La División Social del Trabajo está basada básicamente en dos vertientes, una

la actividad que genera transformación en el hombre en el aspecto social y

otra en la formación laboral. Esto implica que la economía de un país está

encaminada de acuerdo a la división del trabajo, puesto que de las

necesidades subyacentes del hombre, daría paso a conformar empresas que lo

llevarían al desarrollo profesional y productor, es por ello, que del éxito pudiera

generar empresa o instituciones y dar paso a las divisiones sociales del

trabajo, permitiendo así el desarrollo humano y surgiendo al mismo tiempo

nuevas necesidades de satisfacción general. Cabe señalar que de acuerdo a

estas necesidades comienzan a darse intercambios de bienes producidos, por

lo que la dimensión objetiva pasa a ser subjetiva, es decir, que las personas

perciben siempre y cuando generen beneficios. No obstante el hombre

interpone la organización social entre sus necesidades y su satisfacción, por lo

que es igual, que se viene perdiendo el fundamento humano del trabajo, por la

suplantación del mercado y al mismo tiempo la posibilidad de servicio. La

economía de un país viene dada de acuerdo a todas las divisiones sociales de

trabajos y están enmarcadas en variados sectores siendo los más importantes

la de producción alimenticia, agrícola, transporte, sin menos cavar, otras ramas

y/o sectores, todo esto se ha venido desarrollando gracias a la división social

del hombre que por años ha venido preparándose de acuerdo a las

necesidades que se le han presentado, pasando así, a ser el ente principal

como especialista profesional, social, productivo. Dado a todas estas

particularidades las naciones han desarrollado una economía de mercaderes,

donde la división social del trabajo viene dada bajo las variantes de producción

con desproporcionados y desmedidos avances para las personas o

productores

Miguel Alberto León 24808211