Post on 25-Dec-2015
description
Tantas cosas q decirte q no se como empezar,q te kiero,q te odio,q sin ti no puedo estar xro contigo tampoco, sto tenia q acabar,aunke no lo q siento nunca te dejare de amar,tenia miedo de dejar de besarte y perderte, no se si algun dia tendre fuerzas de volver a verte,sueño cada noxe con volver acariciarte,te juro q nunca en la vida yo podre
olvidarte,te conoci,me enamore,puse mi vida en tu mano,te kise, acelere y nunca puse frenos,debi dejarlo todo ya hace tiempo,o kiza
no,lo unico q se es siempre te exare de menos dile a el q te proteja,dile q te cuide,cuidale tu a el,dale todo lo q te
pida,guardame en tu corazon, y q no se te olvide q muerto al perderte xq tu eres mi vida.
Siento no entender xq siento lo q siento,siento entenderlo y no poder decirte te kiero,siento tenerte siemrpe en mi pensamiento,siento q
puedo perderte y solo de pensarlo muero.Te escribo y al mismo tiempo estoy llorando,q pensarte sin tenerte,es lo q mas me duele,no puedo verte ahora,xro te estare esperando,mi corazon lucha x ti,xro al estar sin ti muere,se q nuestra situacion era muy dificil,q nuestra paciencia finalmente se agoto,se q muxas veces me porte como un imbecil,y ahora soy un imbecil con el corazon roto.Tng puesta en mi habitacion tu foto al mirarla puedo incluso
derretir el hielo,no puedo competir con el xq el tiene moto,xro el no puede como yo ofrecerte el cielo,se ofender a dios por robarle una estrella, y x tenerla en mi corazon reclusa,hago bello el rap xq mi
musa es bella,tu eres ella la estrella,para el rap mi musa.Siento no entender xq siento lo q siento......
Se q esa doble vida ya estabas harta,harta de mentiras,harta de excusas,y de cuentos,te dedico esta cancion q ya escribi en la
carta,akella carta en la q te mostre mis sentimientos,fui cobarde cara a cara,no pude hacerlo,espero q algun dia,puedas perdonarme,mi hiciste el hombre mas feliz,debes saberlo,no creo q como tu,nadie mas pueda
amarme,elvarme al infinito,como tu lo hiciste,y hacerme soñar despierto con el paraiso,amor mas grande en este mundo,ya no
existe,desde q adan a eva tanto la kiso,kerria raptarte y parar el tiempo,amarte como a una mujer nunca amo un hombre,q se acabe el
mundo,q se pare el tiempo,si kieres tenerme solo grita mi nombre....
Quiero rasgar el velo que me asfixia.
Quiero apartar el cielo con las manos.
Gritar hasta romperme la garganta.
Teñir mi sangre en voz sobre los llanos…
Quiero partir el aire en mi cabeza.
Quiero arrancar el sol que me fustiga,
y quedarme a solas con mi tristeza…
Y llorar, llorar hasta la fatiga.CANCIÓN DEL PIRATA" - José de Espronceda
Con diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín;
bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en el mar riela,
en la lona gime el viento
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul;
—«Navega velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío,
ni tormenta, ni bonanza,
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
»Veinte presas
hemos hecho
a despecho,
del inglés,
»y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.
»Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria la mar.
»Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra,
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.
»Y no hay playa
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
»que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.
»Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria la mar.
»A la voz de ¡barco viene!
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar:
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.
»En las presas
yo divido
lo cogido
por igual:
»sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.
»Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria la mar.
»¡Sentenciado estoy a muerte!;
yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna entena
quizá en su propio navío.
»Y si caigo
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
»cuando el yugo
de un esclavo
como un bravo
sacudí.
»Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria la mar.
»Son mi música mejor
aquilones
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
»Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
»yo me duermo
sosegado
arrullado
por el mar.
»Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria la mar».
Gustavo Adolfo Bécquer
Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo.
¿A qué fingir el labio
risas que se desmienten con los ojos?
¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves; yo soy un hombre... y también lloroSeñor, ya me arrancaste lo que yo más quería. Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar. Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía. Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar.
¡Pobre Carolina mía!
¡Nunca la podré olvidar!
Ved lo que el mundo decía
viendo el féretro pasar:
Un clérigo. Empiece el canto.
El doctor. ¡Cesó el sufrir!
El padre. ¡Me ahoga el llanto!
La madre. ¡Quiero morir!
Un muchacho. ¡Qué adornada!
Un joven. ¡Era muy bella!
Una moza. ¡Desgraciada!
Una vieja. ¡Feliz ella!
—¡Duerme en paz!—dicen los buenos.
—¡Adiós!—dicen los demás.
Un filósofo. ¡Uno menos!
Un poeta. ¡Un ángel más!GLOSA" - Nicolás Guillén.
“No sé si me olvidarás,
ni si es amor este miedo;
yo sólo sé que te vas,
yo sólo sé que me quedo”
Andrés Eloy Blanco.
1
Como la espuma sutil
con que el mar muere deshecho,
cuando roto el verde pecho
se desangra en el cantil,
no servido, sí servil,
sirvo a tu orgullo no más,
y aunque la muerte me das,
ya me ganes o me pierdas,
sin saber que me recuerdas
no sé si me olvidarás.
2
Flor que sólo una mañana
duraste en mi huerto amado,
del sol herido y quemado
tu cuello de porcelana:
Quiso en vano mi ansia vana
taparte el sol con un dedo;
hoy así a la angustia cedo
y al miedo, la frente mustia...
No sé si es odio esta angustia,
ni si es amor este miedo.
3
¡Qué largo camino anduve
para llegar hasta ti,
y qué remota te vi
cuando junto a mí te tuve!
Estrella, celaje, nube,
ave de pluma fugaz,
ahora que estoy donde estás,
te deshaces, sombra helada:
Ya no quiero saber nada;
yo sólo sé que te vas.
4
¡Adiós! En la noche inmensa
y en alas del viento blando,
veré tu barca bogando,
la vela impoluta y tensa.
Herida el alma y suspensa
te seguiré, si es que puedo;
y aunque iluso me concedo
la esperanza de alcanzarte,
ante esa vela que parte,
yo sólo sé que me quedo.- Amado Nervo.
¿Adónde fuiste, Amor; adónde fuiste?
Se extinguió del poniente el manso fuego,
y tú que me decías: «hasta luego,
volveré por la noche»... ¡no volviste!
¿En qué zarzas tu pie divino heriste?
¿Qué muro cruel te ensordeció a mi ruego?
¿Qué nieve supo congelar tu apego
y a tu memoria hurtar mi imagen triste?
...Amor, ¡ya no vendrás! En vano, ansioso,
de mi balcón atalayando vivo
el campo verde y el confín brumoso;
y me finge un celaje fugitivo
nave de luz en que, al final reposo,
va tu dulce fantasma pensativo.Aquí me ves..." - Sereno.
Aquí me ves, de nuevo me presento…
Rendido y sin palabras el poeta.
El pecho franco, el alma sin careta,
prendida en este agudo sentimiento.
Hoy tengo enamorado hasta el aliento,
y sólo amor me queda en la maleta,
y miedo, que me invade y me sujeta,
clavándome al severo pavimento.
Hoy siento que renace en mí el chiquillo
nervioso, tartamudo, atolondrado,
perdido, que de todo se asustaba.
Y suena el corazón como un martillo
al yunque de mis sienes obcecado,
y tengo el alma vuelta en pura aldaba.Olvida" - Sereno.
Olvida las palabras esta noche,
olvida nuestros nombres, nuestra vida…
Y deja que se expresen nuestras pieles
con verbos de pasión incontenida.
Permite que la lengua quede muda,
permítele que olvide otras labores
distintas de habitar la piel desnuda.
Despoja tus entrañas de temores
y puéblalas de amor, de fuego vivo,
que en llamas tengo el alma en los albores
del cuerpo, exacerbado e incisivo,
como un arado ansioso que pretende
hendirse ya en la tierra de cultivo.
Olvida cuanto el orbe en si comprende
y toma esta pasión por alimento,
que el pecho en la camisa se me enciende
y el alma se me escapa en el aliento.
Olvida las fronteras que te impone
la piel tirana, el burdo acotamiento,
y deja al corazón que te aprisione,
y ruja un Etna en magmas desatado
que al más brutal deseo nos abandone.CANCIÓN DEL ESPOSO SOLDADO" - Miguel Hernández. He poblado tu vientre de amor y sementera,he prolongado el eco de sangre a que respondoy espero sobre el surco como el arado espera:he llegado hasta el fondo.Morena de altas torres, alta luz y ojos altos,esposa de mi piel, gran trago de mi vida,tus pechos locos crecen hacia mí dando saltosde cierva concebida.Ya me parece que eres un cristal delicado,temo que te rompas al más leve tropiezo,y a reforzar tus venas con mi piel de soldadofuera como el cerezo.Espejo de mi carne, sustento de mis alas,te doy vida en la muerte que me dan y no tomo.Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas,ansiado por el plomo.Sobre los ataúdes feroces en acecho,sobre los mismo muertos sin remedio y sin fosate quiero, y te quisiera besar con todo el pechohasta en el polvo, esposa.Cuando junto a los campos de combate te piensami frente que no enfría ni aplaca tu figura,te acercas hacia mí como una boca inmensade hambrienta dentadura.Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo,y defiendo tu vientre de pobre que me espera,y defiendo tu hijo.Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado,envuelto en un clamor de victoria y guitarras,y dejaré a tu puerta mi vida de soldadosin colmillos ni garras.Es preciso matar para seguir viviendo.Un día iré a la sombra de tu pelo lejano,y dormiré en la sábana de almidón y de estruendocosida por tu mano.Tus piernas implacables al parto van derecho,y tu implacable boca de labios indomables,y ante mi soledad de explosiones y brechasrecorres un camino de besos implacables.Para el hijo será la paz que estoy forjando.Y al fin en un océano de irremediables huesostu corazón y el mío naufragarán, quedandouna mujer y un hombre gastados por los besos.
RIMA XVII" - G. A. Bécquer.
Hoy la tierra y los cielos me sonríen,
hoy llega al fondo de mi alma el sol,
hoy la he visto... La he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!POEMA 15" - Pablo Neruda.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea ciertoLlora el albero..." - Sereno.
Hoy tengo el corazón seco y amargo,
y tengo el alma rota en la mirada.
Mi rostro es el reflejo del espanto
que siento al contemplarte tan callada.
El aire se me hiela en el costado,
la voz se me ha parado en la garganta.
Me aterra este silencio y sin embargo,
no quiero que despierten las palabras.
El móvil rompe el hielo, tres avisos...
Tus ojos ejecutan la estocada.
Llora el albero sangre que te quiso.
¡Que diestra con el arte de la espada!A LA PEREZA" - M. Bretón de los Herreros.
¡Qué dulce es una cama regalada!
¡Qué necio, el que madruga con la aurora,
aunque las musas digan que enamora
oír cantar un ave la alborada!
¡Oh, qué lindo en poltrona dilatada
reposar una hora, y otra hora!
Comer, holgar..., ¡Qué vida encantadora,
sin ser de nadie y sin pensar en nada!
¡Salve, oh Pereza! En tu macizo templo
ya, tendido a la larga, me acomodo.
De tus graves alumnos el ejemplo
me arrastra bostezando; y, de tal modo
tu estúpida modorra a entrarme empieza,
que no acabo el soneto... de per...
"LARGA ES LA AUSENCIA" - Luis Rosales. La sombra siempre y luz sin la luz mía
HERRERA
Tu soledad, Abril, todo lo llena.
Colma de luz la espuma y la corriente.
Aurora niña con su sol reciente.
Toro en golpe de mar como mi pena.
La soledad del corazón resuena
desierto ya como un reloj viviente,
como un reloj que late porque siente
la marcha de tu pie sobre la arena.
Y así vas caminando sangre adentro,
sangre hacia arriba, hacia el primer encuentro,
sangre hacia ayer en la memoria mía;
¡ay, corazón, donde me pisas tanto!,
¡qué soledad sin ti, cierva de llanto!
qué soledad de luz buscando el día.
ME HE QUEDADO SIN PULSO" - Ángel González.
Me he quedado sin pulso y sin aliento
separado de ti. Cuando respiro,
el aire se me vuelve en un suspiro
y en polvo el corazón de desaliento.
No es que sienta tu ausencia el sentimiento.
Es que la siente el cuerpo. No te miro.
No te puedo tocar por más que estiro
los brazos como un ciego contra el viento.
Todo estaba detrás de tu figura.
Ausente tú, detrás todo de nada,
borroso yermo en el que desespero.
Ya no tiene paisaje mi amargura.
Prendida de tu ausencia mi mirada,
contra todo me doy, ciego me hiero.Para Nofret" - Sereno.
Mi llanto desgastado palidece
y admira sorprendido tu entereza,
que lejos de entregarte a la tristeza
te yergue como al lirio que florece.
Te yergue como al lirio que florece,
te blinda como al roble su corteza.
Galopa el corazón a la cabeza
y el alma se agiganta y estremece.
Yo quiero que tus guerras sean la vida,
y cuentes en tu lucha con mi aliento
que vuela las atlánticas espumas.
Y sea tu voluntad enardecida,
tu fuerza sea tu fin y tu instrumento
que alcance a disipar de ti las brumas.El paso herido" - Sereno.
Las tardes se dilatan en mis ojos
como un tropel de fúnebres albores,
y riegan mis pupilas los sudores
de sal del alma triste y sus despojos.
Y voy juntando penas a manojos,
atento siempre y justo a mis labores,
aprendo a persistir en mis errores
burlado por la vida y sus antojos.
Así mi paso busca en el camino
la piedra más aguda y descarnada
al pie que es pretendido por la arista .
Y nunca elude heridas mi destino,
que a fuerza de sangrar tengo manchada
la senda siempre en púrpura amatista.Sangre y metal - Sereno.
Metálico baño de sangre,
cristales y plásticos negros.
De carne herida y angustia
derramados sobre el suelo.
Un despiste, un cielo oscuro,
un estruendo doloroso,
un rechinar de hierros duros
se cierne sobre nosotros.
Metal que rasga las carnes,
sonidos que se hacen eternos...
Gritos, sirenas, lamentos
antes de desmayarme."RIMA XX" - Gustavo Adolfo Bécquer.
Sabe, si alguna vez tus labios rojos
quema invisible atmósfera abrasada,
que el alma que hablar puede con los ojos,
también puede besar con la mirada.LA VIDA ES SUEÑO - JORNADA I - ESCENA II - Pedro Calderón de la Barca.
SEGISMUNDO
¡Ay mísero de mí, y ay, infelice!
ROSAURA
¡Qué triste voz escucho!
Con nuevas penas y tormentos lucho.
CLARÍN
Yo con nuevos temores.
ROSAURA
¡Clarín!
CLARÍN
¡Señora!
ROSAURA
Huygamos los rigores
desta encantada torre.
CLARÍN
Yo aún no tengo
ánimo de huir, cuando a eso vengo.
ROSAURA
¿No es breve luz aquella
caduca exhalación, pálida estrella,
que en trémulos desmayos,
pulsando ardores y latiendo rayos,
hace más tenebrosa
la obscura habitación con luz dudosa?
Sí, pues a sus reflejos
puedo determinar (aunque de lejos)
una prisión obscura,
que es de un vivo cadáver sepultura,
y porque más me asombre,
en el traje de fiera yace un hombre
de prisiones cargado
y sólo de la luz acompañado.
Pues huir no podemos,
desde aquí sus desdichas escuchemos;
sepamos lo que dice.
Descúbrese Segismundo con una cadena y la luz, vestido de pieles.
SEGISMUNDO
¡Ay mísero de mí, y ay, infelice!
Apurar, cielos, pretendo,
ya que me tratáis así
qué delito cometí
contra vosotros naciendo;
aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido.
Bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor;
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido.
Sólo quisiera saber
para apurar mis desvelos
(dejando a una parte, cielos,
el delito de nacer),
qué más os pude ofender
para castigarme más.
¿No nacieron los demás?
Pues si los demás nacieron,
¿qué privilegios tuvieron
qué yo no gocé jamás?
Nace el ave, y con las galas
que le dan belleza suma,
apenas es flor de pluma
o ramillete con alas,
cuando las etéreas salas
corta con velocidad,
negándose a la piedad
del nido que deja en calma;
¿y teniendo yo más alma,
tengo menos libertad?
Nace el bruto, y con la piel
que dibujan manchas bellas,
apenas signo es de estrellas
(gracias al docto pincel),
cuando, atrevida y crüel
la humana necesidad
le enseña a tener crueldad,
monstruo de su laberinto;
¿y yo, con mejor instinto,
tengo menos libertad?
Nace el pez, que no respira,
aborto de ovas y lamas,
y apenas, bajel de escamas,
sobre las ondas se mira,
cuando a todas partes gira,
midiendo la inmensidad
de tanta capacidad
como le da el centro frío;
¿y yo, con más albedrío,
tengo menos libertad?
Nace el arroyo, culebra
que entre flores se desata,
y apenas, sierpe de plata,
entre las flores se quiebra,
cuando músico celebra
de las flores la piedad
que le dan la majestad
del campo abierto a su huida;
¿y teniendo yo más vida
tengo menos libertad?
En llegando a esta pasión,
un volcán, un Etna hecho,
quisiera sacar del pecho
pedazos del corazón.
¿Qué ley, justicia o razón,
negar a los hombres sabe
privilegio tan süave,
excepción tan principal,
que Dios le ha dado a un cristal,
a un pez, a un bruto y a un ave?
ROSAURA
Temor y piedad en mí
sus razones han causado.
SEGISMUNDO
¿Quién mis voces ha escuchado?
¿Es Clotaldo?
CLARÍN
Di que sí.
ROSAURA
No es sino un triste (¡ay de mí!),
que en estas bóvedas frías
oyó tus melancolías.
(Ásela)
SEGISMUNDO
Pues la muerte te daré,
porque no sepas que sé
que sabes flaquezas mías.
Sólo porque me has oído,
entre mis membrudos brazos
te tengo de hacer pedazos.
CLARÍN
Yo soy sordo, y no he podido
escucharte.
ROSAURA
Si has nacido
humano, baste el postrarme
a tus pies para librarme.
SEGISMUNDO
Tu voz pudo enternecerme,
tu presencia suspenderme,
y tu respeto turbarme.
¿Quién eres? que aunque yo aquí
tan poco del mundo sé,
que cuna y sepulcro fue
esta torre para mí;
y aunque desde que nací
(si esto es nacer) sólo advierto
este rústico desierto
donde miserable vivo,
siendo un esqueleto vivo,
siendo un animado muerto;
y aunque nunca vi ni hablé
sino a un hombre solamente
que aquí mis desdichas siente,
por quien las noticias sé
de cielo y tierra; y aunqué
aquí, porque más te asombres
y monstruo humano me nombres,
entre asombros y quimeras,
soy un hombre de las fieras
y una fiera de los hombres.
Y aunque en desdichas tan graves
la política he estudiado,
de los brutos enseñado,
advertido de las aves;
y de los astros süaves
los círculos he medido:
tú sólo, tú, has suspendido
la pasión a mis enojos,
la suspensión a mis ojos,
la admiración al oído.
Con cada vez que te veo
nueva admiración me das,
y cuando te miro más,
aún más mirarte deseo.
Ojos hidrópicos creo
que mis ojos deben ser,
pues cuando es muerte el beber
beben más, y desta suerte,
viendo que el ver me da muerte
estoy muriendo por ver.
Pero véate yo y muera,
que no sé, rendido ya,
si el verte muerte me da
el no verte qué me diera.
Fuera más que muerte fiera,
ira, rabia y dolor fuerte;
fuera muerte, desta suerte
su rigor he ponderado,
pues dar vida a un desdichado
es dar a un dichoso muerte.
ROSAURA
Con asombro de mirarte,
con admiración de oírte,
ni sé qué pueda decirte,
ni qué pueda preguntarte.
Sólo diré que a esta parte
hoy el cielo me ha guiado
para haberme consolado,
si consuelo puede ser
del que es desdichado, ver
a otro que es más desdichado.
Cuentan de un sabio, que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas yerbas que cogía.
¿Habrá otro, entre sí decía,
más pobre y triste que yo?
Y cuando el rostro volvió,
halló la respuesta, viendo
que iba otro sabio cogiendo
las hojas que él arrojó.
Quejoso de la fortuna
yo en este mundo vivía,
y cuando entre mí decía:
¿habrá otra persona alguna
de suerte más importuna?
piadoso me has respondido,
pues volviendo en mi sentido
hallo que las penas mías
para hacerlas tú alegrías
las hubieras recogido.
Y por si acaso, mis penas
pueden aliviarte en parte,
óyelas atento, y toma
las que de ellas me sobraren.
Yo soy...EL RAYO QUE NO CESA" - Miguel Hernández.
Un carnívoro cuchillo
de ala dulce y homicida
sostiene un vuelo y un brillo
alrededor de mi vida.
Rayo de metal crispado
fulgentemente caído,
picotea mi costado
y hace en él un triste nido.
Mi sien, florido balcón
de mis edades tempranas,
negra está, y mi corazón,
y mi corazón con canas.
Tal es la mala virtud
del rayo que me rodea,
que voy a mi juventud
como la luna a mi aldea.
Recojo con las pestañas
sal del alma y sal del ojo
y flores de telarañas
de mis tristezas recojo.
¿A dónde iré que no vaya
mi perdición a buscar?
Tu destino es de la playa
y mi vocación del mar.
Descansar de esta labor
de huracán, amor o infierno
no es posible, y el dolor
me hará a mi pesar eterno.
Pero al fin podré vencerte,
ave y rayo secular,
corazón, que de la muerte
nadie ha de hacerme dudar.
Sigue, pues, sigue cuchillo,
volando, hiriendo. Algún día
se pondrá el tiempo amarillo
sobre mi fotografía. "ROMANCE DEL ENAMORADO Y LA MUERTE" - Romancero Viejo.
Un sueño soñaba anoche, soñito del alma mía,
soñaba con mis amores, que en mis brazos los tenía.
Vi entrar señora tan blanca, muy más que la nieve fría.
—¿Por dónde has entrado, amor? ¿Cómo has entrado, mi vida?
Las puertas están cerradas, ventanas y celosías.
—No soy el amor, amante: la Muerte que Dios te envía.
—¡Ay, Muerte tan rigurosa, déjame vivir un día!
—Un día no puede ser, una hora tienes de vida.
Muy deprisa se calzaba, más deprisa se vestía;
ya se va para la calle, en donde su amor vivía.
—¡Ábreme la puerta, blanca, ábreme la puerta, niña!
—¿Cómo te podré yo abrir si la ocasión no es venida?
Mi padre no fue al palacio, mi madre no está dormida.
—Si no me abres esta noche, ya no me abrirás, querida;
la Muerte me está buscando, junto a ti vida sería.
—Vete bajo la ventana donde labraba y cosía,
te echaré cordón de seda para que subas arriba,
y si el cordón no alcanzare, mis trenzas añadiría.
La fina seda se rompe; la muerte que allí venía:
—Vamos, el enamorado, que la hora ya está cumplida.