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INTRODUCCIN I
1. INTRODUCCIN.
Cules son los resultados de la ayuda internacional en trminos de desarrollo? Sirve
realmente para reducir la pobreza? En definitiva, es eficaz y merece la pena mantenerla y
aumentarla o bien es un lastre para el desarrollo?
Preguntas tan sencillas tienen respuestas muy complejas. En este libro tratamos de abordarlas,
pero de entrada he de reconocer que no tengo una respuesta clara y distinta que dira
Descartes, un s o un no probado en hechos evaluados. Creo que este libro muestra ms el
estado de ignorancia en el que nos encontramos, que un juicio evaluativo que est soportado
por evidencias. Es ms, el mensaje central va a ser que lo que hacen falta son evaluaciones de
resultados rigurosas que nos vayan orientando sobre lo que funciona y lo que no en la ayuda
para el desarrollo. Conocer qu es lo que tiene xito y qu fracasa. Es decir. Abordar la ayuda
desde una metodologa cientfica, aprovechando la buena voluntad con que se ayuda, pero
reconociendo que sta es claramente insuficiente para traducir la ayuda en menos pobreza.
En 2007 han aparecido tres libros en lengua inglesa con casi el mismo ttulo: el monogrfico
del International Poverty Centre perteneciente al Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo, IPC (2007) Does Aid Work?, en el que se compilan reseas de trabajos de varios
autores dentro de su coleccin Poverty in Focus; el de Riddell (2007) Does foreign aid
really work?; y el editado por Banerjee (2007) Making Aid Work. La misma cuestin ya era
formulada por Cassen y sus asociados (1986) que escribieron el pionero Does Aid Work?
Podra sorprender que 21 aos de investigacin no hayan sido capaces de ofrecer una
respuesta definitiva a la cuestin sobre la eficacia de la ayuda, pero as es. Banerjee (2006)
califica de vago el pensamiento reinante en la ayuda al desarrollo (aid thinking is lazy
thinking). Se queja de cmo durante la ayuda enviada a Pakistn en 2005 tras el terremoto
habido en ese pas, unos estudiantes de la Universidad de Lahore disearon un formulario
muy simple para que las agencias y Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo
(ONGD) que iban a actuar de forma inmediata en la zona, pudieran conocer qu iba a hacer
cada una con el fin de que una accin coordinada permitiera garantizar que la ayuda llegara a
los necesitados de forma eficiente. Desgraciadamente no encontraron incentivos ni tiempo
para rellenar dicho formulario. Ancdotas como sta pueden encontrarse con cierta frecuencia
en la literatura sobre el desarrollo y ms abundantes en conversaciones informales con los
agentes que operan sobre el terreno (los practitioners). Por ejemplo durante la mayor
operacin de ayuda humanitaria habida en la historia reciente, la del Tsunami de 2005 en el
INTRODUCCIN II
ndico, la falta de coordinacin hizo que a una misma nia se la vacunara tres veces contra el
sarampin1. Pero las ancdotas no crean conocimiento cientfico que permita juzgar a partir de
resultados agregados o tendenciales. No se deben tomar decisiones a partir de ancdotas. Por
eso es imprescindible investigar y evaluar.
Evaluar la intervencin de la ayuda humanitaria tras el tsunami en el ndico es lo que se
propuso un comit conjunto de donantes (la Tsunami Evaluation Coalition, TEC), cuyo
informe de sntesis ha sido publicado por Telford & Cosgrave (2006). La intervencin alcanz
a 14 pases en los que se haban producido 227.000 muertos y 1,7 millones de desplazados.
Para esta desgracia, valorada en unos 9.900 millones de dlares, se lograron recaudar 13.500
millones de dlares. Es una cifra jams antes alcanzada. De ellos, 5.500 millones procedan de
donaciones particulares de ciudadanos de los pases desarrollados. El informe menciona cmo
a los seis meses del desastre la ayuda haba podido proporcionar un nuevo techo a medio
milln de personas en Aceh o cmo en Sri Lanka se haban recuperado el 80% de los botes de
pesca y los mercados de pescado. Pero menciona tambin muchas de las limitaciones
encontradas: la falta de acceso a muchos lugares y personas necesitadas condicionada por los
conflictos armados existentes en Sri Lanka e Indonesia; los procedimientos tan burocratizados
que hubo que seguir; el centralismo de la toma de decisiones y la corrupcin en los lderes
locales. En general se cont con poco personal experto en este tipo de intervenciones debido a
la alta rotacin que existe en estos trabajos; se usaron mtodos y procedimientos poco
adecuados a la realidad concreta de la zona; se gener un sentimiento de invasin a los
propios ayudados por la falta de capacidad de comunicacin de los cooperantes, por la
supremaca de las relaciones en ingls y la dbil coordinacin entre agencias que provoc un
enfoque de intervenciones fragmentadas, dispersas y una imprecisa valoracin de las
necesidades. Se denuncia cmo esta improvisacin produjo que hubiera ms dinero que el
necesario, superando la capacidad de absorcin de la ayuda eficiente existente en la zona.
Adems, la mayor parte de la ayuda se concentr en una docena de ONGD internacionales
que dispusieron de mayor cuanta de recursos que la propia ayuda oficial procedente de los
gobiernos. Esto provoc entre los ayudados quejas de falta de informacin, de arrogancia e
ignorancia de los procesos y gustos locales y de colocar ayuda no pedida o donde no se
necesitaba, aumentando la desigualdad entre la poblacin ayudada y no ayudada.
1 El Pas 2005, Demasiado dinero en Banda Aceh, 13 de abril, p.A2. Citado en Djankov et al. (2006b:3).
INTRODUCCIN III
La evaluacin conjunta de tsunami sirve para avisar que el dicho de que toda ayuda es poca
es un mito peligroso y que fue ms sencillo reconstruir infraestructuras que generar desarrollo
humano en la zona, entendido como un aumento de acceso a la propiedad de la tierra,
reduccin de la pobreza o mejora del medio ambiente. El informe reconoce que tras la
intervencin no existe menor vulnerabilidad para que el fenmeno, si se repite, pueda ser
menos daino.
Aadamos otro factor a nuestra reflexin. Cuntos de los ciudadanos de los pases
desarrollados que otorgaron una donacin privada hicieron un verdadero seguimiento de su
aportacin y exigieron transparencia y resultados a quienes se lo entregaron? Cuntos
gobiernos han difundido y presentado de forma pblica y accesible al ciudadano o al
parlamento los resultados de esta evaluacin? La ciudadana solidaria que cree en la eficacia
de la ayuda, quiere saber sus resultados y los demanda para que exista un incentivo poltico
suficiente que se traduzca en una sistematizacin del aprendizaje mediante las evaluaciones?
O prefiere dar dinero un tanto a ciegas y por una buena causa pero sin que sean despus
informados con una detallada rendicin de cuentas?
Mi impresin es que an no (de forma general y particularmente en Espaa) y eso aade otra
motivacin a este libro. Aunque los estudios sociolgicos internacionales y en Espaa,
muestran un alto grado de apoyo popular a la pregunta genrica sobre si el gobierno de su
pas debera ayudar a reducir las desigualdades y la pobreza en el mundo, tambin es cierto
que el conocimiento medio de la cuanta y destino de los fondos de ayuda otorgados por los
gobiernos por parte de los ciudadanos es escaso. En Espaa, hay estudios que muestran cmo
el apoyo sociolgico de la ciudadana a la ayuda internacional crece, pero no est
correlacionado con una influencia en la calidad de su gestin, ni en su direccin estratgica
(Angulo 2004, 2007)2. En pocas palabras, la cultura de evaluacin y rendicin pblica de
cuentas en la cooperacin para el desarrollo, an es escasa.
Las evaluaciones rigurosas sobre intervenciones de desarrollo aportan, sin embargo, un
conocimiento clave para los tomadores de decisiones polticas, especialmente para los
gobernantes de los pases en desarrollo. El desarrollo es un proceso que descansa sobre todo
en las fuerzas e instituciones del propio pas socio (receptor de la ayuda). Es un proceso
2 Para estudios similares en Europa vase McDonell et al. (2002, 2003), INRA (1997, 1999), Olsen (2005). En Estados Unidos, Stern (1998) y PIPA (2001). Para la percepcin de las ONGD en Espaa, vase CONGDE (2005b) y Fundacin Carolina (2005).
INTRODUCCIN IV
endgeno, en el que la ayuda es simplemente eso, una ayuda para ampliar las oportunidades
y capacidades de las personas para que puedan vivir de la forma que estimen ms valiosa.
Como veremos ms adelante, eso es el desarrollo humano. Muchos de los proyectos y
programas que ejecutan por ejemplo las ONGD espaolas son de pequea dimensin y
cuanta (un promedio de 48.000 euros segn la Coordinadora de ONGD de Espaa,
CONGDE 2007). Esa dimensin puede ayudar a que haya menos necesidad en un grupo de
poblacin. Quiz se dispone de una escuela, un pozo de agua potable o un pequeo
dispensario de atencin primaria. Pero es difcil que se ponga en marcha todo un proceso
nacional de desarrollo como exige la mayora de los pases pobres. En otras palabras, no
podemos pedir a la ayuda lo que no puede dar. La ayuda internacional no es la clave de
bveda del desarrollo humano endgeno y sostenible. No se debe esperar que la ayuda sea el
corrector internacional de las desigualdades, ni la principal financiacin de los bienes
pblicos globales. Primero por escala y alcance de su cuanta. Y segundo, porque las
motivaciones con las que se concede o no la ayuda son y han sido a lo largo de su historia-
mucho ms amplias que las de la reduccin de la pobreza, como expondremos en varios
pginas de este libro.
Pero que la ayuda externa no sea la panacea para el desarrollo no conduce necesariamente a
que deba ser eliminada. Hay muchos logros, a menudo ocultos, producidos por la cooperacin
internacional para el desarrollo. La vida de muchas personas ha mejorado gracias a la ayuda.
Quiz donde ms informados estamos en los logros de la ayuda es en los efectos que han
tenido las campaas de vacunacin para frenar enfermedades contagiosas erradicadas en el
primer mundo pero con alta prevalencia en los pases en desarrollo. Segn Levine (2004), el
sarampin ha sido casi eliminado de frica donde se ha pasado de 60.000 afectados en 1996 a
117 en 2000. La ceguera del ro (oncocerciasis) se ha prevenido en 600.000 casos en 11 pases
del Oeste de frica desde 1974. La polio ha sido prcticamente eliminada de Amrica Latina
y el Caribe. En Egipto el programa contra la diarrea a travs de terapia de rehidratacin oral
ha logrado reducir su incidencia en un 82% entre 1982-1989. Es cierto que tambin suelen
citarse ms a menudo las cifras de las tareas pendientes: nmero de nios sin escolarizar,
desnutridos, madres sin una atencin segura en el parto y todo ese bloque de necesidades
vergonzosas que han sido seleccionadas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)
tras la Cumbre del Milenio organizada por Naciones Unidas en 2000 y que recoga las
necesidades y compromisos que haban sido tratados en muchas de las anteriores Cumbres
celebradas a lo largo de la dcada de los noventa. Pero es errneo pensar que la mayora de
INTRODUCCIN V
los ODM se solucionan con dinero, o ms exactamente duplicando el volumen actual de
ayuda.
Si no se acta sobre el nivel institucional y poltico dentro de los pases en desarrollo, no
puede haber desarrollo humano sostenible. Habr cooperacin que mitigue las necesidades,
pero no desarrollo.
Cmo responder entonces a la sencilla cuestin de si la ayuda al desarrollo reduce la
pobreza, cuando la amplitud del concepto de desarrollo supera la dimensin financiera de la
ayuda y sta se otorga para fines geoestratgicos, comerciales y de inters particular de los
donantes? Por ejemplo, podemos esperar que la ayuda en forma de condonacin de deuda
concedida a Irak en 2005-2006 produzca efectos en un pas devastado por la guerra y el
terrorismo? La cuestin no es balad cuando el anlisis de la serie temporal de la ayuda revela
que los mximos volmenes de ayuda en la historia reciente han sido generados, en buena
medida, por operaciones militares-humanitarias en Irak y Afganistn o por condonacin de
deuda externa a Nigeria.
Argumentos en sentido contrario, a favor de la eficacia de la ayuda, suelen mencionarse al
hilo de la historia del Plan Marshall de 1947. La eficacia de la ayuda norteamericana para la
reconstruccin de la Europa devastada por la II Guerra Mundial no es cuestionada por casi
nadie. Pero una gran diferencia de la ayuda Marshall respecto a la actual coyuntura es que se
otorg a pases de renta alta o media-alta, que haban conservado su estructura institucional y
poltica: la democracia, la divisin de poderes, una capacidad del Estado importante y,
adems, actu en un escenario comercial de librecambio promovido por el GATT.
El escenario actual es de paralizacin de la liberalizacin comercial pues la Ronda de
Desarrollo de Doha dentro de la Organizacin Mundial de Comercio (OMC) apenas ha
avanzado desde su lanzamiento en 2002, de una geoestrategia muy condicionada por la
seguridad y la defensa frente al terrorismo internacional, de un decaimiento de la
multilateralidad e incapacidad de Naciones Unidas para afrontar muchos de sus retos globales
y una falta de institucionalidad (o gobernanza) casi generalizada en los pases en desarrollo,
sin que tampoco los investigadores sepan decir qu institucin exactamente es la que debe ser
reformada en primer lugar y cmo hacerlo. Menos an, cmo incentivarlo desde fuera. La
ayuda internacional no parece ser el instrumento ms potente para fomentar un pacto social
que genere mayor bien comn. Al revs, como comentaremos en el captulo tercero, parece
que la ayuda correlaciona ms con mantenimiento de conflictos civiles, dictadores tiranos y
INTRODUCCIN VI
mantenimiento de lites polticas y econmicas que han abusado de la ayuda para mantener su
statu quo, nunca para redistribuir riqueza, poder o participacin entre sus ciudadanos.
Definitivamente, el juicio global sobre la eficacia de la ayuda es tan polidrico que merece la
pena analizarlo con detenimiento a partir de un reconocimiento inicial del gran nivel de
ignorancia en el que actualmente estamos.
No le falta un punto de razn a Easterly (2006:4) cuando se asombra al comprobar que
transcurridos sesenta aos desde el Plan Marshall y gastados 2,3 trillones de dlares, an la
ayuda no sea capaz de proveer una mosquitera a cada persona que vive en las zonas paldicas
del mundo para reducir en una gran medida la morbilidad por contraer malaria. Easterly se
queja de que los donantes sean un simple crtel hiperburocratizado de buenas intenciones
incapaz de perseverar en la eficacia de la ayuda orientada por resultados. Compara el lento
progreso poltico y la gran carga planificadora que supone el actual sistema internacional de
ayuda, frente la agilidad y los incentivos que muestra el mercado internacional de libros para
distribuir el ltimo ejemplar de Harry Potter en la mayora de las libreras del mundo. Easterly
desconfa de los planificadores (en concreto del planteamiento realizado por J. Sachs 2005, en
El fin de la pobreza) y confa en los que l denomina buscadores activos de soluciones en el
mundo en desarrollo. Entre estos searchers, se encuentran algunos evaluadores y
experiencias concretas que aqu vamos a comentar.
La estructura del libro es la siguiente. Una primera parte aborda la temtica de la eficacia de
la ayuda, preferentemente desde el mbito agregado (macro). Comienzo con un captulo en el
que expongo las fuertes debilidades empricas a las que nos enfrentamos cuando estimamos la
pobreza. Si queremos responder a si la ayuda reduce la pobreza, lo primero que habr que
saber es qu es pobreza, cunta hay y cmo ha evolucionado en el tiempo. La verdad ms
extendida en la actualidad es que la pobreza es multidimensional, no slo econmica.
Reconocido esto, la dimensin econmica de la pobreza (sea medida a travs del ingreso o del
consumo) es muy difcil de medir. El captulo da detalle de todos los supuestos que los
cientficos sociales (comprendo que muchos lectores encuentren la expresin casi como una
contraditio in terminis) deben realizar a la hora de juzgar la evolucin de la pobreza en el
mundo y cmo los grados de variacin de los resultados en funcin de stos supuestos son
enormes.
El segundo captulo aborda los conceptos de desarrollo y de ayuda al desarrollo. Se ofrece una
panormica de la evolucin de qu se ha entendido por desarrollo desde los aos cincuenta
hasta la actualidad y cmo han evolucionado los instrumentos de la ayuda externa. Se
INTRODUCCIN VII
profundiza despus en qu es la ayuda oficial para le desarrollo (AOD) y se analizan los
diversos indicadores cuantitativos disponibles para trabajar de forma emprica con la AOD.
Adems se hace un comentario sucinto sobre la evolucin de la serie temporal de AOD desde
los aos sesenta hasta la actualidad.
Una vez que han sido clarificados los trminos de la pregunta-gua del libro (qu es pobreza y
qu es ayuda), el captulo tercero analiza de forma detallada los estudios empricos que han
intentado capturar los efectos de la ayuda sobre el crecimiento econmico. Aviso que este
captulo puede resultar muy tcnico pues el lenguaje y las justificaciones para sostener que
no haya un consenso cientfico sobre la eficacia de la ayuda es muy economtrico (en la
primera parte, cuando se aborda el empirismo de la ayuda) y filosfico (en la segunda, al
profundizar el concepto de causalidad). No se perder el lector no iniciado si prescinde de este
captulo, pero aconsejo que se intente captar al menos la problemtica subyacente, pues es
extensible a muchos otros campos de la investigacin social y de la evaluacin.
Los captulos cuarto a sexto se enmarcan ya en la segunda seccin del libro, centrada en la
evaluacin de las intervenciones de desarrollo. El captulo cuarto expone de forma sistemtica
los elementos que debe incorporar una evaluacin. Trata de responder a la pregunta de qu
hay que hacer para realizar una buena evaluacin de un proyecto o programa de desarrollo y
centra sus recomendaciones en las ONGD, al ser estas las que ms utilizan estos instrumentos
en la ayuda espaola. Se revisan y comentan los apartados clsicos en la literatura de
manuales de evaluacin: diseo de la evaluacin, los criterios, las herramientas de
informacin, las fases de una evaluacin y sus tipologas, es decir, se recorre el denominado
ciclo de la evaluacin. He tratado de unir la informacin necesaria (sntesis) con abundantes
reseas bibliogrficas en las que el lector interesado podr profundizar los amplios campos
temticos que contiene todo el ciclo evaluativo. Una mencin especial, por lo diferencial
frente a otros textos, puede ser la descripcin introductoria de algunas tcnicas de
investigacin cuantitativa, ya que su uso suele ser ms desconocido y las evaluaciones
espaolas suelen carecer de este tipo de anlisis centrndose ms (a veces exclusivamente) en
las de carcter cualitativo.
El captulo quinto est dedicado a la descripcin de las metodologas ms comunes con las
que se puede abordar una evaluacin. Tras un breve comentario al anlisis coste-beneficio, se
describen las fortalezas y limitaciones de metodologas como la orientada por objetivos, la
libre de objetivos, la naturalista, la participativa. Evidentemente no pretendo la exhaustividad
(sera pretencioso adems de extenssimo y poco til), sino el mostrar cmo no existe un
INTRODUCCIN VIII
nico modelo de evaluacin que sea ptimo. El evaluador debe ser un experto en
metodologas. Debe conocer el abanico ms amplio posible de acercamientos a una misma
realidad, para utilizarlas de forma flexible, apropiada y creativa, adaptndose a cada contexto.
La experiencia es una cualidad muy necesaria en la evaluacin. Pero no podemos reducir la
evaluacin a la repeticin sistemtica de una metodologa estndar. Quiz el Enfoque del
Marco Lgico perdi gran parte de su utilidad cuando se lo redujo a casilleros que los
formuladotes deben rellenar para obtener financiacin para sus programas y eso impide el
diagnstico participativo en profundidad, el anlisis detenido de las hiptesis y las
alternativas, la formulacin creativa y nunca rutinaria de los indicadores y fuentes de
verificacin. A menudo me han propuesto escribir un manual de evaluacin y siempre me
he negado por el peligro que representa convertir el arte de la evaluacin en una serie de
tareas o preguntas sistemticas que el evaluador no iniciado puede ir siguiendo paso a paso.
Evaluar es pensar evaluativamente. Es juzgar el mrito y valor de las intervenciones. Es
buscar recomendaciones posibles, concretas y tiles para tomar decisiones de mejora. Es
iniciarse en un proceso de aprendizaje que siempre permanecer abierto e inacabado, aunque
hay un momento en el tiempo y unos recursos limitados que obliguen a escribir un informe
final. Pero la realidad debe ser la obsesin del evaluador, no el informe. La bsqueda de
la verdad sobre las intervenciones es tan dinmica y contextual que lo ideal es estar evaluando
siempre. Porque siempre hay aprendizajes que obtener. Las conclusiones pueden ser ese
momento del pensamiento en que nos cansamos de pensar y escribimos, siempre de forma
provisional, un informe valorativo y ofrecemos recomendaciones.
El captulo sexto est dedicado a valorar el estado de la eficacia y la evaluacin de la
cooperacin para el desarrollo en Espaa. Ofrezco mi reflexin en torno a uno de los temas
mxima actualidad como es la gestin de la ayuda hacia los resultados y valoro los informes
de evaluacin que han sido publicados por la cooperacin espaola desde su administracin
central.
El captulo sptimo es el eplogo que trata de recoger las principales conclusiones que se han
ido ofreciendo al final de cada captulo, ahora de forma ms sistemtica y, si se me permite,
grfica y plstica. En l expreso mis esperanzas y temores ante la eficacia de la ayuda en su
lucha contra la pobreza. Me resisto a colocarme entre los pesimistas u optimistas. Prefiero ser
realista esperanzado. La investigacin ofrece verdades a menudo incmodas para los
tomadores de decisin. Polticos e investigadores no tienen los mismos incentivos ni mtodos.
Es importante que no permanezcan en mundos estancos ni autosuficientes. Mi sesgo, claro, es
INTRODUCCIN IX
investigador dada mi profesin. Pero el punto de unin debe ser el inters compartido por
hacer de la pobreza extrema algo histrico. La moral cvica y quiz con mayor nfasis la
religiosa, debe hacernos conscientes de que la pobreza extrema ofende la dignidad intrnseca
del ser humano, sea pensado como ciudadano o como persona.
He pretendido escribir un libro de nivel intermedio. Es decir, un libro que aporte algo nuevo
y vaya ms all de la simple difusin del conocimiento que puede encontrarse ya en la
literatura divulgativa sobre el tema. Pero no yendo a la exigencia de lenguaje y pruebas que
demandan, por ejemplo, los artculos en revistas especializadas. Esto tiene ventajas y riesgos.
La ventaja es que puede llegar a un pblico ms amplio. Quisiera que el sensibilizado no se
perdiera en un los tecnicismos ni abandonara la lectura en sus partes ms complejas. Y
quisiera que el formado encontrar nuevos argumentos o reforzara algunos ya conocidos,
disculpando la falta de rigor, detalle y matiz que en otros medios de publicacin puede
encontrar. Este es el principal inconveniente. Que la eleccin de lenguaje ms familiar y
comn traicione el conocimiento de lo complejo y lo convierta en un saber ordinario que no
refleja la realidad. Espero que tanto los que a veces se pierdan como los que encuentren lo
dicho demasiado vulgar, puedan perdonarme y sacar ambos- algn provecho.
El libro quiere invitar al compromiso cognitivo y a la accin evaluadora. Cuanto ms
aprendamos sobre lo que tiene xito y lo que fracas en la laucha contra la pobreza, cuanta
ms honestidad intelectual y volitiva tengamos los profesionales de la cooperacin para el
desarrollo, ms aprenderemos y menos pobreza deber existir. Los pobres, precisamente por
su necesidad y condicin injusta, merecen la mxima calidad de nuestro trabajo. A ellos, y a
mi familia, est dedicado este esfuerzo.
CAP. 1 LA POBREZA 1
CAPTULO 1. LA POBREZA. CONCEPTO, PROBLEMAS PARA SU
CONTABILIDAD Y EVOLUCIN RECIENTE.
1. LAS MEDICIONES DE LA POBREZA.
La ayuda al desarrollo reduce la pobreza? He aqu una de las preguntas ms atractivas
de la economa del desarrollo, pero de ms difcil respuesta. Probablemente porque los
trminos de la pregunta son inconmensurables. Y premisas inconmensurables suelen
generar debates extensos sin solucin. Desde luego, lo que aqu se defender no ser
una respuesta clara y distinta que dira Descartes, sino que, para avanzar en la verdad
de la respuesta, probablemente hay que descender de los niveles agregados y emprico-
economtricos que han prevalecido desde finales de los 90, hasta las evaluaciones de
impacto de intervenciones concretas, bajo mltiples diseos. La respuesta a si la ayuda
al desarrollo reduce la pobreza, depende obviamente- de lo que se entienda por
pobreza y de cmo se mida, as como del tipo de ayuda que estemos considerando. En
este estudio slo nos centramos en la medicin y concepto de pobreza. Aunque quiz de
una forma ms lgica, lo primero sera definir la pobreza y luego expresar cmo se
mide, voy a optar por el enfoque contrario, pues la descripcin de los supuestos que se
adoptan en las distintas medidas de pobreza, ya prepara la idea bsica de que el
concepto de pobreza no es algo cerrado y acotado, universalmente acordado, sino que
depende entre otras cosas- de las posibilidades que tenemos de medirla y del mtodo
que utilicemos para determinar cul es la diferencia esencial que permita decir quin es
pobre y quin no.
Para conceptuar la pobreza podemos distinguir:
- Si usamos indicador de NBI o lnea de pobreza;
- Si la estimamos en trminos absolutos (pobreza extrema) o relativos;
- Si la estimamos bajo hogares o por individuos;
- Si usamos encuestas a hogares (o individuos), contabilidad nacional o ambas;
- Si la apreciamos por ingresos o por consumo (gastos).
1.1 NBIs o Lneas de pobreza?
Un primer acercamiento a la pobreza lo podemos realizar utilizando los ndices de
Necesidades Bsicas Insatisfechas (NBIs). Son indicadores del nmero de hogares que
no tienen ciertos activos (vivienda) o acceso a ciertos servicios (educacin, agua
CAP. 1 LA POBREZA 2
potable, saneamiento o salud). Los problemas a solucionar para aceptar que los NBI
miden de forma adecuada la pobreza son: determinar qu necesidades son las
indispensables, qu variables estn mejor asociadas a cada necesidad, determinar qu
umbral de cada variable es el mnimo aceptable y determinar un mtodo de agregacin
de cada unidad de las distintas variables elegidas. Existe consenso en que las
necesidades bsicas indispensables son: vivienda, educacin y acceso a servicios
bsicos como agua potable y drenaje para eliminacin de excretas, (menor
disponibilidad de datos existe sobre el acceso a atencin primaria de salud: un centro
mdico de caractersticas determinadas que permita una atencin bsica a los
principales problemas de salud de la regin, incluida la atencin materna durante el
embarazo y el parto, por ejemplo). Las bases de datos sobre NBIs suelen estar
disponibles en oficinas pblicas de cada pas. Una ventaja es que es una informacin
bastante detallada (casi siempre a nivel provincial y con frecuencia a nivel municipal) y
grfica (se suele usar para realizar mapas de NBIs). Un inconveniente es que no se
actualizan con frecuencia (en torno a la dcada), ya que la informacin debe recogerse
al nivel de hogares y mediante encuestas. Los hogares que tienen dos o ms necesidades
bsicas insatisfechas se consideran pobres extremos. Otro inconveniente es que son muy
constantes en el corto plazo, mientras que las lneas de pobreza monetaria son ms
sensibles a los cambios en periodos breves de tiempo (por ejemplo, ante una crisis
financiera, la pobreza de ingresos aumentar de forma sensible en un ao, mientras que
las NBI permanecern ms estables). Las NBI y la lnea de pobreza, como se ver a
continuacin, no son medidas excluyentes, sino complementarias y con probable poca
correlacin, no slo en cuanta de hogares sino en su tipo y composicin concreta1.
Las variables asociadas a la necesidad de vivienda son, por ejemplo, los materiales de
construccin (paredes, piso y techo), el grado de hacinamiento (nmero de personas por
dormitorio, donde 3 o ms se considera hacinamiento). Las variables para agua son
calidad qumica de la misma (potable para el consumo humano), fuente de
abastecimiento (en cada hogar o colectivo), distancia media a la fuente, etc. En
educacin se mide el nmero de personas por hogar analfabetos adultos o nios en edad
escolar que no estn matriculados. La subsistencia de un hogar se aproxima a travs del
1 La utilizacin simultnea de ambas aproximaciones a la pobreza se conoce como el mtodo integrado de medicin de la pobreza. La pobreza crnica sera la de hogares bajo lnea de pobreza de ingresos y con una o dos NBI. Si no se tienen NBI pero s pobreza de ingresos, se denomina pobreza reciente o coyuntural. Tener una o dos NBI, pero superar la lnea de pobreza de ingresos, conduce a la pobreza inercial.
CAP. 1 LA POBREZA 3
nivel de estudios del cabeza de familia y nmero de personas que dependen de cada
perceptor de ingreso.
Tabla 1. Necesidades bsicas insatisfechas en Cuzco (Per), 1993.
Informacin de Hogares Total hogares en viviendas particulares con ocupantes presentes 235056
Hogares con necesidades bsicas insatisfechas - Porcentual 74.3
Hogares en viviendas con caractersticas fsicas inadecuadas - Porcentual 12.2
Hogares en viviendas con hacinamiento - Porc. 21.4
Hogares en viviendas sin desage - Porcentual 66.1
Hogares con nios que no asisten a la escuela - Porcentual 9.7
Hogares con alta carga o dependencia econmica - Porcentual 12.3
Hogares con una necesidad bsica insatisfecha - Porcentual 41.7
Hogares con dos necesidades bsicas insatisfechas - Porcentual 21.1
Hogares con tres necesidades bsicas insatisfechas - Porcentual 8.7
Hogares con cuatro necesidades bsicas insatisfechas - Porcentual 2.5
Hogares con cinco necesidades bsicas insatisfechas - Porcentual 0.4
Informacin de Hogares(Urbano) Total hogares en viviendas particulares con ocupantes presentes 108113
Hogares con necesidades bsicas insatisfechas - Porcentual 49.8
Hogares con una necesidad bsica insatisfecha - Porcentual 35.4
Hogares con dos necesidades bsicas insatisfechas - Porcentual 11.1
Hogares con tres necesidades bsicas insatisfechas - Porcentual 2.9
Hogares con cuatro necesidades bsicas insatisfechas - Porcentual 0.4
Hogares con cinco necesidades bsicas insatisfechas - Porcentual 0
Informacin de Hogares(Rural) Total hogares en viviendas particulares con ocupantes presentes 126943
Hogares con necesidades bsicas insatisfechas - Porcentual 95.2
Hogares con una necesidad bsica insatisfecha - Porcentual 47
Hogares con dos necesidades bsicas insatisfechas - Porcentual 29.6
Hogares con tres necesidades bsicas insatisfechas - Porcentual 13.5
Hogares con cuatro necesidades bsicas insatisfechas - Porcentual 4.3
Hogares con cinco necesidades bsicas 0.7
Fuente: Instituto Nacional de Estadstica e Informtica. http://www.inei.gob.pe/web/mapasyplanos.asp
CAP. 1 LA POBREZA 4
Figura 1. NBIs educativas en Paraguay.
Fuente: Sistema de Indicadores Socio-Econmicos y Demogrficos, Secretara Tcnica de Planificacin,
Direccin general de Estadstica, Encuestas y Censos, 1999.
1.2 Pobreza absoluta y pobreza relativa.
La pobreza absoluta es aquella que no permite la subsistencia. En este sentido es
ampliamente aceptado el clculo de la OMS de una ingesta diaria de 2.250 caloras por
adulto. Aqu encontramos una primera limitacin, pues suponemos que las necesidades
diarias de caloras son iguales para varones, mujeres o nios y con independencia del
trabajo que realicen (ms fsico o mental), del clima en el que se viva, de la constitucin
anatmica de cada individuo (su masa corporal), de si vive en un medio rural o urbano2,
etc. Es importante, a la hora de calcular la lnea de pobreza nacional, tener en cuenta las
diferencias de precios de los bienes bsicos segn las diferentes zonas del pas y las
diferencias estacionales (por ejemplo los alimentos son ms caros antes de las cosechas
2 Tpicamente el trabajo agrcola rural exige mayor consumo de caloras, lo que conduce a que la poblacin urbana ms sedentaria- consuma menos caloras a un mismo nivel de ingreso. Esto provoca que la lnea de pobreza (monetaria) urbana sea mayor que la rural. Adems, los precios de los bienes bsicos suelen ser ms altos en la ciudad que en el campo. Pero, si incluimos bienes no alimentarios, puede que vivir en la ciudad exija ingresos mayores que en el mbito rural (por ejemplo, gastos de transporte por desplazamiento), con lo que con la misma renta, una persona puede ser calificada pobre en la ciudad y no en el campo. Todo esto debe conducir al reconocimiento de que la fijacin de lneas de pobreza son, en buena medida, arbitrarias, a pesar del enfoque cientfico dado por la ingesta calrica Lo que es muy importante para posibilitar las comparaciones intertemporales- es no cambiar la metodologa de clculo y slo actualizar los precios de los bienes incluidos para la determinacin de la lnea de pobreza, ya que puede haber intereses polticos en ello, al ser el nmero de pobres una variable para medir el xito o fracaso de algunas polticas, recibir subsidios o acceder a programas sociales. En palabras de Deaton (2006:7)las lneas de pobreza son construcciones tan polticas como cientficas.
CAP. 1 LA POBREZA 5
que despus de ella), es decir, estimar primero los ingresos en trminos nominales y a
precios corrientes, para despus hacer la conversin a trminos reales y precios
constantes (idealmente con IPC especfico de la canasta representativa de los pobres),
cuando se haga la conversin de la lnea de pobreza nacional a una internacional
(idealmente, utilizando paridad de poder de compra de los bienes realmente consumidos
por los pobres). La estimacin del coste necesario para la adquisicin de esta cantidad
de alimentos es lo que condujo al Banco Mundial a fijar la cantidad de 1 dlar de 1985
diario como ingreso mnimo o lnea internacional de pobreza extrema. Esta lnea fue
actualizada a 1,08$ diarios de 1993. Un serio problema con esta agregacin es suponer
que el tipo de cambio en trminos de PPA utilizado es neutral respecto al acceso real de
alimentos por todos los miembros de la familia y a la cultura o valoracin en cada
regin de los distintos bienes elegidos para componer la canasta bsica de referencia
para el clculo de la PPA (Reddi y Pogge 20033). Las PPA son tambin problemticas
ya que los precios de los bienes que la componen no se recogen directamente para todos
los pases, ni para todos los aos (ni los mismos aos), con lo que las interpolaciones y
predicciones estn sometidas a fuertes mrgenes de error4. Esto ha conducido a algunos
crticos a considerar intil el clculo de los pobres en el mundo, reforzando su
argumento en que no hay una instancia internacional encargada de disear las polticas
anti-pobreza para el mundo.
Frente a la pobreza extrema, podemos considerar la pobreza moderada o simplemente
pobreza. Una forma de considerarla es dividir la lnea de pobreza extrema por el
coeficiente de Engel, es decir, la fraccin de ingreso familiar que se destina al gasto en
alimentos sobre el gasto total. Se supone que segn crece el ingreso monetario de las
familias, menor es el coeficiente de Engel.
Un primer indicador de pobreza lo tenemos entonces al calcular la incidencia de la
pobreza. Esta ser la cantidad absoluta de pobres extremos (o moderados) en hogares o
individuos-, o bien su proporcin sobre el total de la poblacin de un pas (Headcount,
3 Si la composicin de esa canasta debe ser siempre la misma o debe variar con el tiempo es una cuestin discutida. La primera opcin es defendida por Ravallion (1998 y 2004) y Deaton (2006), mientras que la segunda, por ejemplo por Thorbecke (2004). La primera permite comparaciones intertemporales ms rigurosas. La segunda se ajusta ms a la especificidad del consumo segn vara la renta per capita de los pases o cambia la importancia del consumo de ciertos bienes y servicios. Por ejemplo el transporte pblico puede ser esencial para los pobres que vivan en una ciudad, mientras que no existan o se autosatisfagan en el mbito rural. Es una muestra del trade-off entre consistencia y especificidad de indicadores. 4 En el Anexo 1 se ofrece una sntesis de cmo se elaboran las PPA.
CAP. 1 LA POBREZA 6
en ingls). Las base de datos ms extensa que proporcionan esta informacin es la del
Banco Mundial conocida como PovcalNet5.
Tabla 2. Indicadores de pobreza absoluta por regiones. 2004.
Lnea de pobreza
(Poverty line)
% poblacin (Headcount)
Brecha de pobreza
(Poverty gap)
Severidad de la pobreza (Squared
poverty gap)Este de Asia y Pacfico 32.74 9.05 1.93 0.65Europa y Asia Central 32.74 0.95 0.22 0.10Amrica Latina y el Caribe 32.74 8.64 2.99 1.51Oriente Medio y Norte de frica 32.74 1.47 0.26 0.09Sur de Asia 32.74 30.84 6.96 2.25frica Sub-Sahariana 32.74 41.09 17.47 9.91Fuente: Banco Mundial. PovcalNet. La lnea de pobreza de 32.74$ es mensual (el equivalente a 1,08$
diarios)
Por pobreza relativa se entiende aquella que, siendo suficiente para la supervivencia
fsica, somete a la persona dentro del contexto social en el que vive, a unas privaciones
importantes en trminos de consumo bsico. Establece de forma directa una relacin
entre pobreza y desigualdad interna del ingreso en un pas. Por ejemplo, en los pases
ricos existe pobreza relativa que se estima mediante la proporcin (y el nmero
absoluto) de personas que obtienen menos del 60% de la mediana de ingreso del pas6.
Tener menos del 60% de ese ingreso es considerado el umbral de la pobreza relativa.
Para reducir la pobreza relativa en un pas es necesario que aumente el ingreso medio de
los ms pobres. Por tanto, no todo incremento del PIB per capita se traduce
automticamente en reduccin de la pobreza relativa. El incremento del PIB por
habitante, con reduccin de la desigualdad, a favor de los ms pobres, s reducir la
pobreza relativa. En este sentido es til distinguir la desigualdad de ingresos (en media)
de su polarizacin (distancia entre el ingreso mnimo y el mximo).
En Espaa la ONG Caritas y la Fundacin FOESSA realizan de forma peridica un
informe sobre la pobreza utilizando el indicador de tener ingresos por debajo del 50%
de la renta media disponible neta (RDN). En 2005 estimaron 2,2 millones de hogares en
5 http://iresearch.worldbank.org/PovcalNet/jsp/index.jsp 6 La mediana es el valor que deja al conjunto de la distribucin de ingresos dividida en dos mitades exactas (50% a cada lado de la mediana).
CAP. 1 LA POBREZA 7
esa situacin, en los que vivan 8,5 millones de personas (el 44% con menos de 25
aos). El informe establece cuatro estratos de pobreza: 1) Pobreza extrema para los niveles inferiores al 15% de la RDN 2) Pobreza grave entre el 15-25%
3) Pobreza moderada entre 25-35% de la RDN
4) Precariedad social, entre 35-50%
A los niveles 1 y 2 los denomin pobreza severa y a los niveles 3 y 4 pobreza relativa.
El Instituto Nacional de Estadstica realiza anualmente desde 2004 la Encuesta sobre las
Condiciones de Vida (ECV), que da lugar a los Estudios Descriptivos sobre la Pobreza
en Espaa. Sobre el umbral del 60% de la mediana de ingreso, establecido en 6.278,7
por adulto y ao para 2004, estim en 19,9% de la poblacin la pobreza relativa
espaola (19,8% en 2005, con un 18,6% en hombres y 20,9% en mujeres)7. Por edad,
29,4% de las personas de 65 aos o ms son el colectivo pobre ms numeroso, seguido
de los menores de 16 aos (24,2%).
Grfico 1. Pobreza relativa en Espaa. 2006. Porcentajes de poblacin bajo el umbral de
pobreza de ingreso monetario.
0 5 10 15 20 25 30 35
menores 16 aos
16-24 aos
25-49 aos
50-64 aos
65 y ms aos
Conjunto poblacional
Ambos sexos Varones Mujeres
Fuente: INE. ECV 2006.
7 Para 2006, la tasa de pobreza relativa sigui situada en el 19,9% de la poblacin, con una distribucin del 21,2% de mujeres y 18,5% de hombres. El ingreso relativo de pobreza se situ en 6.860 anuales para el hogar de un adulto.
CAP. 1 LA POBREZA 8
1.3 Pobreza basada en individuos o en hogares?
La pobreza estimada al nivel de individuos es ms exacta en cuanto a la fiabilidad de la
fuente, ya que en la encuesta slo se reflejan las respuestas de cada entrevistado,
mientras que la estimacin por hogares supone que todos los miembros de la familia
disponen del mismo ingreso (o consumen) per capita, lo que deja fuera consideraciones
importantes como el diferente acceso a los alimentos segn el sexo o la edad de cada
miembro de la familia. El ajuste de consumo por edad se realiza mediante el clculo del
tamao de hogar por adulto equivalente (mayores de 18 aos, computan como
adultos, mientras que personas entre 16-18 aos ponderan como 0,8 adulto; entre 10-15
aos, ponderan al 0,5 de adulto; menores entre 5-9 aos una ponderacin de 0,3; y hasta
los 4 aos, un 0,2)8. Para el anlisis de la seguridad alimentaria estas consideraciones
son fundamentales (vase A.K. Sen 1981). La pobreza estimada por hogares es menor
que la estimada por individuos, ya que los hogares de los pobres suelen ser los ms
numerosos.
1.4 Encuestas o Contabilidad Nacional? Urbana o rural?
La pobreza estimada por hogares es resultado de un cmputo de informacin primaria.
Las deficiencias se encuentran en que no todos los hogares responden o sus inquilinos
se encuentran en el momento en que los encuestadores acuden. Adems, los hogares de
rentas ms altas suelen ser reacios a confesar la totalidad de sus ingresos y tienden a
subvalorar la respuesta. Es importante analizar los cuestionarios de los hogares no
respondidos y fijar bien su procedencia geogrfica, sobre todo cuando se trabaja bajo
muestras aleatorias. Otro problema es el uso de formatos de cuestionarios diferentes en
cada pas, as como la distinta periodicidad con que se hacen las encuestas, dado su alto
coste. Tambin las zonas ms alejadas o de menor seguridad por su conflictividad,
suelen quedar subrepresentadas9.
Hay pases donde las encuestas de hogares slo se realizan en las zonas urbanas y no en
las rurales. La extrapolacin de los datos obtenidos en encuestas urbanas al mbito es
problemtico ya que en las zonas rurales los precios de los bienes y servicios no
comercializables son ms baratos, hay mayor autoconsumo de alimentos y no se gasta
8 En las Encuestas de Condiciones de Vida que realiza el INE en Espaa, se utiliza otra ponderacin: peso 1 para el primer adulto, 0,5 para el resto de adultos y 0,3 para los menores de 14 aos. 9 Para la profundizacin de las encuestas de hogares, vase A. Deaton (1997).
CAP. 1 LA POBREZA 9
tanto en transporte como en la ciudad. Es decir, el coste de vida urbano es mayor que el
rural. Las estimaciones de Chen y Ravallion (2007) revelan unas lneas de pobreza
urbana un 30% ms altas que las rurales. Tenerlo en cuenta supone incrementar el
porcentaje pobres con menos de un dlar al da de ingreso en un 2,3%, que representa
100 millones ms de pobres! entre 1993-2002. Sin embargo, la inmensa mayora de los
pobres absolutos viven en zonas rurales. En 2002 y segn los mismos autores, el
24,55% de los pobres era urbano un total de 291,4 millones de personas- frente 890
millones de habitantes rurales con ingresos por debajo de un dlar diario. Estas
diferencias se producen en todas las regiones del mundo, a pesar de que en 2007 la
poblacin mundial habitando en ciudades super a la urbana por primera vez en la
historia. Entre 1993-2002, hubo un incremento de casi 50 millones de pobres urbanos
frente a una cada de 148 millones de pobres rurales (Chen y Ravallion 2007:13)10. En
suma, aunque los pobres habitan sobre todo en las zonas rurales (la nica excepcin es
Amrica Latina), las reducciones de pobreza se estn debiendo a la cada de la pobreza
rural, mientras aumenta la urbana (del 19% en 1993 al 25% de los pobres en 2002).
Cuando no se dispone de encuestas de hogares para estimar la pobreza, una alternativa
es utilizar la informacin contenida en la contabilidad nacional (CN). Una ventaja que
tiene el uso de datos procedentes de la contabilidad nacional frente a las encuestas, es
que la normativa para su elaboracin es comn a los pases ya que se rige por el sistema
contable de Naciones Unidas de 1993. Adems su periodicidad es anual. Pero el
principal problema es que el consumo privado se estima como variable residual, tras
calcular la produccin de bienes fsicos, de servicios y la depreciacin fsica del capital.
Aunque autores como Deaton (2006) recomiendan no mezclar este tipo de fuentes,
trabajos recientes como el de Bhalla (2002 y 2003) o Sala-i-Martin (2006) lo han hecho
y no han sido los primeros. La cuestin esencial es cmo equilibrar el trade-off entre la
informacin disponible para ms pases que aporta la C.N., con su menor rigor o
calidad frente a las encuestas de hogares.
El estudio comparativo de Szkely et al. (2000) para 17 pases de Amrica Latina,
detect que las mayores diferencias en los niveles de pobreza aparecen por las
diferentes metodologas que se usen a la hora de tratar los datos de la encuesta de
10 Resultados similares se producen bajo la lnea de pobreza de dos dlares diarios. La pobreza urbana aument 1993-2002 en 65 millones de personas mientras que la rural disminuy en 116 millones. Una extensin a las diferencias evolutivas de la pobreza urbana y rural se encuentra en Ravallion, Chen y Sangraula (2007).
CAP. 1 LA POBREZA 10
hogares y de contrastarlos con los de la CN. Las principales diferencias metodolgicas
en cuanto al tratamiento de los datos procedentes de la encuesta son:
- si se aplican escalas de equivalencias sobre el consumo de adultos o no;
- si se aplican economas de escala en el consumo o no;
- el tratamiento dado a los datos perdidos y los ceros;
- si se realizan ajustes para el sub-reporte o sobre-reporte de las contestaciones
(por ejemplo, rentas debidas al autoempleo informal, rentas agrcolas tenidas en
cuenta o no, valoracin del autoconsumo, respuestas deliberadamente errneas a
la baja por parte de los ricos o de los pobres si creen que obtendrn un beneficio
de ello como participar en un programa social o recibir ms subsidios, la
diversificacin del valor de los activos en cartera de los ricos, etc.)
Los autores del trabajo utilizan 4 metodologas diferentes de ajuste, que junto a otras
variantes, les permiten obtener hasta 90 medidas diferentes de la pobreza. Las
cuestiones metodolgicas no seran tan importantes si los resultados fueran
convergentes, pero las diferencias en el nmero de pobres en los 17 pases considerados
van desde el 12,7% de la poblacin hasta el 65,8%. Es decir, la pobreza puede estar
entre los 61 y 315 millones de personas. Diferencias de 255 millones de personas son
tan amplias que la recomendacin de avanzar hacia un consenso internacional de
medicin de la pobreza se hace urgente. Ejemplos de las diferencias mtricas
encontradas por los autores, sobre la pobreza en todos los pases y en Per, se muestran
en la Tablas 3 y 4.
Tabla 3. Indicadores de pobreza en 17 pases de Amrica Latina bajo diferentes
supuestos.
17 pases Amrica Latina y Caribe % poblacin pobre
N de pobres (redondeo, en
millones)
Rango de diferencia (%)
Diferencia del N de pobres
(redondeo en millones)
Mejor estimacin (encuesta nacional) 50,7 243
Escala de equivalencia de adultos y economas de escala
31,4 - 50,7 150 243 19,3 92
Tratamiento de datos perdidos y ceros
50,8 52,3 240 - 253 2,8 13
Ajuste y contraste 20,7 65,8 99 - 315 45,1 216
CAP. 1 LA POBREZA 11
con la CN Definicin de lnea de pobreza 22,8 56,8 109 - 272 34,0 163
Mtodo para la comparacin internacional
12,7 (PIBpc PPP 1987) 58,2 61 - 279 45,5 218
Todas las combinaciones 12,7 65,8 61 - 315 53,1 254
Fuente: Szkely et al. (2000)
Tabla 4. Indicadores de pobreza en Per.
PER % poblacin pobre N de pobres (redondeo, en
millones)
Rango de diferencia (%)
Diferencia del N de pobres
(redondeo en millones)
Mejor estimacin (encuesta nacional)
43,3 (renta) 50,5 (consumo)
10,19 11,88 7,2 1,69
Escala de equivalencia de adultos y economas de escala
19,5 43,3 4,58 10,19 23,8 5,6
Tratamiento de datos perdidos y ceros
43,3 43,4 10,19 10,21 0,02 0,0047
Ajuste y contraste con la CN 13,2 61,4 3,1 14,4 48,2 11,34
Definicin de lnea de pobreza 20,3 83,5 4,7 19,6 63,2 14,8
Mtodo para la comparacin internacional
17,8 (PIBpcPPP 1987) 91,0
(WDI) 4,1 21,4 73,2 17,2
Todas las combinaciones 13,2 91,0 3,1 21,4 77,8 18,3
Fuente: Szkely et al. (2000) y clculos propios.
1.5 Pobreza de ingresos o de consumo?
Los problemas de origen son los mismos que en el punto anterior. Los ingresos se
estiman en encuesta de hogares. Lo difcil es la estimacin de todos los ingresos
(incluidos los no monetarios) y la diferente disponibilidad de los mismos a lo largo del
tiempo (por ejemplo en las zonas agrcolas se dispone de ingreso lquido despus de la
cosecha, pero es difcil conservarlo o tenerlo hasta la poca de siembra). Las encuestas
deben asegurar representatividad de los hogares (aleatorias), estratificando por
componente urbano/rural (el ingreso urbano suele mayor que el rural) y asegurando que
estn representadas las zonas alejadas o de difcil acceso geogrfico. El consumo es una
variable ms estable en el tiempo. Si se estima en encuestas, la calidad de la
informacin depende de la estimacin revelada y aqu el tiempo es importante. La
CAP. 1 LA POBREZA 12
exactitud del consumo reportado disminuye a medida que pasa ms el tiempo (el
consumo de la semana pasada tiende a ser siempre mayor que el realizado hace un mes,
por ejemplo) sobre todo en el intervalo de poblacin de menor consumo (los pobres).
Menores cantidades de consumo informadas, supondrn mayores niveles de pobreza.
Para reflejar la importancia del detalle que tiene utilizar el mismo periodo de reporte
en las encuestas, Deaton (2003b) estima en un 30% ms de gasto en consumo de
comida si se pregunta sobre los ltimos 7 das en vez de sobre el ltimo mes y en un
18% los gastos totales. Estas diferencias suponen reducir la pobreza de India a la
mitad!. Como se pudo observar en la Tabla 4, el estudio comparativo de Szkely et al.
(2000) reporta un nivel de pobreza para Per del 43,3% de la poblacin si se utiliza la
renta frente a un 50,5% utilizando el consumo. La diferencia de 7,2 puntos porcentuales
suponen 1,7 millones de personas que son consideradas pobres o no.
En resumen, y siguiendo a Deaton (2003a), lo deseable sera poder disponer de buenas
encuestas mundiales sobre un mismo concepto (ingreso o consumo), los mismos aos,
cuya cobertura geogrfica est bien delimitada (rural, urbana o nacional), bajo
cuestionarios homogneos (nmero de tems, periodo de recogida de la informacin,
estacionalidad y modo de seleccin de los hogares) y destacando siempre cuntos y
cules rechazaron contestar la encuesta para explicitar despus qu tratamiento
estadstico se dio a stos datos perdidos.
1.6 Profundidad y severidad de la pobreza.
Adems de la incidencia de la pobreza puede ser til conocer la profundidad o brecha
de pobreza (poverty gap). Esta es la diferencia entre el ingreso de cada hogar (o
individuo) y la lnea de pobreza, dividida entre la lnea de pobreza. Su frmula de
clculo es
donde z es la lnea de pobreza; n, la poblacin total; q, el nmero de personas cuyos
ingresos estn por debajo de la lnea de pobreza; yi el ingreso del isimo hogar. Conocer
la brecha de pobreza es til ya que da una idea del esfuerzo necesario para superar la
lnea de pobreza ponderando la distancia de cada pobre hacia ella. Por ejemplo, esto
permitira descubrir una redistribucin de un gobierno perverso que quitara ingresos a
los ms alejados de la lnea de pobreza para drselo a los ms cercanos y as lograr una
reduccin neta de la incidencia de pobreza.
CAP. 1 LA POBREZA 13
Otra utilidad de la brecha de pobreza reside en que proporciona la contribucin media
que cada hogar de la sociedad debera hacer para que dicha redistribucin elevara todos
los ingresos hasta la lnea de pobreza. Por ejemplo, una brecha de pobreza de 0,15
quiere decir que si cada persona de ese pas hiciera una contribucin equivalente al 15%
del valor de la lnea de pobreza (y contramos con estrategias de focalizacin de los
pobres perfecta) la pobreza de ese pas quedara erradicada. Si se desagrega la brecha
por grupos de poblacin o sectores especficos, obtendramos la contribucin que cada
grupo o sector debera hacer al bien comn para eliminar la pobreza. En un pas con
informacin perfecta (si supiramos exactamente quines son los pobres, dnde estn y
cul es su ingreso), el coste total de erradicar la pobreza sera la suma de todas las
brechas de pobreza.
Frente a la ventaja de la brecha de pobreza de conocer la distancia de los ingresos de los
pobres hasta la lnea de pobreza (nacional o internacional), presenta la desventaja de no
ser sensible a las diferencias de ingresos entre los ya pobres.
Para salvar esta limitacin, se cuenta con otro indicador que es la severidad de la
pobreza tambin conocida como el ndice de Foster, Greer y Thorbecke (FGT)11. Su
frmula de clculo es elevar al cuadrado la brecha de pobreza (squared poverty gap).
De esta forma se otorga mayor ponderacin a las brechas de los ms pobres de entre los
pobres. Cuanto ms disminuya la severidad de la pobreza, ms fcil es reducirla (ms
poblacin superar el umbral marcado por la lnea de pobreza). Cuando los ingresos de
los ms pobres se reducen an ms, el indicador FGT experimenta un marcado
incremento.
Uno de los mayores atractivos en el uso del ndice FGT es que su estimacin incorpora
en alguna forma toda la familia de ndices de pobreza que hemos revisado en esta
seccin.
A partir de su formulacin ms general, distintos valores de (parmetro predefinido) generan los tres indicadores aqu desarrollados:
cuando = 0 tenemos H, la incidencia de la pobreza. cuando = 1 tenemos BP, la brecha de pobreza. 11 Vase FOSTER, J.; J. GREER & E. THORBECKE (1984).
CAP. 1 LA POBREZA 14
cuando = 2 tenemos el ndice FGT, o severidad de la pobreza.
Otra ventaja en el uso de este indicador es que se trata de un ndice desagregable por
adicin. Es decir que es posible calcular la incidencia de la pobreza en cada una de las
regiones, sectores o grupos de poblacin y estimar su contribucin a la pobreza total.
Este procedimiento es muy til porque facilita la comparacin entre regionessectores
o grupos socioeconmicos.
El FGT es, adems, el nico ndice de los mencionados que satisface las propiedades de
monotonicidad (si todo lo dems permanece constante, una transferencia de renta de una
persona que se encuentre bajo el umbral de pobreza a otra menos pobre, aumentar la
pobreza) y de transferencia (una transferencia regresiva entre dos pobres debe ser
importante si se reducen por igual las dos rentas iniciales de esas personas)12.
12 Vase Foster (1984) o Ray (2002:280-81).
CAP. 1 LA POBREZA 15
Grfico 2. Profundidad y severidad de la pobreza.
0
20
40
60
80
100
120
0
2
4
6
8
10
12
Mientras en la primera figura podemos apreciar la profundidad de la pobreza, en la segunda observamos la distribucin de los mismos valores elevados al cuadrado. Ahora las personas ms pobres estn sobrerepresentadas expresando la severidad de la pobreza. El esfuerzo que tienen que hacer para alcanzar la lnea de pobreza supongamos 10 y 100 respectivamente, es mayor en el segundo grfico.
1.7 Otros indicadores de pobreza.
Por ltimo, otro indicador para apreciar la pobreza de un pas y hacer comparaciones
entre pases y a lo largo del tiempo es el ndice de Pobreza Humana (IPH) que elabora
desde 1998 el PNUD, en su versin IPH-1 para los pases en desarrollo e IPH-2 para los
pases desarrollados. Este ndice ya no se centra en la pobreza monetaria (como falta de
ingresos) o en la falta de acceso a servicios bsicos (como el NBI), sino en unas
condiciones mnimas de subsistencia. Para los pases en desarrollo, el ndice combina
los siguientes factores: i) porcentaje de personas con una esperanza de vida menor a 40
aos (P1); ii) tasa de analfabetismo de adultos (P2); iii) porcentaje de personas sin acceso
a agua potable, servicios de salud y menores de cinco aos con peso insuficiente para su
edad, cada una ponderada 1/3, (P3). Es decir, la pobreza es no poder vivir una vida
larga, no saber leer, ni escribir, ni tener acceso a los servicios bsicos que garantizan la
supervivencia.
IPH-1 = [1/3 (P13+P23+P33)]1/3
Para los pases desarrollados, el ndice se estima por i) porcentaje de personas que
superan los 60 aos de esperanza de vida (P1); ii) tasa de analfabetismo funcional (P2);
iii) porcentaje de poblacin bajo la lnea de pobreza (P3) y iv) personas que permanecen
en paro de larga duracin (ms de un ao), (P4).
IPH-2 = [1/4 (P13+P23+P33+P43)]1/3
CAP. 1 LA POBREZA 16
1.8 Vulnerabilidad.
Otro concepto relacionado con la pobreza es la vulnerabilidad. Puede definirse como la
probabilidad de caer bajo la lnea de pobreza en un momento del tiempo. Es sugerente
pues a menudo los pobres no estn bajo dicha lnea todo el tiempo (hablndose entonces
de pobreza transitoria). Por ejemplo, Thorbecke (2004) cita estudios en Pakistn donde
slo el 3% de los pobres lo fue a lo largo de cinco aos, o en el sur de la India, donde en
un estudio de 9 aos, slo el 22% fue pobre todo el tiempo, mientras que el 90% lo fue
al menos un ao. La alta persistencia bajo la pobreza puede calificarse de pobreza
crnica.
La vulnerabilidad trata de tener en cuenta no slo las carencias de las persona sino los
riesgos inherentes a vivir en esa situacin. Elbers & Gunning (2003) realizaron un
estudio en Zimbabwe en el que detectaron que los pobres crnicos mantenan un
subconsumo en respuesta a los riesgos futuros de empeoramiento de su condicin. La
disposicin de alimentos o de ingresos monetarios durante la estacionalidad agrcola
puede hacer que un hogar est sobre o bajo la lnea de pobreza con cierta frecuencia.
2. LA EVOLUCIN RECIENTE DE LA POBREZA EN EL MUNDO.
La tabla 3 resume las diferencias que se obtienen segn diferentes metodologas de
estimacin de la pobreza. La diferencia esencial es que el Banco Mundial slo utiliza
como fuente las encuestas de hogares, mientras que los otros dos autores han
completado la informacin de las encuestas con la Contabilidad Nacional.
Tabla 3. Resultados de diferentes estimaciones de la evolucin de la pobreza mundial.
ESTIMACIONES DE POBREZA ABSOLUTA BANCO MUNDIAL 1970 1998 Disminucin 1998/1970
1. Millones de personas con menos de 1$/da 2. Porcentaje de poblacin total 3. Millones de personas con menos de 2$/da 4. Porcentaje de poblacin total
1.400 40% 2.200 60%
1.199 24% 2.800 51%
-201 millones -16 puntos
+600 -9 puntos
SALA I MARTN 1. Con menos de 1$/da 2. Porcentaje 3. Con menos de 2$/da 4. Porcentaje
554 20%
1.323,8 44%
352 6%
973,7 18,5%
-201 millones -14 puntos
-35,1 millones -25,5 puntos
BHALLA 1. Con menos de 1$/da 2. Porcentaje 3. Con menos de 2$/da 4. Porcentaje
1.262 46,4% 1.631 60%
647 13,1% 1.147 23,3%
-615 millones -33,3 puntos
-484 millones -36,8 puntos
ESTIMACIONES DE POBREZA RELATIVA Poblacin viviendo con 1/3 del consumo nacional medio
1987 1998 1998-1987
CHEN Y RAVALLION 36,3% 32,1% -4,2 p.p.
CAP. 1 LA POBREZA 17
SALA I MARTN 22,1% 16% -6,1 p.p. Fuentes: BANCO MUNDIAL (2002), BHALLA, S. (2002), CHEN, S. y RAVALLION, M. (2000), SALA-I-MARTIN, X. (2002a,b).
Como los diferentes pases no realizan las encuestas de hogares en un mismo ao, deben
producirse ajustes y el periodo temporal del anlisis es importante. La tabla 3 ha
mostrado las diferencias entre 1970 y 1998, pero considerando la informacin de cada
pas ms cercana a esos dos aos. La informacin disponible de las encuestas puede
disponerse en forma de un panel de datos que trate de unir la mayor amplitud de pases
con los que se cuenta con encuesta de hogares a su evolucin como serie temporal. Es lo
que ha realizado el Banco Mundial en su base de datos conocida como PovcalNet a
partir de los ajustes realizados por Chen y Ravallion (2001). La ventaja de este panel de
datos es que es metodolgicamente homogneo y comparable sobre la base de 560
encuestas de 100 pases en desarrollo que representan el 93% de la poblacin de los
pases en desarrollo. Sus datos ofrecen una evolucin de la pobreza absoluta como la del
grfico 4.
0
10
20
30
40
50
60
70
1981 1984 1987 1990 1993 1996 1999 2002 2004
Hea
dcou
nt 1
$/da
y
East Asia and Pacific Europe and Central Asia Latin America and the Caribbean Middle East and North Africa South Asia Sub-Saharan Africa
Grfico 4. Evolucin de la pobreza por regiones, segn el Banco Mundial. Fuente: Banco Mundial: PovcalNet.
Los datos para el grfico se ofrecen en la Tabla 4, en la que hemos aadido los clculos
de las diferencias de pobreza extrema en cada regin por dcadas y para el total del
periodo.
CAP. 1 LA POBREZA 18
Tabla 4. Diferencias en la pobreza entre 1981 y 2004 por regiones.
% poblacin con menos de 1$/da 1981 1984 1987 1990 1993 1996 1999 2002 2004
Este de Asia y Pacfico 57,73 39,01 28,24 29,84 25,23 16,14 15,40 12,33 9,05Europa y Asia Central 0,70 0,52 0,36 0,47 3,61 4,22 3,60 1,28 0,95Amrica Latina y el Caribe 10,77 13,06 12,09 10,19 8,42 8,89 9,62 9,08 8,64Oriente Medio y Norte de frica 5,08 3,82 3,11 2,33 2,12 2,23 2,08 1,69 1,47
Sur de Asia 49,57 45,39 45,11 43,05 36,86 36,06 35,04 33,44 30,84frica Sub-Sahariana 42,24 46,20 47,39 46,77 45,52 47,82 45,94 42,63 41,09
Progresos temporales 1981-90 1990-
99 1999-
04 1981-
04 1996-
04 1981-2004 en millones de
personas Este de Asia y Pacfico -27,89 -42,33 -6,35 -48,68 -7,09 -627,27 Europa y Asia Central -0,23 2,90 -2,65 0,25 -3,27 +1,42 Amrica Latina y el Caribe -0,58 -1,15 -0,98 -2,13 -0,25 +7,67 Oriente Medio y Norte de frica -2,75 -3,00 -0,61 -3,61 -0,76 -4,41
Sur de Asia -6,52 -14,53 -4,20 -18,73 -5,22 -8,98 frica Sub-Sahariana 4,53 3,70 -4,85 -1,15 -6,73 -130,77 Fuente: Elaboracin y clculos propios a partir de Banco Mundial: PovcalNet y Chen y Ravallion (2007).
Sin duda el hecho ms destacable es la fuerte reduccin de la pobreza en el Este de Asia
y el Pacfico. Dentro de esta regin, se encuentra la espectacular reduccin de la
pobreza en China. Segn Chen y Ravallion (2007), en 1981, el 63,76% de la poblacin
china se encontraba bajo la lnea de pobreza extrema. Tres aos ms tarde ese
porcentaje era del 41,02%, lo que representa una disminucin de 208,39 millones de
personas en el trienio. Tras un ligero aumento entre 1987-1990, la pobreza en China ha
venido disminuyendo de forma constante hasta situarse en 2004 en el 9,9% de su
poblacin. En otras palabras, China ha pasado de tener 633 millones de pobres en 1981
a 128 millones en 2004. Una reduccin de 505 millones de personas que han
abandonado la pobreza extrema. Las restricciones chinas a la natalidad contribuyen de
alguna manera a este xito. El dinamismo chino explica que la regin del Este Asia y
Pacfico sea la que ms reduccin de pobreza experimenta: el 48,6% en el total del
periodo, siendo la dcada de los aos 90 en la que se obtuvo el mejor desempeo y
donde se sigue reduciendo ms pobreza tras el inicio del siglo XXI.
La segunda regin con mayor tasa de reduccin de la pobreza es el Sur de Asia con una
disminucin de 18,73 puntos porcentuales, casi 9 millones de personas. Como muestran
Chen y Ravallion (2007), ha sido la India es el pas que ha liderado este progreso con
una reduccin constante en todos los aos desde el 51,75% de su poblacin en pobreza
CAP. 1 LA POBREZA 19
extrema de 1981 al 34,33% en 2004. En nmero de personas representa un descenso de
6,95 millones.
En Oriente Medio y el Norte de frica ha habido una reduccin porcentual del 3,6& y
2,1% respectivamente entre 1981 y 2004. Fijndonos en la evolucin del nmero de
personas, observamos que mientras en Oriente Medio y Norte de frica hubo un
descenso absoluto de 4,4 millones de pobres, en Amrica Latina ha habido un
incremento 7,6 millones de personas pobres. Esta comparacin sirve de llamada de
atencin sobre la asimetra de resultados entre medir la pobreza en porcentaje de
poblacin y en volumen de personas. Mientras que el xito es ms claro en los
porcentajes, se hace menos evidente en el volumen de personas ya que en dos regiones
(Amrica Latina y Europa y Asia Central) encontramos ms pobres en 2004 que en
1981.
Es en Europa y Asia Central en la que encontramos una recorrido de ida y vuelta de la
pobreza. Si en los aos ochenta hubo un descenso de la pobreza del 0,23%, la
desmembracin del bloque sovitico y aparicin de nuevos estados independientes,
junto a la transicin hacia una economa de mercado en los noventa, trajo consigo un
aumento del 2,9% de poblacin bajo el umbral de pobreza. En 1996 se alcanz el
mximo porcentaje de pobreza en la regin (4,42%) pero desde ese ao, y hasta 2004,
ha habido una evolucin favorable del indicador con un descenso del 3,27%.
La evolucin de frica Subsahariana es la ms dispar con tres trienios de aumento en el
porcentaje de poblacin bajo el umbral de pobreza y cinco de disminucin. En conjunto,
tanto la dcada de los ochenta como de los noventa el porcentaje de pobres
subsaharianos aument (4,5 y 3,7% respectivamente). La esperanza es que desde 1996
el porcentaje ha venido disminuyendo con un desempeo hasta 2004 del -6,7% (casi un
1% anual). El balance de los 19 aos del periodo que consideramos es de un descenso
del 1,15% que, sin embargo, representan ms de 130 millones de personas que han
superado la pobreza extrema.
Si consideramos la suma de todas las regiones, la evolucin mundial en el porcentaje de
personas con ingreso menor a un dlar diario ha pasado del 40,14% en 1981 a 18,09%
en 2004 (Chen y Ravallion 2007). En nmero de pobres la reduccin es desde 1.470,2
millones de personas a 969,4. Esta reduccin de 500,8 millones de personas queda
prcticamente explicada por el progreso de China (-505,3 millones) y sobre todo por el
dividendo del trienio 1981-1984 en el que China redujo su pobreza en 200,72 millones
de personas, gracias fundamentalmente a las reformas agrcolas y la posibilidad dada a
CAP. 1 LA POBREZA 20
los campesinos de quedarse con el fruto de sus cosechas, una vez aportadas las cuotas
obligatorias para mantener con alimentos baratos y suficientes a la poblacin que viva
en las ciudades. Lo malo de esta noticia es que este extraordinario dividendo no parece
que pueda volver a darse, como documenta el trabajo de Ravallion y Chen (2007).
Basndose en las series temporales construidas los autores del Banco Mundial estiman
que la tendencia habida en la reduccin del porcentaje de personas con ingresos
menores a 1 dlar al da entre 1981-2004 (0,8% anual) es mayor que la necesaria para
alcanzar el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir la pobreza extrema a la
mitad de la que haba en 1990 (ya que la tasa tendencial necesaria es de 0,6%). Pero esta
buena noticia hay que matizarla en varios aspectos. En primer lugar, aunque la
tendencia representa una reduccin anual de 17 millones de personas que abandonan la
pobreza extrema, an quedarn unos 800 millones de personas en esa dramtica
situacin. En segundo lugar, las personas que superan el umbral del dlar diario, tienden
a quedarse entre uno y dos dlares de ingreso. Los progresos habidos en el grupo de
pobres con menos de 2 dlares diarios no son tan positivos como los de un dlar. Es
ms, el nmero de pobres con ingresos menores a dos dlares ha crecido hasta 1999.
Desde ese ao ha ido descendiendo pero en 2004, los 2.547,9 millones de personas bajo
dos dlares todava superaban a los registrados en 1987 (2.496,1 millones) y 1981
(2.452,5 millones). La proyeccin de la misma tendencia habida entre 1981-2004 para
el ao 2015 se sita en trono los 2.800 millones de personas en pobreza absoluta no
extrema, 2.000 de ellos dentro del intervalo entre 1 y 2 dlares diarios de ingreso.
En estas mediciones juega un papel protagonista China. Las tasas de crecimiento
exponencial anual para tres intervalos de ingreso durante el periodo 1981-2004, con y
sin China se ofrecen en la Tabla 5.
Tabla 5. Tasas de crecimiento anual entre 1981-2004. Menos de 1$ diario Entre 1-2 $ diarios Ms de 2$ diarios
Todo el mundo -1,4% 1,9% 3,5%
Excluyendo China 0,1% 2,4% 2,5%
Fuente: Chen y Ravallion (2007). La tasa es fruto de la regresin del logaritmo de la poblacin en cada intervalo sobre el tiempo, es decir la tasa exponencial anual.
La tabla informa de que si se excluye a China, el resto del mundo apenas ha conseguido
un efecto significativo en cuanto a reducir los pobres con menos de un dlar diario.
Adems, la mayora los que consiguen salir del ingreso de un dlar se sitan en el
siguiente umbral, entre uno y dos dlares, con ms notoriedad si excluimos el caso
CAP. 1 LA POBREZA 21
chino. Prescindir de China para analizar la tendencia de personas que superan la lnea de
pobreza de los dos dlares supone disminuir dicha tendencia en un punto porcentual.
Este anlisis nos permite concluir la alta sensibilidad de la pobreza al nivel de la lnea
de pobreza establecido y la importancia del caso chino a la hora de juzgar la evolucin
de la pobreza en el mundo.
Otro de los esfuerzos ms notables por apreciar de forma rigurosa la evolucin de la
pobreza en el mundo desde 1970 hasta 2000 ha sido el de Sala-i-Martin (2006). En su
estudio aparecen diferencias en las cifras utilizadas por Chen y Ravallion, pero debe
advertirse que este autor utiliza una metodologa diferente a la que ha servido de
comentario hasta ahora. La diferencia fundamental, adems del periodo acotado13, es
que Sala-i-Martin completa la informacin obtenida por las encuestas de hogares con la
contabilidad nacional y que pondera las cifras de cada pas por su poblacin respectiva.
De esta forma construye una distribucin mundial de la poblacin como si slo existiera
un nico pas. Otra diferencia es que ha utilizado el tipo de cambio en PPA derivado de
la base de datos Penn World Tables y en dlares constantes de 1996 en vez de los tipos
de cambio PPA del Banco Mundial y dlares constantes de 1993 como han hecho Chen
y Ravallion (2007), luego las diferencias que van a parecer en los niveles de pobreza ya
estn, en parte, justificadas por estas diferencias que hacen que los datos no sean
totalmente homogneos y, por tanto, estrictamente comparables. Esto no invalida un
resultado convergente en la disminucin de la pobreza en las ltimas dcadas.
Sus principales resultados se ofrecen en la Tabla 6 y Grficos 5 y 6.
Tabla 6. Variacin de la pobreza de ingreso mundial, considerando varias lneas de pobreza.
Lneas de pobreza % poblacin mundial Millones de personas
Lnea diaria Lnea anual 1970 2000 descenso 1970 2000 Descenso
1$ da 495$ de 1996 15.4 5.7 -9.7 534 322 -212
1,5$ da 570$ de 1996 20.2 7 -13.1 700 398 -301
2$ da 730$ de 1996 29.6 10.6 -19 1.028 600 -428
3$ da 1.140$ de 1996 46.6 21.1 -25.4 1.617 1.197 -419
Fuente: Sala-i-Martin (2006)
13 Frente a 1970-2000 que utiliza Sala-i-Martin, recordemos que el de Chen y Ravallion ha sido 1981-2004.
CAP. 1 LA POBREZA 22
Grfico 5. Evolucin longitudinal de varias lneas de pobreza.
Fuente: Sala-i-Martin (2006) Grfico 6. Evolucin de la pobreza por regiones.
Fuente: Sala-i-Martin (2006)
Por su inters, y para justificar las diferencias con los datos del Banco Mundial, la
metodologa utilizada por Sala-i-Martin se sintetiza a continuacin14.
Lo primero que debe notarse es que la intencin del autor es medir la pobreza y la
desigualdad entre individuos en todo el mundo (no la pobreza ni desigualdad dentro de
cada pas o entre pases). Para ello, debe ponderar el PIB real per capita de cada pas, 14 Sala-I-Martin recoge en su pgina web que -aceptando los supuestos por l utilizados- el investigador jefe del Banco Mundial, Martin Ravallion, ha mostrado su acuerdo con los resultados de su trabajo.
CAP. 1 LA POBREZA 23
por la poblacin que vive en ese territorio, de forma que ordena a todos los individuos
del mundo como si pertenecieran a un solo pas.
El autor toma como punto de partida el PIB real per capita estimado en PPA de la base
de datos conocida como Penn World Tables (PWT)15. Esto le proporciona datos anuales
entre 1970 y 2000 para 138 pases. Pero la realidad no es que todos los ciudadanos de
esos pases tienen efectivamente esa renta media, sino que existe desigualdad. Para
tenerla en cuenta, incorpora, como segundo paso, la dispersin de los ingresos medios
por persona que le proporcionan las encuestas -a hogares o individuos-, de Deiniger y
Squire (1996) y el World Income Inequality Database de la Universidad de Naciones
Unidas, World Institute for Development Economics Research (WIDER)16. Como no se
dispone de encuestas para todos los aos (ni el mismo ao) para todos los pases, se
encuentra en las siguientes cuatro situaciones posibles para cada pas:
a) Pases que tienen PIB per capita real anual y encuestas en varios aos (slo
Estados Unidos tiene encuesta anual); en esta situacin hay 81 pases que
acumulan el 84% de la poblacin mundial.
b) Pases con PIB per capita real anual y slo una encuesta entre 1970-2000; en
esta situacin hay 29 pases que representan el 5% de la poblacin mundial.
c) Pases con PIB per capita real anual y sin ninguna encuesta; en esta situacin
existen 28 pases que representan el 4% de la poblacin mundial.
d) Pases sin datos de PIB per capita, que suman el 7% restante de la poblacin
mundial.
Sala-i-Martin tiene en cuenta que hasta 1990 exista la URSS como un solo pas que
despus ha dado lugar a 14 nuevos pases de los que se dispone de PIB real anual.
Adems, la Repblica Democrtica del Congo carece de datos para el periodo 1997-
2000. Para solucionar esta carencia, calcula por extrapolacin bajo media mvil de los
ltimos cinco aos, el PIB per capita del Congo para el periodo 1997-2000. Como
fueron aos de conflictos blicos y mal desempeo econmico, los resultados son de
una escalofriante baja de renta per capita desde los 1.000$ de 1970 a 230 en 2000. Esta
extrapolacin implica que puede existir cierta sobreestimacin de la pobreza mundial en
sus clculos.
Sobre esta base de datos, y utilizando un mtodo no paramtrico que incorpora ciertos
supuestos, obtiene curvas de distribucin de ingresos para 138 pases con 100 puntos de 15 Vase HESTON, A.; R. SUMMERS & B. ATEN (2006).16 http://www.wider.unu.edu/wiid/wiid.htm
CAP. 1 LA POBREZA 24
observacin. A continuacin realiza una integracin de la distribucin de la renta
mundial para el periodo 1970-2000, obteniendo as una funcin de densidad mundial
que representa la hipottica distribucin de la renta de todos los ciudadanos del mundo.
Sobre esa distribucin, debe elegir un ao base para la conversin a dlares constantes,
que en su caso es 1996 (recordemos que el ao base del Banco Mundial de lnea de
pobreza de 1,08 dlares es 1993, pero la diferencia es pequea). Construyendo una
funcin acumulativa de distribucin normalizada, decide trabajar con 4 lneas de
pobreza, como queda reflejado en la tabla. En todas ellas, la pobreza experimenta una
disminucin en 2000 respecto a 1970, y en todas las dcadas (a excepcin de la dcada
de los 90 si no se excluye Zaire de la muestra). El grfico 7 muestra esta evolucin.
Grfico 7. Funcin de Distribucin Acumulativa de la Renta Mundial, por dcadas.
Fuente: Sala-i-Martin (2006).
CAP. 1 LA POBREZA 25
3. LA MULTIDIMENSIONALIDAD DE LA POBREZA.
Hasta aqu nos hemos referido slo a una dimensin de la pobreza: la renta o el
consumo, en trminos monetarios. Pero desde el inicio del presente milenio contamos
con algunos estudios que lo que acentan es precisamente la multidimensionalidad de la
pobreza17. Y uno de los rasgos que ms pueden sorprender es que la econmica no es
probablemente la principal queja de los pobres cuando son preguntados por los sntomas
que padecen por ser pobres. Junto a la falta de activos econmicos (tierra, empleo,
ingresos para afrontar el consumo vital), las directrices del CAD (2002) sealan la falta
de necesidades bsicas cubiertas (educacin, sanitarias, saneamiento, ropa, vivienda,
alimento y agua potable), la pobreza en su dimensin socio-cultural o el conjunto de
discriminaciones en derechos y oportunidades por ser mujer o indgena, el poder
expresarse en la propia lengua, celebrar sus costumbres y ritos, el abandono sufrido por
los ancianos y los nios y nias... toda esa dimensin a la que elocuentemente se refera
Adam Smith cuando deca que ser pobre es sentir vergenza de aparecer en pblico (por
la forma de vestir, la falta de dominio de una lengua que no es la nativa, ser analfabeto,
etc.). Otra dimensin sobresaliente de la pobreza es la poltica. En las obras
mencionadas abundan los testimonios de personas pobres que se quejan de la
discriminacin poltica que sufren y que bien pueden resumirse en la incapacidad para
influir y participar de forma directa en las decisiones que afectan directamente a sus
vidas. La falta de sufragio universal en muchos pases o por el contrario el voto
obligatorio bajo penas de multa o retirada de derechos-; la falta de representacin
popular en comits y organismos directivos sean empresariales, sindicales o cvicos; la
falta de instancias seguras e independientes donde poder reclamar abusos o sobornos;
toda la violencia ejercida sobre los pobres por los poderes pblicos (polica, ejrcito,
paramilitares, funcionarios que extorsionan e inculcan derechos civiles bsicos...). No
hay duda de que la pobreza tiene una dimensin poltica y que hay polticas que
permiten y refuerzan la existencia de la pobreza.
Por ltimo, la dimensin de falta de seguridad y alta vulnerabilidad de los pobres, tanto
a catstrofes humanitarias por guerra, persecucin poltica, refugiados y desplazados,
17 Vanse CAD (2002), NARAYAN, D. (2000),. NARAYAN, D. et al. (2002), NARAYAN, D. y
PETESCH, P. (eds.) (2002).
CAP. 1 LA POBREZA 26
como por catstrofes naturales donde las peores consecuencias de los terremotos,
inundaciones, incendios, huracanes o tsunamis las sufren siempre los pobres.
La figura 1 sintetiza de forma grfica estas cinco dimensiones, aadiendo los tres
enfoques horizontales o transversales que deben incorporarse a una estrategia completa
de reduccin de la pobreza.
Figura 1. Las dimensiones de la pobreza.
Dos estudios recientes anti-cuali-tativa de la
3.1 Dnde estn y qu necesitan los ms pobres?
profundizan en las caractersticas
a las personas que tienen
menos de un dlar al da en tres grupos: los pobres subyacentes ya que poseen un
VULNERABILIDAD, INSEGURIDAD
ECONMICA
NECESIDADES BSICAS
SOCIOCULTURAL
POLTICA GNERO MEDIO AMBIENTE INSTITUCIONES
han profundizado en la dimensin cu
pobreza con una caracterizacin que resulta de gran inters y que sintetizamos a
continuacin.
En el estudio de Ahmed et al. (2007), los autores
sociales y geogrficas de las personas que disponen de menos de un dlar al da como
ingreso y lo hacen en tres fases. Primero dividen el grupo de personas con esos pocos
ingresos en tres grupos, tanto de renta como de consumo de caloras por da. Despus,
caracterizan cualitativamente al colectivo de los ms pobres entre los pobres, para
terminar ofreciendo cinco campos en los que debera centrarse la lucha contra la
pobreza. El contenido esencial de cada fase es el siguiente.
En primer lugar, respecto al ingreso monetario, clasifican
CAP. 1 LA POBREZA 27
intervalo de ingreso de entre (1-0,75) dlares diarios; los pobres medios con ingresos
entre (0,75-0,5) dlares diarios; y los ultra pobres acotados entre (0,5-0) dlares de
ingreso diario18. Los autores estiman en 162 millones de personas todos los ultra pobres
del mundo. Si los concentrramos en un solo pas, ese sera el sptimo pas ms
habitado del planeta. Geogrficamente, ms de las partes de este grupo viven en
frica Subsahariana, nica regin en la que son ms numerosos los ultra pobres que las
otras dos categoras. Desde 1990 a 2004 se han producido progresos en la reduccin de
la pobreza en Asia de Este (en las tres categoras) y en Asia del Sur (disminuyendo el
nmero de pobres medios y ultra pero aumentando los subyacentes). En frica, en
cambio, ha aumentado en las tres categoras. Esto conduce a los autores a cuestionar un
terico efecto lineal entre crecimiento econmico y reduccin de la pobreza. El
crecimiento no parece ser eficaz para sacar de la trampa de la pobreza los ultra pobres.
Aplicando una misma tasa de crecimiento econmico a las tres categoras de pobres
monetarios, la reduccin en el nmero de ultra pobres debera haber sido del 3,6%,
mientras que en realidad ha sido del 1,4%, menos de la mitad de lo esperado. De nuevo
se detectan diferencias regionales. Mientras que en Asia del este el crecimiento ha
reducido la pobreza en todos sus tramos, en frica Subsahariana, el crecimiento
econmico ha sido claramente incapaz de reducir el nmero de los ultra pobres.
En segundo lugar, los autores estudian las caractersticas y evolucin del hambre. De
nuevo es frica Subsahariana la que experimenta peores resultados en indicadores
como la mortalidad infantil y el peso insuficiente en los menores de cinco aos. En esta
regin es donde se comprueba mayor correlacin entre pobreza y desnutricin. El Sur
de Asia es la regin donde contina habiendo mayor prevalencia de desnutricin
infantil. Los investigadores crean tres intervalos para estudiar la profundidad de la
desnutricin. Hambre subyacente es aquella comprendida en una ingesta diaria de
entre las 2.200-1.800 caloras. Hambre media es la comprendida entre las 1.800-1.600
caloras. Y ultra hambrientos son las personas con un consumo diario inferior a las
1.600 caloras, con alto riesgo de muerte por inanicin. En Asia y Amrica Latina
existen tantos ultra hambrientos como de las otras dos categoras, pero los ms
hambrientos predominan en frica, llegando a porcentajes tan escandalosos como el
60% de la poblacin en Burundi.
18 Ms precisamente los intervalos de los tres grupos son [1,08-0,81), [0,81-0,54) y [0,54-0] dlares diarios considerados en Paridad de Poder de Compra de 1993, que es la utilizada por el Banco Mundial.
CAP. 1 LA POBREZA 28
En tercer lugar,