
Qué belleza nocturna su esplendor si navega
en lo más penumbrosamente salobre del agua madre,
para él cristalina y dulce.
Pero en la playa que infestó la basura plástica
esa joya carnal del viscoso vértigo
parece un monstruo; y están matando
/ a garrotazos / al indefenso encallado.
Alguien lanzó un arpón y el pulpo respira muerte
por la segunda asfixia que constituye su herida.
De sus labios no mana sangre: brota la noche
y enluta el mar y desvanece la tierra,
muy lentamente, mientras el pulpo se muere.
Éxodo
En lo alto del día
eres aquel que vuelve
a borrar de la arena la oquedad de su paso;
el miserable héroe que escapó del combate
y apoyado en su escudo mira arder la derrota;
el náufrago sin nombre que se aferra a otro cuerpo
para que el mar no arroje su cadáver a solas;
el perpetuo exiliado que en el desierto mira
crecer hondas ciudades que en el sol retroceden;
el que clavó sus armas en la piel de un dios muerto
el que escucha en el alba cantar un gallo y otro
porque las profecías se están cumpliendo: atónito
y sin embargo cierto de haber negado todo;
el que abre la mano
y recibe la noche.
Indeseable
No me deja pasar el guardia.
He traspasado el límite de edad.
Provengo de un país que ya no existe.
Mis papeles no están en orden.
Me falta un sello.
Necesito otra firma.
No hablo el idioma.
No tengo cuenta en el banco.
Reprobé el examen de admisión.
Cancelaron mi puesto en la gran fábrica.
Me desemplearon hoy y para siempre.
Carezco por completo de influencias.
Llevo aquí en este mundo largo tiempo.
Y nuestros amos dicen que ya es hora
de callarme y hundirme en la basura.
Copos de nieve sobre Wivenhoe
Entrecruzados
caen,
se aglomeran
y un segundo después
se han dispersado.
Caen y dejan caer
a la caída.
Inmateriales
astros
intangibles;
infinitos,
planetas en desplome.
Contraelegía
Mi único tema es lo que ya no está
Y mi obsesión se llama lo perdido
Mi punzante estribillo es nunca más
Y sin embargo amo este cambio perpetuo
este variar segundo tras segundo
porque sin él lo que llamamos vida
SÁBADO 19 DE JULIO DE 2014 LETRAS ~ CAMBIO DE MICHOACAN | 77777
Film noir, un género americanoEL TERCER OJO EL TERCER OJO EL TERCER OJO EL TERCER OJO EL TERCER OJO :: Entre 1941 y 1958, 400 películas de cine criminal estadounidense se convirtieron en uno de los movimientos más influyentes del siglo XX: el cinenegro, y engendraron códigos narrativos y estéticos que siguen inspirando a los directores contemporáneos. POR SYLVAIN PROVILLARD POR SYLVAIN PROVILLARD POR SYLVAIN PROVILLARD POR SYLVAIN PROVILLARD POR SYLVAIN PROVILLARD sprovillard@hotmail.com
Film noir, un género americanoSylvain Provillardsprovillard@hotmail.com¡ %
n hombre de unos cuarenta años, vestidocon un elegante traje, un abrigo largo y unsombrero Fedora, camina solo en una calledesierta. La noche cayó sobre la ciudad;un denso humo sale de las tuberías y chi-
meneas. El apuesto individuo —¿será HumphreyBogart? — está armado. No sabemos si es policíao delincuente, detective o mafioso. Escuchamossu voz en off: “Como quisiera borrar todo esto demi mente, olvidar su rostro, matar este sufrimien-to”. Baja unas escaleras, tira su cigarro en el sueloy entra en un bar de lúgubre aspecto. Segundosdespués, sale nuevamente al callejón, da vueltaen la esquina y se sube a un taxi. Adentro, unahermosa mujer —¿será Lauren Bacall? — lo espera,fumando un cigarrillo. El misterioso individuoabre el diálogo: “Espero no haber tardado dema-siado tiempo. Tuve que arreglar un pequeño asun-to legal”. La mujer contesta, falsamente enojada:“Sabía que eras un hombre poco respetuoso delas convenciones sociales”. Sonríe. “Por eso teescogí”. Se besan.
Esta escena, fruto de mi imaginación, contienemuchas de las características del cine negro: unescenario urbano y laberíntico; una estética ins-pirada del expresionismo alemán, con poca ilu-minación, claroscuros y efectos de sombra; unatrama que se desarrolla alrededor de un crimen,generalmente un asesinato; un (¿anti?) héroeambivalente que se puede ubicar de cualquier ladode la ley; una narración en primera persona, íntimay no siempre confiable; una mujer fatal, poderosay seductora, que agrega una carga sexual y sub-versiva a un entorno oscuro y violento, y diálogoscínicos que denotan una visión pesimista yfatalista de la vida.
La estética visual del cine negro está claramenteinspirada en el expresionismo alemán de los años20. Muchos de los directores de este movimientose exiliaron en Estados Unidos con la llegada delnazismo, llevando con ellos sus técnicas de ilumi-nación y realizando los primeros Films noirs aprincipios de los años 40. Fritz Lang fue uno delos precursores del género con su película M, elvampiro de Düsseldorf, realizada en Alemania en1931. En Hollywood, dirigió una decena de pelí-culas de cine negro en los años cuarenta y cin-cuenta, entre ellas Los sobornados.
Robert Siodmak (Forajidos), William Wyler (Lacarta), Edgar G. Ulmer (Detour), Billy Wilder (Per-dición), Otto Preminger (Laura) y el director deCasablanca Michael Curtiz (El suplicio de unamadre) son otros de los realizadores europeos que
Utransformaron el panorama hollywoodense alutilizar técnicas de iluminación que pretendíanilustrar el estado psicológico de sus personajes.Además del expresionismo alemán, el realismopoético del cine francés de los años 30 (El muellede las brumas, Pépé le Moko) tuvo una influenciasimilar. Directores que habían trabajado enFrancia, como Max Ophüls (Atrapados) y JacquesTourneur (Retorno al pasado), fueron de los másdestacados del cine negro estadounidense.
El nombre mismo de film noir proviene de uncrítico de cine francés llamado Nino Frank queutilizó esta expresión por primera vez en 1946.Sin embargo, el término fue aceptado (y no portodos los especialistas) décadas después. En suépoca, las películas de cine negro eran categori-zadas como melodramas y abarcaban varios gé-neros: películas de gánsteres, romance gótico yfilme social. Por lo tanto, muchos se refieren alcine negro como una estética más que una entidadnarrativa: en el film noir no siempre hay un de-tective ni una femme fatale, y la historia nosiempre se desarrolla en una ciudad.
El crítico de cine Roger Ebert describe al cinenegro como “el más americano de todos los géne-ros, porque ninguna sociedad hubiera podidocrear un mundo tan lleno de muerte, fatalidad,miedo y traición, a menos que fuera fundamen-talmente ingenua y optimista”. ¿Por qué afirmarque el cine negro es un género estadounidense sitiene tanta influencia europea? La razón es prin-cipalmente literaria. La trama de los clásicos deeste movimiento proviene en su mayoría de losthrillers de detectives y crímenes conocidos comohard-boiled y novela negra. En estas obras deliteratura popular nacieron los detectives SamSpade (El halcón maltes) de la pluma de DashiellHammett, y Philip Marlowe (El sueño eterno, Ellargo adiós) de la de Raymond Chandler. Ademásde sus exitosas novelas negras, Chandler tambiénse dedicó a escribir guiones para Wyler (Perdi-ción) e Hitchcock (Pacto siniestro).
El periodo del cine negro clásico termina en
1958 con Sed de mal de Orson Welles. Desde en-tonces, muy pocos directores se han atrevido aseguir los códigos exactos del cine negro: RomanPolanski, que dirigió el brillante Barrio chino en1974; Curtis Hanson, con la adaptación de LosÁngeles al desnudo, y los hermanos Coen, quedeben sus primeros éxitos al cine negro con cintascomo Simplemente sangre y Miller’s crossing (Depaseo a la muerte). Sin embargo, el hecho de queel cine negro se caracterice más por su estilo vi-sual y su enfoque pesimista de la vida, que por sutemática, ha permitido que su estética se permeea otros géneros con temáticas más actuales. Esteestilo llamado neo noir se ha desarrollado enmuchas direcciones: la ciencia-ficción (Blade run-ner, Dark city), las películas de superhéroes y lasadaptaciones de comics (Batman, Sin city), en-tre muchos otros.
Directores como David Lynch (Terciopeloazul, Sueños, misterios y secretos), ChristopherNolan (Amnesia, El caballero de la noche), DavidFincher (Se7en, El club de la pelea) QuentinTarantino (Perros de reserva) e, incluso, cineas-tas europeos y japoneses como Fassbinder, Be-cker, Melville y Kurosawa, deben mucho a la es-tética, atmosfera y, a veces, a la macabra filosofíadel film noir. Las sombras del cine negro siguenproyectándose hoy en día, como una marca inde-leble de la desesperanza de nuestros tiempos
Diez películas del cine negro clásicoque no se pueden perder
El halcón maltés (John Huston, 1941)Perdición (Billy Wilder, 1944)El gran sueño (Howard Hawks, 1946)Retorno al pasado (Jacques Tourneur, 1947)El tercer hombre (Carol Reed, 1949)El ocaso de una vida (Billy Wilder, 1950)Pacto siniestro (Alfred Hitchcock, 1951)La noche del cazador (Charles Laughton, 1955)Casta de malditos (Stanley Kubrick, 1956)Sed de mal (Orson Welles, 1958).
Humphrey Bogart con Lauren Bacall en El gran sueño (izquierda) y en El halcón maltés (derecha).
De izquierda a derecha, Robert Mitchum en La noche del cazador, Orson Welles en El tercer hombre, y escena de Sed de mal de Orson Welles.
8 8 8 8 8 | LETRAS ~ CAMBIO DE MICHOACAN SÁBADO 19 DE JULIO DE 2014
CREACIÓNCREACIÓNCREACIÓNCREACIÓNCREACIÓN
El sueño de los justosArturo Chávez Carmona
ay momentos en la vida de los hombres en
que la razón y la piedad se encuentran
mutuamente, y luego se divorcian en su
interior, desgarrándolos. Lucas Ángel Sán-
chez de Dios después de tantos muertos y tantas
mujeres atravesadas en su camino vivía una vida
que lo acercaba ya a su propia muerte. Viejo,
viviendo en medio de un terreno lleno de
huizaches y mezquites, en un jacal de no más de
10 metros cuadrados resguardaba su cuerpo flaco
y enjuto por los años. La muerte de cada vida
segada le había quitado aliento, sed y hambre, las
ganas de amar y hasta de morir algún día para
por fin encontrar el descanso a tanta angustia.
Recordaba en la distancia de los años aquella
figura morena y salvaje de María Carmen del
Rayo, su pelo largo y oscuro cayéndole hasta la
entrepierna. Le había mirado varias veces entre
la muchedumbre en algunas fiestas del pueblo.
Jamás le había siquiera devuelto ella un rasguño
a la inquisición de su mirada. Se le figuró orgullosa
y difícil, por eso le gustó más. Aparte el par de
enancas amelonadas y anchas, como mirando
un océano en un litoral abierto, le sedujeron
desde la primera vez que se cruzó con ella. Nadie
en el pueblo daba razón de haberla visto con
algún hombre. Tan demandante que se adivinaba
la muchacha, pensó pa’ dentro.
Aprovechó la ocasión de un amigo que la
saludaba una tarde en la tienda de Jacinto y se
acercó. José María, preséntame a la señorita.
Como no Lucas, es María Carmen, la hija mi tía
Isabel. Entonces es tu prima Chema. Buenas
tardes señorita, Lucas Ángel Sánchez de Dios,
para servirle. Ella apenas le miró con el rabillo
del ojo, dejando su mano extendida. Mucho gusto,
musitó ella muy bajo. Créame que su belleza me
ha dejado muy impresionado hace unos días que
la miré paseando en la plaza, espero nos veamos
en mejor ocasión.
del pueblo y varios en los alrededores. Los Paz, los
Inocencio, los Pérez, los Rodríguez, los Chávez,
los Mercado, los Pineda, los García, los Bermúdez,
los Ochoa y quien sabe cuántos más eran parte de
su familia. Pareciera que en ella se hubieran
cruzado todos los caminos y en su carne las
primeras y últimas esperanzas.
Al pie del lago el viejo jacal de adobe resaltaba
apenas de entre los mezquites, el fogón calentaba
unos frijoles y tres tortillas que el viejo Lucas
Ángel, maldito por el Señor y bendito por su
madre, comería como ultima cena, él que a tanta
gente había visto morir o tomado la decisión
divina de echarlos para el otro mundo por su
mano, a filo, plomo o golpe. Convocaba en ese
instante el recuerdo de su María, la muchacha
morena con cuerpo de potranca fina, que vio
alguna vez caminando por la plazuela de
Puruandiro. Tanta belleza y tanto deseo le
hicieron arrepentirse de raptarle, de hacerla suya
como a tantas otras, con alevosía, ventaja y
lascivia. Endemoniadamente como solía ser. No
era posible mancillar la santidad de la hermosura
de una piel morena y limpia como aquella, no se
le había permitido… Sorbió Lucas Ángel Sánchez
de Dios el último trago de café, se recostó en sus
viejos huesos y cerró los ojos para dormir al fin
ese sueño que dicen que es el sueño de los justos.
H
Lucas sintió el mismo aguijón de cuando
conoció a María Trinidad en el Rancho de La
Mesa y se enamoró por primera vez. La misma
brasa ardiendo en medio del cuerpo. Tosió el viejo
hasta casi ahogarse en los recuerdos y le dio un
trago al café para sumergirse de nuevo en la
remembranza. La tal María no iba a ser presa
fácil, pues la familia era tan numerosa como la
No era posible mancillar la santidadde la hermosura de una piel morenay limpia como aquella, no se le habíapermitido…