Post on 24-Mar-2020
úlemostrar) un OctaYio paz astringente,autocomplaciente que se halla a un gradode alcanzar la incorporeidad. Uno se niegaa aceptar a Octavio Paz seccionado de lavida y de la historia. Flaco servicio se lehace a Paz pintándolo como un humanistasuperdotado, místico aéreo alejado de todacontingencia. Magis insiste, por ejemplo, enque "la poesía social ('revolucionaria' si sequiere) de Octavio Paz se hizo expresión deun compromiso con la realidad total delhombre antes que una mera forma de militancia política" (p. 15) Y hace a un ladola crisis española para refugiarse dos párrafos después en la inanité sonare de la"visión poética" y la "metáfora trascendente". paz no es tan hermético y esto parecería afán de hermetizarlo en el otro sentido.¿Cómo si no entender el que se insista hastaen que paz "excluye del todo lo puramenteanecdótico del poema", como si las anécdotas pudieran diluirse en la pureza de laexpresión? Así, el Paz que se insinúa en lasegunda parte del trabajo "Estación violenta" resulta mucho menos improbable que elPaz ser humano inscrito en la historia,ignorado totalmente para evitar biografismos tergiversadores que empañarían otroprincipio del formalismo: el texto viveautónomamente de su productor, y quequizá hubiera resultado mejor. Mas cómoevitar caer en eso si en el planteamiento delos objetivos Magis advierte que "las circunstancias históricas (estructura sociocultural, 'ideología' y hechos que los explicano ponen en crisis) no son 'determinantes'de la creación literaria"? Bueno, o todo onada. Pero el paz que se le mtra por elcedazo del método a Magis, ideológicamente, es una especie de Aquamán pomposo y acrítico que se mueve con inmaculadasoltura en un océano bastante sucio. Porejemplo: Magis acepta que Paz sufre "laexistencia ingrata del hombre dividido" pero que eso no es tan serio porque "Paz semantiene de pie gracias a la terca confianzaen otra forma de ser y en otra manera derealizarse" (p. 217) que es la del "desterrado"; los poemas que se dan bajo la formade la interrogante (que en Paz no sonpocos) "equivalen casi siempre a una prop u e s t a cuando no a una afirmación" (p. 222); hasta el insomnio deja de serdesgarramiento y confusión para convertirseen "un estado propicio para las más profundas revelaciones" (p. 227). Sostiene incluso esta tesis: Paz "alcanza la plena realización de su propio yo y por añadidura se lerevela un nosotros esencialmente inclusivo:
35
Libros
el yo sólo llega a ser en la comunión conlos otros, quienes a su vez se realizangracias a este yo que ha podido hacerse"(p. 232). Así Paz usurpa (el Paz de Magis)- "los otros se realizan gracias a este yo"cámara- las funciones dispendiosas y amalgamadoras que hasta hoy creíamos propiasdel gran Og Mandino. Si, por ejemplo, Paz,cuidadoso -sobre todo en un país como elnuestro donde la crítica sie_mpre se vigilapara no herir susceptibilidades o para conseguir canonjías- duda, DUDA, y consideraque la facilidad expresiva entraña el peligrode no decir nada ("Mutra") Magis dice queno, que terminará "por realizarse plenamente: 'inventa' su palabra y descubre el camino para llegar a la poesía" (p. 243) que,lejos de ser el lugar propiciatorio de lacrisis, adquiere las virtudes curativas delbálsamo bengué. Pero si hasta "tiene laelegancia (Paz) de no recurrir a las imágenes irreverentes por gusto de escandalizar,influencia muy superfical del 'satanismo' deBaudelaire y de algunos de sus discípulosen la que se quedaron ciertos poetas conun pie en el Posromanticismo y otro en elModernismo" (p.I48) como Leopoldo Lugones, lo que a sus ojos (de Magis) reivindica a Paz y borra, al tiempo, de un plumazolas preocupaciones de necios como Huxleyo Pierre Ernmanuel que sí le dieron seriedad al asunto (como Paz mismo en Loshijos del Limo).
Tanta pretendida pureza y sofisticación(parecería que a Paz, según esto, jamás lopicó abeja dorada alguna del jardín dePetronio, como decía Darío de Theo Hannon) abotaga e irrita. Otra vez: o todo onada. Valéry mismo dijo alguna vez que
hasta el espíritu es un "animal con instintos". De haber querido nada más una descripción estilística de la poesía de Pazhubiera sido importante y significativo, como lo son las dos secciones dedicadas alasunto. Pero en el libro hay otros elementos en juego. La descripción que, haceaños, hiciera Pacheco de "Piedra de sol",Phillips, repito, en su capítulo "El modomítico" o lean Franco en "El espacio",son buenos ejemplos de lo que se puedehacer con una poesía tan gratificante comola de Paz. Cuando Magis basa su crítica enlo que se puede hacer con el texto esbuena; cuando, con o sin intención, hablade él desde afuera es malo. Ya lo dijoBlocher hace años: sólo el intelecto puede(y debe, agregaría yo) contribuir a desbancar la estéril antinomia entre arte y vida.
Guillermo Sheridan* Carlos H. Magis. La poesia hermética de
Octavia Paz. El Colegio de México. Serie "Estudios de Lingüística y literatura" núm. VII. México,1978.
Declaro sin escrúpuloEL PROLOGO
Declaro sin escrúpulo, volumen que reúnelas narraciones de siete nuevos escritoresmexicanos tiene un panegírico, a manera deprólogo, escrito por Pedro Orgambide,quien también inaugura aquí una nuevaesquematización de la literatura mexicanacuando apunta que estos jóvenes "superandia:lécticamente viejas alternativas: literatura
regional/ urbana; realista/ fantástica/ estética/ política/". Orgambide exclama que estos escritores tienen un carácter "revulsivorenovador" y anota que en ellos se puedenencontrar "formas tradicionales y otras depenúltima moda" como puntuaciones y estilos de los narradores de la década pasada,para agregar que a diferencia de los escritores de la llamada corriente de "la onda",los nuevos, es decir, los que participan eneste volúmen, utilizan el inglés porque tienen un "sentimiento descolonizado". O sea:para Orgambide, aquellos fueron unos muchachos alienados que nunca se dieroncuenta de la terrible opresión colonial aque estaban sometidos y de la cual se hanliberado, pluma en ristre, quienes aportaroncolaboraciones para Declaro sin escrúpulo.y el lector termina, exhausto, preguntándose si será tan fácil señalar -como- "colonizados" y por lo tanto despolitizados ydesconcientizados, a escritores como JuanTovar, al José Agustín que tiró un rolloarchipolitizado y lúcido en el prólogo a lasobras completas de José Revueltas, o a unRené Avilés Fabila cuya obra se puedecriticar por todo menos porque carezca de"un sentimiento descolonizado". ¿No seráque Orgambide está confundiendo a esosautores con los personajes que crearon? Lacosa está como para pensarse más seriamente.
EL CONTENIDO
Ignacio Betancourt que con De cómo Guadalupe bajó a la montaña y todo lo demásganó el premio ,nacional de cuento, colabora aquí con cuatro narraciones que siguenel mismo estilo de aquéllas y en las queconfIrma las habilidades que tiene paraconvertir en literatura sus divertimentos cotidianos. Pero Betancourt hace todas susnarraciones graciosas porque así evita losproblemas específIcamente literarios que leplantean las anécdotas. Si su trabajo tuvieraun poco más de rigor, ahora estaríamoshablando del escritor más agradable y complet\> de cuantos pululan por ahí, en vistade la elogiable actitud lúdica que tiene antesu trabajo. Los cuentos de Betancourt valenmás por 10 que muestran y desmistillcanque por su trabajo literario, pues mezcla lolitúrgico con 10 coloquial de una manera
- muy hábil y así rescata esa onda popularen la que tan bien se mezcla el sentimientoreligioso con el desmadre.
Entrar al volúmen con las narraciones
36
Libros
betancourtianas obliga a pensar que la narrativa actual ha huído de la colonia DelValle y de Narvarte para instalarse en losatrios de las iglesias y en los prejuicios queciertos ámbitos sociales generan en algunasféminas provincianas. Y es que con Betancourt, los estilos narrativos surgidos en lacapital (Agustín & co.) se trasladan alinterior. ¿Culpa del desarrollo, el subdesarrollo, la descentralización cultural, la industrialización, la virgen de Cuadalupe o ladescolonización?
Alberto Enríquez estudia estomatología(what is too?) en San Luis Potosí, yaunque no sabemos qué tiene que ver esocon la escritura, diremos que Enríquezaporta narraciones espontáneas y que además cuenta historias de adolescentes tandivertidos como Archi y Verónica (los cuales aparecen en uno de sus cuentos) y quesiempre están enojados y haciendo pucheros de frustración. Su mejor cuento es eltitulado OK. Estaré tranquilo donde cuentala hi$toria de un cuate medio chiflis yneuras en monólogo interior. A Enríquez lefalta redondear más sus anécdotas, detallardramáticamente a sus personajes y rematarsus historias sin dejarse llevar por el deliriode la máquina de escribir.
Alejandro Carcía es el más chavo detodos los que fueron publicados en estevolumen. Su cuento del monólogo está bieninteresante y es muy efectiva la manera enque maneja la técnica respectiva; en estecuento, Carcía le habla a un esquirol universitario desde una perspectiva de reproche y lo pone pinto con facilidad. Esteescritor enriquece sus narraciones con canciones populares y muestra que para él
escribir es un acto que tiene mucho que vercon el placer: "Te metes debajo de la camajalas por la patita de la "a", trepas encimade ella: es una palabra gorda, escurriendode grasa, rimbombante. La crucillcas en lahoja de papel. Sale un discurso alrededorde tus piernas y sonríes sintiéndote satisfecha". Con sus dos colaboraciones al libro,Carcía demuestra que puede llegar a ser unnarrador original, con un sistema de puntuación y construcción de frases personal.Su trabajo lo presenta como un escritor demuchas posibilidades.
Alberto Huerta es zacatecano y aportatres colaboraciones. La primera se llama DeNuevo: B/ues, que es la habilidosa descripción de uno de esos tiempos muertos notan muertos en donde suceden miles decosas en el interior de los personajes: "Eresuna mentirosa. No, es verdad, lo juro. Lamosca camina por la mejilla llena de pecas.Un día de estos te voy a tatuar mi cara entu estómago, para que me recuerdes siempre, para que no me olvides. El cigarro setermina." Como se ve, la narración deHuerta es de una meticulosidad casi ideática; en ella el tiempo va y viene: el personaje habla de negocios en Africa y cosas así,para darle a la narración un vaivén espacio-temporal muy bien logrado. En El verano casi terminó, (título debido a unacanción de los Doors) Huerta se deja arrastrar por un lenguaje que lo envuelve hastaaniquilar la anécdota y donde, al igual queen Blues, tampoco sucede otro asunto queel transcurso del tiempo, un tiempo que semide con la palabra. En Pacifico Jardín,Huerta cuenta la historia de dos fugados,prófugos, que se encierran para no serdescubiertos y que no logran su libertaddebido a sus propios demonios. En estecuento, Huerta logra conciliar la subjetividad con 10 concreto. Si se conserva en estalínea y abandona las miradas al ombligoque practica en sus otros dos cuentos,pronto surgirá como un narrador sensacional.
Lilia Martínez es la única voz femeninadel grupo y elabora frases que sólo seríacapaz de publicar Jorge Arturo Ojeda:"Que viniera una ola y los tirara después dedecir te amo". Con este tenor, Martínezinicia seis párrafos que juntos intentan aparecer como un cuento, cuando apenas llegan a ser pequeñas y femeninas (tradicionales, sobadas) opiniones acerca de lo que esel amor y la vida: "Que viniera una olarápido, rapidísimo, para destrozarles la ideade que podrían ser compatibles sus sueños,
de que podrían seguir perdiendo el tiempoen filosofar sobre el sentido de la vida". EnEres un muchacho solitario describe, sinabandonar el tono meloso, a un cuate queestá sentado en la banca de un parque y alque termina diciéndole "eres un muchachoque parece que se aleja porque caminalentamente". Lilia Martínez mejora muchísimo cuando, en lugar de regodearse en laplañidera, nos describe un apartamentoapestoso y asfixiante, como los que salíanen los melodramas de los cincuentas.
David Ojeda escribe con una gran madurez de estilo. En sus cuentos trata, abiertamente, sin cortapisa alguna, problemas sociales y políticos muy claros. En Sobra uncadáver y un recuerdo elabora una ferozcrítica al devoramiento -y también el rechazo- que el american way of life hace delos llamados country worker. En el Cumpleaños de Mamá se avienta una severadescripción de una familia típica de la clasemedia. En Ese Pinche Crncífijo, Ojeda narraadmirablemente, compenetrado con el personaje, la angustia de un hombre que seencuentra en situación límite y que recuerda con ansiedad algunos escarceos eróticos;aquí, Ojeda maneja el tiempo magistralmente y evita con habilidad las posibles situaciones melodramáticas. Al contrario deFrankie que es una narración llena de lugares comunes politizados, Club de Leones esun gran cuento; en este, Ojeda lleva lahistoria in crescendo; construye al personaje y hace avanzar la anécdota con manomaestra. Este es un cuento con atmósfera ytextura, sólido, denso, donde Ojeda denuncia la "natural" corrupción militar. Hayalgo que molesta en los cuentos de Ojeda:
Libros
siempre los antecede con epígrafes de escritor aspirante a premio casa de las américasy no resultan acertados casi ninguna vez.Las citas discursivas de Eisenhower o Kennedy, podrían cambiarse por un hermosoespacio blanco que evitaría la demagogia.De cualquier manera, Ojeda es un cuentista"hecho".
César Yáñez es un escritor magnífico.En Declaro sin escrúpulos, le publican trescuentos donde combina lo real con lofantástico (diría Orgambide) de maneramuy convincente. Su cuento del Mago donde narra la historia de un hombre que sedevora a sí mismo y enseguida al público,es una pequeña obra completa y exacta.Los cuentos de Yáñez tien.en la cualidad dela concreción, de la sencillez y, por tanto,de la ausencia de pretensiones poéticas,fllosóficas o de izquierdas, inás bien, Yáñezestá por la literatura en el mejor sentido dela palabra: toma la realidad y la transformahasta lo onírico. El Mago concluye así:"Cuando llegó la policía, el se quitó elsombrero y lo aventó a los pies del coman·dante. Entonces, sin que nadie lo pudierasospechar, del sombrero salió un conejitode color blanco que poco a poco se comiólos pies del comandante y los de sus amigosejecutantes de la justicia". Hay que leerlo.
José Buil
Declaro sin escrúpulo. Volumen colectivo decuentos publicados por la UNAM. Ediciones de laRevista Punto de Partida. 1977. 119 pp.
La creatividad:alteridad o silencio*
Rilke escribió El Testamento en un momen~ ,to de profundo desconsuelo, como ejerciciode análisis interior para sondear las causasde su larga esterilidad -experimentada apartir de 1914. Dicho análisis representabaun intento por adentrase en el estado derecogimiento y reconocimiento de sí que lopodía llevar al inicio de su trabajo creador.Para Rilke, que había encauzado su vidacomo una totalidad dirigida hacia la metaúnica de ese contacto con los "Angeles"que se manifiesta en el surgimiento creativo, la imposibilidad en que se encontródurante casi ocho años de volver a encontrar ese "contacto con las Fuerzas", que lehabía llevado a escribir el principio de· lasElegías, signi.ficaba un cuestionamiento profundo y casi religioso de sus vivencias másíntimas. En ese sentido puede ser el Testamento un texto de gran importancia paraentender, no sólo la génesis de las Elegíasde Duino, sino el mismo fondo espiritualdel poeta.
La lectura de las Elegías es I probablemente una de las menos felices hoy endía. Como lo afirma Romano Guardini, sumensaje necesita ser captado por una atención nacida de una intensa experiencia espiritual. La falta de una concepción espiritualde la vida hace que en una época de valores"objetivos" como la nuestra conozca escasos ejemplos de dicha experiencia.
Es evidente, por otro lado, que en cualquier momento de la historia el arte ha
37