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PODER JUDICIAL DEL ESTADO
SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA
CUARTA SALA
SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO
NÚMERO DE TOCA FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA
839-2014 27 veintisiete de abril de 2015 dos mil quince.
Visto para resolver el toca número 839-2014, relativo al recurso de apelación interpuesto por ELIMINADO, en
su carácter de Representante Legal de la parte demandada ELIMINADO en contra de la sentencia de fecha 15 quince de
octubre de 2014 dos mil catorce, dictada por el Juez Quinto del Ramo Civil de esta capital, dentro del expediente número
500/2013, relativo al Juicio Ordinario Civil por nulidad de contrato de compraventa, promovido por ELIMINADO, en contra
de ELIMINADO por conducto de su Administrador Único y representante legal ELIMINADO; y,
R E S U L T A N D O
PRIMERO.- La sentencia apelada de 15 quince de octubre de 2014 dos mil catorce, en sus puntos
resolutivos textualmente dice: “PRIMERO.- Este juzgado resultó competente. SEGUNDO.- La Vía Ordinaria Civil, fue
correcta. TERCERO.- Las partes comparecieron con personalidad. CUARTO.- Conforme a los razonamientos legales
expuestos en el considerando cuarto de la presente resolución, no se entra al estudio del fondo del presente asunto;
consecuentemente, se dejan a salvo los derechos de la parte actora a fin de que los haga valer en la forma correcta y
conforme a derecho. QUINTO.- No se hace especial condenación de costas y gastos a ninguna de las partes en el
presente juicio. SEXTO.- Notifíquese personalmente.”.
SEGUNDO.- Inconforme con la sentencia cuyos puntos resolutivos han quedado transcritos, ELIMINADO
(parte actora) y ELIMINADO (parte demandada) interpusieron recurso de apelación en contra de la sentencia de fecha 15
quince de octubre de 2014 dos mil catorce, el cual les fue admitido en ambos efectos por el juzgado de origen y por razón
de turno tocó conocer del mismo a esta Cuarta Sala. Por acuerdo de fecha 15 quince de diciembre de 2014 dos mil
catorce, se confirmó la calificación de grado hecha por el A quo y se pusieron los autos a la vista de las partes apelantes
por el término de 6 seis días para los fines a que se refiere el artículo 953 del Código de Procedimientos Civiles del
Estado. Por auto de fecha 07 siete de enero de 2015 dos mil quince, se tuvo al apelante ELIMINADO por presentando su
escrito de expresión de agravios, y se ordenó correr traslado a su contraria parte para que dentro del término de 6 seis
días produjere su contestación. Por Proveído de 16 dieciséis de enero de 2015 dos mil quince, se le dijo al diverso
apelante ELIMINADO que no ha lugar por tenerlo por expresando agravios en virtud de que su promoción fue presentada
de forma extemporánea, en consecuencia y de conformidad con el artículo 963 del Código de Procedimientos Civiles se
le tuvo por desistido del recurso de apelación, y se continuó únicamente el trámite por ELIMINADO. Por proveído de
fecha 28 veintiocho de enero de 2015 dos mil quince, se tuvo a ELIMINADO, por no contestando agravios, en razón de
que su promoción fue presentada de forma extemporánea. Por acuerdo de 9 nueve de febrero de 2015 dos mil quince se
pusieron los autos a la vista del apelante y apelado por el término de 3 tres días comunes para que alegaran los que a su
derecho correspondiera. Por auto de 5 cinco de marzo de 2015 dos mil quince, no hubo lugar a acordar la promoción de
ELIMINADO debiendo estarse al estado procesal que guardan los autos de conformidad con lo dispuesto por el artículo
958 del Código de Procedimientos Civiles. Asimismo, por auto de 10 diez de marzo de 2015 dos mil quince, se le dijo a
ELIMINADO que no hubo lugar a proveer de conformidad toda vez que ninguna de las partes ofreció pruebas. Por auto
de 20 veinte de marzo de 2015 dos mil quince se dijo a ELIMINADO que no había lugar a acordar de conformidad con lo
dispuesto por el artículo 53 y 958 del Código de Procedimientos Civiles. Por auto de 15 quince de abril de 2015 dos mil
quince, se citó para resolver el presente juicio; posteriormente fueron turnados los autos a la Magistrada ponente, para la
elaboración del proyecto de resolución; y,
C O N S I D E R A N D O
PRIMERO.- Los agravios expresados por ELIMINADO en su carácter de Representante Legal de la parte
demandada ELIMINADO. textualmente dicen lo siguiente: “…Los causa la sentencia definitiva fechada el 15 quince de
octubre del 2014 dos mil catorce, pronunciado por el C. Juez Quinto del Ramo Civil dentro de los autos del Juicio
Ordinario Civil por Nulidad de contrato de compraventa promovido por el C. ELIMINADO en contra de la persona moral
ELIMINADO cuyos puntos resolutivos rezan: PRIMERO.- Este Juzgado resulto competente. SEGUNDO.- La vía ordinaria
civil fue correcta. TERCERO.- Las partes comparecieron con personalidad. CUARTO.- Conforme a los razonamientos
legales expuestos en el considerando cuarto de la presente resolución, no se entra al estudio del fondo del presente
asunto; consecuentemente, se dejan a salvo los derechos de la parte actora a fin de que los haga valer en forma correcta
y conforme a derecho. QUINTO.- No se hace especial condenación de costas y gastos a ninguna de las partes en el
presente juicio. PRIMER AGRAVIO 1.- Del ocurso inicial de demanda presentada por el actor ELIMINADO, se advierte
que ejercita en la vía ordinaria civil acción por nulidad de contrato de compraventa y la Escritura Pública No. ELIMINADO
registrada a fojas ELIMINADO, que dice se halla inscrita en las oficinas del Registro Público de la Propiedad y Comercio
a nombre de ELIMINADO, que ampara el resto del lote de terreno y actualmente casa en el construida marcada con el
numero ELIMINADO, que tiene las siguientes medidas y colindancias: ELIMINADO DE ELIMINADO Una vez emplazada
la persona moral que represento, procedí en su nombre a contestar con fecha ELIMINADO la demanda entablada en su
contra por ELIMINADO, oponiendo las excepciones y defensas que a su derecho convinieron. 2.- De autos se puede
apreciar que por ocurso datado el 08 ocho de agosto del 2014 dos mil catorce le hice notar al Juez del conocimiento que
siendo la falta de legitimación pasiva en la parte demandada una condición necesaria para la procedencia de la acción, o
sea, un presupuesto procesal que se debe de estudiar aún de oficio por ser de orden público, se surtía en el presente
asunto una FALTA DE LEGITIMACION PASIVA EN LA PARTE DEMANDADA ELIMINADO motivo por el cual, mediante
el aludido ocurso le exprese las razones para la procedencia de la aludida excepción, para que fuese valorada al
momento de resolver en definitiva, dado que en mi concepto la prosperidad de la misma hacia innecesarios entrar al
fondo del asunto, más no en los términos precisados en la sentencia que se recurre, sino por la aludida falta de
legitimación pasiva, lo que por consecución acarrearía la condena en costas a mi colitigante, según lo paso a desglosar.
En respuesta a mi escrito del 08 ocho de agosto del 2014 dos mil catorce el A Quo acordó que la falta del aludido
presupuesto necesarios para el ejercicio de la acción (falta de legitimación pasiva en la parte demandada) sería analizado
al momento de dictar el fallo en definitiva. Pero sucede que el Inferior omite en su sentencia estudiar la mencionada falta
de legitimación pasiva, nada dice al respecto, lo anterior, no obstante que antes de entrar al estudio de la acción, tenía la
obligación de estudiar si se surten tales presupuestos procesales de la acción por ser una condición necesaria para su
procedencia, la cual, se debe de analizar aún de oficio, para lo cual, me permito transcribir los términos de la mencionada
petición contenida en mi ocurso del 08 ocho de agosto del 2014 dos mil catorce: “1.- En su escrito inicial de demanda el
actor ELIMINADO refiere que con fecha 13 trece de diciembre del año 2004 dos mil cuatro otorgó a favor del
ELIMINADO (como persona física) un poder general para pleitos y cobranzas, actos de administración y de dominio, para
que con dicho mandato procediera a vender el inmueble materia del presente juicio localizado en ELIMINADO Que en
ejercicio de tal mandato, dice el accionante su apoderado ELIMINADO el día ELIMINADO llevó a cabo la compraventa
del inmueble descrito a favor de la parte demandada empresa ELIMINADO Sigue diciendo que dicha venta la celebró
ELIMINADO como su apoderado en la cantidad de ELIMINADO que dicha suma de dinero manifestó su apoderado
ELIMINADO haberla recibido como apoderado del actor, según se desprende de la Cláusula Segunda de la escritura de
compraventa que agregó a su escrito de demanda, sirviendo dicho instrumento notarial como el recibo más amplio y
eficaz. Que una vez celebrada la compraventa, su apoderado ELIMINADO le hizo un pago parcial por la suma de
ELIMINADO como pago inicial del precio de la venta, manifestándole este ultimo que posteriormente le haría el pago del
resto de dinero. Que el día ELIMINADO, su apoderado ELIMINADO le efectuó el pago del resto del adeudo por la suma
de ELIMINADO mediante la expedición a su favor del cheque numero ELIMINADO de la cuenta de cheques numero
ELIMINADO, como finiquito del adeudo por la compraventa del aludió inmueble, y que dicho título de crédito le fue
devuelto por la Institución de Crédito al ser reportado como extraviado, y luego, porque la firma que lo calza no
correspondía a la que se tiene registrada en el banco. Todo lo anterior, lo confiesa expresamente el actor en su escrito de
demanda, lo que prueba plenamente en su contra en los términos del artículo 383 del Código de Procedimientos Civiles
vigente para el Estado. 2.- La falta de legitimación pasiva en la parte demandada persona moral denominada
ELIMINADO estriba precisamente en que el accionante admite en el punto No. 2 del Capítulo de Hechos de la demanda,
que su apoderado persona física ELIMINADO recibió con motivo de la compraventa del inmueble la suma de
ELIMINADO de los cuales sólo le entregó la cantidad de ELIMINADO quedándole a deber la cantidad de ELIMINADO los
que dice su apoderado le cubrió mediante un cheque que le fue devuelto, y según agrega, a la fecha no lo ha podido
cobrar, de lo que se advierte que el responsable o causante de alguna acción derivada de la falta de pago lo es
precisamente el apoderado del actor, mas no la parte demandada en este litigio. Motivo toral que esgrime el actor como
materia de su acción de nulidad de contrato de compraventa, lo hace consistir en que el mencionado cheque le fue
devuelto por la Institución Bancaria, sin haberlo podido cobrar, y que ello, provoca la nulidad de la referida compraventa,
pues bien, atento a lo referido precedentemente, podemos apreciar con meridiana claridad, que la persona que
supuestamente dejó de pagarle el monto de la operación de compraventa lo fue precisamente su apoderado como
persona física ELIMINADO, quien no le rindió cuentas al actor del dinero recibido de la operación, quien inclusive no es
parte en este juicio, quien en todo caso, sería la persona quien tendría que afrontar las consecuencias del mencionado
impago, mas nunca la persona moral demandada, quien de acuerdo al texto de la demanda cubrió el pago según la
propia confesión del actor, y quien no le rindió cuentas fue su propio apoderado, no le entregó tal suma de dinero, lo que
por consiguiente, provoca necesariamente una falta de legitimación pasiva en la parte demandada en este juicio, ya que
en todo caso, a quien debió demandar por la falta de pago es a su apoderado, tan es así, que el multireferido cheque que
acompaña el actor como documento de apoyo a su acción aparece registrado a una cuenta a nombre del propio
ELIMINADO como persona física, probando tal documento en su contra en los términos del arábigo 392 de la Ley
Adjetiva Civil en vigor, lo que corrobora la procedencia de tal excepción. 3.- Lo que trasciende a la violación a uno de los
presupuestos procesales necesarios para el ejercicio de la acción dilucidada, al omitirse uno de los requisitos que
permiten la constitución y desarrollo del juicio, sin el cual, imposible iniciarse, ni tramitarse con eficacia jurídica el
desarrollo de litigio, dado que, dicha exigencia debe existir desde que se inicia el procedimiento y perdurar durante su
desarrollo, presupuesto procesal que reitero, esta autoridad judicial está facultada para analizarlo y advertirlo,
procediendo a estudiarlo de oficio al fallar este asunto, por razón de que uno de los presupuestos procesales estriba
precisamente en la presentación de una demanda formal y sustancialmente valida, necesaria por consiguiente para la
existencia de la relación jurídica procesal, de lo anterior, se deduce que para la constitución valida del procedimiento en
los juicios en que la acción promovida se dirija contra una persona en específico, ésta debe estar legitimada para tal
efecto, mas no dirigirla contra la moral de manera equivocada, como lo viene siendo el caso que nos ocupa, la parte
actora en su calidad de acreedor de su apoderado debió de encaminar su reclamo hacia él en la acción correspondiente,
pero con tal anomalía se dejó de satisfacer uno de los presupuestos procesales necesarios para la iniciación válida del
proceso, sin el cual, no puede ser admitida en trámite, circunstancia que evidentemente vulnera los principios de
legalidad y seguridad jurídica del ente moral demandado, lo que se traduce como la falta de legitimación pasiva. 4.-
Siendo la legitimación una condición necesaria para la procedencia de la acción, requisito fundamental para el
acogimiento de la acción en sentencia definitiva, debo destacar, que tal presupuesto procesal a que alude el artículo 1°
del Código de Procedimientos Civiles vigente en el Estado, que refiere la calidad de las partes en la contienda e implica
que la acción debe ser intentada por el titular del derecho y contra la persona obligada por la ley para satisfacerlo, es
decir, una condición es la legitimación en la causa o relación jurídica sustancial, correspondiéndole al actor acreditarla,
demostrando su calidad de titular del derecho y la calidad de obligado del demandado, la cual, debe analizar el Juzgador
aún de oficio, reiterando que tal presupuesto procesal jamás fue satisfecho por el accionante. O sea, si la legitimación
pasiva es la identidad de la persona de demandado contra aquella con la cual se concede la acción, deviene evidente
que en el caso que nos ocupa, no se justifica la condición necesaria para el ejercicio de la acción a que alude el artículo
253 Fracc. III del Código Adjetivo Civil en vigor, consistente en promover el juicio contra la persona que dejó de cumplir
con el pago de título de crédito, a fin de darle la oportunidad de oponer las excepciones y defensas que a su derecho
corresponden (sin conceder que la persona física ELIMINADO adeuda el mencionado Título de Crédito), por tanto, no se
acredita la legitimación pasiva en la parte demandada ELIMINADO con ello, imposible efectuar un pronunciamiento de
derecho por la falta de legitimación ad causan sobre el derecho sustancial, por consiguiente, la moral demandada no está
obligada a responder por la nulidad del contrato de compraventa reclamado. Cabe señalar, que solo los legitimados en la
causa pueden acudir a defender sus derechos, por tanto, la legitimación es activa cuando la ejerce el actor y pasiva si es
el demandado, también debo agregar, que la legitimación puede ser ad causam o ad procesum, la primera consiste en el
ejercicio de la acción material o del derecho subjetivo amparado por la ley e invocado en la demanda o contestación,
según se trate del actor o del demandado, y la legitimación ad procesum es la capacidad o el atributo concedido por la ley
para comparecer a juicio, por sí o por medio de representante, es decir, la legitimación ad procesum es la posibilidad o
condición para ocurrir y promover ante el órgano jurisdiccional y la legitimación ad causam presupone la capacidad y
tenencia del derecho sustantivo y puede ser controvertida alegando “falta de acción”. De lo anterior, se colige que la
capacidad para comparecer a juicio es la legitimación ad procesum, activa o pasiva, y esa capacidad, de acuerdo con los
artículo 1° y 44 del Código de Procedimientos Civiles vigente para el Estado, se encuentra impedida en toda persona
física que, por definición esencial, es sujeto de derechos y obligaciones, por ende, toda persona física puede comparecer
a juicio por sí, o mediante apoderado, a no ser, excepcionalmente, le surja alguna incapacidad natural o legal. Por
consiguiente, se debe declarar procedente la falta de legitimación pasiva en la mencionada parte moral demandada, por
ser precisamente la falta de ésta condición necesaria para la procedencia de la acción un presupuesto procesal que se
debe de estudiar aún de oficio por ser de orden público, que debido a su procedencia, imposibilita al Juzgador a entrar al
estudio del fondo de la acción, pues no se puede condenar a la persona moral por no haber dado motivo al reclamo del
accionante. 3.- Ante tan grave omisión, el fallo impugnado deviene conculcatorio en mi agravio del principio de
congruencia previsto por los artículos 81 y 82 del Código de Procedimientos Civiles vigente para el Estado, ya que no
existe una verdadera correlación entre el fallo en cuestión con la omisión en el estudio de la falta de legitimación pasiva
dado que la sentencia representa la respuesta que proporciona el Órgano Jurisdiccional a la pretensión contenida en la
demanda inicial y las cuestiones planteadas por la parte demandada durante el desarrollo del procedimientos, y si el Juez
de los autos no se percata de la falta de legitimación propuesta de mi parte, ello me acarrea grave perjuicio y me deja en
estado de indefensión, lo que constituye una violación a los principios de congruencia y exhaustividad, así como a las
garantías de legalidad y seguridad jurídica que todo fallo debe contener, constituyendo así una sentencia incongruente al
apartarse de los hechos constitutivos de la controversia, apoyándose en una indebida interpretación del escrito inicial de
demanda y las excepciones planteadas por el suscrito durante el desarrollo del juicio, particularmente mi promoción
datada el 08 ocho de agosto del 2014 dos mil catorce, aplicándose en mi perjuicio un criterio erróneo, parcial y
tendencioso, se desliga de su obligación y responsabilidad principal al evitar entrar al estudio de la falta de legitimación,
toda vez que al resolver en definitiva la controversia interpuesta por las partes, realiza una equivocada interpretación
jurídica y gramatical de la controversia, apartándose sospechosamente de los preceptos jurídicos fundamentales, ya que
resulta de absoluta claridad que la falta de estudio de una de las condiciones necesarias para el ejercicio de la acción se
debe de estudiar aún de oficio por el Juzgador antes de analizar el fondo del negocio, dado que su prosperidad evitaría
precisamente tal análisis. Aplico al efecto en apoyo de mis agravios los siguientes puntos de vista jurisprudenciales: No.
Registro: 218,690 Tesis aislada Materia(s): Civil Octava Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente:
Semanario Judicial de la Federación Tomo: X, Septiembre de 1992 Página: 375 SENTENCIAS. PRINCIPIO DE
CONGRUENCIA DE LAS. El principio de congruencia previsto en el artículo 81 del Código de Procedimientos Civiles
para el Distrito Federal, consiste en que la autoridad resuelva sobre todas y cada una de las cuestiones oportunamente
sometidas a su consideración. SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo
directo 2485/92. Tráfico y Administración, S.C. 4 de junio de 1992. Unanimidad de votos. Ponente: Enrique R. García
Vasco. Secretaria: Maura Angélica Nota: Este criterio ha integrado la jurisprudencia I.6o.C. J/42, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVII, mayo de 2003, página 1167, de rubro
"SENTENCIAS, PRINCIPIO DE CONGRUENCIA DE LAS..CONGRUENCIA Y EXHAUSTIVIDAD EN LAS SENTENCIAS
PRINCIPIOS DE. Los principios de congruencia y exhaustividad de las sentencias, consagrados en el artículo 209 del
Código de Procedimientos Civiles del Estado de México, obligan al juzgador a decidir las controversias planteadas y
contestaciones formuladas, así como las demás pretensiones deducidas oportunamente en el pleito, de tal forma que se
condene o absuelva al demandado, resolviendo sobre todos y cada uno de los puntos litigiosos que hubiesen sido
materia del debate; en esas condiciones, si la responsable dicta una resolución tomando en cuenta sólo de manera
parcial la demanda y contestación formuladas, tal sentencia no es precisa ni congruente y por tanto, viola las garantías
individuales del peticionario. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO CIRCUITO Amparo directo 872/93. Rosa
Rubí Hernández. 4 de enero de 1994. Unanimidad de votos. Ponente: Raúl Díaz Infante Aranda. Secretario: Rigoberto F.
González Torres. Semanario Judicial de la Federación. Octava Época. Abril de 1994 Página 346. No. Registro: 217,729
Materia(s): Civil Octava Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: X, Diciembre de 1992, Página: 284 CONGRUENCIA DE LAS SENTENCIAS, PRINCIPIO DE. Este Tribunal
considera que se conculca el precepto que establece el principio de congruencia, cuando se restringe su significación y
se sostiene que tal precepto, sólo manda que el juez debe ocuparse de resolver las pretensiones deducidas por las
partes en su demanda y contestación, sin que pueda otorgar a una de ellas lo que no ha pedido, en virtud de que tal
concepción mutila su alcance, que es más amplio, si se considera que la sentencia debe apegarse a las actuaciones
habidas en el juicio, guardar concordancia entre sus antecedentes y consecuentes. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO
DEL QUINTO CIRCUITO. Amparo directo 175/91. Héctor Enrique Meléndez Obregón y coagraviados. 27 de mayo de
1991. Unanimidad de votos. Ponente: Pablo Antonio Ibarra Fernández. Secretario: Abdón Ruiz Miranda. SEGUNDO
AGRAVIO 1.- El artículo 135 del Código de Procedimientos Civiles vigente para el Estado establece que siempre se hará
condenación en costas pídanlo o no las partes en contra del litigante que no obtuviere resolución favorable, ya en lo
principal, ya en los incidentes que surgieren, precepto legal que obliga al Juzgador a establecer fundada y motivadamente
en su sentencia la existencia de una condena en costas a la parte perdidosa, y si en el caso en particular, según se
aprecia del contenido de la sentencia impugnada que establece con meridiana claridad la existencia de la falta de acción
por la parte actora por virtud de que no justifica la existencia de un derecho respecto de la acción que ejercita, ello,
contrario a lo aseverado por el A Quo, implica que se le debe de condenar a pagar las costas a mi colitigante, de ahí, lo
infundado e incongruente de la sentencia recurrida en el sentido de que “no se hace especial condenación de costas y
gastos a ninguna de las partes en el presente juicio”, máxime que conforme al precepto legal antes referido el Resolutor
tenÍa la obligación de establecer una condena en costas, dado que como único caso de excepción para evitar la condena
en costas, la dispone el artículo 136 de la Ley Adjetiva Civil en vigor que en su Fracción II que establece que se dispensa
el pago de costas cuando ejercitada una acción, solo se estime procedente en parte, por las excepciones que hubiere
hecho valer el demandado, pues bien resulta evidente que dicha hipótesis normativa no encaja al caso concreto, ello por
virtud de que no se está en el supuesto de que la acción de nulidad de contrato de compraventa y escritura pública
hubiere procedido parcialmente, por consecución, deviene necesaria la condena en costas a la parte que no acredito su
acción. 2.- Abundando en el agravio propuesto en el párrafo que antecede, refiero que el fallo materia de la Alzada
expone que la parte actora demando la nulidad de contrato de compraventa, que conforme al artículo 273 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado, los elementos que deberá de demostrar la parte actora son: a) La existencia del
contrato de compraventa y; b) Que dicho contrato carezca de los elementos de existencia; que en criterio del Juzgador
resulta necesario para el ejercicio de la acción, la existencia de un derecho, que de un estudio minucioso de los autos se
desprende la existencia de la falta de acción por parte del actor como un presupuesto procesal que determina el artículo
1° Frac.- I del Código de Procedimientos Civiles del Estado, como lo es la existencia de un derecho o la necesidad de
declararlo preservarlo o constituirlo, continua diciendo la resolución mencionada que el actor no justifica la existencia de
un derecho respecto de la acción que ejercita puesto que la falta de pago por parte de la demandada establecido en el
contrato cuya nulidad se demanda, ello no es motivo para demandar la nulidad, conforme a lo dispuesto por el artículo
1631 del Código Civil para el Estado, y en el presente caso, dice el fallo controvertido, lo que demanda el actor en base a
los hechos que refiere, no son motivo de nulidad, al no encontrarse dentro de la hipótesis que prevé el citado numeral, en
virtud de lo cual, no le asiste la razón al actor para demandar, puesto que no tiene el ejercicio de la acción, por lo que
concluye la sentencia diciendo que resulta innecesario entrar al estudio del presente asunto, consecuentemente, se dejan
a salvo los derechos de la parte actora a fin de que los haga valer en la forma correcta y conforme a derecho. Para un
mejor entendimiento de tan irracionales razonamientos, me permito transcribir literalmente los argumentos contenidos en
la sentencia materia del presente recurso y que me provocan agravio, únicamente por lo que hace a la falta de condena
en costas a la parte demandada: “la parte actora demanda la nulidad de contrato compraventa conforme a los hechos en
que basa su acción, por lo que en términos del artículo 273 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, los
elementos que deberá de demostrar la parte actora son: a).- La existencia del contrato de compraventa cuya nulidad se
pretende; y, b).- Que dicho contrato carezca de los elementos de existencia. Bajo ese contexto, y previo al estudio de los
medios de prueba ofrecidos por las partes, a criterio del juzgador resulta necesario para el ejercicio de la acción, la
existencia de un derecho, por lo que de un estudio minucioso de los autos, en base al escrito inicial de demanda, se
desprende la existencia de la falta de acción por la parte del actor, como un presupuesto procesal que determina el
artículo I. Fracción I del Código de Procedimientos Civiles del Estado, como lo es la existencia de un derecho o la
necesidad de declararlo, preservarlo o constituirlo. Ello, en virtud de que el actor no justifica la existencia de un derecho
respecto de la acción que ejercita. Lo anterior es así, puesto que conforme al escrito inicial de demanda, la parte actora
ejercita la acción de nulidad de contrato de compraventa así como de la escritura que emana de dicho contrato a nombre
de a hoy demandada ELIMINADO en virtud de la falta de pago total del precio de la operación establecido en el contrato
de referencia; siendo que ello no es motivo ni causa para demandar la nulidad, conforme lo dispone el artículo 1631 del
Código Civil del Estado, que refiere: “El contrato puede ser invalido: I. POR INCAPACIDAD LEGAL DE LAS PARTES O
DE UNA DE ELLAS; II. POR VICIOS DEL CONSENTIMIENTO; III. PORQUE SU OBJETO, O SU MOTIVO O FIN, SEA
ILICITO; IV. PORQUE EL CONSENTIMIENTO NO SE HAYA MANIFESTADO EN LA FORMA QUE LA LEY
ESTABLECE….” y en el presente caso lo que demanda el actor en base a los hechos que refiere, no son un motivo de
nulidad al no encontrarse dentro de la hipótesis que prevé el citado numeral. En virtud de la cual, no le asiste la razón al
actor para demandar, puesto que no tiene el ejercicio de la acción. Por lo que, en tal virtud y conforme a los
razonamientos legales anteriormente expuestos, resulta innecesario entrar al estudio del fondo del presente asunto;
consecuentemente, se dejan a salvo los derechos de la parte actora a fin de que los haga valer en la forma correcta y
conforme a derecho”. Conforme al texto de la sentencia ya reseñado precedentemente, es fácil advertir que el Juzgador
si entra al fondo de la acción controvertida (contrario a lo que se arguye en el mismo fallo) ya que se aprecia del
contenido de la misma, que en base al estudio de escrito inicial de demanda se desprende la existencia de la falta de
acción por la parte actora, por la omisión de un presupuesto procesal para el ejercicio de la acción, como lo es la
existencia de un derecho o la necesidad de declararlo, preservarlo o constituirlo, que la falta de pago total del precio
materia de la operación (sin conceder) por parte de la persona moral denominada ELIMINADO en el contrato de
compraventa cuya nulidad se pretende, sigue señalando la sentencia recurrida que dicha circunstancia no es motivo ni
causa para demandar la nulidad por así prevenirlo el ordinario 1631 del Código Sustantivo Civil para el Estado, que los
hechos que refiere el accionante no son motivo de nulidad, al no encontrarse dentro de la hipótesis legal que prevé el
citado numeral. Conforme a lo reseñado, reitero que si se entró al estudio del fondo del asunto por las razones contenidas
en el mismo fallo, consecuentemente, deviene desacertado el resolutivo Quinto del veredicto en cuestión en el sentido de
que no se hace especial condenación de costas y gastos a ninguna de las partes en el presente juicio, cuando lo cierto
es, que al haber abordado el Juzgador la sustancia de la acción controvertida al exponer que el demandante carece de
acción por nulidad de compraventa, ello en automático trae como consecuencia la condena en costas a mi contrincante,
por así disponerlo el arábigo 135 del Código de Procedimientos Civiles vigente para el Estado, y por consecución,
también desacertada la determinación de dejar a salvo los derechos del actor en este juicio para que los haga valer en la
forma correcta y conforme a derecho, cuando lo cierto es, que si la sentencia entró al fondo de la acción, no tenía por qué
dejar a salvo sus derechos, por lo que el A Quo se vio muy benevolente con mi adversario al dejar a salvo sus derechos y
no condenarlo en costas, violentando en mi perjuicio el principio de congruencia que todo fallo debe contener, según lo
previene el artículo 81 del Código de Procedimientos Civiles en vigor, así como las garantías individuales de legalidad y
seguridad jurídica a que se refieren los artículos 14 y 16 de la Carta Magna, ya que debemos tomar en consideración,
que el asunto que nos ocupa es de materia civil, y por ende, esta estrictamente prohibida la suplencia de la queja,
debiendo el Juzgador guardar en todo momento el principio de igualdad y equilibrio legal entre los contendientes, sin
hacer concesión alguna al actor (como en el presente caso) en agravio de mi persona, de tal suerte, que si el promotor
erró en la acción y hechos controvertidos, debe sufrir las consecuencias de su descuido, y por consiguiente, debe ser
condenado al pago de costas, sin dejar a salvo sus derechos al haber perdido la oportunidad de ganar el litigio. De tal
forma, que en la sentencia controvertida deviene improcedente dejar a salvo los derechos del actor, porque no se puede
considerar como una falta de interese jurídico su equivocación en el planteamiento de su reclamo, así como tampoco una
falta de uno de los presupuestos necesarios para el ejercicio de la acción, precisamente porque el error en la sustancia
del juicio no lo constituye, sino que el fallo apelado si trastoca el fondo de la acción propuesta en la demanda, habiéndose
constituido la litis, por ello, imposible dejar a salvo los derechos del aquí apelado para que los haga valer en diverso
juicio, máxime que no existe un fundamento legal para realizar la declaración sobre dicha reserva de derechos, inconcuso
es, tampoco existe la obligación de efectuarla, ni aún bajo la premisa de brindar certeza jurídica a las partes, pues, de
hacerlo, además de infringirse el principio de legalidad traducido en que todo ejercicio de potestades debe sustentarse en
una norma jurídica vigente, tampoco equivaldría a una verdadera certeza acerca de la existencia o no del derecho a favor
del actor, dado que en caso que nos ocupa, sí se integró la relación jurídica procesal al haberse desahogada el
procedimiento correspondiente y la sentencia que los concluyó decidió el negocio en lo principal al establecer que el
demandante carece de acción, habiéndose ocupado de la litis planteada mediante las acciones deducidas y las
excepciones apuestas, verbigracia al exponer la sentencia de merito lo siguiente: “…Amén del propio actor señala en los
hechos de su demanda, en forma textual: “… AFIRMO QUE PROMUEVO ESTA DEMANDA TOMANDO EN CUENTA
QUE SI BIEN LA OPERACION DE COMPRA VENTA QUE CELEBRO ELIMINADO COMO MI APODERADO RESULTA
LEGALMENTE VALIDA NO MENOR CIERTO ES QUE AL NO CUMPLIR LA COMPRADORA ELIMINADO CON EL
PAGO DEL PRECIO TOTAL DE LA OPERACIÓN MOTIVA DE HECHO PROCEDENCIA DEL JUICIO ORDINARIO CIVIL
DE NULIDAD DE COMPRAVENTA Y DE ESCRITURA…”. Circunstancia que como lo hace valer la parte demandada,
dicha declaración se convierte en todo momento en una confesión por parte del hoy actor en términos del artículo 301 del
Código de Procedimientos Civiles del Estado. Lo que conlleva a determinar la existencia del contrato de compraventa en
términos del artículo 2081 del Código Civil del Estado, que reza: “HABRA COMPRA-VENTA CUANDO UNO DE LOS
CONTRATANTES SE OBLIGA A TRANSFERIR LA PROPIEDAD DE UNA COSA O DE UN DERECHO, Y EL OTRO A
SU VEZ SE OBLIGA A PAGAR POR ELLOS UN PRECIO CIERTO Y EN DINERO…”. Asimismo, el numeral 2083 de la
propia Ley en consulta establece: “La venta existe y es obligatoria para las partes cuando se ha convenido sobre la cosa
y su precio, aunque la primera no haya sido entregada, ni la segunda satisfecho.” 3.- A mayor abundamiento, el
argumento toral esgrimido por mi adversario para demandar la nulidad de contrato de compraventa estriba básicamente
en una falta de pago, por ende, la sustancia de su acción evidentemente no conlleva a determinar que en apoyo a ello le
faltó a su acción un presupuesto necesario para el ejercicio de su acción, como infundadamente lo refiere el Resolutor en
su fallo, sino que dicha circunstancia se debe traducir como una falta de acción, que es en lo que si tiene razón la
sentencia recurrida, mas no desde la óptica en que lo advierte, lo que supone que si se entró al fondo de la acción, y por
consiguiente, debe proliferar la correspondiente condena en costas, mas no como lo aduce el fallo combatido al exponer
que “resulta innecesario entrar al estudio del fondo del presente asunto”. Es así, es como en la materia de imposición de
costas, es preciso referirnos a la existencia de dos sistemas que rigen en nuestro derecho el subjetivo que atiende a la
teoría del resarcimiento, y el objeto que reconoce la teoría del vencimiento, y que en el caso específico, prevé la fracción I
del artículo 135 del Código de Procedimientos Civiles vigente en el Estado, que siempre habrá condenación en costas,
pídanlo o no las partes, en contra del litigante que no obtiene resolución favorable, ya en lo principal, ya en los incidentes
que surgieren. La sentencia material o sustancial estudia y decide la cuestión de fondo planteada por las partes, ya sea
condenando o absolviendo de las prestaciones reclamadas, es decir, este tipo de sentencia además de producir efectos
procesales, también engendra otros de naturaleza sustantiva o material, en tanto que la sentencia formal o procesal será
aquella que se dicte cuando el órgano jurisdiccional queda impedido para pronunciarse sobre el fondo del asunto y
determina la improcedencia del juicio. De lo expuesto, se desprende que la sentencia de merito, alcanza la calidad de
inmutable por haber analizado el fondo del asunto, donde lo resuelto en ella es un atributo de la sentencia material,
permaneciendo esta sin tiempo ni medida, lo cual trae consigo la firmeza de la determinación. Por lo tanto, contrario a lo
que argumenta la resolución impugnada, la sentencia de análisis no produce los efectos de reserva de derechos del
promovente, que puedan ejercitarse en un procedimiento diverso. Lo anterior es así, considerando que por reserva de
derechos, debe entenderse la facultad del Órgano Jurisdiccional para no entrar al análisis del fondo del asunto y
conservar derechos al actor o al propio demandado para que los ejerciten en juicio diverso, ya que en este tipo de
sentencia no se determina la situación jurídica que fue sometida a consideración del Juez de los autos, lo que equivale a
que las partes que contendieron con carácter de actor y demandado, queden privadas de la aplicación del derecho, esto
es, se aplaza la decisión judicial, en virtud de la existencia de una causa de improcedencia, hipótesis que no acontece en
la especie, puesto que como antes se preciso, la sentencia de referencia si entró al fondo del asunto, aunque no lo
exprese así en su punto Resolutivo Cuarto, lo que constituye una violación al principio de congruencia, mas sin embargo,
si determina en sus consideraciones que el actor carece de acción para demandar al ente moral que represento, lo que
reitero, no constituye un presupuesto de la acción, ni menos aun debió dejar a salvo los derechos de las partes para que
los ejercitaran en la vía y forma que correspondiese, como inadecuadamente lo indica la sentencia. Por otro lado,
considerando que por regla general las costas se integran por los honorarios de los abogados y por los gastos o
expensas que se efectúen por la tramitación del juicio, es de señalarse que la naturaleza jurídica de ambos conceptos es
diferente, toda vez que los gastos derivan directamente de la sustanciación del negocio, a diferencia de las costas que
pueden surgir de un acuerdo de voluntades. En este sentido, en el Diccionario Jurídico Mexicano editado por el Instituto
de Investigaciones Jurídicas, la aceptación que se da al término costas es el siguiente: expresión derivada del vocablo
costas, que proviene del latín constare, que a su vez significa cantidad que se da o se paga por una cosa, a manera de
resarcimiento o compensación por los perjuicios o dificultades causadas con motivo del juicio, será una especie de
reembolso para la parte demandada, como consecuencia del ejercicio injustificado de la acción. Entonces, los honorarios
del abogado o los abogados que patrocinaron en el juicio a alguna de las partes serán las costas, la doctrina es uniforme
al sostener que las costas procesales deben considerarse como los gastos y erogaciones que se originan con motivo de
un proceso y que serán soportados por quien los realiza o por la parte a quien condena el juez. Ahora bien, encuentra la
justificación de la condena al pago de costas en la especie, el hecho de que se concluye con una sentencia material al
determinarse que la acción fue improcedente y ello implica necesariamente mi absolución de las prestaciones que me
fueron reclamadas, toda vez, que en todo litigio existen obligaciones y responsabilidades para las partes, es decir, la
premisa de que quien pierde un litigio deberá rembolsar a su contraria las costas del proceso evidencia la obligación de
resarcir de los daños y perjuicios generados a quien fue llamado a juicio, por haberlo sujetado a un procedimiento que
concluyo con el análisis de las cuestiones de fondo planteadas. Así lo determinan los artículos 2436 y 2437 del Código
Civil de la materia, por disposición expresa de los artículos 1°, 2° y 3° del Arancel de Abogados en este Estado, los cuales
son del tenor siguiente: Artículo 2436 del Código Civil en vigor: “El que presta y el que recibe los servicios profesionales,
pueden fijar de común acuerdo, retribución debida por ellos. Cuando se trate de profesionistas que estuvieren
sindicalizados, se observaran las disposiciones relativas establecidas en el respectivo contrato colectivo de trabajo”.
Artículo 2437 del Código Civil en vigor: “Cuando no hubiere habido convenio, los honorarios se regularan atendiendo
juntamente a la costumbre del lugar, a la importancia de los trabajos prestados, a la del asunto o caso en que se
prestaren, a las facultades pecuniarias del que recibe el servicio y a la reputación profesional que tenga adquirida el que
lo ha prestado. Si los servicios prestados estuvieren regulados por arancel, este servirá de norma para fijar el importe de
los honorarios reclamados”. Del Arancel de Abogados para el Estado: Articulo 1°.- “El que presta y el que recibe los
servicios profesionales de un abogado, pueden fijar, de común acuerdo, la retribución debida por tales servicios en la
forma prevista por el artículo 2436 del Código Civil vigente en el Estado”. Articulo 2°.- “A falta de convenio sobre el
particular, los honorarios del abogado se regularan atendiendo a la costumbre del lugar, a la importancia de los trabajos
prestados, a la del asunto o caso en que se prestasen, a la posibilidad económica del que recibe el servicio y a la
reputación profesional que tenga adquirida el que los ha prestado”. Articulo 3°.- “En su caso, no habiéndose fijado
cantidad para el pago de los servicios profesionales, los honorarios del abogado se cobraran atendiendo a lo previsto en
el presente Arancel, sin perjuicio de lo dispuesto en otras leyes de la materia”. 4.- Ciertamente, la obligación en la
condena en costas no siempre proviene de la acreditación de los extremos de la acción intentada en juicio (por no
analizarse el fondo de éste), sino que en ocasiones, depende del derecho surgido en la sentencia que determina que
deben pagarse, ya que al haberse promovido una acción sin acreditarse su procedencia, resulta lógica que se condene al
pago de costas, en este caso, al actor que intentó una acción que fue declarada improcedente al no tener acción para
demandarme. De lo anterior, se infiere con toda claridad, que la intención del legislador fue establecer la posibilidad de
resarcir las erogaciones motivadas por la contienda en la primera instancia, a quien obtenga resolución favorable, sin
condición alguna, entendiéndose por resolución favorable no solamente aquélla que absuelva al demandado a una
obligación de dar o de hacer, sino que basta que no se le imponga el cumplimiento de alguna prestación a favor de su
contrario para que legalmente pueda reputarse vencedor en la contienda judicial y, por ende, debe de indemnizársele del
conjunto de gastos que el procedimiento le origina, pues de lo contrario, sería absurdo que no obstante haber prosperado
la excepciones que opuse al contestar el reclamo natural, se tuviese que soportar una disminución en mi patrimonio,
representada por todos los gastos causados por el proceso, ya que no debe perderse de vista que el juicio se tramitó por
todas sus etapas procesales hasta concluir con sentencia, precisamente favorable a una de las partes en conflicto. Más
aún, para la condena en costas se requiere que la acción ejercitada no sólo sea improcedente, (carente de acción) sino
que además, se demuestre la notoriedad de la misma, esto es, que el actor a sabiendas de ello la ejercite y que de una
manera clara y evidente se pueda advertir desde el inicio del juicio que la misma de modo alguno pueda prosperar tal y
como ocurre en el caso particular, al promover el demandante una acción que desde un inicio estaba condenada al
fracaso, es decir, que sin necesidad de pruebas no exista duda de que sea evidente su improcedencia, lo que implica que
procedió con temeridad o mala fe. Por tanto, basta con que la acción, la excepción o defensa, el recurso y el incidente
hayan sido declarados improcedentes, para que proceda la condena obligatoria al pago de costas acorde al precepto y
fracción citados precedentemente, sin necesidad de que la improcedencia haya sido notoria, pues el texto de las
disposiciones legales ya mencionadas no condicionó la procedencia de esa condena a este último requisito. Por
consecución, el Juzgado debió imponerle al actor un pago en costas tendiente a desalentar demandas a todas luces
improcedentes, procurando que las costas sean pagadas por quien promueva de mala fe o con acciones o excepciones
notoriamente improcedentes, conducta procesal del promovente de la acción de nulidad que surge cuando su acción no
se formula conforme a derecho, bien porque el objeto de esos actos no se encuentra previsto en la ley, bien porque no se
surtan presupuestos de admisibilidad, o condiciones previas para su tramitación, o bien, por su falta de aptitud legal para
lograr la finalidad que se persigue en su planteamiento, aunado a que puso de manifiesto la temeridad o la mala fe del
litigante que, al hacer valer los indicados actos procesales, discute lo indiscutible, aduciendo una cuestión inviable, que el
sentido común hubiera indicado que en modo alguno habría podido prosperar, de manera que pueda advertirse que esa
parte haya tenido conciencia de esa situación y, aun así, la haya llevado adelante; por tanto, esta característica constituye
un factor que debe tomarse en cuenta al aplicar la condena en costas. Lo que implica que debe sancionarse a quien hace
mal uso del mecanismo jurisdiccional, los criterios de temeridad y de mala fe de que se valen los preceptos que regulan la
condena en costas, constituyen criterios de regulación adecuados para proteger los referidos valores, puesto que su uso
adecuado, en modo alguno obstaculiza el derecho a acudir a los órganos jurisdiccionales y, al mismo tiempo, dan una
pauta para sancionar a quien hace mal uso de los beneficios de la función jurisdiccional. Consecuentemente, por la
conducta procesal asumida por el actor al promover una demanda a todas luces improcedente, se le debe de sancionar
con una efectiva consideración en costas, por no obstante tener pleno conocimiento al estar asesorado por un perito en la
materia incurra en estas conductas, dado que conocía perfectamente la ausencia de un legítimo derecho para promover,
y no obstante ello, lo hizo valer a sabiendas de que se fallaría en su contra, 5.- Por si fuera poco todo lo anterior, hago
valer otro criterio en el sentido de señalar que su la sentencia recaída en un juicio civil resuelve aspectos relativos a un
presupuesto procesal, como lo es la falta de interés jurídico establecido en el artículo 1° frac. I de la Ley Adjetiva Civil
vigente en esta Entidad Federativa, consistente en la existencia de un derecho o la necesidad de declararlo, preservarlo o
constituirlo, (según lo resuelto en el fallo debatido), trayendo como consecuencia que la sentencia impugnada no
analizara la procedencia o improcedencia de las prestaciones reclamadas, esta circunstancia no impide a la autoridad
responsable condenar a la parte actora, que no obtuvo lo que pidió, al pago de gastos y costas, toda vez que los artículos
133 y 135 de la Ley ADJETIVA Civil en vigor, no condiciona, ni hacen distinción para decretar dicha condena a la
circunstancia de que en la sentencia se examine o no el fondo del asunto, además, de acuerdo a la naturaleza jurídica de
las costas, la sanción no depende de la clasificación de la sentencia obtenida, sino de la naturaleza de la acción
ejercitada y del hecho de que el actor puso en movimiento el aparato jurisdiccional a través de la presentación de la
demanda, lo que indudablemente propició que su contraparte fuera emplazada a juicio y erogara diversos gastos para su
defensa, lo anterior, con independencia de que el actor material no fuese diligente para acreditar el interés jurídico de
quien promovió el juicio en su nombre. Tienen apoyo mis razonamientos en las siguientes tesis jurisprudenciales: Octava
Época. Registro: 209,464 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo XV, Enero de 1995 Materia(s): Civil Tesis: III.1o.C. 333 C. Página: 211. COSTAS, PARA SU CONDENA NO ES
NECESARIO ENTRAR AL ESTUDIO DEL FONDO DE LAS ACCIONES Y EXCEPCIONES. Del texto del artículo 142,
fracción I, del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, se infiere con toda claridad que la intención del
legislador fue establecer la posibilidad de resarcir las erogaciones motivadas por la contienda en la primera instancia, a
quien obtenga resolución favorable, sin condición alguna; entendiéndose por resolución favorable no solamente aquélla
que absuelva al demandado a una obligación de dar o de hacer sino que basta que no se le imponga el cumplimiento de
alguna prestación a favor de su contrario para que legalmente pueda reputarse vencedor en la contienda judicial y, por
ende, debe de indemnizársele del conjunto de gastos que el procedimiento le origina, pues de lo contrario sería absurdo
que no obstante haber prosperado la excepción de improcedencia de la vía que opuso al contestar el reclamo natural, se
tuviese que soportar una disminución en el patrimonio, representada por todos los gastos causados por el proceso, ya
que no debe perderse de vista que el juicio se tramita por todas sus etapas procesales hasta concluir con sentencia,
precisamente favorable a una de las partes en conflicto. Amparo directo 867/93. Pedro Ochoa de Anda y Rafael Murguía
Ríos. 3 de diciembre de 1993. Unanimidad de votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Alicia Marcelina
Sánchez Rodelas. Nota: Por ejecutoria de fecha 13 de octubre de 1999, la Primera Sala declaró inexistente la
contradicción de tesis 47//97 en que participó el presente criterio. Novena Época. Registro: 204,461 Instancia: Tribunales
Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo II, Agosto
de 1995 Materia(s): Civil. Tesis: I.1o.C.5 C. Página: 494. COSTAS. CONDENA EN. ARTICULO 140, FRACCION V, DEL
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL. Para que opere la hipótesis contenida en el
artículo 140, fracción V, del Código de Procedimientos Civiles del Distrito Federal se requiere que la acción ejercitada no
sólo sea improcedente, sino que además se demuestre la notoriedad de la misma, esto es, que el actor a sabiendas de
ello la ejercite y que de una manera clara y evidente se pueda advertir desde el inicio del juicio que la misma de modo
alguno pueda prosperar, es decir, que sin necesidad de pruebas no exista duda de que sea evidente su improcedencia.
Amparo directo 308/95. Carlos A. Villegas Guillot. 20 de junio de 1995. Unanimidad de votos. Ponente: Wilfrido Castañon
León. Secretario: Gonzalo Arredondo Jiménez. Novena Época. Registro: 176,730 Instancia: Tribunales Colegiados de
Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo XXII, Noviembre de 2005 Materia(s): Civil. Tesis:
V.2o.87 C Página: 852 COSTAS. PROCEDE SU CONDENA SI LA SENTENCIA RECAÍDA EN UN JUICIO CIVIL
RESUELVE ASPECTOS RELATIVOS A UN PRESUPUESTO PROCESAL, COMO LO ES LA FALTA DE
PERSONALIDAD DEL ACTOR PARA DEMANDAR Y, EN CONSECUENCIA NO ANALIZA LA PROCEDENCIA O
IMPROCEDENCIA DE LAS PRESTACIONES RECLAMADAS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE SONORA). Si la
sentencia recaída en un juicio civil resuelve aspectos relativos a un presupuesto procesal, como lo es la falta de
personalidad del actor para demandar, trayendo como consecuencia que la sentencia impugnada no analizara la
procedencia o improcedencia de las prestaciones reclamadas, esta circunstancia no impide a la autoridad responsable
condenar a la parte actora, que no obtuvo lo que pidió, al pago de gastos y costas, toda vez que el artículo 80 del Código
de Procedimientos Civiles para el Estado de Sonora no condiciona ni hace distinción para decretar dicha condena a la
circunstancia de que en la sentencia se examine el fondo del asunto; además, de acuerdo a la naturaleza jurídica de las
costas, la sanción no depende de la clasificación de la sentencia obtenida, sino de la naturaleza de la acción ejercitada y
del hecho de que el actor puso en movimiento el aparato jurisdiccional a través de la presentación de la demanda, lo que
indudablemente propició que su contraparte fuera emplazada a juicio y erogara diversos gastos para su defensa, lo
anterior con independencia de que el actor material no fuese diligente para acreditar la personalidad de quien promovió el
juicio en su nombre. Por las razones expuestas este Tribunal Colegiado abandona el criterio que sostuvo en la tesis
número V.2o.79 C, de rubro: "COSTAS, IMPROCEDENCIA DE LA CONDENA EN, CUANDO EL APODERADO O
REPRESENTANTE DE UNA DE LAS PARTES NO ACREDITÓ SU PERSONALIDAD EN EL JUICIO.", visible en la
página 762, Tomo XVI, diciembre de 2002, Novena Época, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Amparo
directo 859/2004. Banco del Atlántico, S.A., Institución de Banca Múltiple. 8 de septiembre de 2005. Unanimidad de votos.
Ponente: Hugo Alejandro Bermúdez Manrique. Secretaria: Dulce Gwendolyne Sánchez Elizondo. Novena Época.
Registro: 170,027 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Tesis Aislada Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta Tomo XXVII, Marzo de 2008, Materia (s) Civil, Tesis: I.10o.C.61 C. Página: 1809.
RESERVA DE DERECHOS EN EL JUICIO ORDINARIO MERCANTIL. EL JUZGADOR CARECE DE OBLIGACIÓN
PARA HACER TAL DECLARACIÓN EN LA SENTENCIA, PUES NINGÚN PRECEPTO LEGAL SE LA IMPONE,
AUNADO A QUE, DE HACERLO, TAL PRONUNCIAMIENTO NO SERÍA VINCULATORIO PARA EL DIVERSO
JUZGADOR QUE EVENTUALMENTE CONOCIERA DE UNA POSTERIOR CONTROVERSIA. Si en un determinado
juicio promovido en la vía ordinaria mercantil, la parte actora, ya sea en primera o segunda instancia no consigue una
sentencia de condena favorable para sus intereses, sino una declaración sobre la improcedencia de su acción, bajo el
supuesto de que la acción deducida debió ser otra, el examen sistemático y funcional de los artículos 1325 y 1326 del
Código de Comercio, los cuales en esencia disponen que las sentencias deben ser claras al establecer el derecho y
deben absolver o condenar, son inconducentes para imponer una obligación a esas autoridades sobre un
pronunciamiento acerca de si los derechos del actor deben quedar a salvo para ejercerlos en la forma y términos que
estime convenientes. Lo anterior, porque además de exceder el ámbito de sus atribuciones, en todo caso, una
declaración del fallo en este sentido, es decir, que por las razones en su caso expuestas, se dejaran a salvo los derechos
del actor para hacerlos valer en la forma y términos procedentes, aun así, tal declaración pudiera traducirse en una falsa
expectativa para el actor, puesto que en el supuesto dado de que habiéndose logrado tal reserva y, el actor, con base en
ella, volviera a ejercer una nueva acción, aquella declaración no vincularía al Juez del segundo controvertido para
estimar, per se, que con base en la reserva de derechos emitida ya no estaría en aptitud para declarar la improcedencia
de la acción porque a favor del actor se hubiese constituido ya algún derecho en tal sentido; lo cual incluso aplicaría en
sentido inverso, es decir, que cuando la declaratoria fuera en cuanto a que no se reservaron tales derechos, o incluso, sin
declaración en ningún sentido, en el segundo juicio no habría obstáculo para que juzgador determinara si lo resuelto en el
primero constituyó o no cosa juzgada, puesto que el examen de tal figura procesal corresponde hacerlo, en su caso,
dentro de ese segundo juicio contradictorio, y no en uno anterior. De ahí que al no existir un fundamento legal para
realizar la declaración sobre dicha reserva de derecho, inconcuso es, tampoco existe la obligación de efectuarla, ni aun
bajo la premisa de brindar certeza jurídica a las partes, pues, de hacerlo, además de infringirse el principio de legalidad
traducido en que todo ejercicio de potestades debe sustentarse en una norma de jurídica vigente, tampoco equivaldría a
una verdadera certeza acerca de la existencia o no del derecho a favor del actor. DÉCIMO TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 61/2008. José Antonio Olalde de Luis. 27 de febrero de 2008.
Unanimidad de votos. Ponente: J. Jesús Pérez Grimaldi. Secretario: Ramón Hernández Cuevas. Nota: Sobre el tema
tratado, la Primera Sala resolvió la contradicción de tesis 32/2008-PS., resuelta por la Primera Sala, de la que derivó la
tesis 1ª/J.80/2008, que aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo
XXVIII, noviembre de 2008, página 132, con el rubro “RESERVA DE DERECHOS, LOS JUECES ESTÁN FACULTADOS
PARA REALIZARLA EN LOS JUICIOS ORDINARIOS MERCANTILES CUANDO NO ANALIZARON EL FONDO DE UN
LITIGIO.”. TERCER AGRAVIO 1.- Lo constituye la falta de motivación y motivación en lo concerniente a la omisión de
condenar a la parte actora en lo relativo al pago de costas y gastos, ello es así, por razón de que el fallo cuestionado al
referirse al aludido tema, única y exclusivamente se concreta a decir que “no se hace especial condenación de costas y
gastos a ninguna de las partes en el presente juicio”, mas es peor, no apoya su pronunciamiento en fundamento legal
alguno, por consiguiente ello me provoca grave perjuicio y me deja en estado de indefensión. Es decir, la resolución que
me irroga agravio carece de una debida motivación y fundamentación en lo relativo a la falta de condena a mi colitigante
del pago de costas y gastos que todo fallo debe contener, atento a lo preceptuado por el ordinario 135 del Código de
Procedimientos Civiles vigente para el Estado, dado que al respecto, solo expone que “no se hace especial condenación
de costas y gastos a ninguna de las partes en el presente juicio”, argumentos que en criterio del suscrito no cumplen con
el requisito constitucional de legalidad jurídica, ya que si bien, el Juez de origen funda su sentencia en los artículos 78
Frac. III, 80, 81 y 83 de la Ley Adjetiva Civil en vigencia, considero que tales preceptos legales no cubren el requisito de
la fundamentación, ello en atención a que ninguno de los mismos hace referencia a las controvertidas costas, con lo que
se violenta en mi agravio la garantía de legalidad jurídica que todo fallo debe contener y que establecen los artículos 14 y
16 Constitucionales, dado que si por fundamentación entendemos la cita de los preceptos que le sirven de apoyo y por
motivación la manifestación de los razonamientos que llevaron a la autoridad a la conclusión de que el acto concreto de
que se trate, encuadra en la hipótesis prevista por dicho precepto, entonces, resulta evidente que la autoridad
responsable ordenadora no cumple con el requisito de legalidad al emitir una sentencia carente de motivación y
fundamentación, dado que no expone los fundamentos de derecho contenidos en las Legislaciones Civil y Procesal Civil
para el Estado en que pudiera fundar la omisión a la parte accionante en el pago de las costas y mucho menos expresa
razonamiento que pudieran encuadra en alguna hipótesis aplicable al caso, por lo que peca de inconstitucional al
contener solo una expresión abstracta y genérica en ese sentido. Sexta Época. Registro: 802,004 Instancia: Segunda
Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Volumen: Tercera Parte, XLVIII, Materia(s): Constitucional, Página: 36
FUNDAMENTACION Y MOTIVACION. El artículo 16 de la Carta Magna es terminante al exigir, para la validez de todo
acto autoritario de molestia, que el mismo esté fundado y motivado, debiendo entenderse por fundamentación la cita del
precepto que le sirva de apoyo, y por motivación la manifestación de los razonamientos que llevaron a la autoridad a la
conclusión de que el acto concreto de que se trate, encuadra en la hipótesis prevista en dicho precepto. No basta, por
consiguiente, con que exista en el derecho positivo un precepto que pueda sustentar el acto de la autoridad, ni un motivo
para que ésta actúe en consecuencia, sino que es indispensable que se hagan saber al afectado los fundamentos y
motivos del procedimiento respectivo, ya que sólo así estará en aptitud de defenderse como estime pertinente. Por otra
parte, la circunstancia de que el acto reclamado satisfaga las garantías del mandamiento escrito y de autoridad
competente, no le libera del vicio de inconstitucionalidad consistente en la ya apuntada falta de fundamentación, pues
todas estas garantías son concurrentes y deben, por lo mismo, ser respetadas por la autoridad en el mismo acto que de
ella emane. Amparo en revisión 887/61. José Horacio Septién. 21 de junio de 1961. Cinco votos. Ponente: Felipe Tena
Ramírez. SENTENCIAS, PRINCIPIO DE CONGRUENCIA DE LAS. El principio de congruencia previsto en el artículo 81
del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, consiste en que la autoridad resuelva sobre todas y cada
una de las cuestiones oportunamente sometidas a su consideración. SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA
CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 24856/92. Tráfico y Administración, S.C.4 de junio de 1992. Unanimidad
de votos. Ponente: Enrique R. García Vasco. Secretaria: Maura Angélica Sanabria Martínez. Amparo directo 3066/2001.
Enereo Rolando Elizalde Moreno. 17 de mayo de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: José Juan Bracamontes Cuevas.
Secretario: Juan Alfonso Patiño Chávez. Amparo directo 5406/2002. Seguros Vital, S.A., Grupo Financiero Vital. 12 de
septiembre de 2002. Unanimidad de votos. Ponente: José Juan Bracamontes Cuevas. Secretario: Juan Alfonso Patiño
Chávez. Amparo directo 8116/2002. Eva López Guido de Picazo y otro. 13 de febrero de 2003. Unanimidad de votos.
Ponente: Gustavo R. Parrao Rodríguez. Secretario: Miguel Ángel Silva Santillán. 3139 FUNDAMENTACION Y
MOTIVACIÓN DE LOS MANDAMIENTOS DE LA AUTORIDAD ARTICULO 16 CONSTITUCIONAL. Por fundar deben
entenderse la expresión de los fundamentos legales o de derecho del acto reclamado; en consecuencia, una resolución
reclamada no queda debidamente fundada si no contiene la expresión de ningún fundamento legal o de derecho. Por
motivar debe entenderse de las causas materiales o de derecho que hayan dado lugar al acto reclamado, sin que pueda
admitirse que la motivación consista en expresión general y abstracta, “por razones de interés público”, ya que la
mencionada expresión no señala el principio las causas materiales o de hecho que hubieran dado lugar al acto
reclamado. Revisión fiscal 45/1974. Inmobiliaria Sonorense, S.A. y otro, Agosto 7 de 1975; 5 votos. Ponente: Carlos del
Rio Rodríguez 2ª SALA Séptima Época, volumen 80, tercera Parte, Pág. 36 Tesis que ha sentado procedente: Amparo en
revisión 2248/1961. Puentes Internacionales, S.A. de C.V. Octubre 19. 1318 FUNDAMENTACION Y MOTIVACIÓN
GARANTE DE. Para que la autoridad cumpla la garantía de legalidad que establece el artículo 16 de la Constitución
Federal en cuanto a la suficiente fundamentación y motivación de sus determinaciones, en ellas debe citar el precepto
legal que le sirva de apoyo y expresar los razonamientos que la llevaron a la conclusión de que el asunto concreto de que
se trata, que las origina, encuadra en los presupuestos de la norma que invoca. A.R.8280/1967.- Augusto Vallejo Olivo. 5
votos. Sexta ÉPOCA, Vol. Cxxxii, tercera parte, Pag 49. A.R. 9598/1967. Oscar Leonel Velasco Casas. 5 votos. Sexta
Época, Vol CXXXIII, Tercera Parte, Pág. 63 A.R. 7228/1967. Comisionado Ejidal del Poblado San Lorenzo Tezonoco,
Ixtapalapa, D.F. y OTROS. 5 VOTOS. Sexta Época Vol. CXXXIII, Tercera Parte, Pág. 63. A.R. 371/7/1969.-Elías Chain 5
votos, Séptima Época, Vol, 14, Tercera Parte, Pág. 37. A.r. 4115/1968.- Emeterio Rodríguez Romero y Coag. 5 votos.
Séptima ÉPOCA VOLUMEN 28, Tercera Parte, Pág. 111 JURISPRUDENCIA 402 (Séptima Época), Pág 666, Volumen 2ª
SALA Tercera Parte Apéndice 1917-1975. Novena Época Instancia: Primera Sala. Fuente: Apéndice 2000 Tomo IV, Civil,
Jurisprudencia SCJN Tesis: 374 Página: 316. SENTENCIAS CIVILES, CONGRUENCIA DE LAS (LEGISLACIÓN
PROCESAL CIVIL PARA EL ESTADO DE VERACRUZ).- El principio de congruencia de las sentencias que establece el
artículo 57 del código procesal civil para el Estado de Veracruz, implica la exhaustividad que debe regir en las mismas, es
decir, la obligación del juzgador de decidir las controversias que se sometan a su conocimiento, tomando en cuenta todos
y cada uno de los argumentos aducidos tanto en la demanda, como aquellos en que se sustenta la contestación a ésta y
demás pretensiones hechas valer oportunamente en el pleito, de tal forma que se condene absuelva al demandado,
resolviendo, sobre todos y cada uno de los puntos litigiosos que hubieran sido materia del debate, debiéndose tomar en
cuenta que en tratándose de una reconvención, el actor principal se convierte a su vez en demandado, pues constituye
propiamente una contrademanda que el reo hace valer frente al actor en el mismo juicio en que fue emplazado. Por ello si
esa reconvención se presenta oportunamente y cumple con los requisitos de forma, el juzgador al resolver deberá
necesariamente atender y decidir en la misma sentencia, tanto lo deducido por la parte actora en su escrito de demanda,
como lo alegado por la demandada en la acción reconvencional; todo ello en exacta concordancia con lo establecido en
los numerales 57 y 214 del código adjetivo civil de la entidad antes referida. Por lo anteriormente expuesto, A ESTA H.
SALA DEL SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA EN EL ESTADO, atentamente solicito: UNICO.- Tenerme por
presentado con este escrito, con la representación que ostento, presentando e tiempo y forma los agravios que al ente
colectivo demandado corresponden, corriéndole traslado con los mismos a la parte apelada para que dentro del término
de ley contesten lo que a su derecho convenga.”.
SEGUNDO.- Los conceptos de agravio que hace valer ELIMINADO en su carácter de Representante Legal
de ELIMINADO son esencialmente fundados atento a los motivos y fundamentos legales que a continuación se exponen.
La parte actora, ELIMINADO, demandó, literalmente las siguientes pretensiones: “1.- LA DECLARACION
DE NULIDAD DEL CONTRATO DE COMPRAVENTA Y LA ESCRITURA PUBLICA NUMERO ELIMINADO QUE SE
HALLA INSCRITA EN EL REGISTRO PUBLICO DE LA PROPIEDAD Y COMERCIO A NOMBRE DE ELIMINADO QUE
AMPARA EL RESTO DE LOTE DE TERRENO Y ACTUALMENTE CASA EN EL CONSTRUIDA MARCADA CON EL
NUMERO ELIMINADO QUE TIENE LAS SIGUEINTES MEDIDAS Y COLINDANCIAS. ELIMINADO. 2.- POR LA
DECLARACIÓN JUDICIAL DE QUE EL SUSCRITO ELIMINADO SOY LEGAL PROPIETARIO DEL PREDIO ANTES
REFERIDO COMO CONSECUENCIA DE LA DECLARACION DE NULIDAD DE ESCRITURA QUE SOLICITO EN EL
INCISO UNO DE PRESTACIONES. 3.- POR LA RESTITUCION QUE SE HAGA AL SUSCRITO DEL PREDIO ANTES
REFERIDO OUE DESCRIBO EN EL INCISO UNO DE PRESTACIONES DE ESTA DEMANDA, QUE DEBERA
HACERSE CON TODOS SUS FRUTOS Y MEJORAS Y ACCESIONES QUE SE HALLEN ASENTADAS EN EL MISMO
PREDIO. 4.- POR EL PAGO DE LAS COSTAS Y GASTOS JUDICIALES QUE SE GENEREN CON EL PRESENTE
JUICIO.”; y como hechos fundatorios de tales pretensiones, en esencia expresó que él (actor) otorgó a favor de
ELIMINADO, un poder general para pleitos, cobranzas y actos de dominio, respecto del resto de lote de terreno y
actualmente casa en el construida que se ubica en ELIMINADO, que con motivo de ello, el referido apoderado vendió el
inmueble el 14 catorce de enero del año 2005 dos mil cinco a la Empresa ELIMINADO y que su apoderado ELIMINADO,
fungió como Representante Legal de la empresa ELIMINADO que la compraventa fue por la cantidad de ELIMINADO,
que el apoderado del actor y vendedor, manifestó haber recibido el precio de la venta, lo cual quedó consignado en la
cláusula segunda del instrumento de mérito. También refiere el apelante y actor, que su apoderado ELIMINADO le
entregó como pago inicial de tal venta, únicamente la cantidad de ELIMINADO que le manifestó que el resto del pago; es
decir, la cantidad de ELIMINADO se lo entregaría posteriormente. Que el día 22 veintidós de marzo de 2006 dos mil seis
su apoderado ELIMINADO le expidió el cheque número ELIMINADO de la cuenta de cheques ELIMINADO, por la
precitada cantidad, que por ello el actor le firmó una póliza de cheques en la que se asentó literalmente que la firmó por el
finiquito del adeudo con ELIMINADO que el mencionado cheque fue presentado para su cobro en ELIMINADO y cuenta
respectiva y que le fue devuelto por la razón de que tal cheque fue reportado como extraviado; que de nueva cuenta
presentó el cheque para su cobro el día 25 veinticinco de mayo de 2007 dos mil siete, y que le fue devuelto por la razón
de que la firma que lo calza no corresponde a la que se tiene registrada en el Banco; que en tal virtud ante el
incumplimiento de pago por parte de la compradora ELIMINADO”, promueve la nulidad del contrato de compraventa en
cuestión.
Respecto a ello, el Juez Quinto del Ramo Civil, declaró en la sentencia en estudio por una parte que el actor
no justificó la existencia del derecho que ejercitó, en razón de que el incumplimiento de pago en un contrato de
compraventa no es causa de nulidad; y, no obstante tal razonamiento, el juez inferior en grado también declaró que no
entraba al fondo del juicio y dejó a salvo los derechos de la parte actora; sosteniendo en la parte conducente de la
sentencia en estudio literalmente lo siguiente: “Ahora bien, la parte actora demanda la nulidad de contrato compraventa
conforme a los hechos en que basa su acción, los cuales quedaron establecidos con anterioridad, por lo que en términos
del artículo 273 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, los elementos que deberá de demostrar la parte actora
son: a).- La existencia del contrato de compraventa cuya nulidad se pretende; y, b).- Que dicho contrato carezca de los
elementos de existencia. Bajo ese contexto, y previo al estudio de los medios de prueba ofrecidos por las partes, a criterio
del juzgador, resulta necesario para el ejercicio de la acción, la existencia de un derecho, por lo que de un estudio
minucioso de los autos, en base al escrito inicial de demanda, se desprende la existencia de la falta de acción por parte
del actor; como un presupuesto procesal que determina el artículo 1. fracción I del Código de Procedimientos Civiles del
Estado, como lo es la existencia de un derecho o la necesidad de declararlo, preservarlo o constituirlo. Ello, en virtud de
que el actor no justifica la existencia de un derecho respecto de la acción que ejercita. Lo anterior es así, puesto que
conforme al escrito inicial de demanda, la parte actora ejercita la acción de nulidad de contrato de compraventa así como
de la escritura que emana de dicho contrato a nombre de la hoy demandada ELIMINADO. en virtud de la falta total del
preciso de la operación de establecido en el contrato de referencia; siendo que ello no es motivo ni causa para demandar
la nulidad, conforme lo dispone el artículo 1631 del Código Civil del Estado, que refiere: “El contrato puede ser invalidado:
I.- Por incapacidad legal de las parte o de una de ellas; II.- Por vicios del consentimiento; III.- Porque su objeto, o motivo o
fin (sic) sea Ilícito; y, IV.- Porque el consentimiento no se haya manifestado en la forma que la Ley establece…”. Y en el
presente caso lo que demanda el actor en base a los hechos que refiere, no son un motivo de nulidad, al no encontrarse
dentro de la hipótesis que prevé el citado numeral. En virtud de la cual, no le asiste la razón al actor para demandar,
puesto que no tiene el ejercicio de la acción. Amen de el propio actor señala en los hechos de su demanda, en forma
textual: “AFIRMO QUE PROMUEVO ESTA DEMANDA TOMANDO EN CUENTA QUE SI BIEN LA OPERACIÓN DE
COMPRA VENTA QUE CELEBRO ELIMINADO COMO MI APODERADO RESULTA LEGALMENTE VALIDA NO
MENOS CIERTO ES QUE AL NO CUMPLIR LA COMPRADORA ELIMINADO CON EL PAGO DEL PRECIO TOTAL DE
LA OPERACIÓN MOTIVA DE HECHO PROCEDENCIA DEL JUICIO ORDINARIO CIVIL DE NULIDAD DE
COMPRAVENTA Y DE ESCRITURA…”. Circunstancia que como lo hace valer la parte demandada, dicha declaración se
convierte en todo momento en una confesión por parte del hoy actor en términos del artículo 301 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado. Lo que conlleva a determinar la existencia del contrato de compraventa en términos
del artículo 2081 del Código Civil del Estado, que reza: “Habrá compra-venta cunado (sic) uno de los contratantes se
obliga a transferir la propiedad de una cosa o de un derecho, y el otro a su vez se obliga a pagar por ello un precio cierto
y en dinero…”. Así mismo, el numeral 2083 de la propia Ley en consulta establece: “La venta existe y es obligatoria para
las partes cuando se han convenido sobre la cosa y su precio, aunque la primera no haya sido entregada, ni la segunda
satisfecha”. Por lo que, en tal virtud y conforme a los razonamientos legales anteriormente expuestos, resulta innecesario
entrar al estudio del fondo del presente asunto; consecuentemente, se dejan a salvo los derechos de la parte actora a fin
de que los haga valer en la forma correcta y conforme a derecho...”.
En contra del tal determinación el apelante en una parte de sus agravios expresa que tal fallo es
incongruente, ya que no obstante que el juez sostuvo que no entraba al fondo del juicio; lo cierto es que, refiere el
apelante, el juez si entró al fondo del juicio, en razón de que el juzgador argumentó que la falta del pago total de la
compraventa no es motivo de nulidad; y que también es incongruente que el juez haya dejado a salvo los derechos del
actor.
Los transcritos agravios son fundados, y a fin de patentizarlo se precisa lo siguiente.
Las pretensiones del actor; literalmente son las siguientes: “1.- LA DECLARACION DE NULIDAD DEL
CONTRATO DE COMPRAVENTA Y LA ESCRITURA PUBLICA NUMERO ELIMINADO DE ES ELIMINADO A NOMBRE
DE ELIMINADO. QUE AMPARA EL RESTO DE LOTE DE TERRENO Y ACTUALMENTE CASA EN EL CONSTRUIDA
MARCADA CON EL NUMERO ELIMINADO QUE TIENE LAS SIGUEINTES MEDIDAS Y COLINDANCIAS. ELIMINADO
2.- POR LA DECLARACIÓN JUDICIAL DE QUE EL SUSCRITO ELIMINADO SOY LEGAL PROPIETARIO DEL PREDIO
ANTES REFERIDO COMO CONSECUENCIA DE LA DECLARACION DE NULIDAD DE ESCRITURA QUE SOLICITO
EN EL INCISO UNO DE PRESTACIONES. 3.- POR LA RESTITUCION QUE SE HAGA AL SUSCRITO DEL PREDIO
ANTES REFERIDO OUE DESCRIBO EN EL INCISO UNO DE PRESTACIONES DE ESTA DEMANDA, QUE DEBERA
HACERSE CON TODOS SUS FRUTOS Y MEJORAS Y ACCESIONES QUE SE HALLEN ASENTADAS EN EL MISMO
PREDIO. 4.- POR EL PAGO DE LAS COSTAS Y GASTOS JUDICIALES QUE SE GENEREN CON EL PRESENTE
JUICIO.”.
De un análisis y estudio de tales pretensiones, se llega a la plena convicción que el actor está demandando
la nulidad del contrato de compraventa que celebró con la Sociedad Mercantil ELIMINADO, representada por su
Apoderado, ELIMINADO, el día 14 catorce de enero de 2005 dos mil cinco, respecto del inmueble ubicado descrito en su
demanda, que se celebró ante el ELIMINADO, con ejercicio en esta capital y que quedó consignado en el instrumento
número ELIMINADO así como la nulidad de la citada escritura; y la causa por la cual el actor ELIMINADO basa su
demanda de nulidad de contrato de compraventa es, porque dice el actor, la parte compradora del inmueble incumplió
con el pago total pactado en el contrato.
Por su parte el juez, afirma en la sentencia que la parte actora no justificó el derecho que ejercitó, en razón
de que la falta de pago total del precio de la compraventa no es causa de nulidad, de conformidad con lo que dispone el
artículo 1631 del Código Civil del Estado, también aseveró que no entraba al fondo del juicio, y que dejaba a salvo los
derechos de la parte actora.
Lo expuesto pone en evidencia que el juzgador sí se pronunció respecto a la nulidad demandada, al
argumentar que el incumplimiento en el pago no es motivo para declarar una nulidad de un contrato; ya que, adujo el
juez, que las causas para declarar la nulidad de un contrato son las previstas en el artículo 1631 del Código Civil del
Estado; es decir, sí se pronunció respecto a la acción de nulidad de contrato de compraventa ejercitada por la parte
actora, al establecer que los motivos por los cuales el actor funda tal petición no dan lugar a una nulidad, y si por otro
lado, el juez también argumentó que no entraba al fondo del juicio y dejaba a salvo los derechos de la parte actora, ello
patentiza lo incongruente de tal sentencia; en esa tesitura jurídica, resultan fundados los agravios del apelante relativos a
la incongruencia de la sentencia dictada por el juez.
En ese orden de ideas, preciso es señalar que al haber resultado esencialmente fundados los conceptos de
inconformidad en estudio, resulta innecesario analizar los restantes conceptos de agravio, ya que la anotada
determinación es bastante para revocar la resolución recurrida, situación que priva de relevancia jurídica al resto de las
aludidas inconformidades.
En apoyo de lo expuesto, se cita, por analogía, la tesis de Sustentada por el Tercer Tribunal Colegiado Del
Segundo Circuito, jurisprudencia publicada en la Octava Época Registro: 394649, con el rubro y contenido siguientes.
“CONCEPTOS DE VIOLACION. ESTUDIO INNECESARIO DE LOS. Habiendo resultado fundado y
suficiente para otorgar el amparo solicitado, uno de los conceptos de violación, resulta innecesario el estudio de los
restantes motivos de inconformidad vertidos en la demanda de garantías.”.
En virtud de lo anterior y en razón de que en el recurso de apelación no existe reenvío, este Tribunal de
Alzada tiene facultades para examinar y resolver, con plenitud de jurisdicción, respecto de la acción ejercitada en juicio,
precisándose para tal efecto, de nueva cuenta las pretensiones demandadas por el actor ELIMINADO así como los
hechos en que fundó la acción que ejercitó, respectivamente. “1.- LA DECLARACION DE NULIDAD DEL CONTRATO DE
COMPRAVENTA Y LA ESCRITURA PUBLICA NUMERO ELIMINADO QUE SE HALLA INSCRITA EN EL REGISTRO
PUBLICO DE LA PROPIEDAD Y CONMERCIO A NOMBRE DE ELIMINADO. QUE AMPARA EL RESTO DE LOTE DE
TERRENO Y ACTUALMENTE CASA EN EL CONSTRUIDA MARCADA CON EL NUMERO ELIMINADO QUE TIENE
LAS SIGUEINTES MEDIDAS Y COLINDANCIAS. ELIMINADO. 2.- POR LA DECLARACION JUDICIAL DE QUE EL
SUSCRITO ELIMINADO SOY LEGAL PROPIETARIO DEL PREDIO ANTES REFERIDO COMO CONSECUENCIA DE
LA DECLARACION DE NULIDAD DE ESCRITURA QUE SOLICITO EN EL INCISO UNO DE PRESTACIONES. 3.- POR
LA RESTITUCION QUE SE HAGA AL SUSCRITO DEL PREDIO ANTES REFERIDO OUE DESCRIBO EN EL INCISO
UNO DE PRESTACIONES DE ESTA DEMANDA, QUE DEBERA HACERSE CON TODOS SUS FRUTOS Y MEJORAS Y
ACCESIONES QUE SE HALLEN ASENTADAS EN EL MISMO PREDIO. 4.- POR EL PAGO DE LAS COSTAS Y
GASTOS JUDICIALES QUE SE GENEREN CON EL PRESENTE JUICIO.”. HECHOS: “…LA DECLARACION DE
NULIDAD DEL CONTRATO DE COMPRAVENTA Y LA ESCRITURA PUBLICA NUMERO ELIMINADO QUE SE HALLA
INSCRITA EN EL REGISTRO PUBLICO DE LA PROPIEDAD Y COMERCIO A NOMBRE DE ELIMINADO QUE AMPARA
EL RESTO DE LOTE DE TERRENO Y ACTUALMENTE CASA EN EL CONSTRUIDA MARCADA CON EL NUMERO
ELIMINADO QUE TIENE LAS SIGUIENTES MEDIDAS Y COLINDANCIAS ELIMINADO 2.- POR LA DECLARACION
JUDICIAL DE QUE EL SUSCRITO ELIMINADO SOY LEGAL PROPIETARIO DEL PREDIO ANTES REFERIDO COMO
CONSECUENCIA DE LA DECLARACION DE NULIDAD DE ESCRITURA QUE SOLICITO EN EL INCOSO UNO DE
PRESTACIONES. 3.- POR LA RESTITUCION QUE SE HAGA AL SUSCRITO DEL PREDIO ANTES REFERIDO QUE
DESCRIBO EN EL INCISO UNO DE PRESTACIONES DE ESTA DEMANDA QUE DEBERA HACERSE CON TODOS
SUS FRUTOS Y MEJORAS Y ACCESIONES QUE SE HALLEN ASENTADAS EN EL MISMO PREDIO. 4.- POR EL
PAGO DE LAS COSTAS Y GASTOS JUDICIALES QUE SE GENEREN CON EL PRESENTE JUICIO. SE FUNDA MI
DEMANDA EN LOS SIGUIENTES. HECHOS 1.- COMO ACREDITO CON LA ESCRITURA DE COMPRA VENTA QUE
ANEXO A ESTE ESCRITO EN COPIA CERTIFICADA POR NOTARIO PUBLICO EL SUSCRITO ELIMINADO CON
ELIMINADO OTORGUE A FAVOR DE ELIMINADO PODER GENERAL PARA PLEITOS Y COBRANZAS Y ACTOS DE
DOMINIO RESPECTO DEL RESTO DE LOTE DE TERRENO Y ACTUALMENTE CASA EN EL CONSTRUIDA QUE SE
UBICA EN ELIMINADO CUYAS MEDIDAS Y COLINDANCIAS PIDO SE ME TENGAS POR REPRODUCIDAS COMO SI
SE INSERTAREN A LA LETRA EN OBVIO DE ECONOMIA PROCESAL MISMO PODER QUE OTORGUE ANTE LA
NOTARIA ELIMINADOA FAVOR DEL ELIMINADO, PODER QUE ES ESPECIAL EN CUANTO A SU OBJETO PARA
QUE LO EJERCIERA UNICAMENTE RESPECTO DEL REFERIDO PREDIO QUE PRECISO EN EL INCISO UNO DE
PRESTACIONES. PARA QUE REALIZARA LA COOMPRA VENTA DEL INMUEBLE RELATADO. 2.- QUE CON MOTIVO
DE TAL MANDATO EL APODERADO ELIMINADO CON FECHA ELIMINADO LLEVO A CABO LA COMPRA VENTA
DEL INMUEBLE DESCRITO A FAVOR DE LA EMPRESA ELIMINADO MISMO QUE CELEBRO EN CARÁCTER DE
APODERADO PARA PLEITOS Y COBRANZAS Y ACTOS DE DOMINIO DEL SUSCRITO HABIENDO VENDIDO EL
INMUEBLE EN LA CANTIDAD DE ELIMINADO COMO SE CONTIENE EN LA CLAUSULA SEGUNDA DE LA
ESCRITURA QUE SE ANEXA EN COPIA CERTIFICADA POR NOTARIO PUBLICO RESPECTO DE LA CUAL
MANIFESTO EL VENDEDOR ELIMINADO COMO APODERADO DEL SUSCRITO HABER RECIBIDO EL PRECIO POR
LO QUE MEDIANTE ESE INSTRUMENTO OTORGO A FAVOR DEL COMPRADOR EL RECIBO MAS AMPLIO Y
EFICAZ QUE A SU SEGURIDAD CONDUZCA HECHO VISIBLE EN LA PRECITADA CLAUSULA SEGUNDA 3.- UNA
VEZ QUE MI APODERADO CELEBRO LA COMPRA VENTA ME HIZO EL PAGO PARCVIAL DE LA CANTIDAD DE
ELIMINADO COMO PAGO INICIAL DEL PRECIO DE LA VENTA MANIFESTANDOME QUE POSTERIORMENTE ME
HARIA EL PAGO DEL RESTO DEL PRECIO DE LA VENTA YA QUE ERA NECESARIO QUE SE OBTUVIERAN LAS
ESCRITURAS DE PROPIEDAD A FAVOR DEL COMPRADOR ELIMINADO NO TENIENDO EN ESE MOMENTO
OBJECVION ALGUNA EL SUSCRITO YA QUE COMO REFIERO ANTERIORMENTE LE HABIA OTORTGADO EL
PODER A ELIMINADO PARA LA VENTA. 4.- ES EL CASO DE QUE MIENTRAS SE TRAMITABA LA VENTA TRATE
CON EL ELIMINADO LA CONSTITUCION DE UNA ASOCIACION EN PARTICIPACION CON LA EMPRESA
ELIMINADO. LA CUAL POR COMUN ACUERO CON FECHA ELIMINADO FUE LEGALMENTE RESCINDIDA ANTE EL
ELIMINADO POR LO CUAL SE LEVANTO EL INSTRUMENTO NOTARIAL RESPECTIVO BAJO EL ACTA NUMERO
ELIMINADO HACIENDO LA ACLARACION DE QUE PARA LLEVAR A CABO LA RESCICIÓN DE DICHO CONTRATO
DE ASOCIACION POR PARTICIPACION EL ING JELIMINADO COMO REPRESENTANTE DE LA ELIMINADO EXIGIO
QUE SE ASENRTARA UNA CLAUSULA EN LA CUAL EL SUSCRITO RATIFICABA LAS GESTIONES QUE ELIMINADO
REALIZO EN CUMPLIMIENTO DE LA ASOCIACION EN PARTICIPACION QUE EN ESA FECHA DEBERA RECINDIDA
COMO ASI SE ASENTO EN LA CLAUSULA CUARTA DE TAL INSTRUMENTO QUE SE ANEXA EN POPIA
CERTIFICADA POR NOTARIO PUBLICO. 5.- QUE UNA VEZ RESCINDIDA QUE FUE LA SOCIEDAD EN
PARTICIPACION ELIMINADO ME HIZO SABER QUE POSTERIORMENTE ME PAGARIA EL RESTO DEL PRECIO DE
LA VENTA DEL TERRENO QUE REALIZO EN MI NOMBRE EL 14 DE ENERO DEL AÑO 2005 QUEDANDO A
DEBARME LA CANTIDAD DE ELIMINADOLOS CUALES NO ME PAGO SINO HASTA EL DIA 22 DE MARZO DEL AÑO
2006 MEDIANTE LA EXPEDICION A MI FAVOR DEL CHEQUE ELIMINADO DE LA CUENTA DE CHEQUES
ELIMINADO SA QUE EXPIDIO A MI NOMBRE EL DIA 22 DE DICIEMBRE DEL AÑO 2006 Y RESPECTO DEL CUAL EL
SUSCRITO LE FIRME UNA POLIZA DE CHEQUES EN LA CUAL SE ASIENTA LITERALMENTE QUE LA FIRME POR
EL FINIQUITO DEL ADEUDO CON EL SEÑOR ELIMINADO, EL CHEQUE Y LA POLIZA QUE MENCIONO SE ANEXAN
EN COPIAS CERTIFICADAS POR NOTARIO PUBLICO PARA ACREDITAR MIS MANIFESTACIONES. 6.- QUE EL
REFERIDO CHEQUE EL SUSCRITO LO PRESENTE A COBRO AL BANCO NACIONAL DE MEXICO A DONDE
PERTENECE LA CUENTA MENCIONADA Y ME FUE DEVUELTO POR LA RAZON DE QUE EL CHEQUE FUE
REPORTADO COMO EXTRAVIADO ASIGNANDOLE LA CERTIFICACION CORRESPONDIENTE MEDIANTE UN
TALON QUE INDICA COMO CAUSA DE DEVOLUCION ELIMINADO ESTO FUE EL DIA 29 DE DICIEMBRE DEL AÑO
2006 SEGÚN SE ADVIERTE DEL CHEQUE MISMO. CON ESA RAZON TRATE DE BUSCAR A MI DEMANDADO
ELIMINADO PARA EXIGIRLE EL PAGO SN LOCALIZARLO Y POR LO CUAL EL DIA 25 DE MAYO DEL AÑO 2007
DESESPERADO POR NO TENER EL PAGO DEL CHEQUE NUEVAMENTE ACUDI AL ELIMINADO PARA TRATAR DE
COBRAR EL CHEQUE DEVOLVIENDOMELO OTRA VEZ PERTO AHORA CON LA CAUSA DE DEVOLUCION DE QUE
LA FIRMA QUE LO ALZA NO CORRESPONDE A LA QUE SE TIENE REGISTRADA EN ELIMINADO. LO ANTERIOR
SE DEMUESTRA CON LAS COPIAS CERTIFICADAS DEL CHEQUE QUE ANEXO A ESTA DEMANDA CERTIFICADAS
POR NOTARIO PUBLICO POR LO QUE TIENE VALOR DE PRUEBA PLENA. 7.- QUE ANTE ESA CIRCUNSTANCIA
PROMOVI DENUNCIA PENAL EN CONTRA DE ELIMINADO POR FRAUDE Y DESPUES DE LARGO TIEMPO SE
LOGRO CONSIGNAR AL JUEZ PENAL QUIEN RESULTO QUE NEGO LA ORDEN DE APREHENSION POR QUE LOS
HECHOS MOTIVANTES DE LA ACUSACION TIENEN EL CARÁCTER DE LO CIVIL CAUSA POR LA QUE AHORA ME
VEO PRECISADO A INTENTAR ESTA DEMANDA. QUE LA UNICA VERDAD RESULTA QUE HABIENDO PASADO YA
MUCHOS AÑOS NO ME QUEDA MAS QUE EL JUICIO ORDINARIO CIVIL QUE AQUÍ EJERCITO. AFIRMO QUE
PROMUEVO ESTA DEMANDA TOMANDO EN CUENTA DE QUE SI BIEN LA OPERACION DE COMPRA VENTA QUE
CELEBRO ELIMINADO COMO MI APODERADO RESULTA LEGALMENTE VALIDA NO MENOS CIERTO ES QUE AL
NO CUMPLIR LA COMPRADORA ELIMINADO CON EL PAGO DEL PRECIO TOTAL DE LA OPERACIÓN MOTIVA DE
HECHO PROCEDENCIA DEL JUICIO ORDINARIO CIVIL DE NULIDAD DE COMPRA VENTA Y DE ESCRITURA QUE
RECLAMO POR ASI PREVEERLO EL CÓDIGO CIVIL DEL ESTADO. POR LO CUAL LO, PROCEDENTE SERA QUE
MEDIANTE SENTENCIA SE DECLARE LA NULIDAD QUE RECLAMO Y SE ORDENE A LAS PARTES A RESTITUIRSE
LAS PRESTACIONES RECIBIDAS. CON TAL DOCUMENTAL DEMUESTRO FEHACIENTEMENTE QUE LA DEMANDA
DE NULIDAD PROCEDE Y ASI DEBE DECLARARSE TODA VEZ QUE EL COMPRADOR DEL TERRENO DE MI
PROPIEDAD NO CUMPLIO CON EL PAGO DEL TOTAL DEL PRECIO DE LA COMPRA VENTA COMO ASÍ LO
ESTABLECE EL CÓDIGO CIVIL DEL ESTADO…”.
Del análisis de lo expuesto, se tiene la incontrovertible convicción de que la acción ejercitada por el actor
ELIMINADO, es la de la nulidad del contrato de compraventa del lote de terreno y casa en el construida marcado con el
número ELIMINADO, que celebró con la persona moral denominada ELIMINADO representada por su Apoderado,
ELIMINADO, ésta en su calidad de compradora, así como el instrumento número ELIMINADO en que se consignó tal
compraventa, el día 14 catorce de enero de 2005 dos mil cinco; y que la causa por la cual el actor ELIMINADO basa su
demanda de nulidad de contrato de compraventa es, porque dice el actor, la parte compradora del inmueble incumplió
con el pago total pactado en el contrato.
Por tanto, si el actor ELIMINADO está demandando a la Empresa moral denominada “ELIMINADO a través
de su apoderado legal, ELIMINADO, por la nulidad del contrato de compraventa que celebró con el citado demandado
respecto del inmueble ya descrito; el juez estaba obligado a resolver en sentencia definitiva ese pleito, ea litis; estudiar
para declarar lo correspondiente; es decir, la procedencia o no de tal nulidad; y, si en el caso, la causa argumentada por
el actor para demandar tal nulidad de contrato de compraventa es por el incumplimiento total del pago pactado; se
procede a resolver respecto de la nulidad peticionada, en los siguientes términos.
La acción de nulidad de contrato se encuentra prevista en los artículos 1630, 1631, 1638, 1652, 1654, 2058
del Código Sustantivo Civil, los cuales a la letra dicen lo siguiente.
“ART. 1630. Para la existencia del contrato se requiere: I. Consentimiento II. Objeto que pueda ser materia
del contrato.”.
“ART. 1631. El contrato puede ser invalidado: I. Por incapacidad legal de las partes o de una de ellas II. Por
vicios del consentimiento III. Porque su objeto, o su motivo o fin, sea ilícito IV. Porque el consentimiento no se haya
manifestado en la forma que la Ley establece.
“ART. 1638. Los contratos celebrados a nombre de otro por quien no sea su legítimo representante, serán
nulos, a no ser que la persona a cuyo nombre fueron celebrados, los ratifique antes de que se retracten por la otra parte.
La ratificación debe ser hecha con las mismas formalidades que para el contrato exige la Ley. Si no se obtiene la
ratificación, el otro contratante tendrá derecho de exigir daños y perjuicios a quien indebidamente contrató.”.
“ART. 1652. El dolo o mala fe de una de las partes y el dolo que proviene de un tercero, sabiéndolo aquélla,
anulan el contrato si ha sido la causa determinante de este acto jurídico.
“ART. 1654. Es nulo el contrato celebrado por violencia, ya provenga ésta de alguno de los contratantes, ya
de un tercero, interesado o no en el contrato.”.
“ART. 2058. La ilicitud en el objeto, en el fin o en la condición del acto produce su nulidad, ya absoluta, ya
relativa, según lo disponga la Ley.”.
De la interpretación gramatical y sistemática de tales preceptos legales, se llega al conocimiento de que
para la existencia de un contrato son requisitos imprescindibles el consentimiento y el objeto (es decir la cosa o bien el
derecho); y asimismo, para que tal contrato sea válido se requiere que exista capacidad legal de las partes, que el
consentimiento se otorgue sin vicios; que sea lícito el objeto, o el motivo, o el fin, del contrato; y que el referido
consentimiento se manifieste en la forma que la ley establezca para ello; y que, cuando el contrato no satisfaga la
totalidad de tales las exigencias para ser válido, ello provoca la nulidad.
Por tanto, si el actor ELIMINADO está demandando, la nulidad del contrato de compraventa que celebró a
través de su apoderado legal, por incumplimiento en el pago total pactado; y de las hipótesis normativas que la ley prevé
para declarar la nulidad de un contrato, se tiene que el incumplimiento en el pago no es una causa de nulidad; esa
sola y única circunstancia es suficiente para declarar la improcedencia de la acción ejercitada por la parte actora
ELIMINADO en contra de la empresa moral ELIMINADO, sin que exista obligación jurídica de analizar si existe o no
incumplimiento de pago de la parte compradora ELIMINADO respecto del contrato de compraventa del que se demanda
la nulidad, porque, como ya se precisó tal demanda de nulidad la peticiona el actor, porque refiere que la parte
compradora ha incumplido con la totalidad del pago pactado, y el incumplimiento en el pago no es causa de nulidad de un
contrato.
Por ende, congruencia y lógica jurídica, como ya se anotó, no ha lugar a determinar si la parte compradora
cumplió o incumplió con la totalidad del pago que se obligó en el contrato del que se demanda la nulidad, porque lo
demandado es la nulidad del contrato de compraventa, y los hechos expresados para ello, con independencia de ser
ciertos o inciertos, no son causa de nulidad, de ahí que resulte innecesario el análisis de las probanzas aportadas por la
parte actora, porque éstas fueron ofertadas para probar los hechos constitutivos de su demanda, y éstos por sí solos y
con base a las hipótesis jurídicas que provocan la nulidad de un contrato, ponen en evidencia que no son causa de
nulidad.
De igual manera resulta innecesario el análisis de las pruebas aportadas por la parte demandada, porque,
éstas tiene como finalidad destruir la acción ejercitada, y en el caso, resultó improcedente declarar la nulidad del contrato
de compraventa celebrado entre ELIMINADO, a través de su Apoderado Legal, en su cálidad de vendedor, con la
empresa moral denominada ELIMINADO en su calidad de compradora, a través de su apoderado legal, ELIMINADO el
día 14 catorce de enero de 2005 dos mil cinco, así como la nulidad del ELIMINADO, en que se consignó tal compraventa;
en consecuencia, se absuelve a la parte demandada de tales pretensiones.
En consecuencia, se revoca la sentencia de fecha ELIMINADO, dictada por el Juez Quinto del Ramo Civil
de esta capital, dentro del expediente número 500/2013, relativo al Juicio Ordinario Civil por nulidad de contrato de
compraventa, promovido por ELIMINADO, en contra de ELIMINADO, por conducto de su Administrador Único y
representante legal ELIMINADO y en su lugar se dicta la siguiente: “PRIMERO.- Este juzgado resultó competente.
SEGUNDO.- La Vía Ordinaria Civil, fue correcta. TERCERO.- Las partes comparecieron con personalidad. CUARTO.-
Resultó improcedente la acción ejercitada por el actor ELIMINADO, referente a la declaración de nulidad del contrato de
compraventa del lote de terreno y actualmente casa en el construida marcado con el número ELIMINADO, con las
siguientes medidas y colindancias: ELIMINADO, que celebró con la persona moral denominada “ELIMINADO
representada por su Apoderado, ELIMINADO, ésta en su calidad de compradora; así como la de el instrumento número
ELIMINADO en que se consignó tal compraventa, el día 14 catorce de enero de 2005 dos mil cinco, ante el Notario
Público ELIMINADO. CUARTO. En consecuencia se absuelve a la parte demandada empresa moral denominada
ELIMINADO de tales acciones. QUINTO.- Se condena a la parte actora al pago de costas en esta primera instancia por
no haber obtenido fallo favorable. SEXTO.- Notifíquese personalmente.”.
TERCERO.- Resulta improcedente condenar al pago de costas en esta Segunda Instancia, en razón de que
no se actualiza ninguna de las hipótesis normativas previstas por el artículo 135 del Código de Procedimientos Civiles de
este Estado, el cual dispone lo siguiente: “Artículo 135.- Siempre se hará condenación en costas, pídanlo o no las partes:
I.- En contra del litigante que no obtuviere resolución favorable, ya en lo principal, ya en los incidentes que surgieren; II.-
En contra del que no obtuviere sentencia favorable en segunda instancia. En este caso, la condenación comprenderá las
costas de ambas instancias. La condenación no comprenderá los honorarios y gastos ocasionados por promociones,
pruebas y actuaciones que sean inútiles y superfluas o no autorizadas por la Ley.”.
Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
PRIMERO.- Los agravios hechos valer por ELIMINADO en su carácter de Representante Legal de
“ELIMINADO son esencialmente fundados.
SEGUNDO.- Se revoca la sentencia de fecha ELIMINADO, dictada por el Juez Quinto del Ramo Civil de
esta capital, dentro del expediente número 500/2013, relativo al Juicio Ordinario Civil por nulidad de contrato de
compraventa, promovido por ELIMINADO en contra de ELIMINADO por conducto de su Administrador Único y
representante legal ELIMINADO y en su lugar se dicta lo siguiente: “PRIMERO.- Este juzgado resultó competente.
SEGUNDO.- La Vía Ordinaria Civil, fue correcta. TERCERO.- Las partes comparecieron con personalidad. CUARTO.-
Resultó improcedente la acción ejercitada por el actor ELIMINADO, referente a la declaración de nulidad del contrato de
compraventa del lote de terreno y actualmente casa en el construida marcado con el número ELIMINADO, con las
siguientes medidas y colindancias: ELIMINADO que celebró con la persona moral ELIMINADO representada por su
Apoderado, ELIMINADO, ésta en su calidad de compradora; así como la de el instrumento ELIMINADO en que se
consignó tal compraventa, el día 14 catorce de enero de 2005 dos mil cinco, ante el Notario Público ELIMINADO.
CUARTO. En consecuencia se absuelve a la parte demandada empresa moral denominada “ELIMINADO. de tales
acciones. QUINTO.- Se condena a la parte actora al pago de costas en esta primera instancia por no haber obtenido fallo
favorable. SEXTO.- Notifíquese personalmente.”.
TERCERO.- No se condena al pago de costas en esta segunda instancia.
CUARTO.- Con copia certificada de la presente resolución, devuélvase el expediente al juzgado de su
procedencia para los fines legales consiguientes, y en su oportunidad, archívese el toca.
QUINTO.- Notifíquese personalmente, comuníquese y cúmplase.
Así por unanimidad de votos, lo resolvieron y firman los Magistrados que integran la Cuarta Sala del
Supremo Tribunal de Justicia del Estado, licenciados, ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO, siendo ponente la
primera de los nombrados, quienes actúan con Secretaria de acuerdos licenciada ELIMINADO, que autoriza y da fe.