Post on 26-Apr-2020
In memoriam
Razón y pasión de Celso Furtado
Casi al término del año 2004 murió Celso Furtadoen su Brasil natal. Acaso como en monólogo de la memoriasobre la razón, la libertad, los riesgos, la esperanza.Desde entonces, como en póstumo tributo al don desu creatividad, trascendieron nuevos juicios sobre lasclaves de su pensamiento y su obra. A proposito: siun hombre ha merecido justamente el título de forjador de ideas, o más bien hacedor de luces para el cambio, por sus aportes fundamentales a la inteligenciaeconómica y social de América Latina en la segundamitad del siglo XX, no vacilaríamos en reconocer queese hombre fueCelso Furtado. Pensador reconocidoen el mundo por lo que significa la fértil relación desus ideas con la constitucián estructural de la realidad latinoamericana, allí donde las trabas y coartadas del capitalismo tardío, casi siempre traducidas encarencias sociales y trastornos políticos, han inhibido o malogrado tantos frutos de la cultura creativa.
Celso Furtado, lo mismo por su pensamiento quepor sus actuaciones, es reputado un notable economistadel desarrollo. Celebrada es su imagen de pensadorlatinoamericano comprometido con la idea de transformar las relaciones sociales a través de las razones queengrandecen la cultura del cambio. En esto se recono-
5
cen su inteligencia y su desempeño concurriendo naturalmente en sus experimentos y lecciones. Es mencionado entre los forjadores de la moderna teoría del desarrollo, junto con Lewis, Myrdall, Prebisch, RosensteinRodan, Nurkse, Singer, Hirschmann, Dombusch y Galbraith.Sus aportes teóricos rondan principalmente en tornoa la percepción del proceso de subdesarrollo-desarrollode las economías latinoamericanas. Nadie ha esgrimido, hasta ahora, el arbitraje de la teoría económicade modo más lúcido que Furtado para discernir, comoen su Formación económica del Brasil (1962), el proceso histórico de la economía brasileña. En este sentido, columbrando horizontes más Lejos que muchos desus contemporáneos, Furtado asumió La independencia de sus ideas acogiendo las inferencias deL métodohistárico- inductivo.
En su formidable y memorioso repertorio de conocimientos, donde residen lecturas, reflexiones, diagnósticos, testimonios, diálogos con pensadores admirables,transcurren saberes y razones que cruzan diversos ejesdeL pensamiento, sin ataduras a determinismos, en constante oposición al soLiLoquio deL poder, Lejos de lasversátiles rondas de Las ideologias, a mucha distanciade turbulencias y concitaciones. Es en efecto conocidaLa soberanía intelectual de Furtado. Ejerció La críticacon la austeridad de quien distribuye con sentido deponderación Las advertencias y observaciones. Aun así,su pasión inagotable, más exactamente eL fervor conque aLentaba las expectativas de grandeza de su patria inmensa, explica eL vigor y La densidad de sus ideas,sobre todo cuando discernía la viabilidad de realizaciones que abreviaban Los Lastres deL subdesarrollo yLa dependencia en las formaciones sociales de La periferia.
6
En busca de las luces
Brasileño nacido en Pombal, Paraiba (1920), graduado en Derecho en la Universidad de Río de Janeiro(1944) Y doctorado en Economía en la Universidad deParís (1948), Furtado vivió en Europa los momentosdifíciles de la posguerra, estudiando principalmenteEconomía, como también Sociología y Filosofía, no sinla búsqueda de la subvención que le permitiera los medios de conocer grandes centros de la cultura europea.En efecto, dos años después de concluida la SegundaGuerra Mundial, recorrió ciudades de algunos paísesdel viejo continente -Ltalia, Alemania, Francia- y alcabo decidió residenciarse en París para lograr la matrícula universitaria que acreditara su permanencia.Las heridas de la conflagracián mundial no cicatrizabantodavía, por lo que la cuestión de la guerra y la paz,cuando a la sazón se experimentaban las primeras tensiones de la guerra fría, constituían el tema más frecuente del debate cultural y político europeo.
Por sus lecturas de Karl Mannheim, creador dela sociología del conocimiento, creía que una gran empresa de restauración institucional se requería paralograr el objetivo de proteger esa vez la libertad delhombre. La obra de Mannh eim, Libertad y planificación social, influía en la visión de Furtado sobre elpapel social que desempeña la intelligentsia especialmente en aquellos tiempos de crisis y sobre las alternativas que debía elegir la Europa en proceso de reconstrucción. Dos grandes líneas del pensamiento prevalecíanentonces en los círculos intelectuales franceses: el marxismo y el existencialismo. El primero era presentado comodoctrina de los que planteaban transformar al mundoa través del arbitraje dialéctico que sentenciaba res-
7
cindir el poder del hombre sobre el hombre. El segundo,sobre todo en la versión sartreana, servía de inspiración a la juventud que había sufrido tanto las penasde la guerra como la humillación de la deplorable ocupación alemana. No participaba de aquella discusiónla doctrina de una minoría intelectual europea que,alistando su disidencia en la IV Internacional, comenzaba a hacer del marxismo una suerte de gramáticade las ciencias del hombre.
Después, en juicio que no significaba mediaciónen el asunto, Furtado interpretaba algunas reflexiones esgrimidas en la colación de aquellas tendencias,considerando que en un país de vocación racionalistacomo Francia, la filosofía que exaltaba la racionalidad de lo real y la posibilidad de que la razón impregnara la esencia misma del mundo procurando su transformación, implicaba el mensaje optimista que anhelabaparticularmente la juventud francesa de aquel tiempo.Pero, bien porque el discurso racionalista tendiera ala declinación, o más bien porque el marxismo reglamentado se empleara maquinalmente en el embate delos problemas reales, se pensaba al respecto que laprédica marxista parecía desgastar el sentido de suspropias formulaciones originales. Desde esta perspectiva no pocos advertían que el Estado soviético de posguerra asumía la razón de un gran requerimiento, puesno sólo se trataba de consolidar un sistema que arraigara la ideología en el poder, sino también de estipular el comportamiento de la vida social, al puntoque, en evidencia despótica de esa desviación, el discurso marxista ya codificado podía justificar la voluntad de suprimir la política cuando ésta adquiriese unaextensión inusitada, tanto como la pretensión de reab-
8
sorber el poder en lo social y lo económico cuandohubiese necesidad de reconstituirlo.
Ocurrió luego el retorno. Era notable la diferencia entre el Brasil de 1946 y el que encontraba Furtadoa su regreso en 1948. Ahora, en este año, la esperanzade reconstrucción de la economía brasileña parecíacasi desvanecerse. Tanto por la reorientacián que experimentaba la economía internacional en esos años, comopor el retraso de la formación de capital en la estructura productiva, Brasil no reunía las mínimas condiciones indispensables para emprender de inmediato unaeficaz política de desarrollo. Su situación económicaera en cierta forma comparable a la de los países deEuropa occidental asolados por la guerra, aunque lasituación brasileña resultaba más gravosa porque la,capacidad de ahorro del país era menor, como tambiénmenor su capacidad autónoma de crecimiento. A lo cualañadiase que la inflación alcanzaba niveles tan altoscomo en el período bélico, sin que la clase asalariadaobtuviera esa vez resarcimientos contra tal flagelo.
En 1948, a la luz del empobrecimiento de los patrones de consumo y de las 'crecientes tensiones sociales,Furtado observaba la economía de su país prácticamente estancada. En e! ambiente intelectual cundía laincredulidad respecto de cualquier iniciativa que emanara de! gobierno. Asimismo se pensaba que, en el Brasilde esa época, la lógica predominante consistía en lareproducción autoritaria de los mecanismos del poder,por lo que todo parecía confluir para fortalecer el régimen autocrático de Getulio Vargas. El clima político brasileño, con e! enrarecimiento causado por suatmósfera opresiva, era entonces sofocante. Furtadoprecisaba escapar de aquella realidad obstruida, bus-
9
car un espacio llano donde domiciliar el ejercicio librede su pensamiento, "evadir el asedio, ganar un horizonteabierto, aunque tuviera que vagar en busca de una Atlántida perdida ", como parabólicamente confesara en suFantasía organizada. Así, en febrero de 1948, a la edadde veintiocho años, ingresó a la Comisión Económicapara América Latina (CEPAL) en Santiago de Chile,donde fue incorporado a un pequeño grupo de estudios sobre la industria manufacturera latinoamericana, iniciando una carrera como "funcionario internacional" que se prolongaría durante casi nueve años(1948-1957), en uno de los ciclos más fructuosos desu largo itinerario intelectivo.
La experiencia de la CEPAL
Las Naciones Unidas habían creado la CEPAL ainicio de 1948 por un período experimental de tres años,con un mandato temporario al término del cual se decidiría el futuro del organismo. El gobierno estadounidensede Truman, aduciendo de modo poco convincente lainviabilidad de aquel proyecto, se había opuesto a sucreación; mientras los gobiernos de Brasil y Chile, conrazones a contracorriente basadas en el diagnósticoeconómico de la situación regional, se manifestabana favor de su pronto establecimiento. En 1949, RaúlPrebisch, reputado el economista latinoamericano demás relieve internacional en esos años, antes presidente fundador del Banco Central de la República Argentina, se incorporó a la CEPAL como Secretario Ejecutivo.Prebisch comenzó la ruta cepalina a partir de reflexiones sobre el desarrollo que sucesivamente consignara en documentos -El desarrollo económico de la América Latina y algunos de sus principales problemas
10
(1949); El estudio económico de América Latina, 1949(1950), Y Problemas teóricos y prácticos del crecimientoeconómico (1951)- publicados por aquella Comisióncomo programa considerado instrumento básico parala acción, llamado "Manifiesto Latinoamericano" porAlbert Hirschman, donde se destaca la idea del sistemade relaciones internacionales que el propio economistaargentino denominara centro-periferia.
Las implicaciones de este paradigma, discutidasusualmente en la CEPAL como ejercicio de exégesisprogramática, constituyó la fuente medular de la teorización sobre el subdesarrollo y la dependencia de laseconomías latinoamericanas. De modo que la contribución teórica más valiosa ya se incluía en el primerode los documentos mencionados, como análisis no sólosobre la dinámica del sistema centro-periferia, sinotambién sobre los desequilibrios estructurales generados por el nuevo centro principal (Estados Unidos)que en sí mismo conjuntaba "alta productividad conproteccionismo selectivo ". El desarrollo "hacia afuera"operaba como expresión fundamental del sistema centroperiferia que buscaba satisfacer las necesidades de productos primarios de los 'grandes centros industriales,conforme a patrones de una división internacional deltrabajo que asignaba a América Latina, como porciónperiférica del sistema capitalista mundial, la condición especifica de productora de materias primas paralos países del capitalismo tecnocéntrico, De modo quela interrelación entre vínculos funcionales y condiciones estructurales, tal como se planteara en el modeloprimario exportador, determinaba en gran medida lainserción dependiente de los países periféricos en elsistema capitalista global.
11
Furtado, designado luego director de DesarrolloEconómico de la CEPAL, desplegaba una intensa actividad intelectual, tanto en las labores de su propiafunción como en la discusión y el examen de los programas elaborados en el organismo, estimando las exigencias de rigor crítico que debían apuntar el debatesobre la materia contemplada en la agenda institucional. A propósito de esto mismo, en observación a unmarco conceptual no bastante explícito, Furtado podíaadvertir que los textos cepalinos de Prebiscn no contenían propiamente una crítica a la teoría clásica oneoclásica del comercio internacional, aunque su objetoera impugnar el sistema de división internacional deltrabajo que, además de conducir históricamente a laconcentración de la renta en beneficio de los paísescentrales, operaba inexorablemente en el sentido decolocar en dependencia a los países de la periferia.
Un aspecto también relevante de la economía política de Furtado, tan propia de su fructífera experiencia cepalina, concierne a la vindicación teórica quehiciera del Estudio económico de América Latina, 1949,uno de los textos paradigmáticos de la secretaría ejecutiva de la CEPAL, con motivo de una de las conferencias que dictara Jacob Viner, profesor de la Universidad de Princeton, en junio-agosto de 1950, invitado por la Fundación Getulio Vargas a participar dela cruzada de depuración ideológica que se efectuara a la sazón en Río de Janeiro. Esa conferencia, cualrigurosa exposición de ideas ortodoxas, fue dedicadaa conjeturar la falta de fundamento del análisis de Prebischen el mencionado documento. Furtado, como constaen su Fantasía organizada, observó entonces que laexposición de Viner sobre la teoría del comercio internacional era formulada desde una perspectiva teórica pura
12
que remitía a un conjunto de rígidas construccionesen que todo se interpreta deductivamente a partir depremisas ideales, como ignorando el mundo real, comosustituyendo la realidad por cualquier arca vacía.
El eminente economista brasileño admitía que Vinertenía la razón cuando manifestaba que sólo por ignorancia se podía afirmar que la teoría ortodoxa del comerciointernacional era errónea, no sabiendo Yiner que Prebischconsideraba primordialmente los problemas del mundo real, cuando dábase por cierto que el prestigiosoeconomista argentino no se había referido a esa teoríasino a la teoría clásica de manera no puntual. Lo quePrebiscñ objetaba, según exponía Furtado, era el sistema de división internacional del trabajo tal cual existía, lo mismo que la doctrina del libre cambio que implicaba la tesis de que el intercambio exterior conducíaa la igualación internacional de las rentc:-s.
Brasil se convertía esa vez en el centro latinoamericano de los debates sobre la problemática del desarrollo. Los temas de la discusión, que habían sido definidos con la visita de Ragnar Nurkse, profesor de Economía Internacional en la Universidad de Columbia,al año siguiente. La importancia de las disertacionesde Nurkse era de veras estimable, puesto que orientaban sobre todo la atención hacia los problemas delsubdesarrollo. Si tales problemas 1/0 aparecían en laliteratura económica que consultaba Yiner. como imaginaba Furtado de manera alusiva, 1/0 era dificil encontrarlos entre las coordenadas reales de la observación.En este sentido se abría un lluevo espacio al ejerciciode teorización que nuestro economista asumía apartando "las arcas vacías de las teorías puramente deductivas". a fin de abordar la compleja realidad del
13
subdesarrollo desde una perspectiva conceptual desprovista de dogmas ortodoxos.
Furtado, que compartía inquietudes pero no puntosde vista, manifestaba su desacuerdo con el enfoque schumpeteriano acerca de "la ruptura del círculo de equilibrio estático" que retomara Nurkse cuando esta vezexplicaba el "equilibrio del subdesarrollo". Al respectoseñalaba el economista brasileño que "una cosa eraconceptualizar un instrumento de política económica[como lo hacía Rosenstein-Rodan cuando adaptaba laidea de Schumpeter a la clave de su estudio sobre elsubdesarrollo1y otra era explicar el desarrollo histórico ".Asimismo creía que Nurkse, con cierta obstinación queparecía descartar el mensaje de las evidencias empíricas, razonaba como legitimando la premisa de un inveterado estancamiento de los países subdesarrollados,imaginándolos cautivos en la trampa del "círculo viciosode la pobreza ", pero olvidando que estos países, paradecirlo con razones del propio Furtado, habían sidoimpelidos, en un proceso histórico signado por corrientes de intercambio desigual, hacia el sistema de división internacional del trabajo, recibiendo así el empuje que los apartaba de la situación de estancamiento.El texto donde Furtado consignaba sus críticas y objeciones a las ideas de Nurkse, publicado en la RevistaBrasileira de Economia (diciembre J952) Y luego enel número 4 de lnternational Economic Papers, fuedeslastrado de algunos elementos polémicos cuando elautor decidió incluirlo en su libro La economía brasileña (J954).
14
Estructuralismo y subdesarrollo
La necesidad de elaborar una tipología de las estructuras del sistema económico de los países latinoamericanos, en fases diferentes del subdesarrollo regional,contribuyó a que Furtado combinara en sus exégesisel análisis económico y el método histórico. El estudio de problemas económicos comparables, con contextos nacionales diversos y condiciones históricas distintas, lo indujo a asumir sucesivamente la metodologíadel análisis estructural, creyendo que reflexiones pertinentes y adecuadas, en la perspectiva teórica de tales planteamientos, debían instruir la tarea de explorar la particularidad de cada estructura, como patróntipológico que permite sustentar el examen del transcursoeconómico de los países subdesarrollados en la región.En este sentido al cabo se percibe que el subdesarrollo,como expresa Furtado en su Teoría y política del desarrollo económico, es "un proceso histórico autónomo"y no una etapa por la que deben haber transcurridoindefectiblemente las economías que ya lograron unaescala superior de desarrollo. Así es propio decir queel proceso histórico del desarrollo, como también quiereFurtado, es un punto departida hacia la percepciónde los distintos modos que reviste la acumulación decapital como condición ineludible del progreso tecnológico.
Creía este autor que la visión estructuralista delsubdesarrollo-desarrollo no descarta la razón de queel enfoque teórico asumido en los países capitalistascentrales, orientado además hacia la confección de modelos cada vez más adecuados a la estructura industrial de tales países, en el marco institucional propiode la libre empresa, continuara coadyuvando a deter-
15
minar categorías de análisis y relaciones entre elementos de alto valor lemostrativo. En todo caso, a la luzde lo que sugiere en su libro Desarrollo y subdesarrollo,la pertinencia del discernimiento estructuralista estriba en la reflexión original y conducente que dedicaal examen de los problemas típicos del mundo subdesarrollado.
Interponemos en esto la mención de la CEPAL paramemorar, sobre todo en la gran fase creativa de estainstitución (1949-1955), los nombres de Juan NoyolaVásquez, Jorge Ahumada, José Antonio Mayobre, JoséMedina Echavarría y Osear Soberón, compañeros dela "Orden Cepalina de Desarrollo ". como los recordabaamistosamente Furtado, dando cuenta de un grupo deinteligencia y desempeño solidario que, en contribución significativa al pensamiento económico y sociallatinoamericano, laboraban en aquel organismo bajola dirección magistral de Raúl Prebisch. Todos ellosfueron justamente exaltados en no pocos juicios valorativos de Furtado. Uno de ellos, Juan Noyola, economista mexicano que oponía las luces de su sólida formación a algunas desviaciones economicistas de su tiempo, viene al caso en relación a la visión estructuralista que caracterizara al pensamiento del economistabrasileño y de algunos de sus compañeros de la cofradía cepalina.
Raúl Prebisch recusaba en esos años la "visiónsimplista" que daba el monetarismo al fenómeno inflacionario de países latinoamericanos, recalcando la vulnerabilidad externa de las economías con vocación exportadora de productos primarios. En el caso chileno,particularmente, no pocas evidencias confirmaban quela inflación no era causada, ad hoc, por el gasto público
16
excesivo. Aun cuando se lograra disminuir ese gasto,manteniendo el régimen fiscal no conveniente, continuaría la inestabilidad relativa a los efectos del fenómeno inflacionario. En esto radicaba el verdadero sentido de la opinión de Furtado en la discusión cepalina sobre la naturaleza de ese fenómeno: factores estructurales generadores de inflación y políticas fiscales propagadoras de inestabilidad. Las reflexionessobre el proceso inflacionario de países de la regióncontinuarían en lo sucesivo, logrando producir una abundante bibliografía mayormente heterodoxa sobre la materia.
Fue Juan Noyola quien expuso con más exactitudla esencia del enfoque furtadista al respecto, en disertación que realizara en la Escuela Nacional de Economía de la UNAM a comienzo de 1956, con el manejooriginal de los conceptos de presiones inflacionariasbásicas y mecanismos propagadores en el análisis dela inflación. Las primeras consisten en las rigidecesestructurales que caracterizan al aparato productivodel subdesarrollo y traducen la inelasticidad de la ofertareal que opera como detonante de la movilidad ascendente de los precios en el mercado interno; mientraslos segundos, que actúan como difusores de las presiones dimanantes de la estrechez productiva, constituyen la parte perceptible del proceso inflacionario. Deeste discernimiento heterodoxo se desprende que la lucha contra la inflación particularmente en el ámbitodel subdesarrollo remite al tratamiento estructuralistaque instruye la estrategia de transformacián del sistemaproductivo de la periferia.
17
Pensamiento y pasión
En 1957, durante una breve estancia de Furtadoen México, Nicholas Kaldor lo persuadió a realizar estudios posdoctorales en la Universidad de Cambridge,donde por motivaciones académicas elaboró parcialmente el manuscrito de Formación económica del Brasil(1959). En 1958, ya desvinculado de la CEPAL y deregreso a su país, fue nombrado director del BancoNacional de Desarrollo Económico (BNDE), cargo quedesempeñó hasta 1959 y desde donde concibió y propuso la creación de la Superintendencia para el Desarrollo del Nordeste (SUDENE). En 1960,1. Kubitscheck,presidente del Brasil, lo designó para presidir este organismo gubernamental dedicado a promover el desarrolloeconómico del atrasado nordeste brasileño. El trabajo realizado por Furtado en SUDENE -compendiadoen informes divulgados para obtener apoyo a la industrialización de la región, a despecho de algunas limitaciones institucionales y de la resistencia de intereses latifundistas en el Congreso Nacional- fue tan propio y convincente que mereció la tematización alusiva de Albert O. Hirschman en su estudio "Journey TowardsProgress ", tanto como la atención internacional de teóricos y analistas del desarrollo.
En 1962-1963 Furtado fue Ministro de Planificación del gobierno presidido por Joao Goulart, duranteel cual elaboró, entre otras providencias de políticaeconómica, el programa que buscaba conjuntar los esfuerzos de estabilización -reactivación económica, reforma agraria... - planteados pO'r una movilidad inflacionaria cercana al descontrol. En 1964 apareció laedición en portugués. de su libro Dialéctica del subdesarrollo, cual diagnóstico que entonces revelara la
18
crisis del Brasil. donde explica, con el bagaje de laexperiencia luego confirmada por los hechos, la conflictiva especificidad del desarrollo brasileño, no sinexhortar a la unidad de los factores y fuerzas progresistas en contra de una inminente regresión social, económica y política. El golpe de Estado militar de abrilde 1964 desalojó a Goulart del poder y desplazó a Furtadohacia el exilio. Éste, privado de sus derechos políticos, inmediatamente arribó a Chile donde dietó conferencias en el Instituto Latinoamericano de Planeamiento Económico y Social (ILPES) adjunto a la CEPAL,
sobre la visión doctrinal del desarrollo, los factoresestructurales que lo impiden y, particularmente, la experiencia reciente del caso brasileño. Esas disertaciones fueron compiladas en su libro Subdesarrollo y estancamiento en América Latina (1966), donde se consignala explicación de un modelo estructuralista del estancamiento, en términos de unidad teórica referida a laeconomía brasileña con enfoque notablemente histórico y sociológico.
Furtado se dirigió luego a los Estados Unidos dondefue invitado a integrarse en actividades de prestigiosas universidades del país. De 1964 a 1965 actuó enla Universidad de Yale como profesor investigador delCentro de Estudios del Crecimiento Económico. Al término de sus compromisos académicos en esa Universidad, fue designado en 1965 Profesor Asociado en laUniversidad de París y posteriormente Director del Instituto de Altos Estudios en Ciencias Sociales de estamisma. Organizó entonces sus investigaciones en tornoa tres ejes temáticos -el estudio de la economía internacional, el análisis teórico del subdesarrollo y elestudio de la economía latinoamericana- con orientaciones que despertaron gran interés y atención en
19
los cursantes de la propia Universidad. En aquella Facultad le correspondió sustituir a Raymond Barre, profesor especialista en desarrollo económico, considerado uno de los economistas más completos de su generación. En esa experiencia, tan exitosa por su brillante desempeño académico, los editores franceses lesugirieron ampliar el horizonte teórico de su libro Desarrollo y subdesarrollo -antes publicado en francésy en inglés- lo que dio origen a su Teoría y políticadel desarrollo económico, obra que compendia los aspectos más importantes de su enfoque estructural delsubdesarrollo y su contrapartida -la dependencia externa- en lo que denominara el proceso de formacióndel sistema económico mundial.
Posteriormente Furtado fue profesor visitante dela American University de Washington, D. C. en el segundo semestre de 1972, y de la Universidad de Cambridgeen el año lectivo 1973-1974. En este último año fuepublicada la versión en portugués de su libro El desarrollo económico: un mito, donde con énfasis controversial enfrenta su discurso crítico al discurso económico convencional, reconceptualizando las nociones desubdesarrollo y dependencia a la luz de la nueva lectura de sus conexiones fundamentales. Fue en estos años,más exactamente los comprendidos entre 1975 y 1978,cundo Furtado se planteó la búsqueda de alternativasteóricas en la interpretación de la realidad latinoamericana. Eran los tiempos de auge doctrinal de la tesis "monetarista" con el altísono discurso neoliberalque Friedmanesgrimia a propósito de su "libertad deelegir". Algunos ensayos de esos tiempos se compilarían en el libro Prefacio a una nueva economía política (1976, 1978), en el que Furtado inicialmente presenta como índice o prefacio un libro que de veras 110
20
existe como tal, intentando llamar la atención sobrela carencia de una teoría general de las formacionessociales que sirva de punto de partida, como dice, parael examen de los problemas económicos particulares.El libro, elaborado a modo de prefacio de un texto queestaba aún por escribirse, cumple con la promesa delautor en lo relativo a su obra siguiente Creatividady dependencia (1978), la de mayor amplitud teóricaque escribiera en la década de los setenta.
Después de algunos años de menor actividad impuesta por una afección cardiovascular, Furtado retorna al ejercicio de reflexión sobre las novedosas implicaciones del sistema capitalista mundial y publica,en 1998, su obra El capitalismo global, donde advierteque la racionalidad defectuosa del sistema capitalista, al extenderse por todos los horizontes del globosin mecanismos que lo controlen y ajusten, suscitarámayores desequilibrios y desigualdades en el comportamiento económico y social de los países en escala mundial, si no se lograre coyuntar el proceso globalizador a través de la participación de los estados nacionales cuya importancia no podrá abrogarse o disminuirse sin causar enormes catástrofes sociales.
En el empeño creador con que Furtado ejercitóel conocimiento de la ciencia económica, se advierteno sólo un método preciso sino también una pasión.Es la pasión por el engrandecimiento de Brasil lo querevela el vigor de sus ideas, especialmente en obrascomo Dialéctica del desarrollo (1964), escrita cuando sus esperanzas, casi siempre inspiradas en atributoscreativos de la razón, comenzaban a derribarse antela crisis inminente que culminara en el derrocamiento del gobierno de Goulart. Antes la esperanza había
21
sido grande, pero luego el desengaño y la frustraciónresultaron mayores, a juzgar por las revelaciones consignadas en Subdesarrollo y estancamiento en América Latina (1966), libro consistente y pesimista quemás tarde mostró no buenas evidencias, en cuanto aque el ciclo de desarrollo de países latinoamericanosse financió artificiosamente con recursos de endeudamiento externo que tornarían a sus economías en cautivas del capital financiero internacional, arrastrándolas a la crisis de la deuda durante la década perdida. En 1981, Furtado trasunta todavía esperanza alreferirse, en su libro El Brasil después del "milagro",a la turbulencia y los desgobiernos del decenio de lossetenta, y presentar las perspectivas desde donde miraba el destino del Brasil: una que aludía a los desafíos del futuro y otra que esbozaba la estrategia correctiva de los problemas nacionales. El eminente pensador latinoamericano, al término ya de 2004, continuaba simbolizando la historia de una pasión brasileña,soñando los frutos de su pensamiento, pensando consus últimas luces en el país de sus propias inspiraciones.
Héctor Malavé Mata
22