Post on 27-Sep-2015
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Hijos de la Niebla
Paula Quinn
El presente documento tiene como finalidad impulsar la lectura hacia aquellas regiones de habla hispana en las cuales son escasas o nulas las
publicaciones, cabe destacar que dicho documento fue elaborado sin fines de lucro, as que se le agradece a todas las colaboradoras que aportaron su esfuerzo, dedicacin y admiracin para con el libro original para sacar
adelante este proyecto.
Lady_Eithne
ivi04
dahleia pamii1992
Ilka Lililamour
Lady_Eithne dark juliet
Ingrid Luisa
Savina 5hip
Felin28 C_Kary
de correccin
Isgab38
Leluli Ingrishaik
Francatemartu Noebearomero
Vickyra Angeles Rangel
Jery_Miso
Angeles Rangel
Dara
Francatemartu
Davina Montgomery no es una dama inglesa corriente. Para su propia proteccin,
ha sido guardada bajo llave lejos de la sociedad, su verdadera identidad es el secreto
mejor guardado de la Corona. Hasta que una traumtica traicin, y un intenso
rescate, la hacen aterrizar en los brazos de un fiero Highlander, un poderoso
guerrero cuya abrasadora mirada y tentadoras caricias despiertan su cuerpo y su
alma
Como primognito hijo de un poderoso terrateniente escocs, Robert MacGregor no
siente lealtad por el trono ingls, pero no es el tipo de hombre que dejara a una
mujer en peligro, incluso si es inglesa. Promete llevar a Davina a un lugar seguro,
ilesa e intacta. Hasta que un beso robado los deja a ambos ardiendo por el deseo... y
desesperados por ms. Con el secreto de Davina amenazando con destruir su clan,
Rob debe elegir entre todo lo que le es querido y la nica mujer sin la cual no puede
vivir.
A mi madre:
Tu fuerza no conoce lmites
Traducido por ivi04 Corregido por Leluli
n lo alto de la Abada de San Christopher, Davina Montgomery se qued sola
en el campanario, envuelta en el silencio de un mundo que no conoca. La
oscuridad haba cado haca unas horas y por debajo de ella, las hermanas
dorman plcidamente en sus camas, gracias a los hombres que haban sido enviados
aqu para protegerlas. Pero haba poca paz para Davina. El vasto cielo ndigo
llenando su visin estaba lleno de estrellas que parecan estar lo suficientemente
cerca como para tocarlas si hubiera estirado la mano. Qu podra pedir? Su mirada
torturada se desliz hacia el sur, hacia Inglaterra y luego, con un anhelo igualmente
poderoso, hacia las cimas de las montaas iluminadas por la luna del norte.
Qu vida escogera si fuera ella quien tuviera que tomar la decisin? Un mundo
en el que haba sido olvidada, o uno donde nadie la conociera? Ella sonri
tristemente contra el viento que azotaba su tnica de novicia de lana. De qu serva
reflexionar sobre su futuro, cuando ya haba sido decretado? Saba lo que estaba por
venir. No hubo variaciones. Es decir, si viva ms all del prximo ao. Apart la
vista del lugar al que nunca podra ir y de la persona que nunca podra ser.
Oy el sonido de unas suaves pisadas detrs de s, pero no se dio la vuelta. Saba
quin era.
Pobre Edward. Imagino que tu corazn fall en cuanto no me hallaste en mi cama.
Cuando l se qued quieto sinti pena por provocarlo acerca de la seriedad de su
deber. El capitn Edward Asher haba sido enviado aqu para protegerla haca
cuatro aos, despus de que el capitn Geoffries cayera enfermo y fuera relevado de
su mando. Edward se haba convertido en algo ms que su tutor. l era su mejor
amigo, alguien en quien poda confiar aqu dentro de los gruesos muros que la
protegan de los planes de sus enemigos. Edward conoca sus miedos y aceptaba sus
defectos.
E
Saba dnde encontrarle dijo finalmente, su voz apenas ms que un susurro.
l siempre lo saba. No es que hubiera muchos lugares donde buscar. A Davina no
se le permita aventurarse fuera de las puertas de la abada, por lo que con frecuencia
suba a la torre del campanario para dejar vagar libremente sus pensamientos.
Mi seora...
Ella se volvi a su suave llamada, guardando sus sueos y deseos detrs de una
tierna sonrisa. Aquellos que guardaba para s y no comparta con nadie, incluso con
l.
Por favor, yo empez a decir mirndola a los ojos y luego tropezando por el
resto, como si la cara que miraba todos los das todava lo golpeara tan duro como
lo haba hecho la primera vez que la haba visto. l estaba enamorado de ella, y
aunque nunca haba hablado abiertamente de sus sentimientos, l no ocultaba lo que
senta. Todo estaba all, en sus ojos, sus acciones, su devocin y un profundo pesar
que, Davina sospechaba, tena ms que ver con ella de lo que alguna vez tendra la
osada de admitir. Su camino haba sido trazado hacia otro curso, nunca podra ser
suya. Lady Montgomery, vaymonos de aqu, os lo ruego. No es bueno estar solo.
Se preocupaba por ella y ella deseaba que no lo hiciera.
No estoy sola, Edward le asegur. Si su vida se mantuviera como en ese
momento, iba a encontrar una manera de ser feliz. Siempre lo haca. Se me ha dado
tanto...
Es verdad admiti l, acercndose a ella y luego detenindose, conociendo lo
que ella saba. Se les ha enseado a temer al Seor y amar a su rey. Las hermanas
os adoran, al igual que mis hombres. Siempre ser as. Nosotros somos vuestra
familia. Pero no es suficiente. l saba que nunca lo admitira, as que ella lo dijo.
Tena que ser suficiente. Era ms seguro as, enclaustrada lejos de los que le haran
dao si la descubrieran despus de la hora sealada.
Ese momento haba llegado.
Davina saba que Edward hara cualquier cosa para salvarla. l se lo haba dicho a
menudo, cada vez que le adverta de su peligro. Con diligencia, l le ense a no
confiar en nadie, ni siquiera en aquellos que decan amarla. Sus lecciones a menudo
la hacan sentir un poco desesperada, aunque nunca se lo dijo.
Ojal pudiera matar a vuestros enemigos le jur. Y con ellos a vuestros
miedos.
Tena la intencin de consolarla pero, santo cielo!, ella no quera hablar del futuro
en una noche tan impresionante.
Gracias a ustedes y a Dios dijo dejando la pared para ir hacia l y lanzndole
una sonrisa juguetona. Puedo matarlos por m misma.
Estoy de acuerdo se rindi, su buen estado de nimo restaurado al momento en
que ella se le acerc. Habis aprendido muy bien vuestras lecciones de defensa.
Ella le apoy la mano en el brazo y le dio una suave palmadita.
Cmo podra decepcionarte cuando has corrido el riesgo de la consternacin de
la abadesa por ensearme?
Se ech a rer con ella, ambos se sentan cmodos en su familiaridad. Pero muy
pronto se puso serio de nuevo.
James ser coronado en menos de una semana.
Lo s Davina asinti y se volvi hacia Inglaterra otra vez. Ella se negaba a
permitir que sus miedos le controlaran. Tal vez dijo con un poco de desafo
brillando en su triste mirada, deberamos asistir a la coronacin, Edward. Quin
pensara en encontrarme en Westminster?
Mi seora... Se acerc a ella. No puedo. Ya lo sabe.
Es broma querido amigo. Ella lade la cabeza para hablar con l sobre su
hombro, ocultando con cuidado la pesada lucha en su corazn, una lucha que no
tena que ver con el miedo. En realidad, Edward, tenemos que hablar de esto?
S, creo que deberamos respondi con seriedad y luego continu con rapidez,
antes de que pudiera discutir: Le he preguntado a la abadesa si podemos
mudarnos a Courlochcraig Abbey en Ayr. Ya he enviado un mensaje a...
Absolutamente no ella lo detuvo. No dejar mi casa. Adems, no tenemos
ninguna razn para creer que mis enemigos saben de m en lo absoluto.
Slo por un ao o dos. Hasta que estemos seguros...
No le dijo de nuevo, esta vez volvindose hacia l. Edward, podras permitir
que dejramos solas aqu a las hermanas solo para hacer frente a los enemigos que
deben estar buscndome? Qu defensa tendran sin los fuertes brazos de tus
hombres y los tuyos? No dejarn San Christopher, ni yo.
Suspir y sacudi la cabeza hacia ella.
No puedo argumentar cuando os mostris ms valiente que yo. Rezo para no vivir
para lamentarlo. Muy bien, entonces. Las lneas de su hermoso rostro se
relajaron. Debo hacer lo que me peds. Por ahora, sin embargo aadi,
ofrecindole un brazo, permitidme que os acompae a vuestra habitacin. Ya es
tarde y la Madre Reverenda no demostrar ninguna misericordia cuando cante el
gallo.
Davina apoy una mano en el hueco de su brazo y aleg su preocupacin con la
otra.
No me importa despertar con el sol.
Por qu lo hara? contest, su voz tan ligera como la de ella ahora mientras la
conduca fuera del campanario, cuando podis volver a dormir en la sala de
estudio.
De hecho, esa fue la nica vez que dorm se defendi, golpendole suavemente
el brazo. Y no tienes nada ms importante que hacer con tu da que seguirme?
Tres veces la corrigi, ignorando el ceo que l saba que era falso. Una vez,
incluso habis roncado.
Sus ojos, mientras bajaban las escaleras, eran tan amplios como su boca.
Nunca he roncado en mi vida!
Entonces, salvo aquella vez?
Ella mir a su alrededor para negar su cargo una vez ms, pero en su lugar se mordi
el labio.
Y una vez durante el recital de piano de la hermana Bernadette. Tuve penitencia
por una semana. Os acordais?
Cmo podra olvidarlo? se ri l. Mis hombres no hicieron sus tareas a
tiempo completo prefiriendo escuchar a travs de vuestra puerta mientras hablabais
en voz alta a Dios de todo menos de vuestra transgresin.
Dios ya saba por qu me qued dormida explic, devolvindole su sonrisa.
No deseaba hablar mal del talento de la hermana Bernadette, o de la falta de l,
incluso en mi propia defensa.
Su risa se desvaneci, dejando slo una sonrisa que pareca ser dolorosa cuando su
paseo termin y se quedaron en la puerta. Cuando l se acerc a tomarle la mano,
Davina hizo todo lo posible para no dejar que la sorpresa en sus ojos le disuadiera
de tocarla.
Perdonad mi atrevimiento, pero hay algo que debo deciros. Algo que debera
haber dicho hace mucho tiempo.
Por supuesto, Edward dijo en voz baja manteniendo su mano en la suya.
Sabes que siempre puedes hablar con libertad conmigo.
Primero, quiero que sepis que habis llegado a significar...
Capitn!
Davina se inclin sobre el hueco de la escalera para ver a Barns Harry, segundo al
mando de Edward, lanzndose a travs de las puertas de la abada.
Capitn grit Harry, el rostro plido y su respiracin pesada. Estn
llegando!
Por un momento paralizante, Davina dud de sus odos. Ella haba sido advertida
de este da durante cuatro aos, siempre haba rezado para que no llegara.
Edward? pregunt casi muda, al borde del pnico. Cmo nos ha
encontrado tan pronto luego de la muerte del rey Charles?
l cerr los ojos y neg con la cabeza como si tambin se negara a creer lo que estaba
oyendo. Pero no haba tiempo para la duda. Girando sobre sus talones, la agarr del
brazo y la arrastr a su habitacin.
Quedaos aqu! Cerrad la puerta!
De qu nos servir? Ella salt por su carcaj y arco y se dirigi a la puerta, y
Edward la bloque. Por favor, mi querido amigo. No quiero encogerme sola en
mi habitacin. Voy a disparar desde el campanario hasta que ya no sea seguro
hacerlo.
Capitn! Barns corri por las escaleras, subiendo los escalones de tres en tres
. Tenemos que prepararnos. Ahora!
Edward a voz de Davina lo devolvi hacia ella, he entrenado para esto.
Necesitamos todos los brazos disponibles. No me detendrs de luchar por mi hogar.
Las rdenes, capitn, por favor!
Davina mir atrs una vez mientras corra hacia las estrechas escaleras que
conducan de nuevo a la torre.
Harry ella le oy a Edward gritar a su espalda. Preparad las cubas y hervid
el alquitrn. Quiero a cada hombre alerta y listo a mi disposicin. Y Harry...
Capitn?
Despierta a las hermanas y diles que comiencen a orar.
En las horas de la madrugada que pasaron luego de la masacre en San Christopher,
los hombres de Edward haban logrado matar a la mitad del ejrcito del enemigo.
Pero las prdidas de la Abada fueron mayores. Mucho ms amplias.
Sola en el campanario, Davina mir los cuerpos esparcidos por el amplio patio. El
olor de la quema de alquitrn y carne chamuscada le picaban la nariz y le quemaban
los ojos mientras miraba ms all de las puertas de la pradera donde los hombres a
caballo todava daban hachazos el uno al otro como si su odio nunca pudiera ser
satisfecho. Pero no haba odio. Lucharon por ella, aunque ninguno de ellos la
conoca. Pero ella si los conoca a ellos. Sus sueos haban estado plagados de sus
asesinos sin rostro desde el primer da en que Edward le haba hablado de ellos.
Las lgrimas provocadas por el aire acre se deslizaron por sus mejillas, cayendo muy
por debajo de donde sus amigos... su familia, yacan muertos o agonizantes.
Arrastrando su mano sobre los ojos, busc el cuerpo de Edward. Haba regresado a
ella una hora antes de que comenzara la lucha, y le haba ordenado ir a la capilla
con las hermanas. Cuando ella se neg, l la arroj sobre su hombro como un saco
de grano y la llev all l mismo. Pero ella no permaneci oculta. No poda, por lo
que haba regresado a la torre con su arco y enviado ms de una docena de sus
enemigos a conocer a su Hacedor. Pero haba demasiados objetivos o quin sabe si
Dios no les favoreca, porque murieron los hombres con quien haba comido, redo,
ante sus ojos.
Haba temido mucho este da, tanto que se haba convertido en parte de ella. Pens
que estaba preparada. Al menos, para su propia muerte. Pero no para la de la
abadesa. No para la de Edward. Cmo podra alguien estar dispuesto a perder a
quienes amaba?
La desesperacin la devast por un momento y consider pasar por encima de la
pared. Si estuviera muerta se acabara. Pero haba rezado por su valenta demasiadas
veces como para decepcionar a Dios o a Edward ahora. Meti la mano en el carcaj a
la espalda, tom una flecha, lade el arco, y cerr un ojo para apuntar.
Debajo de ella y fuera de su lnea de visin, un soldado vestido con uniforme militar
que no perteneca a Inglaterra se desliz a lo largo del muro de la capilla con una
antorcha apretada en un puo y una espada en la otra.
Traducido por Ivi04 Corregido por Leluli
na brisa fresca, hmeda por la lluvia que caa, levant un rizo negro de la
frente de Robert MacGregor. Mirando hacia arriba, observ las nubes de
peltre como si estuvieran desafiando a los cielos para abrirse de nuevo. Fue
bastante malo que l y los suyos tuvieran que dejar Camlochlin durante una
tormenta que se comprometi a romper el techo de la cabaa del viejo Tamas
MacKinnon. Caminar a travs de Escocia en el barro no hizo que el viaje fuera ms
fcil.
Rob todava no estaba seguro si estaba de acuerdo con el razonamiento de su padre
de abandonar el clan para asistir a la coronacin de James de York. Qu tenan que
ver las leyes hechas por nobles seoriales, vestidos con pelucas empolvadas y
cuellos de volantes, con los MacGregor? Slo un puado de ellos conoca a los
MacGregor de Skye, y ninguno se atrevera a aventurarse en las montaas para hacer
cumplir sus leyes, incluso si lo hicieran. Qu lealtad le deba su clan a un rey ingls?
La rebelin no siempre es necesaria. Las palabras de su padre invadieron sus
problemticos pensamientos. Proteger el clan siempre debe ser lo primero.
Como primognito y heredero al ttulo de Callum MacGregor, jefe del clan de los
MacGregor de Skye, Rob haba aprendido a entender las maneras de pensar de su
padre. Saba que mostrarle apoyo al rey era algo inteligente de hacer. Por mucho que
no le importara nada de la poltica de tan al sur, haba muchos en el Parlamento que
crean que las formas de vivir en las Highlands, con un jefe con autoridad exclusiva
sobre su clan, eran obsoletas y deban ser suprimidas. Si besar el culo del rey
mantendra su clan salvo e intacto, entonces Rob lo hara.
No le importaba si su padre era el jefe o si lo era l. Haba tomado cada
responsabilidad como lder y ms. l labraba la tierra, pastoreaba y esquilada las
ovejas, reparaba tejados cados y, ms veces que no, se neg su propio placer fsico
por el trabajo duro. Tom decisiones por el bienestar de los suyos junto a su padre
y perfeccion su manejo de la espada con diligencia y por su propia eleccin, a
sabiendas de que cualquier debilidad del cuerpo o no, podra destruir lo que le
U
perteneca. Y haba estado en su sangre por generaciones el nunca permitir que eso
sucediera.
Pero todava le enfureca tener que abandonar su clan para besarles el culo a
hombres que posiblemente se cagaran en sus pantalones en cualquier campo de
batalla.
Dime otra vez por qu habis insistido en tomar esta ruta, Will le pregunt Rob
a su primo, y tir de las riendas para dirigir su montura fuera de una zanja fangosa
en su camino. Haban dejado su compaa principal en un camino justo antes de la
frontera Inglesa. Desviar fue idea de Will y Rob estaba empezando a cuestionar por
qu lo haba escuchado, o por qu haba accedido a dejar que nadie fuera con ellos.
Abada de San Christopher grit Will por encima del hombro. Te lo dije, la
hermana Margaret Mary vive all.
Quin diablos es la hermana Margaret Mary? gru Angus MacGregor,
frotndose la parte baja de su espalda. Y por qu una hija del Seor se interesara
en un corazn negro como el tuyo?
Fue mi niera durante seis aos luego de que mi madre muriera.
Creo que he odo a Tristan hablar de ella Colin, hermano menor de Rob, se uni
cuidadosamente, logrando dirigir su montura alrededor de una pendiente cubierta
de musgo sin incidentes. Rob se debata entre agradecer el que su hermano Tristan
no hubiera ido con ellos, sobre todo por las hermanas de San Christopher, y el enojo
consigo mismo por permitir que Colin viniera. Claramente, Will no tena idea de
dnde estaba la maldita Abada. Los estaba conduciendo ms profundamente en las
colinas. Una banda de forajidos podra atacarlos desde casi cualquier direccin sin
ser vistos. No es que Rob se preocupara demasiado por una pelea, o la capacidad de
Colin de salir de una sano y salvo. Simplemente prefera que si hubiera una
escaramuza de algn tipo, su hermano ms joven no estuviera all.
Las hermanas en Inglaterra oran tanto como lo hacen las de Escocia?
An no estamos en Inglaterra murmur Rob con impaciencia, mirando a Finlay
Grant por encima de su hombro. El muchacho pareca afligido por un momento,
como si acabara de mostrarse como un lacayo ante su lder. Demonios, qu hara
con Finn si fueran atacados? El muchacho poda luchar bastante bien, pero siempre
haba mostrado ms inters en tocar la gaita y recitar cuentos de hroes del pasado,
que en la esgrima. Cada terrateniente tena un bardo, y Finn estaba decidido a
convertirse en el de Rob. Como era irritante tener a veces al bardo bajo los pies,
viendo y observando lo que haca para cantarlo, a Rob le gustaba el hijo menor de
Graham y Claire Grant. Era un muchacho respetuoso con una naturaleza curiosa, y
puesto que l no era la fuente de la frustracin de Rob, no debera llevarse la peor
parte.
Y no le dijo Rob en un tono ms suave. Las monjas escocesas rezan ms.
No me interesa si sus rodillas se han gastado debajo de sus ropas se quej
Angus, alcanzando un morral de cerveza escondido en el tartn. Si ella trajo a Will
y Tristan a este mundo, no tengo deseo alguno de conocerla.
Calla, Angus. Rob levant la mano para silenciar al guerrero ms viejo.
Escuchis eso?
Sus compaeros permanecieron un momento en silencio, escuchando.
Suena como espadas chocando dijo Angus, su mano cayendo de inmediato a su
empuadura. Y ese olor Eso es carne quemada.
La Abada. El rostro de Will se puso plido cuando gir su montura hacia la
izquierda y clav los talones en los flancos de la bestia. Desapareci sobre la cresta
de una pequea subida antes de que Rob pudiera detenerlo.
Maldiciendo porque algn da su primo y mejor amigo provocaran su propia
muerte y la de todos a su alrededor por lanzarse de cabeza a lo desconocido, Rob
corri hacia adelante para seguirlo, advirtiendo a los ms jvenes de quedarse atrs.
Rob y Angus se detuvieron justo detrs de la cresta, donde tambin se haba
detenido su caballo y se quedaron mirando con espanto y horror la escena que tenan
delante. Cuando Colin y Finn les alcanzaron, Rob maldijo violentamente a su
hermano por desobedecerlo, pero su mirada ya estaba siendo arrastrada de nuevo
al pequeo convento situado en el pliegue de las colinas bajas.
La abada estaba bajo asedio. Por lo visto, haba ocurrido haca unas pocas horas.
Cientos de cadveres cubran el suelo. Slo quedaba un puado de lo que parecan
haber sido dos ejrcitos distintos, mientras el humo negro plumeaba en el aire, con
residuos de alquitrn quemado. El ala izquierda de la estructura estaba
completamente envuelta en llamas.
Querido Dios, quin hara esto?
Will no se molest en contestar la splica encantada de Finn, sino que tom su arco
y tir de una flecha de su carcaj.
Will, no! Se lo impidi Rob. Esta no es nuestra lucha. Y no traeremos a quien
hizo esto sobre nuestro clan! No por aquellos que ya han muer
El resto de sus palabras se vio interrumpida por una sacudida ardiente de dolor en
su hombro izquierdo y el silbido de dos de las flechas de Will cortando el aire en el
instante siguiente. Aturdido, Rob mir hacia abajo, al fino eje de madera que
sobresala de su carne. Haba sido disparado! Hijo de... Luch contra una oleada de
nuseas, cerr los dedos alrededor de la flecha y quebr las plumas que salan de su
plaid. Ajust su mirada asesina en la escaramuza, agarr la flecha rota en un puo
y con la otra, desenvain su claymore1.
Ahora, es nuestra lucha. Colin gru antes de cargar su montura hacia
adelante. T y Finn poneos a cubierto o patear sus culos durante una quincena.
Finn asinti obedientemente, pero Colin se enoj.
Rob, puedo luchar. Quiero pelear.
No hoy le advirti Rob, con la mandbula rgida de furia a punto de ser liberada.
Esta vez Colin obedeci.
Rob haba luchado en las redadas antes. Incluso haba matado unos Fergusson, pero
este era el tipo de lucha que corra por sus venas, por lo que haba sido entrenado
para hacer por su padre.
Protegerse a s mismo y a los que estaban bajo su cuidado a cualquier precio. No le
importaba que le hubieran disparado. Todos pagaran por ello. Al llegar a la
decreciente aglomeracin, sac su espada con satisfaccin salvaje, matando
rpidamente, mientras que Will y Angus se enfrentaban a unos pocos metros de
distancia. Estaba a punto de atacar de nuevo cuando su objetivo le grit.
Espera, Scot! Espera por la misericordia de Dios! Por espacio de un aliento, el
hombre se marchit en su lugar mirando a los ojos de Rob, y luego en la espada
ensangrentada sobre su cabeza.
1 Un claymore (gran espada en acepcin Escocesa) es un tipo de espada cuyo uso precisaba de las dos manos para ser blandida (montante o espadn), afilada por las dos vertientes de la hoja, poseedora de una empuadura de gran longitud (al menos un cuarto del total del arma), que permita al usuario sustentarla sin necesidad de forzar las maniobras, ni de asirla por la base de la hoja.
Habl rpidamente, recogiendo la fuerza de voluntad que le quedaba.
Soy el capitn Edward Asher del ejercito Real. Fuimos atacados justo antes del
amanecer. Yo no soy tu enemigo.
Rob mir rpidamente al hombre. Su pelo oscuro estaba mojado con la sangre y el
sudor que goteaba por la frente, creando rayas por su cara sucia. Su ropa tambin
estaba ensangrentada, pero perteneca al regimiento del rey.
Su furia por haber sido disparado no disminua, Rob comenz a girar a su montura
para reducir a alguien ms.
Esperad El capitn cogi el brazo de Rob para detenerlo. Sois un Highlander.
Por qu estis aqu? Os ha enviado a alguien?
Hacis demasiadas preguntas en lugar de estar agradecido por mi presencia.
Os doy las gracias por vuestra ayuda.
Rob asinti.
Detrs de vosotros.
El capitn Asher hizo girar su caballo y apenas logr evitar un golpe en la cabeza
que lo habra matado.
Tomndose un momento para asegurarse que no hubiera otros soldados enemigos
en combate cercano, Rob envi una mirada blanda de inters mientras que el capitn
derrib a su atacante al suelo.
Os debo mi vida dijo Ashe, jadeando.
Cierto. Hemos terminado? Hay ms viniendo.
Los hombros de Asher se hundieron pesadamente como si hubieran tenido
suficiente y supiera su destino. No se molest en mirar detrs de s, pero se sec la
frente hmeda.
Vuestro nombre, por favor.
Infierno, el hombre estaba medio loco. La prdida de sangre, Rob decidi, y
compadecindose de l, le dio lo que peda.
Robert MacGregor.
Si muero hoy debe salvar a Lady Montgomery. Antes de que Rob pudiera
consentir o rechazar, el capitn se apresur a continuar: Por favor, os lo ruego,
salvadla. Ella an vive, lo s. Sus ojos cayeron a la flecha rota en la mano de Rob.
Siguiendo su mirada, Rob sospech de quin le dispar. Apret la mandbula, al
igual que sus dedos.
Vives. Slvala t.
MacGregor! grit el capitn Asher cuando Rob se alejaba. Quemaron la
capilla. Todas las hermanas estn muertas. Ellas eran todo lo que ella tena. Ella slo
hizo lo que t o yo habramos hecho. Salvadla antes de que las llamas le consuman.
Es lo que quieren.
Rob fij su mirada en la Abada ardiendo. Maldicin. Deba encontrar a Will y
arrojarlo a las llamas para encontrar a la dama porque fue su idea venir aqu. Una
dama. Maldita sea, no poda dejar a una muchacha en las llamas, aunque ella hubiera
tratado de matarlo. Con la espada en alto, redujo a otro jinete que vena hacia l, y
no mir hacia atrs para ver qu haba sido de Asher. Ech un vistazo al patio lleno
de humo para detectar cualquier signo de una mujer y luego murmur una serie de
juramentos cuando no la encontr. Con una mirada de resentimiento tan oscura, y
determinacin en su rostro, asust a dos soldados ms en su camino, mont su bestia
directamente a la entrada de fuego. Slo haba una forma de entrar y no haba tiempo
para dudar. Tirando con fuerza de las riendas, le clav los talones en los flancos y el
caballo salt en sus patas traseras. Las puertas carbonizadas se astillaron
rompindose bajo el peso de las pezuas delanteras de la montura. El espeso humo
le picaba en los pulmones y haca que casi fuera imposible ver.
l grit:
Seora! Su semental relinch y se resisti a las llamas rugientes a su alrededor,
pero la mano de Rob era fuerte y la bestia se vio obligada a continuar. Llam de
nuevo y estuvo a punto de darse por vencido y contarla entre los muertos cuando la
vio. Para su sorpresa, la chica estaba tratando desesperadamente de apagar las
llamas con una exigua manta.
Es demasiado tarde, muchacha. Dadme la mano!
Ante el sonido de su voz, ella se dio la vuelta, con la manta en la cara para evitar que
el humo la asfixiara.
Edward? Tosi ella, tratando de ver a travs de la sofocante neblina. Edward,
yo. La manta se desliz de sus dedos y sus piernas cedieron bajo ella.
Rob se lanz al ataque, inclinndose en su silla de montar. Antes de que su cuerpo
cayera al suelo, l la levant de las cenizas.
Estoy muriendo. Gracias, Padre.
Davina haba esperado que fuera menos doloroso que esto. No era el humo que
quemaba sus pulmones, o los latidos de su cabeza, sino el recuerdo de los gritos de
las hermanas, mientras se quemaba la iglesia, lo que lo haca ser duro para ser el
Paraso.
Respira ahora, muchacha. Una voz masculina, demasiado imponente para ser
Edward, pero infinitamente ms profunda, la trajo de regreso.
Tosi, arrastrando aire ligeramente ms fresco en sus pulmones. Fuego atraves su
pecho. Fuego. No se estaba muriendo. Abri los ojos ante la falta de definicin de la
hierba ennegrecida y gruesos cascos destrozando la tierra bajo ella. Volvi a toser y
una mano, lo suficientemente grande como para cubrir la parte de atrs de su cabeza,
le quit el pelo de su mejilla. Estaba sobre un caballo y un hombre, arrojada sobre
su regazo, para ser exactos. Haban venido por ella al igual que Edward haba
temido que lo haran, y ahora ellos la haban atrapado. Quera gritar, pero su
garganta estaba en carne viva. Habra saltado de ambas bestias, pero el brazo que la
sostena colgando sobre los flancos del caballo era duro como el granito. Un cuerpo
pas en su visin sobre el terreno, con lo que todo el horror de lo que tuvo lugar en
el da regreso a ella.
Estaban muertos.
No.
No! El terror y la furia se apoderaron de ella y se empuj a s misma fuera de
los muslos de su captor. Ante la vista sobre y ms all de su hombro ensangrentado,
se qued inmvil un instante despus. La Abada de San Christopher... su casa,
estaba ardiendo. Todo el mundo. Muertos. No, Dios, por favor... no mi familia
llorique. Las lgrimas rodaron por su cara y temi que nunca pudiera parar. No lo
hicieron, incluso cuando se acord de que la sujetaban. Monstruo! grit ella,
dndole golpes en el pecho, luchando contra sus fuerzas con la locura de su pena
. Bastardo! Qu has hecho?
Seora. Su voz sonaba tan tierna que ella se derrumb contra l, necesitando
misericordia. Permaneced quieta dijo en voz baja al odo mientras se aferraba a
su brazo, mirando las paredes desmoronadas de su casa. Estis a salvo.
Os matar le prometi en voz baja, dejando atrs los cadveres de las personas
que amaba.
Casi lo logris, pero no he sido yo quien hizo esto.
No fue su declaracin, sino la profunda corriente subterrnea de simpata lo que casi
la convenci de creerle. Ella empuj su hombro y lo mir fijamente. l no era uno de
ellos. Su acento era grave y su apariencia mucho ms primitiva que la de ningn
hombre que hubiera visto jams, ingls o no. Un Highlander. Ella no lo esperaba. La
abadesa le haba hablado de los hombres del norte en sus lecciones y de cmo se
vestan con mantas envueltas alrededor de sus cuerpos, en lugar de abrigos cortos y
pantalones. Los ojos de Davina cayeron al gran tartn a cuadros colgando de uno
sus hombros y la camisa manchada de sangre debajo. Era grande. Su pelo oscuro era
ms largo de lo que jams haba visto en un hombre y lo llevaba atado lejos de su
cara, a excepcin de un mechn, libre sobre los ojos por el viento que soplaba. Ola
a tierra y cuero... y humo.
Quin sois, entonces? pregunt ella, con los labios temblorosos. Qu estis
haciendo aqu? esper mientras l la miraba como si sus sencillas preguntas
confundieran sus pensamientos.
Harry Barnes le haba dicho que los montaeses eran cabezas duras, ms interesados
en la batalla que en los libros. ste pareca que podra acabar con todo el regimiento
de Edward.
Edward susurr, y una nueva oleada de tristeza la inund. Dejadme ir!
Luch de nuevo. Tengo que encontrarle. Por favor grit ella cuando su captor
la atrajo ms cerca para mantenerla quieta. No lo entendeis. l pensar que me
han llevado.
Quin creer que os ha llevado? El highlander la alej lo suficiente para mirarla
a los ojos. Quin os hizo esto, muchacha?
Estaba pensando en Edward, no en ella misma o su seguridad, cuando le dijo.
Fueron hombres del duque, o del conde. No estoy segura. Ahora, por favor, os lo
ruego, llevadme de vuelta. Debo encontrar al capitn Asher.
Fueron los ojos del desconocido los que le dijeron lo que no quera decir. Gemas de
color lapislzuli que perdieron su brillo cuando finalmente miraron hacia otro lado.
Edward estaba muerto. Las lgrimas se le acumularon en los ojos, pero no dijo nada
cuando ella se volvi en sus brazos, lejos de todo lo que conoca, de todos en los que
confiaba.
Viajaron en silencio, unindose a la carrera a dos highanders ms, y luego ms que
esperaban en la cima, mirando la Abada. El hombre a caballo con ella habl a los
dems, pero Davina no escuch lo que dijo. Cuando uno de ellos le pregunt por
qu la Abada haba sido atacada ella les dijo que no lo saba, y luego no dijo nada
ms. Estaba sola. Quienquiera que fuera el hombre sentado detrs de ella, si fue
enviado por sus enemigos o por Dios para salvarla, no importaba. Ella estaba sola y
no tena otro lugar a donde ir ms que con l. Por ahora.
Traducido por dahleia Corregido por Angeles Rangel
Rob le dola el hombro. Por dos veces, Angus haba insistido en parar para
que pudiera extraerle la punta de la flecha que todava sobresala por su
espalda, pero era demasiado peligroso acampar tan cerca de la frontera.
Alguien se haba tomado demasiadas molestias para tratar de matar a la muchacha
en sus brazos. Haban venido a por ella. Las palabras del Capitn Asher sonaban
como alarmas en sus pensamientos. Slvala antes de que la devoren las llamas. Eso es lo
que ellos quieren. Ellos. El Conde o el Duque. Quin y por qu? Por qu cualquier
hombre la querra muerta? Quin era ella?
El capitn la haba llamado Lady Montgomery. Era ella la hija de un noble que
estaba de visita en la Abada con su familia? Si era as, por qu demonios vesta
hbito de novicia? Quien haba atacado la Abada quera que ella se quemase. Crea
que ella era una bruja? Rob no dudaba que poda serlo, de hecho su belleza casi le
haba perforado el alma cuando le mir por primera vez. Tena una apariencia casi
felina; con un par de enormes ojos rasgados tan grandes y tan azules como el cielo
insondable detrs de ella. Sus plidas cejas se ensanchaban hacia arriba, hacia sus
orejas demasiado grandes. Su perfecta nariz en forma de reloj de arena terminaba
en una pequea punta redondeada manchada de holln. Sus labios eran carnosos
con un mohn natural y tan seductores como el infierno.
Rob haba escuchado cuentos de hadas de sus vecinos, los MacLeods. Seres mgicos
tan bellos, cuya mirada poda doblegar el corazn del ms decidido de los guerreros.
Por si fuera poco para aadir a la apariencia de otro mundo de Lady Montgomery,
su pelo, an manchado de ceniza, brillaba bajo el sol en tonos dorado claro y plata
reluciente. Inclin la cabeza hacia ella para inhalar su aroma. Ola a humo y holln,
claro que supona que todos ellos olan as.
No era difcil entender por qu un capitn ingls suplicara por su seguridad. Pero,
qu estaban haciendo los hombres del Ejrcito Real en St. Christopher? Una docena
de preguntas inquietaban a Rob. La muchacha no ofreca respuestas, aunque l
estaba seguro de que podra proporcionarlas. Salvo por algn jadeo de vez en
A
cuando por la velocidad de su caballo, no haba pronunciado una sola palabra en
ms de una hora.
Ella apenas se mova contra l, su suave cuerpo presionando su pecho, hacindole
sentirse ms incmodo que cuando luchaba con l. Shock, l supona. Poda sentir
su pena en su pesada respiracin y tena que luchar para impedir que su corazn se
rompiera por ella. Si l perdiera a todos los que amaba, se volvera loco por el dolor.
Pareca pequea y vulnerable en sus brazos y la necesidad de protegerla estall en
sus venas ms poderosa que cualquier otra cosa que hubiera sentido antes.
Demonios, justo lo que necesitaba, otra responsabilidad en su vida. Al menos lo sera
hasta que la entregara al nuevo rey de Inglaterra. Una parte de l no quera
abandonarla, pero era obvio que quien quisiera verla muerta lo quera tan
desesperadamente como para enfrentarse a los soldados del rey. La seguridad del
clan de Rob era lo primero. Si ella perteneca al rey, entonces que el rey la protegiera.
Movindose sobre la silla, Rob contuvo un ligero gemido a travs de su firmemente
apretada mandbula. Su brazo palpitaba y se volva ms rgido con cada respiracin.
Sera intil si les atacaban.
Descubriste ya quin te dispar, Rob? la pregunta la hizo Finlay Grant. Rob
debera haber sabido que el muchacho estaba cabalgando lo suficientemente cerca
como para ver su malestar.
S fue todo lo que l respondi.
Tu padre pedir nuestras cabezas cuando descubra que ests herido murmur
Angus en voz alta cuando ellos finalmente redujeron la velocidad de sus monturas
a un ritmo ms pausado.
Will acept la pequea petaca que Angus le tendi y dirigi al viejo guerrero una
sonrisa desafiante.
Me hace gracia saber que ests tan asustado del laird2 como las mujeres del pueblo.
Ignorando las fervientes protestas de Angus en contra, tom un gran trago del
fuerte whisky, se estremeci en su silla y pas la petaca a Rob. Es veneno.
Sacudiendo la cabeza, Rob declin la oferta.
2 El trmino Laird, que podra traducirse como Seor, no es equivalente al Lord ingls ya que no es un ttulo nobiliario. Es un ttulo de cortesa y no da al propietario el derecho a sentarse en la Cmara de los Lores.
Mi padre entender por qu luch. La herida no es tan grave y estar casi curada
cuando lleguemos a Westminster
La muchacha se gir tan bruscamente que casi se resbal de su regazo.
Me llevis a Westminster?
Demonios, el efecto que ella causaba en l era peor que cualquier brebaje letal que
Angus llevara en los pliegues de su tartn3. Rob haba querido mirarla de nuevo
desde que haban abandonado la Abada, dejar que su mirada se detuviera en el
coral plido de sus labios, tomarse su tiempo estudiando la perfecta simetra de su
rostro, la pureza de su tez cremosa. Pero fue el miedo y la desesperacin en sus ojos
al levantar la mirada hacia l lo que le desgarr el corazn. Maldicin, qu es lo que
le pasaba?
A la coronacin del Duque de York, s le dijo, endureciendo su mirada. Se negaba
a permitir que una muchacha, incluso una tan cautivadora como ella, le hiciera
olvidar su principal deber. Nos reuniremos con mis parientes y
No! No puedo ir a Inglaterra. No debis llevarme all.
El terror en su voz arrastr sus ojos hacia ella. Su labio inferior tembl y Rob resisti
la urgencia de llevar su dedo hasta l.
Por qu? Os protega el ejrcito real, no? Estaris a salvo bajo la custodia del rey.
Ella sacudi la cabeza y aferr su tartn.
No estar a salvo all.
Deslizando la mirada hacia los dems, Rob capt sus expresiones preocupadas.
Saba lo que estaban pensando. Si no regresaban junto a su padre, el Diablo
MacGregor sospechara lo peor. Dejara Inglaterra con Graham pisndole los
talones; quizs incluso tomando las cabezas de aquellos que intentaran detenerlos,
haciendo que el peso de la ley cayera sobre su clan otra vez. Rob no poda permitirlo.
Aun as
3 El tartn: es un tipo de tejido de origen escocs. Los colores de los tartanes representaban los colores del clan al que pertenecan. Consista en una larga tira de tela que los hombres usaban alrededor del cuerpo sujetando el restante sobre el hombro ajustado con un broche. La colocacin del tartn se consideraba un arte, en el que los pliegues quedaban perfectamente colocados.
Dnde estaris a salvo entonces?
No, Rob
Rob levant la palma de su mano para detener la objecin de Angus y esper a que
ella hablara.
Dnde?
Todo por lo que haba pasado la golpe una vez ms mientras miraba a su alrededor,
como si buscara algo familiar. Se estremeci contra l, despus solt su tartn y baj
los ojos a sus manos.
En ningn lugar.
Es una proscrita. Angus tom otro sorbo de su petaca, despus lanz una mirada
fulminante a los cielos. He tenido suficientes como para llenar diez vidas.
Los soldados ingleses no daran sus vidas por un proscrito. Will se ech hacia
delante en su silla y tir la petaca de la mano de Angus. Esa mierda te matar. Mira
que tonto te ha hecho ya aadi cuando Angus mir hacia l boquiabierto y
despus hacia la bebida filtrndose en el suelo.
A Rob no le importaba si ella era una proscrita, una bruja o un ser mgico que
obligaba a los ejrcitos a luchar por ella. Le llev slo un instante decidir qu hacer
con ella. No tena ningn lugar al que ir donde pudiera refugiarse, incluso de su
pena. l no la entregara a sus enemigos solo para librarse de ella.
Os encontrar algn lugar seguro dijo ignorando la voz ms responsable en su
cabeza y las blasfemias que salan de los labios de Angus.
La muchacha no pareca aliviada. De hecho, pareca a punto de saltar de sus brazos
y salir corriendo. l apret el brazo slo un poco alrededor de su cintura.
Angus, cabalgars hasta mi padre y le dirs lo que sucedi aqu, pero dselo en
privado.
Tenemos que pensar en empez Angus, pero la autoridad en la voz de Rob le
detuvo.
Ya lo he hecho y esto es lo que hars. Asegrale que estamos bien y que no nos
persigan. Levantar sospechas si se marcha demasiado pronto. El rey lo descubrir
muy pronto por su cuenta y, hasta que sepa qu es lo que est pasando, no quiero
que sepa que estamos involucrados. Si los enemigos de la dama residen en la corte,
en el momento en que descubran su fuga vendrn detrs de nosotros. Necesitamos
todo el tiempo que podamos conseguir. Dile a mi padre que he ido a buscar un
refugio para ella y que me encontrar con l de nuevo en Camlochlin. Vete y llvate
a los muchachos contigo.
No voy a ir a Inglaterra.
Rob se gir clavando una mirada asesina en su hermano. Colin hizo caso omiso del
gesto como si fuera una manta indeseada.
Si me envas con l dijo, su voz son baja con determinacin, me escapar y te
seguir solo.
Yo tambin me quedo anunci Finn, echando hacia atrs la gorra de lana sobre
su mata de pelo rubio. Rob aadi cuando los ojos de Rob se oscurecieron sobre
l, nuestros padres no nos dejaron al cuidado de Angus, sino al tuyo, confiando en
que nos llevaras de vuelta a ellos sanos y salvos. Sin nimo de ofenderte, Angus
Cort la triste mirada del viejo Highlander antes de volver su atencin a Rob.
Maldita sea!, pero el muchacho tena razn. Si Colin se escapaba y Rob no tena
ninguna duda de que su hermano hara exactamente lo que prometa, ya que tena
ms coraje y arrogancia de lo que le convena, y algo les suceda
Fulminndolos con una ltima mirada abrasadora, Rob apret la mandbula y
asinti. Los pateara ms tarde. Por ahora, tenan que seguir movindose.
Ve, Angus y dile a nuestros padres que sus hijos estn a salvo conmigo. Rob tir
de las riendas y gir su montura en la direccin opuesta. Demonios! l no necesitaba
esto.
Cabalguemos durante unas pocas leguas ms y entonces acampemos sugiri
Will, viendo cmo Angus se desviaba hacia el sur. El culo me est matando.
Finn le dirigi una mirada de reproche antes de escudar la vista bajo sus pestaas.
Will capt la sutil reprimenda y se volvi hacia la muchacha.
Perdonad mis malos modales, mi seora Le ofreci una sonrisa culpable que
destellaba con un poco de osada y peligro que atraa a las muchachas como las
abejas a la miel.
A Rob el brazo le volva irritable. Esa tena que ser la razn de que quisiera golpear
a su primo hasta que se cayera del caballo.
Cmo os llamis, muchacha? Will trot situndose ms cerca. Estaba a una
buena distancia para darle una patada.
Davina le dijo en voz baja.
Davina repiti Will como si fuera el sonido ms profundo que hubiera odo
escapar de sus labios.
Lo era.
Cuando su primo alcanz la bolsa de agua que colgaba de su silla y se la entreg,
Rob se maldijo por no pensar en que ella estara sedienta. La observ mientras ella
beba, con breves miradas a Will, que tambin la miraba a ella. A Rob nunca le haba
preocupado que las muchachas generalmente prefirieran a Will sobre l. No las
culpaba. El propsito de Will en la vida era causar estragos tanto en el corazn de
una doncella como en el campo de batalla, mientras que el de Rob era mantener el
orden.
Gracias.
Will el bribn se present como si ella le hubiese preguntado su nombre. Lo que
no haba hecho, hijo de Brodie Mac
Will le cort Rob, ni siquiera tratando de sonar indiferente. Djala ya. La
muchacha estaba agotada y no necesitaba ser acosada, y al diablo si a Will le gustaba
o no.
Bien, entonces. Su primo le lanz una sonrisa cmplice a la que Rob respondi
frunciendo an ms el ceo. Ir a explorar el terreno. Vamos, muchachos grit
l, llevndose a Colin y Finn con l.
Cuando estuvieron solos, la mirada de Rob regres a la parte posterior de la cabeza
de Davina. En qu se acababa de meter? Tena que interrogarla ms sobre lo que
haba sucedido, pero ms tarde, despus de que ella hubiera descansado. Se senta
como el infierno por no haberle ofrecido agua antes, pero l no era una maldita
niera. Era un guerrero, entrenado para ser compasivo, pero siempre firme. Aunque
haba crecido hasta llegar a la madurez en compaa de muchas mujeres, no saba
nada sobre confortarlas cuando lloraban.
Inclinndose cerca de su odo, Rob le ofreci la nica cosa que saba dar. Su
proteccin.
Traducido por pamii1992 Corregido por IngridShaik
o la mantendr a salvo, mi seora. La promesa susurrada del Highlander haca
eco en los pensamientos de Davina mientras observaba a su acompaante,
Will, quien dio un tirn a la flecha de su hombro.
Suave luz dorada de la puesta de sol se filtraba por el ralo dosel sobre su pequeo
campamento y hablando del hombre, Davina asumi que era el lder del grupo,
aquel hombre que la sac de las llamas, el que jur protegerla. Sus compaeros lo
haban llamado Rob. Era ms alto que los dems, o quizs, era aquel aire de control
que posea, aun cuando la vara de madera haba perforado su piel, lo haca parecer
ms grande, ms fuerte y capaz de cualquier cosa.
Pero podra en verdad protegerla? Ella quera creer que lo hara, porque cada
una de las personas que conoca estaba muerta, y si Rob era su enemigo disfrazando
su propsito, entonces ya no quedaba nada ms por lo que mantener las esperanzas.
Pero no era una tonta. Edward y ms de un centenar de sus hombres no haban sido
capaces de protegerla, aun cuando lo hubieron intentado. Cuatro highlanders, dos
de ellos apenas hombres, caeran incluso ms rpido. O no? Dios, pero parecan
salvajes, con sus rodillas desnudas y aquellas enormes espadas colgando de sus
caderas. Que estaban haciendo en St. Christopher? En verdad la estaran llevando
a un lugar seguro, o hacia sus enemigos?
Como sea, no poda quedarse con ellos. Si eran inocentes, lo ms probable es que los
mataran por su culpa. Tambin podra preguntarles francamente si su enemigo los
haba enviado, pero no le diran la verdad si ese fuera el caso.
El duelo y el dolor se apoderaron de sus pensamientos, pero no lo suficiente como
para hacerla confiar en quien podra o no haberla rescatado. Cmo sus enemigos la
haban encontrado incluso antes de la coronacin? Alguien les haba informado.
Pero, quin?
Las hermanas nunca le haban ocultado la verdad. Davina saba por qu haba sido
tomada de los brazos de su madre cuando era una beb, abandonada por su padre
y enviada a St. Christopher. Entenda lo valioso de su existencia, la que dos veces
Y
ya, le haba costado todo lo que amaba. Cuando Edward haba llegado a la abada
desde la Corte del rey Charles, le haba contado de los hombres que la queran
muerta. Y Dios santo, vaya que eran muchos.
Y aunque sus advertencias haban creado en Davina un miedo que era casi palpable,
entenda las razones por las que se lo estaba diciendo. La ignorancia era casi tan
peligrosa como enfrentarlos directamente en el campo de batalla. Y as, ella vivi
con incertidumbre, pero siempre consciente del peligro que la rodeaba.
En aquella luz, observ a Rob caminar hacia la pedregosa orilla del arroyo e hincarse
sobre el agua donde ella misma haba lavado su cabello antes. Tom algo de agua
con sus manos para lavarse el rostro. Su herida necesitaba ser limpiada, pero Davina
estaba agradecida de que no se quitara la ropa para baarse. Haba vivido toda su
vida entre muchos hombre, pero ninguno de ellos emanaba tal fuerza bruta como
este, y por supuesto ninguno de ellos era tan ancho de hombros como l.
Estaba segura que era el primitivo tartn a cuadros que colgaba sobre sus rodillas
cuando se pona de pie lo que ayudaba a acentuar la comparacin, adems la piel
polvorienta que envolva sus pantorrillas, sobre una de las cuales sobresala la
empuadura de una daga, que daban testimonio de su vigor. Este hombre haba
pasado sus das haciendo ms que sentarse con sus camaradas, bebiendo y
esperando a que la batalla lo llamara.
Lo sigui con la mirada mientras regresaba del arroyo y se mova por el
campamento, encontr su andar fluido y confiado con el tipo de orgullo que haba
sido llevado por muchas generaciones antes que l. Cuando volte la cabeza para
mirarla y la encontr mirndolo, ella desvi rpidamente su mirada al rbol ms
cercano.
Sabe, mi seora dijo l y ella fue consciente fr que se mova en su direccin. Si
mi hermana pudiera ser tan callada como vos por al menos un cuarto del tiempo, lo
ms probable es que ya hubiera encontrado un esposo.
Ponindose en cuchillas ante una pila de madera a su derecha, Will dej escapar una
risita. Es la tentacin hecha hombre, pens Davina cuando la mir y le gui el ojo. Tan
oscuramente intrigante como un lobo, con sus plidos ojos grises y los colmillos a
juego.
Deja a Mairi fuera de esto dijo el chico que haba desafiado a Rob tan
valientemente cuando le dijo que se fuera a Inglaterra. Pareca tener unos nueve o
diez aos, de cuerpo delgado y bastante a gusto en la montura por lo que haba visto
de camino. Oscuras y sedosas ondas eclipsaban sus ojos que eran una docena de
diferentes tonos entre el verde y el dorado, ojos que ardan con un sentido de
propsito casi tan intenso como los de Rob.
Ambos sabis por qu no se ha casado.
S, Colin se rio Will, tirando ramitas sobre las llamas. Los hombres le temen.
Creo que Colin se refiere a mi hermano, Connor.
Tambin me estoy refiriendo a l, Finn. Aunque no lo culpo por escapar a
Inglaterra.
Los ojos de Will brillaron por sobre las llamas, juguetn al molestar al jovencito que
con solo ver su rostro hizo casi olvidar a Davina por un instante los horrores del da.
Cuando pos por primera vez sus ojos sobre el joven al que llamaba Finn, Davina
pens que era posible que Dios hubiera mandado a uno de sus ms hermosos
ngeles, indudablemente escoceses, a salvarla. Su cabello era lacio y era casi tan
plido como el de ella debajo de su gorra de un rico color esmeralda, del mismo tono
que sus ojos. Cantaba al hablar y sus ojos brillaban y bailaban como estrellas sobre
los pramos irlandeses. Slo mirarlo la haca sentir mejor. A diferencia de Colin,
quien posea la misma oscura y peligrosa apariencia que Rob, Finn era tan hermoso
que Davina sinti pena por cualquier chica que se enamorara de l.
Connor no le tiene miedo a nada corrigi Finn, descansando su espalda contra
un rbol al mismo tiempo que se echaba un puado de bayas a la boca. Por qu
crees que el rey Charles lo hizo capitn?
Davina no estaba sorprendida por el pedazo de informacin. El rey muerto era
conocido por haber tomado varios escoceses, incluso highlanders en su ejrcito. Se
preguntaba si Edward conocera al hermano de Finn. Conoci, se corrigi a s misma,
luchando contra otra ola de emocin que amenazaba con derramarse por sus ojos.
Se dio la vuelta, alejndose de los hombres y encontr a Rob de cuclillas frente a ella.
Dios Santo, l hacia parecer a cualquier otro hombre, incluso a aquellos que la
rodeaban, ordinarios. En aquella luz no poda ver aquellas manchas doradas que le
daban fuego a sus vividos ojos azules, pero saba que estaban ah. Su nariz era recta
y clsica, su mandbula amplia y con la sombra suficiente para combinar con robusta
apariencia. Debajo de sus labios, creado con el nico propsito de llevar a las mujeres
a la perdicin, estaba completamente segura de ello, estaba un pequeo hoyuelo
apenas perceptible, pero que defina la fuerza de su barbilla.
Tenis hambre?
Debera ayudar dijo ella levantndose del suelo.
Deberais sentaros la corrigi Rob, estirndose para tomar sus faldas y
empujndola gentilmente hacia abajo. Tenemos que hablar le dijo ponindose
ms serio, y por mucho que eso pueda disgustaros, vos haris la mayor parte de la
charla.
Involuntariamente, Davina sinti sus labios presionarse. No era seguro que ella
fuera la que hablara, ya que tena la costumbre de llevar un tema incluso ms all de
su fin natural. Era porque no haba tenido a nadie nuevo con quien hablar, o
escuchar del mundo en cuatro aos por lo que era tan descuidada al hablar. No
quera conversar con este extrao, pero iba a tener que encontrar una forma de
evadirlo sin despertar su curiosidad. Si sus enemigos no lo haban enviado, bien
podra delatarla si descubra sus secretos.
Como quiera, seor dijo ella relajando su boca. Pero antes de que lo hagamos,
le ruego me deje atender la herida en su brazo.
l la observ en una silenciosa y lenta evaluacin que hizo que castaearan sus
dientes. La fuerza de su mirada, la pura fuerza de voluntad que posea para
rechazarla si decida que ella simplemente lo estaba postergando todo, hizo que el
pnico corriera a travs de ella. En ese momento, admir a Colin inmensamente por
enfrentarse valientemente a aquel escrutinio.
No me gustara que cayera enfermo de fiebre por mi culpa, seor aadi ella
sinceramente, para que confiara en ella.
Muy bien dijo finalmente con recelo claramente grabado a sus facciones. Pero
no me llamis seor. Se volvi a sentar, dndole permiso para que lo tocara. No
soy un caballero del reino, y nunca he sido considerado como tal.
Davina no supo qu hacer con esa declaracin, o por qu el ronco tono de su voz
cuando lo dijo envi un extrao temblor por su cuerpo.
Necesitar agua le dijo apenas mirndolo con sus manos descansadas en su
regazo. No iba a caer vctima de una tentacin que le haba y siempre le sera negada.
Will se volte hacia los otros. Ella necesita agua.
Necesitis moveros un poco le dijo Davina tratando de pensar en lo que le iba a
preguntar y qu poda o no poda responder.
S, eso ayudara. Sonri mientras se volteaba, dispersando los pensamientos de
Davina como si fueran hojas secas por el viento. Cmo poda su virilidad ser tan
tangible como un toque y al mismo tiempo su sonrisa ser tan ingenua y torpe, mucho
ms honesta y abierta que la de su amigo, quien apareci ante ellos en cuclillas?
Ests sonrojado como un capullo de melocotn dijo Will con una sonrisa que no
auguraba nada bueno para Rob. Ests seguro de que la fiebre no se ha apoderado
de ti?
Davina tom la bolsa que Will le haba tendido antes de que la suela de la bota de
Rob lo golpeara en el pecho. Un hombre ms pequeo hubiera cado volando unos
centmetros hacia atrs, pero Will aterriz duro sobre su trasero y se rio.
Sed amable con l, seorita dijo Will, ponindose de pie. Es un poco delicado,
agreg por sobre su hombro cuando estuvo a una distancia segura para descansar
por el resto de la noche.
Delicado? Davina lo dud mientras revisaba la espalda de Rob. An envuelto en
lana pareca tan slido como las montaas a la distancia.
Despus de haber limpiado la herida, necesitar vuestra daga para cortar unas tiras
de tela para que pueda
No vais a tener mi daga, mi seora. Aunque entiendo por qu me disparasteis
Esa flecha es ma? Sus ojos se abrieron sorprendidos y todas las esperanzas de
que la fuera a ayudar se desvanecieron.
Te dispar? casi grit Finn, expresando la incredulidad que marcaba los rostros
de sus compaeros.
S respondi Rob, soltando un gran suspiro como si fuera la ltima cosa que
quisiera admitir. Y no me sentira tranquilo con ella sosteniendo un cuchillo en mi
espalda.
Eso es ridculo discuti Davina. Nunca apualara a un hombre Algo de lo
que haba dicho Rob de repente la haba golpeado. Haba mencionado anteriormente
cmo ella casi lo haba matado, pero ella haba estado demasiado consumida por el
dolor como para entenderlo. Cmo sabis que la flecha provino de mi carcaj?
Cuando l no le respondi inmediatamente, otra preocupacin se apoder de ella
como un can dirigido a su pecho, haciendo difcil que pudiera respirar. Cmo
sabis que Edward est muerto? O quin era l? No lo conocas, o s?
No, no lo conoca dijo quedamente evitando su mirada inquisidora.
Y sabais que yo estaba dentro de la abada.
Todo estaba empezando a tener sentido. Dios Mo, era uno de ellos! No importaba
si era un Highlander. Sus enemigos eran hombres poderosos con aliados en casi cada
pas y con bolsillos lo suficientemente llenos como para contratar mercenarios si sus
soldados fallaban. No confes en nadie. Sus dedos se cerraron en puos y sus ojos
brillaron con lgrimas contenidas. Aqu estaba ella, preocupndose por el hombre
que probablemente le haba quitado la vida a Edward. No pens en los otros tres
hombres que la observaban. No le importaba si la mataban.
Bastardo! se inclin sobre l y sac la daga de su bota. Sus reflejos fueron
demasiado rpidos y la captur de la mueca con una fuerza capaz de romper
cualquier hueso. Antes de que sus compaeros tuvieran tiempo de ponerse de pie y
corrieran en su ayuda, la levant completamente sobre su hombro, dejndola en el
duro suelo tan fuerte que sac el aire de sus pulmones. Y antes de que pudiera
rodarse y correr, la inmoviliz con su peso y detuvo sus otros golpes con una sola
mano.
Estis embrujada? Poseda por un demonio? le pregunt l, sus ojos tan
despiadados como sus dedos que aun apretaban su mueca. Es por eso que os
queran muerta?
Ya sabis la respuesta a eso contest ella, y luego se dirigi hacia su mandbula
con la mano libre, pero l bloque su puo con su antebrazo e hizo una mueca por
el dolor que se extenda desde su brazo hasta su hombro herido. Matasteis a
Edward para llegar a m.
Quin diablos es Edward? pregunt Colin, cernindose sobre ambos. Mir la
daga de su hermano que era aferrada por Davina y se hinc para quitrsela.
Capitn Edward Asher le inform Rob, sostenindola rpidamente al renovarse
sus esfuerzos para liberarse. Muri despus de rogarme que la salvara. Y s, Rob
volvi su dura mirada a la de ella cuando su forcejeo ces. Fue vuestro capitn
quien me dijo de vos.
Sera cierto? Era eso por lo que la haba salvado?
Edward no os habra dicho que fui yo quien le dispar.
Sus ojos lo hicieron, cuando vio vuestra flecha en mi mano.
Dios, Edward reconocera sus flechas emplumadas.
Qu ms os dijo? pregunt Davina, sin aliento por su lucha y an desconfiando
de l.
No lo suficiente, pero vos vais a remediar eso tan pronto como me deis vuestra
palabra de que ya acabasteis con vuestros intentos de matarme.
Primero tengo que escuchar todo lo que Edward os cont Ella mir directamente
a los ojos y levant una de las esquinas de su boca en una sonrisa que hizo que su
pulso se acelerara.
No estis en posicin de negociar.
Tampoco vos le respondi ella, tratando de igualar su confianza. Estis
sangrando excesivamente, manchando todas mis ropas. Cuando pierdas la
consciencia ninguno de los dos obtendr sus respuestas. La sonrisa traviesa de Rob
se desvaneci cuando Will se rio por encima de ellos.
Es muy lista.
Davina esper bajo su captor mientras este sopesaba sus opciones. Poda matarla
fcilmente ahora y llevar su cuerpo a los hombres que la queran muerta, pero si ya
saba sus secretos y por qu haba estado escondida en St. Christopher, por qu
insista en cuestionarla? En verdad la haba salvado porque Edward le haba pedido
que lo hiciera? Y qu si Edward le haba dicho ms acerca de ella? Este guerrero
Highlander podra haberla rescatado con buenas intenciones, pero quiz si Edward
le hubiese contado la verdad Oh, no saba qu creer, y ciertamente no poda pensar
con l encima de ella. Por todos los santos, s que pesaba, y era tan obstinado como
un toro. Bueno, ella poda ser tan inflexible como l. Se movi, tratando de que
entrara ms aire a sus pulmones y estuvo incmodamente consciente de todos los
msculos que lo formaban. Aunque la abadesa se haba molestado por ellos, Davina
a menudo haba tocado a los hombres del regimiento de Edward; un tierno y ligero
toque en el brazo mientras hablaban, un empujn juguetn cuando la molestaban
por su poca habilidad en el ajedrez. Haba sentido sus cuerpos, pero nunca encima
de ella. El peso de Rob y el calor de su cuerpo tuvieron un ligeramente vertiginoso
efecto en sus sentidos. Y le habra dado un rodillazo en sus partes inferiores si sus
ropas no hubieran estado enredadas en sus piernas.
l debi haber sentido su incomodidad porque su penetrante mirada se suaviz,
enviando un ligero aleteo a su estmago.
No soy vuestro enemigo dijo con voz ronca y lo deca en serio.
Pero todos eran sus enemigos potenciales. Edward e incluso la abadesa se haban
asegurado de que lo entendiera. Nunca tuvo un amigo porque nunca hubo ningn
nio en St. Christopher con ella. Ningn campesino poda verla, o escuchar el rumor
de su existencia. Nadie ms que Davina, las hermanas y el pequeo regimiento del
real ejercito del Rey quienes saban quin y dnde estaba. Todos podan ser
comprados con dinero o miedo. Todos eran capaces de traicionarla.
Me estis lastimando Rompi su conexin y gir su rostro lejos de l, temerosa
de que pudiera influir en su precaucin. Afortunadamente, no era un completo
brbaro insensible y se quit de encima. Al instante en que fue libre, Davina se puso
de rodillas y posteriormente de pie, con sus ojos bien abiertos hacia ellos. Por el
momento, Colin era el nico que la miraba con la misma desconfianza que ella senta
por ellos. Will la estaba mirando con algo parecido a la admiracin enroscada en sus
labios, mientras la expresin de querubn de Finn se haba suavizado.
Era Asher vuestro esposo? pregunt Rob, presionando su hombro mientras se
sentaba. Su expresin con respecto a ella era ms difcil de leer que antes, pero no
era molesta aunque tampoco la perdonaba.
No, era mi amigo. Sinti un pequeo golpe de alivio ya que obviamente Edward
no le haba dicho nada de gran importancia. Pero eso no explicaba qu estaban
haciendo Rob y sus hombres en la abada la maana en que fueron atacados. Qu
estaban haciendo en St. Christopher? demando ella, a quien sea que pudiera
contestar.
Yo conoca a una de las hermanas.
Davina mir hacia arriba y capt el brillo plateado en los ojos de Will detrs de su
mata de pelo lacio. Conocidos sin duda. Pensaban que era tan tonta como para creer
que una de las hermanas tendra algo que ver con bribones como ellos?
La hermana Margaret Mary fue mi nana. Le dijo el guapo lobo, al ver la duda en
la curvatura de sus cejas la tranquiliz.
Ahora os har la misma pregunta dijo Rob volviendo a tener la atencin de
Davina sobre l. Qu estabais haciendo all? Tir de la tela escocesa que cubra
sus hombros y los ojos de Davina siguieron el camino de la lana al bajar por su pecho.
Viva all.
Pero Asher os llam Lady Montgomery.
Mis padres eran nobles. Pero murieron cuando era una nia y las hermanas de St.
Christopher me criaron. Rob no dijo nada, pero dej que sus ojos vagaran por las
ropas de Davina. Y entonces, con voz severa, le pregunt:
A qu duque y conde os referais? Ella lo observ intentar quitarse la tnica
sobre su abdomen usando un solo brazo y fallando en el intento.
El conde de Argyll y el Duque de Monmouth. No le hara ningn dao decirle
aquello, sobre todo porque seguramente ya lo sabra. El dej de hacer lo que estaba
haciendo y la mir con sorpresa y un atisbo de alarma haciendo que sus ojos
brillaran como joyas en el crepsculo. Dirigi su mirada a Will.
Monmouth? El sobrino del rey James?
James an no es el rey le record Davina. Ambos Highlanders la miraron al
mismo tiempo, pero fue Rob quien habl.
Y no sois una novicia de la orden.
S lo soy. Tomar mis votos la prxima primavera.
Los ojos de Rob se ensombrecieron por un momento y la decepcin surc sus
facciones. Tan rpido como aparecieron, su expresin se endureci igual que su
determinacin y su mandbula. Pero el vistazo de algo delicado en l era mil veces
ms peligroso que el encanto natural de su amigo.
Monmouth y Argyll fueron exiliados a Holanda dijo Colin por encima del sonido
de las llamas. Davina asinti.
Y fue el ejrcito del duque el que nos atac.
Por qu os quieren muerta?
Ella se gir hacia Rob cuando le hizo aquella pregunta. Y si l en verdad no lo saba?
Quera creer que no lo saba, que la haba salvado por la simple razn de que era un
hombre decente. No conoca el mundo o cmo sobrevivir en l por su cuenta y
necesitaba a alguien que la ayudara, al menos por un tiempo. Aquel momento de
vulnerabilidad que haba sido capaz de observar en l, la tentaba a confiar en l.
Es a vos a quien buscan, nia? continu cuando ella guard silencio. Todas las
hermanas fueron asesinadas con la esperanza de que vos estuvierais entre ellas.
Davina se limpi una lgrima que corra por su mejilla ante la crudeza de la verdad
en sus palabras. Todos estaban muertos por su culpa. Por qu? Quin sois?
No soy nadie.
Oh, cuando deseaba que aquello fuera verdad. Dara lo que fuera, todo lo que tena
porque eso fuera verdad.
Traducido por Ilka
Corregido por francatemartu
or ms espectacular que seas, nia, no puedo creer cuntos
hombres han perdido sus vidas por nadie.
No era la forma en que los duros ojos de Rob entibiaban los de
Davina, o la baja cadencia de su voz cuando la llam espectacular lo que hizo que ella
desviara la mirada. Aunque a decir verdad, no saba cmo reaccionar ante tal
audacia, o por qu sus palmas sudaban. Ella retir su mirada del por qu lo que dijo
era correcto y no poda esconder el dolor de aquello.
l se acerc a ella, el calor de su cuerpo se desliz hacia el de ella.
Muy bien entonces Davina. Vos sois nadie. Por ahora.
l apenas curv su boca hacia ella cuando ella no mir nuevamente, pero ese gesto
la hizo querer decirle todo. En vez de eso sonri hacia l y alcanz su hombro.
Perdonadme por dispararos si sois inocente.
Lo soy y ya lo he dicho. La respiracin de l en su mandbula mientras ella le
ayudaba a salir de su tnica, envi calientes chispas a travs de la columna de
Davina. La luz del fuego danzando sobre la expansin de su dorada espalda
desnuda la sorprendi. No tena que confiar en l para apreciar su esplndido fsico
masculino, algo por lo que seguramente debera pedir perdn ms tarde. Se vea tan
duro como se senta.
No quiero que penseis que soy insolente o que no aprecio lo que hicisteis por mi
hoy. O, por qu ella no poda simplemente quedarse callada? Porque necesitaba
algo que mantuviera su mente alejada de aquellos ngulos nudosos bajo sus dedos.
Nunca haba tocado la carne desnuda de un hombre antes y sinti su cara sonrojarse.
No quiero mentiros, por lo que si continuamos viajando juntos, por favor
considerad mi silencio como pago por salvar mi vida. Estis protegindome?
Su media sonrisa volvi, esta vez endulzada con indulgencia.
P
A todos nosotros.
Tenis que saber algo de gran importancia sobre estos dos hombres, que ellos no
quieren que salga a la luz dijo Will caminando alrededor del fuego para sentarse
frente a ella. Luego de darle una ltima mirada de advertencia, Colin lo sigui.
Davina sacudi la cabeza y observ a Finn doblar sus piernas al lado de ella.
No s nada sobre ellos salvo que tienen muchos seguidores Protestantes aqu y en
Holanda, quienes no favorecen el reinado Catlico Romano. Monmouth estuvo
envuelto en la Exclusin Bill
El Bill que dividi el pas en dos grupos Termin Colin ignorando la mirada
curiosa de Will que apuntaba en su direccin y luego en la de Rob. Los Whigs
(Partido Poltico Conservador) que lo apoyan y los Torie (Partido Poltico que apoya
la Reforma) que se oponen. James fue convencido de retirarse de todas la decisiones
hechas en el gobierno y fue exiliado por su hermano, el rey Charles, por muchos
aos.
Eso es correcto dijo Davina sorprendida e intrigada por su conocimiento en
poltica. Haba algunas cosas que ella nunca le dira a estos hombres, o a nadie ms,
pero qu peligro habra en que ella finalmente pudiera compartir sus opiniones
sobre poltica y religin?. A diferencia del hombre que ser coronado rey,
Monmouth y Argyll y muchos otros, se oponen sustanciosamente a la libertad de
religin.
S, lo sabemos dijo Colin, mirndola por sobre las llamas. Es nuestra religin
la que los protestantes quieren extinguir. Sabamos dnde estaba parado Charles
sobre este asunto, pero hemos odo poco sobre este James de York. Qu sabeis de
l?
Davina decidi que la completa atencin de este joven hombre era slo un poco
menos desconcertante que la del guerrero al lado de ella. Procediendo con
precaucin, encontr su mirada.
Es un hombre que pelea por sus creencias.
Es as? pregunt l, su voz saturada de una mezcla de curiosidad y
escepticismo.
S, as es contest Davina, aceptando el desafo. l rehus denegar de su fe
cuando El Acto de Prueba fue introducido varios aos atrs, incluso desligndose
de su puesto como Lord Higth Admiral. Enfrent oposiciones que habra hecho a
otro hombre derrumbarse y todo por sus creencias.
Colin asinti y aunque sus rasgos se suavizaron a la luz de las llamas, sus ojos
brillaron desde adentro.
Conozco a un hombre como se, pero l no habra casado a sus hijas con
protestantes.
Davina le dio una ltima, mirada muy medida antes de volverse para encontrar la
bolsa de agua que Will le haba lanzado. Ella sospechaba que Colin saba ms del
Duque de York de lo que admitira. Aun as, no lo saba todo y sus preguntas eran
lo suficientemente inocentes.
Eso fue obra del Rey Charles, en un intento de convencer a los enemigos de James
que l no se haba convertido dijo ella encontrando la bolsa y volviendo su
atencin a la herida de Rob.
Cmo sabeis todo eso?
Ella pestae ante la pregunta suavemente expresada de Finn. Su mano en el
proceso de tirar el tapn de la bolsa se detuvo en medio de la accin. Cmo saba
ella eso, en realidad? Una pregunta curiosa y de lo ms mortal. Ella haba estado tan
enfrascada en hacer lucir su conocimiento de la Casa de los Stuart, que no se haba
detenido a considerar si alguno de sus oyentes se preguntara cmo conoca todo
aquello. Maldicin, no tena ninguna habilidad cuando se trataba de engaar.
Leo cada da le dijo a Finn alejando su mirada de l. Eso no era algo que no
fuera cierto. Parte de mi formacin en la Abada inclua leer sobre antiguos
tratados y libros de historia de Inglaterra.
Bueno, no me interesa quin est atrs de vos, nia anunci Will, gracias a Dios
ponindole punto final a la conversacin. l retir parte de su plaid de su hombro,
lo lanz sobre su cabeza y cerr los ojos. Est con los McGregor ahora.
Y un Grant aadi Finn, cuadrando sus hombros con orgullo y ofrecindole una
sonrisa que la tent a sonrer de vuelta antes de que l tambin se acomodara para
pasar la noche.
Ellos eran McGregor. Poco se saba de ellos en la Abada. La madre reverenda slo
haba hablado de ellos una vez cuando Davina estudiaba sus lecciones sobre el
Parlamento. Luego de siglos de sangrientas batallas con los Campbells y los
Colquhons, los McGregor haban sido proscritos por el rey James VI en 1601. Se
volvieron forajidos que desafiaban al rey y asesinaban nobles en sus camas. Si estos
highlanders fueran verdaderos embajadores de su clan, Davina dudaba que los
McGregor siguieran alguna ley, incluso ahora. Eran mercenarios entonces? No,
eran enemigos de los Campbell protestantes. Seguramente no trabajaran al lado de
Argyll. Pero deberan aliarse al trono cuando fue un rey quien trat de eliminarlos?
Son los tres hermanos entonces? pregunt a Rob esperando conocer ms sobre
l mientras alejaba la conversacin de ella misma.
Colin es mi hermano. Will bien podra serlo y Finn es sobrino de mi ta por
matrimonio.
Davina asinti y se movi un poco ms cerca de l para examinar su herida.
Por qu viaj su padre a la coronacin del rey? Ella agarr un trozo de su capa
y la empap en agua.
Cada laird y segundo al mando al norte de Edimburgo accedi a presentarse para
demostrar su apoyo al nuevo rey Estuardo.
Davina lo mir y lo encontr mirndola de vuelta.
Entonces dijo ella un poco sin aliento por la forma en que l dejaba su fiera
mirada pasear sobre su cara. Sois el hijo del laird. Ella entenda ahora su aire de
autoridad y arrogancia. Un laird cuyo nombre se acerc a la extincin bajo el
reinado de James VI.
S respondi l tranquilamente, un laird que ha sufrido con enemigos e
incluso ms hostiles que el Duque de York por eso.
Ella toc los bordes de su herida suavemente con su capa, considerando lo que l
haba dicho. Este hombre saba lo que era luchar por lo que uno crea, sin importar
el costo. Pero cules sern sus creencias?
Y aun as, su padre ofrece su lealtad al trono ahora?
Las leyes contra nosotros le record l, fueron abolidas por el rey Charles II.
Davina asinti. Ella haba ledo que Charles haba sido un soberano misericordioso.
Demasiado misericordioso, crean algunos. l haba levantado los vetos que los
Puritanos haban puesto sobre Inglaterra. Haba reabierto teatros que haban
devuelto la celebracin de Chrismastide. Bajo su reinado, los vestidos de colores
haban vuelto a la moda y todas las formas de arte haban sido nuevamente
permitidas.
Apoya usted la sucesin al trono del Duque de York tambin? pregunt ella.
Eso depender de l.
Una respuesta admirable esa. Probaba que cualquier razn que tuviera Rob
McGregor en su posesin, por lo menos no dejara que se diera influenciada por las
convicciones de cualquier otro hombre hasta que l se formara una opinin por s
mismo.
Ahora yo tengo una pregunta que haceros a vos, nia.
Ella cerr los ojos, rogndole a Dios que le permitiera librarse de tener que mentirle
nuevamente.
Lo amais?
Sus manos se sacudieron, apretando la tela contra su hombro y hacindolo pestaar.
Cmo puedo amar a un hombre que nunca he conocido? Yo slo he odo
Hablo del Capitn Asher la interrumpi l.
Oh. Ella abri los ojos, para luego desear no haberlo hecho cuando vio la
curiosidad levantando su ceja. Tendra que ser ms cuidadosa con sus respuestas
. Por supuesto que lo quiero. Edward era como un hermano para m. Ella devolvi
su completa atencin a la herida, esperando que su respuesta lo satisficiera.
Aparentemente lo hizo, ya que l la dej que terminara de envolver su herida sin
decir una palabra ms. Cuando hubo terminado, l agradeci, indicndole a Will
que comenzara la primera guardia. Luego se estir al lado de ella y le dijo que
intentara dormir. Ella se sent ah mientras l acomodaba su brazo herido sobre su
estmago desnudo y cerraba sus ojos.
Qu debera hacer ahora? Mir alrededor de la fogata, tropezando con la sonrisa
de Will. No sonri de vuelta, pero hundi su codo en suelo, luego su costado y cerr
los ojos con el sonido lento y estable de la respiracin de Rob en su espalda.
Traducido por Lililamour Corregido por francatemartu
l capitn Edward Asher se iba a enfermar. Cada aliento que atraa a sus
pulmones estaba saturado con el olor a carne chamuscada. Se atrevera a
moverse? A dnde haban ido finalmente?
El silencio se aferr a la oscuridad como la espuma en un estanque, de alguna
manera era an ms desconcertante que las voces que estuvieron por encima de l
antes.
Haban llegado en algn momento despus de la masacre, mientras estaba
despertando de la inconsciencia. Haba permanecido inmvil, sabiendo que era
probablemente la nica persona viva a la que ellos podran cuestionar.
Es el capitn del regimiento dijo uno ponindolo sobre su espalda con golpe de
su bota.
Puedo ver eso respondi otro hombre, el tono fro de su voz advirti que su
paciencia haba llegado a su fin.
Edward conoca la voz y al hombre detrs de ella y se oblig a no respirar.
Almirante Peter Gilles, a quien el duque de Monmouth haba trado consigo desde
Utrecht haca algunos aos. Estaba aqu para asegurarse de que Davina estuviera
muerta. Edward casi deseaba que lo estuviera, porque si Gilles la encontraba con
una mnima respiracin, tendra el placer de cortarla. Conocido por muchos como
de Duivel, Gilles era el hijo de puta ms despiadado para blandir una espada. Su
padre, Cornelius Gilles, fue un corsario que luch junto al Almirante Piet Hein,
capturando a la flota de plata espaola en Cuba en 1628. La victoria fue ganada sin
derramamiento de sangre, y los prisioneros espaoles fueron liberados. Pero Peter
Gilles no era nada parecido a su padre. Slo haba que mirar sus plidos ojos fros
para saber que disfrutaba matando.
E
Mi seor estar complacido dijo Gilles arrastrando las palabras. Luego dijo:
Revisad la abada.
Pero Almirante, no queda nada de ella Seal el primer hombre, sin saber que
su observacin destroz el corazn de Edward.
Hazlo, Edgar orden Gilles en un bajo y asesino gruido, o te desollar aqu
mismo.
Nada en la vida de Edward haba sido tan difcil como permanecer ah recostado,
aparentemente sin vida a los pies de Gilles. Nada, salvo saber que Davina estaba
muerta. Le haba fallado. Querido Dios, cmo iba a perdonarse a s mismo? An no
se haba encontrado con Davina cuando se le dijo que haba sido enviada a St.
Christopher para ser protegida haca cuatro aos. Haba sido joven y ambicioso y
an no haba escuchado su risa resonando a travs de los sombros pasillos, o sus
oraciones susurradas de sus melosos labios clamando misericordia para sus
enemigos. No haba sabido lo fcilmente que ella poda matarlo con su lengua y una
suave, burlona sonrisa. Haba querido decirle la verdad. Se mereca mucho eso, pero
justo cuando finalmente haba reunido el valor para contrselo, los hombres de
Gilles haban venido. Ahora era demasiado tarde.
Hendrick grit el Almirante a otro de sus hombres. Busca en el interior de la
capilla. Quiero conteo de cuerpos, independientemente de lo que quede de ellos. Lo
mismo para los soldados ingleses dispersos aqu. Quiero que sea encontrada.
Saba que no tena derecho, pero Edward or a Dios para que mantuviera a Davina
escondida si viva. Rene a nuestros cados y aplalos ah. Despus de nuestra
bsqueda, qumalos.
Almirante? pregunt con inquietud otra voz a la derecha de Edward, como si
dudara de lo que acababa de or.
Debemos anunciar a toda Inglaterra que estuvimos aqu, Maarten? respondi
Gilles, la cola de molestia en su voz desalent cualquier otra pregunta.
Edward no tena idea de cunto tiempo se qued all en la suciedad y cenizas
temiendo un grito de que la haban encontrado. Esper con la quietud de la muerte
mientras los soldados cados que haban atacado la abada esta maana eran
arrastrados a algn lugar a su izquierda.
Acababa de empezar a sentir el calor del fuego cuando escuch a un hombre gritar
por encima de las crepitantes llamas.
La abada est vaca por lo que pudimos ver, Almirante. No hay cuerpos, ni
carbonizados ni de otra manera.
Vaca? Veintisiete mujeres residieron aqu, y no encontraron a ninguna? Hubo
silencio mientras algo apareci en el fuego. Deben haberse ido todas a la capilla.
Ve y ayuda a Hendrick en su bsqueda. Si ha encontrado aunque sea una, dmelo.
Edward casi abri los ojos. Encontraran cuerpos en la capilla, pero ninguno de ellos
era Davina. Ella haba estado en la abada. Lo saba con certeza porque haba
reconocido la punta de su flecha azul emplumada apretada en el puo del
Highlander justo antes de que l...
MacGregor.
Por primera vez desde que amaneci, un destello de esperanza despert en el
corazn de Edward cuando record al gigante guerrero. Le haba salvado
MacGregor? No pareca estar interesado en hacerlo cuando Edward le suplic, pero
pareca lo suficientemente en forma para acabar con lo que quedaba de los hombres
de Monmouth y galopar con el premio. Era posible que su Davina siguiera con vida
y estuviera a salvo? A dnde se la haba llevado MacGregor?
Su vientre dio arcadas cuando el hedor de la carne quemada y cabello llenaron sus
pulmones. Apret los dientes e imagin su sonrisa para no vomitar. Ella le haba
sonredo a menudo, esos enormes, gloriosos ojos se suavizaban con afecto,
derritiendo sus huesos. l saba que ella no estaba enamorada de l, pero eso nunca
lo haba detenido de amarla con todo su corazn.
Algn tiempo despus, Hendrick regres al patio con noticias de su descubrimiento.
Haba cuerpos en la capilla pero todos fueron quemados ms all del
reconocimiento.
No tengo ningn inters en cmo lucen, Hendrick, idiota, ya que nunca he visto a
la chica. Dime, cuntos cuerpos encontraste?
Es difcil de decir, seor, pero Edgar cont veintiseis.
Edward poda casi or a Gilles deducir que de alguna manera Davina haba
escapado. Su corazn se hundi incluso antes de que el Almirante volviera a hablar.
Terminemos aqu. Buscaremos pistas en la maana.
Cunto tiempo haba pasado desde que Edward oy esas ltimas palabras? Diez
nauseabundas respiraciones o cincuenta? Los haba escuchado tomar sus monturas
e irse. Estaba seguro de ello. O era slo el golpeteo de su corazn? No importaba.
Tena que encontrar a Davina antes de que Gilles lo hiciera.
Abri los ojos lentamente. Uno y luego el otro, slo para cerrarlos un instante
despus, ardiendo y lagrimeando por el humo acre. Se permiti toser y luego vomit
hasta que cada msculo y articulacin en su cuerpo le dolieron. Empujndose hasta
ponerse de pie, busc, lo mejor que pudo, entre sus hombres cados, hasta que
encontr una espada.
Le haba fallado, pero tal vez Dios le estaba dando otra oportunidad para salvar la
vida de ella.
Se volvi hacia las puertas. Tena una ligera ventaja. Gilles y sus hombres tendran
que esperar hasta la maana para encontrar cualquier pista. Edward no las
necesitaba, al menos no todava. Saba quin la haba tomado, y los Highlanders
vivan en el norte.
Rob despert a la maana siguiente con el sonido alegre de Will con el recuento del
tiempo en el que l y Rob asaltaron a los MacPherson junto al hermano menor de
Rob, Tristan, y Connor Grant.
No era un cuento que encajara con los odos de una dama... o una pronto-a-ser
monja. Haba estado a punto de suspirar en voz alta con pesar cuando ella le dijo
que era una hurfana criada en el convento y no alguna hija de un rico ingls. Era
realmente una novicia? Haba sido su vida dada a Dios? Si lo haba sido, ella no dio
indicios de eso durante la interpretacin de Will... hasta ahora. Pareca
imperturbable mientras se sentaba con Colin y Finn, mordisqueando el ltimo resto
de las bayas que haban recogido la noche anterior.
Estbamos casi fuera con media docena de ganado cuando Tristn divis a Brigid
MacPherson y sus seis hermanas cruzando a travs de la caada en su camino a casa
despus de su bao matutino.
Finn sonri y Colin maldijo entre dientes, ambos deduciendo a dnde se diriga la
historia y cada uno comparta una opinin muy diferente de ella.
Sospecho que continu Will, las muchachas MacPherson reconocieron el
ganado de su padre, pero demonios, sabis que Tristan tiene un modo con las
muchachas que las hace olvidar o que no les importe nada ms.
Aye4 dijo Finn, su voz estaba teida de veneracin. Juro que una sonrisa de
Tristn podra robar el corazn de incluso la amante del rey.
Es cierto. Se ri Will. Y las muchachas MacPherson no fueron nada diferentes.
Porque, juro por mi espada, tom menos de diez respiraciones para que Brigi